Ficha 7
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Ficha 7
LIMA – PERÚ
2019
2. RESUMEN
Objetivo: Determinar la prevalencia de Lesiones del Manguito Rotador en pacientes con
hombro doloroso evaluados por ecografía en el servicio de Radiología del Hospital
Cayetano Heredia, Octubre del 2018-Marzo del 2019. Objetivos específicos: Determinar la
frecuencia de lesión de los diferentes tendones estudiados por ecografía en la evaluación de
pacientes con hombro doloroso en el servicio de radiología del hospital Cayetano Heredia,
enero-diciembre del 2019. Determinar los hallazgos frecuentes en los diferentes tendones
estudiados por ecografía en la evaluación de pacientes con hombro doloroso en el servicio
de radiología del hospital Cayetano Heredia, enero-diciembre del 2019. Determinar si la
técnica doppler color ofrece información complementaria a la ultrasonografía en escala de
grises en la evaluación de lesión del manguito de los rotadores. Caracterizar al grupo de
estudio por edad, sexo.
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3. INTRODUCCION
3.1 FUNDAMENTACION
La prevalencia del problema del manguito de los rotadores oscila entre las diferentes
regiones estudiadas; la más aceptada en EEUU es del 20-30% en la población general.
En los estudios hechos en el Departamento de Cirugía Ortopédica de la Universidad de
Gunma, Japón, se estableció que la prevalencia fue del 20.7% en la población general.
Otro estudio efectuado en el Departamento de la Universidad de Saarland, Alemania,
arrojaba una prevalencia del 23% en la misma población. Además, se concluyó que esta
patología se incrementa con la edad por lo que algunos estudios epidemiológicos
reportan una prevalencia del 80% en la octava década de la vida (1).
En la bibliografía revisada no se halló trabajos realizados sobre este tema en nuestro
medio. La lesión del manguito de los rotadores es un problema de salud pública, está
relacionado con actividades deportivas y ocupacionales. En el campo deportivo, las
lesiones se presentan, sobre todo, en jóvenes con una prevalencia del 8 al 13%; el trabajo
repetitivo en el que interviene la cintura escapular, también, favorece este tipo de
lesiones, lo que aumenta el ausentismo laboral en un 5%, según un estudio hecho en
Colombia. En esta patología, es importante saber el sitio exacto de la lesión, así como el
estado en el que se encuentran las estructuras que constituyen el manguito rotador, ya
que de ello depende el tratamiento que se aplicará, clínico y/o quirúrgico (2).
3.2 JUSTIFICACIÓN
El presente trabajo pretende demostrar la cada vez más elevada prevalencia de las
lesiones del manguito de los rotadores, así como la utilidad del ultrasonido en la
obtención de los diferentes hallazgos frecuentes que constituyen la patología.
El estudio ecográfico tiene las siguientes ventajas: disponibilidad, fácil acceso, el costo
hospitalario es menor; además, es un estudio rápido, inocuo, dinámico, y se lo puede
realizar en cualquier tipo de paciente. Conjuntamente es importante recalcar la necesidad
del paciente por un pronto diagnóstico imagenológico definitivo para la instauración de
su tratamiento (3).
3.3 MARCO TEORICO
El manguito de los rotadores está conformado por los músculos supraespinoso,
infraespinoso, redondo menor y subescapular, y sus tendones. Desde el punto de vista
funcional y patológico, se puede agregar también, el tendón de la porción larga del
bíceps (4).
La función del manguito rotador es doble: centra la cabeza humeral en la glenoides y
hace la abducción y movimientos de rotación externa. Las lesiones del manguito rotador
vienen a ser la rotura de uno o varios de los tendones que, a su vez, puede ser total o
parcial. También se incluye el síndrome de atrapamiento que, constituiría el estadio final
del primero (5).
Si bien se define como el conjunto de signos y síntomas, siendo lo más importante, el
dolor anterior del hombro resultante de la colisión entre el tejido blando subacromial y el
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techo osteofibroso, formado por el acromion, el ligamento coracoacromial y la apófisis
coracoides. Y suele ser generalmente, por la repetición de traumatismos que conducen a
edema y hemorragia del manguito de los rotadores e hipertrofia sinovial de la bursa
subacromial; lo que lleva un círculo vicioso que agrava el conflicto de espacio y puede
llevar finalmente a la rotura (6).
Según Neer, la enfermedad avanza a partir del estadio I, en el que aparece edema y
hemorragia en el tendón y en la bursa subacromial; luego por el estadio II, en el que
existe tendinitis con fibrosis y, luego, llega al estadio III, con la rotura tendinosa (7).
AFECCIONES DEL MANGUITO DE LOS ROTADORES EXCLUYENDO
ROTURAS
A] Tendinopatía de los tendones del manguito de los rotadores
El tendón del supraespinoso, quizá por su importante participación en la elevación de la
extremidad superior es que más se ve afectado. Su estructura es única y muy compleja,
ya que está formado por entre 6 y 9 fascículos paralelos independientes con
proteoglicanos entre ellos que ayudan el deslizamiento. Se puede aseverar que la
patología tendinosa del manguito de los rotadores sigue regularmente un proceso
evolutivo, iniciándose como una tendinopatía reactiva que progresa hacia una tendinosis
o tendinopatía degenerativa. Al avanzar, aparecen pequeñas roturas tendinosas parciales
de origen degenerativo, que pueden avanzar pasando a ser de espesor completo (8).
Diagnóstico ecográfico: Para realizar la indagación del tendón del supraespinoso, se
coloca al paciente con el hombro en la posición de Crass y se realiza la ecografía del
supraespinoso, iniciándose en el eje longitudinal. El examen de la inserción del
supraespinoso en la tuberosidad mayor del húmero ha de ser minucioso, hay que cumplir
barridos repetidos a lo largo de este eje longitudinal y pasar posteriormente al eje
transversal, rotando la sonda 90º, analizando si las áreas dudosas de engrosamiento o
hipoecogenicidad se conservan en ambos ejes antes de considerarlas como patológicas.
Posteriormente, se realizan maniobras dinámicas para valorar el espacio subacromial y
los posibles conflictos de pinzamientos entre este y el supraespinoso. El manguito
rotador es una región vulnerable a la anisotropía en la exploración ecográfica,
especialmente el tendón del subescapular, pero también el tendón del supraespinoso. Así
pues, adquiere especial jerarquía la comparación con el hombro contralateral para
establecer posibles diferencias en la ecotrama del tendón (9).
Los hallazgos ecográficos propios en las tendinopatías se basan especialmente en el
cambio de tamaño, es decir, el aumento del tendón de manera global más
frecuentemente, siendo posible en otros casos un engrosamiento más focal. Se ha de usar
el lado contralateral para comparar. Esta ampliación de grosor suele ir acompañado de
cambios en la ecoestructura del tendón, en el que se observa una cierta pérdida del
patrón típico fibrilar y una hipoecogenicidad en el caso de tendinopatías más recientes y
una heteroecogenicidad en el caso de tendinopatías crónicas. Debido a que el asunto
tendinopático no es uniforme ni estándar no es raro encontrar todos estos cambios en un
mismo tendón afectado. En las tendinopatías degenerativas de los tendones del cuerpo,
otro de los aspectos importantes en ecografía es la valoración de la presencia o no de
neovascularización mediante power Doppler. La presencia de neovasos indicaría un
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proceso inflamatorio activo y de larga evolución asociado y parece relacionarse con la
intensidad de la sintomatología, aunque sobre esto aún no están de acuerdo todos los
autores. Curiosamente, en el caso concreto de los tendones del manguito de los
rotadores, no suele ser frecuente la presencia de esta neovascularización (12).
B) Tendinitis calcificante
La tendinitis calcificante del manguito de los rotadores es una patología común. El
tendón más afectado es con diferencia el del supraespinoso, con una frecuencia entre un
2,7 y un 10% en función de la serie aprendida. Es más habitual en mujeres y
especialmente entre 30 y 60 años. Consiste en un cúmulo en forma de depósito de
cristales de pirofosfato cálcico intratendinoso, que está relacionado con varias
circunstancias muy diferentes entre las cuales juega un papel muy destacado la edad (8).
Diagnóstico ecográfico: La clínica en la tendinitis calcificante es múltiple. Puede ser un
hallazgo fortuito en un paciente que consulta por otro motivo o ser muy sintomática con
un dolor incapacitante e impotencia funcional. Parece existir correspondencia entre la
sintomatología y la afectación del supraespinoso o la afectación de más de un tendón a la
vez. Otros factores intrínsecos que pueden influir son la edad o el índice de masa
corporal.
Estudios recientes dividen las calcificaciones vistas en granulares (aquellas con
márgenes parcialmente definidos y ecogenicidad irregular), nodulares (aquellas con
aspecto quístico y contenido de características sedimentosas) y lineales (relativamente
delgadas y siguiendo el trayecto de las fibras del tendón). (9).
Más popular es la clasificación que divide las calcificaciones en función de su densidad
(13):
Tipo I o calcificación dura: Con contorno liso y bien definido, con una línea
hiperecogénica superior bien clara, y con una sombra acústica muy definida que borra
las estructuras situadas en profundidad, incluida la cortical del húmero. Estas
calcificaciones no suelen seguir de una gran expresión clínica y a menudo son hallazgos
casuales, aunque en ocasiones pueden doler al pasar por debajo del acromion.
Tipo II o intermedias: Tienen características mixtas entre el tipo I y III. Periódicamente,
son ovaladas con una cortical algo menos definida. Poseen sombra acústica, pero esta es
más tenue pues borra de manera solo parcial la cortical del húmero; suelen ser más
sintomáticas que el tipo I.
Tipo III o blandas: Son de aspecto grumoso pastoso, menos hiperecogénicas y peor
definidas y sin sombra acústica. Su contenido es más diverso. Se suelen relacionar con la
fase resortiva de la calcificación y muchas veces se custodian de una importante clínica,
con dolor, incluso nocturno, e impotencia funcional.
C)Bursitis subacromiodeltoidea
La distensión de la bursa subacromiodeltoidea, como fruto de un curso degenerativo del
tendón del manguito de los rotadores, es extremadamente habitual y difícilmente puede
separarse como patología aislada ya que en la práctica totalidad de los casos se
encuentra íntimamente asociada a un proceso degenerativo del supraespinoso (8).
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Diagnóstico ecográfico: La bursa subacromiodeltoidea puede visualizarse como una fina
línea anecoica situada justamente por encima del tendón del supraespinoso rodeada por
dos paredes hiperecoicas finas. Cuando existe una ampliación de tamaño considerable de
la bursa por patología inflamatoria y extensión de líquido de esta, se puede hablar
propiamente de bursitis subacromiodeltoidea. Cuando este aumento se da en un paciente
asintomático y el tendón se encuentra en buen estado, puede llegar a considerarse como
un hallazgo casual o adaptativo. Es de especial importancia la realización de maniobras
dinámicas de exploración ya que en estos casos suele producir un manifiesto
compromiso subacromial. En caso de tendinopatía degenerativa evolucionada del
manguito de los rotadores con presencia a menudo de roturas de espesor completo y
artrosis glenohumeral, la bursa se encuentra comunicada con la articulación, y a menudo
el derrame articular se expande dentro de ella causando bursas muy voluminosas de
contenido líquido. El tratamiento va en analogía con la patología tendinosa asociada y se
trata en conjunto, desde el reposo y antiinflamatorios, hasta las infiltraciones
intrabursales con derivados de la cortisona o ácido hialurónico (9).
ROTURAS PARCIALES DE LOS TENDONES DEL MANGUITO DE LOS
ROTADORES
A pesar de que la mayor parte de los estudios actuales se centran en las roturas
completas, las roturas parciales del manguito rotador suponen, especialmente en
ecografía, un reto diagnóstico en la mayoría de los casos ya que pueden tener unas
características ecográficas parecidas a las de una tendinopatía más o menos
evolucionada. Se trata de una patología frecuente y que afecta a un amplio abanico de
pacientes que van desde los deportistas a pacientes con patología laboral, pasando
incluso por personas sedentarias o ancianas derivadas de un proceso evolutivo de una
tendinosis.
Epidemiología: La prevalencia de las lesiones parciales del manguito se sitúa entre un 13
y un 32% siendo más o menos un 4% en menores de 40 años, y superior al 30% en
mayores de 60 años (valoración basada en estudios de cadáver y en pruebas de imagen).
A pesar de esto, lo que se sabe en clínica indica que este tipo de patología es más
frecuente de lo que los estudios epidemiológicos indican, y que la incidencia relativa de
estas lesiones es superior a la de las lesiones de grosor completo en personas jóvenes.
Asimismo, es importante resaltar que cuando se habla de roturas parciales en el
manguito de los rotadores, habitualmente se está refiriendo a aquellas que afectan al
tendón del supraespinoso por su mayor periodicidad e importancia funcional.
Etiología: Su etiología es múltiple. Se dan especialmente en deportistas con disciplinas
de lanzamiento (jabalina, béisbol, balonman), o en trabajadores que efectúan actividades
continuadas por encima del plano de los hombros. A pesar de esto, como en la mayoría
de los procesos que afectan al tendón existen toda una serie de factores predisponentes
ya sean intrínsecos o extrínsecos. En resumen, se podría decir que son resultado de la
suma de cambios degenerativos relacionados con la edad y de una biomecánica y
funcionamiento de la articulación escapulo humeral alterado (9).
Diagnóstico: el diagnóstico puede llegar a ser complejo por la similitud de la clínica y de
las pruebas de imagen entre una tendinosis con áreas degenerativas evidentes y una
rotura parcial de tiempo de evolución. En este contexto, la ecografía es de gran utilidad
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por su elevada sensibilidad y especificidad en el diagnóstico de las lesiones en el
manguito rotador. El diagnóstico debe realizarse con la clínica, apoyada por ecografía y
resonancia magnética (en caso de que sea necesaria). A pesar de esto, la prueba
considerada todavía como el Gold standard para el diagnóstico de las roturas parciales
del manguito rotador sigue siendo la artroscopia ya que permite ver directamente del
tejido afectado.
Clasificación: Uno de los principales problemas cuando se habla de las roturas parciales
del manguito inicia en el momento de definirlas y clasificarlas. Tras múltiples intentos
de clasificación se consideran las más adecuadas la de Ellman, que distribuye las roturas
parciales según su localización (componente articular, intratendinosas puras y las de
componente bursal) y según el grado de afectación del tendón, y la de Millstein y Snyder
para las roturas de espesor completo, que se verá en detalle más adelante (14).
Diagnóstico ecográfico: Para realizar una exploración ecográfica del supraespinoso se ha
de seguir la sistemática presentada anteriormente en la parte de anatomía del hombro
para valorar los diferentes tendones que conforman el manguito rotador. Se utilizan
sondas de frecuencias de 10-14 MHz, dependiendo del volumen del hombro del
paciente, se recomienda aplicar una abundante cantidad de gel, para que haya un buen
acoplamiento de la sonda al contorno redondeado del hombro. Se coloca al paciente en
la posición dos o de Crass corregida. Se comienza el estudio en el eje longitudinal del
supraespinoso. Para realizar un buen corte ecográfico, se aconseja buscar más
medialmente el tendón de la porción larga del bíceps y orientar la sonda en su eje largo o
longitudinal. A partir de ahí, manteniendo la sonda con este ángulo se realizan barridos
laterales; posteriormente explorando en detalle la estructura ecográfica del tendón.
Luego en un segundo tiempo, se gira la sonda 90º para estudiar los tendones en eje
transversal. La localización más predominante de estas lesiones es en el tercio distal o
insercional del supraespinoso, y el hallazgo ecográfico más importante es la presencia de
un área hipoecoica que no atraviesa todo el grosor del tendón.
En función de la localización de este defecto parcial en el tendón es cuando se dirá de
lesiones parciales de superficie articular, lesiones parciales bursales o lesiones parciales
intratendinosas. Si las fibras afectadas son las que se encuentran en contacto con la
superficie cartilaginosa articular se diagnosticara de lesión parcial con participación
articular. Si las fibras afectadas son las que se encuentran en contacto con la superficie
de la bursa se hablará de lesión parcial con componente bursal y, concluyendo, si las
fibras afectadas se encuentran completamente dentro del espesor del tendón
(observándose íntegras las que están en contacto con la bursa y con la superficie
articular), se hablará de lesión parcial intratendinosa (11).
ROTURAS COMPLETAS DEL MANGUITO DE LOS ROTADORES
Epidemiologia: Las roturas del tendón supraespinoso son las lesiones más frecuentes del
hombro. Muchas de ellas son asintomáticas. Es por esto que cuando nos referimos a
roturas de los tendones del manguito de los rotadores nos ubicamos habitualmente a la
del supraespinoso. La incidencia en la población general, aunque es variable según los
artículos, es de un 7-27% para roturas de espesor completo y de un 13-37% para roturas
de espesor parcial. Son más frecuentes en pacientes que tienen un acromion tipo III de
Bigliani. Existe una clara asociación con la edad de tal manera que en mayores de 60
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años el 54% de la población tiene una rotura de espesor completo y en mayores de 70
años el 65%. En mayores de 65 años el 50% de los pacientes que tienen una rotura
completa del supraespinoso en un hombro, tendrán también otra en el contralateral. En
esta misma población de mayores de 65 años, solo el 33% de las lesiones del manguito
son sintomáticas.
Etiología: Hay múltiples teorías respecto a las causas que ocasionan una rotura en un
tendón del manguito de los rotadores Las más aceptadas son la teoría mecánica que
defiende que la rotura es debida al roce del tendón con el acromion y la degenerativa.
Clínica: Parece que el tamaño de la rotura guarda asociación con la presencia o no de
síntomas, así como con su intensidad. Tener una rotura del supraespinoso asintomática
es un factor de riesgo para tener dolor en hombro ya que más de la mitad de las roturas
asintomáticas se vuelven sintomáticas a los 3 años, tanto el incremento del tamaño de la
rotura como el paso de espesor parcial a completo se relacionan con aumento del dolor
(9).
Diagnóstico: Lo principal es una correcta anamnesis que ha de incluir actividades
laborales o deportivas, inicio del dolor brusco o progresivo, espontáneo o tras un
traumatismo, edad y factores de riesgo. En la evaluación, se recomienda inicialmente
chequear el movimiento activo libre del hombro en elevación anterior y comprobar si es
completo y si es doloroso o no. Luego se comprueba el movimiento pasivo y se valoran
las diferencias entre uno y otro. Existen varias pruebas clínicas ideadas para ayudar a
diagnosticar las roturas del supraespinoso. Uno de los más usados es el empty can test de
Jobe, en el cual se coloca al paciente con el hombro a 90º de elevación en el plano de la
escápula y rotación interna máxima y se le pide que resista una presión hacia abajo sobre
el brazo. Se considera positivo cuando hay dolor del paciente y/o cuando se aprecia una
debilidad clara comparándola con el lado contralateral. Tiene una sensibilidad entre 60 y
80% y especificidad entre 60 y 70% según estudios. Otros tests utilizados son el Rent
test, la prueba full can test, etc. Dentro del diagnóstico diferencial hay que descartar
fracturas no desplazadas de las tuberosidades, roturas del lábrum e inestabilidades,
tendinitis calcificantes y dolores irradiados a hombro de origen cervical. También una
capsulitis en sus fases iniciales puede aparentar una afectación del supraespinoso (15).
Diagnóstico ecográfico: El estudio ecográfico es el mismo que se realiza en las roturas
parciales. Es prioritario identificar correctamente el área de inserción del supraespinoso
en la tuberosidad mayor del húmero (footprint) y realizar barridos lateromediales
ubicando toda esta inserción para buscar interrupciones del espesor del tendón,
adelgazamientos o cualquier alteración en el patrón fibrilar. Conviene recordar que por
la disposición de las fibras más inferiores al insertarse en el hueso es normal cierta
anisotropía insercional y no hay que equivocar ésta con patología. La rotura completa
del tendón supraespinoso se ve cuando es reciente como interrupción hipoecogénica o
anecoica del tendón que comunica la bursa subacromiosubdeidea con la articulación. En
momentos, especialmente en casos no recientes, el espacio que deja la rotura tendinosa
es ocupado por tejido cicatricial, la bursa y, en parte, por el propio deltoides, de manera
que el diagnóstico se realiza más por la constatación de la ausencia de la capa tendinosa
que por la existencia de una imagen hipoecogénica en el lugar de la rotura. Por ello
realizar movimientos del hombro, presionar con la sonda o forzar la rotación interna
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para tensar más el supraespinoso si el paciente tolera bien son maniobras que pueden
ayudar en caso de duda. Existen por otra parte, signos indirectos de rotura que hay que
tener presente, como la presencia de una cantidad importante de líquido en la vaina del
bíceps y/o en bursa subacromiosubdeltoidea y el brillo hiperecogénico en la superficie
del cartílago articular también llamado «cartílago de interfase». Cuando se detecte
alguna alteración en el patrón normal del tendón, se ha de valorar minuciosamente en
ambos ejes: primero longitudinal donde se medirán el espesor del defecto tendinoso y las
retracciones, para pasar posteriormente al eje transversal, y medir el tamaño de la rotura
clasificándola de acuerdo con la clasificación de Snyder (11).
Clasificación de las roturas completas del supraespinoso: Es esencial, a la hora de elegir
el tratamiento conveniente, establecer un pronóstico y tiempos razonables de curación y
para ello es útil clasificar de manera adecuada el tipo de rotura del supraespinoso.
Existen multitud de clasificaciones, pero en la actualidad la más usada es la clasificación
de Southern California Orthopaedic Institute (SCOI) Rotator cuff tear classification
system (Snyder) (12).
Por concepto, la rotura de espesor completo del supraespinoso es toda aquella que da
lugar a una comunicación entre la superficie bursal y la articular del hombro: estas son
las roturas tipo C de Snyder.
Cuando se determine la presencia de una lesión de espesor completo, al valorar el tendón
en su eje transversal, se podrá comprobar si se encuentra afectada toda la anchura del
tendón o solo una parte. De igual manera puede afectar a un único tendón o extenderse
más allá y participar en dos o más tendones. Este análisis servirá para ver el tipo de
lesión de espesor completo que según Snyder puede ser (13).:
a) Rotura tipo C1: la lesión abarca todo el espesor del tendón y en el eje transversal se
aprecia que es pequeña y como punzante .
b) Rotura tipo C2: al igual que la C1, es completa, pero al medir la distancia entre los
tramos de la rotura del tendón, esta es menor de 2 centímetros. Escasa retracción.
c) Rotura tipo C3: mide en sentido transversal entre 3 y 4 centímetros, lo que conlleva
que se trata de una rotura completa de todo un tendón y parte de otro. Suele ir custodiada
de algo más de retracción habitualmente.
d) Rotura tipo C4: es la rotura masiva del manguito de los rotadores con un daño de
espesor completo
Otro aspecto que es ineludible analizar cuando se hace un correcto estudio de una rotura
tendinosa del manguito rotador, es el grado de atrofia grasa de la musculatura de cara a
instituir mejor el diagnóstico y ayudar al clínico en su toma de decisiones. El grado de
atrofia guarda relación con la sintomatología y además tiene connotaciones de cara al
pronóstico en caso de esbozarse la opción quirúrgica. En la RMN la escala más utilizada
es la de Goutallier (14):
a) Grado 0: Sin depósitos grasos.
b) Grado I: Algunos depósitos grasos.
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c) Grado II: Menos grasa que músculo.
d) Grado III: Igual proporción entre grasa y músculo.
e) Grado IV: Más grasa que músculo.
La ecografía se ha expuesto útil para medir la atrofia grasa y sus resultados son
comparables a los de la RMN. Se evalua la arquitectura ecográfica del músculo en eje
longitudinal y transversal situando el transductor sobre el tendón del músculo que se ha
de valorar y comparando con el patrón muscular del trapecio que se topa superficial. Se
valora por una parte la visibilidad del tendón en su trayecto intramuscular y por otra
parte el patrón ecográfico del músculo. Se recomienda cuantificar en 4 grados, normal,
leve, moderada e intensa. Esta clasificación es basta para aportar la información
necesaria (15).
4. OBJETIVOS
4.1 OBJETIVO GENERAL
Determinar la prevalencia de lesiones del manguito rotador en pacientes con hombro
doloroso evaluados por ecografía en el Servicio de Radiología del Hospital Cayetano
Heredia, enero-diciembre del 2019.
4.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS
- Determinar la frecuencia de lesión de los diferentes tendones estudiados por ecografía
en la evaluación de pacientes con hombro doloroso en el Servicio de Radiología del
Hospital Cayetano Heredia, enero-diciembre del 2019.
- Determinar los hallazgos frecuentes en los diferentes tendones estudiados por ecografía
en la evaluación de pacientes con hombro doloroso en el Servicio de Radiología del
Hospital Cayetano Heredia, enero-diciembre del 2019.
- Determinar si la técnica doppler color ofrece información complementaria a la
ultrasonografía en escala de grises en la evaluación de lesión del manguito de los
rotadores.
- Caracterizar al grupo de estudio por edad, sexo.
HIPOTESIS
Consideramos no considerar hipótesis a priori por ser este un estudio de diseño
descriptivo.
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5. MATERIAL Y METODO
5.1 DISEÑO DEL ESTUDIO
Estudio descriptivo retrospectivo de tipo transversal.
5.2 POBLACION
Estuvo conformado por los 86 pacientes remitidos al servicio de Diagnóstico por
Imágenes producto de la sospecha clínica de alteraciones en la articulación del hombro
en el período comprendido entre Octubre del 2018 a Marzo del 2019, a los que se les
realizó ecografía dinámica de hombros y en los que ultrasonográficamente se constató
alguna alteración. No se realizó muestreo pues se trabajó con la totalidad del universo
después de aplicados los criterios de inclusión y exclusión.
Se utilizó un equipo de ultrasonido General Electric, modelo Logic V5, con
transductores de 7.5 y 10MHz y se hizo uso tanto del modo B como del Doppler color.
Se recogieron las mediciones de las variables a través del interrogatorio y del examen
físico y el ecográfico.
Criterios de Inclusión:
• Informes de Ecografía de Hombro en pacientes de ambos sexos cuyas edades están
comprendidas entre 0 – 75 años con presunción diagnóstica de síndrome de manguito
rotador.
• Ficha de datos de Pacientes completa.
• Informes de Ecografía de Hombro de pacientes con situación de asegurado SIS o
particular.
Criterios de Exclusión:
• Ficha de datos de pacientes incompleta.
• Ecografías de Hombro sin informe.
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5.3 DEFINICION OPERACIONAL DE VARIABLES
Variable Definición Instrumento Escala de Forma de Registro
Operacional de Medición Medición
Principal: Término general Informe Nominal Tendinopatia de
Lesión del para describir Ecografía Tendones del
Manguito inflamación manguito Rotador
Rotador. (dolor e Desgarro de
hinchazón) o Tendones del
daño en uno o manguito Rotador
más de los
músculos o
tendones que
constituyen el
manguito rotador
Secundarias: Haz de fibras Informe Nominal Supraespinoso
Tendones del conjuntivas que Ecografía Infraespinoso
Manguito une los músculos Redondo menor
Rotador del Manguito Subescapular
Rotador a los
huesos.
Hallazgos Alteraciones de Informe Nominal Aumento del
Ultrasono- la ecogenicidad Ecografía grosor
graficos en normal de las Disminución de la
tendinopatia fibras tendinosas ecogenicidad
representadas por Focos ecogénicos
ecografía. Focos ecolúcidos
Discontinuidad
Ausencia del
tendón
Doppler Sistema Informe Nominal o Flujo Vascular
Color computacional Ecografía Incrementado
incorporado a la o Flujo Vascular
máquina de Conservado
ultrasonido que
asigna unidades
de color,
dependiendo de
la velocidad y
dirección del
flujo sanguíneo.
Edad Tiempo Informe Razón - 5 años
transcurrido a Ecografía - 13 años
partir del -17 años
nacimiento de un -35 años
individuo. – 64 años
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5.4 PROCEDIMIENTOS Y TECNICAS
Se presentó una solicitud de autorización para la recolección de datos materia de la
investigación al coordinador del Servicio de Diagnóstico por Imágenes del Hospital
Cayetano Heredia. Una vez obtenida esa autorización se procedió a descargar la
información de la base de datos del sistema de gestión hospitalaria con la finalidad de
completar la ficha de recolección de datos para cada paciente para su posterior análisis
estadístico.
5.5 ASPECTOS ETICOS DEL ESTUDIO
Por ser una investigación retrospectiva, no se intervino de forma directa con los
pacientes y la obtención de los datos se consignó de las fichas de recolección de datos
posterior a la autorización del coordinador del Servicio de Diagnóstico por Imágenes del
Hospital Cayetano Heredia manteniéndose la confidencialidad de la información.
5.6 PLAN DE ANALISIS
Los datos fueron analizados mediante el programa estadístico SPSS versión 25.0. Se
determinaron medidas de tendencia central. Se emplearon tablas de frecuencia y de
contingencia.
13
6. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
14
15
7. PRESUPUESTO Y CRONOGRAMA
7.1 Presupuesto
16
ANEXO:
17