Qué Es El Autocuidado
Qué Es El Autocuidado
Qué Es El Autocuidado
¿Qué NO es el autocuidado?
No es algo que nos obliguemos a hacer, o algo que disfrutemos.
Autocuidado es algo que nos recarga, en lugar de quitarnos.
Tampoco es un acto egoísta.
No se trata de cuidar la proyección que las personas o la sociedad tienen
sobre nosotros.
No se trata de perder los 50 kilos de más para lucir como un modelo, o de
estirarse como una serpiente para hacer una postura de yoga extrema.
Se trata de hacer lo que se siente bien para Mí. Con el cuerpo, la mente, el
corazón y el alma que YO tengo.
Fundamentalmente
Tipos de autocuidado
Una de las principales excusas que nos presentamos para ignorar el
autocuidado es que simplemente no tenemos tiempo.
La buena noticia es que hay muchas cosas que podemos hacer por
nosotros, y ninguna de ellas es especialmente difícil o requiere mucha
planificación.
El truco es encontrar algo que realmente disfrutemos y que se ajuste a
nuestra vida y valores.
1. Autocuidado Emocional
Cuando se trata de nuestra salud emocional, uno de los mejores consejos es
asegurarte de que estamos conectados completamente con nuestras
emociones.
Podemos sentir la tentación de rechazar sentimientos como la tristeza o la
ira, pero es saludable sentirlos, aceptarlos y seguir adelante.
Recuerde que las emociones no son «buenas» o «malas». No eres culpable
por las emociones que sientes; solo cómo te comportas en respuesta a ellas.
Ideas de autocuidado emocional
Mantener un diario y ser totalmente honesto acerca de tus
sentimientos.
Darse tiempo para reflexionar y reconocer lo que realmente no está
funcionando.
Consultar a un terapeuta o doctor cuando sintamos que no podemos
solucionar nuestros problemas solos.
Tomarse el tiempo para estar con un amigo o familiar que realmente
nos entienda.
Aceptar las emociones sin juzgarlas.
Meditar.
Reír, viendo una película o videos.
Permitirse llorar.
Encuentra canales para expresar tus sentimientos: pintar, bailar,
escribir
2. Autocuidado físico
El auto cuidado físico se trata de atender a nuestro cuerpo físico y nuestra
salud.
La actividad física es vital no solo para nuestro bienestar corporal, sino
también para ayudarnos a desahogarnos y a liberar el estrés.
Cocinar una comida nutritiva.
Ir a la cama un poco más temprano.
Prepararse para la mañana desde la noche anterior para que puedas
dormir un poco más.
Hacer yoga. Incluso si nunca lo has probado, hay posturas que son
perfectas para los principiantes.
Unirse a una clase y aprender un nuevo deporte.
¡Ir a correr con tu perro (o el de un amigo)!
Simplemente dar una caminata.
3. Autocuidado intelectual
El autocuidado intelectual consiste en ejercitar nuestra mente, estimular el
pensamiento crítico y la creatividad.
Leer un libro.
Hacer un rompecabezas o crucigrama.
Ser creativos: Escribir, dibujar o tocar un instrumento musical.
Mezclar la rutina: tomar una ruta diferente para ir al trabajo, ir a un
nuevo restaurante o tienda, o terminar nuestra lista de tareas pendientes
en un orden diferente.
Comenzar un proyecto que use las manos como tejido, costura o
manualidades.
Aprende a hacer algo nuevo, como usar un programa de computador
o tomar mejores fotos.
Escuchar un podcast educativo sobre algo nuevo para ti.
4. Autocuidado espiritual
El autocuidado espiritual consiste en conectar con tus valores y lo que
realmente te importa. Se relaciona con quién eres en tu interior.
Mantener una práctica diaria de meditación o atención plena.
Asistir a un servicio, ya sea religioso o humanístico.
Pasar tiempo en la naturaleza y reflexionar sobre la belleza que te
rodea.
Llevar un diario de gratitud.
Decir afirmaciones que fundamenten el sentido de sí mismo y
propósito.
Hacer un viaje con el único propósito de fotografiar cosas que te
inspiren.
5. Autocuidado Social
La conexión con otras personas es necesaria para nuestra felicidad.
Nos ayuda a entender que no estamos solos.
No se trata solo de hacer cosas con otros por el simple hecho de hacerlo,
sino de elegir hacer cosas con personas que realmente nos hacen sentir
bien.
Hacer una cita para almorzar o cenar con un gran amigo.
Escribir un correo electrónico a alguien que viva lejos, pero a quien
extrañas.
Unirse a un grupo de personas que comparten tus intereses.
Dejar de socializar con aquellos que no te hacen bien.
Iniciar una conversación con alguien interesante.
Inscribirse en una clase para aprender algo y conocer gente nueva al
mismo tiempo.
Llamar a un amigo.
Salir solo para estar alrededor de la gente. ¡La energía puede ser
contagiosa!