Memoria y Narrativas
Memoria y Narrativas
Memoria y Narrativas
Memoria y narrativas
Autores
Universidad
Curso
Docente
Manuel Beltrán
Fecha
05 de septiembre 2021
MEMORIA Y NARRATIVA
Memoria
A pesar de que el presente trabajo se adscribe a la perspectiva de la memoria como acción social, es
necesario mencionar las diferentes posturas que existen con respecto a esta.
Como primera medida, hay que recordar que memoria es un proceso tan antiguo como la existencia
misma del 3hombre. En un inicio, esta estuvo asociada al arte y con la aparición del lenguaje cobró mayor
relevancia gracias a la tradición oral que más adelante fue un insumo imprescindible y constante en la
literatura. (Restrepo, 2011).
Por otra parte, en los últimos años la memoria ha sido retomada por las ciencias sociales como un
proceso de construcción de la realidad; por ejemplo, dentro de la psicología, la memoria se viene
abordando desde diferentes perspectivas que van desde una visión netamente asociacionista propuesta por
el primer conductismo hasta formulaciones cognoscitivas en las que la memoria es vista como una función
mental encargada de la recuperación de la información (Huici, 2002). Además, otros enfoques entre los
cuales está el psicoanálisis han puesto a la memoria incluso como el eje articulador del quehacer
psicológico. (Blanck & Cereijido, 2006)
Sin embargo, a pesar de estas consideraciones que reflejan la capacidad de evocación de información
de la memoria, es importante destacar la existencia de perspectivas para las cuales el enfoque netamente
biológico no es suficiente para dar cuenta de los procesos de la memoria, entre estas destaca la perspectiva
histórico cultural de Vygotsky, según la cual, la actividad cerebral es un proceso que implica también la
interiorización de significados culturales que se encuentran mediados por el uso signos e instrumentos.Por
lo tanto, para este autor, todas las funciones mentales superiores incluyendo la memoria, se desarrollan a
través de la interacción social y no constituyen de ninguna manera componentes innatos de la persona que
se desplieguen de forma natural durante su desarrollo (Culma, Enciso, González, & Lara. 2017).
En concordancia con lo anterior, en efecto lo que denominamos memoria tiene siempre un carácter
social, ya que cualquier recuerdo, aunque sea muy personal, existe en relación con un conjunto de
nociones que nos dominan más que otras, con personas, grupos, lugares, fechas, palabras y formas de
lenguaje, incluso con razonamientos e ideas, es decir, con la vida material y moral de las sociedades de las
que hemos formado parte. No hay pues dos memorias sino una y esta resulta de una articulación social
(Echeverry,2004)
Partiendo de lo anterior, (Sánchez ,2006), plantea que la memoria es como una acción militante en la
que se resalta la pluralidad de relatos, y es por ello que la memoria es la fuerza, la presencia viva del
pasado en el presente, por tanto, en el proceso de reconstrucción de memorias interesan los significados,
es decir las representaciones alrededor del hecho y no el hecho en sí. Por lo que la comprensión de la
memoria se convierta en una nueva forma de representación del tiempo. Ya que la memoria es activadora
del pasado y reserva o semilla del futuro. Es decir que, sin memoria no hay futuro.
Memoria colectiva
Es valió resaltar y tener en cuenta que cuando se habla de memoria colectiva no se hace referencia a la
sumatoria de las memorias individuales; se ubican más bien en la línea de Maurice Halbwachs, quien ha
planteado que la memoria colectiva es diferente de la memoria individual. Es decir que, la memoria
colectiva agrupa a las memorias individuales, pero no se puede confundir con ellas.
En este sentido, la memoria colectiva, para Halbwachs, es una memoria de los grupos; es decir, la
pertenencia grupal va a proporcionar los marcos para la conformación del recuerdo. De esta manera, la
familia, la religión y la clase social serán los marcos específicos de la memoria que sitúan también los
recuerdos de los grupos; así, la memoria no se puede separar de las condiciones y necesidades del aquí y
ahora. Ésta es, en efecto, una reconstrucción del pasado desde las condiciones del presente. (Brito &
Martínez, 2005).
En esta misma línea, Halbwachs apunta que la memoria colectiva no es una memoria homogénea; las
memorias son diversas y plurales; por ende, no hay memoria universal. Toda memoria colectiva es
sostenida, en el espacio y en el tiempo, por un grupo específico, visto desde adentro, debido a que, ella
presenta al grupo una pintura de sí mismo que transcurre, sin duda, en el tiempo, puesto que se trata de su
pasado, pero de manera que él se reconozca en ella siempre. (Brito & Martínez, 2005).
Henri Desroche señala algunos aspectos centrales sobre el tema de la memoria colectiva; específica
mente, iluminará las formas en cómo la memoria es un elemento constituyente de los fenómenos
imaginario.
De esta manera, la conciencia colectiva y la memoria colectiva garantizan la imaginación colectiva en
cuanto la ideación del futuro. Desroche coincide con Halbwachs en que no existe memoria universal
puesto que toda memoria en la que vive o sobrevive una tradición es sostenida por un grupo que guarda y
reconstruye los recuerdos que están siempre en función de las preocupaciones del presente. (Brito &
Martínez, 2005).
Por consiguiente, los grupos sociales recuerdan, olvidan o se reapropian del conocimiento del pasado
social a través de lo que se denomina como memoria colectiva, la cual hace referencia a el proceso de
transmisión oral o informal del pasado del grupo de pertenencia del sujeto. En donde su contenido da
cuenta de los hechos relevantes para el grupo que, aunque no hayan sido vividos directamente por las
personas, éstas poseen una representación compartida sobre ellos. Esta historia informal constituye una de
las fuentes de la identidad social y cumple funciones como la de defensa de la identidad social, mantener
una visión nostálgica del pasado como algo positivo al cual referirse y que sirve para diferenciarse de los
otros grupos, así como funciones de cohesión social; además de ser una lección moral que refuerza la
identidad grupal y orienta la conducta social. (Huici, 2002) Sin la memoria no hay más vínculo social y,
por consiguiente, no hay más sociedad, identidad individual o colectiva, no hay más saber; todo se
confunde y está condenado a la muerte. La memoria colectiva es así una condición del vínculo social.
Vivir en sociedad, implica hacer memoria y hacer olvido. (Brito & Martínez, 2005).
Con relación a lo anterior, la memoria colectiva debe entenderse como un proceso social de
reconstrucción de un pasado vivido y/o significado por un grupo o sociedad que se contiene en marcos
sociales como el tiempo y el espacio, y el lenguaje, pero también se sostiene por significados, y estos se
encuentran en la cultura. Por ende, la memoria colectiva mantendrá aquello que considere significativo,
aquello que cobra sentido y que valga la pena guardar (Hernández & Echeverry, 2021).
Es por ello, que se podría decir que la Memoria Colectiva es una corriente de pensamiento continuo, de
una continuidad que no tienen nada de artificial, ya que no retiene del pasado sino lo que todavía está vivo
o es capaz de permanecer vivo en la conciencia del grupo que la mantiene. Así en el desarrollo continuo
de la memoria colectiva, no hay líneas de separación netamente trazadas, sino más bien límites irregulares
e inciertos, de tal manera que el presente no se opone al pasado. (Mendoza, 2004)
Es por esto, que la relación entre la identidad de los grupos sociales y memoria colectiva es estrecha.
Puesto que, la memoria colectiva puede concebirse como un atributo de la identidad, o en su efecto como
una estrategia de construcción de la identidad, o simplemente como un proceso que refleja la
identificación de un grupo social. Debido que, la identidad de una comunidad está asociada a la memoria
de un pasado compartido y un futuro común. Y se acentúa por medio de rituales, ceremonias y otros
enseres de la memoria colectiva. Asimismo, la identidad se basa, entre otros aspectos, en compartir
memoria colectiva, es decir, memorias de un pasado común, que son reconstruidas por los grupos; es por
esto que la recuperación de la memoria colectiva ha representado una estrategia de construcción de la
identidad (Hernández & Echeverry, 2021).
Sin embargo, la verdadera retroalimentación entre la memoria y la memoria colectiva consiste en cómo
estas logran actuar conjuntamente para construir, modificar y significar no solo la realidad individual sino
también la realidad social. (Restrepo, 2011).
Narrativa
Por otra parte, narrar es contar o hacer referencia acerca de algo, y eso que se relata debe tener algún
sentido, cierto significado para quien narra y para quien escucha o lee, porque esa es la cualidad de la
memoria: guardar y dar cuenta de lo significativo de la vida, el sentido alude al entendimiento, a la razón,
a una especie de explicación, pero no la cientificista, sino la de la cotidianidad, la que la gente en la vida
ordinaria maneja y siente, de ahí que se hablé de finalidades, de significaciones y de interpretaciones,
porque exactamente el sentido alude a una dirección. En suma, el sentido se sostiene sobre la base de
entender algo, de encontrarle razón, de otorgarle significado, de brindarle importancia a algo, atributos
éstos de la memoria. (Mendoza, 2015)
Partiendo de lo anterior, es preciso decir que la memoria también tiene una estructura narrativa. Sus
contenidos, formas y maneras de expresión así lo ponen de manifiesto. Es por ello, que los diferentes tipos
de memoria, incluso la denominada colectiva, se construye sobre narraciones que constituyen formas de
discursos y modos de organizar experiencias, por ejemplo, las pasadas, que son culturalmente dotadas de
significado, y que para ser inteligibles a la persona, grupo, sociedad o colectividad a la que se presentan,
deben expresarse en relatos lógicos que muestren la verosimilitud de lo que se está recordando o relatando
Mendoza, (2015). A lo cual, este mismo autor refiere que narrar una historia es levantarse en armas contra
la amenaza del tiempo, resistirse al tiempo o dominarlo.
Es por esto que, todas las culturas y los pueblos del mundo han registrado, de una manera u otra, sus
propias historias y relatos mediante narrativas orales o escritas. Esto pone en evidencia que las narrativas
son fundamentales en la vida individual y social, debido a que permite la contrición de su memoria
colectiva e identidad cultural. Ya que las personas sueñan, planean, se quejan, se apoyan, enseñan,
aprenden y recuerdan a través del relato de historias. Por lo tanto, “las narraciones de experiencias
personales y colectivas constituyen una de las formas de expresión verbal más utilizadas por las personas”
(Galeno, 2017, p. 75) Lo cual, convierte a la narrativa en la forma más elaborada del lenguaje que permite
entre otra cosa, el complejo proceso de apropiación cultural.
Es por ello que, la narrativa oral se considera en la memoria viviente de un pueblo que recrea a través
de los relatos orales, la cultura, las vivencias, la sabiduría popular, los personajes míticos o curiosos que lo
identifican y que están inmersos en los mitos, cuentos, chistes, espantos, remedios caseros, agüeros y toda
la riqueza inmaterial que construye la identidad cultural de un pueblo. (Rock, 2016).
Por tanto, es indudable que la narración oral se enmarca dentro de una versión de historia popular,
debido a que es una historia que pretende acercar los límites de la historia a la vida de las personas o
grupo. Ya que se podría decir que es una historia que ha subordinado lo político a lo cultural y a lo social,
una historia que se ha desarrollado básicamente al margen de las instituciones de enseñanza, y que ha
tomado a la comunidad y a su oralidad como base para sus investigaciones, reivindicaciones y re-
apropiación cultural. Por ende, es una historia que hace énfasis en el pueblo, en la cultura y en la vida
cotidiana. Es por esto que las narrativas orales son una rica veta para la investigación histórica hasta el
punto de que hay sociedades, grupos étnicos y comunidades que por varias razones sólo cuentan con este
recurso como único mecanismo para transmitir sus conocimientos, tradiciones y saberes, por lo que éstas
se erigen en única fuente posible para reconstruir su pasado o para estudiar aspectos de la vida social,
económica, política y cultural (Hernández & Echeverry, 2021).
Por supuesto, hay numerosas maneras de relatar una historia y este acto narrativo está estrechamente
relacionado con los valores que les asigna cada cultura a los distintos aspectos históricos. Por ende, es
importante recalcar que las formas de expresión de la memoria se encontrarán condicionadas por la
cultura, lo que implica no caer en el error de creer que la única forma de comunicación de la memoria es
la oralidad, pues esta puede darse también a través de elementos que se conservan con el paso del tiempo,
por ejemplo, los textos o artefactos, es decir, el lenguaje termina convirtiéndose, a través de la narración
oral o escrita , en un mediador de la memoria, es por ello que, la memoria debe trascender de ser vista
como un mecanismo a través del cual se recupera información del pasado para ser abordada como una
acción de carácter social con proyección hacia el futuro Culma, Enciso, González, & Lara. (2017).
Por lo tanto, se podría decir que, además de ser un instrumento de comunicación, la narrativa escrita
constituye un pilar fundamental en los grupos sociales, ya que esta es facilitadora de procesos de
construcción y reconstrucción de memoria individual y colectiva y, por ende, de identidad cultural. Lo que
la convierte en una herramienta de socialización e identificación (Martínez, 2015).
En consonancia con ambas formas de construcción de memoria y memoria colectiva es perentorio decir
que, en definitiva, la memoria narrativa da un uso social, debido a que, permite construir memoria o mejor
aún construir historias narrativas que se conservan en la memoria colectiva esta es una manera de luchar
en contra del olvida de los acontecimientos e históricos importante de que guarda una memoria con la
lucidez del relato que recobra o conserva, la memoria narrativa se ha instituido para mantener la memoria
del pasado que se presenta como algo significativo para el presente de la historia. La memoria además es
un almacén de recuerdos de acontecimientos del pasado que son rememorados, esta también, se elabora
desde el presente y fundamentalmente del lenguaje creando así una memoria narrativa. Blair Trujillo
(2002)
Partiendo de todo lo esbozado anteriormente, para una psicología sociocultural, la cual, se preocupa por
los fenómenos culturales colectivos, el estudio de la memoria es sin duda un eje fundamental. Tal y como
se ha dicho líneas más arriba, debe insistirse en que cuando se habla de memoria colectiva no se dice que
los factores sociales o colectivos ejerzan influencia sobre las operaciones o actividades de la memoria,
sino que es importante subrayarlo que son estos factores sociales y colectivos los que están precisamente
constituidos por ésta, es decir, en la memoria colectiva como instancia imaginaria que participa en la
constitución de la subjetividad. (Brito & Martínez, 2005).
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Nombre de quien elabora la Ficha Vianny Yisseth Renteria Cabrera
Autor Jorge Mendoza García
Titulo Las formas del recuerdo. La memoria narrativa
Año 2004
Cuidad España
Referencia según APA 7ma edición Mendoza García , J. (2004). Las formas del recuendo. La
memoria narrativa . Athenea Digital. Revista de Pensamiento e
Investigación Social.Pg 1-14.
Comentario crítico o reflexión Es de suma importancia este documento ya que hace un análisis
personal de como el sujeto puede narra sus vivencia o experiencia según el
tiempo y el espacio, además se resalta como la memoria codifica
y evoca dicha información porque a la hora de narrar se debe
saber cómo y de qué manera se narran las experiencias pasadas.
Referencias
Año 2010
Cuidad México
Referencia según APA 7ma edición Grenoville, C. (2010). Memoria y narración. Los modos de re-
construcción del pasado. Scielo.
Resumen En Argentina se ha publicado recientemente una cantidad
considerable de novelas que abordan la última dictadura militar y
vuelven la mirada hacia el pasado para representarlo bajo nuevos
aspectos. Los sentidos que ellas construyen cuestionan o
expanden el imaginario instalado a partir de una política
conmemorativa que priorizó la demanda de justicia y el rescate
ético de las víctimas, relegando, en ocasiones, a un segundo
plano un componente intelectual de la memoria que aspire a
"comprender" lo sucedido. En este artículo se analizan cuatro
novelas que arrojan nueva luz sobre el impacto que la experiencia
del terrorismo de Estado y la figura del "desaparecido" tuvieron
sobre los modos de narrar y sobre la concepción de identidad y de
tiempo en el presente. [ CITATION Gre10 \l 9226 ]
Palabras claves Memoria, dictadura, narrativa, identidad, tiempo. [ CITATION
Gre10 \l 9226 ]
Método de análisis
Citas relevantes en el texto Todorov (2002), Jelin (2005), Huyssen (2002), Levi (2000),
Agamben (2000), Ricoeur (1999), Schmucler (1996), Kaufman
(1996), Casullo (1996), Sarlo (2005), Chejfec (1999), Gusmán
(2002), Gamerro (2002), Feinmann (2003)
Argumentos, ideas y conceptos En una primera etapa, la causa de la memoria y el deseo de
principales conocer el destino de los desaparecidos surge como una forma de
resistencia ante la acción represiva y tiene por finalidad el
desmantelamiento de los discursos del poder militar en torno a
esa experiencia. A partir de la apertura democrática, el discurso
proveniente del campo de los derechos humanos se centra
fundamentalmente en la demanda de justicia y en el rescate ético
de las víctimas. [ CITATION Gre10 \l 9226 ]
Resultados
Comentario crítico o reflexión El olvido es una forma que el ser humano utiliza para canalizar y
personal evadir el dolor, sin dejar de lado todas las experiencias o
vivencias se convierte en recuerdos que la memoria siempre
tendrá los recuerdos se evocan de forma narrativa.
Las experiencias hacen manipulación de la memoria cuando
evoca esos recuerdos del pasado teniendo en cuenta el contexto,
tiempo y espacio donde se presenta.
Referencias
Comentario crítico o reflexión A modo de reflexión cabe resaltar que este articulo me
personal aclaro un poco más sobre lo que es la memoria y narración A
través de este artículo pude analizar la influencia que ejerce la
memoria que son esos hechos y acontecimientos del pasado
donde el yo y la memoria están entre lazados y que la narrativa
es ese modo de discurso esa forma de hablar sobre la
experiencia ya que pueden ser factores determinantes.
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narrativa y concepciones del yo:Un estudio
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Nombre de quien Yarley Vanessa mena palma
elabora la Ficha
Autor Oscar Mauricio Aguilar Mejía, María Ximena Quintero Álvarez
Titulo Memoria colectiva y organizaciones
Año 9 de agosto de 2005
Cuidad Bogotá
Referencia según APA
7ma edición
Aguilar, O., & Quintero, X. (2000). Memoria colectiva y organizaciones.
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Comentario crítico o Este artículo fue de suma importancia ya que en el mismo pude llegar a
reflexión personal entender que la memoria colectiva tiene un valor muy importante. En un
grupo y los invito a leer este articulo para que podamos despejar dudas y
conocer un poco más sobre la memoria colectiva.
Referencias Aguilar, O., & Quintero, X. (2000). Memoria colectiva y
organizaciones. Scielo, 4(3). Recuperado el 07 de septiembre de
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