Control de Acusacion Fiscal

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Expediente Judicial Nº

Especialista Legal:

ABSUELVE TRASLADO DE LA ACUSACIÓN FISCAL:


- SOLICITA EL SOBRESEIMIENTO DE LA CAUSA.
- OBJETA MEDIOS DE PRUEBA OFRECIDOS POR EL FISCAL
- OFRECE PRUEBAS PARA UN EVENTUAL JUICIO.

SEÑORA JUEZ DEL JUZGADO DE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA DE TRUJILLO:

CARLOS ALBERTO MORENO PÉREZ, Abogado Defensor del imputado


SUJETO X, en los seguidos por Receptació n Agravada, en el supuesto
agravio de SUJETO Z, ante Ud. con el debido respeto me presento y digo:

I. PETITORIO:
Que, invocando Tutela Judicial Efectiva y de conformidad a lo previsto en los incisos d) y f), del
Numeral 1, del artículo 350º del Có digo Procesal Penal, a través del presente ABSOLVEMOS EL
TRASLADO DE LA ACUSACIÓN FISCAL, OBJETANDO LA ACUSACIÓN POR DEFECTOS
FORMALES, SOLICITANDO EL SOBRESEIMIENTO DE LA CAUSA Y OFRECIENDO PRUEBAS
PARA JUICIO, todo ello, de conformidad con los argumentos que será n esbozados a
continuació n:

II. SOLICITA EL SOBRESEIMIENTO:


De conformidad con lo previsto en el inciso “d”, numeral 1 del Artículo 350 del Có digo
Procesal Penal, en concordancia con lo estipulado por el artículo 344° numeral 2, inciso d):
SOLICITA EL SOBRESEIMIENTO DE LA CAUSA, a favor de mi patrocinado, por cuanto de los
hechos descritos en la Acusació n Fiscal, son atípicos, y no existen elementos de convicción
suficientes para solicitar fundadamente el enjuiciamiento del imputado para lo cual
solicitamos que al declararse FUNDADO, SE PROCEDA CON EL ARCHIVO DEFINITIVO DEL
PRESENTE PROCESO, en mérito a los siguientes fundamentos que exponemos:

2.1. El delito de Receptació n, en su modalidad bá sica (artículo 194 del Có digo Penal), requiere
como conducta típica que se cumpla como elementos constitutivos del delito que aquel
que “adquiere”, ”recibe en donación o en prenda”, “guarda”, “esconde”, vende” o
“ayuda a negociar”, en este caso, la adquisició n debe estar referido a un “bien cuya
procedencia es delictuosa”, y que ademá s, se requiere que el agente “tenga
conocimiento” o caso contrario “debe presumir que proviene de un delito”.

2.2. En la descripció n de los hechos que se detallan en la acusació n fiscal, se indica que el día
24 de mayo del añ o 2015 a horas 23:00 pm, se efectivos policiales de la DEPENDENCIA
POLICIAL, intervinieron a mi patrocinado SUJETO X, quien conducía una moto lineal
marca CROSS N° de placa VGH, con N° de motor JDJDJDJD, con serie N° QWUEJN, la misma
que es de propiedad de una tercera persona a quien se le habían sustraído en la ciudad de
Trujillo, asimismo se le imputa a mi patrocinado el haber adquirido dicha moto debiendo
presumir que tenía un origen ilícito, o que provenía de un delito.
2.3. Si bien es cierto, se le atribuye ese grado de autoría, y conducta que se encuentra tipificado
en el artículo 194 concordante con el artículo 195, por tratarse el bien de un vehículo
automotor, en este caso como bien se dijo una motocicleta, por ello se imputa esta
agravante; sin embargo, de la descripció n de los hechos, se hace alusió n a que él conducía
una moto robada, pero no se indica qué conducta típica realizó , si recibió en donació n,
adquirió , lo guardó , o lo escondió , o lo vendió , o negoció , pues así como se detalla el hecho
de conducir un vehículo robado, esta conducta sería atípica.

2.4. Por otro lado, tampoco existe razó n suficiente, para determinar sobre la base de
suficientes elementos de convicció n que pudieran fundamentar que existe
razonablemente la necesidad de llevar este proceso a una etapa de juzgamiento, por
cuanto, no existe ningú n elemento de convicció n que acredite tampoco, que mi
patrocinado conocía que la moto que conducía era robada, o tampoco existe la posibilidad
de acreditar que el pudo presumir que dicho vehículo tenía u origen delictuoso.

2.5. Pues, de la propia investigació n se tiene la declaració n de mi patrocinado donde indica que
fue otra persona que le dio la moto porque pensaba vendérselo, siendo que se lo dio con la
finalidad de probarlo, y precisamente, fue luego que en el día de la intervenció n tomó
conocimiento que habían asesinado a una persona, por lo que en compañ ía de sus primos
subieron a la moto, y se fueron a ver por curiosidad la noticia que en ese momento se
había propalado, siendo que al ser intervenido por efectivos policiales y al solicitarles
documentos, y al no contar con los mismos, fue que lo detuvieron a él y a sus primos,
asimismo, adjuntó una fotografía donde se aprecia el supuesto vendedor de la moto subida
en él.

2.6. É sta declaració n es corroborada por la madre del imputado quien en el despacho fiscal ha
reconocido ser la madre del vendedor que viaja en la moto y que fuera intervenido
posteriormente, quien ademá s ha aceptado que la supuesta “moto robada” estaba en
posesió n de su hijo, quien le había manifestado que se la habían vendido y como no tenía
papeles, ella misma le sugirió que se deshaga de la moto, siendo que luego su hijo lo había
vendido antes de que éste viaje a Chile, y que efectivamente la persona que aparece en la
foto que se le pone a la vista se trata de su hijo donde se aprecia que está subido en la
moto robada.

2.7. Es por ello, que no existen má s elementos de convicció n suficientes que permitan
determinar si mi patrocinado tenía conocimiento de que la moto era robada, o que debía
presumir de su origen, por cuanto se le ofreció la venta de una moto usada, conocido como
“de segunda mano”, y cuyo precio ofertado era acorde al estado de conservació n de la
moto, y que má s bien, quien debería responder sobre la procedencia de la moto, o có mo es
que obtuvo en su poder una moto robada es la persona del vendedor, ya que como bien lo
manifiesta su propia madre, fue él quien tuvo la moto en su poder antes de vendérselo a
mi patrocinado.

3. OBJETA MEDIOS DE PRUEBA OFRECIDOS POR EL FISCAL:


Mediante el presente procedemos a objetar las documentales y testimoniales ofrecidos
por la representante del Ministerio Pú blico, las cuales está n consignados en el escrito de
requerimiento acusatorio, en el IX (relació n de medios de prueba ofrecidos) ítem a), b), c),
d), d), e), f), g), los cuales no guardan relació n con los hechos materia de acusació n, así
como también del ítem 2.1), y 2.2), relacionados con las testimoniales.

4. OFRECE PRUEBAS PARA UN EVENTUAL JUICIO ORAL:


De conformidad con lo previsto en el inciso “F”, numeral 1 del Artículo 350 del Có digo
Procesal Penal, OFRECEMOS PRUEBAS PARA UN EVENTUAL JUICIO ORAL, los cuales
constituyen en documentales y testimoniales, los cuales se detallan a continuació n:

 TESTIMONIALES:
 Declaración Testimonial de la madre del vendedor, identificado con DNI N°
jdjdjdjdjd, el mismo que deberá ser notificada en su domicilio ubicado en
jdjdjdjdjd, Distrito jdjdjd, Provincia de kdjdjdjdj, Departamento La Libertad, la
conducencia, pertinencia y utilidad, versa en tal sentido que ésta persona tiene
conocimiento sobre la procedencia de la motocicleta que materia de receptació n el
mismo que estuvo en poder de su hijo antes de que éste lo vendiera a mi
patrocinado.

 DOCUMENTALES:
- Fotografía a color, donde se aprecia a la persona de Lorenzo Bryan Valderrama
Calderó n sentado en la moto materia de sustracció n, el mismo que ha sido reconocido
por la madre de éste ú ltimo.

POR LO TANTO:
Solicito a Ud., Señ or Juez tener por absuelto el traslado de la acusació n, debiendo declararse
fundado nuestros fundamentos del sobreseimiento, en apego de las normas procesales invocadas
y tener por ofrecidos nuestros medios probatorios.

Trujillo, 08 de marzo del 2017.


EXPEDIENTE Nº 01581-2018-89-1411-JR-PE-02
ESPECIALISTA:  PEDRO MORÓ N REGIFO
SUMILLA: OBSERVA  ACUSACIÓ N.

AL SEGUNDO JUZGADO DEINVESTIGACIÓ N PREPARATORIA DE PISCO.


PEDRO JULIO ROCCA LEÓ N  abogado de WILMER ALEXANDER PONCE PIMENTEL reo en
cá rcel, por presunto delito de robo agravado en agravio de MARÍA ELENA ESPINOZA
NAVARRO, dice:
Que, habiéndose notificado en el penal, con fecha 25 de abril de 2019 con la Resolució n Nº 01,
que corre traslado del requerimiento fiscal, dentro del plazo otorgado para la absolució n de la
acusació n fiscal, al amparo de lo dispuesto en el artículo 350º del NCPP, observo la acusació n,
requiriendo su correcció n:
A) OBSERVO LA ACUSACIÓ N POR DEFECTOS FORMALES:
En efecto, en la parte de la acusació n fiscal que dice: II.- RELACION CLARA Y PRECISA DEL
HECHO QUE SE ATRIBUYE AL IMPUTADO CON SUS CIRCUNSTANCIAS PRECEDENTES,
CONMINANTES Y POSTERIORES. Esta constituye un sofisma, pues los hechos que se atribuyen
al imputado no son ni claros ni precisos, sino una mezcolanza un amontonamiento arbitrario
de los acontecimientos, que revela falta de la imparcialidad que exige el artículo 61º del D. Leg.
957 violando los precedentes fijados en el V PLENO JURISDICCIONAL DE LAS SALAS PENALES
PERMANENTE Y TRANSITORIAS referido al “CONTROL DE LA ACUSACIÓ N FISCAL”  que,
considera:
> Que “La acusación fiscal debe cumplir determinados requisitos que condicionan su
validez, y que corresponde controlar al órgano jurisdiccional”,

> Que “desde la perspectiva objetiva, la acusación fiscal ha de respetar acabadamente los
requisitos objetivos referidos a la causa de pedir: fundamentación fáctica y
fundamentación jurídica, y al petitum o petición de una concreta sanción penal.”,

> Que fijó como precedente vinculante, que “FORMALMENTE, además de su carácter


escrito, LA ACUSACIÓN DEBE DESCRIBIR DE MODO PRECISO, CONCRETO Y CLARO LOS
HECHOS ATRIBUIDOS AL IMPUTADO O A LA PERSONA A LA QUE SE LA ATRIBUYE
RESPONSABILIDAD CIVIL, CON MENCIÓN FUNDAMENTADA DEL RESULTADO DE LAS
INVESTIGACIONES”,

Tres aspectos que el fiscal NO los ha cumplido en relació n con WILMER ALEXANDER PONCE
PIMENTEL,  observá ndose que no se respeta la exigencia vinculante que la acusació n: “sea una
relació n circunstanciada, temporal y espacial, de las acciones dolosas o culposas penadas por la
ley, que han de constituir el objeto del juicio oral. esta descripció n ha de incluir, por su
necesaria relevancia jurídico - penal, (fund. 7) LAS CIRCUNSTANCIAS MODIFICATIVAS DE LA
RESPONSABILIDAD PENAL. 
En tal sentido, el fiscal acusador ha vulnerado el octavo fundamento del V Pleno Jurisdiccional
invocado, referido al “CONTROL DE LA ACUSACIÓ N FISCAL” que ha considerado que se debe:
evitar “las acusaciones sorpresivas y robustecer el derecho de todo ciudadano al
conocimiento previo de la acusación; derecho último, que integra la garantía de defensa
procesal, y que no implica convertir la disposición de formalización y continuación de la
investigación preparatoria en un escrito de acusación” por lo que la Corte Suprema ha
establecido en el considerando 15º del V Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente
y Transitorias: “Por la propia naturaleza de ambos controles: formal y sustancial, no es posible
ejercerlos conjuntamente, sino sucesivamente. El control formal es previo a toda posibilidad de
análisis de mérito de la acusación. Es así que el artículo 352°.2 NCPP precisa que si se advierten
defectos que importan el incumplimiento de los requisitos establecidos en el artículo 349°.1 NCPP
–en una discusión que debe preceder al análisis de los demás aspectos que deben tratarse en la
audiencia preliminar- lo pertinente es suspender la audiencia para su debida subsanación, luego
de lo cual debe reanudarse. La decisión de formular observaciones a la acusación es una causal
de suspensión de la audiencia, que será del caso instar sólo cuando el defecto detectado requiera
de un nuevo análisis del Ministerio Público.”
Siguiendo el hilo de razonamiento del V PLENO, invocado, En este caso concreto, se ha violado
el artículo 349º del NCPP que tiene previsto:
“1. La acusació n fiscal será debidamente motivada, y contendrá : B) LA RELACIÓ N CLARA Y
PRECISA DEL HECHO QUE SE ATRIBUYE AL IMPUTADO, CON SUS CIRCUNSTANCIAS
PRECEDENTES, CONCOMITANTES Y POSTERIORES. En caso de contener varios hechos
independientes, la separación y el detalle de cada uno de ellos;”
He ahí, el vicio cometido por la fiscal acusadora, que se aparta de todo criterio de justicia, para
desarrollar una tesis inicua, carente de toda ponderació n, razonabilidad y proporcionalidad,
que se aprecia en la parte de la acusació n fiscal detallado como:
“HECHOS OBJETO DE ACUSACION.”
“Se imputa a los acusados JEAN POOL RENGIFO GARCIA y WILMER ALEXANDER PONCE
PIMENTEL ser CO-AUTORES por el presunto delito contra el patrimonio en la modalidad de
Robo Agravado, tipo penal que se encuentra previsto y sancionado en el inciso 3 y 4 del artículo
189° concordante con el articulo 188° (tipo base) del código Penal, en agravio de MARIA ELENA
ESPINOZA NAVARRO”.
Como se aprecia, NO EXISTE LA SEPARACIÓN DE LOS HECHOS NI EL DETALLE DE CADA
UNO –como así lo establece el cará cter vinculante del V Pleno Jurisdiccional de las Salas
Penales Permanente y Transitorias- por lo que es evidente que la acusación carece de la
IMPUTACIÓN NECESARIA, que permita conocer con objetividad los hechos imputados,
por los cuales Wilmer Ponce Pimentel deba ser defendido”,            a fin de respetar la
legalidad del artículo 1º de nuestra Constitució n, que ha sido violado en este proceso.
ANÁLISIS DEL RUBRO HECHOS OBJETO DE LA ACUSACIÓN:
> “Se imputa a los acusados JEAN POOL RENGIFO GARCIA y WILMER ALEXANDER PONCE
PIMENTEL ser CO-AUTORES”, así lo dice, de plano, sin ningún asomo de duda.
La fiscal no ha razonado jurídicamente y explicado (motivado) có mo ha llegado a esa
conclusió n. No explica qué significa co-autores, y só lo porque se lo dicta su conciencia, ha
decidido que los procesados tienen condición de coautores, y que tiene que ser así y no
puede ser de otro modo, lo que viola el principio universal de que toda disposició n
administrativa tiene que ser MOTIVADA, como así lo ha establecido el artículo 3º numeral 4)
del D.S. Nº 004-2019-JUS, y como todo acto ilícito es nulo, al violar la ley citada, se ha cometido
vicio de nulidad de pleno derecho, lo que vicia de nulidad absoluta la acusació n fiscal.
Si el artículo 349º del D. Leg. 957, tiene previsto: 1. La acusació n fiscal será
debidamente motivada, y contendrá :            a) Los datos que sirvan para identificar al
imputado; b) La relación clara y precisa del hecho que se atribuye al imputado, con sus
circunstancias precedentes, concomitantes y posteriores. En caso de contener varios hechos
independientes, la separación y el detalle de cada uno de ellos; c) Los elementos de
convicció n que fundamenten el requerimiento acusatorio; d) La participación que se
atribuya al imputado; y en el escrito de acusació n só lo existen afirmaciones abstractas y
genéricas, carentes de motivación, en una desordenada exposició n de hechos irrelevantes,
que no vinculan a mi patrocinado Wilmer Alexander PONCE PIMENTEL, como autor, autor
mediato o coautor del delito de robo agravado, como se advierte de la siguiente afirmació n
fiscal: "b.- CIRCUNSTANCIAS PRECEDENTES.- Que, doña María Elena Espinoza Navarro el día 09
de Agosto del 2018, aproximadamente al promediar las 16:50 horas, se encontraba transitando
por la calle Jorge Basadre, con dirección al mercado de Pisco, luego de haber realizado
transacciones bancarias, la misma que iba llevaba una cartera de tela Jean color azul,
circunstancias en las que es interceptada por dos (02) sujetos desconocidos, los cuales bajaron de
una moto taxi color azul, la cual se estacionó unos metros adelante. C) CIRCUNSTANCIA
CONCOMITANTES.- Que, al ser interceptada la agraviada por ambos sujetos desconocidos, ambos
provistos con armas de fuego, uno de contextura delgada, 1.80 m. de estatura, tez clara, cabello
corto lacio; el segundo sujeto era de 1.65 cm de estatura, para luego  el primer sujeto proceder
a arrebatarle su cartera de tela jean color azul que contenía (1) una tarjeta de la tienda
Estilo, una tarjeta del banco BBVA banco Continental, un DNI, N° 22261304, (01) un
teléfono celular marca OWN ALCATEL color blanco con chip Entel N° 960883645, la suma
S/ 300.00 soles y un juego de llaves; mientras que el otro sujeto que la intervino la
amedrentaba con el arma de fuego, donde luego de despojarla de sus pertenencias, la
empujaron y salieron corriendo,” 
He destacado en negrita los hechos objetivos y subjetivos del tipo legal que reprime el robo
agravado y la acció n típica antijurídica culpable que describe al tipo de coautoría, dado que en
Pisco, los fiscales carecen de capacidad para interpretar y razonar jurídicamente a partir de
casos concretos, por lo que cometen arbitrariedades sin sabe que lo hacen, ni por qué lo hacen.
Esto se demuestra cuando la fiscal afirma: “abordando la moto taxi color azul que se encontraba
esperándolos unos metros más adelante, para luego emprender la huida con dirección hacia el
estadio de Pisco.” Lo que deja como sofisma la figura de la coautoría, como sostiene la fiscal
acusadora, por carecer de capacidad para interpretar y razonar jurídicamente a partir de casos
concretos.
Aquí tengo que hacer ciertas precisiones que la fiscal ha demostrado ignorar:
En su acepció n gramatical,  COAUTOR significa: "autor con otro u otros".
Este significado no es distinto en el campo del Derecho y así, Edmundo Mezger, lo define
diciendo que "es coautor el que como autor, conjuntamente con otro autor plenamente
responsable, ha causado el resultado".
En el ámbito del Derecho penal, el delito puede ser la obra de un solo hombre, pero nada
impide que en su producció n puedan intervenir plurales sujetos activos. La pluralidad de
sujetos activos del delito suele ser una exigencia de la ley en algunos tipos penales especiales,
cuyas hipó tesis no se conciben de otra manera. Así, por ejemplo, el adulterio, la asociació n
ilícita, etcétera. En estos supuestos, el grado de la responsabilidad de los sujetos autores del
delito está dada por el mismo tipo penal violado.
En cambio, cuando la concurrencia mú ltiple de sujetos activos es meramente eventual, todos
aquellos que de una u otra manera intervienen en la producció n, del delito son participes del
mismo. La conducta de cada uno de ellos es medida y regulada por los principios que rigen la
participació n criminal. Ahora bien, un sujeto puede participar en el delito cometido por
otro de distinta manera. Si cumple actos de ejecución del delito será coautor; si presta
una ayuda o auxilio al autor, será cómplice; si realiza actos de ejecución o de ayuda, pero
determina directamente a otro a cometer el delito, será instigador. El coautor es un
verdadero autor que comparte o divide con otro una misma tarea: la realizació n de los actos
consumativos del delito.
En este caso concreto, la fiscal ha incumplido con exponer “b) La relació n clara y precisa del
hecho que se atribuye al imputado,”, con lo cual ha violado el literal b) del numeral 1, del
artículo 349º, en agravio del imputado Wilmer Ponce Pimentel.
Así como el có mplice presta al autor un auxilio, el coautor realiza la acció n definida por el
verbo en el artículo 188º del C.P., só lo que no la realiza individualmente, sino con la
cooperación de otro autor. En la consumació n del robo, por ejemplo, el sujeto activo, a má s
del apoderamiento ilegítimo, debe ejercitar fuerza en las cosas o violencia física en las
personas. Si los medios probatorios acreditan que A y B participaron en el robo agravado y
como describe la fiscal acusadora: “al ser interceptada la agraviada por ambos
sujetos desconocidos, (A y B) ambos provistos con armas de fuego, uno de contextura
delgada, 1.80 m. de estatura, tez clara, cabello corto lacio; el segundo sujeto era de 1.65 cm de
estatura, para luego el primer sujeto proceder a arrebatarle su cartera de tela jean color
azul que contenía (1) una tarjeta de la tienda Estilo, una tarjeta del banco BBVA banco
Continental, un DNI, N° 22261304, (01) un teléfono celular marca OWN ALCATEL color
blanco con chip Entel N° 960883645, la suma S/ 300.00 soles y un juego de llaves;
mientras que el otro sujeto que la intervino la amedrentaba con el arma de fuego, donde
luego de despojarla de sus pertenencias, la empujaron y salieron corriendo,” no cabe duda
que A y B son coautores, porque ambos han realizado los actos que importan la ejecució n del
delito de robo que reprime el artículo 188º del C.P., porque ambos (A y B) desarrollaron la
misma acció n típica, antijurídica y culpable, con la resolució n firme de  apoderarse
ilegítimamente de un bien mueble ajeno, (de María Elena Espinoza  Navarro)  para
aprovecharse de él, sustrayéndolo del lugar en que se encuentra, (bolso en manos de Espinoza
Navarro) empleando violencia contra la persona. Y tales hechos está n perennizados en el vídeo
que sirva como medio probatorio.
Ambos sujetos (A y B) está n comprendidos en la hipó tesis que contiene el artículo 188º
concordante con el 23º del Có digo Penal, que reprime al que realiza por sí (autor) o por medio
de otro (autor mediato) el hecho punible y los que lo cometan conjuntamente (coautores)
será n reprimidos con la pena establecida para esta infracció n. Esto define a los coautores o
sea solo pueden ser coautores los que tomaron parte en la ejecución del hecho, que
reprime la ley penal descrita con toda claridad en el artículo 188 del C.P., y no otros, que hayan
participado en el hecho, pero que adquieren otro nombre, sea có mplices o partícipes, que son
figuras penales distintas a la de autor o coautor.
Si nuestro sistema penal repudia la analogía y no ampara la imputació n objetiva, significa que
para afirmar que un sujeto tiene la condició n de co autor, esto requiere que se identifique a
má s de una persona como autor del hecho. Vale decir que la noció n de coautor requiere dos o
má s sujetos que realizan actos ejecutivos del delito, distintos, por tanto, de los actos de auxilio
o instigació n- (Artículo 24.- El que, dolosamente, determina a otro a cometer el hecho punible
será reprimido con la pena que corresponde al autor). El delito se presenta como una unidad
causado por varios autores[1].
Todo cuanto hasta aquí se ha dicho está referido al aspecto objetivo de la coautoría, pero ella
también requiere, como elemento subjetivo, que los coautores actú en culpablemente, pues,
para ser autor de un delito no basta ser el causante físico del resultado previsto en la norma
penal.
Es necesario que ese resultado sea la manifestació n de una conducta culpable. La mera
concurrencia física de dos o má s autores en la producció n de un hecho punible no determina
por sí sola la coautoría, pues, toda responsabilidad delictual, a má s de una actuació n objetiva y
externa, requiere una actuació n subjetiva. No basta, entonces, que dos o má s individuos
cumplan actos de ejecució n de un delito, sino que es necesario sumar a ello una vinculació n
espiritual entre los distintos autores. Los coautores deben tener conciencia de que participan
de una obra comú n tendiente a obtener un resultado prohibido por la ley.
Para ello, el coautor debe ser un sujeto penalmente capaz, es decir, no debe ser inimputable, ni
debe concurrir una causa que excluya la acción o que excluya la culpabilidad.
Esto significa que la fiscal acusadora se ha excedido en sus funciones, ha violado el principio de
legalidad penal (art. II del T.P. del C.P.) y ha violado el artículo VII del Título Preliminar del CP,
que proscribe todo tipo de responsabilidad objetiva, haciendo analogía (art. III del TP del CP.)
para calificar el hecho como delito en grado de coautoría, para incriminar a Wilmer Alexander
Ponce Pimentel, sin tomar en consideració n los medios probatorios que acreditan
que participó amenazado por una fémina que estaba detrás del vehículo apuntándolo
con un arma, lo que deja en evidencia que la acusació n fiscal carece de imparcialidad, carece
de motivació n. Carece de legalidad (violó el artículo 61º del D.L. 957) y confunde entre lo que
se define como coautor mezclá ndolo con lo que la ley penal describe como partícipe, lo que
demuestra falta de capacidad para interpretar y razonar jurídicamente a partir de casos
concretos, que le impone el artículo 2º numeral 2, de la ley Nº 30483.
Desde que la vinculació n subjetiva de los coautores es indispensable, no habrá coautoría
cuando uno de los sujetos actú e bajo la influencia de una fuerza física irresistible excluyente de
la acció n, o bajo la influencia de una coacció n moral, o cuando uno de los sujetos sea
inimputable. En todos estos casos la vinculació n subjetiva entre los sujetos está ausente y sin
ella no se puede hablar de coautoría, cosa que tampoco ha apreciado la fiscal, violando el
artículo 61º del D.L. 957 y demostrando carecer del perfil de Fiscal, que impone el artículo 2º
de la Ley 30483.
Invoco la SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL, emitida en el Expediente Nº 05113-
2015-PHC-TC  LIMA  ANTAURO IGOR HUMALA TASSO (Publicado: 17-08-16): “…también lo es,
que el delito de homicidio de los referidos efectivos policiales le resulta imputable a título de
coautoría, previsto en el artículo 23 del Có digo Penal, que señ ala que son coautores quienes
cometan conjuntamente el hecho punible, indicando, la doctrina respecto a la coautoría que “es
la realización conjunta de un delito por varias personas que colaboran consciente y
voluntariamente, por lo que se señala que el dominio del hecho es común a varias personas,
interviniendo cada una de ellas de forma relevante, asumiendo por igual la responsabilidad
de la realización del hecho.
En cambio, en la acusació n fiscal, se aprecia que no se han indicado cuá les son los hechos
concretos imputados al procesado  Edwin Ponce Pimentel ni los indicios que se han tomado en
consideració n para considerar que éste ha participado en el delito en calidad de coautor; y, no
se me ha permitido conocer los términos exactos de la imputació n en su contra a fin que pueda
ejercer el derecho de defensa. En igualdad de condiciones.  Mucho menos no se ha valorado los
hechos de descargo emitidos por el coimputado Wilmer Ponce Pimentel y la fiscal acusadora
no ha logrado  desmentir tales afirmaciones, siendo evidente que se negó a aceptar que “El que
obró bajo la influencia de la fuerza física, de la coacción, o el inimputable, no es coautor,
pues no es agente del delito, sino un medio empleado por otro para cometerlo.” Que
tiene sustento en que en estos supuestos está ausente la culpabilidad, elemento psicoló gico
indispensable.
Si bien no puede exigirse que la acusació n fiscal tenga el mismo grado de exhaustividad en la
descripció n de los hechos y valoració n de pruebas que sí sería exigible en una sentencia
condenatoria, SÍ ES EXIGIBLE QUE CONTENGA UNA SUFICIENTE JUSTIFICACIÓ N DE LA
DECISIÓ N ADOPTADA, (MOTIVACION) EXPRESANDO LOS HECHOS IMPUTADOS, ASÍ COMO
LAS PRUEBAS O INDICIOS QUE VINCULARÍAN LA CONDUCTA ATRIBUIDA a los
procesados CON EL DELITO IMPUTADO, situació n que como se ha explicado no ha sido
cumplido.
Siendo evidente que en la acusació n fiscal, no se ha adoptado el Principio ló gico de la Razó n
Suficiente, como principio rector para la motivació n del requerimiento de acusació n, que segú n
Mixá n Mass, [2]Dicho principio vale tanto como principio ontoló gico cuanto como principio
ló gico. La fiel observancia de dicho principio en el acto intelectivo-volitivo de argumentar la
decisió n judicial no solamente es una necesidad de rigor sino, también una garantía procesal
por cuanto permite a los justiciables y a sus defensores conocer el contenido explicativo y la
justificació n de las razones determinantes de la decisió n del magistrado, decisió n que no só lo
resuelve un caso concreto, sino que, ademá s, tiene impacto en la comunidad: la que puede
considerarla como referente para la resolución de casos futuros. Por lo tanto, la
observancia de la Razó n Suficiente en la fundamentació n de las decisiones judiciales
contribuye también vigorosamente a la aplicación del Debido Proceso que, a su vez,
promueve la preservació n de la seguridad jurídica. La infracció n por omisió n del principio de la
Razó n Suficiente y de los demá s principios ló gicos así como de las reglas de la inferencia
durante la argumentació n de una resolució n judicial determina la deficiencia en la
motivación, deficiencia que, a su vez, conduce a un "fallo" que se aparta en todo o en
parte del sentido real de la decisión que debía corresponder al caso o la desnaturaliza.
Esa deficiencia IN COGITANDO, si es relevante, CONDUCE A UNA CONSECUENCIA NEGATIVA
COMO ES LA DE QUE LA DECISIÓN RESULTE ARBITRARIA, INJUSTA.
Consecuentemente, nadie puede negar que en el presente caso se violó el derecho a la debida
motivació n de las resoluciones judiciales, reconocido en el artículo 139, inciso 5, de la
Constitució n, siendo ostensible que la acusació n carece de los requisitos formales, contenidas
en los literales b), d) y e) del numeral 1) del artículo 349º del NCPP, para que sea admitida, que
deja en evidencia que la fiscal carece de las características que impone el artículo 2º de la Ley
Nº 30483, entre las que destaco: 1. Formació n jurídica só lida. (no se acredita) 2. Capacidad
para interpretar y razonar jurídicamente a partir de casos concretos. (No se acredita) 3.
Vocació n de servicio a la sociedad y sentido de justicia. (no se acredita)  4. Capacidad para
identificar y prevenir el delito y los conflictos sociales dentro del á mbito de su competencia.
(íd.)        5. Rectitud y firmeza para conducir la investigació n a su cargo y para defender la
legalidad y el interés pú blico. (íd)         6. Independencia y objetividad en el ejercicio de la
funció n. (id. Inclusive denota no tener conocimiento del artículo 61º del NCPP) 9. Compromiso
con la promoció n y defensa de los derechos humanos. (id.)    10. Propensió n al
perfeccionamiento del sistema de justicia. (íd.)     
En consecuencia y de conformidad con lo dispuesto en el literal d) del artículo 150º del D.Leg.
Nº 957, la acusació n fiscal es nula de pleno derecho, por la inobservancia del contenido
esencial de los derechos y garantías previstos por la Constitució n, tomando en consideració n la
cuarta de las disposiciones finales y transitorias de la Constitució n Política del Perú .
POR LO EXPUESTO:
Al juzgado pido se tenga presente.
Pisco, 10 de mayo de 2019,.

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