Carbohidratosy Proteina
Carbohidratosy Proteina
Carbohidratosy Proteina
Los carbohidratos, hidratos de carbono, azúcares o glúcidos constituyen una parte fundamental de
la alimentación humana. Aunque su función principal es la de ser un excelente combustible
metabólico, otras características les hacen ser especialmente valiosos:
Monosacáridos
Son los hidratos de carbono más sencillos, poseyendo una sola unidad de cetona o aldehído en la
estructura global polialcohólica. Entre ellos podemos distinguir:
Oligosacáridos
Estos carbohidratos están formados por cadenas cortas de monosacáridos (hasta unos 10
monosacáridos). Dentro de este grupo los más importantes son los disacáridos (resultado de la
unión de dos monosacáridos):
Sacarosa, el azúcar de caña y de la remolacha azucarera, está formada por una molécula
de glucosa y otra de fructosa. También se encuentra en menor proporción en las frutas y
algunas raíces (zanahoria).
Lactosa, azúcar de la leche, formada por una molécula de glucosa y otra molécula de
galactosa. En los derivados lácteos se encuentra en menor proporción que en la leche.
Maltosa. formada por dos moléculas de glucosa, se la conoce con el nombre de azúcar de
malta y se obtiene del hidrólisis industrial del almidón.
Otros oligosacáridos importantes son las dextrinas límite, denominadas maltodextrinas, que se
obtienen industrialmente a partir del almidón y son oligosacáridos formados por moléculas de
glucosa. Se utilizan mucho en fórmulas lácteas infantiles y fórmulas enterales.
Polisacáridos
Los polisacáridos son carbohidratos que están formados por cadenas largas de monosacáridos.
Desde el punto de vista nutricional pueden dividirse en dos grandes grupos:
Almidón: es de origen vegetal y está formado por muchas moléculas de glucosa unidas
entre sí. Es el hidrato de carbono más abundante de nuestra dieta, encontrándose en
cereales y productos elaborados con éstos (pan, pastas y bollería). También se localiza en
raíces y tubérculos (mandioca y patata).
Glucógeno: es de origen animal (es la reserva de carbohidratos en animales). La ostra y
especialmente el mejillón son ricos en este polisacárido, aunque se pierde durante el
proceso de almacenamiento y cocinado con lo que su valor nutricional se anula.
Digestion
La digestión de los carbohidratos tiene lugar a lo largo del tubo digestivo, de manera secuencial,
por la acción de diferentes enzimas digestivos. Comienza la amilasa salivar en la boca y termina en
el intestino delgado por la acción de enzimas como la dextrinasa, maltasa, sacarasa, lactasa, etc. El
proceso de ruptura del almidón se inicia en la boca por la acción de la amilasa salivar, que sigue
actuando en el estómago hasta que se inhibe, En el intestino delgado sigue el proceso por acción
de la amilasa pancreática, obteniéndose en este proceso de ruptura dextrinas y maltosa. Estos
compuestos de la degradación del almidón junto con otros disacáridos presentes en los alimentos
como la sacarosa y lactosa son degradados en el intestino delgado por dextrinasa, sacarasa,
lactasa, maltasa, etc.
Los carbohidratos se pueden clasificar en función del tiempo necesario para su digestión y
asimilación en lentos y rápidos. En el grupo de hidratos de carbono de absorción lenta se sitúan los
polisacáridos (almidón, glucógeno), ya que su proceso de digestión es complicado y por tanto
lento, lo que permite una absorción gradual de la glucosa que se produce durante su digestión. En
el grupo de carbohidratos de absorción rápida encontramos los azúcares simples (glucosa,
sacarosa) cuya digestión y absorción es más sencilla, por lo que rápidamente pueden distribuirse
por la sangre a los diferentes tejidos.
Las fuentes de carbohidratos Para el organismo son magníficas fuentes de carbohidratos los
cereales, las legumbres, la leche (lactosa), la fruta (fructosa), las verduras y los dulces (sacarosa),
tal como se explica en el próximo capítulo.
Legumbres 49
Frutas 1,3-21
Las proteínas
Las proteínas Las proteínas son macromoléculas cuya secuencia se compone de los diferentes
aminoácidos unidos entre sí mediante enlaces peptídicos. Su complejidad se evidencia si
consideramos que una proteína relativamente pequeña compuesta de unas 500 unidades de
aminoácidos posee más de 10.000 átomos que dan lugar a una inmensidad de posibles estructuras
tridimensionales de las cuales normalmente solo una es la biológicamente activa. La función de
cada proteína guarda una estrecha relación con su estructura.
Funciones biológicas de las proteínas. Las proteínas desempeñan un ingente número de
importantísimas funciones en el organismo. De ahí su necesidad y que se utilicen como
reserva energética únicamente en los casos en que es necesario. Señalemos algunas de
esas funciones:
– Estructurales, en ciertas estructuras corporales como el tejido conjuntivo: colágeno,
queratina.
– Enzimáticas, catalizando prácticamente todas las transformaciones biológicas.
– Transportadoras: a) de iones y metabolitos a través de las membranas celulares, b) de
metabolitos, entre diversos órganos y tejidos.
– Contráctiles, como la actina y miosina musculares.
– Defensivas, contra infecciones y moléculas patógenas. Es el caso de inmunoglobulinas o
las proteínas del sistema complemento sanguíneas.
– Hormonales, como la insulina y el glucagón. – Receptoras, uniéndose específicamente a
hormonas y factores concretos para recibir y transmitir señales desde el exterior hasta el
interior celular.
– De reserva energética, como la lacto albúmina de la leche.
– Cromosómicas, reguladoras del empaquetamiento y funciones del material genético,
como sucede con las histonas.
– Factores tróficos, con funciones específicas relacionadas con el desarrollo.
– Factores de transcripción que regulan la expresión específica de nuestros aproximados
30.000 genes en cada órgano y tejido. Su acción programada es responsable tanto del
desarrollo embrionario, de la diferenciación de las diferentes funciones y de que en cada
tejido u órgano se expresen los genes convenientes.
Requerimientos de proteínas
Los requerimientos de proteínas son de gran importancia durante el proceso de crecimiento, ya que
forman un gran número de estructuras por lo que las necesidades serán mucho mayores que en
otras situaciones. Así, desde el punto de vista del aporte proteico, las personas en fases de
crecimiento son vulnerables, principalmente en las siguientes circunstancias: