9 - Nulidad Por Violacion de Deber de Inormacion
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Hechos:
Se dedujo acción tendiente a que se declare la nulidad de una asamblea ordinaria por el incumplimento de
poner a disposición del accionista con la antelación necesaria las copias de la documentación que prevé el art.
67 de la ley 19.550. La sentencia rechazó la pretensión. La Cámara revocó el decisorio y declaró la nulidad
pretendida.
Sumarios:
1. La nulidad de la asamblea solicitada por el socio es procedente, en tanto se acreditó el incumplimiento de la
puesta a disposición de la documentación en los términos del art. 67 de la ley 19.550 y ello, sumado a la
inacción de la sociedad luego de tomar conocimiento de la situación, constituyeron una obstrucción ilegítima a
la información que tuvo la aptitud de impedir que aquél, carente de otros medios para adquirir los datos
necesarios, pudiere hacerse una opinión fundada sobre la procedencia de la aprobación de los estados contables
y la gestión de los directores, lo que vulneró también su derecho a voto.
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decisión que aprobó los estados contables. Comenzó por descartar que el hecho de que los estados contables del
ejercicio culminado en julio de 2010 hubieran sido aprobados sin debate constituya por sí misma una razón para
invalidar la Asamblea. Ello por cuanto consideró que el ejercicio o no que los socios presentes hagan de su
derecho a requerir información o explicaciones complementarias no tiene ningún efecto sobre la validez del acto
asambleario.
Antes de continuar el análisis individual de las demás deficiencias denunciadas, la magistrada señaló que la
única prueba producida en autos fue el peritaje contable y que, por lo tanto, se basaría en ese informe para
resolver los puntos subsiguientes.
Sobre las impugnaciones planteadas a la Memoria elaborada por el Directorio, que Palmeiro había calificado
como “brevísima” y acusado de no cumplir con los requisitos legales mínimos, la sentenciante apuntó que
Palmeiro no había aludido específicamente al incumplimiento de ninguno de los 7 incisos del art. 66 LGS.
Agregó que tampoco había siquiera intentado demostrar que en el ejercicio se hubiesen comprobado situaciones
que ameritasen una mayor explicación, tal como una variación significativa en el activo y/o pasivo, gastos y/o
ganancias extraordinarias, la constitución de reservas o el pago de utilidades que no fuera en efectivo. Sostuvo
que, más allá de la falta de alegación, tampoco era posible constatar la ocurrencia de alguna de esas
circunstancias dado que no se habían acompañado balances de ejercicios anteriores que permitiesen determinar
la evolución patrimonial de Posta Pilar.
Otro de los puntos que motivó su acción fue la alegada falta de constitución de la reserva legal. La jueza
recordó sobre este tema que, en sentido contrario a lo dicho por el actor, la perito informó que sí se hallaba
constituida la reserva que prevé el art. 70 LGS y que había sido votada en la misma Asamblea que se impugnó.
Palmeiro también cuestionó la aprobación de honorarios “exorbitantes”. La sentenciante consideró que, toda
vez que la experta contable informó que los honorarios aprobados se hallaban dentro de los límites del art. 261
LGS, que Wartelki y Massaro renunciaron a percibirlos y que no fue probado que éstos no cumplieran funciones
técnico-administrativas, cabía rechazar esta impugnación.
Finalmente, trató las quejas sobre el informe que produjo la Sindicatura de Posta Pilar. La a quo concedió
que el síndico debió haber provisto una información más acabada de la situación económica y financiera de la
sociedad, así como debió haber dictaminado sobre la necesidad de constituir reservas. Sin embargo,
considerando todas las circunstancias del caso y, en especial, que el peritaje contable resultó adverso a la
posición del accionante, la sentenciante decidió desestimar también esta impugnación.
II. Contra ese pronunciamiento planteó recurso de apelación el actor en fs. 416 y lo fundó en fs. 426/43,
libelo que fue contestado por la demandada en fs. 453/56.
El actor se agravia del rechazo de la demanda. Funda su recurso en tres conjuntos de razones distintos: las
planteadas al iniciar la demanda, las consecuencias que, a su criterio, tendrían los pronunciamientos de esta Sala
en otros dos conflictos entre las mismas partes y en las consecuencias que tendría un pronunciamiento emitido
en la instancia de grado en un cuarto pleito.
Con relación a las razones que motivaron el inicio de este juicio, el actor sostiene que la sentencia de grado
incurrió en contradicciones al analizar el debate sobre la puesta a disposición de las copias de la documentación
contable, pues si bien reconoció que el actor no tuvo esa documentación en su poder antes de la Asamblea y que
no era seguro que hubiesen estado a su disposición, resolvió rechazar este punto. Niega que la única prueba al
respecto haya sido la contable, dado que ello implicaría omitir la consideración de la prueba documental,
compuesta por las cartas-documento y el acta notarial. Además, apunta, la sentencia no tuvo en cuenta que se
hizo efectivo el apercibimiento que prevé el art. 388 Cód. Proc. Civ. y Com. de la Nación en atención a la
resistencia de la demandada para acompañar documental que se le requirió.
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Cuestiona también que no haya considerado que las falencias en el informe sindical ameritaban la
declaración de nulidad de la asamblea y que no se haya tenido en cuenta el punto e) del informe pericial, que
informaría sobre el pago de exorbitantes honorarios profesionales, el destino de $180.000 a una cuenta
denominada “provisión especial” y el destino de la suma de $350.000 a la cuenta “previsión por gastos
autopista”.
Luego, el recurrente cuestiona que la sentenciante no haya tenido en cuenta al resolver las decisiones de esta
Sala en los exptes. nros. 69104/2003 y 83419/2003, dictadas el 28/04/2015. Palmeiro manifiesta que las
nulidades allí declaradas, que dejan sin efecto el aumento de capital dispuesto, implican la nulidad de pleno
derecho de todas las asambleas posteriores pues aquéllas se realizaron con una composición del capital social
declarada nula y porque, además, se declaró la nulidad de la aprobación de los estados contables de la sociedad.
El accionante afirma que confirmar la sentencia de grado sería contradictorio con aquellas decisiones.
Finalmente, el recurrente sostiene que la decisión de la magistrada de grado del 26/05/2016 en el expte. nro.
26596/2009 donde decidió remover a Wartelski y Massaro de sus cargos de Directores de la demandada importa,
también, la nulidad de todas las asambleas posteriores al año 2009.
III. Reseñados del modo precedentemente expuesto los antecedentes del caso, corresponde ahora adentrarse
en la solución del recurso.
(i) El accionante inició este juicio con la finalidad de obtener la declaración de nulidad de la Asamblea
General Ordinaria que celebró Posta Pilar, sociedad de la que es accionista, el día 15/12/2010. En dicha
asamblea, los socios presentes decidieron aprobar los estados contables y demás documentación contemplada en
el inc. 1 del art. 234 LGS, aprobar la gestión de los directores, constituir la reserva legal y designar síndicos
titular y suplente, así como establecer las remuneraciones de éstos y de los Directores.
Palmeiro justificó tal petición en la supuesta violación de su derecho de información, vulneración que se
habría producido como consecuencia de la omisión de la sociedad encartada de poner a su disposición 15 días
antes de la Asamblea las copias de la documentación que prevé el art. 67 LGS. Para probar ese incumplimiento,
el actor acompañó un acta notarial en la que consta que él se presentó en la sede social el día 10/12/2010 a las
17.30 hs. con la finalidad de retirar las copias y que, tras tocar timbre y no recibir respuesta alguna, se retiró sin
lograr el objetivo. Para probar el daño que se le habría causado, el actor sostuvo que, de haber contado con las
copias, habría requerido información sobre ciertas cuentas del balance y una mejor exposición de la Memoria y
del informe del Síndico.
Como señala la sentenciante de grado, la escritura sólo da cuenta de que en una oportunidad el
requerimiento del accionista no fue respondido. Sin embargo, difiero con la a quo sobre la entidad que debe
otorgársele a esa prueba.
El art. 67 LGS establece que las copias del balance, del estado de resultados del ejercicio y del estado de
evolución del patrimonio neto, y de notas, informaciones complementarias y cuadros anexos, así como la
Memoria y el informe del Síndico, deben estar a disposición de los accionistas durante al menos los 15 días
previos a la Asamblea en la que serán considerados, para que en cualquier momento comprendido en ese
período los socios puedan acceder a ellas. Si Palmeiro, pese a haber concurrido a la sede social dentro del plazo
previsto y en horario hábil, no logró hacerse de las copias es porque, obviamente, éstas no estaban a su
disposición. Basta ello, a mi entender, para tener por comprobado el incumplimiento de la norma, sin que resulte
necesario que el socio demuestre que hubiera intentado hacerse de la documentación en otras ocasiones.
Aun cuando tal prueba es suficiente para sostener el reclamo del actor, ha de añadirse que éste también
informó a la sociedad de sus inconvenientes para acceder a las copias: ello fue lo que fundó su pedido de
suspensión de la Asamblea comunicado mediante la carta-documento remitida el día 10/10/2012 y recibida el
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11/12/2010, cuya copia luce a fs. 102/3.
De esta manera no puede negarse que la sociedad, a través de su representante legal, tomó efectivo
conocimiento de las dificultades que uno de sus socios enfrentaba para acceder a la documentación contemplada
en el art. 67 LGS. Pese a ello, nada se hizo para procurar que Palmeiro se hiciera de los elementos necesarios
para poder informarse adecuadamente sobre la situación económica de la empresa. Pudiendo haberse contactado
a Palmeiro a fin de informarle en qué horario y día podría retirar la documentación, o bien enviársele una copia
de ella, la decisión que se adoptó fue la de lisa y llanamente ignorar al socio quejoso (ver manifestaciones del
Presidente en la Asamblea, fs. 339).
No ignoro que la relación entre este accionista, la sociedad y sus Directores es, cuando menos, tensa. Es fácil
advertirlo al reparar en los numerosos juicios iniciados por el actor y en la entidad de los asuntos debatidos. Sin
embargo, ello no autoriza a la sociedad a desconocer los reclamos que el accionista formule ni a negar su
asistencia para que él pueda ejercer plenamente los derechos de los que goza en tanto miembro de la compañía.
Por el contrario, es mi opinión que, en un contexto de tan profundo desentendimiento, la sociedad debe ser aún
más rigurosa en el cumplimiento de los deberes que frente a sus socios tiene.
Recuérdese que, además, en la época en que se sucedieron los hechos la participación en el capital de
Palmeiro era inferior al 2%. Así, impedido de inspeccionar los libros y de requerir información a la Sindicatura
(art. 294 inc. 6), el único medio para hacer efectivo el acceso a la información del socio, la que le es necesaria
para tomar conocimiento de las vicisitudes económicas de la sociedad y concurrir a la Asamblea en condiciones
de tomar decisiones informadas, era el análisis de la documentación con la que Palmeiro no pudo hacerse (en
similar sentido, CNCom., esta Sala, “Gosende, Mario c. Riva S.A. C.I.I.C.F.A. s/ ordinario”, 29/09/2014).
El derecho de información del socio hace al interés del socio y también al de la propia sociedad, que se
beneficiará del debate y la adopción de decisiones informadas en el seno del órgano (en similar sentido, Verón,
Víctor, Tratado de las Sociedades Anónimas, t. II, LA LEY, Bs. As., 2008, p. 679; CNCom., Sala B, “Noel,
Carlos M c Noel y Cía S.A. s/ ordinario”, 19/05/1995; id., “Nieto, Jorge P. c. Evangelista e Hijos S.A.”,
21/03/1997 y jurisprudencia allí citada). Se ha dicho incluso que las previsiones del art. 67 LGS “...no apunta[n]
sólo a la protección del socio sino también a mantener la coherencia del sistema legal, que necesita de la
deliberación colegial para adoptar sus decisiones. Y en tal deliberación una concreta y completa información es
esencial, debe ser sincera y amplia para brindar un conocimiento que permita decidir y reflexionar sobre los
aspectos puestos a su consideración a cada uno de los socios” (CNCom., Sala B, “Errecart, Susana Luisa c. La
Gran Largada S.A. y otros s/ordinario”, 05/02/2004).
Es mi opinión que, frente a tan importante derecho y dadas las características de la causa, el incumplimiento
de la puesta a disposición de la documentación durante el período que manda la ley, sumada a la inacción
absoluta de la sociedad luego de tomar conocimiento de tal situación, constituyeron una obstrucción ilegítima al
acceso a la información. Tal obstrucción tuvo la aptitud de impedir que el socio, carente de otros medios para
adquirir los datos necesarios, pudiera hacerse una opinión fundada sobre la procedencia de la aprobación de los
estados contables y la gestión de los Directores, vulnerando así también su derecho a voto.
Es por ello que, si mi colega comparte lo dicho, corresponde revocar la decisión de grado y declarar la
nulidad de la Asamblea impugnada.
No obsta a la solución propuesta el hecho de que el socio no haya logrado demostrar durante la
sustanciación de este pleito que las cuentas sobre las que dice que hubiera requerido información
complementaria hayan adolecido de alguna irregularidad. Ello dado que no es éste el supuesto para la
procedencia de la acción incoada, sino que basta con demostrar, como entiendo que lo hizo, la vulneración de su
derecho a acceder a la información contable. Añado a estas consideraciones el hecho de que, aunque no haya
sido el propósito de este juicio, la sociedad tampoco hizo nada para explicar la asignación de importantes
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recursos a las cuentas cuestionadas.
Toda vez que resulta suficiente para resolver la presente cuestión con tratar los agravios analizados, el
pronunciamiento sobre los efectos que podrían haber tenido sobre los asuntos aquí debatidos las nulidades
declaradas en los exptes. nros. 69104/2003 y 83419/2003 así como la remoción de los Directores dispuesta en
primera instancia en el expte. nro. 26596/2009 deviene abstracto.
(ii) Dada la forma en la que se plantea resolver el recurso tratado, corresponde pronunciarse sobre la
imposición de costas de ambas instancias (art. 279 Cód. Proc. Civ. y Com. de la Nación).
De acuerdo al principio objetivo de la derrota receptado por el art. 68 Cód. Proc. Civ. y Com. de la Nación,
las costas de ambas instancias han de ser soportadas por la demandada perdidosa.
IV. Por lo expuesto, propongo al Acuerdo hacer lugar al recurso interpuesto, revocar la sentencia de grado y
declarar la nulidad de la Asamblea impugnada. Costas de ambas instancias a la accionada vencida (arts. 279 y
68 Cód. Proc. Civ. y Com. de la Nación).
Así voto.
Por los fundamentos del acuerdo que antecede se resuelve hacer lugar al recurso interpuesto, revocar la
sentencia de grado y declarar la nulidad de la Asamblea impugnada. Costas de ambas instancias a la accionada
vencida (arts. 279 y 68 Cód. Proc. Civ. y Com. de la Nación). Notifíquese por Secretaría. Oportunamente,
vuelva el expediente a la Sala a fin de dar cumplimiento a la comunicación ordenada por el art. 4° de la
Acordada de la Excma. Corte Suprema de Justicia de la Nación 15/13, del 21/05/2013. Firman los suscriptos por
encontrarse vacante la vocalía 8 (conf. art. 109 RJN). — Julia Villanueva. —Eduardo R. Machin. — Rafael F.
Bruno.
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