Ensayo, Como Una Novela, Grupo-6
Ensayo, Como Una Novela, Grupo-6
Ensayo, Como Una Novela, Grupo-6
Como una
Novela
1. Autor
2. Género
4. Bibliografía
1. Autor
Daniel Pennac nació en 1944 en Casablanca (Marruecos). Es un escritor francés cuyo
nombre real es Daniel Pennacchioni.
Pennac compagina su trabajo como docente de literatura con su carrera de escritor. Este
autor fue criado en África y el sudeste asiático y pasó su juventud en Niza, ciudad
donde estudió letras y se dedicó a la enseñanza.
Los primeros libros que escribió iban dirigidos al público infantil y su saga de novela
negra sobre los Malaussène, donde cuenta con gran sentido del humor la vida de una
típica familia parisina que reside en el barrio marginal de Belleville, adquirió una fama
notable. También es autor de otras novelas y de ensayos, entre los que destaca "Como
una novela", que escribió basándose en su propia experiencia como docente. Este
ensayo sobre literatura recoge lo que Pennac denomina los derechos del lector.
Daniel Pennac recibió en 2007 recibió el Premio Renaudot por su obra "Mal de escuela"
(cuyo título original en francés es "Chagrin d'Ecole").
Como ya hemos dicho anteriormente Pennac es un autor que destaca por sus libros
dirigidos al público infantil, y también por otras novelas y ensayos de gran valor
literario. Como una novela, que es la obra que vamos a ver posteriormente está
considerada como uno de los ensayos sobre la lectura más importantes. Es una obra que
hace una reflexión acerca de la lectura y que puede interesar especialmente a los
profesores y futuros profesores.
Pennac es un autor contemporáneo del que no hemos podido encontrar más contenido
biográfico. Pero si que hemos podido encontrar una serie de frases y citas celebres de
este autor:
- "La interpretación es inherente a la lectura, por el hecho de que tú no eres yo. Cuando
mi texto pasa a través de tus circuitos, todos tus códigos íntimos de comprensión están
en función de lo que has vivido, de lo que los otros dicen del libro, y ahí aparece la
distorsión".
- "No hay que burlarse de quienes no leen. Si uno le da este sentido, el derecho a no leer
significa respetar la dignidad de aquellos que no leen, si es que se quiere algún día
conducirlos a la lectura".
- "Leer es un acto ritual en sí mismo. Cada cual tiene lo suyo, antes y durante la lectura.
Un acto ritual es sensual: el ruido del papel, el olor de la cola y la tinta, la textura de la
tapa, la forma de los caracteres de imprenta".
- "Toda lectura es útil, pero la más útil de todas es la que aparentemente no tiene
ninguna utilidad. Sólo los verdaderos lectores saben (sienten) eso. Y nunca han sido
muy numerosos".
- "Muchos libros que se publican hoy no tienen más que la apariencia de libro. Algunos
podrían reducirse a notas de diarios. Otros son productos industriales prefabricados. La
proporción de obras verdaderas, de obras de creación, de reflexiones auténticas, no varía
mucho. Es nuestro trabajo, de los periodistas y de los profesores, ayudar a difundir esas
obras"
Como podemos observar la mayor parte de sus frases y citas celebres están relacionadas
con la temática de la lectura. Pennac es un autor que ha escrito varias obras en las que
aparecen reflexiones y críticas personales sobre la lectura y todo que gira alrededor de
ello.
2. Género
El libro Como una novela de Pennac, es una obra muy famosa clasificada como un
ensayo en función de su género. Es uno de los libros contemporáneos más atractivos y
con un contenido muy enriquecedor e interesante. Este libro lo podemos considerar
como un texto que ánima a la lectura, que nos ayuda a presentar la lectura como una
actividad llamativa que cree interés en las personas (sobre todo en los niños), es decir
una especie de “pedagogía”. El libro se divide en 4 capítulos: nacimiento de un
alquimista, hay que leer (dogma), dar de leer y Decálogo de un buen lector. En
toda la obra Pennac se muestra crítico con la lectura. Habla de cómo hemos tratado la
lectura a lo largo de la historia, las distintas fases y épocas de la lectura, como nos
sentimos cuando leemos, que hacemos cuando leemos… A continuación vamos a hacer
un análisis detenido de esta obra literaria dentro de su género: ensayo. Luego
hablaremos detenidamente de cada apartado, haremos una reflexión, una crítica,
observaremos que quiere conseguir Pennac con la obra y valoraremos el impacto que
puede causar este libro en el lector.
En primer lugar vamos a hablar del sentido del ensayo. Cuando hablamos de un ensayo
nos referimos a una composición que tiene una serie de reflexiones, argumentaciones y
un trabajo por parte de un autor sobre un tema determinado. Es un punto de vista
personal y subjetivo, el autor se muestra crítico sobre el contenido que ha analizado y
reflexionado y quiere llegar a conclusiones e ideas elaboradas a partir de este proceso.
Esta obra es un ensayo porque presenta una serie de argumentos sobre los que el autor
reflexiona y luego emite un juicio personal sobre el tema. En este caso Pennac primero
analiza y expone experiencias, vivencias y argumentos sobre la lectura, hace una
reflexión sobre el tema y al final del todo emite una valoración acerca de todo lo tratado
en el ensayo. El ensayo es un género que destaca por su intencionalidad de criticar o
reflexionar acerca de un tema determinado
En esta obra Daniel Pennac quiere hacer una crítica sobre la lectura. Para ello sigue el
proceso adecuado que tenemos que asumir cuando estamos realizando un trabajo de este
tipo. En primer lugar Pennac plantea una serie de ideas como base de crítica al tema que
ha elegido en este ensayo: la lectura. En estas ideas habla sobre lo que se ha pensado de
la lectura a lo largo de la historia, sobre cómo han entendido nuestros padres la lectura y
la literatura, como ha asumido la escuela el papel de inculcar hábitos literarios a los
alumnos, y el poder que tiene la palabra y la lectura sobre las personas. En este primer
capítulo es muy importante tener en cuenta los apartados en los que Pennac hace
referencia a la lectura asociándola con la literatura y con la creación. Luego hace
referencia a la lectura enfocándola hacia los padres y los educadores. Podemos decir que
en este primer capítulo Pennac destaca la relación de la lectura con los elementos que
hemos nombrado anteriormente. También queremos destacar:
El apartado número 8, de la página 25 Pennac hace un comentario sobre los
movimientos culturales que ha habido a lo largo de la historia. Pennac no quiere culpar
a la televisión de que los niños no lean tantos libros en la actualidad como antes, luego
este hace una reflexión sobre la cultura en la generación de nuestros padres y nuestros
abuelos. Pennac quiere darnos a entender que el tiempo pasa y las cosas cambian, y la
lectura no permanece inmune a este cambio y se concibe de diferentes formas a lo largo
de la historia.
El apartado 19, de la página 45 está dedicado a los padres. En este apartado el autor
habla sobre una situación cotidiana con la que nos encontramos con frecuencia: padres
que obligan a sus hijos a leer, aun cuando los niños están cansados y no pueden más.
Pennac critica esta situación porque hace que los niños pierdan el gusto por la lectura.
Los niños deben leer por iniciativa propia pero no por obligación.
El apartado 22, de la página 53 está dedicado al lector. Este apartado pertenece al tercer
capítulo y se centra en lo que hemos comentado sobre el gusto por la lectura. Nos da a
entender que el acto de leer es placentero y es un acto al cual debemos dedicar el tiempo
necesario, y no leer de forma rápida y errónea.
El apartado 24, de la página 58 está dedicado a los padres y a los hijos. En este apartado
vemos una cita muy breve de Kafka que hace referencia a su experiencia con la lectura,
dando a entender que su padre le obligaba a leer. La lectura debe ser un acto en el que el
niño pueda pensar, imaginar y crear; no debe ser un acto de obligación en el que el niño
tenga que hacer algo que se la ha impuesto y de la forma que se le ha impuesto.
Por último queremos resaltar la importancia de este primer capítulo aun más si cabe
diciendo que hay artículos de periódicos y revistas que hacen referencia a lo que se
habla en alguno de estos apartados. Por ejemplo en un artículo de la revista el semanal
vemos un artículo de Juan Bonilla en el que hace una reflexión sobre la lectura y habla
sobre Daniel Pennac y sobre nuestro libro. Además comienza el artículo igual que como
empieza el libro Como una novela: “El verbo leer no soporta el imperativo”
En los capítulos posteriores Pennac habla de hay que leer y dar de leer. En estos
capítulos podemos decir que el autor se centra en la parte de desarrollo de un ensayo. En
esta parte trata de destacar aspectos positivos y negativos de la lectura que hemos
entendido a lo largo de la historia y en la actualidad. Por ejemplo en el apartado 25 del
libro, página 36, Pennac dice: “¡Trescientas noventa y ocho páginas que tragarse en
una noche”!, esta una expresión que usamos normalmente cuando queremos decir que
un libro es muy extenso, un aspecto negativo de la lectura. Por el contrario en el
apartado 43 del capítulo 3, Pennac hace referencia a una situación ante la que nos
encontramos normalmente en la escuela, un profesor que pide voluntarios para leer y
nadie se ofrece a ello. Ante esta negativa es el profesor el que dice que les va a leer el
libro en voz alta. Los alumnos se quedan sorprendidos al ver que les va a leer ese libro
con una gran extensión, y que ellos piensan que no invita a la lectura. El profesor les
hace ver que la lectura es un regalo y les dice a sus alumnos que lo valoren como tal.
Comienza a leer de tal forma que crea intriga y dudas en sus alumnos, lo que hace que
ellos quieran seguir enterándose de la historia, y por lo cual aumente el interés en la
lectura. Este aspecto refuerza el interés sobre la lectura.
Estos dos capítulos son muy importantes porque nos presenta dos formas diferentes de
cómo debemos introducir la lectura a nuestros alumnos. Nos presenta dos pedagogías
opuestas. El segundo capítulo se llama hay que leer, este título ya tiene una
connotación negativa de obligación y de esta forma el autor presenta la lectura como si
fuera una obligación de las personas. Sin embargo el tercer capítulo se llama dar de
leer y este tiene una connotación positiva que nos evoca aspectos atractivos. En este
capítulo se presenta la lectura como un premio o una recompensa, todo lo contrario que
en el capítulo anterior. En este capítulo se invita a leer y no se obliga a leer. En la obra
entera, pero sobre todo en estos dos capítulos Pennac quiere enseñarnos como debemos
incitar a leer a los niños y por eso nos muestra en un capítulo como no debemos
presentar la lectura a los niños, y en otro nos muestra cómo deberíamos hacerlo. A lo
largo de toda la novela Pennac nos intenta presentar situaciones cotidianas reales con la
que la gran mayoría de lectores pueden identificarse. Por eso Pennac intenta utilizar
estas vivencias que nosotros etiquetamos y recordamos de una forma positiva o de una
forma negativa para que podemos ver cómo debemos presentar a los niños la lectura.
Ahora que ya hemos hecho este breve resumen y reflexión de estos capítulos vamos a
pasar a resaltar y analizar los aspectos que más nos han llamado la atención:
Los apartados 36,37 y 38, de la página 86 hasta la 91 son muy importantes para los
maestros. Para nosotros estos apartados son de los que más podemos aprender y de los
que más nos pueden servir para aplicar lo aprendido cuando seamos docentes. Habla de
una persona (Perros) que es el reflejo del profesor. En estos apartados habla de cómo
esta persona hacía que a los niños les gustara leer: Habla de cómo debemos inculcar a
los niños el gusto por la lectura. Sobre todo se centra en un aspecto y es en la
transmisión oral. Al principio a los niños no les gusta leer porque lo consideran algo
aburrido. Por eso hay que intentar dar leer a los niños poco a poco, y empezamos
contando historias en voz alta que crean intriga en los niños y hace que estos quieran
escuchar mas. Cuando le contamos a un niño una historia que realmente le interesa
estamos haciendo que este adquiera gusto por la lectura, porque este niño va a querer
leer más para aprender más cosas. Por eso es muy importante la forma de cómo vamos a
dar de leer a los niños, porque si esto lo hacemos bien haremos que a los niños les guste
saber más historias, aprender nuevos conocimiento…, es decir los niños tendrán gusto
por la lectura. Nosotros como profesores debemos tener esto claro en todo el momento y
buscar la mejor forma de dar a leer a los niños. Leyendo en voz alta crearemos intriga
sobre los niños y haremos que estos aumenten su gusto por la lectura.
Pennac en todo momento quiere defender su idea que la lectura es libre, de que cada
uno puede leer lo que quiera y como quiera. Intenta que veamos y asimilemos esta
libertad para que nosotros seamos capaces de transmitir este gusto por la lectura de una
forma positiva y agradable.
Con estos dos capítulos nos quiere dar a entender cómo debemos presentar la lectura y
como no debemos hacerlo. Solo tenemos que observar que el primer capítulo comienza
diciendo: “El verbo leer no soporta el imperativo”, esta referencia es totalmente opuesta
al título del capítulo segundo que expresa obligatoriedad.
El último capítulo se titula Decálogo del buen lector en el podemos ver que Pennac
elabora una serie de derechos como si fuera una conclusión de su ensayo. Estas
conclusiones están fundamentadas en las ideas que ha expuesto en los capítulos
anteriores. Pennac hace una reflexión crítica sobre estos argumentos y a partir de ahí
elabora “el decálogo del buen lector”, como si se tratara de una serie de “derechos” que
una persona tiene cuando está leyendo un libro. En esta cita del libro “Como una
novela”, Pennac enumera los derechos del lector:
“En materia de lectura, nosotros, «lectores», nos permitimos todos los derechos,
comenzando por aquellos que negamos a los jóvenes a los que pretendemos iniciar en
la lectura.
1) El derecho a no leer.
2) El derecho a saltamos las páginas.
3) El derecho a no terminar un libro.
4) El derecho a releer.
5) El derecho a leer cualquier cosa.
6) El derecho al bovarismo.
7) El derecho a leer en cualquier sitio.
8) El derecho a hojear.
9) El derecho a leer en voz alta.
10) El derecho a callamos.”
De este último capítulo nos ha llamado mucho la atención la forma de cómo cierra el
autor su ensayo. Concluye enumerando una serie de derechos que tiene el lector, y esto
quiere decir que el lector puede hacer lo que quiera pero lo importante es que lea. Los
derechos es una forma de decirnos indirectamente que lo que tenemos que conseguir es
que los niños lean. La conclusión de este libro es que debemos buscar estrategias para
inculcar a los niños el gusto por la lectura. Por eso es muy importante partir de que la
lectura es algo que se debe ofrecer y que nunca se debe imponer. En el ensayo de
Pennac vemos situaciones reales que nos pueden orientar a la hora de ver los pasos que
tenemos que seguir para poder inculcar a los niños el gusto por leer. Podemos
considerar este libro como una pedagogía de la lectura.
Desde nuestro punto de vista creemos que es una obra adecuada a su género: ensayo.
De ahí viene su nombre “Como una novela”, porque si hablamos de extensión es una
obra adecuada a la novela, pero si vemos como se plantea la obra y el argumento que
trata, descubrimos que nos encontramos ante un ensayo, de ahí la paradoja de su
nombre. Podemos confundir el género de esta obra por su nombre y por la extensión,
pero una vez que hemos leído un poco del libro nos damos cuenta de que en realidad es
un ensayo y no una novela.
Esta obra también tiene a favor que destaca gran cantidad de citas de otras obras
literario y que además hace referencia a multitud de situaciones cotidianas con las que el
lector se puede sentir identificado. Esto puede ayudar a que parte de los lectores se vean
“afectados” por la obra y se vean atraídos por esta obra. Este apartado hace referencia a
la intertextualidad. Podemos encontrar citas a lo largo de toda obra que hacen
referencia a otras obras. Por eso decimos que esta obra tiene mucha intertextualidad.
Más de un apartado requiere que nos leamos alguna obra o que por lo menos sepamos
algo del argumento.
Nosotros creemos que con esta obra Pennac quiere conseguir que los lectores se sientan
identificados con la obra a partir de las vivencias y aspectos que habla sobre la lectura.
Creemos que con esta obra Pennac quiere que entendamos la lectura como algo
interesante, que sea atractivo a los lectores. No quiere que las personas tengan una
visión negativa de esta y por el contrario lo vean como algo malo, una obligación. Con
este ensayo Pennac trata de dar un enfoque pedagógico a la lectura. Es muy
enriquecedor porque Pennac nos presenta como debemos ofrecer la lectura desde
diferentes perspectivas, pero principalmente incide en cómo debemos presentarla los
profesores y los padres. Por eso hablamos del enfoque “pedagógico” de este ensayo de
Pennac, y decimos que es una especie de “manual” del lector.
Concluimos este análisis crítico sobre la obra de Pennac considerando que ha realizado
un gran trabajo de análisis y reflexión sobre la lectura, y a partir de ahí ha elaborado una
obra muy interesante que se fundamentada en vivencias y situaciones reales. Esto
repercute en que las conclusiones que saca el autor sobre la lectura sean muy valoradas
y a tener en cuenta por todas las personas, bueno más concretamente por las personas
que leen. Nos ha parecido un ensayo de gran valor literario. Es una obra muy crítica en
la que el autor reflexiona y habla sobre situaciones cotidianas en las que nos podemos
encontrar en relación con la lectura. Habla de situaciones con las que todos nos hemos
sentidos identificados alguna vez, bien en casa, bien en la escuela, con nuestros padres
con los profesores, situaciones que nos representa una vivencia cotidiana con la lectura.
Nos ha parecido también muy interesante que en esta obra se destaquen aspectos
positivos y negativos sobre la lectura, “hay que leer” nosotros lo entendemos como algo
malo, algo negativo, una connotación que nos hace sentirnos mal en contra de lo que
nos dicen. Sin embargo “dar de leer” lo concebimos como algo positivo, la palabra dar
tiene una connotación buena que atrae a las personas hacia esta afición. También
coincidimos con muchos autores y críticos en sus reflexiones sobre esta obra que se
concibe como una “guía de lectura”, un manual que las personas leen y tienen en cuenta
para ser buenos lectores
Muy recomendable para todos los públicos en general, pero más concretamente para
personas aficionadas a la lectura.
3. Análisis de la obra estudiada
En este apartado vamos a hacer un análisis profundo de la obra Como una novela.
Vamos a hablar de todos los elementos que nos pueden aportar información acerca del
argumento y la temática del libro, además de todos los elementos que tenemos que
analizar.
En primer lugar vamos a hablar brevemente del autor. El autor del que ya hemos
hablado antes es Daniel Pennac. Es un autor en el que destacan sus producciones
dirigidas hacia un público infantil, y también sus novelas y ensayos. En el caso de este
libro estamos hablando de un ensayo y probablemente una de las obras con mas valor de
Pennac.
La obra que estamos analizando es un ensayo porque tiene dos partes: argumentos y
reflexión. Primero el autor presenta una serie de argumentos acerca de la temática de la
lectura, y luego hace una valoración personal. El autor trata de reflexionar y valorar los
argumentos de los que habla en el ensayo. Pennac hace una reflexión personal acerca de
la lectura y trata de trasmitirnos esa idea que él tiene acerca de la lectura. Normalmente
los ensayos quieren transmitirnos una idea concreta. En este caso el autor nos quiere
transmitir su idea sobre la lectura. Pennac trata de transmitirnos su idea de libertad en la
lectura. Quiere que veamos la lectura como algo a lo que pueden acceder todas las
personas sin ser obligadas a ello. La lectura debe ser un acto voluntario en el que cada
persona puede leer como quiere sin seguir unas pautas o un modelo predeterminado.
Debe ser un acto en el que cada persona tenga la libertad de imaginar e interpretar la
lectura con total libertad.
Hay experiencias que Pennac las valora de una forma más positiva o de otra forma más
negativa. Todo esto de que nos habla Pennac son experiencias reales con la que gran
parte de las personas podemos estar identificados y que nos crean una impresión similar
que a Pennac.
Vemos que en este apartado Pennac crítica a la televisión, y lo que esta transmite y
supone. En este apartado también habla indirectamente del componente creativo de la
lectura. En la televisión y en el cine nosotros vemos todos los decorados, todos los
detalles, todo está diseñado y ajustado a la perfección por los directores y personas que
trabajan en el cine y en la televisión. Sin embargo en la lectura tenemos que hacer un
esfuerzo creativo de diseñar, e imaginar lo que el autor nos quiere transmitir con la
historia que nos está contando. Cada persona puede tener una interpretación diferente
sobre lo que el autor nos cuenta. Por eso podemos decir aquello de que hay tantas
interpretaciones como lectores.
Para acabar el análisis de este primer capítulo vamos a ver otro apartado que nos ha
llamado mucho la atención. En este caso es el apartado número XXII:
En este caso Pennac habla de la responsabilidad que tienen los adultos a la hora que un
niño lea y tenga gusto por la lectura. Pennac se refiere al adulto como un agente de gran
importancia a la hora de conseguir que los niños lean y vean la lectura como algo
bueno, que al fin y al cabo es la intención que tiene el libro
Ahora vamos a hablar del segundo capítulo que se llama Hay que leer. En este capítulo
principalmente se destacan aspectos o componentes negativos de la lectura. El título del
libro ya implica una perífrasis verbal de obligación, lo que hace que nos hagamos una
idea de lo que puede haber en este capítulo. En la mayor parte de este capítulo se tiene
una visión de la lectura negativa, como si fuera algo malo, una obligación.
En los diferentes apartados de este capítulo vemos el uso negativo que hacen algunos
agentes de la lectura a la hora de presentársela a los niños y hacerles leer. En el primer
apartado de este capítulo, apartado XXV, ya hay una crítica hacia la escuela y de cómo
afecta negativamente al deseo y las ganas de los niños de leer:
Vemos que al principio de este apartado Pennac reflexiona sobre el uso negativo que
hacemos de la lectura en la escuela. Concretamente se refiere a la situación de que los
profesores obligan a los niños a leerse un libro para una fecha determinada. A veces los
profesores no se dan cuenta de que están obligando al niño a leerse un libro que
probablemente no les guste y no les suscite ningún interés, en un tiempo inferior al que
ellos necesitan. Simplemente esta obligación leer choca con la libertad de la lectura.
Pennac comienza diciendo que el verbo leer no soporta el imperativo. Por eso en este
apartado y en este capítulo estamos viendo situaciones como esta, en la que los
implicados en la educación de los niños estamos haciendo un uso indebido o una mala
práctica de cómo debemos hacer leer a los niños. Por ejemplo en este apartado los
profesores estamos obligando a los niños a hacer una ficha de lectura a los niños de un
libro que probablemente se lo hayamos impuesto nosotros. Esto debe cambiar y para
ello debemos hacer variaciones en los aspectos didácticos y metodológicos. Debemos
cambiar la forma de hacer que los niños lean para que no tengan esa visión mala de la
lectura, y lo vean como algo bueno y gratificante que les satisfaga.
A lo largo de este capítulo vemos muchos más apartados en los que hay una crítica
negativa hacia aspectos negativos y agentes que hacen un mal uso de la lectura.
Principalmente critica a la escuela, a los padres y a la sociedad. Pennac quiere
explicarnos lo que esta obligatoriedad va a generar. Vamos a ver resistencia en los niños
a la lectura. Conseguimos todo lo contrario a lo que en realidad queremos conseguir con
la lectura.
Pues bien, «el chaval» tiene eso en la cabeza. Ni por un segundo pone el dogma en
cuestión. Eso es, por lo menos, lo que se desprende claramente de su redacción: Tema:
¿Qué piensas del consejo de Gustave Flaubert a su amiga Louise Collet: «¡Lee para
vivir!»? El chaval está de acuerdo con Flaubert, el chaval y sus compañeros, y sus
compañeras, todos de acuerdo: «¡Flaubert tenía razón!» Una unanimidad de treinta y
cinco trabajos: hay que leer, hay que leer para vivir, y eso es incluso -esta absoluta
necesidad de la lectura- lo que nos distingue de la bestia, del bárbaro, del bruto
ignorante, del sectario histérico, del dictador triunfante, del materialista bulímico, ¡hay
que leer!, ¡hay que leer!
- Para aprender.
- Para sacar adelante nuestros estudios.
- Para informarnos.
- Para saber de dónde venimos.
- Para saber quiénes somos.
- Para conocer mejor a los demás.
- Para saber adónde vamos.
- Para conservar la memoria del pasado.
- Para iluminar nuestro presente.
- Para aprovechar las experiencias anteriores.
- Para no repetir las tonterías de nuestros antepasados.
- Para ganar tiempo.
- Para evadirnos.
- Para buscar un sentido a la vida.
- Para comprender los fundamentos de nuestra civilización.
- Para satisfacer nuestra curiosidad.
- Para distraernos.
- Para informarnos.
- Para cultivarnos.
-Para comunicar.
- Para ejercer nuestro espíritu crítico.
y el profesor aprueba al margen: «¡sí, sí, B, MB!, BB, exacto, interesante, en efecto, muy
correcto», y tiene que contenerse para no exclamar: «¡Más! ¡Más!», él, que en el pasillo
del instituto ha visto esta mañana al «chaval» copiar a toda velocidad su ficha de lectura
de la de Stéphanie, él, que sabe por experiencia propia que la mayoría de las citas
encontradas en esas sensatas redacciones salen de un diccionario especial, él, que sabe a
la primera hojeada que los ejemplos elegidos («citad ejemplos sacados de nuestra
experiencia personal») proceden de lecturas hechas por otros, él, en cuyos oídos siguen
resonando los aullidos que desencadenó al imponer la lectura de la siguiente novela:
-¿Cómo? ¡Cuatrocientas páginas en quince días! ¡Pero no lo terminaremos nunca, señor!
-¡Hay un examen de mates!
-¡Y la semana próxima hay que entregar la redacción de economía!
Y aunque conozca el papel que ha desempeñado la televisión en la adolescencia de
Mathieu, de LeIla, de Brigitte, de Camelo de Cédric, el profesor sigue aprobando, con
todo el rojo de su estilográfica, cuando Cédric, Camel, Brigitte, LeIla o Mathieu afirman
que la tele («¡no quiero abreviaturas en vuestros trabajos!») es la enemiga Número
Uno del libro, y también el cine si se piensa bien, pues uno y otro suponen la pasividad
más amorfa, cuando leer depende de un acto responsable. (¡MB!) Aquí, sin embargo, el
profesor deja su pluma, alza la mirada como un alumno ensimismado, y se pregunta:
-¡oh, sólo para sus adentros!
- si determinadas películas, de todos modos, no le han dejado recuerdos de libros.
Este apartado nos parece muy importante porque en él el niño enumera una serie de
causas por las que es bueno leer. El niño no debe aprender las causas por las que es
bueno leer, sino que el profesor debe ser capaza de hacer comprender a los niños que es
bueno leer por esas causas. El profesor debe realizar actividades con las que el alumno
se dé cuenta de ello y a partir de ahí el niño lea y después sea capaz de reflexionar
porque es bueno leer.
El tercer capítulo se titula Dar de leer. En este capítulo se habla de la lectura como algo
positivo. Es la oposición al capítulo anterior. En el podemos observar las cosas que
debemos tener en cuenta a la hora de inculcar el hábito lector a nuestros alumnos. Se
habla de cosas positivas, de cosas que debemos hacer para que los niños tengan ese
gusto por la lectura y que no lo conciban como algo negativo. Habla del acto de dar de
leer como algo bueno como un acto que pueda influir de forma positiva en los niños.
Este capítulo sobre todo está dirigido hacia los profesores. En este capítulo vemos una
forma agradable de percibir la lectura. En los diferentes apartados de este capítulo el
autor nos habla de experiencias con las que podemos percibir la lectura como algo más
bueno y no como algo negativo.
La mayor parte de cosas sobre las que habla el autor son cosas relacionadas con el
ámbito escolar: hay un apartado en el que el profesor les dice a los niños que describan
como es una biblioteca y un libro, hay apartados en los que aparece un profesor
contándole historias a los niños que realmente les motiva y les incita a leer…
No obstante también aparecen apartados en los que van dirigidos a todas las personas en
general, en los que el autor nos da recomendaciones que debemos seguir a la hora de
mostrar a los niños la lectura.
Este capítulo finaliza con la enumeración de los derechos del autor. En el podemos
observar estos derecho que no hacen más que hacer referencia a libertad que tiene el
lector a la hora de leer un libro.
El último capítulo se llama decálogo del buen lector. En él podemos ver que se habla
detenidamente de los derechos del lector de los que hemos hablado antes. Esto lo
podemos ver como si fuera la parte final del ensayo. Además en el último apartado del
capítulo anterior acaba diciendo que van a dejar de hablar del libro para poder empezar
a hablar del lector. Esto ya nos deja entrever que es lo que va a deparar este capítulo.
Este capítulo es la oposición total a la lectura por obligación. Los derechos del autor no
hacen más que decirnos de una forma indirecta que lo importante es leer
independientemente de cómo se lea. Se centra sobre todo en la libertad que debe
conllevar el acto de lectura, libertad en todos los aspectos. El lector debe tener libertad
de leer lo que quiera, de leer como quiera, de leer cuando quiera…
Todo esto de lo que estamos hablando vemos que es la opinión personal de Pennac
acerca del tema tratado en su ensayo: la lectura. Pennac incide sobre todo en que leer
debe ser un acto libertad no de obligación. A lo largo de toda la obra Pennac quiere que
veamos lo que la lectura debe implicar y lo que nos debe evocar.
Todo esto nosotros como maestros debemos llevarlo a un nivel de reflexión mayor y
extrapolarlo hacia el ámbito escolar. Debemos ser capaces de aplicar esta síntesis de la
obra de Pennac a la escuela, tenemos que trabajar a partir de estos principios de libertad
en la lectura y llevarlos correctamente a la escuela. Además debemos hacer que el resto
de implicados en comunidad escolar colaboren y hagan el mismo trato sobre la lectura.
Como buenos maestros cuando hablamos a los niños de la lectura debemos buscar
estrategias que nos permitan que los niños vean la lectura como algo bueno y no como
una obligación. Tenemos que formar buenos lectores y debemos transmitir que los niños
no leen por obligación sino porque es bueno para ellos. A partir de estas bases podemos
formar niños que leen porque les gusta, no porque les obliga.
Para acabar con esta reflexión y análisis por capítulos de la obra de Pennac queremos
decir que él mismo dice que esta obra no es un acto de reflexión, sino una tentativa de
reconciliación con la lectura. En realidad en el libro sí que hay una reflexión por parte
de Pennac pero él quiere que veamos su obra como un manual que nos ayuda a formar
buenos lectores. Pennac quiere que entendamos su reflexión acerca de la lectura y que
esta nos permita tener una visión de la lectura como algo agradable y no como si fuera
algo malo. Hay que tener en cuenta la aplicación didáctica que tiene esta obra a la hora
de mostrar la lectura a los niños.
Ahora que ya hemos acabado este análisis de la obra de Pennac vamos a ver elementos
del libro que nos pueden aportar información como los paratextos.
Primero vamos a hablar de los peritextos que son elementos del propio libro que nos
pueden aportar información acerca de él.
El autor es Daniel Pennac del que ya hemos hablado anteriormente. El ilustrador es Jan
Saudek del que no tenemos mucha información y por lo cual poco nos puede aportar. El
diseño de la colección corre a cargo de Julio Vivas, elemento que tampoco nos aporta
información.
Nada de esto que hemos hablado nos puede aportar información acerca de la obra. El
autor en ningún momento quiere darnos pistas acerca de la obra.
De los epitextos no hemos encontrado nada de información de catálogos, crítica,
publicidad…
Solo podemos decir que esta obra está dirigida hacia un lector maduro y que trata el
tema de la lectura.
A modo conclusión final de nuestro ensayo queremos decir que esta obra es muy
importante y que tiene un gran valor didáctico y que sus reflexiones deben ser aplicadas
al ámbito escolar. Nosotros como maestros debemos cumplir en medida de lo posible lo
que Pennac nos dice en este ensayo.
4. Bibliografía
Pennac, D. (1993). Como una novela
Martí, O. (2000). “El humor permite ejercitar una forma superior de dignidad
humana”. El país, 10-11
Carranza, C. (2014). Consultada el 17 de Mayo de 2014
http://lacuevadecharles.blogspot.com.es/2014/01/como-una-novela-daniel-
pennac.html