Arquitectura Gotica en Francia

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Arquitectura gótica en Francia.

El arte gótico tiene como único centro de nacimiento e irradiación el norte de


Francia. Desde el punto de vista histórico viene marcado por la alianza que se
produce entre la monarquía francesa y la iglesia. La región denominada de la
"Ile de France" territorio dominado por la dinastía de los Capetos, fue
adquiriendo una sólida estructura monárquica, favoreciendo la formación de una
clase dirigente unitaria, animada por el ideal caballeresco y "cortés", esta
sociedad se encontró frente a una iglesia debilitada, que solo se ve renacer en
la reforma cisterciense propiciada por San Bernardo de Claraval. Unido como el
románico al desarrollo de las lenguas romances, en esta época se establecen
las lenguas literarias nacionales que viene determinadas por su prestigio
político o poético.

El primer intento de arquitectura gótica se produce en Saint Denis, en la planta


y la doble girola de la cabecera se aprecia la nueva estética, es propiciado por
el abad de Suger, seguidor de San Bernardo de Claraval y consejero de Luis VI,
en esta construcción existe una clara intencionalidad política buscándose en el
nuevo estilo, un lenguaje más dúctil, sutil y elegante, que sea una expresión
original y contundente del poder real frente al clero cluniacense y la nobleza
feudal.

Siguiendo el ejemplo de Saint Denis, en la segunda mitad del siglo XII, se


erigen varios edificios de un gótico primitivo. En la catedral de Laon (1156-1160)
y en la de Notre Dame de París (1163), se ensaya una mayor elevación de la
nave central y la luz se convierte en el elemento dominante, los intentos de
mayor iluminación son constantes. En un principio en ambas se utilizan las
bóvedas sexpartitas, sistema que es abandonado pronto por la introducción de
un nuevo elemento, el arbotante, utilizado por primera vez en 1180 en Notre
Dame de París, que permite dirigir los empujes desde las bóvedas hasta los
contrafuertes exteriores, consiguiéndose la apertura de grandes vanos. En esos
mismos años se inicia la construcción de la catedral de Chartres, que
introduce la novedad de la eliminación de las tribunas sobre las naves laterales
y la utilización de bóvedas de crucería simple.

A partir del siglo XIII y tras estos primeros intentos, el estilo gótico se afianza
definitivamente en su fase clásica, las catedrales de Reims (1211) y Amiens
(1220) son los mejores ejemplos del gótico internacional o clásico. En ambas se
utiliza la planta cruciforme y los elementos son combinados en un sistema
consciente que busca la ingravidez, la iluminación irreal y la regularidad. Las
variedades regionales del gótico francés serán múltiples ramificadas y
derivadas de la adaptación del estilo a las tradiciones regionales.
Pero el estilo perfectamente asentado se dirigirá a una artificiosidad continua
empeñada en ganar altura, expandir los vanos y acentuar el apuntamiento de
los arcos. Esta tendencia conforma lo que se ha llamado el "gótico radiante",
cuyo ejemplo más característico es la Sainte Chapelle de París, representativa
del estilo más efectista y ornamental.

En el siglo XIV se terminaran las grandes catedrales comenzadas y se


construirán edificios de menor entidad, destacando la catedral de Albi o la
iglesia de los Jacobinos de Toulouse ambas realizadas en ladrillo y de planta de
salón.

En el siglo XV, el carácter ascensional del gótico francés alcanza su máxima


cota cuando éste se une a la rica decoración flamígera, que llega ocultar los
elementos arquitectónicos, correspondiendo a este momento la fachada de la
catedral de Tours o la de Ruen.

Arquitectura Gótica
Rafael Serano Esguerra

La arquitectura es lo que mejor define al gótico, en rigor de ella es


que nace el movimiento. La arquitectura gótica nació en Francia y
Normandía a mediados del siglo XII y se expandió por toda Europa
durante los siglos XIII y XIV en gran parte al movimiento de la
reforma cisterciense, llevado a cavo por San Bernardo, en 1112, ya
que surgen en toda Europa una serie de abadías, que hacen eco
en las nuevas técnicas –mezcla entre el romántico y el gótico-,
contribuyendo en uno de los principales medios de difusión. Es así,
como a principios del siglo XIII, la arquitectura gótica dejó de ser
patrimonio exclusivo de Francia para extenderse por toda Europa.

Dos son los elementos esencialmente característicos de la


arquitectura gótica que determinan sus variantes regionales y
que afectan a la contextura general del edificio: la bóveda de
crucería y el arco ojival o apuntado; afectando la primera a la
estructura, y el otro, más particularmente, a las formas exteriores.
La bóveda de crucería concentra los esfuerzos en un punto
determinado, centralizando los empujes, lo que determina la
desaparición de los muros macizos del románico, que son sustituidos
por amplios ventanales con vidrieras. Los empujes son trasladados
por medio de los arbotantes a los contrafuertes exteriores, que
rematan en pináculos. La bóveda descansa sobre altísimos pilares,
formados por un macizo central y columnas o baquetones adosados,
a tenor de los nervios de la bóveda, verificándose la transición por
un capitel, con temas vegetales, que paulatinamente van
decreciendo en importancia hasta terminar siendo una simple faja
decorativa.

A este concepto dinámico de la construcción, frente a la estática


románica, se le añaden las formas agudas de los arcos, en que abren
puertas y ventanas; éstas, como los rosetones, con tracería, formada
por motivos geométricos, entre las que se colocan las vidrieras. La
complicación de estas tracerías, la aparición de nuevos tipos de
arcos (conopiales, escarzanos, carpaneles) y la complicación de
bóvedas, que aumentan el número de nervios, con sus consiguientes
consecuencias en las demás partes del edificio, señalan las
características determinantes de las diversas fases en la evolución
del estilo gótico.

En líneas generales pueden considerarse en la evolución de la


arquitectura gótica en cuatro períodos, que presentan análogas
características en los diversos países
de Europa. Podemos considerar un
primer período de transición, en el que
se incluyen templos comenzados en
estructura románica y acabados en
gótico. Presentan gruesos pilares con
columnas semicirculares adosadas en
los frentes, y en los diagonales.
Contrafuertes como sistema de
contrarresto y nunca arbotantes.

Al siglo XIII, pilares de núcleo cilíndrico


con columnillas correspondientes una
a cada nervio de la bóveda, basas y
capiteles individuales con decoración
vegetal éstos. Bóveda de crucería de
nervios finos y molduras. Ventanascon
tracerías basándose en arcos apuntados y rosetones trifoliados y
cuatrifoliados. Arbotantes.

En el siglo XIV comienza la


subdivisión excesiva de
columnillas, las bóvedas
multiplican sus nervios. El arco
apuntado equilátero. Se
complica n las tracerías de los
ventanales.

El último período corresponde


al siglo XV; en él la decoración
domina a las líneas
arquitectónicas. Es la fase
barroca del estilo gótico. Aparecen y se difunden, las formas del arco
de tipo conopial, carpanel y escarzano; las tracerías adoptan formas
curvilíneas, con tendencia a las formas, en S; se prodigan las
bóvedas estrelladas, calándose a veces suplementaria, los capiteles
desaparecen o adoptan la disposición de faja decorativa.

La catedral es el monumento característico de la arquitectura gótica,


en la que se reúnen todas las características esenciales del estilo.
Las catedrales góticas eran los monumentos más altos que se
habían construido, y este hecho empezó un tipo de competencia en
Europa. Su planta, en forma de cruz, es de tres o cinco naves, con
crucero más corto que el de la arquitectura románica, y en la
cabecera la girola o deambulatorio, en la que se abren las capillas
poligonales, todas encerradas en un gran medio círculo. Son
destacadas las altísimas naves laterales, las que sirven de
campanario y en las que se abren los amplios ventanales.

Otro contraste a la simplicidad del estilo románico, es la abundancia


de decoración que tiene el estilo gótico. La fachada de las catedrales
están repletas con escultura que muchos describen como
extravagante por su cuidado en los detalles. Las torres también
tienen escultura detallada –un ejemplo de esto son las gárgolas- que
no se puede apreciar porque no esta al alcance de los ojos.

Arquitectura: La catedral

En el siglo XIII el mundo cristiano se ha vuelto mucho más urbano


y burgués. Surge una nueva ideología que se plasma en los ideales
del abad de Suger, brillo y esplendor frente a la austeridad del Cister.
El gótico se caracteriza por la verticalidad y la luz, que es el reflejo de
la divinidad. El nuevo estilo recibirá el apoyo de las autoridades
municipales y la burguesía. Su expresión más típica es la catedral, en
la que encontramos todos los elementos del arte gótico.
Sin dejar de ser un arte didáctico, el gótico se vuelve mucho más
decorativo. Utiliza un nuevo tipo de arco y de bóveda: el arco ojival y
la bóveda de crucería, que gracias a sus nervios convergen en
contrafuertes, separados del muro, a través de los arbotantes, lo que
posibilita un muro diáfano que se recubre con vidrieras, que permiten
el paso de una luz tamizada por los colores de los cristales. Esta luz
crea una atmósfera irreal, símbolo de la divinidad. Los rosetones son
el marco privilegiado de las vidrieras de colores, que tiñen el interior
de color, o de una luz blanca, un tanto irreal. Existe un contraste entre
estructura y apariencia.
Predominan las plantas de cruz latina en las que se distingue: la
cabecera, el crucero y las naves, de tres a cinco. La cabecera tiene
girola y capillas radiales. La nave central y el crucero son más anchos
y altos que las laterales.
El arco apuntado es una de las señas de identidad más
características del arte gótico. Confiere a los edificios esbeltez y
verticalidad. En el siglo XIII son muy abiertos, es el arco apuntado
clásico. En el siglo XIV se hacen más apuntados y altos: se denomina
arco lanceolado. Corresponde al momento de mayor verticalidad. En
el siglo XV se utilizan el arco conopial, el carpanel y el mixtilíneo.
Los soportes, generalmente el pilar, evolucionan desde los
redondos (columnas) a los acanalados con forma de estrella. Aparece
el pilar fasciculado, que tiene el fuste formado por varias columnillas
delgadas (baquetones). En el edificio gótico se necesita un sistema de
contrapeso adicional a la función sustentante ejercida por el pilar.
Otra seña de identidad gótica. Para ello se usan los contrafuertes
separados del muro. Los arbotantes enlazan la bóveda central con los
contrafuertes a través de un arco rampante. En la intersección se
ponen pináculos para hacer más estable el conjunto. Además, los
arcos poseen canales de desagüe del agua de lluvia, que terminan en
gárgolas. En los edificios más altos existen dos niveles de arbotantes.
Tan características como los arcos apuntados son las cubiertas
del gótico. Es la época de la bóveda de crucería, que permite cubrir
espacios rectangulares a mayor altura. Está formada por dos arcos
(nervios) que se cruzan en el centro: en la clave. El resto de la
superficie se cubre con plementos. Con este sistema todo el peso de
la cubierta descansa sobre los soportes, por lo que el muro de
descarga es innecesario, y se puede cerrar el espacio con grandes
ventanales. No obstante, para cubrir toda la nave siguen empleándose
el sistema de arcos fajones. La bóveda de crucería evoluciona con el
tiempo. En el siglo XIII se utiliza la bóveda de crucería simple. Para
cubrir los espacios que no son rectangulares se utiliza un tercer nervio
que divide la bóveda en seis partes (bóveda sexpartita). En el siglo
XIV la bóveda se enriquece por medio de nervios secundarios
(treceletes) que van desde los ángulos a la mitad de los nervios; y
ligaduras, que van desde el centro del cuadrado a la clave. Ellos dan a
la bóveda un aspecto estrellado (bóveda estrellada). En el siglo XV a
las bóvedas se añaden nervios combados, que van del centro del
cuadrado al centro de los nervios pasando por en centro de los
treceletes. Aparecen, también, las bóvedas de plementería calada,
que se recubren con vidrieras.
Este sistema constructivo permite abrir vanos en los muros. En
realidad los muros no son necesarios para sostener la cubierta, por lo
que se permite la entrada de la luz lo más posible. El muro se cierra
con vidrieras de colores que tamizan la luz. Las vidrieras se organizan
en tracerías, o divisiones de piedra, que forman los vanos. Cada
vidriera posee un armazón de hierro y un emplomado que unen los
diferentes trozos de cristal, y forman las figuras. Las vidrieras son un
elemento indisoluble de la arquitectura, aunque utiliza los mismos
convencionalismos iconográficos que la pintura, y su mismo
programa.
La portada se revaloriza. Aquí aparecen los principales motivos
ornamentales, que se vuelven más naturales. En ella se colocan las
torres y las puertas. Las torres pueden estar adosadas a las naves, o
justo encima de las puertas laterales. La fachada típica tiene forma de
H. Está formada por dos torres cuadradas, rematadas con un
elemento piramidal. Poseen tres niveles: la portada de entrada, los
ventanales y el rosetón: que iluminan el interior. También las portadas
laterales se decorarán. El rosetón tiene también una función
simbólica, pues representa la luz de Dios. En ocasiones la fachada se
remata con un gablete triangular. Las portadas siguen el modelo
románico: son abocinadas y en ellas se encuentra la decoración
escultórica. Su número varía en función de las naves que hay en el
interior.
En el alzado se distinguen tres partes: la arquería, el triforio y el
claristorio o ventanales. El muro tiende a desaparecer, sobre todo en
lo alto. El triforio es estrecho, ya que pierde su función de tribuna, y se
emplea sólo para que pase la luz al interior.
En el gótico se distinguen cuatro etapas: el gótico primitivo o
protogótico, al que pertenece Notre-Dame de París. Tiene un aspecto
un tanto románico. El gótico clásico, del siglo XIII, principalmente en la
primera mitad, a la que pertenece la catedral de Chartres, y en el que
desaparece la tribuna, y los ventanales se alargan. El gótico
manierista, de la segunda mitad del siglo XIII, que en algunos lugares
se alarga hasta el XIV. Se multiplican los radios de los rosetones, y se
complican y estilizan todos los elementos arquitectónicos. Además,
hay una mayor luminosidad, porque el triforio casi desaparece en
favor del claristorio. Y el gótico flamígero, sobre todo en Francia
durante los siglos XIV y XV, en el que las estructuras se vuelven más
sencillas y la decoración más abundante. Se caracteriza por la
decoración de calados con adornos asimétricos, semejantes a las
ondulaciones de las llamas. Aparecen: el arco
conopial y las bóvedas estrelladas, como en
la catedral de Oviedo. Esta es la época en la
que surgen, en España, el estilo isabelino, en
fusión con el mudéjar.
Además de las catedrales, adquieren
importancia otros edificios civiles. Las
ciudades crecen dentro de sus murallas,
gracias a la burguesía, y aparecen edificios
de administración y comercio. Se levantan el
ayuntamiento, las lonjas, sin dejar de
construirse castillos y fortificaciones militares,
con menos vanos. La ciudad tiende a organizarse en torno a la
catedral, el ayuntamiento y la lonja. Aparecen, también, palacios
urbanos, que expresan la riqueza tanto de los nobles como de la
burguesía.

Arquitectura gótica

Técnicamente, la arquitectura gótica es la culminación de los ensayos


románicos. Se trata de expresar la espiritualidad construyendo
edificios altos y se puede.
En un contexto urbano donde el incendio es el desastre más temído,
los edificios tienen que ser de piedra.

Mas ahora, el problema de la presión de los arcos está resuelto.


La solución más eficiente y ligera del arte románico se impone: el
arco punteado u ojival llega a ser la característica predominante del
nuevo estilo.

Los muros ya no necesitan ser tan gruesos y se


pueden dejar claros importantes para que
penetre la luz.

Un armonioso contraste de volúmenes y vacíos


completa el conjunto.

El hombre del siglo XII o XIII busca expresar la suma de sus


conocimientos y la perfección. En la arquitectura, esto significa
precisión en los cálculos, adecuación de las formas y de las
dimensiones a los propósitos y a las relaciones entre partes de los
edificios, en este caso: las catedrales, sedes religiosas más
importantes en el nuevo contexto urbano.

Estas fotografías de la catedral de Bourges, Francia, muestran la abundancia de arcos


ojivales, las numerosas aperturas de los ventanales, las salientes y entrantes...

El arte gótico de España

Los primeros vestigios del arte gótico aparecen en la mitad del siglo
XII en Paris, Francia. Aunque el arte gótico es el estilo que reemplaza
el arte románico, el estilo predominante durante el siglo XII, el arte
gótico no es una continuación del período románico. Con algunas
excepciones, el arte gótico es un estilo original. Nació en el norte de
Francia, lo cual puede explicar en parte cómo y por qué el arte gótico
llegó a ser. El clima frío y la vegetación del norte influyeron en la
producción de este estilo arquitectónico. Los tejados altos y
escarpados impiden la acumulación de nieve en el tejado y las
columnas altas y gruesas reflejan los bosques del norte.
Otra razón por la cual el arte gótico nació en esta época es el crecimiento de las
ciudades. Cuando el feudalismo empezó a decaer en el siglo XII, mucha gente
se trasladó a la ciudad para trabajar y vivir, causando el nacimiento de la clase
media. Este desarrollo es importante porque sin ciudades el estilo gótico no
puede existir. Las catedrales, que son la expresión más alta del arte gótico,
siempre fueron construidas en las ciudades importantes. Las iglesias
románicas, por el otro lado, usualmente estaban construídas cerca de un
monasterio, lo cual entraba en los moldes del feudalismo. Fue necesario tener
una clase media con suficiente dinero para subvencionar los proyectos grandes
como la construcción de catedrales.

Además de estas razones económicas y geográficas que explican el nacimiento


del arte gótico, es necesario tener en cuenta que el estilo gótico no pudo
comenzar sin innovaciones arquitectónicas. La bóveda con nervios y el
arbotante ofrecen a la arquitectura de esta época nuevas posibilidades.

El arte gótico llegó a España desde Francia en la primera parte del


siglo XIII. Las primeras manifestaciones del arte gótico en España se
observan en las catedrales de León, Toledo, y Burgos. Este estilo fue
predominante en España por trescientos años. Las últimas iglesias
góticas en Espana se terminaron cerca del año 1500, aunque partes
de las catedrales de Burgos y Sevilla se terminaron un poco después.
Ya que la mejor expresión del arte gótico es la arquitectura y dentro
de la arquitectura, la catedral, podemos describir la cualidades del
arte gótico describiendo la catedral gótica. Lo primero que notamos
es su gran altura. Estas iglesias pueden ser más altas que las
románicas, porque en las últimas la mayor parte del peso se sostiene
con los muros. En la arquitectura gótica hay una armadura que ayuda
a sostener el peso del muro. El resultado es que las iglesias pueden
ser mucho más altas. Además, la bóveda con nervios es más ligera y
flexible que la bóveda redonda del arte románico. Las bóvedas del
arte gótico, al estar más altas, dejan más espacio para las ventanas.
Por eso, las vidrieras también pueden ser muy altas dejando entrar
más luz dentro de la iglesia y haciendo su interior más brillante que el
interior de una iglesia románica. Con esta luz adicional, los
arquitectos góticos eliminaban la oscuridad que predominaba en las
iglesias románicas. Otra cosa que explica la gran altura de la catedral
gótica es el arbotante, un pilar que sostiene las altas partes de la
catedral. El arbotante es un elemento exterior y no se ve dentro de la
iglesia. Sin embargo mejora mucho el interior y lo levanta hacia lo
divino. El rasgo principal del arte gótico es el arco apuntado que
contrasta con el arco redondo del arte románico. El arco apuntado
está en todas las partes de la catedral y capta la visión de los artistas
góticos. El arco apuntado fue otra manera de levantar la atención de
los espectadores hacia Dios. Todos los elementos, tanto dentro como
fuera de la catedral, se dirigen hacia arriba, hacia Dios. Cuando una
persona entra a una catedral gótica es imposible no mirar para arriba.
Ésta es la intención de la arquitectura: que todo en la iglesia lleve al
espectador a Dios. Otro efecto del gran espacio dentro de la catedral
es transmitir el principio penetrante de Dios al espectador. Con el
espacio inmenso, uno siente que está a punto de encontrarse con
Dios.

Durante el período gótico español, la sociedad sale de la oscuridad cultural con


una gran actividad intelectual. Por toda Europa, el ambiente escolástico florece
en la nueva presencia de universidades y en el interés en las obras griegas, las
matemáticas, las ciencias, la teología, y la filosofía. El pensamiento y el arte
gótico parten del mundo románico por completo porque ahora lo intelectual es
importante y el mundo natural se relaciona directamente con el mundo espiritual
(Sewall 353).

La teología y la filosofía presentes en la época gótica (especialmente de la


Summa teológica de Santo Tomás Aquino) destacan la idea que Dios está
presente en todas las partes del mundo y en todas las cosas. Por esta razón, la
arquitectura gótica trata de representar la omnipresencia de Dios utilizando la
luz, el espacio, y las imágenes de la naturaleza. En las columnas y las bóvedas
de follaje de la Catedral de Sevilla (empezada en 1402) el espectador recibe la
impresión de estar en un bosque. La altura de las naves, las bóvedas de follaje,
y los relieves floridos apoyan la idea de Santo Tomás de que la creación, o sea
la naturaleza, puede guíar el alma al conocimiento de Dios mismo. La
arquitectura utiliza la lógica y las formas geométricas además de la luz y la
naturaleza para elevar el alma humana a Dios. El rosetón (vidrio de color en
forma circular) de la Catedral de León (empezada en 1198) revela la eternidad
de Dios en forma circular que no tiene principio ni fin. Es la nueva geometría
del Nuevo Jerusalén y muestra una reconciliación de la fe con la razón como
Santo Tomás trata de hacer en su Summa. Los vidrios colorados nos dan otra
conexión con lo espiritual en el uso de la luz. La luz del arte gótico insinúa una
experiencia mística y lleva a la persona a la luz del amor de Dios. La luz es Dios
en el pensamiento de la época y puede comunicar la gloria divina por medio de
los vidrios colorados de las grandes catedrales. Como hemos notado ya, la
altura de la arquitectura gótica es central a la impresión que recibe el
espectador cuando entra a una catedral gótica. La importancia de la lógica y de
las matemáticas hace posible esta altura impresionante. No sirve sólo para
impresionar sino para crear un espacio donde la grandeza de Dios se
manifiesta y el alma siente que puede tocar al cielo. La arquitectura gótica
refleja la cosmovisión teocéntrica y racional de la época al utilizar la lógica,
expresar la conexión entre la creación y Dios, y glorificar a Dios en la grandeza
de las catedrales españolas.
La mayor parte de la escultura gótica consiste en los relieves de las catedrales.
La forma y la organización de la escultura también reflejan la cosmovisión
gótica. Por ejemplo, en la Catedral de Burgos (empezada en 1221), los relieves
crean una escena del Juico Final con figuras de ángeles, santos, y condenados
de formas lógicas y humanas contrastando con la exageración y el desorden de
las formas románicas anteriores. Además, los relieves de las escenas bíblicas
en el exterior de la Catedral enseñan al público analfabeto la fe cristiana. En un
sentido, la escultura gótica es un medio de comunicación entre la Iglesia y los
fieles.

La pintura gótica también refleja la cosmovisión gótica pero en el uso de la luz o


el color dorado. Expresando una visión teocéntrica, las figuras en la pintura son
de escenas bíblicas y el fondo dorado de las pinturas refleja la gloria de Dios.
Las figuras son más naturalistas que las figuras en el arte románico pero
también son serias y austeras destacando la devoción cristiana. En el retablo
famoso encima del altar de la Catedral de Toledo, vemos la grandeza gótica, las
escenas bíblicas y didácticas, y el color fuerte del oro.

La literatura gótica no abandona la cosmovisión de la época tampoco. En el


siglo XIII, el rey Alfonso X es el abogado del nuevo interés en las ciencias y la
literatura árabe y latina. Tiene un papel clave en la traducción de las obras
árabes al castellano y de escribir un extensa historia española. En este mismo
siglo el mester de clerecía (obras de clérigos eruditos) cultivado por Gonzalo de
Berceo extiende la devoción a la Virgen María (Milagros de Nuestra Señora) y
destaca la gloria divina en la naturaleza y la piedad humana. La literatura gótica
refleja la cosmovisión gótica con su carácter moral y científico.

La cosmovisión gótica es teocéntrica pero colectiva también. En la Edad Media


el individuo no tiene tanto valor como la comunidad o el pueblo. Se ve este
colectivismo en la construcción de las catedrales. Por ejemplo, los artistas no
son reconocidos porque la catedral es hecha para la gloria de la Iglesia y no
para el individuo. “It was by virtue of this fact that a truly communal spirit then
prevailed, with the spiritual values of Christian faith giving significance and
meaning to all aspects of western thought” (Robb 165).

El arte románico y la cosmovisión románica difieren de lo gótico. En vez de


mostrarse en grandes catedrales de las ciudades, el arte románico se presenta
en los monasterios e iglesias que se encuentran al lado del camino de
peregrinación. Sólo habia dos tipos de vida en el principio de la edad medieval:
la vida feudal y la vida monástica. El arte románico refleja un mundo alejado del
mundo humano, contrastando con el arte gótico que quiere unir el mundo
espiritual con el mundo humano. Parte de la escultura de la Catedral de
Santiago de Compostela representa el Juicio Final con figuras animalescas,
exageradas, y fantásticas. No tienen la forma ordenada y lógica que tienen las
figuras góticas. La razón viene de la falta de unidad y lógica en el ambiente
intelectual de aquella época. La sociedad románica no tiene todavía la
influencia de las universidades y la población central de las ciudades. Igual que
lo que ocurre en la escultura románica, la arquitectura sólo tiene carácter
regional y tradicional junto con límites estructurales por la falta de desarrollo de
las matemáticas y ciencias. En la sociedad románica, el enfasís teológico está
en la segunda venida de Cristo porque mucha gente pensaba que la segunda
venida sería en 1000 d.c. En esa época, se construyen las iglesias románicas
con rasgos antiguos, tradicionales, y romanos. Los arcos redondos y la
simplicidad austera da la impresión de un templo sagrado. Así, la arquitectura y
la escultura no unen el mundo terreno con lo espiritual como hace el arte gótico.
Los “templos” y las figuras deformadas insinúan otro mundo misterioso fuera de
lo nuestro.

Con los cambios sociales y intelectuales que tienen lugar en el siglo XII,
vemos un cambio en el arte rómanico que apunta hacia el arte gótico. Las
expresiones de un mundo misterioso se transforman por completo en nuevas
expresiones que representan un mundo razonable y lógica.

LA ARQUITECTURA GOTICA

El estilo gótico apareció en el s. Xll y en algunas zonas de Europa


sobrevivió hasta el siglo s. XVL . En Italia fue ampliamente
reemplazado por el renacimiento a principios del s. XV . El termino
gótico " se aplico por primera vez a la arquitectura ya que las formas
arquitectónicas dominan el arte este período.

ESTILOS GOTICOS INGLESES


El gótico ingles
generalmente esta dividido en tres períodos estilísticos ya, al igual
que el alto gótico de Francia , estos se caracterizan por el estilo de
sus ventanas (ver recuadro en vidriera ) .

El primitivo Ingles duro 1190-1250y son típicas ventanas altas de ojiva


aguda sin traseria . A este le sucedió el
Decorado .h. 1250h. 1360, es
caracterizado por el arco de gola (que
aparece en puertas y ventanas) y por
superficies de pared decoradas . Durante
este período la traceria de las ventanas
evolucionan de la forma geométrica a la
ondulante . Finalmente llego el estilo
perpendicular , h . 1330-h 1550, que como
su nombre indica pone énfasis en los
rasgos verticales. Los parteluces
continuaron a lo largo de la traceria en
toda la altura de la ventana.

En la arquitectura gótica se evoca la


cualidad trascendental mediante arcos en
punta , techos abovedados y destacando la luz a través de amplias
ventanas terminadas en punta, con frecuencia decoradas con
vidrieras de colores . A medida que evolucionaba el estilo se
elaboraron muchos de los elementos funcionales para crear formas
decorativas densas.

Arquitectura:

El periodo comprendido como el otoño de la edad media representa


uno de los giros más radicales en la evolución y desarrollo de la
historia de la civilización de la Europa occidental.
En lo referente a la arquitectura, como evolución lenta, segura y
continua del templo romano aparece la arquitectura gótica,
independiente de las influencias mediterráneas y orientales. Fue la
representación del sentimiento de elevación espiritual.
En Francia se plasma por primera vez esta corriente en la basílica de
Sant Denis.
Aparecen los arcos y bóvedas de medio punto por los arcos y bóvedas
ojivales, disminuye el espesor de los pilares, se aumenta el espacio
iluminado, se acentúa el decorado por medio de archivoltas sucesivas
constituidos por legiones de Ángeles y santos esculpidos, y la
ornamentación fue de naturalismo fresco, suelto y expresivo.
El arte gótico nace en el siglo 12 y perdura hasta el 15. Su periodo
más bello y completo abarca todo el siglo 13, durante el cual surgen
catedrales como la de París, Colonia, Reims. La evolución
arquitectónica se ubica en 4 épocas fundamentales:
-El gótico primitivo 1150-1230
Se conservan aún las formas románticas
-El Apogeo
Lo admiramos en la catedral de Reims, las características del gótico
comienzan a aparecer
-El gótico del siglo 14
Se intensifican las características anteriores, catedral de Rouen
-EL gótico del siglo 15
Se exageran la multiplicidad de elementos góticos, se pierde el
equilibrio y estabilidad, los vitrales lo dominan todo.
Esta influencia no sólo se refleja en Francia, también en Inglaterra,
Alemania, Italia,
Países bajos y España.
Un cambio importantísimo lo constituyó el paso de las construcciones
de madera a las de piedra. Se comienza a utilizar nuevamente el
ladrillo en las construcciones domésticas.

El estilo gótico encontró su gran medio de expresión en la


arquitectura. Surgió en la primera mitad del siglo XII a partir de la
evolución de precedentes románicos y otros condicionantes
teológicos, tecnológicos y sociales. La arquitectura gótica perduró
hasta bien entrado el siglo XVI en diversos países europeos como
Inglaterra, mucho después de que el estilo renacentista hubiera
penetrado en otros campos artísticos. Las mayores realizaciones del
gótico se manifestaron en el terreno de la arquitectura religiosa.

En contraste con la arquitectura del románico, cuyas características


esenciales son los arcos de medio punto, las estructuras macizas con
escasos vanos y las bóvedas de cañón o arista, la arquitectura gótica
empleó el arco apuntado, agujas, chapiteles y gabletes, reforzando el
sentido ascensional que pretende transmitir el edificio, amplios vanos
con tracerías caladas para conseguir la máxima luminosidad y
estructuras reducidas al mínimo.

Todas estas cualidades estilísticas fueron posibles gracias a las


innovaciones constructivas, especialmente a la aparición de la bóveda
de crucería. Las iglesias medievales poseían bóvedas muy pesadas,
que obligaban a disponer muros gruesos y con pocos ventanales para
soportar sus empujes. A principios del siglo XII los constructores
inventaron la bóveda de crucería, que consiste en el cruce de dos
arcos o nervios apuntados, que conforman una estructura resistente
sobre la que se colocan los ligeros plementos o elementos de relleno
que configuran la bóveda. Este sistema además de ligero y versátil,
permite cubrir espacios de diversa configuración formal, con lo que
posibilita un gran número de combinaciones arquitectónicas.

Aunque las primeras iglesias góticas adoptaron una gran variedad de


formas, la construcción de las grandes catedrales del norte de Francia
en la segunda mitad del siglo XII se benefició de las ventajas de las
bóvedas de crucería. Con ellas se podían concentrar los empujes en
los cuatro puntos del vértice y posteriormente apearlos por medio de
los elementos sustentantes, que podían ser los pilares o columnas
pero también el sistema de estribo y arbotante, un arco que transmite
los esfuerzos tangenciales hacia un contrafuerte situado en el exterior
del edificio coronado por un pináculo. Como consecuencia, los gruesos
muros de la arquitectura románica pudieron ser reemplazados por
ligeros cerramientos con ventanales que permitieron la aparición de la
vidriera y facilitaron que el edificio alcanzase alturas insospechadas.
Así se produjo una revolución en las técnicas constructivas.

Con la bóveda gótica los edificios pudieron adoptar formas variadas.


Sin embargo, la planta común de las catedrales góticas consistió en
tres o cinco naves longitudinales, un transepto, un coro y un
presbiterio, es decir, una composición similar a la de las iglesias
románicas. Las catedrales góticas también mantuvieron y
perfeccionaron la creación más genuina de la arquitectura románica:
la girola, una estructura compleja que aparece en la cabecera del
templo, generalmente de forma semicircular con un deambulatorio
alrededor y al que se abren capillas radiales de planta semicircular o
poligonal.

La organización de los alzados en el interior de las naves y en el coro


también mantuvo los precedentes románicos. Por otro lado, los
esbeltos pilares compuestos que separan las naves, con sus finos
fustes elevándose a través del triforio hasta las nervaduras de las
bóvedas, y el uso del arco apuntado en todo el edificio, contribuyen a
crear efectos de verticalidad que constituye la expresión más
intrínseca de la arquitectura gótica.

El objetivo prioritario de la organización exterior de la catedral gótica,


con sus arbotantes y pináculos, fue contrarrestar el peso de las
bóvedas. La fachada occidental o de los pies de la iglesia, por otro
lado, intentaba producir un efecto de desmaterialización del muro a
través de ricos recursos plásticos. La típica fachada principal gótica se
divide en tres cuerpos horizontales y tres secciones verticales o calles,
donde se abren las tres portadas que se corresponden con las naves
del interior. Las dos torres laterales forman parte del cuerpo de la
fachada y se rematan frecuentemente por agujas o chapiteles. Por
último, el gran rosetón sobre.
Arte gótico. España. Arquitectura.
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Siglo XIII

Durante el siglo XIII se introducirán en Castilla las formas góticas


francesas, debido a las estrechas relaciones que mantiene Fernando III
el Santo con Francia. Siguiendo inicialmente la ruta del comercio
lanero.
En 1118, siguiendo el modelo de Amiens, se inicia la catedral de León,
una de las más bellas catedrales góticas, y donde se reúnen todos los
logros de la arquitectura francesa. El autor de la catedral se propuso
llevar a su máximo limite la ligereza constructiva permitida por la
nueva arquitectura.
(Véase Catedral de León, Catedral de Amiens).

En 1221 se comienza la catedral de Burgos, a iniciativa del obispo


Mauricio, que conocía las realizaciones europeas.
El arquitecto que inicialmente dirige el proyecto es de la Ile de
Francia, sin embargo la sucesión de nombres de maestros españoles en
la dirección de las obras, demuestran como éstos habían asimilado el
arte francés tanto en su esencia como en sus formas.
En 1226 se inician las obras de la catedral de Toledo, mayor por sus
dimensiones que la de León y Burgos, y también más independiente de
los patrones franceses.
En ella se encuentran algunos elementos de franco mudejarismo,
especialmente en el triforio que presenta arcos lobulados y arcos
entrelazados.
A partir de la catedral de Toledo se puede decir que el gótico francés
se había asimilado y se había acomodado al gusto y las maneras
tradicionales del país.
La catedral de Cuenca supone un hecho singular en el gótico español,
por las influencias anglonormandas y borgoñonas que recibe. Al margen
de ella, la enseñanzas aprendidas en el purismo de las grandes
catedrales, no fue decisivo en la evolución del estilo en Castilla,
tomará soluciones adaptándolas más en un sentido popular, y
superponiéndose con el mudejarismo.

Siglo XIV

El Gótico del siglo XIV se centra sobre todo en las construcciones del
Reino de Aragón. Se van a caracterizar por la adaptación de soluciones
procedentes de Francia e Italia.
En arquitectura tiende a la planta de salón, prescindiendo de la
diferencia de altura entre nave central y naves laterales, con lo que
se reduce la función de los arbotantes que en muchos casos
desaparecen, reforzando la función de los contrafuertes. Las cubiertas
se hacen planas y se abren pequeños ventanales. Igualmente se
prescinde del gran aparato decorativo que había invadido las
construcciones castellanas del siglo anterior.
Respondiendo al carácter burgués de la sociedad aragonesa, se
realizarán una gran cantidad de edificios civiles.
La catedral de Barcelona se inicia en 1298, consta de tres naves casi
a la misma altura y girola sin arbotantes. La catedral de Santa María
del Mar, de Barcelona, presenta planta de salón, con tres naves de
idéntica altura, separadas por pilares octogonales y con ausencia de
arbotantes.
La catedral de Girona, inicialmente con un proyecto idéntico a la de
Barcelona, tiene su fama por la simplificación de este proyecto, que
hizo de ella un monumento único, ya que sus tres naves iniciales
fueron reunidas en una, en 1417 fue encargado Guillermo Bofill en
realizar el nuevo proyecto.
La catedral de Palma de Mallorca se inicia en el primer tercio del
siglo XIV, se plantea como una iglesia de tres naves con cabecera
rectangular, es un edificio falto de pureza estilística con elementos
de las más diversas escuelas. Destacando la utilización de pilares
ochavados a imitación de Santa María del Mar y la utilización de
gruesos contrafuertes exteriores, que le dotan de un aspecto recio.
Entre los grandes núcleos de arquitectura gótica, castellana y
catalana, se encuentra el foco navarro, muy vinculado al francés por
razones históricas. Su máximo exponente es la catedral de Pamplona,
construida entre 1397 y 1472, presentando una girola cuya planta es un
pentágono irregular.

Siglos XV y XVI

La renovación de la arquitectura gótica que se había realizado en


siglo anteriores, dará como consecuencia el denominado "estilo
hispano-flamenco".
La fusión del gótico con la tradición del arte hispano musulmán y
posteriormente la necesidad de los Reyes Católicos de crear un arte
que pudiera representar la unidad de las coronas, es determinante.
Este estilo se va a caracterizar por la complicación infinita de las
nervaduras de las bóvedas, la utilización de todo tipo de arcos, el
carpanel, el conopial, el escarzano, o el mixtilíneo, y la abundante
decoración de finos labrados.
Pero además con los Reyes Católicos el gótico se simplifica en
estructura, se consigue una clarificación en las construcciones que
permitirá que el gótico, como expresión del poder real, se popularice
y extienda a toda la península, renovándose en este estilo infinidad
de iglesias situadas en el mundo rural y que inicialmente habían sido
construidas en estilo románico.
Estas últimas construcciones góticas coinciden en el tiempo con las
primeras renacentistas, superponiéndose y utilizándose de manera
aleatoria, los dos estilos eran validos y los dos eran novedosos,
puesto que en la regeneración del gótico de la época de los Reyes
Católicos se entiende que hay un abandono en las formas tradicionales,
y se presenta como una expresión del pensamiento humanista, por ello
es imposible entender el Renacimiento español sin este gótico final.
En 1442, Juan de Colonia, encargado de las obras de la catedral de
Burgos, comienza a construir la aguja sur y termina la norte, en ellas
hay una clara imitación de las formas flamígeras germánicas. Estas
formas llegan a su máxima culminación con la construcción del
cimborrio de la catedral, en 1539, por Felipe Bigarny, donde se
aprecia un virtuosismo artesanal heredado de las formas hispano
musulmanas. En 1482, Simón de Colonia realiza la capilla del
Condestable cubierta con bóveda octogonal estrellada y calada.
El monumento máximo de este momento es la catedral de Sevilla, cuya
construcción se prolonga a lo largo del siglo XV, y se singulariza
tanto por sus dimensiones como por su estructura. La planta es de
cinco naves de nueve tramos, con capillas laterales entre los
contrafuertes, y recargadas de decoración. Se cubren con bóvedas de
nervadura sencilla, salvo en el crucero. Construida sobre el espacio
de la antigua mezquita de ésta se mantuvo el alminar árabe como torre
de campanas y el patio como claustro.
Con las obras de Juan de Colonia en la catedral de Burgos y el
traslado del arzobispo de Sevilla a Toledo, las formas flamígeras se
extienden por Castilla, siendo Burgos y Toledo los focos de
irradiación. En este momento se construyen la puerta de los Leones de
la catedral de Toledo, realizada por Hanequin de Bruselas y las
capillas sepulcrales de San Ildefonso y don Alvaro de Luna.
En 1454, en las cercanías de Burgos se realiza la cartuja de
Miraflores, tras lo trabajos de Juan y Simón de Colonia en la
catedral.
La catedral de Oviedo se puede considerar una de las obras más
completas del flamígero.
En Valladolid vinculadas al taller de Burgos se construyen las
fachadas denominadas "de tapiz" de las iglesias de San Pablo y del
colegio de San Gregorio.
La nueva arquitectura planteada en el período de los Reyes Católicos,
se ha denominado gótico isabelino, se inicia en Toledo con las
realizaciones de Juan Guas en San Juan de los Reyes, en este edificio
la exuberante decoración del gótico flamígero, se combina con una
estructura de iglesia simplificada en sus elementos y concepción, de
nave única y cabecera poligonal. La decoración se utiliza como formula
de exaltación de las Coronas.
Este mismo arquitecto trabajara en el Palacio de los Duques del
Infantado en Guadalajara, y en el castillo de Manzanares el Real.
Antón y Enrique Egas trabajaran en el hospital de la Santa Cruz de
Toledo y en los de Granada y Santiago. Así mismo realizan los
proyectos de la capilla Real y de la Catedral de Granada.
Igualmente se construyen en este siglo XVI las últimas catedrales
góticas, de 1512 es la de Salamanca y de 1525 es la de Segovia obras
de Juan y Rodrigo Gil de Hontañón que combinan estructuras góticas con
elementos renacentistas.

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