Formaciones, Ceremonias y Celebraciones ML
Formaciones, Ceremonias y Celebraciones ML
Formaciones, Ceremonias y Celebraciones ML
Programa Jóvenes
El libro Formaciones, ceremonias y celebraciones en la Manada de
Lobatos 2019, fue elaborado en la Asociación de Scouts de México,
A. C. por la Dirección Nacional de Métodos Educativos.
Dirección
Dirección Nacional de Métodos Educativos
Coordinación
Comisión Nacional de Programa de Jóvenes
Diseño
Coordinación Nacional de Editorial
ISBN: en trámite
Ninguna parte de esta publicación puede ser traducida, ni adaptada a ningún idioma, como tam-
poco puede ser reproducida almacenada o transmitida en manera alguna, ni por ningún medio,
incluyendo las ilustraciones y el diseño de las cubiertas, sin permiso previo y por escrito de la
Asociación de Scouts de México, A. C. que representa a los titulares de la propiedad intelectual.
FORMACIONES, CELEBRACIONES
Y CEREMONIAS
Ficha técnica para Dirigentes de Manada
Introducción
En el desarrollo de las actividades del Escultismo difícilmente pode-
mos prescindir de las formaciones; éstas son una útil herramienta
para el buen control de las Secciones y las Ramas Menores no son
ajenas a esta forma de operación.
Por la inquietud que caracteriza a los Lobatos, las formaciones se
han constituido en un elemento indispensable para lograr el orden
necesario en la Manada, además de formar en ellos (as) hábitos de
disciplina.
Para muchos es incomprensible cómo responden los Lobatos a este
“lenguaje” tan peculiar; así se encuentren en una divertida actividad,
al grito de “Manada” o al hacer el Scouter (Viejo Lobo) una señal
con los brazos, ellos acuden con prontitud y tratando de hacerlo lo
mejor posible.
Ya sea para el inicio de un juego, una historieta, una premiación o
una ceremonia, las formaciones nos permiten lograr la rapidez y el
adecuado control para su realización.
En particular, en las ceremonias, las formaciones son parte fundamen-
tal; su uso ayuda a darle la formalidad que requiere este momento,
tan importante para el (la) niño (a) (lobato) protagonista de la cere-
monia y para la Manada en general.
Las ceremonias y celebraciones, como parte esencial del marco sim-
bólico, son también un elemento imprescindible en la vida de una
Manada. Su correcta aplicación motiva al Lobato a seguir adelante y
le permite apreciar que ha logrado avanzar en su progresión perso-
nal; y aunque las ceremonias y celebraciones deben realizarse pen-
sando en el Lobato, es decir “la ceremonia o el festejo es suyo”, en
toda la Manada provoca estos mismos sentimientos, repercutiendo
favorablemente en ella.
De ahí que la creatividad e ingenio que como Viejos Lobos debemos
desarrollar es tan importante; sólo así podremos generar emotivas
tradiciones que perduren y que dejen en cada Lobato bellos recuer-
dos y actitudes positivas ante la vida.
Introducción
Las formaciones son utilizadas en la Manada para un mejor control
del muchacho, en un momento determinado.
Las dividimos en: Básicas, que son aquellas que utilizamos constan-
temente en nuestras juntas, cacerías o acantonamientos y De Apoyo,
que se usan en el momento especial en que el Viejo Lobo las necesite.
Básicas
1) Círculo.
2) Por seisenas.
1) Estaturas.
2) Línea Horizontal.
3) Línea.
Formación de Círculo
Se recomienda utilizarla para las siguientes actividades:
• Juegos de relevos.
• Relatos de historietas.
• Iniciar un traslado.
• Dar instrucciones.
• Canciones.
• Control.
Señales de brazos
Es importante conocer las diferentes señales que se utilizan con los
brazos, ya que nos sirven como un apoyo a las formaciones.
a) Sentarse
Como su nombre lo indica, sirve para sentarse. El Viejo Lobo cruza
el pie derecho sobre el pie izquierdo y los brazos los cruza sin apo-
yarlos en el pecho y la Manada realizará el mismo movimiento, y
hasta que todos se encuentren en esa posición, el dirigente realiza un
movimiento apoyando los brazos sobre el pecho indicando que pue-
den sentarse, puede usarse en cualquier tipo de formación. (dibujo)
b) Atención y silencio
La llamada de atención sirve para que en un momento determinado
todos guarden silencio y compostura. Cuando se utiliza en el Gran
Aullido, corresponde al lobato que lo realiza pedir atención.
Para pedir atención bastará que el Viejo Lobo levante el brazo y
realice la señal, enseguida SÓLO EL SEISENERO levantará la mano
y cuidará que toda su seisena guarde silencio y preste atención; la
Manada al verla se pondrá en posición de firmes prestando atención
y sin hacerla. Cuando existe mucho bullicio se da un silbatazo largo
y se realiza la seña.
c) Seña
Se hace levantando la mano derecha a forma de escuadra y sola-
mente con dos dedos cuando un lobato va a decir su promesa y
solamente se usa para eso, nada de hacerla cuando se dice la ora-
ción ni ponerla en el corazón cuando se reza, esto es por respeto a
todas las religiones.
d) Saludo
Haciendo la seña scout, que es con dos dedos, se colocan a la altura
de la sien derecha precisamente para realizar el saludo.
Algunas generalidades
La duración
En la Manada una ceremonia o celebración debe ser breve, no sólo
su sencillez, sino también porque sus actores principales son niños y
los niños de esta edad, sin intervalos, no mantienen su atención en
una misma cosa más allá de 15 a 30 minutos. Deben ser sencillas y
muy motivantes, ya que si resultan tediosas o informales se pierde el
misticismo para el que fueron creadas, y algo que debemos recordar
es que “de lo sublime a lo ridículo sólo existe un paso”.
El lugar
Somos scouts y como tales, el lugar apropiado para una ceremonia
es al aire libre, la gran naturaleza, sin embargo, hay que tener algu-
nas consideraciones en este sentido:
• Bienvenida al Grupo/Manada.
• De nombre de selva.
• Etapas de progresión.
• Entrega de insignias de especialidad, vida al aire libre, IDS, etc.
• Entrega de insignias de liderazgo (seisenero/subseisenero).
• Inicio de etapa de enlace.
• La despedida de un Viejo Lobo.
Bienvenida al grupo
Ésta es la primera, ya que da al niño el sentido de pertenencia dentro
de un Grupo Scout del Movimiento.
Esta celebración es muy importante ya que, desde el punto de vista
del niño, lo integra al Grupo Scout. Se le entregan sin ningún pre-
texto los siguientes símbolos de identidad:
De Promesa/Compromiso
La Promesa, es el momento decidido por cada niño en que decide
vivir de acuerdo con la Ley de la Manada. Esta ceremonia marca el
inicio de un compromiso formal dentro del Movimiento Scout.
El Compromiso se realiza al finalizar el Período de Inducción, que
puede comprender de 3 a 6 meses a partir de la primera actividad
De nombre de Selva
Es un momento especial, ya que en ella se va a otorgar el nom-
bre que va a usar el Lobato dentro de la Manada. Éste debe ir de
acuerdo a las características del lobato y conforme al Marco Simbó-
lico de la Manada.
Debe iniciarse con una motivación sobre las características del perso-
naje, para que la Manada se dé cuenta porqué se otorgó el nombre.
Después se pide que pase al Lobato para que se den cuenta de la
similitud que existe.
Se recomienda entregar un dibujo, letrero o algo en especial que indique
que nombre va a utilizar en la Manada, para siempre tenerlo presente.
Se debe evitar poner nombres de selva de acuerdo a las característi-
cas físicas, ya que en lugar de ser un elemento de motivación se con-
vierte en todo lo contrario. No necesariamente Oo, la tortuga, debe
ser para el niño más lento o más gordito, sino para el más tenaz o el
más dedicado, como lo es el personaje que representa ese nombre.
Entrega de insignias de
especialidades, VAL, IDS.
Una vez que el niño ha recibido el aval del asesor en alguna especia-
lidad o cuando ha logrado un reconocimiento, se efectúa la entrega
de la insignia o reconocimiento correspondiente. Por lo general esta
De Despedida
de un Viejo Lobo
Es importante que siempre que algún Viejo Lobo se va a retirar de la
Manada realicemos una celebración, ya que se ha ganado un lugar
especial en la Manada.
Es todavía más importante hacerla cuando se trata de quien ha sido
el Jefe de la Manada porque él tiene un prestigio especial.
Se deben evitar las historias tristes y sí mencionar que el Viejo
Lobo que se va no lo hace porque haya fallado, sino porque como
todos los miembros de la Manada ha crecido y debe buscar nue-
vos horizontes.
La Manada se forma en círculo y es importante la presencia del Jefe
de Grupo o quien el Consejo de Grupo designe. Otro Viejo Lobo o
el Jefe de Grupo podrá dirigir unas palabras al Viejo Lobo que se
despide, haciendo énfasis en los logros obtenidos como Dirigente y
como persona.
Si el viejo lobo resultase ser Akela, deberá recibir por última vez el
saludo de toda la Manada a través del “Gran Aullido”.
El Viejo Lobo podrá dirigir unas palabras y deberá despedirse de
cada uno de los miembros de la Manada para, al final, abandonar
la formación, cruzándola por el centro.
A pesar que puede ser un momento de tristeza para los lobatos,
debe tratarse que no sea así, por lo que aplausos, porras o cancio-
nes dedicadas al Viejo Lobo que parte pueden ayudar a crear este
ambiente festivo.
Lo ideal es que, en caso de que el Akela sea quien se va, ya esté
presente la persona que lo va a sustituir para otorgar el cargo por
parte del Jefe de Grupo y dar continuidad. En la vida de la Manada,
en caso de que no se pueda nombrar de inmediato al nuevo Akela,
el período no debe de ser mayor a 1 mes.
El Gran Aullido
“El Gran Aullido”: es uno de los ritos más
antiguos de las Manadas. Fue recomendada
por Baden-Powell y hay testimonios de que
la misma Vera Charlesworth Barclay (escri-
tora y pedagoga inglesa), cofundadora del
lobatismo, ayudó a B.P. en la adaptación del
Movimiento Scout para los niños de 7-11 años, se
dedicó a enseñar este rito a más de 500 Manadas.
Baden-Powell propone en su Manual de Lobatos que al inicio y final
de cada junta, Akela sea saludado y despedido con este aullido.
“El Gran Aullido” es un saludo, pero también es una renovación de
la promesa y por eso en este sentido es recomendable hacerlo al
inicio y al final de la junta y en momentos relevantes de la vida de
un lobato.
Luego entonces podemos decir que “el Gran Aullido” es un saludo,
pero también es un grito de alegría. En la Guía de Dirigentes de
Manada dice que los lobatos se agrupan, se reconocen iguales y a
través de una serie de gestos y gritos ceremoniales, al igual que los
lobos, manifiestan la alegría de estar juntos.
Un día, el más importante en su vida de Manada, un lobato le
dijo a Akela que se comprometía a obedecer al Viejo Lobo y a
Vencerse a sí Mismo para hacer todo cuanto de él dependiera
para ser siempre mejor, conforme Baloo se los había enseñado en
sus máximas.
El Gran Aullido en la
selva de Seeonee
Cuando los lobos están sentados alrededor de la Roca del Consejo,
formando un gran círculo, es el momento en que Akela, el Viejo
Lobo, Jefe de la Manada, viene a ocupar su lugar sobre la roca. En
ese momento todos echan hacia atrás la cabeza y le dan un grito de
bienvenida. Esto es “el Gran Aullido”.
Danzas
De la convivencia de Mowgli con los animales de la selva, se des-
prenden muchos e importantes sucesos, éstos permiten reflexionar
sobre la mística y la ambientación de las danzas de la selva.
Podemos decir que toda la vida de Mowgli es una gran danza en la
que se entremezclan el aprendizaje, los juegos, las risas, los bailes,
la disciplina, la obediencia, el cumplimiento de la palabra empe-
ñada, etc. Son estos los motivos por los que consideramos que nues-
tro fundador, incluyó dentro la mística de los lobatos “las danzas de
la selva” con las que se pretende desarrollar el carácter del lobato en
todas sus facetas, las cuales son amplias.
Es a través de las danzas que B.P. desarrolla la imaginación y la
fantasía del niño, combinando lo útil con lo agradable, el diálogo y
el movimiento, el canto y la música, la expresión corporal, de la ense-
ñanza moral, el contacto con la naturaleza, el deseo de superación,
etc., todo lleva, como ya dijimos, a que el niño aumente su imagina-
ción fantástica, medio para desarrollar en el lobato su carácter.
Los cuentos o historias de “El Libro de las Tierras Vírgenes”, añadién-
dole la danza no son un lujo que se dan algunas manadas, sino una
necesidad apremiante para cada lobato.
Cuántas veces en nuestro actuar cotidiano, no hemos experimentado
el “hambre” – valga la expresión- del lobato que nos pide una his-
toria y no es menor su alegría cuando él mismo puede narrarla o
expresarla corporalmente con el canto o a través de la mímica en
una danza.
Las historias juegan un papel preponderante en la vida de un niño,
nosotros “Viejos Lobos”, debemos intentar sacar todo el partido posi-
ble de lo que pertenece esencialmente a la naturaleza del niño, por
ello es nuestro deber reflexionar seriamente sobre la cuestión de la
narración de las historias y la realización de las danzas de la selva
en nuestras manadas.
Como todos ya sabemos, la actividad más importante y en cierto
sentido la única, que lleva a cabo el niño es el juego, pero éste
está íntimamente unido a la fantasía, y su fantasía constantemente
Danza de Baloo
Baloo era el serio, viejo y enorme oso pardo, bonachón
que comía principalmente bayas y raíces, de mal carác-
ter, pero que también cuando era necesario consentía
a los lobatos que enseñaba la ley de la selva y la
ley de la manada a los lobatos.
Del leopardo orgullo son sus manchas, honor del
búfalo son sus cuernos.
¡Limpio! Pues del que caza se juzga la fuerza por el color de su piel.
Si acaso el toro embiste y aterra, o una cornada del sambhur reci-
bes, por narrarlo el trabajo no abandones, pues cosa es que tenemos
ya olvidada.
Nunca del cachorro débil y ajeno abuses; cual a un hermano
debes mirarle, que aunque débil y torpe, es probable que a una
osa –puede ser– tenga por madre.
¡Nadie como! –jactase el cachorro cuando a sus plantas ve la pri-
mera pieza.
Pero él es pequeño, y grande la Selva: que medie en calma, porque
ahora apenas empieza.
Máximas de Baloo
Durante el tiempo que Baloo instruyó a Mowgli y éste conoció y com-
prendió la ley y los principios de la manada y de la selva, los aceptó
para su vida cotidiana, se comprometió y aplicó esto en todo su que-
hacer diario, demostró que se esforzaba por decir siempre la verdad.
Baloo se sintió muy orgulloso de tener un discípulo tan listo, aprendió
la Canción de Caza: “Pies que pisan sin el menor ruido; ojos que ven
en plena oscuridad; orejas capaces
de oír los diferentes vientos desde
el cubil; blancos y afilados dientes:
características son todas estas de
nuestros hermanos, exceptuando
a Tabaqui, el chacal, y a la hiena,
que odiamos”. Pero Mowgli, como
hombrecito que era, tuvo que apren-
der muchas cosas más.
Danza de Bagheera
Bagheera era la pantera negra que podía trepar a los
árboles y arrastrarse en silencio sin ser vista, aprove-
chando las sombras de la noche. Era una cazadora
muy trabajadora y mañosa, valiente y resistente. Aun
cuando podía ser fiera y terrible si lo deseaba, tenía
buen corazón y enseñó a Mowgli cómo cazar y obtener su alimento.
En el Libro de las Tierras Vírgenes, Bagheera fue el animal que le
enseñó a Mowgli a alimentarse en la gran selva y vivir en ella. Para
esto empleó su agilidad. A pesar de ser grande y gorda, se desli-
zaba silenciosamente por el pasto, lista para atrapar y no asustar a
la presa y no ser vista; y si erraba, se quedaba estática cual tronco
petrificado o quemado, pues se la confundía fácilmente.
Trepaba a los árboles con tanta habilidad y silencio que dejaba
boquiabiertos a los Bandar-log pues ellos hacían mucho ruido y eran
indisciplinados, a la vez que empleaba toda su astucia para conse-
guir lo que se proponía.
Siempre amable y dulce con Mowgli, a tal fin que le daba su propio
cuerpo para que se calentase y ambos así descansaban de la activi-
dad del día, mientras Mowgli le acariciaba su aterciopelado cuello
que le servía de almohada.
Bagheera mezclaba su mansedumbre y delicadeza con sus exigencias
en las enseñanzas para con su hermanito, pues ella era de las respon-
sables de que el cachorro humano estuviera y durara vivo en la selva.
La pantera era como la segunda mamá de Mowgli pues ella no dudó
Danza de Tabaqui
Como todos los personajes del Libro de las Tierras Vírgenes, Tabaqui,
guarda una gran enseñanza; el lobato jamás debe ser perezoso ni
cobarde en el trabajo, con esta danza adquiere conocimientos y
experiencias, nunca debe ser mal agradecido.
Era el insignificante chacal que trataba de hacerse amigo de
los demás, pero lo que quería era poder conseguir unas pobres
sobras de comida. Era un individuo rastrero, miedoso de estar
sólo, trataba de aparentar que era un lobo, pero nunca podía
alcanzar el alimento por sí mismo, sino que, como dijimos, lo
imploraba o lo robaba; era además, chismoso, busca pleitos, se
alegraba en la maldad que podía cometer, ahuyentaba la caza,
etc., es como dice BP de desear que nunca un lobato merezca el
nombre de Tabaqui.
La danza de Tabaqui le demuestra al lobato el resultado de una con-
ducta indebida, poniendo en evidencia que ante la mentira, la adula-
ción y la petulancia se impone la sinceridad que se desprende de los
ojos de Mowgli (centro y eje de toda la danza), que hace retroceder
a los cobardes y asustados chacales, que seguían las huellas del
tigre. La correcta realización de la danza, que como vimos encierra
una gran enseñanza, dependerá de la motivación hecha por el Viejo
Lobo, a través de la narración de la Historia y de sobre todo, como
dice BP, de que la manada deteste a los pretensiosos, cobardes, adu-
lones, etc., como nuestro personaje.
Al empezar la danza, dividimos a los lobatos
en dos secciones, la mitad de los lobatos son
los Tabaquis, cuyo jefe es Shere Khan. “Recorde-
mos que el tigre cojo había llegado a tener gran
amistad con los lobos más jóvenes de la manada
que le seguían para recoger sus sobras”, y la
otra mitad son los lobos. Por supuesto tienen a
Mowgli con ellos.
La caza de Mowgli
La caza de Mowgli
Acabó con Shere Khan
Acabó con Shere Khan
Desollando al traidor
Desollando al traidor
¡Ra! ¡ra! ¡ra! ¡ra! ¡ra!