Este documento habla sobre el concepto de satsang en la tradición Advaita. Explica que satsang significa "en compañía de la verdad" y que implica aceptar que el observador y lo observado son uno mismo, y que ningún individuo elige su destino o toma decisiones, sino que la vida simplemente sucede. También enfatiza la necesidad de dejar de identificarse como un ego separado y aceptar que en realidad todo está ocurriendo a la vez en la totalidad.
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Este documento habla sobre el concepto de satsang en la tradición Advaita. Explica que satsang significa "en compañía de la verdad" y que implica aceptar que el observador y lo observado son uno mismo, y que ningún individuo elige su destino o toma decisiones, sino que la vida simplemente sucede. También enfatiza la necesidad de dejar de identificarse como un ego separado y aceptar que en realidad todo está ocurriendo a la vez en la totalidad.
Este documento habla sobre el concepto de satsang en la tradición Advaita. Explica que satsang significa "en compañía de la verdad" y que implica aceptar que el observador y lo observado son uno mismo, y que ningún individuo elige su destino o toma decisiones, sino que la vida simplemente sucede. También enfatiza la necesidad de dejar de identificarse como un ego separado y aceptar que en realidad todo está ocurriendo a la vez en la totalidad.
Este documento habla sobre el concepto de satsang en la tradición Advaita. Explica que satsang significa "en compañía de la verdad" y que implica aceptar que el observador y lo observado son uno mismo, y que ningún individuo elige su destino o toma decisiones, sino que la vida simplemente sucede. También enfatiza la necesidad de dejar de identificarse como un ego separado y aceptar que en realidad todo está ocurriendo a la vez en la totalidad.
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"DESCUBRE LO QUE ERES A TRAVÉS DE LO QUE NO ERES"
Satsang es una palabra del antiquísimo idioma sánscrito que significa “en compañía de la verdad”. “Sat” significa verdad, y sang quiere decir compañía o reunión de personas.
***Satsang Advaita 1e1r dteScpeonsdsgohrsfr oaebdrril · “El Observador es lo Observado”. “La creencia de ser una entidad te induce a reconocerte en una sola cifra en el juego de la vida. Cuando crees que escoges, pierdes la partida”. —Esta es mi encomienda, Princesa… pues te aseguro que no quedará recuerdo ni palabra. Nadie elige, ni es elegido. Deja que la vida suceda sin interferir y acepta la opción que te toque vivir sin aferrarte a ella. Todo está ocurriendo sincronizadamente, pero tu condición de testificador hace que sólo percibas una vivencia. Es una causalidad. La causa de haberla observado, sin haber elegido. La “Contemplación del Conocedor” es la aceptación de que nadie presencia, nadie es autor y no hay qué ni a quién presenciar. ¡No preguntes! Acepta lo que suceda. Nadie hace. Tu condición de “Veedor consciente” es la que produce una manifestación concreta de todas las opciones que se están produciendo en este mismo instante. No la elegiste tú, así que no te vanaglories ni sientas autoría, culpabilidad o responsabilidad. Sólo eres Testigo y sin ti no hay suceso. Imagina un dado que está en continuo movimiento. Todos los números se suceden a la vez, del uno al seis. Sólo cuando presencias, en ese preciso instante, se detiene y materializa un guarismo concreto. Tú no has provocado el dígito. No has elegido que se haya detenido en el tres, aunque tu elucubración siempre será dirigirá al inexistente siete. Todo coexiste, como la masa oceánica que se expande en bloque, pero sólo cuando “miras”, acontece la cresta de la ola. No es algo casual, sino causado por el hecho de “VER” y “PERCIBIR” sensorialmente. Sí, deja que suceda. ¡Déjalo así! Estás aquí y allí, en cada rincón del vasto universo, no te reduzcas a una sola percepción individual, eres tú quien pone las limitaciones. Tú eres el “Yo soy”. Este es coincidente en todos los lugares, pero sólo cuando adoptas el papel de individuo crees estar en una sola ubicación. Cuando te convences de ser un sujeto, te detienes; como el dado en un solo dígito. Por ello crees que ese es tu número. Por ello aseguras que este es tu cuerpo. Por ello garantizas que esta es tu decisión. Por ello te consideras mente y te reconoces como lo pensado. Por ello te crees y te sientes alguien. Pero la realidad es que NADA y TODO está ocurriendo a la vez, y ESO eres tú; la semilla y el fruto simultáneos, no obstante, ninguno de ellos son sin el soporte Esencial que te otorgó la Incognoscible Inexistencia. No te decantes por uno u otro acontecimiento, ¿quién dice que no has vivido ambos? Acepta y abraza que estás en todos los lugares al mismo tiempo, y no sólo eso, sino que eres los puntos cardinales y sujetos que los habitan. La creencia de ser una entidad te induce a reconocerte en una sola cifra en el juego de la vida. Cuando crees que escoges, pierdes la partida. ¿Lo entiendes? No lo retengas, ¡acéptalo! Rechaza la individualidad y la aparente creación, porque lo eres todo y no eliges absolutamente nada. Eres todas las versiones del ser humano, animal, vegetal, material o etéreo. Todo ello existe en tu mente y nada es. No te limites a un solo personaje del ensueño. Recuerda, el hecho sólo se produce por la testificación, luego el Observador es lo observado, sin embargo, ¿qué fue antes, el sujeto o el objeto? Descansarás cuando descubras que ambos, sólo son conceptos dentro de la inmaterial idea espacio temporal, pues sin la dilación de algo conceptual como el tiempo, ¿qué podría manifestarse? No tienes motivos para decaer ni desesperar. Aunque te creas solo, esa es la sensación del que se cree aparte. Siempre hay una mano tendida, y Ese eres TÚ mismo. Cuando digo TÚ o ELLO no hablo de ese cuerpo-mente. Sino la VERDAD desconocida. AQUELLO sin nombre. Lo que ES, sin ser. No te preocupes por nada de lo que acontezca. Mira la hierba como crece sin haber sido abonada. Mira las bestias como son alimentadas por esa vegetación inconsciente. Pues si Ello, irreflexivamente, hace crecer las plantas y alimenta a los animales, ¿por qué dudas que no lo hará por ti? No te preocupes por nada en el mundo, pues cada día traerá su propia ayuda, sin nombre y apellidos... No tienes que esforzarte en darla, ni desfallecer por creer en no recibirla, porque la propia Consciencia universal se hace a sí misma. No hagas NADA, ni te afanes por hacerlo, pues la acción correcta nunca surgirá de ti, florecerá espontáneamente. No te esfuerces en elegir un camino u otro. No te responsabilices por haber tomado la senda incorrecta, ni te vanaglories por haber decidido el trayecto correcto, porque ambos, correcto e incorrecto solo existen en tu mente. La creencia de decidir entre este y aquel es causa de dolor, confrontación y aflicción. Cuando lo bueno y malo, puro e impuro, amor y odio, esto y aquello se desvanecen; la mente reposa en la profunda serenidad de la Totalidad. No te sientas culpable de los errores que crees haber cometido, ni sientas orgullo por los aciertos de los cuales te consideras autor, pues, ni uno ni otro, jamás procedieron de ti, sino que forman parte de la subjetiva falacia de eso que llamas "Yo" Cuando vives en la intemporalidad, la mente desaparece, y con ella toda angustia existencial, pues el individuo, que es sólo lo pensado, se alimenta de recuerdos del pasado e ilusiones de futuro. A ello se aferra para mantenerse vivo. Si te posicionas en el AQUÍ/AHORA, sencillamente se desvanecen los problemas, y con ellos el Ego que los provoca. Pero la mente no quiere morir, por ello rechaza mis palabras. Son una amenaza latente... Deja que la vida suceda sin interferir y acepta la opción que te toque vivir sin aferrarte a ella. (Pepe Martos.)
