Javier & Vallejo Tdah

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 8

UNIVERSIDAD NACIONAL FEDERICO VILLARREAL

FACULTAD DE PSICOLOGÍA

Informa sobre el TDAH

ALUMNOS

Javier Espinoza, Mónica Leonor

Vallejo Bautista, Nataly Betzabeth

CURSO

Neuropsicología

DOCENTE

Placencia Medina, Elba Yolanda

CICLO

7° A

2021 - I
Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad

El TDAH, según el DSM – IV, es un desorden a nivel del neurodesarrollo que está

caracterizado por patrones persistentes de síntomas conductuales de inatención,

hiperactividad e impulsividad. Según Barkley, Fischer, Edelbrock & Smallisch (citados por

Ardila & Ostrosky, 2012) este trastorno es uno de los problemas más comunes en la

infancia, con una incidencia de 5% a 7% en los niños y de 2% a 4% en las niñas. Su

aparición suele ser a edad muy temprana, específicamente, antes de los 7 años. Si bien es

cierto puede resolverse al llegar a la adolescencia, esto no sucede siempre, llegando así a

persistir en el adulto en un 30% hasta el 50% de los casos, representando así un problema

importante para la salud pública.

Pascual – Castroviejo (2008), menciona que este trastorno funcional, es decir, las

alteraciones clínicas, se llevan a cabo por problemas bioquímicos en proyecciones de

conexión entre los lóbulos frontales y los núcleos basales, afectando así tanto al transporte

como a la recaptación de la dopamina y en menor grado, de la serotonina y de la

norepinefrina. Ello ocurre tanto en los sujetos en los que el trastorno tiene origen genético

como en los de causa adquirida.

Historia

Las primeras referencias y apariciones sobre el TDAH en el área clínica, fueron en

el año 1902, siendo definido como un ‘’defecto anormal en el control moral de los niños’’,

luego de esto el TDAH comenzará a adoptar un sinfín de términos hasta el siglo 20.

También, fue utilizado para diagnosticar niños que presentaban secuelas de un

episodio de alguna enfermedad aguda como la encefalitis, debido a las alteraciones de la

conducta, siendo tomada así como un tipo de alteración del sistema nervioso central. Luego
de este período comenzaron a haber estudios en los cuáles notaban estos problemas de

conducta en niños que presentaban alteraciones o lesiones a nivel del lóbulo frontal, como

el estudio de Blau (citado por Carboni, 2011) en 1938, en el cual demostró que niños con

lesiones cefálicas presentaban algunas conductas alteradas.

Sin embargo, es hasta 1980 que se reconoce este trastorno por primera vez con la

publicación del DSM – III, relacionándolo con alteraciones de la atención. El cual fue

ampliando los criterios y tipos de este trastorno hasta la actualidad.

Etiología

Quintero y Castaño de la Mota (2015) mencionan que el TDAH no se puede explicar

con una única causa, si no por una serie de vulnerabilidades biológicas que interactúan

entre sí junto con factores ambientales durante el desarrollo del ser humano. Dentro de los

factores relacionados en la etiología del TDAH tenemos:

- Factores neuroquímicos, esto debido a que existe una desregulación en los

neurotransmisores, principalmente dopamina y noradrenalina, que explicarían los

síntomas nucleares del TDAH.

- Factores neuroanatómicos, ya que los estudios de neuroimagen clásicos en

población pediátrica padeciente de TDAH, han encontrado volúmenes

significativamente inferiores de la corteza prefrontal dorsolateral y de regiones

conectadas con esta área.

- Factor genético y neurobiológico, ya que diferentes estudios de familias han

establecido una base genética del TDAH, con una heredabilidad entorno al 75%,

con genes pertenecientes a vías de señalización de los neurotransmisores dopamina,

noradrenalina y serotonina
- Factores ambientales, como lo niveles de hierro, aspectos dietéticos/nutricionales

relacionados con el desarrollo del sistema nervioso central durante el embarazo,

producción de traumatismos Cráneo-Encefálicos, complicaciones en el parto, entre

otros.

Diagnóstico

El diagnóstico de este trastorno será realizado cuando el síndrome está interfiriendo

de forma significativa con el desarrollo social, académico, ocupacional y/o funcional del

paciente. La forma en que se evidencia este trastorno es muy diferente en cada niño. Esto

debido a que en algunos casos es predominante presentar problemas de atención, en otros

se puede centrar en el componente de la hiperactividad e impulsividad y también hay

quienes combinan la hiperactividad con problemas de la atención.

Algunas de estas conductas, suelen pasar de forma desapercibidas por el entorno del

paciente en la infancia, ya que pueden atribuirse a la pereza, falta de motivación o

terquedad. Además, que, los niños con TDAH son usualmente reconocidos como niños

problemáticos. Por otro lado, cuando el TDAH persiste hasta la adultez, las manifestaciones

son algo diferentes:

- Suelen estar insatisfechos por problemas laborales severas, cambian constantemente

de actividad laboral y buscan ser promovidos rápidamente

- Evidencian conflictos frecuentes en sus relaciones interpersonales debido a

impulsos

- Sentimientos de frustración por no lograr sus metas personales


Los criterios para su diagnóstico se establecen de acuerdo a los dos sistemas de

clasificaciones de enfermedades mentales más importantes el CIE – 10 y DSM – IV, estos

criterios son:

1. Aparición de los síntomas antes de los 7 años

2. Duración del trastorno superior a los 6 meses

3. Presencia de los síntomas en dos o más contextos diferentes

4. Deterioro significativo en la actividad académica o socio – laboral como

consecuencia del trastorno por déficit de atención

Cabe resaltar que un correcto diagnóstico de TDAH requiere de:

1. Evaluación profesional

2. Documentación actual y seguimiento

3. Influencia del trastorno funcional anterior y actual en el funcionamiento cotidiano

4. Registro de actividades cotidianas

5. Impacto del trastorno. Debe demostrarse con pruebas neuropsicológicas o

psicoeducativas

6. Exclusión de otras posibles causas como el TEA

7. Diagnóstico específico de acuerdo con criterios determinados

8. Recomendaciones

Además, podremos apreciar en el siguiente cuadro algunas especificaciones para un

adecuado diagnóstico:
Tratamiento

Según Hidalgo (2015), El tratamiento del TDAH debe ser de carácter multimodal,

refiriendo así a la inclusión de la participación coordinada de médicos, terapeutas,

profesores y padres. Además, se debe llevar a cabo en el ámbito sanitario, aplicando

intervenciones basadas en la evidencia científica y de forma individualizada, es decir,

adaptado al paciente (edad y necesidades del niño y su entorno).

Si bien cierto existe un tratamiento farmacológico y psicopedagógico, es menester

resalta la finalidad de cada uno y su importancia, por ejemplo el tratamiento

farmacológico está dirigido al control de los síntomas nucleares (inatención,


hiperactividad e impulsividad) y el psicológico y psicopedagógico se centra en los

problemas de conducta y aprendizaje consecuencia de estos síntomas; siendo su

principal objetivo ayudar al paciente y su familia a manejar los síntomas nucleares,

aumentar el autocontrol, mejorar la socialización y gestionar la frustración que sienten.

Según Pascual – Castroviejo (2008), el tratamiento de los niños y jóvenes con

TDAH conlleva:

a) Una información adecuada a los padres de lo que es este síndrome, intentando

tranquilizar, relajar y motivar a entorno de los pacientes para facilitar el sacarlos

adelante.

b) Hacer llegar a los padres y a los profesores el conocimiento de que ni los unos ni

los otros son culpables de nada. El problema está en el niño, que lleva el cuadro en

su constitución y que tampoco es culpable de su cuadro.

c) Reconocer que este síndrome persiste siempre, pero no es un impedimento para

que la inmensa mayoría de los sujetos que lo presentan sean personas normales que

puedan realizar sus cosas de manera independiente.

d) No mostrar debilidad con ellos nunca (admiran y obedecen al fuerte), pero sin

utilizar la fuerza física, excepto si hay que defenderse.

e) Intentar motivarlos para realizar actividades físicas preferible deportes de equipo

y contacto con otros niños.

f) Que aunque el tratamiento farmacológico es de muchas ayuda, no debe

desdeñarse cualquier apoyo de tipo psicológico tanto para la familia como para el

paciente
g) La ayuda con clases de apoyo en las materias académicas

Referencias

Ardila, A. Ostrosky F. (2012) Guía para el diagnóstico Neuropsicológico. 

Carboni, Alejandra (2011). El trastorno por déficit de atención con hiperactividad.

Psicología, Conocimiento y Sociedad, 1(3),95-131. Recuperado de

https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=475847405007

Hidalgo, V. (2015). Situación en españa del trastorno por déficit de atención e

hiperactividad. Programa de Formación Continuada en Pediatría

Extrahospitalaria, 18(9), 595-597.

Pascual – Castroviejo, I. Trastornos por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)`

Neuropediatría. Madrid (2008) Asociación Española de Pediatria. Recuperado de:

http://www.acanpadah.org/documents/AEP_-

_protocolos_diagnostico_terapeuticos_de_AEP.Nerurologia_pediatrica.pdf

Quintero y Castaño de la Mota Introducción y etiopatogenia del trastorno por déficit

de atención e hiperactividad (TDAH). Programa de Formación Continuada en

Pediatría Extrahospitalaria, 18(9), 600-608

También podría gustarte