Lengua e Interculturalidad

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El taller de Lengua y Literatura como estrategia para una

educación intercultural
Amando LÓPEZ VALERO
Universidad de Murcia
amandolo@um.es

Se me brinda en esta ocasión la oportunidad de reflexionar sobre aspectos que se


tornan trascendentes en esta sociedad dinámica y compleja del Siglo XXI, de la cual somos
parte conformante. Y es que los vastos conceptos que aquí trataré de hacer interactuar,
probablemente abarcasen cientos de vidas para poder llegar a comprender la verdadera
medida y naturaleza de los mismos. Tanto Lengua, Literatura, Cultura, Educación
Intercultural o la construcción de la ciudadanía Europea suponen puntos de unión y de
conflicto al mismo tiempo. Por ello su reflexión se convierte siempre en delicada,
paradójicamente porque hacemos que se cuestionen arraigadas estructuras que también han
sido creadas por la acción lingüística conformando determinadas culturas.
La realidad nos muestra que somos parte de un proceso de cambio y como
participantes de una unidad europea debemos procurar que acontezca una acción de mejora,
una progresión que debe recorrer de manera transversal las aulas, las familias y los distintos
estamentos sociales y políticos, de tal modo que sí podamos afirmar que la libre circulación e
interacción en cualquier lugar de Europa sea un hecho.
Desde estas líneas, yo me centraré en la acción didáctica, hecho que fundamentaré a
través del taller de Lengua y Literatura, argumentando de una manera consistente su
pertinencia para poder alcanzar la pretendida Educación Intercultural que prospectivamente
nos conduzca a una educación para la convivencia entre las distintas personas que habitan,
no sólo en Europa, sino en el mundo.

1. La Educación Intercultural en el Siglo XXI


El comienzo del Tercer Milenio nos remite a una serie de cuestiones
trascendentes que principalmente comienzan por el planteamiento referido a:
¿estamos preparados para convertir la multiculturalidad en interculturalidad? En
teoría, podríamos contestar que sí, pero la realidad es bien distinta. Existe un
problema que se relaciona con los estereotipos y los prejuicios que motiva que la
convivencia entre las aludidas personas pertenecientes a diferentes países no sea
todo lo idílica que se pudiera desear. Centrándonos en nuestra realidad española
es un hecho que gran parte de la población tiene grandes dificultades para aceptar
la pertenencia de la unidad del país a una conformación superior como es
Europa. Es más, seguimos a la zaga en cuestiones referidas al aprendizaje de
idiomas lo cual dificulta sobremanera el hecho de poder facilitar la aceptación de
esta nueva situación y lo que es más grave, agudiza el hecho de no poder eliminar
ciertos prejuicios existentes con respecto a otros países de Europa, sin olvidar
otros continentes.
Los presupuestos teóricos que señalan cómo debe ser la Educación
Intercultural y la convivencia entre diferentes personas parecen claros; ahora bien,
una de las grandes cuestiones que deben ser abordadas es cómo hacer prácticas
dichas directrices, y esta labor comienza a forjarse en los ámbitos de tipo
educativo. La Educación Intercultural debe iniciarse en las instituciones
educativas, comenzando por la creación de una cultura plural en la que alumnado
y profesorado, además de los demás integrantes de la comunidad escolar sepan
apreciar el valor de la diferencia (Nieto, 2001). Probablemente, la mayor riqueza se
halla en el descubrimiento de aquello que nos es ajeno, que no nos pertenece, que
es distinto a nosotros, y de lo cual podemos aprender. Se nos antoja importante el
hecho de la creación de climas comunicativos en contextos escolares y también
sociales en los cuales las personas implicadas en el proceso de reflexión puedan
tomar conciencia de las situaciones planteadas y ellas mismas puedan sugerir
propuestas de mejora ante los conflictos y dilemas morales que se puedan generar,
estos pueden ser recreaciones de la realidad o ser supuestos prácticos.
El rol de la Didáctica de la Lengua en este proceso cobra especial
relevancia, debido a su papel protagonista en la aprehensión de aprendizajes
instrumentales, pero no únicamente se limita a este tipo de conocimiento sino
que también interviene de manera clave en la asimilación de saberes informales.
Por ello el trabajo desde la didáctica con los diferentes aspectos de la Lengua que
afectan a la conformación de la persona es fundamental y debemos de buscar
alternativas y recursos válidos con el fin de que estas personas que se hallan en
periodo de formación puedan trabajar en una doble vertiente: una reforzando los
aprendizajes académicos fundamentales en sus vidas y otra, la dimensión más
orientada hacia lo moral, lo menos tangible, pero aquello que se une a lo
académico dando una dimensión global a la persona y haciendo que su
comportamiento en sociedad se corresponda con determinadas actitudes.

2. Multiculturalidad y enseñanza de la lengua y la literatura


Nuestra compleja y dinámica sociedad actual, fruto de múltiples cambios y
transformaciones socioculturales, económicas y políticas, está llevando a cabo la
configuración de una nueva realidad diversa y pluricultural. Dicha realidad nos
muestra simultáneamente dos paradigmas antitéticos: por una parte, la economía
del bienestar, los medios de comunicación y los grandes avances tecnológicos, con
inmensas autopistas de información, permiten cada vez una más rápida difusión
de ideas e información que tienden a la uniformidad cultural y a la
homogeneización de usos y costumbres sociales en los países desarrollados, donde
la idea de “aldea global”, preconizada por McLuhan en los años sesenta es ya una
evidente realidad; por otra, a partir de los nuevos planteamientos lingüísticos se
ha hecho evidente la diversidad casi infinita de usos geográficos, sociales,
funcionales e individuales de cada lengua, además de la dificultad que entraña la
convivencia entre dos o más lenguas y culturas en un mismo contexto. Este
segundo paradigma viene a completarse con la presencia cada vez más acusada de
importantes movimientos migratorios, con un crecimiento exponencial en los
últimos años, que han puesto en evidencia las desigualdades, la pobreza, la
marginación, la opresión y la exclusión de que son víctimas estos colectivos, pero
al mismo tiempo ha hecho surgir una realidad diversa en la que cada vez es más
acusada la heterogeneidad cultural y social.
Ante esta evidente realidad, el contexto escolar debe adaptarse a este nuevo
marco social y cultural ambivalente y contradictorio y asumir su parte de
responsabilidad (Demorgon y Lipianski, 1999). El modelo educativo que hoy
tenemos que construir debe tener presente las problemáticas que presenta la
sociedad y sus retos de futuro, entre los cuales éste es quizás uno de los más
importantes y difíciles que los enseñantes tenemos planteado hoy: propiciar una
educación intercultural, democrática y universalizadora, basada en el respeto a la
diversidad, que promueva una convivencia tolerante entre los ciudadanos, sea cual
sea su raza, su lengua, procedencia o condición social, y que rechace los
estereotipos y prejuicios, que suelen proliferar contra todo lo que es (o
consideramos que es) diferente a lo nuestro.
Para hacer frente a esta realidad multicultural, cada vez más presente en
nuestras aulas, las metodologías homogeneizadoras en cuanto a cultura y lengua
utilizadas tradicionalmente en estos momentos están ya caducas y son ineficaces, y
lo serán más aún en el futuro, para atender a un alumnado cada vez más diverso.
En consecuencia, es necesario que partamos en nuestros planteamientos didácticos
del reconocimiento de realidades plurales con necesidades diferentes y del respeto
por esta diversidad.
La respuesta al multiculturalismo presente en la sociedad actual nos
conduce al concepto de educación intercultural, concebido como proyecto que
implica el reconocimiento de las diversas lenguas y culturas en el aula y la
valoración y el tratamiento por igual de las mismas, a través de un aprendizaje
cooperativo a partir de la estima por la diversidad. Conceptos, pues, como
afirmación de la diversidad y respeto a las peculiaridades individuales y, al mismo
tiempo, multiculturalismo y cultura sin fronteras no son antagónicos, sino
complementarios. La escuela, si quiere dar respuesta a las demandas educativas
actuales, deberá plantearse en el aula, en primer término, el tratamiento didáctico
eficaz de la diversidad, en el más amplio sentido de la palabra, desde el
reconocimiento y respeto a la misma, para, en segundo lugar, impulsar la
educación de sus escolares hacia una visión amplia de la cultura, como forma de
encuentro y conocimiento solidario entre los pueblos, con un fin común:
construir un mundo mejor.
En ese amplio abanico de diversidades, y partiendo de la idea de que todos
somos diferentes y diversos en nuestro propio entorno, proponemos contemplar
en primer lugar la diversidad más próxima e inmediata: la del aula y su contexto
local, en la que pueden confluir todas las diversidades antes mencionadas, aunque
nos centraremos muy especialmente en dos tipos de diversidades:

a) La diversidad lingüística, en sus diferentes aspectos, teniendo en


cuenta el contexto educativo en el que presumiblemente van a
desempeñar su futura labor docente nuestros alumnos.
b) La diversidad étnica y cultural de las minorías presentes en el aula,
contemplada desde una perspectiva intercultural.

A partir del reconocimiento de las mismas, abordamos su tratamiento


didáctico, basado en la tolerancia y respeto a éstas, ampliamos la mirada hacia la
diversidad lingüística y cultural de nuestro país, estado plurilingüe, con
coexistencia de diversidad de lenguas y dialectos en su mapa lingüístico, y
consideramos esta situación como un hecho enriquecedor; y, aunque no será
objeto de nuestro análisis, proponemos pasar posteriormente a contemplar la
diversidad lingüística y cultural europea, de la que formamos parte, desde una
visión amplia y plural y una proyección universalista, concibiendo dicha
diversidad como un bien único, forjado a través de los siglos como producto de
movimientos migratorios humanos procedentes de los más diversos lugares.
La Lengua y la Literatura en una enseñanza orientada desde una
perspectiva intercultural nos servirá para:

- Conocer la realidad, y hacernos una idea clara y exacta de la


misma. De ahí la importancia de que esa idea sea lo más fiel
posible y no se deforme mediante falsos estereotipos que no se
corresponden con la realidad, pues muy a menudo las ideas
mentales que nos hacemos de otros países y otros grupos sociales,
mediatizadas especialmente por los medios de comunicación, son
parciales y deformadas, lo que conlleva frecuentemente posturas de
incomprensión y rechazo. Utilizar la lengua para obtener una
visión más real y más amplia hará que conozcamos y respetemos
otras culturas.

- Organizar nuestros pensamientos y comunicárselos a los demás,


con el fin de que sepan cómo somos, lo que pensamos y sentimos
y también cómo son ellos, lo que piensan y sienten; de esta forma,
a partir del conocimiento de nosotros mismos y de nuestra propia
autoestima y mediante la intercomunicación con los demás
podemos comprendernos mejor desde el respeto a la diversidad y a
los diferentes puntos de vista.

- Integrarnos en la sociedad y establecer relaciones con otros


miembros de nuestro grupo social y con otros grupos sociales. Por
eso es fundamental comprender que no todos los grupos
mantienen las mismas estructuras, las mismas reglas de
funcionamiento y los mismos hábitos lingüísticos. Es importante
erradicar el etnocentrismo basado en la falsa consideración de que
nuestra sociedad es la más adelantada y la mejor, despreciando
injustificadamente las demás. La idea de que no hay grupos
sociales, ni lenguas o modalidades lingüísticas, ni culturas mejores
o peores, sino simplemente diferentes es imprescindible para el
desarrollo de una actitud de tolerancia y respeto.

- Descubrir las costumbres, las tradiciones y los valores de otros


pueblos, para entender sus gustos y perspectivas estéticas,
vehiculadas a través de la lengua oral y escrita. El conocimiento de
su cultura literaria y lingüística y aprecio por su diversidad
desarrollará posturas más flexibles.

3. La enseñanza de la Lengua y la Literatura desde una perspectiva crítica: el


taller de Lengua y Literatura
El paradigma crítico de la enseñanza nos proporciona el adecuado marco
educativo para unir dos conceptos que queremos incluir en esta aportación:
aprendizaje para toda la vida y competencia comunicativa. Ambos conceptos están
estrechamente vinculados con el desideratum que hemos planteado al formular
nuestra idea de Educación Intercultural. Ésta última nos obliga a adoptar una
postura democrática y plural en toda acción educativa. Por una parte, el
aprendizaje para toda la vida no es algo caprichoso sino que más que nunca se
está convirtiendo en una necesidad. Inmersos en una sociedad dinámica, el
aprendizaje puntual del conocimiento académico, aunque necesario, no es
suficiente para abordar todas las cuestiones de un mundo mediático y rebosante
de conocimiento como es el que nos concierne. El aprendizaje pues, no puede ser
aislado sino que requerimos de una contextualización y extensión de los
aprendizajes de tal modo que la calidad en las instituciones educativas, y en los
modelos educativos en general, debe ser mejorada. En esta línea queremos buscar
un esquema de igualdad y de aceptación entre personas aproximándonos
finalmente al concepto de justicia social (Lynch, 1986).
Actualmente, uno de los grandes problemas que hallamos a la hora de
diseñar propuestas para organizar una enseñanza más dinámica es la
desmotivación del alumnado. Por ello, debemos indicar que la lengua sólo se
convierte en algo accesible cuando es real y natural es decir cuando se encuentra
en un uso real, cuando posee una aplicación, cuando tiene una utilidad social. En
este momento es cuando en este texto hacemos uso del concepto competencia
comunicativa definida por Hymes (1995) como aquello que la persona hablante
necesita conocer para adaptarse de una manera positiva y eficaz a diferentes
contextos. La enseñanza de la Lengua desde esta perspectiva, desde el modelo
comunicativo implica un importante cambio de mentalidad con respecto a las
estructuras educativas, ya que se confiere una importancia mayor a los procesos
más que a la mera comprobación de resultados.
Todas las propuestas didácticas que deseemos plantear serán incluidas bajo
la idea del Taller de Lengua y Literatura. Desde nuestro punto de vista, los talleres
deben ser diseñados centrándonos en la acción comunicativa. Si logramos que las
personas se comuniquen, el trabajo con valores como el respeto, la solidaridad, la
tolerancia, será más sencillo. El taller es el medio, el lugar en el cual concretamos
esa propuesta de enseñanza comunicativa por la cual estamos abogando. Cuando
planteamos un taller, el desarrollo del mismo se convierte en cada ocasión en algo
diferente dependiendo de las personas participantes y del contexto. Hay que
adaptar situacionalmente el planteamiento de acuerdo con el modelo crítico de
enseñanza que hemos planteado.
Así pues, nuestra alternativa a la enseñanza tradicional, procurando hacer
posible la Educación Intercultural, va a ser el Taller de Lengua y Literatura. El
mismo no será en ningún momento una acción puntual descontextualizada sino
que se corresponderá con una secuencia programada que tendrá un sentido dentro
del proceso educativo que les va planteando a las personas. Se trata de hacer más
prácticos, comunicativos y funcionales, aquellos aspectos de la Lengua y la
Literatura que las personas deben adquirir para poder desenvolverse con
posterioridad dentro del sistema social en el que se encuentran inmersos. Ahora
bien, se intentará que todo se realice bajo un sistema dinámico y de esfuerzo
personal del alumnado en el cual él sea el protagonista de la acción. El
profesorado será un guía, en el caso que nos ocupa proporcionando recursos y
planteamientos relacionados con la convivencia intercultural a ese alumnado con
el fin de aproximar al mismo a la reflexión y al posterior cambio de actitudes
hacia la deseada concordia y bienestar entre todas las personas
independientemente de su raza, religión o cualquier particularidad.

4. El diálogo intercultural a través de la lectura. Nuestra aspiración desde la


Didáctica de la Lengua y la Literatura
Entendemos la lectura como algo valioso, que concierne a nuestras vidas y
sin la cual no podríamos conseguir cosas que en muchas ocasiones damos por
supuestas, aspectos como leer noticias, entender mensajes… La lectura posee una
función tanto social como personal. Esto es debido a que se convierte en una
herramienta para obtener conocimiento que está relacionada con la escritura. A
través de la lectura podemos descubrir aspectos del pasado o del futuro.
Así pues, un buen medio para acortar las diferencias entre culturas es la
aproximación a la Literatura de las mismas. Los textos nos proporcionan
numerosa información acerca de los países, aspectos como los comportamientos,
la descripción de lugares, las aventuras de héroes, etc. Dentro de un libro hay
todo un universo porque los autores siempre suelen incluir en el texto parte de
sus vidas y estas vidas se han desarrollado en un país o ciudad específico.
Uno de los beneficios de la lectura consiste en la posibilidad de aprender
cosas de otros lugares sin la necesidad vital de tener que desplazarse hasta ellos.
Este aspecto elimina el problema económico, y nos ayuda a entender por qué
personas de otras culturas se comportan de una manera determinada. Por
ejemplo, si leemos libros británicos, sabremos que la toma de té es una costumbre
particular y podremos optar por el respecto si comprendemos tal costumbre. Otro
ejemplo es la “siesta” en España. Para poder respetar esta costumbre, primero
habrá que conocerla.
Cuando leemos un libro, estamos estableciendo un diálogo con el mismo
ya que conectamos nuestras experiencias con los contenidos del libro, además de
obtener un nuevo tipo de conocimiento. Debido a esto, es muy importante la
lectura y es normal que nos hallemos preocupados por la cantidad de lectores que
existen en el mundo, ya que nuestro deseo residiría en que estas personas
accediesen al conocimiento a través de la lectura más que por medio de los
videojuegos o la televisión que es como lo hacen.
Debemos considerar pues la lectura como un muy buen recurso para la
Educación Intercultural y debemos hacer que ésta sea en muchas ocasiones el leit
motiv de los talleres de Lengua y Literatura, ya sea promoviendo la misma o
partiendo de ella. Mediante la lectura las personas mejoran sus destrezas básicas y
además comprenden de una mejor manera todos los aspectos del mundo en el
cual habitan, ampliando la perspectiva de una sola ciudad o un solo país. Por
ejemplo, en la Literatura Infantil, hallamos casos paradigmáticos de la aceptación
de la diferencia y compresión de otras realidades distintas. Textos clásicos como
El patito feo, versiones de El jorobado de Notre Dame o bien el mismo Soldadito de
plomo, son historias que nos pueden ayudar a entender las diferencias entre las
personas y por consiguiente podemos trabajar dentro de las clases con valores
como el respeto o la solidaridad.
A continuación es mi deseo plantear de forma breve algunas sugerencias
didácticas que tengan que ver con los textos que hemos apuntado y que estén en
relación en el modelo crítico de la enseñanza aquí mencionado, incluyendo la
Educación Intercultural, el desarrollo de la competencia comunicativa y la lectura.

5. Propuesta didáctica para la dinámica del aula


En este apartado de la aportación, plantearemos una serie de estrategias que
permitan trabajar los textos apuntados u otros que versen sobre la misma
temática. No sólo pretendemos enfocar estas estrategias hacia el trabajo con la
Educación Intercultural sino que sin duda es nuestra intención fomentar la labor
encaminada a la mejora de la competencia comunicativa de las personas. De esa
manera aunaríamos la meta a alcanzar con el desarrollo de las habilidades
lingüísticas (López Valero y Encabo, 2004).
A continuación planteamos una serie de estrategias que deben servir
a las personas profesionales de la educación para poder desarrollar su práctica
profesional, adaptándolas a su contexto particular, para así a hacerlas realmente
efectivas.

ESTRATEGIA NÚMERO 1
- Comparar los personajes principales de varios textos, y a partir de
los mismos conformar un cuadro explicativo que recoja las
características comunes que tienen esos protagonistas.
- Una vez que tengamos tales características preguntaremos al
alumnado con cuáles de ellas se identifican, y de las mismas,
cuáles les gustaría cambiar o mantener.
- Posteriormente, plantearemos un debate referido a si hay que
respetar la condición de las otras personas sea cual sea esta última.

ESTRATEGIA NÚMERO 2
- Relatar de forma oral situaciones en las cuales ellos se hayan
sentido igual que alguno de los personajes de distintos textos o de
igual modo, situaciones en las cuales hayan visto a alguien
conocido sentirse como esos personajes de los cuentos.
- Plantear qué les hubiera gustado que hiciesen por ellos en esas
situaciones. De igual modo, tendrán que realizar sugerencias sobre
lo que ellos harían en esas situaciones para ayudar a las otras
personas.
- Finalmente, alguien pondrá orden a todas esas ideas, y se
extraerán unas conclusiones.

ESTRATEGIA NÚMERO 3
– Tomando frases de textos en otros idiomas –por ejemplo inglés y
francés- mostraremos lo diferente y al mismo tiempo lo igual que
es la historia. Trataremos así de ir introduciendo al alumnado en
distintas culturas.
– Tras la introducción, podremos indagar acerca de lo que conocen
de dichas culturas y si lo consideramos procedente podemos
trabajar aspectos de dichas culturas y mostrarles que la diferencia
es enriquecedora.

6. Recapitulación
En este apartado realizaremos un resumen de algunos de los aspectos vistos
en esta aportación. En primer lugar, diremos que el lenguaje y su uso es el punto
de partida para el pensamiento. Buscamos mejoras comunicativas con el fin de
construir sociedades más igualitarias y mejores. Es por ello que requerimos de un
adecuado marco teórico para la enseñanza que nos permita promover el
mencionado entorno comunicativo.
En el texto hemos visto algún ejemplo de propuestas didácticas y hemos
mencionado la lectura y los talleres como claves de una enseñanza crítica
orientada a la promoción de la convivencia y por ende de la Educación
Intercultural. El diálogo se nos antoja fundamental para lograr este objetivo y
poder así aspirar a la igualdad y la real conformación de la ciudadanía europea
(Encabo, López Valero y Jerez, 2004).
Concluyo esta aportación con las principales ideas del texto:

- Debemos promover un entorno comunicativo para conseguir sociedades


más igualitarias.
- La enseñanza crítica es un buen medio para conseguir que alumnado y
profesorado aprendan juntos de manera significativa.
- La lectura es el recurso ideal para comenzar a eliminar la diferencia entre
las culturas.
- Existen numerosas estrategias y sugerencias didácticas para construir
mejores sociedades, sólo debemos querer aplicarlas a las clases.

7. Referencias bibliográficas
DEMORGON, Jacques and LIPIANSKI, Edmond (Dirs.) (1999). Guide de l'interculturel
en formation. Paris: Retz.
ENCABO, Eduardo, LÓPEZ VALERO, Amando y JEREZ, Isabel (2004). Language,
Culture and Communicative Equity: how to teach with the Spanish book
Collection. En AAVV. The BARFIE handbook of pedagogical and scientific
approaches to children´s book and Intercultural Education. Viena: BARFIE
Comenius 3 Network European Union, 29-35.
HYMES, D. (1995). Acerca de la competencia comunicativa. En M. LLOBERA y
OTROS. Competencia comunicativa, elementos básicos en la enseñanza de Lenguas
extranjeras. Madrid: Edelsa, 27-46.
LÓPEZ VALERO, Amando y ENCABO Eduardo (Coords.) (2004). Didáctica de la
Literatura: el cuento, la dramatización y la animación a la lectura. Barcelona:
Octaedro.
LYNCH, James (1986). Multicultural education: principles and practice. London:
Routledge.
NIETO, Sonia (2001). Language, Culture and Teaching. Critical Perspectives for a New
Century. London: Lawrence Erlbaum Associates.

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