La Fiesta Del Chivo
La Fiesta Del Chivo
La Fiesta Del Chivo
Introducción
La fiesta del chivo es una novela del escritor peruano español Mario Vargas Llosa,
nacido el 28 de marzo de 1936 quien fue galardonado con el premio nobel de la
literatura en 2010. Es uno de los exponentes más prolíficos del movimiento literario
denominado Boom latinoamericano. El libro relata los últimos días y el asesinato del
dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo y las secuelas que este hecho dejo en
dos generaciones distintas: Durante el proceso del asesinato como tal, el 30 de
mayo de 1961; y treinta y cinco años después de este, en 1996. El “jocoso” nombre
se debe a un popular merengue dominicano llamado Mataron al chivo. El que a
Trujillo se le apodara de “chivo” tiene varias teorías, una de ellas es que era
considerado como un depredador sexual y otra es que era concebido como un
animal.
El eje principal de la narración lo constituye, Urania Cabral, quien da inicio y fin a
esta novela, y constituye el símbolo femenino de lo que significó ser mujer durante
la dictadura de Trujillo. Urania habría abandonado la isla, en ese entonces llamada
aun Ciudad Trujillo, por causas “misteriosas” y treinta y cinco años después vuelve a
visitar a su padre, que estaba muy enfermo, a lo que ya era Santo Domingo,
recordando todo lo acontecido. Sus familiares no entienden por qué se fue solo con
14 años y tardó tanto en volver, hasta que al final ella acaba confesándoles el
terrible secreto que la obligó a alejarse de su familia y cambió su vida para siempre.
El autor utiliza la técnica narrativa de las cajas chinas entrelazando tres historias a la
vez. Primero se refiere a Urania Cabral retornando a República Dominicana para
visitar a su padre enfermo. La segunda parte de la historia se centra en el último día
de la vida de Trujillo, aquí se instala en la propia voz del dictador y la ambigua
relación que establece con sus colaboradores más cercanos, entre ellos, el jefe del
Servicio de Inteligencia Militar, Johnny Abbes; el senador Henry Chirinos, el
presidente "fantoche" Joaquín Balaguer, experto en artimañas jurídico-
constitucionales; el ministro de las Fuerzas Armadas, general José René Román, y
el presidente del Senado, Agustín Cabral, "Cerebrito", quien era el padre de Urania.
La otra parte de la historia muestra a los asesinos de Trujillo mientras esperan su
automóvil esa noche. Antonio de la Maza, Amado García Guerrero, Salvador
Estrella Sadhalá, Tony Imbert, Huáscar Tejeda, Pedro Livio Cedeño y Fifí Pastoriza,
todos habían sido leales a Trujillo pero las circunstancias y eventos llevaron a estos
conspiradores a tener la conclusión de que la única manera de librar al país del
medio y la corrupción en la que estaban sumergidos era con el asesinato del
Generalísimo, como se llamaba a si mismo. Después del asesinato, esta historia
muestra la también, la persecución de los asesinos.
Desde el dolor de Urania
Urania Cabral, hija del ex presidente del senado en el gobierno de Trujillo, Agustín
Cabral (alias Cerebrito Cabral), decide volver a su país natal luego de haber estado
ausente por 35 años. Con tan solo 14 años se fue a Estados Unidos a estudiar y
ahora tenía 49 años. Urania es una mujer muy activa que se mantuvo ocupada todo
ese tiempo con los casos legales que atiende un bufete de abogados en Nueva York
para mantener su mente ocupada. En todo ese tiempo había roto total relación con
su familia para evitar recordar su pasado y a la única persona que le escribía era a
la sister Mary, que fue quien la ayudó a irse a EEUU y conocía su secreto.
Urania va a ver a su padre, quién está bastante viejo y enfermo, este no puede
hablar a raíz de una embolia que sufrió hace varios años pero entiende y escucha
todo con claridad. Inmediatamente lo ve, comienza a recriminarle cosas de “La era
de Trujillo”,
le recuerda cuando trabajaba con el jefe y esté, por alguna extraña razón que nunca
conoció, lo sacó de su gabinete y lo convirtió en “apestado”. El senador sufrió tanto
este hecho que estaba dispuesto a hacer lo que sea para recuperar su confianza.
Los hijo de Trujillo, también juegan un papel importante en la obra. Desde el punto
de vista de Urania, se describe a Ramfis, el galán, el mayor y primogénito de quién
se esperaba que fuera el sucesor de su padre, pero no fue más que mujeriego
desequilibrado y gastador. Luego estaba Radhamés el más feo y tonto y Angelita,
su niña adorada.
Cuando cerebrito Cabral se entrevistó con Manuel Alfonso este le dijo que hablaría
con el jefe de su caso. Después de haber hablado con el generalísimo, Manuel
Alfonso fue a casa de cerebrito para contarle sobre su entrevista y al ver a Urania se
le ocurrió que ella podía acostarse con Trujillo como ofrecimiento de su ser más
preciado al benefactor, para que esté lo perdonará y comprendiera con este acto de
generosidad y entrega, la lealtad que le tiene y le ha tenido siempre.
Manuel Alfonso fue a recoger a Urania a su casa, su padre no podía ni mirarla a los
ojos y esta, sin sospechar las verdades intenciones, se fue sin dudar… hasta que
llegó a la casa del Chivo, donde no había ninguna fiesta, y cayó en razón. 14 años,
era su edad en ese momento. Fue abusada sexualmente, obligada a hacer todo lo
que al generalísimo se le ocurrió y, como si fuera su culpa, Trujillo lleno de
impotencia por su disfunción eréctil, la botó de su casa y un chofer la llevó al
convento de Santo Domingo, dónde la sister Mary fue su luz verde para marcharse
del país. Desde entonces no ha podido estar con ningún otro hombre, pues todos le
producen asco.
La tía Adelina estaba asombrada por el relato, pero en vez de preocuparse por todo
lo sucedido en una niña de 14 años, le pedía a su sobrina que perdonara a su
padre, que dejara de vivir en el odio y tuviera una actitud cristiana.
Urania, se enfocó en ella, y solo sentía un peso menos encima, pues desde sister
Mary no había contado dicha historia pero ahora solo deseaba marcharse Nueva
York, volver a trabajar arduamente para no recordar y olvidar lo peor de la dictadura
de Trujillo.
El dictador, Trujillo
El dictador Trujillo gobernó por 31 años. Era un hombre cuya mirada podía atravesar
e intimidar a cualquiera, de carácter fuerte y con liderazgo tiránico, obsesivo con la
limpieza personal, el cuidado del cuerpo y el atuendo eran su religión a conciencia y
todos sus subordinados debían seguir este riguroso régimen. Claro, tenía a sus
hermanos puestos en el gobierno. Ciudad Trujillo era el nombre de la capital durante
su mandato.
Johnny Abbes existía para cubrir la maldad del generalísimo pues era el que
ejecutaba los trabajos sucios bajo las órdenes de su excelencia. Navajita, antiguo
director del SIM fue sustituido por Abbes, al Trujillo conocer los métodos, gustos y
crueldad de este ultimo. Abbes le era completamente fiel al generalísimo, lo
protegía, y capturaba, asesinaba o desaparecía a todo aquel que estuviera en
contra del jefe. Abbes se casó por gratitud con Lupita, descrita en el libro como una
“horrible y aguerrida mexicana que andaba con pistola en la cartera”. Ella le salvó la
vida y juntos tenían los mismos gustos sanguinarios y se acompañaban bien.
Johnny Abbes libraba al régimen de sus enemigos, utilizando sus mejores armas:
pistoleros, matones, traficantes, cuchilleros, prostitutas, ladronzuelos, y cualquier
otra cosa que fuera necesaria, de esas que intervenían en las operaciones de nota
roja que hacían las delicias de la prensa sensacionalista.
El presidente fantoche, Balaguer. Era doctor en letras, hombre culto, instruido, con
tonos de docente y palabras letradas en sus discursos. Para Trujillo él siempre fue
el colaborador más misterioso. No tenía mujer, amante, hijos, ni ahorros, había
trabajado en los puestos que Trujillo le asignaba pero sin mayor ambición, tenía
fama de ser católico.
El martes 30 de mayo de 1961, Salvador estrella Sadhalá alias “El Turco”, Amadito,
Antonio de la Maza y Antonio Imbert esperaban el coche en dónde venía Trujillo
para emboscarlo y asesinar al tirano, “el chivo”. El Turco, pese a ser católico
convencido y dedicado, justificaba sus intenciones homicidas como un tiranicidio, el
cual, según un obispo italiano era permitido cuando la persona en cuestión era la
bestia misma que sometía a un pueblo entero. El Turco apoyaba el grupo
subversivo del 14 de junio. Por su parte Amadito era militar del gobierno del ejército
del generalísimo Trujillo.
Entre todos, Antonio de la Maza era el más afectado por Trujillo pues le destruyó su
honor, su dignidad, sus sueños, su familia, su salud, su voluntad, en fin, todo. El
había jurado matar a Trujillo por haber asesinado a su hermano menor Tavito, para
inculparlo del asesinato de Jesús de Galíndez, quien pensaba que no era más que
un escritor en contra del régimen de Trujillo, y resultó ser un norteamericano y
agente de la CIA, la cual implicaba gravemente a Trujillo por haberlo secuestrado.
Tavito sostuvo ordenes de llevar a Galindéz a casa de Trujillo, sin siquiera saber de
quién se trataba, y al final terminó muerto, haciéndolo parecer como un suicidio,
junto al piloto que trasladó a Galindéz de la ciudad de Nueva York hasta aquí, luego
de ser secuestrado.
Antonio Imbert, trabajaba en un negocio de la familia Trujillo, y entre las causas por
las cuales quiere matar al chivo está el encarcelamiento injusto de su hermano
segundo quien todavía permanece custodiado. Así como el asesinato de las
Hermanas Mirabal, a quienes no conocía en persona pero dado que ellas eran
subversivas al gobierno trujillista, fueron asesinadas cuando regresaban de ver a
sus esposos de la cárcel, luego de haber estado encarceladas ellas mismas, solo
por oponerse al régimen trujillista.
Las expectativas al eliminar a Trujillo eran muy altas, pensaban que todo marcharía
sobre ruedas, pues el General José René Román, jefe de las fuerzas armadas
llevaría a cabo un golpe de estado en cuanto viera el cadáver del Chivo. Creían que
el pueblo se echaría las calles a matar Caliés, dichosos de haber alcanzado su
libertad.
Un Volkswagen, auto utilizado por los caliés del SIM, se acercó a la camioneta en
dónde iban los conspiradores contra Trujillo, y ahí estaba Miguel Ángel Báez, que
era otro colaborador de Trujillo involucrado en la conjura, quién les avisó que el
chivo no tardaría en pasar.
Mientras espera a que pase el carro de Trujillo, Salvador Estrella Sadhala (alias el
turco) medita acerca de sus razones para asesinar A Trujillo. Salvador era de origen
libanés pero devoto católico y estaba muy molesto por los ataques y hostigamientos
del régimen en contra de la Iglesia Católica, en especial en contra de dos obispos
extranjeros que tuvieron que ocultarse en el convento de monjas de Santo Domingo
para protegerse de los constantes acosos de Abbes.
Por fin paso el carro de Trujillo y la persecución inicio. Los que se supone
interceptarían el coche del Chivo no lo hicieron, pero luego pasaron en dónde se
daba la balacera y en la confusión de que podían ser caliés, les dispararon a sus
hombres hiriendo a Pedro Livio.
El Chivo había muerto, lo había logrado y ahora tenían que ir con pupo Román para
que iniciará el golpe de estado.
Pupo Román se dirigió a su casa. Una vez ahí, Navajita lo llamó alarmado, ya que
casualmente había pasado por la carretera en dónde asesinaron a Trujillo y fue
testigo de la balacera en contra del jefe.
Pupo tenía prácticamente todo listo para llevar a cabo el golpe de estado, sin
embargo se acobardó y no tuvo valor para hacerlo. Fue perdiendo poder conforme
pasaban las horas y dado que Pedro Livio lo había delatado, fue tomado
prisionero. Ramfis lo sometió a fuertes torturas durante 4 meses hasta que ya no
aguanto más y murió.
Antonio de la maza, el turco y Juan Tomas Díaz esperaban que pupo Román
llevara a cabo el golpe de estado, pero conscientes de que este los había
traicionado debían esconderse de Abbes o morir en la lucha. Se ocultaron en casa
de un médico y finalmente decidieron marcharse porque ponían en peligro la vida
del doctor que los refugio y de su esposa embarazada. Así que Estrella Sadhala se
marchó al tercer día durante el atardecer y de la Maza y Juan Tomas tomaron un
taxi donde fueron descubiertos por los caliés y murieron durante una balacera en un
parque.
Un día decidieron llevar a los presos al palacio de Justicia con pretexto de que
reconstruirán los hechos del crimen para ser enjuiciados debidamente, pero eso fue
solo una fachada para terminar asesinándolos a todos. Primero acribillaron a Pedro
Livio, después arrastraron a los cocoteros a Tunti Cáceres y luego fue el turno de
Modesto Díaz que grito “viva la República” antes de morir. Finalmente llegó el turno
del Turco quién daba gracias a Dios por la paz que le daban en estos últimos
momentos.
El presidente fantoche hábil al fin, tomo acción. Primero cito a la familia Trujillo y a
Abbes García a su oficina para discutir lo que iba a ocurrir ahora. Abbes reclamo
que Balaguer no debía ser presidente y sugirió que entrara alguien de la familia en
su lugar, pero dado que Ramfis todavía no llegaba de París la dama apoyo a
Balaguer. Cuándo Ramfis regreso al país acordó con Balaguer que el seguiría como
presidente.
Balaguer mejoró las relaciones con el clero, las relaciones con EEUU quiénes
apoyaban este nuevo gobierno, no obstante, todavía no estaba libre de sanciones
que serían radicadas cuando el país demostrara ser democrático.
El día en que la familia Trujillo asesinó a los culpables de manera clandestina los
hermanos de Trujillo irrumpieron en la oficina de Balaguer con armas, exigiendo que
éste dejara el poder, Sin embargo Balaguer les enseñó por la ventana los buques
norteamericanos y le ofreció unos cuántos millones de dólares para solucionar el
conflicto y su exilio de la manera más pacífica.
El pueblo celebra
El pueblo celebra
con gran entusiasmo
la fiesta del Chivo
el 30 de mayo
- Mataron al chivo
Bibliografía
1. Folios, no. 12: RESEÑAS: La fiesta del chivo VARGAS, Llosa. Mario. (s/f).
Edu.ar. Recuperado el 30 de octubre de 2021, de
http://biblioteca.clacso.edu.ar/gsdl/cgi-bin/library.cgi?e=d-11000-00---off-0co
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