Súcubos e Íncubos
Súcubos e Íncubos
Súcubos e Íncubos
En la Edad Media estaba extendida la creencia de que unos demonios particulares y humanos podían
unirse mediante el acto sexual. Estos demonios respondían al nombre de íncubos y súcubos, que
seducían a mujeres y hombres para alimentarse de su energía sexual.
Cada noche, el demonio se materializa y se alimenta de su víctima, la cual, debido al placer que
obtiene, es capaz de dejar a su marido, hijos, familia… para dar todo por el demonio, de forma que
este se va haciendo cada día más fuerte mientras que su víctima se debilita progresivamente, llegando
en ocasiones a sufrir ataques al corazón o una muerte violenta ocasionada por el intenso placer sexual
que su cuerpo, ya debilitado, no soporta.
Así pues, los súcubos e íncubos, son unos seres un tanto peculiares, capaces de hacer enloquecer a
cualquier hombre o mujer, pues son demonios que adoptan forma femenina o masculina, dispuestos a
cumplir cualquier fantasía sexual. Pero como todo en esta vida, tiene un precio...
El que ya ha probado las carnes del íncubo o súcubo, entrará en un frenesí sexual, en donde el
demonio, noche tras noche, exprimirá a la persona, forzándola al orgasmo muchas veces, convirtiendo
esa relación sexual en su mundo, permitiendo que el demonio se alimente de su energía, hasta
matarlo.
Los íncubos copulaban con mujeres, visitándolas primeramente durante las noches para invadir su
mente y tenerlas a su merced; tras cautivarlas, durante el acto sexual, el íncubo podía succionar la
energía de su víctima hasta acabar con su vida, o bien, dejarlas en un estado de salud físico y/o
mental lamentable.
Los íncubos podían adoptar la forma de un ser amado y su víctima sólo llegaba a sospechar al notar
una bifurcación en el miembro viril que además era frío aún al momento de la relación sexual; por otro
lado, aunque el acto podía llevar a las víctimas a la muerte o a un deterioro mental y físico, se piensa
que en algunos casos estas relaciones eran extremadamente placenteras, mientras que en otros
llegaban a ser tormentosas casi al punto de desear la muerte.
Durante la Edad Media, se creía además que las relaciones carnales de los íncubos tenían por finalidad
la procreación, y el hijo era generalmente deforme y propenso a la maldad; hay quienes piensan que el
legendario Mago Merlín era producto de la relación entre un incubo de nombre Asmodeo y una monja.
De gran belleza física y extremadamente sensuales, los súcubos podían presentarse en algunas
ocasiones con alas y a menudo desnudas ante su víctima siendo difícil resistir la tentación ante tal
belleza, aunque sus preferidos eran siempre los hombres de fe y aquellos débiles de espíritu; en primer
lugar, el súcubo acostumbraba a meterse en los sueños de su víctima y seducirlo, y luego presentarse
ante él y practicar sexo con él para conseguir el semen de su víctima y utilizarlo para embarazar a
mujeres mortales, dando como resultado (al igual que en el caso de los íncubos), la procreación de
hijos deformes o propensos a la maldad.
El súcubo más famoso, maligno y mortal de todos los tiempos es Lilith la primera mujer creada por
Dios, corrompida por Satanás y amante de los demonios que se establecieron en el Mar Rojo. Otros
súcubos importantes dentro de la demonología son Abrahel, Baltazo, Bietka, Mancerinio.
Se trata por tanto de Demonios que pueden ser masculinos o femeninos, pero que siempre adquieren
la forma de alguien extremadamente atractivo, pero el objetivo es común..crear una adicción tan
grande que pueda tomársele la energía, hasta acabar con ellos.