Protocolo Contra La Violencia de Género SL

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PROTOCOLO DE PREVENCIÓN Y ACCIÓN INSTITUCIONAL CONTRA LA

VIOLENCIA DE GÉNERO

FUNDAMENTOS

El presente protocolo tiene como objeto prevenir y erradicar las situaciones de


violencia de géneros que ocurren y/o pudieran ocurrir en el ámbito del Club Atlético
San Lorenzo de Almagro teniendo en cuenta que es una institución social y
deportiva donde conviven socios, socias (adultos, niños/as y adolescentes),
deportistas, trabajadores/as y dirigentes, como también transformar las
subjetividades de las personas que lo integramos, de modo tal de propiciar
relacionarnos con respeto e igualdad. Asimismo, tiene por finalidad establecer
principios y procedimientos tendientes a contribuir con la sociedad en general,
asegurando que el Club sea un espacio libre de violencia de género y donde las
mujeres tengan completa participación en todos los ámbitos de la institución. En
este sentido, San Lorenzo se encuentra entre los primeros clubes en establecer un
cupo femenino tanto para Comisión Directiva como para la Asamblea de Socios/as.

En tanto institución social, el club tiene la responsabilidad de dar respuesta ante


las distintas situaciones de violencia de género en pos de garantizar el
cumplimiento de la normativa nacional e internacional relativa a la materia.

El marco jurídico a nivel interno e internacional resulta aplicable para cada una de las
situaciones que se presenten en la institución y resulta concluyente en lo que a
protección contra la violencia de género se trata. En este sentido, la Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer
(Convención Belem Do Para), establece en su artículo 3 que “Toda mujer tiene
derecho a una vida libre de violencia, tanto en el ámbito público como en el privado”.
A su vez, la Ley de Identidad de Género (Ley nro. 26.743), establece en su artículo 2
que “Se entiende por identidad de género a la vivencia interna e individual del género
tal como cada persona la siente, la cual puede corresponder o no con el sexo
asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo. Esto
puede involucrar la modificación de la apariencia o la función corporal a través de
medios farmacológicos, quirúrgicos o de otra índole, siempre que ello sea libremente
escogido. También incluye otras expresiones de género, como la vestimenta, el modo
de hablar y los modales”.

La Ley Nacional Contra Actos Discriminatorios (Ley nro. 23.592), establece en su


artículo 1 que “Quien arbitrariamente impida, obstruya, restrinja o de algún modo
menoscabe el pleno ejercicio sobre bases igualitarias de los derechos y garantías
fundamentales reconocidos en la Constitución Nacional, será obligado, a pedido del
damnificado, a dejar sin efecto el acto discriminatorio o cesar en su realización y a
reparar el daño moral y material ocasionados. A los efectos del presente artículo se
considerarán particularmente los actos u omisiones discriminatorios determinados por
motivos tales como raza, religión, nacionalidad, ideología, opinión política o gremial,
sexo, posición económica, condición social o caracteres físicos”.

A su vez, la “Convención sobre Eliminación de todas las Formas de Discriminación


contra la Mujer” (CEDAW) y la Ley Nacional N°26.485 de “Protección integral para
prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que
desarrollen sus relaciones interpersonales”, resultan aplicables a todas las
situaciones que pudieran presentarse.

El enfoque del presente protocolo es garantista, anti- punitivista, esto quiere decir,
que el protocolo no será un símil “código penal” que establezca de antemano posibles
sanciones a determinadas conductas, sino que posibilitará el ámbito que evalúe los
casos en su contexto y pueda establecer modos de resolución de los mismos e incluso
establecer sanciones a partir del análisis de las situaciones concretas. También
promoverá el cauce judicial en casos de gravedad que excedan a la propia
organización, ya que de ningún modo será un supletorio de la Justicia.

DISPOSICIONES GENERALES

ARTÍCULO 1 - Ámbito de aplicación:

Este protocolo es de aplicación cuando las conductas violentas y/o discriminatorias


ocurran en cualquiera de los espacios o medios descritos a continuación:

1) En el emplazamiento físico central del Club y sus dependencias o anexos.

2) Fuera del espacio físico del club o sus dependencias o anexos contextualizados en
el marco de las actividades sociales y deportivas.

El presente protocolo es complementario y no reemplaza la aplicación de normativas


específicas vigentes referidas en la fundamentación del presente protocolo.

ARTÍCULO 2 - Objeto:

Este protocolo tiene como finalidad prevenir toda situación que implique violencia
y/o discriminación por cuestiones de género, orientación sexual e identidad de
género propiciando ámbitos que favorezcan la sensibilización y visibilización de
ésta problemática así como también abordar adecuadamente las consultas y
denuncias recibidas, brindando apoyo y contención integral a las víctimas y sus
familias.

ARTÍCULO 3 - Sujetos:

Este protocolo involucra a las conductas realizadas por los y las asociados/as;
empleados/as y personal cualquiera sea su vinculación laboral; profesores/as
permanentes o temporales; a todos los/las deportistas de la institución y toda
persona que se encuentre en las instalaciones del club.

ARTÍCULO 4 - Situaciones:

1) Este protocolo incluye situaciones de violencia y discriminación basada en el


sexo y/o género de la persona, orientación sexual, identidad de género y expresión
de género que tengan por objeto o por resultado, excluir, restringir, limitar,
degradar, ofender o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos.

2) En un todo de acuerdo con la Ley 26.485 en su art. 4, se reprocha toda conducta,


acción u omisión, que de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público
como en el privado, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida,
libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial,
como así también su seguridad personal. Se considera violencia indirecta, a los
efectos de la presente ley, toda conducta, acción u omisión, disposición, criterio o
práctica discriminatoria que ponga a la mujer en desventaja con respecto al
hombre.

3) De acuerdo al artículo 5º de la Ley 26.485: quedan especialmente comprendidos


en la definición de violencia del inciso precedente, los siguientes tipos de violencia
contra la mujer:

a.- Física: La que se emplea contra los cuerpos feminizados produciendo dolor,
daño o riesgo de producirlo y cualquier otra forma de maltrato o agresión que afecte
la integridad física de esos cuerpos.

b.- Psicológica: La que causa daño emocional y disminución de la autoestima o


perjudica y perturba el pleno desarrollo personal o que busca degradar o controlar
sus acciones, comportamientos, creencias y decisiones, mediante amenaza,
acoso, hostigamiento,restricción, humillación, deshonra, descrédito, manipulación
o aislamiento.

c.- Sexual: Cualquier acción que implique la vulneración en todas sus formas, con
o sin acceso genital, del derecho de la mujer de decidir voluntariamente acerca de
su vida sexual o reproductiva a través de amenazas, coerción, uso de la fuerza o
intimidación, incluyendo la violación dentro del matrimonio o de otras relaciones
vinculares o de parentesco, exista o no convivencia, así como la prostitución
forzada, explotación, esclavitud, acoso, abuso sexual y trata de mujeres.

d.- Económica y patrimonial: La que se dirige a ocasionar un menoscabo en los


recursos económicos o patrimoniales de la mujer, a través de la perturbación de la
posesión, tenencia o propiedad de sus bienes, pérdida, sustracción, destrucción,
retención o distracción indebida de objetos, instrumentos de trabajo, documentos
personales, bienes, valores y derechos patrimoniales.

e.- Simbólica: La que a través de patrones estereotipados, mensajes, valores,


íconos o signos transmita y reproduzca dominación, desigualdad y discriminación
en las relaciones sociales, naturalizando la subordinación de los cuerpos
feminizados en la sociedad.

ARTÍCULO 5 - Procedimiento

1) Créase en el ámbito del C.A.S.L.A. una Oficina de Género que trabajará


interdisciplinariamente con personal capacitado en la materia con las siguientes
funciones:

a) Recepcionar las denuncias o consultas.


b) Brindar asesoramiento a las personas que formulen denuncias o consultas.
c) Realizar un seguimiento de las denuncias y consultas efectuadas.
d) En caso de considerarlo pertinente, derivar los casos de forma protegida a
los organismos judiciales o de asistencia para su contención, asesoramiento
y/o patrocinio.
e) En caso de considerarlo pertinente, dar inmediata intervención a la
defensoría zonal correspondiente del consejo de los Derechos de niños,
niñas y adolescentes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
f) En caso de que los profesionales intervinientes lo consideren pertinente,
exista voluntad de los/as involucrados/as, y estén dadas las condiciones
objetivas para que así suceda, se podrá recurrir a la herramienta de la
mediación entre las partes.
g) Elaborar un dictamen fundado de cada caso que aborde.
h) Elaborar informes y recomendaciones de oficio para su tratamiento ante la
Comisión Directiva.

2) Principios rectores

● No re-victimización. Se evitará la reiteración innecesaria del relato de los


hechos, como así también, la exposición pública de la persona que denuncia
o datos que permitan identificarla.
● Respeto y privacidad. La persona que efectúe una consulta o presente una
denuncia, será tratada con respeto debiendo ser escuchada en su
exposición sin menoscabo de su dignidad y sin intromisión en aspectos que
resulten irrelevantes para el conocimiento de los hechos.
● Celeridad del procedimiento: Como parte de un tratamiento efectivo del
abordaje de la situación, el procedimiento no debe dilatarse en el tiempo.
● Confidencialidad: Se garantizará en todo momento la confidencialidad de los
situaciones descriptas por las personas involucradas, la cual solo podrá
quebrantarse por citación de autoridades judiciales. A su vez, en caso de
que la denuncia sea efectuada por terceros involucrados en el conflicto, se
deberá entrevistar a las personas involucradas, resguardando la identidad
del consultante que así lo requiera.

ARTÍCULO 6 - Capacitaciones

1) Establézcase un plazo, a partir de la entrada en vigencia del presente protocolo,


de 18 meses para que, de forma obligatoria, y en los términos de la Ley 27.499 -
Ley Micaela- que apunta a la necesidad de capacitar a todo el personal estatal, los
y las trabajadores/as, entrenadores/as, dirigentes y cualquier otra persona que bajo
cualquier otra forma de contratación preste funciones en el club, reciban al menos
una capacitación en temáticas de géneros.

2) Se brindarán capacitaciones periódicas a los niños, niñas adolescentes y jóvenes


que transitan el club, en materia de violencias, apuntando a identificar y brindar
herramientas para prevenir cualquier tipo de violencia y/o abusos.

ARTÍCULO 7 - PUBLICIDAD DEL PROTOCOLO

A partir de la entrada en vigencia del presente protocolo, se destinarán los recursos


que sean necesarios a fin de que todos los sujetos alcanzados por esta norma, tengan
acceso a conocer su texto. Nadie puede alegar desconocimiento de las disposiciones
bajo pretexto de desconocimiento de las mismas.

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