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Cómo Ampliar Tu Campo Visual
El documento describe diferentes técnicas para ampliar el campo visual al leer y reducir el número de fijaciones por línea de texto, como fijar la atención en el centro del espacio entre letras y reconocer las letras laterales. También explica cómo minimizar la subvocalización, o decir las palabras en la mente, mediante el uso de la mano para guiar los ojos, distracciones, escuchar música y obligarse a leer más rápido de lo normal. El control de la subvocalización permite aumentar la velocidad y comprensión de la
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Cómo Ampliar Tu Campo Visual
El documento describe diferentes técnicas para ampliar el campo visual al leer y reducir el número de fijaciones por línea de texto, como fijar la atención en el centro del espacio entre letras y reconocer las letras laterales. También explica cómo minimizar la subvocalización, o decir las palabras en la mente, mediante el uso de la mano para guiar los ojos, distracciones, escuchar música y obligarse a leer más rápido de lo normal. El control de la subvocalización permite aumentar la velocidad y comprensión de la
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Cómo ampliar tu campo visual. La fijación.
Entrenar tu agudeza visual es el primer paso para leer a más velocidad.
La finalidad detrás de este concepto es reducir el número de fijaciones por cada línea de texto y acelerar así, tu capacidad de captar la palabras. Para entendernos, se trata de cubrir más campo visual del que estamos habituados.
Te propongo 2 ejercicios para aprender a leer a cada lado mientras
te fijas en el centro del espacio entre letras. 1. Rastrea con la vista esta columna, fijando tu atención en el centro del espacio en blanco y trata de asimilar a la vez, cuales son las letras, números o símbolos que te quedan a cada lado.
2. El segundo ejercicio se complica un
poco más, haz lo mismo pero fijando tu atención en el asterisco del centro de las letras. Lo sé, es algo complicado. Pero es un simple problema de costumbres. Cuanto más lo practiques, más de sorprenderá tu capacidad de asimilación de palabras. Por último quiero mostrarte la mejor forma de calentar tus músculos oculares para prepararte para una sesión de lectura rápida. Usa un marcador, tu propio dedo, lápiz o palillo, y sobre un libro -da igual la lectura que elijas- empieza a velocidad más lenta o normal, y progresivamente, ve acelerando el paso del marcador por el texto, hasta todo lo rápido que puedas. Aquí se trata de ir señalando tu lectura. Acostumbrar a tus ojos a una lectura muy rápida. No te preocupes por la comprensión en este momento, no hace falta que entiendas el texto, sino que calientes y habitués tu vista a estos movimientos. Eso sí, asegúrate de estar leyendo. Subvocalización ¿Cómo eliminar la voz interior al leer? 5 Maneras De Minimizar Tu Voz Interior (controlar tu subvocalización para disparar tu velocidad de lectura)
1. Utiliza tu mano para guiar tus ojos mientras lees.
2. Distráete. 3. Escucha música mientras lees. 4. Oblígate a leer más rápido de lo normal.
La voz interior (también conocida como subvocalización) es un
hábito muy común entre los lectores. Se trata de las palabras que dices en tu mente durante la lectura y es una de las principales razones por las que la gente lee lentamente y tiene problemas para mejorar su velocidad de lectura. Muchos programas de lectura rápida tienden a exagerar y, sin base alguna, afirman que la clave de leer más rápido es eliminar el hábito de la subvocalización. Sin embargo, estudio tras estudio, se demuestra que eliminar por completo este hábito no es posible, por lo que la clave está en aprender a minimizar o a controlar esta voz interior. Hoy te voy a hablar de cómo se puede minimizar la subvocalización en lugar de eliminarla. Minimizar la subvocalización te ayudará a aumentar tu velocidad de lectura, y también te ayudará a mejorar tu comprensión.
Así es como la mayoría de la gente aprendió a leer: a decir la palabra en
silencio en su mente. Cuando se te enseñó inicialmente a leer, te dijeron que leyeras en voz alta. Una vez que tuviste bastante fluidez, tu profesor, probablemente, te dijo que empezaras a decir las palabras en tu mente. Así es como el hábito de subvocalización general se origina principalmente. La mayoría de la gente sigue leyendo de esta manera el resto de su vida, pero si quieres empezar a leer más rápido, es necesario minimizar este hábito. No es necesario decir cada palabra en tu mente para poder entender lo que estás leyendo. Cierto es que cuando eras más joven, era absolutamente necesario decir todas y cada una de las palabras, pero ahora se puede extraer el significado de las palabras con sólo verlas. No es necesario pronunciarlas, en voz alta o en tu mente, para conseguir esa misma comprensión. He aquí un ejemplo de lo que quiero decir: cuando estás conduciendo y ves una señal de stop, ¿vocalizas la palabra “STOP” en tu cabeza? Lo ves y reconoces, automáticamente, que es una señal de parar. Si eres como la mayoría de los lectores, probablemente subvocalizas todas o la mayoría de las palabras en tu mente. Pero no siempre se vocaliza todo lo que se lee. La lectura no se trata de palabras, sino más bien de extraer ideas, absorbiendo información y obteniendo detalles. Las palabras por sí mismas no significan mucho a menos que estén rodeadas de otras palabras. Muchas de las palabras que vemos están simplemente allí con fines gramaticales (el, un, una). Ellos no te proporcionan el mismo tipo de significado que palabras como “universidad”. Tenemos que minimizar la subvocalización con el fin de aumentar nuestra velocidad de lectura. ¿Por qué tenemos que lograrlo? Sencillamente, porque la subvocalización limita lo rápido que realmente podemos leer. Piensa en esto: si tú estás diciendo cada palabra en tu mente… ¿no significa que sólo puedes leer tan rápido como puedes hablar? Si estás diciendo cada palabra en tu mente, tu límite va a ser tu velocidad de habla. Velocidad de lectura = velocidad de habla para la mayoría de la gente Cambiar el hábito de subvocalización es más fácil decirlo que hacerlo, cierto. En lugar de eliminar este hábito, debemos minimizarlo. Por ejemplo, digamos que estás leyendo un texto que dice: “El niño saltó la valla.” Para minimizar la subvocalización, sólo deberías decir en tu cabeza, “niño saltó valla,” tres palabras en lugar de cinco palabras en la frase. Algunas personas piensan que esto significa saltarse palabras, pero en realidad no están saltándolas. Sus ojos siguen viendo todas las otras palabras y to cerebro los comprende. Tú estás simplemente diciendo algunas de las palabras. Esta es la forma de minimizar la subvocalización. Ten en cuenta que hay un montón de palabras en frases y párrafos que no son esenciales para el significado de ese párrafo. ¿Cómo sabes si estás cambiando este hábito? Si empiezas a leer más de 300 palabras por minuto, es probable que ya no estés diciendo cada palabra en tu cabeza pero si lees más de 400 palabras por minuto, estás definitivamente haciendo progresos y, probablemente, sólo diciendo algunas de las palabras en tu cabeza.
Estamos leyendo para captar ideas, no palabras.
5 maneras de minimizar tu voz interior
1. Utiliza tu mano para guiar tus ojos mientras lees. Siempre hago hincapié en la importancia de utilizar la mano para guiar a tus ojos. Es un principio fundamental para todas las técnicas de lectura rápida, y es algo que te ayudará a minimizar la subvocalización. Guiar tus ojos con la mano también te ayudará a agrupar conjuntos de palabras durante la lectura, lo que ayuda a evitar otro hábito de lectura común: la fijación. 2. Distráete Para minimizar la subvocalización, intenta distraerte a ti mismo para evitar decir las palabras en tu mente. ¿Cómo puedes distraerte a ti mismo? Aquí hay un par de maneras de hacerlo. Una forma es masticar una goma de mascar mientras lees. Si masticas chicle durante la lectura eso te distraerá a la hora de decir la mayor parte de las palabras en tu cabeza. También puedes distraerte de decir las palabras ocupando esa voz en tu cabeza con otra voz. Trata de contar de uno a tres, mientras que estás leyendo el material (ejemplo: “uno, dos, tres” línea por línea). Mientras que estás haciendo esto, intenta fijar tus ojos en algún lugar al comienzo de la línea, en algún lugar en el medio de la línea, y en algún lugar al final de la línea. Mientras que estás buscando en esos tres lugares, cuenta “uno, dos, tres.” De esta manera, también estarás fijando tres grupos de palabras, en lugar de todas y cada una de las palabras. Puedes contar “uno, dos, tres” en voz alta (tal vez susurrando) o en tu cabeza. De cualquier manera, te distraerás de decir las palabras reales que estás leyendo. Con un poco de práctica, encontrarás que es más fácil evitar decir todas las palabras en tu cabeza a medida que lees. 3. Escucha música mientras lees Esto no sólo ayudará a minimizar la subvocalización, sino que escuchar música también puede ayudarte a concentrarte mejor. Sin embargo, ten en cuenta que no todos los tipos de música van a ayudarte a concentrarte. Debes evitar escuchar música con letras o cualquier melodía con un ritmo fuerte porque tiende a desarmar tu concentración. También debes evitar escuchar las canciones que te recuerdan otras cosas (tu baile de graduación de la escuela secundaria, una escena de lucha de una película, o cualquier otra cosa que pueda distraerte más). Escucha algo que sea instrumental. La música clásica por lo general funciona mejor. Eso te ayudará a mejorar tu concentración, y también te ayudará a minimizar la subvocalización. 4. Oblígate a leer más rápido de lo normal Digamos que tú, normalmente lees 250 palabras por minuto. Trata de ir un poco más rápido (tal vez 300 ó 350 palabras por minuto). Si te obligas a ir un poco más rápido de lo que normalmente lees, no tendrás más remedio que reducir al mínimo la cantidad de palabras que dices en tu cabeza. Además de subvocalizar menos, también mejoras el enfoque, porque tienes que prestar más atención cuando lees un poco más rápido. Cuanto más practiques obligándote a ti mismo a ir más rápido, más rápido lo conseguirás. Siguiente nivel después de controlar la subvocalización
Si realmente quieres dar un gran impulso a tu velocidad de lectura y
comprensión; si quieres leer un libro cada semana o incluso un libro al día; puedes aprender con el programa completo de Lectura Ágil. Este consiste en un curso online con nuestra garantía de doblar tu velocidad de lectura y comprensión en 3 semanas. Incluye un software de entrenamiento que permite aprender a controlar la voz interna de manera automatizada. Aprendes a utilizar esta voz interna para analizar, sintetizar y evaluar la información activamente durante la lectura. Esto no sólo permite leer más rápido, sino de manera más eficaz.