HEMORROISA
HEMORROISA
HEMORROISA
2
Jesús de Nazaret y su relación con la mujer. Una aproximación desde el estudio
de género a partir de los evangelios sinópticos, Academia de Hispanismo, Vigo,
2007, pp. 178-179.
no estemos señalados para morir o el Señor nos llame a
su presencia antes de tiempo.
Un poco de historia
Los mantos que usaban los judíos en aquellos tiempos
eran muy especiales. Su hechura tenía un significado
muy profundo. Seguramente Jesús usaba un manto de
oración conocido como talit. Este talit debía tener cuatro
puntas sobresalientes (Deut. 22:12) que representan las
cuatro letras YHWH que son las letras de la palabra Dios.
Cada una de estas cuatro esquinas estaban conformadas
por unos flecos o borlas, o tzitzit, formadas por 7 hilos
que representan el número de la perfección y 1 hilo de
color azul que representa la realeza de Dios; en total
cuatro puntas o flecos con 8 hilos cada una. El largo de
estos flecos no estaba establecido, pero los fariseos lo
usaban muy largo para dar la impresión de que eran muy
clementes (Mateo 23:5).
Lo complejo de los tzitziot (plural) es que cada una de las
cuatro puntas del manto tenían 5 nudos, y entre cada
nudo un grupo de vueltas de hilos. Entre el primer y
segundo nudo había 7 vueltas de hilos, entre el segundo
y tercero 8 vueltas, entre el tercer y cuarto 11 vueltas y
entre el cuarto y quinto nudo 13 vueltas (como se observa
en detalle en la imagen). Los judíos asignaban un número
a cada letra, por lo que cada palabra sumaba un número.
Si sumamos los tres primeros grupos de vueltas de hilos
tenemos: 7 + 8 + 11 = 26, que representa el valor
numérico del nombre “Yahveh”.
El cuarto grupo es de 13 vueltas, que es el valor númerico
de “ejad”, “uno”. En total, son 39 vueltas en el tzitzit. A
través de estas 39 vueltas los judíos estaban escribiendo
el versículo: “Yaveh nuestro Dios uno es” (Deut. 6:4). Pero
si continuamos con los números, la palabra “tzitzit” tiene
un valor númerico de 600, y si adicionamos los ocho hilos
que conforman los tzitziot y los 5 nudos que tiene cada
uno, tenemos: 600 + 8 + 5 = 613, que representan las 613
leyes mosaicas, de las cuales 365 son maldiciones y 248
bendiciones. Dice la Biblia que la mujer tocó el borde del
manto de Jesús (Lucas 8:44).
La palabra en griego para “borde” es “kraspedon” que
significa “fleco”. Es decir, la mujer tocó estos flecos del
manto. La mujer entendía a la perfección lo que
significaba el borde del manto de
Jesús y pensaba que con tocar solamente
este borde o fleco bastaría.
Esto fue un tremendo acto de fe, pues significaba que la
mujer estaba aferrándose al nombre de Dios y estaba
reclamando las bendiciones de Dios. La mujer estaba
consciente que estaba tomando de las promesas de Dios
en sus manos para ser sana.
Pero, es más, el profeta Malaquías profetizó: “nacerá el
Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación” (Mal. 4:2).
Los judíos interpretaban al Sol de justicia con el Mesías,
y sus alas con el borde (tzitzit) de su manto. Cuando la
mujer tocó este borde estaba creyendo que Jesús era el
Mesías que tanto esperaban y que el borde de su manto
podría traer la sanidad que tanto anhelaba.
En nuestra vida ocurre algo similar. Debemos aferrarnos
al nombre de Dios y reclamar sus promesas para saciar
cualquiera de nuestras necesidades. Cuando nos
aferramos a Dios y a sus palabras entonces el poder de
Dios será desatado en nuestras vidas. Solamente debemos
extender nuestras manos a su manto, creer que Jesús es
nuestro Salvador y esperar la sanidad que buscamos.
Porque Dios, no miente.