Semana Santa - Domingo de Ramos
Semana Santa - Domingo de Ramos
Semana Santa - Domingo de Ramos
DOMINGO DE RAMOS
INDICE 2
INTRODUCCION 3
RECORRIDO BIBLICO 4
HISTORIA DEL DOMINGO DE RAMOS 5
SIGNOS Y SIMBOLOS 7
LUGARES 7
COLORES 8
ELEMENTOS 8
DOS TRADICIONES 9
CULTURA ORIENTE 9
CULTURA OCCIDENTE 11
LITURGIA ACTUAL 13
BIBLIOGRAFÍA 15
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INTRODUCCION
El Domingo de Ramos o Domenica in Palmis, celebra la solemne entrada de Jesús en Jerusalén,
que marca el comienzo de la Semana Santa; los cristianos se preparan para revivir la pasión,
muerte y resurrección del Señor. Las ramas, bendecidas en este día, son el signo de la victoria
de la vida sobre la muerte y el pecado.
Aclaman a Jesús, diciendo: " Bendito el que viene en el nombre del Señor" (Mc 11, 9; Mt 21, 9;
Lc 19, 38, Jn 12,13) y " Hosanna " (Mc 11,9.10; Mt 21,9; Jn 12, 13) (en hebreo, este término
significa "¡Sálvanos!" Y se ha convertido en una exclamación de triunfo, alegría y confianza).
Jesús es un rey de paz, humildad y amor. Se presenta a la multitud en un burro. Zacarías había
anunciado: " "He aquí que viene a ti tu rey: justo él y victorioso, humilde y montado en un
asno, en un pollino, cría de asna" (Zac 9, 9). "La gente, muy numerosa, extendió sus mantos por
el camino; otros cortaban ramas de los árboles y las tendían por el camino." (Mt 21,8), como
Mateo narra en su evangelio.
La cruz adquiere un doble sentido en la liturgia del domingo de ramos: por un lado, es anticipo
de los acontecimientos pascuales que celebraremos a plenitud en el sagrado triduo pascual; por
otro lado, es el estandarte glorioso de Cristo, a quien en la liturgia aclamaremos como siervo
doliente de YHWH (Is 50, 4-17), pero a la vez reconocemos como el Salvador glorioso que no
quedó allí, sino que resucitando restauró nuestra naturaleza caída (Filp 2, 8-9). Por ello, el signo
de caminar tras la cruz en procesión nos recuerda ese peregrinar constante del cristiano, en
seguimiento de aquel que con su muerte y resurrección nos hizo partícipes de la vida de Dios.
En este domingo la cruz procesional es decorada con ramos, como signo también de que la cruz
de cristo, muerto, no es un signo de derrota, sino que con la resurrección se convierte en el gran
estandarte de victoria, como más adelante miraremos en el significado de los ramos. Por eso el
hecho de juntar la palma y la cruz, debe ser para nosotros una muestra de que en Cristo el
sufrimiento y la gloria son una realidad pascual, ya que el acontecimiento que se proclama en la
liturgia no es un acontecimiento de muerte, sino de victoria, victoria a la cual paradójicamente
(como reflexionaremos en el triduo pascual) se llega a través del sufrimiento y la misma muerte
del Hijo de Dios (Nelson, 1998) (Cayón, 1998) (Ordenación general del Misal Romano , 1969)
Vexilla, Regis, prodeunt - La cruz es lo importante es el estandarte del rey que se acerca
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no menos antiguos, como Capitulavium, Pascha competentium, dominica indulgentia, que se
encuentran en los más vetustos libros litúrgicos. [ CITATION Mar55 \l 3082 ]
RECORRIDO BIBLICO
Iniciamos con: Aclaman a Jesús, diciendo: " Bienaventurado el que viene en el nombre del
Señor" y " Hosanna " (en hebreo, este término significa "¡Sálvanos!" Y se ha convertido en una
exclamación de triunfo, alegría y confianza). Jesús es un rey de paz, humildad y amor. Se
presenta a la multitud en un burro. Zacarías había anunciado: " He aquí, tu rey viene a ti, manso
y montado en un burro, en un potro, en un potro de potro" (Zac 9: 9). La gente " extendió sus
ropas en el camino o las cubrió con ramas de árboles", como Mateo informa en su evangelio
(Mt 21: 8).
La celebración que la Iglesia Católica propone el Domingo de Ramos se refiere a varios textos
del Antiguo y Nuevo Testamento que ayudan a los fieles a entrar progresivamente en la
celebración del misterio pascual de Jesucristo. Durante la Misa, las diversas lecturas y el
Evangelio de la Pasión (sobre los sufrimientos y tormentos que precedieron y acompañaron la
muerte de Cristo) presentan a los fieles en Semana Santa y sus diversas etapas, hasta que llega a
la luz de la Pascua.
El profeta Isaías muestra que el Siervo de Dios acepta sus sufrimientos: “Le di la espalda a los
que querían golpearme, ofrecí la barbilla a los que querían afeitarme y no aparté la cara de los
insultos y el esputo. El Señor Dios es mi aliado, así que nunca seré derrotado, tengo un rostro
impasible, duro como una piedra, porque sé que no sentiré un fracaso”(Is 50, 6-7). Entonces
San Pablo explica que Jesús, Cristo y Señor, de condición divina, no lo consideraban una presa
para comprender ser igual a Dios, "sino que se despojó de sí mismo, tomando la forma de un
esclavo ...". Por lo tanto, Dios lo exaltó sobre todo y le dio el nombre que está sobre todo
nombre” (Filipenses 2: 6-11).
Entre estas dos lecturas, se fusiona con el Salmo 22 , que Jesús oró en la cruz y que es una
pregunta profunda sobre el misterio de abandono: "Mi Dios, mi Dios, ¿por qué me has
abandonado" Por otra parte, el informe de Se hace pasión por varias voces: la voz del sacerdote
encarna a la persona de Jesús, que sabe que su triunfo provocó la envidia y la furia de los
sacerdotes, que decidieron que debía morir.
- San León Magno nos habla en su sermón de Passione Domini que en Roma se leía la
pasión el domingo, el miércoles, el viernes y el sábado antes de pascua.
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- Ya en el Sac. GeV se llama Dominica in palmis in Passione Domini.
Sacramentarium Gelasianum, son los textos litúrgicos que anteceden la aparición del Misal
Romano, eran como compilaciones de las oraciones de las distintas celebraciones y de los ritos
que había desde los tiempos de los Padres de la Iglesia. El Gelasianum es aproximadamente del
siglo VII – VIII. El Misal Romano es apenas con el Papa Pio V, luego en la reforma de Trento
y luego el misal que tenemos nosotros. Sacramentarium eran los libros que había antes, hay
que recordar que los primeros cristianos no usaban libros, sino que eran narraciones orales.
Cuando empiezan a aparecer libros, cada Iglesia tiene libros distintos y los sacramentarium son
una forma de garantizar la unidad entre las distintas Iglesias en cuanto a la celebración de la
liturgia ya el Misal Romano de 1570 es el que unifica todo.
- Se introdujo plenamente en la tradición romana con el Ordo de die palmarum del PGR
(XC IX 162-206) como una mimesis, es decir, con un carácter altamente representativo
y con himnos como el Gloria Laus et honor (s. IX - Teodulfo de Orleans) y el
ingrediente Domino a la entrada en la iglesia
- La liturgia de la Palabra preconciliar tiene como 1 Lect. Fil. 2 (humiliavit semetipsum),
Tractus Deus meus, réspice in me y el inteleccional Populo qui nascétur con la lectura
de la Passio secundum Matthaéum.
- El ofertorio es lmproperium exspectavit cor meum y la ant. Comm. Pater, si non potest
hic cálix transire. Se omitía el último evangelio.
Ciclo Pascual
Todo el pueblo delante del Obispo, cantando himnos y antífonas. Repitiendo Bendito el que
viene en nombre del Señor.
Desde lo alto del monte a la ciudad, y desde aquí a la Anástasis por toda la ciudad todos hacen
el camino a pie. Se va poco a poco, para que no se canse el pueblo, y así se llega a la Anástasis
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(“acción de levantar o poner en pie”ya tarde; donde después de llegar, aunque sea ya tarde, se
hace el lucernario, se repite la oración en la cruz y se despide al pueblo.
Es llevado el obispo desde lo alto del monte a la ciudad, y desde aquí a la Anástasis.
Se hace el lucernario, se repite la oración en la cruz. Se despide al pueblo.
"Según una antiquísima tradición, esta es noche de vigilia en honor del Señor (Ex 12,42).
Los fieles deben parecerse a los criados, que con las lámparas encendidas en las manos, esperan
el retorno de su señor, para que cuando llegue los encuentre en vela y los invite a sentarse a su
mesa" (Lc 12,35-36)
Particularidades litúrgicas:
Este domingo tiene unas peculiaridades litúrgicas muy concretas y llamativas que lo distinguen
de otros domingos, fundamentalmente explicitados en la procesión de ramos y la lectura de la
Pasión.
El color litúrgico de los ornamentos es el rojo. El sacerdote puede realizar la procesión con
capa pluvial, que se quitará al comenzar la misa. La estructura de la celebración del Domingo
de Ramos corresponde sustancialmente a la de cualquier celebración eucarística dominical:
Ritos iniciales
Liturgia de la palabra
Liturgia eucarística
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la procesión de los ramos también se hace lectura del pasaje de la entrada del Señor a
Jerusalén, tomada de los evangelios Sinópticos.
Las palmas benditas recuerdan las palmas y ramos de olivo que los habitantes de Jerusalén
batían y colocaban al paso de Jesús, cuando lo aclamaban como Rey y como el venido en
nombre del Señor. Las palmas benditas no son cosa mágica. Las palmas benditas que se
recogen cada Domingo de Ramos en las iglesias católicas significan que con ellas proclamaos a
Jesús como Rey de Cielo y Tierra, pero sobre todo lo proclamamos como Rey de nuestro
corazón.
SIGNOS Y SIMBOLOS
LUGARES
-Betfagé: (en arameo, casa de higos). Aldea cerca de Jerusalén, ubicada en la vertiente este del
Monte de los Olivos. Se menciona solo en relación con la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén
(Mc 11,1) (Mt 21,1; Mc 11,1 ; Lc 19,29) : “Cuando se acercaban a Jerusalén, cerca ya de
Betfagé y Betania, al pie del monte de los olivos…” (Mc 1,1)
-Monte de los olivos: Elevación que forma parte de la cadena de montañas que corre de norte a
sur a través del centro y el sur de Palestina. Por la oeste mira hacia Jerusalén y está separado de
ella por el torrente del Cedrón. Su nombre se debe a la existencia de grandes plantaciones de
olivos. Hay además varias referencias de este lugar en el A.T. (2 S 15,30; 1 R 11,7; 2 R 23,13;
Neh 8,15 y Ez 11,23). Según el profeta será el lugar de llegada del Mesías cuando vuelva para
librar a Israel de sus enemigos y reinar: "Saldrá entonces Yahveh y combatirá contra esas
naciones como el día en que él combate, el día de la batalla. Se plantarán sus pies aquel día en
el monte de los Olivos que está enfrente de Jerusalén, al oriente, y el monte de los Olivos se
hendirá por el medio de oriente a occidente haciéndose un enorme valle: la mitad del monte se
retirará al norte y la otra mitad al sur." (Za 14,3-4).
COLORES
-Color litúrgico rojo: Simboliza la sangre y la fuerza del Espíritu Santo. Se refiere a la virtud
del amor de Dios. Es usado principalmente en las fiestas de la Pasión del Señor como el
Domingo de Ramos y el Viernes Santo. También en fiestas del Espíritu Santo como el
Domingo de Pentecostés, y en las fiestas de Apóstoles y Evangelistas, y en las celebraciones de
los santos mártires. También en la administración del sacramento de la Confirmación y en las
liturgias dedicadas a los instrumentos de la Pasión. En la Santa Sede se usa para las exequias de
los cardenales o del sumo pontífice.
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ELEMENTOS
-Borrica y pollino: Mamífero muy usado entre los semitas seminómadas. Se menciona por
primera vez cuando Abraham estuvo en Egipto (Gn 12,16). Era el más común de los animales
de montura (Éx 4,20; Nm 22,22; Jue 10,4). En él se podía viajar unos 30 km diarios y era
insustituible en terreno montañoso. La riqueza de una persona podía medirse mediante el
número de asnos que tuviera (Gn 12,16; 24,35; Job 1,3), por lo que constituían un regalo
preciado (Gn 32,13–15). Era, además, animal de carga (Gn 42,26; 1 S 16,20; 2 S 16,1).
Un escrito del siglo XVII a.C. indica que no era propio de gente real andar a caballo en vez de
en asno. El caballo se introdujo más tarde, principalmente como animal de guerra. El hecho de
que Jesús haya usado un asno para la entrada triunfal es, a la vez, símbolo de realeza mesiánica
y de su misión pacífica (Zac 9,9 ; Mt 21,5).
-mantos: Era una especie de capa confeccionada con lino o algodón. En ocasiones el manto
adquiría carácter simbólico y sagrado; por ejemplo, en las relaciones de Elías y Eliseo (1 R
19,19; 2 R 2,13-14). Cuando Jesús entró en Jerusalén, la multitud de los discípulos extendió sus
mantos por donde Él pasaba, todo esto sirvió como una alfombra improvisada para la
cabalgadura que Jesús montaba. El detalle es interesante si tenemos en cuenta que el vestido era
un símbolo de la dignidad personal y de la posición social. Por lo tanto, con este gesto de
colocar sus mantos de esta manera, estaban mostrando su respeto y homenaje hacia Jesús (2 R
9,13).
Ramas de árboles
Palma: Sus frutos, dátiles y ramas se utilizaban en las fiestas religiosas, sobre todo en la Fiesta
de los Tabernáculos, por el énfasis campestre de esta fiesta (Lv 23,40; Neh 8,15; Jn 12,13). La
palmera se utilizó también en la ornamentación del templo (Ez 40, 22.31.34). Es símbolo de
victoria y regocijo (Jn 12,13; Ap 7,9), de abundancia y longevidad (Sal 92,12–14).
Rama: Simboliza prosperidad (Gn 49,22 ; Pr 11,28 ; cf. Sal 1,3). Significaron honor y gloria
para Jesús, cuando entró en Jerusalén (Mt 21,8 //). Israel se presenta como rama de: Vid ( Sal
80,8–11 ), cedro (Ez 17,23) y de olivo (Rm 11,16ss).
Olivo: Uno de los árboles más valiosos para los hebreos. Su importancia se debe a su fruto, las
aceitunas. El árbol mismo también era apreciado; de su madera, bastante dura, se construían
muebles finos (1 R 6,23). Su sombra era deseada en las tierras calurosas y sus ramas se usaban
en la construcción de cabañas para la Fiesta de los Tabernáculos (Neh 8,15). Se usa mucho en
sentido simbólico: Es el rey de los árboles (Jue 9,8). Su aceite es emblema de soberanía.
Representa al hombre justo y recto (Sal 52,8; Os 14,6). Para Moisés, es símbolo de la
abundancia de la tierra prometida (Dt 6,11; 8,8) y para Jeremías, habla de la gloria futura de
Israel (Jr 11,16). Sus hojas son señal de paz y amistad.
DOS TRADICIONES
CULTURA ORIENTE
El origen de la procesión de los ramos, tan discutido hasta hace pocos años, hay que buscarlo en las costumbres de
la iglesia de Jerusalén en el siglo IV. La entrada triunfal de Cristo en la ciudad santa, que se cumplió según la
profecía de Zacarías (9:9), había sido considerada ya desde el siglo II como una de las más grandes afirmaciones
de su mesianidad; motivo por el cual el conmemorar en Jerusalén su recuerdo no tenía solamente una razón
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histórica, sino un carácter apologético singular. Refiere Eteria que en la dominica anterior a la Pascua, a la hora
séptima (alrededor de las trece), el pueblo con el obispo se reunía en el monte de los Olivos, entre las basílica
Eleona y la del Imbomon o de la Ascensión. Comenzaban a cantar himnos y antífonas, intercalados con lecturas
escriturísticas y oraciones; después, a la hora undécima (alrededor de las diecisiete), leído el evangelio que
describe la entrada de Jesús en Jerusalén, se levantaban todos y, teniendo en sus manos ramas de olivo y de
palmas, entre el canto de himnos y salmos alternados con el estribillo Benedictus qui venit in nomine Domini,
descendían procesionalmente con el obispo a la ciudad, in eo typo, quo tune Dominus deductus est.
Se iba así hasta la iglesia de la Anástasis, donde se terminaba la función con el canto del oficio lucernario.
Ninguna alusión a una bendición de los ramos. Con el tiempo, el pintoresco rito hierosolimitano creció en
importancia y en solemnidad, porque en el siglo VI eran cinco las estaciones en las cuales se paraban durante el
recorrido, y otras iglesias orientales, entre ellas Edesa y Constantinopla, la habían introducido en su ritual.
En Inglaterra y en Normandía era común la costumbre, introducida, según parece, por Lanfranco, arzobispo de
Canterbury (+ 1089), de llevar en procesión la santísima eucaristía; en las pequeñas aldeas de estos países la
procesión iba precedida de la cruz, que generalmente estaba erigida en el cementerio, y por esto era llamada "cruz
de la palma" . En Alemania, desde tiempos de San Ulrico, obispo de Augusta (+ 973), se solía llevar en procesión
el llamado "asno de la palma" (Palmesel), un asno de madera provisto de un carrito, sobre el cual estaba la estatua
del Salvador, que después era expuesta en la iglesia a la veneración del pueblo retro altare usque ad completorium
quartae feriae. En Milán, la bendición de las palmas tenía lugar en la basílica laurenciana; desde aquí, el
arzobispo, montado sobre un caballo ricamente. enjaezado" se dirigía con la procesión hacia la basílica
ambrosiana, donde se cantaba la misa.
La misa de la presente dominica, que mantiene todavía su impronta primitiva, está exclusivamente consagrada a la
memoria de la pasión de Nuestro Señor, que la Iglesia antigua celebraba precisamente en este día. El salmo 21,
Deus, Deus meus, réspice in me, quare me dereliquisti, el himno profético de los dolores de Cristo, ha
proporcionado el texto para el introito y el tracto, el cual nos da los versículos más expresivos. La epístola recuerda
la humillación heroica de Jesús usque ad mortem, mortem autem crucis. De las tres oraciones, la primera, que es la
original, refleja exactamente el misterio del día; menos, en cambio, las otras dos, las cuales no se comprende por
qué substituyeron a aquellas mucho más adaptadas contenidas en el gelasiano. En el evangelio se lee por entero la
pasión escrita por San Mateo, el único que, según la antiquísima costumbre romana, se leía en esta semana. San
León Magno atestigua que él solía hacer la explicación en esta dominica y en el miércoles sucesivo. En África,
según escribe San Agustín, se leía el Viernes Santo; Passio autem, quia uno die legitur, non solet legi nisi
secundum Matthaeum. En realidad, él había intentado hacer leer una armonía de los cuatro evangelistas, como
parece se usaba en España; pero el pueblo no quiso saber nada: Volueram aliquando ut per singulos annos
secundum omnes evangelistas etiam passio legeretur; factum est; non audierunt nomines quod consueverant et
perturbati sunt.
La importancia de la lectura de la Passio era ya puesta de relieve en la liturgia antigua. San Agustín lo da a
entender cuando escribe: Solemniter legitur Passio, solemniter celebratur. Los más antiguos evangeliarios,
comenzando por el de Vercelli (s.V), hacen preceder a las palabras de Cristo en la historia de la pasión de San
Mateo de alguna señal especial, las más de las veces una T. Más tarde se introdujeron otras dos: C al comenzar de
nuevo la narración, S cuando entran en escena los interlocutores. Tales señales y otras muy variadas no son más
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que indicaciones musicales para servir de guía al cantor, según que la melodía se mueva para el canto del Christus
en el tetracordo inferior del diapasón (tacite, trahe), o sobre la dominante (C = cito, celenter), para el texto
narrativo, o bien en el tetracordo agudo (S = sursum), para las frases interlocutorias. La melodía actualmente
prescrita por la rúbrica ha adoptado los signos dichos, excepto la T, en cuyo lugar ha puesto, como desde hacía
tiempo lo hacían los copista medievales.
El uso de ejecutar la Passio con tres cantores, de los cuales uno representa la parte de cronista (evangelista), el otro
la de Nuestro Señor, y el tercero, la de las varias personas que entran en la narración, fue introducido hacia el 1000
en las iglesias del Norte, y después imitado por todas partes por exigencias prácticas y quizá también por el deseo,
conforme con el gusto de la época, de hacer más dramática y expresiva la narración.
CULTURA OCCIDENTE
Nos es desconocido cómo y cuándo precisamente el uso litúrgico hierosolimitano haya pasado a Occidente. Las
primeras señales ciertas se encuentran para España en San Isidoro de Sevilla (+ 636), en el Líber ordinum
mozárabe y en el misal de Bobbio, cuyas fórmulas muestran evidentes puntos de contacto con el antiguo rito
español y con la liturgia bizantina.
El Venerable Beda (+ 735), en la homilía in Dominica Palmarum, parece conocer no sólo la fiesta, sino también
una ceremonia litúrgica de las palmas El Versas de Teodolfo, obispo de Orleáns (760-821), Gloria , laus et honor,
que gozó de tanta popularidad en la Edad Media, y del cual sólo una pequeña parte está contenida en el misal,
atestigua ya un desenvolvimiento sorprendente en Angers por parte del ritual de la función de las palmas. En
tiempo de Amalario (+ 853), la procesión era ya en Jas Calías una costumbre tradicional: In memoriam Ulitis reí
— escribe él — solemus per ecclesias nostras portare ramos et clamare hosanna.
En Roma, los sacramentarlos gelasino y gregoriano conocen solamente el título Dominica in palmis. pero es casi
cierto que existía la bendición relativa, haciendo mención de ella una carta del papa Zacarías a San Bonifacio en el
año es de esta dominica una bendición para los portadores de palmas. Es preciso descender al siglo X para
encontrar en el Pontifical romano-germánico el más antiguo ritual de la procesión de las palmas y numerosas
fórmulas de bendición.
El deseo de reproducir en el campo litúrgico las circunstancias de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén dio a la
procesión de las palmas en el Medievo un movimiento dramático tan vivo y profundo, que quizá no encuentra
igual en otras solemnidades del año. De ordinario, todo el pueblo, encabezado por el obispo y el clero, se reunía en
una iglesia fuera de la ciudad o en un lugar elevado, como para representar el monte de los Olivos. Aquí, después
de la lectura del Éxodo: Venerunt filii Israel in Elim, donde son recordadas las 70 palmas del desierto, se bendicen
los ramos de palma, de olivo o de otros árboles con una larga serie de oraciones y se distribuyen. Entonces se pone
en marcha la gran procesión, en la cual la persona del Señor está representada por el libro de los santos Evangelios,
envuelto en un tapiz purpúreo, puesto sobre un portatorium, una especie de féretro ricamente adornado y llevado
por cuatro diáconos, o bien por un gran crucifijo descubierto y rodeado de guirnaldas de fresco verde. Durante la
procesión se alternaban las antífonas, mientras los niños arrojaban flores al paso de los diáconos.
Llegados a las puertas de la ciudad, junto a la torre de guardia tenía lugar el solemne homenaje al Redentor. El
Ordo de Besangon lo describe así: "Comienzan los niños de la schola, los cuales, extendidas por tierra las capas y
las casullas y depuestos los ramos benditos delante de la cruz, la adoran de rodillas, mientras el clero canta el
Kyrie eleison y la antífona Pueri Hebraeorum vestimenta prosternebant. En este punto es ejecutado en coros
alternados 40 el himno de Teodolfo Gloria laus et honor. Sigue después el homenaje del pueblo, que en pequeños
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grupos va delante de la cruz, depone sus flores y la adora, mientras se canta la antífona Omnes collaudent nomen
tuum con el salmo Lauda lerusalem Dominum. Finalmente viene a postrarse el obispo con el clero, y el coro canta.
A estas palabras, un clérigo con la mano o con la palma le golpeaba levi ictu en las espaldas. Concluida la
adoración de la cruz, el cortejo entra en la ciudad al canto de la antífona Ingrediente Domino in sanctam civitatem
y después del himno Magnus salutis gaudium. Y, llegados a la catedral, se entona el Benedictus, y el obispo
concluye la procesión con una oración. En Roma, la procesión se formaba en Santa María la Mayor, para después
dirigirse a San Juan de Letrán, la basílica estacional del día. Para representar a Cristo, en un principio fue llevado
el libro de los Evangelios, cubierto generalmente de un paño purpúreo; pero más tarde fue suprimido este uso.
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LITURGIA ACTUAL
La liturgia actual está constituida por la reunión de dos ritos de origen y carácter muy diversos:
a) la bendición y procesión de las palmas; y b) la celebración solemne de la pasión de Cristo,
ritos que en el curso de los siglos se han desarrollado muy variadamente a pesar de quedar
siempre netamente distintos.
" En este día la iglesia celebra la entrada de Cristo, el en torno a la Pascua que se introdujo en la
tradición Señor, a Jerusalén, para consumar su misterio pascual".1
Lecturas:
La hoja de palma simboliza la victoria y fue asimilado por los primeros cristianos
adaptando su significado al de la victoria de los fieles sobre los enemigos del alma. La
Palma es el símbolo de la victoria en la guerra interna del espíritu contra la materia.
En muchas parroquias se realiza una procesión con la bendición de las palmas. Este es
un gesto de fe que debe ir acompañado de catequesis. Ha de ser suficientemente sobria,
elegante y tener una duración prudente; para que los feligreses puedan celebrar también
la Eucaristía de una manera consciente y participativa.
Los medios sociales podrán facilitar la catequesis del Domingo de Ramos y de toda la
Semana Mayor. Consideramos importante diseñar mensajes cortos y suficientemente
explicativos que de a conocer el significado y valor de esta cerebración.
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animal; es el “yo animal” inferior que el iniciado en los seguidores de Jesús debe buscar
superar y someter.
Conclusión Celebrativa
Celebrar la fe en Jesús triunfante y Dios hecho hombre, que se revela, habita entre y en
nosotros, nos comparte su palabra y nos hace participes de su reino, mediante una
participación activa en la participación de los ritos y especialmente en la comunicación.
La cruz adquiere un doble sentido en la liturgia del Domingo de Ramos, como anticipo
del acontecimiento pascual que celebramos a plenitud el triduo pascual y como el
estandarte glorioso de Cristo a quien en la liturgia aclamamos como ciervo y
reconocemos como el salvador.
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Bibliografía
Biblia de Jerusalén (4a edición ed.). (2009). España: Descleé De Brouwer.
TRIDENTINO, C. (1962). ORDO MISSAE (V1.4 ed.). Sacti Dominici, a.D. MMXXVI.
2011, J. (2011). YOU CAT - Catesismo joven de la iglesia católica . Madrid: Encuentro.
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