Tecnicas Actuales de Investigacion Docum

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Técnicas

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actuales de

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Laura Cázares Hernández
María Christen lit
Enrique Jaramillo Levi
Leticia Villaseñor Roca
Sp

Luz Elena Zamudio Rodríguez


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Cataloaación en la fuente
Técnicas actuales de investigación documental /
hura Cázarez Hernández... [et al.]. - 3a ed. --
México : Trillas : UAM, 1990 (reimp. 1999).
194 p. ;23 cm.

e
Bibliografía: p. 189-190
Incluye índices

g
ISBN 968-24-3829-2

er
1 . Inwstigación - Metodología. 2. Documentación.
3. Informes, Redacción de. l. Cázarez Hernández,
Laura.

M
0 - 001.42'T745 LC- Q180.Al C3'T4 881

&
La presentación y disposición en conjunto de
lit
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T€CHICA ACTUAL
~ €5 DE INVE~TIGACIÓN DOCUMENTAL
son propiedad del editor. Ninguna parte de esta obra
puede ser reproducida o trasmitida, mediante ningún sistema
o método, electrónico o mecánico (incluyendo el fotocopiado,
la grabación o cualquier sistema de recuperación y almacenamiento
de información), sin consentimiento por escrito del editor
F

Derechos reservados
PD

O 1980, Editorial Trillas, 5 . A. de C. U ,


División Administrativa, Av. Río Churubusco 385,
Col. Pedro María Anaya, C. P 03340, México, D.
Tel. 6884233, FAX 6041364

División Comercial, Calz. de la Viga 1132, C. F 09439


México, D. E Tel. 6330995, FA)( 6330870
ls

Miembro de la Cámara Nacional de la


Industria Editorial. Reg. núm. 158
oo

Primera edición, 1980 (15BN 968-24-0802-4)


Reimpresiones, diciembre 1980, 1982, 1983, 1984 y 1985
Segunda edición, 198 7 (ISBN 968-24-2293-0)
Reimpresión, 1989
sT

Tercera edición, 1990 (15BN 968-24-3829-2)


Reimpresiones, 1991, 1992, 1995 y 1997
Sy

Quinta reimpresión, mayo 1999

Impreso en México
Printed in Mexico
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Me
Prólogo

&
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En septiembre de 1974 se inician las labores docentes y de investi-
gación en la Unidad Iztapalapa de la recién creada Universidad Autóno-
Sp
ma Metropolitana. Su meta principal es la formación de profesionales
idóneos cuya capacidad y conocimientos correspondan a las necesida-
des de nuestra sociedad. Para esto, la institución se dispone de inme-
diato a impartir educación superior y a organizar actividades de inves-
tigación humanística y científica de acuerdo con las más altas normas
F

de seriedad y rigor intelectual.


Consecuente con los planteamientos anteriores, el plan de estudios
PD

para el campo de las Ciencias Sociales y para el de las Humanidades


contempló desde el principio la necesidad fundamental de que se im-
partieran conocimientos teóricos y prácticos en torno a las modernas
técnicas de investigación; asimismo, se buscó perfeccionar la redacción
de los alumnos en todos sus aspectos, de ahí que se creara, dentro del
tronco común de materias, una asignatura llamada Redacción e Znuestiga-
ls

ción Documental. Con esta materia se ha pretendido proporcionar a los


alumnos los elementos necesarios para el desarrollo de la investigación,
oo

mediante la enseñanza de técnicas documentales específicas, y fomen-


tar al mismo tiempo un espíritu crítico permanente.
Este curso consta de tres aspectos básicos estrechamente relaciona-
dos entre sí: comprensión de lectura, técnicas de investigación y redac-
sT

ción. La experiencia reveló muy pronto que el abundante material teó-


rico que se ofrece a los alumnos tiene que estar respaldado por una
práctica individual consecuente, continua, vigilada siempre de cerca por
el maestro, lo cual es cada vez menos posible en nuestra creciente insti-
Sy

tución.
Desde el comienzo, todos los profesores que impartimos la asigna-
tura nos percatamos de que existía la urgente necesidad de un texto bá-
sico y coherente, que redundara en beneficio de los alumnos y pudiera
ser utilizado por nosotros mismos. Ese texto debería abarcar, lógica-

ge
mente, los tres aspectos que comprende el curso y, por lo tanto, reque-
riría mucho tiempo su elaboración. Como la experiencia demostró tam-
bién que lo referente a técnicas de investigación presenta más dificultad

er
en la enseñanza, y que tener un libro de consulta facilita mucho esta
labor al ahorrar al alumno valioso tiempo y esfuerzo, decidimos, en prin-
cipio, elaborar primero un texto enfocado a este problema para poste-

M
riormente hacer otro en el que se abordaran los demás aspectos del curso.
Ese libro -pensamos- procuraría resolver las contradicciones y
ambigüedades entre los muchos textos de consulta existentes en el mer-
cado, y al mismo tiempo debería resultar versátil y totalizador en cuan-

&
to a la gama de procedimientos y explicaciones, ejemplos y sugeren-
cias. A la vez, sentimos que dicho texto se beneficiaría grandemente
si en él se recogían de manera armónica las variadas experiencias de

it
los maestros de nuesta área. Se decidió, entonces, que nosotros mismos
preparáramos cuanto antes ese libro, para lo cual se integró una comi-
l
sión o equipo de trabajo que se ha dedicado seriamente a esta labor.
Sp
Lo primero que hicimos fue precisar nuestros objetivos, o mejor di-
cho, los del libro: servir como apoyo permanente a las clases que im-
partimos; en este sentido, debía resolver infinidad de dudas y proponer
diversas soluciones y, al mismo tiempo, orientar, como libro de consul-
ta, a las personas que por su cuenta inician una investigación, pero des-
F

conocen los mecanismos prácticos que deben guiarla.


Los integrantes de este equipo de trabajo hemos elaborado un libro
PD

que consideramos didáctico. Para lograrlo, fueron necesarios dos años


y medio de laborioso empeño en los que se consultaron libros, artículos
y apuntes inéditos relacionados con el tema, se revisaron publicaciones
tanto mexicanas como extranjeras de distintas áreas del conocimiento,
se tomaron en cuenta los distintos puntos de vista de nuestra área y,
s

finalmente, se aprovechó con los alumnos el material que habíamos ido


l

preparando para el texto, a fin de conocer en la práctica los aciertos


oo

y las fallas, hecho que implicó una constante revisión.


El resultado final rebasa con mucho el propósito originalmente con-
cebido. Como ya se ha dicho, nuestro libro podrá ser empleado no sólo
por los alumnos de la UAM, sino que está abierto a todas las personas
sT

que se inician en la paciente y compleja, pero fundamental, tarea de


investigar, ya sea dentro del ámbito específico de la educación supe-
rior, ya sea por cuenta propia. Si bien es cierto que la sociedad mexica-
Sy

na, la extensión toda de nuestro mundo latinoamericano, requiere, en-


tre otras muchas cosas, de investigadores idóneos que desentrañen la
naturaleza de los problemas y conflictos, contribuyendo no sólo a resol-
verlos sino también a esclarecer para sus países el rostro de su auténtica
identidad, no es menos cierto que en una primera etapa indispensable

ge
-la etapa formativa- todo investigador deberá adquirir los conocimien-
tos prácticos más actualizados que le permitan estructurar y elaborar
eficientemente su indagación. Confiamos en que este libro ayude en al-
guna medida a la realización urgente de esta necesidad.

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Introducción

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Investigar es, en términos generales, acercarse mediante ciertos pasos
iniciales y procedimientos técnicos a manifestaciones no siempre evi-
dentes de una realidad. Este libro trata los aspectos que deben tomarse
Sp
en cuenta al realizar una investigación & tipo documental, y tiene como fin
orientar y hacer accesible su aplicación. Además explica la manera de
presentar los resultados de una investigación, sin que importe de qué
tipo haya sido ésta ni el área de conocimiento a la que esté circunscrita.
Es pertinente señalar, en cuanto al trabajo de presentación, que existe
F

un "lenguaje" cada vez más delimitado y universal, pero todavía con


muchas variantes; razón por la cual en algunos temas hay diferentes
PD

propuestas.
Ahora bien, como siempre existe confusión entre método y técnica
se debe aclarar lo que significa esta última, ya que el libro está enfoca-
do a ese tema. Se denomina técnicas a la aplicación de ciertos recursos
que permiten la organización, la coherencia y la economía de esfuerzo
ls

durante el desarrollo de la investigación y en el trabajo que la culmina,


los cuales tendrán también una organización y una coherencia depen-
dientes del método utilizado. Aun cuando hay puntos de contacto entre
oo

método y técnica, existe una diferencia esencial: al primero lo deter-


mina en gran medida el área de estudio a que corresponde la investiga-
ción, mientras que la segunda es aplicable independientemente del área
de estudio. Por la importancia del método, en el libro se desarrolla este
sT

tema aunque sin hacer un análisis de metodologías específicas. Para ma-


yor conocimiento sobre ese aspecto se recomienda consultar los textos
de metodología de distintas disciplinas.
Sy

La experiencia adquirida al poner en práctica los diversos proble-


mas de que trata este libro determinó la estructura del mismo. Por eso
primero se plantea, en forma general, lo referente a investigación y mé-
todo para justificar la necesidad e importancia del trabajo organizado
y sistemático. Lo dicho lleva a exponer en bloque la secuencia de la in-

ge
vestigación y, en los capítulos siguientes, a analizar en detalle cada uno
de los pasos que la integran enriqueciéndolos con abundantes ejemplos.
Las indicaciones de tipo técnico y formal para la elaboración del traba-

er
jo dan fin a este desarrollo. En cierta medida se ha tratado de que el
libro siga la secuencia de la investigación hasta su resultado final y sea
un ejemplo concreto de casi todas las ideas que expresa, con lo cual se

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intenta aumentar su carácter didáctico.
Si bien en algunas partes del libro se manifiestan diversas posibili-
dades de elaborar o utilizar un recurso técnico, en lo que se refiere a
ficha de contenido únicamente se presenta una manera de hacerla. ;Por

&
qué sólo una? Porque la organización que aquí se propone de los ele-
mentos de la ficha, facilita el conocimiento de su contenido y la ubica-
ción tanto en un fichero que responda a un esquema de trabajo como

lit
en un fichero de carácter general. Lo antes dicho no resta validez a
otros modelos d e fichas que se emplean en distintas disciplinas, ni
cierra la posibilidad de que cada investigador llegue a un modelo
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personal.
Un aspecto que este libro no trata es el de la ficha catalográfica y
la organización y catalogación del material de biblioteca. Se ha omitido
este tema porque su conocimiento no forma parte estricta del proceso
inuestigación-trabajoJna1; además de que no todas las bibliotecas siguen
F

el mismo sistema de catalogación y, por lo tanto, mencionar sólo uno


de ellos no brindaría mucha ayuda al investigador.
PD

En cambio se han incluido cuatro apéndices: dos de ellos para abun-


dar en ejemplos de ficha de contenido y modelos de bibliografía; uno
para ofrecer las abreviaturas de uso frecuente en la investigación y otro
para indicar algunos requisitos sobre la presentación y el formato del
texto.
ls

Por último, para no confundir al lector, se ha evitado entrecomillar


los ejemplos textuales en la sección NOTAS AL TEXTO; se han emplea-
oo

do las palabras inuestigador y autor para designar, respectivamente, a la


persona que está realizando una investigación y a la que escribió algu-
no de los textos utilizados para ejemplificar; y se han omitido las refe-
rencias bibliográficas en notas a pie de página en los capítulos 6 y 9,
sT

por lo cual se incluye una bibliografía especial de las obras citadas como
ejemplos.
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ge
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M
lndice de contenido

&
Prólogo
Introducción lit
Sp
Cap. 1. Qué es investigar
1.1 El quehacer científico y la investigación, 15. 1.2 La impor-
tancia del método, 16. 1.3 Tipos de investigación, 18.

Cap. 2. Pasos de la investigación


DF

2.1 Elección del tema, 22. 2.2 Acopio de bibliografía básica


sobre el tema, 22. 2.3 Elaboración de fichas bibliográficas y
hemcrográficas, 23. 2.4 Lectura rápida del material, 24. 2.5 De-
limitación del tema, 24. 2.6 Elaboración del esquema de traba-
jo, 25. 2.7 Ampliación del material sobre el tema ya delimitado,
sP

26. 2.8 Lectura minuciosa de la bibliografía, 2 6 . 2.9 Elabora-


ción de fichas de contenido, 26. 2.10 Organización de las fichas
de contenido y revisión del esquema, 27. 2.1 1 Organización de-
finitiva del fichero, 27. 2.12 Redacción del trabajo, 28.
ol

Cap. 3. Selección y delimitación del tema


o

3.1 Profundidad, 34. 3.2 Lxtensión, 35. 3.3 Lnunciación del


tema, 35.
sT

Cap. 4. Ficha bibliográfica y ficha hemerográfica


4.1 Ficha bibliográfica, 38. 4.2 Ficha hemerográfica, 56. 4.3
Otros tipos de fichas, 56.
Sy

Cap. 5 . Esquema
5.1 Qué es un esquema de trabajo, 71. 5.2. Preseritaciiii del es-
quema, 72.
12 ~ N D I C EDE CONTENIDO

Cap. 6. Ficha de contenido 77

e
6.1 Elementos de la ficha, 77. 6.2 Tipos de fichas de conteni-
do, 81. 6.3 Organización de las fichas de contenido, 87.

g
er
Cap. 7. Partes del trabajo 91
7.1 La introducción, 9 1. 7.2 El desarrollo, 93. 7.3 La conclu-
sión, 94.

M
Cap. 8. Citas
8.1 Citas textuales,98. 8.2 Citas deresumen, 100.

&
Cap. 9. Notas al texto 101
9.1 Notas de ampliación de texto, 103. 9.2 Notas de referen-
cia, 107.

Cap. 10. Apéndices

Cap. 1l. Bibliografía


l it 119
117
Sp
11.1 Requisitos formales, 119. 11.2 organización de la biblio-
grafía, 122. 11.3 Tipos de bibliografía, 122.

Cap. 12. índices 123


12.1 Índice general, 123. 12.2 Otros índices, 125.
F

APENDICE A. MODELOS DE FICHAS DE CONTENIDO


APENDICE B. MODELOS DE BIBLIOGRAFIAS
PD

Modelo 1,151. Modelo 2,153. Modelo 3,156. Modelo 4,157.


Modelo 5,160.
s

C.l Abreviaturas tradicionales de uso más frecuente, 166. C.2


Abreviaturas de países, ciudades, editoriales y colecciones, 175.
ol

C.3 Abreviaturas de títulos de algunas revistas y otras publica-


ciones especializadas, 176. C.4 Otras abreviaturas, 179.
To

D.1 Presentación, 181. D.2 Formato, 1&,l.

Bibliografía de obras citadas como ejemplo


Bibliografía consultada
s

Indice analítico
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ge
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Primera
parte

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Nociones
preliminares
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PD
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M
Qué es investigar

&
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Partiendo de una visión simplista y sin la pretensión de polemizar
Sp
sobre el tema, se puede decir que existen básicamente dos caminos o
maneras de aprehender la realidad: la razón y la intuición. Muchos auto-
res coinciden en señalar la preponderancia del razonamiento en el de-
sarrollo de la ciencia, y en cuanto a la creación o surgimiento de lo que
se podría llamar "obra de creación" -en el campo de la música, la
F

pintura, la poesía, etc.- el proceso intuitivo es el que prevalece. Sin


PD

embargo, esta distinción no es absoluta porque, como bien señala Ron-


chi en su discurso sobre Galileo y el telescopio, la intuición no siempre
está ausente en el quehacer científico, incluso es sumamente importante:

Estamos aquí frente a un fenómeno histórico y filosófico interesante en extre-


mo que ilustra el posible daño (para la actividad científica) que puede ser causado
s

por la lógica y la razón (esto es, por el uso exclusivo de ideas y métodos racionales
firmemente establecidos) mientras que la pura fe -a pesar de su irracionalidad-
l

puede producir los más fructíferos resu1tados.l


oo

Ahora bien, una vez hecha esta salvedad conviene establecer bre-
vemente lo que es el trabajo científico. Cuando un investigador se pro-
pone estudiar una porción de la realidad, debe descubrir y analizar con
sT

orden y coherencia los elementos que la constituyen; por lo tanto, hacer


ciencia significa obtener un conocimiento sistematizado, organizado, de una suma
Sy

* "Cornplexities, advances and rnisconccptions in the developrnent of the science of vision;


what is being discovered?". en Scientific change, Londres, 1963. Apud Paul K. Feyerabend. Contra
el metodo, Ariel, Barcelona, 1974, p. 161, n. 35.
16 P R I M E R A PARTE. NOCIONES P R E L I M I N A R E S

ge
de elementos que cumplen una&nción común. Y , en el surgimiento y desarro-
llo de cualquier ciencia o conocimiento, la investigación es una activi-
dad constante y primordial; es decir, "hacer ciencia" implica investigar.
En un sentido estricto, hacer una investigación científica es preten-

er
der llegar a la certeza o conciencia de un aspecto de la realidad con toda
la fidelidad posible: es el proceso mediante el cual se manejan cosas, conceptos
o símbolos con el propósito de obtener un conocimiento sistematizado. Lo anterior

M
se logra mediante diversos niveles en cuanto a la aprehensión de este
conocimiento; en una investigación no sólo se descubre, sino también se
amplía, se valora e interpreta, se integra o coordina, se explica o presenta; aun-
que este último nivel es el más simple y elemental conviene reconocerlo

&
porque en él se comienza a ser investigador. Por el contrario, tal vez
la etapa más difícil de alcanzar sea la de la valoración de los elementos.
Esta no tiene que ver con la verdad o la mentira en sentido ético, sino

lit
con la validez del análisis: juzgar la adecuación del método utilizado,
la sistematización de los procedimientos, la interpretación de los datos,
la coherencia de la presentación, etc. Por lo general una investigación,
aunque sea amplia y cuidadosa, no proporciona todos los elementos para
Sp
efectuar una valoración cabal, pues para ello sería necesario dominar
el todo al cual pertenece la parte que se está estudiando. Por otro lado,
es importante indicar que si se aborda nuevamente un problema, en-
tonces hay que buscar otros enfoques, emplear otros sujetos de análisis,
otros procedimientos, o bien, métodos más perfectos para que se pue-
F

dan verdaderamente brindar aportaciones valiosas.


PD

Una de las condiciones fundamentales que debe poseer el individuo


dedicado a la investigación y a la ciencia es una actitud rejlexiva frente
a todo lo que le rodea. El científico no es el poseedor de la verdad, sino
el buscador de la verdad; en este sentido, el investigador tiene que ejerci-
tar una crítica permanente, desarrollar una gran capacidad de cuestio-
namiento para buscar problemas donde nadie los ve. Sin embargo, no
ls

sólo en el campo de la ciencia, sino en todos los demás, la sociedad con-


temporánea adolece de una gran carencia de hombres que ejerciten el
oo

pensar reflexivo; la mayoría está acostumbrada a recibir soluciones he-


chas y aceptadas, reacciona, sin reflexionar, de acuerdo con los proce-
sos ya establecidos. De ahí que ia formación científica sea útil tanto para
aquel que va a ser científico como para todo ser humano que pretenda
sT

realizarse con plena conciencia de sus actos.


Sy

Tratar el tema del pensar reflexivo siempre lleva al problema de la


metodología, la cual podría considerarse como el conjunto de princi-
pios generales que sientan las bases de una teorización en torno a los
CAP. 1. QUE ES INVESTIGAR 17

ge
métodos que pueden aplicarse en una investigación. Como las distintas
disciplinas siguen una metodología de acuerdo con sus propios fines,
y profundizar en este tema exigiría un libro dedicado totalmente a él,
aquí sólo se hablará en forma breve del método y de los problemas que

er
su utilización plantea.
Podría entenderse como método el procedimiento concreto que se
emplea, de acuerdo con el objeto y con los fines de la investigación, para

M
organizar los pasos de ésta y propiciar resultados coherentes. Lo ante-
rior, además, ayuda a establecer conclusiones objetivas y permite no
sólo alcanzar adecuadamente el conocimiento de los hechos, sino tam-
bién generalizar y resolver problemas semejantes en el futuro.

&
Todo investigador principiante debe recordar que el uso de un mé-
todo no es algo arbitrario, y que su validez está en relación directa con
su adaptación al objeto al cual se aplica y al fin que se persigue. Por

lit
eso, aun cuando hay algunos métodos usados con más frecuencia, no
se puede hablar de la existencia de un número limitado, pues en algu-
nas ocasiones el objeto de estudio lleva a la creación de nuevos méto-
dos. A veces el investigador es más conocido por el método que creó
Sp
que por sus otras aportaciones intelectuales, ya que su innovación abrió
el camino para nuevas investiga~iones.~
Según Alejandra Moreno hay ciencias, como las sociales, en las
que para conocer nuestro proceso social es más importante cómo se
F

llegó a determinados resultados que los resultados mismos. "El conoci-


miento sobre cómo se alcanzan las interpretaciones es fundamental para
PD

saber si éstas son adecuadas o no."3 Por lo general, en los países econó-
micamente dependientes se ha tendido a repetir lo establecido o a "co-
piar" los modelos de los más desarrollados; poco se ha propiciado que
el investigador cree y transforme los instrumentos y los métodos con
que elabora sus propias obras. No se debe "sólo abastecer temas nue-
vos con formas tradicionale~."~
s

Por otra parte, hay trabajos, estudios, investigaciones, en cuyo tí-


ol

tulo está implícita la utilización de un método determinado, por lo tan-


to, el investigador deberá realmente aplicarlo paso a paso; es decir, el
o

Muchos hablan del método cartesiano, aunque no todos han leído a Descartes.
h l e j a n d r a Moreno Toscano. Charlas sobre técnicas de investigación documental, El Co-
legio de México, septiembre de 1973.
sT

Zb., Cf. además a Feyerabend, op. cit., quien, comentando sobre Lenin, sostiene la idea de
que el cambio, tanto en la ciencia como en la sociedad, sólo lo logran aquellos que son capaces
"de entender y aplicar no sólo una metodología en particular, sino cualquier metodología y varia-
ción de ella que se pueda imaginar" (p. 8), pues, por una parte, "visiones diferentes, tempera-
mentos y actitudes diferentes darán lugar a juicios y métodos de acercamiento diferentes" (p. 13)
Sy

y, por otra parte, "desarrollos tales como la revolución copérnica o el surgimiento del atomismo
en la antigüedad y en el pasado reciente (teoría cinética, teoría de la dispersión, estereoquímica,
teoría cuántica) o la emergencia gradual de la teoría ondulatoria de la luz ocurrieron bien porque
algunos pensadores decidieron no ligarse a ciertas reglas metodológicas 'obvias', bien porque las vio-
laron involunlariamente" (p. 15).
18 PRIMERA PARTE. NOCIONES PRELIMINARES

ge
título del trabajo debe ser congruente con el contenido y con el método
que lo configura. Dice Alejandra Moreno: "Por más que un libro lleve
el título de «historia económica)),si no utiliza los métodos de la historia
económica, no lo es. No se trata de declarar que una historia sea de tal

er
o cual tipo, sino que realmente lo sea." Además existen métodos que
no sólo proponen sus postulados teóricos, sino también su propia ter-
minología, la cual es parte esencial de los mismos. Por lo tanto, el in-

M
vestigador debe tener cuidado de no utilizar simplemente la terminolo-
gía sin seguir los contenidos y procedimientos implicados en ella.
También es preciso señalar que en las ocasiones en que se requiere em-
plear más de un método en un mismo trabajo, no se deben simplemen-

&
te yuxtaponer o combinar elementos aislados de diversas teorías o co-
rrientes de interpretación; porque el resultado de la investigación, si bien
presenta impresionante aspecto, resiste poco el juicio de la crítica.

lit
Sp
De acuerdo con las fuentes utilizadas para obtener datos, se puede
afirmar que existen por lo menos tres tipos de investigación: documental,
de campo y experimental. Parece, por las clases de materiales que se mane-
jan, que estas investigaciones son excluyentes. Sin embargo, con fre-
F

cuencia se complementan en la práctica y por ello profundizan más en


la problemática que abordan.
PD

Como su nombre lo indica, la investigación documental depende


fundamentalmente de la información que se recoge o consulta en docu-
mentos, entendiéndose este término, en sentido amplio, como todo ma-
terial de índole permanente, es decir, al que se puede acudir como fuente
o referencia en cualquier momento o lugar, sin que se altere su natura-
s

leza o sentido, para que aporte información o rinda cuentas de una rea-
lidad o acontecimiento.
ol

Las fuentes documentales pueden ser, entre otras: documentos es-


critos, como libros, periódicos, revistas, actas notariales, tratados, en-
cuestas y conferencias escritas; documentos filmicos, como películas, dia-
o

positivas, filminas; documentos grabados, como discos, cintas y casetes.


La investigación de campo es aquella en que el mismo objeto de
sT

estudio sirve como fuente de información para el investigador. Consis-


te en la observación, directa y en vivo, de cosas, comportamiento de
personas, circunstancias en que ocurren ciertos hechos; por ese motivo
Sy

la naturaleza de las fuentes determina la manera de obtener los datos.


Las técnicas usualmente utilizadas en el trabajo de campo para el
acopio de material son: la encuesta, la entrevista, la grabación, la fil-
mación, la fotografía, etc.; de acuerdo con el tipo de trabajo que se esté
CAP. 1. QUE ES INVESTIGAR 19

ge
realizando, puede emplearse una de estas técnicas o varias al mismo
tiempo.
Finalmente, la investigación experimental es la que se basa en la

er
observación de fenómenos provocados mediante la deliberada combi-
nación de ciertos elementos en circunstancias muy particulares. Los datos
que se obtienen en un momento y lugar dados representan situaciones
casi siempre efímeras, irrepetibles, cuyos resultados sólo tendrán vali-

M
dez en la medida en que el fenómeno pueda nuevamente instrumentar-
se para que produzca resultados similares o iguales.

&
lit
Sp
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Sy
ge
er
Pasos de la

M
investigacion

&
lit
La necesidad de realizar una investigación surge de un interés, in-
quietud o preocupación con respecto a un problema. Conviene enton-
Sp
ces desde el principio definir éste, valorando, por un lado, su impor-
tancia dentro de un contexto específico y, por el otro, tomando en
consideración los diversos aspectos que lo forman o conforman signifi-
cativamente. Esto permitirá medir sus verdaderas dimensiones y exa-
minar los instrumentos de trabajo disponibles para poder establecer, tarn-
F

bién desde el principio, los fines u objetivos que será posible lograr.
Una vez decidida la conveniencia de ahondar en la naturaleza de
PD

un problema mediante la investigación, lo primero que es aconsejable


hacer es determinar la extensión aproximada que piensa dársele al tra-
bajo y, en relación directa con ésta, el tiempo que habrá de requerir
su elaboración total. Para ello será preciso calcular el tiempo que podrá
asignarse a cada uno de los pasos fundamentales de dicha investigación.
ls

Es decir: previendo el tiempo que tomará recabar una bibliografía com-


pleta, realizar las lecturas necesarias, recopilar y organizar los datos,
estudiarlos y redactar el trabajo final -pasando por varias etapas in-
oo

termedias, que a continuación se explican-, el investigador podrá ce-


ñirse más a un plan de trabajo concreto y, en la práctica, ahorrar tiem-
po y esfuerzo (aunque esto a veces no se aprecie al comienzo).
Puede afirmarse, pues, que el plan de trabajo consiste justamente
sT

en precisar cada uno de los asuntos antes mencionados, a fin de cono-


cer las limitaciones circunstanciales que de antemano existen y las ver-
daderas perspectivas del trabajo. A continuación se enumeran y descri-
Sy

ben brevemente los pasos que suelen darse durante una investigación
completa; su cumplimiento imprime rigor profesional y ritmo propio
a la misma.
ge
En términos generales puede afirmarse que cuantos más conocimien-
tos se tengan sobre un campo de estudio, más fácil será reconocer las

er
áreas del problema que requieren de una investigación. En este senti-
do, quizá la primera pregunta que puede y debe hacerse el investiga-
dor, o las personas que lo asesoren en su trabajo, es: icuál es el proble-
ma que necesita ser investigado?; y en seguida: iayuda esta investigación

M
a ampliar los conocimientos existentes en este campo?'
Al elegir un tema es importante sentirse realmente motivado por
él; asimismo, procurar que no decaiga el interés, sobre todo si se toma

&
en cuenta que la naturaleza misma de algunas investigaciones exige cierto
tiempo para reunir los datos necesarios y estudiarlos cuidadosamente
antes de utilizarlos en el trabajo que se elabora. Para ello, lógicamente
tiene que haber un fácil acceso a las fuentes de información necesarias

la investigación.
l it
y la certeza de que se domina un método conveniente a la índole de

Para resumir este punto podría decirse que no basta la vocación o


Sp
el placer que la elección de un tema despierta en el investigador; es pre-
ciso, además, abordar eficientemente el tema a través de los medios
idóneos.
F

2.2 ACOPIO DE BIBLIOGRAFÍA BÁSICA


SOBRE EL TEMA
PD

Este paso es importante porque el investigador aún no ha precisado


los límites de su tema. Por lo tanto hay que reunir, antes que nada,
todo el material publicado o inédito sobre el mismo, ya se trate de ar-
tículos, estudios críticos, monografias, ensayos, documentos de archivo,
libros, tesis, etc. Conocer estos materiales es indispensable para la bue-
ls

na marcha de la investigación, pues sabiendo qué datos o ideas se han


expuesto anteriormente sobre el tema, la manera en que han sido for-
oo

mulados y lo que han contribuido al esclarecimiento del problema, po-


drá el investigador partir de bases sólidas para perfeccionar su propio
pensamiento y, además, evitar la repetición de ideas.
Es cierto, en el caso de estudiantes preparatorianos y universitarios,
sT

que el profesor suele ser el primer guía y asesor de la investigación; gracias


a él se obtienen los primeros conocimientos sobre muchos aspectos del
tema y se conoce la bibliografía inicial correspondiente. Sin embargo,
"es indispensable que el alumno se independice cuanto antes y cada
Sy

vez más de su magisterio en aquellos aspectos básicamente instrumen-


' Jonathan Anderson, Berry H. Durston y Millicent Poole. Rcdncción dc icsis y trabajos escola-
res, tr. del inglés por Andrés Ma. Mateo, pról. de Zelman Cowen, Diana, hléxico, 1972, p. 32.
e
tales de la vida intelectual a ~ t i v a " .En
~ este sentido es importante que
desde el comienzo de la investigación el estudiante cuente con una bi-

rg
bliografía completa sobre el tema, que le permita calcular el tiempo y
el esfuerzo necesarios para asimilar la información más valiosa. Para
ello deberá entrenarse en el manejo de catálogos por tema y por autor,
tanto en bibliotecas como en hemerotecas; sin olvidar que también las

Me
librerías son útiles en el caso de libros muy recientes que aún no han
sido adquiridos por aquéllas.
En una investigación no sólo importan los libros, sino también los
artículos, estudios críticos, ensayos, etc., que suelen aparecer en perió-
dicos, en suplementos culturales y, sobre todo, en revistas especializa-

&
das. A menudo, parte de una investigación importante se incluye a ma-
nera de fragmento en este tipo de publicaciones y después aparece como
capítulo, en ocasiones corregido y aumentado, de un libro.
Es pertinente citar aquí algunas observaciones de Zubizarreta en
lit
cuanto a los criterios de utilización de las fuentes bibliográficas, sobre
todo en lo que se refiere a la bibliografía crítica: si acaso hay uno o va-
rios autores de trabajos críticos que todos los investigadores coinciden
Sp
en citar constantemente en sus trabajos, como base fundamental de sus
exposiciones o como punto de partida para una nueva investigación,
la lectura de aquellos autores se hace indispensable; "debido al avance
científico, una obra moderna suele ser más completa [. ..] que una anti-
gua", por la evidente amplitud de su contenido, un libro suele ser más
F

útil que un artículo de pocas páginas sobre el mismo tema, aunque hay
excepciones; por razones obvias, un artículo de revista especializada re-
PD

sulta más importante que uno de revista no especializada o de mera di-


vulgación y, por supuesto, muchísimo más que uno publicado en un
periódico; por último, "el tratamiento directo del tema será siempre
más rico y aprovechable que el tratamiento indirecto aparecido en un
libro dedicado a otros asunto^".^
ls

Cabe señalar, finalmente, que este paso del acopio básico de los ma-
teriales incluye tanto el que se recoge en bibliotecas, hemerotecas y ar-
chivos, como el que resulta del trabajo de campo o de la experimenta-
oo

ción en el laboratorio.
sT

Una vez que el investigador tiene noticia de los datos básicos de un


libro o artículo publicado, debe registrarlos ordenadamente en fichas
Sy

Armando F. Zubizarreta G . La aventura del trabaje intelectual, Fondo Educativo Interameri-


cano, Panamá, 1969, p. 90.
Ibid., p. 95.
24 PRIMERA PARTE. NOCIONES PRELIMINARES

ge
bibliográficas o hemerográficas, según sea el caso. Esto se hace con el
propósito de tener a mano dichos datos y poder localizar rápidamente
los materiales en el momento oportuno. No importa que el libro o ar-
tículo aún no se conozca; basta con tener un indicio -como puede serlo

er
el título del texto, el prestigio de su autor o alguna otra referencia-
de que dicho material pueda resultar útil a la investigación que se rea-
lizará.

M
Para conocer el procedimiento mediante el cual se elaboran estas
fichas, véase FICHA BIBLIOGRÁFICA y FICHA HEMEROGRÁFICA.

2.4 LECTURA RÁPIDA DEL MATERIAL

&
Después de escoger una bibliografía básica conviene hacer una pri-
mera lectura, de orden exploratorio, de los textos más importantes. Lo
que se busca con esto es reconcocer el terreno, ubicar las principales
lit
ideas y pesar, a grandes rasgos, la calidad del material con que se cuen-
ta. Para que esta primera lectura resulte provechosa se debe "ajustar
la rapidez de la lectura al propósito de ésta, a la naturaleza del texto,
Sp
y a las dificultades especiales que éste puede ~ f r e c e r " .Al
~ principio hay
que leer todo el texto, pero con la experiencia se aprende a detenerse
en las partes precisas que más interesan (índices, introduccción, prólo-
go, conclusiones, párrafos específicos). No es conveniente subrayar ideas,
aunque parezcan importantes, en esta primera lectura, porque pueden
DF

reaparecer más adelante en el texto expresadas con mayor claridad e,


incluso, más argumentadas y con una ejemplificación.
sP

Una vez realizada la primera lectura de los materiales es más senci-


llo proceder a la delimitación del tema central o unificador que recorre
todo el trabajo, ya que se pueden medir, en sus verdaderas dimensio-
nes y alcances, los aspectos que lo forman y, por supuesto, su compleji-
ol

dad real. Es preferible escoger un solo aspecto del problema investiga-


do y estudiarlo a fondo que intentar cubrir un área demasiado extensa
y no poder centrarse en ningún aspecto concreto por falta de tiempo
o

o de una suficiente experiencia profesional.


El tema central, que a su vez puede contener otros aspectos o temas
sT

conexos, debe ser preciso para que la atención del investigador pueda
realmente enfocarse en él, "sin distraerse en otros temas o relaciones
secundarias; de lo contrario, apartándose cada vez más de sus objetivos
Sy

fundamentales, incurrirá en una peligrosa dispersión. Asimismo, es in-

Ario Garza Mercado. M a n w l de técnicas de inuestigación, El Colegio de México, 1974, 4a.


reimpr. de la 2a. ed. corr. y aum. de 1970, p. 102.
CAP. 2. PASOS DE LA INVESTIGACIÓN 25

ge
dispensable evitar los temas que se encuentran en las fronteras de dos
o más ciencias, porque, aunque son verdaderamente sugestivos, su es-
tudio requiere [un] conocimiento de diversos campos", como lo hace
notar Zubizarreta. Además, si se pretende que la investigación sea poco

er
extensa, también el tema debe ser de extensión limitada, por más que
todo tema esté naturalmente ligado a otros y no se le pueda estudiar
aislado. Por eso es preferible escoger desde el principio un tema "pe-

M
queño y de estructura interior sencilla", pues ello permitirá que el in-
vestigador recorra "las nociones conexas, indispensables para su mejor
comprensión' ' .

&
2.6 E L A B O R A C I ~ N
DEL ESQUEMA DE TRABAJO

lit
El esquema o bosquejo de las partes del trabajo y de su organiza-
ción interna es, según Garza Mercado, "un registro visual que repre-
senta el esqueleto del escrito con que concluye el proceso de la investi-
Sp
gación". Para este autor los objetivos de un esquema de trabajo son,
pues, los siguientes:

1. Identificar, en forma gráfica, y analítica, las partes principales y subor-


dinadas del problema, su importancia relativa, y las relaciones entre ellas.
DF

2. Detectar defectos de relación, proporción, omisión, exceso o unidad [ . . . l .


3. Facilitar el inventario de la información recolectada.
4. Orientar la recopilación de la información faltante.
5. Facilitar la clasificación y codificación del material recopilado.
6. Establecer la organización, encabezamientos y secuencias probables del
P

escrito final, como guía para la redacción [ . . . l .


7. Suministrar los elementos necesarios para formular la tabla de conteni-
do vlo el índice del e ~ t u d i o . ~
ls

El primer esquema que prepara el investigador sirve fundamental-


mente para el acopio de información. Suele irse modificando a medida
oo

que avanza la investigación y se recopilan otros datos, "hasta que, he-


cha la clasificación de éstos, se convierte en el esquema para la redac-
ción del escrito final", como lo señala Garza Mercado.
Por último, podría afirmarse que en realidad "el esquema debe ser
sT

tan simple como lo permitan: la sencillez o complejidad del problema;


la profundidad y la extensión del trabajo; la homogeneidad o heteroge-
neidad de la información necesaria; y la cantidad de información dis-
ponible en el momento de la p r e p a r a ~ i ó n "del
~ mismo (v. ESQUEMA).
Sy

Zubizarreta. Op. c i f . , pp. 85-86.


Garza Mercado. Op. cit., pp. 26-27
' Ibid., p. 2 7 .
ge
2.7 A M P L I A C I ~ NDEL MATERIAL
SOBRE EL TEMA YA DELIMITADO
Teniendo en mente las dimensiones precisas del tema se puede in-

er
dagar más a fondo en sus aspectos formativos. En este sentido, la bi-
bliografía nueva que se reúna a partir de la delimitación del tema será
específicamente encauzada hacia su desciframiento e interpretación. Por

M
eso es importante hacer un esfuerzo especial por buscar la información
en las fuentes que estén ligadas directamente con el tema y no ya con
su contexto general, como ocurría al principio de la investigación.
Por supuesto, al encontrar nuevos libros, artículos, ensayos, etc.,

&
habrá que ficharlos bibliográficamente, para después poder ubicar este
material con rapidez y, asimismo, elaborar posteriormente la bibliogrda
total que acompañará al trabajo final.

2.8 LECTURA MINUCIOSA


lit
DE LA BIBLIOGRAF~A
Sp
La lectura crítica implica reflexión e interpretación, y su resultado
es esencial, ya que son las ideas más importantes de esta lectura las que
pasan a las fichas de contenido.
Cuando se trata de un libro de nuestra propiedad es conveniente
F

ir destacando las ideas principales de las secundarias y de aquellas que


no sirven para los fines de la investigación. Esto puede hacerse a medi-
PD

da que se lee, empleando diversas señales -subrayado (usando, quizá,


varios colores), llave marginal, corchetes, flechas, etc.- para llamar
la atención sobre dichas ideas. Con estas ideas señaladas el investiga-
dor elaborará las fichas de contenido, una vez concluida la lectura críti-
ca de una unidad temática (capítulo, sección, parte). El conjunto de es-
ls

tas fichas habrá de constituir, de hecho, un resumen de dicha unidad,


por lo cual su manejo posterior facilitará el estudio y agilizará la inves-
tigación.
oo

2.9 E L A B O R A C I ~ N
sT

DE FICHAS DE CONTENIDO
La ficha de contenido permite un fácil manejo de datos e ideas, tanto
ajenos como propios. Transcribir en ellas la información más impor-
Sy

tante encontrada en la lectura crítica es conservar organizada dicha in-


formación; asimismo, redactar en ellas las reflexiones, los comentarios
o el análisis personal del investigador con respecto a una idea, es la ma-
nera de imprimirle posteriormente un orden y una coherencia interna
CAP. 2. PASOS DE L A INVESTIGACION 27

e
al pensamiento propio. Si ambos procedimientos se combinan forman-
do fichas mixtas (o sea, alternando la idea ajena citada o resumida con

rg
el comentario personal), se está más cerca aún de la elaboración del tra-
bajo final (v. FICHAS DE CONTENIDO).
En relación con lo anterior, acierta Asti Vera cuando señala que "sin
exagerar su importancia ni disminuir sus inconvenientes, hay que ad-

Me
mitir la utilidad de las fichas: facilitan la sistematización bibliográfica,
la ordenación de las ideas y el trabajo de síntesis", todo lo cual conduce
directamente, como ya se ha dicho, a la elaboración de un primer bo-
rrador del trabajo final. Esto es así porque "una de las innegables ven-
tajas de ias fichas es la economía de trabajo intelectual y

&
lit
Cuando termina la recolección de los datos e ideas ajenas es porque
la bibliografía crítica y demás fuentes ya han sido agotadas hasta el má-
ximo de sus posibilidades concretas y, como dice Zubizarreta, "más allá
Sp
de un mínimo indispensable para la validez científica del trabajo". Pero
lo cierto es que: "El trabajo empírico de la recolección no sólo va com-
probando la hipótesis [propuesta por el investigador], sino que, ade-
más, la precisa, matiza y enriquece"; es posible que, incluso, la trans-
forme. En este último caso sería necesario asimilar los datos renovadores
F

de una nueva visión de conjunto, revisar el plan de trabajo inicial y el


primer esquema, abocarse de inmediato a la interpretación de estos da-
PD

tos y elaborar, si es necesario, un nuevo esquema. A partir de él tal


vez habrá que reorganizar, suprimir o adquirir nuevo material.
La organización de las fichas de contenido depende del método de
trabajo que se vaya a emplear en la investigación y también de los inte-
reses personales del investigador. Pero siempre tendrá por objeto la va-
ls

loración del material recopilado, la localización de posibles lagunas u


omisiones, la detección de excesos en las ideas transcritas y, por últi-
mo, la posibilidad de revisar el esquema de trabajo con el fin de impri-
oo

mirle mayor coherencia y uniformidad antes de iniciar la redacción del


borrador.
sT

2.11 O R G A N I Z A C I ~ N
DEFINITIVA DEL FICHERO
Con el material que se tiene se organiza el fichero para saber si fal-
Sy

tan datos esenciales. Esta organización se hace de acuerdo con el últi-

Armando Asti Vera. Metodología de la inuestigación, Kapelusz, Buenos Aires, 1968, pp.
122-124.
28 P R I M E R A PARTE. NOCIONES P R E L I M I N A R E S

ge
mo esquema de trabajo que se tenga (v. ORGANIZACIÓN D E FICHAS
DE CONTENIDO). Totalmente organizado el fichero, se pueden nume-
rar con lápiz las fichas para evitar las dificultades de reorganización cuan-
do por alguna causa se altere la secuencia establecida.

er
M
Para concluir, la última etapa del proceso de investigación consiste
en comunicar los resultados de la misma mediante un texto escrito. De
esta manera las ideas que el investigador aporta adquieren un carácter
permanente y pueden ser consultadas por otros estudiosos.

&
El texto será capaz de trasmitir esos resultados sólo si es coherente,
claro, minucioso, sustentado con suficientes argumentos y ejemplos. La
forma precisa y particular que exige cada disciplina o campo del saber

lit
para la presentación escrita del desarrollo y conclusión de sus respecti-
vas investigaciones, no invalida el conocimiento y empleo de algunos
requisitos formales aplicables a cualquier escrito producto de una in-
Sp
vestigación.

2.12.1 Borrador
Redactar el borrador del trabajo constituye, como lo señala Garza
F

Mercado, "la primera exposición organizada de los hechos e ideas que


presentará el escrito definitivo. Dependiendo de la complejidad del asun-
PD

to, así como de la habilidad y experiencia del redactor, es posible que


se imponga la necesidad de elaborar dos o más borradores, antes de
que tome forma el escrito finalvg (v. PARTES DEL TRABAJO, CITAS y
NOTAS AL TEXTO).
Tanto la introducción del trabajo como el índice se preparan al fi-
ls

nal, una vez redactado el cuerpo de aquél. La razón es obvia: no se


puede introducir al lector en algo que aún no existe o que no ha sido
terminado; asimismo, sólo se pueden ordenar las partes o capítulos de
oo

un trabajo asignándoles una secuencia numérica a sus páginas, una vez


que dicho trabajo esté completo. En este momento se debe precisar en
forma definitiva el título del trabajo, cuidando que recoja verídicamente
el contenido del mismo.
sT

Conviene dejar descansar el trabajo, más bien el borrador del mis-


mo, durante cierto tiempo, ya que después habrá que leerlo con ojos
críticos, escudriñando su organización y consistencia, las citas y notas,
la redacción en todos sus aspectos y el formato. Esto se podrá hacer con
Sy

mayor objetividad en la medida en que sea posible revisar fríamente


dicho borrador, sin ataduras emocionales.
Garza Mercado. Op. cit., p. 120.
e
2.12.2 Redacción final

g
Una vez revisado el borrador del trabajo en los aspectos antes men-
cionados, se procede a la redacción final del mismo. Esta, como ya se

er
sabe, debe cumplir un objetivo fundamental: comunicar, con la mayor
claridad y coherencia posibles, los resultados, descubrimientos, com-
probaciones o reflexiones logrados a través de todo el proceso de la in-

M
vestigación. Cada paso de la misma, como se ha visto, propicia y per-
mite un feliz término.

&
l it
Sp
F
PD
ls
oo
sT
Sy
ge
er
Segunda
parte

M
&
Proceso
de lit
la investigación
Sp
F
PD
s
o ol
sT
Sy
ge
Selección y

er
delimitación

M
del tema

&
lit
Elegir un tema de investigación es una empresa que requiere pre-
paración y práctica, por ello es tan común que en los primeros cursos
de enseñanza universitaria sean los maestros quienes proporcionen a
Sp
los estudiantes los temas para realizar sus investigaciones.
Un tema no brota por inspiración natural, sino que es producto del
estudio y de las observaciones sistemáticas en un campo del saber.
Los investigadores se van forjando poco a poco; a medida que aumen-
tan las prácticas de conocimiento, aumentan también los intereses, las
F

dudas y, por tanto, la necesidad de responderlas. Estas dudas podrán


convertirse en temas de investigación con diversos niveles de complica-
PD

ción y profundidad.
Es necesario que el estudioso esté familiarizado con su tema y desa-
rrolle un verdadero interés por él para que pueda realizar con entusias-
mo el arduo trabajo que supone toda investigación, por sencilla que pueda
parecer, así se trate de un trabajo escolar, de la realización de una tesis
ls

de grado o de una investigación voluntaria. En todos los casos conviene


que el investigador delimite su tema porque correrá menos el riesgo de
perderse en el trayecto, asimismo, aprovechará mejor todos los esfuer-
oo

zos encaminados a un fin preciso.


Todo tema es interesante y ofrece un sinfín de posibilidades de es-
tudio, lo importante es que el investigador tenga claro el objeto de su
búsqueda y que sea capaz de manifestarlo así a quienes van a benefi-
sT

ciarse con su esfuerzo. Esto implica tener un conocimiento previo del


material informativo sobre el posible tema, para evitar trabajos repeti-
dos o "descubrir el Mediterráneo". Se buscará, también, que la inves-
Sy

tigación aporte algo nuevo.


El tipo de tratamiento del tema será variable, lo que importa es ele-
gir el que más se adecue al objeto de estudio, de forma tal que el desa-
34 SEGUNDA PARTE. PROCESO DE LA INVESTIGACIÓN

ge
rrollo no resulte superficial, sino que fundamente las afirmaciones y su-
puestos.
Para llegar a la enunciación de un tema es necesaria toda una labor
de delimitación tanto en profundidad como en extensión.

er
3.1 PROFUNDIDAD

M
El ideal de investigación presupone que a partir de una hipótesis
se desarrolla un trabajo con el fin de aportar una conclusión útil y ori-
ginal que implica varios niveles de profundización:
- Un primer nivel, que podría llamarse de inventario de informa-

&
ción, tendría por objeto la compilación de datos útiles para continuar
ampliando el conocimiento sobre ese material. Es necesario que el in-
vestigador esté seguro de que ese trabajo no haya sido hecho y de que

lit
verdaderamente será útil. En todos los casos se logra un inventario de
información que queda a nivel enunciatiuo.
- Avanzando en profundidad, el investigador hace un análisis de
Sp
cada uno de los elementos enunciados en la primera fase del trabajo,
para proporcionar un informe objetivo de las características de los ele-
mentos localizados y de todo su entorno.
- A partir del conocimiento que ha logrado el estudioso de un tema
en los estadios anteriores, puede ya realizar una interpretación fundamen-
F

tada que le permita llegar a conclusiones que representen una aporta-


ción más completa para el campo de estudio al que pertenece el tema
PD

elegido.
Ejemplificación' de los niveles de profundización con un tema de
sociologia:
Tema: Situación actual del Estado en América Latina (década de los 80).
ler. nivel: Establecer el cuadro político de la región (democracias y dictaduras).
s

20. nivel: Análisis de los factores que componen el cuadro político a partir de
los factores fundamentales (Estado y fuerzas políticas).
l

3er. nivel: Con base en una teoría, interpretar esa realidad y prever el compor-
oo

tamiento del Estado y de las fuerzas políticas.

El ideal seria que cualquier investigación lograra todos los niveles


mencionados, pero existen limitantes que lo impiden:
- Una limitante es la capacidad del investigador; ésta sólo se desa-
sT

rrolla con la experiencia obtenida en la elaboración del trabajo, así que


al inicio es preferible que se proponga metas sencillas y que, a medida
que aumenta su adiestramiento, vaya aumentando también la profun-
Sy

dización de sus búsquedas. Un investigador profesional seguramente


logrará aportaciones valiosas que contribuyan al avance cultural.

' Ejemplo proporcionado por la maestra Clara Inés Charry.


CAP. 3. SELECCIÓN Y DELIMITACIÓN DELTEMA 35

ge
- Otro obstáculo para la profundidad de la investigación es el tiempo
disponible para su realización; una investigación hecha en seis meses
no tiene los mismos alcances que otra a la que se le han dedicado, por
ejemplo, dos años.

er
- Las dificultades que se presenten en la adquisición o en la inter-
pretación del material informativo, también limitan los avances de la
investigación.

M
Lo que importa es que, a partir de las circunstancias particulares
del caso, el investigador, consciente de las limitaciones, elija el nivel
en el que realizará su trabajo, de modo que cumpla con sus objetivos
en el tiempo de que dispone para realizarlo.

&
lit
Otra delimitación importante para lograr la elección del tema se re-
fiere a la extensión. Lo primero es tener claro el campo en el que se
realizará la investigación: sociología, ecología, lingüística, etc. Una
vez establecido el campo, se precisará el objeto de estudio, teniendo cui-
Sp
dado de ubicarlo en un lugar y en un tiempo. Por ejemplo, si se va a
realizar un estudio sobre el desequilibrio ecológico se precisará: El de-
sequilibrio ecológico que se está produciendo en la Ciudad de México
por el uso indiscriminado de insecticidas en los últimos 10 años,
1979-1989.
F

Las limitantes que se señalaron en la elección del nivel de profundi-


PD

dad también deben tomarse en cuenta para la extensión, es decir: la


capacidad del investigador, el tiempo disponible para el trabajo y lo ac-
cesible del material informativo.
ls

Conviene enunciar el tema de investigación desde el inicio, porque


al tener claro el objeto de trabajo se puede caminar más seguro durante
el trayecto. La elección del tema es el primer paso firme que se debe
oo

dar para garantizar éxito en el trabajo. Con el fin de lograr la enuncia-


ción clara del tema es útil tomar en cuenta los aspectos antes señalados,
referidos tanto a la profundidad como a la extensión.
sT

En seguida se ejemplificará la enunciación de unos temas de inves-


tigación, tomando en cuenta lo aquí presentado:

Si para investigar a alguien eligiera el campo de la literatura, lo primero sería de-


Sy

finir el género al cual se abocaría; supóngase que se decide trabajar sobre el cuento.
El tema "el cuento" sería muy amplio, de ahí la conveniencia de la ubicación
en un tiempo y lugar del objeto de trabajo: podría pensarse en el cuento contempo-
ráneo en Latinoamérica.
36 SEGUNDA PARTE. PROCESO D E L A INVESTIGACIÓN

ge
Es necesario tener presente, también, el tiempo disponible para realizar la in-
vestigación, así como el material bibliográfico y hemerográfico accesible.
Si la investigación sobre el cuento contemporáneo en Latinoamérica debe rea-
lizarse en poco tiempo y el material disponible es mucho, conviene escoger a dos
cuentistas representativos y seleccionar un par de cuentos de cada uno. Podría pre-

er
ferirse a Horacio Ouiroga y a Jorge Luis Borges; en particular sus cuentos? "El al-
mohadón de plumas" y "La gallina degollada", del primero; y "Las ruinas circulares"
y "El inmortal", del segundo.
Por último, es necesario definir el nivel en el que se realizará la investigación,

M
es decir, el investigador debe estar consciente de si en el trabajo sólo señalará los
elementos integrantes de los cuentos, dará una explicación sobre el contenido o
tratará de probar una hipótesis o supuesto antes formulado. Después de revisar el
material seleccionado y de seguir los pasos antes mencionados, el investigador ha

&
concluido la delimitación de su tema, el cual podría enunciarse así: Elementos fan-
tásticos de los cuentos: "El almohadón de plumas" y "'La gallina degollada", de
Horacio Quiroga, y "Las ruinas circulares" y "El inmortal", de Jorge Luis Borges.

lit
El ejemplo2 siguiente presenta en forma más esquemática todos los
aspectos señalados en el anterior:
Sp
Campo: Inversión en la industria química.
Primera precisión del tema: Aplicaciones de las resinas sintéticas importadas
a México en el año 1964.
lnforrnacibn base disponible: Textos de química orgánica. experimentación en
el laboratorio, tecnología adquirida, disponibilidad financiera.
Segunda precisión del tema: Necesidad de fabricar en México las resinas de
F

estireno-butadieno para su uso en la elaboración de suelas para calzado.


Nivel de profundidad:
PD

- Recopilación de la información técnica íenunciativo).


- Análisis para determinar factibilidad de fabricación en México y monto de
la inversión (analítico).
- Evaluación técnica y económica íinterpretativo).

Enunciado definitivo del tema: Evaluación de la costeabilidad de la inversión


ls

en una fábrica elaboradora de resinas de estireno-butadieno.

En conclusión, la delimitación precisa del tema permite al investi-


oo

gador una mejor inversión de tiempo y un mayor aprovechamiento del


trabajo, ya que desde el principio de su investigación sabe claramente
dónde comienza su tema y hasta dónde se extiende; esto evita a la vez,
investigaciones superficiales e incompletas.
sT
Sy

Ejemplo proporcionado por el ingeniero químico Jorge Herrera Velasco.


r ge
Ficha bibliográfica

Me
ficha hemerográfica

&
Los datos de cada libro y de cada publicación periódica que se utili-
lit
zan para estudiar o para realizar un trabajo de investigación, deben re-
cogerse en una tarjeta -generalmente de 7.5 por 12 cm- que recibe
el nombre deficha bibliográfica si se refiere al primer tipo de material
Sp
informativo yficha hemerográfica si se refiere al segundo.
Estas fichas sirven para: 1. Localizar con facilidad la obra que iden-
tifican; 2. Hacer las notas al texto en la etapa de redacción de un traba-
jo; 3. Elaborar la bibliografía de un trabajo; 4. Integrar un fichero con
los datos de todo el material informativo que el investigador conoce.
DF

La manera de presentar y ordenar los datos en estas fichas es muy


variada; hay tantas como libros de técnicas de investigación. Lo impor-
tante es que el investigador seleccione una y la aplique consistentemente.
El formato de las fichas es el siguiente:
P

- Se deja un margen de 1 cm de los lados izquierdo, superior y


derecho de la tarjeta.
- En la parte superior izquierda se puede anotar la abreviatura del
ls

nombre del autor y, después de punto, la abreviatura o siglas del título.


- En la parte superior derecha se apunta e! tema al cual se consi-
dera corresponde el libro o el artículo, para facilitar su clasificación.
oo

- Después se registran los datos tomados del material informati-


vo, los cuales forman el cuerpo de la ficha. Estos datos se presentan uno
tras otro separados por comas (excepto autor y título que se separan
con punto y seguido), y sólo al terminar una línea se pasa al siguiente
sT

renglón. La primera línea del cuerpo de la ficha respeta el margen iz-


quierdo; las siguientes se sangran tres o cinco espacios para que desta-
que el apellido del. autor, y se escriben a renglón seguido.
Sy

- En la parte inferior izquierda se escribe el lugar donde se en-


cuentra el libro o la publicación periódica -aun si es en la biblioteca
personal- y su clasificación, para poder localizarlo con facilidad.
38 SEGUNDA PARTE. PROCESO DE L A INVESTIGACIÓN

ge
- Al reverso de la ficha se puede anotar un comentario general so-
bre el texto al que se hace referencia. Si los datos de la publicación no
caben en el anverso de la tarjeta, se utiliza el reverso para completarlos
(v. modelo 9).

er
M
Ficha bibliográfica es la tarjeta donde se registran los datos de un
libro. Se podría pensar que todos los libros proporcionan los mismos
datos y, por lo tanto, sólo hay un modelo de este tipo de ficha; pero

&
no es así.
La ficha bibliográfica se compone, básicamente, con los elementos
que aparecen a continuación, los cuales se presentan en la secuencia
siguiente:
l it
- Autor. Empieza con el o los apellidos y, después de coma, con-
Sp
tinúa con el o los nombres.
- Título y subtítulo. Subrayados y escritos con minúscula, salvo
la inicial de la primera palabra y de los nombres propios.
- Edición. La palabra se abrevia ed. Este dato se proporciona a
partir de la segunda edición; y si ésta es corregida y10 aumentada se
F

le añaden las abreviaturas correspondientes: corr. y aum.(v. modelo 4).


- Editorial. Lo usual es que se escriba el nombre de la misma sin
PD

antecederlo de la abreviatura Ed. Cuando el nombre de la editorial es


muy largo se ponen las siglas (v. modelo 4). Si este dato no aparece
se indica: s. Ed.; y si se proporciona el nombre de la imprenta, a ella
se le da el crédito (v. modelo 3). Por lo general, en el libro se indica
qué editorial lo publicó por primera vez. Si se considera necesario este
ls

dato, se puede colocar entre paréntesis después de la editorial (v. mo-


delo 2).
- Lugar. O sea, la ciudad donde se hizo la edición. Si el nombre
oo

del lugar puede confundirse con otro, se añade el nombre del país (v.
modelo 6). Cuando este dato no aparece se indica con la abreviatura
s.1. Este dato puede colocarse antes de la editorial; en tal caso, todas
las fichas deberán llevarlo en ese lugar (v. modelo 2).
sT

- Fecha. Es el año al que corresponde la edición. Si no aparece,


se sustituye con la abreviatura s.f. Para darle más relevancia, este dato
se puede colocar debajo del apellido del autor (v. modelo 2), junto a
él (v. modelo 14) o entre autor y título (v. modelo 15).
Sy

- Número de páginas. Este dato va seguido de la abreviatura pp.


(v. modelo 1). Cuando el libro contiene un estudio que lleva numera-
ción romana se escribe primero la cantidad de páginas en números ro-
CAP.4. FICHAS BIBLIOGRAFICAYHEMEROGRAFICA 39

ge
manos y, después del signo de adición ( + ), la cantidad de páginas en
arábigosl (v. modelo 7).

En algunos libros pueden aparecer otros datos, por ejemplo:

r
- Traductor. Este dato va después del título. Antes de dar el nom-

Me
bre del traductor, se escribe una de las siguientes abreviaturas: tr. o trad.
y el idioma del cual se tradu.jo el libro (v. modelo 5).
- Prologuista. Si se trata de una traducción, este dato va después
del traductor; si no es así, se presenta después del título. Cuando el pró-
logo es del mismo autor no se señala en la ficha. En este mismo lugar

&
se indica quién hizo la introducción y las notas.
Muchas veces la misma persona hace el prólogo y10 la introducción
y notas, además de la traducción. En este caso los datos se fusionan y
se presentan todos después del título (v. modelo 7).
lit
- Colección y10 serie. Estos datos van después de la fecha, entre
paréntesis. Si el libro tiene un número dentro de la colección o la serie,
se anota en este lugar después de coma (v. modelos 4, 5 y 6).
Sp
- Número de tomos.2 Cuando la obra está publicada en varios
tomos, se indica el total de los mismos seguido de la abreviatura: ts.,
antes de dar el total de páginas: de cada tomo si tienen paginación in-
dependiente (v. modelo 7) o de todos los tomos si tienen paginación co-
rrida (v. modelo 6). Al hacer referencia a un tomo en particular, se es-
F

cribe el número del tomo, antecedido de la abreviatura t., después del


título del libro (v. modelo 19).
PD

4.1.1 Variantes
- Coautoría. Hay libros que tienen dos o tres autores, en este caso
sólo del primero que se menciona se presentan antes los apellidos y lue-
go el nombre; los demás siguen el orden normal (v. modelo 8).
ls

- Varios autores. Cuando el libro tiene más de tres autores, sólo


se registran los nombres de los dos primeros (v. coautoría); los demás
oo

son sustituidos por la abreviatura et al. (subrayada) (v. modelo 17) o


la expresión y otros.
Si se quiere indicar sobre qué tema escribió cada autor o los títulos
de los ensayos, esta información se da al final de todos los datos, entre
sT

corchetes (v. modelo 9).


- Editor o compilador. Cuando alguien reúne textos de diferen-
tes autores y los publica, a él se le da el crédito; para indicarlo, después
de su nombre se escriben, entre paréntesis, las abreviaturas: comp., ed.
Sy

' Después del número de páginas se indica cualquier otro material gráfico que esté incluido
en el libro, por ejemplo: mapas, láminas, ilustraciones, etc.
V. en el APÉNDICE C el significado de tomo y volumen.
MODELO 1

ge
Cortázar. Armas Lit. arg.

er
Cortázar, Julio. Las armas secretas, l3a. ed., Sudamericana,

M
Buenos Aires, 1973,223pp.

&
lit
Sp
B. per.
7
F

MODELO 2
PD

Caiilois. Poét. Perse Crít. lit.


ls

Caillois, Roger. Poética de St. John Perse,


1964 tr. del francés por Ma. Luisa Bastos
oo

y E. Pezzoni, Buenos Alres, Sur (Galli-


mazd), 217 pp.
sT
Sy

B. per.
41

MODELO 3

ge
Virgilio. Opera Lit. lat.

er
Virgilii Maronis, Publii.Opera, e n Uiloae Typographia per Ray-

M
mundum Ruiz, MDCCXC, 408 pp.

&
lit
Sp
B.M.C.
h
F

MODELO 4
PD

Rulfo. Llano Lit. mex.


s

Rulfo,Juan. El iiano e n iiax-nas, 2a. ed. corr. y aurn., FCE, México,


1970(Popular, 1), 153pp.
o ol
sT
Sy

B. Per
42

MODELO 5

g e
Rilke. Cuadernos Lit. alem.

er
Rilke, Rainer María. Los cuadernos de Malte Laurids Brigge, tr.

M
del alemán por Francisco Ayala, pról. de Guillermo de To-
rre, 2a. ed., Losada, Buenos Aires, 1968 (Biblioteca clásica
y contemporánea, 104), 188pp.

&
l it
Sp
- B. per.
F

MODELO 6
PD

Barrios. Obras Lit. CM.


ls

Barrios, Eduardo. Obras completas, Zig-Zag,Santiago de Chile,


1962,2ts., 1086 pp.
oo
sT
Sy

B. per.
1 b
MODELO 7

ge
Shak.Teatro Lit. ing.

er
Shakespeare, William. Teatro completo, tr. del inglés, introd.

M
y notas de José Ma. Valverde, 3a. ed., Planeta, Barcelona,
1973 (Clásicos Planeta, 14), 2 ts., XXXVII + 167 pp.,
XXVIII + 1676.

&
lit
Sp
B. per.
F

MODELO 8
PD

Olea. Invest. Tec. invest.


s

Olea Franco, Pedro y Francisco L. Sánchez del Carpio. Manud


de técnicas de investigación documental para la enseñanza
ol

media, pról. de José Tapia Zúñiga, 2a. ed., Esfinge, México,


1974,231pp.
To
s
Sy

B. per.
44

MODELO 9

ge
1

Albornoz. Com. de text. Lit. hisp.

er
Albornoz, Aurora de, Manuel Criado de Val et al. El comentario

M
de textos, 2. De Galdós a Gascía Márquez, pról. de Andrés
Amorós, Castalia, Madrid, 1974 (Literatura y sociedad, Y),
316 pp. [Jover Zarnora, "Benito Perez Galdós: 'La de los tris-

&
tes destinos' (caps. 1y 11)"; J.L. Varela, "Barojiana: el 'Elogio
sentimental del acordeón"'; R. Senabre,"Vaile-Inclán: 'Tira-
no Banderas"'; Moreno Báez, "Dos lugares paralelos de Ga-
briel Miró"; J . Marias, "El decir de la razón vital (un capítu-

lit
lo de Ortega sobre la caza)"; Martínez Cachero, "Ignacio Al-
Sp
B. per.
1 L
F

MODELO 9 (reverso)
PD
s

decoa: 'Seguir de pobres"'; Criado de Val, "Diálogo real y dia-


l

logo literario: Pedro A Urbina: 'El carromato del circo"';


oo

Ma. Palomo, "Alvaro Cunqueiro: 'Vida y fugas de Fanto Fan-


tini della Gherardesca"'; E. Lorenzo, "Alonso ZamoraVicen-
te: 'Uno es generoso"'; A. de Albornoz, "Un cuento de Gabriel
García Márquez: 'El ahogado más hermoso del mundo"'.]
sT
Sy

L-i L
MODELO 10

ge
Frenk. Lírica Lit. esp.

er
Frenk Alatorre, Margit. Lírica hispánica de tipo popular. Edad

M
Media y Renacimiento, sel., pról. y notas de. . .,UNAM, 1966
(Nuestros clásicos, 31),271 pp.

&
lit
Sp
B. per.
k
F

MODELO 11
PD

Cid
- Lit. esp.
ls

Poema de Mio Cid, ed., introd. y notas de R. Menéndez Pidal, 12a.


e&,Espasa-Calpe, Madrid, 1968 (Clásicos castellanos, 24),
299 pp.
oo
sT
Sy

B. per.
46 SEGUNDA PARTE. PROCESO DE L A INVESTIGACION

ge
o ant. (v. modelo 21). Si lo que hace es dirigir la investigación que da
por resultado un libro, también recibe el crédito; pero entonces se indi-
ca, entre paréntesis, con la abreviatura dir. (v. modelo 24).
Cuando se quiere resaltar que el editor o compilador hizo, además

r
de la selección, el prólogo y las notas, esto se indica, después del título,
de la siguiente manera: sel., pról. y notas de.. . (v. modelo 10).

Me
- Anónimo. Si no se conoce el nombre del autor, se inicia la ficha
bibliográfica con el título de la obra. En este apartado entran algunas
obras antiguas, diccionarios, enciclopedias y publicaciones institucio-
nales (v. modelos 11, 12 y 13).
- Título dentro de título. Si el título de un libro contiene a su

&
vez el título de otro, este último debe ir entre comillas para que desta-
que sobre el subrayado (v. modelo 14).
- Título en otro idioma. Se debe apegar a las normas del espa-
lit
ñol; o sea, escribirse con minúsculas, excepto la inicial de la primera
palabra y de los nombres propios (v. modelo 15).
- Título en español con referencia al título original. Cuando
no hay coincidencia entre el título original de un libro y el de la traduc-
Sp
ción, es conveniente incluir el primero en la ficha bibliográfica, con la
fecha en que fue publicada la obra. Esta información se coloca entre
corchetes al final de todos los datos (v. modelo 16).
- Título de alguna parte de un libro. Muchas veces no se hace
la ficha del libro en su totalidad, sino de un capítulo o una parte del
F

mismo. Entonces el título de esa parte o capítulo debe ir entre comillas


PD

para distinguirlo del título del libro, que va subrayado. Lo mismo ocu-
rre cuando se trata de una obra en varios tomos y varios volúmenes.
En estas fichas se indican las páginas que abarca el capítulo o la parte
mencionada, en vez del total de páginas (v. modelos 17, 18, 19 y 20).
- Título de ensayo dentro de un libro. De este caso existen dos
variantes: una, cuando hay un compilador responsable de la edición;
ls

otra, cuando se trata de un volumen colectivo. Después del título del


ensayo se debe incluir la preposición en o la expresión en el vol. colectivo,
según se trate de una u otra variante (v. modelos 21 y 22).
oo

- Reimpresión. Este dato se anota antes del total de páginas. In-


dica que el libro se ha publicado tal y como estaba en una edición ante-
rior (v. modelos 23 y 24).
sT

4.1.2 Otros tipos de fichas bibliográficas

- Actas de un congreso. En esta ficha se anota después del título,


Sy

entre paréntesis, el lugar y la fecha en que se efectuó el congreso. Pos-


teriormente se registran la editorial, el lugar y la fecha de publicación
(v. modelo 25).
MODELO 12

ge
Imps. Admón.

er
Impuestos arancelarios, 3a. ed., SHCP, México, 1968,230 pp.

M
&
lit
Sp
\
F

MODELO 13
PD

Dic. Porrúa Dic.

Diccionario Porrúa de la lengua española, Porrúa, México,


s

1969,849pp.
ol
s To
Sy

B. per.
MODELO 14

ge
I
Rossanda. Manifiesto C. política

er
Rossanda 1976: Rossanda: "il Manifesto". Tesis de una disi-

M
dencia comunista, tr. del italiano por Emiliano Ortúzar,
Era, México (El hombre y su tiempo), 441 pp.

&
B. UAMI
HN490 lit
Sp
R3
R6.18
Y L
F

MODELO 15
PD

Beck. M. Descartes Filosofía


ls

Beck, Leslie J. (1970). The method of Descartes. A study of the


"Regulae",OxfordUniversity Press, Londres, 316 pp.
oo
sT

B.UAMI
B 1868
Sy

R 4.3
B4
7
MODELO 16

ge
Jaspers. Esencia Teo. lit.

er
Jaspers, Karl. Esenciay formas de lo trhgico, tr. del alemán por

M
N. Silvetti Paz, Sur, Buenos Aires, 1960,123 pp. [Über das
tragische, 19521.

&
lit
Sp
B. per.
-.
F

MODELO 17
PD

Guerin. Crít. lit.


ls

Guerin, Wilfred L., Earle G. Labor et al. "El enfoque formal", e n


Introducción a la crítica literaria, tr. del ingles por Daniela
Di Segni, revisión literaria Elizabeth Azcona, Marymar, Bs.
oo

As., 1 9 7 4 , ~61-101
~.
sT
Sy

B. per.
50

MODELO 18

ge
1
D u r a . Tríptico Lit. mex.

er
Durán, Manuel. "JuanRulfo, cuentista: La verdad casi sospe-

M
chosa",en Tríptico mexicano, SEP, Méx., 1973 (Sep Seten-
tas,81),pp.9-50.

&
lit
Sp
B. per.
7
F

MODELO 19
PD

Barrios. GSR Lit. chil.


ls

Barrios Eduardo."Granseñor y rajadiablos",en Obras comple-


-
tas,t. 2, Zig-Zag,Santiagode Chile, 1962,pp.709-982.
oo
sT
Sy

B. per.
7
'
MODELO 20

ge
1

(3111. NP Lit. esp.

er
GiU Gwa, Samuel. "La novela picaresca en el siglo XVI",en-

M
nacimiento y Barroco, vol. 3, Guiiiemno Díaz-Plaja (dir.).
Historia de las literaturas hispánicas, t. 3, introd. de R. Me-
néndez Pidai, Vergara, Barcelona, 1968,reimpr. de la la. ed.
de 1 9 6 3 , ~81-103.
~.

&
lit
Sp
B. per.
T
F
PD

- Tesis. Después del título se indica que se trata de una tesis; si


es inédita se anota ahí también3 (v. modelo 26).
- Obras de distintos autores en una misma edición. Se presen-
ta el autor y el título que aparecen en primer término. Después se escri-
be la expresión seguido de y se añaden los demás autores y títulos (v. mo-
delo 27).
ls

- Separata de libro. Es la edición de alguna parte de un libro.


En esta ficha se anotan primero los datos de la separata y, después de
oo

punto, los del libro original (v. modelo 28).


sT
Sy

Usualmente los títulos de las obras en prensa o inéditas no se subrayan; nosotros lo hace-
mos porque nos interesa destacar siempre lo que tenga carácter de título.
MODELO 21

ge
-
Marx. GCI Doctrinas

er
Marx, Carlos. "Génesis del capital industrial", en J u a n Mora

M
Rubio y Luis Rodríguez O. (comps.). Historia de las doctri-
nas políticas y sociales del siglo XVI al siglo XVIII, UAMI,
México, 1976,4a.reimpr.,pp. 3-48.

&
lit
Sp
B. per.
i
F

MODELO 22
PD

Moreno. Dos lugares.. . Lit. hisp.


ls

Moreno Báez, Enrique. "Dos lugares paralelos de Gabriel Miró",


en el vol. colectivo 7
García Márquez, pról. de Andrés Arnorós, Castalia, Madrid,
oo

1974 (Literatura y sociedad, Y), pp. 155-166.


sT
Sy

B. per.
4
53

MODELO 23

ge
Rulfo. Llano Lit. mex. ,

er
Rulfo, Juan. El llano en llamas, FCE, México, 1973(Popular, 1),

M
la. reimpr. de la la. ed. de 1953,151pp.

&
B. UAMI
PQ 7297
R 8.9
lit
Sp
LL 6
-7
F

MODELO 24
PD

Díaz-Plaja.HLH Hist. lit.

Díaz-Plaja,Guillermo (dir.). Historia general de las literaturas


ls

hispánicas, introd. de R. Menendez Pidal, Vergara, Barcelo-


na, 1968, ts. 2,3,4; 1969, ts. 1,5;1973,t. 6; t. 1,reimpr. de
oo

la la. ed. de 1949; ts. 2 , 3 , 4 , reimpr. de la la. ed. de 1953;


t.5, reimpr. de la la. ed. de 1958; t. 6, reimpr. de la la. ed.
de 1968,LIX + 779,866,1035,606,619,533,800pp.
sT
Sy

B. per.
7
ge
MODELO 25

-
Acfm Lit. hisp.

er
Actas del Tercer Congreso Internacional de Hispanistas (Mé-

M
xico, 1968), El Colegio de México, 1970,962pp.

&
B. COL.
860.63 lit
Sp
C 749
1968
-.
F

MODELO 26
PD

Zamudio. Int. mít. Lit. chil.


ls

Zamudio Rodríguez, Luz Elena. Una interpretación mítica de


"La rosa separada" de Pablo Neruda, tesis inédita,UNAM,
oo

1986,157pp.
sT
Sy

B. per.
MODELO 27

ge
Zorrilla, Don Juan Teatro

er
Zorrffla, José. Don Juan Tenorio, seguido de Tirso de Molina.

M
El convidado de piedra, pról. de E. M. Aguilera, Zeus, Barce-
lona, 1968,345 pp.

&
B. COL.
863.53 lit
Sp
2899 d
-
F

MODELO 28
PD

Paz. PP T. poét.
ls

Paz, Octavio. "Poesía y poema", El Colegio de México, 1970,30


pp. Sep. de El arco y la lira, 2a. ed. corr. y aum., FCE, Méx.,
1967.
oo
sT
Sy

B. per.
Y
ge
La tarjeta en donde se registran los datos de publicaciones periódi-
cas se denomina ficha hemerográfica.

er
Muchas veces el investigador elabora fichas sobre la publicación pe-
riódica en su totalidad; ya sea porque ese material corresponde a su cam-
po de estudio, ya sea porque son números dedicados a un tema en par-
ticular (v. modelos 29 y 30). Sin embargo, lo más frecuente es que se

M
mencionen artículos de las publicaciones; entonces estas fichas son se-
mejantes a las bibliográficas en lo referente al autor; en cuanto al títu-
lo, el de los artículos se entrecomilla y el de las revistas4 y periódicos

&
se subraya. Si el título del artículo contiene a su vez un título, éste se
subraya para destacarlo del entrecomillado (v. modelo 36). Los demás
datos de la ficha hemerográfica varían según la clase de artículo o de
publicación periódica; por lo tanto, se explicarán en cada caso.
lit
- Artículo de revista. En esta ficha después del título de la revis-
ta se indica entre paréntesis el lugar donde es publicada; el volumen
y, separado por dos puntos, el año; el número de la revista y las pági-
Sp
nas que comprende el artículo (v. modelo 31). Si no aparece el volu-
men se escribe la fecha de la publicación: día, mes, año (v. modelos
32 y 46). Si se quiere precisar la periodicidad de la revista, este dato
se añade después del título (v. modelo 29).
- Artículo de periódico. Como en la ficha de artículo de revista,
F

se registra el lugar de publicación, el día, el mes, el año y las páginas;


PD

pero además se indica la sección del periódico, que casi siempre se dis-
tingue con una letra. Si el título del periódico expresa el lugar de publi-
cación, este dato ya no se anota (v. modelo 33).
- Artículo de suplemento cultural de periódico. En esta ficha
después del título del artículo se escribe, subrayado, el nombre del su-
plemento y, posteriormente, los datos del periódico al que correspon-
s

de (v. modelo 34).


ol

- Reseña. En este modelo primero se registra el autor de la rese-


ña y la publicación donde ésta aparece; después, los datos del libro re-
señado (v. modelo 35).
o

- Separata de revista. Como generalmente la misma revista donde


aparece el artículo hace la separata, se anotan los datos de la revista
sT

(v. modelo 36).

4.3 OTROS TIPOS DE FICHAS


Sy

- Documento de archivo. La manera en que está organizado el


archivo impone en cierta forma el modo de hacer la ficha. De ahí la
Si el título es muy largo se emplean las siglas (v. APÉNDICE C).
MODELO 29

ge
Lit. mex.
(Revueltas)

er
Texto crítico, publicación semestral (Xal., Ver., Mex.), juiio-di-
ciembre de 1975,núm. 2,161 pp.

M
&
lit
Sp
B. per.
F

MODELO 30
PD

Am. Lat.: colon.


(Canal de Pan.)
s

Lotería (Panamá), enero-febrero de 1964,núm. 100.


l
oo
sT
Sy

L
58

MODELO 31

ge
Monterr. STT Trad.

er
Monterroso, Augusto. "Sobrela traducción de algunos títulos",

M
Vuelta (México,D.F.),1: 1977,núm.3,pp. 23-24.

&
lit
Sp
B. per.
F

MODELO 32
PD

1
GM. Chile ' Latin.
s

García Márquez, Gabriel."Chile",Crisis (Bs.As.),abril de 1974,


núm. 12,pp. 68-73.
o ol
sT
Sy

B. per.
-. b
MODELO 33

ge
Zamorano. Arm. Arm. N.

er
Zamorano, Isabel. "Careta de uso pacífico al armamentismo

M
nuclear: Brandt", Excélsior (México, D.F.), 16 de octubre de
1977,PP. 1,9-A

&
lit
Sp
7
F

MODELO 34
PD

Sinay. VA Lit. esp.


ls

Sinay, Sergio. "Vicente Aieixandre, Premio Nóbel 1977. Una


poesía que habla del hombre", Dioraxna, supl. cult. de Excél-
-
sior (México, D.F.), 16 de octubre de 1977,pp. 6-7.
oo
sT
Sy
60

MODELO 35

ge
Colina. Benet Lit. esp.

er
Colina, José de l a . "Otros registros de la misma voz", Plural

M
(México, D.F.), 3: 1974, núm. 10,pp. 77-78. Sobre Juan Be-
net. Sub Rosa, La Gaya Ciencia,Bar., 1973.

&
lit
Sp
B. per.
1
F

MODELO 36
PD

Frenk: TNL Lit. esp.


ls

Frenk, Margit. "Tiempo y narrador en el Lazarillo. (Episodio


del ciego)". Sep. de NRFH (México, D.F.), 24: 1975, núm. 1,
oo

PP. 197-218
sT
Sy

B. per.
7 L
61

MODELO 37

ge
AGN.Merc. Tierras

er
AGN. Mercedes,t. 23, fol. 265 (19 de septiembre de 1602).

M
&
lit
Sp
'7
F

MODELO 38
PD

AGN. Tierr. Tierras


s

AGN. Tierras, 2736, núm. 16.


o ol
sT
Sy

1
62

MODELO 39

ge
L
AHJ. Enf. Hospit.

er
AHJ. Leg. 293, exp. 15,fasc.89.

M
&
lit
Sp
7
F

MODELO 40
PD

A.AM.DP Cine
ls

Archivo del ex-Ayuntamiento de la ciudad de México. Diversio-


nes públicas en general 1891-1898, leg. 9, año 1898, exp.
909, fasc. 6,ms. s/n.
oo
sT
Sy

i
CAP. 4. FICHAS BIBLIOGRAFICAY HEMEROGRAFICA 63

necesidad de presentar varios modelos. Las siglas que aparecen en pri-

e
mer término corresponden al nombre del archivo (v. modelos 37, 38,
39, 40 e infra APÉNDICE C ) .

g
- Seminario. Los datos que se proporcionan en la tarjeta son los
siguientes: director del seminario, título, indicación de que se trata de

er
un seminario, lugar y fecha en que se efectuó (v. modelo 41).
- Conferencia, mesa redonda y clase. Los datos son iguales a los
de la ficha del modelo 41, pero se especifica que se trata de una confe-

M
rencia, una mesa redonda o una clase (v. modelos 42, 43 y 44).
- Entrevista. En esta ficha se le puede dar crédito al entrevista-
dor o al entrevistado; se presentará en primer término aquel a quien
se le otorgue. De acuerdo con esto, después del título de la entrevista

&
se indicará a quién se entrevistó o quién hizo la entrevista. Posterior-
mente se escribe el lugar, la fecha, si fue taquigrafiada, grabada, etc.,
y su duración. Cuando la entrevista ha sido publicada, se dan los datos

it
de la revista o periódico donde apareció (v. modelos 45 y 46).
- Disco o casete. Hay diferentes maneras de hacer estas fichas.
l
Unas veces se da el crédito al compositor (v. modelo 47) y otras al in-
Sp
térprete (v. modelos 48 y 49).Después del título del disco o casete se
escribe el nombre de la casa grabadora y la clave de la grabación (v.
modelos 48 y 49).Cuando se le da el crédito al compositor, se puede
anotar al final quién es el intérprete (v. modelo 47).
F

MODELO 41
PD

JN. Act. t. Crít. lit.

Jitrik, Noe. Seminario de actualización teórica. Aigunos con-


ls

ceptos sobre práctica textual y práctica crítica, seminario


de literatura, UAMI, Mex., 11de nov. - 16de dic. de 1977.
oo
sT
Sy

-.
MODELO 42

ge
1

JB. Rev. Lit. mex.

er
Jiménez de Báez, Ivette et al. Producción literaria y contexto

M
social: José Revueltas, conferencias, UAMI, Mex., 12 de
mayo de 1977.

&
l it
Sp
F

MODELO 43
PD

Trat. C-T Am. Lat.: col.


s

Castillo, Heberto, David Turner Morales, Miguel A Bernal y


ol

otros. Análisis del "Tratado Carter-Torrijos",mesa redonda,


UAMI, Méx., 20 de octubre de 1977.
o
sT
Sy
MODELO 44

ge
r

R.J. m. Doctrinas

er
Rendon, Jorge. El liberalismo político, clase, UAMI, Méx., 18de

M
octubre de 1977.

&
lit
Sp
T L
F

MODELO 45
PD

Mol. R. SITUAM Sind. 1.


ls

Molina, Raúl. El origen del SITUAM, entrevista hecha a Enri-


que Pino, México, 20 de octubre de 1 9 7 7 , l cassette, 60 mi-
nutos.
oo
sT
Sy
66

MODELO 46

g e
Aiberti. PPC P. esp.

er
Aiberti, Rafael. "Primero,los problemas del comern,entrevista

M
hecha por José Reveles, Proceso (México, DP.),3 de octubre
de 1977,núm.48,pp. 20-23.

&
lit
Sp
T b
F

MODELO 47
PD

Viv. OFO Mús. barr.


ls

Vivddi. Obras para flauta y orquesta,,vol. 1,Clave CCL- 110,1So-


listi Veneti y Jean-PierreRampal.
oo
sT
Sy
MODELO 48

ge
CMM. CU Mús. ant.

er
Cuazteto de madrigalistas de Madrid. Cancionero de Upsda o

M
del duque de Cdabria, siglo XVI, Gamrna CH-289 (Música
antigua espaííola, 15).

&
lit
Sp
1
F

MODELO 49
PD

Ch. Ó. HLM Mús. folk.


ls

Chávez, Óscaz. Herencia lírica mexicana, Polydor 160481


550023.
oo
sT
Sy

L
68 SEGUNDA PARTE. PROCESO D E LA INVESTIGACION

- Película. Se anota el nombre de la película y después se indica

ge
si está basada en una obra literaria. Luego siguen el director, el fotó-
grafo, el compositor, la compañía productora, el país y la fecha. Al fi-
nal se pueden mencionar los principales intérpretes (v. modelo 50).

er
- Obra de teatro. Primero se escribe el nombre de la compañía
o grupo teatral; luego el título de la obra y su autor; los nombres del
director, del escenógrafo y del teatro; y finalmente la fecha de la repre-

M
sentación. Si quien presenta la obra no es una compañía se elimina este
dato. Para terminar se pueden mencionar los actores principales (v. mo-
delos 51 y 52).

&
MODELO 50

it
CCB Cine
l
Sp
Los cinco de la calle Barska, película basada e n la novela homó-
nima de Kazimierz Kozniewski, Dir. Aieksander Ford, foto-
grafía d e Jaroslav Tuzar y Karol Chodura, música de Kazi-
mierz Serocki, FUm Polski, Polonia, 1953. Intérpretes:
Aleksandra Slaska, Tadensz J a n c z a r , Andrzej Kozak, Ta-
F

densz Lomnicki, M a r i a n Rulka, Wlodzimierz Skoczylas,


PD

Mieczyslaw Stoor.
l s

-*
oo
sT
Sy
MODELO 51

ge
1

Azar. La visita. . . Teatro

er
Compañía Nacional de Teatro. La visita de la gran dama de Fre-

M
derich Durrenmat, Dir. H. Azar, escenografía de Hidalgo y
Azar, Teatro del Bosque, 22 de octubre de 1977.

&
lit
Sp
+
F

MODELO 52
PD

Etcheverry. Las falsas. . . Teatro


s

La comedia f'rancesa. Las falsas confidencias de Petro de Cham-


blain de Marivaux, Dir. Michael Etcheverry, escenograña y
ol

vestuario de Olivier Etcheverry, Teatro del Bosque, 10 de


mayo de 1981. Actores: Denise Gence, Claude Winter, Ber-
nard Dheran, Simón Eine, Alain Pralon, Jean Frmcois
o

Remi, Gerard Giroudon,Marcelline Collard.


sT
Sy
g e
er
M
Esquema

&
lit
El investigador debe poseer ciertas cualidades que le permitan ela-
borar no sólo un buen bosquejo de trabajo o esquema inicial, sino tam-
bién el trabajo que se ha propuesto como objeto de investigación. Di-
Sp
chas cualidades, que pueden aprenderse y desarrollarse mediante el
estudio y la disciplina son las siguientes:

1. Habilidad para relacionar ideas.


2. Capacidad de análisis, reflexión y síntesis.
F

3 . Imaginación.
PD

4. Sentido de la realidad.
5 . Capacidad de organización.

5.1 QUÉ ES U N ESQUEMA D E TRABAJO


s

Es la ordenación de las partes probables en que habrá de dividirse


ol

el estudio o trabajo; representa, pues, su estructura o esqueleto formal.


Cabe señalar que el esquema inicial se elabora después de haber
realizado una primera lectura informativa de los materiales disponibles;
To

debe basarse, lógicamente, en la mejor información que se tenga a mano


en un primer momento. De ninguna manera debe proponer la realiza-
ción de metas o labores de investigación que desde el principio se saben
poco probables o inútiles.
s

El esquema es necesario porque permite:


- Determinar los objetos reales de estudio.
Sy

- Tener una guía permanente para recoger la información busca-


da sin salirse del tema propuesto.
72 S E G U N D A PARTE. PROCESO DE L A I N V E S T I G A C I ~ N

ge
Los riesgos -factor constante en toda improvisación- se reducen
considerablemente gracias al orden lógico de prioridades que se esta-
blece con el esquema de trabajo. Se evita así perder tiempo con aspec-
tos demasiado alejados del tema central, con lo cual, además de presen-

er
tar dicho tema en forma concreta, se indaga en sus aspectos más
sobresalientes de manera explícita y exhaustiva.
- Identificar, gráfica o visualmente, las partes principales y las su-

M
bordinadas del problema que se investiga, así como también su impor-
tancia y las relaciones de dependencia entre ellas, dando al mismo tiempo
una idea global del contenido.

&
La clasificación en temas, subtemas y subsubtemas propicia la or-
ganización del trabajo en capítulos y secciones más breves que llevarán
a su vez los mismos encabezados del esquema. Esto implica también
cierta correspondencia entre los encabezados de las fichas de trabajo y
las diversas partes del esquema.
lit
- Suministrar los elementos básicos para redactar posteriormente
el índice del trabajo terminado.
Sp
La flexibilidad que supone el esquema inicial permite ir modificán-
dolo constantemente en la medida en que la investigación progrese y
vaya creando nuevas necesidades o concretando sus límites. Estas mo-
dificaciones surgen de las lecturas que se hacen más adelante y, sobre
todo, después de que éstas se asimilan y sintetizan mediante la elabora-
F

ción de fichas de trabajo; es decir, a medida que avanza la recopilación


de datos, el esquema debe ir afinándose hasta que se convierta en el
PD

esquema definitivo que habrá de orientar la organización del fichero


y, finalmente, la redacción del trabajo con sus partes o secciones espe-
cíficas.
ls
oo

El esquema podrá organizarse de acuerdo con un plan cronológico,


temático, por autores, por épocas, etc., y redactarse mediante frases,
oraciones o párrafos breves.
Existen dos sistemas para representar gráficamente el esquema; am-
sT

bos indican las relaciones de coordinación y. dependencia


- entre las di-
versas partes del conjunto:
- Uno emplea números romanos, letras mayúsculas, números ará-
bigos y letras minúsculas.
Sy
ge
Ejemplo:

La utopía de Ricardo Flores Magónl

r
l. La utopía a través de la Historia

Me
A. Platón

B. La utopía en el Renacimiento
1. Tomás Moro
2. Tomaso Campanella
3. Francis Bacon

&
C. Los Socialistas Utópicos
1. Saint-Simon
2. Fourier
3. Owen

D. La utopía en el Nuevo Mundo


lit
Sp
E. La utopía presente en las ideas libertarias del movimiento revolucionario de
1910 en México, a través del pensamiento de Ricardo Flores Magón

II. La utopía de Ricardo Flores Magón

A. Factores que influyeron en la formación del pensamiento magonista


F

1. Los relatos de su padre


2. Su formación intelectual en la Escuela Preparatoria
PD

3. Su estudios en la Escuela de Jurisprudencia


4. Las lecturas de los socialistas revolucionarios

B. Pensamiento y acción de Flores Magón


1. Contra la propiedad privada
2. Contra la ley
ls

3. Contra el gobierno
4. Contra el capital
5. Contra la iglesia
oo

C. La Nueva Sociedad
1 . Sobre su convicción de que en todo el mundo se está generando el cambio
2. Sobre la necesidad de una revolución social para reivindicar a la clase
desposeída
sT

3. La Revolución Mexicana. Posibilidad para realizar la utopía de Flores Magón


4. El Manifiesto del Partido Liberal

- El otro emplea el sistema decimal.


Sy

' Ejemplo tomado del trabajo que Susana B. Vélez Campos elaboró para el Curso de técni-
cas de investigación documental y redacción, UAMI, México, noviembre, 1974.
74

e
Ejemplo:

g
La utopía de Ricardo Flores Magón

er
1. La utopía a través de la Historia

1.1 Platón

M
1.2 La utopía en el Renacimiento
1.2.1 Tomás Moro
1.2.2 Tomaso Campanella
1.2.3 Francis Bacon

&
1.3 Los Socialistas Utópicos
1.3.1 Saint-Simon
1.3.2 Fourier
1.3.3
1.4

1.5
Owen
La utopía en el Nuevo Mundo lit
La utopía presente en las ideas libertarias del movimiento revolucionario
Sp
de 1910 en México, a través del pensamiento de Ricardo Flores Magón

2. La utopía de Ricardo Flores Magón

2.1 Factores que influyeron en la formación del pensamiento magonista


2.1.1 Los relatos de su padre
F

2.1.2 Su formación intelectual en la Escuela Preparatoria


2.1.3 Sus estudios en la Escuela de Jurisprudencia
PD

2.1.4 Las lecturas de los socialistas revolucionarios

2.2 Pensamiento y acción de Flores Magón


2.2.1 Contra la propiedad privada
2.2.2 Contra la ley
2.2.3 Contra el gobierno
ls

2.2.4 Contra el capital


2.2.5 Contra la iglesia

2.3 La Nueva Sociedad


o

2.3.1 Sobre su convicción de que en todo el mundo se está generando el


cambio
To

2.3.2 Sobre la necesidad de una revolución social para reivindicar a la clase


desposeída
2.3.3 La Revolución Mexicana. Posibilidad para realizar la utopía de Flores
Magón
2.3.4 El Manifiesto del Partido Liberal.
s
Sy

Como se ve en los ejemplos anteriores, entre las diversas partes o


secciones que integran el esquema (y posteriormente el trabajo mismo),
hay dos tipos de relaciones: de coordinación y de subordinación.
La coordinación existe entre las secciones principales y entre las partes
CAP. 5. ESQUEMA 75

e
en que se divide cada una de ellas. Los elementos coordinados se orga-
nizan como si estuvieran enlazados por la conjunción "y".

rg
La subordinación sirve, en cambio, para desglosar aspectos de la
sección principal, ya sea ejemplificándolos, ya sea analizándolos espe-
cíficamente.

Me
Es ilógico dividir cualquier sección si sólo se cuenta con un elemen-
to subordinado, porque la parte sería igual al todo, lo cual indicaría que
para los fines del esquema sobra la parte principal o la subordinada.
En este sentido no serían correctos esquemas como los siguientes:

Ejemplo 1:

&
- INCORRECTO

l . Nazismo
A. Antecedentes
lit
Hitler y el nazismo
Sp
B. Ideología
1. El Estado nazi

- CORRECTO

El nazismo
DF

1 . Nazismo
A . Antecedentes
B. Ideología
11. El Estado nazi
sP

En este ejemplo las incorrecciones formales estriban en la división


de un todo sin indicar al menos dos partes. Las incorrecciones de fondo
consisten en la falta de correspondencia entre los apartados y el tema
del trabajo (pues en éste se menciona a Hitler, que no aparece en aqué-
ol

llos), y en poner como subtema un elemento que es relevante por sí mismo


y necesita un cuidadoso desarrollo: el Estado nazi tiene como base una
ideología, la del nazismo, pero aquí se refiere más bien al análisis de
o

los aspectos políticos, sociales y económicos de este tipo de Estado.


sT

Ejemplo 2:

- INCORRECTO
Sy

Lenin. [Qué hacer?

1. La libertad de crítica
2. La espontaneidad de las masas y la conciencia de la socialdemocracia
ge
3. Política trade-unionista y la política socialdemócrata
3.1 La clase obrera como combatiente por la democracia
4. La organización de los revolucionarios
4.1 La organización de los obreros y la organización de los revolucionarios

er
- CORRECTO

Lenin. ¿Qué hacer?

M
1. La libertad de crítica
2. La espontaneidad de las masas y la conciencia de la socialdemocracia
3. La política trade-unionista y la política socialdemócrata

&
4. La clase obrera como combatiente por la democracia
5. La organización de los revolucionarios
5.1 Obreros
5.2 Campesinos
5 . 3 Intelectuales
lit
Aquí las incorrecciones formales son semejantes a las del ejemplo
anterior: los incisos 3 y 4 están "subdivididos" en una sola parte (3.1,
Sp
4.1). En cuanto a las incorrecciones de fondo, el inciso 3.1 es indepen-
diente del 3 en su contenido, por lo tanto necesita tratarse como un punto
aparte. El inciso 4.1 repite el punto 4 (la organización de los revolucio-
narios) e incluye como otra idea un elemento (la organización de los
obreros) que corresponde sólo a una fracción de ese todo que son los
F

revolucionarios; de ahí que, para corregirlo, se haya hecho un desglose


de las partes de ese tema (obreros, campesinos, intelectuales).
PD
ls
oo
sT
Sy
ge
er
Ficha de

M
contenido

&
La ficha de contenido, también denominada temática o de trabajo,

lit
es un instrumento muy útil para preparar exámenes, exposiciones ora-
les y sobre todo trabajos de investigación, ya que permite organizar el
material seleccionado y conseruarlo para usos ulteriores.
Sp
La parte del proceso de investigación correspondiente a la recolec-
ción de datos tiene una importancia muy grande para el trabajo que
se va a realizar, porque es imposible tener a mano en el momento de
la redacción todo el material leído, además de que es muy difícil me-
morizar todos los datos y citas que servirán para darle rigor científico
F

a la investigación. Conviene, entonces, hacer uso de técnicas precisas


para conservar el material que sea necesario citar o transcribir.
PD

Cabe aclarar que hacemos un modelo de ficha diferente no por ser


originales, sino porque facilita su manejo, la organización del fichero,
el empleo del material para diversos fines y, especialmente, la redac-
ción del trabajo, que es la piedra de toque de cualquier investigación.
El investigador debe seleccionar el modelo de ficha que más le conven-
s

ga y usarlo con uniformidad en su trabajo.


ol

6.1 ELEMENTOS DE LA FICHA


Los elementos de la ficha son tres: encabezados, referencia y contenido.'
To

Y se distribuyen, en tarjetas de 20 por 12.50 cm, de la siguiente forma:


' Aunque en la ficha de trabajo el contenido viene formalmente en segundo lugar, o sea,
después de los encabezados y antes de la referencia, por motivos didácticos se ha colocado aquí
s

la explicación relacionada con el contenido en último lugar; porque con base en la manera de ex-
poner el contenido se designan las fichas, y ése es el subtema que enseguida se desarrolla. En la
Sy

ficha modelo de distribución de datos hemos incluido las expresiones: tema, subtema, subsubte-
ma, contenido y referencia. Estas expresiones no se deben anotar en la ficha, pues sólo indican
eso: la distribución de datos (v. APÉNDICE A).
78 SEGUNDA PARTE. PROCESO DE LA INVESTIGACION

ge
se deja un margen superior de dos o tres cm que puede indicarse con
una línea gráfica; este espacio se divide en tres partes iguales que servi-
rán para escribir los encabezados correspondientes. En la parte inferior
derecha de la ficha se anota la referencia. El contenido ocupa el espacio

er
que queda entre los encabezados y la referencia (véase ficha modelo de
distribución de datos).
La ficha de trabajo es una unidad autónoma, esto quiere decir que

M
sus elementos están estrechamente ligados entre sí y se dan sentido unos
a otros. Por esta razón, inmediatamente después de redactar el conte-
nido de la ficha es conveniente anotar tanto los encabezados como la
referencia; así se evitan problemas posteriores como no tener a la mano

&
en un momento dado los datos completos de la fuente o no poder clasi-
ficar fácilmente el contenido de la ficha. Por ser autónoma, la ficha pue-
de usarse para diversas partes de un mismo trabajo o para trabajos di-

6.1.1 Los encabezados


l it
ferentes, haciéndole sólo las adaptaciones necesarias a los encabezados.
Sp
Los encabezados de la ficha observan el siguiente orden: tema, subte-
ma, subsubtema. Pueden tener relación directa con el esquema de la in-
vestigación que se está realizando (v. ESQUEMA y ORGANIZACIÓN DE FI-
CHAS DE CONTENIDO) o con los títulos, subtítulos e incisos de un libro
que se está fichando, siempre y cuando se busque información sobre
F

un tema específico. En estos casos será frecuente la repetición del enca-


bezado que corresponde al tema, pero habrá variaciones en los otros
PD

dos encabezados.
En cambio, si en las fichas se asienta información para utilizarla
ulteriormente sin tener un tema determinado, pueden variar los enca-
bezados de una ficha a otra. Por ejemplo, cuando se lee un libro porque
pertenece al campo de estudio que a uno le interesa, pero cuya infor-
ls

mación será útil después para trabajos o exposiciones diversas.


En los encabezados se parte de lo general (tema) a lo particular (sub-
subtema). Se podría pensar que el tema va a corresponder al título de un
oo

capítulo del esquema de trabajo, el subtema a un subcapítulo y el subsub-


tema al aspecto que se considera conveniente resaltar y que en realidad
es el motivo directo de la cita o del comentario que ha dado lugar a la
sT

ficha. Este último encabezado resume el contenido de la ficha, por eso


varía de una a otra.

Ejemplo:
Sy

TEMA SUBTEMA SUBSUBTEMA

Los socialistas Característica Necesidad de crear un


utópicos general nuevo sistema social
ge
(Continuación.

TEMA SUBTEMA SUBSUBTEMA

Los socialistas Owen Una experiencia

er
utópicos concreta
con sus obreros

Los socialistas Saint-Sirnon Participación de todos

M
utópicos en la nueva sociedad

6.1.2 La referencia

&
La referencia es el último de los elementos de la ficha y tiene gran
importancia; en ella se deben encontrar los datos necesarios para reco-

lit
nocer la fuente de procedencia del contenido de cada ficha. General-
mente, estos datos son mínimos porque antes de hacer las fichas de tra-
bajo se elaboran las fichas bibliográficas o hemerográficas de los textos
consultados. Se pueden reducir a: apellido del autor, título (que puede
Sp
abreviarse) y páginas utilizadas.
Es necesario tomar en cuenta las siguientes indicaciones:
- Si hay confusión por apellidos iguales de diferentes autores, se
anota el nombre o la inicial para que la referencia sea clara. Ejemplo:
Dámaso Alonso, Amado Alonso; F. Bacon, R. Bacon. (Para otras du-
F

das v. FICHA BIBLIOGRÁFICA Y FICHA HEMEROGRÁFICA ) .


PD

- Se subraya el título si es de libro o se entrecomilla si es de artícu-


lo o capítulo; en este último caso se debe también indicar, subrayado,
el título de la revista o libro (v. APÉNDICE A, ficha modelo 5).
- Cuando la referencia proviene de una exposición oral, como una
conferencia, entrevista, clase o grabación, se anota el nombre y apellido
del expositor, el título o tema general de su exposición, el lugar y la
ls

fecha: día, mes, año (v. APÉNDICE A, ficha modelo 4).


- Si el texto copiado en la ficha es una cita que el autor del libro
oo

consultado hace de la obra de otro autor, la referencia va como sigue:


Autor de la obra citada, título subrayado de la obra citada; una
de las siguientes abreviaturas: Apud, cit. por, en o cit. en. Además, autor,
título y página(s) del libro consultado (v. APÉNDICE A, ficha modelo 3).
- Cuando se han consultado varias ediciones de un mismo libro
sT

se señalará la utilizada en cada oportunidad.


Sy

6.1.3 E1 contenido
(V. todas las fichas modelo del APÉNDICE A).
En esta parte de la ficha se verterán todos los datos que se piensa
Sy
sT
oo
ls
PD
F
Sp
lit
&
M
er
ge
CAP. 6. FICHA DE CONTENIDO 81

ge
utilizar en la investigación o trabajo. Es conveniente no hacer más fi-
chas de las necesarias, y aunque no es fácil calcular cuántas fichas se
van a utilizar, el esquema de trabajo es probablemente la mejor ayuda
para ello (v. ESQUEMA y ORGANIZACIÓN DE LAS FICHAS DE CON-

er
TENIDO).
Como las fichas son independientes unas de otras, no deben redac-
tarse con expresiones que impliquen dependencia de otras fichas, por

M
ejemplo, ahora bien, además, sin embargo, etc. Tampoco deben contener
ideas que se refieran a temas distintos, porque esto dificultaría tanto
la redacción de sus encabezados, principalmente la del subsubtema, como
la adecuada clasificación de la ficha, además de que impediría la redac-

&
ción coherente del trabajo.
Cuando se necesita recoger un concepto en su forma más comple-
ta, tomando ideas de diversas páginas de un mismo libro, no se elabo-

lit
ran varias fichas, sino que en una sola se anota toda la información in-
dicando las páginas (entre paréntesis) después de cada idea.
Es pertinente señalar que también pueden recogerse, como conte-
nido de la ficha, dibujos, mapas, láminas, diagramas, gráficas, cuadros
Sp
sinópticos, etc. (v. APÉNDICE A, fichas modelo 17 y 18).

6.2 TIPOS DE FICHAS DE CONTENIDO


F

Las fichas de trabajo pueden variar de nombre y forma según cier-


tas necesidades. Las de uso más frecuente son:
PD

- textuales
- de resumen
- de comentario personal
- mixtas
ls

- de referencia cruzada
oo

6.2.1 Textuales

La ficha textual es probablemente la que tiene el uso más amplio.


Significa que lo que se ha vertido ahí corresponde íntegramente a lo
sT

dicho en la fuente de información. Por eso, al sacar de contexto las pa-


labras, se debe tener mucho cuidado de no alterar el significado o la
intención con que fueron emitidas por el autor (v. APÉNDICE A, fichas
modelo6,7,8, 10y 16).
Sy

Si la ficha proviene de material escrito, publicado o inédito, que es


el tipo de material que se usa más en una investigación documental,
se hará de acuerdo con las siguientes recomendaciones:
82 SEGUNDA PARTE. PROCESO DE LA I N V E S T I G A C I ~ N

ge
- Se seleccionarán uno o varios párrafos que irán entre comillas
dobles (" ") si lo copiado corresponde palaha por palabra a lo dicho
por el autor. Si el párrafo contiene a su vez una cita de otro texto o
autor, ésta se enmarcará con comillas francesas (M »)* o simples (' ').

er
- Al seleccionar los párrafos se debe cuidar que éstos contengan
información importante, frases clave y no frases hermosas pero huecas
(a no ser que lo que se estudie sean precisamente esas características

M
del texto).
- Que lo seleccionado contenga una o varias ideas completas.
- Que los párrafos sean coherentes, o sea, que no se refieran a te-
mas diferentes. Si se refieren a datos diferentes entre sí, debe haber

&
una razón que los una aunque sea precisamente la oposición. Esta se-
paración o diferencia debe estar especificada en los encabezados (v.
APÉNDICE A, ficha modelo 13).
- Si el párrafo textual se ha extraído de uno mayor que contenía
lit
datos generales, éstos deben resumirse y colocarse de tal manera que
no se pierda el contexto original.
Sp
Ejemplo:

En el capitalismo ocurre un proceso (capital-plusvalía-capital) que "parece mo-


verse dentro de un círculo vicioso, del que sólo podemos salir dando por supuesta
F

una acumulación originaria anterior a la acumulación capitalista i . ..l; una acumula-


ción que no es resultado, sino punto de partida del régimen capitalista de pro-
PD

ducción" .3

En caso de que sea necesaria una explicación más extensa, la ficha


sería mixta (v. 6.2.4).
Se pueden omitir o suprimir palabras o frases del texto seleccio-
nado que no sean esenciales para el significado, siempre y cuando no se
ls

altere a lo nuís mínimo el sentidoy la intención de lo dicho en la@& de i n f o m i ó n .


Esta supresión se indica con tres puntos encerrados entre corchetes
[.. .],3 si se realiza en el interior de un escrito copiado textualmente.
oo

Si la eliminación se hace al principio o al final del escrito no son necesa-


rios los corchetes, ya que las comillas dobles marcan con precisión lo
que es textual.
sT
Sy

Las comillas francesas se usan también para indicar que se copia textualmente un diálogo
dramático (v. APÉNDICE A , ficha modelo 13).
Los corchetes sirven para indicar todo tipo de supresión, adición o corrección, hechos por
el investigador en el material utilizado como fuente.
e
Ejemplo:

g
Texto original:

er
"El licenciamiento de las huestes feudales -que, como dice acertadamente
Sir James Stuart, 'invadieron por todas partes casas y tierras'- lanzó al mercado
de trabajo a una masa de proletarios libres y privados de medios de vida."

M
E l texto de la ficha puede decir:

"El licenciamiento de las huestes feudales [...] lanzó al mercado de trabajo a

&
una masa de proletarios libres y privados de medios de vida."

(V. también APÉNDICE A, fichas modelo 6 , 7, 8 y 10.)


- También pueden aumentarse palabras o frases cuando es necesa-
lit
ria una breve explicación para dar coherencia a lo citado, ya que al ex-
traerlo del contexto, ésta se ha perdido. Esta adición va entre corchetes
(v. APÉNDICE A, fichas modelo 6 y 12).
Sp

Ejemplo 1:

Texto seleccionado:
F

"Fue encargado frecuentemente de misiones, ya en el extranjero, ya en la mis-


PD

ma Italia."

Texto de la ficha:

"[Maquiavelol fue encargado frecuentemente de misiones, ya en el extranje-


ls

ro, ya en la misma Italia."


oo

Ejemplo 2:

"Tal es la forma [en los romances]: una idea en un verso. (Pero, no es acaso
sT

ésta la forma del Poema del Cid en donde el discurso y el relato progresan a peque-
ños trazos, verso a verso?"

(V. también fichas modelo 2, 3, 4, 5 y 6 . )


- Se agrega entre corchetes la palabra [sic] cuando el original tie-
Sy

ne una característica extraña como:

Una alteración gramatical.


84 SEGUNDA PARTE. PROCESO DE L A INVESTIGACION

ge
En el ejemplo que aparece a continuación, la ficha debe marcar con
un [sic] el hecho de que la oración esté i n ~ o m p l e t anunca
,~ corregir el
error.

er
Ejemplo:

Texto original:

M
"Y siempre que los hombres de ciencia, saliendo de su mundo abstracto, falto
de sangre y de vida, aborto semejante al homúnculus creado por Wagner, el pe-
dante discípulo del inmortal doctor Fausto."

&
Texto de la ficha:

"Y siempre que los hombres de ciencia, saliendo de su mundo abstracto, falto

lit
de sangre y de vida, aborto semejante al homúnculus creado por Wagner, el pe-
dante discípulo del inmortal doctor Fausto [sic]."

En el siguiente ejemplo sacado del mismo libro, la ficha debe seña-


Sp
lar el uso incorrecto de el, puesto que el sustantivo exige la.
Texto original:

"La verdadera propaganda se hizo directa y exclusivamente entre el pueblo des-


F

graciado y degradado por la servidumbre: tal fue el principal y la primera revolución


del proletariado."
PD

Texto de la ficha:

"La verdadera propaganda se hizo directa y exclusivamente entre el pueblo des-


graciado y degradado por la servidumbre: tal fue el [sic] principal y la primera revo-
lución del proletariado."
ls

Un uso gramatical poco frecuente, como cuando se usa un hipér-


baton oscuro, pero correcto.
Una palabra escrita de manera diferente a la usada en la actuali-
o

dad; por ejemplo, en la ficha modelo 13 la palabra parecen está escrita


con sc, que es ortografía de la época. Con todo, no se marca la extrañe-
To

za, pues se está leyendo un texto cuyo español no está modernizado.


En cambio, en la misma ficha se marca el significado especial de la pa-
labra Deesas.
s

Una palabra usada en un sentido irónico, difícil de comprender


o de la cual el investigador desconoce el significado que parece atribuir-
Sy

le el autor.

Si lo que interesa es el contenido, obviamente no se debería hacer uso de esta cita, salvo
en el caso de que se trate de un análisis de los errores gramaticales del texto.
CAP. 6. FICHA DE CONTENIDO 85

ge
Un dato dudoso o del que se tiene la seguridad de su incorrec-
ción, por ejemplo, una fecha.
Erratas de imprenta; el citado texto de Bakunin tiene varias, por
ejemplo, en vez de secarian dice sacarían:

er
Texto original:
"Y las fuentes de la vida se sacarían bajo la influencia de sus abstracciones."

M
El texto de la ficha debe decir:

"Y las fuentes de la vida se sacarían [sic] bajo la influencia de sus abstrac-

&
ciones."

(V. también APÉNDICE A, ficha modelo 13.)


- Si el texto original lleva un subrayado se copia tal cual; en caso
lit
de posible confusión se deberá hacer la aclaración, inmediatamente en-
tre corchetes, que diga el subrayado es del autor.
Si el investigador pretende enfatizar una o varias palaras del texto
Sp
citado puede subrayarlas y hacer la correspondiente aclaración, como
se ha indicado antes, de que fue él quien subrayó y no el autor.5
Si el texto tiene otro tipo de letra, se deberá marcar en la ficha su-
brayando esa parte (v. APÉNDICE A, fichas modelo 3, 6, 8, 10 y 12).
F

6.2.2 De resumen
PD

En estas fichas se dice en pocas palabras la idea que el autor expuso


de manera más extensa, sin alterar el sentido del original (v. APÉNDICE A, fi-
chas niodelo 1 y 9).
Se debe resumir cuando:
- El autor, por cuestiones de estilo, adorna la idea con palabras
ls

que son innecesarias para su comprensión.


- Se aportan otros datos que son complementarios, mas no funda-
mentales.
oo

- En el libro consultado el desarrollo de una idea se extiende va-


rias páginas.
sT

6.2.3 De comentario personal


En estas fichas se reúnen los datos o ideas que en determinado mo-
mento le surgen al investigador.
Sy

En el trabajo estas aclaraciones se pueden presentar de la manera arriba indicada; o bien,


en una nota al texto.
86 SEGUNDA PARTE. PROCESO DE LA INVESTIGACIÓN

ge
Si la ficha de comentario personal proviene del contenido de una
ficha determinada, llevará los mismos encabezados y referencia6 que
ella. Si no es así, los encabezados se regirán por el punto del esquema
al que corresponda la ficha, y ésta no tendrá referencia (v. APÉNDICE

er
A, ficha modelo 11).

6.2.4 Mixtas

M
La ficha mixta, al igual que la de comentario personal, tiene como
principal fin exponer el criterio del investigador en relación con los da-
tos que va obteniendo conforme los selecciona. Por medio de estos dos

&
tipos de fichas se adelantan los juicios que sustentan la tesis personal
o que, por el contrario, llevan a la demostración de que ésta estaba equi-
vocada en ciertos aspectos. Sirve también para dar coherencia a una

DICE A, fichas modelo 5, 12, 13, 14 y 15). lit


cita textual que depende de un párrafo anterior muy grande (v. APÉN-

Hay cuatro formas de hacer una ficha mixta:


- Se copia textualmente una parte y se añade un breve comenta-
Sp
rio personal.
- Se copia textualmente una parte y se incluye un resumen del resto
del texto, o viceversa.
-Se mezclan partes de resumen, partes textuales y partes de co-
F

mentario personal, procurando respetar la idea expuesta por el autor


(v. APÉNDICEA, ficha modelo 11).
PD

-Se hace un resumen y se añade un comentario.

6.2.5 De referencia cruzada


Cuando el contenido de una ficha puede servir para desarrollar dis-
tintas partes de un trabajo, existe un recurso que evita su repetición:
s

la ficha de referencia cruzada. En ella se ponen los datos necesarios para


ol

remitir a aquella que contiene la información completa.


Por lo menos uno de los encabezados de la ficha de referencia tiene
que ser distinto de los registrados en la ficha originaria; pero pueden
o

variar dos de ellos, e incluso los tres, según las necesidades temáticas
del trabajo.
sT

En cuanto a su contenido, como éste es el mismo que el de la ficha


originaria, en el espacio correspondiente sólo se indican los datos para
localizarlo; por lo tanto, se escribe la abreviatura v. y, en seguida, los
encabezados de la ficha que le dio origen (v. APÉNDICEA, fichas mo-
Sy

delo 19 y 20).
En este caso es pertinente añadir a la referencia las expresiones provimc de, uéase; otra posi-
bilidad consiste en engrapar la ficha de comentario a la otra ficha.
ge
6.3 ORGANIZACI~N
DE LAS FICHAS DE CONTENIDO
Uno de los pasos del proceso de investigación corresponde a la re-

er
colección de datos mediante el uso de fichas de contenido. En páginas
anteriores (v. supra, p. 77) se discutió sobre la conveniencia de esta ta-
rea; ahora, se considera necesario resaltar la importancia de organizar
el material reunido.

M
Cuando el investigador considera que ya ha "fichado" toda la in-
formación pertinente, debe hacer un alto con el fin de revisarla cuida-
dosamente. Para ello es necesario ordenar las ideas; es decir, organizar

&
las fichas, clasificar los datos,7 darles una estructura coherente, de acuer-
do con ciertos criterios, para que en un momento dado sea posible ana-
lizar de una manera sistematizada y completa los problemas planteados.
En este caso, la organización de las fichas se hará de acuerdo con
lit
el esquema, previamente establecido, del trabajo (v. supra, p. 71). De
este modo se podrá averiguar si realmente los datos recogidos son sufi-
cientes para desarrollar cada capítulo con sus respectivos incisos; y si
Sp
hay necesidad de modificar el esquema, ya sea para agregar temas, ya
sea para cambiar el orden de los mismos. Esto supone que hay que reu-
nir primero todas aquellas fichas que integren un capítulo o tema gene-
ral; después clasificarlas según sus incisos o subtemas, y así sucesiva-
mente. Quizá éste sea el mejor momento de entender por qué conviene
DF

manejar tres encabezados en las fichas de contenido: el título del tema


puede corresponder al título del trabajo o de un capítulo; el del subtema,
al de un capítulo o inciso, y el del subsubtema, al de la idea específica
contenida en los incisos.
P

Por otra parte, el ordenamiento de las fichas no sólo permite visua-


lizar con mayor exactitud la secuencia lógica de las ideas (es decir, tra-
tar los temas de acuerdo con su importancia, no dejar lagunas, evitar
ls

repeticiones, etc.), sino que también facilita el análisis y la valoración


de los distintos enfoques o comentarios que se recogieron en torno a
un determinado problema. Esto se debe a que tenemos muy presente
oo

y ordenada toda la información recogida sobre un aspecto concreto: fi-


chas que lo presentan, lo explican, lo amplían, lo fundamentan, lo re-
futan. organizar las fichas es armar "juegos de ideas".
Como las fichas de contenido no sólo se elaboran para realizar un
sT

determinado trabajo de investigación, sino que las empleamos también


para preparar exámenes, rendir informes, hacer exposiciones, etc., es
'
Sy

Esta tarea srrá fácil ya que la ficha es una unidad autónoma y como tal posee la flexibilidad
de ocupar el lugar donde mejor funcione. Pero no hay que olvidar que dicha ventaja sólo podrá
aprovecharse siempre que los encabezados de las fichas se hayan puesto con cuidado y precisión:
y, además, que cada ficha contenga una sola idea; de lo contrario, los datos quedarán mal clasifi-
cados (v. Npa, p. 78).
88 SEGUNDA PARTE. PROCESO DE LA INVESTIGACION

ge
importante guardar ordenadamente ese material. Por lo tanto, se reco-
mienda integrar unfichero general en el cual se debe organizar la infor-
mación, ya no con base en un esquema, sino por temas generales,8 den-
tro de los cuales se pueden establecer subtemas más específicos. Para

er
tal caso, se sugiere el empleo de separadores rotulados según los distin-
tos temas que se establezcan. La creación de un fichero de este tipo es
muy conveniente para conservar organizado un material que podrá usarse

M
posteriormente con fines distintos de los que se tuvieron en el momento
de recoger la información.

&
lit
Sp
F
PD
ls
oo
sT
Sy

Por ejemplo, las fichas modelo 1 , 2, 3 , 6. 7, 8, 9, 10, 1 1 y 12 se podrían agrupar en el


tema Doctrinas políticas. Por otra parte, las fichas 13, 14, 15 y 16, en el tema Literatura rnedie-
val española (v. APÉNDICE A).
ge
er
Tercera

M
parte

&
del lit
Sp
trabajo
F
PD
ls
oo
sT
Sy
ge
er
M
Partes del trabajo

&
lit
En términos generales, puede afirmarse que los trabajos de investi-
gación, sobre todo en el nivel universitario, requieren de una estructu-
ra clara y bien delimitada en sus partes, que contribuya a facilitar la
comprensión y la gradual entrada en materia por parte del lector. Este
Sp
ordenamiento de los diversos aspectos que se tratarán en el trabajo, así
como la clarificación del método (o métodos) que habrá de emplearse
para ir avanzando en la investigación, tiene su primer esbozo, como
ya se ha dicho (v. supra, p. 21) en el plan inicial de trabajo, una de cu-
F

yas partes es la elaboración de un esquema; lógicamente, éste se irá pu-


liendo y se enriquecerá con los nuevos elementos encontrados a lo largo
PD

de la investigación, hasta convertirse finalmente en el índice mismo del


trabajo.
Independientemente del método que se utilice, se recomienda que
el trabajo contenga tres partes íntimamente relacionadas: una introduc-
ción, un desarrollo y unas conclusiones, aparte de las secciones específicas
que tiene siempre un trabajo de investigación documental, tales como
ls

notas (si se colocan después de cada capítulo o al final del todo el traba-
jo), bibliografia (que puede ser estrictamente la consultada, o bien in-
oo

cluir, además, otra de carácter más general) y anexos o apéndices (sección


en la que irán los cuadros, diagramas, etcétera).
sT

Una de las partes más importantes del trabajo es su introducción, ya


que es la primera en leerse, y por lo tanto, la que da una idea somera,
pero exacta, de los diversos aspectos que componen el trabajo. Se trata,
Sy

en última instancia, de hacer un planteamiento claro y ordenado del


tema de la investigación, de su importancia e implicaciones, así como
92 TERCERA PARTE. ELABORACION DEL TRABAJO

ge
de la manera en que se ha creído conveniente abordar el estudio de sus
diferentes elementos. Podría decirse, en consecuencia, que la introduc-
ción es un anticipo resumido de aquellos temas que después aparecen
desarrollados en el trabajo a manera de capítulos específicos o secciones

er
temáticas. En este sentido, sirve como guía y motivación. Bastará leer
la introducción de un trabajo serio para decidir si interesa o no emprender
su lectura a fondo.

M
La introducción no es, pues, un preámbulo que hay que rellenar
de cualquier manera;l es, como se ha dicho, el lugar donde se plan-
tean los problemas que abordará la investigación, los cuales serán ana-
lizados con detenimiento en el trabajo hasta probar una hipótesis o lle-

&
gar a determinadas conclusiones que ayuden a aclarar las características
del problema. Si esto es así, conviene entonces exponer desde el princi-
pio la intención del trabajo, sus límites e incluso el método de investi-

lit
gación empleado. Cabe señalar que si bien a veces es conveniente acla-
rar el sentido de la investigación, de ninguna manera deben anticiparse
cuestiones específicas sobre el desarrollo de los temas de la misma y mucho
Sp
menos llegar a conclusiones. Esto último se hará precisamente en la sec-
ción denominada conclusión, al final del trabajo; en la cual habrá que
entresacar de manera clara, y también concisa, las conclusiones más
importantes que pueden derivarse del desarrollo de los diversos aspec-
tos tratados.
DF

En términos prácticos podría decirse que una introducción obedece


a la formulación de las siguientes preguntas que, antes de hacérselas
el lector, se ha hecho ya el propio investigador:

;Cuál es el tema del trabajo?


sP

;Por qué se hace el trabajo?


iCómo está pensado el trabajo?
;Cuál es el método empleado en el trabajo?
;Cuáles son las limitaciones del trabajo?
ol

Se recomienda que la introducción se haga una vez terminado el


desarrollo del trabajo, a fin de que no se propongan metas que no se
o

van a alcanzar. En este sentido, no debe confundirse la introducción


con el plan de trabajo que el investigador elabora al principio, antes
sT

de abordar el estudio de los temas propuestos. Se puede hacer una bue-


na introducción solamente de un texto que se conoce de antemano; por-
que es el resultado de un gradual acercamiento analítico realizado me-
Sy

' No conviene, por ejemplo, adoptar un tono ampuloso, pero vacío, ni remitir a un marco
de referencia tan amplio que desborde el tema: "sería ridículo remontarse al Diluvio Universal
para hablar de la Conquista de México"; A. Moreno Toscano, Charlas sobre técnicas de investi-
gación documental, El Colegio de México, septiembre de 1973.
CAP 7 . P A R T E S DEL TRABAJO 93

ge
diante la utilización de cierto método (o métodos). Asimismo, se
recomienda que la amplitud de la introducción sea proporcional a la
del trabajo, pues sería absurdo que aquélla aportara tantos datos como
el desarrollo de éste. Si el trabajo es breve (sobre todo si no está dividi-

er
do en secciones claramente diferenciadas o capítulos) conviene que la
introducción se haga en los primeros párrafos del texto general, y no
en sección aparte.

M
Aunque un trabajo más o menos extenso tenga su introducción, a
fin de seguir un ordenamiento lógico y de ir entrando gradualmente en
materia, cada una de las secciones o capítulos que lo forman llevará tam-
bién un párrafo introductorio al tema expuesto, pero sin formular ex-

&
plícitamente la palabra "introducción" a manera de titulillo. La sec-
ción de conclusiones tendrá también, de la misma forma, una pequeña
introducción.

7.2 EL DESARROLLO lit


El desarrollo o cuerpo del trabajo es en esencia la fundamentación
Sp
lógica, minuciosa y gradual de la investigación, cuya finalidad es expo-
ner hechos, analizarlos, valorarlos y, algunas veces, tratar de demos-
' Es importante advertir que a menudo se confunde o incluso se fusiona lo que hasta aquí
hemos llamado introducción y lo que suele entenderse por prúloso. O sea que, para muchos auto-
F

res, un prólogo realiza las mismas funciones que una introducción; se trata entonces de una sim-
ple diferencia de terminología o de nomenclatura. En otros casos, escogiendo uno u otro término
PD

para designar a la primera sección de un trabajo, el investigador procura fundir intencionalmente


las nociones que hasta aquí hemos atribuido a la introducción con aquellas que tradicionalmente
se aplican al prólogo.
;Cuál es entonces el concepto tradicional de prólogo? En un sentido amplio, un prólogo es
un acercamiento más generalizador y personal al trabajo. Si bien es también un anticipo resumido
del mismo, este adelanto se refiere casi siempre a la importancia que tiene el tema central de la
investigación dentro de un contexto más amplio.
El prólogo tradicional, si es escrito por el mismo autor del trabajo, busca explicar las motiva-
ls

ciones personales que indujeron a realizarlo, los diversos obstáculos que tuvo que ir venciendo.
los antecedentes que tiene el problema investigado, los textos publicados que ayudan al estudio
del problema, las principales fuentes bibliográficas y de otra índole consultadas, y los agradeci-
oo

mientos a personas y10 instituciones específicas por haber contribuido a la buena marcha de la
investigación realizada.
Si lo hace otra persona, además de la mayoría de los datos antes mencionados, se incluye
una apología del autor, de ese trabajo en particular y10 de otras obras que publicó anteriormente.
En este sentido, el prologuista buscará motivar al lector mediante una evaluación de los méritos
sT

intelectuales o científicos del autor, en general, y de su obra, en particular.


Cuando ocurre la conlbinación antes mencionada entre lo que tradicionalmente presenta una
introducción y lo que contiene un prólogo, el ordenamiento casi siempre va de lo personal a lo
objetivo; es decir, de lo que plantearía un prólogo a lo que abordaría una introducción. Cabe se-
ñalar, no obstante, que en estos casos hay investigadores que proceden a la inversa, e incluso otros
Sy

que mezclan arbitrariamente elementos de ambas concepciones.


Por último, es necesario aclarar que además de manejarse los conceptos de introducción y10
prólogo, algunos investigadores utilizan también otras nomenclaturas para designar a esa primera
sección del trabajo, mezclando generalmente los elementos de las designaciones antes citadas. Al-
gunos de estos nombres son: prefacio, preseníaciún, proemio, exordio, palabras al lector, aduertencia.
94 TERCERA PARTE. ELABORACIC~ND E L TRABAJO

ge
trar determinadas hipótesis en relación con dichos planteamientos. En
este último caso, formulada la hipótesis de trabajo y expuestos los he-
chos que integran el meollo de los diversos aspectos del problema, se
desarrollan los argumentos cuya justificación lógica se propone.

er
Cada una de las secciones o capítulos, al abordar una frase o aspec-
to específico del problema estudiado, contribuye a esclarecer el panora-
ma total del mismo. En trabajos más breves, el desarrollo seguirá una

M
lógica interna similar, pero abordando el problema como un todo, sin
considerar aspectos específicos que se analicen por separado.
Ya se ha visto (v. supra, p. 22) que en toda investigación documen-
tal el investigador necesita recurrir a diversas fuentes de información

&
(libros, revistas, periódicos, documentos, etc.), para extraer de ellas las
ideas o los datos que habrán de respaldar o refutar determinada hipóte-
sis, o que servirán de base para el análisis de un tema específico. El de-

lit
sarrollo del trabajo consiste, entonces, en ir manejando creativa y orde-
nadamente (por capítulos) todo este material ajeno que se haya recopilado
mediante el empleo de fichas de contenido (v. supra, p. 77), y cuyas re-
Sp
ferencias a sus respectivas fuentes de origen se dan en notas al texto
como se verá en páginas posteriores (v. injia,p. 101) .
Es evidente que la redacción del trabajo no consiste sólo en hilar
las ideas o datos tomados de otros autores, sino en combinarlos con el
análisis y la reflexión en torno a su sentido e importancia, para que el
DF

resultado sea un texto ameno y al mismo tiempo bien documentado.


sP

"La conclusión es la última impresión que de un libro [o trabajo


de investigación] retiene el lector, y ello obliga todavía más a exponer
aquí las ideas con claridad." Por lo tanto, debe desprenderse en forma
lógica de los planteamientos del trabajo y poner de relieve los resulta-
dos que el propio autor crea haber conseguido.
ol

La conclusión, al igual que la introducción y el desarrollo, requiere


de una estructura propia pero semejante a la de las otras secciones. Debe
iniciarse, por tanto, generalizando los logros del trabajo a manera de
To

introducción, para luego sacar en claro ordenadamente las ideas más


relevantes que hayan surgido en cada capítulo como resultado de los
aspectos en él planteados. Dichas ideas deben presentarse mediante una
s

El trabajo de investigación no siempre requiere una conclusión. La ausencia o presencia


Sy

de esta parte del trabajo está determinada por la naturaleza del mismo. Sin erribargo, no debe
eliminarse arbitrariamente, porque se da la impresión de que el investigador rehúye "meditar
con su lector el significado del trabajo que llevó a cabo". Por ejemplo, una tesis sin conclusiones
sería un trabajo incompleto. Carlos Bosch García. La ticnica de inuestigación documental, 6a. ed., UNAM,
1974, p. 517.
CAP. 7. PARTES DEL TRABAJO 95

ge
redacción fluida, y no como una lista de simples conceptos; lo cual quiere
decir que no se trata de un resumen de todo lo expuesto en el trabajo.
Al final conviene llegar a conclusiones generales que constituirían la prin-
cipal aportación del mismo.

er
Las conclusiones implican un retorno a la introducción: se cierran
sobre el comienzo del trabajo, en el sentido de que se retoman las ideas
propuestas y se formulan otras derivadas de las primeras mediante su

M
análisis en el desarrollo. Esto significa que la conclusión no debe con-
vertirse en una especie de "cajón de sastre" donde se incluyan todos
los aspectos que por una u otra razón no fueron tratados.
A veces es pertinente complementar las conclusiones con un plan-

&
teo general de las perspectivas del problema estudiado que aquéllas per-
miten entrever. En otras palabras, es posible que a partir de las conclu-
siones surjan nuevos temas para futuras investigaciones.

lit
Sp
F
PD
ls
oo
sT
Sy
ge
er
M
Citas

&
La cita, considerando el término de manera muy amplia, consiste

it
en la exposición que hace una persona de las ideas que ha tomado de otra.
Debido a que casi todos los temas han sido tratados por otros inves-
l
tigadores, en el momento de realizar un trabajo de investigación se tie-
Sp
ne que recurrir a elloa; de ahí la importancia de la cita, la cual es la
presentación -ya textual, ya resumida- de aquellas ideas expresadas
por otros autores, que sirven de apoyo al investigador, se contraponen
a lo que él dice o proporcionan mayor información sobre determinado
tema; en suma, es una manera de sustentar una teoría, y de indicar
F

cuáles son las ideas aportadas por el investigador y cuáles no.


Es pertinente recordar que este material informativo debió recogerse
PD

en las fichas de contenido como uno de los primeros pasos del proceso
de la investigación. En el momento de redactar el trabajo, los conteni-
dos de estas fichas se convierten precisamente en las citas de él. Sin em-
bargo, por diversos motivos prácticos no todas las fichas van a transcri-
birse; ya que muchas de ellas se recogieron con el objeto de ampliar
ls

el contexto general del tema para tener así una mejor comprensión del
mismo. Esto significa que, en algunos casos, parte de la información
puede ser repetitiva o secundaria. Por lo tanto, es necesario seleccionar
oo

las fichas que aporten realmente ideas sobresalientes o ilustrativas del


punto que se está argumentando.
Por otra parte, no existe una relación de igualdad entre ficha tex-
sT

tual y cita textual; es decir, en el momento de elegir una ficha textual


para presentarla en el trabajo, ésta se puede transformar en una cita
de resumen, o bien se transcribe sólo una parte de la misma y se resu-
me el resto.
Sy

Como toda cita implica el uso de ideas ajenas, siempre debe remitir,
en nota, a la fuente de información (v. NOTAS AL TEXTO).
98 TERCERA PARTE. ELABORACION D E L TRABAJO

ge
Hay dos tipos de citas: las textuales, en las que además de las ideas
se respeta la forma en que están expresadas; y las de resumen, en las que
se vierten las ideas de un autor resumidas y expresadas mediante una
redacción personal.

er
8.1 CITAS TEXTUALES
Estas citas deben estar integradas al texto no sólo en su aspecto for-

M
mal, sino también en lo que se refiere al contenido; esto implica que
deben ser analizadas o discutidas en el trabajo antes o después de pre-
sentarlas. Una cita textual que no sirva para apoyar o ejemplificar las

&
ideas del investigador, o para ser refutada por él, no tiene ninguna
función.
Como su nombre lo indica, estas citas reproducen el original tal como
está escrito, respetando el léxico, la estructura gramatical, la puntua-
lit
ción, la ortografía y aun los errores. Sin embargo, el investigador dis-
pone de ciertos recursos para adaptarlas a las necesidades de su trabajo
(v. FICHAS DE CONTENIDO en su sección 6.2.1 que corresponde a fi-
Sp
chas textuales).
Dentro de las citas textuales podemos distinguir citas breves y citas
largas. La forma de integrarlas al trabajo varía según pertenezcan a uno
u otro grupo.
DF

8.1.1 Citas textuales breves


Se consideran citas textuales breves las que no pasan de cuatro 1í-
neas. Este tipo de citas se incorporan dentro del párrafo, y al hacerlo
sP

debe procurarse que haya una concordancia entre lo que se está dicien-
do y lo que dice la cita para que el párrafo no pierda fluidez. Siempre
van entre comillas dobles (" ").

Ejemplo:
ol

La guerra civil española fue campo fértil para la creación poética. El pueblo es-
pontáneamente se lanzó a cantar sus angustias y penas, sus esperanzas y anhelos;
en 1937 Emilio Prados recogió, como dice Puccini, " u n Romancero de la guerra
o

española, tras de realizar una atenta selección reunió u n volumen con más de no-
vecientas composiciones de poetas célebres, menos célebres y, sobre todo, desco-
sT

nocidos y anónimos
a Dario Puccin~.Romancero de la resistencia española, pr61. y trad. de Jescs L. Pacheco, versión
española de los poemas hecha por José Agustín Goytisolo y otros, l a . ed. española ampliada de la 2a.
ed. italiana de 1965, Era. México, 1967, p. 6 1 .
Sy

Existe la posibilidad de que la cita que nos interesa presentar con-


tenga a su vez una cita; en tal caso es necesario señalar con toda clari-
dad cuál es el texto que corresponde al autor que nosotros citamos, y
CAP. 8. CITAS 99

ge
cuál es el texto que él cita. Este último debe ir entre comillas francesas
(M ») o simples (' ') para que las comillas dobles se utilicen como antes
indicamos.

er
Ejemplo:

En 1936 España había sido convertida por las grandes potencias fascistas de

M
Europa en un campo experimental. La reacción popular brotó con el vigor revolu-
cionario que suelen tener los pueblos que luchan por su liberación económica y SO-
cial. "El momento español, o mejor, el momento antifascista en su primera fase,
es [...] 'un momento', como ha descrito ltalo Calvino, 'que era todo a la vez: revo-
lución, realidad, moral y p ~ e s í a " ' . ~

&
ltalo Calvino. "Malraux da I'espoir a De Gaulle", en Cinema Nuovo. julio-agosto de 1958, núm.
134, p. 8, cit. por Puccini, Op. cit., p. 56.

8.1.2 Citas textuales largas lit


El uso de la cita textual extensa puede estar justificado por las si-
Sp
guientes razones:
- Cuando es necesario presentar varias ideas del autor, que están
íntimamente relacionadas entre sí.
- Cuando la idea que se quiere transcribir necesita de su propio
contexto para precisarse mejor; es decir, que la idea en ella expresada
F

es muy importante para el trabajo de investigación, y si se le elimina


parte del texto o se le resume, pierde su fuerza y su claridad.
PD

Este tipo de citas requiere una presentación distinta a la de las bre-


ves: se interrumpe el renglón en el momento en que debe entrar la cita
y ésta se coloca en la siguiente línea; se sangra el margen izquierdo unos
cinco o siete espacios y se escribe a renglón seguido, sin comillas.
s

Ejemplo:
ol

En los mercados en los que predomina la población indígena suele haber cier-
tas características constantes que se repiten con regularidad. Hay puestos fijos y
puestos ambulantes construidos con diversos materiales -madera o petate- y con
diversas formas -con toldo y sin toldo, al ras del suelo o en alto-; sin embargo,
To

dentro de este aparente caos hay, como dice Dinerman refiriéndose a Pátzcuaro,
un orden y una tendencia a seguir ciertas reglas:
C...] vendedores de todo tipo tratan de ocupar los mismos lugares cada semana. Productos de la mis-
ma clase tienden a estar agrupados; la plaza es entregada a los vendedores de frutas y verduras y
s

a los de chile seco, que se agrupan en la calle que conduce a la basilica. En la pequeña calle que
atraviesa la plaza dominan los vendedores de ropa, novedades y artículos dom6sticos. aunque están
Sy

entremezclados con puestos de fruta i.. .l. Los portales son también el sitio preferido de hombres que
venden sillas, puertas, mesas y gabinetes sin pintar, que hacen en ~aracho.'

'Ina R. Dinerrnan. Las tatasws: campesim y aresanos de Mid7oac¿h, tr. Carmen G. Chuaqui. SEP.
México, 1974 (Sep-Setentas, 129). p. 70.
ge
8.2 CITAS DE RESUMEN
Estas citas, a diferencia de las textuales, sólo se distinguen de lo ex-
presado por el investigador porque llevan su referencia bibliográfica;

er
pero al igual que ellas, deben estar integradas al texto de tal manera
que no interrumpan el desarrollo del razonamiento.
Al redactar el trabajo son un buen recurso para presentar aquella
información que es necesaria, pero no requiere de la precisión de una

M
cita textual. Es recomendable su empleo para:
- Exponer a grandes rasgos la teoría propuesta por uno o varios
autores.

&
- Situar históricamente un hecho, un autor, una obra, etc.
- Presentar los diferentes significados de un concepto.
- Dar los datos biográficos de un personaje.
- Ampliar el contexto de una cita textual.
Ejemplo:
lit
Sp
Al analizar la tirada seis del Poema de Mio Cid, D. Alonso llama la atención,
indirectamente, sobre la frecuencia de la yuxtaposición, o sea, de la relación que
se establece entre las oraciones que forman período sin nexo gramatical que las
una (aunque sí con nexo p r o s ó d i ~ o ) . ~

Damaso Alonso "Estilo y creación en el Poema del Cid", en Ensayos sobre poesía española, Gre-
F

dos Madrid, 1944, p 74


PD
ls
oo
sT
Sy
ge
er
M
Notas al texto

&
La nota es una convención que permite proporcionar información

lit
adicional relacionada con el tema del trabajo, "sin interrumpir la se-
cuencia lógica del texto"' que se está redactando.
Sp
Clasificación

Por la clase de información que proporcionan, las notas pueden ser


de dos tipos: de amfiliación de texto y de referencia.
Las primeras tienen como finalidad insistir en el mismo tema, ver-
F

lo desde otro aspecto o precisar los conceptos enunciados. Algunas ve-


ces no es conveniente omitir esta información, y al mismo tiempo no
PD

se puede introducir en el texto, ya que su contenido es relativamente


incidental.
Las segundas tienen la función de remitir a las fuentes de las que
se ha tomado información, a otras fuentes que sirven para ampliarla o
a otras partes del mismo trabajo.
ls

Colocación
oo

Según el tipo de nota que se esté utilizando varía la manera de si-


tuarla:
- La nota de referencia puede colocarse dentro o fuera del escrito
(a pie de página o al final del capítulo o del trabajo). El criterio que
sT

se adopte debe respetarse de principio a fin del trabajo.*

' Se ha titulado de esta manera el capítulo porque en él se hace referencia tanto a las notas
que se incluyen dentro del escrito como a las que se colocan a pie de página, final de capítulo
Sy

o de libro.
Ario Garza Mercado. Op. cit., p. 130.
102 TERCERA PARTE. ELABORACIÓN DEL TRABAJO

ge
- La nota de ampliación de texto, por el contrario, siempre va fuera
del escrito (a pie de página o al final del capítulo o del trabajo).
Como no es usual que en un trabajo se maneje sólo un tipo de no-
tas, cuando las de referencia se introducen en el escrito se recomienda

er
anotar a pie de página las de ampliación de texto y de bibliografía.

Presentación

M
El lugar donde se coloca la nota determina su presentación:

- Si las notas de referencia van dentro del texto se escriben entre

&
paréntesis: inmediatamente después de las citas si se trata de referen-
cias a la(s) fuente(s) de información, e inmediatamente después de aquella
parte del escrito en que se quiere remitir a otras secciones del mismo
trabajo, si son de referencia cruzada.
lit
- Si las notas van fuera del texto deben cumplir con varios requi-
sitos. Es necesario escribir en el texto una llamada que remita a la nota;
Sp
esta llamada puede ser un número arábigo si se trata de trabajos en los
que no se están manejando números; en caso contrario se utiliza como
tal: cruces, asteriscos, estrellas, manos, etc., para evitar posibles confu-
siones. La llamada se puede colocar entre paréntesis dentro del renglón,
o sin paréntesis, ligeramente arriba del mismo.
F

Las llamadas siguen una numeración progresiva;3 pero es recomen-


dable, en trabajos muy extensos y con múltiples notas, interrumpir la
PD

numeración al terminar un capítulo e iniciarla de nuevo en el siguiente.


El número o dibujo de la llamada se debe repetir al principio de
cada nota, la cual, tanto si va a pie de página como si va al final del
trabajo, se escribe de la siguiente manera: se deja un sangrado de dos
o tres golpes de tecla en el primer renglón, y los siguientes se escriben
s

a un espacio, iniciándolos en el mismo margen del resto de la hoja. Es


recomendable dejar doble espacio entre una y otra notas.
ol

Las notas que se colocan al final del capítulo o del trabajo deben
ir en sección aparte con el título NOTAS (en mayúsculas) centrado en
la primera página.
o

Las notas a pie de página deben ir separadas de la última línea del


texto por un doble espacio. Además, se puede hacer una raya que indi-
sT

que gráficamente la separación.


Toda nota al pie debe quedar en la hoja en donde está su llamada;
sin embargo, cuando no cabe toda la nota en su página correspondien-
Sy

te, se deja en ella parte de la nota y el resto se continúa en la que sigue


sin indicar de nuevo la llamada. Se recomienda que el texto de la nota
Algunos autores prefieren iniciar la numeración en cada página cuando se trata de notas
al pie, pero esta forma ha caído en desuso.
CAP. 9. NOTAS A L T E X T O 103

e
se interrumpa de tal manera que el lector comprenda que ésta no ha
terminado.

rg
- Si en un mismo trabajo se utilizan notas dentro y fuera del tex-
to, la presentación de las mismas se debe apegar a las indicaciones de
los incisos anteriores.

Me
Las notas de ampliación de texto permiten incluir en el trabajo in-
formación muy variada; como es imposible proporcionar todas la mo-
dalidades, se han seleccionado aquellas que con más frecuencia se le pue-

&
den presentar al investigador, y son las siguientes:
- Para confirmar, ampliar o refutar, con citas de otros autores,
una idea expresada en el trabajo.

Ejemplo de c~nfirmación:~
lit
Sp
La enumeración implica pluralidad de elementos. Muchos autores coinciden
en considerar esa pluralidad a partir del número tres.77
77 "[ 1 en la mente popular el primer número que se añade al dos ya forma el principio de una can-
ttdad" (De Chasca, p 263, nota 151 Aristóteles dice "La palabra ambos y no todos señala a dos personas
o cosas, tres es el primer número al que se ha aplicado la palabra todos" (ibidl "Le trois s'emploie cons-
F

tamment pour le signe de la pluralité c'est que ce nombre est le premier et le plus élémentaire des nombres
pluriels (El tres se emplea constantemente como signo de pluralidad es que este número es el primero
"

y el mAs elemental de los números plurales 1 (Doncieux 04, p X X V )


PD

Ejemplo de ampliación:

El conjunto de actividades que constituyen la práctica social puede dividirse


ls

en prácticas teóricas (especulativas) y prácticas empíricas. Me interesa dedicar este


texto a las prácticas teóricas, de las cuales destacaré: 1. La práctica científica, 2.
la práctica filosófica y 3. la práctica
oo

20 La práctica científica y la filosófica constttuyen lo que llama Althusser, las dos "formas del saber".
sT

Como ya se indicó en la Introducción, en este capítulo se incluye una serie de ejemplos


en los que se manejan párrafos textuales de diferentes autores con sus respectivas notas; para evi-
Sy

tar confusión se han omitido las comillas y se han presentado sin el formato original. Aparece,
por esta razón, una gran cantidad de "llamadas" y notas que no se deben confundir con las he-
chas por los autores de este libro. Para facilitar el manejo del mismo, todas las referencias a obras
citadas como ejemplo se han remitido a una bibliografia especial (v. BIBLIOCRAF~ADE OBRAS CI-
TADAS COMO EJEMPLO).
ge
Ejemplo de refutación:

Nos conviene, para ulteriores fines, dividir el encabalgamiento, por el grado de


violencia, en tres tipos,'' todos ellos registrables en la época modernista.

er
" Esta clasificación, pese a hacerse también tomando como criterio la diferente violencia del enca-
balgamiento, no coincide con lo que Dámaso Alonso establece entre encabalgamiento abrupto y suave.
Véase su citado libro Poesía española.

M
- Para plantear una tesis general o diferentes aspectos relaciona-
dos con el tema de la investigación que no se van a tomar en cuenta
en ese trabajo, pero pueden ser utilizados en estudios posteriores.

&
Ejemplo:

Mientras que un gran número de indígenas sufrió un proceso de aculturación


lit
debido a la presencia de puestos cercanos (West, op. cit.,: 111, y quizá también de-
bido a su incapacidad para conservar comunidades viables, otros muchos conser-
varon su carácter corporativo y continuaron trabajando sus tierras y especializán-
Sp
dose en la artesanía.13

l 3 Valdría la pena hacer especulaciones para averiguar hasta qué punto las comunidades artesana-
les conservaron su integridad en mayor grado que otras comunidades agrícolas; pero. sin embargo, este
problema requeriría una investigación que va más allá de los fines de esta obra.

- Para explicar el significado de un término o una expresión.


F

Ejemplo de término:
PD

Se explica, y con eso mismo se justifica y se ~ a n c i o n a ,la~ estratificación so-


cial por factores extrasociales, es decir por factores que se presume que están fue-
ra de la voluntad humana, por factores que ya son dados en el momento de entrar
en vida cada uno de los individuos que componen la comunidad.
ls

Me sirvo de la voz "sancionar" de acuerdo con el Diccionario de la Academia Española que la defi-
ne como "Dar fuerza de ley a una disposición Autorizar o aprobar cualquier acto, uso o costumbre". En
Chile la voz sancionar se usa sólo en el sentido de castigar. o aplicar la ley para reprimir un acto contrario a ella.
o

Ejemplo de expresión:
To

Pero cuando el "salario socia^"^ se extiende a la mayor parte del consumo in-
dividual, sus implicaciones económicas, sociales y psicológicas aparecen brus-
camente.
s
Sy

Es preciso no confundir "salario social" y "salario indirecto" o "ingreso de transferencia" Estas


dos ultimas formas de retribución sólo son ingresos monetarios difendos, en tanto que el "salario social"
se caracteriza por un reparto en especle Tal confusión es corriente en los autores sovieticos y se repite
especialmente en el nuevo programa del PCUS donde, balo el término de "fondos sociales de consumo",
se citan, mezclando todo en un revoltijo, los subsidios de enfermedad y pensiones de vejez, por una parte
y la instrucción y la asistencia médica gratuita, por otra
CAP. 9. NOTAS A L TEXTO 105

e
- Para incluir datos biográficos, históricos, cronológicos, geográ-
ficos, estadísticos.. .

rg
Ejemplo de datos biográficos:

Me
Las pegadizas melodías de la música de las Tierras Altas no se han dado a co-
nocer hasta el siglo XX, y eso principalmente por el interés de la señora Kennedy-
Fraser; pero los acentos directos de las Tierras Bajas encontraron su expresión más
bella en el siglo XVIII. Ellos constituyeron la poesía de Robert ~ u r n sel, campesi-
~ ~
no inspirado.

&
l 4 Robert Burns (1759-96).Hijo de un granjero de Ayshire, tomó la granja de Mossgeil en 1783 con
su hermano Gilberto. Publicó sus poemas en Kilmarnock y Edinburgo, y visitó esta última ciudad en 1786
Fue nombrado para desempeñar un puesto en el servicio de cobranza del impuesto de consumos y se casó
con Jean Armour en 1788. Fue trasladado a Dumfries en 1791.

Ejemplo de datos estadísticos:


l it
Sp
Entonces Jruschov se decidió a lanzar su famosa campaña de las "tierras vír-
genes" cuyo fin sería aprovisionar a las ciudades soviéticas de cereales indepen-
dientemente por completo de los campesinos koljosianos, mediante el desarrollo
intensivo de las granjas de Estado en Siberia.15

l 5 En 1953 los Koljoses sembraron 132 millones de has. y los Sovjoses, 18.2 millones de has., en
1961, las cifras eran respectivamente de 110.6 millones de has. y de 87.3 millones.
F

- Para presentar ejemplos o añadirlos.


PD

Ejemplo de presentación:

La canción española, además de verter el contenido del verso corto francés


en el molde del doble hexasílabo, traslada la rima en ;a la rima en a; al traducir amie:
ls

amiga, como se puede ver en la mayor parte de las versiones.135

13' "Dígame mi suegra, la mi siempre amiga" (Gil 56. p. 461, "suegra, la mi suegra, la mi siempre
amiga" (Marazuela, p. 339). "madre. la mi madre, la mi siempre amiga" (M. Pelayo, p 288). "la digo,
oo

señora. la muy siempre amiga" (Marazuela, p. 3291.

Ejemplo de adición:
sT

La subordinación adverbial de modo aparece solamente en el Poema de Mio


Cid y hay ocho ejemplos:
Raquel e Vidas en uno estavan amos,
en cuenta de sus averes, de los que avien ganados (Cid, 100-101 1.
Sy

Ya salien los ifantes de Valencia la clara,


espidiéndos de las dueñas e de todas sues compañas (Cid, 261 1 - 2 6 1 2 ) ~ ~

23 También: Cid, vs. 374-375; 557-558; 1 125-1 126; 1875-1876; 2288-2289; 3591 -3592.
106 TERCERA PARTE. ELABORACIÓN DEL TRABAJO

ge
- Para dar la traducción de una cita en otra lengua, o el original
de una cita ya traducida en el texto.

er
Ejemplo de traducción en nota:

En un caso se llega, con gracia, al tono desapasionado del proverbio:


32 = Xlll

M
Non quero yo un hillello
illa I - ~ a m a r e l l o . ~ ~

59 "No quiero un amiguito, lsino el morenito"

&
Ejemplo de original en nota:

lit
A este propósito hay que recordar la admirable frase de Goethe:
"La obra que produce un individuo excepcional es también naturaleza, y entre
todos los pueblos, antiguos o modernos, sólo el poeta ha sido poeta".64
Sp
64 "Was ein vorzbgliches Individuum hervorbringe sei doch auch Natur, und unter allen Volkern, frü-
heren und sparteren, se¡ doch immer nur der Dichter D~chtergewesen". Dichtung u n d Wahrheit, X (apud
Levy 191 1 , p. 45)

- Para indicar dudas acerca del origen de un hecho.


F

Ejemplo:
PD

Muy pronto, el romancero creóg9 una variante del esquema, que conserva la
disposición general (un verso para cada uno de los dos primeros elementos y dos
versos para el último), pero donde desaparece el cuarto verso ampliato~io.

O lo tomó de la épica. en donde existía algo parecido (cf Poema del C/d, vs. 625-626)
ls

- Para presentar datos curiosos.


oo

Ejemplo:

El romance de Alfonso XII surge como una adaptación del romance de La apa-
rición hecha a raíz de la muerte de la reina Mercedes, esposa de Alfonso XII (junio
sT

de 1878). Se popularizó con gran rapidez, debido sin duda al halo novelesco que
rodeaba la figura de Mercedes a causa de su casamiento y de su muerte.13'

13' La familia real se opuso a que Alfonso se casase con Mercedes, su prima, por razones sociales
Sy

y políticas. pero Alfonso amenazó con abdicar si no se permitía su boda. Es creencia general que la joven
reina. que murió a los pocos meses de su matrimonio, fue envenenada por una hermana de Alfonso

- Para expresar agradecimiento.


ge
Ejemplo:
MAS ANTICIPOS DE LA "VOLTE-FACE". A continuación hace el autor algunas referen-
cias al Decretum, pero que por supuesto no se encuentran ni en el Decretum de
Graciano, ni en ningún documento similar de que yo tenga noticia.74

er
74 Mi discipulo Mr. Mac E. Barrlck emprendió la laboriosa tarea de comprobar la falsedad de esas
citas Me complace expresarle aquí mi agradecimiento.

M
9.2 NOTAS DE REFERENCIA
Estas notas, de acuerdo con la función que cumplen, pueden ser:

&
de referencia a la fuente de información, de ampliación de bibliografia y de referen-
cia cruzada.

lit
9.2.1 De referencia a la fuente de información
Son aquellas que proporcionan los datos que corroboran una cita,
que dan crédito al autor de ella. Al mismo tiempo suministran al lector
Sp
la información necesaria para consultar directamente las fuentes usadas.
Las referencias se hacen de diversas maneras, de acuerdo con el lu-
gar donde se colocan y con el tipo de fuentes a las que remiten.

9.2.1.1 Referencias a &entes directas (primarias)


F

Estas notas remiten a la fuente original, ya sea ésta escrita u oral,


PD

o a las fuentes que se van a utilizar con más frecuencia en el trabajo,


explicando la manera de identificarlas. Indican que el investigador ha
tomado las citas directamente de los textos de los autores citados.
Se pueden colocar dentro o fuera del escrito, pero también se puede
hacer una combinación en donde se especifiquen en nota fuera del texto
s

todas las fuentes de uso constante, y dentro de él, de manera abrevia-


da, cada fuente en particular. Según el criterio adoptado varían, relati-
ol

vamente, los datos que se proporcionan.


- Existen dos formas de presentar por primera vez, dentro del texto,
los datos de una referencia directa a la fuente de información:
o

a) Apellido del autor o de los autores, fecha de la publicación o de


la exposición (si la fuente es oral), con o sin páginas. Cuando el apelli-
sT

do del autor se incluye en el escrito, no es necesario repetirlo en la refe-


rencia. Si se mencionan varias obras de un autor publicadas en el mis-
mo año, a éste se añade una letra para identificar cada libro. Hay
investigadores que cuando utilizan de un autor únicamente un libro,
Sy

no proporcionan la fecha. Es recomendable anotar las páginas y, antes


de ellas, si la obra tiene varios tomos, cuál de ellos se ha utilizado
(v. supra, Presentación).
e
Ejemplo 1:

g
Se ha hallado en las raíces de crecimiento rápido de Libocedrus que las raíces la-
terales están más espaciadas y se originan a mayor distancia del meristemo apical

er
que en las raíces de crecimiento lento (Wilcox, 1962 b).

Ejemplo 2:

M
Para hacer la estimación de las especies de plantas, se echó mano del inventa-
rio florístico realizado por las brigadas de campo del Estudio Botánico y Ecológico,
en un radio aproximado de 9 kms., dentro del cual quedó incluido el predio de la

&
comunidad, y de los estudios de Valdivia ( 1 977); Delgadillo (1976); Riba y Pérez
(19781, sobre epífitas, musgos y pteridofitas, respectivamente, llevados a cabo en
áreas contiguas al predio campesino.

Ejemplo 3: lit
Cuando la Sula leucogaster nesiotes se encuentra en el medio acuático nada
Sp
sobre la superficie del mar. Palmer (1962, p. 292) haciendo referencia a Murphy
( 1 936) señala que el habitat de estas aves son los alrededores de las islas cercanas
o lejanas del continente, que coincide con lo que nosotros observamos.

b) Apellido del autor, titulo (abreviado o no), con o sin páginas (v.
supra, Presentación).
DF

Ejemplo 1:
Gracias a la rivalidad entre el intruso Alvarado y los legítimos invasores Pizarro
sP

y Almagro tenemos un registro de las atrocidades cometidas contra los indios por
el grupo de Alvarado (Hemming, La conquista de los incas, p. 187).

Ejemplo 2:
ol

Hernando de Santillán acusó al malhadado Pedro de Ursúa de haber causado


la muerte de todos los cargadores indios de su trágica expedición, para lo cual se
llevó toda una provincia y despobló un pueblo de cristianos (Hemming. Conq. in-
To

cas, p. 444).

- Fuera del texto también hay dos maneras de presentar la prime-


ra referencia directa:
s

a) Nombre del autor (nombre propio o inicial, apellido o apellidos);


título de la obra; página5 (v. supra, Presentación).
Sy

Cuando se trata de una obra en varios tomos, se indica cuál se ha utilizado y después la
página.
e
Ejemplo:

rg
l l. Deutscher. Trotsky, el profeta desterrado, p. 221.

6) Nombre del autor, título de la obra y, además, todos los datos


que se recaben en la ficha bibliográfica o hemerográfica, añadiendo al

Me
final las páginas (v. FICHA BIBLIOGRÁFICAy FICHA HEMEROGRÁFICA).

Ejemplo:

l l. Deutscher. Trotsky, el profeta desterrado, trad. José Luis González, 2a. ed.,

&
Era, México, 1971, p. 221.

Si la cita corresponde a una información oral se anota en la referen-


cia quién la proporciona, qué día, mes y año. Se debe procurar no fal-
lit
tar a la exactitud, es decir, no deformar la idea expresada por el confe-
rencista, maestro entrevistado, etc. Si es posible se procurará obtener
la aprobación del autor y tras su aprobación indicar: autorizado Por, O
Sp
bien, previo permiso de.
- Cuando en una investigación se utiliza un conjunto de fuentes
a las cuales se hace referencia frecuente en el escrito, para no repetir
constantemente todos los datos de las obras se presentan éstos, comple-
tos, en una nota fuera del texto, en donde además se indica la abrevia-
DF

tura que identificará a cada obra. De esta manera, cuando se hace una
cita sólo se incluye como referencia dentro del texto la abreviatura co-
rrespondiente.
sP

Ejemplo 1:

El estudio descriptivo que propongo abarca las obras más significativas de Ga-
briel García Márquez (cuentos y novelas a partir de La hojarasca, 1 9 5 5 i . ~
ol

* Remito a las siguientes ediciones. Me referiré a ellas mediante la abreviatura más el número de la
página. La hojarasca, 3a. ed., Sudamericana, Buenos Aires, 1969 (Hoj);Isabel v~endollover en Macondo,
Estuario. Buenos Aires, 1969 IlsI; El coronel no tiene quien le escriba. 5a. ed., Era, M é x ~ c o ,1968 (Corl;
Los funerales de la Mamá Grande, 9a. e d . , Sudamericana, Buenos Aires, 1971 (Funl; La mala hora, 2a.
To

ed., Sudamericana, Buenos Aires, 1968 (MhI; Cien años de soledad. Sudamericana, Buenos Aires, 1 9 6 9
(CASI; La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada, Barral, Barcelona,
1972 (Erl.
s

Ejemplo 2:
Sy

Nuestro novelista acude también a otras fórmulas metafóricas registradas en


los manuales de retórica. Se trata esencialmente del giro inverso de la forma canó-
nica, o sea nombre de animal + de + sustantivo objeto de la metáfora, o bien de
la asimilación completa de cualquier entidad a un animal mediante un verbo cópula:
ge
...la muerte es un animal con pezuñas (Cor, 63).
El único animal que se alimenta de carne humana es don Sabas (ibid., 8 6 ) .
Los domingos huelen a animal crudo (Mh, 152).
Era [la gitana1 una ranita lánguida (CAS, 35).
[José Arcadio] se convirtió en un enorme animal de trabajo (;bid.,102).

r
[Aureliano José] no era un niño asustado... sino un animal de campamento

Me
(ibid., 131).
...no podían alcanzarla ni los más altos pájaros de la memoria (ibid., 205).
Eres demasiado malicioso para ser un buen murciélago (ibid., 332).
Todavía está muy biche (Er, 104).

En las siguientes referencias al mismo libro se pueden repetir los


datos (principalmente si se ha seguido el primer criterio), o utilizar las

&
abreviaturas tradicionales (v. infra, Abreviaturas de uso frecuente para
sustituir referencias a fuente de información).

9.2.1.2 Referencias a jkentes lit


indirectas (secundarias, terciarias, etc.)
Estas notas remiten a una fuente que no se ha consultado directa-
Sp
mente, sino a través de otras obras que la citan.6
Este tipo de referencia se llama secundaria cuando entre el investi-
gador y la fuente original hay solamente una fuente intermedia, que
es la consultada. Si hay más de una se llama terciaria, y así sucesiva-
DF

mente (v. CITAS).


Se pueden colocar dentro o fuera del escrito, pero el orden de los
datos es siempre el mismo: de lo indirecto a lo directo.
En estas notas, como en las directas, también se utilizan las abre-
viaturas cuando el libro no se menciona por primera vez (v. inza, Abre-
sP

viaturas de uso frecuente.. .).

Ejemplo:
ol

Mora en pocas palabras dijo, estos "cortos y envilecidos restos de la antigua


población mexicana", aunque despertasen "compasión", no podían considerarse
como la base de una sociedad mexicana progresista (Revoluciones, pp. 63-73, cit.
por Ch. Hale, Op. cit., p. 229).
o

- Cuando van dentro del texto se anota en primer lugar el autor


sT

citado y10 el titulo de su libro.7 Después una de las siguientes palabras:


en, apud; o bien, una de estas abreviaturas: cit. por, cit. en (v. APÉNDI-
CE C). Por último el autor y la obra consultados directamente y las pá-
Sy

ti Se recomienda citar directamente siempre que sea posible.


' Cuando el autor citado indirectamente ya se mencionó en el escrito, por lo general no se
repite en la referencia. Hay ocasiones en que la referencia contiene el nombre del autor citado,
pero no el título del libro; esto puede deberse a que el libro consultado no presenta este dato.
CAP. 9. NOTAS AL TEXTO 111

ge
ginas. Estos datos finales se presentan de la misma manera que en la
referencia directa dentro del texto.

Ejemplo:

er
El pueblo, impresionado por el fallecimiento de la joven de 1 8 años [Mercedes,
esposa de Alfonso XIII, hizo suyo el romance, y ya en julio de 1878 lo cantaban
las niñas en los coros. (Pare2 Galdós, cit. por M. Pidal53.11. p. 386).

M
Si el investigador utiliza fuentes terciarias, tiene que añadir entre
los datos del autor citado y los del autor consultado, aquellos que se re-
fieren a la fuente intermedia.* En este caso, por la cantidad de datos,

&
es preferible colocar la referencia fuera del texto (v. infia, ejemplo 2).
- Cuando van fuera del texto son muy semejantes a las anterio-
res, salvo que los datos de la obra consultada se proporcionan de la misma

Ejemplo 1:
l it
manera que en las referencias directas fuera del texto (v. supra, p. 104).
Sp
El pueblo, impresionado por el fallecimiento de la joven de 18 años [Mercedes,
esposa de Alfonso XII], hizo suyo el romance, y ya en julio de 1878 lo cantaban
las niñas en los coros.'40

140 Pérez Galdóc, cit. por R. Menendez Pidal. Romancero hispánico (Hispano-portugués, americano
DF

y sefardí). Teoría e historia, t. 2, p. 386.

Ejemplo 2:
sP

Rousseau opina que "cuando se quiere estudiar a los hombres hay que mirar
cerca de uno mismo; pero para estudiar al hombre es preciso aprender a dirigir la
mirada muy lejos; primero hay que observar las diferencias, para descubrir las pro-
piedades". '
' Essaisur I'origine des langues, c. VIII, cit. por Claude Levi-Strauss en "J. J. Rousseau pere de I'eth-
l

nologie", Courrier del I'Unesco, marzo de 1963, apud. Michele Duchet. Antropología e historia en el siglo
oo

de las luces, trad. por Fco González Aramburo, Siglo XXI, MBxico, 1975, p. 278.

Abreviaturas de uso frecuente para sustituir referencias a &entes


de información
sT

Después de la primera referencia, tanto directa como indirecta, no


se repiten todos los datos bibliográficos, se usan abreviaturas conven-
Sy

cionales (para mayor información sobre su empleo, v. APÉNDICE C).

N o es recomendable utilizar fuentes tan indirectas; pues l a información pierde, en cierta


forma, validez.
112 TERCERA PARTE. ELABORACIÓN DEL TRABAJO

ge
Las de uso más frecuente son:
-Ibidern, abreviado: Ibid. o ib.g

er
Se puede utilizar de dos maneras:

a) Cuando la referencia es la misma que la de la nota inmediata an-


terior (autor, título, edición, editorial, lugar, fecha), excepto en la página.

M
Ejemplo:

&
l. Deutscher. Trotsky, elprofeta desterrado, trad. José Luis González, 2a. ed.,
Era, México, 1971, p. 221.
Ibid, p. 223.

lit
b) Cuando la referencia es idéntica a la de la nota inmediata ante-
rior incluso en la página (v. también loc. cit.).
Sp
Ejemplo:

l. Deutscher. Trotsky, el profeta desterrado, p. 22 1


2 lb.

- Idem, abreviado: Id.


DF

Ilay variantes en e1 uso de esta abreviatura; por ejemplo, algunos


investigadores la emplean igual que ibid. ; sin embargo, lo más frecuen-
te es que sustituya al nombre del autor cuando éste es el mismo que
en la nota inmediata anterior, pero la obra a la que se hace referencia
sP

no es la misma.

Ejemplo:

'
l

l. Deutscher. Trotsky, el profeta desterrado, trad. José Luis González, 2a. ed.,
oo

Era, México, 1972, p. 221.


*
Id. Trotsky, el profeta armado, trad. José Luis González, 2a. ed., Era, Méxi-
CO, 1970, PP. 19-21.
Id. Trotsky, el profeta desterrado, p. 23.
sT

- Opere citato, abreviado: OP. cit. o, en español, ob. cit. (sin su-
brayar).
Se emplea para hacer referencia a una obra ya citada, siempre y
cuando no sea la inmediata anterior. Es decir, entre op. cit. y la obra
Sy

a la que se refiere, ocurren una o varias interferencias. Estas pueden


Las palabras que en los libros aparecen con letra cursiva son equivalentes a las que se su-
brayan en los trabajos escritos a máquina.
ge
ser de distinto tipo: notas de referencia a otros autores, de ampliación
bibliográfica, de referencia cruzada, de ampliación de texto.
Sustituye únicamente al título de una obra; por lo tanto, debe indi-
carse el autor antes de la abreviatura y después de ella la página o pági-

er
nas (si es necesario se menciona el tomo, el volumen o el capítulo).10

Ejemplo:

M
' Darío Puccini. Romancero de la resistencia española, trad. del pr61. Jesús LÓ-
pez Pacheco, versión española de los poemas por José Agustín Goytisolo y otros,
l a . ed. española de la 2a. italiana de 1965, Era, México, 1967, p. 61.

&
Se está haciendo referencia a un movimiento antifascista en su primera fase.
Para más datos consúltese el art. de ltalo Calvino, "Malraux da L'espoir a
De Gaulle", Cinema Nuovo, núm. 134, julio-agosto, p. 7 .
Puccini. Op. cit., p. 57.

lit
En el momento en que ya se han mencionado dos o más obras de
un autor, no se puede utilizar esta abreviatura porque no sabríamos a
cuál de ellas se hace referencia. En esos casos se presenta el autor, el
Sp
título abreviado y los datos antes señalados.

Ejemplo:
DF

l F. Engels. Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana, Edicio-


nes de Cultura Popular, México, 1972, p. 193.
\d. "Esbozo para la critica de la economía política", en Escritos económicos
varios, Grijalbo, México, 1966, p. 6.
V. Lenin. "Federico Engels", en Marx y Engels, Progreso, Moscú, 1966, p.
sP

15.
F. Engels. Ludwig..., pp. 20-21.

- Artículo citado, abreviado: Art. cit. (sin subrayar).


Sustituye al título de un artículo y se emplea de la misma manera
que op. cit. (V. APÉNDICE C).
ol

Ejemplo:
o

'F. Hanssen. "Cuestiones de gramática: observaciones sobre la preposición


sT

para", Bhi, 13: 191 1, pp. 40-46.


V. Gili Gaya, Curso superior de sintaxis española, 9a. ed., Vox, Barcelona,
1954.
Cf. con lo dicho por J. Guash. "La preposición: dificultades en su estudio",
BAAL, 18: 1949, pp. 59-60.
Sy

F. Hanssen. Art. cit., p. 42.

' O Los datos que se indican después de la abreviatura son innecesarios cuando se hace refe-
rencia al contenido total de una obra y no a una idea que aparece en un lugar determinado.
ge
- Loco citato, abreviado: Loc. cit.
Se puede usar de dos maneras:
a) Para citar el mismo autor, la misma obra y la misma página que
en la nota inmediata anterior (v. APÉNDICE C , y en esta misma sección,

er
ibidem).

Ejemplo:

M
l l. Deutscher. Trotsky, el profeta armado, p. 20
2 Loc. cit.

&
b) Para citar la misma obra y página de una nota anterior no inme-
diata. En este caso se debe anteponer a la abreviatura el nombre del autor.

Ejemplo:

l
l
L. Trotsky. La Revolución China, p. 49.
it
Sp
V . Jorge Plejánov. Materialismo militante.
Cf. Bauberg et al. Diccionario marxista de filosofía.
L. Trotsky. Loc. cit.
DF

9.2.2 De ampliación de bibliografía


Estas notas remiten a otras fuentes que amplían, confirman o refu-
tan la información contenida en el trabajo. Se acompañan de las abre-
viaturas v. (véase) o $ (confer, confróntese); las cuales tienen, cada una,
P

un uso particular (v. APÉNDICE c).

V. Únicamente indica que hay otras fuentes en las cuales tam-


ls

bién se trata el tema expuesto.


Cf' Se emplea para insistir en la consulta de otras fuentes, porque
oo

contienen una información que apoya o contradice lo expuesto en el


trabajo.

Estas abreviaturas no tienen lugar específico de colocación, pero siem-


sT

pre anteceden a las fuentes; l l las cuales, cuando aparecen por primera
vez, se pueden presentar con todos los datos o sólo indicando autor y
título de la obra, y en caso de volverse a mencionar, se sustituyen por
las abreviaturas ya señaladas en las notas de referencia a la fuente de
Sy

información (v. supra, Abreviaturas de uso frecuente.. .).

" Las fuentes precedidas por cf: o v. no aparecen siempre en la bibliografía general.
ge
Ejemplo:

Tanto los hermanos del "Espíritu libre" como Francisco de Asís creían en una
especie de panteísmo. Para los primeros, la inmortalidad del hombre' no consistía

er
Únicamente en que el alma se incorporara a Dios después de la muerte del cuerpo,
sino que desde su misma esencia había sido divina, que lo había sido desde toda
la eternidad, y seguiría siéndolo aunque habitara un cuerpo h ~ m a n o para
; ~ Fran-
cisco la divinidad de la naturaleza y la divinidad de Dios eran casi lo mismo.3 Sin

M
embargo, unos fueron quemados por herejes, y el otro fue santificado; ¿por qué?
La verdad es que Francisco no había sido un provocador habitual, su mansedumbre
podía ser utilizada con astucia, sus mismos seguidores degeneraron con el tiem-
~ 0 en, cambio
~ los waldenses significaban un reto a la autoridad en el poder.

&
' Hubo muchas teorias opuestas a la existencia de una vida después de la muerte, cf. Jan Van Ruus-
broec. Werken.
"La esencia divina es mi esencia y mi esencia es la esencia divina L...] desde la eternidad el hom-
bre era Dios en Dios [...l. El hombre no fue engendrado, pues desde toda la eternidad es inengendrable;

lit
y como no puede ser engendrado. es inmortal." Para &S datos v. Norman Cohn. En pos CMmrlenm, ~ W U -
cionarios milenaristas y anarquistas mlsticos de /a Edad Media, p. 188.
V. Barrows Dunham. Héroes y herejes (AntigüedadyEdadMedia).
V. ibid., p. 230. Para mayor información sobre Pedro ~ i T d o y las órdenes de clérigos menores
que buscaron la pobreza voluntaria, cf. Cohn. op. cit., pp. 170 y SS. Sobre una interpretación marxista
Sp
de la pobreza voluntaria como un movimiento de los oprimidos, cf. Grundmann. Movimientos religiosos
de la Edad Media.

9.2.3 De referencia cruzada


F

Las notas de referencia cruzada son las que remiten de uno a otro
lugar del trabajo cuando se necesita exponer un tema en diferentes par-
PD

tes del mismo. Su uso evita el desarrollo repetido de una misma idea.
En estos casos es conveniente señalar al lector las partes en que se
encuentra la información. Por lo general la indicación se hace en donde
el tema se trata brevemente, y se remite al pasaje en que se desarrolla
con más profundidad. Al hacer la indicación se utilizan las palabras:
ls

Supra, para remitir a páginas anteriores.


Znfra, para remitir a páginas posteriores.
oo

Ambas deben ir antecedidas de las abreviaturas v. o cf. Si se remite


a una nota, a unas páginas, a una sección o capítulo del trabajo, se aña-
de el número de la nota, el número de las páginas o el titulo de la sec-
sT

ción o capítulo.
Sy
ge
er
M
Apéndices

&
Se entiende por apéndice o anexo aquellas hojas que se añaden al tex-

lit
to para dar una información más amplia al lector. En realidad, un apén-
dice es una gran nota, por lo que suele colocarse antes de la bibliografía
y después de las notas, cuando éstas van al final. Se presenta encabeza-
Sp
do por la palabra APÉNDICE,en mayúsculas, colocada en el centro del
margen superior de la página. Si hay varios, cada uno llevará o un nú-
mero o una letra en orden progresivo (APÉNDICE1, APÉNDICE 2; APÉN-
DICE A, APÉNDICE B) y empezará en página distinta. Además, a lo lar-
go del trabajo se hace referencia a los mismos conforme se va necesitando,
F

en nota fuera del texto o intercalada por medio de paréntesis.


Como en todo lo referente a estas cuestiones "técnicas", no existe
PD

una forma única de uso; hay muchas variantes que dependen del país,
la editorial, la disciplina o ciencia de que trate el trabajo y aun de los
gustos personales. En los apéndices suele incluirse la siguiente infor-
mación:
- Notas complementarias excesivamente largas, que no son impres-
ls

cindibles, pero cuya aparición es necesaria para una mayor comprensión.


- Textos completos que se están utilizando en el análisis, por
ejemplo:
oo

El poema, cuento, etc., en estudio.


Capítulos de un libro, o artículos de revistas, periódicos, etc.
La correspondencia que se toma en cuenta a lo largo del estudio.
sT

Recortes de diarios, volantes, carteles, programas, etc.


Panfletos, actas notariales, tratados, etc.
Reglamentos, ordenanzas, disposiciones, etc.
Sy

- Textos inéditos completos, o la traducción personal de uno es-


crito originalmente en otro idioma.
118 TERCERA PARTE. ELABORACION DEL TRABAJO

ge
-Textos originales, propios o ajenos, que proporcionen datos di-
ferentes, por ejemplo:

Por cambio de opinión del investigador en cuanto a la postura

er
tomada a lo largo del escrito, una vez concluida su redacción, porque
nuevos experimentos, lecturas o enfoques, le han convencido de ello.
Porque ya estaba impreso el texto cuando se hizo necesario aña-

M
dir más información similar y10 diferente.
Por cambio de opinión de una edición a otra.

- Gráficas, mapas, diagramas, tablas, cronologías, glosarios, vo-

&
cabularios, etc. Si éstos son imprescindibles para la comprensión del
texto deberán ir dentro del mismo. Suelen colocarse al final para que
el lector pueda consultarlos rápidamente y tenerlos, en un momento dado,
juntos y a la mano.
lit
- Modelos de ejercicios, nuevos ejercicios, antologías preparadas,
respuestas programadas, etc.
Sp
Por último, es conveniente recordar que no toda nota larga debe
ir en un apéndice, ni es éste el lugar donde se recoge todo el material
que se olvidó incluir o analizar en el trabajo.
F
PD
ls
oo
sT
Sy
ge
er
M
Bibliografía

&
La bibliografia es la lista de referencias a las fuentes de información

lit
utilizadas por el investigador, que suele presentarse al final del trabajo.
Aunque su nombre sugiere que en ella sólo se recogen datos de li-
bros, incluye todo el material informativo utilizado en el trabajo: libros,
revistas, periódicos, documentos, grabaciones, etc. Por lo tanto, para
Sp
elaborarla son de gran utilidad las fichas bibliográficas, hemerográficas
y de otros tipos que se han hecho durante la investigación, porque en
ellas aparecen los datos que se aportan en esta sección.'
En trabajos muy breves es frecuente que se omita la bibliografía y
los datos de las fuentes se den a través de las notas al texto; pero esto
F

no es recomendable en trabajos extensos, porque se debe recordar que


PD

ésta es una importante sección de consulta para otros investigadores.

11.1 REQUISITOS FORMALES


Al presentar la bibliografía -no importa el tipo de que se trate, ni
ls

la forma en que esté organizada- se deben cumplir los siguientes re-


quisitos:
- Comenzar en una página aparte identificada con la palabra RI-
oo

BLIOGRAFÍA,la cual se escribe con mayúsculas en el centro del mar-


'gen superior de la hoja.
- Empezar la primera línea de la referencia en el margen izquier-
do y las siguientes, a renglón seguido, con ocho espacios de sangría para
sT

que destaque el apellido del autor.2


' Un dato que algunos autores omiten es el del total de páginas cuando se trata de un libro.
Si es un artículo o capítulo sí se indica el número de páginas que comprende.
Sy

Si por distintas razones no aparece el autor de una obra, el título de la misma inicia la
referencia (v. APÉNDICE B).
120 TERCERA PARTE. ELABORACION DEL TRABAJO

ge
- Dejar doble espacio entre una y otra referencia.
- Omitir la referencia al autor, mediante una línea continua de
ocho espacios, cuando se incluyan dos o más obras del mismo, pues sólo
se da este dato al mencionar la primera obra.

er
Ejemplo:

M
Báez, lvette J. de Lírica cortesana y Iírica popular actual, El Colegio de México, 1969
(Jornadas, 64).

&
Díaz, Joaquín. Palabras ocultas en la canción folklórica, Taurus, Madrid, 1971 (Cua-
dernos Taurus, 108).
Díaz Roig, Mercedes. El romancero y la Iírica popular moderna, El Colegio de Méxi-

lit
co, 1976 (Serie Estudios de lingüística y literatura, 3).
-"Un rasgo estilística del romancero y de la lírica popular", NRFH (México, D.F.),
21: 1972, núm. 1, pp. 79-94.
Sp
Frenk Alatorre, Margit. "El mundo poético de la antigua lírica popular", en Entre
folklore y literatura (Lírica hispánica antigua), El Colegio de México, 1971 (Jor-
nadas, 681, pp. 49-95.
-Lírica hispánica de tipo popular. Edad Media y Renacimiento, sel., pr61. y notas
F

de ..., UNAM, 1966 (Nuestros clásicos, 31).


Hatzfeld, Helmut. Estudios de estilística, Planeta, Barcelona, 1975 (Ensayos de lin-
PD

güística y crítica literaria, 30).

Vansina, Jan. La tradición oral, tr. del francés por Miguel María Llongueras, 2a. ed.,
Labor, Barcelona, 1968 (Nueva colección Labor, 22).

La bibliografía exige una presentación un poco distinta cuando en


ls

las referencias hechas en las notas al texto sólo se escribe el apellido del
autor y la fecha. En la bibliografía estos datos aparecen en primer tér-
mino; además, las referencias a diferentes obras de un mismo autor se
oo

ordenan por su fecha de publicación, y si coinciden varias en el año,


se añade a éste una letra para poder organizarlas.
Existen varias formas de presentación; una de ellas consiste en ano-
tar el apellido, la fecha y, después de dos puntos, el nombre completo
sT

del autor3 y los demás datos del libro. Como el año ya se indicó al prin-
cipio de la referencia, se puede eliminar posteriormente cuando se trata
de libros; en el caso de revistas es preferible repetirlo, por la unidad
Sy

que forman volumen y año.

Cuando se citan varias obras de un mismo autor, sólo en la primera referencia se anota
el nombre completo.
ge
Ejemplo:

r
Báez 1969: lvette J. de Báez. Lírica cortesana y Iírica popular actual, El Colegio de

Me
México (Jornadas, 64).

Díaz 1971 : Joaquín Díaz. Palabras ocultas en la canción folklórica, Taurus, Madrid
(Cuadernos Taurus, 108).

Díaz Roig 1972: Mercedes Díaz Roig. "Un rasgo estilística del romancero y de la
Iírica popular", NRFH (México, D.F.), 21 : 1972, núm. 1, pp. 79-94.

&
Díaz Roig 1976: El romancero y la Iírica popular moderna, El Colegio de México
(Serie Estudios de lingüística y literatura, 3).

lit
Frenk 1966: Margit Frenk Alatorre. Lírica hispánica de tipo popular. Edad Media y
Renacimiento, sel., pról. y notas de ..., UNAM (Nuestros clásicos, 31 ) .

Frenk 1971: "El mundo poético de la antigua Iírica popular", en Entre folklore y
Sp
literatura (Lírica hispánica antigua), El Colegio de México (Jornadas, 68). PP.
49-95.

También se utiliza esta otra forma: en una línea se escribe el nom-


DF

bre completo del autor; en la siguiente, debajo del nombre, el año; des-
pués el título y los demás datos.

Ejemplo:
sP

Aptheker, Herbert et al.


1972. Marxismo y alienación, Península, Barcelona (Ediciones de
ol

bolsillo, 179).

Burroughs, Edgar Rice.


o

1963a. Jyngle tales of Tarzan, Ballantine Books, Nueva York.

Burroughs, Edgar Rice.


sT

1963b. The return of Tarzan, Ballantine Books, Nueva York.

Burroughs, Edgar Rice.


1964. Tarzán de los monos, Gustavo Gili, Barcelona
Sy

Eco, Humberto.
1968. Apocalípticos e integrados ante la cultura de masas, tr. An-
drés Bogler, Juncen, Barcelona (Palabra en el tiempo).
122 TERCERA PARTE. ELABORACI~NDEL TRABAJO

ge
Por último, la bibliografía también se puede presentar con el nom-
bre completo del autor, la fecha entre paréntesis y, en seguida, los de-
más datos.

er
Ejemplo:

M
Medina, José Toribio (1905). Historia del tribunal del Santo Oficio de la Inquisición
en México, Imprenta Elzeviriana, Santiago de Chile.

&
Moreno Villa, José (1948). Lo mexicano, El Colegio de México.

Walsh, William T. (1943). Felipe 11, Espasa Calpe, Madrid.

lit
La bibliografía se puede organizar por orden alfabético de acuerdo con
Sp
los apellidos de los autores; por la clase dejüentes: libros, revistas, docu-
mentos, etc. (v. APÉNDICE B, modelo 1); por temar; por capítulos. Mu-
chas veces se combinan en una bibliografía varias de estas formas de
organización, por ejemplo, se separa la bibliografía por capítulos, den-
tro de cada capítulo se hacen apartados de acuerdo con los diferentes
F

temas, y la bibliografía de cada tema se ordena alfabéticamente (v.


APÉNDICE B, modelo 2).
PD

11.3 TIPOS DE BIBLIOGRAF~A~


La bibliografia siempre es la lista de los datos de las fuentes de in-
formación; sin embargo, aunque con diferentes nomenclaturas, casi to-
ls

dos los investigadores distinguen los siguientes tipos:


- Bibliografia de obras consultadas. En ella se presenta todo el mate-
rial informativo que el investigador consultó, haya o no sido incluido
oo

en el trabajo (v. modelo 2).


- BibliograJa & obras citadas. Esta bibliografía sólo contiene las obras
que han sido mencionadas en el trabajo (v. modelo 3, p. 152 y SS.).
- BibliograJa escogida. Comprende únicamente las obras que se con-
sT

sideran básicas de acuerdo con el tema de que trata la investigación (v.


modelo 4).
- Bibliografía comentada. Además de los datos de identificación de
cada fuente, en esta bibliografía se incluye una pequeña reseña crítica
Sy

sobre su contenido (v. modelo 5). Este tipo de bibliografía puede com-
binarse con alguno de los tres mencionados anteriormente.
v. APÉNDICE B, donde aparecen diversos modelos de bibliografia.
ge
er
M
índices

&
En todo trabajo de investigación los índices son una parte necesa-

it
ria, ya que por medio de ellos el lector puede, por un lado, obtener rá-
pidamente un conocimiento global del contenido de una obra y, por otro,
l
localizar con facilidad un tema específico. Conforme a esto último, cual-
Sp
quier índice debe proporcionar las páginas correspondientes, por lo que
se tiene que elaborar cuando el trabajo ya esté mecanografiado.
La extensión y el tipo de investigación pueden exigir la aparición
de más de un índice: el que nunca debe faltar en un trabajo es el índice
general.
F
PD

Algunos autores utilizan diversas nomenclaturas para referirse a él:


tabla,de contenido, tabla de materias, sumario, o simplemente índice.
Este consiste en una lista de temas y subtemas que han encabezado
los capítulos y los sub capítulo^.^ Además, deben incluirse todas las otras
ls

partes que pueden integrar un trabajo: introducción, prólogo, bibliografia,


notas, apéndices, índices, etc.
El índice general se debe presentar en una hoja distinta destacando
oo

en la primera línea las palabras ÍNDICE GENERAL o cualquiera de las


otras nomenclaturas. Generalmente, del lado izquierdo de la hoja se co-
locan los títulos de las diferentes partes ya indicadas, tratando de desta-
sT

car por medio del formato las secciones y las subsecciones; y del lado
derecho, la página donde se inicia el desarrollo de cada una. - -

'
Sy

No hay que olvidar que el esquema final del trabajo viene a constituir lo que sería la parte
más importante del índice, es decir, lo que corresponde propiamente a la estructuración del desa-
rrollo del trabajo.
ge
~NDICEGENERAL

er
PREFACIO 7

M
1. LA EXTRANEZA DE LAS PLASMACIONES CULTURALES
DE LOS PUEBLOS PRIMITIVOS

1. La imagen deformada del hombre primitivo 22

&
2 . Objeciones contra dicha imagen 26

3. Los seudo-objetivos 29

lit
4. Los enunciados miticos no se dejan sustituir por
otros de carácter científico
Sp
5. El concepto del progreso 48

11. MITO. CULTO Y JUEGO 54

1. El mito y el culto como conocimiento configurado


del mundo
DF

2. El culto como medio de comunicación 57

3. El culto como juego 61


P

a ) El concepto del juego de Huizinga 62

b ) El culto como fiesta 65


ls

c) Referencia a la realidad y carácter de juego 72

En otras ocasiones los títulos de los subtemas se colocan uno segui-


oo

do de otro sin guardar la relación de línea por título, de tal manera que
si se quiere indicar la página donde se encuentra cada uno, ésta no se
puede mantener en el margen derecho sino que se intercala entre título
sT

y título. Esta segunda forma funciona muy bien cuando cada tema prin-
cipal contiene un gran número de subtemas y, sobre todo, cuando no
se indican incisos subordinados a éstos.
Sy

Tomado de Ad. E. Jensen. Mito y culto entre pueblos primitivos, versión española de Carlos
Gerhart, FCE, México, 1966.
e
rg
~NDICEGENERAL

1. Lo fantástico

Me
1.1 Las fronteras de lo fantástico, 5; 1.2 Algunos
temas fantásticos. 23.

2. El arte fantástico

2.1 De la fantasía a lo demoniaco, 39; 2.2 El arte

&
fantástico moderno, 48; 2.3 El arte fantástico en el
siglo XX, 58.

3. La literatura fantástica

it
3.1 La literatura alemana, 74; 3 . 2 Los literatos
de la lengua inglesa, 86; 3.3 La literatura francesa,
l
102; 3.4 Otras literaturas, 1 15.
Sp
Conclusión 120

Bibliografía sumaria 126

En cuanto al lugar que debe ocupar el índice existen varias posibili-


DF

dades, por ejemplo, después del prólogo, prefacio y10 introducción; sin
embargo, dos son las más funcionales: inmediatamente después de la
portada o al final del trabajo.
sP

En trabajos extensos o destinados a servir para consultas constan-


tes, es recomendable que figure otra clase de índices, que registren, por
orden alfabético, temas, nombres de personas, lugares, títulos, ilustra-
l

ciones, etc., con el objeto de señalar al lector las páginas donde se men-
oo

cionan en la obra. Dichos índices constituyen un repertorio de datos


extremadamente valioso ya que, si el índice general proporciona una
información global, estos índices facilitan la consulta de los detalles.
Según su contenido pueden ser:
sT

- de ilustraciones, gráficas, tablas, etc.


- de autores o nombres de personas
- de obras o títulos
Sy

- temático o conceptual.
Tomado de Louis Vax. Ariey literatura fantásticas, trad. de Juan Merino, 2a. ed., EUDE-
BA, Buenos Aires, 197 1.
126 TERCERA PARTE. ELABORACION D E L TRABAJO

ge
Todos son de gran utilidad, sobre todo el último tipo; ya que reco-
ge los conceptos o temas más importantes de la obra, co'n el objeto de
proporcionar las páginas donde se menciona todo lo relacionado con
tal o cual concepto: definiciones, explicaciones, ejemplos, etc.; por otra

er
parte, ayuda a encontrar las relaciones que se establecen entre los te-
mas.Se le suele asignar distintos nombres, muchas veces arbitrariamente:
indice alfabético, analítico, temático, de conceptos, de materias, etc. Sin embar-

M
go, con frecuencia tales títulos también son utilizados para designar al-
gunas variantes de esta clase de índice; es decir, además de la informa-
ción temática incluyen la de autores y títulos, la cual se fusiona y se
ordena alfabéticamente. En otros casos, sólo se mezclan temas y auto-

&
res o temas y títulos, lo que también da lugar a que aumente la gama
de nomenclaturas.
La manera de presentarlos varía mucho en cuestiones de detalle;

lit
pero la mayoría de los autores coincide en colocar los datos ordenados
en dos columna^.^ Se comienza con la palabra (concepto o nombre pro-
pio, sea de autor, obra, lugar, etc.) que se quiere destacar, y en seguida
se señalan las páginas donde se menciona, indicando no sólo aquellas
Sp
que desarrollan la idea como tema central, sino también las que lo ha-
cen periféricamente. Se recomienda resaltar los números de las páginas
correspondientes al tema central.
Conviene detenerse un poco en los índices temáticos, ya que su ela-
boración y manejo son más complicados. En ellos abundan las referen-
F

cias cruzadas, las cuales son de gran utilidad. Así, por ejemplo, si se
registra la palabra chamán, se señalan las páginas donde se analiza , y
PD

si guarda cierta relación con otros conceptos, se indica el dato para que
se le busque en otro lugar del mismo índice; en tal caso llevaría una
anotación de este tipo: (véame también hostilidad; enfmdad). Por otro lado,
es importante mencionar al mismo tiempo otros conceptos que no es-
tán registrados en forma alfabética en el índice, pero que se refieren
ls

directamente al concepto clasificado: chamán se relaciona con sacerdote,


curación de enfermos, profecías, viaje al más allá.
Ilustra todo lo anterior el siguiente ejemp10:~
oo

Chamán, 58, 134, 159, 165 SS., 353, 377,


385; curaci6n de enfermos, 259 SS.,
27 1; lucha (véanse también hostili-
sT

dad; enfermedad), 261 s., 263 s.,


269, lucha con espíritus, 261 SS.,
373 SS.; profecías, 126, 265 SS.;
pruebas, 261; sacerdote, 271 SS.;
Sy

viaje al más allá, 124, 267, 386.

En algunos libros la página se encuentra dividida en tres columnas.


Jensen, Op. cit., p. 400.
ge
Gramática: 6, 13, 15, 21, 23 SS; -artificial,
28; comparada, 4; -generativa,

er
15, 24, 26, 30,44, 46; -de Port-
Royal, 23; -transformacional, 24,
31, 44.; -inferencia, relación
de-, 34.

M
&
lit
Sp
DF
sP
o ol
sT
Sy

André Martinet. La lingüística. Guía alfabética, trad. Carlos Manzano, Anagrama, Barcelo-
na, 1972, p. 478.

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