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Zacarías

Zacarías fue un profeta judío que predicó en Jerusalén poco después del regreso del exilio en Babilonia, motivando al pueblo a completar la reconstrucción del templo. Sus visiones proféticas ofrecían esperanza y ánimo a los judíos, y también predecían la venida del Mesías y la gloria futura de Jerusalén. El libro de Zacarías contiene tanto mensajes para su época como profecías mesiánicas de largo alcance.
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Zacarías

Zacarías fue un profeta judío que predicó en Jerusalén poco después del regreso del exilio en Babilonia, motivando al pueblo a completar la reconstrucción del templo. Sus visiones proféticas ofrecían esperanza y ánimo a los judíos, y también predecían la venida del Mesías y la gloria futura de Jerusalén. El libro de Zacarías contiene tanto mensajes para su época como profecías mesiánicas de largo alcance.
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Zacarías

El profeta Zacarías era hijo de Baraquías. Es uno de los doce


profetas llamados menores; fue el segundo en escribir luego del
exilio. su libro es el penúltimo de los libros proféticos del Canon de
libros inspirados del Antiguo Testamento.

SIGNIICADO DEL NOMBRE “El Señor (Jehová) recuerda”

AUTOR DEL LIBRO Zacarías 1:1 identifica al autor del Libro de Zacarías como el
Profeta Zacarías.

DESTINATARIOS Aquellos judíos que habían vuelto del destierro


junto con Zorobabel y Josué tras el edicto de Ciro Rey de Persia. Los
mismos a los que predicó Hageo para que retomasen la obra del
Templo.

De manera particular también hay mensajes para el gobernador


Zorobabel y el Sumo Sacerdote Josué.

¿DE DÓNDE FUE ESCRITO? En Jerusalén

FECHA Zacarías proclamó su primera profecía (1:1) dos meses


después del primer mensaje de Hageo, en el segundo año de Darío
I (533-485 a.C.), es decir, en el 521/520 a.C. Hallamos otros datos
en el capítulo 7:1, donde se menciona el cuarto año del rey Darío
(519/518). Es probable que Zacarías haya escrito la segunda parte
del libro (capítulos 9 al 14), cuya fecha de escritura se desconoce,
aproximadamente en 480 a.C. Se cree que luego fue asesinado por
sus propios compatriotas (ver punto 3 Peculiaridades).

AÑO EN QUE VIVIO 501 450 a.C, vivió en Jerusalén poco


después del regreso de los judíos de su exilio en Babilonia.  estuvo
entre aquellos que regresaron a Judá en el 538-537 a. C
AÑO EN QUE PROFETIZO Profeta bíblico que desplegó su
actividad profética hacia los años 520 - 470 a.C.

FUE CONTEMPORÁNEO Zacarías fue contemporáneo de  Esdras


y Hageo

ESTRUCTURA DE ZACARÍAS Contiene: 14 capítulos, 211 versículos

Tema la motivación es el tema central del libro – principalmente


para completar la reconstrucción del templo. contiene descripciones
de visiones concerniente a la reconstrucción de Jerusalén y el
templo, el recogimiento del Israel esparcido, y el triunfo de Israel
sobre sus enemigos. El libro termina con profecías del ministerio
mortal del Salvador y Su regreso final en gloria.

OCASIÓN Y PROPÓSITO

La ocasión es la misma que la del libro de Hageo (ver Historia,


Fechas). El propósito principal de Zacarías (y Hageo) fue el de
reprochar al pueblo de Judá, motivarlos y fomentarlos a completar
la reconstrucción del templo (Zacarías 4:8-10; Hageo 1-2), aunque
ambos profetas estaban claramente interesados en la renovación
espiritual también. Adicionalmente, el propósito de las ocho visiones
nocturnas (1:7 – 6:8) se explica en 1:3,5-6: El Señor dijo que, si
Judá hubiera regresado a él, él habría regresado a ellos. Además,
su palabra continuaría cumpliéndose.

Versículo Clave: 6:12, 13 

CARACTERÍSTICAS PARTICULARES: Este libro es el más


apocalíptico y mesiánico de todos los profetas menores. 
DIVISIÓN DEL LIBRO El libro de Zacarías reúne dos obras
distintas escritas por diferentes autores. La primera parte del texto
ocurre entre el segundo y cuarto año del reinado de Darío en
Babilonia (520 y 522 a.C.). Y la segunda hacia finales del reinado
de Darío o al inicio del de Jerjes (485 a.C.).

Primer Zacarías (Zac 1-8). Los israelitas al regresar del destierro en


Babilonia (536 a.C.) al llegar a Jerusalén encuentran en Templo
abandonado y las murallas destruidas. Reconstruir la ciudad y
reedificar el Templo exige la conversión y la renovación en la fe. Se
requiere también recuperar la identidad nacional que se ha perdido
en el exilio.

Zacarías utiliza un lenguaje apocalíptico lleno de visiones y


oráculos.

Jerusalén es la ciudad nueva donde el Señor se va a manifestar al


pueblo de Israel y a través de él a todos los pueblos de la tierra. Del
capítulo 1 al 6 se presentan ocho visiones:

Primera: Los jinetes (Zac 1, 7-17). Judá se encuentra en una


situación penosa. Al ángel que intercede por Jerusalén el Señor
responde prometiendo una inmediata reconstrucción de la ciudad y
del templo.

Segunda: Los cuernos y los herreros (Zac 2, 1-4). El profeta


anuncia que en adelante no habrá más opresión y que será la
presencia del Señor y no las murallas lo que defenderán a
Jerusalén.

Tercera: La cuerda para medir (Zac 2, 5-17). Al igual que la anterior


el profeta anuncia que en adelante no habrá más opresión y que
será la presencia del Señor y no las murallas lo que defenderá a
Jerusalén. Se transmite un mensaje consolador en tono de alegría.

Cuarta: Investidura del sumo sacerdote (Zac 3, 1-10). Tiene como


protagonista a dos personajes importantes de los primeros años del
regreso del exilio: Josué y Zorobabel.

Quinta: El candelabro y los dos olivos (Zac 4, 1-14). Son dos


mesías, uno sacerdotal y el otro laico que simbolizan la perfecta
armonía entre el poder civil y religioso.

Sexta: El libro (Zac 5, 1-4). El contenido de esta visión significa que


el pecado y la maldad van a ser extirpados de Judá.

Séptima: El tonel (Zac 5, 5-11). Igual que la anterior el contenido de


esta visión significa que el pecado y la maldad van a ser extirpados
de Judá.

Octava: Los carros (Zac 6, 1-15). Se señala el poder de Dios que se


simboliza por cuatro carros y sus respectivos caballos. Su fuerza se
ejerce contra Babilonia. Se evoca la restauración de la dinastía
davídica mediante una acción simbólica (6,11-12) que recuerda a
los protagonistas de la tercera y cuarta visión.

El profeta con estas ocho visiones pretende infundir ánimo al pueblo


que acaba de regresar del destierro y tiene que hacer frente a
nuevas y difíciles condiciones.

En los capítulos 7 y 8 se ofrecen una serie de oráculos. Hay un


oráculo de restauración con los que el profeta se inserta en la
corriente profética de crítica al culto y las prácticas religiosas
puramente externas sin conexión con la vida (Zac 7, 1-14). En otros
diez oráculos se subraya la nueva actitud del Señor dispuesto a
tratar bien a Jerusalén y a Judá (8, 1-23)

Segundo Zacarías (Zac 9-14). Las acciones se sitúan a finales del


siglo IV a.C. y principios del III a.C. El tema central es la descripción
de la apropiación del Mesías, que se presenta como un rey y
también como un pastor y un siervo del Señor.

El texto se divide en dos partes. La primera: Israel entre las


naciones (9-11). Se anuncia la llegada de un nuevo pastor -el rey
mesías- encargado de llevar a cabo el proyecto divino de salvar
definitivamente a Israel. Los jefes y responsables del pueblo,
descritos como pastores necios y egoístas, siguen haciendo difícil la
realización del proyecto de Dios.

La segunda: Salvación y gloria de Jerusalén (12-14). El profeta


pone en boca del Señor el anuncio de la restauración definitiva de
Jerusalén. En un futuro las naciones no podrán hacer nada en
contra de ella. El pueblo recibirá un espíritu nuevo y pactará con
Dios una nueva alianza y quedará definitivamente establecido el
reino exclusivo de Dios.

Contexto Histórico de Zacarías

    El contexto histórico de Zacarías es el mismo del de


su contemporáneo, Hageo. En el 538 a.C., Ciro el persa liberó a los
cautivos de Israel para restablecer su tierra (Esd 1:1-4) y alrededor
de cincuenta mil regresaron de Babilonia. Ellos inmediatamente
comenzaron a reedificar el templo (Esd 3:1-4:5), pero la oposición
de vecinos, seguida por indiferencia desde dentro, hizo que la obra
fuera abandonada (Esd 4:24). Dieciséis años más tarde (Esd 5:1,
2), Zacarías y Hageo fueron comisionados por el Señor para
motivar al pueblo a reconstruir el templo. Como resultado, el templo
fue terminado cuatro años más tarde 516 a.C. (Esd 6:15).  

CONDICIONES POLÍTICA, SOCIAL, ECONÓMICA, RELIGIOSA

Políticas- social: Poco después de la caída de Babilonia, Ciro rey de


Persia, firmó un decreto, revirtiendo la política de desarraigar de su
hogar a los pueblos. Ciro favoreció al pueblo judío y a otros pueblos
cautivos con una proclamación en que se les permitía volver a su
tierra natal.

Los judíos vuelven con mucho optimismo y alegría y comenzaron la


tremenda tarea de la reconstrucción del país. Erigieron el altar y
reconstruyeron el culto de Jerusalén. Pero el optimismo pronto dio
paso al desaliento; los pobladores que estaban mezclados, como los
samaritanos veían a los judíos como vecinos hostiles y fueron
víctima de odios, lo que causo el abandono de la reconstrucción del
templo por un tiempo. Es hasta el reinado de Darío (520 a. C.) que
los judíos tuvieron las condiciones de renovar sus esfuerzos.

APLICACIÓN PRÁCTICA: Dios espera hoy de nosotros una


adoración sincera y una vida moral. El ejemplo de Zacarías de
llegar a romper con los prejuicios nacionalistas, nos recuerda que
debemos alcanzar a todas las áreas de nuestra sociedad. Debemos
extender la invitación de la salvación de Dios a gente de todas las
nacionalidades, lenguas, razas, y culturas. La salvación solo es
posible a través del derramamiento de la sangre de Jesucristo en la
cruz, quien murió en nuestro lugar para expiar nuestros pecados.
Pero si rechazamos ese sacrificio, ya no hay otro sacrificio a través
del cual podamos ser reconciliados con Dios. “Porque no hay otro
nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser
salvos” (Hechos 4:12). No hay tiempo que perder; “he aquí ahora el
día de salvación” (2 Corintios 6:2).

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