Manuel Nuñez Butron
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RESUMEN – PRESENTADA PARA EL CONGRESO ALAS 2017
En el Perú, el periodo histórico 1900 - 1950, fue el escenario de una fructífera labor en el campo de la
medicina social, en sectores poblacionales marginados de todo tipo de acción social, destinada a superar su
pobreza estructural y crónica y una insuficiente atención primaria de salud y educación. Si bien nuestro país
tiene marcadas diferencias geográficas, de pisos ecológicos y una gran biodiversidad natural y cultural, es
en el campo social, donde las desigualdades económicas, las diferencias étnicas y culturales son más
notorias y diferentes. El altiplano sur andino que comprende el departamento de Puno, principalmente, es el
escenario donde se desenvuelve la prédica de este médico cuya labor es actualmente reconocida, nacional
e internacionalmente, por sus indudables aportes al tratamiento de estas poblaciones en materia de salud,
es decir respecto a la atención primaria y al tratamiento cultural de las enfermedades, aprovechando las
enseñanzas de sus propias costumbres y las derivadas del tratamiento moderno de la prevención de las
enfermedades. Y es que la discriminación económica impacta diferencialmente a la población, según sea su
ubicación geográfica, sexo, grupo étnico, etc. ya que los servicios sociales y los de salud son insuficientes,
limitados, escasos y de nulo tratamiento preventivo. Para este periodo de tiempo, la acción del Estado
define su carácter de clase, al privilegiar las regiones y poblaciones que disponen de cercanía geográfica o
de un tipo de presión que obliga al Estado a asumir sus responsabilidades sociales, manteniendo sus
estructuras de poder, las mismas que se establecen en sus políticas sociales y, específicamente en su
política de salud. La dimensión nacional de estas políticas, no reconoce tampoco las diferencias culturales
de las poblaciones que habitaban las comunidades campesinas, parcialidades y haciendas serranas y
“servicios públicos de salud” de muy poco impacto en el tratamiento de la problemática de la salud pública.
Nuestra investigación se orienta a describir, analizar y explicar la enorme importancia pasada y actual de la
prédica y acción del “Rijcharismo”, promovido e impulsado en un contexto de agitación social, de
marginalidad económica y de discriminación étnica, así como la pedagogía de un tratamiento sociocultural,
que devolvía a sus usuarios a sus racionales formas de tratamiento de salud y educación. Nuestra hipótesis
de investigación, precisa que la comprensión de los aportes de Manuel Núñez Butrón a la medicación
preventiva y a la medicina social, pueden explicarse y reconocer su vigencia y actualidad, en la medida que
se planteen previamente las condiciones histórico-sociales, los factores externos y personales propios de su
formación médica y de sus orígenes sociales, las experiencias de trabajo médico de campo y sobre
todo, la acción práctica de poner en ejercicio su concepción profesional de la atención primaria de salud en
poblaciones empobrecidas. La metodología de investigación ha incluido principalmente la revisión
bibliográfica, documental y el archivo familiar, conservado por sus descendientes y de la que siendo parte de
los mismos, he procurado transcribir fielmente, respetando las ideas y el espíritu multifacético que desarrolló
como obra dedicada a los suyos.
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RESUMEN COMPLETO DE LA INVESTIGACION
Objetivos: Sistematizar y discutir la percepción oficial y actual de la obra de Manuel Núñez Butrón,
sustentar su identidad cultural y sanitaria, así como la percepción social que se tuvo de él y las estrategias
interculturales que usó. Método: Análisis crítico de las publicaciones oficiales de salud, colegios
profesionales, organismos internacionales, libros, investigaciones, fuentes documentarias familiares y otros.
Resultados: Sobre Manuel Núñez Butrón se tuvo al inicio una percepción sentimental por su apostolado
sanitario en comunidades postergadas. A fines del siglo XX se lo empieza a distinguir como pionero de la
Medicina Social, la Medicina Rural y de la Atención Primaria de la Salud. Se destaca sus acciones por la
higiene, la participación comunitaria y la educación sanitaria. Sus coincidencias con las estrategias de la
Atención Primaria de la Salud son muy parciales y básicas, por lo tanto, sería una reducción considerarlo
sólo precursor de la Atención Primaria de la Salud. La principal visión de Manuel Núñez Butrón es el
despertar del indio de su postergación social y moral. La población lo percibe como un inca sabio que lo
liderará hacia su reivindicación. Manuel Núñez Butrón genera un proceso social sanitario de movilización de
la población que crea temor en los sectores de poder terrateniente. Manuel Núñez Butrón tuvo explícitamente
una identidad cultural indígena y peruana. Las acciones educativas y sanitarias que emprendió entraban en
conflicto con las concepciones tradicionales de la población y por ello tuvo una estrategia paternalista de un
sincretismo pragmático superficial y lábil. Manuel Núñez Butrón ha sido identificado como parte del
movimiento de Medicina Social, pero coincidiría sólo en su versión higienista que pone énfasis en la
conducta particular de las personas y no en la macro política desde el Estado; pero Manuel Núñez Butrón sí
sería un auténtico precursor de la Medicina Comunitaria por su trabajo directo con la población.
Conclusiones: Manuel Núñez Butrón fue más que un precursor de la Atención Primaria de la Salud, tuvo
una identidad andina peruana y fue percibido como un inca, sus acciones fueron paternalistas y de Medicina
Comunitaria.
Palabras clave: Manuel Núñez Butrón, Atención Primaria de la Salud, Higiene, Prevención sanitaria,
Interculturalidad, Medicina Social, Indio.
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ABSTRACT
SUMMARY
Objectives: Systematize and discuss the official and current perception of the work of Manuel Núñez Butrón,
sustain their cultural and health identity and the social perception people had of him and intercultural
strategies he used. Method: Critical analysis of the publications of health, professional associations,
international organizations, books, researches, family and other documentary sources. Results: Abou Manuel
Núñez Butrón, at the beginning there was a sentimental perception by its health ministry in neglected
communities. In the late twentieth century it begins to distinguish as a pioneer of Social Medicine and Rural
and Primary Health Care. Its shares for hygiene, community participation and health education are
emphasized. Its matches with Primary Health Care strategies are very partial and basic, therefore, would be a
reduction to consider it as a precursor of Primary Health Care. The main vision of Manuel Núñez Butrón is
the awakening of the Indian social and moral postponement. People perceive him as a wise Inca that will
lead them to his claim. Manuel Núñez Butrón generates a health social mobilization process of the
population that creates fear in the areas of landlord power. Manuel Núñez Butrón explicitly had an Indian
and Peruvian cultural identity. Educational and health actions undertaken conflicted with traditional
conceptions of the population and thus had a paternalistic strategy leaving a superficial and pragmatic
syncretism. Manuel Núñez Butrón has been identified as part of the movement of Social Medicine, but its
hygienist version that emphasizes the particular behavior of individuals and not in the macro policy from the
State; but Manuel Núñez Butrón itself would be a forerunner of Community Medicine for their direct work
with the population. Conclusions: Manuel Núñez Butrón was more than a precursor of the Primary Health
Care, it had a Peruvian Andean identity and came across as an Inca, and his actions were paternalistic and
related to Community Medicine.
Keywords: Manuel Núñez Butrón, Primary Health Care, Hygiene, health prevention, Interculturalism,
Social Medicine, Indian.
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Palabras clave
RIJCHARI - RUNA SONCCO – SALUD
DESPETAR – CORAZON DE INDIO - SALUD
Palabras clave: Manuel Núñez Butrón, Atención Primaria de la Salud, Higiene, Prevención sanitaria,
Interculturalidad, Medicina Social, Indio.
Keywords
Palabras clave: Manuel Núñez Butrón, Atención Primaria de la Salud, Higiene, Prevención sanitaria,
Interculturalidad, Medicina Social, Indio.
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A. JUSTIFICACIÓN
“No había escuchado antes de Manuel Núñez Butrón (MNB)” fue la expresión de una estudiante de la
Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa (UNSA) en un seminario
sobre la obra de Manuel Núñez Butrón (MNB) (Arequipa, mayo 2015). Pero hace 31 años, la XVII
promoción de estudiantes de la misma Facultad, tomó el nombre de este personaje para identificar sus
opciones profesionales e incluso publicaron una biografía escrita por el Dr. David Frisancho Pineda i. (Anexo
1) ¿Cómo es posible que con el transcurso de los años, entre los estudiantes se pierda la memoria de este
personaje, al que se lo menciona como precursor o héroe mundial de la Atención Primaria de la Salud
(APS)?
Recientemente, el 16 de agosto del presente año, el Consejo Nacional del Colegio Médico del Perú en
pleno, presidido por el Dr. César Palomino, llevaron a cabo una romería y homenaje a Manuel Núñez Butrón
(MNB) en el cementerio de Cayma, Arequipa, donde los discursos estuvieron pletóricos de admiración y
ponderación hacia este personaje, del cual, reiteraron que se destaca por su condición de precursor de la
Atención Primaria de la Salud (APS) reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS). (Anexo 2)
Sobre Manuel Núñez Butrón (MNB) hubo mayor interés cuando la Organización Mundial de la Salud
(OMS), en Alma Alta, Rusia en 1978, lo reconoce como “Pionero de la Atención Primaria en el Mundo”, así
como la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el
Ministerio de Salud (MINSA) lo declaran “Héroe de la Salud Publica del Perú” ii. Se destaca sus enseñanzas
y movilización social para la higiene, principios centrales en la estrategia de Atención Primaria de la Salud iii.
Este es el concepto más importante y difundido que sintetiza la obra de Manuel Núñez Butrón.
También se lo reconoce como padre de la Medicina Social del Perú, de la Medicina de Puno y pionero
Medicina Ruraliv. El Hospital de Puno lleva su nombre y un busto dan testimonio de su valoración. Pero no
hemos encontrado específicamente la sustentación de su identificación con la Medicina Social, movimiento
sanitarista del siglo XIX desarrollado en Europa, bajo el liderazgo de Salomón Neumann y Rudolf Virchowv.
Debemos reconocer que antes del año 1982, la difusión de la obra de Manuel Núñez Butrón (MNB) no
era desde los máximos organismos oficiales ni en los espacios académicos, sino de amigos y seguidores que
lo habían conocido directamente, como son los médicos David Frisancho Pineda y Rogelio Bermejo
Ortega.
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El afecto y admiración eran comunes llegando a expresiones grandilocuentes como; “… el médico de
los humildes resplandece y adquiere aureola sobrehumana. Nuevo Cristo va por montes y laderas, en afán,
catequista, y con eco extraño resuena en la altipampa su verbo salvador…”, “fue su estructura moral, la
sensibilidad tan fina que le permitió recoger esas ondas invisibles que emite el hombre, en las diversas
expresiones de su vida. Hombre que amó a la Naturaleza en su magnificencia afinó su sensibilidad, de tal
manera que pudo captar, cual moderno detector, el nuevo espíritu de su raza, que es elevación y mayor
dignidad humana”vi.
Incluso, meses antes de la famosa Conferencia de Alma Ata de la Organización Mundial de la Salud
(OMS) (1978) cuando el Dr. David Tejada de Rivero, sub director en ese entonces de la Organización
Mundial de la Salud (OMS), visitó el Perú y pretendió conocer el trabajo en Puno del Dr. Carlos Cornejo
Roselló, otro seguidor de Manuel Núñez Butrón (MNB), le dijeron los funcionarios del Ministerio de Salud
(MINSA) en Lima: “que eso no valía la pena pues, se trataba de un médico loco que estaba haciendo cosas
extrañas totalmente ajenas a la salud”vii.
El llamado modelo de Lalonde o de Campos de la Salud, definido por algunos como el más moderno
y científico, denomina como estilos de vida, de carácter personal y privado, a las prácticas culturales que no
se explican como decisiones personales.
Posiblemente aún amplios sectores de salubristas valoran la obra de Manuel Núñez Butrón (MNB),
pero su obra tendría el mismo destino que ha tenido la Atención Primaria de la Salud (APS), un recuerdo de
algo elogioso del pasado, o, una estrategia mundial que fracasó en alcanzar la meta de “Salud para todos en
el año 2000”, que no fue viable por idealista. Incluso la Atención Primaria de la Salud (APS) se ha
confundido y reducido a la llamada “Prevención Primaria” o al “Primer Nivel de Atención”, de lo cual se
habló cuando se propuso la también suspendida “Municipalización de la salud” e incluso los actuales
Lineamientos de reforma de la salud (2013)viii. Manuel Núñez Butrón (MNB) habría sido arrastrado por las
reducciones y tergiversaciones que tuvo la Atención Primaria de la Salud (APS), la cual no tiene
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prácticamente dista mucho de la llamada hoy “Atención Primaria de la Salud (APS) renovada” que
promueve actualmente la OMS/OPSix.
En contraposición con lo que se asume sobre este personaje, deseamos también sustentar que las
experiencias de Manuel Núñez Butrón (MNB) nos proporcionan criterios y nuevos elementos para asuntos
de gran actualidad como son las estrategias de interculturalidad en salud y de trabajo a nivel de la población
y la familia. Actualmente el Ministerio de Salud (MINSA) está dando gran impulso y dedicando recursos
para el desarrollo del Programa Nacional de Formación en Salud Familiar y Comunitaria (PROFAM),
centrado en la familia, en la educación sanitaria y en la participación de la población, así como un cambio de
actitud del personal de salud, todo ello en el primer nivel de atención x.
La obra de este médico ha sido ya definida en lo escrito sobre él y en los homenajes recibidos. De esto
trata la presente tesis. Pretendemos sustentar que Manuel Núñez Butrón (MNB) tiene otras perspectivas que
no han sido exploradas o han sido reducida por quienes le hacen reconocimientos.
B. INTERROGANTES DE INVESTIGACIÓN
C. HIPÓTESIS
1 La percepción de MNB fue reducida a precursor de la APS por sus acciones de participa-
ción comunitaria para la prevención con base en la higiene.
2 El Rijcharismo fue un proyecto principalmente de dignificación del indio donde MNB fue
percibido como un nuevo inca.
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3 MNB tuvo una respuesta paternalista a las tensiones entre la medicina moderna y las cos-
tumbres tradicionales.
4 La identidad sanitaria de MNB fue de medicina comunitaria.
D. CATEGORÍAS DE ANÁLISIS
- Paradigma sanitario
- Estrategias sanitarias
- Cultura
- Política
- Salud
E. OBJETIVOS
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II. Marco teórico/marco conceptual
Este mismo autor, plantea que la salud es un punto de encuentro donde confluyen lo biológico y
lo social, el individuo y la comunidad, la política social y la económica xii. En un tiempo la Salud Pública era
un campo en conflictivo con la acción asistencial propiamente médica, pues la medicina enfrentaba la salud
en un momento recuperativo e individual y la Salud Pública planteaba políticas más generales y preventivas.
En la época del Estado benefactor se desarrolló una Salud Pública convocada desde el Estado para la
recuperación de la salud, la cual asumía como su deber.
Las áreas de desarrollo de la Salud Pública pueden delimitarse de varias formas, según el enfoque
y el actor que la asume. Con fines académicos se han propuesto las siguientes áreas y las sub-áreas que
incluyen, tanto en los niveles: conceptual, metodológicos e instrumental xiii.
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c. Instrumental o técnico: donde se precisan los aspectos concretos y aplicativos, ex-
presados principalmente en las pautas o criterios para la intervención en el campo
de la salud colectiva.
Algunas de estas sub-áreas constituyen ciencias propias o campos con amplio desarrollo
especializado. En este capítulo teórico, las integramos en la medida que trabajan y aportan a la salud como
un hecho colectivo, que caracteriza a la Salud Pública.
1. SALUD Y SOCIEDAD
Desarrolla la salud como un producto social e histórico, de allí la necesidad de partir de los
antecedentes y determinaciones en la estructura económica, social y cultural en cada sociedad concreta.
Desarrolla los enfoques necesarios para comprender el proceso social y político asociado a la salud,
principalmente los relativos al Estado, al gobierno y a la democracia.
Las ciencias o disciplinas que están involucradas son: Historia de la Salud y la Medicina, Antropología
de la Salud, Teorías sociales y Salud, Principios en Salud, Nuevas condiciones del mundo y la sociedad
actuales, Realidad de Salud, Políticas Sociales y de Salud, Economía y Salud, Legislación en Salud,
Reforma de la Salud, Diseño y Evaluación de Proyectos en Salud, la Seguridad Social, Funcionamiento del
subsector privado, Estrategias de focalización del gasto social, Sociología y salud, entre otros.
2. SISTEMAS DE SALUD
Las disciplinas involucradas son: Teorías administrativas en Salud, Modelos de Atención de Salud,
Enfoques de Calidad, Eficiencia y Eficacia, Gestión de Servicios de Salud y de Recursos Humanos, Formas
de Aseguramiento, Relaciones Humanas en Salud, Programación en Salud; Evaluación, Monitoreo y
Supervisión de Servicios de Salud, Gerencia en salud, Estudio de costos, entre otros.
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3. SALUD Y POBLACIÓN
Estudia el proceso salud - enfermedad, el medio ambiente y la población, la salud asociada al trabajo,
al ambiente, los ciclos de vida.
Los campos específicos son: Teorías de la Causalidad, Teoría del Riesgo, Ecología, Demografía,
Epidemiología, Vigilancia y control en epidemiología, Atención del Medio Ambiente. Otros campos son el
estudio de la salud de diversos grupos sociales y biológicos como la salud ocupacional, la gerontología, salud
de la madre, entre otros.
4. SALUD Y EDUCACIÓN
Otros enfoques ponen mayor énfasis en la relación de la Salud con la Comunidad. Se refiere
principalmente a las concepciones y estrategias para la formación de recursos humanos, la educación para la
salud y la participación comunitaria. Estudia la pertinencia del perfil profesional, su formación en
investigación, el tipo de experiencias de aprendizaje que deben tener. Entre los temas específicos están los
enfoques, metodologías y técnicas de Educación para la Salud y las Estrategias para la difusión del
conocimiento y participación comunitaria.
AREAS
NIVEL SALUD Y SALUD Y SALUD Y SISTEMAS
SOCIEDAD POBLACIÓN EDUCACIÓN DE SALUD
- Corrientes del Pensa- - Proceso salud en- - Pedagogía - Teoría de las Organiza-
miento fermedad - Modelos Educati- ciones
CONCEPTUAL
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- Diseño de proyectos y - Bioestadística - Diseño curricular - Gerencia de Sistemas de
INSTRUMENTAL
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B. LA POLÍTICA SOCIAL Y SANITARIA A INICIOS DEL SIGLO XX
Para el planteamiento de los procesos políticos que conformaban el contexto donde se desarrolló la
obra de Manuel Núñez Butrón (MNB), tomaremos los conceptos de Juan Arroyo Laguna xiv.
El régimen oligárquico no reconoció un espacio legal para lo social, que debió emerger imponiendo su
existencia de hecho. Las concepciones semifeudales de lo social eran absolutistas aunque formalmente
republicanas. Se trataba de un despotismo paternalista o humanitario, esto es, una lógica objetiva destructora
de vida y, sin embargo, encubierta ideológicamente en un manto subjetivo humanitario. De ahí que en la
república oligárquica no se permitiera ninguna lucha social. Lo social era directamente un asunto de orden
interno. La sociedad criolla no integraba el derecho social. Las huelgas de entonces fueron por eso jornadas
pioneras hechas en el umbral de la ilegalidad.
En el Perú semifeudal del siglo XIX, por tanto, la respuesta social de la plebe urbana y del
campesinado indígena "tomaba formas que no pueden satisfacer la definición de un movimiento social". En
el Perú criollo-mestizo de entonces, que abarcaba a la costa y algunas ciudades de la sierra, la protesta social
asumió muchas veces la forma de "delito social". Las formas de organización y de lucha pre-capitalistas de la
plebe urbana mezclaban así las asonadas espontáneas con el bandolerismo, el escapismo a palenques o al
"monte", y la criminalidad común. La población indígena se movía entre la servidumbre y los litigios
judiciales, cuando no los levantamientos masivos. La dominación oligárquica no incluía la negociación
social; de ahí que la mínima acción reivindicativa implicara ruptura del orden.
Cuando a comienzos de siglo el país entró a un estadio más avanzado con la expansión de la inversión
extranjera y la aparición de la industria, esta "democracia oligárquica" llegó a su límite. La República
Aristocrática incubaba una contradicción flagrante, pues mientras la escena política permanecía rígida y
elitista, la economía y las clases populares se expandían y diversificaban. De ahí que entre el siglo XIX y el
XX se formara recién el primer movimiento popular moderno en el Perú, de carácter urbano. Apareció el
primer frente popular, que agrupaba a las capas plebeyas de las urbes bajo el claro liderazgo de la incipiente
clase obrera. El movimiento urbano pasó de su fisonomía aldeana y los estallidos abruptos al despertar
persistente y su canalización política a través de diversas corrientes.
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Las políticas sociales y lo social mismo nacieron, por ende, como fruto de la presión de los emergentes
movimientos sociales de inicios de siglo. En particular de las huelgas obreras, que abrieron el espacio laboral,
de carácter legítimo. A eso contribuyeron cientos de huelgas, las más notables, la de los panaderos de Lima
en 1901, la de los portuarios de Mollendo en 1905, la huelga de solidaridad de los trabajadores de Vitarte en
1906, el paro convocado por los anarquistas el 1° de Mayo de 1908, la huelga de los trabajadores de la Cerro
de Pasco en 1909, la de los portuarios y navieros en 1913. En 1913 se generalizó un paro en Lima a partir de
la huelga de los navieros y portuarios, que lograron entonces legalizar para ellos la jornada de 8 horas. La
política social nació en el Perú, al igual que en otros países latinoamericanos, como cuestión obrera. La
primera política social fue el reconocimiento mismo de lo social, bajo la forma de legislación obrera. Los
trabajadores crearon el derecho laboral. Los intelectuales que primero sistematizaron la problemática obrera
fueron hijos de la oligarquía, pero la preocupación social de la época la crearon los obreros mismos.
La dominación oligárquica sólo se avino a plantearse la cuestión social cediendo a la presión de los
criollos y mestizos de abajo, a la plebe de su propia vertiente nacional. Durante siglos los indígenas habían
planteado lo propio. Pero el régimen godo, y luego el criollo no variaron en eso: lo social no nació por el
lado de la reivindicación indígena, línea social que inaugurara el padre De Las Casas. El indigenismo
impregnó a sucesivos grupos de las capas medias e intelectuales de la vertiente criolla, pero no a los grupos
oligárquicos.
El régimen oligárquico no consideraba de importancia una Política Social Pública, pero sí acciones
sociales privadas. En el Perú semifeudal primó en las clases dominantes una concepción paternalista y de
beneficencia de los servicios públicos. De esta forma los servicios sociales, entre ellos los de salud, no se
conceptuaban como un deber del Estado sino como una dimensión privada, como una obligación ético-
religiosa o caridad de las clases pudientes hacia los pobres, al punto que buena parte del sistema hospitalario
fue fruto de donaciones de gente adinerada. De ahí la existencia preeminente del sistema hospitalario de
beneficencia, los asilos de ancianos y las casas de caridad.
Las políticas sociales fueron de dos tipos; la acción benefactora de las clases dominantes y la acción
mutualista de sectores de la plebe urbana. Las cajas de socorros mutuos fueron formas privadas de lo social
desde la propia sociedad civil.
b) Sólo existía la sanidad a nivel urbano. Como una herencia del protomedicato existente durante la
Colonia en cada ciudad, no existía una autoridad nacional propiamente de salud, responsabilidad delegada al
municipio. La atención sanitaria del Estado se centraba en la salubridad portuaria, el control de epidemias y
el manejo de las enfermedades tropicales de las zonas de exportación.
c) Los profesionales de los servicios sociales eran capas liberales, que daban sus servicios a cambio de
honorarios profesionales. El ejercicio de la profesión médica era principalmente privado y aristocrático,
dentro de la "concepción decimonónica del "profesional liberal". La profesionalización médica era mucho
menor, por la presencia de la medicina popular. El médico era un artesano por sus medios de trabajo, pero en
razón de su status e ideología, constituía una capa media cuasi-aristocrática; por ello la asociación médica no
era aún gremial sino sólo deontológica. En 1854 se creó efectivamente la Sociedad de Medicina, embrión del
actual Colegio Médico.
d) La formación profesional era elitista. La medicina era una carrera aristocrática, reservada, además, a
los hombres. La formación humanista-oligárquica en salud formaba médicos generales, semiólogos y
clínicos por excelencia, que tenían una visión cultural integral y no antagonizaban su formación científica
con su información humanística, como pasó después. La especialización en la administración y planificación
de servicios no existía. La privatización de los mismos no requería una preparación en la gestión de macro-
sistemas. La administración hospitalaria fue función religiosa, consecuencia de la ideología humanista
aristocrática.
e) Los servicios urbanos en el régimen oligárquico fueron raquíticos: la limpieza pública, el servicio
de alcantarillado y desagüe, la infraestructura hospitalaria, el transporte público, eran deplorables. No sólo
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estaban minimizados por los servicios sociales del Estado sino incluso, los servicios urbanos de las ciudades,
a cargo de los cabildos. La característica de la época fue la municipalización de los servicios públicos en
general, no existían autoridades nacionales de vivienda, salud o educación, sólo ediles. El servicio de agua
potable y alcantarillado era rudimentario y sólo para algunos sectores y ciudades del país.
Los primeros antecedentes de la moderna previsión social, más allá de la acción benefactora de grupos
pudientes o de los sistemas mutuales de los artesanos del siglo XIX, fueron las formulaciones pioneras sobre
legislación laboral, de Luis Miró Quesada y José Matías Manzanilla, que hicieron del Perú de inicios de siglo
el más avanzado en materia laboral de América. Luis Miró Quesada presentó en San Marcos entre 1900 y
1905 con motivo de sus tesis de Bachillerato y Doctorado, sucesivos trabajos sobre la llamada Cuestión
Obrera en el Perú, que representaron una revolución doctrinal en una época en que no había una Legislación
del Trabajo. Enarboló la doctrina jurídica del riesgo profesional, según la cual se justificaban las
indemnizaciones por los accidentes de trabajos fortuitos, así como el derecho al descanso dominical y
nocturno, la reglamentación del trabajo de mujeres y niños y la limitación de la jornada de trabajo.
José Matías Manzanilla, eminente catedrático de Economía Política de la Universidad de San Marcos,
recibió en 1904 el encargo de elaborar proyectos de leyes a ser sometidos al Poder Legislativo, cosa que hizo
en 1905 sobre higiene y seguridad de los trabajadores, el trabajo de niños y mujeres, el descanso obligatorio,
las horas de trabajo, la indemnización por accidentes de trabajo, el contrato de trabajo, conciliaciones y
arbitrajes y el proyecto de una Junta Nacional del Trabajo, entre otros.
Luego de entrampamientos en las comisiones del Parlamento, finalmente quedó aprobado un proyecto
sobre accidentes de trabajo en el Legislativo en 1908. El 20 de enero de 1911 fue promulgada esta Ley de
Accidentes de Trabajo (Ley No 1378), que fue la primera en su género en América. Años más tarde saldrían
los demás dispositivos presentados: la Ley de Protección de Mujeres y Menores (1918) y la Ley de Descanso
Obligatorio (1918). Posteriormente, en 1924, se dio la Ley que consagró la Jubilación y Cesantía, la que
estipuló para los empleados la compensación por tiempo de servicios, el preaviso de despedida y la póliza de
seguro de vida.
El nacimiento de la legislación obrera a inicios de siglo expresó el tránsito que se estaba produciendo
de un régimen semifeudal cuyo sector capitalista paradójicamente se basaba en la coerción extraeconómica, a
un régimen semifeudal en que su sector capitalista se modernizaba y debía basarse con más claridad en la
productividad de la fuerza de trabajo. La bandera central del primer movimiento popular moderno de nuestro
siglo fue, por eso, el cambio de las condiciones cuasi-esclavistas que caracterizaban al trabajo obrero entre
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1850 y 1930 en nuestro país. No es casual que la lucha paradigmática de este tiempo haya sido la conquista
de la jornada de 8 horas por el movimiento laboral en 1919.
El Estado liberal oligárquico se abstenía en lo económico y social, lo que se reflejaba en los gastos del
Estado, que en un 20% eran para los pliegos de Justicia, Instrucción y Beneficencia, así como para Fomento
y Obras Públicas, mientras el 80% se dedicaba para las labores administrativas y mantención del orden. Con
Leguía (1919-1930) el Estado viró hacia la promoción del progreso, lo que se reflejó en el crecimiento del
gasto público entre 1920-1929 al 11.6% anual. El Estado era ahora también promotor económico, sin
embargo no desarrollaría propiamente una política social, no sería promotor social, sino después de la gran
conmoción social de los años 1930.
La política social del Estado, esto es, la prevención social como responsabilidad general de la
sociedad, surgió en el Perú luego de debelada la insurrección popular de 1932. Las clases dominantes
sancionaron drásticamente la insurgencia de esos años pero debió abandonar la concepción estatal liberal. La
Constitución de 1933 consagró los principios de previsión social y el gobierno del Mariscal Benavides dio el
viraje hacia una flamante política social estatal. El contexto internacional de paso a políticas keynesianas
favoreció también este viraje. Desde aquí hasta la década de los 60 la pugna entre la oligarquía y el
populismo industrialista en lo social fue la confrontación de dos tipos de política social. La oligarquía
practicaba un intervencionismo social limitado, preventivo, clientelar y asistencialista. El populismo
industrialista era promotor social más decidido, estatista, paternalista, expansor de los servicios públicos y la
seguridad social.
Oscar R. Benavides (presidente provisorio del Perú (1933-1939), uno de los dictadores más represivos
de nuestro siglo, creó en 1935 el Ministerio de Educación y el de Salud, Trabajo y Previsión Social.
Implementó los primeros proyectos de vivienda popular o " barrio obreros”. Incentivó la construcción de
escuelas primarias, inauguró el servicio de desayunos gratuitos. Construyó la primera red de restaurantes
populares, creó el Seguro Social Obrero o Caja Nacional del Seguro Social, en 1936.
C. LA INTERCULTURALIDAD EN SALUD
Los grupos humanos, desde su aparición en la tierra, han enfrentado necesidades y problemas. Para
este enfrentamiento y en este proceso, han creado conocimientos, valores, instituciones y bienes materiales; a
todo lo cual llamamos cultura. Las raíces de la cultura se pueden encontrar en:
Cada cultura es legítima al pueblo que la crea, no existe jerarquía ni niveles culturales. La cultura es
aprendida, compartida y trasmitida en el grupo social. Autores como Ralph Linton la define como
“configuración de la conducta aprendida y de los resultados de la conducta…” Algunas precisiones sobre
este concepto:
- SISTEMA: queremos destacar que los elementos de una cultura son coherentes entre si,
y que este conjunto da una respuesta integral frente a la vida, la existencia y el mundo.
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un grupo social. La identidad implica sentirse parte de un grupo, tener orgullo de perte-
nencia y compromiso con el proyecto o futuro social del grupo.
La identidad cultural define los límites del ser parte de algo. Es el conjunto de valores, tradiciones,
creencias y modos de conducta que funcionan como fundamento cohesionador dentro de un grupo social,
con base a los cuales sus miembros se sientan parte del grupo, tienen orgullo de esta pertenencia y
compromiso con el desarrollo de su grupo.
Los componentes de la identidad actúan como soportes y referentes para preservar el orden y
convivencia de una sociedad, su aceptación y cumplimiento hacen más soportable las tareas que los
individuos deben cumplir y, a la vez que conserva a los individuos en el grupo, limita la acción del
indiferente y el peligro de los disidentes.
La autodefinición cultural implica un continuo contacto entre culturas. Más aún, esas relaciones nunca
son de igualdad, dado que nunca se manifiestan de manera aislada, la complicada red de relaciones creada
por la superposición de relaciones políticas, económicas, científicas y culturales, convierte cualquier relación
entre dos culturas en una relación desigual.
No es fácil denotar los fundamentos de la identidad cultural pues esta aparece como implícita e
inconsciente. ¿Cuál es la identidad cultural peruana o andina?, posiblemente pareciera reducirse a las
costumbres locales por ser ellas exclusivas, pero existe un complejo de consideraciones. “¿Qué es lo
andino?”, se preguntaba Alberto Flores Galindo y da una respuesta conceptual: “Antes que nada, una
antigua cultura que debería ser pensada en términos similares a los que se utilizan con los griegos, los
egipcios o los chinos…” y nos propone un camino para acercarnos a esta identidad: “buscar las
vinculaciones entre las ideas, los mitos, los sueños, los objetos y los hombres que los producen y los
consumen, viven y se exaltan con ellos”10.
En el Perú existen diferentes naciones con formaciones culturales diversas pero con una matriz común
para el área andina, otra para la amazónica y una tercera para la urbana moderna. A lo anterior habría que
añadir que no existen identidades homogéneas y puras, pues todas se han sincretizado como producto de la
migración, la acción del Estado y el contacto social en general.
Las culturas, en general, no son amuralladas y se han relacionado. Esta interacción puede haber sido
violenta, no deseada, de dominación de una sobre otras, llegando en algunos casos al etnocidio o a la
imposición de valores y a la sumisión de la sociedad dominada para permitir su sobrevivencia.
20
Podemos distinguir las siguientes formas de cambio cultural:
El Perú tiene más de 60 grupos étnicos, destacando los quechuas y los amazónicos por su postergación
del desarrollo y la atención del Estado. El censo de comunidades indígenas de la Amazonía peruana el 2007,
establece un total de 52 comunidades nativas para una población de 332,975 habitantes xv.
21
pueblos indígenas en Perú han propuesto volver a incluir la pertenencia étnica en los registros de salud, para
poder medir los indicadores de salud en poblaciones específicas, pero esta recomendación no se cumple aun
en todo el país. Sin embargo se sabe que los pueblos amazónicos tienen los peores indicadores en desarrollo
y en salud del paísxvi.
Recientemente se ha constituido el Centro Nacional de Salud Intercultural (CENSI) que tiene como
uno de sus objetivos el proponer políticas de interculturalidad en salud xvii, aunque aún no están claramente
sustentadas y tienen un nivel burocrático capitalino.
Algunas ciudades del país son centros de inmigraciones de las poblaciones principalmente andinas,
sumándose las diferentes expresiones culturales asociadas a los grupos sociales que interactúan. Esto se
refleja en diferentes percepciones de la salud y enfermedad, provocando tensiones y limitaciones para la
atención de la salud.
En general el problema más crítico a nivel intercultural es el racismo, el etnocentrismo de los sectores
de cultura urbana en proceso de modernización, que se expresa como exclusión de diversos grupos.
Manuel Núñez Butrón (MNB) nació el 1 de enero del año 1900 en la parcialidad de Jasana,
perteneciente a Chucaripo, Distrito de Samán, Provincia de Azángaro. Fueron sus padres el sacerdote Juan
Guillermo Núñez y Doña Rosa Butrón Sanz, nacidos en Arequipa (Familias de Yanahuara y Cayma).
Su primera educación los realizó en Samán y luego en la Escuela Fiscal Nº 8803 de Juliaca donde
entabla amistad con la prestigiosa familia Encinas. La secundaria la realizó en el Glorioso Colegio Nacional
de San Carlos Puno (1914 – 1917), donde forma parte de la primera brigada de Boys Scouts del colegio y es
uno de los promotores de la revista escolar. Sus estudios de premédica los realiza en la Universidad Nacional
de San Agustín de la ciudad de Arequipa (UNSA) (1918 – 1920), al cabo de los cuales ingresa a la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima (UNMSM), donde permanece pocos meses porque
viaja a España y termina de estudiar Medicina en la Universidad de Barcelona 1920 – 1924)31(Anexo 3)
22
Entre 1925 y 1926 vivió en Juliaca donde instala un consultorio privado y por razones de su trabajo
como médico titular, frecuenta las ciudades de Azángaro y Puno. Es nombrado miembro de la Beneficencia
de Puno, participa en las Elecciones Municipales en la lista encabezada por Pedro Manuel de Noriega pero,
a pesar de su triunfo, no pudo asumir sus funciones debido a que se anularon las elecciones.
Después de persistentes gestiones, en 1933 es nombrado médico titular de la provincia de San Román,
como era su deseo, al parecer por razones familiares. En ese año irrumpe el Rijcharismo.
Promueve la fundación de 12 escuelas rurales, creo una biblioteca ambulante, dicta charlas educativas
en el patio de su casa y luego en plazas y lugares de feria, con gran acogida de la población, capta, capacita y
organiza en trabajo voluntario de educadores comunitarios de salud. Organiza brigadas para promover las
vacunas, buenos hábitos y medidas preventivas, pero siempre adjuntas a la alfabetización. Los jueves de
cada semana, se ponía a disposición de la comunidad, la llamada “Biblioteca Ambulante” formado por
periódico, libros de sanidad, libros de lectura en general. Estimula la danza, la música, el canto, la poesía, la
narración. Organizaba baños masivos cada 24 de junio, obsequiando un cuaderno y un lápiz como símbolo
de educación y un Jabón y peine como símbolo de salud xviii. Se enriquece su prédica y práctica con el
incentivo para abandonar el consumo de alcohol, el chacchado de coca, los pleitos y levanta valores como:
Ama Sua, Ama Kella, Ama Llulla y Ama Mak’anacuyquichu y AmaKelly Purej, son los cinco
mandamientos pregonados, es decir no seas ladrón, ni mentiroso, ni ocioso. Tampoco seas pleitista,
ni sucio. Desde 1935 publica la revista Runa Soncco (Corazón de hombre), donde desarrolla su pensamiento
sobre la situación del indio, sus objetivos y la riqueza de la cultura andina33.
23
En 1937, por recelos de los sectores reaccionarios de poder, frente al creciente y masivo liderazgo
popular de Manuel Núñez Butrón (MNB), fue desterrado a comunidades muy lejanas en Ucayali y
Huancavelica. Por informaciones periodísticas se conoce que entre 1939 y 1940 regresó a Juliaca, para
reflotar las acciones de Rijcharismo.
En 1943, nuevamente lo encontramos como médico titular de la Provincia de San Román. El año de
1945 asumió el cargo de médico sanitario viajero del Departamento de Puno, en este mismo año se presenta
como candidato a la diputación por dicha provincia, a pesar que gana las elecciones por manejo
fraudulentos, se proclama a otro candidato, se anulan las elecciones pero en las nuevas se repite la historia
que favorece al candidato aprista Luis Escalante. .(Anexo 5)
Manuel Núñez Butrón (MNB) tuvo vinculaciones con el Instituto Indigenista Interamericano, envió 5
ejemplares de la revista Runa Soncco y fotografías del Rijcharismo, en 1942 solicita su incorporación a esa
entidad. .(Anexo 6)
Manuel Núñez Butrón (MNB) cuando estudiaba en Barcelona se conoció con Matilde Montero Lovico,
natural de Santiago de Compostela con quien tuvo una hija llamada Matilde. En 1935 contrajo nupcias en
Samán con Lidia Elena Cabrera Pineda con quien tuvo dos hijos, Guillermo y Lourdes31.
Su labor como médico titular la cumplió hasta 1949, año en que se retiró del servicio oficial,
cumpliendo 18 años, 7 meses y 21 días de servicio. Desde el decenio de los años 40 ya se encontraba
enfermo con el mal de altura. Su mal recrudeció y fallece el 7 de diciembre de 1952. Víctima de policitemia
y de una complicación pulmonar. En uno de sus últimos artículos apunta: "No estoy aún satisfecho, mi labor
está trunca y apenas se ha puesto en el camino social de la medicina Peruana uno de los muchísimos
escalones que falta recorrer", “Se apagó la vida del Jatun Rijchari, causando un profundo dolor en los
campesinos, quienes lo consideraban su protector y amigo”. Poco antes de su muerte deja su testamento ante
el notario público y elije como albacea a su hermana Emiliana de Rivas. Sus restos mortales se encuentran en
el Cementerio de Cayma de Arequipa. .(Anexo 2)
24
III. Metodología
A. AMBITO DE ESTUDIO
El ámbito espacial del presente estudio se puede considerar al Perú, pues es en éste espacio territorial,
donde se considera a Manuel Núñez Butrón (MNB) como uno de los personajes más destacados de la
Medicina, así como su obra se desarrolló e impactó a nivel nacional principalmente. El espacio temporal se
puede considerar los últimos 100 años, que incluye el periodo en que se forma Manuel Núñez Butrón (MNB),
donde desarrolla sus acciones sanitarias y, luego, se la estudia, como lo hacemos en la presente investigación.
Desde hace una década el Perú tiene estabilidad y crecimiento económico continuo. Hay amplias
inversiones extranjeras y un crecimiento de la llamada “clase media”. También se redujo radicalmente la
violencia política armada que afectó al país entre las décadas 80 y 90, en los primeros años de este milenio se
superó la etapa de un gobierno ilegítimo, se fortaleció la democracia y se estableció la descentralización.
El Perú desde hace 25 años ingresó a un modelo liberal de Estado, lo que implicó la privatización de la
economía y, progresivamente de diversos servicios sociales. Se pasó a conformar las redes económicas con
Estados Unidos, Europa y países más distantes como la China. Tiene un sistema de gobierno presidencialista,
unitario y descentralizado.
Este crecimiento y lógica económica han provocado resistencia en grandes sectores de la población las
cuales rechazan ciertas inversiones como las extractivas mineras, del gas, de los recursos marinos y
amazónicos, porque implicarían la depredación y pérdida de sus espacios tradicionales.
Entre los principales problemas nacionales vividos y percibidos por la población están: la inseguridad,
la violencia urbana particularmente el feminicidio y la corrupción en el Estado xix,xx. Existe un profundo
25
descrédito del poder legislativo y de la clase política; la prensa es un actor que impone una agenda y expresa
los intereses de los sectores con poder económico.
El Perú tiene mayores reservas económicas y un crecimiento a pesar de la crisis mundial. El canon de
empresas privadas permite disponer de financiamiento para algunos proyectos regionales, pero las graves
denuncias de mal uso de los recursos públicos, la improvisación, la ineficiencia y el abuso en el ejercicio de
cargos de gobiernos locales y regionales. Hay gran expectativa por la continuidad de la inversión extranjera
extractiva primaria, pues se las presenta como necesarias a pesar de la debilidad estatal para exigir el respeto
del cuidado del ambiente y diversos derechos laborales.
La población tiene expectativas para que el Estado financie los servicios sociales como la salud,
educación y seguridad; no aceptan el retiro del Estado de las responsabilidades sociales y que sean tratadas
como cualquier bien en el mercado.
Los últimos gobiernos han respondido con políticas sociales, las cuales aún se siguen extendiendo en
diversos aspectos de la vida y sectores sociales; destaca en el campo de la salud, el SIS (Seguro integral de
Salud), gratuito y dirigido a los más pobres. Las instituciones y el trabajo estatal son calificados en parte
como ineficientes y de baja calidad.
La salud es atendida por 4 sub sistemas: estatal, seguridad social de carácter semipúblico, el privado y
el tradicional. El sector público, Ministerio de Salud (MINSA), es el más amplio y abierto a toda la
población, con menos del 1.6% del PBI y 8.6% del presupuesto nacional; la seguridad social y de salud
específicamente ha crecido, especialmente para la población pobre, alcanzando la cobertura más alta en la
selva y en la sierra. Los servicios que brindan son más que nada curativos, aunque incluyen algunos
programas de fomento, prevención y protección de la salud, de control de epidemias y endemias xxi,xxii.
Conforme se alejan de las capitales de provincias, los servicios de salud adolecen de recursos, personal
de salud y de calidad. Desde hace más de una década se aprecia un proceso de transición epidemiológica
prolongada y segmentada, con creciente predominio de enfermedades crónicas no infecciosas; pero las
infecciosas, las relacionadas a las madres y a los niños y la reemergencia de enfermedades (malaria, dengue,
peste, fiebre amarilla y otras), siguen siendo importantes en varias regiones xxiii .
26
El año 2003, el Ministerio de Salud (MINSA) instala el Modelo de Atención Integral de Salud (MAIS)
como la forma operativa de las políticas nacionales de salud que prioriza la promoción de la salud y
prevención de la enfermedad en el primer nivel de atención, con actividades hacia las personas, la familia y
la comunidad. Sus principios son: la integralidad de la persona, universalidad, equidad, corresponsabilidad,
calidad, solidaridad y eficiencia. Sus enfoques son: la salud como un derecho humano, la equidad de género,
la interculturalidad y la articulación territorial. Sus fines principales son la reducción de la mortalidad
materna e infantil, control de las principales enfermedades transmisibles y la disminución de la desnutrición
infantil.
Es cierto que está disminuyendo la pobreza, pero también se han profundizado las brechas sociales.
Varios sectores de la población no tienen derecho a la atención de salud. Persisten importantes brechas de
desigualdad entre los ámbitos urbano y rural, entre costa, sierra y selva, desigualdad de género y de grupos
específicos como los afrodescendientes y los pueblos indígenas xxiv.
El gobierno actual ha establecido como prioridad en su política, la creación de una serie de programas,
de un ministerio para la inclusión y un importante presupuesto. El Estado piensa que son instrumentos de una
estrategia de superación de la pobreza en un país cuyos estándares de inversión y de crecimiento económico
no pueden seguir conviviendo con condiciones extremas de precariedad y vulnerabilidad xxv.
Entre estos programas se destacan: Pensión 65 (para adultos mayores en extrema pobreza), Juntos
(para hogares en extrema pobreza), Cuna Más (niños menores de 3 años), Qali Warma (desayunos y
almuerzos escolares), SAMU (Atención prehospitalaria en casos urgencias) y Plan Esperanza (para la
atención de casos con cáncer)xxvi.
27
Se ha desarrollado un análisis crítico de las publicaciones oficiales de salud, colegios profesionales,
libros, organismos internacionales y de diversos investigadores.
En este tipo de investigación no corresponde identificar los conceptos de: unidad de estudio, población,
marco muestral y muestra.
C. PROCEDIMIENTO
28
IV. Análisis y discusión de datos
LA PERCEPCIÓN INICIAL
Pensamos que hubo un cambio, entre las iniciales, promovidas por sus simpatizantes y de las últimas
décadas asociadas a los reconocimientos oficiales.
Hasta antes del año 1982, pocos conocían de Manuel Núñez Butrón (MNB). Sobre él predominaba
una versión sentimental y de admiración a su apostolado sanitario, con cierto matiz de un indigenismo
rezagado, de reivindicación a las poblaciones andinas marginadas xxviii,xxix.
Se admiraba su trabajo esforzado en ámbitos duros y agrestes xxx, en zonas quechuas y aymaras, sin
recursos y auspicio estatal, con un programa de acciones de su iniciativa, que consistían básicamente en la
promoción de la higiene para enfrentar enfermedades comunes, capacitación y movilización de agentes
comunitarios para extender sus enseñanzas a poblaciones más alejadas, a lo cual sumaba el incentivo para
que aprendan a escribir y leer. El Rijcharismo (despertar) se entendía como un llamado a la consciencia
adormecida del indio para participar en el cuidado de su salud y abandonar algunos vicios. La revista “Runa
Soncco” (corazón de hombre), se entendía como un boletín de educación sanitaria dirigido a poblaciones
andinas pobresxxxi.
Médicos como: David Frisancho Pineda, Rogelio Bermejo Ortega, Carlos Cornejo Roselló, Luis
Ángel Ugarte, Enrique Encinas, Gabriel Delgado Bedoya, Fuad Jarufe Mazzo, José García Tello y José
Catacora Solórzano, entre otros, eran quienes mantenían encendido el recuerdo de Manuel Núñez Butrón
(MNB), a pesar que el tiempo alejaba su trabajo de las décadas 30 y 40. Esta percepción de la obra de
Manuel Núñez Butrón (MNB), era dominante también entre intelectuales que estudiaron el desarrollo de la
Salud Pública peruana de las primeras décadas del siglo XX, como lo sintetiza muy bien el historiador
Marcos Cueto en su obra publicada el año de 1996: “También hubo casos de participación comunitaria,
promoción de la higiene según patrones culturales existentes y de cierto callado heroísmo. Esto ocurrió en
Puno en la década de 1930 donde se produjeron otras formas de entender y de controlar la enfermedad que
29
reflejaron la influencia de las ideas sociales en la medicina, la tenacidad de la cultura indígena y el ingenio
de algunos individuos”33.
En algunos de estos homenajes se lo empieza a definir como pionero de la Medicina Social en el Perú
y pionero de la Sanidad Rural Peruana (Cusco, 15 de setiembre de 1953), sustentado que: “fue uno de los
primeros médicos peruanos que en las llanuras del altipampa, con carencia absoluta de medios, emprendió
una lucha efectiva contra la suciedad, contra el piojo, contra el alcoholismo, contra la pleitomanía y contra la
ignorancia, es decir, propendiendo al bienestar físico, mental y social de nuestra población indígena sumida
en un letargo y atraso seculares”26.
Años después, por Resolución Ministerial N° 5703 del 21 de mayo de 1954, se designó con su nombre
a la escuela de segundo grado de varones N° 1121 de la ciudad de Juliaca y, en 1965 el flamante Hospital de
Puno pasó a llamarse Hospital Regional "Manuel Núñez Butrón"26.
Algunas personas que encontraban cierta identificación ideológica o moral con el trabajo social que
realizó Manuel Núñez Butrón (MNB), eran difusores de su doctrina y acciones, así como eran los encargados
de escribir y promover los homenajes. Incluso, a pesar del reconocimiento implícito que se puede encontrar
en la Declaración de Alma Ata – OMS (1978), donde se valora la prevención, la participación comunitaria,
30
la captación de agentes tradicionales de salud, entre otras estrategias, no cambió el perfil que le otorgaban a
su trayectoria.(Anexo 7)
En 1986, el Colegio Médico del Perú, filial Arequipa, publica un libro con algunos contendidos
seleccionados de los 8 números disponibles de “Runa Soncco” y en la introducción llama a Manuel Núñez
Butrón (MNB), “pionero de la Medicina Social y Preventiva en el Perú”. Esta es la única edición más
completa que se conoce de la revista xxxiv. Su aparición, realmente podríamos explicarla porque el decano en
ese entonces del Colegio Médico en Arequipa, el Dr. César Delgado Butrón, era descendiente de Manuel
Núñez Butrón (MNB) y algunos colegas lo animaron a corresponder con este honor.
A pesar de todo lo anteriormente reseñado, ya en los años 90, se afirmaba que “es probable que la obra
de Núñez Butrón no sea del todo conocida por muchos médicos; en particular entre aquellos de generaciones
más jóvenes xxxv. Situación que no ha cambiado actualmente. Pero es probable que estas opiniones algo
pesimistas expresen sobre todo la percepción que Manuel Núñez Butrón (MNB) no ha sido plenamente
ponderado y que se estaría olvidando su obra, de la cual deberíamos sentirnos altamente identificados y
orgullosos.
EL PRECURSOR
A partir de la década de los 80, la identidad de Manuel Núñez Butrón (MNB), se consolida y hace más
universal y oficial. Así, el año de 1982, el Ministerio de Salud le otorga la condecoración póstuma de la
Orden Hipólito Unanue (Anexo 8), en el grado de Gran Oficial, las consideraciones son coherentes con la
idea dominante de reconocer un apostolado y ser precursor de un proceso mundial. Las consideraciones de
este reconocimiento fueron:
Que el doctor Manuel María Núñez Butrón, médico sanitarista, dedicó su vida a la promoción de la salud pública
en el país, creando el movimiento RIJCHARI, formando, educando e inculcando mística sanitaria a auténticos
colaboradores, genuinos representantes de la comunidad, llamados a despertar en la población andina actitudes
positivas para la prevención y solución de sus problemas de salud.
31
Que la obra del doctor Manuel María Núñez Butrón demuestra que vislumbró y ejecutó, con cuatro décadas de
anticipación, la esencia de la estrategia de ampliación de cobertura que la Organización Mundial de la Salud
definió en Alma Ata como Atención Primaria, por lo que ocupa en la historia de la sanidad el alto sitial de
Pionero de la Atención Primaria en el mundo xxxvi.
La construcción de una asociación entre la heroica obra de Manuel Núñez Butrón (MNB) y la
Atención Primaria de Salud (APS) se fue consolidando en la última década del siglo pasado. David
Frisancho Pineda, al final de una semblanza escrita el año de 1983 dice “pero el nombre de Manuel Núñez
Butrón (MNB), que en vida sólo mereció el reconocimiento de la prensa extranjera, merece ahora el
homenaje póstumo de sus propios colegas, porque él se adelantó en muchos años a la labor sanitaria que
actualmente realizan los médicos dependientes del Ministerio de Salud Pública mediante los promotores de
salud. Su labor es semejante a lo que hoy se llama Atención Primaria de Salud”1. En el mismo sentido
escribe Marcos Cueto en 1996: “Núñez Butrón le daba mayor importancia a la higiene, al diálogo
intercultural, a la educación sanitaria y a la modificación de los hábitos y estilos de vida, como años después
empezaron a hacerla los promotores de la atención primaria de salud”xxxvii.
Entendí que en mi persona se reconoce a muchos luchadores por la salud y la vida. Basta mencionar, entre los
peruanos y con el riesgo inevitable de muy graves omisiones, por ejemplo, a Manuel María Núñez Butrón y
Carlos Cornejo Roselló, entre los que ya no están con nosotros; y, a Rogelio Bermejo, Nilo Vallejo, Joaquín
Roberto Cornejo, Temístocles Sánchez y Oscar Alvarez entre los que están con nosotros y siguen luchando
heroicamente todos los días. xxxviii”
A fines del siglo XX, la extinción, por razones de edad, de las personas que conocieron directamente a
Manuel Núñez Butrón (MNB) y tenían un discurso de matiz afectivo e ideológico sobre su obra, fue dejando
el espacio para los juicios más intelectuales, integrales y con la distancia del tiempo.
32
La proximidad del año 2,000 reactiva las discusiones y balances acerca de la Atención Primaria de
Salud (APS), la mayoría coincide en concluir que fracasó esta estrategia, que no fue viable por su carácter
idealista o que fue truncada por diversos intereses ideológicos y económicos mundiales, así como por la
resistencia de profesionales como los médicos.
Algunos protagonistas como el Dr. David Tejada de Rivero, explican las tergiversaciones interesadas
que hicieron de la APS39. Otros, como el Dr. Alfredo Zurita ilustra sobre la inviabilidad de esta estrategia:
“Desde hace cuatro décadas he tratado de evangelizar a los estudiantes de medicina sobre la necesidad de la
Atención Primaria para la población, rica o pobre, tratando entre otras cosas de desterrar el erróneo concepto
de que la Atención Primaria es algo que se hace desde el gobierno para las poblaciones marginales… la
mayoría de los estudiantes escuchan con interés la clase… aunque luego reflexionan sobre cuál es el futuro
posible, en prestigio y en ingresos, de un médico de Atención Primaria, y finalmente los que cuentan con
recursos suficientes, optan por proseguir sus estudios durante al menos una década más, en camino hacia una
especialidad y ubicación laboral sofisticada, que atraiga prestigio y buenos ingresos”xxxix.
Uno de los reconocimientos más recientes y consistentes con todo el proceso de la obra de Manuel
Núñez Butrón (MNB) es el del Consejo Nacional del Colegio Médico del Perú, quien, reunido en su Décimo
Novena Sesión realizada el 2011, declaró a Manuel Núñez Butrón (MNB) como “Símbolo de la Medicina
Peruana y Epónimo del Consejo Médico del Perú”, conjuntamente con Hipólito Unanue, Cayetano
Heredia y Daniel Alcides Carrión. Entre los considerandos, definen a Manuel Núñez Butrón (MNB) como
“destacado médico sanitarista del primer nivel de atención de salud, dedicó su vida a la promoción de la
salud pública en el país y fue el creador de la Primera Brigada Sanitaria del Perú, fundador del movimiento
RIJCHARI, que impulsó su accionar formando, educando e inculcando mística sanitaria a los integrantes de
la comunidad andina, quienes se convirtieron en auténticos colaboradores que difundieron la doctrina y
enseñanzas de prevención y solución de sus problemas de salud”xlii.
33
Reconociendo las obvias distancias de tiempo y ámbito que existe entre el trabajo que realizó Manuel
Núñez Butrón (MNB) en una localidad andina y la estrategia mundial de la Atención Primaria de Salud (APS)
de Alma Ata, podemos discutir las asociaciones entre ambos procesos, buscando las coincidencias que
justificarían denominar a Manuel Núñez Butrón (MNB) como precursor de la Atención Primaria de Salud
(APS).
En la siguiente tabla resumimos la correspondencia entre algunas de las acciones realizadas por
Manuel Núñez Butrón (MNB) y los principios y estrategias de Atención Primaria de Salud (APS) xliii:
primer nivel de contacto de los individuos, la Trabajo sólo a nivel de las personas, las
familia y la comunidad con el sistema nacional familias y la organización comunal, sin
de salud, llevando lo más cerca posible la mucha evidencia o formalización de la
atención de salud al lugar donde residen y referencia a niveles de mayor tecnología,
trabajan las personas,
la educación sobre los principales problemas de Educación para la salud directa y a través de
salud y sobre los métodos de prevención y de los Rijcharis, las escuelas de Rijcharis y “Runa
lucha correspondientes; Soncco”
34
enfermedades infecciosas; la prevención y la viruela.
lucha contra las enfermedades endémicas
locales,
el suministro de medicamentos esenciales, Instalación de una farmacia.
centrada la participación, además del sector Coordinación con los profesores de escuelas
sanitario, de todos los sectores y campos de locales, conformación de escuelas de
actividad conexos del desarrollo nacional y Rijcharismo, no formalización con otros
comunitario, sectores del incipiente Estado,
Médicos, enfermeras, parteras, auxiliares y Acercamiento y alianza estratégica con los
trabajadores de la comunidad, así como de personas agentes tradicionales de salud.
que practican la medicina tradicional, en la medida
que se necesiten, con el adiestramiento debido en lo
social y en lo técnico.
Los principios de la Atención Primaria de Salud (APS) tienen amplitud e integralidad, asocian la salud
a las condiciones de vida de la población como un proceso de desarrollo nacional y por ello, la intervención
deberá ser nacional y desde una reestructuración del sistema de salud. La prevención se plantea en los
diversos niveles de la historia natural de la enfermedad. “La Atención Primaria de Salud… presta los
correspondientes servicios preventivos, curativos, de rehabilitación y de fomento de la salud. Como esos
servicios reflejan las condiciones económicas y los valores sociales del país y de sus comunidades y son una
emanación de esas condiciones y esos valores, variarán lógicamente según los diversos países y comunidades,
pero han de comprender como mínimo: la promoción de una nutrición adecuada y de un abastecimiento
suficiente de agua potable; el saneamiento básico; la salud de la madre y el niño, incluida la planificación de
la familia; la inmunización contra las principales enfermedades infecciosas; la prevención y la lucha contra
las enfermedades endémicas locales; la educación sobre los principales problemas de salud y sobre los
métodos de prevención y lucha correspondientes; y el tratamiento apropiado para las enfermedades y los
traumatismos comunes41.
En cambio, Manuel Núñez Butrón (MNB) tiene como centro obsesivo de su trabajo preventivo a la
higiene y por momentos parece explicar la salud alrededor de ella: “Bañar el cuerpo y quitarse la mugre es
clausurar la farmacia y tener diez años más de vida”, “Se vende una buena cantidad de piojos gordos. A
previo de ocasión, porque el indio altipampino se ha dado cuenta que son la causa de su miseria” (Runa
35
Soncco Nº 10, Juliaca 1948). Como su sentimiento es de apostolado paternalista y personal, su nivel de
acción es el local y comunitario. Su balance de la situación de salud lo induce a priorizar las enfermedades
endémicas de gran frecuencia como la viruela, el tifus exantemático y el alcoholismo. Además de la higiene,
pone gran esfuerzo por la vacunación contra la viruela, venciendo la resistencia de la población. Busca
superar las limitaciones operativas del naciente Ministerio de Salud. “En la década de 1920, la viruela había
declinado en la costa y en las ciudades principales del país, merced a una mayor divulgación de la vacuna…
empero en las poblaciones andinas, especialmente en las sureñas, a causa de los deficientes medios de
transporte entonces existentes y de la carencia de sistemas de refrigeración que permitieran que la vacuna
mantuviera su potencia, y por lo tanto, su eficacia, la enfermedad se mantuvo en forma endémica xliv. Manuel
Núñez Butrón (MNB) exige que la población se vacune, es pragmático en sus metas, pero no denuncia ni
enfrenta de manera contestataria las políticas nacionales.
En los años en que Manuel Núñez Butrón (MNB) desarrolla sus acciones, la población andina estaba
organizada comunitariamente. Se podían reconocer intereses comunes, un sistema de cargos y una cultura
andina que les daba identidad. Manuel Núñez Butrón (MNB) comprende estos procesos sociales y los usa
para la movilización de la población. La Atención Primaria de salud (APS) tiene una definición semejante de
comunidad: “se compone de personas que viven juntas, en una u otra forma de organización y cohesión
sociales. Sus miembros comparten, en distintos grados, características políticas, económicas, sociales y
culturales, así como intereses y aspiraciones, incluida la salud”38.
Manuel Núñez Butrón (MNB) tiene una visión paternalista de su relación con la comunidad, pero la
Atención Primaria de Salud (APS) asume el valor de una participación democrática y concientizada de la
población: “La participación de la comunidad en el establecimiento de normas y en la planificación,
ejecución e inspección de programas de desarrollo es hoy día una práctica muy aceptada… llegan a conocer
mejor su propia situación y a encontrar incentivo para resolver sus problemas comunes. Esto les permite ser
agentes de su propio desarrollo, en vez de beneficiarios pasivos de la ayuda al desarrollo. Para ello, han de
comprender que no tienen por qué aceptar soluciones convencionales inadecuadas, sino que pueden
improvisar e innovar para hallar soluciones convenientes. Han de adquirir la aptitud necesaria para evaluar
una situación, ponderar las diversas posibilidades y calcular cuál puede ser su propia aportación”38.
36
Manuel Núñez Butrón (MNB) fundamenta mucho de su trabajo en su liderazgo y conducción, la
población es impelida a nuevas conductas, inspiradas en el carisma de este médico respetado, pero estas
poblaciones no modifican su cultura ni reflexionan sobre las tensiones con la ciencia moderna. Básicamente:
creen y obedecen a Manuel Núñez Butrón (MNB). Quizás por esta razón, luego de su alejamiento por
problemas en su salud a fines de la década de los años 40, todos los avances y organización que generó con
el Rijcharismo, se debilitan y desaparecen rápidamente. Los Rijcharis se encontraron desorientados y
abandonados de liderazgo, terminaron diluyéndose en el anonimato. La población, como parte de un proceso
nacional experimentó la superación de algunas afecciones endémicas, pero no hizo sincretismo con la ciencia
31,xlv
médica y persistieron sus concepciones tradicionales de salud, como hasta la actualidad .
La Atención Primaria de salud (APS) definía, además, que la participación comunitaria exigía una
coordinación entre el gobierno y la comunidad, así como una acción intersectorial y el aporte de suficientes
recursos humanos, materiales, técnicos y financieros, para el objetivos de salud, todo lo cual era aún
impensable en la época de Manuel Núñez Butrón (MNB).
La Atención Primaria de Salud (APS), además de convocar a los gobiernos hacia nuevas políticas, al
personal de salud para la atención primaria de salud, reconoce que la población es el recurso más importante
y aspira a su movilización. Sostiene que uno de los principales deberes de la población es el mantenimiento
de su salud.
La Declaración de Alma Ata menciona que “es ventajoso que el personal de atención primaria
pertenezca a la propia comunidad en que haya de vivir y sea elegido por ésta, ya que así cuenta con su
apoyo… recibe una formación breve y sencilla para ponerlos en condiciones de realizar los tipos de
actividades que respondan a las necesidades explícitas de la comunidad; esa preparación se puede ampliar
37
después gradualmente para que pueda desempeñar otras tareas. Como las funciones de ese personal son en
gran medida de carácter educativo, es necesario que reciba la formación adecuada en esa esfera”38. Esta
estrategia coincide en parte con lo realizado por Manuel Núñez Butrón (MNB), aunque los Rijcharis eran
una especie de mensajeros viajeros, elegidos por Manuel Núñez Butrón (MNB) pero respetados por la
población. (Anexo 10).
La Atención Primaria de Salud (APS) describe: “lo mejor es recurrir a los métodos modernos de
enseñanza-aprendizaje… la duración de la enseñanza dependerá de los fines que se quieran obtener y de los
resultados de las pruebas preliminares de aptitud a que se sometan los alumnos, ya que la labor docente se ha
de adaptar a su grado de alfabetización”38. Es claramente una visión etnocéntrica de la ciencia moderna muy
consolidada en el currículo de la formación de los profesionales de la salud. Manuel Núñez Butrón (MNB) es
coherente con esta perspectiva y capacita a los Rijcharis y a la población tomando como superior al
conocimiento científico, que en esos tiempos tenía gran éxito luego del triunfo de las explicaciones
contagionistas de Roberto Koch y Louis Pasteur, de lo cual se derivaba la prevención con base a la higiene
y la vacunación. El uso de antibióticos llegaría aún 2 décadas después.
38
Manuel Núñez Butrón (MNB) tiene que enfrentar las distancias de sus concepciones científicas con las
ideas y prácticas tradicionales de salud, donde tenían gran influencia los curanderos y otros agentes
tradicionales de salud. Manuel Núñez Butrón (MNB) no los enfrenta, con mucha perspicacia se acerca a
ellos, incluso los invita a compartir su vivienda y por esta ruta se gana su apoyo para algunas tareas
prioritarias como la vacunación contra la viruela.
La Atención Primaria de Salud (APS) se explica en un contexto mundial de guerra fría y la respuesta
del movimiento de integración de los llamados países no alineados que asumen la posibilidad de un gran
proyecto mundial que los enrumbe al desarrollo y la justicia, que rechazan la guerra como posibilidad. Es por
ello que la Declaración de Alma Ata pretendía, desde la salud, proponer un nuevo orden económico mundial,
de gobierno y de políticas sociales.
La Atención Primaria de Salud (APS), no fue sólo una propuesta para el campo de la salud y menos
aún reducida a la prevención. El Dr. David Tejada de Rivero, sub director de la Organización Mundial de la
Salud (OMS) en ese entonces, rememora: “Finalizado el evento, casi todos los países del mundo se habían
comprometido con una empresa muy seria. La conferencia, la Declaración de Alma-Ata y las
Recomendaciones, los movilizarían para poner en marcha un proceso mundial que llevase al cumplimiento,
progresivo pero firme, de la meta social y política de "Salud para todos"xlvii.
El primer elemento que destacamos es que la Declaración de Alma Ata, asume la salud como un
derecho: “la salud,… es un derecho humano fundamental y que el logro del grado más alto posible de salud
es un objetivo social…30” Este concepto discrepa del creciente modelo liberal y de mercado que se venía
impulsando desde los países capitalistas. En el caso de Manuel Núñez Butrón (MNB) asume la salud como
una reivindicación moral y paternalista, como un apostolado heroico de líderes que llevan el mensaje
sanitario hacia poblaciones profundamente marginadas
Un segundo elemento fue que la Atención Primaria de Salud (APS) se percibe la importancia que le
otorgan al principio de la equidad y desarrollo, a todo nivel: “la grave desigualdad existente en el estado de
salud de la población,… es política, social y económicamente inaceptable… el desarrollo económico y social,
basado en un Nuevo Orden Económico Internacional, es de importancia fundamental para lograr el grado
máximo de salud para todos y para reducir el foso que separa, en el plano de la salud, a los países en
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desarrollo de los países desarrollados…”30. Manuel Núñez Butrón (MNB) pretendía extender su movimiento
a la región sur del país e incluso aspiró a ocupar el cargo de diputado, para poder tener mayor impacto,
pero siempre como un proceso paternalista hacia el indio humillado y explotado.
Un tercer elemento fue la Atención Primaria de Salud (APS) concentraba su acción a los más altos
niveles de decisión política: “Los gobiernos tienen la obligación de cuidar la salud de sus pueblos,
obligación que sólo puede cumplirse mediante la adopción de medidas sanitarias y sociales adecuadas” 30. La
profunda brecha no sólo geográfica, sino de integración económica y social, que existía entre el ámbito
donde trabajo Manuel Núñez Butrón (MNB) y el poder centralizado e incipiente del Estado capitalino, nos
permitiría comprender el nivel de metas y estrategias que desarrolló Manuel Núñez Butrón (MNB).
La Atención Primaria de Salud (APS), se plantea a nivel mundial, explícitamente menciona que
también se dirige para los países del alto desarrollo, así como los de menor desarrollo. En la década de los 70,
el Perú ya tenía estructurado un sistema de salud nacional, con grandes subsectores públicos y semipúblicos
de seguridad social, por ello sostiene que: “la atención primaria forma parte integrante tanto del sistema
nacional de salud, del que constituye la función central y el núcleo principal, como del desarrollo social y
económico global de la comunidad… se basa, tanto en el plano local como en el de referencia y consulta de
casos, en personal de salud, con inclusión… todos los gobiernos deben formular políticas, estrategias y
planes de acción nacionales, con objeto de iniciar y mantener la atención primaria de salud como parte de un
sistema nacional de salud completo y en coordinación con otros sectores” 30.
Obviamente, la época en que Manuel Núñez Butrón (MNB) realiza su trabajo en la provincia de San
Román, el Estado se estaba consolidando lentamente, movilizado por el crecimiento de la economía
capitalista y los movimientos sociales que exigían derechos y especialmente servicios sociales. Recién en
año de 1933 se constituye en Ministerio de Salud y se da inicio a políticas sociales públicas, pero su
influencia y capacidad se concentra en las grandes ciudades. En esos tiempos, la realidad del indio eran
temas con alta carga ideológica, con interpretaciones algunos moralistas, otras de reivindicación paternalista
y también explicaciones más estructurales. Importantes intelectuales como: José Carlos Mariátegui,
Gamaliel Churata, Gustavo Valcárcel, José Antonio Encinas, Antero Peralta, entre otros; exponían el
problema y advertían la necesidad de la atención del Estado.
El reconocimiento de Manuel Núñez Butrón (MNB) como precursor de la Atención Primaria de Salud
(APS), es loable y un gran honor para un peruano. Aunque la Atención Primaria de Salud (APS) es ahora una
estrategia frustrada, que fue muy rápidamente desarmada por las fuerzas internacionales, es valioso
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reconocerla como un hito del movimiento mundial más grande que intentó generar la Organización Mundial
de la Salud (OMS).
Como precursor de la Atención Primaria de Salud (APS), Manuel Núñez Butrón (MNB) sería
reducido a las acciones que desarrollo para la higiene como aspecto preventivo, la participación
comunitaria a través de los Rijcharis y la educación sanitaria directa y a través de la revista Runa Soncco.
Pero, como explicamos arriba, la Atención Primaria de Salud (APS) era un conjunto más complejo, sistémico
y político de estrategias, luego, Manuel Núñez Butrón (MNB), tendría aspectos mínimos asociados a la
Atención Primaria de Salud (APS). Este sería el costo de encasillarlo a la Atención Primaria de Salud (APS).
Sin renunciar a este reconocimiento mundial, Manuel Núñez Butrón (MNB) tendría otras perspectivas
de análisis de alto significado y vigencia para la Salud Pública y para el movimiento social peruano.
Sostenemos que esta definición del significado de Manuel Núñez Butrón (MNB) reducida a la Atención
Primaria de Salud (APS) no explica plenamente los procesos que implicaron su experiencia ni los resultados
que obtuvo. Las escuelas de Rijcharismo, la labor de los Rijcharis, las campañas de higiene y la movilización
social que promovió, entre otras, no se redujeron a la educación sanitaria para incentivar la higiene dirigida a
la prevención de algunas parasitosis de alta prevalencia del momento.
¿Por qué Manuel Núñez Butrón llama a la población indígena a despertar? ¿Estaba dormida, de qué
tenían que despertar los indios? ¿Cuál es la realidad a la cual tenían que despertar los indios?
¡RIJCHARI!
En los inicios de la década del 30, Manuel Núñez Butrón (MNB) regresa a Samán, luego de sus
estudios en España, pocos años después de los sucesos violentos en la zona y que no se había extinguido el
clima de insatisfacción, cuando aún se sospechaba que Rumi Maqui rondaba por los andes llevando
esperanzas y fuerza a los indios oprimidos.
Manuel Núñez Butrón (MNB) tiene la imagen del salvador que llega de algún lejano lugar, para
reencontrase con su gente, trayéndoles una buena noticia de redención. Este es su principal principio y visión.
Su tránsito circular desde las aulas escolares de Saman hasta Barcelona y el regreso, le otorgan el mito de la
misión, del hijo que prometió regresar, fuerte y capaz para grandes tareas. “… de vuelta a su medio, el
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Altipampa… qué miseria y qué suciedad en que se debate su población indígena, siendo diezmada por las
epidemias sin causar mayor extrañeza en los “mistis”. Cualquiera otro se hubiera vuelto a Lima como lo
hacen actualmente la mayoría de nuestros jóvenes médicos, a vivir una vida más muelle y más tranquila”25.
Manuel Núñez Butrón (MNB) no era abogado, pero sí un profesional médico, que en esos tiempos
tenía la imagen de un semiDios que podía devolver la vida y la salud, muy valorado por sus procedimientos
y eficacia creciente por su base científica. A pesar de ser un profesional de otra cultura, se reconoce su
nacimiento y primeros años en esos lares, lo recuerdan por sus familiares y su paso por la escuela, no es un
visitante temporal y obligado en tránsito a una ciudad más cómoda. Manuel Núñez Butrón (MNB)
definidamente reside y tiene una familia en la zona. No se distancia vergonzantemente de sus vecinos y
conocidos, habla su idioma, se expresa como ellos, se pone a su lado para invitarlos, para hablarles de salud
y exigirles que despierten. Era un hombre que no venía a sumarse a sus explotadores, sino para ser parte de
ellos y dirigirlos como un nuevo inca. Un inca como principio organizador del mundo que sabe lo que se
debe hacer. “… Queda una esperanza: que los cercados, los hombres de abajo simbolizados en las piedras
sobre las que se levantan muros españoles, se muevan, marchen hasta el ‘fin del mundo’ y se conviertan en
sitiadores49. (Anexo 11)
Esta imagen de liderazgo y sabiduría de la ciencia, sería otra forma de adquirir el liderazgo que
esperaban estas poblaciones. Según otras versiones recogidas en la actualidad, el inca sería un sabio portador
de la cosmovisión auténtica e integral andina, que sabe guiar a su pueblo y tiene el poder sagrado de la
verdad trasmitida. “Los incas han tenido una visión cósmica completa y eso no es novedad para ningún
quechua hablante monolingüe que vive en los ayllus altoandinos a lo largo de todo el Tawantinsuyo xlviii”.
Manuel Núñez Butrón podría haber sido ese hombre sabio que portaba la historia e identidad de una cultura
ancestral unida a un poder, el poder curar. Manuel Núñez Butrón expresa la posibilidad de un cambio y los
indios le creen y le siguen con fe ancestral en su inca. Este es el mito que expresa Manuel Núñez Butrón
(Anexos 12, 13, 14).
El mito mueve al hombre en la historia. Sin un mito la existencia del hombre no tiene ningún sentido histórico.
La historia la hacen los hombres poseídos e iluminados por una creencia superior, por una esperanza súper
humana; los demás hombres son el coro anónimo del dramaxlix.
En esos tiempos, las respuestas morales frente a la situación del indio eran frustrantes. “La Asociación
Pro Indígena sirvió para aportar una serie de fundamentales testimonios al proceso del gamonalismo,
determinando y precisando sus tremendas e impunes responsabilidades. Sirvió para promover en el Perú
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costeño una corriente proindígena, que preludió la actitud de las generaciones posteriores. Y sirvió, sobre
todo, para encender una esperanza en la tiniebla andina, agitando la adormecida consciencia andina… la
solución del problema del indio tiene que ser una solución social. Sus realizadores deben ser los propio
indios”l.
Las acciones de Manuel Núñez Butrón (MNB) son parte de un largo proceso de reivindicación del
indio durante la primera mitad del siglo XX. Manuel Núñez Butrón (MNB) se instala en el ámbito nuclear
del levantamiento de Rumi Maqui, se presenta como un hombre de nacimiento e identidad cultural andina,
pero con las cualidades mágicas de sanador. La población posiblemente lo reconoce como un sabio, que
convoca a la población a vivir mejor, lo escucha, lo sigue y obedece. La autoridad y capacidad movilizadora
que tuvo podría ser expresión de esta identidad que le reconoció la población sensibilizada por la esperanza.
Por lo tanto, ¡Rijchari!, era un llamado a la dignidad del indio, como hombres, como etnia y como cultura.
Este grito era subversivo. Runa Soncco era el vocero: (Anexo 15)
Esa fogata andina es “Runa Soncco”. Acaso está en ella el rojo crisol de la redención del indio, porque este
vocero es el corazón de humanidad, abierto a todos los horizontes, como una rosa de los vientos. En es el rojo
crisol se han fundido las letras de su lema: lucha contra el alcohol, contra el pleito y contra el piojo (Runa
Soncco Nº 10)
En los inicios del siglo XX, paralelamente al fuerte levantamiento de los sectores obreros, se generaba
un clima subversivo en los andes. Las rebeliones andinas se multiplicaron a partir de 1905 hasta 1920,
provocadas por el crecimiento de las haciendas que expropiaban tierras comunales, la imposición del trabajo
minero como en tiempos de la Colonia, con una sombra de impunidad y ausencia del Estado. Estos
levantamientos locales fueron reprimidos brutalmente con la intervención de la policía y del ejército,
profundizando el sentimiento de impotencia entre los indios li.
Una de las sublevaciones campesinas significativas del siglo XX es la de Samán ocurrida en 1913, su
radio de acción involucró los distritos de Achaya, Arapa, Caminaca y Chupa. La policía y el ejército
sofocaron cruentamente el levantamiento, “alrededor de 2,000 campesinos pretendieron tomar el pequeño
poblado de Samán capital del distrito, para castigar a don Mariano Abarca y todo los acompañantes. La
oportuna formación de la guardia urbana a órdenes del gobernado don Amador Urquizo logró rechazar el
ataque indígena con pérdida de numerosas vidas por parte de los insurgentes” 30.
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Eran años de una República que intentaba consolidarse luego de la catastrófica Guerra del Pacífico,
que miraba con ilusión hacia el extranjero para su industrialización, pero que mantenía una trastienda
vergonzante en el ande. Es cuando ocurre un momento cumbre de estas rebeliones: “… entre agosto y
setiembre de 1915, es una parcialidad de Samán, con la presencia de numerosos dirigentes, el mayor
Teodomiro Gutiérrez Cuevas se proclama restaurador del imperio del Tahuantinsuyo, adoptando el sonoro y
significativo nombre de General Rumi Maqui”lii.
Rumi Maqui ataca una hacienda puneña, “Como inicio de una larga lucha que debería llevar a la
restauración del imperio incaico”liii. Este personaje es apresado el año de 1917 y trasladado a Arequipa, pero
luego huye y desaparece de la vista, “pero su fantasma ronda una y otra vez por los Andes, se lo asocia a
sublevaciones indios en la región superuana, contra los hacendados y ricos, y en 1917, un reportaje
periodístico lo llama “el nuevo inca del Perú”10.
Este movimiento y su líder fueron percibidos por los terratenientes como una insolente amenaza a su
poder y como un levantamiento de castas inferiores. Este personaje encarna el mito andino del cambio social,
de la insurrección que reivindicaría al indio. Los levantamientos subversivos y asaltos a haciendas se
suspendieron, pero la sed de reivindicación no se rindió. Sólo esperaba nuevas condiciones, un liderazgo, una
promesa o un mito para seguirlo con esperanza. Quizás Manuel Núñez Butrón (MNB) ocupó esta función
desde el campo de la salud. No llegó para restituir el Tawantinsuyo, ni para castigar a los gamonales abusivos,
pero sí para devolver la dignidad al indio, dignidad que tenía la forma de estar sano, limpio, dejando el
alcoholismo, sabiendo leer y escribir.
En las primeras décadas del siglo XX, hubo muchos que buscaban interpretar la problemática del indio.
Era dominante la percepción de una población doliente y subordinada, casi al borde del deterioro ético por la
extensión del alcoholismo y la coca. Era percibido el indio como débil moralmente y por ello, necesario de
protección paternalista. José María Arguedas, en 1965 sostiene que esta percepción era falsa e interesada en
justificar el estado de servidumbre del indio: “resulta ya insostenible la afirmación gratuita, sin
fundamentación alguna, de que el indio actual es un sujeto degenerado por el alcohol, la coca y el propio
estado de servidumbre a que fue sometido” liv. Pero describe una moral deprimida socialmente, en su cuento
“Warma Kuyay” (amor de niño”), escrito en 1933, cuando el niño le pide al enamorado de Justina, que mate
al patrón porque éste la había violado, el indio no puede vencer su miedo consolidado en siglos de opresión:
“– ¡Déjate, niño! Yo, pues “soy indio”, no puedo con el patrón. Otra vez, cuando seas “abugau”, vas a fregar
a don Froylán”lv.
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En el cuento de César Vallejo, “Paco Yunque”, escrito en 1931, la impotencia frente al dominio feudal
incluso de la vida, se trasmite a los hijos. El cuento termina: “Paco Yunque no contestaba nada y estaba con
la cabeza agachada- - ¡Anda! – Le volvió a decir Paco Fariña - ¡Contesta! ¿Por qué no contestas?... Pero
paco Yunque seguía llorando agachado” lvi.
El indio no habla con el patrón sin arrodillarse ni besarle la mano. No se diga por ignorancia o falta de cultura los
señores territoriales proceden así. Los hijos de algunos hacendados van niños a Europa, se educan en Francia o
en Inglaterra y vuelven al Perú con todas las apariencias de gente civilizada; más, apenas se confinan en sus
haciendas, pierden el barniz europeo y proceden con más inhumanidad y violencia que sus padrelvii.
El indio es una nacionalidad oprimida. Aunque el muro que lo separa del mestizo y del blanco no es tan sólido
como en el caso de los negros en Estados Unidos, la humillación, el aplastamiento de que es víctima, son
mayores. Su lengua, su música, su indumentaria, sus gustos, sus costumbres, son escarnecidos, aplastados,
denigradoslviii.
Luis Guillermo Lumbreras lix , citado por Carlos Iván Degregori64, narra algunas vivencias de su
infancia en la hacienda de su abuela: “ser indio significaba poder ser pisoteado, estropeado, significaba poder
cualquier cosa, incluso dormir a los pies de las personas, cuidar de ellas, morir de frio; el indio no debía tener
hambre… Además, el indio era sucio, era lo peor…”
La situación del indio adquiere estas características como resultado de la Conquista y la Colonia, los
cuales destruyen la organización económica, política y social del Tawantinsuyo. Con el trabajo gratuito y
obligatorio de los indios se explotó la minería. “Establecieron los españoles, para la explotación de las minas
y los “obrajes”, un sistema abrumador de trabajos forzados y gratuitos, que diezmó la población aborigen.
Esta no quedó así recudida sólo a un estado de servidumbre… sino, en gran parte, a un estado de
esclavitud”lx.
La dominación fue instalada en la consciencia del indio como necesaria para su sobrevivencia. Con el
paso de los siglos los indios resonaba en su memoria la antigua amenaza del encomendero que ahora era de
un criollo terrateniente, como lo relata Guamán Poma de Ayala (1535 - 1615): “Vosotros, curacas, como a
vuestra padre Encomendero debéis oír. Vivamos bien que entre el Padre y el Corregidor, soy mucho mejor.
Sois vosotros del conquistador, mi padre, por esto me debéis dar china criada y muchacho yanacona para
que en las estancias hagáis buenas paredes y hagáis casas y me deis indios ganaderos, pastores. Asimismo me
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daréis indios, indias del tambo para que me ayuden en la hacienda. Si no lo hacéis todo esto, os colgaré y os
enterraré vivos y os echaré del cacicazgo. Así os mando porque sois mis indios” lxi.
Para José Carlos Mariátegui, la Independencia anunciaba la redención del indio, se dieron varias
leyes en favor del indio que incluyeron el reparto de algunas tierras y la abolición del trabajo gratuito; pero
todo quedó en los papeles, el Estado fue débil y no habiendo un proyecto de desarrollo revolucionario,
persistió el modelo económico feudal e intacto el poder sobre los indios. Mariátegui dice: “En una raza de
costumbre y de alma agrarias, como la raza indígena, este despojo ha constituido una causa de disolución
material y moral del indio… puede ser indiferente a todo, menos a la posesión de la tierra que sus manos y su
aliento labran y fecundan religiosamente… la servidumbre del indio, en suma, no ha disminuido bajo la
República. Todas las revueltas, todas las tempestades del indio, han sido ahogadas en sangre. 56.
La situación del indio, fue una realidad de permanente conflicto, con sucesivos momentos de crisis
como fue el levantamiento de Rumi Maqui y otros. Pero al paso de los años, estos problemas adquirieron una
perspectiva más estructurada ideológicamente por el predominio del pensamiento marxista iniciado por José
Carlos Mariátegui, continuada por sindicalistas, intelectuales y militantes de partidos marxistas que incluso
organizan levantamientos para la toma de tierras y en otro momento, acciones armadas. Este pensamiento
supera la visión paternalista y moral frente al indio dominado, el indio se hace clase social y actor social de
su futuro. El campesino, aliado al proletariado urbano, harían la revolución que incluiría la reivindicación
mayor para el indio: la auténtica reforma agraria que devuelva la tierra al campesino:
¿Qué tipo de reforma agraria? Aquella que implique “devolución inmediata de las tierras usurpadas a las
comunidades indígena, que implique la expropiación de los grandes latifundios…” lxii,lxiii.
El levantamiento subversivo liderado por Hugo Blanco en La Convención y Lares en Cusco (1962)
tenía un nuevo grito de guerra netamente campesino: ¡Tierra o Muerte!53, muy diferente a ¡Rijchari! Luego,
en 1965, las guerrillas del MIR y del ELN tienen otros lemas que sonaban ya como una marea: ¡Liquidación
del latifundio y de la servidumbre!, ¡La tierra para quien la trabaja!, ¡Reforma agraria campesina!56
De forma inevitable el creciente proceso social en el Perú, particularmente en la cuestión del indio y
de la tierra, condujo a la instalación de un gobierno nacionalista que pretendía asumir las reivindicaciones
históricas populares. Este gobierno lo hace mediante un golpe militar conducido por el General Juan
Velazco Alvarado y emprenden diversas reformas demandadas por los movimientos populares como la
nacionalización de la explotación minera y petrolera, pero destaca, la oficialización del quechua como
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idioma nacional y la Reforma Agraria de l969 (Decreto Ley N° 17716), esta ley declara entre sus principios:
“… destinada a sustituir los regímenes del latifundio y minifundio por un sistema justo de propiedad,
tenencia y explotación de la tierra, que contribuya al desarrollo social y económico de la Nación” lxiv. El
general Velazco, en el discurso donde promulga dice Ley termina con la frase: ¡Campesino, el patrón ya no
comerá más de tu pobreza!lxv”
Esta reforma significó el cambio de la propiedad de la tierra, las cuales fueron adjudicados a
cooperativas y comunidades campesinas. Estos hechos terminan los rezagos de la etapa feudal en el Perú y
particularmente, se resuelve el anacrónico problema de la tierra y crea condiciones para otro imaginario y
perspectivas.
En la década de los años 30, cualquier acción en el espacio andino y con los indios, tenía un alto
potencial político, era una realidad muy sensible. Manuel Núñez Butrón (MNB) intenta ser un médico pero
no puede evitar que la evolución de sus estrategias se enfrente al poder de los terratenientes y los poderes
fácticos expresados en el Estado. Su acción es percibida el inicio con interés pero luego como una amenaza y
lo castigan. Una prueba de la capacidad movilizadora de Manuel Núñez Butrón, lo encontramos en la
felicitación que le envía en mayor Luis Loaiza (Runa Soncco Nº 4, 1935):
Tengo el agrado de dirigirme a Ud. para manifestarle la satisfacción con que he visto el día de ayer realizada la
“Fiesta del Indio”, de la cual Ud. ha sido el entusiasta organizador y propulsor incansable, la presencia de los
movilizables, uniformados, en correcta formación, la Cruz Roja de movilizables y mujeres con sus respectivos
brazaletes…
Manuel Núñez Butrón (MNB), no era un político, al parecer, sus raíces culturales e ideológicas
andinas, no fueron cambiadas ni hicieron sincretismo con el poderoso movimiento socialista que crecía en
Europa, luego del triunfo de la Revolución socialista en la URSS, el empoderamiento de los sindicatos y
partidos socialista en Europa y la activa prédica revolucionaria entre los intelectuales. Pero, la sola llamada a
despertar a los indios de sus miedos ancestrales, a mejorar su salud con higiene, a alfabetizarse, a desechar el
alcohol, la coca y el pleitismo, sensibilizó el poder de los terratenientes y lo declararon su enemigo.
Si bien Manuel Núñez Butrón (MNB) no se adhirió a un movimiento político o a una ideología, tan
activos en esos tiempos, sí generó un movimiento sanitario que lo condujo a un terreno de tensiones con el
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poder de los terratenientes. Este movimiento fue el Rijcharismo. A continuación reseñaremos algunos
conceptos de René Calsín Anco acerca de este proceso30.
Diversos acontecimientos formaron parte de la antesala del surgimiento del Rijcharismo, que engrosó
y robusteció a la corriente conocida como indigenista que, en la primera mitad de la centuria anterior, logro
hegemonía en algunas facetas.
Si bien es cierto que no existió una experiencia similar al Rijcharismo, se pueden consignar algunos
hechos de otras vertientes del indigenismo, que contribuyeron a la formación, entre los principales
antecedentes tenemos a la Escuela Nueva de José Antonio Encinas y al Grupo Orkopata dirigido por
Gamaliel Churata. Se debe añadir las acciones de los adventistas, asociadas a la salud y la participación
comunitaria. “A pesar de que Núñez Butrón era católico, confió en los adventistas porque encontró en ellos a
voluntarios acostumbrados a sacrificarse por su comunidad, que habían recibido una educación básica y que
tenían capacidad para comunicarse en público”34.
La labor del maestro José Antonio Encinas en Puno, entre 1870 y comienzos de 1911, fue de corte
nacionalista, científico e innovador. Encinas planteaba que la educación era occidentalizada lo cual generaba
inconscientemente la subvaloración de las culturas originarias peruanas. “Toda reforma que se haga no puede
olvidar el elementos aborigen, al indio, cuya incorporación a la vida nacional prima sobre cualquiera otra
exigencia” lxvi. Es muy significativo mencionar que entre José Antonio Encinas y Manuel Núñez Butrón
(MNB) existió una relación de maestro y discípulo, pues, en reconocimiento de las potencialidades del joven
Manuel Núñez Butrón, le permitió que viva en su casa de Puno, en el primer semestre de 1920 mientras
gestionaba e iniciaba sus estudios de medicina 30.
Reuniendo sus experiencias iniciales como médico en diferentes ámbitos de Puno, en 1933, en Juliaca,
se da inició al Rijcharismo. La acción primigenia del movimiento social altiplánico fue relatado por el Dr.
Luis Ángel Ugarte: “Comienza por la parcialidad de Isla, donde el año 1933, en ceremonia pública y en
presencia de todas las autoridades de la provincia y de una multitud de indios, entrega los nombramientos y
coloca los brazaletes con la insignia de la cruz roja a los nuevos sanitarios rurales o Rijcharismo” 30.
Sobre los propósitos del Rijcharismo existen disímiles apreciaciones. Consideramos que ante la
postración del campesino por la condición de país atrasado y dependiente, era necesario impulsar acciones
tendientes a liquidar la servidumbre y el gamonalismo de esos años precisamente, bajo esa orientación
general ha caminado este movimiento. Esta aseveración se ratifica con los juicios del Rijchari León Risco,
48
que aparecen en el N° 10 de la revista Runa Soncco. Esta revista, a pesar de ser presentada como un medio
de educación popular en salud, dado que el analfabetismo era muy extendido y lento su superación, así como
implicaba pagar un costo, aunque mínimo, algo difícil de financiar por el indio común. Pensamos que esta
revista fue un medio para sistematizar sus ideas, trascender el ámbito local y llegar incluso al nivel
internacional que lo llevaría a adquirir un reconocimiento de su presencia, pensamiento y su obra. (Anexo 10)
Algunas de las reflexiones de León Risco, son: “Núñez Butrón ha puesto el bisturí en la llaga del
problema indígena... para extirpar los grandes males físicos y morales que van corroyendo nuestra raza. O se
combate el mal, destruyendo el agente patógeno que lo origina, o este sigue con el mismo ardor con que
defendería su vida misma. Sin temor de equivocarme, puedo asegúrale que la justicia no existe para el indio
en nuestro país, que los poderes del Estado contemplen la situación del indio y dicten leyes en armonía con
su condición económica y su ignorancia para librarlo de la explotación y de la injusticia. La supervivencia
del feudalismo que aún subsiste en pleitomania, como cáncer social, es un deber imperioso” 30.
En la etapa de la consolidación, que comprende desde la irrupción hasta la aparición del primer
número de Runa Soncco, se incrementaron las acciones educativas y artísticas del Rijcharismo. En los meses
finales de 1933, se preparaba la campaña educativa que comenzaron en 1934, con el establecimiento de
escuelas rurales. En el N°10 de Runa Soncco, se consigna: “Desde 1934 solicitábamos un método de
enseñanza para que los casi analfabetos pudieran actual como maestro”.
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Las asambleas dominicales donde Manuel Núñez Butrón (MNB) daba sus charlas, demostraciones y
predicaba sus principios, al inicio en el patio de su casa y luego en la plaza de Juliaca, adquirieron fama y
atraían a cientos de familias1. Los Rijcharis ampliaban el impacto social de este movimiento. Pero un
multitudinario desfile de los Rijcharis por las principales arterias de la ciudad de Juliaca, en fiestas patrias de
1937, se convirtió en la justificación para intentar frenarlo. Enrique Encima relata: “Un día en una de las
vísperas de la fiestas patrias, el Subprefecto de la provincia un tanto en sorna y otra en reto le invitó a que
hiciera desfilar a sus adoctrinados los Rijcharis en uno de los festivales programados, Núñez Butrón
desconfiado se resistió al invite, insistió la autoridad. Acepto el colega, y el día señalado desfilaron ante el
Subprefecto y otras autoridades de la localidad y sus asombrados habitantes unos cuantos miles de miles de
campesinos, limpiamente vestidos, con camisas blancas y ojotas, llevando al hombro fusiles labrados de
maderas rusticas. La gente quedó asombrada del despliegue, comerciantes ganaderos, representantes de las
grandes haciendas, habían temblado otra vez como antes. Es clara amenaza decían. Se repetirían las
sublevaciones que acaudilló el Mayor Gutiérrez Cuevas (Rumi Maqui)”lxvii.
En octubre de 1937, el Rijcharismo inauguró una escuela rural en la parcialidad Isla a pesar del
impedimento del Subprefecto José Belón quien en víspera de la inauguración, por medio del oficio dirigido a
Manuel Núñez Butrón, hacia conocer: “tengo conocimiento que el día de mañana se va a inaugurar en la
parcialidad de Isla una escuela con el título de Rijchari y como esto está completamente prohibido de que
fomenta Ud. Por el prefecto de departamento, Teniente Coronel don Juan Dongo, espero que dicha fiesta no
se lleve a cabo, dando contraorden inmediata, haciendo responsable a Ud. si la inauguración de dicha escuela
se realizara”30.
El trabajo y las críticas de Manuel Núñez Butrón (MNB) empezaron a ser cada vez más incómodos al
status quo, “Este tipo de críticas y el cariz étnico, autónomo y popular, que adquirió la brigada, despertaron
las sospechas de los grupos regionales de poder. La Iglesia recelaba la activa colaboración de los adventistas,
los comerciantes estaban resentidos de las campañas contra el alcohol, los abogados se sentían atacados por
las críticas a la "pleitomanía" y los hacendados sospechaban que la educación del indígena podía hacer a
estos más hábiles para reclamar sus derechos” 34.
El peligro que representaba el Rijcharismo para el gamonalismo, la posición firme del movimiento
liderado por Manuel Núñez Butrón y el desacato a la autoridad, justificaron su destierro a la provincia de
Ucayali (1937) y luego a la Huancavelica (1938). Al respecto Lizandro Luna apuntó “Núñez Butrón en su
campaña social, rompió lanzas contra las arrecifes agresivos del arcaico espíritu colonial contra los arrecifes
50
agresivos del arcaico espíritu colonial contra los intereses del encomendero moderno. Esa campaña le atrajo
el odio, fue acusado y calumniado. Conoció la prisión, el confinamiento y el destierro”. Por su parte,
Enrique Encinas escribía: “Núñez Butrón fue perseguido, injuriado y hasta encarcelado por el sólo delito de
haberse ocupado de esa masa enorme de campesinos”30. Los gamonales, empezaron a acusarlo de
“comunista” y de germen de un nuevo “Rumi Maqui” que estaba alzando a los indios con el pretexto de
prestarles atención médica.
Manuel Núñez Butrón (MNB), luego de experimentar frustraciones y la represión del poder, avanza a
la posibilidad de adquirir un espacio en el poder central. Encuentra que tenía apoyo popular y antecedentes
de acción que eran su carta de juego. En las elecciones de 1945 se presenta como candidato a la diputación
por la provincia de San Román. El ganador ampliamente fue Manuel Núñez Butrón (MNB), pero el jurado
electoral departamental proclamó a Julio Macedo. Después de intensas denuncias y recursos legales se logró
la nulidad de las elecciones, pero las nuevas elecciones tuvieron la misma denuncia de fraudulentas. “En su
campaña, donde el tema sanitario fue central, un volante presentaba como las cualidades del candidato el
haber combatido epidemias, el haber fundado escuelas en varias localidades, la creación del hospital de
Juliaca y la publicación de Runa Soncco, anunció su aspiración de construir un vasto movimiento sanitario
en el sur del Perú basado en el modelo de la brigada Rijchary” 34. Pero Manuel Núñez Butrón (MNB) no era
un político astuto, sino ingenuo, romántico y de principios. No comprendió que se enfrentaba
electoralmente no sólo al poder terrateniente, sino también a organizaciones políticas nacionales, de grandes
intereses y habilidades para estas competencias.
También Manuel Núñez Butrón (MNB) tuvo vinculaciones con el Instituto indigenista interamericano,
al cual envió ejemplares de la revista Runa Soncco y fotografías del Rijcharismo. En 1942 solicita su
incorporación a esa entidad. En el último número de Runa Soncco aparece un saludo a los participantes en el
II Congreso Indigenista.
EPÍLOGO
A Manuel Núñez Butrón (MNB) lo venció la enfermedad y fue una ironía pues le afectaba la altura, el
territorio que tanto amó y donde tanto trabajó. Había logrado regresar de la Europa moderna, de Lima central,
de la Arequipa familiar, de la áspera Huancavelica y creyó que podía volver a regresar y retomar sus
proyectos y sus luchas, pero su Runa Soncco personal no lo permitió.
51
Manuel Núñez Butrón (MNB) fue uno de los incas, en mayor o menor dimensión, que desde tiempos
de la Colonia y luego, durante el primer siglo de la República, pretendieron levantar y liderar al pueblo indio,
expresar sus reivindicaciones y esperanzas, que tenían como mejor perspectiva la restitución del pasado, al
menos sin los desalmados encomenderos y terratenientes que los humillaban casi hasta el genocidio.
Las acciones desde la salud tenían un alto potencial social y mágico. Manuel Núñez Butrón había
desencadenado un proceso, pero su destierro a Huancavelica y luego, temprana desaparición física, truncaron
el proceso. Sus Rijcharis se desorganizaron pues no era suficiente para continuar una doctrina sanitaria, se
requería una ideología política, un proyecto social más profundo, que sí intentaron construir los movimientos
políticos de esos tiempo.
Pero, en la década de los 60, la situación y el pensamiento del indio cambiaron radicalmente con
respecto a su valoración y perspectiva. Algunas reformas políticas como la reforma agraria y el contacto con
la modernidad, principalmente por la vía de la educación, el comercio y la comunicación en general, el indio
no mira al pasado del Tawantinsuyo, sino al mercado como una ruta para su progreso.
Este cambio cultural es profundo, pero no quiere decir que se ha borrado todos los elementos de la
cultura andina, sino, que se ha generado otra forma de ser indio, ya no el humillado que arrastra cadenas,
sino un empresario que funda el centro comercial Gamarra en Lima y que es muy ilustrativo observar la
ciudad de Juliaca actual, donde hace 70 años, Manuel Núñez Butrón (MNB) recorría las comunidades
llevando agua, jabón, peine, cuaderno y un lápiz, llamando a la población a despertar, ahora es el gran centro
comercial del sur-peruano, conducido por empresarios andinos, que de manera pragmática han logrado el
éxito económico, que conocen las reglas modernas del mercado y con los resultados de su trabajo, viven con
bienestar, sin dejar de ser andinoslxviii.
52
Estos cambios profundos, según algunos autores, “…tiene que ver, asimismo, lo que en otro trabajo he
denominado ‘el tránsito del mito de Inkarry al mito del progreso… un porcentaje creciente de las
poblaciones andinas dejó de mirar hacia el pasado, de esperar el regreso del Inca, tal como se lo proponía el
clásico mito de Inkarry”lxix.
La población andina, antes humillada y postergada, migraron a las grandes ciudades en sucesivas
etapas e impulsadas por diferentes crisis. Las migraciones del campo a la ciudad expresan una decisión
crítica de los sectores campesinos andinos: optaron por tener un proyecto más emprendedor, se cansaron de
esperar un salvador o la caridad y albergan la esperanza de su vida puede cambiar en la ciudad.
Esta dinámica procede de la movilización espontánea de los sectores populares, cuestionando la autoridad del Estado y
recurriendo a múltiples estrategias y mecanismos paralelos, están alterando las reglas de juego establecidas y
cambiando el rostro del Perú…. El desborde en marcha altera la sociedad, la cultura y la política del país creando
incesante y sutilmente nuevas pautas de conducta, valores, actitudes, normas, creencias y estilos de vida…. la crisis
actual no es coyuntural sino estructural, Estamos frente a un insólito y espontáneo pronceso de modernizaciónlxx.
En estas condiciones, el Perú del siglo XXI tiene que incluir a las etnias minoritarias como las
Quechuas, Aymaras y Amazónicas, con las raíces de la diversidad cultural como parte de su identidad y
potencial.
53
C. MANUEL NÚÑEZ BUTRÓN (MNB) TUVO UNA RESPUESTA PATERNALISTA A LAS
TENSIONES INTERCULTURALES
¿Cómo logró Manuel Núñez Butrón (MNB) que los indios practiquen la higiene y participen de
acciones que contradecían su base cultural tradicional?
Para comprender las implicancias culturales que tuvieron las estrategias sanitarias de Manuel Núñez
Butrón (MNB) debemos explicar los conceptos de: cultura, identidad cultural, medicina tradicional andina,
relaciones culturales e interculturalidad.
Las sociedades históricamente han creado diversas concepciones, sentimientos y prácticas para
enfrentar sus necesidades y problemas como la salud, a ello se denomina: cultura. La cultura otorga
identidad a las personas, que implica sentirse parte de un grupo, tener orgullo de esa pertinencia y
compromiso con el proyecto del grupo. En el Perú, una expresión cultural es la medicina tradicional
andina, la cual se constituyó histórica y socialmente en las diferentes sociedades antiguas. Algunas
características de la cosmovisión andina son:
- El nivel comunal tiene autoridad en la vida social y personal, es fuente de seguridad, de or-
den y justicia.
- Los bienes son limitados. Se acumula para compartir y no para competir o diferenciarse.
- Se tributa en trabajo y/o en especies para fines previsionales comunales, a veces mediante
formas colectivas de trabajo.
54
- El tiempo es cíclico y se expresa en todos los procesos sociales y naturales.
- Los principios morales de existencia son Ama Kella (sé laborioso), Ama Sua (sé honesto),
Ama Llulla (sé veraz) y Ama Hap’a (sé fiel y leal).
- El idioma funciona como aglutinante y signo de identidad que expresa un pensamiento so-
cial propio
El Sistema de salud tradicional andino puede ser descrito con los siguientes componentes: 41
4. Tecnología de curación: los criterios de curación son coherentes con las explicaciones que dan a
las enfermedades. El uso de plantas medicinales, suele tener alguna eficacia verificable desde el punto de
vista científico, pero el criterio de uso tradicional es su calidad de fresca, templada o cálida, hembra o macho
55
o por el lugar de recolección de las plantas. En otros casos se indican rituales que suelen comprometer a la
familia como el “pago a la tierra”.
Manuel Núñez Butrón (MNB) estaba formado en un sistema cultural diferente, el científico
moderno. El sistema médico moderno considera que la vida y la salud son procesos biológicos
fundamentalmente, las enfermedades se explican por mecanismos: infeccioso, degenerativo, metabólico,
inmunológico o genético. Sus conocimientos son racionales, objetivos y verificables empíricamente, implica
la identificación de la etiología (relación causa-efecto). Los agentes sanadores se forman académicamente y
de forma especializada, ofrecen sus servicios en un mercado o en instituciones públicas, sus recursos
terapéuticos básicos son los fármacos y la cirugía41.
En la década de los años 30, la ciencia médica mundial había avanzado gigantescamente con la teoría
infecciosa y la fabricación de vacunas de creciente eficacia. El uso de los antibióticos era aún incipiente e
inaccesible para las poblaciones pobres como las andinas. Luego, era más práctico asumir la prevención
como principal estrategia de salud, pero, la higiene, el baño del cuerpo y el corte de los cabellos, que
promovía Manuel Núñez Butrón, entraban en conflicto con las concepciones tradicionales de los indios. Pero
Manuel Núñez Butrón logra que masivamente los comuneros, hombres y mujeres, se bañen, usen el jabón y
el peine. Logró un encuentro entre ambos sistemas de salud, en momentos de escaso sincretismo entre lo
moderno y lo tradicional. Nuestra sugerencia es que Manuel Núñez Butrón logró un sincretismo cultural
pragmático superficial, por la ruta de la autoridad o liderazgo, derivada de su identificación como un sabio
inca. (Anexos 12, 14, 16)
56
Cuando se ha intentado intervenir sobre un grupo humano para modificar su cultura, sus valores, sus
prácticas sociales, incluso con “buenas intenciones”; la experiencia mundial nos documenta que han
fracasado o traído destrucción de estos grupos, generalmente minoritarios (etnocidio).
Reconocemos que no existe una cultura universal como tal, pero sí existirían progresivamente algunas
adquisiciones universales o aproximaciones a ellas, que pueden sostenerse como necesarias, pues existen
diferentes niveles de contacto entre los grupos humanos que permiten reconocer los aspectos comunes o
beneficiosos. Luego, es posible plantear el libre encuentro intercultural, que no afecte la dignidad e identidad
cultural.
Cada sistema de salud pretende ser norma para los otros, porque se asume universalmente correcto y
superior. Para la medicina científica sólo es válido aquello que pasa a través del tamiz racional de la ciencia
moderna. Esta racionalidad define qué es salud y enfermedad, produce una explicación y tecnologías de
intervención coherentes.
La autonomía cultural reconocería en los grupos étnicos o sociedades, la legitimidad de sus propios
conceptos sobre salud y enfermedad, sobre qué es adecuado como procedimientos frente a alteraciones de la
salud. La autonomía cultural llevaría a respetar las identidades y los proyectos sociales propios, pero tendría
el riesgo de exclusión de los servicios a las minorías.
Manuel Núñez Butrón se autodefinía como indio, que había alcanzado y asumido una alta formación
en la ciencia médica para el servicio de su gente. Esta identificación implicaba un compromiso con la
situación social, moral y de salud del indio. Para ello, se instala en el mismo ámbito y desarrolla estrategias
para mejorar la salud de su población. Además, podemos añadir que Manuel Núñez Butrón, a pesar de la
profunda exclusión del ámbito andino y del indio en esos tiempos, se sintió peruano, dispuesto a llamar la
atención hacia el indio, como un peruano más.
57
La revista Runa Soncco, más que un boletín sanitario, es la voz del indio a través de Manuel Núñez
Butrón: “Es el periódico de los indios y para los indios,… en la mayor parte de Runa Sonco nosotros éramos
simples traductores” (Runa Soncco Nº 10), quien asume esta voz desde la perspectiva de la salud y desde la
altipampa. La revista está dirigida sobre todo al resto de la sociedad, a las clases intelectuales y políticas.
Muestra diversas facetas de la vida y del pensamiento del indio para que ocupen un lugar en la consciencia
del país centralista. Un signo de esto lo podemos observar también en sus esfuerzos por destacar los
símbolos patrios, para que se conozca el Himno Nacional, incluso de su traducción al Quechua y Aymara que
promueve. (Anexo 15)
Bajo el título “Impresiones de un indio” lxxii (Anexo 11), Manuel Núñez Butrón narra de manera irónica
el vicio generalizado del racismo de muchos peruanos, que experimentó en carne propia, cuando lo
despreciaban por su origen o procedencia: “Me llamaban misti, luego era indio”, de acuerdo al espacio donde
emigraba. Pero, luego de sus vivencias en Barcelona, consolida su plena identidad con la cultura del indio
peruano.
Sus vivencias en Saman y luego en Puno, donde pasó la infancia y adolescencia, le dieron su herencia
social y formó su cultura, la cual nunca desconoció. Su viaje a España, para proseguir sus estudios de
Medicina en Barcelona, posiblemente financiado por su padrelxxiii, le ampliaron la perspectiva pues observó
con la distancia, lo común que tiene los peruanos, además, en España sintió el respeto y tolerancia a su
procedencia.
Manuel Núñez Butrón (MNB) asume que la nación peruana es india “Los que no saben que lo son,
dignos de lástima, Esos son los indios que muchas veces creen insultar con el calificativo de indio, sin saber
que el calificativo es para ello también” y termina: “No hay duda que es un gran secreto el conocerse a si
mismo”68, como él lo hace al identificarse. Esta es una de las razones por que es uno de los animadores de la
celebración del Día del indio, el 24 de junio, donde moviliza a la población e incentiva los valores culturales
originarios.(Anexo14)
Manuel Núñez Butrón (MNB) asumió los valores andinos de reciprocidad para organizar y extender
las acciones educativas. Su auténtica identificación con los valores culturales y la situación social de la
población fue el pilar para desarrollar estrategias nuevas sanitarias. “Yo soy un indio como tú, sólo que uso
saco y corbata”, era una de sus expresiones69. Este concepto sólo lo pueden tener quienes poseen
profundamente una formación cultural, quienes, a pesar de tener experiencias en culturas diferentes y
58
dominantes, donde se sienten extraños, hacen resistencia cultural y un sincretismo limitado. Ellos son los que
finalmente regresan a sus terruños, donde se sienten seguros y felices. Esta fue la experiencia de Arguedas:
“A mí me echaron por encima de ese muro, un tiempo, cuando era niño; me lanzaron en esa morada donde la
ternura es más intensa que el odio y donde, por eso mismo, el odio no es perturbador sino fuego que
impulsa.52”
Desde su regreso de Barcelona a Puno (1925), Manuel Núñez Butrón transita por varias ciudades y
establecimientos de salud (Azángaro, Huancané, Chucuito, Lampa) hasta que se establece en la provincia de
San Román (1933 – 1937, 1943 - 1949), que siempre fue su aspiración. Es aquí donde despliega sus ideas y
se constituye lo que se conoce como la doctrina del Rijcharismo, su obra central.
Entre 1925 y 1933, las actividades que realizó lo conectaron directamente con pensadores como
Gamaliel Churata y José Antonio Encinas, entre otros, que constituían el movimiento cultural llamado
“indigenismo”. También tuvo contacto con los escritos de José Carlos Mariátegui y la nueva literatura
peruana como la de César Vallejo y José María Arguedas. Posiblemente estos contactos le ayudaron a perfilar
los fines que tenía que darle a su trabajo como médico.
Manuel Núñez Butrón (MNB) reconoce la resistencia del pensamiento tradicional a la medicina
moderna y pretende acercar ambas culturas. Durante los siglos de la colonia fueron las prácticas y agentes
tradicionales de salud quienes atendieron a la población indígena, con obvias limitaciones frente a las
infecciones, las parasitosis y otras enfermedades endémicas y graves entre la población. Manuel Núñez
Butrón conoce la eficacia de la medicina occidental en que se ha formado en Lima y en Barcelona. Es crítico
de algunas creencias tradicionales sobre la enfermedad por su ineficacia y afirma la ciencia como se lee en
una carátula de Runa Soncco: “Richarysunna aprendiendo a leer y escribir porque la Ciencia nos espera para
que seamos grandes” (Runa Soncco Nº 4).
Las principales estrategias de Manuel Núñez Butrón (MNB) fue la educación y la participación
comunitaria, pero evidentemente la educación no puede cambiar inmediatamente aquello que tiene una base
en la identidad cultural. Las personas portan en su consciencia diversas concepciones de cada enfermedad, de
las vacunas, de la gestación, de los tratamientos, entre otros. Es un error pretender que la educación sanitaria
resuelva un complejo de problemas, cuyos mecanismos de determinación se encuentran en otros niveles
como: las condiciones de vida, la cultura tradicional y los intereses vitales. (Anexo13)
59
Manuel Núñez Butrón (MNB) pone grandes esfuerzos en la educación de promotores de salud y
directamente de la población mediante las asambleas. Su verbo era afectuoso, insistente en comparar los
beneficios de nuevas prácticas de vida y de salud. No eran exposiciones académicas o técnicas, sino eran
llamados a la conciencia para el cambio. Llama a la población para que ellos mismos asuman la
responsabilidad de cuidar su salud. Intenta diversas estrategias educativas como las demostraciones, el teatro,
la música y la poesía. Se comunica en Quechua, Aymara y Castellano. Describe el mecanismo de infección y
la etiología infecciosa de las enfermedades. (Anexo12)
Manuel Núñez Butrón (MNB) hace grandes esfuerzos por la educación racional y afectiva, directa por
él mismo y a través de sus Rijcharis, incluso, la revista Runa Soncco es insistente en explicar los beneficios
de la ciencia médica. (Anexo10)
Ante la resistencia de los indios para recibir las vacunas a pesar de sus explicaciones, priorizó el
objetivo pragmático y logró que se vacunaran, afirmando que las vacunas curaban todas las enfermedades.
Igualmente, para que la población indígena se bañe, use el jabón, se corte de cabello, lave periódicamente
las ropas de sanos y de enfermos, no lo logró por simple explicación o invitación, Manuel Núñez Butrón
recurrió a su autoridad carismática, incluso con al apoyo de las fuerzas policiales que ayudaban en el orden.
(Anexo 14).
En 1896 se promulgó la Ley de vacunación obligatoria en toda la república, igualmente hubo acciones
para el control de la peste bubónica a nivel nacional en las primeras décadas del siglo XX. Pero se
presentaron grandes dificultades logísticas para hacerlas efectivas en zonas rurales 48. A lo anterior se sumó la
resistencia de la población a las intervenciones sanitarias, ya sea porque afectaba algunos intereses
económicos debido a los controles sanitarios de puertos, molinos, almacenes y otros, por las dudas sobre la
eficacia de la ciencia debido a veces a los efectos secundarios o no deseados, a la aún incipiente autoridad
del médico frente al prestigio de los curanderos, o por contradicciones con sus costumbres relacionadas al
cuidado de los enfermos y el entierro de sus muertos35.
Las “Brigadas Rurales Sanitarias Rijcharis” se reunían con el pueblo en asambleas dominicales, donde
se explicaba por diversos medios las causas y los riesgos de las enfermedades, se daban las indicaciones y
planificaban las campañas. Las largas colas que se ven en algunas fotografías demostrarían el efecto de sus
estrategias. (Anexos 10 12,13,14).
60
Algunos autores han sostenido que en los primeros años del siglo XX, la introducción de algunos
procedimientos científicos como las vacunas, fue de manera autoritaria de parte del Estado, y dentro de esta
característica incluyen a Manuel Núñez Butrón. Consideramos que las acciones de higiene, las vacunaciones
y las campañas que realizó Manuel Núñez Butrón fueron paternalistas hacia la población, pero, a diferencia
del autoritarismo del Estado y de la ciencia que asume sus normas como obligatorias y superiores 36, Manuel
Núñez Butrón estaba motivado por su identidad y afecto hacia estas poblaciones, buscaba explicar y
convencer, así como organizar la participación comunitaria. Manuel Núñez Butrón no tenía los medios
formales para imponer las vacunas o la higiene y de haberlo hecho, fácilmente hubiera recibido el rechazo de
la población.
La definición de paternalismo que estamos usando proviene del campo de la política: “Es el manejo
de un país como lo haría un padre de familia, esto es, de manera generosa, pragmática y elemental.
Constituye un rezago del pasado monárquico en que algunos reyes bondadosos trataban como a hijos
menores de edad a sus súbditos, velaban por su seguridad e impartían justicia… la benevolencia suplanta al
derecho”lxxiv.
Manuel Núñez Butrón reconoce la fragilidad de estas prácticas obtenidas de esta forma. Ello lo
verifica cuando regresa luego de su destierro en Huancavelica y Ayacucho por casi 2 años, Manuel Núñez
Butrón escribe: “A nuestra vuelta nos convencimos que un cincuenta por ciento no había olvidado lo que se
le enseño. El otro cincuenta por ciento, se dejó dominar por los amigos del alcohol, del piojo y del pleito”
Pero Manuel Núñez Butrón desarrolla paralelamente otras estrategias de mayor consistencia y
sostenibles: funda las “Escuelas Sanitarias”, en donde se enseñaba a leer, escribir y el idioma español,
Quechua y Aymara. (Anexo 13)
61
Se acercó a los curanderos y reconociendo su alta confianza en la población los trata de captar para
realizar algunas tareas como la vacunación contra la letal viruela. David Frisancho apunta con entusiasmo
que: “Núñez Butrón con mucha perspicacia comenzó a trabajar con los curanderos indios, daba aprobación a
sus prácticas, en esa forma ganaba su confianza, para posteriormente aprovechar el poder subjetivo y la
influencia desatada contra la medicina científica. Para conquistarlos los llevaba a su casa, les daba de comer
y les regalaba ropa limpia. Al poco tiempo estos curanderos estaban transformados y convertidos en
apóstoles de la medicina. Ellos eran los mejores portavoces del evangelio sanitario, porque a ellos si podían
creerles a los otros indios, estos curanderos fueron los primeros Rijcharis” lxxv. (Anexo 10)
La captación como Rijcharis de maestros, de líderes religiosos adventistas y de licenciados del ejército,
se debió a que éstos tenían mayor acercamiento a la cultura moderna, sus motivaciones morales y liderazgo
social. Después de su capacitación cada Rijchari recibía un brazalete de la Cruz Roja un documento que le
acreditaba su nombramiento. Manuel Núñez Butrón tenía una valoración idealizada y romántica de los
Rijcharis, que expresaría los ideales de su doctrina: “Se paraban sobre un muro y allí como locos llamaban la
atención a quienes vivían ahí. Al principio sólo acudían los perros, después los niños y por último los adultos.
El sanitario los hacía lavar, los vacunaba y les rasuraba el cabello. En esa forma aumentaba las filas del
Rijcharismo” (Runa Soncco Nº 10).(Anexo 17)
La evidencia de los textos, de los biógrafos y fotografías nos muestra que los Rijcharis eran varones
porque la sociedad andina era patriarcal y las mujeres parecían rezagadas en su formación en la escuela y
limitada a las labores domésticas y familiares, pero a pesar de eso se ve en las fotos la participación activa de
la mujer. (Anexo 18)
En Runa Soncco Nº 10, publicado en 1948, hace referencia que la directiva de los Rijcharis de 1937
incluía como vice presidenta a Josefa Aquino, así como en alguna fotografía donde se observa a una mujer,
se subtitula como “Mujer Rijchari”; pero también menciona como “Niños Rijcharis” en una narración donde
los niños cuentan cómo cazan aves (Runa Soncco Nº 4, 1935). Lo anterior nos puede sugerir que Manuel
Núñez Butrón denominaba también Rijcharis a quienes habían “despertado” y mostraban una nueva actitud
positiva hacia su vida y su salud.
Manuel Núñez Butrón levanta una identidad cultural andina tradicional, pero sin negar la pertenencia
al país y un Estado, por ello incluye y alienta el reconocimiento de la bandera e himnos nacionales, hace
traducir al Quechua y al Aymara el Himno Nacional. En la revista “Runa Soncco” como en los eventos que
organizaba, insistía en ser parte del país, aunque éste les era distante y ajeno. (Anexo 15)
62
En su doctrina el Rijcharismo se incluían valores sociales que enfrentaban algunos vicios que para
Manuel Núñez Butrón eran signos de deterioro social y moral del indio, como ocurrió en otras naciones
dominadas por los colonialistas. Manuel Núñez Butrón retoma los principios del Tawantinsuyo de: Ama
Kella, Ama Llulla y Ama Sua. Cuestiona con dureza el vicio del alcohol y del chacchado de coca, incluso
denuncia lo dañino de las ciudades donde las tiendas venden alcohol67. Estos fines coincidieron con los valores
que promovían los grupos religiosos adventistas que estaban asentados en la zona, quienes a través de sus pastores
visitaban a las familias, antes de la llegada de Manuel Núñez Butrón. Los adventistas también se interesaron en la
fundación de escuelas primarias para los indios 36.
LA INTERCULTURALIDAD EN SALUD
El proceso de comprensión y definición de las relaciones entre culturas diferentes han sido difícil y
aún no ha llegado a un punto de estabilidad. Hasta hace algunas décadas se diferenciaban los grupos
humanos por el concepto de raza, que terminó siendo reducido a un asunto de color de piel y algunos rasgos
físicos. La identificación de las diferencias culturales tuvo el sesgo del etnocentrismo o de la jerarquización
de las mismas. El Perú tiene la tara un racismo que excluye especialmente al indígena, al andino, al
campesino o al quechua.
Cabe resaltar que este tipo de relaciones interculturales supone el respeto hacia la diversidad; aunque
es inevitable el desarrollo de conflictos, éstos se resuelven a través del respeto, el diálogo y la concertación.
En salud, se asume que la ciencia moderna es superior a los saberes tradicionales. Confunden el
sistema tradicional andino de salud con las prácticas de charlatanes, estafadores o simples comerciantes de
productos naturales o naturistas.
63
Actualmente La confrontación entre estos los sistemas de salud tradicional y moderno, se ha hecho
visible y su tratamiento se da en el marco de la estrategia de interculturalidad en salud, que tiene carácter
oficial. Todo ello tiene un desarrollo aún incipiente y, según nuestra opinión, con algunas limitaciones
conceptuales.
Las personas actúan más movidas por sus creencias y concepciones culturales, antes que por sus
conocimientos racionales o científicos. La cultura es una herencia social y espiritual que está profundamente
grabada en la consciencia de las personas, le otorga identidad a los grupos sociales y su modificación se da
por largos y complejos procesos colectivos. La Medicina es una forma de la cultura y por ello responde a su
origen social.
Esta cultura puede ser modificada no necesariamente por la acción de la tecnología educativa.
Responde principalmente a la historia social, la relación con la naturaleza y la relación con otros grupos
sociales. Aunque predomina la resistencia cultural, algunos procesos de cambios, como el sincretismo y hasta
la transculturación, pueden darse en el contacto con otras culturas. La educación formal, los medios de
comunicación masiva y otras, son formas de contacto con otras culturas. La cuestión central se ubica en la
libertad y respeto de este encuentro cultural.
En el Perú, desde el año 2005 funciona el Centro Nacional de Salud Intercultural (CENSI), órgano
técnico normativo del Instituto Nacional de Salud (INS), dependencia del Ministerio de Salud (MINSA).
64
Tiene como objetivo proponer políticas y normas en salud intercultural, así como promover el desarrollo de
la investigación, docencia, programas y servicios, transferencia tecnológica y la integración de la medicina
tradicional, medicina alternativa y medicina complementaria con la medicina académica, para contribuir a
mejorar el nivel de salud de la población. Sus objetivos son: desarrollar en el ámbito nacional las actividades
de investigación, transferencia tecnológica, docencia, capacitación, proyectos, programas y servicios de la
medicina tradicional en todos los niveles educativos y de educación médica continua y, promover la
revaloración de la medicina tradicional, orientándola hacia la población, respetando sus prácticas
tradicionaleslxxvii.
- Promoción del derecho a la salud, la inclusión social y la equidad en los servicios de salud
para los pueblos indígenas, andinos, amazónicos, afroperuanos y asiático peruanos en la
prestación de servicios de salud.
¿Manuel Núñez Butrón (MNB) fue original en su doctrina y estrategias, fue parte del movimiento de
Medicina Social?
La identificación sanitaria de Manuel Núñez Butrón ha sido, general y oficialmente, como practicante
del movimiento de Medicina Social. Los argumentos se basan en el trabajo directo con la población y por su
consideración de los aspectos sociales de la salud como son las costumbres comunitarias, las relaciones
sociales y éticas. Pero la Medicina Social es un paradigma diferente a la obra de Manuel Núñez Butrón.
LA MEDICINA SOCIAL
En el siglo XIX la economía capitalista revoluciona con la aparición de la máquina haciéndose más
productiva e industrial. Se extiende por Europa con sobreexplotación de los trabajadores, las mujeres y los
65
niños, con jornadas de trabajo de 16 horas y sin respeto a la dignidad humana y la seguridad laboral. Las
nuevas industrias atraen a la población rural y ésta se concentra en las cercanías de las fábricas en
improvisadas ciudades, las cuales crecían de manera desordenada, con hacinamiento y sin servicios de
saneamiento básico. Los desechos domésticos y humanos se arrojan a la vía pública o a los ríos cercanos5.
La vida social y política era clasista, donde los propietarios de las crecientes industrias imponían las
condiciones laborales, guiadas por el pensamiento liberal de Adam Smith (1723 – 1790): la libertad como el
principal valor y el lucro como la mayor motivación de la conducta humana y ordenador social. La iglesia
cristiana católica, muy poderosa cultural, política y económicamente, persistía en sus concepciones antiguas
sobre el origen divino del mundo, de la vida y del hombre. Instituyen el Oficio de la Inquisición para acosar,
entre otros, a los revolucionarios científicos de pensamiento moderno como Galileo Galilei. La iglesia
reclama templanza y paciencia al pueblo, desarrolla mayor control de la educación evangelizadora de la
infancia y de nivel superior, con un enfoque escolástico.
El paradigma de Medicina Social surge en la segunda mitad del siglo XIX en Europa, en sectores
intelectuales de crítica al sistema económico y social, que se indignan por la abusiva explotación del obrero
en las fábricas y por la indolencia del Estado ante la insalubridad de las ciudades.
Destaca la participación y aportes de los alemanes Salomón Neumann (1819 – 1908) y Rudolf
Virchow (1821-1902). Sostenían que las condiciones de vida, de trabajo, la pobreza, el hambre y la miseria,
actuaban sobre las condiciones biológicas y físicas, y se expresaban en la salud o la enfermedad. Afirmaban
que las condiciones atmosféricas y cósmicas no causaban epidemias por sí mismas, sino que eran debidas a
la situación social en que la gente vivía5. Estas posiciones cuestionaban las tendencias a explicar a las
enfermedades principalmente por la acción de los gérmenes. Sustentaron sus ideas con estadística donde se
mostraban diferentes perfiles de salud – enfermedad en diferentes estratos económicos y sociales de la
población. En general el ámbito donde estudia e interviene este movimiento es el urbano, no hemos
encontrado referencias directas a la situación de los campesinos, que aún eran la mayoría de la población,
derivados del modelo económico feudal.
66
En consecuencia, las estrategias de la Medicina Social se dirigían al nivel político y al Estado,
exigiendo reformas laborales y en las condiciones materiales de vida de la población; incluían también: la
atención médica para el indigente, el derecho al trabajo, la higiene y la seguridad laboral. Pero otros
pensadores ponían más énfasis en el cambio de la conducta de las personas a través de la educación sanitaria.
Virchow sintetiza las relaciones de la medicina con los problemas sociales en la frase: “La medicina
es una ciencia social, y la política no es más que medicina en gran escala”. Atribuía la epidemia de fiebre
tifoidea de 1987 a un conjunto de factores sociales y económicos y en consecuencia esperaba poco de
cualquier tratamiento exclusivamente médico, como sostenían los bacteriólogos. Proponía, en cambio,
reformas sociales radicales, que en general comprendían: “democracia completa y sin restricciones”,
educación, libertad y prosperidadlxxviii.
Su movimiento se extendió por toda Europa y se expresó no sólo en manifiestos, sino también en
investigaciones, en luchas reivindicativas y políticas del proletariado que lograron reducir la jornada de
trabajo, mejorar las condiciones laborales para las gestantes, la prohibición del trabajo infantil y la inversión
estatal en saneamiento básico. Otro impacto fue la creación de la Seguridad Social en Alemania, en la época
del Canciller Otto von Bismarck, con la Ley del Seguro de Enfermedad, en 1883, el primero en la historia
mundial.
Quizá también este fue el origen más definido de la Salud Pública como ciencia que enfrenta la salud
como un asunto de colectividades y que requiere una intervención de políticas de Estado. De este paradigma
se desprendía la necesidad de investigar la distribución de las enfermedades y la mortalidad por estrato social,
donde se observaba la estratificación del perfil epidemiológico según las clases sociales. A esto
contribuyeron los estudios de John Snow (Inglaterra 1813 – 1858), padre de la epidemiología moderna, al
demostrar en 1854 que el cólera era causado por el consumo de aguas contaminadas con materias fecales, la
clausura de esta fuente de agua disminuyó los casos de la enfermedad.
En el momento de mayor auge del triunfo de la bacteriología, el interés por la importancia de las
condiciones sociales en las causas de las enfermedades hizo reaccionar a varios médicos en contra del
enfoque bacteriológico exagerado. Mientras los fundadores de la Medicina Social ponían el énfasis en las
reformas políticas a gran escala, surgieron otros que se concentraron en las conductas de las personas como
las responsables de la mayoría de problemas de salud. Este enfoque se organizó en el concepto de “higiene”,
que ahora sería equivalente a la prevención y su nivel era el personal, que ahora sería el equivalente a “los
estilos de vida”.
67
El movimiento higienista español participó desde sus inicios de los avances en materia de higiene
científica que se produjeron en Europa, a partir del triunfo de los bacteriólogos sobre los miasmáticos. Gran
parte de las actividades humanas cotidianas fueron dotadas de un cuerpo legislativo basado en la higiene lxxix.
La estrategia fue conectar la higiene con la educación, así como con criterios de conducta moral. Se pensaba
que la mejora de las condiciones de vida, higiénicas y escolares, en especial de la clase trabajadora, tendría
gran impacto social y económico. La confluencia entre medicina, higiene y escuela se hizo necesaria y por
este medio llegar a las familias y a los padres. En 1922 se celebra el I Congreso Nacional de Higiene y
Saneamiento de la Población en España y en 1923 se aprueban nuevos reglamentos técnico-higiénicas para la
construcción de escuelaslxxx,lxxxi.
Eduard Reich (1836 – 1919) escribió “System der Higiene”, que apareció en dos volúmenes en 1870-
1871. Ofrece una presentación bien estructurada del campo de la higiene, como los principios cuya
aplicación se propone mantener tanto la salud como la moral social, eliminar las causas de la enfermedad, y
ennoblecer al hombre tanto física como moralmente. Estableció cuatro ramas: la higiene moral, la higiene
social, la higiene dietética y la policía sanitaria. Dentro de estas categorías, inició la exploración de la
experiencia humana, tanto la personal como la social, en la medida en que se relacionan con la salud lxxxii:
La higiene tiene que ver con el hombre como un todo, ya sea como individuo, ya sea como se manifiesta en la
familia y en la sociedad; tiene que ver con el hombre en todas sus condiciones y relaciones. En consecuencia, la
higiene comprende el mundo moral y el físico y colabora con todas las ciencias cuyo objeto es el estudio del
hombre y de su medio.
La higiene o la teoría de la salud y del bienestar, es la filosofía, la ciencia y el aire de la vida saludable para el
individuo, la sociedad y el Estado.
Por medio de las estadísticas hace un seguimiento de los fenómenos de la vida social, estudia la población en sus
diversos estados, observa el matrimonio, estudia el trabajo, y desciende hasta ese cenagal de abatimiento que es
la pobreza, pero no para llevar un consuelo vacío, sino más bien para ayudar y para salvar, para fortalecer al
cansado y despertarlo a una nueva vida, y para apoyar por medio de la caridad a los que no puedan valerse por
sí mismos.
Para llegar a su meta, Reich abogaba por la autogestión y la acción cooperativa, de amplia
aceptación en su época y era un ardiente partidario de la educación sanitaria para todas las edades y clases
sociales.
68
Por otro lado, Max von Pettenkofer, en 1879 inauguró el “Instituto para la Higiene de Múnich”. En
1892 sostuvo que no sólo los bacilos eran los causantes de la epidemia de cólera sino que eran muy
importantes las condiciones higiénicas; que el contagio necesita de: un germen específico, un suelo
descompuesto y una sustancia tóxica, y que un factor primordial para prevenir la enfermedad era beber agua
limpialxxxiii.
Otros afirmaban que los funcionarios de salud debían preocuparse por la prevención. Rumsey insistía
en que el funcionario de salud debería ser el consejero sanitario de los pobres mediante visitas en sus hogares.
Confiaban en que la educación podía grabar en las mentes de las personas los riesgos del alcohol por ejemplo
actuar como un misionero de la salud, en las parroquias y dirigirse a las clases trabajadoras75.
Manuel Núñez Butrón entre 1920 – 1924 estudió la asignatura de Higiene en Barcelona, como parte de
su formación médica. También observamos que las demás asignaturas son de ciencias básicas y formación
clínica, pero no incluyen a la microbiología o bacteriología. A pesar de ello, podemos pensar que recibió las
influencias de los pensadores de la Medicina Social en Europa y España, específicamente en su versión
higienista, de la corriente que ponía énfasis en las conductas y la moral de las personas, que incentivaba la
intervención mediante la educación y la participación social o comunitaria, que definía al médico como
un apóstol de la higiene o prevención. Las anteriores ideas, ubicaban la atención en el nivel personal y no al
macro político, de las grandes reformas sociales desde el Estado. Un signo de esta identificación la podemos
encontrar en que Manuel Núñez Butrón fue reconocido por la revista Medicina Social, editada en Lima, “que
consideraba a la medicina social como un apostolado que cubriría las carencias de la sanidad oficial”, que
llegó a ser miembro de la Sociedad de Higiene y Medicina Social de la Argentina36. (Anexo 3)
Al parecer de Manuel Núñez Butrón no asumió el poderoso movimiento político que recorría Europa
luego del triunfo de la Revolución Rusa en 1917, el cual podía fácilmente encontrar coincidencias con el
pensamiento de Medicina Social, que sí lo hizo en América Latina.
Las infecciones y epidemias se atribuyen a factores Las infecciones tienen una etiología microbiológica
sociales, económicos y políticos, así como a que se trasmiten por deficiente higiene.
factores biológicos y físicos, el punto de vista sólo
bacteriológico es limitado.
69
La medicina es una ciencia social, y la política no es La medicina es un servicio y apostolado, se ejerce
más que medicina en gran escala. directamente con la población.
La salud del pueblo es un problema que concierne La salud tiene como responsabilidad a las personas
a toda la sociedad. El Estado tiene la obligación de y a la familia.
asegurar la salud.
El Estado tiene el derecho y obligación de interferir El médico puede imponer algunas conductas por el
la libertad individual en interés de la salud. bien social.
Atención médica al indigente y a los pobres, Opción por los indios postergados.
profilaxis social, derecho al trabajo.
Además de la pobreza, la causa fundamental era la La conducta inadecuada y la moral del indio
ignorancia, la falta de orden, libertinaje e (alcoholismo, pleitos), eran causas decisivas.
intemperancia, la decadencia física y moral.
Proteger al trabajador de la explotación, salario No seas mentiroso, no seas flojo, no seas ladrón, no
más alto, mejor vivienda, nutrición y la estés en pleitos, ni andes sucio.
disminución de males como el alcoholismo.
La actual Medicina Social latinoamericana se desarrolla en los años 60, cuando grupos de académicos,
practicantes e investigadores del campo de la salud, se unen a los movimientos de trabajadores, de
estudiantes y organizaciones populares, críticos del modelo económico desarrollista, implementado en
América Latina. Cuestionaron que la Salud Pública de esos tiempos, afirmara que el crecimiento económico
debería llevar a un mejoramiento general de la salud lxxxiv.
A pesar de que las economías latinoamericanas crecían, los indicadores de salud empeoraron. Los
efectos de las políticas del Estado de bienestar que precedieron al modelo desarrollista, fueron debilitados
por éste. Las desigualdades sociales ante la enfermedad y la muerte se hicieron más visibles, las relaciones
entre clase social y problemas de salud se hicieron evidentes. Esta realidad exigía nuevos enfoques teóricos y
metodológicos que los proporcionó el movimiento de la medicina social.
70
En los años 70 surgen numerosos centros de investigación y docencia con el enfoque de la medicina
social, donde destaca el liderazgo de Juan César García. Algunos centros no gubernamentales fueron: el
Centro de Estudios y Asesoramiento en Salud (CEAS) de Ecuador, el Grupo de Investigación y Capacitación
en Medicina Social (GICAMS) de Chile y el Centro de Estudios Sanitarios y Sociales (CESS) de Argentina,
entre otros75.
En el Perú, desde al año de 1995 funciona una filial de ALAMES de escasa actividad orgánica. Pero
existe una organización de la sociedad civil nacional denominada “Foro Salud”, la cual tiene una
permanente presencia en la discusión de la agenda nacional de salud, con diversos pronunciamientos y
eventos que se pueden conocer en su página web.
Según el Dr. Alfredo Zurita, la Medicina Social y Salud Pública suelen no llevarse bien, los
salubristas suelen considerar que los médicos sociales son en realidad políticos, e insisten en el lavado de
manos, y las vacunas contra los microbios. El enfoque teórico-metodológico de los colectivos que estudia la
Medicina Social le confiere a su praxis una característica muy diferencial con respecto a la Salud Pública lxxxvi.
Esto lo podemos observar en el siguiente cuadro comparativo:
71
La teoría aparece como ausente, Interrelación entre pensamiento y
sugieren ser más empíricos, pero acción, la teoría contribuye a los
Teoría y práctica
realmente portan un modelo esfuerzos por el cambio social, y a la
teórico. vez, se nutre de estos esfuerzos.
Inferencia causal, dicotómica entre Las condiciones sociales e históricas
salud y enfermedad, incluso en los son determinantes estructurales, no son
análisis multivariados. variables con diferente peso en la
Estudio de las causas
cadena causal, existen antes del
y niveles de análisis
problema analizado, su comprensión
permite especificar las dimensiones del
mismo.
Para realizar la estratificación social La clase social definida por la posición
usan las características en las relaciones de producción
Definición de clase
demográficas como los ingresos, la económica, involucra la propiedad y el
social
educación o el prestigio control de los medios y del proceso
ocupacional. productivo.
Ideología “hegemónica” que tiende La desmitificación de la ideología
a justificar los intereses de clases dominante (desarrollismo, reformas del
Ideología
que dominan la sociedad. Banco Mundial, neoliberalismo y
mercado).
Finalmente, Pedro Brito (Organización Mundial de la Salud) propone un encuentro entre la Medicina
Social de Rudolf Virchow y la Salud Pública actual. Señala que Virchow influyó sobre la naturaleza de la
Medicina y de las políticas de Salud Pública, que nos planteó la determinación histórica y social en la salud,
que ahora se conoce como determinantes sociales de la salud y de la acción política en el campo de la salud.
“Lo que vivimos actualmente es la reconstrucción de una Salud Pública deteriorada por las reformas de los
sistemas orientadas por los mercados y la transferencia de responsabilidades al individuo. En esta
reconstrucción se debe vincular la Salud Pública con otras políticas públicas (de allí la importancia del
planteo de determinantes sociales). Por eso hablo de politización de la Salud Pública. Sin embargo, también
hablo de politización al referirme al necesario entendimiento de que las políticas públicas nacionales se
definen en el juego dinámico de fuerzas y poderes políticos, económicos y simbólicos dentro del país, pero
cada vez más por aquellos que provienen de afuera, en y desde la globalización”lxxxvii.
LA MEDICINA COMUNITARIA
Políticamente, la guerra fría se agudizaba. Al interior de los países, los movimientos sociales se
polarizaban entre las fuerzas conservadoras de antiguos poderes y quienes luchaban por el cambio social, de
creciente influencia. En este contexto surge el movimiento de Medicina Comunitaria.
- La ética solidaria de sectores intelectuales, profesionales y políticos, con los más pobres,
excluidos y necesitados.
Esta forma de Medicina, surgió en crítica al modelo dominante de tipo intrahospitalario, “intramural”,
asistencialista y reparativo; pues amplios sectores de la población no accedían a los servicios de salud por
razones de pobreza o desconfianza cultural. Este paradigma no portaba una nueva concepción de la salud,
diferente o cuestionador del biomédico dominante, sino que pretendía superar las limitaciones de dicho
modelo, con acciones particulares y estrategias de acercamiento a los más necesitados, sin necesariamente
llegar al nivel de las políticas gubernamentales.
73
La Medicina Comunitaria, desde la perspectiva gubernamental, fue una estrategia de ampliación de
cobertura sanitaria por acción de los profesionales y de la comunidad, más allá de las posibilidades de los
hospitales y de la forma de trabajo del sistema de salud oficial. Carlos Vidal Layseca la define como
“conjunto de acciones intra y extrahospitalarias de medicina integrada que realiza un equipo de salud con la
participación activa de la comunidad” lxxxviii. Pero en la práctica los gobiernos no dedicaron recursos ni
incentivos para la construcción de establecimientos de salud, provisión de equipamiento y medicamentos ni
incentivos para el trabajo de profesionales en dichas zonas.
La Medicina Comunitaria fue planteada en el nivel académico, como una expresión del llamado
“apostolado” de la Medicina, e incluso con un sentido ideológico, de opción por los pobres, que los
convocaba a trabajar directamente con las familias y la comunidad, en sus mismos lugares de residencia,
para desarrollar acciones principalmente educativas, de saneamiento básico y de atención básica de salud.
Había una actitud paternalista y asistencial, que se nutría incluso de sentimientos cristianos de amor hacia los
más necesitados.
Pero el trabajo comunitario de las Organismos no gubernamentales (ONGs), tuvo como estrategia
central a la educación, la que se fundamentó en el enfoque llamado de “Educación Popular”, que destaca la
importancia del proceso de transformación de la persona y de las comunidades a través de la “toma de
conciencia” de su realidad y su conversión a protagonistas de su futuro. No se preocupa a priori de los
contenidos a ser comunicados ni de los efectos en términos de comportamiento, cuanto de la interacción
entre las personas y su realidad, del desarrollo de sus capacidades y de su consciencia. Es un modelo
pedagógico desarrollado por Paulo Freire, quien la llama: “educación liberadora” o “transformadora”, de
clara orientación social, política y cultural lxxxix.
Este paradigma tuvo resistencia para ser asumido masivamente por los profesionales de salud y se
restringió a algunos profesionales con grandes motivaciones morales o ideológicas y a las Organismos no
gubernamentales (ONGs) de orientación “concientizadora”, cuyos personal trabajaba de manera voluntaria y
generalmente con importante financiamiento extranjero, provenientes de donaciones estatales o privadas.
74
Basados en los anteriores conceptos, proponemos que Manuel Núñez Butrón (MNB) fue un auténtico
precursor de la Medicina Comunitaria, pues su doctrina y sus estrategias coinciden ampliamente, pero en
un contexto nacional de un Estado muy débil y concentrado en las ciudades; para la atención de la población
indígena y obrera.
Como se observa en la resolución Ministerial del 23 de Marzo de 1999 donde lo nombran y reconocen
la labor abnegada de Agente Comunitario de la salud a Manuel Núñez Butrón; señalando el 7 de diciembre
día de la muerte de Manuel Núñez Butrón día del Agente comunitario de salud. (Anexo 19)
En el ámbito rural andino donde trabajó Manuel Núñez Butrón (MNB) no había hospitales para la
referencia especializada, pero él participa en la fundación de uno que permitiría complementar su trabajo
comunitario. Su estrategias preventivas son creativas y ad hoc para las condiciones sociales y culturales que
encontró. Reconoce que el mayor impacto se logrará con los recursos comunitarios y trabajando dentro de la
dinámica social, pero basados en los cánones de la ciencia. Las brigadas que conformaban los Rijcharis
tenían esta estrategia itinerante: “Los miembros de la brigada trabajaban primero en sus propias comunidades
y luego en las comunidades vecinas, como si fueran médicos itinerantes o al hacerlo imitaban la forma
tradicional de practicar la medicina en el sur de los Andes”36.
En diversos discursos y frases de la revista Runa Soncco, afirma el valor de la ciencia moderna para
enfrentar no sólo los problemas de salud, sino también, la condición social y moral. Lo que hace Manuel
Núñez Butrón (MNB) es acercar la ciencia a la población, como una buena noticia. (Anexo15)
Actualmente este paradigma no existe. Las políticas de salud han logrado extender la cobertura de los
servicios de salud a casi todos los rincones de los países, incluso mediante programas de equipos
multidisciplinarios itinerantes que llegan a las poblaciones más alejadas. Los profesionales y el personal de
salud, trabaja o elije trabajar en zonas alejadas, no por motivaciones éticas o ideológicas, sino porque son
recompensados en sus remuneraciones o en puntaje para su currículo. Además, se extinguió el ideal del
cambio social y la existencia de comunidades se ha reducido por el crecimiento de la moral individualista y
de las urbes.
El año 2009, el MINSA establece la Estrategia Sanitaria Nacional de Salud Familiar con RM Nº 587-
2009/MINSA. Es una estrategia de atención primaria de salud a través de equipos básicos multidisciplinarios
competentes y orientada a garantizar que universalmente la atención integral con calidad y equidad a la
persona, familia y comunidad. Como parte de esta estrategia, desde el año pasado, mediante Resolución
75
Ministerial Nº 589-2009/MINSA, se viene desarrollando el Programa Nacional de Formación en Salud
Familiar y Comunitaria (PROFAM), que consiste en:
2) Especialidad de Salud Familiar y Comunitaria, dirigida a los profesionales universitarios del equipo
básico y,
3) Especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria, dirigida a médicos del equipo básico. EBS e
incluye por lo tanto 6 módulos de la fase 1, 19 módulos de la fase 2, más 10 módulos esta
fasexci.
Esta capacitación incluye una bonificación económica al personal de salud que trabaja en el primer
nivel de atención de zonas alejadas del país.
76
V. Conclusiones
PRIMERA: Sobre Manuel Núñez Butrón se tuvo al inicio una percepción sentimental por su apostolado
sanitario en comunidades postergadas, sobretodo sostenida por amigos y admiradores. A fines
del siglo XX se lo empieza a distinguir como pionero de la Medicina Social, la Medicina
Rural y de la Atención Primaria de la Salud (APS), expresada por investigadores, el colegio
médico del Perú, el Ministerio de Salud (MINSA) y la Organización Panamericana de Salud
(OPS). Se destaca sus acciones por la higiene, la participación comunitaria y la educación
sanitaria. Sus coincidencias con las estrategias de la APS son muy parciales y básicas. Manuel
Núñez Butrón tiene metas pragmáticas y básicas que basa la participación comunitaria en su
liderazgo paternalista y asume la salud como una reivindicación moral; por lo tanto, sería una
visión reducida de la obra de Manuel Núñez Butrón si sólo se lo considera precursor de la APS.
SEGUNDA: Manuel Núñez Butrón se identifica con la situación de postergación social y moral del indio y
por ello los llama a despertar, siendo esta su principal visión. La población portadora del mito
del inca sabio que regresa para dirigir su reivindicación, lo reconoce como tal y continuador de
un proceso que no resolvió la República solamente hasta 1969 con la Reforma Agraria.
Manuel Núñez Butrón genera un proceso social sanitario de movilización de la población que
crea temor en los sectores de poder terrateniente, especialmente por la fundación de escuelas y
la organización comunitaria.
TERCERA: Manuel Núñez Butrón tuvo explícitamente una identidad cultural indígena, que implicaba
orgullo y compromiso, pero también reivindicaba ser parte del Perú. Las acciones educativas y
sanitarias que emprendió entraban en conflicto con las concepciones tradicionales de la
población andina, por ello, sus estrategias interculturales fueron paternalistas de un
sincretismo pragmático superficial, basado en su carisma médico. Se apoyó en los Rijcharis
que eran pobladores con mayor acceso a la cultura moderna y aceptada por la población. Por
estas razones los logros de Manuel Núñez Butrón fueron lábiles con el tiempo y casi
desaparecieron con su alejamiento por razones de salud.
77
CUARTA: Manuel Núñez Butrón ha sido identificado, general y oficialmente, como practicante del
movimiento de Medicina Social. Los argumentos se basan en su trabajo directo con la
población y por su consideración de los aspectos sociales de la salud. Pero Manuel Núñez
Butrón coincidiría con esta corriente de pensamiento sólo en su versión higienista que pone
énfasis en la conducta particular de las personas y no en la macro política desde el Estado.
Manuel Núñez Butrón fue un auténtico precursor de la Medicina Comunitaria, pues su
doctrina y sus estrategias coinciden ampliamente, pero en un contexto nacional de un Estado
aún muy débil y concentrado en las ciudades, en una zona rural andina donde no había
hospitales para la referencia y las coordinaciones y los recursos de la tecnología médica
científica como los fármacos aún no se habían extendido.
78
RECOMENDACIONES
1. Que los docentes universitarios de Salud Pública amplíen en la formación de los profesio-
nales de la salud, un balance de la Atención Primaria de la Salud, de sus fundamentos y
resultados, con la finalidad de reconocer las implicancias de la situación de salud y de la
respuesta de los sistemas de salud nacionales.
3. Que los colegios profesionales mantengan una permanente promoción de la obra de Ma-
nuel Núñez Butrón como uno de los héroes de la Salud Pública peruana, difundan su doc-
trina y el valor que tuvo para las comunidades Quechuas y Aymaras excluidas.
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