Trabajo de Capitulo 2 Historia Del Arte Universal

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Trabajo de Capitulo 2 Historia del Arte

Universal

Índice
introduccion Pagina1

Como era el arte en Oceanía antes de la invasión de los españoles.


Pagina 2

Que forma tenían las mascara en el arte  antigüedad.


Pagina3

Como era la arquitectura de los mayas y los aztecas tanto en México, como en Centro
América. Pagina 4

Hablar del arte pre colombino en américa de la invasión de los españoles.


Pagina 8

Como es el arte gótico. Pagina 12

dibujo del miguel anyelo como su técnica para dibujar etc.


Pagina 16

Conclusión. Pagina 22
Biografía pagina 23

Introducción
Arte universal. Es una noción abstracta, fruto del concepto del ser
humano, de su obra y de la naturaleza. Depende de cómo ve la sociedad el
mundo en su época, el mundo de cada época. Pero, sin embargo, es atemporal,
porque el observador de la obra de arte la interpreta según su sistema de valores
actual, revalorizándola cada vez. El observador de una obra de arte se convierte,
así, en artista.

Las primeras manifestaciones de lo que se llama arte están relacionadas con la


magia: las pinturas rupestres, las estatuillas de dioses, etc., del arte prehistórico.
Según Lévy-Strauss es la combinación del mito primitivo y la habilidad técnica.
Pero lo que llamamos arte ha evolucionado hasta dejar de tener ese sentido
mágico para pasa a tener, exclusivamente, un sentido estético. En todas las
épocas ha habido una tensión entre estética y didáctica, según el concepto y la
función que se tuviera del arte. Según las épocas ha dominado una u otra.

Desde Grecia el arte ha estado vinculado a la naturaleza, la cual se interpreta de


forma más o menos idealizada o realista. Aunque la forma de imitar la naturaleza
cambia con las épocas. Sin embargo, siempre ha habido una tensión entre
realismo y abstracción, entre la imitación fiel y la idealización más o menos
simplificada. La abstracción llegará a su punto culminante en el siglo XX, con la
abstracción no figurativa, que Kandinsky llamaría arte total.

Las primeras manifestaciones de lo que se llama arte están relacionadas con la


magia: las pinturas rupestres, las estatuillas de dioses, etc., del arte prehistórico.
Según Lévy-Strauss es la combinación del mito primitivo y la habilidad técnica.
Pero lo que llamamos arte ha evolucionado hasta dejar de tener ese sentido
mágico para pasa a tener, exclusivamente, un sentido estético. En todas las
épocas ha habido una tensión entre estética y didáctica, según el concepto y la
función que se tuviera del arte. Según las épocas ha dominado una u otra.

Desde Grecia el arte ha estado vinculado a la naturaleza, la cual se interpreta de


forma más o menos idealizada o realista. Aunque la forma de imitar la naturaleza
cambia con las épocas. Sin embargo, siempre ha habido una tensión entre
realismo y abstracción, entre la imitación fiel y la idealización más o menos
simplificada. La abstracción llegará a su punto culminante en el siglo XX, con la
abstracción no figurativa, que Kandinsky llamaría arte total.

Como era el arte en Oceanía antes de la invasión de los españoles.


El Arte de Oceanía comprende los estilos, técnicas y tradiciones que reflejan las distintas
culturas que jalonan este continente, marcadas por su insularidad, que ha provocado un
sinfín de rasgos culturales en las distintas islas y archipiélagos, que durante mucho tiempo
estuvieron aislados del mundo exterior.
Desde la época prehistórica se desarrollaron distintas culturas, producto de las distintas
olas de migraciones de los pobladores primitivos. Antes de la llegada del hombre
occidental que supondrá un nuevo tipo de mestizaje, se distinguían, y aún se distinguen,
tres grupos étnicos principales: los aborígenes australianos, los papúes, principalmente
presentes en Nueva Guinea y los archipiélagos cercanos, y los descendientes de
los austronesios, presentes en Oceanía Cercana y Oceanía Lejana incluyendo Micronesia,
de los que proceden los pueblos polinésicos que habitan dentro del gran triángulo
polinésico (Hawái, Rapa Nui, Nueva Zelanda). Cada etnia generó distintas y variadas
civilizaciones en los archipiélagos aislados que forman el continente oceánico.
El arte oceánico se caracteriza por su temática generalmente religiosa y de culto a los
antepasados, y por un tratamiento mágico-simbólico y una estilización y
esquematización geométrica de las formas, llegando a veces al simple signo.
La primera cultura desarrollada observada en la zona fue la lapita (1.500-500 a.C.),
originada en el entorno de Nueva Guinea y extendida por la Polinesia occidental (islas
Salomón, Vanuatu, Nueva Caledonia, Fiyi, Tonga y Samoa, principalmente). Se
caracteriza por su cerámica decorada con motivos dentados hechos con peines o púas,
así como objetos de obsidiana y conchas. Entre el 500 a.C. y el 500 d.C. continuó la
colonización hacia Micronesia, Melanesia y Polinesia oriental (islas
Sociedad, Marquesas, isla de Pascua, Hawái), aunque en estas primeras fases no se han
hallado numerosos vestigios, excepto algunos utensilios y abalorios, principalmente de
conchas. En Australia destacan las pinturas rupestres de los aborígenes australianos, que
son bastante esquemáticas, llegando a la simplificación geométrica.

En los siglos siguientes continuó la expansión polinesia hacia la periferia oceánica (Nueva
Zelanda, islas Kermadec, islas Chatham). Se produjo una gran diversificación cultural y
artística: sólo en Melanesia, por ejemplo, había más de 1000 grupos étnicos diferentes. La
mayoría de manifestaciones artísticas eran de carácter ritual, relacionadas con danzas y
ceremonias de tipo animista o politeísta. En Micronesia se produjeron elaborados
complejos arquitectónicos con esculturas de piedra y megalitos. En Yap (islas Carolinas)
existen las piedras rai, unos grandes discos de piedra con un agujero central, que algunos
autores asimilan con un tipo de moneda. En Guam y las islas Marianas destacan las casas
sobre columnas de piedra (latte). En Hawái se construyeron grandes templos (heiau), con
esculturas de madera de hasta tres metros que representaban a sus dioses. En las islas
Marquesas se dieron un tipo de construcciones de casas megalíticas sobre plataformas de
piedra, con grandes estatuas antropomórficas. En Nueva Zelanda,
los maoríes desarrollaron un tipo de talla de madera con figuras de líderes políticos y
religiosos, así como colgantes de nefrita tallada (hei tiki). Por último, cabe destacar la
construcción en la isla de Pascua de las famosas cabezas monolíticas (moái), de las que
se erigieron unas 600 entre el año 900 y el 1600. Son figuras de 4 o 5 metros, que se
situaban sobre plataformas de piedra que servían de base a los templos (ahu) de culto a
los ancestros.

Que forma tenían las mascara en el arte  antigüedad.


La máscara de piedra, descubierta en Israel, representa un rostro humano: dos
cuencas profundas e inexpresivas, una nariz poco pronunciada y, sobre todo,
una boca inclasificable, con los dientes marcados y una extraña sonrisa a la
vez; pudo ser una forma de retener la apariencia de los antepasados familiares

Está hecha de piedra caliza, de un color rosado amarillento, tiene una


forma delicadamente ovalada y representa un rostro humano con
una sonrisa un tanto tétrica.
Cuatro agujeros fueron perforados a lo largo del perímetro de la
máscara, probablemente con la finalidad de ajustarla en la cara de un
ser viviente o quizá para amarrarla a un poste o a otro objeto con el
fin de mostrarla.
La boca presenta los dientes marcados y una extraña sonrisa a la vez.
La máscara probablemente fue producida como parte de un ritual
que pretendía retener la apariencia de los antepasados familiares.

Como era la arquitectura de los mayas y los aztecas tanto en


México, como en Centro América.

Esencialmente, en la arquitectura maya se puede distinguir dos tipo de edificaciones:


las pirámides escalonadas que se engalanan con frontones esculpidos que se piensa
que son escenas mitológicas mayas y, asimismo, los palacios de un piso que poseían
fachadas con gran ornamentación.
La civilización maya es una de las más importantes que se desarrollaron en el
continente americano y, al contrario de la cultura inca, se caracteriza por una
historia llena de alternancias. El territorio donde se desenvolvió es la
actual península del Yucatán aunque también comprendía la extensión que
ocupan, hoy en día, los países de Guatemala y Honduras. Dada esta considerable
amplitud, en nuestra actualidad es posible encontrar en varios sitios de
Centroamérica diversas ruinas que siguieron modelos de construcción que fueron
establecidos a lo largo del periodo de la existencia de la civilización maya.

Esencialmente, en la arquitectura maya se puede distinguir dos tipo de


edificaciones: las pirámides escalonadas que se engalanan con frontones
esculpidos que se piensa que son escenas mitológicas mayas y, asimismo, los
palacios de un piso que poseían fachadas con gran ornamentación. En ambos
casos, los arquitectos mayas siempre se preocuparon en dejar marca de los
conceptos cosmogónicos y astronómicos que su sociedad había desarrollado, por
lo que, hasta hoy en día, los arqueólogos y antropólogos estudian exhaustivamente
estas ruinas para poder conocer más sobre el mundo maya.

Así, en grandes ciudades como Tikal se pueden encontrar ejemplos de estos dos
tipos de construcciones. En seguida, indicaremos cuáles son los edificios maya
que más se destacan por su estado de conservación y belleza.
El Templo de los Guerreros

Situado en la ciudad de Chichén Itzá y rodeado de las asombrosas mil columnas,


se presume que fue construido en el año 1200 E.C. En el interior se podrá
encontrar un buen número de salas en forma de bóvedas, estando en la entrada
una magistral escultura de Chac Mool, que significa «El gran jaguar rojo».
La Ciudad de Tikal

Ubicada en Guatemala, en el municipio de Flores, fue una metrópoli de suma


importancia que tuvo la capacidad de albergar nada menos que 100 000 a 250 000
habitantes. El nombre de la ciudad se podría traducir como «el lugar de las voces»
y fue construida, aproximadamente, en el año 600 a.E.C.
Hablar del arte pre colombino en américa de la invasión de los
españoles.
México – Tenochtitlan

Maqueta de Tenochtitlan

Tenochtitlan, fundada en 1325, fue la ciudad sagrada de esta


desarrollada civilización, que muestra la grandeza y
magnificencia de la arquitectura azteca. Esta imponente urbe,
reconocida como una de las ciudades mejor planeadas de todas
las civilizaciones antiguas de América, fue levantada en la isla
de Tenoch ubicada en el lago Tezcoco.

Originalmente, Tenochtitlán, cuyo significado es “lugar donde


los cactus crecen sobre las rocas,” fue una aldea en donde solo
existían pequeñas cabañas de caña. Luego se construyó la
primera gran pirámide, el Templo Mayor, en honor a
Huitzilopochtli, el dios del sol y la guerra.

Antes del Templo Mayor, sin embargo, los aztecas construyeron


un santuario provisional de madera y paja, debido
principalmente a la falta de piedras. Cuando por fin lograron
obtener los materiales necesarios de construcción, iniciaron la
construcción de un centro ceremonial más digno de su dios.
El Templo Mayor

Fuente:
Pixabay.com

También conocido como Gran Templo de México, estaba


conformado por varios edificios y torres junto con el Recinto del
Templo Mayor donde tenían lugar los acontecimientos religiosos,
políticos y económicos más importantes de Tenochtitlan.

Este lugar cumplía varias funciones simbólico – religiosas, pues


servía para hacer las ofrendas sagradas pero también para
realizar depósitos funerarios. Era un santuario dedicado a la
veneración de las deidades aztecas de la lluvia y la guerra, que
simbolizaba el poder del estado imperial mexica frente a sus
enemigos.

Los templos con escalinatas gemelas dispuestos a modo de


corona en la base piramidal, simbolizan la dicotomía de la visión
cosmológica de los aztecas: cielo – tierra, lluvia – sequía,
solsticio de invierno – solsticio de verano. El estilo
arquitectónico de este templo corresponde al período post-
clásico tardío.

En este lugar se rendía culto a los dioses aztecas: Tlaltecuhtli,


Tláloc,  Coatlicue, Coyolxauhqui y Cihuacóatl.
La Gran Pirámide de Cholula

La pirámide Tlachihualtépetl, que por su nombre en lengua


náhuatl significa “cerro hecho a mano”, es la estructura
piramidal más grande del mundo en cuanto a volumen con
4.500.000 m³. De un lado mide 400 metros y de frente tiene 65
m de alto, igual que la pirámide del Sol en Teotihuacan (64 m).

Se encuentra en la zona arqueológica de Cholula, estado de


Puebla. Su característica particular es que se halla oculta bajo
una montaña sobre la cual fue levantada una iglesia.

Se desconoce con exactitud cuándo comenzó su construcción,


pero se cree que fue en el año 300 a.C. y 500 o 1000 años
después fue terminada por los mexicas.
Pirámide de Tenayuca

Es considerada como una de las obras más representativas de la


arquitectura de los mexicas, cuya construcción al parecer se
extendió desde el año 1300 hasta el 1500. La pirámide se
construyó por etapas durante las cuales se fue ampliando.

Las primeras dos fases pertenecen a la cultura chichimeca y las


seis siguientes corresponden a la arquitectura azteca
propiamente.
Las pirámides redondas

Estas estructuras fueron construidas principalmente en


Calixtlahuaca, Toluca, en honor al dios del viento, Ehecatl. Su
forma circular precisamente tenía el propósito de facilitar que el
viento pudiera circular a través de ellas sin entorpecer su
entrada, de acuerdo a la creencia de los mexicas y otras
culturas precolombinas.

Como es el arte gótico.

Como gótico se conoce al estilo artístico que se desarrolló en Europa entre el


siglo XII hasta el inicio del Renacimiento, hasta fines del siglo XIV. ... En este
sentido, el gótico se refiere al estilo característico de la Edad Media, de
influencias de arquitecturas romanas en piedra y una fuerte temática religiosa.

Como gótico se conoce al estilo artístico que se desarrolló en Europa entre


el siglo XII hasta el inicio del Renacimiento, hasta fines del siglo XIV. La
palabra, como tal, proviene del latín tardío gothĭcus.
También se denomina gótico lo perteneciente o relativo al pueblo
germánico de los godos o a la lengua que hablaban.

En este sentido, el gótico se refiere al estilo característico de la Edad


Media, de influencias de arquitecturas romanas en piedra y una fuerte
temática religiosa. El período denominado Renacimiento, define gótico a
este período considerado para ellos una época bárbara, como
consideraban a los godos.
El estilo gótico, por lo tanto, abarca muchas áreas, como, por ejemplo,
como tipografía, corriente artística y tribu urbana, con un estilo
característico en la arquitectura, literatura y en todo tipo de expresión
artística.

Gótico como tipografía

Como tipografía gótica se conoce a un tipo de letra o fuente, originaria del


siglo XII, usada posteriormente en la imprenta. Es característico de los libros
medievales, caracterizados por sus acentuadas curvas decorativas.

Gótico en el arte

La
anunciación, Simón Martini, 1333
El arte gótico es aquel que se desarrolló principalmente en la Edad Media,
en Europa occidental, entre los siglos XII y XV aproximadamente.

La designación de gótico, usada inicialmente con un sentido peyorativo


para distinguir el arte de este periodo del arte del Renacimiento, se
empleaba para aludir al arte desarrollado por el pueblo germánico de los
godos.
El arte gótico surgió en el norte de Francia, y de allí se expandió por Europa.
Se manifestó principalmente en la pintura, la escultura y la arquitectura.

Características del arte gótico

Gárgola
de la Catedral de Notre-Dame, París
El arte gótico se caracteriza por su temática predominantemente religiosa.
En este sentido, el contraste entre las tinieblas y la luz es el rasgo más
distintivo de este estilo.

En la pintura, por ejemplo, la importancia que se le daba a la luz como el


uso de las láminas de oro en las iglesias; en contraposición con el estilo
románico de las bóvedas de piedra, evoca sin duda, la esencia de lo gótico.

Gótico en arquitectura

Vitral de la
Catedral de Notre-Dame, París
Como arquitectura gótica se conoce el estilo artístico que se desarrolló en
Europa occidental a partir del siglo XII, y que se situó entre los períodos
románico y renacentista.

Se caracterizó presentar espacios amplios, mayor luminosidad en el interior


de las construcciones, construcciones de gran altura, y el uso del arco
apuntado u ojival, y la bóveda de crucería. Es apreciable sobre todo en
construcciones religiosas, como iglesias, monasterios y catedrales, pero
también en castillos y palacios.

Gótico en literatura
Como literatura gótica se conoce un subgénero literario, propio también
del Romanticismo, en que son rescatados ciertos temas medievales y
abordados desde una óptica en que se entremezclan el horror y la
oscuridad.

Se caracteriza por una rica descripciones de los ambientes, por lo general


oscuros y lúgubres, por la explotación de temas de misterio, relacionados
con el ocultismo y la magia negra. Se considera su iniciador el escritor
Horace Walpole, con el Castillo de Otranto, del siglo XVIII.

Gótico como tribu urbana


En años recientes, ha surgido una subcultura urbana o tribu urbana
asociada a lo gótico (arte, cine, literatura, música, moda). El uso del color
negro se asocia al oscurantismo de la Edad Media y los símbolos religiosos,
especialmente católicos, reflejan también el estilo gótico.
Hablar del dibujo del miguel anyelo como es su técnica para dibujar
etc.

Los mejores dibujos de Miguel Ángel


Buonarroti

Existen decenas de dibujos de Miguel Ángel realizados a lo largo de su


carrera.

La gran mayoría formaban parte del proceso de creación de una obra de


arte superior, ya fuera una escultura o una pintura de la extensa obra de
Michelangelo Buonarroti. Así, en diversas colecciones privadas y en
museos nos podemos encontrar con piezas sobre papel con los trazos
del artista del Renacimiento.

Sin embargo, se trata de documentos que van de los apuntes rápidos, con
los primeros bosquejos de una obra; hasta las que se parecen más al
modelo definitivo bien reconocible en la pieza final.

Los dibujos de Miguel Ángel como obras de arte acabadas


Dentro del enorme catálogo de dibujos de Michelangelo destacan algunas
obras de tanta calidad que son consideradas como piezas finalizadas. Lo
indican un aspecto tan revelador como su acabado exquisito, donde no
existen apenas espacios que puedan ser confundidos como bocetos en el
papel.
Los destinatarios de los dibujos de Michelangelo
Pero también tienen un peso definitivo los destinatarios de los objetos
artísticos, generalmente amigos muy próximos a Michelangelo
Buonarroti. Así, algunos de los mejores dibujos de Miguel Ángel fueron
enviados a Tommaso de’ Cavalieri, un joven aristócrata romano con quien
el artista sentía una suerte de amor platónico. Y otra noble con quien
compartía inquietudes religiosas en plena revolución espiritual del
cristianismo en Europa, Vittoria Colonna.

La técnica del dibujo en Miguel Ángel


En todas las piezas artísticas ejecutadas sobre papel, el artista florentino
empleaba fundamentalmente tres herramientas: la sanguina, la tiza negra
o el carboncillo. Estos dos materiales permitían hacer dibujos lineales
con distintas presiones obre el papel; trazados de líneas para conseguir
volúmenes y sombras; e incluso difuminar la materia negra del grafito y la
tiza para mejorar los sombreados.
En cuanto al análisis de las obras en papel de Miguel Ángel, sus dibujos
continúan con los modos seguidos en su producción en pintura, pero
adaptados a esta técnica. Así, las proporciones de los cuerpos son
clásicas, con anatomías perfectas. Se juega con el naturalismo o el
idealismo, según convenga al tema del dibujo. Y Miguel Ángel cultiva la
mitología y el tema religioso, en función de a quién vaya dirigido el dibujo.

La función de las obras de arte de Miguel Ángel


Para determinar el valor de los dibujos de Miguel Ángel como obra
independiente también debemos acercarnos a su función. Las piezas
realizadas para Vittoria Colonna podrían servir para reflejar la fe del grupo
espiritual que formaba con Michelangelo y otras personas preocupadas
por encontrar un nuevo rumbo para el cristianismo. El Cristo
Crucificado y la Piedad de Vittoria Colonna podrían funcionar como un
objeto de devoción para acompañar a los rezos, realizado a medida para
la destinataria, comprendiendo perfectamente sus necesidades como
creyente.

Respecto a los dibujos enviados a Tommaso de’ Cavalieri, muchos


estudiosos creen que una parte son un reflejo de un amor imposible,
ejemplificado en escenas mitológicas con castigos divinos. Otros dibujos
podrían encajar como documentos para aprender a dibujar, en los que
desarrollar diferentes técnicas del carboncillo, encajes compositivos y
estudios anatómicos.

El dibujo como arte y el coleccionismo


A principios de siglo XVI, en pleno Renacimiento, surge en Italia una serie
de dibujos perfectamente acabados. Artistas como Miguel Ángel, pero
antes Leonardo da Vinci, realizaban estos documentos gráficos para
regalar, como obsequios a amigos y clientes.
La circulación de dibujos de los grandes maestros del Renacimiento
inició un capítulo nuevo para la Historia del Arte y del coleccionismo. Este
formato permitía adquirir obras originales de los genios del arte.
Y también permitía un mercado de copias, circulación de grabados y,
como no, la aparición de falsificaciones.

Los dibujos de Miguel Ángel más importantes y dónde se


conservan
Retrato de Andrea Quaratesi
El British Museum conserva esta obra gráfica de 1530. Se trata del único
retrato realizado por Michelangelo Buonarroti, que dibuja a un amigo de
Florencia.

© The Trustees of the British Museum


Castigo de Ticio
Escena mitológica del castigo de Ticio, condenado a la eternidad por los
dioses por intentar violar a Leto. Un águila le come el hígado, que no para
de crecer en un martirio continuo.
Miguel Ángel realizó este dibujo mitológico para Tommaso Cavaliere en
1533. Se conserva en la Royal Library de Windsor, en Inglaterra.
Dibujo de Ticio de
Miguel Ángel
© Royal Collection Trust
La Caída de Faetón de Royal Library de Windsor

Otra escena mitológica regalada por Michelangelo a su amigo Tommaso


de Cavalieri está en la Royal Library de Windsor. Se fecha en 1533La
Caída de Faetón
© Royal Collection Trust
La Caída de Faetón del British Museum
Otra versión de La Caída de Faetón, que se acercó demasiado al sol, está
en el British Museum de Londres. Esta obra de Michelangelo se fecha
entre 1531 y 1533.
La caída de Faetón, Miguel Ángel

© The Trustees of the British Museum

Bacanal de los Niños o Bacanal de Putti


Otra de las piezas sobre papel que Michelangelo envió a Cavalieri. Está
dentro del catálogo de arte de la Royal Library Windsor, realizado en 1533.
En este dibujo se produce una fiesta bacanal con niños, mientras en la
parte inferior hay un sátiro y un hombre ebrio.
Bacanal de los Putti,
dibujo de Miguel Ángel
© Royal Collection Trust

Piedad para Vittoria Colonna


En el Isabella Stewart Granger Museum de Boston tenemos esta
magnífica obra de devoción. En 1540 Miguel Ángel lo dibujó para su
compañera espiritual Vittoria Colonna.
Piedad para Vittoria Colonna de Miguel Ángel

© Isabella Stewart Gardner Museum, Boston


Crucifixión de Cristo para Vittoria Colonna
En la colección de dibujos del British Museum se guarda con celo esta
obra de arte de Michelangelo. Entre 1538 y 1541 ejecutó este diseño para
Vittoria Colonna, un Crucificado que tuvo mucho éxito posterior,
especialmente en el arte del Manierismo.

Crucifixión de Cristo. Dibujo para


Vittoria Colonna
© The Trustees of the British Museum

Conclusión.
Para finalizar quiero decir que la creación del Blog me sirvió para
conocer acerca de todos los movimientos artísticos existentes, y
que cada uno de ellos surgió por algún motivo, ya sea por necesidad
del hombre o por el contexto histórico que atravesaba cada uno.
También pude aprender técnicas interesantes que anteriormente no
conocía y que vale la pena verlas detalladamente.
Analizar las obras me llevo a abrir mi imaginación y me creó la
necesidad de tener que adivinar verdaderamente qué quería
expresar el autor siguiendo el contexto histórico en el cual se
desarrollaba. Además, me sorprendió cómo el hombre además de
expresarse con palabras es capaz de hacerlo volcando todos sus
sentimientos e ideales en una simple pintura. En varias obras que
observe el autor ponía a prueba mi mente ya que la idea no era del
todo concreta lo cual me llevó a pensar a qué se refería el artista y
así también, exaltar la capacidad de ellos de poder producir dicho
comportamiento.
El trabajo de investigar acerca de los movimientos me permitió
viajar a las épocas de cuando fueron pintadas las obras como por
ejemplo del Realismo, que me expuso a ver más de cerca la miseria
que quizás sentía una persona que sufría dicha crisis. Éste, junto al
Surrealismo, fueron los movimientos que más me agradaron. Me da
curiosidad el tema de los sueños y me atrae la idea de plasmarlos a
través de diferentes técnicas como por ejemplo el automatismo. En
clases la profesora comentó sobre la existencia de poemas
surrealistas donde cada pensamiento de la persona era un verso y
no necesariamente debía tener un sentido, lo cual me parece muy
original y divertido. Igualmente cada movimiento tiene diferentes
características capaces de atraer al observador, ya sea por su
temática, técnica o simplemente por los que produce en los
espectadores.

Biografía
Michelangelo Buonarroti fue un hombre solitario, iracundo y soberbio,
constantemente desgarrado por sus pasiones y su genio. Dominó las
cuatro nobles artes que solicitaron de su talento: la escultura, la pintura,
la arquitectura y la poesía, siendo en esto parangonable a otro genio
polifacético de su época, Leonardo da Vinci. Durante su larga vida amasó
grandes riquezas, pero era sobrio en extremo, incluso avaro, y jamás
disfrutó de sus bienes. Si Hipócrates afirmó que el hombre es todo él
enfermedad, Miguel Ángel encarnó su máxima fiel y exageradamente,
pues no hubo día que no asegurase padecer una u otra dolencia.
Miguel Ángel (retrato de Baccio Bandinelli, 1522)

Quizás por ello su existencia fue una continua lucha, un esfuerzo


desesperado por no ceder ante los hombres ni ante las circunstancias.
Acostumbraba a decir en sus últimos días que para él la vida había sido
una batalla constante contra la muerte. Fue una batalla de casi noventa
años, una lucha incruenta cuyo resultado no fueron ruinas y cadáveres,
sino algunas de las más bellas y grandiosas obras de arte que la
humanidad afortunadamente ha conocido.

La dorada Florencia

En Caprese, hermosa aldea rodeada de prados y encinares, nació el 6 de


marzo de 1475 Miguel Ángel, hijo de Ludovico Buonarroti y de Francesa
di Neri di Miniato del Sera. Su padre descendía de artesanos y, quizás
por ello, siempre se opuso a la vocación de su hijo; consideraba que el
comercio era mucho más rentable y distinguido que cualquier actividad
manual plebeya. Miguel Ángel siempre estuvo agradecido a su nodriza,
mujer de un cincelador, pues aseguraba que con su leche había mamado
"el escoplo y el mazo para hacer las estatuas".

Cuando siendo apenas un adolescente el joven Buonarroti se trasladó a


Florencia, la ciudad vivía uno de sus momentos más
esplendorosos. Lorenzo de Médicis, llamado el Magnífico, reinaba sobre los
florentinos impregnándolo todo de belleza y sabiduría. Refinado y
abrumadoramente inteligente, Lorenzo era un extraordinario príncipe
poeta, considerado un erudito por los helenistas, un guerrero invencible
por los soldados y un amante insuperable por los libertinos.
En la corte de este dechado de virtudes, rodeado de pensadores de la
talla de Pico della Mirandola, Poliziano o Marsilio Ficino, y junto a maestros
como Domenico Ghirlandaio o Sandro Botticelli, Miguel Ángel dio sus primeros
pasos por el rutilante camino de las bellas artes. En el jardín de San
Marcos, que Lorenzo había hecho decorar con antiguas estatuas, el
joven escultor pudo estudiar a los autores del pasado e imbuirse de su
técnica. El lugar se había convertido en una especie de academia al aire
libre donde los jóvenes se ejercitaban bajo la dirección de un discípulo
de Donatello, el maestro Bertoldo. El talento precoz de Miguel Ángel se
reveló al cincelar una cabeza de fauno que suscitó el interés del propio
príncipe, siempre en busca de nuevos valores a los que acoger bajo su
protección. Inmediatamente, Miguel Ángel ingresó en la reducida y
selecta nómina de sus favoritos.
Un día, mientras Miguel Ángel admiraba los frescos de Masaccio en el
claustro de la iglesia del Carmine junto a Pietro Torrigiano, amigo y
condiscípulo, surgió entre ambos una agria disputa. A Buonarroti le
fascinaba la plasticidad de las figuras, que casi poseían relieve; para
Torrigiano, los frescos carecían de brillantez y expresividad. La discusión
acabó en reyerta: los muchachos intercambiaron algunos golpes y Pietro
propinó a Miguel Ángel un puñetazo que le fracturó la nariz. El rostro de
nuestro héroe quedó marcado por esa pequeña deformidad, que le
amargaría en lo sucesivo. Sin embargo, un dolor aún mayor se adueñó
de su corazón a raíz de la súbita muerte de Lorenzo el Magnífico,
sobrevenida cuando el príncipe acababa de cumplir cuarenta y tres años.
Ni Florencia ni Miguel Ángel volverían a ser como antes.
Primeras obras maestras

Tras la desaparición del Magnífico, Buonarroti dejó la corte y regresó a la


casa paterna durante algunos meses. El nuevo señor de la ciudad, Piero
de Médicis, tardó en acordarse de él, y cuando lo hizo fue para
proponerle una efímera fama mediante un encargo sorprendente: había
nevado en Florencia y quiso que Miguel Ángel modelara en el patio de su
palacio una gran estatua de nieve. El blanco monumento fue tan de su
agrado que, de un día para otro, el artista se convirtió por voluntad suya
en un notorio personaje. Miguel Ángel aceptó los honores en silencio,
ocultando el rencor que le producía tal afrenta, y luego decidió
marcharse de Florencia antes que seguir soportando a aquel estúpido
que en nada se parecía a su predecesor.
La Piedad (1498-1499)
Además, negros nubarrones se cernían sobre la ciudad. Los ejércitos
franceses y españoles luchaban muy cerca de las murallas y, en el
interior, un terrible fraile dominico llamado Girolamo Savonarola agitaba a
las masas con su verbo ardiente contra el lujo pagano de los Médicis.
Piero de Médicis acabó huyendo y Savonarola se apresuró a instaurar
una república teocrática, pródiga en autos de fe y piras purificadoras
donde se consumían libros, miniaturas, obras de arte y otros objetos
impuros. Miguel Ángel nunca olvidó las prédicas de aquel iluminado, ni
las llamas que terminaban para siempre con el sueño de una Florencia
joven, alegre, culta y confiada.
Buonarroti se trasladó por primera vez a Roma en 1496. Allí estudió a
fondo el arte clásico y esculpió dos de sus mejores obras juveniles: el
delicioso Baco y la conmovedora Piedad, en las que su personalísimo estilo
empezaba a manifestarse de manera rotunda e incontrovertible. Luego,
de regreso a Florencia, acometió uno de sus proyectos más valientes,
aceptando un desafío que ningún creador había osado hasta entonces:
trabajar en un bloque de mármol de casi cinco metros de altura que
yacía abandonado desde un siglo antes en la cantera del "duomo"
florentino. Con abrumadora seguridad, Miguel Ángel hizo surgir de él el
monumental David, como si la figura se hallase desde siempre en el
interior de la piedra, creando para sus contemporáneos una imagen
orgullosa e impresionante del joven héroe, en clara rivalidad con las
dulces y adolescentes representaciones anteriores
de Donatello y Verrocchio.
La Capilla Sixtina

En marzo de 1505 el artista fue requerido de nuevo en Roma por el papa


Julio II. Se trataba de un pontífice de fuerte personalidad, vigoroso y
tenaz, que iba a presidir el gran momento artístico e intelectual de la
Roma renacentista, en la que destacarían por encima de todos dos
artistas sublimes: Miguel Ángel Buonarroti y Rafael Sanzio de Urbino.

Julio II encargó a Buonarroti la realización de su monumento funerario. El


proyecto original elaborado por Miguel Ángel preveía un vasto conjunto
escultórico y arquitectónico con más de cuarenta estatuas destinadas a
enaltecer el triunfo de la Iglesia. Pero algunos consejeros interesados
susurraron al oído del papa que no podía ser de buen agüero construirse
un mausoleo en vida, y Julio II arrinconó el proyecto de su monumento
funerario para dedicarse a los planos que Bramante había realizado para
la nueva basílica de San Pedro.

La creación de Adán (Capilla Sixtina, 1508-1512)


Miguel Ángel, despechado, abandonó Roma dispuesto a no regresar
nunca más. Sin embargo, en mayo de 1508 aceptó un nuevo cometido
del papa, quien deseaba mitigar su disgusto y compensarle de algún
modo confiándole la decoración de la Capilla Sixtina. Miguel Ángel
aceptó, aunque estaba seguro de que el inspirador del nuevo encargo no
podía ser otro que Bramante, su enemigo y competidor, que ansiaba verle
fracasar como fresquista para sustituirle por su favorito, Rafael.

Pero Buonarroti no se arredró. Tras mandar construir un portentoso


andamio que no tocaba la pared de la Sixtina por ningún punto, despidió
con soberbia infinita a los expertos que se habían ofrecido a aconsejarle
y comenzó los trabajos completamente solo, ocultándose de todas las
miradas y llegando a enfermar del esfuerzo que suponía pintar durante
horas recostado en aquellas duras tablas a la luz de un simple candil.
Sólo Julio II estaba autorizado a contemplar los progresos de Miguel
Ángel y, aunque el artista trabajaba con rapidez, el pontífice comenzó a
impacientarse, pues sentía cercano el día de su muerte. "¿Cuándo
terminaréis?", preguntaba el papa, y Miguel Ángel respondía: "¡Cuando
acabe!" En cierta ocasión, el Santo Padre amenazó a Buonarroti con
tirarle del andamio, y éste repuso que estaba dispuesto a abandonar
Roma y dejar los frescos inacabados. Las disputas entre ambos
menudearon a lo largo de los cuatro años que duró la decoración de la
bóveda de la capilla, concluida finalmente el día de Todos los Santos de
1512, cuatro meses antes del fallecimiento de Julio II.

A juicio de Giorgio Vasari, historiador del arte, arquitecto y pintor


contemporáneo de Miguel Ángel, los frescos de la Capilla Sixtina eran
"una obra cumbre de la pintura de todos los tiempos, con la que se
desvanecían las tinieblas que durante siglos habían rodeado a los
hombres y oscurecido el mundo". Julio II, en su lecho de muerte, se
declaró feliz porque Dios le había dado fuerzas para ver terminada la
obra de Miguel Ángel, pudiendo así conocer de antemano a través de
ella cómo era el reino de los cielos.
Buonarroti se había inspirado en la forma real de la bóveda para insertar
en ella gigantescas imágenes de los profetas y las sibilas, situando más
arriba el desarrollo de la historia del Génesis y dejando la parte inferior
para las figuras principales de la salvación de Israel y de los
antepasados de Jesucristo. Mediante una inmensa variedad de
perspectivas y la adaptación libre de cada personaje a la profundidad de
la bóveda, Miguel Ángel consiguió crear uno de los conjuntos más
asombrosos de toda la historia del arte, una obra de suprema belleza
cuya contemplación sigue siendo hoy una experiencia inigualable.
Misterio y poesía
Desaparecido Julio II y finalizada la Capilla Sixtina, Miguel Ángel quiso
reemprender los trabajos para el mausoleo del pontífice, pero una serie
de modificaciones sobre el proyecto primitivo y de pleitos con los
herederos del fallecido impidieron su consecución, lo que contribuyó a
mortificar su ya de por sí amargado carácter. De la célebre tumba
quedarían tan sólo dos obras, insignificantes comparadas con la
grandiosidad del conjunto pero extraordinarias por sí mismas: los
portentosos Esclavos que se conservan en el Museo del Louvre y el
famoso Moisés, que expresa con su atormentada energía el mismo ideal
de majestad que había inspirado las figuras de la Capilla Sixtina.
A partir de 1520 trabajaría principalmente en la Capilla Médicis de San
Lorenzo, preparando los sepulcros de los hermanos Juliano y Lorenzo de
Médicis y de sus descendientes homónimos, Juliano, duque de Nemours,
y Lorenzo, duque de Urbino. Es una de sus obras más orgánicas y
armoniosas, en la que arquitectura y escultura se funden en un todo
excepcionalmente unitario y equilibrado. Las estatuas del Día, la Noche,
la Aurora y el Crepúsculo están envueltas en un halo de misteriosa
hermosura que ya en su tiempo y durante siglos sería objeto de
conjeturas e interpretaciones contradictorias.
La Noche (1526-1531)

Miguel Ángel, halagado por la admiración que suscitaban y a la vez


cansado de escuchar hipótesis sobre lo que podían significar, quiso dar
voz a sus esculturas y acallar a los parlanchines que tanto disputaban
con estos hermosos y delicados versos:

Me es grato el sueño y más ser de piedra;


mientras dura el engaño y la vergüenza,
no sentir y no ver me es gran ventura;
mas tú no me despiertes; ¡habla bajo!

Fue precisamente en esta época cuando Miguel Ángel empezó a


prodigarse como poeta. En 1536 emprendió la realización de un
grandioso fresco destinado a cubrir la pared del altar de la Capilla
Sixtina: el Juicio Final. Ese mismo año conoció a Vittoria Colonna,
marquesa de Pescara. A ella iba a dedicarle sus mejores sonetos, en los
que refleja al mismo tiempo su pasión platónica y su admiración por la
que sería la única mujer de su vida.

Vittoria Colonna representó, para el alma desilusionada y solitaria de


Miguel Ángel, un consuelo y un remanso de paz; se erigió en guía
espiritual y moral del artista y dio un nuevo sentido a su vida. Incluso
después de la muerte de su amiga, quizás el único ser que supo
comprenderle y amarle, Miguel Ángel mantuvo una actitud muy distinta
al constante y angustiado batallar que había caracterizado hasta
entonces su existencia, con lo que pudo afrontar con un insólito sosiego
el paso de la madurez a la ancianidad.

Arquitectura precursora
En los últimos años de su vida, Buonarroti se reveló como un gran
arquitecto. Fue en 1546 cuando el papa Paulo III le confió la dirección de
las obras de San Pedro en sustitución de Antonio da Sangallo el Joven.
Primero transformó la planta central de Bramante y luego proyectó la
magnífica cúpula, que no vería terminada.
La cúpula de la Basílica de San Pedro, una de las piezas más perfectas y
más felizmente unitarias jamás concebidas, es junto al proyecto de la
Plaza del Campidoglio y al Palacio Farnesio la culminación de las ideas
constructivas de Miguel Ángel, que en este aspecto se mostró, si cabe,
aún más audaz y novedoso que en el ámbito de la pintura o la escultura.
En su arquitectura buscaba ante todo el contraste entre luces y sombras,
entre macizos y vacíos, logrando lo que los críticos han denominado
"fluctuación del espacio" y anticipándose a las grandes creaciones
barrocas que más tarde llevarían a cabo grandes artistas
como Bernini o Borromini.

Cúpula de la Basílica de San Pedro

A partir de 1560, el polifacético e hipocondríaco genio comenzó a


padecer una serie de dolencias y achaques propios de la ancianidad.
Mientras los expertos empezaban a considerarle superior a los clásicos
griegos y romanos y sus detractores le acusaban de falta de mesura y
naturalidad, Buonarroti se veía obligado a guardar cama y era víctima de
frecuentes desvanecimientos. A finales de 1563 se le desencadenó un
proceso arteriosclerótico que le mantuvo prácticamente inmóvil hasta su
muerte. Poco antes, aún tuvo tiempo de reunir, ayudado por su discípulo
Luigi Gaeta, cuantos bocetos, maquetas y cartones había diseminados
por su taller, con objeto de quemarlos para que nadie supiese jamás
cuáles habían sido los postreros sueños artísticos del genio.

Apenas dos meses después, el 18 de febrero de 1564, se extinguió


lentamente. Sus últimas palabras fueron: "Dejo mi alma en manos de
Dios, doy mi cuerpo a la tierra y entrego mis bienes a mis parientes más
próximos." Cuatro hombres le acompañaron en esos instantes: Daniello
da Volterra, Tomaso dei Cavalieri y Luigi Gaeta, sus más fieles
ayudantes, y su criado Antonio, que fue el único capaz de cerrar sus
párpados cuando expiró. Con él moría toda una época y concluía ese
portentoso momento histórico que conocemos como Renacimiento
italiano.

Su epitafio bien podría ser aquel que el mismo Miguel Ángel escribió
para su amigo Cechino dei Bracci, desaparecido en la flor de la edad:

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