Diferencias de Los Merengues
Diferencias de Los Merengues
Diferencias de Los Merengues
MERENGUE SUIZO:
El merengue suizo consiste en batir claras de huevo "cocidas" con azúcar al baño María. Como
resultado, el merengue suizo tiene mucho menos volumen que el merengue francés, pero es más
suave y sedoso. El merengue suizo es ideal para decorar, ya que mantiene bien su forma, e
incorporar con otras mezclas o ingredientes, ya que también conserva su volumen. Este también
se puede convertir en una crema de mantequilla de merengue suizo suave como la seda.
MERENGUE ITALIANO:
El merengue italiano es el más estable y denso de los tres, con una textura satinada, popular como
cobertura para tartas o pasteles. Consiste en preparar un jarabe de azúcar (almíbar de azúcar y
agua) y agregarlo lentamente a las claras de huevo batidas, con la batidora en funcionamiento,
hasta que se formen picos rígidos y brillantes y el merengue se sienta frío al tacto.
El merengue italiano se utiliza para muchas recetas más complejas como macarrones, mousses o
suflés. Su estabilidad y textura suave lo hacen ideal para cremas de mantequilla y mousses de
clara de huevo. También es popular en la parte superior de las tartas de merengue de limón,
cuando el merengue se puede dorar en el horno o con un soplete.
MERENGUE FRANCÉS:
El merengue francés es el más clásico y el más simple de los tres. Requiere batir las claras de
huevo a picos suaves, luego batir con azúcar a picos rígidos. Aunque es fácil de hacer, el resultado
final es menos suave. Si nos piden merengue francés para galletas, suspiros, pavlovas o islas
flotantes, es conveniente aconsejar hacer un merengue italiano o suizo.
Leer bien la lista de ingredientes y asegurarnos que tenemos todo a mano, que sus fechas de
vigencia se encuentren lejos de expiración dado que estas materias primas son mucho más
susceptibles a daños por condiciones externas del medio ambiente.
Leer bien las instrucciones desde el principio hasta el final para entenderlas perfectamente. Si hay
dudas, hay que aclararlas antes de empezar a elaborar la receta.