Dilemas Morales Valores Éticos

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dilemas morales

Propuesta para Valores Éticos


Primero,
repasemos qué
son los valores
morales.
¿Qué son los valores morales?

A la hora de actuar elegimos y decidimos qué vamos a hacer. Esta


elección, no la realizamos al azar, puesto que los seres humanos nos
caracterizamos, por ser seres racionales. Si tenemos varias posibilidades,
nos inclinamos por aquella que preferimos porque tiene “algo” que la hace
más estimable que las otras opciones, ese algo es su valor, por ejemplo, la
generosidad de un amigo, la belleza de un cuadro, la utilidad de un
bolígrafo, etc. Vemos que hay diferentes clases de valores (económicos,
estéticos, religiosos, morales o éticos, etc.) pero todos ellos se caracterizan
por:
● ser cualidades especiales que están en los objetos, en las personas o
en las acciones, y sólo los seres humanos somos capaces de valorar esas
cualidades.
¿Qué son los valores morales?
Podemos decir que estamos ante valores morales cuando:
● Necesariamente deben ser apreciados y respetados.
● Son universales, es decir, válidos para todos los individuos sin
excepción.
● Los apreciamos por sí mismos, no porque nos reporten algún beneficio
egoísta, estando condicionados por intereses sociales, políticos...etc.
Por ejemplo, la justicia, la generosidad, la honradez, la sinceridad, la
dignidad, la igualdad, etc., son valores que podemos considerar
universales, en el sentido de deseables y respetables por todos, es más,
que necesariamente deberían ser estimados, y que su validez no
estuviese condicionada ni por las épocas históricas o los intereses
particulares, etc.
El origen de la moral
¿Por qué somos morales? Los animales no tienen moral ni la necesitan: su
vida está totalmente “programada” por el instinto. En cambio, el ser humano se ve
obligado a elegir lo que va a hacer entre una amplia gama de posibilidades. Y al
hacerlo manifiesta su libertad. Aquí está la gran diferencia con el animal, y aquí es
donde se encuentran las raíces de la moral, es decir, si somos morales es porque
somos libres: no sólo es que el ser humano se vea en la necesidad de elegir sino
que, sobre todo, le conviene hacer una buena elección. La sociedad en la que
vivimos posee normas de conducta e ideales acerca de lo que se considera
conveniente para los individuos y para la sociedad. Así, el niño, desde muy
pequeño, aprende qué debe hacer y qué es bueno para él y para todos. Podemos
definir entonces la moral como:

El conjunto de normas o reglas de acción y de valores (como “la lealtad”,


“la justicia”, “la honradez”, etc.) que los individuos de una sociedad
consideran como “buenos”.
¿Qué es ser moral?
El filósofo y psicólogo alemán Erich Fromm afirmó en uno de sus libros lo siguiente: “En el arte de
vivir, el hombre es al mismo tiempo el artista y el objeto de su arte, es el escultor y el mármol, el
médico y el paciente.”

Dicho de otro modo, desde su libertad el hombre se hace a sí mismo: es constructor y


construcción al mismo tiempo. Por ello, es responsable de sí mismo y de lo que hace y, por tanto, es
un ser moral. Un ser humano que ante una determinada situación reflexiona, toma una decisión y
actúa en concordancia con ella es el autor de esa acción y, por tanto, debe responder de ella. La
libertad, es decir, la capacidad para decidir y elegir entre varias opciones, posibilita que las acciones
concretas que alguien lleva a cabo se ajusten o no a las costumbres y normas de su comunidad. La
libertad nos permite elegir entre esto y lo otro, pero no nos permite no elegir, o sea, no se
puede elegir no ser libre o no ser moral: “El ser humano está condenado a ser libre”, escribió Jean
Paul Sartre o, expresado de otra manera, “No somos libres de renunciar a nuestra libertad”, pues
quien renuncia a su propia libertad (caso que alguien estuviese dispuesto a ello) ya está actuando
libremente. “Ser moral” es un quehacer, una tarea: ir adquiriendo unas costumbres, forjándose un
carácter desde el que idear, construir o “inventar” la propia vida; pero ir forjándose un buen carácter.
En esta tarea los seres humanos incorporamos principios, normas y valores de tal manera que puede
decirse que “lo moral” constituye para el ser humano una segunda naturaleza.
¿Qué son los valores morales?

Las normas y valores morales carecen de sentido si las personas no los


aceptan y practican. Los individuos suelen verse presionados socialmente a
actuar de un modo determinado y tanto más cuanto menos permisiva es una
sociedad. Pero las normas morales no funcionan como leyes de la naturaleza:
los individuos, por muy presionados que se vean, siempre conservan el poder
de no aceptarlas. Por mucha programación biológica o cultural que tengamos,
los hombres siempre podemos optar por algo que no esté en el programa.
Podemos decir “si” o “no”, quiero o no quiero. La sociedad y la naturaleza nos
condicionan, pero no nos determinan. Además, a diferencia de otro tipo de
normas, las normas morales no sólo exigen su cumplimiento, sino una
convicción interior del sujeto; es decir es necesario que el sujeto moral
reconozca la norma como suya y no como impuesta socialmente.
La conciencia moral

La conciencia moral es la instancia que asume y asimila estas normas, es


la que, en último término, juzga la corrección e incorrección de la actuación de
uno mismo. El individuo goza normalmente de libertad para aceptar o no la
norma moral existente que le dicta qué debe hacer. La no aceptación de la
norma es exclusiva responsabilidad suya. Es decir, debe ser capaz de
responder acerca de las razones que le han llevado a ello; además incluso la
misma aceptación de la norma supone responsabilidad: la madurez moral de
un individuo implica que las normas morales de la sociedad sean asumidas de
un modo libre y racional. La norma es siempre general. Dice, por ejemplo, “Hay
que ayudar a los padres”. La aplicación a cada caso debe ser hecha por el
individuo, quien necesita tener en cuenta la situación en la que se encuentra y
las posibilidades de acción con que cuenta.
El dilema moral
Por todo lo que has leído anteriomente, pueden
sobrevenirte conflictos o dilemas morales. Tampoco la moral
al uso suele poseer una receta en estos casos.

Un dilema moral es un caso en el que el sujeto se


encuentra ante una situación que debe resolver
escogiendo entre dos alternativas de acción
mutuamente excluyentes, es decir, si optas por una,
descartas la otra; la mayoría de los dilemas presentan
conflictos entre normas o valores morales
contrapuestos.
Ejemplo de dilema moral:
el dilema de Heinz
“En Europa hay una mujer que padece un tipo especial de cáncer y va a
morir pronto. Hay un medicamento que los médicos piensan que la puede
salvar. Es una forma de radio que un farmacéutico de la misma ciudad acaba de
descubrir. La droga es cara, pero el farmacéutico está cobrando diez veces lo
que le ha costado a él hacerla. Él pagó 200 dólares por el radio y está cobrando
2000 dólares por una pequeña cantidad del medicamento. El esposo de la mujer
enferma, Heinz, acude a todo el mundo que conoce para pedir prestado el
dinero, pero sólo puede reunir unos 1000 dólares, que es la mitad de lo que
cuesta. Le dice al farmacéutico que su esposa se está muriendo y le pide que le
venda el medicamento más barato o le deje pagar más tarde. El farmacéutico
dice: “No, yo lo descubrí y voy a sacar dinero de él”. Heinz está desesperado y
piensa atracar el establecimiento para robar la medicina para su mujer”
Cómo resolver un dilema moral.

TOMAREMOS ESTE EJEMPLO: Torturar a unos presos talibanes.


Juan y Nelson son dos soldados del ejército español. Hace unos meses fueron
destinados a Afganistán, con el contingente de tropas españolas que están en el
país para su reconstrucción y para frenar el avance de los talibanes. Un día,
mientras están patrullando, les ataca un grupo de talibanes y logran secuestrar a
dos compañeros. A los pocos días, los talibanes exigen que sean liberados los
presos que tiene el ejército español. De no hacerlo ejecutarán a los dos rehenes
españoles. El comandante del puesto les ordena que interroguen a los talibanes
que tienen presos para poder averiguar dónde están escondidos quienes tienen
secuestrados a los soldados españoles. El comandante les ordena que, en caso de
no hablar, empleen todos los medios posibles para que lo hagan, incluida la tortura.
¿Deben Juan y Nelson torturar a los presos para averiguar dónde están sus
compañeros? Para resolverlo, hay que dar los siguientes pasos:
Cómo resolver un dilema moral.

1. Enumera varias opciones: a Juan y Nelson se


les plantea una difícil decisión. Planteada como
dilema, obliga a optar entre una de dos opciones.
A veces es posible evitar el dilema buscando
soluciones alternativas. Esta búsqueda de
alternativas favorece la capacidad de encontrar
otras soluciones y evitar el dilema.
Cómo resolver un dilema moral.
2. Argumentación: argumentos a favor de cada opción. Para tomar una decisión
tenemos que buscar los argumentos que están a favor de cada una de las dos
opciones que se nos presentan. No sirve cualquier argumento, sino sólo aquellos
que pueden justificar moralmente lo que hacemos. Si alguien nos pregunta por qué
hemos pegado a un compañero en clase, podemos responder que ha sido porque
le odiamos; es sin duda una explicación, pero es muy difícil que alguien considere
que nuestra acción está justificada con esa explicación. Explicar por qué hacemos
las cosas no es lo mismo que justificarlas. En el caso del dilema, el problema
consiste en que hay argumentos a favor de cada una de las opciones. Para poder
tomar una decisión bien justificada es muy importante que tengamos en cuenta los
diversos argumentos, y no sólo los que hay a favor de la opción que, en principio,
nos parece buena, sino también los que hay a favor de la otra opción. Los
argumentos que se suelen emplear en la argumentación moral son, en general, de
dos tipos: consecuencias y principios o valores.
Cómo resolver un dilema moral.
- Consecuencias: entendemos por consecuencias los resultados que generan nuestras
decisiones, ya sean éstos perniciosos o favorables. Actuamos para conseguir algo, y lo
que obtenemos es una consecuencia de nuestra acción. Además, al actuar incidimos en
nosotros mismos y en los que nos rodean, de tal modo que además de la consecuencia
directa e inmediata hay otras más indirectas, pero que también importan. Y con
frecuencia hay al mismo tiempo consecuencias positivas y negativas, para uno mismo y
para los demás, por lo que pueden entrar en conflicto y por eso tenemos un dilema.
- Principios: los principios son los supuestos, creencias o normas fundamentales que
guían nuestro comportamiento.
- Los valores nos indican lo que apreciamos en esta vida y consideramos fundamental
para lograr una vida que merezca la pena. Si la amistad es algo valioso y se basa en la
confianza, traicionar a un amigo está mal porque rompe esa confianza y destruye la
relación de amistad. Del mismo modo debemos decir la verdad independientemente de
las consecuencias, pues la veracidad es un valor que guía nuestro comportamiento. El
bienestar físico, propio o ajeno, es igualmente un valor importante, mientras que sufrir
no es algo valioso.
Cómo resolver un dilema moral.
3. Análisis del problema: al actuar tenemos en cuenta los valores morales, es decir,
nos preocupa saber si lo que hacemos está bien o lo que está mal. Cuando hacemos lo que
está bien, no sentimos satisfechos; cuando hacemos lo que está mal, nos sentimos culpables
y avergonzados. Considerados desde otro punto de vista, los valores morales nos imponen
una conducta: bueno es aquello que debemos hacer y la conciencia nos dice que es la
conducta correcta; malo es aquello que no debemos hacer, nuestra conciencia nos dice que
no es la conducta adecuada. Además, cuando actuamos vamos buscando conseguir algo
que consideramos bueno, que es importante y valioso para nosotros y que de ello depende
nuestra felicidad. Los dilemas morales se caracterizan porque son situaciones en las que
estamos obligados a tomar una decisión, pero nos damos cuenta de que existen varios
principios morales en juego y también varios bienes o cosas valiosas y que no es posible
atenderlos todos. Si hacemos una cosa, actuamos de acuerdo con un valor moral y
conseguimos algo, pero al mismo tiempo incumplimos otro valor moral y perdemos también
algo. No hay forma de satisfacer los dos valores o principios en juego y nos vemos obligados
a elegir.
Cómo resolver un dilema moral.

El primer paso para hacer frente a un dilema consiste, por tanto, en


darse cuenta de los valores y principios morales que están en conflicto.
Para ello, tenemos que tener en cuenta, en primer lugar, lo que nos dice
nuestra propia conciencia. Además debemos tener en cuenta los valores
que están vigentes en la sociedad en la que vivimos, valores que algunas
veces son muy explícitos y están bien definidos, como ocurre en códigos
morales del tipo de los Diez Mandamientos o de los Derechos Humanos.
Es además, importante, tener en cuenta la importancia que tienen para
nosotros y el orden jerárquico en el los situamos. También tenemos en
cuenta la clase de persona que queremos ser y la clase de mundo en la
que queremos vivir.
Cómo resolver un dilema moral.

4. Solución: al final hay que exponer lo que uno mismo haría en el caso de
encontrarse en una situación semejante. Para ello hay que redactar una
exposición en la que dejemos claro qué es lo Dilemas morales, pág. 3 que
pensamos que se debe hacer y cuáles son las razones que justifican nuestra
decisión. Es decir, se trata de exponer la decisión que nosotros tomamos
basados en los argumentos expuestos en la pregunta anterior, procurando
además refutar los argumentos que están en contra de lo que nosotros
pensamos que es la conducta moralmente buena. Es muy importante no caer en
el error de resolver el dilema proponiendo una solución intermedia que en cierta
medida satisfaga los valores en están conflicto en el dilema. En ese caso
estaríamos evitando el dilema y no dando nuestra solución. Por tanto, la decisión
que ofrezcamos en este apartado tiene que ser una de las dos que plantea el
dilema.
Casos prácticos de dilemas éticos.
ABORTO.
Una mujer embarazada de ocho meses se entera en su última
ecografía que su bebé tiene el 80% de posibilidades de tener
problemas graves de desarrollo psicomotor. El médico le da la
opción de interrumpir el embarazo descartando cualquier riesgo para
su salud. Le pide consejos a su familia que le responde que la
decisión es suya, ya que las consecuencias tendrá que asumirlas
ella. En efecto, sabe que al tener el niño deberá asistirle toda su
vida, las 24 horas del días. Al final, la mujer renuncia a tener el niño.
Casos prácticos de dilemas éticos.
EMBARAZO

Una chica de 15 años, procedente de una familia católica y


conservadora, se ha quedado accidentalmente embarazada. Se lo
ha contado a sus padres y no quieren que la chica aborte. Por una
parte, ella tiene creencias católicas y piensa que con el aborto está
matando a un ser vivo. Por otra parte, sabe que es demasiado joven
y no está preparada para afrontar esta responsabilidad.
Casos prácticos de dilemas éticos.
FIESTA DE CUMPLEAÑOS

Un grupo de amigos organiza una fiesta de cumpleaños en la casa


de otro amigo cuyos padres estarán fuera este fin de semana. La
fiesta tienen buena pinta: la casa es grande, con piscina, barbacoa,
jardín, etc. el grupo envía las invitaciones sin contar con la opinión
del hijo de los propietarios. Cuando le informan, todo el mundo está
entusiasmado y se ha apuntado a la fiesta. En chico, en un principio,
se muestra disgustado, pero cede ante la presión del grupo y el
“programa” de la fiesta. ¿Qué hubieras hecho tú en el lugar del hijo
de los propietarios?
Casos prácticos de dilemas éticos.
BOMBERO

Juan es bombero y está ante un edificio en llamas. Dentro hay seis personas,
pero sólo hay tiempo para rescatar a tres. Juan intenta sopesar la situación y
analizar brevemente las características de cada persona, que son las
siguientes:
- un hombre sexagenario que obtuvo el Premio Nobel de la Paz
- una mujer embarazada
- un joven ex-presidiario, padre de dos hijos
- una niña con Síndrome de Down
- un sacerdote misionero
- un hombre de mediana edad, responsable de una empresa de la que
dependen muchos empleados.
Casos prácticos de dilemas éticos.
ASESINO

Un policía realiza una persecución de un peligrosos asesino en


serie, el cual ha asesinado a más de cincuenta personas. Cuando lo
tiene a su alcance, apunta con su pistola al asesino, sabiendo que
es la última oportunidad que tendrá para “cazarlo” aunque sea sin
vida, evitando así más muertes.
Casos prácticos de dilemas éticos.
DROGA

En tu grupo de amigos está Marco, que trafica con droga. Marco


tiene una delicada situación familiar: su padre falleció, tiene una
hermana pequeña y su madre cobra una pequeña pensión por
invalidez que no les sirve para llegar a fin de mes. Marco, agobiado
porque se siente investigado por la policía, te pide que le guardes
cierta cantidad de droga en tu casa. A cambio, te ofrece una parte
del beneficio que saque cuando venda la mercancía. ¿Qué harías?
Casos prácticos de dilemas éticos.
ALAKRANA

Un barco pesquero español ha sido secuestrado por unos piratas. El


ejército ha detenido a dos de los secuestradores y los han puesto a
disposición de la justicia. Los piratas exigen una elevada cantidad de
dinero y la liberación de los dos detenidos como condición para dejar
en libertad a los rehenes españoles. Por otro lado, las familias de los
pescadores secuestrados exigen la liberación de los piratas, pero el
Estado alega que deben cumplir su pena de acuerdo con la ley.
Casos prácticos de dilemas éticos.
FIESTA FIN DE CURSO

Ha llegado la gala de fiesta de fin de curso, fiesta que llevas


organizando desde hace un mes y que esperas con gran ilusión.
Debido a tus malos resultados académicos tus padres han decidido
castigarte sin ir a ella. Sin embargo, para el día de la fiesta, a tus
padres les ha salido un viaje de negocios, por lo que no llegarán a
casa hasta el día siguiente. ¿Irías a la fiesta o respetarías el castigo
de tus padres? ¿por qué?
Casos prácticos de dilemas éticos.
EXAMEN

Aamaal es una niña marroquí que acaba de llegar a Ciudad Real e ingresa en un
instituto de Enseñanza Secundaria. Es una niña con mucho interés en aprender, pero
tiene muchísimos problemas con el idioma. En clase, por tanto, a pesar de ser una niña
inteligente, no puede seguir el ritmo de sus compañeros se frustra. El problema llega
con el primer examen. Se anuncia en clase el mismo y ella no puede hacerlo porque no
ha captado bien los conocimientos. En un descuido, el día de antes, el profesor sale un
momento de la clase y deja ver que ya ha hecho las copias del examen. Aamaal se
levanta y toma una de las copias con el fin de poder ver, más o menos, qué la van a
pedir; esto es, con la intención de poder trabajar en casa sobre todo el lenguaje y
asegurarse de que podrá traducirlo correctamente. En ese momento, el profesor entra y
descubre a Aamaal leyendo el examen, con el consiguiente enfado del mismo.
Casos prácticos de dilemas éticos.
BANDAS CALLEJERAS

En los últimos años han surgido bandas callejeras que, a modo de “prueba de fuego”,
proponen actividades tales como palizas, violaciones, etc, como requisito previo para
convertirse en miembro del grupo. Estos grupos se suelen aprovechar de chicos y
chicas vulnerables, impopulares o procedentes de familias desestructuradas que
sienten la necesidad de pertenecer a un grupo. La situación que le planteamos a
nuestro protagonista es la siguiente: un adolescente se siente solo y desplazado en el
instituto. Además, no tiene apoyo ninguno fuera del entorno escolar y procede de una
familia desestructurada. Una banda de las características anteriores se percata de la
situación y quiere aprovecharse de ella. Le ofrece la posibilidad de pertenecer a la
banda, que le ofrece apoyo y amistad, a cambio de demostrar su atrevimiento. Así, la
banda reta al adolescente a agredir gravemente a uno de sus compañeros de clase.
Casos prácticos de dilemas éticos.
Casos prácticos de dilemas éticos.
Casos prácticos de dilemas éticos.

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