Catecismo Del Grado de Aprendiz PDF Free
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1º Pregunta:
P: ¿Sois masón?.
R: Mis HH∴ me reconocen como tal.
Esta primera pregunta, común a casi todos los sistemas masónicos, muestra,
gracias a su forma particular, la marca típica de una pregunta de reconocimiento.
Al dar correctamente, palabra por palabra, la respuesta que reclama,
proporcionamos a quien nos interroga la primera prueba de nuestro conocimiento
de las costumbres masónicas. Sin embargo, cabe añadir que el simple hecho de
saber responder a esta primera pregunta no implica la adquisición legítima de este
conocimiento; no prejuzga, pues acerca de la regularidad.
La respuesta a esta primera pregunta invitará, por otra parte, a todos los
hermanos a no olvidar nunca que durante toda su vida siguen siendo Aprendices,
aún cuando adquieran los más altos grados, las más altas jerarquías o dignidades
o la mayor influencia que el tiempo transcurrido en la orden les permita llegar a
ostentar.
2º Pregunta:
P: ¿En que reconoceré que sois masón?.
R: En mi signo, palabra y toque, así como en la repetición de las
circunstancias de mi iniciación.
Con este aspecto se relacionan casi todas las preguntas siguientes. Sin embargo
ésta segunda pregunta adquiere igual que la anterior un profundo alcance
iniciático por los actos simbólicos a los que alude. El Aprendiz no debe solamente
probar su pertenencia a la Orden, sino también su calidad de francmasón; por
esto, con toda intención no se le ha preguntado simplemente: “En que reconoceré
que pertenecéis a la Orden? Sino con total precisión hacia un carácter
comprometidamente ontológico al decir: “En que reconoceré que SOIS masón?.
Por el signo, el Aprendiz debe suministrar la prueba de que, moralmente, es
masón; y como este signo hace alusión al castigo con que el antiguo juramento
amenazaba escarmentar al traidor, nos recuerda al mismo tiempo nuestros
deberes y en particular, los deberes que hemos asumido después de prestar
nuestro juramento. Por el signo de Aprendiz, el francmasón afirma que está
interiormente cubierto; se hace consciente de su deber de aprender a controlar
todas sus pasiones y de obrar sólo conforme a los principios masónicos. Por esta
razón el Aprendiz penetra en el templo haciendo el signo del grado.
3º Pregunta:
P: ¿Qué se debe ser para convertirse en masón?.
R: Ser un hombre libre y de buenas costumbres.
4º Pregunta:
P: ¿Qué es la Francmasonería?.
R: Es un conjunto de enseñanzas relativas a la moral, presentadas y
explicadas bajo la forma de símbolos y de alegorías.
5º Pregunta:
P: ¿Por qué os habéis hecho recibir francmasón?.
R Por que estaba en las tinieblas y deseaba la luz.
Luz y tinieblas, términos que expresan dos concepciones del mundo radicalmente
opuestas. ¿Que debemos entender desde el punto de vista del espíritu acerca de
esta palabra “tinieblas”?. Es el estado del alma humana antes que la verdadera luz
le sea develada; y esta luz representa la plena dignidad humana, la unidad
humana, es en definitiva, la humanidad en el sentido más amplio de la palabra.
Aquel que, pisoteando los derechos de los demás, no conociendo más que la ley
del egoísmo, corre brutalmente hacia la satisfacción de sus deseos; aquel a cuyos
ojos la riqueza, la gloria, los honores, la satisfacción de las tinieblas son las únicas
felicidades; ese ser camina en las tinieblas, vive en las tinieblas, es feliz con las
tinieblas y no desea la develación de la luz. Aquel que es esclavo de las
supersticiones o se muestra atado por prejuicios, ese ser está privado de la luz.
Aquel que, sin preocuparse del derecho o la equidad, no reconoce por ley
suprema más que las obligaciones a que le impone su propio egoísmo; ese ser es
una criatura de la noche. El hombre digno y noble, por el contrario, es un buscador
de la luz, un pionero de la luz, siempre camina sediento de verdad; vive su vida no
como un individuo aislado, sino consciente de los lazos que lo unen con los otros
hombres: Su vida es un esfuerzo constante de perfeccionamiento, que lo conduce
a la verdadera dignidad de Ser Humano.
6º Pregunta:
P: ¿En que un francmasón se distingue de otros hombres?.
R: En su sinceridad frente a los hombres, en su sentido fraternal con sus
hermanos, en la libertad e independencia de su pensamiento y en su conducta
irreprochable
El francmasón debe ser un hombre valiente por encima de todas las cosas, que no
tema hacer conocer su opinión; es el hombre comprometido con la verdad y con la
sinceridad. Debe desarrollar una fuerte personalidad y nunca ser el juguete de su
medio, de cualquier forma de poder que trate de sojuzgarlo, dominarlo o
esclavizarlo o de los demás en general, en una palabra, debe ser un hombre
pronto a defender, donde y cuando sea, sus convicciones. La fraternidad que
siente por sus hermanos debe ser para él algo sagrado – y nunca palabra sonora
o vacía – y esta fraternidad debe ser capaz de soportar duras pruebas sin
quebrarse en los primeros choques. La verdadera fraternidad está hecha a base
de servicio, de consejo, de ayuda, de consideraciones y aún de piedad y perdón.
La fraternidad representa el amor que todo masón debe sentir por los otros, el cual
nunca debe fallar en el peligro como en la miseria.
El francmasón debe distinguirse de los profanos por su manera de pensar.
Liberado de todo prejuicio, no debe perseguir más que un sólo fin: la verdad. En
toda circunstancia, debe tener el valor y la fuerza de obrar según los principios que
se le manifiesten verdaderos, justos, y bellos. Si sigue este precepto fundamental,
estará por sí mismo en la vía que conduce al perfeccionamiento humano.
7º Pregunta:
P: ¿Cual es el primer deber de todo francmasón en logia?.
R: Asegurarse si la logia está debidamente a cubierto interior y exteriormente.
La palabra “cubierto” está tomada del vocabulario de las antiguas logias operativas
cuyas paredes protegían superficialmente contra los indiscretos, pero cuyo techo,
cubierto de tejas, podía a veces permitir a los curiosos ver u oír lo que pasaba en
el interior. A esta particularidad de construcción de las logias operativas se refiere
la expresión “tejador” o “retejador” en uso en ciertos sistemas masónicos, que
designa al oficial que vigila la seguridad de la logia y está encargado del examen
de los visitantes que se presenten.
Cada vez que los hermanos están reunidos para discutir cuestiones masónicas y
particularmente en las tenidas ritualísticas, se debe alejar estrictamente a los
profanos; cabe igualmente vigilar que todos los hermanos presentes sean
masones regulares, es decir, que formen parte de una logia regular y reconocida.
¿Por que, se preguntará tal vez el neófito, nos ponemos a cubierto cuando en
verdad nada tenemos que ocultar?. Obramos de esta suerte porque sólo el
iniciado puede comprender el sentido profundo de nuestras alegorías y de
nuestros actos simbólicos, puesto que lo que para un iniciado es motivo de estudio
y de trabajo, frecuentemente, para un profano es factor de temor, preocupación y
recelo. Y también para simbolizar que el masón se encuentra a cubierto de toda
pasión que provenga del mundo profano material y que sabe reconcentrarse
dentro de sí mismo en búsqueda de la verdad.
Tales son los motivos de la “cubierta” exterior. Pero al lado de esta hay una
cubierta “interior”, no menos importante, que incumbe a cada hermano realizar
individualmente. En la puerta del Templo o de la sala de reunión, el hermano
masón debe tratar de despojarse sinceramente de todo lo que, en la vida exterior,
forma parte de sus preocupaciones mundanas y cotidianas; y como francmasón
solamente penetrará en el recinto a cumplir con sus obligaciones masónicas.
Esto no significa que sólo debe actuar como francmasón cuando se encuentra
trabajando en la Logia, quien pensara así estaría equivocando principios
elementales de la doctrina masónica; muy por el contrario: más allá del trabajo tan
particular que se lleva a cabo el logia, en todos los aspectos y actos de la vida
profana cada hermano debe dar prueba de sus cualidades masónicas y, con
mayor razón, cuando se encuentra entre hermanos.
8º Pregunta:
P: ¿Qué edad tenéis?.
R: Tengo .... años, pues solo he ascendido las primeras .... gradas de la escala
que conduce al conocimiento.
En ciertos sistemas se dice que el Aprendiz tiene “menos de siete años”, o que
“todavía es menor” Esta es una pregunta principalmente de reconocimiento y muy
frecuentemente usada como tal. Por eso, cuando a la puerta de una logia extraña
se interroga sobre la edad, conviene no equivocarse; una respuesta incorrecta en
este sentido es siempre molesta y hasta puede ser causa de que se le niegue la
entrada.
9º Pregunta:
P: ¿Qué significa la palabra sagrada B....?.
R: Es el nombre de una columna de la entrada al templo de Salomón, junto al
cual los Ap cobran su salario.
10º Pregunta:
P: ¿Recibís un salario como Ap∴?.
R: Si, en la consciencia de haber cumplido fielmente mis deberes.
11º Pregunta:
P: ¿Que es una Log∴ justa y perfecta?.
R: Tres la dirigen, cinco la iluminan, 7 la hacen justa y perfecta.
Para que una logia tenga derecho de llamarse tal, es preciso que esté bajo el
beneficio de la regularidad, es decir: que haya sido constituida legalmente. El
principio fundamental en esta materia exige que sólo miembros de logias regulares
puedan constituir, con el asentimiento de una Gran Logia regular, un nuevo taller.
Se consideran regulares en cuanto a su constitución todas las Logias y Grandes
Logias que descienden en línea directa o indirecta de las tres Grandes Logias de
Inglaterra, Irlanda y Escocia; igualmente, las que descienden de los antiguos
organismos del rito escocés que, habiendo nacido y desarrollado fuera de la
francmasonería inglesa, han constituido más tarde el “Rito escocés Antiguo y
Aceptado”.
Una logia pues no es justa y perfecta sino cuando ha sido constituida según las
reglas. El Venerable Maestro, asistido por los dos Vigilantes, puede en rigor dirigir
la logia; pero son necesarios otros dos oficiales, el Orador y el Secretario para que
ella pueda ser iluminada, es decir, pueda recibir vida y luz masónica; pero son
necesarios siete oficiales, sumando al Experto y al Guarda Templo – esto es así
en las prescripciones de nuestro rito aunque esta definición de oficiales puede
cambiar según el sistema masónico en que trabaje la logia – para que el taller
pueda proceder a una iniciación.
12º Pregunta:
P: ¿Donde habéis sido preparado antes de ser recibido francmasón?.
R: En mi fuero interior.
P: ¿Y después?.
R: En una cámara cerca de la logia
13º Pregunta:
P: ¿Cómo habéis sido preparado exteriormente?.
R: Despojado de todos mis metales y con los ojos vendados fui conducido ante
la puerta de la Log∴.
Una antigua tradición quiere que el neófito no sea preparado sólo interiormente
sino exteriormente. Su preparación exterior está en estrecha relación con la
iniciación y sus enseñanzas; debe contribuir, por su parte, a crear el estado de
alma particular de la iniciación.
14º Pregunta:
P: ¿Por qué os fueron vendados los ojos?.
R: Para que mi ojo interior perciba mejor las cosas.
Es indudable también que esta costumbre constituía para los antiguos una medida
de precaución para el caso de que el candidato, presa de remordimientos o de
temor, quisiera retroceder antes de la última decisión de continuar con la
iniciación, así de esa forma se podría asegurar su discreción.
15º Pregunta:
P: ¿Por qué habéis sido despojado de todos los metales?.
R: Por que son símbolo de vanidad.
16º Pregunta:
P: ¿Cómo obtenéis el acceso a la Log∴?.
R: Por ... golpes que significan: Buscad y encontraréis. Pedid y se os dará.
Llamad y se os abrirá. Encontraréis la verdad, se os dará la luz, se os abrirá la
puerta del Templo.
Dice una vieja máxima que “el que busca con corazón sincero siempre encuentra
lo que desea”, pero para la naturaleza no es suficiente buscar para encontrar ni
pedir para obtener, sino además invertir todo el esfuerzo necesario para lograr.
Las buenas intenciones son agradables al alma, pero el alma se anquilosa si esas
buenas intenciones se marchitan en su interior por la impotencia de no saber, de
no querer o no poder realizarlas. No tiene sentido alguno para el masón aquel
hombre distinguido por sus ideales y el genio de sus proyectos, alimentado en su
vanidad por la lisonja del medio que espera ansioso obtener el beneficio de sus
producciones, pero que nunca se realizan por su propia incapacidad y la falta de
entusiasmo para llevarlas a buen fin y este es el principio en que se fundamenta el
tercer golpe, o sea, “Golpead y se os abrirá”.
Esto es lo que inconscientemente lleva al candidato hasta las puertas del Templo:
perseverancia, confianza y entusiasmo, he ahí lo que los tres golpes dicen a los
hermanos reunidos. Cuando se golpea a las puertas del Templo es necesario
primero poseer la completa confianza de que el camino de la francmasonería es el
camino elegido. Un camino que se ha buscado con perseverancia hasta lograr, por
la via activa de los hechos, la oportunidad de llegar ante las puertas del Templo
para golpear con una completa seguridad y plena convicción y de esa manera la
entrada nunca nos será negada tanto en el templo como en ningún aspecto de la
vida humana.
17º Pregunta:
P: ¿Qué os ha sucedido dentro de la Log∴?.
R: He cumplido ... viajes llevado por mi conductor y escuchado graves
palabras.
P: ¿Que significan esos viajes?.
R: Cada uno de ellos tiene su propia significación; en su conjunto, significan la
penosa ascensión que lleva desde las tinieblas hacia la luz
Antes de comenzar estos viajes se llama la atención del recipiendario sobre los
obstáculos y peligros que se le presentarán y sobre las pruebas a que será
sometido y las pruebas representan simbólicamente las dificultades que se le
presentan al hombre en su tránsito por la vida y a las que debe superar para
alcanzar la realización sin rendirse ni quebrarse y sólo cuando ha conseguido esa
victoria será capaz de contemplar la luz de la verdadera humanidad, es decir, la
dignidad de llegar a comprender la esencia más elevada del SER HUMANO.
18º Pregunta:
P: ¿Qué se ha exigido de vos?.
R: Una promesa que he prestado de mi libre voluntad.
Los deberes formulados por este juramento son claros y no se prestan a confusión
alguna; están destinados a que no queden como vanas frases, sino que sean
efectivamente cumplidos. Es un juramento sagrado que pronuncia el futuro
francmasón y no una promesa accesoria cualquiera, que no es menester
mantener a cualquier precio. Sólo un hombre indigno viola deliberadamente una
promesa tan formal, pronunciada en un momento tan solemne. Toda esencia de la
francmasonería está contenida en estas palabras; y el que se conforma a los
preceptos que ellas formulan será un francmasón verdadero y un hombre digno de
este nombre.
Una fidelidad cada vez mayor al deber, tolerancia hacia los que piensan de otra
manera, la persecución de la verdad y el trabajo incansable en pro de nuestro
propio perfeccionamiento, tales son las virtudes que se exigen de todos los
masones. El masón debe someterse a las leyes y prescripciones de la Orden; uno
de sus deberes más evidentes –aún cuando con demasiada frecuencia
desconocido – consiste en la frecuentación regular a los trabajos de la logia, por
que es asiduidad es la condición sine qua non que evidencia la actividad del
masón en favor del taller y de su propio perfeccionamiento.
El francmasón debe, con sus consejos y sus actos, prestar socorro a sus
hermanos; no se trata aquí principalmente de ayuda especialmente financiera o de
ventajas económicas aunque esto no está excluido de ninguna manera debido a
que la ayuda material no entra en juego sino cuando un hermano está en
desgracia; y aún en tales casos la ayuda que se debe aportar no depende más
que de las posibilidades y del juicio del que va en ayuda. Por cierto, un
francmasón que deje a un hermano en la privación cuando cuenta con los medios
para socorrerlo es un hermano indigno; pero esta inclinación a la solidaridad debe
trascender el círculo estrecho de la familia masónica y extenderse igualmente a
todos los hombres en la necesidad. La parte del juramento que obliga a la ayuda
mutua entre los hermanos exime de toda responsabilidad a los masones cuando
esa ayuda implicaría caer en la inmoralidad o la ilegalidad y por el contrario obliga
a denunciar al hermano indigno que con su conducta pudiera poner en peligro la
imagen de honestidad y elevados principios de la masonería en cualquier forma y
circunstancia. Del mismo modo la ayuda fraternal no es un deber cuando va en
contra de los derechos del Estado Nacional al que se debe fidelidad o de la
familia. Se recomienda a los hermanos no acordar préstamos o garantías entre los
hermanos sino con asentimiento del Venerable Maestro.
La consagración del francmasón es, sin duda, con excepción del momento en que
le es dada la luz, el instante más solemne de toda la ceremonia que debe dejar
una huella inalterable en el corazón del neófito.
20º Pregunta:
P: ¿Cuáles son las tres grandes luces de la Masonería?.
R: El Libro de la Ley Sagrada, La Escuadra y el Compás.
Estos tres símbolos del grado de Aprendiz son llamados “las grandes luces”,
debido a que por sí solos develan, a quien sabe comprenderlos, toda la esencia de
la masonería. Colocados sobre el ara, se imponen inmediatamente a la atención
del nuevo hermano que presiente la importancia que tienen en nuestro
simbolismo.
Todos los tratadistas masónicos están de acuerdo, y así debe comprenderse, que
el Libro de la Ley Sagrada tiene solamente un carácter simbólico y por lo tanto no
se lo debe confundir con una profesión de fe determinada. Como dice C. W.
Leadbeater “La palabra ciencia que compendia todas las escrituras sagradas nos
anima a encontrar en ella la sabiduría. Así es como en las tres herramientas
tenemos el volumen de la Ley sagrada para iluminar nuestra mente, la Escuadra
para regular nuestras acciones y el Compás para mantener en los debidos limites
nuestra relación con todos los hombres”.
El eminente autor masónico Albert Pyke escribe. “Cuando nuestros rituales nos
dicen que la Biblia es una de las tres luces de la Masonería y que como tal es
regla y guía de nuestra fe, sólo puede considerarse esta afirmación en sentido
simbólico, de la propia manera que se consideran simbólicamente las otras dos
grandes luces, la Escuadra y el Compás. Es la regla y guía de nuestra fe porque
simboliza la Verdad que debe guiarnos en nuestros pensamientos, palabras y
acciones”; y en otros considerándoos reafirma el concepto en los siguientes
términos “Cuando se dice que es una de las tres grandes luces de la masonería es
porque es un símbolo de Verdad dictado por el G∴A∴D∴U∴”.
¿Por que tiene que ser el Libro de la Ley Sagrada y no cualquier otro, como
Constituciones, Leyes morales, etc.?. En realidad la usanza en muchas logias es
que así sea, antes de colocar Libros Sagrados muchos utilizan bien las
Constituciones de la Masonería, bien la Constitución de la nación a que deben
obediencia. Sin embargo al respecto, es muy interesante lo expresado Albert
Mackey – para muchos el más erudito de los tratadistas masónicos – “Se entiende
por Libro de la Ley Sagrada aquel cuya creencia generalizada le atribuye la
develación del G∴A∴D∴U∴”. A esto podríamos agregar de un modo más preciso
que el Libro de la Ley Sagrada simboliza el imperio de la Verdad develada a través
de la intima relación que existe entre el hombre y el universo y por ello si la logia
es una imagen simbólica del universo, el Libro de la Ley Sagrada se encuentra
precisamente en el centro de la Logia.
La Escuadra es la segunda de las grandes luces, y regula las acciones del masón
según la severa ley del ángulo recto, es decir, de la justicia, del derecho y de la
humanidad. El Aprendiz es comparable a una Piedra Bruta, cubierta de
rugosidades y de aristas cortantes; es el producto inmediato de la naturaleza. Se
lo somete a la escuadra a fin de que pueda aplicarla a su propia personalidad y se
transforme en una piedra trabajada, lisa, pulida o cúbica.
El Compás, símbolo del amor fraternal que debemos tener por todos los seres
humanos, determina nuestra vida afectiva, nuestra actitud con respeto a la
fraternidad masónica y a la humanidad. Es, en su esencia, más irracional que la
escuadra cuya ley absoluta es la de la razón. Una de las puntas del compás está
sólidamente clavada en el corazón del francmasón, mientras que la otra traza un
círculo inmenso en el cual está incluido la totalidad de los hombres a los que,
semejante a un círculo al cual cuyo radio que debe representar nuestro amor al
hermano, al prójimo, a la humanidad, debe ser infinito.
En algunas logias se considera también al mallete como una gran luz adicional y
goza del respeto que se otorga a la cualidad de simbolizar la fuerza, la energía, sin
la cual ninguna obra del universo podría ser realizada o acabada.
21º Pregunta:
P: ¿Cuáles son la tres pequeñas luces?.
R: La Sabiduría que inventa, La Fuerza que ejecuta y la Belleza que adorna.
Las tres columnas sobre las cuales descansa la logia representan al Venerable
Maestro que representa a la Sabiduría, El Primer Vigilante que representa la
Fuerza y el Segundo Vigilante que representa la Belleza. Existe alguna
divergencia entre los diferentes ritos ya que más allá de los que se refieren a las
pequeñas luces como columnas, están los que hablan de las llamas o se refieren
a ellas como pilares.
Pero, por sí sola, la sabiduría no basta, debe estar acompañada por la fuerza, es
decir, por la voluntad y la acción resuelta de actuar según la sabiduría. Esta es la
fuerza que barre con todos los obstáculos y triunfa sobre cualquier dificultad, por
que la fuerza aplicada desde la sabiduría impone el peso y el poder de la fe para
realizar cualquier obra que el individuo se proponga sin miedo ni temor. Su primer
campo de acción lo debe encontrar consecuente en la posesión de sí mismo,
dicho con mayor precisión en el dominio de sí mismo. No basta conocer los
defectos y debilidades para sentir que ya se tiene el toro de la vida por las astas,
la verdad es que hay que invertir una enorme cuota de energía para vencerlos y
eliminarlos. La Fuerza en el sentido más elevado en que puede comprenderse no
se manifiesta de una manera ciega; puesto que no ejecuta más que las obras
conformes con la ley moral; pero debe ser la sabiduría, que orienta el sentido de la
fuerza, la que nos de garantía absoluta de que así sea.
22º Pregunta:
P: ¿Cual es la forma de la logia?.
R: La logia tiene la forma de un cuadrilongo o cuadrado oblongo que se
extiende de este a oeste y de norte a mediodía.
Estas preguntas dejan en claro que la forma de la logia está determinada en tanto
que sus dimensiones, debido a que se confunden con las magnitudes del
universo, no lo están.
23º Pregunta:
P: ¿Cuáles son las joyas de la Log∴ de Ap∴?.
R: La Escuadra, el Nivel y la Plomada de donde provienen todos los signos
masónicos.
En el lenguaje profano, llamamos joyas a los objetos que poseen un valor real,
elevado, en general de metales raros y piedras preciosas. Las joyas de la logia
son de muy diferente naturaleza; no tienen valor más que para el francmasón,
pues a menudo están hechas de un metal de los más comunes. Su valor reside en
su significación simbólica; esta no puede ser apreciada más que por los que han
aprendido a descubrir los tesoros secretos de la enseñanza que nos dan.
Las tres joyas móviles principales, las portan en la base de sus collarines el
Venerable Maestro, la Escuadra, el Primer Vigilante, el Nivel y el Segundo
Vigilante, la Plomada. Reciben el nombre de “móviles”, por que no pertenecen a
una persona o individuo en particular sino que van pasando de hermano a
hermano que pasa a ocupar los distintos cargos en cada momento. Todos los
signos masónicos provienen de estas tres joyas principales, pues estamos en
presencia de la horizontal y de la vertical cuyo punto de intersección constituye el
ángulo recto. Aquí también vemos una expresión de la gran ley moral a la que está
sometida la masonería; la ley de la rectitud en le pensamiento y los actos.
24º Pregunta:
P: ¿Cuáles son las herramientas del Ap∴?.
R: La Regla Graduada, el Mazo y el Cincel, la primera que me enseña a utilizar
inteligentemente mi tiempo, el Mazo y el Cincel para desbastar la Piedra Bruta de
mis imperfecciones.
25º Pregunta:
P: ¿Cual es la batería del grado de Aprendiz?.
R: Tres Golpes.
La naturaleza se mueve según la ley del ritmo y de la armonía; la vida del masón,
ella también debe estar basada en la armonía de un ritmo. El masón no trabajará
siempre de acuerdo al mismo ritmo, mecánicamente y sin reflexión, porque un
trabajo mecánico fatiga y esclaviza al obrero. Por el contrario, el masón debe
saber adaptar su modo de trabajo a las circunstancias; y de ese modo evitar el
despilfarro de energías y permitirse la oportunidad consciente de realizar un
trabajo de valor.
26º Pregunta:
P: ¿Cuál es la palabra de vuestro grado?.
R: No se leer ni escribir; dadme la primera letra y yo os daré la segunda.
La palabra del grado, que nunca debe darse en forma completa, recuerda al
masón que nunca debe vanagloriarse por sus conocimientos ni volverse vanidoso
de ellos; puesto que a cada cosa que suponga conocer siempre se le opondrán
otras infinitas que permanecerán fuera de su entendimiento y comprensión.
Asimismo le recuerda al masón que conocer no implica saber, que el proceso
entre el conocimiento y la sabiduría requiere de la experiencia, sin la cual jamás
podrá llegar a ser un auténtico masón porque nunca se hará digno de poseer la
letra siguiente. Es por ello que el maestro sólo le entrega la primera letra del
conocimiento, para que aprenda ose y se anime a aplicarla a la propia experiencia
de su vida, pues que sólo así es como puede alcanzarse la sabiduría que permite
sostenerse en el camino de la búsqueda que llevará al aprendiz a encontrar por sí
mismo la segunda. Luego el maestro, advertido de la verdad, esperará
pacientemente que el Aprendiz pronuncie esta letra distintiva y perfecta, y sólo
entonces sabrá que éste es digno de recibir la tercera letra y así sucesivamente.
Este es el largo y penoso camino del masón que lleva a la búsqueda de la
sabiduría y su propio perfeccionamiento.
27º Pregunta:
P: ¿Cómo estáis vestido en Log∴?.
R: Con el mandil, símbolo del trabajo que el masón debe realizar en la
búsqueda de la verdad.
Todo trabajo presenta riesgos propios que el obrero debe tratar de evitar a través
de un conocimiento eficaz del oficio, de su experiencia efectiva, el buen uso de
sus herramientas y por supuesto de utilizar una indumentaria adecuada. De esta
última surge el uso del mandil como parte esencial del trabajo del masón, siendo
éste además, uno de los símbolos más significativos del trabajo en general, puesto
que desde tiempos inmemoriales el hombre lo ha utilizado, si bien en diferentes
formas y texturas, pero de manera común; con el único objetivo de proteger su
cuerpo de los riesgos eventuales de ejercer su oficio.
Por su color el mandil del Aprendiz debe ser blanco puro y sin mancha, que es el
emblema de la inocencia y la pureza. Así nace el neófito a la vida masónica el cual
irá manchando progresivamente el mandil en razón del oficio y por causa del
trabajo, sin embargo esta perdida de pureza e inocencia no significa la pérdida de
su dignidad sino el sacrificio que debe realizar cono el justo precio que todo
hombre debe pagar, en el camino de la vida, por alcanzar la sabiduría.
Por su material el mandil del masón debe ser de piel de cordero. El cordero
además de ser símbolo de inocencia representa principalmente la mansedumbre,
el masón debe ser siempre un hombre de paz y esto es lo que representa
fundamentalmente el uso de esta textura. Pero el hecho de ser manso en esencia
no significa de ningún modo que por ello se suponga que el masón es sumiso o
entregado obedientemente y con alguna obsecuencia al despotismo del poder. El
masón es un guerrero implacable que acomete sin piedad contra el vicio en
defensa del bien, de la justicia, de la libertad y de la verdad en todas sus formas.
28º Pregunta:
P: ¿Por qué la bóveda celeste cubre el Templo?.
R: Por que siendo la Log una imagen del Universo, manifiesta así la
grandiosidad del G∴A∴D∴U∴
29º Pregunta:
P: ¿Por qué vienes a este sitio?.
R: Para dominar mis pasiones y someter mi voluntad en busca de mi propio
perfeccionamiento.
Sin embargo la pasión sin control se vuelve negativa, puesto que provoca de tal
manera la sensibilidad y excitabilidad afectiva que el hombre inadvertido o
entregado a la debilidad de la carne termina siempre por someterse simplemente a
los placeres de exacerbar esas sensaciones que ha dirigirla con fines productivos
y elevados.
Los filósofos, místicos y religiosos de todas las épocas han reconocido muy
especialmente la peligrosidad de esta fuerza que envuelve la naturaleza
energética del hombre y desde tiempos inmemoriales han arengado en su contra.
Se le ha dicho al hombre ignorante “debes matar tus pasiones por que ellas son
malas”, mostrándolas asimismo como la directa representación del vicio, la
promiscuidad y la indecencia y el mal en todas sus formas. Ha sido representada
como la serpiente de todas las mitologías y leyendas, sin embargo, a pesar de las
arengas en su contra no han logrado jamás vencerla, la fuerza de su tentación es
tan poderosa que el hombre no evolucionado siempre ha sucumbido a la tentación
sin encontrar dominio ni control.
30º Pregunta:
P: ¿Qué traéis para ofrecernos?.
R: Amor, Tolerancia y Fraternidad.
31º Pregunta:
P: ¿Por qué os introdujeron en el Cuarto de Reflexiones?.
R: Para dejarme entregado a mis meditaciones y pensamientos, consultar mi
corazón en silencio y reflexionar con madurez sobre las obligaciones que iba a
contraer.
¿Que es lo que nos induce a ingresar en la Masonería?. Esta es una pregunta que
difícilmente pueda responder con éxito el candidato. Por más que haya leído libros
o le hayan contado lo que la Orden es por dentro, muy poco sabe de ella. Muy
poco se sabe de ella si no se la ha experimentado. Difícilmente entienda las
razones porque lo han vendado y lo han introducido en esa habitación tan lúgubre
y negra donde, para una mente profana, todo inspira terror y desasosiego. ¿Como
podría alguien, entonces, pensar y meditar coherentemente en esas condiciones?.
Del mismo modo, el estado emocional del candidato, ya se encuentra en ese
momento fuertemente impresionado, ¿como sería posible pensar que se pueda
consultar en silencio un corazón que virtualmente galopa dentro suyo?. Además
es irrazonable sugerirle que reflexione con madurez acerca de responsabilidades
que aún no le han sido informadas.
32º Pregunta:
P: ¿Qué visteis cuando se os dió la luz?.
R: Espadas cuyas puntas se dirigían a mi pecho, para mostrarme que estarían
prontas a defenderme si era fiel a mis promesas, como a castigarme si fuese
perjuro.
Este es un mundo blandido por las pasiones y los afectos, los cuales nos brinda
protección cuando provienen de quienes nos aman pero también nos pueden herir
gravemente cuando provienen de aquellos que nos odian o hemos ofendido. Una
palabra mal dicha, una actitud equívoca puede despertar en los demás las peores
reacciones en contra nuestra, así como el acto más simple de amistad, de honor,
de solidaridad, de fraternidad, puede producir en los demás la más noble de las
lealtades. Por ello se dice que la espada sólo puede ser blandida por los líderes y
los guerreros, es decir por quienes han aprendido a manipularla. Pues entre
ignorantes, nadie puede asegurar que un acto de justicia no oculte, en verdad, el
oprobio de un obscuro crimen. Meditad pues acerca de vuestro afectos y pensad
muy bien antes de dar la estocada fatal, si vuestra espada es blandida con justicia
o simplemente conlleva la fuerza de vuestras propias indignidades, esa es la
responsabilidad duramente consciente del iniciado a cada hora, a cada instante de
su vida, si es que efectivamente, es capaz de sostener en su mente y e la
convicción de vivir una existencia sin vendas.
33º Pregunta:
P: ¿Por qué llamáis profano al mundo exterior?.
R: Por que están fuera del Templo: Pro – delante, Fanum – Templo.
El trabajo en un Templo determina que los pensamientos como las actitudes que
se forjan en él no responden a una naturaleza corriente, puesto que en la actividad
que se lleva a cabo en un Templo existe una trascendentalidad y amplitud de
miras que el pensamiento vulgar tiende a inadvertir; el iniciado aprende a respetar,
honrar y comprender aquello que considera Sagrado, de hecho, no solamente
desde el mero punto de vista de un culto, sino con una mayor profundidad, desde
la visión de aquello que representa la búsqueda interminable de la verdadera
naturaleza humana; la Verdad esencial y espiritual del Ser Humano; seguramente
desconocida y quizás inalcanzable para nuestra forma material y de consciencia,
pero concebida como ideal se vuelve potencialmente realizable y a través de una
expansión de la vida iniciática es posible transformar esto en el centro mismo
hacia el cual tienda indefectiblemente la forma existencial de la vida en nuestro
Universo.
Estar dentro del Templo es responder a este principio, es aceptar la verdad de una
naturaleza trascendente más allá de la realidad material y racional, es aceptar que
la Verdad es velada continuamente por nuestra forma imperfecta de creer el
mundo, por la influencia del error con que percibimos lo que nos rodea, por el
modo prejuicioso como establecemos los criterios de nuestra vida en general y las
actitudes que de ello se desprende, por la debilidad implícita de nuestros puntos
de vista y la confusión a que nos arrastra la falta de dominio sobre nuestras
pasiones, es aceptar la existencia de una alma imperecedera que evoluciona A
L∴G∴D∴G∴A∴D∴U∴ en un Cosmos en constante expansión y revolución, en
procura de alcanzar su propio destino.
Esta comprensión, la expansión y altura que ello produce sobre los puntos de vista
y la profundidad y constancia del estudio – para el iniciado, la fuente principal de
su estudio reside en todo aquello que para el profano es tabú, es decir, aquello de
lo que no se habla, de lo que no se piensa y mucho menos: se siente; por que su
sola ideación constituye, para la debilidad de su mente y de su espíritu, la causa
fundamental de donde proviene la angustia, el prejuicio y el miedo más recóndito
y mortal – establece la principal diferencia entre la condición propia de la vida
iniciática respecto la que, naturalmente, se vive fuera o al margen del Templo, es
decir, la vida profana.
34º Pregunta:
P: ¿Qué sitio se os señaló en Log∴?.
R: La Col∴del N∴, por que aún mis ojos solo pueden soportar los reflejos de
la luz de Mediodía.
Siendo el Templo la viva imagen del Universo, es lógico suponer que todo el
simbolismo alusivo esté directamente relacionado con este precepto, en tal sentido
y dado que la antigua tradición, desde donde proviene la enseñanza masónica,
responde a los puntos de vista del hemisferio norte, esta pregunta en especial del
catecismo del primer grado, deriva directamente de ese criterio.
El uso del Norte como símbolo de oscuridad proviene ya de los rituales primitivos,
siendo una parte principal de los antiguos mitos y religiones solares, así como de
las antiguas filosofías, como por ejemplo la hermética y gnóstica;. En definitiva, el
lugar que ocupan los Ap∴ dentro del Universo Simbólico que es el Templo,
representa la necesidad del Neófito de desarrollar sus estudios masónicos
acostumbrando lentamente la vista a la acción de la Luz – como símbolo de la
consciencia – cuya intensidad podría cegar su inteligencia si no se encuentra
completamente preparado todavía para recibirla. Dicho de otro modo, para no herir
la susceptibilidad de su sentido de la vista con el lado obscuro de todo
conocimiento que siempre lleva a la desilusión y desintegración como así también
para evitar que se deslumbre apasionadamente con su luminosa belleza, que
siempre conduce por el camino de la soberbia y la aniquilación.
35º Pregunta:
P: ¿Por que llamáis neófito al que acaba de iniciarse?.
R: Por que es un hombre renovado, recién nacido. Neo –nuevo, fito – luz.
Decimos en una instrucción posterior acerca de la Luz que “Es indudable y todos
los masones lo reconocemos así, que la Luz es el símbolo augusto fundamental
de la Masonería, puesto que es el primer símbolo que el iniciado ve al ingresar a la
Orden.
Antes de ello, cuando todavía la venda cubría sus ojos, las circunstancias se le
mostraban inciertas, obscuras y ocultas y por esta razón, debemos tener por
evidencia que la verdadera vida masónica está inscripta dentro los límites de la
Luz, es decir, estrictamente dentro de los límites de la Consciencia; por esa razón
es que el masón, como primera impronta de su crecimiento humano y espiritual,
trabaja en nuestros talleres simbólicos A L∴G∴D∴G∴A∴D∴U∴, de mediodía a
medianoche, siendo el ciclo de la Luz la fuente misma y origen del trabajo
productivo del Ap∴- en el arte de pulir la piedra y de volverla apta para los fines de
la masonería.
36º Pregunta:
P: ¿Quién os ha instruido para darme esas contestaciones?
R: El Ritual y el Libro del Ap∴ que he recibido bajo promesa de conservarlo en
reserva y lejos de los ojos profanos. Las lecciones de mi IIº Vig∴, la atenta
observación de los MM∴ y Ccomp∴, los trabajos en Log∴ y mi voluntad de
aprender e instruirme.
La respuesta a esta pregunta debe dejar en claro, ante la visión del Neófito, que la
enseñanza masónica no reviste el nivel de organicidad de la enseñanza
académica. Sin embargo, si bien se juzga su método educativo, formativo e
instructivo como no formal, no por ello, deja de ser un modo sistemático de
enseñanza.