Codigo Penal
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Resolución N° 09
Piura, 29 de enero de 2019
En el proceso seguido contra Elvis Joel Miranda Rojas, por el delito de homicidio
simple y abuso de autoridad en agravio de Juan Carlos Ramírez Chocán; la Tercera
Sala Penal de Apelaciones de Piura, ha emitido la siguiente:
I. ANTECEDENTES
b) Por estos hechos, formaliza Investigación Preparatoria, contra el S3PNP Elvis Joel
Miranda Rojas, por la comisión de los delitos de homicidio simple, tipificado en el
artículo 106 del Código Penal, y de abuso de autoridad, tipificado en el artículo 376
del Código Penal, en agravio de Juan Carlos Ramírez Chocán, y el Estado,
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respectivamente; precisa al existir graves elementos de convicción que vincularían
al imputado como autor de los referidos delitos, la prognosis de pena sería mayor de
cuatro años y existe el peligro procesal en variantes de fuga y de obstaculización de
la actividad investigatoria, y de conformidad con el artículo 268 del Código
Procesal Penal, solicita prisión preventiva por el plazo de nueve meses.
1.2.1. Mediante Resolución de fecha 16 de enero del presente año, el Juez del
Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria de Castilla, evaluando los
presupuestos de la prisión preventiva y en relación a los graves elementos de
convicción que vinculen al imputado como autor del evento delictivo incriminado,
expresó:
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ocasiona la muerte del agraviado y éste no portaba ningún arma; todos estos
elementos vincularían al investigado con la comisión de los delitos, pues se
acredita que hay una persona fallecida y el denunciado reconoce haber
efectuado el disparo que trajo como consecuencia su muerte.
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Solicita se revoque la resolución impugnada que dictó prisión preventiva por el
plazo de siete meses y se le dicte comparecencia restrictiva. Sostiene que el 13 de
enero del 2019 su patrocinado Miranda Rojas, quien era operador de la móvil de
placa N° EP- 509, conjuntamente con el chofer del vehículo Policial, se
encontraban realizando servicio de patrullaje a inmediaciones de la Universidad
“Alas Peruanas”, en circunstancias que son alertados por un transeúnte que
minutos antes había observado un robo por parte sujetos que se desplazaban en
una mototaxi color negro con franjas amarillas y en las puertas laterales había un
ticket de conejo; los efectivos policiales logran divisar que la moto salía por el
callejón que señalaba la información recibida;cuyos sujetos al percatarse de la
presencia policial emprenden la huida girando en U; los efectivos policiales
prenden la sirena, dan la voz de alto policía y se inicia una persecución por
aproximadamente 500 metros; los tripulantes de la moto no se detenían,
circunstancias que el efectivo policial Carhuayo Cruz efectúa un primer disparo
disuasivo al aire, luego su patrocinado hace un segundo disparo disuasivo;
momentos que se escucha un disparo proveniente de la mototaxi; en dichas
circunstancias por el lado derecho de la mototaxi baja el occiso y emprende la
carrera y se inicia una persecución por parte del efectivo policial Miranda Rojas,
esta persecución se da a pie, llevando el occiso una ventaja de 20 metros y el
efectivo policial le dice “alto policía” y hace cuatro disparos disuasivos al aire, ante
la negativa de detenerse y ante un peligro real de su vida, toda vez que observa
de la parte de su cintura hace el ademán para efectuar el quinto disparo;
momentos que una turba de diez personas impedían la labor de Miranda Rojas, a
fin de prestarle los primeros auxilios, pero pudieron trasladarlo en la camioneta
policial; agrega que paralelo a ello, desciende del lado izquierdo de la moto el
sujeto identificado con alias “24” quien realiza un disparo hacia la camioneta
policial y logra huir de la zona. Acota que el PNP Carhuayo Cruz logra intervenir al
chofer de la mototaxi Escobar Cano, sin embargo, es una nueva turba quien
impide el arresto, y es en esas circunstancias que ante la herida que había sufrido el
occiso, inmediatamente los efectivos policiales lo trasladan a la clínica Miraflores
donde llegó cadáver. Por otro lado refiere que a inmediaciones del Atlantis había
otra camioneta policial de placa de rodaje PL - 147 conducida por el efectivo
Policial Castro Villegas y el copiloto Flores Macalupú, quienes alertados por el
agraviado Danfer Cutin Santos, a quien momentos antes le habían despojado de
350 soles y sus pertenencias personales, y proporcionando las características de la
mototaxi cuando era traslado a la comisaría de Tacalá, identifican al conductor
del vehículo, logrando la captura de Escobar Cano, conduciéndolo a la
dependencia policial.
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presente proceso. Continua con su alocución manifestando que la declaración de
los efectivos policiales Castro Villegas y Flores Macalupú, que dan cuenta de la
forma y circunstancias, en que se produjo la intervención de Escobar Cano, quien
ha reconocido su participación en los hechos; la declaración de García Cano,
señalando que su patrocinado en ningún momento trató de auxiliar al occiso pero
no dice las circunstancias porque se negaba.
Del mismo modo señala que se tiene la Ley N° 28858 en el art. 1 establece requisitos
para el ejercicio legal de ingeniería, donde se precisa que todo profesional que
ejerza labores propias e ingeniería deberá requerírsele que se encuentre habilitado,
ergo el apartado a) de la citada ley, señala que el perito para que participe en
labores, suscriba o firme una pericia, deberá estar debidamente habilitado; en
base a ello refiere que el perito Campos Urbina Fernando David que efectuó la
pericia de absorción atómica, al hoy occiso como a su patrocinado a la fecha no
se encuentra habilitado por el Colegio de Ingenieros del Perú; haciendo de
conocimiento a la judicatura que la defensa técnica ha presentado una tutela de
derechos a efectos de solicitar exclusión por prueba ilícita.
Como siguiente punto, manifiesta que el D.L. 1186 con fecha de dación 16 agosto
2015 y el reglamento expedido a través del Decreto Supremo N° 12- 2016, del 27 julio
2016, establece en el artículo 7 inciso 2 párrafo b) numeral d), los niveles del uso
de la fuerza y dentro de ellos señala cuales son los niveles reactivos y
específicamente precisa las circunstancias en que se puede utilizar la fuerza letal,
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señala la citada norma que los efectivos policiales podrán hacer uso de las armas
de fuego contra quien realiza una acción que representa un peligro real e
inminente de muerte o que lesiona grave, para contrarrestar y defender la propia
vida o la vida de terceros; asimismo indica que es importante que se tenga en
consideración que el artículo 3° del D. S. N° 12- 2016 que reglamenta el D. L. N°
1186 considera en el párrafo d) del mencionado artículo, que es peligro real e
inminente, cualquier acto evidente, manifiesto, inmediato generado por quien
empleando la violencia con objeto de arma puede causar lesiones graves o
muerte, y esto es complementado con el Manual aplicado de Derechos Humanos
para la Policía de las Naciones Unidas, específicamente en las páginas 36 y 37,
donde señala que el arma de fuego se utilizó en circunstancias extremas , en
defensa propia o en defensa de intereses de terceros; y que el artículo 8 del
acotado D.L. señala taxativamente que observando lo establecido en el artículo
4; es decir, los principios de legalidad, necesidad y proporcionalidad y lo que
dispone el artículo 6, esto es el uso de la fuerza de manera progresiva, nos lleva a
lo que dispone el inciso 3 parágrafo c), donde permite el uso de arma de fuego
a los efectivos policiales cuando se genere un peligro real y eminente para su vida
y así mismo, la consecuencia de la resistencia ofrecida de la persona que va a ser
detenida. La defensa técnica señaló que se efectuaron dos disparos desde la
camioneta policial y los tripulantes de la mototaxi no se detenían, por lo que se
emprende la persecución de una intervención completamente legitima donde se
han efectuado 4 disparos disuasivos; el peligro real y eminente ha sido señalado
por su patrocinado al momento de declarar y manifestar que observa que desde la
pretina de su pantalón, el occiso trataba de apuntarle; y que dirá la fiscalía que
la prueba de absorción atómica resulta negativa para el agraviado; sin embargo,
hemos ofrecido una tutela de derechos y la constancia que el perito no se
encuentra habilitado y en el supuesto negado que se le pretenda dar validez, tiene
la pericia de parte que da cuenta de un falso negativo, respecto de la absorción
atómica del hoy occiso.
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recogida en el artículo 20° del Código Penal; y respecto al delito de abuso de
autoridad, al tratarse de una intervención legítima no se configuraría dicha
situación. Respecto al tercer presupuesto, peligro de fuga o de obstaculización y
cuál es el comportamiento del procesado; indica que el A quo señala que con la
declaración de la testigo, el efectivo policial de manera voluntaria no resarcía el
daño porque no brindó ayuda, pero que del video que ha sido visualizado en esta
audiencia, se aprecia que su patrocinado inmediatamente auxilia al herido y lo
traslada a la clínica Miraflores. Del mismo modo menciona que, el A quo señala
que no se había puesto en conocimiento inmediato de la fiscalía la intervención
policial; por lo que refiere que esa situación ha quedado desacreditada a través
del propio informe policial que da cuenta que es el personal de la policía de
Tacalá quien informa de esos hechos hacia la fiscalía de Castilla.
Acota que el A quo considera que por ser efectivo policial necesariamente va
perturbar la investigación; sin embargo la mayor parte de la actividad probatoria
ya se ha desarrollado en el presente proceso, ya se han evacuado las pericias
respectivas. Ante ello, la abogado defensora considera que se genera un mal
precedente porque la lectura de la resolución del Juez, es que el efectivo policial
inmerso en una investigación, necesariamente va a perturbar el giro de la misma y
el proceso lo tiene que llevar con prisión preventiva; en ese sentido adjunta una
constancia expedida por el comandante de la PNP jefe del área de personal de
la I Macro Región de Piura, de fecha 21 enero 2019, expedida por el comandante
PNP Castillo Talledo donde se da cuenta que el S3 PNP Elvis Joel Miranda Rojas,
con el C.I.P. N° 32212878, a la fecha se encuentra en actividad, el mismo que en
aplicación del artículo 77 de la Ley N° 30744 será incorporado automáticamente al
servicio policial una vez que obtenga su libertad; asimismo señala que en
cumplimiento del artículo 30 del Decreto Legislativo 1149 en el artículo 39° y su
reglamento, su patrocinado no se encuentra comprendido dentro de los causales
para ser reasignado, ergo se está garantizando la presencia del efectivo policial al
proceso, por cuanto el mismo no se encuentra inmerso en las causales para ser
rotado; ofrece la constancia notarial expedida por el notario Rivera Rodríguez
donde da cuenta que hasta antes de la intervención policial vive en el domicilio
de sus padres; da cuenta también que su patrocinado vive con su conviviente y a
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la fecha tiene una menor de 1 año 9 meses, constancia domiciliaria que también se
alcanza en este acto; respecto a la proporcionalidad, necesidad y la idoneidad
de la medida, considera la defensa que no dándose todos y cada uno de los
presupuestos de la prisión preventiva, la medida idónea sería una comparecencia
con restricciones que sujete a mi patrocinado al proceso, porque es el principal
interesado en el esclarecimiento de los hechos, sujeto a las reglas de conducta que
el A quem considere imponer , así como una caución económica que sea
acorde al ingreso mensual de 1,500.00 que percibe según la planilla virtual que se
alcanza; considera la defensa que la duración de la medida no se encuentra
ajustada a derecho; que la prisión preventiva debe ser revocado porque se ha
dado un enfrentamiento legítimo.
Sostiene que, la base de todo estado tiene un soporte, su razón de ser, se centra
en la persona y su dignidad; el artículo 1° de la Constitución dice, “La defensa de la
persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y
del Estado”; que no se discute que la institución policial cumple un rol fundamental,
para el soporte de la seguridad y la democracia, pero que ninguno de los
miembros de la institución policial están facultados para hacer el uso indebido
de un instrumento que se les otorga para realizar un trabajo dentro de las
limitaciones que la ley impone; que el uso del arma de fuego no es una carta
abierta para que indiscriminadamente quienes están obligados a poner orden
vayan quitando la vida a las personas sólo porque tienen la condición de
delincuentes; y que en una democracia, no se puede aceptar ese razonamiento,
tanto al interior de la Policía Nacional como de aquellos que han venido opinado
de esta situación que se ha presentado en esta jurisdicción.
Por otro lado refiere que ha dicho la defensa que no se dan los graves y fundados
elementos de convicción; que la defensa ha dicho que el imputado Miranda
Rojas hizo uso de su arma de fuego, porque el occiso se le enfrentó; que si hubo un
enfrentamiento porque en la pericia que se ha realizado solamente se da cuenta
que los proyectiles encontrados pertenecen al armamento que utilizaron los policías
Miranda y Carhuayo; ante lo cual considera el señor Fiscal Superior, que hay un
hecho ilícito que no se puede soslayar, sobre la base de que el efectivo policial ha
actuado en legítimo ejercicio de sus funciones.
Agrega que el día 13 de enero 2019 el efectivo policial Elvis Joel Miranda Rojas en
compañía del sub oficial Carhuayo Cruz Carlos Junior, se encontraban apostados
frente a la sede de la Universidad “Alas Peruanas” , el carro de la policía
presentaba una avería y en el momento que Carhuayo estaba mirando que
pasaba con el vehículo, baja Miranda y se presenta una persona y le dice “del
callejón que ustedes observan va a salir una mototaxi color negro y amarillo donde
van tres personas que acaban de cometer un delito; observan que en la trocha
carrozable que lleva al AA. HH. “Virgen de la Paz” margen derecha de la
universidad, que sale el vehículo y el conductor se da cuenta que hay un carro
policial, da la vuelta en U y regresa; la policía los persigue, el occiso iba en el
mototaxi llegan a un determinado lugar y el vehículo se detiene; los policías
Miranda y Carhuayo han dicho que ellos efectuaron disparos al aire, primero lo hizo
Carhuayo y luego Miranda; Juan Carlos Ramírez Chocán cuando para la moto
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baja por el lado derecho y se viene por donde está la puerta de Miranda, este baja
y lo persigue, se va con dirección a un pasaje del A.H. “Virgen de la Paz”; y que lo
que se ha visto en las imágenes deja en evidencia que Miranda Rojas persigue al
occiso, el occiso le llevaba una ventaja según lo ha dicho la defensa de 20 metros.
Ante dicho relato manifiesta que este señor argumenta en su defensa que dispara
porque el occiso hizo el ademan de sacar un arma, gira, lo mira y le dispara; el
propio imputado ha dicho que portaba un arma, pero la pericia de criminalística
que se ha realizado en el lugar no da cuenta de ello; que el imputado ha afirmado
que el occiso portaba un arma y que por eso él disparó. De igual manera indica
que no se discute que, la policía Nacional tiene atribuciones que le ha conferido el
Decreto Legislativo N° 1186, como su reglamento Decreto Supremo N° 012, que
claramente hace una delimitación legal en el art. 11 del mencionado Decreto
Legislativo, el cual dice lo siguiente “En caso de resistencia activa del infractor de la
ley, que represente un peligro real einminente de muerte o lesiones graves, el
personal de la PNP observando lo prescrito en el artículo 4.6 y el numeral 7.2, del
D.L. N° 1186, excepcionalmente podrán usar el arma de fuego cuando sea
estrictamente necesario”; por lo que se está analizando es si esa acción del
imputado efectivamente representaba un peligro inminente para su integridad
física para su vida o había un tercero en peligro por la conducta o el accionar del
occiso.
El representante Del Ministerio Público refiere que, los peritajes son documentos que
han sido evacuados por miembros de la PNP y que le sorprende que hoy se
pretenda desconocer el trabajo del perito Campos Urbina, diciéndose que no es
perito, pero hay un documento que firma como perito; el cual es un dictamen
pericial de ingeniería forense, firmado por Fernando David Campos Urbina, este
es un efectivo policial; ya que hay una designación del comando. Asimismo indica
que mencionado el D.L. N° 1186 artículo 4 literal c), señala: “ el uso de la fuerza es
proporcional cuando el nivel de fuerza empleado para alcanzar el objetivo legal
buscado, corresponde a la resistencia ofrecida y el peligro representado por la
persona a intervenir, por la situación a controlar”; por lo que si el occiso ya estaba
huyendo sustrayéndose de la persecución policial, qué peligro representaba?. En
cuanto a que el imputado ha declarado que actuó amparado en el D. L N° 1186,
basado en el principio de proporcionalidad, legalidad, y en todo momento ha
respetado los derechos fundamentales, manifiesta que es una información vacía
de contenido, porque la proporcionalidad está en relación a una acción y a una
reacción, en cómo se reacciona ante una acción. Se pregunta si, había razones
fundadas para que el efectivo policial efectúe un disparo, si la persona ya estaba
huyendo?; dando como respuesta que, el que se haya alegado que existió un
arma de fuego, no puede ser razón para que el efectivo policial haya utilizado el
arma y efectuar disparos que finalmente terminaron con la vida del occiso.
De otro lado menciona que se debe analizar el video para que quede claro que el
efectivo policial Miranda Rojas no auxilio al occiso, y que el que lo carga en brazos
no es el efectivo Miranda, sino es un tercero de la zona; que el efectivo Miranda
reacciona cuando el occiso ya había sido sacado del lugar donde cayó hacia el
portón negro, esquina donde está el vehículo estacionado, que reacciona por la
presión de la gente, y que se escucha una persona que de manera desesperada
grita y pide se le auxilie al occiso, por lo que indica que no ha sido un acto
voluntario; no pudiéndose sostener que hubo un comportamiento de auxilio.
Continua con su alocución el señor Fiscal, manifestando que no hubo arma de
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fuego porque previa a esa acción hay una persona agraviada por el delito de hurto
agravado, que se cometió en agravio de Danfer Cutín Santos, quien dio aviso a la
policía, y es auxiliado por los efectivos policiales Diego Benjamín Castro Villegas y
Alexander Castro Macalupú, que fueron los que reciben la denuncia. Agrega que
Cutín Santos reconoce al occiso como la persona que lo cogoteo para quitarle su
cartuchera, que se le ha preguntado si estos portaban armas, dijo no tenían armas;
del mismo modo refiere en cuanto a la testigo Pilar García Córdova, que se le
escucha recriminando al efectivo policial, y que ha declarado que observa el
disparo, observa que el efectivo policial dispara, la señora ha señalado que este
joven vivía en los Médanos y que no portaba arma, y es ella la que ha dicho que el
efectivo policial no lo auxilió, más bien regresa donde se encontraba su
compañero quien se había quedado custodiando a los otros intervenidos; por lo
que ante la situación presentada Carhuayo se desatiende de los intervenidos y
aprovechan para huir, y ocurre lo que se ha visto en el video, suben al occiso al
vehículo y luego lo conducen a la clínica Miraflores.
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señor no ha portado arma; que se dice que no hay pena probable porque se
aplicaría el eximente del artículo 20.inciso 11 del Código Penal; ante lo cual
manifiesta que se ha formalizado investigación por los delitos de homicidio simple y
abuso de autoridad, considerando que hay una circunstancia agravada, dada la
condición de policía la Fiscalía aplica para tener en cuenta la graduación de la
pena lo previsto en el artículo 46-A Código Penal, que dice lo siguiente:
circunstancias agravantes por condición del sujeto activo, “constituye
circunstancia agravante de responsabilidad penal si el sujeto activo se aprovecha
de su condición de miembro de las fuerzas armadas, policía nacional”; segundo
párrafo: “En estos casos el juez aumenta la pena hasta la mitad por encima del
máximo legal fijado por el delito”; señalando sobre dicho artículo que es una norma
que el legislador incorporó para sancionar aquellos que abusando de la condición
de miembro policial o fuerzas militares, hacen indebido uso de su armamento.
En ese sentido manifiesta que graduando la pena, donde el Homicidio Simple tiene
una pena no menor de 6 ni mayor de 20, se ésta ante un hecho grave, y la pena
probable si concurre; agrega también que el Ministerio Público defiende la
legalidad, por lo que toda conducta que está subsumida en la normatividad penal
tipificada taxativamente como delito se tiene que cumplir, que el fiscal se somete
única y exclusivamente a los mandatos de la Constitución y la ley, actuan
defendiendo la legalidad y si la ley dice que esa conducta del efectivo policial
constituye delito, el representante del Ministerio Público está en la obligación de
cumplir su función ejerciendo el ejercicio de la acción penal, porque si no lo hace
constituye delito, además de las consecuencias disciplinarias, aquí lo que ha
hecho el Ministerio Público es cumplir con el mandato de la Constitución y no es un
acto arbitrario; no tenemos nada contra la PNP como institución, pero si algún
miembro se equivoca y comete un delito, tenemos que ser firmes; y que en cuanto
a la administración de justicia se basa por principios, la ley de la carrera judicial y la
ley de la carrera fiscal recoge lo que la Constitución señala, caso de los jueces
artículo 148° y en caso de los fiscales artículo 159, que los fiscales actúan con
independencia de criterio y la garantía de la justicia de la magistratura es su
independencia, sin aceptar interferencias de ninguna clase; la justicia es un valor
que se debe impartir sin intromisión, estamos ante un hecho que corresponde ser
investigado y sancionado; y que si hay circunstancias que atenúan, esa es otra
cosa pero que se diga que este hecho no es delito, pues sería desconocer lo que la
ley contempla.
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De igual manera manifiesta, que hay una circunstancia que se tiene que tomar en
cuenta, que es la gravedad de la pena que se espera; hay que señalar que esta
conducta tiene una consecuencia grave y la pena a imponer no puede ser de
ninguna forma suspendida; respecto al peligro de fuga, el artículo 269 C.P.P.
establece cuatro supuestos que el juzgador tendrá que valorar; que la gravedad
de la pena es otra circunstancia que se tiene en cuenta, para valorar el peligro
de fuga; que también se valora la importancia del daño, y que en este caso se ha
quitado la vida a un ser humano, se puede decir era una persona con conducta
disocial, tenía un registro de denuncias, pero es la vida el bien jurídico y el Estado
tiene que protegerlo; también indica que se toma en cuenta la actitud del
imputado respecto del daño causado, y que se está viendo que está justificando su
accionar, hay una conducta que hay que valorar, pues de haber actuado de la
forma como manda su reglamento no estaríamos aquí, ya que su comportamiento
no ha sido el que corresponde, y que es un criterio que el juzgador tiene que tomar
en cuenta.
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3.2. En esa perspectiva el artículo 268 del Código Procesal Penal ha previsto los
presupuestos materiales, cuando dice: “El juez, a solicitud del Ministerio Público, podrá dictar
prisión preventiva, si atendiendo a los primeros recaudos se posible determinar la concurrencia de los
siguientes presupuestos:
a) Que existan fundados y graves elementos de convicción para estimar razonablemente la comisión
de un delito que vincule al imputado como autor o partícipe del mismo.
b) Que la sanción a imponerse sea superior a cuatro años de pena privativa de libertad; y
c) Que el imputado, en razón a sus antecedentes y otras circunstancias del caso particular, permite
colegir razonablemente que tratará de eludir la acción de la justicia (peligro de fuga) u
obstaculizar la averiguación de la verdad (peligro de obstaculización).
3.3. Sobre el peligro de fuga, el artículo 269° ha dicho: Para calificar el peligro de
fuga, el juez tendrá en cuenta:
1. El arraigo en el país del imputado, determinado por el domicilio, residencia habitual, asiento de
familia y de sus negocios o trabajo y las facilidades para abandonar definitivamente el país o
permanecer oculto.
2. La gravedad de la pena que se espera como resultado del procedimiento.
3. La magnitud del daño causado y la ausencia de una actitud voluntaria del imputado para
repararlo.
4. El comportamiento del imputado durante el procedimiento o en otro procedimiento anterior; y
5. La pertenencia del imputado a una organización criminal o su reintegración a las mismas.
1OREGUARDIA, Arsenio. Manual de Derecho Procesal penal. Las medidas de coerción en el proceso
penal. Tomo II. Editorial Reforma. Lima 2014. p.145
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contenidos en la norma procesal penal, no se presume sino que debe realizarse
la verificación en cada caso concreto, fundado en cuestiones objetivas y
ciertas.
4.1. El delito de homicidio simple, está previsto en el artículo 106 del Código Penal:
“El que mata a otro será reprimido con pena privativa de libertad no menor de seis ni mayor de veinte
años.
4.2. Circunstancia agravante por condición del sujeto activo, previsto en el artículo
46-A:
“Constituye circunstancia agravante de la responsabilidad penal si el sujeto activo se
aprovecha de su condición de miembro de las Fuerzas Armadas, Policía Nacional,
autoridad, funcionario o servidor público, para cometer un hecho punible o utiliza para ello
armas proporcionadas por el Estado o cuyo uso sea autorizado por su condición de
funcionario público”.
4.3. El delito de Abuso de Autoridad, lo contempla el artículo 376 del Código Penal:
En los siguientes términos: “El funcionario público que, abusando de sus atribuciones, comete u
ordena un acto arbitrario que cause perjuicio a alguien será reprimido con pena privativa de libertad
no mayor de tres años. Si los hechos derivan de un procedimiento de cobranza coactiva, la pena
privativa de libertad será no menor de dos ni mayor de cuatro años.".
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la comisión de un hecho delictuoso, debe precisarse que para tener por cumplido
dicho presupuesto, conforme lo ha establecido la Casación de Moquegua N° 626-
2013, no se exige que se tenga certeza sobre la imputación, solo que exista un alto
grado de probabilidad-entiéndase ésta como un acercamiento plausible al éxito
de la acción emprendida- de la ocurrencia de los hechos, mayor al que se
obtendría al formalizar la Investigación Preparatoria; valiéndose de toda la
información oralizada y acopiada hasta este momento. Para la defensa del
investigado no se daría este primer elemento por cuanto se trata de un acto
realizado en ejercicio de sus funciones como miembro en actividad de la Policía
Nacional del Perú como tal le asiste la eximente de responsabilidad penal
contenida en el artículo 20° numeral 11 del Código Penal, al haber actuado
cumpliendo con el Reglamento que regula el uso de la fuerza letal, y en defensa de
su integridad, realizado la persecución del occiso quien en un momento anterior
había cometido en compañía de dos sujetos más delito contra el patrimonio y fue
en estas circunstancias que efectuó previamente cuatro disparos disuasivos, y
cuando observó que el agraviado hizo un ademán de sacar un arma de la cintura
girando su cuerpo, realizó un último disparo que le impactó en el cuerpo y le
produjo la muerte; vale decir actuó cuando estaba en riesgo real e inminente su
vida; y que la trayectoria del proyectil se debió a que se estaba ante un terreno
sinuoso, arenoso y con desnivel.
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Cfr. Manual Ampliado de Derechos Humanos para la policía de las Naciones Unidas, páginas 36 y 37
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5.5. Bajo este contexto, las aseveraciones que realiza el imputado y su defensa, no
se condicen con los elementos de convicción que obran en la carpeta fiscal, como
lo son:
a) La declaración de la testigo presencial de los hechos, Rocío Del Pilar García
Córdova; quien refiere de manera textual lo siguiente: “cuando salí a ver qué
sucedía, veo a un muchacho que corría y detrás de él había un policía corriendo y
un patrullero que iba siguiendo una mototaxi, y veo que el policía perseguía al
chico haciendo disparos al aire, en ese momento escucho el último disparo y veo
que el joven levanta sus brazos dobla su pierna y cae haciendo una media vuelta
para terminar boca arriba en la tierra, pudiendo observar que éste tenía sangre en
el pecho, al momento que el joven cae al piso el policía lo mira, da la vuelta y
regresa a ver a su compañero (…) y no socorre al muchacho que estaba tirado
ensangrentado, yo me acerco al joven que estaba tirado en la arena, siendo la
primera persona que lo auxilio, él no tenía arma, no tenía nada”. Esta afirmación no
se condice con la versión dada por el imputado, quien en su declaración preliminar
de fojas 59 a 67, a las preguntas 7y 9, dice que el occiso volteó a mirarlo y hace el
ademán de sacar un arma de fuego, para luego a las preguntas 12 y 20 asegurar el
mismo imputado que el agraviado si portaba arma de fuego. Seguidamente la
mencionada testigo, en las preguntas N° 05, 11 y 12 reafirma que el hoy occiso no
llevaba arma de fuego; y ante la pregunta N° 16 al preguntársele si pudo visualizar
en algún momento de aquella persecución, si la intención del occiso era de
detenerse, contestó que no, solamente corría y miraba para atrás, declaración que
es relevante en tanto ha observado la parte final y más importante del desarrollo de
los hechos investigados, esto es, cuando el imputado perseguía al occiso. Para los
efectos de merituar esta declaración preliminar de la testigo en mención se debe
puntualizar que hasta la fecha de audiencia, no se han aportado elementos de
convicción que primigeniamente DESACREDITEN su versión, esto es, que nos puedan
indicar que tendría algún vínculo de familiaridad o amical con el occiso o con
algunos de sus familiares; ni tampoco que tendría algún tipo de animadversión o
enemistad con el investigado o que exista alguna causal de abstención para
declarar conforme lo regula el artículo 165 del C.P.P.
b) Declaración del agraviado del Hurto agravado, Danfer Jesús Cutín Santos, quien
refiere haber sido asaltado por dos personas que se bajaron de una mototaxi,
siendo uno de los sujetos que lo cogoteó mientras que el otro revisa los bolsillos
logrando quitarle su billetera que contenía S/.350.00 soles y sus pertenencias
personales, agregando que no portaban armas y sólo usaron la fuerza física; dicho
agraviado reconoce al occiso como el sujeto que lo cogoteó y sujetó fuerte para
que lo despojen de sus pertenencias;
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d) Informe pericial de inspección criminalística N° 39-2019, de fecha 14 de Enero
de 2019, donde se concluye que la inspección realizada el día 13 de enero en la
A.H. Villa de la Paz- Castilla , la escena corresponde a una vía pública (sustrato
terroso);
5.6. Todas estas diligencias no pierden intensidad ante las pericias presentadas por
la defensa del procesado, como es, el informe pericial de inspección criminalística y
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balística forense sobre la inspección criminalística en el lugar de los hechos, precisa
que se trata de una vía de acceso carrozable sin afirmar, de material arenisca y
presenta también un perfil topográfico sinuoso en desnivel y con curva, múltiples
baches y oquedad debido al tránsito constante; la pericia de Balística Forense
determina que el examinado presenta las características técnicas de heridas de
curso perforante ocasionada por proyectil disparado por arma de fuego, se
encontraba en una posición anatómica de inclinado o agazapado y hacia
adelante con rotación ligera de derecha a izquierda; el informe Técnico del
Dictamen Pericial de restos de disparos por arma de fuego concluye que el
Dictamen policial N° 004/2019 de fecha 15 de enero del 2019, del occiso Ramírez
Chocán Juan Carlos dio positivo para plomo y negativo para antimonio y Bario, no
resulta confiable ni consistente, calificando falso negativo al no reflejar el rigor
científico de la prueba. Dichas pericias, como se reitera no enervarían a las pericias
realizadas por un perito oficial, adscrito a la Policía Nacional del Perú; en todo caso,
estas serán objeto del contradictorio en la etapa procesal correspondiente.
5.7. Del mismo modo la defensa del procesado Miranda Rojas al cuestionar que las
pericias oficiales han sido realizadas por el perito Campos Urbina Fernando David,
quien efectuó la pericia de absorción atómica al hoy occiso como a su
patrocinado, cuestionando que el mismo a la fecha no se encuentra habilitado por
el Colegio de Ingenieros del Perú, y que ante ello ha presentado tutela de derechos
ante el Juez de Investigación Preparatoria. Se debe precisar que el mencionado
perito ha sido designado por la propia Policía Nacional del Perú y ha venido
participando en diversos procesos penales con esta calidad; por lo que no es el
escenario para dilucidar si nos encontramos ante un elemento de prueba irregular.
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que disminuyan o agraven la pena debiéndose tener en consideración para estos
efectos entre otros los artículos 45-A, 46 incisos 1 y 2, 46-A del código Penal y que en
el presente caso estamos ante el delito de Homicidio simple que sanciona con una
pena no menor de seis años ni mayor de veinte años, con el agravante del artículo
46-A, se aumentará la pena hasta la mitad por encima del mínimo legal, por su
condición de miembro de la Policía Nacional del Perú; lo que conlleva al Colegiado
a pronosticar que la pena a imponer será superior a los cuatro años en caso de
encontrársele responsable penalmente, independientemente que se trate de
agente primario, joven y con carga familiar. En consecuencia se da por cumplido
el segundo presupuesto.
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resultado del proceso; y para ello se exige que el peligro debe ser concreto y
fundado esto es atendiendo a la capacidad del procesado.
Ahora bien, se tiene que la testigo presencial de los hechos, doña Rocío del Pilar
García Córdova, cuya declaración obra en la carpeta fiscal tomo I de fojas 54 a 58,
y cuyo elemento de convicción se ha analizado en el primer presupuesto que
exige el artículo 268° del C.P.P., mediante acta fiscal de fecha 24 de enero de 2019,
ha denunciado lo siguiente: “viene siendo víctima de amenazas, teniendo temor
por su vida y la de su familia, al haber declarado como pasaron los hechos el día 13
de enero del 2019, precisa que están llegando dos motos lineales blancas grandes
con dos sujetos en cada moto con cascos, quienes se estacionan cerca de su
casa, asimismo está llegando una camioneta negra con lunas polarizadas, la cual
no tiene placa y de la cual en tres oportunidades han llegado a preguntar por la
mujer que dice ser testigo y por el hombre que levantó al muerto, y sólo observó
que los vecinos le dicen que no me conocen con la finalidad que se vaya”. Este
amedrentamiento del que viene siendo objeto la mencionada persona, y que
tendrían como finalidad perturbar la actividad probatoria a favor del imputado;
genera en este Colegiado la presunción razonable de que recobrada la libertad, el
investigado, como interesado directo continuará o agravará las amenazas que
viene recibiendo la mencionada testigo; y con ello perturbará la actividad
probatoria; máxime si no tiene la calidad de testigo protegida. Ello sin dejar de
considerar el comportamiento del imputado, en su calidad de funcionario público,
en las diligencias preliminares donde se ha podido advertir específicamente en el
acta de intervención policial de fojas 3 a 5 (constituye prueba pre-constituida) ha
incorporado información que no se ajustaría a la realidad delictiva, como es la
posesión de armas de fuego de quienes acompañaban al occiso.
5.13. De otro lado, debe indicarse que si bien el imputado ha acreditado tener
arraigo domiciliario y familiar; sin embargo el arraigo laboral para el Colegido no
tiene la entidad que garantice que el agente no vaya a incurrir en la misma
conducta, que es materia de investigación o en otra similar, al retornar a sus labores
habituales, como ha asegurado su defensa;
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diligencias hasta culminar el presente proceso penal en sus tres etapas,-
Investigación Preparatoria, Etapa Intermedia y Juzgamiento-; y con ello determinar
si le asiste o no responsabilidad penal al imputado.
Decisión,
Por las consideraciones fácticas y normativas expuestas, este Colegiado
administrando justicia a nombre de la Nación y con la independencia y autonomía
que nos faculta la Constitución Política,
Ha resuelto:
Confirmar la resolución que dicta prisión preventiva por el plazo de siete meses
contra el imputado Elvis Joel Miranda Rojas, en el proceso que se les sigue por el
delito de homicidio simple en agravio de Juan Carlos Ramírez Chocán; y por el
delito de Abuso de Autoridad en agravio del Estado. Notifíquese y devuélvase a su
Juzgado de destino.-
SS.
VILLALTA PULACHE
ARRIETA RAMIREZ
CULQUICONDOR BARDALES
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