Contratos Demanda Civil Trinadori
Contratos Demanda Civil Trinadori
Contratos Demanda Civil Trinadori
I.- OBJETO
II.- PERSONERÍA
Conforme se acredita con copia del Decreto de nombramiento N° 850/17 GOB, Acta de
Toma de Posesión del cargo y Escritura de Sustitución de Facultades, soy Fiscal de Estado
Adjunto de la Provincia de Entre Ríos, correspondiendo tomar intervención en carácter de parte
y en representación del Estado Provincial, conforme lo establecido por el artículo 209° de la
Constitución Provincial y 32° del Código Procesal Penal de la Provincia de Entre Ríos (de aquí
en más “CPPER”.
La pretensión concreta persigue que esta judicatura determine la restitución de dinero y/o
un resarcimiento a favor del Estado Provincial, originada en los daños y perjuicios ocasionados
por los encartados penales llevados a juicio, en función de los actos que conjunta, separada,
alternativa o individualmente aquellos llevaron a cabo, y que tienen su génesis en la celebración
de contrataciones irregulares que a la postre ocasionaron el desvío, y/o sustracción y/o detracción
ilegítimos de fondos públicos pertenecientes a la Honorable Cámara de Senadores (“HCS”) y la
Honorable Cámara de Diputados (“HCD”) de la Provincia de Entre Ríos, en los períodos
comprendidos entre enero del 2008 hasta septiembre de 2018 inclusive.
A todo evento, el objeto cuantitativo de esta pretensión queda sujeto a lo que en más o en
menos resulte procedente con arreglo al plexo probatorio y al elevado criterio de la judicatura.
Lo propio ocurre con las cualidades del débito que nace a favor del Estado como
consecuencia de las contrataciones irregulares. Así, conforme lo regula el título IV del Código
Penal y otros dispositivos concordantes, el tribunal establecerá la naturaleza, medida y alcance
de la obligación (artículos 31º y 32º del codex citado), según resulte de las pruebas colectadas
y/o producidas en relación a los hechos; pretensión que desde ya se deja introducida.
Todo ello según las consideraciones de hecho y de derecho que a continuación se
exponen y amplían.
La acción se dirige contra todos aquellos que -en distintas medidas, siempre decisivas-
han contribuido a perpetrar el daño señalado, y que resultan procesados en la causa penal que
nos convoca. La nómina se encuentra inserta en la página 3 a 10 vta. del REJ, y aquí
prácticamente se replica por razones metódicas, con la salvedad que a continuación se formula.
Dicho lo cual, corresponde advertir que, como consecuencia natural del objeto
diferenciado de esta acción (de índole civil), en lo que sea pertinente nos dedicaremos a
puntualizar aquellos aspectos que reúnen matices particulares y/o adicionales a las nociones
enarboladas por el MPF.
Con sus conductas, todos los demandados aportaron significativamente para lograr el
éxito de la maniobra descripta (páginas 10 a 57 del REJ).
La complejidad del caso traído a juzgamiento invita a hacer una aclaración inicial
ceñida a la mayor, menor o relativa posibilidad de determinar concretamente la
participación, cooperación, ayuda o concurrencia subjetiva; como así también a las variables
que pudiere enseñar la real trazabilidad y/o identificación del destino de los fondos
designados como el producido de los ilícitos.
Más arriba indicamos que, en esencia, los hechos investigados arremetieron contra el
correcto funcionamiento de la administración pública y contra su patrimonio, entendidos
como bienes jurídicos tutelados. De manera tal que, así como el MPF propone y propicia la
condena criminal de los encartados con base en la teoría general y procesal que hace a la
rama del derecho específica de su competencia constitucional, en lo que hace a la tarea
circunscripta a esta Fiscalía de Estado, hemos de encuadrar nuestra labor no en forma ajena
sino paralela y armonizada a aquella. Esto es, orbitaremos alrededor de los cánones de la
responsabilidad civil.
Con ello, queremos advertir que aunque prima facie pudiera postularse una simple
accesoriedad o “residualidad” de la acción civil respecto a la penal, ello sería predicable solo
en el aspecto adjetivo, mas no sustantivo. Ciertamente, va de suyo que el actor civil debe
ejercerla dentro de un plazo estipulado normativamente, o bien manifestar el apartamiento
expreso para interponerla en un momento ulterior y ante el fuero civil (véase artículos 102° y
103° del CPPER). Pero una vez impetrada la demanda, esta accesoriedad meramente
procesal cesa, y se reconvierte a una convivencia armónica que dota de protagonismo civil al
proceso.
2.- En segundo lugar, relativo al plano del derecho sustancial, la otra consecuencia es
que si bien ambas acciones reconocen un mismo hecho generador, ello no conlleva sin más
la identidad de resultados. Es que, lógica y naturalmente, las reglas que gobiernan la
responsabilidad civil son extrañas al ámbito penal, de donde se deriva que quien ejerce la
judicatura no se somete rígidamente al fuero al que pertenece, sino que cuenta y goza de
amplia libertad valorativa. El valladar se encuentra, como es sabido, en las condiciones
esenciales de los hechos presuntamente punibles (explicados por el MPF en el REJ), en tanto
y en cuanto una contradicción que radique en tal arista implicaría lo que en derecho ha de
llamarse escándalo jurídico.
Dicho de otro modo, el destino penal del proceso no resta soberanía ponderativa ni
axiológica a quienes juzguen el caso. Cuando la acción civil ha sido incoada en el proceso
penal, el tribunal iudicante debe aplicar las normas y principios que correspondan a aquella
naturaleza, sin perjuicio de atender a la influencia que la ley sustantiva asigna al
pronunciamiento criminal. Tal consecuencia se deriva de las disposiciones procesales que
regulan su interposición en sede penal y de la aplicación de los artículos 1102°, 1103° y
concordantes del Código Civil -ley 340- (en adelante, “CC”), juntamente con los
dispositivos 1776°, 1777°, 1778° y demás correlacionados y unísonos previstos en el Código
Civil y Comercial (de igual manera, “CCC”).
La jurisprudencia siempre fue conteste y uniforme con ese temperamento. Así, para
ejemplificar estas vicisitudes planteadas puede mencionarse que la suspensión del juicio a
prueba en sede penal no es óbice para fundar y obtener un resarcimiento en sede civil,
cuando así se deriva de los hechos (“MAGALLAN, MERCEDES V. C/ TRICARIQUE,
LUCIANO A. Y OTS. S/ ORDINARIO DAÑOS Y PERJUICIOS”, Nº 8017, Cámara Civil
y Comercial de Paraná, Sala Tercera, 28/07/2016).
Adviértase que la tesitura va de la mano del artículo 393º y concordantes del CPPER.
En idéntica línea, el alto cuerpo judicial de la provincia tiene dicho que la exclusión
de responsabilidad criminal decidida con base en algún instituto propio del derecho penal
“…si bien pueden tener puntos de contacto en sentido amplio [con la responsabilidad civil],
en lo que a la antijuridicidad se refiere, poseen grandes diferencias que hacen imposible ese
correlato…”. A ello añadió que “…Lo que actúa con efectos prejudiciales y condicionantes
de la sentencia civil es la existencia del hecho principal, pero ninguna otra situación del
proceso penal o de la sentencia en él recaída se proyecta con efecto de incolumidad sobre el
proceso civil, sin perjuicio del valor probatorio que pudiera tener ese expediente penal…”
(SALINAS, MARÍA TERESA Y OTROS C/ DEMARTINI, CELESTINO GAUDENCIO Y
OTROS- S/ ORDINARIO DAÑOS Y PERJUICIOS (ACUMULADO "SALINAS MARÍA
TERESA Y OTROS C/GOBIERNO ENTRE RÍOS-ORDINARIO”, N° 7241, 26/07/2016,
STJ Sala Civil).
Lo antedicho también guarda consonancia con los artículos 95º, 105º y concordantes
del CPPER.
Ergo, a título de saludable pauta orientativa, sin ánimo de taxatividad y sin que
implique condicionar con ello la procedencia de la demanda, se impone enumerar algunos
estándares aplicables al sub examine, especialmente en orden a la harto complejidad del
caso, que no ameritaría el rechazo total ni parcial de la demanda civil con base en
tecnicismos de índole penal.
a) que la concurrencia de los presupuestos del daño resarcible se examina de acuerdo con las
normas pertinentes de la ley civil, aun cuando la acción resarcitoria sea intentada en sede
penal;
b) las “culpas” difieren en grado y naturaleza. Por ende, si bien es dable suponer que la tesis
propiciada por el MPF será compartida por quienes integren el tribunal, deberá tenerse en
cuenta que algunas conductas insuficientes para excitar el sistema penal bien pueden ser
idóneas y elocuentes para dar fundamentación a la reclamación civil;
g) esa hipotética falta de sometimiento a los resultados que pudieron haberse alcanzado en
sede penal admite una sola limitación, ceñida a aspectos esenciales del hecho presuntamente
punible, todo a efectos de impedir la existencia de una posible contradicción (escándalo
jurídico).
Teniendo en cuenta que los hechos atraviesan la vigencia tanto del CC como del
CCC, liminarmente corresponde vaticinar que, en cuanto a los requisitos de la
responsabilidad civil, las conclusiones en nada van a variar.
Así, tenemos:
Adicionalmente, no es baladí subrayar que el nomen iuris del factor de atribución hasta
podría aparecer como una anécdota de retórica doctrinaria. En efecto, el caso no solamente
podría experimentar factores de atribución objetivos y/o subjetivos con arreglo al resultado del
juicio penal, sino que, en lo que hace a una argumentación superadora de esa opción contingente,
es bien sabido que, para quien ejerce la magistratura, el catálogo de factores de atribución
disponibles es ciento por ciento abierto y no taxativo. Ello encuentra justificativo en que los
factores atributivos no solamente se derivan de la literalidad normativa sino de variopintos
principios, axiomas y reglas no escritas, pudiendo establecerse aquel que se exhiba como más
justo o apropiado para el caso concreto.
X.- PRUEBA
a) DOCUMENTAL:
1.- Copia del Decreto de Nombramiento y Acta de Toma de Posesión del cargo.
2.- Esta parte se adhiere a toda la prueba documental aportada por el Ministerio Público
Fiscal en el REJ.
3.- Teniendo en cuenta que ya obra agregado al expediente, esta parte se adhiere
específicamente al informe pericial contable de fecha 12/4/2021, suscripto por la perito oficial
Contadora Andrea Marina Battisti y por el perito de parte Contador Cristian Dumé, aportada por
el MPF en el REJ.
1.- Sin perjuicio de lo expuesto en el reciente punto “a.3”, a los fines de complementar,
ampliar o pormenorizar el perjuicio ocasionado al erario entrerriano, solicitamos que se dé
intervención al Honorable Tribunal de Cuentas de Entre Ríos, a los fines de que analice las
constancias de estos autos y toda la prueba producida y colectada, y que con esa información
elabore un dictamen que puntualice el menoscabo económico infligido al Estado Provincial.
A esos fines y como puntos de peritaje, se le requerirá al organismo que: a) determine los
montos individuales de todos los contratos del Anexo (770 contratos) obrantes en el Legajo
Penal, y distinga los mismos según Cámara “contratante” (HCD u HCS); b) informe en detalle
los montos que se pagaron según año y mes; c) fije el monto global que arroja la sumatoria de
todos los montos individuales, conforme la operación anterior; d) indique origen o proveniencia
de los fondos que se emplearon para atender las contrataciones del punto “a”; e) actualice la
suma desde que cada erogación estatal fue verificada y hasta el momento en que se practique la
labor pericial; f) con esta información y con más el resto del plexo probatorio de autos,
establezca si existió algún perjuicio para el Estado Provincial, derivado de la contrataciones bajo
investigación; g) de ser posible, identifique a los sujetos responsables; h) manifiesta otro dato de
interés que considere pertinente y conducente para dilucidar objetivamente la cuestión llevada a
su ponderación.
3.- También huelga decir que ante el Honorable Tribunal de Cuentas de la Provincia
tramita el expediente administrativo Nº 645/2018, caratulado “Secretaría de Vocalía Nº 3 inicia
actuaciones con relación a lo publicado en el Portal de Internet Página Judicial del día 03-10-
2018”, y por lo tanto las actuaciones podrán ser ampliadas a los fines probatorios requeridos por
esta parte, como así también, a todo evento, se ofrecen los actuados ad effectum videndi et
probandi, para conocimiento de VS. La solicitud de esta prueba instrumental tiene directa
relación con la determinación del efectivo perjuicio provocado al Estado Provincial por los
hechos investigados en la causa que nos convoca.
d) TESTIMONIAL
XII.- DERECHO:
2.- Tenga por promovida la demanda civil que se expresa, contra los demandados
indicados en el capítulo quinto, por los montos sindicados en el capítulo tercero y respecto a la
operación descripta en los hechos reseñados tanto en este escrito como en el REJ.
3.- Tenga por agregada la prueba documental y por ofrecida las restantes probanzas.
5.- En ocasión de dictar sentencia haga lugar íntegramente a la demanda; con expresa
imposición de costas a la parte contraria.