El Cantar de Mio Cid Casellano Moderno
El Cantar de Mio Cid Casellano Moderno
El Cantar de Mio Cid Casellano Moderno
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Año 2007
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
En el manuscrito, falta la primera hoja, unos 50 versos. Es posible que en ellos se relataran las
causas del destierro del Cid y los preparativos para la salida de Castilla. Podemos rellenar esta laguna,
como lo hace Menéndez Pidal, sirviéndonos de la Crónica de Veinte Reyes , la Crónica de Castilla
1
y la Particular del Cid ::
1
El relleno de la laguna ha de considerarse con mucha precaución porque ni responde con exactitud
a la historia del Cid ni a la línea estructural del Cantar. Basta observar que en el texto de dichas crónicas
alientan ya aspectos de leyenda de época posterior. Hay que lamentar la pérdida de este primer folio.
Como contrapartida, por suerte, son tan bellos los versos con que comienza el Cantar que es difícil
imaginar otro pórtico mejor. ( N. del E. )
3
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
De los sus ojos tan fuertemente llorando,
Tornaba la cabeza y estábalos catando.
Vio puertas abiertas y postigos sin candados,
Alcándaras vacías, sin pieles y sin mantos,
Y sin halcones y sin azores mudados.
Suspiró mío Cid pues tenía muy grandes cuidados.
Habló mío Cid, bien y tan mesurado:
Cid
-¡Gracias a ti, señor padre, que estás en alto!
-¡Esto me han vuelto mis enemigos malos!
Narrador
Allí piensan aguijar, allí sueltan las riendas.
A la salida de Vivar, tuvieron la corneja diestra,
Y, entrando en Burgos, tuviéronla siniestra.
Meció mío Cid los hombros y movió la cabeza:
Cid
-¡Albricias, Álvar Fáñez, que echados somos de tierra!
Narrador
Mío Cid Ruy Díaz por Burgos entraba,
En su compañía, sesenta pendones llevaba.
4
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Burgaleses
¡Dios, qué buen vasallo, si tuviese buen señor!
Nadie da hospedaje al Cid por temor al Rey. Sólo una niña de nueve años pide al Cid que se vaya.
El Cid acampa en la glera del río Arlanzón
Narrador
Le convidarían de grado, mas ninguno no osaba;
El rey don Alfonso tenía tan gran saña;
Antes de la noche, en Burgos de él entró su carta,
Con gran recaudo y fuertemente sellada:
Que a mío Cid Ruy Díaz, que nadie le diese posada,
Y aquel que se la diese supiese veraz palabra,
Que perdería los haberes y además los ojos de la cara,
Y aún más los cuerpos y las almas.
Gran duelo tenían las gentes cristianas;
Escóndense de mío Cid, que no le osan decir nada,
El Campeador adeliñó a su posada.
Así como llegó a la puerta, hallola bien cerrada;
Por miedo del rey Alfonso que así lo concertaran:
Que si no la quebrantase por fuerza, que no se la abriesen por nada.
Los de mío Cid a altas voces llaman;
Los de dentro no les querían tornar palabra.
Aguijó mío Cid, a la puerta se llegaba;
Sacó el pie de la estribera, un fuerte golpe le daba;
2
[Verso 16' ( N. del E. ).]
5
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Niña
¡Ya, Campeador, en buena hora ceñisteis espada!
El Rey lo ha vedado, anoche de él entró su carta
Con gran recaudo y fuertemente sellada.
No os osaríamos abrir ni acoger por nada;
Si no, perderíamos los haberes y las casas,
Y, además, los ojos de las caras.
Cid, en el nuestro mal vos no ganáis nada;
Mas el Criador os valga con todas sus virtudes santas.
Narrador
Esto la niña dijo y tornose para su casa.
Ya lo ve el Cid que del Rey no tenía gracia.
Partiose de la puerta, por Burgos aguijaba;
Llegó a Santa María, luego descabalga;
Hincó los hinojos, de corazón rogaba.
La oración hecha, luego cabalgaba;
Salió por la puerta y el Arlanzón pasaba;
Cabo esa villa, en la glera posaba;
Hincaba la tienda y luego descabalgaba.
Mío Cid Ruy Díaz, el que en buena hora ciñó espada,
Posó en la glera, cuando no le acoge nadie en casa;
Alrededor de él, una buena compaña.
Así posó mío Cid, como si fuese en montaña.
Vedado le han la compra, dentro en Burgos la casa,
De todas cosas cuantas son de vianda;
No le osarían vender ni la menor dinerada.
6
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Martín Antolínez
¡Ya, Campeador, en buena hora fuisteis nacido!
Esta noche yazgamos y vayamos al matino,
Que acusado seré de lo que os he servido;
En ira del rey Alfonso yo seré metido.
Si con vos escapo sano o vivo;
Aún cerca o tarde el Rey me querrá por amigo;
Si no, cuanto dejo no lo precio un higo.
Narrador
Habló mío Cid, el que en buena hora ciño espada:
Cid
¡Martín Antolínez, sois ardida lanza!
Si yo vivo, os doblaré la soldada.
He gastado el oro y toda la plata;
Bien lo veis que yo no traigo nada,
3
[Versos 82-3 ( N. del E. ).]
7
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Martín Antolínez no lo retardaba;
Por Raquel y Vidas aprisa demandaba.
Pasó por Burgos, al castillo entraba;
Por Raquel y Vidas aprisa demandaba.
Encuentro y trato con Raquel y Vidas y conclusión del trato en la tienda del Cid
Raquel y Vidas en uno estaban ambos,
En cuenta de sus haberes, de los que habían ganado.
Llegó Martín Antolínez a guisa de membrado:
Martín Antolínez
¿Dónde estáis, Raquel y Vidas, los míos amigos caros?
8
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
No lo retardan, todos tres se apartaron.
Martín Antolínez
Raquel y Vidas, dadme ambos las manos,
Que no me descubráis a moros ni a cristianos;
Por siempre os haré ricos que no seáis menguados.
El Campeador por las parias fue entrado,
Grandes haberes prendió y muy estimados;
Retuvo de ellos cuanto que fue algo;
Por ello vino a esto por que fue acusado.
Tiene dos arcas llenas de oro esmerado.
Ya lo veis que el rey le ha airado
Dejado ha heredades y casas y palacios;
Aquellas no las puede llevar, si no, sería ventado;
El Campeador las dejará en vuestra mano,
Y prestadle de haber lo que sea aguisado.
Prended las arcas y metedlas en vuestro salvo;
Con gran jura meted ahí la fe ambos:
¡Que no las catéis en todo este año!
Narrador
Raquel y Vidas se estaban aconsejando:
Raquel y Vidas
Nos hemos menester en todo de ganar algo.
Bien lo sabemos que él algo ganó,
Cuando a tierra de moros entró, que grande haber sacó:
No duerme sin sospecha quien haber trae monedado.
Estas arcas prendámoslas ambas,
En lugar las metamos que no sean ventadas.
Mas, decidnos del Cid, ¿de qué será pagado?
¿O qué ganancia nos dará por todo este año?
Narrador
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Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Martín Antolínez
Mío Cid querrá lo que sea aguisado;
Os pedirá poco por dejar su haber en salvo.
Acógensele hombres de todas partes menguados;
Ha menester seiscientos marcos.
Narrador
Dijo Raquel y Vidas:
Raquel y Vidas
Se los daremos de grado.
Martín Antolínez
Ya veis que entra la noche, el Cid está apresurado;
Necesidad tenemos de que nos deis los marcos.
Narrador
Dijo Raquel y Vidas:
Raquel y Vidas
No se hace así el mercado,
Sino primero prendiendo y después dando.
Narrador
Dijo Martín Antolínez:
Martín Antolínez
Yo de eso me pago.
Ambos venid al Campeador contado
Y nos os ayudaremos que así es aguisado
Para traer las arcas y meterlas en vuestro salvo;
Que no lo sepan moros ni cristianos.
Narrador
Dijo Raquel y Vidas:
Raquel y Vidas
Nos de esto nos pagamos.
Traídas las arcas prended seiscientos marcos.
10
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Martín Antolínez cabalgó privado
Con Raquel y Vidas, de voluntad y de grado.
No viene por el puente que por el agua ha pasado,
Que no se lo ventasen de Burgos ser humano.
Helos vos en la tienda del Campeador contado.
Así como entraron, al Cid besáronle las manos.
Sonriose mío Cid, estábalos hablando:
Cid
¡Ya, don Raquel y Vidas, me habéis olvidado!
Ya me voy de tierra pues del Rey soy airado.
A lo que me semeja, de lo mío habréis algo;
Mientras que viváis, no seréis menguados.
Narrador
Don Raquel y Vidas a mío Cid besáronle las manos.
Martín Antolínez el pleito ha preparado
Que sobre aquellas arcas le darían seiscientos marcos
Y bien se las guardarían hasta el cabo del año;
Que así le dieran la fe y se lo habían jurado:
Que, si antes las catasen, que fuesen perjurados,
No les diese mío Cid de la ganancia un dinero malo.
Dijo Martín Antolínez:
Martín Antolínez
Carguen las arcas privado.
Llevadlas, Raquel y Vidas, ponedlas en vuestro salvo;
Yo iré, con vosotros para que traigamos los marcos,
Que ha de partir mío Cid antes que cante el gallo.
Narrador
Al cargar de las arcas, veríais gozo tanto:
No las podían poner encima aunque eran esforzados.
Alégranse Raquel y Vidas con haberes monedados,
Pues, mientras que viviesen, rehechos eran ambos.
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Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
10
Raquel y Vidas se despiden del Cid. Martín Antolínez les acompaña para recoger los marcos
Raquel
¡Ya, Campeador, en buena hora ceñisteis espada!
De Castilla os vais para las gentes extrañas;
Así es vuestra ventura, grandes son vuestras ganancias.
Una piel bermeja morisca y apreciada,
Cid, beso vuestra mano en don que yo la haya.
Cid
Pláceme
Narrador
dijo el Cid,
Cid
desde aquí sea mandada
Si os la trajera de allá; si no, contadla sobre las arcas.
Narrador
En medio del palacio, tendieron una almofalla;
Sobre ella, una sábana de ranzal y muy blanca.
Con sólo el primer golpe, trescientos marcos echaron de plata.
Notolos don Martín, sin peso los tomaba;
Los otros trescientos en oro se los pagaban.
Cinco escuderos tiene don Martín, a todos los cargaba.
Cuando esto hubo hecho, oiréis lo que hablaba:
Martín Antolínez
Ya, don Raquel y Vidas, en vuestras manos están las arcas;
Yo, que esto os gané, bien merecía calzas.
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Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
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Martín Antolínez pide una recompensa a Raquel y Vidas, y baja a la glera junto al Cid
Narrador
Y Raquel y Vidas aparte salieron ambos:
Raquel y Vidas
Démosle buen don, que él nos lo ha buscado.
Martín Antolínez, un burgalés contado,
Vos lo merecéis, buen don queremos daros
Con que hagáis calzas y rica piel y buen manto;
Os damos en don a vos treinta marcos.
Nos los merecéis pues esto es aguisado;
Nos otorgaréis esto que hemos pactado.
Narrador
Agradeciolo don Martín y recibió los marcos;
Plugo salir de la posada y despidiose de ambos.
Ha salido de Burgos y el Arlanzón ha pasado;
Vino para la tienda del Campeador contado.
Recibiolo el Cid abiertos ambos los brazos:
Cid
¡Venís, Martín Antolínez, el mío fiel vasallo?
¡Aún vea el día que de mí hayáis algo!
Martín Antolínez
Vengo, Campeador, con todo buen recaudo:
Vos seiscientos y yo treinta he ganado.
Mandad coger la tienda y vayamos privado;
En San Pedro de Cardeña, allí nos cante el gallo;
Veremos a nuestra mujer honrada hijadalgo.
Abreviaremos la estancia y dejaremos el reinado.
Mucho es menester, que cerca viene el plazo.
13
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
12
Narrador
Estas palabras dichas, la tienda es cogida;
Mío Cid y sus compañas cabalgan muy aprisa.
La cara del caballo tornó a Santa María,
Alzó su mano diestra, la cara se santigua:
Cid
¡A ti lo agradezco, Dios, que cielo y tierra guías!
¡Válganme tus virtudes, gloriosa santa María!
Desde aquí dejo a Castilla pues que al Rey he en ira;
No sé si entraré aquí más en todos mis días.
¡Vuestra virtud me valga, gloriosa, en mi salida,
Y me ayude y me acorra de noche y de día!
Si vos así lo hiciereis y la ventura me fuere cumplida,
Mando a vuestro altar buenas ofrendas y ricas;
Esto he yo en deuda que haga allí cantar mil misas.
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Narrador
Despidiose el cabal de cuerpo y de voluntad;
Sueltan las riendas y piensan en aguijar.
Dijo Martín Antolínez:
Martín Antolínez
Veré a la mi mujer a todo mi solaz;
Los aconsejaré cómo se habrán de portar.
Si el Rey me lo quisiese tomar, a mí no me importará.
14
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Tornábase Martín Antolínez a Burgos y mío Cid a aguijar,
Para San Pedro de Cárdena, cuanto pudo a espolear
14
Jimena
Tú que a todos guías, vale a mío Cid el Campeador.
15
Narrador
Llamaban a la puerta, allí supieron el mandado.
¡Dios, qué alegre fue el abad don Sancho!
Con lumbres y con candelas al corral dieron salto;
Con tan gran gozo reciben al Campeador contado.
Don Sancho
Agradézcolo a Dios, mío Cid,
Narrador
dijo el abad don Sancho;
15
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Don Sancho
Pues que aquí os veo, prended de mí hospedado.
Narrador
Dijo el Cid:
Cid
¡Gracias, don abad, y soy vuestro pagado!
Yo adobaré conducho para mí y para mis vasallos;
Mas, porque me voy de tierra, os doy cincuenta marcos;
Si yo algo viviere, os serán doblados;
No quiero hacer en el monasterio un dinero de daño.
He aquí para doña Jimena os doy cien marcos;
A ella y a sus hijas y a sus dueñas servidlas este año.
Dos hijas dejo niñas, prendedlas en los brazos;
Aquellas os encomiendo a vos, abad don Sancho;
De ellas y de mi mujer tengáis todo recaudo.
Si esa despensa os falleciere u os menguare algo,
Abastecedlas bien, yo así os lo mando;
Por un marco que gastéis, al monasterio daré yo cuatro.
Narrador
Otorgado se lo había el abad de grado.
Heos a doña Jimena con sus hijas do va llegando;
Sendas dueñas las traen y las van acercando.
Ante el Campeador, doña Jimena hincó los hinojos ambos,
Lloraba de los ojos, quísole besar las manos:
Jimena
¡Merced, Campeador, pues nacisteis con buen hado!;
Por malos mestureros, de tierra sois echado.
16
16
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Inclinó las manos en la su barba bellida;
A las sus hijas en brazos las prendía;
Llegolas al corazón, que mucho las quería.
Llora de los ojos, tan fuertemente suspira:
Cid
¡Ay, doña Jimena, la mi mujer tan cumplida,
Como a la mi alma, yo tanto os quería!
Ya lo veis que a partir nos hemos en vida;
Yo iré y vos quedaréis retenida.
¡Plega a Dios y a santa María,
17
Narrador
Gran yantar le hacen al buen Campeador.
Tañen las campanas en San Pedro a clamor.
4
[Verso 269' ( N. del E. ).]
5
[Verso 282' ( N. del E. ).]
17
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
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El Cid acoge a los nuevos caballeros y dispone la partida de San Pedro de Cardeña
Cuando lo supo mío Cid el de Vivar,
Que le crece compaña por que más valdrá,
Aprisa cabalga, a recibirlos sale;
Tornose a sonreír, lléganse todos, la mano le van a besar.
Habló mío Cid de toda voluntad:
Cid
Yo ruego a Dios y al Padre espiritual,
Vos, que por mí dejáis casas y heredades,
Antes que yo muera, algún bien os pueda dar:
Lo que perdéis doblado lo vais a cobrar.
Narrador
Plugo a mío Cid porque creció en el yantar;
Plugo a los otros hombres todos cuantos con él están.
Los seis días de plazo pasados los han;
Tres quedan por pasar, sabed, que no más.
Mandó el Rey a mío Cid vigilar:
Que si después del plazo en su tierra le pudiese tomar,
Por oro ni por plata no podría escapar.
El día ha pasado, la noche quería entrar,
A sus caballeros mandolos a todos juntar:
18
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Cid
Oíd, varones, no os caiga en pesar;
Poco haber traigo, daros quiero vuestra parte.
Sed prudentes en cómo debéis obrar:
A la mañana, cuando los gallos cantarán,
No os tardéis, mandad ensillar;
En San Pedro, a maitines, tañerá el buen abad;
La misa nos dirá, ésta será de Santa Trinidad;
La misa dicha, pensemos en cabalgar,
Que el plazo está cerca, mucho tenemos que andar.
Narrador
Como lo mandó mío Cid, así todos lo harán.
Pasando va la noche, el día viniendo está;
A los mediados gallos, piensan en cabalgar.
Tañen a maitines con una prisa tan grande;
Mío Cid y su mujer a la iglesia van.
Echose doña Jimena en las gradas delante del altar,
Rogando al Criador cuanto ella mejor sabe,
Que a mío Cid el Campeador que Dios le cuidase de mal:
Jimena
¡Ya, Señor glorioso, Padre que en el cielo estás!
Hiciste cielo y tierra, el tercero el mar;
Hiciste estrellas y luna y el sol para calentar;
Tomaste encarnación en santa María Madre;
En Belén apareciste, como fue tu voluntad;
Pastores te glorificaron, hubiéronte de alabar;
Tres reyes de Arabia te vinieron a adorar,
Melchor y Gaspar y Baltasar oro, incienso y mirrá
Te ofrecieron, como fue tu voluntad;
Salvaste a Jonás, cuando cayó en la mar;
Salvaste a Daniel con los leones en la mala cárcel;
Salvaste dentro en Roma al señor san Sebastián;
Salvaste a santa Susana del falso criminal;
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Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
La oración hecha, la misa acabado la han;
Salieron de la iglesia, ya quieren cabalgar.
El Cid a doña Jimena íbala a abrazar;
Doña Jimena al Cid las manos le va a besar,
Llorando de los ojos, que no sabe cómo actuar.
Y él a las niñas tornolas a catar:
Cid
A Dios os encomiendo y al Padre espiritual;
Ahora nos partimos, Dios sabe el juntar.
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Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Llorando de los ojos, como no visteis tal,
Así se parten unos de otros, como la uña de la carne.
Mío Cid con los sus vasallos pensó en cabalgar;
A todos esperando, la cabeza tornando va.
Con tan gran sabor, habló Minaya Álvar Fáñez:
Minaya
Cid, ¿do son vuestros esfuerzos? ¡En buena hora nacisteis de madre!
Pensemos seguir nuestra vía, esto se ha de dejar;
Aun todos estos duelos en gozo se tornarán;
Dios, que nos dio las almas, consejo nos dará.
Narrador
Al abad don Sancho, tornan a aconsejar
Cómo sirva a doña Jimena y a las hijas que ha,
Y a todas sus dueñas que con ellas están;
Bien sepa el abad que buen galardón por ello tendrá.
Tornado es don Sancho y habló Álvar Fáñez:
Minaya
Si viereis gentes venir para con nosotros ir, abad,
Decidles que sigan el rastro y piensen en andar,
Que en yermo o en poblado nos podrán alcanzar.
Narrador
Soltaron las riendas, piensan en andar;
Cerca está el plazo para el reino dejar.
Vino mío Cid a yacer a Espinaz de Can;
Otro día de mañana, piensa en cabalgar.
Muchas gentes se le acogen esa noche de todas partes.
Saliéndose va del reino el Campeador leal;
De siniestro, San Esteban, una buena ciudad;
De diestro, allí son las torres que moros las han.
Pasó por Alcubilla, que de Castilla fin es ya;
La calzada de Quinea íbala a traspasar;
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Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
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Ángel
Cabalgad, Cid, el buen Campeador,
Que nunca en tan buen punto cabalgó varón;
Mientras que viviereis bien saldrá todo a vos.
Narrador
Cuando despertó el Cid, la cara se santiguó;
Se signaba la cara, a Dios se encomendó;
Estaba muy contento del sueño que soñó.
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Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
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El Cid invade las tierras del rey de Toledo, tributario del rey don Alfonso
Cid
¡Temprano dad cebada, así el Criador os salve!
El que quisiere coma; y el que no, cabalgue.
Pasaremos la sierra que fiera es y grande;
La tierra del rey Alfonso esta noche la podemos dejar;
Después, quien nos buscare, hallarnos podrá.
Narrador
De noche pasan la sierra, mañana venido ha,
Y, por la loma abajo, piensan en andar.
En medio de una montaña, maravillosa y grande,
Mandó mío Cid posar y cebada dar.
Díjoles a todos cómo quería trasnochar;
Vasallos tan buenos de corazón lo han;
Mandado de su señor todo lo harán.
Antes que anochezca, piensan en cabalgar;
Por tal lo hace mío Cid que no lo ventase nadie.
Anduvieron de noche que vagar no se dan;
Do dicen Castejón, el que es sobre el Henares,
Mío Cid se echó en celada con aquellos que él trae.
El que en buena hora nació toda la noche en celada yace,
Como los aconsejaba Minaya Álvar Fáñez.
23
23
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Minaya
¡Ya, Cid, en buena hora ceñisteis espada!
Vos, con ciento de nuestra compaña,
Después que a Castejón ganemos en celada,...
Cid
Vos con los doscientos id vos en algara;
Allá vaya Álvar Álvarez y Álvar Salvadórez sin falla,
Narrador
Nombrados son los que irán en la algara,
Y los que con mío Cid quedarán en la zaga.
Ya quiebran los albores y venía la mañana;
Salía el sol, ¡Dios, qué, hermoso apuntaba!
En Castejón, todos se levantaban;
Abren las puertas, afuera salto daban
Por ver sus heredades y todas sus labranzas.
Todos han salido, las puertas abiertas son dejadas
6
[Verso 443' ( N. del E. ).]
7
[Verso 446' ( N. del E. ).]
24
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Cid
8
[Verso 464' ( N. del E. ).]
9
[Verso 481' ( N. del E. ).]
25
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
24
Minaya
Mucho os lo agradezco, Campeador contado.
De esta quinta, que me habéis mandado,
Se pagaría de ella Alfonso el castellano.
Yo os la dejo y tenedlo por librado.
A Dios lo prometo, a Aquel que está en alto,
Hasta que yo me pague sobre mi buen caballo,
Lidiando con moros en el campo,
Que emplee la lanza y a la espada meta mano,
Y por el codo abajo la sangre destellando,
Ante Ruy Díaz, el lidiador contado,
No tomaré de vos cuanto vale un dinero malo;
Hasta que por mí ganaréis cuanto que sea algo,
Todo lo otro helo en vuestra mano.
25
Reparto del botín y venta del quinto del Cid a los moros
Narrador
Estas ganancias allí eran juntadas.
Temió mío Cid, el que en buena hora ciñó espada,
Al rey Alfonso, que llegarían sus compañas,
Que le buscaría mal con todas sus mesnadas.
26
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Cid
Los moros están en paz, que escrita es la carta;
Nos buscaría el rey Alfonso con toda su mesnada.
Dejar quiero a Castejón, ¡oíd, mesnadas y Minaya!
26
El Cid abandona a Castejón y se dirige a las tierras del valle del Jalón
Lo que yo dijere no lo tengáis a mal:
En Castejón, no podríamos quedar;
Cerca está el rey Alfonso y a buscarnos vendrá.
Mas el castillo no lo quiero asolar;
Cien moros y cien moras quierolos librar,
Porque lo tomé de ellos, que de mí no digan mal.
Todos sois pagados y ninguno por pagar.
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Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Lo que dijo el Cid a todos los otros place.
Del castillo que tomaron, todos ricos se parten;
Los moros y las moras bendiciendo le están.
Vanse Henares arriba cuanto pueden andar;
Cruzan las Alcarrias e iban adelante;
Por las cuevas de Anguita, ellos pasando van;
Pasaron las aguas, entraron al campo de Toranz;
Por esas tierras abajo, cuanto pueden andar;
Entre Ariza y Cetina, mío Cid iba a albergar.
Grandes son las ganancias que tomó por la tierra do va.
No lo saben los moros las intenciones que han.
Otro día se movió, mío Cid el de Vivar,
Y pasó a Alhama, la hoz abajo va;
Pasó a Bubierca y a Teca que está adelante;
Y, sobre Alcocer, mío Cid iba a posar
En un otero redondo, fuerte y grande;
Cerca corre el Jalón, a Alcocer piensa ganar.
Mío Cid don Rodrigo a Alcocer piensa ganar.
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Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
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Conquista de Alcocer
Y los de Teca y los de Terrer la casa;
A los de Calatayud, sabed, mal les pesaba.
Allí posó mío Cid cumplidas quince semanas.
Cuando vio mío Cid que Alcocer no se le daba,
Él hizo un plan y no lo retardaba:
Deja una tienda hincada y las otras llevaba;
Cogió Jalón abajo, la su enseña alzada,
Las lorigas vestidas y ceñidas las espadas,
A guisa de hombre prudente por sacarlos a celada.
Veíanlo los de Alcocer, ¡Dios, cómo se alababan!
Habitantes de Alcocer
Ha fallado a mío Cid el pan y la cebada;
Las otras con trabajo lleva, una tienda es dejada.
De guisa va mío Cid como si en derrota escapara.
Demos salto a él y haremos gran ganancia,
Antes que le prendan los de Terrer, si no, no nos darán de ello nada;
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Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Salieron de Alcocer con prisa muy extraña;
Mío Cid, cuando los vio fuera, se fue como de escapada;
Cogió Jalón abajo, junto con los suyos marcha.
Dicen los de Alcocer:
Habitantes de Alcocer
¡Ya se nos va la ganancia!
Narrador
Los grandes y los chicos fuera salto daban,
Con el ansia de apresar, de lo demás, no piensan nada;
Abiertas dejan las puertas, que ninguno las guarda.
El buen Campeador la su cara tornaba;
Vio que entre ellos y el castillo había una gran plaza;
Mandó tornar la enseña, aprisa espoleaban.
Cid
¡Heridlos, caballeros, a todos sin alarma!
¡Con la merced del Criador, nuestra es la ganancia!
Narrador
Revueltos luchan con ellos en medio de la plaza.
¡Dios, qué bueno es el gozo por esta mañana!
Mío Cid y Álvar Fáñez adelante aguijaban;
Tienen buenos caballos, sabed, a su guisa les andan;
Entre ellos y el castillo, entonces entraban.
Los vasallos de mío Cid sin piedad les daban;
En una hora y un poco de lugar trescientos moros matan.
Dando grandes alaridos, los que están en la celada,
Dejándolos van delante, para el castillo se tornaban;
Las espadas desnudas, en la puerta se paraban.
Luego llegaban los suyos, pues la batalla es ganada.
Mío Cid ganó a Alcocer, sabed, por esta maña.
30
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
30
Cid
¡Gracias a Dios del cielo y a todos los sus santos!
Ya mejoraremos posadas a dueños y a caballos.
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Narrador
Mío Cid con esta ganancia en Alcocer está;
Hizo enviar por la tienda que dejara allá.
Mucho pesa a los de Teca y a los de Terrer no place,
Y, a los de Calatayud, sabed, pesando va.
31
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Mensajero
Que a uno que decían mío Cid Ruy Díaz de Vivar,
Airolo el rey Alfonso, de tierra echado lo ha;
Vino a posar sobre Alcocer, en un tan fuerte lugar;
Sacolos a celada, el castillo ganado ha;
Si no das auxilio, a Teca y a Terrer perderás;
Perderás a Calatayud, que no puede escapar;
La ribera del Jalón toda irá a mal;
Así será lo de Jiloca, que está en la otra parte.
Narrador
Cuando lo oyó el rey Tamín, de corazón le pesó mal:
Tamín
Tres reyes veo de moros, en derredor de mí estar;
No lo retardéis, los dos id para allá;
Tres mil moros llevéis con armas de lidiar,
Con los de la frontera que os ayudarán;
Prendédmelo con vida, traédmelo delante;
Porque se me entró en mi tierra, derecho me habrá de dar.
Narrador
Tres mil moros cabalgan y piensan en andar;
Ellos vinieron a la noche en Segorbe a posar.
Otro día de mañana, piensan en cabalgar;
Vinieron a la noche a Celfa a posar.
Por los de la frontera, piensan de enviar;
No lo detienen, vienen de todas partes.
Salieron de Celfa, la que dicen del Canal;
Anduvieron todo el día, que vagar no se dan;
Vinieron esa noche a Calatayud a posar.
Por todas esas tierras, los pregones dan;
Gentes se juntaron, excesivas de grandes,
Con estos dos reyes que dicen Fáriz y Galve;
Al bueno de mío Cid, en Alcocer le van a cercar.
32
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
33
34
Plan de campaña: el Cid ordena a sus caballeros; Pero Bermúdez lleva valientemente la enseña
Al cabo de tres semanas, la cuarta quería entrar,
Mío Cid con los suyos tornose a aconsejar:
Cid
El agua nos han vedado, nos faltará el pan;
Que nos queramos ir de noche no nos lo consentirán;
Grandes son los poderes para con ellos lidiar.
Decidme, caballeros, cómo os place actuar.
Narrador
Primero habló Minaya, un caballero cabal:
Minaya
De Castilla la gentil, hemos venido acá;
Si con moros no lidiáremos, no nos darán el pan.
Bien somos nos seiscientos, algunos hay de más;
¡En el nombre del Criador, que por nada quede ya!
33
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Dijo el Campeador:
Cid
A mi guisa hablasteis;
Os honrasteis, Minaya, como de vos cabría esperar.
Todos los moros y las moras afuera los manda echar,
Que no supiese ninguno esta su puridad.
El día y la noche, piénsanse en preparar.
Otro día de mañana, el sol quería apuntar;
Armado está mío Cid con cuantos con él hay.
Hablaba mío Cid, como oiréis contar:
Cid
Todos salgamos afuera, que no quede nadie,
Sino dos peones solos para la puerta guardar;
Si nos muriéremos en el campo, en el castillo nos entrarán;
Si venciéremos la batalla, riqueza nos crecerá;
Y vos, Pero Bermúdez, la mi enseña tomad;
Como sois muy bueno, la tendréis con lealtad;
Mas no aguijéis con ella, si yo no os lo mandare.
Narrador
Al Cid besó la mano, la enseña va a tomar.
Abrieron las puertas, afuera salto dan.
Viéronlo los vigías de los moros, a la Almofalla se van a tornar.
¡Qué prisa hay en los moros!, y se tornaron a armar.
Ante el ruido de tambores, la tierra quería quebrar;
Veríais armarse moros, aprisa entran en haz.
De parte de los moros, dos enseñas hay caudales
E hicieron dos haces de peones mezclados, ¿quién los podría contar?
Los haces de los moros ya se mueven adelante
Para a mío Cid y a los suyos a manos los tomar.
Cid
34
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Aquel Pero Bermúdez no lo pudo aguantar;
La enseña tiene en mano, empezó a espolear:
Bermúdez
¡El Criador os valga, Cid Campeador leal!
Voy a meter vuestra enseña en aquel mayor haz;
Los que el deber tenéis, veremos cómo la socorráis.
Narrador
Dijo el Campeador:
Cid
¡No sea por Caridad!
Narrador
Repuso Pero Bermúdez:
Pero Bermúdez
¡Por nada quedará!
Narrador
Espoleó al caballo y metiole en el mayor haz;
Los moros le reciben por la enseña ganar;
Danle grandes golpes, mas no le pueden falsear.
Dijo el Campeador:
Cid
¡Valedle, por caridad!
35
Los del Cid socorren a Pero Bermúdez que lleva la enseña al grueso de los moros
Narrador
Embrazan los escudos delante los corazones;
Bajan las lanzas, envueltas de los pendones;
35
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Cid
¡Heridlos, caballeros, por amor de caridad!
¡Yo soy Ruy Díaz, el Cid Campeador de Vivar!
Narrador
Todos hieren en el haz donde está Pero Bermúdez;
Trescientas lanzas son, todas tienen pendones;
Sendos moros mataron, todos de sendos golpes;
A la tornada que hacen, otros tantos son.
36
Descripción de la batalla
¡Veríais tantas lanzas bajar y alzar;
Tanta adarga horadar y traspasar;
Tanta loriga romper y desmallar;
Tantos pendones blancos salir bermejos de sangre;
Tantos buenos caballos sin sus dueños andar!
Los moros llaman:
Moros
¡Mahoma!
Narrador
Y los cristianos:
Cristianos
¡Santi Yague!
Narrador
Caían en un poco de lugar moros muertos mil y trescientos ya.
36
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
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38
Cid
¡Cabalgad, Minaya, vos sois el mi diestro brazo!
Hoy en este día, de vos habré gran amparo.
37
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Cabalgó Minaya, la espada en la mano,
Por estas fuerzas firmemente lidiando;
A los que alcanza, valos matando.
Mío Cid Ruy Díaz, el Campeador contado,
Al rey Fáriz, tres golpes le había dado;
Los dos le fallan y el uno le ha alcanzado;
Por la loriga abajo, la sangre destellando;
Volvió las riendas por írsele del campo.
Por aquel golpe el ejército es derrotado.
39
40
38
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Álvar Fáñez cumple su voto. Fin de la batalla. Reparto del botín. El Cid envía el primer donativo
al rey
A Minaya Álvar Fáñez, bien le anda el caballo;
De estos moros, mató a treinta y cuatro;
Espada tajadora, sangriento trae el brazo,
Por el codo abajo, la sangre destellando.
Dice Minaya:
Minaya
Ahora soy pagado
Que a Castilla irán buenos mandados,
Que mío Cid Ruy Díaz lid campal ha ganado.
Narrador
Tantos moros yacen muertos que pocos vivos han dejado,
Que en alcance sin duda les fueron dando.
Ya se tornan los del Campeador contado.
Andaba mío Cid sobre su buen caballo;
La cofia fruncida, ¡Dios, cómo es bien barbado!
El almófar a cuestas, la espada en la mano,
Vio a los suyos cómo van llegando.
Cid
¡Gracias a Dios, aquel que está en alto,
Cuando tal batalla hemos ganado!
Narrador
Este campamento, los de mío Cid luego lo han robado
De escudos y de armas y de otros haberes largos;
De los moriscos, cuando son llegados,
10
[Verso 796' ( N. del E. ).]
39
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Cid
¡Oíd, Minaya, sois mi diestro brazo!
De esta riqueza, que el Criador nos ha dado,
A vuestra guisa tomad con vuestra mano.
Enviaros quiero a Castilla con mandado
De esta batalla que hemos ganado.
Al rey Alfonso, que me ha airado,
Quiérele enviar en don treinta caballos;
Todos con sillas y muy bien enfrenados;
Sendas espadas de los arzones colgando.
Narrador
Dijo Minaya Álvar Fáñez:
Minaya
Esto haré yo de grado.
41
Cid
He aquí oro y plata,
Una bota llena, que nada no le menguaba.
En Santa María de Burgos, pagad mil misas;
Lo que sobrare dadlo a mi mujer y a mis hijas,
40
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
42
Narrador
Minaya Álvar Fáñez de esto es pagado;
43
Cid
¡Os vais, Minaya, a Castilla la gentil!
A nuestros amigos, bien les podéis decir:
Dios nos valió y vencimos la lid.
A la vuelta, si nos hallareis aquí,
Si no, do supiereis que estamos a buscarnos id.
Por lanzas y por espadas hemos de subsistir;
Si no, en esta tierra angosta, no podríamos vivir.
44
Venta de Alcocer
Narrador
11
[Verso 826' ( N. del E. ).]
41
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
45
46
El Cid deja el valle del Jalón y entra en las tierras del Jiloca
Cuando mío Cid el castillo quiso dejar,
Moros y moras pusiéronse a quejar:
Moros
¿Te vas, mío Cid? ¡Nuestras oraciones váyante delante!
Nos contentos quedamos, señor, de la tu parte.
Narrador
Cuando dejó Alcocer mío Cid el de Vivar,
Moros y moras empezaron a llorar.
42
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
47
Embajada de Minaya. El Rey acepta los regalos y perdona a Minaya, mas no al Cid
¡Mío Cid Ruy Díaz, de Dios haya su gracia!
Ido es a Castilla Álvar Fáñez Minaya,
Treinta caballos al Rey los presentaba;
Violos el Rey, hermoso se alegraba:
Rey
¿Quién me los dio estos? ¡Así os valga Dios, Minaya!
Minaya
Mío Cid Ruy Díaz, que en buena hora ciñó espada,
Venció dos reyes de moros en esta batalla;
Sobejana es señor, la su ganancia.
A vos, rey honrado, este presente manda;
Bésaos los pies y las manos ambas;
Que le hagáis merced, ¡así el Criador os valga!
Narrador
Dijo el Rey:
43
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Rey
¡Mucho es mañana,
Hombre airado, que de señor no ha gracia,
Para acogerlo al cabo de tres semanas!
Mas, ya que de moros fue, tomo esta manda;
Aún me place de mío Cid que hizo en tal ganancia.
Además de todo esto, a vos libro, Minaya,
Honores y tierras tenedlas condonadas;
Id y venid, desde aquí os doy mi gracia;
Mas, del Cid Campeador, yo no os digo nada.
Además de todo esto, deciros quiero, Minaya:
48
Narrador
Besole las manos Minaya Álvar Fáñez.
Minaya
Gracias, Rey, como a señor natural;
Esto haces ahora más haréis adelante.
49
El Cid hace incursiones desde El Poyo. Luego, lo abandona y se asienta en el pinar de Tévar.
Regreso de Minaya
Rey
Id por Castilla y os dejen andar, Minaya;
Sin ningún estorbo, id a mío Cid a buscar ganancia.
44
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Quiéroos decir del que en buena hora ciñó espada:
Aquel Poyo, en él tomó posada,
Mientras que sea el pueblo de moros y de la gente cristiana,
El Poyo de mío Cid, así le dirán por carta.
Estando allí, mucha tierra saqueaba.
El valle del río Martín, todo lo metió en parias;
A Zaragoza, sus nuevas llegaban;
No place a los moros, firmemente les pesaba.
Allí estuvo mío Cid cumplidas quince semanas.
Cuando vio el caboso que se tardaba Minaya,
Con todas sus gentes hizo una trasnochada.
Dejó El Poyo, todo lo desamparaba;
Allende Teruel, don Rodrigo pasaba;
En el pinar de Tévar, don Ruy Díaz posaba;
Todas esas tierras, todas las depredaba;
A Zaragoza, metido la ha en parias.
Cuando esto hubo hecho, al cabo de tres semanas,
De Castilla, ha venido Minaya;
Doscientos con él, que todos ciñen espada;
No son en cuenta, sabed, las peonadas.
Cuando vio mío Cid asomar a Minaya,
Corriendo el caballo, lo va a abrazar sin falla;
Besole la boca y los ojos de la cara.
Todo se lo dice, que no le encubre nada.
El Campeador hermoso se alegraba:
Cid
¡Gracias a Dios y a las sus virtudes santas!
Mientras vos viviereis, bien me iré a mí, Minaya.
50
45
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
¡Dios, cómo fue alegre todo aquel fonsado,
Que Minaya Álvar Fáñez así era llegado,
Trayéndoles saludos de primos y de hermanos,
Y de sus compañas, aquellas que habían dejado!
51
Cid
¡Ya, Álvar Fáñez, viváis muchos días!
52
Narrador
No lo tardó el Campeador contado;
Tierras de Alcañiz negras las va dejando;
Y, en derredor, todo lo va depredando.
Al tercer día, donde salió allí ha tornado.
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46
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
54
El Cid se asienta en el puerto de Alucat. Siguen las incursiones por Huesca y Montalbán
Con estas ganancias a la posada tornando se van;
Todos están alegres, ganancias traen grandes;
Plugo a mío Cid y mucho a Álvar Fáñez.
Sonriose el caboso que no lo pudo aguantar:
Cid
Ya, caballeros, os diré la verdad:
Quien en un lugar mora siempre lo suyo puede menguar;
Mañana por la mañana, pensemos en cabalgar;
Dejad estas posadas, e iremos adelante.
Narrador
Entonces se mudó el Cid al puerto de Alucat;
Desde allí, corre mío Cid a Huesca y a Montalbán.
En esta corrida, diez días vinieron a tardar.
Fueron los mandados a todas partes:
Que el salido de Castilla así los trae tan mal.
Los mandados son idos a todas partes.
55
El conde de Barcelona se entera de que el Cid le corría la tierra amparada bajo su protección
Narrador
Llegaron las nuevas al conde de Barcelona:
Que mío Cid Ruy Díaz que le corría la tierra toda.
Tuvo gran pesar y túvoselo a gran deshonra.
47
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
56
Conde
Grandes tuertos me hace mío Cid el de Vivar;
Dentro en mi corte me hizo ofensa grande:
Hiriome el sobrino y no lo enmendó más;
Ahora me corre las tierras que en mi protección están.
No lo desafié, ni le torné enemistad;
Mas, cuando él me lo busca, se lo iré yo a demandar.
Narrador
Grandes son las fuerzas y aprisa se van llegando;
Muchas gentes se le allegan entre moros y cristianos;
Adeliñan tras mío Cid, el bueno de Vivar;
Tres días y dos noches, piensan en andar.
Alcanzaron a mío Cid en Tévar y el pinar;
Así viene esforzado el conde que a manos le pensó tomar.
Mío Cid don Rodrigo trae ganancia grande;
Baja de una sierra y llegaba a un valle.
Del conde don Remón le ha venido mensaje.
Mío Cid, cuando lo oyó, envió para allá:
Cid
Decid al conde no lo tenga a mal;
De lo suyo no llevo nada, déjeme ir en paz.
Narrador
Repuso el conde:
Conde
¡Esto no será verdad!
Lo de antes y de ahora todo me lo pechará.
48
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Tornose el mandadero cuanto pudo más;
Entonces lo conoce mío Cid el de Vivar
Que a menos de batalla no se pueden de allí escapar.
57
Cid
Ya, caballeros, aparte dejad la ganancia;
Aprisa guarneceos y meteos en las armas;
El conde don Remón nos dará gran batalla;
De moros y de cristianos, gentes trae sobejanas;
A menos de batalla no nos dejaría por nada.
Pues adelante irán tras nos, aquí sea la batalla;
Apretad los caballos y vestid las armas.
Ellos vienen cuesta abajo y todos traen calzas,
Y las sillas ligeras y las cinchas aflojadas;
Nosotros cabalgaremos sillas gallegas y botas sobre calzas;
Cien caballeros debemos vencer a aquellas mesnadas;
Antes que ellos lleguen al llano, presentémosles las lanzas;
Por uno que hiráis tres sillas irán sin carga.
¡Verá Remón Berenguer tras quién vino a dar caza
Hoy, en este pinar de Tévar, por quitarme la ganancia!
58
Narrador
Todos están preparados, cuando mío Cid esto hubo hablado;
49
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
59
Conde
No comeré un bocado por cuanto hay en toda España;
Antes perderé el cuerpo y dejaré el alma,
Pues que tales malcalzados me vencieron en batalla.
60
50
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Mío Cid Ruy Díaz oiréis lo que dijo:
Cid
Comed, conde, de este pan y bebed de este vino;
Si lo que digo hiciereis, saldréis de cautivo;
Si no, en todos vuestros días, no veréis cristianismo.
61
Narrador
Dijo el conde don Remón:
Conde
Comed, don Rodrigo, y pensad en holgar,
Que yo me dejaré morir, que no quiero yantar.
Narrador
Hasta el tercer día, no le pueden acordar;
Ellos repartiendo estas ganancias grandes,
No le pueden hacer comer un bocado de pan.
62
Cid
Comed, conde, algo,
12
[Verso 1033' ( N. del E. ).]
51
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Cuando esto oyó el conde, ya se iba alegrando.
Conde
Si lo hiciereis, Cid, lo que habéis hablado.
Tanto cuanto yo viva, seré de ello maravillado.
Cid
Pues, comed, conde, y cuando hubiereis yantado,
A vos y a otros dos os daré de mano.
Mas, cuanto habéis perdido y yo gané en el campo,
Sabed, no os daré a vos un dinero malo;
Mas cuanto habéis perdido, no os será dado,
Pues lo necesito para éstos mis vasallos,
Que conmigo andan lacerados; y no os será dado.
Tomando de vos y de otros nos iremos reparando;
Tendremos esta vida mientras pluguiere al Padre Santo,
Como quien ira tiene de rey y de tierra es echado.
Narrador
Alegre está el conde y pidió agua para las manos,
Y pónenselo delante y diéronselo apresurados.
Con los caballeros que el Cid le había dado,
Comiendo va el conde, ¡Dios, qué de buen grado!
Cerca de él estaba el Campeador contado:
Cid
Si bien no coméis, conde, hasta ser de mi agrado,
Aquí haremos la morada, no nos partiremos ambos.
Narrador
Entonces dijo el conde:
13
[Verso 1035' ( N. del E. ).]
52
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Conde
¡De voluntad y de grado!
Narrador
Con estos dos caballeros aprisa va yantando;
Contento está mío Cid, que lo está mirando,
Porque el conde don Remón tan bien movía las manos.
Conde
Si os agradare, mío Cid, para ir estamos preparados;
Mandad darnos las bestias y cabalgaremos privado;
Desde el día que fui conde, no yanté tan de buen grado;
El placer que de ello tengo no será olvidado.
Narrador
Danle tres palafrenes muy bien ensillados
Y buenas vestiduras de pellizones y de mantos.
El conde don Remón entre los dos ha entrado;
Hasta el fin de la albergada, los escoltó el castellano:
Cid
Ya os vais, conde, a guisa de muy franco;
En gracia os lo tengo lo que me habéis dejado.
Si os viniere en mente que quisiereis vengarlo,
Si me viniereis a buscar, hallarme podréis,
y, si no, mandadme buscar: o de lo vuestro me dejaréis
O de lo mío llevaréis algo.
Conde
Holgad ya, mío Cid, estáis en vuestro salvo;
Pagado os he por todo este año;
De veniros a buscar, ni aún será pensado.
63
53
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Aguijaba el conde y pensaba en andar;
Tornando va la cabeza y catando hacia atrás;
Miedo iba teniendo que mío Cid se arrepentirá;
Lo que no haría el caboso por cuanto en el mundo hay;
¡Una deslealtad que no la hizo a nadie!
Ido es el conde, tornose el de Vivar;
Juntose con sus mesnadas, comenzose a alegrar
De la gran ganancia que han hecho maravillosa y grande.
Entra en escena el bando enemigo del Cid. Bodas de las hijas del Cid con los infantes de Carrión
64
Narrador
Aquí se comienza la gesta de mío Cid el de Vivar
Tan ricos son los suyos que no saben lo que han.
Poblado ha mío Cid el puerto de Alucat;
Dejando a Zaragoza y a las tierras de acá,
Y dejando a Huesca y tierras de Montalbán,
Contra la mar salada, empezó a guerrear.
A oriente sale el sol y tornose a esa parte.
Mío Cid ganó a Jérica y Onda y Almenar;
Tierras de Burriana todas conquistado las ha.
65
54
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Toma de Murviedro
Ayudole el Criador, el Señor que está en el cielo;
Él con todo esto tomó a Murviedro;
Ya veía mío Cid que Dios le iba valiendo.
Dentro en Valencia, no es poco el miedo.
66
Los moros de Valencia cercan a Murviedro. El Cid pide refuerzos y arenga a sus tropas
Pesa a los de Valencia, sabed, no les place;
Acordaron en consejo que le viniesen a cercar.
Trasnocharon de noche; de mañana al clarear,
Cerca de Murviedro, tornan las tiendas a hincar.
Violo mío Cid, tomose a maravillar:
Cid
¡Gracias a ti, Padre espiritual! 14
En sus tierras estamos y hacérnosles todo mal;
Bebemos su vino y comemos el su pan;
Si a cercarnos vienen, con derecho lo hacen;
A menos de lid, esto no se acabará.
Vayan los mandados por los que nos deben ayudar:
Los unos a Jérica y los otros a Alucat;
Desde allí a Onda y los otros a Almenar;
Los de Burriana luego vengan acá;
Empezaremos esta lid campal;
Yo fío por Dios que nuestro pro aumentarán.
Narrador
Al tercer día, todos juntos están;
El que en buena hora nació comenzó a hablar:
Cid
14
[Verso 1102' ( N. del E. ).]
55
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
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68
Narrador
Oíd qué dijo Minaya Álvar Fáñez:
Minaya
Campeador, hagamos lo que a vos place.
Dadme cien caballeros que no os pido más;
Vos con los otros atacadlos delante.
Atacadlos bien que duda allí no habrá;
Yo con los cien entraré por la otra parte;
Como fío por Dios, el campo nuestro será.
Narrador
Como se lo ha dicho, al Campeador mucho place.
56
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Cid
¡En el nombre del Criador y del apóstol santi Yague!
¡Heridlos, caballeros, de amor y de grado y de gran voluntad,
Que yo soy Ruy Díaz, mío Cid el de Vivar!
Narrador
Tanta cuerda de tienda allí veríais quebrar;
Arrancarse las estacas y acostarse de todas partes los tendales.
Los moros son muchos ya quieren recobrar.
De la otra parte, entroles Álvar Fáñez;
Aunque les pesa, tuvieron que ceder y escapar.
Grande es el gozo que va por ese lugar.
Dos reyes de moros mataron en ese alcance;
Hasta Valencia, persiguiéndolos van.
Grandes son las ganancias que mío Cid hecho ha.
Tomaron a Cebolla y cuanto hay adelante;
A uña de caballo los que pudieron escapar.
Robaban el campo y piensan en tornar;
Entraban en Murviedro con estas ganancias que traen grandes.
Las nuevas de mío Cid, sabed, sonando van.
Miedo hay en Valencia que no saben cómo obrar.
Sonando van sus nuevas a la otra parte del mar.
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Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
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Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
73
Cid
Quien quiera ir conmigo a cercar a Valencia,
Todos vengan de grado, ninguno a la fuerza;
Tres días le esperaré en el canal de Celfa.
74
Narrador
Esto dijo mío Cid, el Campeador contado.
Tornábase a Murviedro, que él se la ha ganado.
Llegaron los pregones, sabed, a todas partes.
Al sabor de la ganancia, no lo quieren retardar;
Muchas gentes se le acogen de la buena cristiandad.
59
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
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Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
76
El Cid promete no cortarse la barba. Riqueza de los suyos. Censo y medidas para evitar las
deserciones
Gran alegría hay entre todos esos cristianos
Con mío Cid Ruy Díaz el Campeador contado.
Ya le crece la barba y se le va alargando.
Dijo mío Cid por la su boca hablando:
Cid
¡Por amor del rey Alfonso, que de tierra me ha echado,
Ni entraría en ella tijera ni un pelo sería cortado!
Y que hablasen de esto moros y cristianos.
Narrador
Mío Cid don Rodrigo en Valencia está holgando;
Con él Minaya Álvar Fáñez que no se le va de su brazo.
Los que salieron de tierra de riqueza son colmados;
A todos les dio en Valencia casas y heredades con que son pagados;
El amor de mío Cid ya lo iban probando;
Los que fueron con él y los de después todos son pagados.
Advierte mío Cid que, con los haberes que habían tomado,
Que, si se pudiesen ir, lo harían de grado.
Esto mandó mío Cid, Minaya lo hubo aconsejado:
Que ningún hombre de los suyos, que no se le despidiese o no le besase la mano,
61
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Cid
Si vos quisiereis, Minaya, quiero saber recado
De los que están aquí y conmigo ganaron algo:
Ponerlos he por escrito y todos sean contados.
Que, si alguno se escondiere o de menos fuere hallado,
Narrador
Allí dijo Minaya:
Minaya
Consejo es acertado.
77
El Cid pasa lista de los suyos y envía a Minaya con presentes al Rey, pidiendo que deje salir a
la mujer y a las hijas del Cid
Narrador
Mandolos venir a la corte y a todos ellos juntar.
Cuando les halló, por lista los hizo nombrar:
Tres mil seiscientos tenía mío Cid el de Vivar.
Alégrasele el corazón y tornose a alegrar:
Cid
¡Gracias a Dios, Minaya, y a santa María Madre!
Con muchos menos salimos de la casa de Vivar;
15
[Verso 1260'-1 ( N. del E. ).]
16
[Verso 1261 ( N. del E. ).]
62
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Entonces dijo Minaya:
Minaya
De buena voluntad.
Narrador
Después que esto han hablado, se empiezan a preparar.
Cien hombres le dio mío Cid a Minaya Álvar Fáñez,
78
17
[Verso 1276-7 ( N. del E. ).]
18
[Verso 1284' ( N. del E. ).]
63
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Cid
¡Oíd, Minaya Álvar Fáñez, por aquel que está en alto!
Cuando Dios ayudar nos quiere, nos bien se lo agradezcamos.
En tierras de Valencia, hacer quiero obispado
Y dárselo a este buen cristiano.
Vos, cuando vayáis a Castilla, llevaréis buenos mandados.
79
Narrador
Plugo a Álvar Fáñez de lo que dijo don Rodrigo.
A este don Jerónimo ya le eligen por obispo.
Diéronle en Valencia do bien puede estar rico.
¡Dios, qué alegre estaba todo cristianismo,
Que en tierras de Valencia había señor obispo!
Alegre fue Minaya y despidiose y se vino.
80
64
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
81
82
Embajada de Minaya al Rey. Irritación de García Ordóñez. El Rey perdona al Cid y a su familia,
y da autorización a los que quieran ir con el Cid. Los infantes de Carrión planean el matrimonio
con las hijas del Cid
Minaya
¡Merced, señor Alfonso, por amor del Criador!
Besábaos las manos mío Cid lidiador,
Los pies y las manos, como a tan buen señor,
Que le hayáis merced, ¡así os valga el Criador!
Le echasteis de tierra, no tiene el vuestro amor;
Aunque en tierra ajena, él bien lo suyo cumplió;
Ha ganado a Jérica y a Onda por nombre;
Tomó a Almenar y a Murviedro que es mejor;
Así hizo con Cebolla y después con Castellón,
Y Peña Cadiella, que es una peña fuerte;
65
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Alzó la mano diestra, el Rey se santiguó:
Rey
De tan grandes ganancias, como ha hecho el Campeador,
¡Así me valga san Isidro!, pláceme de corazón,
Y pláceme de las nuevas que hace el Campeador;
Recibo estos caballos que me envía de don.
Narrador
Aunque plugo al Rey, mucho pesó a García Ordóñez:
García Ordóñez
¡Parece que en tierra de moros no hay vivo hombre,
Cuando así hace a su guisa el Cid Campeador!
Narrador
Dijo el Rey al conde:
Rey
Dejad esa razón,
Que en todas guisas mejor me sirve que vos.
Narrador
Hablaba Minaya allí a guisa de varón:
Minaya
Merced os pide el Cid, si os cayese en sabor,
Por su mujer doña Jimena y sus hijas ambas a dos:
Saldrían del monasterio, donde él las dejó,
66
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Entonces dijo el Rey:
Rey
Pláceme de corazón.
Yo les mandaré dar conducho mientras que por mi tierra fueren;
De afrenta de mal cuidarlas y de deshonor.
Cuando en cabo de mi tierra estas dueñas fueren,
Catad cómo las sirváis vos y el Campeador.
Oídme, mesnadas, y toda la mi corte:
No quiero que nada pierda el Campeador;
A todas las mesnadas, que a él dicen señor,
Porque los desheredé, todo se lo suelto yo;
Sírvanles sus heredades do fuere el Campeador;
Protéjoles los cuerpos de mal y de sinrazón;
Por tal hago esto que sirvan a su señor.
Narrador
Minaya Álvar Fáñez las manos le besó.
Sonriose el Rey, tan bellido habló:
Rey
Los que quisieren ir a servir al Campeador
De mí sean libres y vayan con la gracia del Criador;
Más ganaremos en esto que en otro deshonor.
Narrador
Aquí entraron en habla los infantes de Carrión:
Infantes
Mucho crecen las nuevas de mío Cid el Campeador;
Bien casaríamos con sus hijas por menester de pro.
No la osaríamos acometer nos esta razón;
Mío Cid es de Vivar y nos de los condes de Carrión.
Narrador
No lo dicen a nadie y cesó esta razón.
67
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Rey
¿Ya os vais, Minaya? ¡Id con la gracia del Criador!
Llevad un portero creo que os será de pro.
Si llevarais las dueñas, sírvanlas a su sabor.
Hasta dentro en Medina, denles cuanto menester les fuere;
Desde allí adelante, cuide de ellas el Campeador.
Narrador
Despidiose Minaya y vase de la corte.
83
Los infantes de Carrión mandan saludos al Cid. Minaya va a Cárdena a recoger a doña Jimena.
Raquel y Vidas recuerdan la deuda del Cid. Despedida de Cárdena. Mensaje del Cid que envía escolta
para las damas. Servicios del moro Abengalbón. Encuentro en Medina
Los infantes de Carrión dando iban compaña a Minaya Álvar Fáñez:
Infantes
En todo sois de pro, en esto, así lo hagáis:
Saludadnos a mío Cid el de Vivar;
Estamos en su pro cuanto lo podemos estar;
El Cid, que bien nos quiera, nada perderá.
Narrador
Repuso Minaya:
Minaya
Esto no me ha por qué pesar.
Narrador
Ido es Minaya, tórnanse los infantes.
Partió para San Pedro, donde las dueñas están;
Tan grande fue el gozo cuando le vieron asomar.
Desmontado ha Minaya, a San Pedro va a rogar.
Cuando acabó la oración, a las dueñas se fue a tornar:
Minaya
68
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Dijo doña Jimena:
Jimena
¡El Criador lo mande!
Narrador
Dio tres caballeros Minaya Álvar Fáñez;
Enviolos a mío Cid, a Valencia do está:
Minaya
Decid al Campeador, que Dios le cuide de mal,
Que su mujer y sus hijas el Rey libres me las ha;
Mientras que fuéremos por sus tierras, conducho nos mandó dar.
Dentro de quince días, si Dios nos cuidare de mal,
Estaremos yo y su mujer y sus hijas que él ha,
Y todas las dueñas con ellas, cuantas buenas ellas han.
Narrador
Idos son los caballeros y de ello pensarán;
Permaneció en San Pedro Minaya Álvar Fáñez.
Veríais caballeros venir de todas partes;
Irse quieren a Valencia a mío Cid el de Vivar,
Que les tuviese pro rogaban a Álvar Fáñez.
Diciendo esto Minaya:
Minaya
Esto haré de voluntad.
Narrador
69
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Raquel y Vidas
¡Merced, Minaya, caballero tan cabal!
Arruinado nos ha el Cid, sabed, si no nos vale;
Soltaríamos la ganancia si nos diese el capital.
Minaya
Yo lo veré con el Cid, si Dios me lleva allá;
Por lo que habéis hecho, buena recompensa habrá.
Narrador
Dijo Raquel y Vidas:
Raquel y Vidas
¡El Criador lo mande!
Si no, dejaremos Burgos y lo iremos a buscar.
Narrador
Ido es para San Pedro Minaya Álvar Fáñez;
Muchas gentes se le acogen, pensó en cabalgar
Gran duelo hay al partir del abad:
Abad
¡Así os valga el Criador, Minaya Álvar Fáñez!
Por mí al Campeador las manos le basad;
70
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Repuso Minaya:
Minaya
Lo haré de voluntad.
Narrador
Ya se despiden y piensan en cabalgar,
El portero con ellos que los ha de acompañar;
Por la tierra del Rey, mucho conducho les dan
De San Pedro hasta Medina, en cinco días van.
Helos en Medina, las dueñas y Álvar Fáñez.
Os diré de los caballeros que llevaron el mensaje:
Al tiempo que lo supo mío Cid el de Vivar,
Plúgole de corazón y tornose a alegrar;
Por la su boca, comenzó a hablar:
Cid
Quien buen mandadero envía tal debe esperar.
Tú, Muño Gustioz, y Pero Bermúdez delante,
Y Martín Antolínez, un burgalés leal,
El obispo don Jerónimo, coronado cabal,
Cabalgad con ciento, preparados por si hay que lidiar;
Por Santa María, vos vayáis a pasar;
Vayáis a Molina, que está más adelante;
Tiénela Abengalbón, mi amigo es de paz;
Con otros cien caballeros, bien os acompañará;
Id para Medina, cuanto pudiéreis andar;
A mi mujer y a mis hijas con Minaya Álvar Fáñez,
Así como me dijeron, allí los podréis hallar;
Con gran honra traédmelas delante.
Yo estaré en Valencia, que mucho costado me ha;
Gran locura sería si la desamparase;
71
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Esto era dicho, piensan en cabalgar;
Y, tanto cuanto pueden, no paran de andar.
Pasaron por Santa María y a Bronchales vinieron a albergar;
Y al otro día vinieron a Molina a posar.
El moro Abengalbón, cuando supo el mensaje,
Saliolos a recibir con gran gozo que hace:
Abengalbón
¿Venís, los vasallos de mi amigo natural?
¡A mí no me pesa, sabed, mucho me place!
Narrador
Habló Muño Gustioz, no esperó a nadie:
Muño
Mío Cid os saludaba y mandolo recabar:
Con cien caballeros que pronto le acorráis;
Su mujer y sus hijas en Medina están;
Que vayáis por ellas y traédselas acá,
Y hasta Valencia, de ellas no os partáis.
Narrador
Dijo Abengalbón:
Abengalbón
Lo haré de voluntad.
Narrador
Esa noche conducho les dio grande;
Por la mañana, piensan en cabalgar;
Cien le pidieron, mas él con doscientos va.
Pasan las montañas, que son fieras y grandes;
Pasaron Mata de Toranz, de tal guisa que ningún miedo han;
Por el valle de Arbujuelo piensan en bajar;
Y en Medina todo el recaudo está.
Envió dos caballeros Minaya Álvar Fáñez que supiesen la verdad;
72
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Caballero
Fuerzas del Campeador nos vienen a buscar:
He aquí Pero Bermúdez y Muño Gustioz que os quieren sin falsedad;
Y Martín Antolínez, el burgalés natural;
Y el obispo don Jerónimo, coronado leal;
Y el alcaide Abengalbón, con sus fuerzas que trae
Por amor de mío Cid, por gran honra le dar;
Todos vienen juntos ahora llegarán.
Narrador
Entonces dijo Minaya:
Minaya
Vamos a cabalgar.
Narrador
Eso fue aprisa hecho, que no se quieren retardar
Bien salieron de allí ciento, que no parecen mal,
En buenos caballos con cascabeles y con petrales,
Y escudos a los cuellos y con coberturas de cendales,
Y en las manos lanzas, que pendones traen,
Que supiesen los otros de qué seso era Álvar Fáñez
O cómo saliera de Castilla con estas dueñas que trae.
Los que iban explorando y llegando delante
Luego toman las armas y empiezan a solazarse;
Por cerca del Jalón, tan grandes gozos van.
Cuando llegan lo otros, a Minaya Álvar Fáñez se van a humillar.
Cuando llegó Abengalbón y ante la vista lo ha,
Sonriéndose con la boca, íbalo a abrazar;
En el hombro lo saluda, pues su costumbre es tal:
Abengalbón
¡Tan buen día con vos, Minaya Álvar Fáñez!
Traéis estas dueñas por lo que valdremos más;
73
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
84
Descanso en Medina. Viaje a Molina acompañados por Abengalbón. Llegan cerca de Valencia
Narrador
Sonriose con la boca Álvar Fáñez Minaya:
Minaya
¡Hola, Abengalbón, amigo le sois sin falla!
Si Dios me llevare al Cid y lo vea con el alma,
Por esto que habéis hecho, vos no perderéis nada.
Vayamos a reposar que la cena está adobada.
Narrador
Dijo Abengalbón:
Abengalbón
Este obsequio me agrada;
Antes de este tercer día, os la daré doblada.
Narrador
Entraron en Medina; servíalos Minaya.
Todos fueron alegres del servicio que tomaran;
El portero del Rey pagar lo mandaba.
Honrado es mío Cid, en Valencia do estaba,
De tan gran conducho como en Medina le sacaran;
El Rey lo pagó todo y libre se va Minaya.
Pasada es la noche, venida es la mañana;
Oída es la misa y luego cabalgaban.
Salieron de Molina y el Jalón pasaban;
74
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
85
75
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
86
Prevenciones para el recibimiento. Don Jerónimo organiza una procesión para recibir a las damas.
El Cid corre a Babieca en un alarde de gozo. Encuentro con doña Jimena y sus hijas
He aquí todos estos reciben a Minaya
Y a las dueñas y a las niñas y a las otras compañas.
Mando mío Cid a los que hay en su casa
Que guardasen el alcázar y las otras torres altas,
Y todas las puertas y las salidas y las entradas,
Y le trajesen a Babieca, poco hacía que le ganara;
Aún no sabía mío Cid, el que en buena hora ciñó espada,
Si sería corredor o si tendría buena parada.
A la puerta de Valencia, donde a su salvo estaba,
Ante su mujer y sus hijas, quería jugar las armas.
Recibidas las dueñas, con una honra extremada,
El obispo don Jerónimo adelante se entraba;
Allí dejaba el caballo, a la capilla se encaminaba;
Con cuantos él puede, que en los rezos se acordaran,
Sobrepellizas vestidas y con cruces de plata,
Salían a recibir a las dueñas y al bueno de Minaya.
El que en buena hora nació no lo retardaba:
Ensíllanle a Babieca, coberturas le echaban;
Mío Cid salió sobre él y armas de fuste tomaba;
Vistiose el sobremanto, luenga trae la barba;
Dio una corrida, ésta fue tan extraña;
Por nombre Babieca, el caballo cabalga;
Cuando hubo corrido, todos se maravillaban:
Desde ese día se preció Babieca en cuan grande fue España.
Al cabo de la corrida, mío Cid descabalgaba;
Se dirigió a su mujer y a sus hijas ambas.
Cuando lo vio doña Jimena, aprisa se le echaba:
76
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Jimena
¡Merced, Campeador, en buena hora ceñisteis espada!
Sacado me habéis de muchas vergüenzas malas.
Heme aquí, señor, yo y vuestras hijas ambas;
Con Dios y con vos buenas están y criadas.
Narrador
A la madre y a las hijas bien las abrazaba;
Del gozo que tenían de los sus ojos lloraban.
Todas las sus mesnadas en gran deleite estaban;
Armas teniendo y tablados quebrantando.
Oíd lo que dijo el Campeador contado:
Cid
Vos, querida y honrada mujer y mis hijas ambas,
Mi corazón y mi alma,
Entrad conmigo en Valencia la casa,
En esta heredad que os tengo ganada.
Narrador
Madre e hijas las manos le besaban;
Con tan gran honra, ellas en Valencia entraban.
Se dirigió mío Cid con ellas al alcázar.
87
77
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
88
Yusuf
Que en mis heredades fuertemente se ha metido
Y él no se lo agradece sino a Jesucristo.
Narrador
Aquel rey de Marruecos juntaba sus efectivos;
Con cincuenta mil de armas todos fueron cumplidos;
Entraron sobre mar, en las barcas son metidos;
Van a buscar a Valencia a mío Cid don Rodrigo;
Arribado han las naves, afuera eran salidos.
89
90
Alegría del Cid y temor de doña Jimena. El Cid goza ya de la victoria que le proporcionará rico
botín que ofrecerá a su mujer
Cid
78
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
A su mujer y a sus hijas, subiolas al alcázar;
Alzaban los ojos, tiendas vieron hincadas:
Jimena
¿Qué es esto, Cid? ¡Así el Criador os salve!
Cid
¡Ya, mujer honrada, no tengáis pesar!
Riqueza es que nos acrece maravillosa y grande;
A poco que vinisteis, presente os quieren dar;
Por casar son vuestras hijas, os traen ajuar.
Jimena
A vos lo agradezco, Cid, y al Padre espiritual.
Cid
Mujer, estad en este palacio y, si quisiereis, en el alcázar;
No tengáis pavor porque me veáis lidiar;
Con la merced de Dios y de santa María Madre,
Créceme el corazón porque estáis delante;
Con Dios, esta lid yo la he de ganar.
91
79
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Hincadas son las tiendas y aparecen los albores;
Con una gran prisa, tañían los tambores.
Alegrábase mío Cid y dijo:
Cid
¡Tan buen día es hoy!
Narrador
Miedo tiene su mujer y quiérele quebrar el corazón;
Así pasaba a las dueñas y a sus hijas ambas a dos;
Desde el día que nacieran, no vieran tal tremor.
Tomose la barba el buen Cid Campeador:
Cid
No tengáis miedo que todo es en vuestra pro;
Antes de quince días, si pluguiere al Criador,
Aquellos tambores a vos los pondrán delante y veréis cuáles son;
Después han de ser del obispo don Jerónimo,
Los colgarán en Santa María Madre del Criador.
Narrador
Es promesa que hizo el Cid Campeador.
Alegres están las dueñas, perdiendo van el pavor.
Los moros de Marruecos cabalgan con vigor;
Por las huertas adentro, están sin pavor.
92
Primeros enfrenamientos
Violo el atalaya y tañó la esquila;
Prestas están las mesnadas de las gentes cristianas;
Prepáranse de corazón y salen de la villa;
Do se hallan con los moros, acometíanlos tan aína;
80
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
93
Cid
Oídme, caballeros, que por nada quedará;
Hoy es día bueno y mañana mejor será;
Por la mañana temprano, todos armados seáis;
Decirnos ha la misa y pensad en cabalgar;
El obispo don Jerónimo absolución nos dará;
Los atacaremos en el nombre del Criador y del apóstol Santi Yague;
Más vale que nos los venzamos que ellos cojan el pan.
Narrador
Entonces dijeron todos:
Caballeros
De amor y de voluntad.
Narrador
Hablaba Minaya, no lo quiso retardar:
Minaya
Pues eso queréis, Cid, a mí algo mandad:
Dadme ciento treinta caballeros para poder lidiar;
Cuando vos los fuereis a herir, entraré yo por la otra parte;
O de ambas o de la una, Dios nos valdrá.
81
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Entonces dijo el Cid:
Cid
De buena voluntad.
94
El obispo don Jerónimo celebra la misa, da la absolución al ejército cristiano y pide los primeros
golpes frente al enemigo
Narrador
Ese día ha pasado y la noche es entrada;
No se retardan en prepararse esas gentes cristianas.
A los mediados gallos, antes de la mañana,
El obispo don Jerónimo la misa les cantaba;
La misa dicha, gran absolución les daba:
Don Jerónimo
El que aquí muriere, lidiando de cara,
Le perdono yo los pecados y Dios le habrá el alma.
A vos, Cid don Rodrigo, en buena hora ceñisteis espada,
Yo os canté la misa en esta mañana;
Pídoos una gracia y séame presentada:
Las heridas primeras que las tenga yo otorgadas.
Narrador
Dijo el Campeador:
Desde aquí os sean mandadas.
95
Se entabla la batalla. Yusuf es derrotado. Captura de un rico botín. El Cid dota a las dueñas y
reserva la tienda de Yusuf para el rey Alfonso
Narrador
82
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
19
[Verso 1719-20 ( N. del E. ).]
83
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Cid
A vos me humillo, dueñas, gran prez os he ganado;
Vos teniendo Valencia y yo vencí en el campo.
Esto Dios lo quiso con todos los sus santos,
Cuando, en vuestra venida, tal ganancia nos ha dado.
¿Veis la espada sangrienta y sudando el caballo?
De esta manera se vencen los moros en el campo.
Rogando al Criador que os viva algún año,
Conseguiréis prez y besarán vuestras manos.
Narrador
Esto dijo mío Cid bajando del caballo.
Cuando le vieron de pie, que había descabalgado,
Las dueñas y las hijas y la mujer que vale algo
Delante del Campeador los hinojos hincaron:
Jimena
¡Estamos a vuestra merced y viváis muchos años!
Narrador
Juntamente con él entraron al palacio
E iban a posar con él en unos preciosos escaños.
Cid
Ya, mujer doña Jimena, ¿no me lo habíais rogado?
Estas dueñas que trajisteis, que os sirven tanto,
Quiero casarlas con estos mis vasallos;
A cada una de ellas, les doy de plata doscientos marcos;
Que lo sepan en Castilla, a quién sirvieron tanto.
Lo de vuestras hijas se tratará más despacio.
Narrador
84
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Cid
Tal tienda como ésta, que de Marruecos ha pasado,
Enviarla quiero a Alfonso el castellano,
Que creyese sus nuevas de mío Cid que tenía algo.
Narrador
Con estas riquezas tantas a Valencia han entrado.
El obispo don Jerónimo, caboso coronado,
Cuando está harto de lidiar con ambas las sus manos,
No tiene en cuenta los moros que ha matado;
Lo que le caía a él era muy sobejano.
20
[Verso 1782' ( N. del E. ).]
85
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
96
Cid
¿Dónde estáis, caboso? Venid acá, Minaya.
De lo que a vos cayó, vos no agradezcáis nada.
De esta mi quinta, os digo sin falla,
Prended lo que quisiereis, lo otro me basta;
Y mañana por la mañana os iréis sin falla
Con caballos de esta quinta, que yo tengo ganada,
Con sillas y con frenos y con sendas espadas,
Por amor de mi mujer y de mis hijas ambas;
Porque así las envió donde ellas son pagadas,
Estos doscientos caballos irán en manda,
Que no diga mal el rey Alfonso del que Valencia manda.
Narrador
Mandó a Pero Bermúdez que fuese con Minaya.
Otro día de mañana, aprisa cabalgan
Y doscientos hombres llevan en su compaña
Con saludos del Cid que las manos le besaba:
De esta lid que ha ganado doscientos caballos en presente le enviaba.
Cid
Y lo serviré siempre mientras que tuviese el alma.
86
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
97
Narrador
Salidos son de Valencia, y piensan en andar;
Tales ganancias traen que se han de custodiar.
Andan los días y las noches, que vagar no se dan,
Y han pasado la sierra que las otras tierras parte.
Por el rey don Alfonso, empiezan a preguntar.
98
99
El Rey recibe con benevolencia la embajada. García Ordóñez no puede reprimir la envidia
Alegre fue el Rey como no visteis tanto;
Mandó cabalgar aprisa a todos sus hijosdalgo,
Y, entre los primeros, el Rey fuera dio salto
A ver esos mensajes del Campeador contado.
Los infantes de Carrión, sabed, allí se hallaron
Y el conde don García, su enemigo malo.
A los unos place y a los otros va pesando.
87
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Dijo el rey don Alfonso:
Rey
Recíbolos de grado.
Agradézcolo a mío Cid que tal don me ha enviado.
Aún vea la hora que de mí sea pagado.
Narrador
Esto plugo a muchos y besáronle las manos.
Pesó al conde don García y estaba muy airado;
Con diez de sus parientes, aparte daban salto:
Don García
¡Maravilla es del Cid que su honra crece tanto!
Con la honra que él tiene nos seremos afrentados;
Por vencer tan fácilmente a los reyes en el campo,
88
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
100
Narrador
Habló el rey don Alfonso y dijo esta razón:
Rey
Agradezco al Criador y al señor san Isidro el de León:
Estos doscientos caballos que me envía mío Cid.
Mi reino en adelante mejor me podrá servir.
A vos, Minaya Álvar Fáñez y a Pero Bermúdez aquí,
Mándoos los cuerpos honradamente servir y vestir,
Y guarneceros de todas armas como vos quisiereis aquí;
Que bien parezcáis ante Ruy Díaz mío Cid;
Os doy tres caballos y prendedlos aquí.
Así como semeja y la voluntad me lo dice,
Todas esta nuevas para bien habrán de venir.
101
Los infantes de Carrión piden las manos de las hijas del Cid
Narrador
Besáronle las manos y entraron a posar;
Bien los mandó servir de cuanto menester han.
De los infantes de Carrión yo os quiero contar,
Hablando en consejo con todo secreto están:
Infantes
La nuevas de mío Cid muy adelante van;
Demandemos sus hijas para con ellas casar;
89
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Venían al rey Alfonso con esta puridad:
102
Los infantes de Carrión proponen al Rey la solicitud de matrimonio con las hijas del Cid. El Rey
trata el asunto con Minaya y Pero Bermúdez, y pide vistas con el Cid, que comunica por escrito la
respuesta al Rey
Infantes
Merced os pedimos, como a Rey y a señor natural;
Con vuestro consejo lo queremos hacer nos,
Que nos demandéis las hijas del Campeador;
Casar queremos con ellas a su honra y a nuestra pro.
Narrador
Una gran hora el Rey pensó y meditó:
Rey
Yo eché de tierra al buen Campeador,
Y, haciendo yo a él mal y él a mí gran pro,
Del casamiento no sé si tendrá sabor;
Mas, pues vos lo queréis, entremos en la razón.
Narrador
A Minaya Álvar Fáñez y a Pero Bermúdez,
El rey don Alfonso entonces los llamó;
A una cuadra, él los apartó:
Rey
Oídme, Minaya, y Pero Bermúdez, vos:
Sírveme mío Cid, el Campeador,
Él lo merece y de mí tendrá perdón;
21
[Verso 1899' ( N. del E. ).]
90
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Habló Minaya y plugo a Pero Bermúdez:
Minaya
Se lo rogaremos lo que decís vos;
Después, haga el Cid lo que hubiere sabor.
Rey
Decid a Ruy Díaz, el Campeador contado,
Que le iré a vistas donde fuere aguisado;
Donde él dijere, allí sea el mojón.
Favorecerle quiero a mío Cid en toda pro.
Narrador
Despedíanse del Rey; con esto, tornados son.
Van para Valencia todos cuantos ellos son.
Cuando lo supo el buen Campeador,
Aprisa cabalga, a recibirlos salió;
Sonriose mío Cid y bien los abrazó:
Cid
¡Venís, Minaya, y Pero Bermúdez, vos!
En pocas tierras hay tales dos varones.
¿Cómo son las nuevas de Alfonso mi señor,
Si está contento o recibió el don?
Narrador
Dijo Minaya:
Minaya
De alma y de corazón.;
91
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Dijo mío Cid.
Cid
¡Gracias al Criador!
Narrador
Esto diciendo, exponen la razón:
Lo que le rogaba Alfonso el de León
De dar sus hijas a los infantes de Carrión;
Que le reportaría ello honra y crecería en honor;
Que se lo aconsejaba de alma y de corazón.
Cuando lo oyó mío Cid, el buen Campeador,
Una gran hora pensó y meditó:
Cid
Esto agradezco a Cristo mi señor.
Echado fui de tierra y perdido el honor;
Con gran afán gané lo que tengo yo;
A Dios lo agradezco que del Rey tengo su amor
Y me piden mis hijas para los infantes de Carrión.
Ellos son muy orgullosos y tienen parte en la corte;
De este casamiento no tendría sabor;
Mas, pues lo aconseja el que más vale que nos,
Hablemos de ello y en la puridad estemos nos.
¡A fe Dios del cielo nos acuerde en lo mejor!
Minaya
Con todo esto, dijo Alfonso a vos
Que acudiría a vistas donde hubiereis sabor;
Os querría ver y daros su amor;
Acordaríais vos después en todo lo mejor.
Narrador
Entonces dijo el Cid:
Cid
92
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Pláceme de corazón.
Minaya
Estas vistas dónde las tendríais vos,
Narrador
Dijo Minaya,
Minaya
vos sed sabedor.
Cid
No fuera maravilla si quisiese el rey Alfonso,
Hasta do lo hallásemos lo buscaríamos nos,
Para darle gran honra, como a Rey y señor.
Mas, lo que él quisiere, eso queramos nos:
Sobre el Tajo, que es un río mayor,
Tengamos vistas, cuando lo quiere mi señor.
Narrador
Escribían cartas, bien las selló;
Con dos caballeros luego las envió;
Lo que el Rey quisiere, eso hará el Campeador.
103
El rey fija el plazo y se hacen los preparativos para las vistas en Toledo
Al Rey honrado, delante le echaron las cartas;
Cuando las vio, de corazón se alegraba:
Rey
Saludadme a mío Cid, el que en buena hora ciñó espada;
Sean las vistas dentro de tres semanas;
Si yo vivo soy, allí iré sin falta.
Narrador
No lo retardan, a mío Cid se tornaban.
De una parte y de otra para las vistas se preparaban.
93
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
104
Preparativos para las vistas. El Cid sale de Valencia. Encuentro con el Rey a orillas del Tajo. El
Cid alcanza el perdón del Rey. Alfonso pide al Cid que autorice los esponsales de sus hijas con los
infantes de Carrión. Regalos del Cid. El Rey le entrega a los infantes
Dentro de Valencia, mío Cid el Campeador
No lo retarda, para las vistas se preparó.
¡Tanta fuerte mula y tanto palafrén superior,
Tanta buena arma y tanto buen caballo corredor,
Tanta buena capa y mantos y pellizones!
Chicos y grandes vestidos están de colores.
Minaya Álvar Fáñez y aquel Pero Bermúdez,
Martín Muñoz y Martín Antolínez, el burgalés de pro,
94
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
22
[Verso 2000-1 ( N. del E. ).]
23
[Verso 2001-2 ( N. del E. ).]
24
[Verso 2002-3 ( N. del E. ).]
95
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Rey
Levantaos en pie, ¡oh Cid Campeador!
Besad las manos, que los pies no;
Si esto no haces, no tendréis mi amor.
Narrador
Hinojos hincados, estaba el Campeador:
Cid
Merced os pido a vos, mi natural señor,
Estando así, me deis vuestro amor:
Narrador
Dijo el Rey:
Rey
Esto haré de alma y de corazón.
Aquí os perdono y os doy mi amor;
En todo mi reino, parte desde hoy.
Narrador
Habló mío Cid y dijo:
Cid
Gracias, yo lo recibo, don Alfonso mi señor;
Agradézcolo a Dios del cielo y después a vos,
Y a estas mesnadas que están en derredor.
Narrador
25
[Verso 2032' ( N. del E. ).]
96
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Cid
Esto agradezco al Criador
Cuando he la gracia de don Alfonso mi señor;
Valerme ha Dios de día y de noche
Fueseis mi huésped si os pluguiese, señor.
Narrador
Dijo el Rey:
Rey
No es aguisado hoy;
Vos ahora llegasteis y nos vinimos anoche;
Mi huésped seréis, Cid Campeador,
Y mañana haremos lo que pluguiere a vos.
Narrador
Besole la mano, mío Cid lo otorgó.
Entonces se le humillan los infantes de Carrión:
Infantes
Humillémonos, Cid, ¡en buena hora nacisteis vos!
En cuanto podemos, andamos en vuestro pro.
Narrador
Repuso mío Cid:
Cid
¡Así lo mande el Criador!
Narrador
Mío Cid Ruy Díaz, que en hora buena nació,
En aquel día, del Rey su huésped fue
No se puede hartar de él, ¡tanto le quería de corazón!
Catándole estaba la barba, que tan aína le creció.
97
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Rey
¡Oídme, mesnadas, condes e infanzones!
Proponer quiero un ruego a mío Cid el Campeador,
Así lo mande Cristo que sea en su pro.
Vuestras hijas os pido, doña Elvira y doña Sol,
Que las deis por mujeres a los infantes de Carrión.
Seméjame el casamiento honrado y de gran pro;
Ellos os las piden y os lo mando yo.
De una y de otra parte, cuantos aquí son,
Los míos y los vuestros, que sean intercesores.
Dádnoslas, mío Cid, ¡así os valga el Criador!
Cid
No tendría hijas de casar,
Narrador
repuso el Campeador,
Cid
Que no tienen gran edad y de días pequeñas son.
De grandes linajes son los infantes de Carrión;
Son dignos para mis hijas y aún para mejores.
Yo las engendré a ambas y las criasteis vos,
Y yo y ellas en vuestra merced somos nos;
98
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Rey
Gracias,
Narrador
dijo el Rey,
Rey
a vos y a toda esta corte.
Narrador
Luego se levantaron los infantes de Carrión;
Van a besar las manos al que en hora buena nació;
Cambiaron las espadas ante el rey don Alfonso.
Habló el rey don Alfonso, como tan buen señor:
Rey
Gracias, Cid, como tan bueno, y primero al Criador,
Que me dais vuestras hijas para los infantes de Carrión.
Desde aquí las prendo por mis manos, doña Elvira y doña Sol,
Y las doy por veladas a los infantes de Carrión.
Yo las caso a vuestras hijas con vuestro amor;
Plega al Criador que tengáis de ello sabor.
Helos en vuestras manos los infantes de Carrión;
Ellos vayan con vos, que de aquí me torno yo.
Trescientos marcos de plata en ayuda les doy yo,
Que los gasten en sus bodas o en lo que quisiereis vos.
Cuando estuvieren en vuestro poder, en Valencia la mayor,
Los yernos y las hijas todos vuestros hijos son;
Lo que a vos pluguiere, haced de ellos, Campeador.
Narrador
Mío Cid se los recibe; las manos le besó:
Cid
¡Mucho os lo agradezco, como a Rey y a señor!
Vos casáis mis hijas, que no se las doy yo.
99
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Las palabras son dadas: que otro día de mañana, cuando saliese el sol
Que se tornase cada uno donde salidos son.
Aquí se metió en nuevas mío Cid el Campeador:
Tanta buena mula y tanto palafrén en sazón
Comenzó mío Cid a dar a quien quiere prender su don;
Tantas buenas vestiduras, que de alfaya son;
Cada uno lo que pide, a nadie le dice no.
Mío Cid, de los caballos, sesenta dio en don
Todos son pagados de las vistas cuantos allí son.
Partirse quieren que entrada era la noche.
El Rey a los infantes de las manos les tomó,
Metiolos en poder de mío Cid el Campeador:
Rey
He aquí a vuestros hijos, cuando vuestros yernos son;
De hoy en adelante, sabed qué hacer de ellos, Campeador.
Cid
Agradézcolo, Rey, y prendo vuestro don;
Dios que está en el cielo os dé por ello buen galardón.
Narrador
Sobre el su caballo Babieca, mío Cid salto dio.
Cid
Aquí lo digo, ante el rey Alfonso mi señor:
Quien quiera ir conmigo a las bodas o a recibir mi don
Desde aquí vaya conmigo, creo que le habrá pro.
105
El Cid no quiere entregar personalmente a sus hijas; se nombra a Álvar Fáñez como padrino
Yo os pido merced a vos, Rey natural:
Pues que casáis a mis hijas, así como a vos place,
100
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Nombrad manero a quien las dé, cuando vos las toméis allá;
No se las daré yo con mi mano, ni de ello se alabarán.
Respondió el Rey:
Rey
He aquí a Álvar Fáñez;
Prendedlas con vuestras manos y dadlas a los infantes,
Así como yo las prendo aquí, como si estuviesen delante;
Sed padrino de ellas en todo el velar;
Cuando os juntaréis conmigo, que me digáis la verdad.
Narrador
Dijo Álvar Fáñez:
Minaya
Señor, a fe que me place.
106
Narrador
Todo esto es puesto, sabed, con gran recaudo.
Cid
Ya, rey Alfonso, señor tan honrado,
Por estas vistas que tuvimos, de mí toméis algo:
Os traigo veinte palafrenes, éstos bien preparados,
Y treinta caballos corredores, éstos bien ensillados;
Tomad esto y beso vuestras manos.
Narrador
Dijo el rey don Alfonso:
Rey
Mucho me habéis abrumado.
Recibo este don que me habéis mandado;
Plega al Criador con todos los sus santos,
101
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
107
Invitación del Cid a las bodas. Los infantes son encomendados a Pero Bermúdez y a Muño Gustioz
Narrador
Ya se despidió el Cid de su señor Alfonso;
No quiere que le acompañe, de él se apartó luego.
Veríais caballeros, que bien andantes son,
Besar las manos, despedirse del rey Alfonso:
Caballeros
Merced os sea y hacednos este favor:
Iremos en poder de mío Cid a Valencia la mayor;
Estaremos en las bodas de los infantes de Carrión
Y de las hijas de mío Cid, de doña Elvira y doña Sol.
Narrador
Esto plugo al Rey y a todos los soltó.
La compaña del Cid crece y la del Rey menguó;
Muchas son las gentes que van con el Campeador.
Adeliñan para Valencia, la que en buen punto ganó,
Y a don Fernando y a don Diego custodiarlos mandó
A Pero Bermúdez y a Muño Gustioz,
En casa de mío Cid, no hay dos mejores,
Que supiesen sus mañas de los infantes de Carrión.
Y allí va Asur González, que era bullidor,
Que es largo de lengua, mas de lo demás no.
Gran honra les dan a los infantes de Carrión.
102
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Cid
Dadles albergue a los infantes de Carrión,
Vos con ellos estad, que así os lo mando yo.
Cuando viniere la mañana y apuntare el sol,
Verán a sus esposas, a doña Elvira y a doña Sol.
108
Narrador
Todos esa noche fueron a sus posadas;
Mío Cid el Campeador al alcázar entraba;
Recibiolo doña Jimena y sus hijas ambas:
Jimena
¿Venís, Campeador? ¡En buenahora ceñisteis espada!
¡Muchos días os veamos con los ojos de las caras!
Cid
Gracias al Criador, vengo, mujer honrada.
Yernos os traigo con que tendremos ganancia;
Agradecédmelo, mis hijas, que bien os tengo casadas.
109
Narrador
Besáronle las manos, la mujer y las hijas,
Y todas las dueñas que las servían:
103
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Jimena
¡Gracias al Criador y a vos, Cid, barba vellida!
Todo lo que vos hacéis es de buena guisa.
¡No serán menguadas en todos vuestros días!
Hijas
Cuando vos nos casarais, bien seremos ricas.
110
Cid
Mujer doña Jimena, ¡gracias al Criador!
A vos digo, mis hijas, doña Elvira y doña Sol:
Con este vuestro casamiento, creceremos en honor;
Mas, sabed bien la verdad, que no lo levanté yo;
Os ha pedido y rogado Alfonso mi señor,
Tan firmemente y de todo corazón
Que yo a ninguna cosa no le supe decir no.
Os metí en sus manos, hijas, ambas a dos;
Bien me lo creáis que él os casa, que no yo.
111
Narrador
Pensaron en preparar entonces el palacio,
Por el suelo y por arriba, tan bien encortinado;
Tanta púrpura y tanta seda y tanto paño preciado;
Sabor tendrías de estar y de comer en el palacio.
Todos sus caballeros aprisa se han juntado.
104
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Cid
Pues que lo hemos de hacer, ¿por qué lo vamos tardando?
¡Venid acá, Álvar Fáñez, el que yo quiero y amo!
He aquí ambas mis hijas, póngolas en vuestra mano;
Sabéis que al Rey así se lo he mandado;
No lo quiero fallar por nada de cuanto hay acordado;
A los infantes de Carrión, dadlas con vuestra mano
Y reciban las bendiciones y vayamos acabando.
Narrador
Entonces dijo Minaya:
Minaya
Esto haré yo de grado.
Narrador
Levántanse derechas y metióselas en mano;
A los infantes de Carrión, Minaya va hablando:
Minaya
Heos ante Minaya, ambos sois hermanos;
Por mano del rey Alfonso, que a mí lo hubo mandado,
Os doy estas dueñas, ambas son hijasdalgo,
Que las toméis por mujeres a honra y por contrato.
Narrador
Ambos las reciben con amor y con agrado;
105
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
106
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Confrontación de los dos bandos: el de los Ansúrez-Beni Gómez y el del Cid. Triunfo y exaltación
del Cid
112
Episodio del león en la corte de Valencia. Miedo de los infantes y serenidad del Cid
Narrador
En Valencia estaba mío Cid con todos sus vasallos;
Con él ambos sus yernos, los infantes de Carrión.
Yacía en un escaño, dormía el Campeador;
Mal sobresalto, sabed, que les pasó:
Saliose de la red y desatose el león.
En gran miedo se vieron en medio de la corte;
Embrazan los mantos los del Campeador
Y cercan el escaño y se ponen sobre su señor.
Fernán González no vio allí donde se escondiese, ni cámara abierta ni torre;
Metiose bajo el escaño, ¡tuvo tanto pavor!
Diego González por la puerta salió,
107
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Diego
¡No veré a Carrión!
Narrador
Tras una viga lagar, metiose con gran pavor;
El manto y el brial todo sucio lo sacó.
En esto despertó el que en buena hora nació;
Vio cercado el escaño de sus buenos varones.
Cid
¿Qué es esto, mesnadas, o qué queréis vos?
¡Ah, señor honrado!, alarma nos dio el león.
Narrador
Mío Cid apoyó el codo, en pie se levantó;
El manto trae al cuello y adeliñó para el león.
El león, cuando lo vio, mucho se amedrentó;
Ante mío Cid, la cabeza humilló y la boca bajó.
Mío Cid don Rodrigo del cuello lo tomó
Y llévalo de diestro y en la red le metió.
A maravilla lo tienen cuantos allí son;
Y tornáronse al palacio para la corte.
Mío Cid por sus yernos demandó y no los halló;
Aunque los están llamando, ninguno respondió.
Cuando los hallaron, vinieron tan sin color.
¡No visteis tal burla como iba por la corte!
Mandolo prohibir mío Cid el Campeador.
Se sintieron muy ofendidos los infantes de Carrión;
Gran cosa les pesa de esto que les pasó.
113
108
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
114
Miedo de los infantes antes de la batalla. El Cid se muestra indulgente con ellos
Alegrábase el Cid y todos sus varones
Pues les crece la ganancia, gracias al Criador;
Mas, sabed, de corazón les pesa a los infantes de Carrión
Que veían tantas tiendas de moros de que no tenían sabor.
Ambos hermanos aparte salidos son:
Infantes
Miramos la ganancia y la pérdida no;
Ya, en esta batalla, tendremos que entrarnos.
Esto es aguisado para no ver Carrión;
Viudas quedarán las hijas del Campeador.
Narrador
Oyó la puridad aquel Muño Gustioz;
Vino con estas nuevas a mío Cid Ruy Díaz el Campeador:
Muño
Ved qué pavor tienen vuestros yernos, ¡tan osados son!:
Por entrar en batalla desean Carrión.
Idlos a confortar, ¡así os valga el Criador!;
Que estén en paz y no hayan allí ración.
Nosotros con vos la venceremos y nos valdrá el Criador.
Narrador
Mío Cid don Rodrigo sonriendo salió:
Cid
¡Dios os salve, yernos, infantes de Carrión!
En brazos tenéis mis hijas, tan blancas como el sol;
109
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
115
Pero Bermúdez calla por lealtad la cobardía de don Fernando. El Cid encarga a Pero Bermúdez
el cuidado de sus yernos
Fernando
¡Ojalá vea la hora que os pague doblado!
Narrador
En compañía, tornados son ambos;
Así lo otorga don Pero como se alaba Fernando.
Plugo a mío Cid y a todos sus vasallos:
Cid
26
Falta una hoja en el Códice. La Crónica de Veinte Reyes alude a este episodio que falta en el
Cantar. Lo recogemos en versión modernizada. «Mientras ellos hablaban de esto, envió el rey
Búcar a decir al Cid que dejase Valencia y se fuese en paz; si no, que le pagaría cuanto allí había
hecho. El Cid dijo a aquel que le trajera el mensaje: "Id a decir a Búcar, a aquel hijo de enemigo,
que antes de tres días le daré yo lo que él pide". »Al día siguiente, mandó el Cid armar a todos los
suyos y salió contra los moros. Los infantes de Carrión pidieron entonces la delantera; y, después
que el Cid hubo ordenado las haces, don Fernando, uno de los infantes, se adelantó para ir a luchar
contra un moro que se llamaba Aladraf. El moro, cuando lo vio, fue a su vez contra él; y el infante,
por el gran miedo que tuvo de él, volvió las riendas y huyó; que ni siquiera se atrevió a esperarle.
»Pero Bermúdez, que iba cerca de él, cuando vio aquello, fue a herir al moro y luchó contra él y lo
mató. Después tomó el caballo del moro y se fue en pos del infante que iba huyendo y le dijo: "Don
Fernando, tomad este caballo y decid a todos que vos matasteis al moro de quién era el caballo, y
yo lo acreditaré con vos". »El infante le dijo: "Don Pero Bermúdez, mucho os lo agradezco lo que
decís"».
110
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Esto van diciendo y las gentes llegando;
En la hueste de los moros, los tambores sonando;
A maravilla lo tenían muchos de esos cristianos,
Que nunca lo vieran, que nuevos son llegados.
Más se maravillan Diego y Fernando;
Por su voluntad no habrían allí llegado.
Oíd lo que habló el Campeador contado:
Cid
¡Hala, Pero Bermúdez el mi sobrino caro!
Cuídame a don Diego y cuídame a don Fernando,
Mis yernos ambos a dos, la cosa que mucho amo,
Que los moros, con Dios, no quedarán en el campo.
116
Pero Bermúdez rechaza el encargo del Cid para cuidar a los infantes. Impaciencia de Minaya ante
la batalla. El obispo don Jerónimo pide el primer ataque
Bermúdez
Yo os digo, Cid, por toda caridad,
Que hoy los infantes a mí por ayo no tendrán;
Cuídelos quienquiera, que de ellos poco me importa ya;
Yo con los míos atacar quiero adelante;
Vos con los vuestros firmemente a la zaga tengáis;
Si apuro hubiere, bien me podréis ayudar.
Narrador
Aquí llegó Minaya Álvar Fáñez:
Minaya
¡Oíd, ya Cid, Campeador leal!
Esta batalla el Criador la hará
111
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Dijo mío Cid:
Cid
Hayamos más de vagar.
Narrador
He aquí el obispo don Jerónimo, muy bien armado está;
Parábase ante el Campeador, siempre con buen azar.
Don Jerónimo
Hoy os dije la misa de Santa Trinidad;
Por eso salí de mi tierra y os vine a buscar,
Por el gusto que tenía de algún moro matar;
Mi orden y mis manos querríalas honrar;
Y, en estos ataques, yo quiero ir adelante.
Pendón traigo, tiene corzas y armas de señal;
Si pluguiese a Dios, querríalas ensayar;
Mi corazón que pudiese holgar;
Y vos, mío Cid, de mí vos más alegrar.
Si este favor no hacéis, yo de vos me quiero apartar.
Narrador
Entonces dijo el Cid:
Cid
Lo que vos queréis me place.
He ahí los moros a la vista, idlos a atacar;
Nosotros desde aquí veremos cómo lidia el abad.
117
112
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
El obispo don Jerónimo lucha valientemente. El Cid entra en batalla. Derrota de los moros
Narrador
El obispo don Jerónimo arrancó a espolonada
E íbalos a atacar al cabo de la albergada.
Por la su ventura y Dios que le amaba,
A los primeros golpes, dos moros mataba con la lanza.
El astil ha quebrado y metió mano a la espada.
Esforzábase el obispo, ¡Dios, qué bien lidiaba!
Dos mató con lanza y cinco con la espada.
Los moros son muchos, en derredor le cercaban;
Dábanle grandes golpes, mas no le horadan las armas.
El que en buena hora nació los ojos le clavaba;
Embrazó el escudo y abajó el asta;
Aguijó a Babieca, el caballo que bien anda;
Íbalos a herir de corazón y de alma.
En los haces primeros, el Campeador entraba;
Abatió a siete y a cuatro mataba.
Plugo a Dios y esta lid fue ganada.
Mío Cid con los suyos en persecución se lanza;
Veríais quebrar tantas cuerdas y arrancarse las estacas,
Y acostarse los tendales, labrados con arte tanta.
Los de mío Cid a los de Búcar de las tiendas los sacan.
118
113
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Cid
¡Torna acá, Búcar! Viniste de allende el mar.
Te verás con el Cid, el de la barba grande;
Nos saludaremos ambos y pactaremos amistad.
Narrador
Repuso Búcar al Cid:
Búcar
¡Confunda Dios tal amistad!
La espada tienes desnuda en la mano y véote aguijar;
Así como semeja en mí la quieres ensayar;
Mas, si el caballo no tropieza, o conmigo no cae,
No te juntarás conmigo hasta dentro en la mar.
Narrador
Aquí repuso mío Cid:
Cid
¡Esto no será verdad!
Narrador
Buen caballo tiene Búcar y grandes saltos da,
Mas Babieca el de mío Cid alcanzándolo va.
Alcanzolo el Cid a Búcar a tres brazas del mar;
Arriba alzó Colada, un gran golpe dado le ha,
Los rubíes del yelmo quitado se los ha;
Cortole el yelmo y, rajado todo lo demás,
Hasta la cintura la espada llegado ha.
Mató a Búcar, el Rey de allende el mar,
Y ganó a Tizona que mil marcos de oro vale
Venció la batalla maravillosa y grande.
Aquí se honró mío Cid y cuantos con él están.
119
114
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Retorno de la batalla. Satisfacción del Cid y de Minaya por las proezas de los infantes. Reparto
del rico botín
Con estas ganancias, ya se iban tornando;
Sabed, todos de firme robaban el campo.
A las tiendas eran llegados,
Donde estaba el que naciera en buen hado.
Mío Cid Ruy Díaz, el Campeador contado,
Con dos espadas, que él preciaba tanto,
Por la matanza venía tan privado,
La cara fruncida y el almófar soltado,
Cofia sobre los pelos fruncida de él ya algo.
Algo veía mío Cid de lo que era pagado:
Alzó sus ojos, estaba adelante catando,
Y vio venir a Diego y a Fernando;
Ambos son hijos del conde don Gonzalo.
Alegrose mío Cid, sonriendo agraciado:
Cid
¿Venís, mis yernos? ¡Mis hijos sois ambos!
Sé que de lidiar bien sois pagados;
A Carrión de vos irán buenos mandados,
Cómo al rey Búcar hemos derrotado.
Como yo fío por Dios y en todos los sus santos,
De esta victoria nos iremos pagados.
Narrador
Minaya Álvar Fáñez entonces ha llegado;
El escudo trae al cuello y lleno de espadazos;
De los golpes de la lanza no se sabía cuántos;
Aquellos que se los dieran no se lo habían logrado.
Por el codo abajo, la sangre destellando;
De veinte arriba ha moros matado.
De todas partes, sus vasallos van llegando.
Minaya
¡Gracias a Dios y al Padre que está en alto,
115
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Dijo mío Cid:
Cid
Yo de esto soy pagado;
Si ahora son buenos, adelante serán apreciados.
Narrador
Por bien lo dijo el Cid, mas ellos a mal lo tomaron.
Todas las ganancias a Valencia son llegadas;
Alegre está mío Cid con todas sus compañas,
Que a la ración caía seiscientos marcos de plata.
Los yernos de mío Cid, cuando este haber tomaron
De esta victoria que lo tenían en su salvo,
Pensaron que en su vida nunca serían menguados.
Fueron en Valencia muy bien equipados,
Conduchos a sazón, buenas pieles y buenos mantos.
Muy alegres están mío Cid y sus vasallos.
120
Cid
Gracias a Cristo que del mundo es señor,
Cuando veo lo que había sabor:
Que lidiaron conmigo en el campo mis yernos ambos a dos;
116
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
121
Narrador
Sobejanas son las ganancias que todos han ganado;
Lo uno es nuestro, lo otro tienen en salvo.
Mandó mío Cid, el Campeador contado,
De esta batalla que han ganado,
Que todos tomasen su derecho contado,
Y el su quinto no fuese olvidado.
Así lo hacen todos, que eran acordados.
Cayéronle en quinta al Cid seiscientos caballos
Y otras acémilas y camellos largos,
Tantos y tantos son que no serían contados.
122
El Cid planea un posible ataque a Marruecos. De nuevo, se complace por sus yernos
Todas estas ganancias hizo el Campeador.
Cid
¡Gracias a Dios que del mundo es señor!
Antes fui menguado, ahora rico soy,
Que tengo haber y tierra y oro y honor,
Y son yernos míos los infantes de Carrión;
Gano las lides como place al Criador;
Moros y cristianos de mí han gran pavor.
Allá, en Marruecos, do las mezquitas son,
Que serán por mí asaltados, quizá alguna noche,
117
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Grandes son los gozos en Valencia con mío Cid el Campeador,
De todas sus compañas y de todos sus senadores;
Grandes son los gozos de sus yernos ambos a dos,
De esta batalla que lidiaron de corazón;
Valor de cinco mil marcos ganaron ambos a dos;
Se tienen por muy ricos los infantes de Carrión.
Ellos con los otros vinieron a la corte.
Aquí está don Jerónimo con mío Cid Campeador,
El bueno de Álvar Fáñez, caballero lidiador,
Y otros muchos que crió el Campeador.
Cuando entraron los infantes de Carrión,
Recibiolos Minaya por mío Cid el Campeador:
Minaya
Acá venid, cuñados, que más valemos por vos.
Narrador
Así como llegaron, pagose el Campeador:
Cid
He aquí, yernos, la mi mujer de pro,
Y ambas las mis hijas, doña Elvira y doña Sol;
Bien os abracen y os sirvan de corazón.
Vencimos moros en el campo y matamos
A aquel rey Búcar, traidor probado.
Gracias a santa María, madre de nuestro señor Dios,
De estos vuestros casamientos vos tendréis honor;
Buenos mandados irán a tierras de Carrión.
118
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
123
Resentido sonrojo de los infantes. Burlas de los caballeros del Cid. Los infantes traman la venganza
Narrador
A estas palabras, habló don Fernando:
Fernando
Gracias al Criador y a vos, Cid honrado;
Tantos haberes tenemos que no son contados.
Por vos tenemos honra y hemos lidiado;
Pensad en lo otro que lo nuestro tenémoslo en salvo.
Narrador
Los vasallos de mío Cid estábanse solazando:
Quién lidiara mejor o quién fuera a alcanzarlos;
Mas, no hallaban allí a Diego ni a Fernando.
Por estas burlas que iban levantando,
Y las noches y los días tan mal escarmentándolos,
Tan mal se aconsejaron estos infantes ambos.
Ambos salieron aparte, verdaderamente son hermanos;
De esto que ellos hablaron nos parte no tengamos:
Infantes
Vayamos para Carrión, aquí mucho retardamos;
Los haberes que tenemos grandes son y sobejanos;
Mientras que viviéremos, no podremos gastarlos.
124
Los infantes de Carrión traman vengarse en las hijas del Cid que desconoce las intenciones de los
infantes. El Cid les entrega a sus hijas. Despedida de Valencia
Infantes
Pidamos nuestras mujeres al Cid Campeador;
119
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Con este consejo ambos tornados son.
Habló Fernán González e hizo callar a la corte:
Fernando
¡Así os valga el Criador, Cid Campeador!
Que plazca a doña Jimena y primero a vos,
Y a Minaya Álvar Fáñez y a cuantos aquí son:
Dadnos nuestras mujeres, que tenemos a bendición;
Las meteremos en las villas que les dimos por arras y por honores; 28
Verán vuestras hijas lo que tenemos nos;
Los hijos que hubiéremos en qué habrán partición.
Narrador
Dijo el Campeador:
Cid
Daros he mis hijas y de lo mío algún don.
27
[Verso 2563-4 ( N. del E. ).]
28
[Verso 2564-5 ( N. del E. ).]
120
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
¡El Cid que no se cuidaba de tan grande deshonor!
Cid
Vos les disteis villas por arras en tierras de Carrión;
Yo les quiero dar en ajuar tres mil marcos de valor;
Os daré mulas y palafrenes lucidos de condición;
Caballos para en diestro, fuertes y corredores,
Y muchas vestiduras de paños y de ciclatones.
Os daré dos espadas, a Colada y a Tizón;
Bien lo sabéis vos que las gané a guisa de varón;
Mis hijos sois ambos cuando mis hijas os doy;
Allá me llevéis las telas del corazón.
Que lo sepan en Galicia y en Castilla y en León
Con qué riqueza envío mis yernos ambos a dos.
A mis hijas sirváis, que vuestras mujeres son;
Si bien las servís, yo os daré buen galardón.
Narrador
Otorgado lo han esto los infantes de Carrión;
Aquí reciben las hijas del Campeador;
Comienzan a recibir lo que el Cid mandó.
Cuando son pagados a todo su sabor,
Ya mandaban cargar los infantes de Carrión
Grandes son las nuevas por Valencia la mayor;
Todos prenden armas y cabalgan con vigor.
Porque despiden las hijas del Campeador a tierras de Carrión.
Ya quieren cabalgar, en despedida son.
Ambas hermanas, doña Elvira y doña Sol,
Hincaron los hinojos ante el Cid Campeador:
Elvira y Sol
¡Merced os pedimos, padre, así os valga el Criador!
Vos nos engendrasteis, nuestra madre nos parió;
Delante estáis ambos, señora y señor.
Ahora nos enviáis a tierras de Carrión;
121
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Abrazolas mío Cid y saludolas a ambas a dos.
125
Jimena
¡Andad, hijas, desde aquí, el Criador os valga!
De mí y de vuestro padre bien tenéis nuestra gracia.
Id a Carrión, donde sois heredadas;
Así como yo creo, bien os tengo casadas.
Narrador
Al padre y a la madre las manos les besaban;
Ambos las bendijeron y diéronles su gracia.
Mío Cid y los otros en cabalgar pensaban,
Con grandes guarniciones, con caballos y armas.
Ya salían los infantes de Valencia la clara,
Despidiéndose de las dueñas y de todas sus compañas;
Por la huerta de Valencia, teniendo salían las armas;
Alegre va mío Cid con todas sus compañas.
Violo en los agüeros, el que en buena hora ciñó espada,
Que estos casamientos no serían sin alguna tacha.
No se puede arrepentir, que casadas las tiene a ambas.
126
122
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
El Cid manda a Félez Muñoz que acompañe a sus hijas. Último adiós. Los viajeros llegan a Molina.
Abengalbón los escolta hasta La Ansarera. Se descubre el plan de los infantes de Carrión para
asesinar al moro
Cid
¿Do estás, mi sobrino, tú, Félez Muñoz?
¡Primo eres de mis hijas ambas de alma y de corazón!
Mándote que vayas con ellas hasta dentro en Carrión;
Verás las heredades que a mis hijas dadas son;
Con estas nuevas, vendrás al Campeador.
Narrador
Dijo Félez Muñoz:
Félez Muñoz
Pláceme de alma y de corazón.
Narrador
Minaya Álvar Fáñez ante mío Cid se paró:
Minaya
Tornémonos, Cid, a Valencia la mayor;
Que, si a Dios pluguiere y al Padre Criador,
Las iremos a ver a tierras de Carrión.
Cid
A Dios os encomendamos, doña Elvira y doña Sol;
Tales cosas haced que nos den placer a nos.
Narrador
Respondían los yernos:
Infantes
¡Así lo mande Dios!
Narrador
Grandes fueron los duelos en la separación;
El padre con las hijas lloran de corazón;
Así hacían los caballeros del Campeador.
Cid
¡Oye, sobrino, tú, Félez Muñoz!
123
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Como la uña de la carne, ellos partidos son.
Ya se tornó para Valencia el que en buena hora nació.
Piénsanse en ir los infantes de Carrión.
Por Santa María de Albarracín pasaban la noche;
Aguijan cuanto pueden los infantes de Carrión;
Helos en Molina con el moro Abengalbón.
El moro, cuando lo supo, plúgole de corazón;
Con grandes alborozos, a recibirlos salió.
¡Dios, qué bien los sirvió a todo su sabor!
Otro día de mañana, con ellos cabalgó;
Con doscientos caballeros, acompañarlos mandó.
Iban a cruzar los montes, los que dicen de Luzón.
A las hijas del Cid, el moro sus dones dio;
Buenos sendos caballos a los infantes de Carrión.
Pasaron el Arbujuelo y llegaron al Jalón;
Do dicen La Ansarera ellos posados son.
Todo esto les hizo el moro por amor del Cid Campeador.
Ellos veían la riqueza que el moro sacó;
Entre ambos hermanos concertaron la traición:
Infantes
Ya pues que hemos de dejar las hijas del Campeador,
Si pudiésemos matar al moro Abengalbón,
Cuanta riqueza tiene la tendríamos nos.
Tan a salvo lo tendremos como lo de Carrión:
Nunca tendría derecho de nos el Cid Campeador.
124
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Cuando esta maldad tramaban los de Carrión,
Un moro ladino bien se lo entendió;
No tiene puridad, díjolo a Abengalbón:
Moro
Alcaide, cuídate de estos que eres mi señor;
Tu muerte oí acordar a los infantes de Carrión.
127
Narrador
El moro Abengalbón era muy buen barragán;
Con doscientos que tiene, iba a cabalgar;
Armas iba teniendo, parose ante los infantes;
De lo que el moro dijo a los infantes no place:
Abengalbón
Decidme, ¿qué os hice, infantes de Carrión?
Yo sirviéndoos sin engaño y vos acordasteis mi muerte.
Si no lo dejase por mío Cid el de Vivar,
Tal cosa os haría que por el mundo sonase,
Y luego llevaría sus hijas al Campeador leal;
Vos nunca en Carrión entraríais jamás.
128
Abengalbón increpa a los infantes y presiente lo peor. El moro se vuelve; la comitiva sigue el viaje.
Los infantes y sus mujeres se desvían de la comitiva. La afrenta del Robledal de Corpes
Aquí me parto de vos como de malos y de traidores.
Iré con vuestra gracia, doña Elvira y doña Sol;
Poco precio las nuevas de los de Carrión.
125
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Esto les ha dicho y el moro se tornó;
Teniendo iban armas, al pasar el Jalón;
Como de buen seso, a Molina se tornó.
Ya partieron de La Ansarera los infantes de Carrión;
Dispónense a andar de día y de noche.
A siniestro dejan a Atienza, una peña muy fuerte;
La sierra de Miedes pasáronla entonces;
Por los Montes Claros aguijan a espolón;
A siniestro dejan a Griza que Álamos pobló;
Allí están los caños do a Elfa encerró;
A diestro dejan a San Esteban, mas a lo lejos quedó;
Entrados son los infantes al Robledo de Corpes;
Los montes son altos, las ramas pujan con las nues;
Y las bestias fieras que andan alrededor.
Hallaron un vergel con una limpia fuente;
Mandan hincar la tienda los infantes de Carrión;
Con cuantos ellos traen, allí yacen esa noche;
Con sus mujeres en brazos demuéstranles amor.
¡Mal se lo cumplieron cuando salía el sol!
Mandaron cargar las acémilas con haberes de valor;
Han recogido la tienda donde albergaron de noche;
Adelante eran idos los de criazón;
Así lo mandaron los infantes de Carrión:
Que no quedase allí ninguno, mujer ni varón,
Sino ambas sus mujeres, doña Elvira y doña Sol:
Solazarse quieren con ellas a todo su sabor.
Todos eran idos, ellos cuatro solos son.
Tanto mal urdieron los infantes de Carrión:
Infantes
Creedlo bien, doña Elvira y doña Sol,
126
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Allí les quitan los mantos y los pellizones;
Déjanlas en cuerpo y en camisas y en ciclatones.
¡Espuelas tienen calzadas los malos traidores!
En mano prenden las cinchas resistentes y fuertes.
Cuando esto vieron las dueñas, hablaba doña Sol:
Sol
¡Por Dios os rogamos, don Diego y don Fernando, nos!
Dos espadas tenéis tajadoras y fuertes;
A la una dicen Colada y a la otra Tizón;
Cortadnos las cabezas, mártires seremos nos.
Moros y cristianos hablarán de esta razón;
Que, por lo que nos merecemos, no lo recibimos nos;
Tan malos ejemplos no hagáis sobre nos.
Si nos fuéremos majadas, os deshonraréis vos;
Os lo retraerán en vistas o en cortes.
Narrador
Lo que ruegan las dueñas no les ha ningún pro.
Ya les empiezan a dar los infantes de Carrión;
Con las cinchas corredizas, májanlas tan sin sabor;
Con las espuelas agudas, donde ellas han mal sabor,
Rompían las camisas y las carnes a ellas ambas a dos;
Limpia salía la sangre sobre los ciclatones.
Ya lo sienten ellas en los sus corazones.
¡Cuál ventura sería ésta, si pluguiese al Criador
Que asomase ahora el Cid Campeador!
Tanto las majaron que sin aliento son;
Sangrientas en las camisas y todos los ciclatones.
127
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
129
130
Infantes
De nuestros casamientos, ahora somos vengados;
29
[Verso 2759-0 ( N. del E. ).]
128
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
131
Sospecha de Félez Muñoz que va en busca de sus primas. Las encuentra, las reanima y las traslada
a San Esteban. La noticia de la afrenta llega al Rey y al Cid. Álvar Fáñez va a recogerlas a San
Esteban
Narrador
Alabándose iban los infantes de Carrión.
Mas, yo os diré de aquel Félez Muñoz,
Sobrino era del Cid Campeador:
Mandáronle ir adelante mas de su grado no fue.
En la carrera do iba, doliole el corazón;
De todos los otros, aparte se salió;
En un monte espeso, Félez Muñoz se metió
Hasta que viese venir sus primas ambas a dos
O qué han hecho los infantes de Carrión.
Violos venir y oyó una razón.
Ellos no le veían ni de ello tenían razón.
Sabed bien que, si ellos le viesen, no escapara de muerte.
Vanse los infantes, aguijan a espolón.
Por el rastro, tornose Félez Muñoz.
Halló a sus primas amortecidas ambas a dos.
Llamando:
Félez Muñoz
¡Primas! ¡Primas!,
Narrador
luego descabalgó.
Ató el caballo, a ellas se dirigió:
Félez Muñoz
¡Ea, primas, las mis primas, doña Elvira y doña Sol!
¡Mal se ensayaron los infantes de Carrión!
¡A Dios plega y santa María que por ello prendan mal galardón!
129
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Las va tornando en sí a ellas ambas a dos.
No pueden decir nada, tanto de traspuestas son.
Partiéronsele las telas de dentro del corazón.
Llamando:
Félez Muñoz
Primas, primas, doña Elvira y doña Sol!
¡Despertad, primas, por amor del Criador,
Mientras es de día, antes que entre la noche;
Que las bestias fieras no nos coman en este monte!
Narrador
Van recobrando doña Elvira y doña Sol;
Abrieron los ojos y vieron a Félez Muñoz.
Félez Muñoz
¡Esforzaos, primas, por amor del Criador!
Cuando no me hallaren los infantes de Carrión,
Con gran prisa seré buscado yo;
Si Dios no nos vale, aquí moriremos nos.
Narrador
Con tan gran duelo hablaba doña Sol:
Sol
¡Así os lo pague, mi primo, nuestro padre el Campeador!
¡Dadnos del agua así os valga el Criador!
Narrador
Con un sombrero, que tiene Félez Muñoz,
Nuevo era y fresco, que de Valencia sacó,
Cogió del agua en él y a sus primas dio;
Muy laceradas están y a ambas las hartó.
Tanto las rogó hasta que las incorporó.
Las va confortando y alentando el corazón
Hasta que esfuerzan, y a ambas las tomó;
Y, enseguida, en el caballo las cabalgó;
130
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Cid
¡Gracias a Cristo, que del mundo es señor,
Cuando tal honra me han dado los infantes de Carrión!
¡Por esta barba, que nadie mesó,
No la lograrán los infantes de Carrión,
Que a mis hijas bien las casaré yo!
Narrador
Pesó a mío Cid y a toda su corte,
131
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Minaya
Gracias, varones de San Esteban, que sois conocedores,
Por esta honra que vos disteis a esto que nos aconteció.
Mucho os lo agradece allá do está mío Cid el Campeador;
Así lo hago yo que aquí estoy.
¡A fe Dios de los cielos que os dé por ello buen galardón!
Narrador
Todos se lo agradecen y sus pagados son;
Se dirigen a posar para descansar esa noche.
Minaya va a ver do sus primas son;
En él fijan los ojos, doña Elvira y doña Sol:
Elvira y Sol
Tanto os lo agradecemos como si viésemos al Criador;
Y vos agradecédselo a él cuando vivas estamos nos.
30
[Verso 2835' ( N. del E. ).]
132
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
132
Los de San Esteban acompañan con amor hasta el río (el Duero) a las hijas del Cid. Álvar Fáñez
emprende el viaje para llevarlas a Valencia. El Cid sale a recibirlos
En los días de reposo, toda nuestra aflicción sabremos contar.
Narrador
Lloraban de los ojos las dueñas y Álvar Fáñez,
Y Pero Bermúdez otro tanto las ha:
Pero Bermúdez
Doña Elvira y doña Sol cuidado no tengáis
Cuando vos estáis sanas y vivos y sin otro mal
Buen casamiento perdisteis, mejor podréis ganar.
¡Aún veamos el día que os podamos vengar!
Narrador
Allí yacen esa noche y con tan gran gozo lo hacen.
Otro día de mañana, piensan en cabalgar;
Los de San Esteban acompañándolos van
Hasta el río, de amor dándoles solaz.
Desde allí, se despidieron de ellos; se disponen a tornar;
Y Minaya con las dueñas iban hacia adelante.
Cruzaron Alcoceba, a diestro dejan Gormaz;
Do dicen Vadorrey, allá iban a pasar;
En la casa de Berlanga, posada tomado han.
Otro día de mañana, métense a andar;
A la que dicen Medina, iban a albergar;
Y, de Medina a Molina, en otro día van.
Al moro Abengalbón, de corazón le place;
Saliolos a recibir de buena voluntad;
Por amor de mío Cid, rica cena les da.
Desde allí para Valencia, encaminados se van.
Al que en buena hora nació llegaba el mensaje;
133
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Cid
¿Venís, mis hijas? ¡Dios os cuide de mal!
Yo acepté el casamiento, mas no osé decir más.
Plega al Criador, que en cielo está,
Que os vea mejor casadas de aquí en adelante.
¡De mis yernos de Carrión Dios me haga vengar!
Narrador
Besaron las manos las hijas al padre.
Teniendo iban armas, entráronse en la ciudad;
Gran gozo tuvo con ellas doña Jimena su madre.
El que en buena hora nació no quiso tardar;
Habló con los suyos en su puridad;
Al rey don Alfonso de Castilla, pensó en enviar:
133
El Cid manda a Muño Gustioz para que pida justicia al Rey. El Rey promete reparación
Cid
¿Do estás, Muño Gustioz, mi vasallo de pro?
¡En buena hora te crié a ti en la mi corte!
Lleva el mandado a Castilla, al rey Alfonso:
Por mí bésale la mano, de alma y de corazón,
Cómo yo soy su vasallo y él es mi señor
De esta deshonra que me han hecho los infantes de Carrión,
Que le pese al buen Rey de alma y de corazón.
Él casó a mis hijas, que no se las di yo;
Cuando las han dejado con gran deshonor,
Si deshonra ahí cabe alguna contra nos,
134
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Muño Gustioz aprisa cabalgó;
Con él dos caballeros, que le sirvan a su sabor,
Y con él escuderos que son de criazón.
Salían de Valencia y andan cuanto pueden;
No se dan reposo los días y las noches.
Al Rey en Sahagún lo halló.
Rey es de Castilla y Rey es de León,
Y de las Asturias bien hasta San Salvador;
Hasta dentro de Santiago, de todo es señor,
Y los condes de Galicia a él tienen por señor
Así como descabalga aquel Muño Gustioz,
Humillose a los santos y rogó al Criador;
Adeliñó para el palacio do estaba la corte,
Con él dos caballeros que le guardan como a señor
Así como entraron por medio de la corte,
Violos el Rey y conoció a Muño Gustioz;
Levantose el Rey, tan bien los recibió.
Delante del Rey, los hinojos hincó;
Besábale los pies aquel Muño Gustioz:
Muño Gustioz
¡Merced, rey Alfonso, de extensos reinos a vos dicen señor!
Los pies y las manos os besa el Campeador;
Él es vuestro vasallo y vos sois su señor.
Casasteis sus hijas con los infantes de Carrión.
¡Alto fue el casamiento, que lo quisisteis vos!
Ya vos sabéis la honra que ha acontecido a nos;
135
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
El Rey un gran rato calló y meditó:
Rey
Verdad te digo yo, que me pesa de corazón,
Y verdad dices en esto, tú, Muño Gustioz,
Que yo casé sus hijas con los infantes de Carrión.
Hícelo para bien, que fuese en su pro.
¡Siquiera el casamiento hecho no fuese hoy!
Y a mí y a mío Cid pésanos de corazón.
¡Le ayudaré en su derecho, así me salve el Criador!
Lo que no esperaba hacer en ninguna ocasión,
Andarán mis porteros por todo mi reino,
Pregonarán mi corte para dentro en Toledo,
Que allá me vayan condes e infanzones,
Mandaré cómo allí vayan los infantes de Carrión,
Y cómo den derecho a mío Cid el Campeador,
Y que no haya queja pudiendo vedarlo yo.
134
136
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Despidiose Muño Gustioz, a mío Cid ha tornado.
Así como lo dijo, suyo era el cuidado:
No lo detiene por nada Alfonso el castellano;
Envía sus cartas para León y a Santiago;
A los portugueses y a los gallegos van mandados,
Y a los de Carrión y a varones castellanos:
Que corte hacía en Toledo aquel Rey honrado,
Al cabo de siete semanas, que allí fuesen juntados;
Quien no viniese a la corte no se tuviese por su vasallo.
Por todas sus tierras, así lo iban pensando,
Que no fallasen a lo que el Rey había mandado.
135
Los infantes piden al Rey que les dispense de asistir a las cortes de Toledo. El Rey se lo niega.
Reunión de la corte. Llegada del Rey. Recibimiento al Cid
Ya les va pesando a los infantes de Carrión,
Porque en Toledo el Rey hacía corte;
Miedo tienen que allí vendrá mío Cid el Campeador.
Toman su consejo cuantos parientes son,
Ruegan al Rey que les libre de esta corte.
Dijo el Rey:
Rey
¡No lo haré así me salve Dios!
Que allí vendrá mío Cid el Campeador;
137
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Ya lo vieron qué hay que hacer los infantes de Carrión;
Toman consejo cuantos parientes son;
El conde don García en estas nuevas fue
Enemigo de mío Cid, que siempre mal le buscó,
Este aconsejó a los infantes de Carrión.
Llegaba el plazo, querían ir a la corte;
Entre los primeros va el buen rey don Alfonso,
El conde don Enrique y el conde don Remón,
Este fue padre del buen Emperador;
El conde don Fruela y el conde don Birbón.
Fueron allí de su reino otros muchos sabios varones;
De toda Castilla, todos los mejores:
El conde don García con infantes de Carrión,
Y Asur González y Gonzalo Ansúrez los dos,
Y Diego y Fernando allí están ambos a dos,
Y con ellos gran bando que trajeron a la corte;
Atropellarle cuidan a mío Cid el Campeador
De todas partes, allí juntados son.
Aún no había llegado el que en buena hora nació;
Porque se tarda, el Rey no tiene sabor.
Al quinto día ha venido mío Cid el Campeador;
A Álvar Fáñez, delante le envió
Que besase las manos al Rey su señor:
Bien lo supiese que allí estaría esa noche.
Cuando lo oyó el Rey, plúgole de corazón;
Con muchas gentes, el Rey cabalgó
E iba a recibir al que en buena hora nació.
Bien preparado viene con todos los suyos el Campeador,
Buenas compañas que tienen tan buen señor.
138
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Rey
¡Por san Isidro, verdad no será hoy!
Cabalgad, Cid; si no, no tendría de ello sabor;
Nos saludaremos de alma y de corazón.
De lo que a vos pesa, a mí me duele el corazón.
¡Dios lo mande que por vos se honre hoy la corte!
Cid
Amén,
Narrador
dijo mío Cid el Campeador.
Besole la mano y después le saludó:
Cid
Gracias a Dios porque os veo, señor.
Humíllome a vos y al conde don Remón
Y al conde don Enrique y a cuantos aquí son.
¡Dios salve a nuestros amigos y a vos más, señor!
Mi mujer, doña Jimena, dueña es de pro,
Bésaos las manos y mis hijas ambas a dos.
De esto que nos avino, que os pese, señor.
Narrador
Respondió el Rey:
Rey
Sí me pesa, ¡así me salve Dios!
136
139
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Para Toledo, el Rey tornada da.
Esa noche mío Cid el Tajo no quiso pasar:
Cid
¡Mereced, oh Rey, así el Criador os salve!
Pensad, señor, en entrar en la ciudad
Y yo con los míos posaré en San Serván;
Las mis compañas esta noche llegarán;
Tendré vigilia en este santo lugar;
Mañana por la mañana entraré en la ciudad
E iré a la corte antes de yantar.
Narrador
Dijo el Rey:
Rey
Pláceme de voluntad.
Narrador
El rey don Alfonso en Toledo ha entrado;
Mío Cid Ruy Díaz en San Servando ha posado.
Mandó encender candelas y poner en el altar;
Sabor tiene de velar en esa santidad,
Al Criador rogando y hablando en puridad.
Y Minaya y los buenos que allí hay
Acordados estuvieron cuando vino la mañana.
137
El Cid advierte a los suyos y se prepara para ir a la corte. Presentación del Cid en la corte.
Alocución del Rey. El Cid demanda reparación de los infantes y gana el pleito
Maitines y prima dijeron hacia el alba;
Dicha fue la misa, antes que saliese el sol,
Y su ofrenda han hecho muy buena y en sazón.
Cid
140
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Respondieron todos:
Vasallos
Nos eso queremos, señor.
Narrador
Así como lo ha dicho, todos preparados son
No se detiene por nada el que en buena hora nació:
Calzas de buen paño en sus piernas metió;
Sobre ellas unos zapatos que de mucha labor son;
Vistió camisa de ranzal, tan blanca como el sol;
De oro y de plata, todas las presillas son;
Al puño bien están, que él así lo mandó;
Sobre ella, un brial de excelente ciclatón;
Labrado está con oro, y relumbran por do son;
141
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Rey
Venid a estar acá, Campeador,
En este escaño que me disteis vos en don;
Aunque a algunos pesa, mejor sois que nos.
Narrador
Entonces dio muchas gracias el que Valencia ganó:
Cid
Estad en vuestro escaño como Rey y señor;
Aquí me sentaré con estos que míos son.
Narrador
142
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Rey
Oíd, mesnadas, ¡así os valga el Criador!
Yo, desde que fui Rey, no hice más de dos cortes:
La una fue en Burgos y la otra en Carrión;
Esta tercera en Toledo la vine a hacer hoy
Por el amor de mío Cid, el que en buena hora nació,
Que reciba derecho de los infantes de Carrión.
Gran entuerto le han hecho sabérnoslo todos nos;
Alcaldes sean de esto el conde don Enrique y el conde don Remón,
Y estos otros condes, que del bando no sois.
Todos poned ahí atención, que sois conocedores,
Para ejercer el derecho, que entuerto no mando yo.
De una parte y de otra en paz estemos hoy.
¡Juro por san Isidro!, el que enredare mi corte
Me dejará el reino, perderá mi amor;
Con el que tuviere derecho yo de esa parte estoy.
Ahora demande mío Cid el Campeador;
Sabremos qué responden los infantes de Carrión.
Narrador
Mío Cid la mano besó al Rey y en pie se levantó:
Cid
Mucho os lo agradezco como a Rey y a señor,
Por cuanto esta corte hicisteis por mi amor.
Esto les demando a los infantes de Carrión:
Porque me dejaron mis hijas, yo no tengo deshonor;
143
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Otorgan los alcaldes:
Alcaldes
Todo esto es de razón.
Narrador
Dijo el conde don García:
Don García
A esto hablemos nos.
Narrador
Entonces salían aparte los infantes de Carrión,
Con todos sus parientes y el bando que allí son;
Aprisa lo iban tratando y acuerdan esta razón:
Infantes
Aún gran favor nos hace el Cid Campeador,
Cuando deshonra de sus hijas no nos demanda hoy;
Bien nos avendremos con el rey don Alfonso.
Démosle sus espadas cuando así acaba la voz,
Y, cuando las tuviere, se acabará la corte;
Ya no tendrá más derecho de nos el Cid Campeador.
Narrador
Con este acuerdo, tornaron a la corte:
Infantes
¡Merced, oh rey don Alfonso, sois nuestro señor!
144
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Sacaron las espadas, Colada y Tizón;
Pusiéronlas en mano del Rey su señor.
Saca las espadas y relumbra toda la corte;
Los pomos y arriaces todos de oro son.
Maravíllanse de ellas todos los hombres buenos de la corte.
Recibió las espadas, las manos le besó;
Tornose al escaño donde se levantó;
En las manos las tiene y a ambas las cató;
No se las pueden cambiar, que el Cid bien las conoció;
Se le alegró todo el cuerpo, sonriose de corazón;
Alzaba la mano, la barba se tomó:
Cid
¡Por esta barba que nadie mesó,
Así se irán vengando doña Elvira y doña Sol!
Narrador
A su sobrino don Pero, por el nombre le llamó;
Tendió el brazo, la espada Tizón le dio:
Cid
¡Prendedla, sobrino, que mejora en señor!
Narrador
A Martín Antolínez, el burgalés de pro,
Tendió el brazo, la espada Colada le dio:
Cid
Martín Antolínez, mi vasallo de pro,
Prended a Colada, gánela de buen señor,
Del conde Remón Berenguer de Barcelona la mayor.
Por eso os la doy, que bien la cuidéis vos.
Sé que, si os acaeciere, con ella ganaréis gran prez y gran valor.
145
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Besole la mano, la espada tomó y recibió.
Luego se levantó mío Cid el Campeador:
Cid
¡Gracias al Criador y a vos, Rey señor!
Ya pagado soy de mis espadas, de Colada y de Tizón.
Otro rencor tengo de los infantes de Carrión:
Cuando sacaron de Valencia mis hijas ambas a dos,
En oro y en plata tres mil marcos les di yo;
Yo haciendo esto, ellos cometieron la traición;
Denme mis haberes, cuando mis yernos no son.
Narrador
¡Aquí veríais quejarse a los infantes de Carrión!
Dice el conde don Remón:
Don Remón
Decid sí o no.
Narrador
Entonces responden los infantes de Carrión:
Infantes
Por eso le dimos sus espadas al Cid Campeador,
Que más no nos demandase, que aquí acabó la voz.
Don Remón
Si agradare al Rey, así decimos nos:
A lo que demanda el Cid que le respondáis vos.
Narrador
Dijo el buen Rey:
Rey
Así lo otorgo yo.
Narrador
Levantose en pie, el Cid Campeador:
Cid
146
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Entonces salían aparte los infantes de Carrión;
No se ponen de acuerdo, que los haberes grandes son;
Gastados los han los infantes de Carrión.
Tornan con un acuerdo y hablaban a su sabor:
Infantes
Mucho nos apremia el que Valencia ganó,
Cuando de nuestros haberes así le prende el sabor;
Le pagaremos con heredades en tierras de Carrión.
Narrador
Dijeron los alcaldes, cuando enterados son:
Alcaldes
Si eso pluguiere al Cid, no se lo vedamos nos;
Mas en nuestro juicio, así lo mandamos nos:
Que aquí lo entreguéis en esta misma corte.
Narrador
A estas palabras, el rey don Alfonso habló:
Rey
Nos bien la sabemos esta razón:
Que derecho demanda el Cid Campeador.
De los tres mil marcos, los doscientos tengo yo;
Entrambos me los dieron, los infantes de Carrión.
Tornárselos quiero, que tan arruinados son,
Entréguenlos a mío Cid, el que en buena hora nació;
Cuando ellos los han de pechar, no se los quiero yo.
Narrador
Habló Fernán González:
Fernando
Haberes monedados no tenemos nos.
Narrador
147
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Don Remón
El oro y la plata lo dispendiasteis vos;
Por juicio lo fallamos ante el rey don Alfonso:
Páguenle en especie y préndalo el Campeador.
Narrador
Ya vieron qué hay que hacer los infantes de Carrión.
Veríais traer tanto caballo corredor,
Tanta buena mula, tanto palafrén de sazón,
Tanta buena espada con toda guarnición.
Recibiolo mío Cid como apreciaron en la corte.
Sobre los doscientos marcos, que tenía el rey Alfonso,
Pagaron los infantes al que en buena hora nació;
Préstanles de lo ajeno, que lo suyo no les cumplió.
Mal escapan juzgados, sabed, de esta razón.
138
Cid
¡Merced, ay, Rey señor, por amor de caridad!
El rencor mayor no se me puede olvidar.
Oídme toda la corte y os pese de mi mal:
A los infantes de Carrión, que me deshonraron tan mal,
A menos de retos, no los puedo dejar.
139
148
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
140
Narrador
El conde don García en pie se levantaba:
Don García
¡Merced, oh Rey, el mejor de toda España!
Enviciose mío Cid a las cortes pregonadas;
Dejola crecer y luenga trae la barba;
Los unos le tienen miedo y a los otros espanta.
Los de Carrión son de estirpe tan alta
Que no se las debían querer a sus hijas por barraganas;
¿Y quién se las diera por iguales o por veladas?
En derecho obraron porque han sido dejadas
Cuanto él dice, no se lo apreciamos nada.
31
[Verso 3259' ( N. del E. ).]
149
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Entonces el Campeador cogiose la barba:
Cid
¡Gracias a Dios que cielo y tierra manda!
Por eso es luenga que con regalo fue cuidada.
¿Qué tenéis vos, conde, para reprochar mi barba?
Que desde que nació con regalo fue cuidada,
Que no me cogió de ella hijo de persona humana;
Ni me la mesó hijo de moro ni de cristiana,
Como yo a vos, conde, en el castillo de Cabra.
Cuando tomé a Cabra y a vos por la barba,
No hubo allí rapaz que no mesó su pulgarada;
La que yo mesé, aún no es igualada.
141
Narrador
Fernán González en pie se levantó;
Con altas voces, oiréis lo que habló:
Fernando
Dejaos vos, Cid, de esta razón;
De vuestros haberes de todos pagado sois.
No acrecentéis la contienda entre nos y vos.
De linaje somos de los condes de Carrión:
Debíamos casar con hijas de reyes o de emperadores,
Que no pertenecían hijas de infanzones.
Porque las dejamos derecho hicimos nos;
Más nos apreciamos, sabed, que menos no.
150
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
142
El Cid incita a Pero Bermúdez para que conteste y rete a don Fernando
Narrador
Mío Cid Ruy Díaz a Pero Bermúdez cata:
Cid
¡Habla, Pero Mudo, varón que tanto callas!
Yo las tengo por hijas y tú por primas hermanas;
A mí lo dicen, a ti dan las orejadas.
Si yo respondiere, tú no entrarás en armas.
143
Narrador
Pero Bermúdez empezó a hablar;
Detiénesele la lengua, no puede arrancar;
Mas, cuando empieza, sabed, no le da vagar.
Pero Bermúdez
Os diré, Cid, costumbres tenéis tales:
¡Siempre en las cortes Pero Mudo me llamáis!
Bien lo sabéis que yo no puedo más;
Lo que yo hubiere de hacer por mí no quedará.
¡Mientes, Fernando, de cuanto dicho has,
Por el Campeador valiste mucho más!
Las mañas tuyas yo te las sabré contar:
Acuérdate cuando lidiamos cerca de Valencia la grande;
Pediste las heridas primeras al Campeador leal;
Viste un moro, fuístele a atacar;
151
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
144
Sigue don Pero Bermúdez que recuerda a don Fernando el episodio del león y, por fin, le reta
Di, Fernando, otorga esta razón:
¿No te viene en mientes en Valencia lo del león?
Cuando dormía mío Cid y el león se desató?
Y tú, Fernando, ¿qué hiciste con el pavor?
¡Metístete tras el escaño de mío Cid el Campeador!
Metístete, Fernando, por lo que menos vales hoy.
Nos cercamos el escaño para cuidar a nuestro señor,
Hasta que despertó mío Cid, el que Valencia ganó;
Levantose del escaño y fuese para el león;
El león bajó la cabeza, a mío Cid esperó;
Dejose prender por el cuello y a la red lo metió.
Cuando se tornó, el buen Campeador,
A sus vasallos, violos alrededor;
Demandó por sus yernos, a ninguno halló.
Rétote el cuerpo por malo y por traidor;
32
[Verso 3318' ( N. del E. ).]
152
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
De estos ambos, aquí quedó la razón.
145
Diego
De linaje somos de los condes más limpios,
¡Estos casamientos no fuesen avenidos
Por emparentar con mío Cid don Rodrigo!
Porque dejamos sus hijas no nos arrepentimos;
Mientras que vivan, pueden tener suspiros:
Lo que les hicimos les será retraído.
146
Narrador
33
[Verso 3359' ( N. del E. ).]
153
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Antolínez
¡Calla, alevoso, boca sin verdad!
Lo del león no se te debe olvidar:
Saliste por la puerta, te metiste en el corral;
Te fuiste a meter tras la viga lagar.
¡No te vestiste más el manto ni el brial!
Yo lo lidiaré, por nada pasará:
Las hijas del Cid, porque vos las dejasteis,
En todas guisas, sabed, que más que vos valen.
Al final de la lid, por tu boca lo dirás,
Que eres traidor y mentiste de cuanto dicho has.
147
Narrador
De estos ambos, la razón ha terminado.
Asur González entraba por el palacio,
Manto de armiño y un brial arrastrando;
Bermejo viene, que había almorzado.
En lo que habló, había poco recaudo:
148
Asur
¡Hola, varones!, ¿quién vio nunca tal mal?
¿Quién nos daría nuevas de mío Cid el de Vivar?
¡Fuese a río de Ubierna los molinos a picar
Y prender maquilas, como las suele cobrar!
154
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
149
Muño Gustioz increpa y reta a Asur. El Rey sanciona los retos. Vienen mensajeros de Navarra y
de Aragón para pedir las manos de las hijas del Cid, que aceptan el Rey y el Cid. Álvar Fáñez reta
a los Beni Gómez. Le replica Gómez Peláez. El Rey prohíbe este duelo
Narrador
Entonces, Muño Gustioz en pie se levantó:
Muño Gustioz
¡Calla, alevoso, malo y traidor!
Antes almuerzas que vayas a oración;
A los que das paz, los apestas alrededor.
No dices verdad a amigo ni a señor;
Falso a todos y más al Criador.
En tu amistad, no quiero tener ración.
Yo te lo haré decir que tal eres cual digo yo.
Narrador
Dijo el rey Alfonso:
Rey
Calle ya esta razón.
Los que han retado lidiarán, ¡así me salve Dios!
Narrador
Así como acaban esta razón,
He aquí dos caballeros entraron por la corte;
Al uno llaman Ojarra y al otro Íñigo Ximenoz;
34
[Verso 3395-6 ( N. del E. ).]
155
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Cid
¡Merced, rey Alfonso, vos sois mi señor!
Esto agradezco yo al Criador,
Cuando me las demandan de Navarra y de Aragón.
Vos las casasteis antes, que yo no;
He aquí mis hijas, en vuestras manos son;
Sin vuestro mandato, nada haré yo.
Narrador
Levantose el Rey, hizo callar a la corte:
Rey
Ruégoos, Cid, caboso Campeador,
Que plega a vos y lo otorgaré yo;
Este casamiento hoy se otorgue en esta corte,
Que os crece en ello honra y tierra y honor.
Narrador
Levantose mío Cid, al Rey las manos le besó:
Cid
Cuando a vos place, otórgolo yo, señor.
Narrador
Entonces dijo el Rey:
Rey
¡Dios os dé por ello buen galardón!
A vos, Ojarra, y a vos, Íñigo Ximenoz,
Este casamiento os lo otorgo yo
De las hijas del Cid, doña Elvira y doña Sol,
Para los infantes de Navarra y de Aragón,
Que os las dé a honra y a bendición.
Narrador
Levantose en pie Ojarra e Íñigo Ximenoz;
156
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Minaya
Merced os pido, como a Rey y a señor;
Y que no pese esto al Cid Campeador:
Bien os dejé vagar en toda esta corte,
Algo de lo mío querría ya decir yo.
Narrador
Dijo el Rey:
Rey
Pláceme de corazón.
Decid, Minaya, lo que tuviereis sabor.
Minaya
Yo os ruego que me oigáis toda la corte,
Que gran rencor tengo de los infantes de Carrión.
Yo les di mis primas por mandato del rey Alfonso,
Ellos las tomaron a honra y a bendición;
Grandes haberes les dio mío Cid el Campeador;
Ellos las han dejado a pesar de nos.
Rétoles los cuerpos por malos y por traidores.
De linaje sois de los Beni Gómez
Donde salían condes de prez y de valor;
Mas, bien sabemos las mañas que tienen hoy.
Esto agradezco yo al Criador,
Cuando piden mis primas, doña Elvira y doña Sol,
Los infantes de Navarra y de Aragón.
Antes las teníais por parejas para en brazos las dos;
Ahora besaréis sus manos y las llamaréis señoras, vos;
157
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Gómez Peláez en pie se levantó:
Gómez Peláez
¿Qué vale, Minaya, toda esa razón?
Que en esta corte hartos hay para vos;
Y quien algo quisiese sería su ocasión.
Si Dios quisiere que de esta bien salgamos nos,
Después veréis qué dijisteis o qué no.
Narrador
Dijo el Rey:
Rey
Acabe esta razón;
No diga ninguno de ella más alegación.
Mañana sea la lid, cuando saliere el sol,
De estos tres contra tres que retaron en la corte.
Narrador
Luego hablaron los infantes de Carrión:
Infantes
Dadnos, Rey, plazo que mañana ser no puede.
Armas y caballos tienen los del Campeador,
Nos antes tendremos que ir a tierras de Carrión.
Narrador
Habló el Rey con el Campeador:
Rey
Sea esta lid donde mandaréis vos.
Narrador
158
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Cid
No lo haré, señor;
Más quiero a Valencia que a tierras de Carrión.
Narrador
Entonces dijo el Rey:
Rey
Sin duda, Campeador
Dadme vuestros caballeros con todas vuestras guarniciones,
Vayan conmigo, yo seré el protector;
Yo os lo aseguro, como a buen vasallo hace señor,
Que no sufran atropello de conde ni de infanzón.
Aquí les pongo plazo dentro en mi corte:
Al cabo de tres semanas, en las vegas de Carrión,
Que hagan esta lid estando delante yo;
Quien no viniere al plazo, pierda la razón;
Además, allí sea vencido y escape por traidor.
Narrador
Acataron el juicio los infantes de Carrión.
Mío Cid al Rey las manos le besó
Y dijo:
Cid
Pláceme, señor. 35
Estos mis tres caballeros en vuestra mano son,
Desde aquí os los encomiendo como a Rey y a señor;
Ellos están preparados para cumplir su misión.
¡Honrados enviádmelos a Valencia, por amor del Criador!
Narrador
Entonces repuso el Rey:
Rey
35
[Verso 3486' ( N. del E. ).]
159
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Allí se quitó el capillo el Cid Campeador,
Y la cofia de ranzal que blanca era como el sol,
Y soltaba la barba y sacola del cordón.
No se hartan de catarle cuantos hay en la corte.
Se dirigió al conde don Enrique y al conde don Remón;
Abrazolos tan bien y ruégalos de corazón
Que prendan de sus haberes cuanto hubieren sabor.
A esos y a los otros que de buena parte son,
A todos los rogaba según tengan sabor;
Tales hay que prenden, tales hay que no.
Los doscientos marcos al rey los soltó;
De lo demás tomó tanto cuanto hubo sabor.
Cid
¡Merced os pido, Rey, por amor del Criador!
Cuando todas estas nuevas así puestas son,
Beso vuestras manos con vuestra gracia, señor,
E irme quiero a Valencia, con afán la gané yo.
36
36
Falta un folio en el manuscrito. La Crónica de Veinte Reyes recoge este episodio de la siguiente
manera: «Entonces mandó dar el Cid a los embajadores de los infantes de Navarra y de Aragón,
bestias y todo lo que necesitaran y despidiolos. »El rey Alfonso cabalgó entonces con todos los
altos hombres de su corte para salir con el Cid que se iba fuera de la villa. Y, cuando llegaron a
Zocodover, yendo el Cid en su caballo, que llaman Babieca, díjole el Rey: "Don Rodrigo, por la
lealtad que me debéis, cabalgad ahora ese caballo del que tanto bien oí decir". »El Cid se sonrió y
dijo: "Señor, aquí en vuestra corte hay muchos altos hombres y dispuestos para hacer esto; mandad
a esos que se ejerciten con sus caballos". El Rey le dijo: "Cid me satisface lo que me decís; mas,
con todo eso, quiero que corráis ese caballo por mi amor". »El Cid arremetió entonces con su
caballo y tan de recio le corrió que todos se maravillaron de la carrera que hizo».
160
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
150
El Rey se admira del caballo Babieca. El Cid se lo ofrece, pero el Rey no lo acepta. Alocución
del Cid a sus lidiadores. Despedida del Cid y del Rey. Preparación de los retos que se celebrarán en
Carrión. Pero Bermúdez vence a don Fernando
Narrador
El Rey alzó la mano, la cara se santiguó:
Rey
¡Yo lo juro por san Isidro el de León
Que en todas nuestras tierras no hay tan buen varón!
Narrador
Mío Cid en el caballo adelante se llegó,
Fue a besar la mano a Alfonso, su señor.
Cid
Me mandasteis galopar a Babieca el corredor,
En moros ni en cristianos otro tal no hay hoy;
Yo os lo doy en don, mandadle tomar, señor.
Narrador
Entonces dijo el Rey:
Rey
De esto no tengo sabor
Si a vos le quitase, el caballo no tendría tan buen señor;
Mas tal caballo como éste para tal como vos,
Para vencer moros en el campo y ser perseguidor;
Quien a vos quisiere quitarlo no le valga el Criador,
Que por vos y por el caballo honrados somos nos.
Narrador
Entonces se despidieron y luego se partió de la corte.
El Campeador a los que han de lidiar muy bien les aconsejó:
Cid
161
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Dijo Martín Antolínez:
Martín Antolínez
¿Por qué lo decís, señor?
Hemos tomado la deuda y se ha de cumplir por nos;
Podréis oír de muertos que de vencidos no.
Narrador
Alegre fue con esto el que en buena hora nació;
Despidiose de todos los que sus amigos son.
Mío Cid para Valencia y el Rey para Carrión.
Las tres semanas de plazo todas cumplidas son;
Helos al plazo los del Campeador;
Cumplir quieren la deuda que les mandó su señor;
Ellos están bajo el poder del rey don Alfonso el de León
Dos días esperaron a los infantes de Carrión;
Vienen muy bien preparados de caballos y de guarniciones,
Y todos sus parientes con ellos son:
Que si los pudiesen apartar a los del Campeador,
Que los matasen en el campo para deshonra de su señor.
El conspirar fue malo que lo demás no se empezó,
Que gran miedo tuvieron a Alfonso el de León
De noche velaron las armas y rogaron al Criador.
Pasada es la noche, ya quiebran los albores;
Muchos se juntaron de buenos ricos hombres
Por ver esta lid, pues tenían de ella sabor;
Además, sobre todos, allí está el rey don Alfonso,
Para amparar el derecho y no consentir sinrazón.
Ya se metían en armas los del buen Campeador,
37
[Verso 3524-5 ( N. del E. ).]
162
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Rey
¡No sacasteis ninguna, cuando tuvimos la corte!
Si buenas las tenéis, de pro serán para vos;
Otro tanto serán a los del Campeador.
Alzad y salid al campo, infantes de Carrión,
Es menester que lidiéis a guisa de varones
Que nada quedará por los del Campeador.
Si del campo bien salís, gran honra tendréis vos;
Y, si fuereis vencidos, no nos culpéis a nos,
Que todos lo saben que lo buscasteis vos.
Narrador
Ya se van arrepintiendo los infantes de Carrión;
De lo que habían hecho, muy arrepentidos son;
No lo querrían haber hecho por cuanto hay en Carrión.
Todos los tres son armados, los del Campeador;
Íbalos a ver el rey don Alfonso.
Dijeron los del Campeador:
38
[Verso 3555-6 ( N. del E. ).]
163
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Narrador
Entonces dijo el Rey:
Rey
De alma y de corazón.
Narrador
Tráenles los caballos buenos y corredores;
Santiguaron las sillas y cabalgan con vigor;
Los escudos en los cuellos, que bien blocados son;
En mano prenden las astas de hierros tajadores;
Estas tres lanzas traen sendos pendones;
En derredor de ellos, muchos buenos varones.
Ya salieron al campo donde estaban los mojones.
Los tres han acordado, los del Campeador,
Que cada uno de ellos fuese a herir a su competidor.
Ved de la otra parte a los infantes de Carrión,
Muy bien acompañados, que muchos parientes son.
El Rey les dio fieles para decir el derecho y más no;
Que no traten con ellos de sí o de no.
Cuando estaban en el campo, el rey don Alfonso habló:
Rey
Oíd lo que os digo, infantes de Carrión:
Esta lid en Toledo la hicierais, mas no quisisteis vos.
Estos tres caballeros de mío Cid el Campeador
Yo los traje a salvo a tierras de Carrión;
Ejerced vuestro derecho, entuerto no queráis vos;
Que, quien entuerto quisiere hacer, mal se lo vedaré yo;
En todo mi reino, no tendrá buen sabor.
Narrador
Ya les va pesando a los infantes de Carrión.
Los fieles y el Rey enseñaron los mojones;
164
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
165
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Fernando
Vencido soy.
Narrador
Otórganselo los fieles, Pero Bermúdez le dejó.
151
166
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Diego
¡Válgame, Dios glorioso, señor, y líbrame de esta espada!
Narrador
El caballo refrena y, apartándolo de la espada,
Sacolo del mojón; Martín Antolínez en el campo quedaba.
Entonces dijo el Rey:
Rey
Venid vos a mi compaña.
Por cuanto habéis hecho, vencido habéis esta batalla.
Narrador
Otórganselo los fieles que dice verdadera palabra.
152
Muño Gustioz vence a Asur González. Los caballeros de Cid vuelven a Valencia. Alegría del Cid.
Segundos matrimonios de las hijas del Cid. Muerte del Cid. Fin del Cantar
Los dos han vencido; os diré de Muño Gustioz,
Con Asur González cómo se comportó.
Dábanse en los escudos unos tan grandes golpes;
Asur González, forzudo y de valor,
Dio en el escudo a don Muño Gustioz;
Tras el escudo, pasole la guarnición;
En vacío dio la lanza, que en carne no le entró.
Este golpe recibido, otro dio Muño Gustioz,
Tras el escudo, pasole la guarnición,
Por medio de la bloca el escudo le quebrantó;
No le pudo guardar, pasole la guarnición,
Aparte le cogió, que no cabe el corazón;
39
[Verso 3662-3 ( N. del E. ).]
167
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Don Gonzalo
¡No le hiráis, por Dios!
¡Vencido es el campo, cuando esto se acabó!
Narrador
Dijeron los fieles:
Fieles
Esto afirmamos nos.
Narrador
Mandó despejar el campo el buen rey don Alfonso;
Las armas que allí quedaron él se las tomó.
Por honrados se parten los del buen Campeador;
Vencieron esta lid, gracias al Criador.
Grandes son los pesares por tierras de Carrión.
El Rey a los de mío Cid de noche los envió,
Que no les diesen salto ni tuviesen pavor.
A guisa de prudentes andan días y noches;
Helos en Valencia con mío Cid el Campeador;
Por malos los dejaron a los infantes de Carrión;
Cumplido han la deuda que les mandó su señor;
Alegre fue con esto mío Cid el Campeador.
Grande es la deshonra de los infantes de Carrión:
¡Quien a buena dueña escarnece y la deja después,
Tal le acontezca o siquiera peor!
Dejémonos de pleitos de los infantes de Carrión;
De lo que han recibido, tienen muy mal sabor;
168
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
Cid
¡Gracias al Rey del cielo, mis hijas vengadas son!
¡Ahora las tengan libres las heredades de Carrión!
Sin vergüenza las casaré pese a quien pese o a quien no.
Narrador
Anduvieron en pleitos los de Navarra y de Aragón;
Tuvieron su consulta con Alfonso el de León;
Hicieron sus casamientos con doña Elvira y con doña Sol.
Los primeros fueron grandes mas estos son mejores;
Con mayor honra las casa que lo que primero fue:
Ved cual honra crece al que en buena hora nació,
Cuando señoras son sus hijas de Navarra y Aragón.
Hoy los reyes de España sus parientes son;
A todos alcanza honra por el que en buena hora nació.
El manuscrito termina con unos versos, añadidos sin duda para uso del pedigüeño juglar, que dicen
así:
El román es leído,
dadnos del vino;
si no tenéis dineros,
40
[Verso 3726-7 ( N. del E. ).]
169
Texto modernizado del Cantar del Mío Cid
170