Posición Ergonomicas en La Actividad Odontologica
Posición Ergonomicas en La Actividad Odontologica
Posición Ergonomicas en La Actividad Odontologica
● Posición de hora 8-9: (delante, derecha). En esta posición se tiene una visión directa
de la mayor parte de los dientes.
● Posición de hora 11: (atrás, derecha). Se tiene visibilidad de las caras linguales por
visión directa e indirecta .
● Posición de hora 12: (detrás de la cabeza). Para las mismas maniobras de la 11.
Sumamente recomendada porque facilita el acceso a las hemiarcadas derechas o
izquierdas.
● Posición de hora 1: (atrás, izquierda). Posibilita una buena visibilidad de los
incisivos y caninos derechos inferiores por lingual y de molares y premolares
derechos inferiores por labial y oclusal.
● Posición de hora 3-4: (delante, izquierda). Para casos especiales, sirve para
odontólogos zurdos o para trabajos con difícil acceso.
Los profesionales odontólogos de todo el mundo se ven afectados por diversos riesgos en la
práctica odontológica en los más comunes que se ven hoy en día encontramos los siguientes:
DOLOR POSTURAL
Las malas posturas y las lesiones posturales de la espalda engloban una serie de alteraciones
que tienen en común el dolor, que en la mayoría de los casos es de origen mecánico y está
relacionado con el esfuerzo postural y constituye un mecanismo de seguridad que incluye
nuestro raquis entendiéndolo como un dolor de espalda preventivo, ya que nos anticipa del
esfuerzo postural, y si es que no se toman las medidas preventivas necesarias desencadenará
en una patología.
DOLOR CERVICAL
Las cervicalgias o dolor cervical se van a percibir en el cuello y región occipital de la cabeza
con frecuente irradiación al hombro y brazo. El dolor aumenta en determinadas posiciones
pudiendo acompañarse de una limitación en los movimientos. Puede asociarse con dolores de
cabeza por compresión del nervio occipital o de tipo tensional, producido por una postura
incorrecta del cuello por acción de factores estresantes, pudiendo acompañarse, en estos
casos, de náuseas, vómitos o visión borrosa, pero sin síndrome previo, como ocurre en la
migraña
DOLOR DORSAL
Las dorsalgias hacen referencia al dolor localizado a nivel de la columna vertebral dorsal.
Son mucho menos frecuentes que el dolor cervical y lumbar, debido a la menor movilidad de
esta región anatómica
DOLOR LUMBAR
El dolor lumbar con o sin irradiación, es un síntoma muy frecuente, tanto que supone la
segunda causa de consulta al médico tras el resfriado común. En los países industrializados,
la prevalencia e incidencia del dolor lumbar se encuentra en aumento, considerándose como
una 30 epidemia de la sociedad industrializada, pudiendo asegurar que en algún momento de
nuestra vida sufriremos un episodio de lumbalgia.
Lumbalgias crónicas Existe una alteración de los cartílagos y partes óseas de las vértebras,
que darán lugar a un dolor constante de intensidad variable, según la postura. Las lumbalgias
se van a ver agravadas por la presencia de un desequilibrio muscular, tan frecuente en nuestra
profesión (sedentarismo).
Las posiciones que hoy día puede adoptar el odontólogo para su trabajo son: de pie y sobre
todo sentado. Ambas tienen una serie de ventajas e inconvenientes como ahora veremos,
aunque si bien es verdad que la posición más ergonómica, y por lo tanto más aceptada por la
inmensa mayoría de los profesionales, es la de sentado, ya que nos ofrece, además de un
menor cansancio físico, una mayor seguridad de acción y concentración.
• Ventajas:
— Puede ejercer una mayor fuerza y potencia con los brazos, puesto que podemos hacer uso
de la fuerza de los hombros y espalda. A este respecto hay que recordar que la fuerza
comienza a ser intensa a partir de los hombros.
— Disminución de la presión sobre los discos lumbares. La presión sobre estos discos es
aproximadamente un 25 por ciento menor que cuando estamos sentados, ya que mantiene la
lordosis fisiológica a nivel de las lumbares.
• Desventajas:
— Peor retorno venoso, al aumentar en vertical la distancia de los pies al corazón, aumenta
también la presión hidrostática de la sangre sobre las venas a nivel de las extremidades
inferiores, por lo que el retorno se ve dificultado.
— Aumento de presión sobre los ligamentos y articulaciones de las extremidades inferiores,
al tener que soportar todo el peso del cuerpo.
— Cuando el paciente no se pueda tumbar, por alguna enfermedad, deformación física, etc.
— Cuando el trabajo que vamos a realizar requiera que el paciente se encuentre sentado,
como la realización de registros oclusales, algunas impresiones, etc.
— Cuando el trabajo que vamos a realizar va a ser muy breve y no necesita gran precisión,
como por ejemplo apretar un retenedor a una prótesis, etc.
• Ventajas:
— Disminución de la sobrecarga circulatoria, al ser más pequeña la columna de sangre que
va desde las extremidades inferiores al corazón, por lo que disminuye la presión hidrostática
sanguínea.
— Mejora del retorno venoso de las piernas. Las extremidades inferiores pueden moverse y
estirarse, por lo que los músculos pasan de una contracción estática a una dinámica,
mejorando el bombeo venoso de retorno de las piernas al corazón y como consecuencia
disminuyendo la fatiga, al ser menor el estancamiento venoso y la sobrecarga circulatoria, por
lo tanto también disminuye el riesgo de varices.
— Aumento de la capacidad para efectuar trabajos que requieran alta precisión 16. Esto es
debido, por un lado, a que el control visual es mejor, dado que el equilibrio y estabilidad del
cuerpo es mayor al tener mayor base, pues se está apoyado sobre la silla y los pies, y por otro
lado, a la disminución en altura. Como consecuencia, la adaptación a la distancia focal es más
fácil.
— Tener un mejor control de los mandos del pedal del equipo, ya que las extremidades
inferiores están más libres, al no estar involucradas en el equilibrio y control postural.
Estudios realizados por unos seguros de vida sobre trabajadores de la industria revelan que
hay un 17 por ciento más de esperanza de vida en los que trabajan sentados.
• Desventajas: las desventajas de esta postura serán las que figuraban como ventajas en la
posición de pie, por lo que solamente las citaremos:
— Tiene menor alcance.
— Hay una mayor sobrecarga de los ligamentos y discos invertebrales de la zona lumbar,
puesto que modifica la lordosis fisiológica.
• Indicaciones: debido a los equipos de que hoy disponemos, se puede decir que esta posición
está indicada:
De todo lo anteriormente expuesto se deduce que en pocas ocasiones, hoy día, está indicado
el trabajar de pie, ya que la mayoría de los tratamientos se pueden realizar sentados. No
obstante, debemos destacar tres puntos.
1. Ninguna postura es tan perfecta que se pueda mantener durante mucho tiempo, sino que
hay que cambiar de postura para que el trabajo que realizan los músculos responsables de
dicha postura pasen de unos grupos a otros, permitiendo a los primeros descansar y relajarse.
3. Hay pacientes a los que no siempre se les puede colocar en la postura óptima, por lo que a
veces quien tiene que forzar la postura es el dentista.
OPERADOR
SENTADO
La boca del paciente debe coincidir con el plano sagital o medio del odontólogo
La boca del paciente debe estar a la altura de los codos del odontólogo
Posición 12: Odontólogo detrás de la cabeza del paciente. Facilita el accesos a las
hemiarcadas derecha e izquierda.
ASISTENTE
Espalda recta.
Pies apoyados.
PACIENTE
La posición del paciente debe de guardar un equilibrio con las posiciones adoptadas por el
equipo de trabajo (ayudante y profesional)
La que la espalda del paciente hace un ángulo con la posición horizontal, que varía entre los
90º y los 45º. El odontólogo y el ayudante deben estar de pie.
La espalda del paciente hace un ángulo con la horizontal entre 45º y 20. Es muy poco
aconsejable la utilización de esta posición debido a que puede inducir al atragantamiento
del paciente porque las fauces se encuentran abiertas.
Debido a ello, la mano puede "empuñar" las herramientas. Son movimientos de pinza
"groseros". Pero, además, el pulgar puede oponerse a la superficie ventral o palmar de los
otros cuatro dedos; ello permite ejecutar maniobras de pinza "fina" entre dos, tres, cuatro o
cinco dedos.
Cabe recalcar que un defecto muy común en principiantes es el de tomar los instrumentos
lejos de la parte activa (como si fueran banderillas). Deben tomarse cerca de su zona activa
generalmente con 3 dedos (pulgar índice y medio)
El apoyo de la mano que trabaja tiene una importancia sobre todo en la prevención de riesgos
y accidentes, además de ser fundamental para la precisión. La posibilidad de que la parte
activa de un instrumento escape y agreda zonas vecinas debe estar siempre presente. Es decir
que, la mano puede presentar cierto grado de temblor, más o menos fino, que puede verse
incrementado en situaciones tensas.
Por todo ello, una regla básica es la de "buscar siempre un apoyo" o, dicho en otras palabras,
no utilizar nunca los instrumentos "a pulso". Un buen apoyo aporta dos cosas: - Seguridad en
la prevención de accidentes. - Exactitud y precisión en la ejecución de las maniobras.
· Se debe tomar en cuenta que el apoyo debe ser en dientes sin afecciones
periodontales.
Importante recalcar que la mano constituye uno de los principales atributos diferenciadores
de la especie humana, puede ser además asiento de diversos trastornos.
Es por ello que no sólo hay que entenderla como un simple elemento ejecutor de
movimientos, sino también como un elemento informador de primera magnitud, para la
maduración y el funcionamiento cerebral, mediante la percepción táctil, por ejemplo de
contracturas musculares; movilidad dentaria y movilidad de los fragmentos en casos de
fracturas óseas.
La toma correcta del instrumental es fundamental para realizar todos los procedimientos
odontológicos de manera segura.
Toma de Lapicera: Suave y delicada pero firme, se la puede dividir en toma leve o muy
fuerte. El dedo pulgar ejerce presión sobre el instrumento, los dedos medio y anular buscan
los puntos de apoyo.
Toma de lapicera modificada: El instrumento se toma cerca de su parte activa para poder
deslizarlo hacia arriba y abajo, p.e: curetas de periodoncia, limas etcétera.
Toma leve de lapicera: Para ejecutar maniobras delicadas o que signifiquen riesgos para el
paciente. Los dedos sostienen el instrumento con mínima tonicidad muscular, p.e: Sostén del
espejo, uso de un pincel o manejo de la pieza de alta velocidad.
Toma fuerte de lapicera. Manejar instrumental cortante de mano, que requiere bastante
fuerza en su accionar. Deberá tomarse lo más cerca a su parte activa con un punto de apoyo.
Forma directa: Viendo los dientes y la cavidad a simple vista, sin utilizar un espejo bucal.
Forma indirecta: Viendo el diente y la cavidad por medio del espejo bucal. (plano, sin
manchas ni rayas).
10.- Clasificación de
De esta manera podemos clasificar los movimientos ergonómicos durante la atención clínica
en:
Ejemplo: Cuando el odontólogo requiere la limpieza del instrumento y solo lleva fuera de la
boca del paciente la punta activa sin eliminar su punto de apoyo.
Los movimientos tipo I, II y III deben ser cortos y emplear el codo como centro de rotación
Los movimientos tipo IV y V son los que causan más fatiga ya que al ser 11 más largos en
el tiempo, consumen mayor cantidad de energía y requieren más actividad muscular y una
mayor cantidad de acomodaciones visuales.
Debe evitarse en todo momento la abducción del hombro, es decir, la separación del brazo
respecto al tronco. El abuso en dicho movimiento, principalmente si la abducción oscila
entre los 80º y 100º, provoca una sobrecarga del tendón supraespinoso que puede derivar
en tendinitis.
Para evitar esta situación, la cabeza del paciente debe estar a la altura de los codos del
profesional. Si la cabeza del paciente está muy alta, el operador se ve obligado a extender
los brazos y elevar los codos para alcanzar la boca del paciente, lo que provoca la
abducción de los hombros con su consiguiente fatiga y dolor. Es por ello, que se debe bajar
el respaldo del sillón dental o todo él para evitar dicho problema.
Para la instrumentación de los conductos con limas manuales e incluso para su prensión, el
profesional realiza repetidamente la flexión volada de la muñeca, lo que puede repercutir en
la aparición de fatiga en 12 de dicha zona o incluso del antebrazo. Con las actuales técnicas
de instrumentación mecánica, se ha disminuido ligeramente este problema, lo que supone
una ventaja desde el punto de vista ergonómico.
Los movimientos tipo III, IV y V son extraorales y deben reducirse al mínimo, alcanzar los
instrumentos rotatorios del equipo o un instrumento colocado en la bandeja del sillón dental.
Tanto la bandeja del equipo, como el sistema rotatorio deben estar lo suficientemente
accesibles al profesional para que éste no tenga que separar el brazo del cuerpo al
desempeñar las acciones antes mencionadas.
Es decir, los instrumentos deben estar en lo denominado “espacio ideal de toma”. Si esto no
es así y el instrumental está colocado más lejos, el operador se verá obligado a realizar un
movimiento tipo IV consistente en estirar el brazo para llegar a ese “espacio máximo de
toma”. Finalmente, los movimientos tipo V están totalmente desaconsejados para el
operador y deben estar reservados únicamente al personal auxiliar.
Como se puede notar, en endodoncia predominan los movimientos tipo I, II y III en las
técnicas de trabajo a cuatro manos. Sin embargo, si el tratamiento de conductos se realiza
sin ayuda del auxiliar, deben realizarse muchos movimientos tipo IV y V, especialmente
movimientos que implican la rotación del tronco que son los que consumen una mayor
cantidad de energía y generan más fatiga viéndose incrementado el tiempo de tratamiento y
disminuida la productividad.
Zona Auxiliar: Está comprendida entre las 12 y las 4. Lo normal es que esté situada a las 3.
En esta zona es donde se colocará el auxiliar con orientaciones diferentes, según la forma de
trabajo.
Área de operador: Es la zona comprendida entre las 12 o las 1 y las 7 o las 8. Por este área
es por donde el Odontólogo se mueve y se sitúa para trabajar. Lo normal es que trabaje entre
las 9 y las 12 y, ocasionalmente o de forma esporádica, a la 1 o a las 2,3.
Zona de transferencia: Está comprendida entre las 4 y las 7. Esta zona se encuentra
comprendida entre el mentón y la punta del esternón del paciente. En esta área es donde se
intercambia ( entre el odontólogo y el auxiliar ) el instrumental y el material necesario para el
tratamiento, de tal forma que se eviten los posibles accidentes al caer sobre la cara o los ojos
del paciente cualquier instrumental.