Capítulo 1

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Capítulo 1

ORIGEN DEL REVOLUCIONARIO Y CONTRARREVOLUCIONARIO


«La contrarrevolución no será una revolución contraria, sino lo contrario de la
revolución»
1. Comienzo de la historia revolucionaria y contrarrevolucionaria.
La Oposición Venezolana nace en el seno de la clase pudiente y aristócrata de la
Nación Venezolana, como revolucionaria opositora al régimen imperial de España, es
de decir nace paralela a la era independentista de Libertador Simón Bolívar, de hecho
el Libertador pertenecía a esa casta llamada Mantuanos (Blanco Criollo perteneciente
a la aristocracia local) o blancos de padre y madre Aristócratas españoles pero nacido
en tierra Venezolana, casta que hizo promoción a la liberación o independencia
Venezolana.
Para esa época Independentista la Oposición que eran los revolucionarios, la
hicieron en su mayoría los Aristócratas contrarios a la Corona Española, por su puesto
ellos necesitaban liberase del Poder Español para tomar las riendas y manejo total de la
economía y la política del país.
Muchos de ellos despreciaban a Francisco de Miranda por presentar la idea libertaria
e independentista y además ser de origen Blanco de Orilla perteneciente a la categoría
de blanco, pero que no formaba parte ni del grupo de los españoles peninsulares
(blancos nacidos en España) ni de la aristocracia local (los mantuanos). Muchos de los
blancos de orilla eran de origen canario, o sea Miranda nació en Caracas y sus padres
eran canarios (Islas Canarias - España).
En sus inicios, la familia Miranda era económicamente modesta y vivía dentro del
grupo socialmente discriminado de colonos canarios sin título de nobleza o blancos de
orilla llegados a Caracas, que en costumbres, trato y nivel, formaban un núcleo aparte
de los blancos criollos o mantuanos, los blancos españoles y los pardos.
Con el tiempo, la situación de la familia mejoró notablemente y Sebastián de Miranda
logró hacer fortuna como comerciante en Caracas, llegando a ser propietario de
diversos inmuebles en la ciudad. Ya en aquellos tiempos existían roces y conflictos
sociales que empezaron a crear un problema de gobernabilidad para las autoridades
coloniales, que además tenían que aliviar las secuelas negativas de la presencia de la
Real Compañía Guipuzcoana que monopolizaba las transacciones comerciales en la
provincia de Venezuela.
En La Orotava (Municipio perteneciente a la provincia de Santa Cruz de Tenerife), la
familia Miranda era considerada gente distinguida e ilustre, a diferencia de lo que
sucedía en Caracas. Su padre hizo fortuna con su trabajo y logró ser nombrado capitán
del Batallón de Milicias de Blancos de Caracas, pero por estar en entredicho su
procedencia, su nombramiento produjo un fuerte rechazo del estamento social conocido
como mantuano. Había cierta dosis de desprecio de los mantuanos hacia su padre por
ser un comerciante, ocupación que a sus ojos lo inhabilitaba para ser capitán de
Milicias.
Esto fue el nacimiento de la oposición en Venezuela, que comenzó con el desprecio
a la familia Miranda por el nivel social de su origen, y busco entre sus extrañas a
alguien que efectuara el trabajo anhelado de independizarse de España.
1.1. Surge Bolívar con la idea Independentista.
Luego del fallecimiento de su querida esposa María Teresa Rodríguez del Toro y
Alayza, Bolívar se dedicó a viajar, transido de dolor, para mitigar la pena que le causó el
fallecimiento de su esposa. Fue en este estado de ánimo cuando juró no volver a
casarse jamás.
En el mismo año de la muerte de su esposa viajó a París. Allí reencuentra a su
antiguo maestro Simón Rodríguez. Este logra encauzar la desesperación sentida por
Bolívar tras la muerte de María Teresa hacia la política y la causa de la libertad de su
patria. No en balde Bolívar siempre vio la muerte de su esposa como el momento
decisivo de su vida que lo transmutará en un hombre público llamado a un destino
mayor. Simón Rodríguez también lo orienta hacia la lectura de los clásicos y a ilustrarse
en diversos campos del saber universal.
1.1.1. Plan de la idea Independentista de Bolívar.
A mediados del año 1807, cuando Bolívar volvió a Caracas se encontró con una
ciudad inmersa en un ambiente de gran agitación social y política que era gobernada
por personajes interinos bajo la supervisión de un regio Regente visitador visto con
malos ojos por la colectividad caraqueña, llamado Joaquín de Mosquera y Figueroa.
Este era un ambiente poco propicio para enfrentar situaciones de crisis y fue una
circunstancia que ayudó a precipitar los acontecimientos a favor de la Independencia.
Bolívar había vuelto a Caracas absolutamente convencido de la imperiosa necesidad
de independencia para América y trató de convencer a sus parientes y amigos de que
esta era la mejor opción pero, salvo la excepción de su hermano Juan Vicente, no pudo
hacerlo fácilmente debido a que las noticias (La comunicación) de Europa llegaban
muy tarde y con pocos detalles, por lo que el público se enteraba de las
acontecimientos solo de una forma general e inexacta y esto limitaba su capacidad para
evaluar la situación.
Pero las cosas cambiaron repentinamente en pocos días, tras una serie de
acontecimientos que causaron una conmoción general en Caracas. A principios de julio
de 1808, el Gobernador encargado de Caracas, Juan de Casas, recibió dos ejemplares
del diario londinense The Times que el Gobernador de Trinidad remitió antes al
de Cumaná y que relataban la noticia de la abdicación del trono de España en favor
de Napoleón.
Las autoridades Españolas en Venezuela trataron de mantener la noticia en secreto
para evitar la alarma social pero la llegada del bergantín francés Le Serpental a puerto
de La Guaira el 15 de julio de 1808 con varios comisionados enviados por Napoleón
para confirmar la noticia hicieron fracasar el plan.
Un oficial francés se presentó ante el Gobernador Casas con documentación oficial
confirmando las malas noticias de The Times, y mientras en la Gobernación
deliberaban sobre la situación, la población empezó a alarmarse por la aparatosa
llegada de los franceses, divulgando profusamente la noticia de la desaparición de la
monarquía tradicional en periódicos y otras publicaciones.
Entonces surgió un proceso político extraño entre el Gobernador, La Audiencia y
el Cabildo que terminó de socavar el orden colonial vigente y esto hizo que la
conmoción en la sociedad caraqueña se orientara en dos direcciones, una representada
por Bolívar que quería proclamar la Independencia; y otra representada por
otros criollos que querían mantener la fidelidad a Fernando VII.
Así, el 11 de enero de 1809 llegaron a Caracas unos despachos oficiales que
anunciaban la creación de la Junta Central de España e Indias que terminó
instalándose en Sevilla en abril de 1809 y poco después, el 14 de enero de 1809 llegó a
Venezuela el mariscal de campo Vicente Emparan en calidad de capitán general de
Venezuela y gobernador de Caracas.
Su llegada dio una nueva perspectiva a la situación política ya que empezaron a
circular rumores que lo relacionaban como partidario de los franceses, por lo que fue
acusado de querer confundir a la población.
En el panorama de incertidumbre reinante, el 19 de abril de 1810, los miembros
del Cabildo de Caracas decidieron constituir una Junta Conservadora de los Derechos
de Fernando VII en un acto que termina con la firma del Acta de
Independencia y constitución de la Primera República el 5 de julio de 1811. Con
la revuelta del 19 de abril de 1810 se obligó al entonces capitán general de
Venezuela, Vicente Emparan, a ceder sus poderes a esta Junta y trajo como resultado
la expulsión de los funcionarios españoles de sus puestos para embarcarlos rumbo
a España.
El nuevo sistema de gobierno empezó a crear nuevas perspectivas en todos los
sentidos. Las noticias de lo sucedido en Caracas llegaron hasta el almirante Alexander
Cochrane, comandante de las Fuerzas Navales británicas del Caribe, que procedió a
despachar noticias de lo sucedido a Londres y poner a disposición de la Junta de
Caracas la corbeta Wellington para que llevara hasta Londres una delegación si así lo
querían.
Así, Bolívar fue enviado a Inglaterra con el grado de coronel junto con Andrés
Bello y Luis López Méndez en una misión diplomática con instrucciones de solicitar
apoyo británico a la Junta en nombre del rey Fernando VII de España aprovechando la
circunstancia de que España y Gran Bretaña eran ahora naciones aliadas que habían
dejado de lado sus históricas diferencias ante el peligro común que
representaba Napoleón.
La misión diplomática llegó a Londres en un momento político delicado ya que
entonces Gran Bretaña estaba dando una costosa ayuda militar a España y la negativa
venezolana de aceptar la autoridad del Consejo de Regencia español resultaba
inconveniente en esos momentos.
Sin embargo, lord Wellesley consideró conveniente recibir a la delegación en su casa
particular, Apsley House, por temor a que sus miembros recurrieran a Napoleón en
busca de apoyo y así aprovechar la ocasión para averiguar las pretensiones
venezolanas.
La postura británica fue muy clara desde el principio dando a entender a la
delegación que en esos momentos el apoyo político a Venezuela era imposible y en un
intento de presionar a España para que les dejase comerciar libremente con sus
colonias, los británicos trataron de desviar las negociaciones hacia acuerdos
comerciales más acordes con sus intereses.
A pesar de que no se cumplieron todos los objetivos de la delegación, se lograron
algunos compromisos importantes gracias a la presencia de Francisco de
Miranda en Londres, con quien Bolívar empezó a mantener contactos que fomentaron
una participación discreta de este mediante sus contactos personales en las
negociaciones.
Así Bolívar logró la secreta connivencia inglesa, la apertura del comercio, y la
posibilidad de que Inglaterra ejerciera presiones sobre España para favorecer los
intereses venezolanos.
Después de convenir con los ingleses la permanencia de un representante
en Londres, Bolívar embarcó en la corbeta Shaphire y llegó a La Guaira el 5 de
diciembre de 1810.
Una vez en Venezuela empezó a hacer gestiones para promover el regreso
de Miranda, que como resultado de estas gestiones, llegó a Venezuela en el bergantín
inglés Avon el 10 de diciembre de 1810 ante una fría recepción oficial por parte de
la Junta Suprema, que poco después lo nombró Teniente General.
Miranda pronto empezó a tener conflictos con el jefe militar del Gobierno, el marqués
del Toro, por su incapacidad para controlar la rebelión realista de Coro y mientras tanto,
las circunstancias políticas habían favorecido la aparición en Caracas de
organizaciones como la Sociedad Patriótica, que era una especie de asociación
independentista que funcionaba como foro de debate político que divulgaba sus
conclusiones en una publicación propia titulada El Patriota de Venezuela.
Bolívar fue un miembro importante de esta asociación que estuvo muy implicado en
las movilizaciones posteriores ocurridas el 5 de julio de 1811 para ratificar
la Declaración de Independencia, y que defendió posturas opuestas a
la Constitución del 21 de diciembre de 1811 al considerar que era una copia literal de la
que regía en los Estados Unidos que no se adaptaba a la realidad del momento en
Venezuela.
El 13 de agosto de 1811, fuerzas comandadas por Miranda lograron una victoria
en Valencia contra los rebeldes de dicha ciudad que pretendían recuperar privilegios de
su antigua capitalidad, y es en esta acción donde Bolívar empezó propiamente su
carrera militar al dirigir un ataque a un puesto fortificado que fue su bautismo de fuego y
su primera acción distinguida. Así, Miranda lo propuso para el rango de coronel y lo
envió a informar de la victoria al Gobierno de Caracas.
Poco después, Bolívar empezó a levantar la moral en los Valles de Aragua por
iniciativa propia, por lo que el general Miranda, por entonces comandante en jefe de las
fuerzas militares republicanas, lo persuadió de que aceptara el rango de teniente
coronel en el Estado Mayor y lo nombró jefe militar de Puerto Cabello, la principal plaza
fuerte de Venezuela.
Dicha plaza era entonces un punto militar clave por sus características coincidentes
de puerto, arsenal, prisión militar y principal punto de apoyo y control en la zona. Allí
permanecían detenidos los prisioneros de guerra influyentes en el castillo San Felipe, y
a la vez también se encontraba almacenado gran parte del arsenal militar republicano.
A pesar de ser contrario a las normas de seguridad militar se estaba dando esta
situación y aunque Miranda ordenó trasladar a los prisioneros a otro lugar, el traslado
nunca se cumplió y fue uno de los motivos que unido a la inexperiencia militar de
Bolívar propiciaron la caída de Puerto Cabello.
Los prisioneros lograron tomar por sorpresa a la guardia y la dominaron gracias a la
traición de un oficial al que sobornaron, se apoderaron del castillo San Felipe y
comenzaron a bombardear Puerto Cabello.
Bolívar trató de recuperar la guarnición durante seis días de combate con las fuerzas
que pudo controlar y que al parecer no superaban los cuarenta efectivos pero la
situación le era muy desfavorable; no se podía cañonear el castillo por el reducido
alcance de la artillería y la ciudad empezaba a ser atacada por las fuerzas del
Capitán Domingo Monteverde y tras lanzar un desesperado ataque frontal sobre el
castillo que fracasó, Bolívar decidió abandonar la plaza por vía marítima, logrando
escapar a duras penas.
Esta pérdida significó un duro golpe para las fuerzas patriotas y en especial para
Simón Bolívar, quien dolido por lo ocurrido escribió lo siguiente: "... Soy culpable y he
salvado mi honor, ¡Ojalá no hubiese salvado mi vida y la hubiera dejado bajo los
escombros de una ciudad que debió ser el último asilo de la libertad y la gloria de
Venezuela!"
Este acontecimiento, unido al violento terremoto del 26 de marzo de 1812, inclinó la
balanza a favor de los realistas y aunque hubo muchos que creyeron que aún se podía
seguir la lucha, Miranda capituló el 26 de julio de 1812 por encargo del Congreso, en el
tratado de La Victoria, que instauró nuevamente el dominio español sobre Venezuela.
Su intención, evitar la anarquía y un mayor derramamiento de sangre en la Provincia
de Venezuela. No obstante, Domingo de Monteverde, jefe de los realistas, violando lo
establecido por la capitulación, inició una persecución sin tregua y trajo consigo la
destrucción del acuerdo.
El 30 de julio de 1812, Miranda llegó a La Guaira con la intención de embarcarse en
la nave inglesa Sapphire en medio de un ambiente en el que pocos sabían de las
negociaciones con Monteverde, por las que muchos oficiales republicanos se sintieron
traicionados de lo que se habían iniciado por órdenes del Congreso y no por deseos de
Miranda.
Por ello, cuando Miranda se hospedaba en casa del coronel Manuel María de las
Casas, comandante de la plaza, se encontró con un grupo numeroso, en el que se
contaban don Miguel Peña y Simón Bolívar, que lo convencieron de que se quedara,
por lo menos una noche, en la residencia de Manuel María de las Casas.
A las dos de la madrugada, encontrándose Miranda profundamente dormido, Manuel
María de las Casas, Peña y Bolívar se introdujeron en su habitación con cuatro
soldados armados, se apoderaron precavidamente de su espada y su pistola, lo
despertaron y con rudeza le ordenaron que se levantara y vistiera, tras lo cual lo
engrilletaron, luego el coronel Manuel María de las Casas, comandante de la plaza, se
pasa al bando realista y lo entrega al jefe español Monteverde.
A cambio de este acto de traición del coronel Manuel María de las Casas, el
español Francisco-Antonio de Yturbe y Hériz accedería a darle a Bolívar el
salvoconducto que este le había solicitado para exilarse en el extranjero, con el especial
favor de Monteverde. En esta ocasión, el jefe español hizo que se viera el acto de haber
entregado a Miranda como un servicio al estado español: «Debe satisfacerse el
pedido del coronel Bolívar, como recompensa al servicio prestado al rey de
España con la entrega de Miranda».
Con la perdida de la primera republica se sella el nacimiento de las contradicciones
entre grupos aliados Aristócratas opositores a un régimen, quiero decir que la traición
siempre ha prevalecido en la conducción de una idea que requiere unidad en la
adversidad.
1.1.2. Primer exilio de Bolívar.
Luego de lo sucedido con Miranda, Bolívar gracias a su casta e influencias de
aristócrata local le permiten salir de Venezuela rumbo al exilio, el mismo se dirigirse a
Curazao, sitio en el cual se encontraban exiliados varios de los revolucionarios
venezolanos.
Cuando zarpa hacia la vecina isla, Bolívar atravesaba una aguda crisis personal,
buscaba sumarse a las tropas de Wellington en España, para ello había reunido lo que
pudo de sus bienes y el 1° de septiembre, a bordo del “Jesús, María y José” llegaba a la
pequeña cala de Port Marie, al Noreste y a considerable distancia de Willemstad. Al
llegar a la ciudad se encontraría con la triste noticia de que le habían sido embargados
dos baúles con sus haberes, consistentes en plata acuñada y labrada, lo cual frustraba
su intención de dirigirse a España.
Recuérdese que España e Inglaterra, eran en esos días, aliados, lo que ocasionó
que el equipaje de Bolívar fuera confiscado por las autoridades inglesas, aduciendo que
dichos efectos fueron clandestinamente desembarcados. En carta a un amigo, de fecha
10 de Septiembre de 1812, Bolívar le comenta esta situación, pero a pesar de ello y en
virtud del trato recibido de un gran aliado y demás curazoleños, en una segunda carta
pocos días después, 19 de Septiembre de 1812, en uno de sus párrafos le dice: "Yo
estoy aquí tan bien como puede ser, en mi actual situación. Es verdad que me han
quitado inicuamente mi poco dinero y equipaje, pero estoy conforme en mi
corazón, porque sé que cuando el infortunio persigue, por algún tiempo, todo
conspira contra el infeliz" ... y termina el párrafo en esta forma: "Jamás falta un
amigo compasivo que nos socorra y el socorro de un amigo, no puede ser nunca
vergonzoso el recibirlo".
Acompañaban a Bolívar el español Tomás Acosta quien estaba a su lado en calidad
de paje o sirviente suyo, José Félix Ribas pariente suyo, Vicente Tejera, Manuel Díaz
Casado y Francisco Ribas Galindo. En Curazao encontró la receptividad y el apoyo de
algunos nuevos amigos, entre los que sobresale el judío-sefardita Mordechay Ricardo,
quien intervino ante las autoridades de la Isla, a favor de Bolívar, pues en su condición
de abogado, gozaba de un gran prestigio y confianza de las autoridades inglesas,
además, por su conocimiento profundo de los idiomas castellano, ingles, francés,
holandés y portugués, le habían valido el nombramiento de traductor e intérprete
público del Gobierno. Ricardo mantenía contacto frecuente con el grupo de exiliados
venezolanos, pues compartía con ellos sus ideas revolucionarias y les prestaba toda la
ayuda que estaba a su alcance, a los fines de resolverles sus problemas. Fue uno de
ellos, quien presentó Simón Bolívar a Ricardo. No sería este el único integrante de la
comunidad judía en manifestar su apoyo al futuro Libertador, fueron muchos entre los
que destacan Benjamín Henríquez y Juan de Sola. Igualmente, fue por intermedio de
Ricardo que Bolívar tiene conocimiento sobre Pedro Luis Brión, quien fuera luego el
primer Almirante de la flota venezolana.
Bolívar y sus compañeros, fueron hospedados en un pequeño edificio llamado el
Pleizierhuis y situado sobre el cerro de Motete en Otrabanda, edificio hoy desaparecido.
Desde este refugio se podían divisar las montañas del estado Falcón, lo que tal vez
podía contribuir a calmar el descalabro emocional del ilustre huésped. El pesar que
sentía Bolívar se pone en evidencia en las cartas escritas por él desde Curazao a su
amigo Francisco Iturbe en Caracas. Con referencia a este estado de profunda
melancolía y depresión, John de Pool en su leyenda histórica titulada “El Primer
Chispazo de Genio”, discurre filosóficamente sobre las consecuencias posiblemente
importantes de la amistad entre Simón Bolívar y Mordechay Ricardo. Ricardo acogió a
Bolívar en Curazao de manera cordial y hospitalaria, acogió a un Bolívar derrotado por
los españoles y despojado por los ingleses de sus bienes y dinero; a un Bolívar que
pasaba por una situación de profunda desgracia y gran humillación que le provocaron
una grave depresión. Pero Ricardo le recibió con los brazos abiertos, le ayudó a
conseguir alojamiento, le animó y le alentó a que continuara con su lucha por la libertad.
Más tarde, Ricardo despidió a un Bolívar lleno de esperanzas y convencido de la
victoria final y de la liberación de Sudamérica.
En Noviembre de 1812, Bolívar abandona Curazao y se dirige a Cartagena,
asumiendo por primera vez el mando en jefe del pequeño grupo de compatriotas que se
encontraban en la Isla. Antes, había redactado parte del célebre MANIFIESTO DE
CARTAGENA, el cual fue comentado por el Dr. Ricardo.
El manifiesto fue escrito en Curazao y finalmente culminado en Cartagena de Indias
(Colombia), el 15 de diciembre de1812. Se dice que es el segundo gran documento de
Bolívar entre muchos otros; pero es considerado como su primer gran documento
político, en él, Bolívar analiza los errores en los que incurrieron los hombres de la
Primera República de Venezuela. Este documento fue dirigido a los españoles con el
objetivo de que no obtuvieran el dominio de Venezuela.
En dicho documento describe en general la situación de América considerándola
como un todo unitario y empieza a exponer el proyecto ya preconcebido antes
por Francisco de Miranda de crear una gran confederación americana con el nombre
de Colombia como una realidad a alcanzar por las nacientes repúblicas que sería en
adelante la base de su proyecto político.
Bolívar solicita al gobierno de Cartagena prestar sus servicios en sus tropas para la
cual le fue concebido el mando de una guarnición, con la cual se empezaría a forjar su
futuro prestigio militar. Desde Cartagena, el Coronel Bolívar inició su campaña para
liberar de españoles el río Magdalena. En 15 pequeñas canoas y una reducida tropa
toma el puerto de Tenerife y continúa hacia el pueblo de Mompox, donde logró su
primera victoria militar, el 23 de diciembre de 1812. El 8 de enero de 1813 ocupó a la
ciudad de Ocaña (la segunda en importancia en Norte de Santander, después de
Cúcuta) después de haber dejado el paso libre en el Magdalena Medio consiguiendo
así la navegación entre Bogotá y Cartagena. El 16 de febrero salió rumbo a Cúcuta
pues había peligro por la presencia de Ramón Correa y sus fuerzas realistas. En su
recorrido venció una fuerza enemiga que le cerraba el paso en La Aguada. El 28 del
mismo mes se llevaba a cabo lo que hoy en día conocemos como Batalla de Cúcuta,
con la cual se le dio la independencia a esta ciudad. Bolívar fue declarado ciudadano de
Nueva Granada y ascendido a General de Brigada del ejército a comienzos de marzo
de 1813.

Bolívar no desaprovecho ninguna oportunidad que se le dio para así lograr varias
hazañas ganándose así el respeto de sus superiores y la confianza y lealtad de sus
tropas, unas de las acciones más destacadas durante el exilio en Cartagena fue la
campaña de retorno a Venezuela de nombre “Campaña Admirable” acción militar que
el brigadier Simón Bolívar emprendió desde San José de Cúcuta el 14 de marzo de
1813, con el objeto de liberar a Venezuela del poder español, luego de la pérdida de la
Primera República.

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