La Educación en Roma
La Educación en Roma
La Educación en Roma
LA CIVILIZACIÓN ROMANA
Roma atravesó varias etapas desde su formación (700 a. C.) hasta su caída (476 d. C):
la Monarquía (VIII - VI a. C.)
la República (VI - I a. C.)
el Imperio (I a. C.- V d. C.)
ORÍGENES (monarquía)
La leyenda atribuye a Rómulo y Remo la fundación de Roma en el año 753 a. C. Roma nació como una ciudad
de reducidas dimensiones en medio de un valle rodeado por colinas.
La mayoría de sus fundadores pertenecía a la tribu de los latinos, que progresivamente habían conseguido
repeler la presencia de los etruscos, un pueblo extranjero y de origen griego que ha pasado a la historia por su
imponente arqueología funeraria y su arte.
LA REPÚBLICA ROMANA
La República desplazó a la Monarquía en el año 529 a. C.
Esta forma de gobierno trajo una nueva organización a la cabeza de la cual había dos cónsules –que ostentaban
el poder absoluto– y un senado, que era el órgano de gobierno más definitorio y característico de la etapa
republicana.
El senado fu expresión social de la Roma republicana, ejerciendo de órgano más representativo del poder
romano.
En sus inicios estaba formado exclusivamente por patricios (nobles o aristócratas), pero con el paso del tiempo
las clases menos acomodadas (plebeyos, la plebe) lograron cierta representación en el senado.
ETAPA IMPERIAL
La etapa imperial dio comienzo en el año 27 a. C. gracias a Octavio Augusto, el primer emperador de Roma.
Todo el protagonismo acumulado hasta entonces por el senado – que siguió existiendo como órgano de
gobierno, aunque cada vez con menor presencia– recayó ahora en la figura del emperador.
La riqueza fluyó durante este tiempo, en un contexto de grandes conquistas militares y dinamismo comercial,
y el Imperio romano pasó a la historia como una de las civilizaciones más poderosas de la historia.
CARACTERÍSTICAS DE LA SOCIEDAD Y LA CULTURA ROMANAS
Los principales pilares de la sociedad romana en sus inicios fueron:
La importancia de la familia.
El amor a la patria.
El valor del trabajo, especialmente las labores agrícolas.
El valor del trabajo y la laboriosidad
Roma, como ciudad, en su evolución e historia no pasó por un periodo caballeresco y feudal, como ocurrió en
Grecia (periodo homérico).
Los griegos apreciaron el ocio porque les permitía tener tiempo libre para alcanzar la excelencia como
personas, cultivando su belleza física e intelectual. A diferencia de los griegos, los romanos no valoraban el
ocio o la “holgura”.
LA "HUMANITAS" ROMANA
El espíritu de la nueva educación puede resumirse en la palabra latina humanitas, palabra que se refiere a la
síntesis o combinación de la tradición romana con las letras griegas.
Se trataba ya no de una educación nacional, local, sino de una enseñanza de tipo universal, humanística
diríamos hoy, basada en una cultura ajena superior, que sirve de inspiración.
CATÓN: PRIMER EJEMPLO DE "HUMANITAS"
Uno de los primeros que encarno el idea la humanitas fue el escritor Catón, que vivió entre los siglos III y II
a. C.
Encarnó en su persona una primera síntesis de la tradición romana con las letras griegas. Catón alcanzó fama
por su elocuencia (elemento griego asimilado), pero también se hizo famoso por su sencillez, su austeridad en
el comer y en el vestir y su practicidad (elemento tradicional romano).
Los escritores Catón y Tácito apuntaron a un ideal de humanitas cimentado en tres objetivos:
EL SABER ---> intelectualidad, conocimientos fiosóficos, morales y políticos.
EL DECIR ---> cultivo de las destrezas retóricas y literarias.
EL VIVIR ----> encauzando todo a una vida éticamente valiosa y una dedicación profesional
caracterizada por la eficiencia y la excelencia.
A diferencia de los griegos, los romanos no separaban el trabajo o las ocupaciones serviles de la formación
liberal y el desarrollo cultural.
En Roma, la educación y la formación debían proporcionar productividad, formación en derecho y para la
acción pública.
Una definición reveladora de la humanitas nos la da Cicerón: «las artes (la cultura) al servicio de la virtud
moral, al servicio del Gobierno».
PEDAGOGOS ROMANOS
De acuerdo al carácter de la educación romana, sus teóricos le dan un carácter más pragmático que idealista,
y más retórico que filosófico.
También hay entre ellos pensadores que dieron una orientación ética, espiritual a sus escritos. Característica
en este sentido es la frase de Juvenal: “Se debe al niño el máximo respetó”.
Catón el Viejo (234 - 149 a. de C .)
Porcio Catón Mayor fue el primer romano que escribió sobre educación. Redactó dos libros: Sobre educación
de los niños y Preceptos para el hijo, que se han perdido.
Pero se conoce su actuación como educador de su hijo por Plutarco, según hemos indicado anteriormente.
Marco Terencio Varrón (116 -27 a. C.)
Varrón marca la transición de la educación antigua a la nueva, bajo influencia griega o helenística.
Fue Autor de una obra famosa, Disciplinas en nueve libros, que es una especie de enciclopedia didáctica, trató
especialmente la gramática y su enseñanza de un modo científico. Su obra influyó grandemente en las
enciclopedias con fines escolares.
Marco Pulio Cicerón (106-43 a. C.)
Considerado el más grande pensador romano, poseedor de una gran cultura clásica, reconoció todo el valor
que tenían la cultura y la filosofía griegas para la cultura y la educación romanas.
Representa el tipo más puro de la humanistas. Su finalidad es en este sentido la formación del político-orador,
que no sólo debe conocer la retórica, sino también la filosofía.
Cicerón fue uno de los primeros en tratar la educación desde el punto de vista psicológico. Uso la observación
psicológica del estudiante, para conocer sus inclinaciones e intereses, y asi poder guiar la elección de la
profesión, que debe acomodarse a la peculiaridad individual.
Lucio Amneo Séneca (4 a. C. - 66 d. C .)
Séneca, el gran filósofo, nació en España, fue educador privado del emperador Nerón.
Realzó la necesidad de conocer la individualidad del educando, y por tanto el valor de la psicología para la
educación. Finalmente, remarca la importancia del educador, “a quien debemos apreciar como uno de
nuestros más queridos y próximos familiares”.
Plutarco (48 - 120 d. C.)
Su mayor influencia educativa la ha ejercido por medio de sus célebres "Vida paralelas", que han servido a lo
largo de la historia para inspiración de numerosas y prominentes personalidades.
Se le atribuye también un tratado sobre la educación de los niños, aunque no todos lo reconocen como autor.
Su ideal de educación es más bien ecléctico, tratando de combinar los fines helénicos o griegos con los
romanos.
Destaca el valor de la música y de lo bello en la educación, así como el de los ejercicios físicos, pero también
reconoce como fin supremo la formación del carácter.
Por último, da su preferencia a la educación doméstica sobre la escolar y afirma la necesidad de conocer la
peculiaridad individual.
QUINTILIANO
Marco Fabio Quintiliano fue el más importante de los pedagogos romanos. Nació el año 40 d. C., en
Calahorra, España, hijo de un profesor de retórica.
Estudió en su país y después fue a Roma, donde permaneció varios años practicando con el famoso jurista
Domitius.
Alcanzó gran renombre como abogado y escritor, hasta que el emperador Vespasiano le concedió la primera
cátedra oficial de retórica griega y latina, con un sueldo considerable.
Ejerció la enseñanza durante 20 años, logrando la máxima autoridad como profesor y como abogado. Nadie
antes que él había dado tanta importancia al conocimiento psicológico en la educación.
Importancia de la infancia
Para Quintiliano, la educación comienza en la primera infancia en el seno de la familia.
En esta educación doméstica debe ponerse el mayor cuidado en el ambiente que rodea al niño — ayas y
compañías — “porque naturalmente conservamos lo que aprendimos en los primeros años como las vasijas
nuevas el primer olor del licor que recibieron”.
ESCUELA: interacción del niño con otros niños
Después, el niño pasa a la escuela elemental.
Quintiliano defiende la escuela en general, sea pública o privada, frente a la educación dada por el preceptor
particular en el hogar, por los beneficios que aquélla brinda desde el punto de vista del trato de los alumnos
unos con otros, frente al egoísmo que la educación doméstica produce.
LA FORMA DE ENSEÑAR A LEER Y ESCRIBIR
En la escuela elemental, “el maestro encargado del niño, lo primero de todo tantea sus talentos e índole”.
En la escuela aprenden los niños la escritura y la lectura, usando figuras movibles, anticipándose así a
nuestro tiempo.
Y hace también esta observación importante: “Una cosa encargaré, y es que se entienda lo que se lee para
lograr todo esto”.
NECESIDAD DE MAESTROS EXCELENTES
Pero lo importante aquí es tener buenos maestros, pues “los primeros elementos en nuestros estudios son mejor
enseñados y explicados por los mejores maestros”.
Da el ejemplo del rey Filipo de Macedonio, que encargó la educación de su hijo Alejandro nada menos que a
Aristóteles, el más famoso filó-sofo de su tiempo.
IMPORTANCIA DEL RECREO Y EL JUEGO
En la educación elemental deben alternar el trabajo con el recreo, aunque Quintiliano no defiende éste más que
como un medio para intensificar el estudio.
Tolera los ejercicios físicos, pero siempre con moderación. Sin embargo, el juego es importante “porque en
él revela el niño sus inclinaciones”.
NIVEL MEDIO: escuela de gramática
Una vez que aprendió a leer y a escribir, el alumno pasa a la escuela de gramática — el nivel medio —, donde
aprende la gramática con el fin de lograr una buena redacción escrita.
La gramática comprende también la literatura tanto griega como latina, los poetas y clásicos respectivos.
En el lenguaje hay que atender a la corrección, a la claridad y a la elegancia. Y ello ha de conseguirse por
medio de la costumbre y la práctica principalmente. También se enseña algo de música, matemáticas, ejercicios
orales y físicos.
NIVEL SUPERIOR: escuela de oratoria
Finalmente, viene la escuela de retórica, de carácter superior y especial para la formación del orador.
Ésta debe hacerse sobre la base de narraciones históricas, ejercicios dialécticos, lecturas y comentarios de
clásicos, elocuencia, derecho.
VALOR DE LA PEDAGOGÍA DE QUINTILANO
Para concluir, habría que señalar 4 puntos:
1° Su reconocimiento del estudio psicológico del alumno.
2° Su Acentuación del valor humanista, espiritual de la educación.
3° Su cuidado y finura en la enseñanza de las letras.
4° Su reconocimiento del valor de la persona del educador, acerca del cual hizo el primer estudio de carácter
psicológico que se conoce en la historia de la pedagogía.
BIBLIOGRAFÍA