Columna y Baluarte de La Verdad
Columna y Baluarte de La Verdad
Columna y Baluarte de La Verdad
1Ti 3:15 para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente,
columna y baluarte de la verdad.
Hablemos de la Iglesia:
Pero, ¿Se puede hablar de la Iglesia cuando hay tantas comunidades que se dan el nombre de iglesia, además de
dárselo a un edificio?
El apóstol Pablo usa cuatro palabras que describen cuatro grandes funciones de la Iglesia.
- La Iglesia es la casa de Dios. Lo primero y principal es que debe ser una familia. El amor de Dios sólo puede existir
donde existe el amor fraternal.
- La Iglesia es la asamblea del Dios viviente. La palabra ekklésía quiere decir literalmente una compañía de personas
que han sido convocadas en este caso Dios pone el llamado en las personas. La llamada de Dios se ha dirigido a
todas las personas; pero solamente algunos la han aceptado, y esos son la ekklésía, la Iglesia. No es que Dios haya
sido selectivo. La invitación se dirige a todos; pero una invitación requiere una respuesta.
- La Iglesia es la columna de la verdad (stylos). En Éfeso, adonde se dirigieron estas cartas, la palabra columna
tendría un significado especial. La más grande gloria de Éfeso era el Templo de Diana o Artemisa. ¡Grande es Diana
de los Efesios! Era una de las siete maravillas del mundo. Una de sus excelencias eran sus columnas. Tenía ciento
veintisiete columnas cada una de las cuales había sido el regalo de un rey. Todas eran de mármol, y algunas estaban
adornadas con joyas y recubiertas de oro. Los de Éfeso sabían muy bien lo hermosa que podía ser una columna. La
grafica que mostramos pertenece a los restos que aún permanecen de dicho templo
A menudo se colocaba la estatua de un personaje famoso encima de una columna para que pudiera sobresalir por
encima de todas las cosas ordinarias y verse claramente, hasta desde lejos. La idea aquí es que el deber de la Iglesia
es mantener bien alta la verdad de tal manera que todos puedan verla.
- La Iglesia es el baluarte de la verdad. El baluarte es el apoyo de todo el edificio. Lo mantiene de pie e intacto. En
un mundo que no quiere enfrentarse con la verdad, la Iglesia la mantiene en alto para que todos la puedan ver.
En un mundo que muchas veces querría eliminar la verdad, la Iglesia la sostiene frente a todos los que quieran
destruirla.
Hoy el cristiano es el templo espiritual, es la iglesia del Dios viviente, en contraste de las casas y los templos de los
ídolos, que son las criaturas inanimadas y sin sentido, mientras que el verdadero Dios es el Dios viviente, tiene vida
en sí mismo, y es el autor y dador de vida a los demás.
El cristiano es la columna y baluarte de la verdad, es el que desarrolla y proclama la verdad para ser visto y leído de
todo, como pilares que llevan las inscripciones, y que apoya y mantiene la verdad, ya que cada iglesia verdadera de
Cristo, está en el deber de mantenerse así, porque la verdad es el pilar y fundamento de la iglesia, pues si la verdad se
llega a distorsionar, una iglesia no es más Iglesia.
Gál 2:9 y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como
columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los
gentiles, y ellos a la circuncisión.
Los ministros del Evangelio están llamados a ser pilares, de la verdad, aun mas y con mayor propiedad que la misma
Iglesia. Que la verdad que debe defender todo ministro es el fundamento de la Iglesia y no es otro que el misterio de
la piedad de la gracia que es Cristo quien es la base y fundamento, de todos los creyentes, y que es la base de toda la
doctrina verdadera, y sobre todo la doctrina de su persona, como verdadero Dios y verdadero hombre, que Cristo es
el pilar y la base que soporta todas las otras verdades sin que caiga al suelo.
Efe 1:22 y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia,
Efe 1:23 la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.
La Iglesia debe ser la plena expresión de Cristo, quien lo llena todo. Cristo es la cabeza y nosotros somos el cuerpo
de su Iglesia, la imagen del cuerpo muestra la unidad de la Iglesia. Cada miembro se involucra con los demás a
medida que van cumpliendo con la obra de Cristo en la tierra. No debemos intentar trabajar, servir ni adorar
simplemente nosotros. Necesitamos todo el Cuerpo.
Todos los miembros dependen unos de otros para la vida colectiva, el alimento espiritual, el servicio al Señor, las
alegrías y las penas. Cada uno debe permanecer sujeto a la cabeza, la cual coordina el conjunto. La esposa de Cristo:
éste es el lado afectivo. Cristo dio su vida por la Iglesia, la ama, la alimenta y la purifica hasta el momento en que se
la presente completa y perfecta y la Iglesia ama a Cristo y se sujeta a Él.