Cuento
Cuento
Cuento
Viendo a sus hombres cada vez más débiles, Barbalechuga decidió preparar
él mismo algo de comer para todos usando sus verduras y legumbres.
Cuando los piratas se encontraron con aquel festín, ni se lo pensaron. En un
abrir y cerrar de ojos se lo comieron todo.
A los pocos días volvió el viento y pudieron navegar, por lo que emprendieron
viaje al puerto más cercano para reponer víveres.
Los piratas se miraron los unos a los otros, extrañados. Después de unos
segundos, se echaron a reír y dijeron:
- ¡Más tofu!
Y así fue como los piratas del capitán Barbalechuga empezaron a comer de
todo. Y, aunque no le quitaron el mote a su capitán, dejaron de burlarse de
él.
De la comida robada nunca se supo nada, aunque hay quien piensa que fue
el propio capitán quien la escondió, cansado de burlas sobre su forma de
comer, para darles una lección. Pero eso, solo son rumores.