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Dülmen, Richard Van (2016)

El descubrimiento del individuo 1500-1800
Traducción de Jesús Alborés
Madrid: Siglo xxi de España Editores, 174 p.
ISBN 978-84-323-1790-3

En 1855, un periodista estadounidense de de cambios que quedan englobados dentro

aspecto anodino publicó su primer poema- del concepto de individualización, así como
rio, Leaves of Grass, que pasaría a ser la sus manifestaciones culturales y sus com-
obra de su vida. En el más largo de sus plejas relaciones con las instituciones, ya
poemas —Song of Myself—, este neoyorki- sean de la Iglesia o del Estado moderno en
no situó en el centro de sus versos al indi- expansión. Para abarcar un fenómeno tan
viduo y a su conciencia, definidos como un poliédrico, Van Dülmen se sirve de un
auténtico cosmos. A medida que su libro amplísimo despliegue bibliográfico, que le
era ampliado con cada edición y que las permite no solamente limitarse a su espe-
canas empezaron a llenar su barba, Walter cialidad, la antropología histórica, sino tam-
Whitman, Jr., una persona cualquiera en la bién entrar en el campo de la historia de las
que convergía el universo entero, empezó mentalidades, de la crítica literaria o en el
a convertirse en el universal Walt. A lo estudio de la Iglesia y del derecho moder-
largo de la segunda mitad del siglo xix, no. Gracias a este tour de force intelectual,
Whitman retrató el triunfo del individuo, el autor intenta superar las pocas explica-
capaz de liberar al verso de la rígida métri- ciones anteriores del proceso de individua-
ca occidental y de albergar un mundo ente- lización, que considera simplistas. Los
ro en su interior; esta imagen supone, precedentes historiográficos que cita se
quizás, la cristalización más perfecta del limitan a las tesis de Jacob Burkhardt
proceso de individualización, que sentaría (1818-1897) y a las de Ernst Troeltsch
las bases de la cosmovisión occidental (1865-1923), dos autores cuyas fechas de
contemporánea, sustituyendo al colecti­ nacimiento son significativamente distan-
vismo de la sociedad medieval. A lo largo tes de la publicación original de El descubri-
de los siglos xvi, xvii y xviii, la erosión de miento del individuo. Van Dülmen rechaza
esta mentalidad permitiría el desarrollo y los planteamientos de Burckhardt, que atri-
la proliferación de una «conciencia indivi- buyen en su totalidad el desarrollo de la
dual», que se consolidaría con el inicio de individualidad moderna al efecto del Rena-
la filtración del pensamiento ilustrado en la cimiento. Ya en 1913, esta idea había sido
sociedad europea, ya a las puertas del siglo tildada de reduccionista por Troeltsch,
xix. A pesar de que, tradicionalmente, este quien también dio valor a las aportaciones de
proceso ha sido considerado como uno de «la Antigüedad Tardía y el cristianismo»
los factores centrales en el camino hacia la (p. 17). La base de la crítica de Troeltsch,
modernidad, los estudios en profundidad uno de los pilares sobre los que Van Dül-
sobre el nacimiento de la individualidad men sustenta su obra, ha seguido vigente
han sido escasos. Este es el vacío que Ri- durante todo un siglo, pero en cerca de
­chard Van Dülmen (1937-2004) intentó ochenta años no se había elaborado ningún
cubrir con El descubrimiento del individuo estudio completo y coherente que tratara
1500-1800, publicado en castellano casi de profundizar en ella, menos aún teniendo
veinte años después de su primera edición en cuenta aspectos como la fuerte diversi-
en alemán. dad territorial y social del proceso, que se
En su obra, Van Dülmen es capaz de extendió por vastos sectores de la pobla-
plasmar la densidad de la intrincada red ción, no limitándose a la pujante burguesía
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o a la aristocracia dominante. Para superar el recogimiento y la meditación, activida-

este vacío, el autor —‌e specializado en des vinculadas a la vida monástica. Elimi-
antropología histórica y en historia de las nando la mediación de los sacerdotes entre
mentalidades— intenta dar una visión más Dios y los fieles, la Reforma posibilitó que
amplia del fenómeno, que presenta como este tipo de ejercicios intelectuales se exten-
algo más que el triunfo de una simple idea. dieran por toda la sociedad y que se permi-
Sin remontarse tan atrás en el tiempo tiera el debate en torno a una infinitud de
como Troeltsch, Van Dülmen propone una interpretaciones personales de la Biblia.
cronología (entre los siglos xvi, xvii y No obstante, el tipo de identidad propia
xviii) necesariamente poco concreta para que se estaba creando con el protestantis-
poder enmarcar un proceso tan difícil de mo estaba basado en la relación de proxi-
delimitar por su enorme amplitud, dura- midad entre el hombre y Dios.
ción y, sobre todo, complejidad. Según su La secularización de este proceso,
planteamiento, el inicio de la individuali- según el autor, fue favorecida por el
zación moderna estaría vinculado al pro- aumento del control de la población: aun-
gresivo debilitamiento de las estructuras que pueda parecer una contradicción, las
sociales feudales, explicado a través de conciencias modernas fueron configuradas
cuatro grandes factores: la fragmentación por instituciones que intentaban garantizar
del cristianismo y la aparición de ramas la continuación de las tradiciones y la inte-
más subjetivistas, como la de los purita- gración de las personas en los sistemas
nos; el aumento del poder del Estado; el sociales. Progresivamente, este tipo de
establecimiento de los primeros derechos mensajes fueron adoptando una mayor
individuales, y, por último, la extensión de atención hacia el individuo, hecho visible
la educación y la gradual reducción del en la evolución de los sistemas penales, en
analfabetismo. Asimismo, Van Dülmen la creciente regularización de la enseñanza
sitúa en el otro extremo de la cronología a y en los mecanismos de contacto entre la
la Ilustración, que, con la secularización Iglesia y sus adeptos, ya fuera a través de
del Estado y la libertad de pensamiento por la confesión de los pecados en el catolicis-
bandera, consiguió extender la reflexión y mo o, en el mundo protestante, de las cate-
la acción individual a lo largo de una Euro- quesis y los sermones.
pa dominada por el absolutismo. Esta con- En los capítulos centrales del libro,
secuencia resulta especialmente clara a Van Dülmen rastrea los rasgos que apun-
partir del triunfo de la Revolución France- tan al desarrollo de la individualización en
sa: heredera de las ideas ilustradas, dejaría abundantes manifestaciones escritas de la
en herencia su Declaración de derechos de época (cartas, diarios o autobiografías) y
1789 y una fuerte tendencia democratiza- en las ciencias nacidas —o mejoradas— a
dora que cambiaría la cara de la vieja partir del siglo xvi, como es el caso de la
Europa. fisiognomía, la antropología, la psicología
En el primer capítulo, Van Dülmen o la anatomía. Estas disciplinas también
comienza su análisis reafirmando que en el favorecerían la reflexión sobre uno mismo
siglo xvi se encendió la chispa del cambio, y sobre la naturaleza humana, dando lugar
pero descarta a la vez que —como defen- a una serie de cambios radicales de la socie-
día Burckhardt— esto se debiera solo al dad que dejarían atrás las rígidas estructu-
efecto del Renacimiento y del humanismo. ras sociales medievales, trasladando el
Aparte de estas corrientes, que generaron foco de atención a la búsqueda del propio
un interés profano en el individuo, Van interés. Las modificaciones más notables
Dülmen también se plantea la existencia de afectaron a la concepción del matrimonio y
una anterior «individualidad religiosa» de la familia (se pasaría a hacer más vida
medieval, propiciada por la introspección, en casa y a aumentar los esfuerzos puestos
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en la educación de los hijos) y llevaron a la Estas fuentes, debido al renombre de

disminución de la asistencia a misa, a que buena parte de sus autores, ya habían sido
la escritura se convirtiera en un aspecto del profundamente trabajadas con anterioridad.
día a día y, por último, a la filtración en la La innovación de esta obra en concreto radi-
sociedad de las ideas vinculadas al indivi- ca en la recopilación de testimonios de las
dualismo, entendido como una posición clases bajas analfabetas, incapaces de dejar
política, filosófica y económica. constancia escrita de su existencia indivi-
El último capítulo se centra en la Ilus- dual: para cubrir este sector, constituido
tración, presentada como el motor principal por la mayoría de la población de la época,
de una reforma burguesa de las mentalida- se presentan documentos eclesiásticos,
des que, con la razón como bandera, avan- como las actas de visitas pastorales, y judi-
zaba al margen del poder del absolutismo y ciales, sobre todo actas de interrogatorios y
de la Iglesia. A través del ejemplo de las reconstrucciones judiciales de crímenes.
novelas del siglo xviii, en que la subjetivi- En buena parte de los casos, estas fuentes
dad es la protagonista, Van Dülmen sugiere primarias no han sido estudiadas en deta-
que es a partir del Siglo de las Luces cuan- lle, dificultando así la comprensión de la
do se llega a consumar la individualidad evolución de la individualidad en el pue-
moderna en el Viejo Mundo. blo raso.
Para poder abordar una problemática Gracias al uso de estos recursos, El
tan amplia, el despliegue bibliográfico en descubrimiento del individuo supera con
el que se apoya Van Dülmen es muy variado. solvencia los retos que se plantea su autor.
Aunque el libro no saque a relucir dema- En esta obra, el proceso de individualiza-
siadas fuentes secundarias (estas se limi- ción queda representado en toda su exten-
tan, prácticamente, a trabajos como los de sión social, compaginando de una manera
Burckhardt o Troeltsch), sí que se nutre muy precisa ámbitos radicalmente distin-
de una gran cantidad de fuentes primarias, tos: por ejemplo, Van Dülmen consigue
que van desde grandes clásicos de la filoso- narrar el juicio por herejía que llevó a la
fía o de la novela moderna hasta documen- hoguera al molinero Menocchio —una his-
tos judiciales o eclesiásticos poco trabajados toria que, de no haber sido por las investi-
por los historiadores. Dentro de las obras gaciones de Ginzburg, probablemente
citadas, encontramos una gran variedad de hubiera quedado sepultada bajo cuatro
géneros: autobiografías, con nombres como siglos de historia en el archivo de Udine—
los de Benvenuto Cellini, Rousseau o Goe- para, en la página siguiente, pasar a reflexio-
the; diarios personales, poco trabajados por nar sobre la obra pictórica del celebérrimo
la historiografía fuera de las grandes perso- Durero (p. 35-36). Por otro lado, el trata-
nalidades; novelas, entre las que destacan miento de las fuentes no solamente es trans-
el Tristram Shandy de Sterne o Wilhelm versal a nivel social, sino que también lo es
Meister y Las penas del joven Werther de a nivel disciplinar, algo necesario teniendo
Goethe; ensayos más filosóficos, como los en cuenta la amplia naturaleza del proceso
de Montaigne, Hobbes, Locke o Adam de individualización. Por esta razón,
Smith, y, en último lugar, la cada vez más embarcarse en una investigación histórica
habitual correspondencia, tanto la de carác- así implica también la entrada en otros
ter intelectual como la más cotidiana y per- campos del conocimiento, como es el caso
sonal. Además, Van Dülmen también entra de la teología, la antropología o la histo-
en el campo de la historia del arte y plan- ria de la filosofía.
tea una interpretación de los autorretratos Con tantos enfoques interdisciplinares
de Durero, presentándolos como un pro- que atender y con una bibliografía tan
ducto del desarrollo de la propia concien- variada y voluminosa, el autor saca a relu-
cia del pintor. cir una fuerte capacidad de síntesis y de rela-
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cionar conceptos que consigue dar unidad da ayudar a acotar su estudio, este tipo de
y equilibrio a una obra que, en el ámbito enfoques excluyen al resto de sociedades
temático, es sumamente heterogénea; de del globo, algo que se convierte en negati-
esta manera, consigue dejar atrás a la vo cuando se pretende abordar un tema tan
mayoría de trabajos anteriores en el campo humano; esto se vuelve especialmente
de la historia de la individualidad, casi grave por el hecho de mostrar el proceso
siempre centrados en personajes o aspectos de individualización de una manera tan
sociales específicos. positiva, como una suerte de progreso res-
No obstante, los planteamientos del pecto al colectivismo medieval.
libro se restringen a un marco territorial En definitiva, se trata de un estudio
muy concreto (Francia, Gran Bretaña y par- que ha abierto una ventana, pero que sin
tes de Europa central), sin tampoco remar- duda no ha explorado todas sus posibilida-
car las características específicas del des (sobre todo, en el ámbito de su exten-
avance de la individualización en cada sión territorial). De todos modos, el
área. El único factor diferencial que se esfuerzo de Van Dülmen tuvo un resultado
enfatiza es el de la fragmentación del cristia- excepcional: logró comprimir en un escue-
nismo: Van Dülmen, formado en teología, to volumen el largo proceso que converti-
compara constantemente las disparidades ría al hombre en un individuo con su
entre la Europa católica y la protestante, propia conciencia, con su cosmos privado.
aunque obvia los territorios de confesión Y es que el análisis de este fenómeno his-
ortodoxa y los de influencia otomana, bajo tórico, así como la lectura de la poesía de
el islam. Whitman, nos lleva a interrogar directa-
Aun así, la principal crítica a esta obra mente a los cimientos de lo que es la
apuntaría a su eurocentrismo. Aunque pue- humanidad hoy en día.

Albert Gil Gil

Universitat Autònoma de Barcelona
http://dx.doi.org/10.5565/rev/manuscrits.185