Resumen Sociologia Sozzo (1er Parcial)
Resumen Sociologia Sozzo (1er Parcial)
Resumen Sociologia Sozzo (1er Parcial)
INTRODUCCIÓN.
AUTORES CLÁSICOS
Auguste Comte (francés – 1789/1857)
Pionero del término “Sociología”, la consideraba la última ciencia por crear, más significativa y compleja de todas.
Su fin: Contribuir al bienestar de la humanidad; usando las ciencias para comprender, predecir y controlar el
comportamiento humano.
Emile Durkheim (francés – 1858/1917)
Tuvo una influencia más duradera en la sociología moderna. Criticó a Comte por sus trabajos especulativos y vagos
y por no lograr darle a la sociología una base científica.
Para ser científica la sociología, decía Emile que debían estudiarse los HECHOS SOCIALES que configuran nuestras
acciones individuales (Este era su primer principio). Estudiar la vida social con objetividad (Cuál científico a un
objeto). Se basó en el desarrollo de la división del trabajo (para desplazar a la religión del núcleo). Decía que
tantos cambios rápidos e intensos producían grandes trastornos en la sociedad, llamando este efecto ANOMIA
(Sensación de falta de objetivos y desesperación producida por la moderna vida social)
Karl Marx (Alemán – 1818/1883)
Contrasta con los dos autores anteriores. Sus obras eran en su mayoría económicas con gran influencia social.
Afirmaba que el cambio social estaba inducido por influencias económicas (historia = lucha de clases) “concepción
materialista de la historia”.
También creía que las transformaciones más importantes estaban vinculadas al desarrollo del capitalismo
(sistema de clases).
Max Weber (Alemán – 1864/1920)
También intentaba comprender el cambio social. Aunque era un fiel seguidor de las teorías Marxistas, rechazaba
la concepción materialista de la historia. Sostenía que los factores económicos eran igual de importantes que las
ideas y valores sobre el cambio social.
Analizó lo que diferenciaba la sociedad y la cultura occidentales de otras grandes civilizaciones. Estudió
comparativamente la religión con China, India y Oriente Medio. Su conclusión: Ciertos aspectos de la doctrina
cristiana tuvieron un papel fundamental en la aparición del capitalismo.
Afirmaba que las ideas y valores culturales ayudan a que se constituya una nueva sociedad y conforman nuestras
acciones individuales. Calificaba como los factores más importantes que el capitalismo en la naturaleza de las
sociedades modernas a la ciencia (conformó la tecnología moderna) y a la burocracia (única forma de organizar
eficazmente a grupos numerosos de personas).
AUTORES RECIENTES
Michel Foucault (Alemán – 1926/1984)
Estudio de burocracia: desarrollo de prisiones, hospitales, escuelas, sexualidad y el “yo”. (El amor romántico no
siempre existió. Creado por procesos de desarrollo social).
La mayoría de los autores y pensadores sociológicos han pensado que toda revolución implica, una transformación
que pone fin a una etapa social de la cual emerge una nueva etapa evolutiva y superior. Esto es lo que se
denomina el sentido teleológico de la revolución: toda revolución tiene un fin en mente, cambiar el estado de
cosas imperante por otro nuevo.
LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL.
La Revolución Industrial significó una ruptura del orden feudal, o mejor dicho, del modo de producción feudal
(basado en las relaciones de parentesco, la producción en pequeñas aldeas, etc.). Se trató de un período de gran
convulsión y transformaciones vertiginosas que generó una gran incertidumbre y ansiedad en la gente de la época.
Esa incertidumbre se cristaliza en esfuerzos por explicar qué era lo que estaba ocurriendo en la sociedad (tarea
que llevaran a cabo los todavía no denominados sociólogos).
La sociología surgirá como una de esas reacciones que intentarán explicar el porqué de los cambios que se
producían y tratar de predecir lo que pasaría en el futuro. En otras palabras, los primeros pensadores sociológicos
trataran de explicar el porqué de los sucesos que se daban a su alrededor.
Por un lado estaban los que rechazaban esos cambios (señores feudales, la iglesia, los príncipes, etc.), por otro
lado estaban quienes se mostraban a favor del cambio de cosas (la ascendiente clase burguesa).
Si bien se data a la revolución industrial entre los años 1980-1989, la revolución misma, sus raíces se remontan
mucho tiempo atrás. Esta datación a finales del s. XVII es con fines prácticos más que empíricos; lo mismo ocurre
cuando se dice que la revolución surge a partir del invento de la máquina a vapor (cosa que ya existía en la época
medieval aunque con características distintas).
Lo que nos debe quedar bien claro es que las revoluciones no se dan porque sí, no surgen de la nada, sino que
son el resultado de una serie de causas y efectos anteriores a su explosión violenta que la hacen posible y la
impulsan.
Durante la Revolución industrial se producirán los hechos de mayor importancia que se produjeron son:
*Surgimiento de la clase trabajadora como nuevo actor social, en reemplazo de la vieja servidumbre; y la clase
burguesa en reemplazo de los nobles o señores feudales.
*Cambio en las relaciones de producción: relaciones asalariadas por relaciones de servidumbre
*Aparición del trabajador como sujeto libre que ya no necesitará de que su señor lo mantenga y lo proteja, dado
que posee su fuerza laboral como principal medio de vida.
*Aparición del a propiedad privada de los medios de producción y nuevos tipos de propiedad (propiedad
industrial, propiedad financiera, etc.) en reemplazo de la propiedad territorial feudal.
*Aparece la idea de la propiedad como derecho al que todos pueden acceder.
*Conformación de grandes urbes o ciudades, explosión demográfica (aumento de la población) con el correlativo
problema de los delitos, los pobres, la falta de alimento, habitación, etc.
Lo que hay que tener bien en cuenta es que los cambios no sólo fueron económicos sino que afectaron amplios
aspectos de la vida, la cual ya no volvería a ser como antes.
Como decíamos anteriormente, la Revolución Industrial existía ya en Inglaterra antes de que se le pusiera ese
“Si las bases de la economía mundial se formaron gracias a la Revolución Inglesa, la política y la ideología del
mundo como hoy lo conocemos se formaron gracias a la Revolución Francesa.”
Lo que debe quedar en claro de estos dos procesos históricos (uno en lo político y el otro en lo económico) es que
ambos inauguran la modernidad. Es a partir de aquí que nacerán los verdaderos sociólogos (aunque claro, no con
ese nombre al principio): Marx, Durkheim, Webber, etc.
La Revolución Francesa fue un proceso social y político que se desarrolló en Francia entre 1789 y 1799 cuyas
principales consecuencias fueron la abolición de la monarquía absoluta y la proclamación de la República,
eliminando las bases económicas y sociales del Antiguo Régimen.
Si bien la organización política de Francia osciló entre república, imperio y monarquía durante 75 años después de
que la Primera República cayera tras el golpe de Estado de Napoleón Bonaparte, lo cierto es que la revolución
marcó el final definitivo del absolutismo y dio a luz a un nuevo régimen donde la burguesía, y en algunas
ocasiones las masas populares, se convirtieron en la fuerza política dominante en el país.
Muchos factores influyeron en la Revolución. Hasta cierto punto el régimen monárquico sucumbió a su propia
rigidez en un mundo cambiante; también influyeron el surgimiento de una clase burguesa (que cobraba cada vez
mayor relevancia), el descontento de las clases más bajas y, no menos importante, la expansión de las nuevas
ideas liberales que surgieron en esta época y que se conocen como «La Ilustración». L as causas de la Revolución
incluyen:
*El auge de la burguesía, con un poder económico cada vez mayor, desempeñando un papel fundamental en la
economía de la época.
*El odio contra el absolutismo monárquico.
*El resentimiento contra el sistema feudal por parte de la emergente clase burguesa y de las clases populares.
*La aparición de nuevas ideas «Periodo de Ilustración» tales como las expuestas por Voltaire, Rousseau o
Montesquieu, como lo eran:
o La libertad
o La fraternidad
o La igualdad
o El rechazo a una sociedad dividida
o La separación de poderes del estado
Estas causas fueron rompiendo el prestigio de las instituciones del Antiguo Régimen y ayudaron a su derrumbe.
El 14 de julio el pueblo de París respaldó en las calles a sus representantes y, ante el temor de que las tropas
reales los detuvieran, asaltaron la fortaleza de la Bastilla, símbolo del absolutismo monárquico pero también
punto estratégico del plan de represión de Luis XVI, pues sus cañones apuntaban a los barrios obreros. Tras cuatro
horas de combate, los insurgentes tomaron la prisión, matando a su gobernador, el Marqués Bernard de Launay.
La Bastilla se convirtió en un potente símbolo de todo lo que resultaba despreciable en el antiguo régimen.
Retornando al Ayuntamiento, la multitud acusó al Alcalde Jacques de Flessilles de traición, siendo ejecutado.
La Revolución se fue extendiendo por ciudades y pueblos, creándose nuevos ayuntamientos que no reconocían
La abolición del feudalismo. El 4 de agosto de 1789, en la llamada "Noche de la locura", la Asamblea Nacional
abolió el feudalismo, eliminando las prebendas que recibía el Primer Estado (el clero) y los derechos señoriales del
Segundo Estado (los nobles). En cuestión de horas, los nobles, el clero, las provincias, ciudades, pueblos y
compañías perdieron sus privilegios.
El curso de los acontecimientos estaba ya marcado, si bien llevó cuatro años la implantación del nuevo proceso
que cambió todo el curso de la historia...
Pérdida de poder de la Iglesia. La Revolución originó un masivo traspaso de poder de la Iglesia al Estado.
En 1790 se eliminó la autoridad de la Iglesia para imponer impuestos sobre las cosechas, se eliminaron también
los privilegios del clero y se confiscaron los bienes de la Iglesia (bajo el Antiguo Régimen la Iglesia era el mayor
terrateniente del país).
En el siglo XIX se deja de lado el orden piramidal, en donde los privilegios eran para la monarquía y para el clero, y
se pasa a una sociedad en donde la burguesía tiene el poder, donde el desarrollo personal prima, al igual que el
La revolución política de Francia tuvo emisarios y discípulos diligentes que hicieron de ella la primera gran
revolución ideología de la historia de occidente.
La declaración de los derechos del hombre, la naturaleza insólita de las leyes aprobadas entre 1789 y 1795, leyes
que abarcaron todos los aspectos de la estructura social francesa fueron suficientes para garantizar a la revolución
una suerte de milenarismo que habría de convertirla en el acontecimiento más conturbado de la historia política e
intelectual de Francia.
La palabra democracia se remonta directamente en su forma moderna a la revolución francesa. Esta fue la
primera revolución profundamente ideológica. A pocos meses del comienzo de la revolución los principios morales
ya reclamaban atención y a medida que ella progresaba fueron ocupando toda la escena. El aspecto ideológico es
bastante notorio en la declaración de los derechos del hombre y en los primeros debates relativos al sitio que
debía ocupar la religión.
Si contemplamos ambas revoluciones desde el punto de vista de los procesos más amplios y fundamentales que
tienen en común, encontramos tres:
Individualización: En el mundo moderno, la historia parece apuntar claramente hacia la separación de los
individuos de las estructuras comunales y corporativas. Algunas personas ven a esta separación en términos
progresistas de una liberación. Otros ven en ellos el surgimiento de un nuevo tipo de sociedad, donde el egoísmo
moral y el atomismo social son las cualidades dominantes. El individuo era el heredero del desarrollo histórico, no
el gremio, el empresario, no la clase o el estado sino el ciudadano, la razón de ser individual. No la tradición
litúrgica o corporativa sino la razón individual. Cada vez más podemos ver a la sociedad como unidades separadas
de una población más que como una parte de un sistema orgánico.
Francia:
Voltaire: (1694- 1778) Es difícil considerarlo sociólogo, aunque fue el autor más influyente de su época.
Racionalista militante, detestaba al cristianismo por su creencia irracional en lo sobrenatural y porque había
promovido la injusticia social. Creía que la opresión política y religiosa era incompatible con la civilización. Creía
firmemente en la unidad de la especie humana. Por mucho que difiriesen los hombres por su aspecto exterior en
los distintos rincones de la tierra sus sentimientos y anhelos eran los mismos.
En su ensayo “sobre las costumbres y el espíritu de las naciones” contrapuso la naturaleza y las costumbres “hay
dos imperios, el de la naturaleza, que une a todos los hombres sobre la base de ciertos principios comunes, y el de
la costumbre que abarcando los usos y costumbres disemina la variedad por el mundo”. De este modo el orden
natural está en oposición al orden social y Voltaire recurre al primero para atacar las imperfecciones del segundo.
Es necio creer que el hombre pudo haber vivido solitario, privado de sociedad.
No pregonaba por la igualdad social. Siempre habrá en este mundo cocineros y cardenales, decía, por eso la
igualdad es una ilusión.
Quería conocer los pasos por los cuales la humanidad había transitado de la barbarie a la civilización. Demandó
que la historia no se escribiera atendiendo a las victorias y derrotas militares sino a las grandes ideas.
Marqués de Condorcet: No solo gravitó en la revolución, sino que participó personalmente en ella y le ofrendó la
vida. Sus concepciones en materia social fueron tan avanzadas que muchas se encontraría en oposición de
Italia:
Vico: Es el mayor de los sociólogos de su país y uno de los más originales en la historia de la disciplina.
“El mundo de la sociedad humana ha sido hecho sin duda por los hombres, y que por consiguiente sus principios
se tienen que derivar de las modificaciones de nuestras mentes”.
“ciencia nueva”: intentó desarrollar una teoría sociológica acerca del ascenso y la declinación de las naciones.
Narra la génesis de la sociedad y de su tránsito hacia la civilización en el curso de las edades, proceso que se inicia
con la religión y culmina con las ciencias y las artes.
Vico sostiene que hay tres etapas o periodos en la historia de las sociedades humanas. La primera es la etapa de
los dioses, en la que los hombres viven gobernados por deidades y regidos por oráculos y auspicios; la segunda es
la etapa de los héroes, en la cual los patricios (que buscaban preservar el orden social) entran en pugna con los
plebeyos (que querían cambiarlo); y la etapa es la etapa de los hombres, en la cual estos reconocen su igualdad y
son capaces de constituir una república primero y luego una monarquía. Cada etapa es unidad orgánica y en su
progresión envuelve aspectos que cambian manteniéndose cada uno en armonía con los demás.
Las sociedades se inician con la religión, que es también una respuesta al temor. Las clases sociales aparecen en
un temprano momento del proceso histórico en busca del refugio, los hombres se acogían a la protección de
familias establecidas y a cambio les entregan su trabajo. Se forman así dos clases, la de los héroes y la de los
fugitivos.
La edad de los hombres inicia su decadencia cuando los seres humanos dejan de respetar la ley, cuando la licencia
descompone la igualdad y cuando la filosofía sucede a la religión. Aparece entonces una nueva barbarie y el ciclo
recomienza. La historia es así una serie de ciclos que eternamente se repiten.
Escocia
John Millar: Salvo por el término, fue un sociólogo, su pensamiento se ajusta claramente a un encuadre
sociológico. Compartió plenamente el sentir anticlerical con su contemporáneos de la ilustración.
Alemania: Aunque no era una nación, también tuvo su ilustración en el siglo XVIII.
Atribuyó la gran estabilidad de la Edad Media a su religión universalmente aceptada. Considero la transformación
de la histórica sociedad europea como el resultado de fuerzas que habían madurado en la matriz del antiguo
orden. El desarrollo de la ciencia, el surgimiento de una burguesía industrial y comercial, la reforma protestante y
el movimiento filosófico negativo- crítico del iluminismo, contribuyeron a debilitar a la iglesia católica y por ende,
a la unidad social medieval. Ya no había manera de volver atrás.
Considero que su tarea y la de sus contemporáneos era crear un orden social nuevo y orgánico basado en los
principios y fuerzas que habían pasado a primer plano. La nueva unidad social debía basarse en una nueva unidad
en el dominio del pensamiento, de los principios intelectuales. El estudio de la conducta humana, “fisiología
social” debía convertirse en una ciencia positiva. Así el conocimiento científico ocupará el lugar del dogma
religioso, y los hombres de ciencia e industria serán la nueva elite “natural” que reemplazará a los líderes de la
sociedad medieval, la nobleza y el clero. La ciencia debía cumplir en el nuevo orden la misma función que la
religión en viejo por medio del positivismo, o sea de la aplicación de los principios científicos a todos los
fenómenos naturales y humanos.
Saint Simon creó tanto el nombre como los principios fundamentales de la filosofía positiva. Decía que los cambios
en la historia se relacionan con los cambios en las ideas religiosas, y estos a su vez representan el estado de las
creencias y del conocimiento en un periodo dado. La historia ha pasado por el politeísmo, el teísmo y ahora ha
abandonado las etapas conjeturales para llegar a un estadio positivo en el cual todo conocimiento será unificado
sobre una base científica positiva.
Internacionalismo y religión.
La transición a la nueva sociedad no puede producirse en un solo país, independientemente de los desarrollos que
se produzcan en los otros países. El espíritu industrial vincula a los pueblos, en lugar de de dividirlos, pues todos
los países de Europa tendrán el mismo interés en fomentar la producción. No solo a nivel nacional, sino también
internacional, todos los productores tienen intereses comunes que llevan a la solidaridad social. Con el tiempo es
sistema industrial abarcara a toda europa y quizás a toda la humanidad. Las naciones no desaparecerán sino que
conservarán cierto grado de tipicidad cultural y de autonomía política, pero perderán la importancia moral que
han tenido históricamente.
El nacionalismo es una forma de egoísmo que debe ser drásticamente reducido o eliminado. La ciencia es un
antídoto contra el nacionalismo. Surgira como fuerza unificadora una comunidad internacional de científicos, una
nueva élite espiritual que reemplaza a la vieja. Serían necesarias instituciones y una organización comunes. Se
necesita un vínculo espiritual, un cuerpo común de doctrinas y creencias que den unidad moral a todas las
sociedades europeas, ellas deben adoptar la forma de religión común.
Asigna un papel importante a la idea de Dios y de los sentimientos morales. Es necesaria una unión moral como
añadimiento básico del orden y la unidad social. El nuevo mundo necesita de una religión tanto como de la ciencia.
La filosofía y la ciencia positiva se convertirían en una religión secularizada.
En física social, los científicos no deben ceder ante los incompetentes. La reorganización social exige
reorganización intelectual y esto es imposible mientras los individuos tengan derecho a indagar sobre temas que
están por encima de sus facultades. La igualdad, no puede convertirse en algo absoluto. Es un principio anárquico
y hostil al orden, como lo es el dogma de “soberanía del pueblo”, que condena a los superiores a la dependencia
de las masas.
La anarquía intelectual es la causa más importante de la desunión moral. El verdadero orden moral es
incompatible con la errática libertad existente de las mentes individuales; pues si es esto dura llevará a las grandes
normas sociales se conviertan en hábitos abandonados a la ciega y arbitraria decisión de un público incompetente.
Comte elaboró su doctrina con un único propósito: evitar la revolución y lograr que la multitud se resignara a las
condiciones del orden social existente.
La verdadera libertad no es más que la sumisión racional a la preponderancia de las leyes de la naturaleza. La élite
científica deberá descubrir cuáles son esas leyes, e indicará en qué medida se pueden mejorar las condiciones de
las clases inferiores, conforme a ellas. El progreso depende de una reorganización intelectual (educación positiva)
y por ende moral, que debe proceder y dirigir hacia una reorganización política.
Organización de la revolución
La Gran Crisis final comenzó necesariamente cuando esta común decadencia, primero espontánea, sistemática
luego, a la que, por lo demás, habían concurrido de diversa manera todas las clases de la sociedad moderna, llegó
al fin al punto de hacer universalmente irrecusable la imposibilidad de conservar el régimen antiguo y la creciente
necesidad de un orden nuevo. Esta crisis tendió siempre, desde su origen, a transformar en un vasto movimiento
orgánico el movimiento crítico de los cinco siglos anteriores, presentándose como destinada sobre todo a realizar
directamente la regeneración social, cuyos preámbulos negativos habían sido ya todos suficientemente cumplidos.
Pero esta transformación decisiva, aunque cada vez más urgente, ha tenido que ser hasta ahora esencialmente
imposible, por falta de una filosofía verdaderamente propia para darle una base intelectual indispensable. La
absoluta impotencia orgánica de tal filosofía, la falta de toda otra teoría no permitió dar satisfacción inmediata a
las necesidades de orden.
El progreso constituye, tanto como el orden, una de las dos condiciones fundamentales de la civilización moderna.
Hoy estamos en esta extraña situación en que nada verdaderamente grande puede emprenderse, ni para el
orden, ni para el progreso, por falta de una filosofía realmente adaptada al conjunto de nuestras
necesidades.Como antes de la crisis, la lucha aparente permanece, pues, entablada entre el espíritu teológico,
reconocido como incompatible con el progreso, que ha sido llevado a negar dogmáticamente, y el espíritu
metafísico, que después de haber ido a parar, en filosofía, a la duda universal, no ha podido tender, en política,
más que a constituir el desorden, o un estado equivalente de desgobierno.
La pareja insuficiencia social que ofrecen en lo sucesivo el espíritu teológico y el espíritu metafísico, únicos que
hasta ahora se han disputado el dominio, la razón pública debe encontrarse implícitamente dispuesta a acoger
hoy el espíritu positivo como la única base posible de una verdadera resolución de la profunda anarquía
intelectual y moral que caracteriza sobre todo la gran crisis moderna.
Para la nueva filosofía, el orden constituye siempre la condición fundamental del progreso; y, recíprocamente, el
progreso se convierte en el fin necesario del orden.
↪En cuanto al Orden, el espíritu positivo le ofrece poderosas garantías directas: - Demuestra que las principales
dificultades sociales no son hoy políticas, sino sobre todo morales, de manera que su solución posible depende
realmente de las opiniones y de las costumbres mucho más que de 'las instituciones.
- Considera siempre el estado actual como un resultado necesario del conjunto de la evolución anterior
- Coordina irrevocablemente a la ciencia social con todas las demás ciencias fundamentales, que constituyen
gradualmente donde nuestra inteligencia adquiere a un tiempo los hábitos y las nociones sin los que no puede
abordar útilmente las más eminentes especulaciones positivas, lo que instaura ya una verdadera disciplina mental,
propia para mejorar radicalmente tales discusiones, vedadas desde entonces racionalmente a una multitud de
entendimientos mal organizados o mal preparados.
Estas grandes garantías lógicas están, por otra parte, plenamente confirmadas y desarrolladas por la apreciación
científica propiamente dicha, que, respecto a los fenómenos sociales como para todos los demás, representa
Breve reseña: Karl Heinrich Marx nació el 5 de mayo de 1818 en Tréveris, ciudad de la Prusia renana (a la que
también pertenecían Bonn y Colonia). Aunque su familia era de origen judío se habían convertido al
protestantismo en 1824. Su padre, Heinrich Marx, era abogado en Tréveris. En dicha ciudad cursó sus estudios de
Bachillerato, iniciando luego sus estudios universitarios en Bonn, que proseguiría en Berlín, donde se dedicó al
estudio de la historia y la filosofía, en una época en la que la influencia del pensamiento hegeliano era
predominante. Marx terminaría sus estudios en 1841, con una tesis doctoral sobre la filosofía de Epicuro. En Berlín
entró en contacto con los llamados "Jóvenes hegelianos", haciéndose socio del Club de Doctores (Doktorklub). De
esa época data su amistad con Bruno Bauer, uno de los miembros destacados del club.
En 1842 comenzó su colaboración con la revista "Rheinische Zeitung", (Gaceta Renana), dedicada cuestiones de
"política, comercio e industria", que destacó por su carácter crítico, y de la que posteriormente sería redactor jefe,
en Colonia, actividad que le puso en contacto directo con los problemas políticos y sociales de la época en
Alemania. Consecuencia de tal contacto, y del análisis de la realidad social y política, fue el giro dado por Marx en
su pensamiento, que le llevó a adoptar una actitud crítica ante la teoría del Estado de Hegel.
A raíz del cierre de la revista, en 1843, censurada por las autoridades, Marx se traslada a París, donde colaborará
con Ruge en los "Anales franco-alemanes‖, revista de la que se llegaría a publicar un sólo número, en la que
publicará su "Crítica de la filosofía hegeliana del Derecho". En París entrará en contacto con el movimiento
socialista francés, a través de Proudhon y Louis Blanc, dos de sus destacados líderes. En esa época iniciará sus
estudios de la economía política inglesa, sumergiéndose en la obra de Adam Smith y Ricardo, lo que supondrá un
nuevo giro en su pensamiento.
En 1847 se asocia a la Liga Comunista. De nuevo en colaboración con Engels, redacta los principios y objetivos de
la misma, recogidos en el conocido "Manifiesto comunista", que sería publicado en Londres en 1848. En 1849 se
dirigirá a Londres, donde establecerá su residencia.
En Londres desarrollará una intensa actividad intelectual que le llevará a la realización de su obra cumbre, "El
capital". En 1859 publica, como fruto de sus trabajos sobre economía, la "Contribución a la crítica de la Economía
política", donde expone su teoría del valor, que se convertirá en la piedra angular de sus estudios sobre el capital.
Podemos decir que la formación del pensamiento social de Marx es el resultado de una triple influencia:
*La filosofía hegeliana, asimilada en sus años de estudiante en Berlín. Como resultado de su crítica del idealismo,
conservará algunos conceptos que resultan fundamentales en su pensamiento (especialmente las ideas de
dialéctica y de historia como proceso orientado hacia un fin).
* La economía política inglesa, en la que se inicia durante su primer exilio en París . Tomará las herramientas
técnicas del análisis económico y sobre todo la idea del valor-trabajo como eje articulador de toda actividad
productiva.
*Del socialismo francés (llamado posteriormente "socialismo utópico", por contraposición a su propia
interpretación del socialismo, conocida como "socialismo científico") con el que también entrará en contacto
durante su primer exilio en París. Tomará las ideas socialistas y revolucionarias de su pensamiento político, como
la idea de la lucha de clases.
La formación del pensamiento social de Marx: el debate filosófico con Hegel y Feuerbach.
TEXTO: La ideología alemana (Marx, Kart y Engels Friedrich).
Crítica de Marx:
Critica el hecho de pensar la historia en base a las ideas –a las actuaciones separadas de los grandes personajes
que pensaron las diferentes formas de gobierno de cada una de esas épocas-. El no haberse dado cuenta que las
ideas que se imponen en una época o período determinado no son más que el reflejo de las condiciones
materiales de vida de esa sociedad, son el producto de las distintas formas que adoptan las sociedades para
producir su vida material, es decir, de sus relaciones de producción. Son un cambio en las relaciones materiales de
producción (en la forma como los hombres producen los bienes necesarios para su subsistencia).
Sostendrá que el punto de partida de todo estudio histórico debe ser el hombre activo, porque de sus actividades
se derivan los reflejos ideológicos con lo que se constituyen los cambios sociales. Lo mismo ocurre con la idea de
Dios; no es el hombre el reflejo de Dios, sino que es él quien inventa a Dios y lo eleva por encima de él. Con esto
Marx inaugura su MATERIALISMO HISTÓRICO.
⇓
Se propone explicar la historia desde la producción práctica de la existencia. La historia es el resultado del modo en
que los seres humanos organizan la producción social de su existencia.
"En la producción social de su existencia, los hombres entran en relaciones determinadas, necesarias e
independientes de su voluntad, en relaciones de producción que corresponden a un grado determinado de
desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones constituye la estructura
económica de la sociedad, o sea, la base real sobre la cual se alza una superestructura jurídica y política y a la cual
corresponden formas determinadas de la conciencia social. En general, el modo de producción de la vida material
condiciona el proceso social, político y espiritual de la vida. No es la conciencia de los hombres lo que determina
su ser, sino al contrario, su ser social es el que determina su conciencia. En un determinado estadio de su
desarrollo las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de
producción existentes o, por usar la equivalente expresión jurídica, con las relaciones de propiedad dentro de las
cuales se habían movido hasta entonces. De formas de desarrollo que eran las fuerzas productivas, estas
relaciones se convierten en trabas de las mismas. Empieza entonces una época de revolución social."
(Contribución a la crítica de la economía política)
Hasta entonces se había creído que la forma en que se organizaba la producción dependía exclusivamente de la
voluntad de los seres humanos, al igual que las formas de organización social y política y, por supuesto, de la
conciencia. Marx afirma lo contrario: las relaciones de producción son independientes de la voluntad de los seres
humanos, y el modo en que los seres humanos producen la vida material "condiciona el proceso social, político y
espiritual de la vida”.
Para garantizar su supervivencia, el ser humano ha de conseguir los medios de subsistencia mediante el trabajo,
mediante una actividad productiva. Pero el ser humano tiene una existencia social, por lo que su actividad
productiva no constituye un acto aislado, sino un acto social, por el que entra en relación con otros seres
humanos. Ahora bien, estas relaciones se caracterizan no sólo son por ser necesarias para producir los medios de
subsistencia, sino también por ser independientes de la voluntad de quienes entran en relación, estando
Con respecto a Feuerbach, Marx tomará de él la idea de alienación religiosa, y lo utilizará para criticar a Hegel en
cuanto a su idea de que la realidad deriva de la idea. Feuerbach invierte las premisas idealistas de la filosofía de
Hegel afirmando abruptamente que el punto de partida de la humanidad debe ser “el hombre real”, el que vive
en el “mundo material”. Mientras que Hegel sostenía que lo real emana de lo divino, Feuerbach replicaba que lo
divino es un producto de lo real (del pensamiento humano).
Como dijimos anteriormente, Marx sostenía que el pensamiento (la idea) deriva de la realidad y no al revés. Pero
Marx también utilizará a Hegel para criticar a Feuerbach en lo que concierne al movimiento dialéctico de la
historia, ya que Feuerbach sostiene que el mundo era algo rígido y que por lo tanto no podía ser modificado por el
accionar del hombre.
Marx dirá que lo que Feuerbach sostiene acerca de la alienación religiosa no es nada nuevo, y que lo que hay que
hacer es pasar de la crítica de la religión (algo ya superado en sus tiempos) a la crítica práctica de la realidad,
sobre todo de la realidad política de su tiempo.
Producir es la actividad esencial de los humanos, lo que los distingue de otras especies animales. Producir significa
transformar la Naturaleza, y al transformar la Naturaleza el ser humano expresa su rasgo esencial. No se limita a
tomar de la Naturaleza, sino que deliberadamente busca modificarla. De ahí que el trabajo sea el concepto
fundamental para entender al ser humano. El trabajo, como actividad productiva libre, es la actividad en la que el
ser humano expresa su humanidad, su verdadera naturaleza. Todo lo producido de esta forma - un vestido, una
estatua, una casa- es la esencia de la vida humana convertida en un objeto físico y, por tanto externo al
productor. En la sociedad industrial, el trabajador no controla el producto de su trabajo. El producto en el que se
objetiva su trabajo no le pertenece, convirtiéndose así en algo extraño, ajeno al trabajador: su actividad
transformadora no le pertenece, no es considerada como suya, sino que deviene propiedad de "otro". "El objeto
que el trabajo produce, su producto, se enfrenta a él como un extraño, como un poder independiente del
productor... el trabajador se relaciona con el producto de su trabajo como con un objeto extraño". Además, en la
medida en que el producto se convierte en una mercancía, el trabajo objetivado en él es tratado también como
mercancía, por lo que el mismo sujeto productor termina por ser considerado simplemente como cosa, como
mercancía.
Cuanto más avanza el capitalismo, tanto más se empobrecen los trabajadores. Los propietarios de las tierras y los
medios de producción se hacen cada vez más ricos y los obreros más pobres. No sólo se le expropia al trabajador
los bienes que produce y que con todo derecho le pertenecen, sino que este corre la misma suerte que los objetos
producidos: el trabajador se convierte en una mercancía tanto más barata cuantas más mercancías produce, se
ues, en siervo de su objeto.
produce, p
Enajenación del trabajador en su producto: no sólo significa que su trabajo se convierte en un objeto
Enajenación del trabajador en el proceso de producción: el trabajador se aliena en su misma actividad productiva.
Si el producto del trabajo es la alienación, la producción misma debe ser la alienación activa. La actividad
productiva no ofrece satisfacciones intrínsecas que hagan posible al trabajador desarrollar libremente sus
energías físicas y espirituales, ya que se trata de un trabajo impuesto solamente por la fuerza de circunstancias
extremas. El trabajador no se realiza en su trabajo, sino que se niega a sí mismo, experimenta una sensación de
malestar más que de bienestar. No es su propio trabajo sino trabajo para otro, su trabajo no le pertenece a sí
mismo sino a otra persona. - -> SU TRABAJO NO LE PERTENECE.
Enajenación del hombre de su especie (de su ser genérico): el hombre es un productor universal, en contraste con
los animales, que sólo producen parcialmente y en contextos limitados. El hombre es un ser condicionado por la
sociedad donde vive, produce en relación con otros, no de forma separada como lo hacen los animales. En el
capitalismo el hombre es despojado de sus características biológicas como especie. El hombre es considerado por
Marx como un ser habilidoso e imaginativo cuyas características naturales son desaprovechadas y negadas por el
capitalismo. El trabajo es, entonces, un medio para la satisfacción de una sola necesidad: la necesidad de
mantenerse con vida –de mantener su existencia física- y no la de la especie como un todo. Le arrebata su vida
como especie y transforma su ventaja sobre los animales en desventaja.
Enajenación del hombre de los demás hombres: al enajenarse de su vida como especie, el hombre se está
enajenando en relación con los otros. El hombre es un producción social, que produce en relación con los demás y
no de forma separada; por lo tanto, esta enajenación del hombre de su especie se manifiesta como enajenación
con los demás. En el capitalismo las relaciones humanas tienden a quedar reducidas a meras operaciones de
mercado.
La propiedad privada.
En el sistema de producción capitalista, el hombre no dispone del producto de su trabajo, ni siquiera de su trabajo
mismo. Este pertenece a otro hombre que no es el trabajador. Si su actividad es un tormento para él debe ser
fuente de goce y placer para otro.
Es el proceso de alienación quien crea el dominio del no-productor sobre la producción y su producto. Mediante el
trabajo enajenado el trabajador crea la relación de otro hombre, que no trabaja y que está fuera del proceso de
trabajo. Este hombre que no trabaja es el capitalista.
Propiedad privada es el producto, el resultado necesario del proceso de enajenación del trabajo. Pero no solo es
la consecuencia del mismo, sino también el medio a través del cual se enajena el trabajo. Por lo tanto, la victoria
sobre la alienación depende de la superación de la propiedad privada, y esto es sólo posible a través del
comunismo.
El trabajo se convierte en una actividad alienada y alienante, cuando los seres humanos producen objetos sobre
los cuales ya no ejercen ningún control ya que no resultan de su libre actividad, sino de una actividad que es "para
otro", que ya no les pertenece porque le pertenece a quien haya pagado su salario. De esta manera es el
capitalista el que, con la apropiación del producto, se apropia de la actividad de los demás, resultando para ellos
una actividad enajenada, alienada. Además, el objeto producido se vuelve contra su creador, puesto que sirve
para enriquecer al capitalista y aumentar su poder sobre el proletario. De este modo la actividad productiva se
convierte en una actividad realizada bajo "dominación, coerción y el yugo de otro hombre". Los seres humanos en
vez de relacionarse entre sí cooperativamente lo hacen competitivamente. El amor y la confianza mutua se ven
reemplazadas por el comercio y el intercambio de mercancías. Los seres humanos no reconocen en el otro una
naturaleza humana común: ven a los otros como instrumentos para satisfacer sus intereses egoístas.
El primer supuesto de toda historia humana es la existencia de individuos humanos vivientes. Ahora bien, para
vivir se necesita comer, vestirse, beber, alojarse bajo un techo, etc. Por lo tanto el primer hecho histórico es la
producción de los medios indispensables para la satisfacción de estas necesidades, es decir, la producción de la
vida material misma. Por consiguiente, lo primero, en toda concepción histórica, es observar este hecho
fundamental.
El segundo supuesto se origina como resultado del primero: La satisfacción de las primeras necesidades básicas,
conduce al surgimiento de nuevas necesidades.
El tercer supuesto e s el incremento de la población. Los hombres que renuevan diariamente sus necesidades
comienzan al mismo tiempo a procrear a otros hombres: surge así la familia. Esta familia, que al principio
constituye la única relación social, más tarde, cuando las necesidades se multipliquen crearán nuevas relaciones
con otras.
La producción de la vida material en un determinado modo de producción o una determinada fase industrial lleva
siempre aparejado un determinado modo de cooperación o una determinada fase social. Este modo de
cooperación representa una fuerza productiva. Estas relaciones de producción son tan viejas como el hombre
Sociología. Guillermina Insaurralde
mismo. El hombre mismo se diferencia de los animales a partir del momento en que comienza a producir sus
medios de vida. Al producir sus medios de vida, el hombre produce indirectamente su propia vida material. El
modo en que estos hombres producirán esos medios dependerá, ante todo, de los medios de vida con que se
encuentren.
Por lo tanto, con el incremento de la población y las necesidades surge el desarrollo de la división del trabajo, que
originariamente no pasaba de la división en el acto sexual y, más tarde, de una división de acuerdo a las dotes
físicas.
La verdadera división del trabajo aparece a partir del momento en que se separan el trabajo físico del intelectual.
Recién aquí surge la conciencia como algo distinto de lo real; desde este instante, se halla la conciencia en
condiciones de emanciparse del mundo y entregarse a la creación pura, la filosofía y la moral puras, etc.
Con la división del trabajo se da, al mismo tiempo, la distribución y, concretamente, la distribución desigual, tanto
cuantitativa como cualitativamente, del trabajo y de sus productos; es decir, la propiedad, cuyo germen, cuya
forma inicial se contiene ya en la familia, donde la mujer y los hijos son esclavos del marido. La esclavitud, todavía
muy rudimentaria es la primera forma de propiedad.
A partir del momento en que comienza a dividirse el trabajo, cada cual se mueve en un círculo exclusivo de
actividades, que le es impuesto y del que no puede salirse; no tiene más remedio que seguirlo siendo, si no quiere
verse privado de los medios de vida.
El capitalismo deberá dejar paso al MODO DE PRODUCCIÓN SOCIALISTA, siguiendo la dialéctica de la historia, por
la que la humanidad recuperará, superándolo, el modo de producción del comunismo primitivo. El modo de
producción socialista se basa en un régimen de propiedad colectiva, lo que supone la abolición de la propiedad
privada de los medios de producción. En consonancia con ello, las relaciones de dominio y sometimiento se
sustituyen por las de cooperación recíproca.
El modo de producción
A cada formación social le corresponderá un determinado modo de producir socialmente los bienes necesarios
para la existencia, un determinado modo de producción, es decir, una determinada estructura productiva sobre la
que se asientan, y de la que derivan, el conjunto de elementos jurídico-políticos e ideológicos, que forman la
superestructura de dicha formación social.
El modo de producción es la estructura económica de una sociedad, esta es la que determina la superestructura
jurídico-política y la superestructura ideológica. En el modo de producción podemos distinguir, pues, dos
elementos constitutivos: las fuerzas productivas y las relaciones de producción o propiedad, entre los que se da
un mutuo condicionamiento; y una superestructura en la que se pueden distinguir dos niveles: la superestructura
jurídico- política, constituida por los instrumentos de control sociales y políticos correspondientes a las relaciones
sociales de producción; y la superestructura ideológica, por la que se justifica el orden establecido mediante una
falsa conciencia que enmascara la verdadera realidad. Ambas superestructuras están condicionadas por la
estructura económica de la sociedad.
Estructura económica.
Fuerzas productivas:Son, ante todo, una fuerza social, porque se basan en la cooperación de varios individuos.
Este modo de cooperación es siempre una fuerza productiva.
Están formadas por la fuerza de trabajo + los medios de producción.
↪Los medios de producción están constituidos por la materia objeto de transformación, (materia prima) a partir
de la que se espera obtener un producto determinado.
↪La fuerza de trabajo, está constituida por la actividad del trabajador, su capacidad de trabajo y que alcanza un
determinado grado de desarrollo en una formación social determinada (como simple fuerza física, o como
habilidad técnica o intelectual) + los medios para realizar el trabajo (útiles, herramientas, máquinas, etc.)
necesarios para obtener los productos deseados.
Las relaciones de producción favorecen inicialmente el desarrollo de las fuerzas productivas; pero a medida que
las fuerzas productivas se van desarrollando, terminan por entrar en contradicción con las relaciones de
producción existentes, convirtiéndose éstas en una traba para el desarrollo de aquellas, lo que provoca una
revolución social, que concluye en la sustitución de las viejas relaciones de producción por otras nuevas,
adecuadas al grado de desarrollo de las fuerzas productivas. Tales contradicciones, y la resolución de las mismas,
determinadas por procesos estrictamente materiales, constituyen el elemento configurador de la sociedad y el
motor de la historia.
La superestructura jurídico-política
La superestructura jurídico-política está formada por el conjunto de normas, leyes, instituciones y formas de
ue, condicionadas por la estructura productiva, ordenan y controlan el funcionamiento de la actividad
gobierno q
productiva de los ciudadanos.
Las formas del Estado son los instrumentos a través de los cuales las clases dominantes ejercen su poder sobre las
clases sometidas. Lejos de convertirse en los garantes de la realización humana y la libertad de los individuos, se
convierten en agentes de represión y sometimiento, de alineación y esclavitud, en función de las exigencias de las
relaciones de producción, de las que derivan y a las que sirven.
Superestructura ideológica
La ideología se presenta como un sistema de justificación de realidad imperante. La superestructura ideológica la
constituyen el conjunto de las ideas, creencias, costumbres, etc., plasmadas en las formas ideológicas de la
cultura, la religión, la filosofía, etc., con las que se justifica la "naturalidad" y "legitimidad" del modo de
producción del que derivan y cuya realidad social enmascaran.
Las clases sociales derivan de la división social del trabajo impuesta por la estructura económica, y en función de
tal división participan distintamente del conjunto de derechos, creencias y formas de organización política de la
sociedad, objetivandose en ellas. En la lucha de clases encontraríamos, así, el terreno propicio para tal
interacción.
Características que debe reunir un grupo social para ser considerado clase:
*Una clase se constituye por la relación de sus integrantes respecto de la posesión de propiedad de los medios de
producción. La clase no puede identificarse ni con la fuente de ingresos ni con la posición funcional en la división
del trabajo.
*Una clase debe poseer lo que Marx denomina conciencia de clase. Esto es la capacidad de una clase de ser
consciente de las relaciones sociales antagónicas y de actuar ante ellas para beneficio de sus intereses. Es decir, la
conciencia acerca de su pertenencia a un grupo social determinado con idénticas características.
En el capitalismo la explotación de la burguesía sobre el proletariado es un hecho y el poder entender esa lógica
como antagonismo es conciencia de clase. Su opuesto sería la alienación; la imposibilidad de ver la explotación
capitalista en la propia vida cotidiana.
En el capitalismo, pese a que Marx reconoce la existencia de otras clases sociales, la lucha de clases se da entre la
burguesía y el proletariado. Ahora bien, el proletariado está sometido a los elementos ideológicos, no teniendo,
pues, conciencia de su situación real. El desarrollo de una conciencia de clase le librará del dominio de la
ideología y le llevará a reivindicar el fin de la alineación y de la explotación en el trabajo.
Clase burguesa: es la clase de los capitalistas modernos, quienes son poseedores de los medios sociales de
producción y explotan el trabajo asalariado.
Clase proletaria: es la clase de los trabajadores asalariados modernos quienes, puesto que no poseen medios de
producción propio, dependen de la venta de su fuerza de trabajo para poder vivir.
LA LUCHA DE CLASES.
Según Marx la lucha entre las clases sociales es el motor de la historia. Es decir que el conflicto entre clases
sociales esto es, la relación de los diferentes grupos de una sociedad con los medios de producción, ha sido la
base sobre la que se produjeron los hechos que dan forma a la historia.
Esta lucha se da entre dos clases sociales antagónicas características de cada modo de producción. En las
sociedades primitivas cuando la producción apenas alcanzaba para la subsistencia no existían clases sociales pero
a partir de las sociedades esclavistas nos encontramos con dos clases antagónicas.
De un lado está la clase explotada, oprimida pero a su vez productora de bienes y servicios, creadora y
modificadora de la realidad que la rodea y por la misma razón revolucionaria en tanto pretende cambiar el orden
establecido. Del otro lado está la clase explotadora defensora de los beneficios que goza a expensas de la otra
clase, sin interés en modificar la realidad que les beneficia y por la misma razón reaccionaria.
La sociedad moderna surgida del ocaso de la sociedad feudal no ha abolido los antagonismos de clase. Sólo ha
sustituido las antiguas clases por otras nuevas.
Para Marx el fin último de la historia es la eliminación de las clases sociales cuando la clase más desvalida y
universal (el proletariado creado por el modo de producción capitalista) consiga "emancipar" a toda la
humanidad.
Una vez que las diferentes clases hayan desaparecido y toda la producción se halle en manos de los individuos
asociados, el Estado –como poder político- ya no tendrá razón de ser. El estado y el poder político no es más que
el poder organizado de una clase para explotar a otra y, como no habrá más clases sociales a quienes oprimir, no
tendrá razón de ser.
Marx acuñó la noción de acumulación originaria como forma de criticar lo que pensaba que eran mistificaciones
ideológicas y cuentos de hadas de la economía política sobre los orígenes del capitalismo, especialmente en
réplica a la ―absurda‖ teoría de Adam Smith. Y escribió:
Por una parte se formó un mercado cada vez más globalizado vinculado al crecimiento del comercio durante
siglos y que quedó firmemente establecido a escala global en el siglo XVI, con la expansión imperial europea por
todo el globo. En ese proceso se acumulaba dinero y éste se reinvertía en aventuras comerciales, dando lugar a
grandes fortunas y nuevos polos de poder financiero.
En El Capital, Marx utiliza el caso británico entre el siglo XV y el siglo XIX para explicar el proceso de expropiación
de la propiedad hacía las manos de los futuros capitalistas.
El proceso de acumulación originaria comienza hacia los s. XIV y XVI.
En primer lugar por la desvinculación del productor de los medios de producción, un proceso marcado por la
violencia, la conquista, la piratería y el robo. En Europa, esa desvinculación significaba acabar con las formas
tradicionales de uso colectivo de la tierra y los derechos de señoriales o feudales sobre la tierra o sus productos
que protegían a una gran masa de campesinos europeos.
Otro factor fueron las llamadas guerras feudales donde jugaron un papel importante los siervos de la gleba. Los
siervos que peleaban en las guerras para su señor feudal ganaban su libertad, luego estos tenían hijos que nacían
libres y que constituirán el surgimiento de los artesanos del s. XV, distintos a los anteriores artesanos dado que se
especializaban en tareas concretas.
Otro factor de importancia y que influyó en este proceso de acumulación es el incremento de la población gracias
a la medicina. Este incremento dio origen a un incremento proporcional de las necesidades a nivel mundial (más
alimento, ropa, viviendas, etc.).
Toma el caso británico como ejemplo de la expropiación de los derechos de los campesinos en Europa. Como
consecuencia de este aumento de las necesidades se produce una mayor demanda de lanas y alimentos que
principalmente se producen en las tierras. Los señores feudales vieron la oportunidad de enriquecerse y
aumentar sus ganancias. Pero esas tierras estaban sujetas al contrato de vasallaje, eran pequeñas parcelas
cultivadas por la familia que allí vivía y que producía para el señor feudal.
El señor feudal despojo a los campesinos de la tierra por medio de la fuerza y la violencia, por otro lado
liberándolos del contrato de vasallaje, es decir, concediéndoles la libertad. Los siervos, al ser liberados de sus
obligaciones feudales, también perdieron sus derechos a ocupar una parcela y cultivarla, pues ésta pasó a ser
propiedad privada del antiguo señor feudal. Además, muchos pequeños propietarios dejaron de poder utilizar las
tierras comunales de los municipios cuando éstas se convirtieron en bienes privados, de modo que vieron
disminuidos sus medios de vida y se vieron obligados a endeudarse y, a medio plazo, perder las pocas tierras que
poseyesen.
(En la edad media, los vasallos tenían el derecho de poder entrar a cualquier tierra comunal y extraer de allí lo
*La del valor de uso: que hace referencia a las necesidades que puede satisfacer el empleo de una mercancía, es
decir, la aptitud o ineficacia que tiene el objeto para satisfacer una necesidad determinada. Un objeto puede
tener valor de uso tanto si es una mercancía como si no lo es, pero ningún objeto puede ser mercancía si no es a
la vez un objeto útil.
*La del valor de cambio: que se refiere al valor que tiene un producto cuando se ofrece en intercambio por otros
productos.
En el capitalismo, el obrero también es tratado como una mercancía. El sistema necesita para su funcionamiento
la existencia de hombres libres que puedan vender su fuerza de trabajo en el mercado abierto. Esto significa que
la fuerza de trabajo es también una mercancía, que se compra y se vende en el mercado; hasta el punto que su
valor viene determinado, lo mismo que el de la mercancía, por el tiempo de trabajo socialmente necesario para
su producción. La fuerza de trabajo humano implica un desgaste de energía que debe ser recuperada. Para que el
trabajador renueve sus energías y no perezca, debe proporcionarle lo que se requiere para su subsistencia como
organismo activo: alimento, vestido y techo para él y para su familia.
LA PLUSVALÍA.
Las condiciones de producción industrial y de manufactura moderna permiten al trabajador producir en un día de
trabajo mucho más que de lo necesario para cubrir el costo de su subsistencia. Es decir, para producir lo que
corresponde al valor del mismo trabajador se necesita solamente una parte del día de trabajo. Todo lo que,
además de esta parte, produce el trabajador es plusvalía.
La plusvalía es la fuente de ganancia del capitalista. La ganancia, por decirlo así, es la manifestación ―superficial y
visible de la plusvalía (forma que esconde su existencia).
El sistema capitalista es el primer sistema de la historia capaz de generar un gran volumen de producción
excedente. Y, cuando se genera un excedente tal que no hay mercado para comprar tanta mercadería (la oferta
supera a la demanda ) se produce una sobreproducción, y es cuando sobrevienen las crisis del sistema.
El sistema capitalista es en gran parte un sistema anárquico. Cualquier desequilibrio que frene la posibilidad de
Los salarios bajan porque aumenta el desempleo, es decir, esto es lo que Marx denomina como superpoblación
relativa. El capitalismo genera la que Marx llamó el ejército industrial de reserva, constituido por la masa de
desempleados. Estos desempleados, aunque no lo quieran, generan un descenso de los salarios de los que
trabajan (y en épocas de prosperidad impiden que estos suban y que, por lo tanto se mantengan en un nivel
aceptable para el capitalista).
¿Cómo influyen en la disminución y el mantenimiento de los salarios? El trabajador empleado actualmente se
abstendrá de requerir aumento de salarios porque sabe que detrás de él existe todo un “ejército” de
desempleados que trabajarían por el mismo salario e incluso por menos.
De esta manera, el ejército industrial de reserva funciona como un lastre para los trabajadores actualmente
empleados y como un mecanismo del sistema capitalista para mantener la cuota media de ganancia.
LA TESIS DE LA PAUPERIZACIÓN.
El sistema capitalista es un sistema anárquico que tiende a entrar en crisis periódicamente. Estas crisis no
representan un colapso del sistema capitalista, sino que, por el contrario, forman parte del mecanismo regulador
que permite al sistema sobrevivir a las fluctuaciones económicas a que está sometido. Estas crisis son endémicas,
esto quiere decir que, son habituales en el capitalismo.
Sin embargo, en ninguna parte de sus escritos se predice una ruinosa crisis final. Lo que Marx nos quiere hacer ver
es que las crisis periódicas del capitalismo lo que hacen es animar la conciencia revolucionaria del pueblo, pues
ponen en evidencia notoria la situación común en la que se encuentran los trabajadores: por un lado la baja
participación de los trabajadores en las ganancias del capitalista y por otro la miseria del ejército industrial de
reserva.
Sólo rara vez predomina en el sistema capitalista una situación plena de empleo. El capitalismo necesita del
ejército industrial de reserva. Durante las épocas de prosperidad parte de ese ejército es absorbido por la
producción manteniendo así bajos los salarios; cuando los tiempos cambian, ofrece un recurso siempre disponible
de trabajo barato que inhibe cualquier intento de la clase obrera para mejorar su suerte.
La tesis de la pauperización, por lo tanto, consiste en:
*Que el proceso de desarrollo capitalista se caracteriza por el aumento de la disparidad relativa entre los salarios
de la clase obrera y los ingresos de la clase capitalista (obreros más pobres y empresarios más ricos). Mientras
que las ganancias de los empresarios aumenta cada día más, los salarios de los obreros siempre nunca
sobrepasan el nivel de subsistencia.
*Que el desarrollo del capitalismo produce un ejército de reserva cada vez más numeroso, que en su mayor parte
se ve obligado a vivir en la extrema pobreza.
Estas dos tendencias están vinculadas entre sí, puesto que lo que impide la subida de salarios por encima de su
valor es precisamente esa existencia de un excedente relativo de población.
Es el aumento de la magnitud relativa del ejército industrial de reserva lo que produce un aumento del
pauperismo; Marx considera que ésta es la ley general y absoluta de la acumulación capitalista. La pauperización
es el resultado de la acumulación de capital en pocas manos.
Sin duda hemos pasado de la escasez a la abundancia, pero ésta origina problemas no menores que aquélla,
especialmente porque lo que abunda es propiedad de una restringida minoría. En los modos de producción
anteriores las crisis surgían con la carestía, mientras que ahora las crisis son de superproducción. Antes las crisis
aparecían junto con el hambre; ahora el hambre sigue, aunque los graneros estén llenos. Las mercancías
abarrotan los mercados pero no alcanzan a satisfacer a unas masas crecientemente empobrecidas y cuyas
necesidades no pueden resultar satisfechas bajo el capitalismo. La riqueza crece pero se acumula en manos de
unos pocos, mientras una mayoría padece una insatisfacción creciente de sus necesidades.
Este fenómeno no es consecuencia de la crisis sino una tendencia general e inevitable del capital, es decir, una ley
del capitalismo. Marx calificaba esta ley nada menos que como ley general de la acumulación capitalista.
CONCENTRACIÓN Y CENTRALIZACIÓN.
El aumento del capital, que se produce a medida que avanza el capitalismo, está íntimamente conectado con
una tendencia hacia la centralización del capital. Concentración indica el proceso de acumulación del capital,
por el que los capitalistas particulares consiguen engrosar la magnitud de capital bajo su control.
Centralización, a su vez, hace referencia a la aglutinación de capitales existentes.
El efecto de ambas es formar o constituir capitales cada vez mayores. El carácter competitivo del capitalismo
implica que los productores deban esforzarse constantemente para vender a precios más bajos que sus rivales.
Los capitalistas que controlan grandes cantidades de capital (grandes organizaciones) gozan de bastantes
ventajas sobre los pequeños productores, lo que les permite triunfar sobre ellos.
Así las unidades productivas más grandes tienden a llevar a la quiebra a las más pequeñas y absorber su
capital. Un sistema ejemplificativo de esta centralización de capitales en un mismo sector lo evidencia el
sistema financiero (o sea la banca). Un banco centraliza el capital-moneda de los que prestan, y a la vez
centraliza a los que piden prestado. Todo este mecanismo termina convirtiéndose en un gigantesco
mecanismo social de centralización de capitales.