LA IGLESIA.

Introducción:

I. ¿QUÉ ES LA IGLESIA?
 La palabra Iglesia, como la encontramos en el Nuevo Testamento viene del griego ekklesia y
significa asamblea. Esta palabra se deriva a su vez de “ek” (fuera), y “kaleo” (llamar o
convocar).
 Por lo tanto, podemos decir que “ekklesia” significa también “llamar fuera”. Esta palabra
tiene la idea entonces de un grupo de personas separadas o llamadas fuera, de entre la
multitud de personas, para formar una asamblea con identidad propia.
 La palabra Iglesia se usa también en un sentido limitativo, y se refiere a un sólo grupo de
personas que se halla en un lugar específico; por ejemplo, “las iglesias” (Ro. 16:5); “la
Iglesia ... en Corinto” (1 Co. 1:2); “la Iglesia que está en su casa” (Col. 4:15); “la iglesia de
los laodiscences” (Col. 4:16); “la Iglesia en Efeso” (Ap. 2:1). Estas iglesias eran grupos de
cristianos que se reunían en una localidad específica y son llamadas Iglesias porque en verdad
lo eran; son, por lo tanto, Iglesias Locales. Este es, pues, el concepto Neotestamentario de la
Iglesia. No existe en la Biblia el concepto de una Iglesia Universal o de una Iglesia Invisible.
 Podemos ver que el concepto que encontramos vertido y definido en todas las páginas del
Nuevo Testamento es el de la Iglesia Local.
La Iglesia es el conjunto de creyentes regenerados por su fe en Cristo, bautizados por
inmersión, quienes se reúnen en un lugar con el propósito de adorar a Dios, predicar el
evangelio al mundo perdido, edificar a los creyentes bajo la doctrina apostólica y celebrar las
dos ordenanzas que dejó el Señor. La Iglesia se somete a la autoridad suprema de Cristo,
teniendo a la Biblia como única norma de fe y práctica, y cuyos oficiales son Pastores y
Diáconos.

II. ¿CÓMO COMENZÓ LA IGLESIA?

A. Su fundador: Jesucristo.
 El mismo Señor Jesucristo fundó la Iglesia antes de ascender a los cielos (Mt. 16:16-18).
 La fundó sobre sí mismo, pues Él es el fundamento (1 Co. 3:11; Ef. 2:20).
 La Iglesia que Jesucristo fundó no fue una Iglesia Universal o invisible, sino una asamblea
local de creyentes. Él hizo referencia a ella en Mateo 18:17 cuando dijo “… dilo a la
Iglesia ...”. Aquí, Jesús estaba enseñando acerca de lo que un cristiano debería hacer
cuando otro se rehusa arreglar una ofensa; el último paso es decirlo a la Iglesia, para que la
Iglesia (conjunto de creyentes) le hable; esto no es posible hacerlo con una Iglesia
universal o invisible, sino con una Iglesia Local.

B. Sus inicios.
La Iglesia comenzó a formarse después de la declaración de Cristo en Mateo 16:16-18, y ya estaba
formada antes de que Cristo ascendiera a los cielos, por lo tanto, antes del día de Pentecostés
(Hch. 1:13-15; 2:1). Lo sabemos debido a tres razones fundamentales:
 ● En Mateo 18:17 Jesucristo ya menciona a la Iglesia como existente.
● En Hechos 2:41 vemos que aquellos que creyeron en Cristo y se bautizaron con motivo de la
predicación del día de Pentecostés, se “añadieron aquel día”; pero, ¿a qué se añadieron? No
se puede añadir alguien a algo que no existe previamente; por lo tanto, la respuesta lógica es
que los que creyeron y se bautizaron en el día de Pentecostés se añadieron a la Iglesia que
previamente ya existía en Jerusalén; esto nos los confirma el vrs. 47 “...Y el Señor añadía
cada día a la Iglesia los que habían de ser salvos.”
● Ya tenían los elementos necesarios para constituir una Iglesia: Tenían el evangelio, eran
bautizados, estaban organizados, tenían a Cristo como cabeza, ya tenían las ordenanzas, ya
tenían la gran comisión, y como asamblea tomaban decisiones (Hch. 1:14-26).

III. ¿CUÁLES SON LOS ELEMENTOS QUE DEFINEN A UNA IGLESIA

NEOTESTAMENTARIA?

A. Sus miembros.
Una Iglesia Neotestamentaria tiene una membresía definida. El concepto membresía surge de la
enseñanza de que la Iglesia es el Cuerpo de Cristo; del cual, cada cristiano bautizado es un
miembro. ¿Cuáles son los requisitos para ser miembros de una Iglesia?
● Ser salvo por la fe en Cristo (Hch. 2:41,47).
B. Ser bautizado en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, como confesión pública
de su fe en Cristo (Hch. 2:41; Mt. 28:19). En los tiempos bíblicos nadie era considerado un
cristiano verdadero a menos que se bautizara. Al hacerlo no sólo obedecía el mandamiento de
Cristo, sino también daba testimonio de una fe genuina en Cristo y sus enseñanzas.
C. Estar de acuerdo con la doctrina apostólica (Hch. 2:42; Ef. 2:20). Cuando los primeros
creyentes se bautizaban, lo hacían también bajo la doctrina; o sea, bajo el conjunto de
enseñanzas que los apóstoles predicaban.

D. La iglesia como el cuerpo de Cristo. Razon por la que les escribio. 1 Corintios 1:1-13
Explicar metafora. No entendian la importancia que tiene cada miembro de la iglesia. Y se
provocaban, condiendas, divisiones envidias, celos.

a. Metafora iglesia como cuerpo. La metafora es una transliteracion, una comparacion. Ej.
Cristo el pan de vida. Es metaforico cuando Cristo dijo: “si tu mano dercha te hace pecar
cortala”

b. Todos como miembros necesitamos ser edificados.y Cristo como cabeza del cuerpo dirige
a la iglesia.

c. Todos los miembros son necesecarios e immportantes para que el cuerpo funcione,
trabaje bien. Cada quien tiene su lugar, su función. 1 Corintios 12:12-27

● No te debes menospreciar como miembro.

● Dios ha colocado a cada miembro en el cuerpo como el quiso.

 ● Vs. 22. Ningun miembro menosprecie a otro.

● Vs. 23. Nos necesitamos los unos a los otros como miembros del cuerpo de
Cristo.

● De aquí nace el respeto hacia los demas miembros del cuerpo Cristo.

d. Cuando un miembro se duele, todo el cuerpo se duele y sufre. Cuando uno se goza
todos se gozan. Debe haber unidad, debe haber gozo, debe haber armonia y avivamiento.

E. Sus ordenanzas.
Una Iglesia Neotestamentaria practica sólo las dos ordenanzas que dejó el Señor Jesús: El
Bautismo y la Cena del Señor.
● El Bautismo es el acto por medio del cual damos testimonio de nuestra salvación por la fe en
Cristo; nos identificamos con su obra redentora, y nos integramos como miembros de la
Iglesia (Mt. 28:19; Hch. 2:41).
● La Cena del Señor es una conmemoración. Un recordatorio de que Cristo murió por nosotros
en la cruz para salvarnos, entregando su cuerpo para morir y vertiendo su sangre para nuestra
redención. Fue instituida por el Señor Jesucristo la noche antes de su crucifixión, y en ella se
usan dos elementos que sólo son simbólicos: El pan, (que representa el cuerpo de Cristo), y el
vino, (que representa la sangre de Cristo).

F. Sus Oficiales.
Son sólo dos los oficiales o puestos de responsabilidad específicos, dados por Dios en la Iglesia:
Los Pastores y los Diáconos.
● Pastores. Son aquellos hombres llamados por Dios y capacitados por el Espíritu Santo para
edificar a la Iglesia, alimentando, dirigiendo, protegiendo y restaurando al rebaño (los
miembros de la Iglesia). Se usan tres nombres en la Biblia para designarlos, dichos nombres
también describen su función en la Iglesia:
Pastor; porque apacienta (da de comer) y cuida al rebaño.
Anciano, Elder, por su autoridad y sabiduría para dirigir la Iglesia y velar por la sana
doctrina.
Obispo, porque supervisa y administra la obra de Dios (He. 13:7,17; 1 Pe. 5:1-5; Hch.
20:28).
Como podemos ver, la obra del Pastor se desarrolla en el área espiritual, teniendo
como prioridades la predicación y enseñanza de la Palabra de Dios a la Iglesia, así
como, la oración (He. 13:7,17; Hch. 6:4). No cualquiera puede ser Pastor de una
Iglesia, por esto, la Biblia nos define claramente en 1 Timoteo 3:1-7 y Tito 1:5-9 el
perfil moral y espiritual de aquellos que pueden ser considerados Pastores. Dios llama
personalmente a quienes harán esta labor tan especial.
Diáconos. La palabra diácono viene del griego y significa servidor o ministro. Un
diácono es un servidor. Es uno de los dos oficiales que la Iglesia debe tener (1 Ti. 3:8;
Fil. 1:1). Los diáconos, como lo vemos en la Palabra de Dios se encargan del cuidado
 material de la obra de Dios (Hch. 6:1-3). Son servidores, como también lo son los
pastores; sin embargo, su área de trabajo es el área material.

G. Sus propósitos.
 La Iglesia fue creada por Dios para cumplir con los propósitos divinos. Si una Iglesia ha de
crecer y permanecer a través de los años, si será de bendición a muchos y de influencia
positiva a la comunidad, será porque cada miembro de la misma, comenzando con los
Pastores, buscarán cumplir la misión que Dios le ha asignado en este mundo.

La Misión de la Iglesia en este mundo está determinada por los siguientes propósitos:

1. Adorar a Dios y glorificarlo (Ef. 1:4-6; 3:20-21).

La Iglesia existe para adorar y glorificar a Dios. Todo lo que la Iglesia hace debe apuntar hacia
este objetivo supremo. De hecho, el objetivo de glorificar a Dios debe dirigir todos los actos
del cristiano (2 Ts. 1:11-12; 1 Pe. 4:11).

2. Dar testimonio al mundo por medio de la predicación del evangelio (Mt. 28:19; Mr.
16:15; Hch. 5:42; Fil. 1:27-28).
La predicación del evangelio es una prioridad para la Iglesia. El deseo del Señor es que todos
los hombres sean salvos (2 Pe. 3:9).
El mandato del Señor Jesucristo fue claro: Predicar el evangelio a toda criatura, esto lo hace la
Iglesia a través de dos importantes labores, las cuales, vemos reflejadas en el mandato de
Cristo y en la labor de las primeras Iglesias, esto es, la Obra Evangelística y la Obra
Misionera.
● La Obra Evangelística. El ministerio evangelístico de la Iglesia consiste en dar a conocer
el evangelio al mundo (Hch. 1:8). Cada miembro de la Iglesia tiene el encargo divino de
comunicar el evangelio a quienes le rodean, por amor y obediencia.
El trabajo de evangelismo de la Iglesia jamás debe detenerse debido a que el mandato de
Dios es urgente y permanente. Además, hay multitudes que no han escuchado el mensaje
de salvación. Por otro lado, el crecimiento y permanencia futura de la Iglesia depende de la
labor evangelística. Alguien dijo: "Si no crecemos, perecemos", y es verdad, Dios quiere
que todos los hombres sean salvos y la Iglesia también lo debe buscar.
 Y eso es precisamente, lo que Satanás quiere lograr; hacer que estemos tan ocupados,
peleando unos con otros que nos olvidemos que hay miles de almas a nuestro alrededor que
pasarán a la eternidad sin Cristo.

● La Obra Misionera. Esta actividad eclesiástica consiste en enviar misioneros (gente

llamada por Dios y capacitada para hacer este trabajo) a otro lugar (de la ciudad, de la
región, del país o del mundo) para abrir nuevas Iglesias (Hch. 13:1-4).
● Dios llama a gente de la Iglesia para hacer esta labor. Gente, a la cual, Dios capacita por
medio de la misma Iglesia. La Iglesia les envía, dándoles apoyo espiritual con
oraciones, y apoyo económico suficiente para que puedan hacer su labor sin
preocupaciones materiales.
 El fin de una Iglesia no es convertirse en la más grande o en la más antigua; su fin es dar a
luz nuevas Iglesias.

3. Edificar a los creyentes para que éstos lleguen a la plenitud de Cristo (Ef. 4:11-16).
● La meta máxima del creyente es, ser como Cristo; y esto, es lo que Dios quiere hacer en
nuestras vidas. Él no sólo quiere salvarnos, también quiere cambiarnos para que
lleguemos a ser “… conformes a la imagen de su Hijo” (Ro. 8:29). Dios quiere formar
el carácter de Cristo en nosotros, y se vale de la Iglesia para ello.

● La Obra de Edificación de los creyentes. Es el área de actividad más diversa en la Iglesia.

El trabajo de edificación, tiene que ver con llevar al crecimiento espiritual a cada miembro
de la Iglesia, valiéndose de la predicación y la enseñanza de la Biblia. Es aquí donde los
Pastores tienen un papel predominante.
Esto se logra enseñando a los cristianos las doctrinas bíblicas (previniéndolos así de las
falsas enseñanzas), e instruyéndolos en los principios de la vida espiritual para la
formación de un carácter cristiano; capacitando a los creyentes para hacer la obra del
ministerio, y conduciéndolos a ser como Cristo. A esta labor se le llama: El hacer
discípulos.
Pero, además, hay cristianos llamados a ejercer un ministerio de enseñanza y/o
predicación, a quienes los pastores capacitan para hacer esta labor (2 Ti. 2:2). (Ef. 4:15-16;
Ro. 12:4-8).
IV. EL COMPROMISO.
 Comprometase con Dios y sus hermanos en Cristo, a apoyar decididamente el ministerio de
nuestra Iglesia para cumplir la misión de la misma.
 Sólo con el compromiso de amor y obediencia de cada miembro de nuestra Iglesia lograremos
ser de bendición a nuestra ciudad, a nuestro país y a nuestro mundo, además de que
permaneceremos a través de los años como la Columna y Baluarte de la Verdad en medio de
un mundo de confusión y maldad siendo luz a las nuevas generaciones.