Interrelación Dialéctica Estado Comunidad Universidad

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INTERRELACIÓN DIALÉCTICA ESTADO COMUNIDAD

UNIVERSIDAD
La universidad es una confluencia sensible de las problemáticas que perturban
a la sociedad contemporánea, por lo tanto para comprender la universidad resulta
necesario considerar las relaciones entre la universidad y la sociedad y el estado,
enfocando los contextos y las condiciones de la época. En este sentido, se
asume que el análisis de la educación, debe estar orientado por una actitud
abierta, dialógica y crítica, atentos al vínculo que se establece y a la interacción
dinámica entre la universidad, la sociedad y el estado. Razón por la cual se
necesita superar el modo de pensar, la universidad como ámbito cerrado,
clausurado o excluido del contexto; se necesita comprender, profundamente, lo
que está pasando en el interior y fuera de ella, para asumir decididamente la
responsabilidad de incidir en la práctica.
Sin duda, las universidades deberían considerar sus espacios libres, posibles
de ser transformados en sitios de encuentro, de participación, de aprendizaje.
Dejar de ser lugares de paso, rincones vacíos, lugares olvidados o en desuso,
para convertirlos en espacios sociales diseñados por los propios estudiantes,
docentes y sociedad en general. Las opciones hechas por cada institución de
educación superior serán determinadas, en gran parte, por las ventajas y des-
ventajas del sitio específico, y de las necesidades e intereses de la sociedad
educativa. Venezuela luego del posicionamiento del ex presidente Hugo Chávez,
se incursa en la reconfiguración de escenarios tanto de la vida social-educativa
como política del país, con el fin de conformar una plataforma adecuada al
proyecto nacional, que permitiera adelantar la refundación del Estado,
fundamentada con la participación protagónica del pueblo para la consolidación de
la producción endógena. En ambos asuntos la prioridad fue el ser humano, que
debía empoderarse para lograr su despliegue como sujeto social con capacidades
para pensar, sentir y hacer, en aras de desarraigar los problemas de sus
comunidades y del colectivo, asumiendo una postura ética y educativa alejada del
individualismo.
Cabe señalar que en la transición hacia una economía social encara la
transformación del modo de producción que aún mantenía arraigo en el país, de
allí que asumiendo una orientación socioeconómica fundamentada en lo
autóctono, local y sustentable, implementó un modelo de desarrollo endógeno,
cuya puesta en práctica enfrenta retos éticos, educativos y epistemológicos, para
lograr que ciudadanos y ciudadanas potencien recursos, valores, cultura y sus
capacidades endogenizadoras en un contexto de aprendizaje colectivo.
Metodológicamente se trata de un estudio de carácter teórico analítico,
contrastado con referentes empíricos.
Sin embargo es necesario resaltar que se presentan debilidades en el sistema
axiológico, pues los valores comunitarios que transversa los procesos de gestión
pugnan con algunos antivalores, y con el pasar de los años las casas de estudios
universitarios han sufrido una serie de modificaciones con el fin de avanzar en el
desarrollo de profesionales, que cada vez sean más específicos y eficaces en
cuanto al impacto que se efectuara en la sociedad, es por esta razón que las
universidades fueron conformándose y propagándose por el mundo, cambiando
constantemente “de escuela de cultura general y entrenadora de unas pocas
profesiones a instituciones cada vez más diversificadas; de escuela dedicada a la
enseñanza del saber establecido, a institución crítica, rectora de la cultura, con la
investigación científica como función esencial. Su creación provocó un cambio en
la realidad social desde el inicio, entrando a formar parte la escuela de un nuevo
estrato social que modificó la estructura de la sociedad desarrollándola y ha-
ciéndola más compleja.
Es importante mencionar que cada profesión debe estar basada en el
conocimiento y algunos fundamentos como el epistemológico, ontológico y
metodológico como ciudadanos, para así poder valorar los derechos humanos,
cumplir con una buena ética profesional y por ende causar un impacto positivo.
En cuanto al fundamento epistemológico un paradigma y una cosmovisión del
mundo en las que las comunidades son protagonistas de su proyecto de vida y
además interlocutores válidos en el contexto de las dinámicas sociales en las que
participan con sus recursos y capacidades. Y para comprender e interpretar esta
realidad requerimos de una epistemología social en la cual la construcción del
conocimiento se dé desde abajo y desde adentro, sustentada en la horizontalidad
y el diálogo, descartando las intervenciones que nos sitúan en una posición de
dominio y superioridad. Haciendo énfasis en lo ontológico esa parte de saber y
conocer con anticipación la relación de los entes y las capacidades con las cuales
se cuenta como ciudadanos, es decir, para enfrentar nuevos retos
transformadores donde el mayor enfoque sea la suprema felicidad social
patrocinadas por el estado y sustentadas por las casas de estudios superiores;
utilizando nuevas metodologías innovadoras que lleven a la verdadera libertad de
la sociedad y el pueblo, según los ideales sociales.
Partiendo de dichas fundamentaciones, podemos hacer valer los derechos
como ciudadanos teniendo la libertad de nuestras acciones para poder cumplir las
obligaciones sin coacción y con miras a promover una calidad de vida sin afectar
los derechos de otras personas. Cabe destacar que estos derechos humanos que
se mencionan son inherentes a la persona humana, así también son inalienables,
imprescriptibles, y para que estos puedan realizarse y reconocerse dentro de un
ámbito real, el estado, debe encontrarse en democracia, ya que es la que permite
que todos los hombres participen realmente del gobierno de manera activa e
igualitaria, cooperando con el reconocimiento, respeto, tutela y promoción de los
derechos humanos; como las ideas de nuestro Simón Rodríguez “quien era
partidario de una educación democrática, amplia y libre de prejuicios; de una
educación que hiciera ciudadanos honestos y amantes apasionados”.
Ya para finalizar reitero que el Estado, la sociedad y la universidad pública en
Venezuela se han aproximado al desarrollo endógeno; sin embargo, es nece sario
generar y asumir políticas públicas más efectivas, estructurales e incluyentes. La
universidad debe rescatar su misión como formadora en las diferentes corrientes
del pensamiento humano y generar, socializar el conocimiento para todos los
venezolanos, sin distingo ideológico y con apertura a diferentes modelos
económicos.

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