Guía de Lectura de Nada
Guía de Lectura de Nada
Guía de Lectura de Nada
1. INTRODUCCIÓN
Nada es una novela de fuerte componente autobiográfico, escrita en 1944 y que obtuvo el
Premio Nadal en 1945. La obra llamó la atención no solo por la edad de Carmen Laforet (su
biografía, contada en parte por ella misma, aquí1) que por entonces tenía 23 años, sino también
por la descripción que hizo de la época: y es que Nada es una novela de tono existencial, que
refleja el desolado mundo de la posguerra desde una perspectiva pesimista, al contrario de la
mayor parte de la narrativa de la época. Las relaciones entre los protagonistas de la novela
dibujan una estructura que entronca con el tremendismo literario.
2. ANÁLISIS DE LA OBRA
a) Argumento
Nada es una novela lineal que refleja la realidad cotidiana de unos seres angustiados,
ubicados en la posguerra española y cuya existencia recuerda una pesadilla llena de discordias,
confrontaciones y frustraciones. El dolor y el pesimismo son ejes vertebradores de la narración,
que se reflejan en sus personajes y en el punto de vista de Andrea, una muchacha que irá
madurando a lo largo de su estancia en Barcelona.
b) Estructura
La novela se divide en tres partes:
1ª parte (capítulos I-IX, va de octubre a febrero) y se centra en la vida en la calle
Aribau.
2ª parte (capítulos X-XVIII, marzo-junio): mayor apertura al exterior,
universidad y Ena.
3ª parte (capítulos XIX-XXV, julio-septiembre): llega la resolución, aunque hay
que señalar que es una novela abierta.
c) Temas
Los temas básicos que plantea son variados: búsqueda de la libertad (fíjate en los
capítulos I, X, XVIII, XX y XXV), deseo de liberación femenina (la emancipación de la mujer
es un tema recurrente a lo largo de la novela: relee el capítulo XIX donde Margarita se confiesa a
Andrea y explica qué entiende por emancipación personal y cómo influye en Andrea), lucha
contra ciertos patrones de la sociedad, búsqueda de un modelo femenino, rechazo del
matrimonio y del amor romántico, (relee los capítulos XII XVII y XVIII), crítica a los tópicos
románticos, retrato de la sociedad catalana de la posguerra, la amistad, la violencia doméstica, la
tiranía psicológica, etc. Por otro lado, parece como si la autora no quisiera entrar en temas
polémicos como los políticos.
d) Narrador
Andrea, la protagonista, es la narradora en primera persona (no una narradora-
protagonista, sino una narradora-testigo que nos cuenta sobre todo lo que observa), por lo que
solo tenemos su perspectiva. Sin embargo, la autora introduce otros puntos de vista en algunos
episodios, como los capítulos XV y XX, que cuentan la visita al barrio chino por parte de Juan,
narrada de forma dinámica y sin apenas estilo poético primero según Andrea y luego según
Gloria, algo que vuelve a suceder en los capítulos XVI y XXI con una escena evocada por Iturdiaga
y luego por Ena.
e) Tiempo y espacio
1
http://www.carmenlaforet.com/biografia/biografia.htm
1
La acción transcurre durante el curso 1939-40, aunque hay algunas analepsis (retrocesos
temporales, flashbacks) a través de los recuerdos de otras estancias de Andrea en Barcelona,
cuando iba a pasar los veranos en casa de sus abuelos, en la calle Aribau, antes de la guerra, así
como algunos acontecimientos adelantados (como el final de su estancia barcelonesa), que
delatan una escritura posterior a la estancia en Aribau (capítulos V, X, XII, XVIII y XIX).
En cuanto al marco espacial, es concreto y reconocible: Barcelona. La obra comienza
cuando la protagonista llega a la ciudad y termina cuando se marcha de ella. Casi toda la novela
transcurre en espacios urbanos. En la novela queda muy marcada la diferencia entre los espacios
interiores y los exteriores (en el capítulo VI hay un ejemplo claro de tal contraste). Los espacios
interiores, la casa de Aribau, representan el ámbito de la opresión, de la frustración, mientras que
los exteriores adquieren connotaciones de libertad, de felicidad.
En demasiadas ocasiones, Andrea se refugia en su habitación. Los espacios exteriores de
la novela se dividen en dos ámbitos sociológicos. Uno pertenece a la clase acomodada de
Barcelona, a la burguesía industrial; otro pertenece a la clase marginal (capítulos IV, V, XII,
XIII...).
f) Personajes
Andrea, la “chica rara”, es la protagonista y observadora pasiva (de ahí que tengamos tan
pocos detalles sobre su aspecto físico (apenas en los capítulos XIII y XVIII).
Los personajes masculinos son pocos y tienen menor relieve psicológico que los
personajes femeninos: Román ocupa un lugar importante en la novela. Juan es una versión más
brutal y menos sofisticada de la personalidad de su hermano Román.
Los personajes femeninos, mejor trazados que los masculinos, presentan finos matices
psicológicos: Gloria, la tía Angustias, la Abuela, la criada, Margarita y Ena. Los personajes
femeninos de Angustias, Gloria y Ena, no representan modelos puros, sino contradictorios.
g) Forma y estilo
El estilo de la prosa de Carmen Laforet es sencillo, natural y sobrio (sobre todo en los
diálogos, que reflejan un habla coloquial). Predomina la descripción, que es por un lado
impresionista (Andrea se fija en todo lo que la rodea y transmite su impresión: no describe los
objetos tal y como son, sino que lo hace como ella los percibe) en la presentación de la ciudad, sus
edificios, sus barrios, cargados de un valor simbólico; y, por otro, expresionista en la
descripción de personajes y en la deformación de sus rasgos: un recurso destinado a degradar a
algunos de los personajes es la animalización, que la autora utiliza con aquellos que le resultan
antipáticos (capítulos: VII, IX, X, XI y XV).
En los fragmentos narrativos, la narradora utiliza un lenguaje lleno de recursos
poéticos cuya forma se ajusta muy bien al tema de la novela y que se basa en una descripción
cruda de la realidad desde una perspectiva intimista y sensible. Así, abundan las sinestesias, las
personificaciones, las metáforas, y las comparaciones (ejemplos en los capítulos: I, II, VI,
XII, XVIII, XIX, XX, XXI y XXII).
A pesar de que la novela no posee una intriga central basada en el esquema tradicional
lineal (inicio, nudo y desenlace), mantiene el interés del lector gracias a una serie de técnicas
narrativas destinadas a crear una atmósfera de incertidumbre, como los pocos datos que
conocemos de Andrea y, sobre todo, la elusión narrativa, es decir, plantear intrigas secundarias
que no acaban de resolverse: ¿qué papel ocupó Román durante la guerra civil?, ¿cuáles son las
relaciones sentimentales de Román?, ¿qué relación tiene Angustias con su jefe?, ¿cuál es el futuro
de Andrea después de salir de Barcelona?...