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Casacion Socoquil

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EN LO PRINCIPAL: deduce recurso de casación en fondo; y EN EL

OTROSÌ: Abogado patrocinante.

I. Corte de Apelaciones.

CHRISTIAN M. LEON VERA, por la recurrente en los


autos caratulados BANCO DEL DESARROLLO CON INMOBILIARIA
COMERCIAL Y TRANSPORTES QUILPUE S.A., Rol IC 1770-2008, a
SS.I., con respeto digo:
Interpongo recurso de casación en el fondo en contra de la
sentencia de segundo grado, de VS. I., de fecha 7 de enero de 2009,
escrita a fs. 93 de autos, que confirmo la sentencia apelada de fecha 20
de agosto de 2008 del Juzgado de Letras de Villa Alemana, haciendo
suyos los términos de la sentencia del tribunal a quo.
LEYES INFRINGIDAS.
Han sido infringidos, por la sentencia recurrida, los artículos 6 y
464, números 2, 6 y 7 del Código de Procedimiento Civil
FORMA DE COMO SE HA PRODUCIDO LA INFRACCION.
La sentencia recurrida ha contravenido cada uno de los artículos
mencionados, al decidir que en cuanto a la excepción del artículo 464
Nº2 del Código de Procedimiento Civil, relacionada con el artículo 6 del
mismo cuerpo legal, que “no advierte irregularidad alguna”, en cuanto a
la excepción del artículo 464 Nº6 declara “la aceptación del pagaré
emana de persona habilitada para representar en esos momentos a la
sociedad deudora suscriptora del referido pagaré, el cual entonces es
perfectamente válido, al reunirse los requisitos legales dentro de los
cuales no se encuentra el de referir o mencionar el poder, por lo que la
excepción de falsedad deducida a su respecto debe ser rechazada” y
por último en cuanto a la excepción del artículo 464 Nº7, señala que “…
no se da en el caso del pagaré de autos, por lo que …será asimismo
rechazada” luego señala que “lo que hace que un título tenga fuerza
ejecutiva es la circunstancia que el título sea de aquellos que la ley
enumera como tales, cuyo es el caso del título de autos” en
circunstancias de que dichas disposiciones disponen situaciones muy
distintas a lo que el sentenciador erróneamente dictaminó.
Veamos, una a una, cómo fueron infringidas tales disposiciones:
1.- Se vulnera lo dispuesto en el artículo 464 Nº2 del Código de
Procedimiento Civil, en relación con el artículo 6 del Código de
Procedimiento Civil,
En efecto, el primer artículo citado señala que será admisible la
oposición del ejecutado cuando se funde en…la falta de capacidad del
demandante o de personería o representación legal del que comparezca
en su nombre.
La doctrina y la jurisprudencia señalan que la falta de capacidad
es “la carencia de los atributos o capacidad procesal de una parte”. Por
otro lado, la falta de personería es la carencia del vínculo jurídico que
habilita para actuar en juicio a nombre y representación de otro. Así las
cosas, estas disposiciones fueron violadas por los sentenciadores,
quienes hacen caso omiso a lo dispuesto en el artículo 6 del Código en
comento señala que “el que comparezca en juicio a nombre de otro, en
desempeño de un mandato o en ejercicio de un cargo que requiera
especial nombramiento, deberá exhibir el titulo que acredite su
representación.
Para obrar como mandatario se considerará poder suficiente: 1.- el
constituido por escritura publica otorgada ante notario o ante oficial del
Registro Civil …” .
Sobre esta base legal debe el tribunal a quo, estimar que los
abogados de la demandada, don Juan Rivera, y don Eduardo Videla;
carecen de poder suficiente para representar al Banco ejecutante. En
efecto, en el libelo señala el Sr. Rivera que su personería se encuentra
en custodia del tribunal. Sin embargo, verificado este hecho, la
realidad es otra, ya que solo existen unas fotocopias y no una
Escritura Pública. Ahora bien, que debe entenderse por aquella
otorgada por el competente funcionario con las solemnidades legales.
A mayor abundamiento el legislador en el artículo 1.699 del Código Civil,
señala que “Instrumento público o autentico es el autorizado con las
solemnidades legales por el competente funcionario. Otorgado ante
escribano e incorporado en un protocolo o registro público, se llama
escritura pública”.
El documento en custodia no es escritura pública por dos
hechos:
1.- Es una simple copia fotostática fiel de otra fotocopia y no de la
escritura matriz original.
2.- No es otorgada por el competente funcionario, que debería ser
el archivero judicial y no un notario, quien no tiene en bajo su custodia
el registro matriz solicitados. En efecto, las fotocopias acompañadas
son certificadas por un notario en circunstancias que los registros de
aquellas están en el oficio de otro competente funcionario, hace más
de tres años.
De este modo, los comparecientes, carecen de vinculo jurídico
habilitante para actuar en juicio a nombre y representación del Banco
del Desarrollo.
Por otro lado, se violan las normas del Mandato, contenidas en
el Titulo XXIX, Del Libro IV del Código Civil, en atención a que Don
Juan Antonio Rivera Barros, actúa en representación del banco
ejecutante, por vía de delegación otorgada por el abogado señor
Eduardo Videla Farías, quien detenta la representación del banco
ejecutante, en los términos que indican los instrumentos acompañados
por el propio ejecutante a la gestión.-
La sola lectura de los documentos en razón de los cuales se
invoca la representación del banco ejecutante, permiten establecer
que don Eduardo Videla Farías, actúa por el actor, vía de delegación.-
Basta el estudio de los antecedentes en que se sustenta la
representación del señor Videla Farías, bajo custodia en secretaría del
tribunal, para advertir que la representación de este profesional por el
banco ejecutante nace de la delegación otorgada por el mandatario
judicial directo, referido en los documentos tenidos a la vista en la
causa.-
En este contexto el señor Juan Antonio Rivera Barros, es
delegado de delegado, acto incapaz de otorgar representación por el
banco ejecutante a menos, que expresamente se haya conferido la
facultad de conferir una nueva delegación, hecho que no ha
acontecido.-
Vale decir, el señor Juan Antonio Rivera Barros, carece de toda
representación por el banco ejecutante, luego se configuró la
excepción invocada.

2.- Respecto de lo dispuesto en el artículo 464 Nº6 del Código de


Procedimiento Civil, fue infringido así:
Señala este artículo que será admisible la oposición del ejecutado
cuando se funde en…la falsedad del mismo. Esto indica que la falsedad
consiste en el “engaño, inexactitud, error; adulteración, deliberada o no
de la verdad”.
El título es falso cuando no es autentico y la autenticidad se refiere
al hecho de haber sido realmente otorgado y autorizado por las
personas y de la manera que en el se expresa.
Frente a ello, debo destacar que el sentenciador señala
erróneamente, desconociendo la existencia de este precepto que “la
aceptación del pagaré emana de persona habilitada para representar en
esos momentos a la sociedad deudora suscriptora del referido pagaré,
el cual entonces es perfectamente válido, al reunirse los requisitos
legales dentro de los cuales no se encuentra el de referir o mencionar el
poder, por lo que la excepción de falsedad deducida a su respecto debe
ser rechazada”. Sin embargo, Este título no fue aceptado por la
Sociedad ejecutada a través de sus legítimos representantes o
mandatarios, ya que este fue suscrito por doña Ana María Arias
Sandoval, quien no puede obligar a mi representado.
En efecto, el demandante señala la existencia de un mandato de
fecha 5 de febrero de 2005 de la sociedad demandada a doña Ana
Arias Sandoval; el que NO EXISTE. En este punto, el tribunal ad
quem, señala que esta parte no rindió prueba alguna; independiente
que la carga procesal de la prueba corresponde a quien alega la
existencia de este poder que es la demandante.
Esta parte acreditó el hecho negativo de la inexistencia de este
poder invocado por la contraria mediante oficio N°46 que rola a fojas
56 de autos, de fecha 23 de julio de 2008, de la Notaría de Don Carlos
Swett. En definitiva, quien comparece por la sociedad ejecutada no
detenta representación alguna por ella, toda vez que el mandato
que se invoca es inexistente. No se trata de un simple error, como el
sentenciador argumenta en su fallo, por cuanto, la situación en rigor y
jurídicamente es: o existe el mandato o el mismo es inexistente, ante
esta última premisa, es objetivamente inoponible a la ejecutada un
título que se sustenta en un mandato que no ha nacido a la vida
jurídica. De este modo, no es atendible el razonamiento del tribunal,
cuando sostiene que la ejecutada se vale de su propio dolo para
impugnar y cuestionar la validez del título ejecutivo promovido, esta
premisa esta equivocada, ya que la ejecutada nunca concurrió a
aceptar el título ejecutivo promovido. A sido reconocido incluso por el
tribunal en los fundamentos del fallo.
Así lo señala la Jurisprudencia señala que: “el titulo es falso si no
ha sido realmente otorgado por las personas que aparecen interviniendo
en el, o cuando se le han hecho adulteraciones que transforman su
naturaleza” (C. Concepción, 29 marzo 1912. G.1912, t. I, Nº83, p.157) (C. Valparaíso, 24 marzo
1941. R., t.40, sec.1ª, p.108).

Por otro lado, otro fallo indica que “la excepción de falsedad del
título supone que sea falsa la escritura que lo constituye, por no haber
sido otorgada por quienes aparecen interviniendo en el” (C. Suprema, 14 junio
1938, R., t.36, sec.1ª, p.20).

3.- Por último, el artículo 464 Nº 7 del código de Procedimiento Civil,


fue infringido como paso a demostrar:
Señala este precepto que será admisible la oposición del
ejecutado cuando se funde en… la falta de alguno de los requisitos o
condiciones establecidos en las leyes para que el titulo tenga
fuerza ejecutiva, sea absolutamente, sea con relación al
demandado.
Señala el sentenciador que “lo que hace que un título tenga
fuerza ejecutiva es la circunstancia que el titulo sea de aquellos
que la ley enumera como tales…y que en su otorgamiento se hayan
cumplido las leyes de orden tributario o se acredite el pago de la
contribución y multa respectiva.” Con esta afirmación “poco feliz”,
podríamos llegar a conclusiones como aceptar con la suficiente fuerza
ejecutiva a una sentencia firme prescrita, o a un pagaré suscrito por un
tercero. Este último ejemplo es el de marras.
Es importante destacar que la oportunidad procesal que tiene el
juez para examinar el título y despachar o negar lugar a la ejecución,
debe reunir más requisitos que aquellos que este sentenciador tiene
en miras. En efecto, deberá verificar que sea válida, cierta,
actualmente exigible, liquida o liquidable y no estar prescrita, todo ello
no debe dejar dudas acerca de la existencia del derecho contenido en
él.
Así, los mismos argumentos del número precedente, son
suficientes para determinar por el tribunal A Quo, que no existen
todos los requisitos para que el titulo tenga fuerza ejecutiva; en efecto,
no existen requisitos de existencia del acto jurídico ni capacidad ni
voluntad. Es por esta razón que faltando estos elementos en el acto
jurídico, que se invoca como titulo de la ejecución, este se
desnaturaliza como tal, perdiendo toda fuerza ejecutiva en definitiva,
configurándose la causal invocada.
De esta manera, han quedado violadas cada una de las normas
referidas.
MANERA DE CÓMO ESTAS INFRACCIONES HAN INFLUIDO EN LO
DISPOSITIVO DEL FALLO.
De no haberse producido la infracción; o sea, de aplicarse
correctamente la ley, en la forma que llevo dicha, se habría tenido que
llegar, necesariamente, a la conclusión de que se deberían haber
acogido las excepciones opuestas de la falta de capacidad del
demandante o de personería o representación legal del que comparezca
en su nombre, la de la falsedad del título y la de la falta de alguno de los
requisitos o condiciones establecidos en las leyes para que el titulo
tenga fuerza ejecutiva, sea absolutamente, sea con relación al
demandado, debiendo en consecuencia rechazar la demanda
ejecutiva, con costas.
POR TANTO,
de acuerdo con lo expuesto y lo que disponen los arts. 764 y siguientes,
767, 770 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, artículos 6, 464
Nº 2, 6 y 7 del Código de Procedimiento Civil y demás pertinentes,
RUEGO A US. I.: tener por interpuesto recurso de casación en el fondo
en contra de la sentencia definitiva de segundo grado, de V. S. I., de
fecha 7 de enero de 2009, escrita a fs. 93 de autos, que confirmo la
sentencia apelada de fecha 20 de agosto de 2008 del Juzgado de
Letras de Villa Alemana, haciendo suyos los términos de la sentencia
del tribunal a quo y concederlo, para ante la Excma. Corte Suprema, a
fin de que dicho Tribunal invalide ese fallo y dicte la correspondiente
sentencia de remplazo, en la que se resuelva, precisamente, que:
1.- se acoge la excepción de la falta de capacidad del
demandante o de personería o representación legal del que comparezca
en su nombre,
2.- y/o que se acoge la excepción de la falsedad del título,
3.- y/o que se acoge la excepción de la falta de alguno de los
requisitos o condiciones establecidos en las leyes para que el titulo
tenga fuerza ejecutiva, sea absolutamente, sea con relación al
demandado, debiendo en consecuencia rechazar la demanda
ejecutiva, con costas.
OTROSÌ: SIRVASE SSA.I. tener presente que dad mi calidad de abogado
habilitado para el ejercicio de la profesión asumo el patrocinio del presente
recurso.

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