Tecnicas Actuales de Investigacion Docum
Tecnicas Actuales de Investigacion Docum
Tecnicas Actuales de Investigacion Docum
Técnicas
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actuales de
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Laura Cázares Hernández
María Christen lit
Enrique Jaramillo Levi
Leticia Villaseñor Roca
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Bibliografía: p. 189-190
Incluye índices
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ISBN 968-24-3829-2
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1 . Inwstigación - Metodología. 2. Documentación.
3. Informes, Redacción de. l. Cázarez Hernández,
Laura.
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0 - 001.42'T745 LC- Q180.Al C3'T4 881
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La presentación y disposición en conjunto de
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T€CHICA ACTUAL
~ €5 DE INVE~TIGACIÓN DOCUMENTAL
son propiedad del editor. Ninguna parte de esta obra
puede ser reproducida o trasmitida, mediante ningún sistema
o método, electrónico o mecánico (incluyendo el fotocopiado,
la grabación o cualquier sistema de recuperación y almacenamiento
de información), sin consentimiento por escrito del editor
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Derechos reservados
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Impreso en México
Printed in Mexico
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Prólogo
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En septiembre de 1974 se inician las labores docentes y de investi-
gación en la Unidad Iztapalapa de la recién creada Universidad Autóno-
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ma Metropolitana. Su meta principal es la formación de profesionales
idóneos cuya capacidad y conocimientos correspondan a las necesida-
des de nuestra sociedad. Para esto, la institución se dispone de inme-
diato a impartir educación superior y a organizar actividades de inves-
tigación humanística y científica de acuerdo con las más altas normas
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tución.
Desde el comienzo, todos los profesores que impartimos la asigna-
tura nos percatamos de que existía la urgente necesidad de un texto bá-
sico y coherente, que redundara en beneficio de los alumnos y pudiera
ser utilizado por nosotros mismos. Ese texto debería abarcar, lógica-
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mente, los tres aspectos que comprende el curso y, por lo tanto, reque-
riría mucho tiempo su elaboración. Como la experiencia demostró tam-
bién que lo referente a técnicas de investigación presenta más dificultad
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en la enseñanza, y que tener un libro de consulta facilita mucho esta
labor al ahorrar al alumno valioso tiempo y esfuerzo, decidimos, en prin-
cipio, elaborar primero un texto enfocado a este problema para poste-
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riormente hacer otro en el que se abordaran los demás aspectos del curso.
Ese libro -pensamos- procuraría resolver las contradicciones y
ambigüedades entre los muchos textos de consulta existentes en el mer-
cado, y al mismo tiempo debería resultar versátil y totalizador en cuan-
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to a la gama de procedimientos y explicaciones, ejemplos y sugeren-
cias. A la vez, sentimos que dicho texto se beneficiaría grandemente
si en él se recogían de manera armónica las variadas experiencias de
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los maestros de nuesta área. Se decidió, entonces, que nosotros mismos
preparáramos cuanto antes ese libro, para lo cual se integró una comi-
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sión o equipo de trabajo que se ha dedicado seriamente a esta labor.
Sp
Lo primero que hicimos fue precisar nuestros objetivos, o mejor di-
cho, los del libro: servir como apoyo permanente a las clases que im-
partimos; en este sentido, debía resolver infinidad de dudas y proponer
diversas soluciones y, al mismo tiempo, orientar, como libro de consul-
ta, a las personas que por su cuenta inician una investigación, pero des-
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ge
-la etapa formativa- todo investigador deberá adquirir los conocimien-
tos prácticos más actualizados que le permitan estructurar y elaborar
eficientemente su indagación. Confiamos en que este libro ayude en al-
guna medida a la realización urgente de esta necesidad.
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Introducción
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Investigar es, en términos generales, acercarse mediante ciertos pasos
iniciales y procedimientos técnicos a manifestaciones no siempre evi-
dentes de una realidad. Este libro trata los aspectos que deben tomarse
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en cuenta al realizar una investigación & tipo documental, y tiene como fin
orientar y hacer accesible su aplicación. Además explica la manera de
presentar los resultados de una investigación, sin que importe de qué
tipo haya sido ésta ni el área de conocimiento a la que esté circunscrita.
Es pertinente señalar, en cuanto al trabajo de presentación, que existe
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propuestas.
Ahora bien, como siempre existe confusión entre método y técnica
se debe aclarar lo que significa esta última, ya que el libro está enfoca-
do a ese tema. Se denomina técnicas a la aplicación de ciertos recursos
que permiten la organización, la coherencia y la economía de esfuerzo
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vestigación y, en los capítulos siguientes, a analizar en detalle cada uno
de los pasos que la integran enriqueciéndolos con abundantes ejemplos.
Las indicaciones de tipo técnico y formal para la elaboración del traba-
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jo dan fin a este desarrollo. En cierta medida se ha tratado de que el
libro siga la secuencia de la investigación hasta su resultado final y sea
un ejemplo concreto de casi todas las ideas que expresa, con lo cual se
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intenta aumentar su carácter didáctico.
Si bien en algunas partes del libro se manifiestan diversas posibili-
dades de elaborar o utilizar un recurso técnico, en lo que se refiere a
ficha de contenido únicamente se presenta una manera de hacerla. ;Por
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qué sólo una? Porque la organización que aquí se propone de los ele-
mentos de la ficha, facilita el conocimiento de su contenido y la ubica-
ción tanto en un fichero que responda a un esquema de trabajo como
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en un fichero de carácter general. Lo antes dicho no resta validez a
otros modelos d e fichas que se emplean en distintas disciplinas, ni
cierra la posibilidad de que cada investigador llegue a un modelo
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personal.
Un aspecto que este libro no trata es el de la ficha catalográfica y
la organización y catalogación del material de biblioteca. Se ha omitido
este tema porque su conocimiento no forma parte estricta del proceso
inuestigación-trabajoJna1; además de que no todas las bibliotecas siguen
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por lo cual se incluye una bibliografía especial de las obras citadas como
ejemplos.
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lndice de contenido
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Prólogo
Introducción lit
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Cap. 1. Qué es investigar
1.1 El quehacer científico y la investigación, 15. 1.2 La impor-
tancia del método, 16. 1.3 Tipos de investigación, 18.
Cap. 5 . Esquema
5.1 Qué es un esquema de trabajo, 71. 5.2. Preseritaciiii del es-
quema, 72.
12 ~ N D I C EDE CONTENIDO
e
6.1 Elementos de la ficha, 77. 6.2 Tipos de fichas de conteni-
do, 81. 6.3 Organización de las fichas de contenido, 87.
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Cap. 7. Partes del trabajo 91
7.1 La introducción, 9 1. 7.2 El desarrollo, 93. 7.3 La conclu-
sión, 94.
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Cap. 8. Citas
8.1 Citas textuales,98. 8.2 Citas deresumen, 100.
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Cap. 9. Notas al texto 101
9.1 Notas de ampliación de texto, 103. 9.2 Notas de referen-
cia, 107.
Indice analítico
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Primera
parte
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Nociones
preliminares
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Qué es investigar
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Partiendo de una visión simplista y sin la pretensión de polemizar
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sobre el tema, se puede decir que existen básicamente dos caminos o
maneras de aprehender la realidad: la razón y la intuición. Muchos auto-
res coinciden en señalar la preponderancia del razonamiento en el de-
sarrollo de la ciencia, y en cuanto a la creación o surgimiento de lo que
se podría llamar "obra de creación" -en el campo de la música, la
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por la lógica y la razón (esto es, por el uso exclusivo de ideas y métodos racionales
firmemente establecidos) mientras que la pura fe -a pesar de su irracionalidad-
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Ahora bien, una vez hecha esta salvedad conviene establecer bre-
vemente lo que es el trabajo científico. Cuando un investigador se pro-
pone estudiar una porción de la realidad, debe descubrir y analizar con
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ge
de elementos que cumplen una&nción común. Y , en el surgimiento y desarro-
llo de cualquier ciencia o conocimiento, la investigación es una activi-
dad constante y primordial; es decir, "hacer ciencia" implica investigar.
En un sentido estricto, hacer una investigación científica es preten-
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der llegar a la certeza o conciencia de un aspecto de la realidad con toda
la fidelidad posible: es el proceso mediante el cual se manejan cosas, conceptos
o símbolos con el propósito de obtener un conocimiento sistematizado. Lo anterior
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se logra mediante diversos niveles en cuanto a la aprehensión de este
conocimiento; en una investigación no sólo se descubre, sino también se
amplía, se valora e interpreta, se integra o coordina, se explica o presenta; aun-
que este último nivel es el más simple y elemental conviene reconocerlo
&
porque en él se comienza a ser investigador. Por el contrario, tal vez
la etapa más difícil de alcanzar sea la de la valoración de los elementos.
Esta no tiene que ver con la verdad o la mentira en sentido ético, sino
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con la validez del análisis: juzgar la adecuación del método utilizado,
la sistematización de los procedimientos, la interpretación de los datos,
la coherencia de la presentación, etc. Por lo general una investigación,
aunque sea amplia y cuidadosa, no proporciona todos los elementos para
Sp
efectuar una valoración cabal, pues para ello sería necesario dominar
el todo al cual pertenece la parte que se está estudiando. Por otro lado,
es importante indicar que si se aborda nuevamente un problema, en-
tonces hay que buscar otros enfoques, emplear otros sujetos de análisis,
otros procedimientos, o bien, métodos más perfectos para que se pue-
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ge
métodos que pueden aplicarse en una investigación. Como las distintas
disciplinas siguen una metodología de acuerdo con sus propios fines,
y profundizar en este tema exigiría un libro dedicado totalmente a él,
aquí sólo se hablará en forma breve del método y de los problemas que
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su utilización plantea.
Podría entenderse como método el procedimiento concreto que se
emplea, de acuerdo con el objeto y con los fines de la investigación, para
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organizar los pasos de ésta y propiciar resultados coherentes. Lo ante-
rior, además, ayuda a establecer conclusiones objetivas y permite no
sólo alcanzar adecuadamente el conocimiento de los hechos, sino tam-
bién generalizar y resolver problemas semejantes en el futuro.
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Todo investigador principiante debe recordar que el uso de un mé-
todo no es algo arbitrario, y que su validez está en relación directa con
su adaptación al objeto al cual se aplica y al fin que se persigue. Por
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eso, aun cuando hay algunos métodos usados con más frecuencia, no
se puede hablar de la existencia de un número limitado, pues en algu-
nas ocasiones el objeto de estudio lleva a la creación de nuevos méto-
dos. A veces el investigador es más conocido por el método que creó
Sp
que por sus otras aportaciones intelectuales, ya que su innovación abrió
el camino para nuevas investiga~iones.~
Según Alejandra Moreno hay ciencias, como las sociales, en las
que para conocer nuestro proceso social es más importante cómo se
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saber si éstas son adecuadas o no."3 Por lo general, en los países econó-
micamente dependientes se ha tendido a repetir lo establecido o a "co-
piar" los modelos de los más desarrollados; poco se ha propiciado que
el investigador cree y transforme los instrumentos y los métodos con
que elabora sus propias obras. No se debe "sólo abastecer temas nue-
vos con formas tradicionale~."~
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Muchos hablan del método cartesiano, aunque no todos han leído a Descartes.
h l e j a n d r a Moreno Toscano. Charlas sobre técnicas de investigación documental, El Co-
legio de México, septiembre de 1973.
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Zb., Cf. además a Feyerabend, op. cit., quien, comentando sobre Lenin, sostiene la idea de
que el cambio, tanto en la ciencia como en la sociedad, sólo lo logran aquellos que son capaces
"de entender y aplicar no sólo una metodología en particular, sino cualquier metodología y varia-
ción de ella que se pueda imaginar" (p. 8), pues, por una parte, "visiones diferentes, tempera-
mentos y actitudes diferentes darán lugar a juicios y métodos de acercamiento diferentes" (p. 13)
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y, por otra parte, "desarrollos tales como la revolución copérnica o el surgimiento del atomismo
en la antigüedad y en el pasado reciente (teoría cinética, teoría de la dispersión, estereoquímica,
teoría cuántica) o la emergencia gradual de la teoría ondulatoria de la luz ocurrieron bien porque
algunos pensadores decidieron no ligarse a ciertas reglas metodológicas 'obvias', bien porque las vio-
laron involunlariamente" (p. 15).
18 PRIMERA PARTE. NOCIONES PRELIMINARES
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título del trabajo debe ser congruente con el contenido y con el método
que lo configura. Dice Alejandra Moreno: "Por más que un libro lleve
el título de «historia económica)),si no utiliza los métodos de la historia
económica, no lo es. No se trata de declarar que una historia sea de tal
er
o cual tipo, sino que realmente lo sea." Además existen métodos que
no sólo proponen sus postulados teóricos, sino también su propia ter-
minología, la cual es parte esencial de los mismos. Por lo tanto, el in-
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vestigador debe tener cuidado de no utilizar simplemente la terminolo-
gía sin seguir los contenidos y procedimientos implicados en ella.
También es preciso señalar que en las ocasiones en que se requiere em-
plear más de un método en un mismo trabajo, no se deben simplemen-
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te yuxtaponer o combinar elementos aislados de diversas teorías o co-
rrientes de interpretación; porque el resultado de la investigación, si bien
presenta impresionante aspecto, resiste poco el juicio de la crítica.
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De acuerdo con las fuentes utilizadas para obtener datos, se puede
afirmar que existen por lo menos tres tipos de investigación: documental,
de campo y experimental. Parece, por las clases de materiales que se mane-
jan, que estas investigaciones son excluyentes. Sin embargo, con fre-
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leza o sentido, para que aporte información o rinda cuentas de una rea-
lidad o acontecimiento.
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realizando, puede emplearse una de estas técnicas o varias al mismo
tiempo.
Finalmente, la investigación experimental es la que se basa en la
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observación de fenómenos provocados mediante la deliberada combi-
nación de ciertos elementos en circunstancias muy particulares. Los datos
que se obtienen en un momento y lugar dados representan situaciones
casi siempre efímeras, irrepetibles, cuyos resultados sólo tendrán vali-
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dez en la medida en que el fenómeno pueda nuevamente instrumentar-
se para que produzca resultados similares o iguales.
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Pasos de la
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investigacion
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La necesidad de realizar una investigación surge de un interés, in-
quietud o preocupación con respecto a un problema. Conviene enton-
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ces desde el principio definir éste, valorando, por un lado, su impor-
tancia dentro de un contexto específico y, por el otro, tomando en
consideración los diversos aspectos que lo forman o conforman signifi-
cativamente. Esto permitirá medir sus verdaderas dimensiones y exa-
minar los instrumentos de trabajo disponibles para poder establecer, tarn-
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bién desde el principio, los fines u objetivos que será posible lograr.
Una vez decidida la conveniencia de ahondar en la naturaleza de
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ben brevemente los pasos que suelen darse durante una investigación
completa; su cumplimiento imprime rigor profesional y ritmo propio
a la misma.
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En términos generales puede afirmarse que cuantos más conocimien-
tos se tengan sobre un campo de estudio, más fácil será reconocer las
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áreas del problema que requieren de una investigación. En este senti-
do, quizá la primera pregunta que puede y debe hacerse el investiga-
dor, o las personas que lo asesoren en su trabajo, es: icuál es el proble-
ma que necesita ser investigado?; y en seguida: iayuda esta investigación
M
a ampliar los conocimientos existentes en este campo?'
Al elegir un tema es importante sentirse realmente motivado por
él; asimismo, procurar que no decaiga el interés, sobre todo si se toma
&
en cuenta que la naturaleza misma de algunas investigaciones exige cierto
tiempo para reunir los datos necesarios y estudiarlos cuidadosamente
antes de utilizarlos en el trabajo que se elabora. Para ello, lógicamente
tiene que haber un fácil acceso a las fuentes de información necesarias
la investigación.
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y la certeza de que se domina un método conveniente a la índole de
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bliografía completa sobre el tema, que le permita calcular el tiempo y
el esfuerzo necesarios para asimilar la información más valiosa. Para
ello deberá entrenarse en el manejo de catálogos por tema y por autor,
tanto en bibliotecas como en hemerotecas; sin olvidar que también las
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librerías son útiles en el caso de libros muy recientes que aún no han
sido adquiridos por aquéllas.
En una investigación no sólo importan los libros, sino también los
artículos, estudios críticos, ensayos, etc., que suelen aparecer en perió-
dicos, en suplementos culturales y, sobre todo, en revistas especializa-
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das. A menudo, parte de una investigación importante se incluye a ma-
nera de fragmento en este tipo de publicaciones y después aparece como
capítulo, en ocasiones corregido y aumentado, de un libro.
Es pertinente citar aquí algunas observaciones de Zubizarreta en
lit
cuanto a los criterios de utilización de las fuentes bibliográficas, sobre
todo en lo que se refiere a la bibliografía crítica: si acaso hay uno o va-
rios autores de trabajos críticos que todos los investigadores coinciden
Sp
en citar constantemente en sus trabajos, como base fundamental de sus
exposiciones o como punto de partida para una nueva investigación,
la lectura de aquellos autores se hace indispensable; "debido al avance
científico, una obra moderna suele ser más completa [. ..] que una anti-
gua", por la evidente amplitud de su contenido, un libro suele ser más
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útil que un artículo de pocas páginas sobre el mismo tema, aunque hay
excepciones; por razones obvias, un artículo de revista especializada re-
PD
Cabe señalar, finalmente, que este paso del acopio básico de los ma-
teriales incluye tanto el que se recoge en bibliotecas, hemerotecas y ar-
chivos, como el que resulta del trabajo de campo o de la experimenta-
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ción en el laboratorio.
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ge
bibliográficas o hemerográficas, según sea el caso. Esto se hace con el
propósito de tener a mano dichos datos y poder localizar rápidamente
los materiales en el momento oportuno. No importa que el libro o ar-
tículo aún no se conozca; basta con tener un indicio -como puede serlo
er
el título del texto, el prestigio de su autor o alguna otra referencia-
de que dicho material pueda resultar útil a la investigación que se rea-
lizará.
M
Para conocer el procedimiento mediante el cual se elaboran estas
fichas, véase FICHA BIBLIOGRÁFICA y FICHA HEMEROGRÁFICA.
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Después de escoger una bibliografía básica conviene hacer una pri-
mera lectura, de orden exploratorio, de los textos más importantes. Lo
que se busca con esto es reconcocer el terreno, ubicar las principales
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ideas y pesar, a grandes rasgos, la calidad del material con que se cuen-
ta. Para que esta primera lectura resulte provechosa se debe "ajustar
la rapidez de la lectura al propósito de ésta, a la naturaleza del texto,
Sp
y a las dificultades especiales que éste puede ~ f r e c e r " .Al
~ principio hay
que leer todo el texto, pero con la experiencia se aprende a detenerse
en las partes precisas que más interesan (índices, introduccción, prólo-
go, conclusiones, párrafos específicos). No es conveniente subrayar ideas,
aunque parezcan importantes, en esta primera lectura, porque pueden
DF
conexos, debe ser preciso para que la atención del investigador pueda
realmente enfocarse en él, "sin distraerse en otros temas o relaciones
secundarias; de lo contrario, apartándose cada vez más de sus objetivos
Sy
ge
dispensable evitar los temas que se encuentran en las fronteras de dos
o más ciencias, porque, aunque son verdaderamente sugestivos, su es-
tudio requiere [un] conocimiento de diversos campos", como lo hace
notar Zubizarreta. Además, si se pretende que la investigación sea poco
er
extensa, también el tema debe ser de extensión limitada, por más que
todo tema esté naturalmente ligado a otros y no se le pueda estudiar
aislado. Por eso es preferible escoger desde el principio un tema "pe-
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queño y de estructura interior sencilla", pues ello permitirá que el in-
vestigador recorra "las nociones conexas, indispensables para su mejor
comprensión' ' .
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2.6 E L A B O R A C I ~ N
DEL ESQUEMA DE TRABAJO
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El esquema o bosquejo de las partes del trabajo y de su organiza-
ción interna es, según Garza Mercado, "un registro visual que repre-
senta el esqueleto del escrito con que concluye el proceso de la investi-
Sp
gación". Para este autor los objetivos de un esquema de trabajo son,
pues, los siguientes:
er
dagar más a fondo en sus aspectos formativos. En este sentido, la bi-
bliografía nueva que se reúna a partir de la delimitación del tema será
específicamente encauzada hacia su desciframiento e interpretación. Por
M
eso es importante hacer un esfuerzo especial por buscar la información
en las fuentes que estén ligadas directamente con el tema y no ya con
su contexto general, como ocurría al principio de la investigación.
Por supuesto, al encontrar nuevos libros, artículos, ensayos, etc.,
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habrá que ficharlos bibliográficamente, para después poder ubicar este
material con rapidez y, asimismo, elaborar posteriormente la bibliogrda
total que acompañará al trabajo final.
2.9 E L A B O R A C I ~ N
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DE FICHAS DE CONTENIDO
La ficha de contenido permite un fácil manejo de datos e ideas, tanto
ajenos como propios. Transcribir en ellas la información más impor-
Sy
e
al pensamiento propio. Si ambos procedimientos se combinan forman-
do fichas mixtas (o sea, alternando la idea ajena citada o resumida con
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el comentario personal), se está más cerca aún de la elaboración del tra-
bajo final (v. FICHAS DE CONTENIDO).
En relación con lo anterior, acierta Asti Vera cuando señala que "sin
exagerar su importancia ni disminuir sus inconvenientes, hay que ad-
Me
mitir la utilidad de las fichas: facilitan la sistematización bibliográfica,
la ordenación de las ideas y el trabajo de síntesis", todo lo cual conduce
directamente, como ya se ha dicho, a la elaboración de un primer bo-
rrador del trabajo final. Esto es así porque "una de las innegables ven-
tajas de ias fichas es la economía de trabajo intelectual y
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Cuando termina la recolección de los datos e ideas ajenas es porque
la bibliografía crítica y demás fuentes ya han sido agotadas hasta el má-
ximo de sus posibilidades concretas y, como dice Zubizarreta, "más allá
Sp
de un mínimo indispensable para la validez científica del trabajo". Pero
lo cierto es que: "El trabajo empírico de la recolección no sólo va com-
probando la hipótesis [propuesta por el investigador], sino que, ade-
más, la precisa, matiza y enriquece"; es posible que, incluso, la trans-
forme. En este último caso sería necesario asimilar los datos renovadores
F
2.11 O R G A N I Z A C I ~ N
DEFINITIVA DEL FICHERO
Con el material que se tiene se organiza el fichero para saber si fal-
Sy
Armando Asti Vera. Metodología de la inuestigación, Kapelusz, Buenos Aires, 1968, pp.
122-124.
28 P R I M E R A PARTE. NOCIONES P R E L I M I N A R E S
ge
mo esquema de trabajo que se tenga (v. ORGANIZACIÓN D E FICHAS
DE CONTENIDO). Totalmente organizado el fichero, se pueden nume-
rar con lápiz las fichas para evitar las dificultades de reorganización cuan-
do por alguna causa se altere la secuencia establecida.
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M
Para concluir, la última etapa del proceso de investigación consiste
en comunicar los resultados de la misma mediante un texto escrito. De
esta manera las ideas que el investigador aporta adquieren un carácter
permanente y pueden ser consultadas por otros estudiosos.
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El texto será capaz de trasmitir esos resultados sólo si es coherente,
claro, minucioso, sustentado con suficientes argumentos y ejemplos. La
forma precisa y particular que exige cada disciplina o campo del saber
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para la presentación escrita del desarrollo y conclusión de sus respecti-
vas investigaciones, no invalida el conocimiento y empleo de algunos
requisitos formales aplicables a cualquier escrito producto de una in-
Sp
vestigación.
2.12.1 Borrador
Redactar el borrador del trabajo constituye, como lo señala Garza
F
g
Una vez revisado el borrador del trabajo en los aspectos antes men-
cionados, se procede a la redacción final del mismo. Esta, como ya se
er
sabe, debe cumplir un objetivo fundamental: comunicar, con la mayor
claridad y coherencia posibles, los resultados, descubrimientos, com-
probaciones o reflexiones logrados a través de todo el proceso de la in-
M
vestigación. Cada paso de la misma, como se ha visto, propicia y per-
mite un feliz término.
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Segunda
parte
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Proceso
de lit
la investigación
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Selección y
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delimitación
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del tema
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Elegir un tema de investigación es una empresa que requiere pre-
paración y práctica, por ello es tan común que en los primeros cursos
de enseñanza universitaria sean los maestros quienes proporcionen a
Sp
los estudiantes los temas para realizar sus investigaciones.
Un tema no brota por inspiración natural, sino que es producto del
estudio y de las observaciones sistemáticas en un campo del saber.
Los investigadores se van forjando poco a poco; a medida que aumen-
tan las prácticas de conocimiento, aumentan también los intereses, las
F
ción y profundidad.
Es necesario que el estudioso esté familiarizado con su tema y desa-
rrolle un verdadero interés por él para que pueda realizar con entusias-
mo el arduo trabajo que supone toda investigación, por sencilla que pueda
parecer, así se trate de un trabajo escolar, de la realización de una tesis
ls
ge
rrollo no resulte superficial, sino que fundamente las afirmaciones y su-
puestos.
Para llegar a la enunciación de un tema es necesaria toda una labor
de delimitación tanto en profundidad como en extensión.
er
3.1 PROFUNDIDAD
M
El ideal de investigación presupone que a partir de una hipótesis
se desarrolla un trabajo con el fin de aportar una conclusión útil y ori-
ginal que implica varios niveles de profundización:
- Un primer nivel, que podría llamarse de inventario de informa-
&
ción, tendría por objeto la compilación de datos útiles para continuar
ampliando el conocimiento sobre ese material. Es necesario que el in-
vestigador esté seguro de que ese trabajo no haya sido hecho y de que
lit
verdaderamente será útil. En todos los casos se logra un inventario de
información que queda a nivel enunciatiuo.
- Avanzando en profundidad, el investigador hace un análisis de
Sp
cada uno de los elementos enunciados en la primera fase del trabajo,
para proporcionar un informe objetivo de las características de los ele-
mentos localizados y de todo su entorno.
- A partir del conocimiento que ha logrado el estudioso de un tema
en los estadios anteriores, puede ya realizar una interpretación fundamen-
F
elegido.
Ejemplificación' de los niveles de profundización con un tema de
sociologia:
Tema: Situación actual del Estado en América Latina (década de los 80).
ler. nivel: Establecer el cuadro político de la región (democracias y dictaduras).
s
20. nivel: Análisis de los factores que componen el cuadro político a partir de
los factores fundamentales (Estado y fuerzas políticas).
l
3er. nivel: Con base en una teoría, interpretar esa realidad y prever el compor-
oo
ge
- Otro obstáculo para la profundidad de la investigación es el tiempo
disponible para su realización; una investigación hecha en seis meses
no tiene los mismos alcances que otra a la que se le han dedicado, por
ejemplo, dos años.
er
- Las dificultades que se presenten en la adquisición o en la inter-
pretación del material informativo, también limitan los avances de la
investigación.
M
Lo que importa es que, a partir de las circunstancias particulares
del caso, el investigador, consciente de las limitaciones, elija el nivel
en el que realizará su trabajo, de modo que cumpla con sus objetivos
en el tiempo de que dispone para realizarlo.
&
lit
Otra delimitación importante para lograr la elección del tema se re-
fiere a la extensión. Lo primero es tener claro el campo en el que se
realizará la investigación: sociología, ecología, lingüística, etc. Una
vez establecido el campo, se precisará el objeto de estudio, teniendo cui-
Sp
dado de ubicarlo en un lugar y en un tiempo. Por ejemplo, si se va a
realizar un estudio sobre el desequilibrio ecológico se precisará: El de-
sequilibrio ecológico que se está produciendo en la Ciudad de México
por el uso indiscriminado de insecticidas en los últimos 10 años,
1979-1989.
F
finir el género al cual se abocaría; supóngase que se decide trabajar sobre el cuento.
El tema "el cuento" sería muy amplio, de ahí la conveniencia de la ubicación
en un tiempo y lugar del objeto de trabajo: podría pensarse en el cuento contempo-
ráneo en Latinoamérica.
36 SEGUNDA PARTE. PROCESO D E L A INVESTIGACIÓN
ge
Es necesario tener presente, también, el tiempo disponible para realizar la in-
vestigación, así como el material bibliográfico y hemerográfico accesible.
Si la investigación sobre el cuento contemporáneo en Latinoamérica debe rea-
lizarse en poco tiempo y el material disponible es mucho, conviene escoger a dos
cuentistas representativos y seleccionar un par de cuentos de cada uno. Podría pre-
er
ferirse a Horacio Ouiroga y a Jorge Luis Borges; en particular sus cuentos? "El al-
mohadón de plumas" y "La gallina degollada", del primero; y "Las ruinas circulares"
y "El inmortal", del segundo.
Por último, es necesario definir el nivel en el que se realizará la investigación,
M
es decir, el investigador debe estar consciente de si en el trabajo sólo señalará los
elementos integrantes de los cuentos, dará una explicación sobre el contenido o
tratará de probar una hipótesis o supuesto antes formulado. Después de revisar el
material seleccionado y de seguir los pasos antes mencionados, el investigador ha
&
concluido la delimitación de su tema, el cual podría enunciarse así: Elementos fan-
tásticos de los cuentos: "El almohadón de plumas" y "'La gallina degollada", de
Horacio Quiroga, y "Las ruinas circulares" y "El inmortal", de Jorge Luis Borges.
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El ejemplo2 siguiente presenta en forma más esquemática todos los
aspectos señalados en el anterior:
Sp
Campo: Inversión en la industria química.
Primera precisión del tema: Aplicaciones de las resinas sintéticas importadas
a México en el año 1964.
lnforrnacibn base disponible: Textos de química orgánica. experimentación en
el laboratorio, tecnología adquirida, disponibilidad financiera.
Segunda precisión del tema: Necesidad de fabricar en México las resinas de
F
Me
ficha hemerográfica
&
Los datos de cada libro y de cada publicación periódica que se utili-
lit
zan para estudiar o para realizar un trabajo de investigación, deben re-
cogerse en una tarjeta -generalmente de 7.5 por 12 cm- que recibe
el nombre deficha bibliográfica si se refiere al primer tipo de material
Sp
informativo yficha hemerográfica si se refiere al segundo.
Estas fichas sirven para: 1. Localizar con facilidad la obra que iden-
tifican; 2. Hacer las notas al texto en la etapa de redacción de un traba-
jo; 3. Elaborar la bibliografía de un trabajo; 4. Integrar un fichero con
los datos de todo el material informativo que el investigador conoce.
DF
ge
- Al reverso de la ficha se puede anotar un comentario general so-
bre el texto al que se hace referencia. Si los datos de la publicación no
caben en el anverso de la tarjeta, se utiliza el reverso para completarlos
(v. modelo 9).
er
M
Ficha bibliográfica es la tarjeta donde se registran los datos de un
libro. Se podría pensar que todos los libros proporcionan los mismos
datos y, por lo tanto, sólo hay un modelo de este tipo de ficha; pero
&
no es así.
La ficha bibliográfica se compone, básicamente, con los elementos
que aparecen a continuación, los cuales se presentan en la secuencia
siguiente:
l it
- Autor. Empieza con el o los apellidos y, después de coma, con-
Sp
tinúa con el o los nombres.
- Título y subtítulo. Subrayados y escritos con minúscula, salvo
la inicial de la primera palabra y de los nombres propios.
- Edición. La palabra se abrevia ed. Este dato se proporciona a
partir de la segunda edición; y si ésta es corregida y10 aumentada se
F
del lugar puede confundirse con otro, se añade el nombre del país (v.
modelo 6). Cuando este dato no aparece se indica con la abreviatura
s.1. Este dato puede colocarse antes de la editorial; en tal caso, todas
las fichas deberán llevarlo en ese lugar (v. modelo 2).
sT
ge
manos y, después del signo de adición ( + ), la cantidad de páginas en
arábigosl (v. modelo 7).
r
- Traductor. Este dato va después del título. Antes de dar el nom-
Me
bre del traductor, se escribe una de las siguientes abreviaturas: tr. o trad.
y el idioma del cual se tradu.jo el libro (v. modelo 5).
- Prologuista. Si se trata de una traducción, este dato va después
del traductor; si no es así, se presenta después del título. Cuando el pró-
logo es del mismo autor no se señala en la ficha. En este mismo lugar
&
se indica quién hizo la introducción y las notas.
Muchas veces la misma persona hace el prólogo y10 la introducción
y notas, además de la traducción. En este caso los datos se fusionan y
se presentan todos después del título (v. modelo 7).
lit
- Colección y10 serie. Estos datos van después de la fecha, entre
paréntesis. Si el libro tiene un número dentro de la colección o la serie,
se anota en este lugar después de coma (v. modelos 4, 5 y 6).
Sp
- Número de tomos.2 Cuando la obra está publicada en varios
tomos, se indica el total de los mismos seguido de la abreviatura: ts.,
antes de dar el total de páginas: de cada tomo si tienen paginación in-
dependiente (v. modelo 7) o de todos los tomos si tienen paginación co-
rrida (v. modelo 6). Al hacer referencia a un tomo en particular, se es-
F
4.1.1 Variantes
- Coautoría. Hay libros que tienen dos o tres autores, en este caso
sólo del primero que se menciona se presentan antes los apellidos y lue-
go el nombre; los demás siguen el orden normal (v. modelo 8).
ls
' Después del número de páginas se indica cualquier otro material gráfico que esté incluido
en el libro, por ejemplo: mapas, láminas, ilustraciones, etc.
V. en el APÉNDICE C el significado de tomo y volumen.
MODELO 1
ge
Cortázar. Armas Lit. arg.
er
Cortázar, Julio. Las armas secretas, l3a. ed., Sudamericana,
M
Buenos Aires, 1973,223pp.
&
lit
Sp
B. per.
7
F
MODELO 2
PD
B. per.
41
MODELO 3
ge
Virgilio. Opera Lit. lat.
er
Virgilii Maronis, Publii.Opera, e n Uiloae Typographia per Ray-
M
mundum Ruiz, MDCCXC, 408 pp.
&
lit
Sp
B.M.C.
h
F
MODELO 4
PD
B. Per
42
MODELO 5
g e
Rilke. Cuadernos Lit. alem.
er
Rilke, Rainer María. Los cuadernos de Malte Laurids Brigge, tr.
M
del alemán por Francisco Ayala, pról. de Guillermo de To-
rre, 2a. ed., Losada, Buenos Aires, 1968 (Biblioteca clásica
y contemporánea, 104), 188pp.
&
l it
Sp
- B. per.
F
MODELO 6
PD
B. per.
1 b
MODELO 7
ge
Shak.Teatro Lit. ing.
er
Shakespeare, William. Teatro completo, tr. del inglés, introd.
M
y notas de José Ma. Valverde, 3a. ed., Planeta, Barcelona,
1973 (Clásicos Planeta, 14), 2 ts., XXXVII + 167 pp.,
XXVIII + 1676.
&
lit
Sp
B. per.
F
MODELO 8
PD
B. per.
44
MODELO 9
ge
1
er
Albornoz, Aurora de, Manuel Criado de Val et al. El comentario
M
de textos, 2. De Galdós a Gascía Márquez, pról. de Andrés
Amorós, Castalia, Madrid, 1974 (Literatura y sociedad, Y),
316 pp. [Jover Zarnora, "Benito Perez Galdós: 'La de los tris-
&
tes destinos' (caps. 1y 11)"; J.L. Varela, "Barojiana: el 'Elogio
sentimental del acordeón"'; R. Senabre,"Vaile-Inclán: 'Tira-
no Banderas"'; Moreno Báez, "Dos lugares paralelos de Ga-
briel Miró"; J . Marias, "El decir de la razón vital (un capítu-
lit
lo de Ortega sobre la caza)"; Martínez Cachero, "Ignacio Al-
Sp
B. per.
1 L
F
MODELO 9 (reverso)
PD
s
L-i L
MODELO 10
ge
Frenk. Lírica Lit. esp.
er
Frenk Alatorre, Margit. Lírica hispánica de tipo popular. Edad
M
Media y Renacimiento, sel., pról. y notas de. . .,UNAM, 1966
(Nuestros clásicos, 31),271 pp.
&
lit
Sp
B. per.
k
F
MODELO 11
PD
Cid
- Lit. esp.
ls
B. per.
46 SEGUNDA PARTE. PROCESO DE L A INVESTIGACION
ge
o ant. (v. modelo 21). Si lo que hace es dirigir la investigación que da
por resultado un libro, también recibe el crédito; pero entonces se indi-
ca, entre paréntesis, con la abreviatura dir. (v. modelo 24).
Cuando se quiere resaltar que el editor o compilador hizo, además
r
de la selección, el prólogo y las notas, esto se indica, después del título,
de la siguiente manera: sel., pról. y notas de.. . (v. modelo 10).
Me
- Anónimo. Si no se conoce el nombre del autor, se inicia la ficha
bibliográfica con el título de la obra. En este apartado entran algunas
obras antiguas, diccionarios, enciclopedias y publicaciones institucio-
nales (v. modelos 11, 12 y 13).
- Título dentro de título. Si el título de un libro contiene a su
&
vez el título de otro, este último debe ir entre comillas para que desta-
que sobre el subrayado (v. modelo 14).
- Título en otro idioma. Se debe apegar a las normas del espa-
lit
ñol; o sea, escribirse con minúsculas, excepto la inicial de la primera
palabra y de los nombres propios (v. modelo 15).
- Título en español con referencia al título original. Cuando
no hay coincidencia entre el título original de un libro y el de la traduc-
Sp
ción, es conveniente incluir el primero en la ficha bibliográfica, con la
fecha en que fue publicada la obra. Esta información se coloca entre
corchetes al final de todos los datos (v. modelo 16).
- Título de alguna parte de un libro. Muchas veces no se hace
la ficha del libro en su totalidad, sino de un capítulo o una parte del
F
para distinguirlo del título del libro, que va subrayado. Lo mismo ocu-
rre cuando se trata de una obra en varios tomos y varios volúmenes.
En estas fichas se indican las páginas que abarca el capítulo o la parte
mencionada, en vez del total de páginas (v. modelos 17, 18, 19 y 20).
- Título de ensayo dentro de un libro. De este caso existen dos
variantes: una, cuando hay un compilador responsable de la edición;
ls
ge
Imps. Admón.
er
Impuestos arancelarios, 3a. ed., SHCP, México, 1968,230 pp.
M
&
lit
Sp
\
F
MODELO 13
PD
1969,849pp.
ol
s To
Sy
B. per.
MODELO 14
ge
I
Rossanda. Manifiesto C. política
er
Rossanda 1976: Rossanda: "il Manifesto". Tesis de una disi-
M
dencia comunista, tr. del italiano por Emiliano Ortúzar,
Era, México (El hombre y su tiempo), 441 pp.
&
B. UAMI
HN490 lit
Sp
R3
R6.18
Y L
F
MODELO 15
PD
B.UAMI
B 1868
Sy
R 4.3
B4
7
MODELO 16
ge
Jaspers. Esencia Teo. lit.
er
Jaspers, Karl. Esenciay formas de lo trhgico, tr. del alemán por
M
N. Silvetti Paz, Sur, Buenos Aires, 1960,123 pp. [Über das
tragische, 19521.
&
lit
Sp
B. per.
-.
F
MODELO 17
PD
As., 1 9 7 4 , ~61-101
~.
sT
Sy
B. per.
50
MODELO 18
ge
1
D u r a . Tríptico Lit. mex.
er
Durán, Manuel. "JuanRulfo, cuentista: La verdad casi sospe-
M
chosa",en Tríptico mexicano, SEP, Méx., 1973 (Sep Seten-
tas,81),pp.9-50.
&
lit
Sp
B. per.
7
F
MODELO 19
PD
B. per.
7
'
MODELO 20
ge
1
er
GiU Gwa, Samuel. "La novela picaresca en el siglo XVI",en-
M
nacimiento y Barroco, vol. 3, Guiiiemno Díaz-Plaja (dir.).
Historia de las literaturas hispánicas, t. 3, introd. de R. Me-
néndez Pidai, Vergara, Barcelona, 1968,reimpr. de la la. ed.
de 1 9 6 3 , ~81-103.
~.
&
lit
Sp
B. per.
T
F
PD
Usualmente los títulos de las obras en prensa o inéditas no se subrayan; nosotros lo hace-
mos porque nos interesa destacar siempre lo que tenga carácter de título.
MODELO 21
ge
-
Marx. GCI Doctrinas
er
Marx, Carlos. "Génesis del capital industrial", en J u a n Mora
M
Rubio y Luis Rodríguez O. (comps.). Historia de las doctri-
nas políticas y sociales del siglo XVI al siglo XVIII, UAMI,
México, 1976,4a.reimpr.,pp. 3-48.
&
lit
Sp
B. per.
i
F
MODELO 22
PD
B. per.
4
53
MODELO 23
ge
Rulfo. Llano Lit. mex. ,
er
Rulfo, Juan. El llano en llamas, FCE, México, 1973(Popular, 1),
M
la. reimpr. de la la. ed. de 1953,151pp.
&
B. UAMI
PQ 7297
R 8.9
lit
Sp
LL 6
-7
F
MODELO 24
PD
B. per.
7
ge
MODELO 25
-
Acfm Lit. hisp.
er
Actas del Tercer Congreso Internacional de Hispanistas (Mé-
M
xico, 1968), El Colegio de México, 1970,962pp.
&
B. COL.
860.63 lit
Sp
C 749
1968
-.
F
MODELO 26
PD
1986,157pp.
sT
Sy
B. per.
MODELO 27
ge
Zorrilla, Don Juan Teatro
er
Zorrffla, José. Don Juan Tenorio, seguido de Tirso de Molina.
M
El convidado de piedra, pról. de E. M. Aguilera, Zeus, Barce-
lona, 1968,345 pp.
&
B. COL.
863.53 lit
Sp
2899 d
-
F
MODELO 28
PD
Paz. PP T. poét.
ls
B. per.
Y
ge
La tarjeta en donde se registran los datos de publicaciones periódi-
cas se denomina ficha hemerográfica.
er
Muchas veces el investigador elabora fichas sobre la publicación pe-
riódica en su totalidad; ya sea porque ese material corresponde a su cam-
po de estudio, ya sea porque son números dedicados a un tema en par-
ticular (v. modelos 29 y 30). Sin embargo, lo más frecuente es que se
M
mencionen artículos de las publicaciones; entonces estas fichas son se-
mejantes a las bibliográficas en lo referente al autor; en cuanto al títu-
lo, el de los artículos se entrecomilla y el de las revistas4 y periódicos
&
se subraya. Si el título del artículo contiene a su vez un título, éste se
subraya para destacarlo del entrecomillado (v. modelo 36). Los demás
datos de la ficha hemerográfica varían según la clase de artículo o de
publicación periódica; por lo tanto, se explicarán en cada caso.
lit
- Artículo de revista. En esta ficha después del título de la revis-
ta se indica entre paréntesis el lugar donde es publicada; el volumen
y, separado por dos puntos, el año; el número de la revista y las pági-
Sp
nas que comprende el artículo (v. modelo 31). Si no aparece el volu-
men se escribe la fecha de la publicación: día, mes, año (v. modelos
32 y 46). Si se quiere precisar la periodicidad de la revista, este dato
se añade después del título (v. modelo 29).
- Artículo de periódico. Como en la ficha de artículo de revista,
F
pero además se indica la sección del periódico, que casi siempre se dis-
tingue con una letra. Si el título del periódico expresa el lugar de publi-
cación, este dato ya no se anota (v. modelo 33).
- Artículo de suplemento cultural de periódico. En esta ficha
después del título del artículo se escribe, subrayado, el nombre del su-
plemento y, posteriormente, los datos del periódico al que correspon-
s
ge
Lit. mex.
(Revueltas)
er
Texto crítico, publicación semestral (Xal., Ver., Mex.), juiio-di-
ciembre de 1975,núm. 2,161 pp.
M
&
lit
Sp
B. per.
F
MODELO 30
PD
L
58
MODELO 31
ge
Monterr. STT Trad.
er
Monterroso, Augusto. "Sobrela traducción de algunos títulos",
M
Vuelta (México,D.F.),1: 1977,núm.3,pp. 23-24.
&
lit
Sp
B. per.
F
MODELO 32
PD
1
GM. Chile ' Latin.
s
B. per.
-. b
MODELO 33
ge
Zamorano. Arm. Arm. N.
er
Zamorano, Isabel. "Careta de uso pacífico al armamentismo
M
nuclear: Brandt", Excélsior (México, D.F.), 16 de octubre de
1977,PP. 1,9-A
&
lit
Sp
7
F
MODELO 34
PD
MODELO 35
ge
Colina. Benet Lit. esp.
er
Colina, José de l a . "Otros registros de la misma voz", Plural
M
(México, D.F.), 3: 1974, núm. 10,pp. 77-78. Sobre Juan Be-
net. Sub Rosa, La Gaya Ciencia,Bar., 1973.
&
lit
Sp
B. per.
1
F
MODELO 36
PD
PP. 197-218
sT
Sy
B. per.
7 L
61
MODELO 37
ge
AGN.Merc. Tierras
er
AGN. Mercedes,t. 23, fol. 265 (19 de septiembre de 1602).
M
&
lit
Sp
'7
F
MODELO 38
PD
1
62
MODELO 39
ge
L
AHJ. Enf. Hospit.
er
AHJ. Leg. 293, exp. 15,fasc.89.
M
&
lit
Sp
7
F
MODELO 40
PD
A.AM.DP Cine
ls
i
CAP. 4. FICHAS BIBLIOGRAFICAY HEMEROGRAFICA 63
e
mer término corresponden al nombre del archivo (v. modelos 37, 38,
39, 40 e infra APÉNDICE C ) .
g
- Seminario. Los datos que se proporcionan en la tarjeta son los
siguientes: director del seminario, título, indicación de que se trata de
er
un seminario, lugar y fecha en que se efectuó (v. modelo 41).
- Conferencia, mesa redonda y clase. Los datos son iguales a los
de la ficha del modelo 41, pero se especifica que se trata de una confe-
M
rencia, una mesa redonda o una clase (v. modelos 42, 43 y 44).
- Entrevista. En esta ficha se le puede dar crédito al entrevista-
dor o al entrevistado; se presentará en primer término aquel a quien
se le otorgue. De acuerdo con esto, después del título de la entrevista
&
se indicará a quién se entrevistó o quién hizo la entrevista. Posterior-
mente se escribe el lugar, la fecha, si fue taquigrafiada, grabada, etc.,
y su duración. Cuando la entrevista ha sido publicada, se dan los datos
it
de la revista o periódico donde apareció (v. modelos 45 y 46).
- Disco o casete. Hay diferentes maneras de hacer estas fichas.
l
Unas veces se da el crédito al compositor (v. modelo 47) y otras al in-
Sp
térprete (v. modelos 48 y 49).Después del título del disco o casete se
escribe el nombre de la casa grabadora y la clave de la grabación (v.
modelos 48 y 49).Cuando se le da el crédito al compositor, se puede
anotar al final quién es el intérprete (v. modelo 47).
F
MODELO 41
PD
-.
MODELO 42
ge
1
er
Jiménez de Báez, Ivette et al. Producción literaria y contexto
M
social: José Revueltas, conferencias, UAMI, Mex., 12 de
mayo de 1977.
&
l it
Sp
F
MODELO 43
PD
ge
r
R.J. m. Doctrinas
er
Rendon, Jorge. El liberalismo político, clase, UAMI, Méx., 18de
M
octubre de 1977.
&
lit
Sp
T L
F
MODELO 45
PD
MODELO 46
g e
Aiberti. PPC P. esp.
er
Aiberti, Rafael. "Primero,los problemas del comern,entrevista
M
hecha por José Reveles, Proceso (México, DP.),3 de octubre
de 1977,núm.48,pp. 20-23.
&
lit
Sp
T b
F
MODELO 47
PD
ge
CMM. CU Mús. ant.
er
Cuazteto de madrigalistas de Madrid. Cancionero de Upsda o
M
del duque de Cdabria, siglo XVI, Gamrna CH-289 (Música
antigua espaííola, 15).
&
lit
Sp
1
F
MODELO 49
PD
L
68 SEGUNDA PARTE. PROCESO D E LA INVESTIGACION
ge
si está basada en una obra literaria. Luego siguen el director, el fotó-
grafo, el compositor, la compañía productora, el país y la fecha. Al fi-
nal se pueden mencionar los principales intérpretes (v. modelo 50).
er
- Obra de teatro. Primero se escribe el nombre de la compañía
o grupo teatral; luego el título de la obra y su autor; los nombres del
director, del escenógrafo y del teatro; y finalmente la fecha de la repre-
M
sentación. Si quien presenta la obra no es una compañía se elimina este
dato. Para terminar se pueden mencionar los actores principales (v. mo-
delos 51 y 52).
&
MODELO 50
it
CCB Cine
l
Sp
Los cinco de la calle Barska, película basada e n la novela homó-
nima de Kazimierz Kozniewski, Dir. Aieksander Ford, foto-
grafía d e Jaroslav Tuzar y Karol Chodura, música de Kazi-
mierz Serocki, FUm Polski, Polonia, 1953. Intérpretes:
Aleksandra Slaska, Tadensz J a n c z a r , Andrzej Kozak, Ta-
F
Mieczyslaw Stoor.
l s
-*
oo
sT
Sy
MODELO 51
ge
1
er
Compañía Nacional de Teatro. La visita de la gran dama de Fre-
M
derich Durrenmat, Dir. H. Azar, escenografía de Hidalgo y
Azar, Teatro del Bosque, 22 de octubre de 1977.
&
lit
Sp
+
F
MODELO 52
PD
&
lit
El investigador debe poseer ciertas cualidades que le permitan ela-
borar no sólo un buen bosquejo de trabajo o esquema inicial, sino tam-
bién el trabajo que se ha propuesto como objeto de investigación. Di-
Sp
chas cualidades, que pueden aprenderse y desarrollarse mediante el
estudio y la disciplina son las siguientes:
3 . Imaginación.
PD
4. Sentido de la realidad.
5 . Capacidad de organización.
ge
Los riesgos -factor constante en toda improvisación- se reducen
considerablemente gracias al orden lógico de prioridades que se esta-
blece con el esquema de trabajo. Se evita así perder tiempo con aspec-
tos demasiado alejados del tema central, con lo cual, además de presen-
er
tar dicho tema en forma concreta, se indaga en sus aspectos más
sobresalientes de manera explícita y exhaustiva.
- Identificar, gráfica o visualmente, las partes principales y las su-
M
bordinadas del problema que se investiga, así como también su impor-
tancia y las relaciones de dependencia entre ellas, dando al mismo tiempo
una idea global del contenido.
&
La clasificación en temas, subtemas y subsubtemas propicia la or-
ganización del trabajo en capítulos y secciones más breves que llevarán
a su vez los mismos encabezados del esquema. Esto implica también
cierta correspondencia entre los encabezados de las fichas de trabajo y
las diversas partes del esquema.
lit
- Suministrar los elementos básicos para redactar posteriormente
el índice del trabajo terminado.
Sp
La flexibilidad que supone el esquema inicial permite ir modificán-
dolo constantemente en la medida en que la investigación progrese y
vaya creando nuevas necesidades o concretando sus límites. Estas mo-
dificaciones surgen de las lecturas que se hacen más adelante y, sobre
todo, después de que éstas se asimilan y sintetizan mediante la elabora-
F
r
l. La utopía a través de la Historia
Me
A. Platón
B. La utopía en el Renacimiento
1. Tomás Moro
2. Tomaso Campanella
3. Francis Bacon
&
C. Los Socialistas Utópicos
1. Saint-Simon
2. Fourier
3. Owen
3. Contra el gobierno
4. Contra el capital
5. Contra la iglesia
oo
C. La Nueva Sociedad
1 . Sobre su convicción de que en todo el mundo se está generando el cambio
2. Sobre la necesidad de una revolución social para reivindicar a la clase
desposeída
sT
' Ejemplo tomado del trabajo que Susana B. Vélez Campos elaboró para el Curso de técni-
cas de investigación documental y redacción, UAMI, México, noviembre, 1974.
74
e
Ejemplo:
g
La utopía de Ricardo Flores Magón
er
1. La utopía a través de la Historia
1.1 Platón
M
1.2 La utopía en el Renacimiento
1.2.1 Tomás Moro
1.2.2 Tomaso Campanella
1.2.3 Francis Bacon
&
1.3 Los Socialistas Utópicos
1.3.1 Saint-Simon
1.3.2 Fourier
1.3.3
1.4
1.5
Owen
La utopía en el Nuevo Mundo lit
La utopía presente en las ideas libertarias del movimiento revolucionario
Sp
de 1910 en México, a través del pensamiento de Ricardo Flores Magón
e
en que se divide cada una de ellas. Los elementos coordinados se orga-
nizan como si estuvieran enlazados por la conjunción "y".
rg
La subordinación sirve, en cambio, para desglosar aspectos de la
sección principal, ya sea ejemplificándolos, ya sea analizándolos espe-
cíficamente.
Me
Es ilógico dividir cualquier sección si sólo se cuenta con un elemen-
to subordinado, porque la parte sería igual al todo, lo cual indicaría que
para los fines del esquema sobra la parte principal o la subordinada.
En este sentido no serían correctos esquemas como los siguientes:
Ejemplo 1:
&
- INCORRECTO
l . Nazismo
A. Antecedentes
lit
Hitler y el nazismo
Sp
B. Ideología
1. El Estado nazi
- CORRECTO
El nazismo
DF
1 . Nazismo
A . Antecedentes
B. Ideología
11. El Estado nazi
sP
Ejemplo 2:
- INCORRECTO
Sy
1. La libertad de crítica
2. La espontaneidad de las masas y la conciencia de la socialdemocracia
ge
3. Política trade-unionista y la política socialdemócrata
3.1 La clase obrera como combatiente por la democracia
4. La organización de los revolucionarios
4.1 La organización de los obreros y la organización de los revolucionarios
er
- CORRECTO
M
1. La libertad de crítica
2. La espontaneidad de las masas y la conciencia de la socialdemocracia
3. La política trade-unionista y la política socialdemócrata
&
4. La clase obrera como combatiente por la democracia
5. La organización de los revolucionarios
5.1 Obreros
5.2 Campesinos
5 . 3 Intelectuales
lit
Aquí las incorrecciones formales son semejantes a las del ejemplo
anterior: los incisos 3 y 4 están "subdivididos" en una sola parte (3.1,
Sp
4.1). En cuanto a las incorrecciones de fondo, el inciso 3.1 es indepen-
diente del 3 en su contenido, por lo tanto necesita tratarse como un punto
aparte. El inciso 4.1 repite el punto 4 (la organización de los revolucio-
narios) e incluye como otra idea un elemento (la organización de los
obreros) que corresponde sólo a una fracción de ese todo que son los
F
M
contenido
&
La ficha de contenido, también denominada temática o de trabajo,
lit
es un instrumento muy útil para preparar exámenes, exposiciones ora-
les y sobre todo trabajos de investigación, ya que permite organizar el
material seleccionado y conseruarlo para usos ulteriores.
Sp
La parte del proceso de investigación correspondiente a la recolec-
ción de datos tiene una importancia muy grande para el trabajo que
se va a realizar, porque es imposible tener a mano en el momento de
la redacción todo el material leído, además de que es muy difícil me-
morizar todos los datos y citas que servirán para darle rigor científico
F
la explicación relacionada con el contenido en último lugar; porque con base en la manera de ex-
poner el contenido se designan las fichas, y ése es el subtema que enseguida se desarrolla. En la
Sy
ficha modelo de distribución de datos hemos incluido las expresiones: tema, subtema, subsubte-
ma, contenido y referencia. Estas expresiones no se deben anotar en la ficha, pues sólo indican
eso: la distribución de datos (v. APÉNDICE A).
78 SEGUNDA PARTE. PROCESO DE LA INVESTIGACION
ge
se deja un margen superior de dos o tres cm que puede indicarse con
una línea gráfica; este espacio se divide en tres partes iguales que servi-
rán para escribir los encabezados correspondientes. En la parte inferior
derecha de la ficha se anota la referencia. El contenido ocupa el espacio
er
que queda entre los encabezados y la referencia (véase ficha modelo de
distribución de datos).
La ficha de trabajo es una unidad autónoma, esto quiere decir que
M
sus elementos están estrechamente ligados entre sí y se dan sentido unos
a otros. Por esta razón, inmediatamente después de redactar el conte-
nido de la ficha es conveniente anotar tanto los encabezados como la
referencia; así se evitan problemas posteriores como no tener a la mano
&
en un momento dado los datos completos de la fuente o no poder clasi-
ficar fácilmente el contenido de la ficha. Por ser autónoma, la ficha pue-
de usarse para diversas partes de un mismo trabajo o para trabajos di-
dos encabezados.
En cambio, si en las fichas se asienta información para utilizarla
ulteriormente sin tener un tema determinado, pueden variar los enca-
bezados de una ficha a otra. Por ejemplo, cuando se lee un libro porque
pertenece al campo de estudio que a uno le interesa, pero cuya infor-
ls
Ejemplo:
Sy
er
utópicos concreta
con sus obreros
M
utópicos en la nueva sociedad
6.1.2 La referencia
&
La referencia es el último de los elementos de la ficha y tiene gran
importancia; en ella se deben encontrar los datos necesarios para reco-
lit
nocer la fuente de procedencia del contenido de cada ficha. General-
mente, estos datos son mínimos porque antes de hacer las fichas de tra-
bajo se elaboran las fichas bibliográficas o hemerográficas de los textos
consultados. Se pueden reducir a: apellido del autor, título (que puede
Sp
abreviarse) y páginas utilizadas.
Es necesario tomar en cuenta las siguientes indicaciones:
- Si hay confusión por apellidos iguales de diferentes autores, se
anota el nombre o la inicial para que la referencia sea clara. Ejemplo:
Dámaso Alonso, Amado Alonso; F. Bacon, R. Bacon. (Para otras du-
F
6.1.3 E1 contenido
(V. todas las fichas modelo del APÉNDICE A).
En esta parte de la ficha se verterán todos los datos que se piensa
Sy
sT
oo
ls
PD
F
Sp
lit
&
M
er
ge
CAP. 6. FICHA DE CONTENIDO 81
ge
utilizar en la investigación o trabajo. Es conveniente no hacer más fi-
chas de las necesarias, y aunque no es fácil calcular cuántas fichas se
van a utilizar, el esquema de trabajo es probablemente la mejor ayuda
para ello (v. ESQUEMA y ORGANIZACIÓN DE LAS FICHAS DE CON-
er
TENIDO).
Como las fichas son independientes unas de otras, no deben redac-
tarse con expresiones que impliquen dependencia de otras fichas, por
M
ejemplo, ahora bien, además, sin embargo, etc. Tampoco deben contener
ideas que se refieran a temas distintos, porque esto dificultaría tanto
la redacción de sus encabezados, principalmente la del subsubtema, como
la adecuada clasificación de la ficha, además de que impediría la redac-
&
ción coherente del trabajo.
Cuando se necesita recoger un concepto en su forma más comple-
ta, tomando ideas de diversas páginas de un mismo libro, no se elabo-
lit
ran varias fichas, sino que en una sola se anota toda la información in-
dicando las páginas (entre paréntesis) después de cada idea.
Es pertinente señalar que también pueden recogerse, como conte-
nido de la ficha, dibujos, mapas, láminas, diagramas, gráficas, cuadros
Sp
sinópticos, etc. (v. APÉNDICE A, fichas modelo 17 y 18).
- textuales
- de resumen
- de comentario personal
- mixtas
ls
- de referencia cruzada
oo
6.2.1 Textuales
ge
- Se seleccionarán uno o varios párrafos que irán entre comillas
dobles (" ") si lo copiado corresponde palaha por palabra a lo dicho
por el autor. Si el párrafo contiene a su vez una cita de otro texto o
autor, ésta se enmarcará con comillas francesas (M »)* o simples (' ').
er
- Al seleccionar los párrafos se debe cuidar que éstos contengan
información importante, frases clave y no frases hermosas pero huecas
(a no ser que lo que se estudie sean precisamente esas características
M
del texto).
- Que lo seleccionado contenga una o varias ideas completas.
- Que los párrafos sean coherentes, o sea, que no se refieran a te-
mas diferentes. Si se refieren a datos diferentes entre sí, debe haber
&
una razón que los una aunque sea precisamente la oposición. Esta se-
paración o diferencia debe estar especificada en los encabezados (v.
APÉNDICE A, ficha modelo 13).
- Si el párrafo textual se ha extraído de uno mayor que contenía
lit
datos generales, éstos deben resumirse y colocarse de tal manera que
no se pierda el contexto original.
Sp
Ejemplo:
ducción" .3
Las comillas francesas se usan también para indicar que se copia textualmente un diálogo
dramático (v. APÉNDICE A , ficha modelo 13).
Los corchetes sirven para indicar todo tipo de supresión, adición o corrección, hechos por
el investigador en el material utilizado como fuente.
e
Ejemplo:
g
Texto original:
er
"El licenciamiento de las huestes feudales -que, como dice acertadamente
Sir James Stuart, 'invadieron por todas partes casas y tierras'- lanzó al mercado
de trabajo a una masa de proletarios libres y privados de medios de vida."
M
E l texto de la ficha puede decir:
&
una masa de proletarios libres y privados de medios de vida."
Ejemplo 1:
Texto seleccionado:
F
ma Italia."
Texto de la ficha:
Ejemplo 2:
"Tal es la forma [en los romances]: una idea en un verso. (Pero, no es acaso
sT
ésta la forma del Poema del Cid en donde el discurso y el relato progresan a peque-
ños trazos, verso a verso?"
ge
En el ejemplo que aparece a continuación, la ficha debe marcar con
un [sic] el hecho de que la oración esté i n ~ o m p l e t anunca
,~ corregir el
error.
er
Ejemplo:
Texto original:
M
"Y siempre que los hombres de ciencia, saliendo de su mundo abstracto, falto
de sangre y de vida, aborto semejante al homúnculus creado por Wagner, el pe-
dante discípulo del inmortal doctor Fausto."
&
Texto de la ficha:
"Y siempre que los hombres de ciencia, saliendo de su mundo abstracto, falto
lit
de sangre y de vida, aborto semejante al homúnculus creado por Wagner, el pe-
dante discípulo del inmortal doctor Fausto [sic]."
Texto de la ficha:
le el autor.
Si lo que interesa es el contenido, obviamente no se debería hacer uso de esta cita, salvo
en el caso de que se trate de un análisis de los errores gramaticales del texto.
CAP. 6. FICHA DE CONTENIDO 85
ge
Un dato dudoso o del que se tiene la seguridad de su incorrec-
ción, por ejemplo, una fecha.
Erratas de imprenta; el citado texto de Bakunin tiene varias, por
ejemplo, en vez de secarian dice sacarían:
er
Texto original:
"Y las fuentes de la vida se sacarían bajo la influencia de sus abstracciones."
M
El texto de la ficha debe decir:
"Y las fuentes de la vida se sacarían [sic] bajo la influencia de sus abstrac-
&
ciones."
6.2.2 De resumen
PD
ge
Si la ficha de comentario personal proviene del contenido de una
ficha determinada, llevará los mismos encabezados y referencia6 que
ella. Si no es así, los encabezados se regirán por el punto del esquema
al que corresponda la ficha, y ésta no tendrá referencia (v. APÉNDICE
er
A, ficha modelo 11).
6.2.4 Mixtas
M
La ficha mixta, al igual que la de comentario personal, tiene como
principal fin exponer el criterio del investigador en relación con los da-
tos que va obteniendo conforme los selecciona. Por medio de estos dos
&
tipos de fichas se adelantan los juicios que sustentan la tesis personal
o que, por el contrario, llevan a la demostración de que ésta estaba equi-
vocada en ciertos aspectos. Sirve también para dar coherencia a una
variar dos de ellos, e incluso los tres, según las necesidades temáticas
del trabajo.
sT
delo 19 y 20).
En este caso es pertinente añadir a la referencia las expresiones provimc de, uéase; otra posi-
bilidad consiste en engrapar la ficha de comentario a la otra ficha.
ge
6.3 ORGANIZACI~N
DE LAS FICHAS DE CONTENIDO
Uno de los pasos del proceso de investigación corresponde a la re-
er
colección de datos mediante el uso de fichas de contenido. En páginas
anteriores (v. supra, p. 77) se discutió sobre la conveniencia de esta ta-
rea; ahora, se considera necesario resaltar la importancia de organizar
el material reunido.
M
Cuando el investigador considera que ya ha "fichado" toda la in-
formación pertinente, debe hacer un alto con el fin de revisarla cuida-
dosamente. Para ello es necesario ordenar las ideas; es decir, organizar
&
las fichas, clasificar los datos,7 darles una estructura coherente, de acuer-
do con ciertos criterios, para que en un momento dado sea posible ana-
lizar de una manera sistematizada y completa los problemas planteados.
En este caso, la organización de las fichas se hará de acuerdo con
lit
el esquema, previamente establecido, del trabajo (v. supra, p. 71). De
este modo se podrá averiguar si realmente los datos recogidos son sufi-
cientes para desarrollar cada capítulo con sus respectivos incisos; y si
Sp
hay necesidad de modificar el esquema, ya sea para agregar temas, ya
sea para cambiar el orden de los mismos. Esto supone que hay que reu-
nir primero todas aquellas fichas que integren un capítulo o tema gene-
ral; después clasificarlas según sus incisos o subtemas, y así sucesiva-
mente. Quizá éste sea el mejor momento de entender por qué conviene
DF
Esta tarea srrá fácil ya que la ficha es una unidad autónoma y como tal posee la flexibilidad
de ocupar el lugar donde mejor funcione. Pero no hay que olvidar que dicha ventaja sólo podrá
aprovecharse siempre que los encabezados de las fichas se hayan puesto con cuidado y precisión:
y, además, que cada ficha contenga una sola idea; de lo contrario, los datos quedarán mal clasifi-
cados (v. Npa, p. 78).
88 SEGUNDA PARTE. PROCESO DE LA INVESTIGACION
ge
importante guardar ordenadamente ese material. Por lo tanto, se reco-
mienda integrar unfichero general en el cual se debe organizar la infor-
mación, ya no con base en un esquema, sino por temas generales,8 den-
tro de los cuales se pueden establecer subtemas más específicos. Para
er
tal caso, se sugiere el empleo de separadores rotulados según los distin-
tos temas que se establezcan. La creación de un fichero de este tipo es
muy conveniente para conservar organizado un material que podrá usarse
M
posteriormente con fines distintos de los que se tuvieron en el momento
de recoger la información.
&
lit
Sp
F
PD
ls
oo
sT
Sy
M
parte
&
del lit
Sp
trabajo
F
PD
ls
oo
sT
Sy
ge
er
M
Partes del trabajo
&
lit
En términos generales, puede afirmarse que los trabajos de investi-
gación, sobre todo en el nivel universitario, requieren de una estructu-
ra clara y bien delimitada en sus partes, que contribuya a facilitar la
comprensión y la gradual entrada en materia por parte del lector. Este
Sp
ordenamiento de los diversos aspectos que se tratarán en el trabajo, así
como la clarificación del método (o métodos) que habrá de emplearse
para ir avanzando en la investigación, tiene su primer esbozo, como
ya se ha dicho (v. supra, p. 21) en el plan inicial de trabajo, una de cu-
F
notas (si se colocan después de cada capítulo o al final del todo el traba-
jo), bibliografia (que puede ser estrictamente la consultada, o bien in-
oo
ge
de la manera en que se ha creído conveniente abordar el estudio de sus
diferentes elementos. Podría decirse, en consecuencia, que la introduc-
ción es un anticipo resumido de aquellos temas que después aparecen
desarrollados en el trabajo a manera de capítulos específicos o secciones
er
temáticas. En este sentido, sirve como guía y motivación. Bastará leer
la introducción de un trabajo serio para decidir si interesa o no emprender
su lectura a fondo.
M
La introducción no es, pues, un preámbulo que hay que rellenar
de cualquier manera;l es, como se ha dicho, el lugar donde se plan-
tean los problemas que abordará la investigación, los cuales serán ana-
lizados con detenimiento en el trabajo hasta probar una hipótesis o lle-
&
gar a determinadas conclusiones que ayuden a aclarar las características
del problema. Si esto es así, conviene entonces exponer desde el princi-
pio la intención del trabajo, sus límites e incluso el método de investi-
lit
gación empleado. Cabe señalar que si bien a veces es conveniente acla-
rar el sentido de la investigación, de ninguna manera deben anticiparse
cuestiones específicas sobre el desarrollo de los temas de la misma y mucho
Sp
menos llegar a conclusiones. Esto último se hará precisamente en la sec-
ción denominada conclusión, al final del trabajo; en la cual habrá que
entresacar de manera clara, y también concisa, las conclusiones más
importantes que pueden derivarse del desarrollo de los diversos aspec-
tos tratados.
DF
' No conviene, por ejemplo, adoptar un tono ampuloso, pero vacío, ni remitir a un marco
de referencia tan amplio que desborde el tema: "sería ridículo remontarse al Diluvio Universal
para hablar de la Conquista de México"; A. Moreno Toscano, Charlas sobre técnicas de investi-
gación documental, El Colegio de México, septiembre de 1973.
CAP 7 . P A R T E S DEL TRABAJO 93
ge
diante la utilización de cierto método (o métodos). Asimismo, se
recomienda que la amplitud de la introducción sea proporcional a la
del trabajo, pues sería absurdo que aquélla aportara tantos datos como
el desarrollo de éste. Si el trabajo es breve (sobre todo si no está dividi-
er
do en secciones claramente diferenciadas o capítulos) conviene que la
introducción se haga en los primeros párrafos del texto general, y no
en sección aparte.
M
Aunque un trabajo más o menos extenso tenga su introducción, a
fin de seguir un ordenamiento lógico y de ir entrando gradualmente en
materia, cada una de las secciones o capítulos que lo forman llevará tam-
bién un párrafo introductorio al tema expuesto, pero sin formular ex-
&
plícitamente la palabra "introducción" a manera de titulillo. La sec-
ción de conclusiones tendrá también, de la misma forma, una pequeña
introducción.
res, un prólogo realiza las mismas funciones que una introducción; se trata entonces de una sim-
ple diferencia de terminología o de nomenclatura. En otros casos, escogiendo uno u otro término
PD
ciones personales que indujeron a realizarlo, los diversos obstáculos que tuvo que ir venciendo.
los antecedentes que tiene el problema investigado, los textos publicados que ayudan al estudio
del problema, las principales fuentes bibliográficas y de otra índole consultadas, y los agradeci-
oo
mientos a personas y10 instituciones específicas por haber contribuido a la buena marcha de la
investigación realizada.
Si lo hace otra persona, además de la mayoría de los datos antes mencionados, se incluye
una apología del autor, de ese trabajo en particular y10 de otras obras que publicó anteriormente.
En este sentido, el prologuista buscará motivar al lector mediante una evaluación de los méritos
sT
ge
trar determinadas hipótesis en relación con dichos planteamientos. En
este último caso, formulada la hipótesis de trabajo y expuestos los he-
chos que integran el meollo de los diversos aspectos del problema, se
desarrollan los argumentos cuya justificación lógica se propone.
er
Cada una de las secciones o capítulos, al abordar una frase o aspec-
to específico del problema estudiado, contribuye a esclarecer el panora-
ma total del mismo. En trabajos más breves, el desarrollo seguirá una
M
lógica interna similar, pero abordando el problema como un todo, sin
considerar aspectos específicos que se analicen por separado.
Ya se ha visto (v. supra, p. 22) que en toda investigación documen-
tal el investigador necesita recurrir a diversas fuentes de información
&
(libros, revistas, periódicos, documentos, etc.), para extraer de ellas las
ideas o los datos que habrán de respaldar o refutar determinada hipóte-
sis, o que servirán de base para el análisis de un tema específico. El de-
lit
sarrollo del trabajo consiste, entonces, en ir manejando creativa y orde-
nadamente (por capítulos) todo este material ajeno que se haya recopilado
mediante el empleo de fichas de contenido (v. supra, p. 77), y cuyas re-
Sp
ferencias a sus respectivas fuentes de origen se dan en notas al texto
como se verá en páginas posteriores (v. injia,p. 101) .
Es evidente que la redacción del trabajo no consiste sólo en hilar
las ideas o datos tomados de otros autores, sino en combinarlos con el
análisis y la reflexión en torno a su sentido e importancia, para que el
DF
de esta parte del trabajo está determinada por la naturaleza del mismo. Sin erribargo, no debe
eliminarse arbitrariamente, porque se da la impresión de que el investigador rehúye "meditar
con su lector el significado del trabajo que llevó a cabo". Por ejemplo, una tesis sin conclusiones
sería un trabajo incompleto. Carlos Bosch García. La ticnica de inuestigación documental, 6a. ed., UNAM,
1974, p. 517.
CAP. 7. PARTES DEL TRABAJO 95
ge
redacción fluida, y no como una lista de simples conceptos; lo cual quiere
decir que no se trata de un resumen de todo lo expuesto en el trabajo.
Al final conviene llegar a conclusiones generales que constituirían la prin-
cipal aportación del mismo.
er
Las conclusiones implican un retorno a la introducción: se cierran
sobre el comienzo del trabajo, en el sentido de que se retoman las ideas
propuestas y se formulan otras derivadas de las primeras mediante su
M
análisis en el desarrollo. Esto significa que la conclusión no debe con-
vertirse en una especie de "cajón de sastre" donde se incluyan todos
los aspectos que por una u otra razón no fueron tratados.
A veces es pertinente complementar las conclusiones con un plan-
&
teo general de las perspectivas del problema estudiado que aquéllas per-
miten entrever. En otras palabras, es posible que a partir de las conclu-
siones surjan nuevos temas para futuras investigaciones.
lit
Sp
F
PD
ls
oo
sT
Sy
ge
er
M
Citas
&
La cita, considerando el término de manera muy amplia, consiste
it
en la exposición que hace una persona de las ideas que ha tomado de otra.
Debido a que casi todos los temas han sido tratados por otros inves-
l
tigadores, en el momento de realizar un trabajo de investigación se tie-
Sp
ne que recurrir a elloa; de ahí la importancia de la cita, la cual es la
presentación -ya textual, ya resumida- de aquellas ideas expresadas
por otros autores, que sirven de apoyo al investigador, se contraponen
a lo que él dice o proporcionan mayor información sobre determinado
tema; en suma, es una manera de sustentar una teoría, y de indicar
F
en las fichas de contenido como uno de los primeros pasos del proceso
de la investigación. En el momento de redactar el trabajo, los conteni-
dos de estas fichas se convierten precisamente en las citas de él. Sin em-
bargo, por diversos motivos prácticos no todas las fichas van a transcri-
birse; ya que muchas de ellas se recogieron con el objeto de ampliar
ls
el contexto general del tema para tener así una mejor comprensión del
mismo. Esto significa que, en algunos casos, parte de la información
puede ser repetitiva o secundaria. Por lo tanto, es necesario seleccionar
oo
Como toda cita implica el uso de ideas ajenas, siempre debe remitir,
en nota, a la fuente de información (v. NOTAS AL TEXTO).
98 TERCERA PARTE. ELABORACION D E L TRABAJO
ge
Hay dos tipos de citas: las textuales, en las que además de las ideas
se respeta la forma en que están expresadas; y las de resumen, en las que
se vierten las ideas de un autor resumidas y expresadas mediante una
redacción personal.
er
8.1 CITAS TEXTUALES
Estas citas deben estar integradas al texto no sólo en su aspecto for-
M
mal, sino también en lo que se refiere al contenido; esto implica que
deben ser analizadas o discutidas en el trabajo antes o después de pre-
sentarlas. Una cita textual que no sirva para apoyar o ejemplificar las
&
ideas del investigador, o para ser refutada por él, no tiene ninguna
función.
Como su nombre lo indica, estas citas reproducen el original tal como
está escrito, respetando el léxico, la estructura gramatical, la puntua-
lit
ción, la ortografía y aun los errores. Sin embargo, el investigador dis-
pone de ciertos recursos para adaptarlas a las necesidades de su trabajo
(v. FICHAS DE CONTENIDO en su sección 6.2.1 que corresponde a fi-
Sp
chas textuales).
Dentro de las citas textuales podemos distinguir citas breves y citas
largas. La forma de integrarlas al trabajo varía según pertenezcan a uno
u otro grupo.
DF
debe procurarse que haya una concordancia entre lo que se está dicien-
do y lo que dice la cita para que el párrafo no pierda fluidez. Siempre
van entre comillas dobles (" ").
Ejemplo:
ol
La guerra civil española fue campo fértil para la creación poética. El pueblo es-
pontáneamente se lanzó a cantar sus angustias y penas, sus esperanzas y anhelos;
en 1937 Emilio Prados recogió, como dice Puccini, " u n Romancero de la guerra
o
española, tras de realizar una atenta selección reunió u n volumen con más de no-
vecientas composiciones de poetas célebres, menos célebres y, sobre todo, desco-
sT
nocidos y anónimos
a Dario Puccin~.Romancero de la resistencia española, pr61. y trad. de Jescs L. Pacheco, versión
española de los poemas hecha por José Agustín Goytisolo y otros, l a . ed. española ampliada de la 2a.
ed. italiana de 1965, Era. México, 1967, p. 6 1 .
Sy
ge
cuál es el texto que él cita. Este último debe ir entre comillas francesas
(M ») o simples (' ') para que las comillas dobles se utilicen como antes
indicamos.
er
Ejemplo:
En 1936 España había sido convertida por las grandes potencias fascistas de
M
Europa en un campo experimental. La reacción popular brotó con el vigor revolu-
cionario que suelen tener los pueblos que luchan por su liberación económica y SO-
cial. "El momento español, o mejor, el momento antifascista en su primera fase,
es [...] 'un momento', como ha descrito ltalo Calvino, 'que era todo a la vez: revo-
lución, realidad, moral y p ~ e s í a " ' . ~
&
ltalo Calvino. "Malraux da I'espoir a De Gaulle", en Cinema Nuovo. julio-agosto de 1958, núm.
134, p. 8, cit. por Puccini, Op. cit., p. 56.
Ejemplo:
ol
En los mercados en los que predomina la población indígena suele haber cier-
tas características constantes que se repiten con regularidad. Hay puestos fijos y
puestos ambulantes construidos con diversos materiales -madera o petate- y con
diversas formas -con toldo y sin toldo, al ras del suelo o en alto-; sin embargo,
To
dentro de este aparente caos hay, como dice Dinerman refiriéndose a Pátzcuaro,
un orden y una tendencia a seguir ciertas reglas:
C...] vendedores de todo tipo tratan de ocupar los mismos lugares cada semana. Productos de la mis-
ma clase tienden a estar agrupados; la plaza es entregada a los vendedores de frutas y verduras y
s
a los de chile seco, que se agrupan en la calle que conduce a la basilica. En la pequeña calle que
atraviesa la plaza dominan los vendedores de ropa, novedades y artículos dom6sticos. aunque están
Sy
entremezclados con puestos de fruta i.. .l. Los portales son también el sitio preferido de hombres que
venden sillas, puertas, mesas y gabinetes sin pintar, que hacen en ~aracho.'
'Ina R. Dinerrnan. Las tatasws: campesim y aresanos de Mid7oac¿h, tr. Carmen G. Chuaqui. SEP.
México, 1974 (Sep-Setentas, 129). p. 70.
ge
8.2 CITAS DE RESUMEN
Estas citas, a diferencia de las textuales, sólo se distinguen de lo ex-
presado por el investigador porque llevan su referencia bibliográfica;
er
pero al igual que ellas, deben estar integradas al texto de tal manera
que no interrumpan el desarrollo del razonamiento.
Al redactar el trabajo son un buen recurso para presentar aquella
información que es necesaria, pero no requiere de la precisión de una
M
cita textual. Es recomendable su empleo para:
- Exponer a grandes rasgos la teoría propuesta por uno o varios
autores.
&
- Situar históricamente un hecho, un autor, una obra, etc.
- Presentar los diferentes significados de un concepto.
- Dar los datos biográficos de un personaje.
- Ampliar el contexto de una cita textual.
Ejemplo:
lit
Sp
Al analizar la tirada seis del Poema de Mio Cid, D. Alonso llama la atención,
indirectamente, sobre la frecuencia de la yuxtaposición, o sea, de la relación que
se establece entre las oraciones que forman período sin nexo gramatical que las
una (aunque sí con nexo p r o s ó d i ~ o ) . ~
Damaso Alonso "Estilo y creación en el Poema del Cid", en Ensayos sobre poesía española, Gre-
F
&
La nota es una convención que permite proporcionar información
lit
adicional relacionada con el tema del trabajo, "sin interrumpir la se-
cuencia lógica del texto"' que se está redactando.
Sp
Clasificación
Colocación
oo
' Se ha titulado de esta manera el capítulo porque en él se hace referencia tanto a las notas
que se incluyen dentro del escrito como a las que se colocan a pie de página, final de capítulo
Sy
o de libro.
Ario Garza Mercado. Op. cit., p. 130.
102 TERCERA PARTE. ELABORACIÓN DEL TRABAJO
ge
- La nota de ampliación de texto, por el contrario, siempre va fuera
del escrito (a pie de página o al final del capítulo o del trabajo).
Como no es usual que en un trabajo se maneje sólo un tipo de no-
tas, cuando las de referencia se introducen en el escrito se recomienda
er
anotar a pie de página las de ampliación de texto y de bibliografía.
Presentación
M
El lugar donde se coloca la nota determina su presentación:
&
paréntesis: inmediatamente después de las citas si se trata de referen-
cias a la(s) fuente(s) de información, e inmediatamente después de aquella
parte del escrito en que se quiere remitir a otras secciones del mismo
trabajo, si son de referencia cruzada.
lit
- Si las notas van fuera del texto deben cumplir con varios requi-
sitos. Es necesario escribir en el texto una llamada que remita a la nota;
Sp
esta llamada puede ser un número arábigo si se trata de trabajos en los
que no se están manejando números; en caso contrario se utiliza como
tal: cruces, asteriscos, estrellas, manos, etc., para evitar posibles confu-
siones. La llamada se puede colocar entre paréntesis dentro del renglón,
o sin paréntesis, ligeramente arriba del mismo.
F
Las notas que se colocan al final del capítulo o del trabajo deben
ir en sección aparte con el título NOTAS (en mayúsculas) centrado en
la primera página.
o
e
se interrumpa de tal manera que el lector comprenda que ésta no ha
terminado.
rg
- Si en un mismo trabajo se utilizan notas dentro y fuera del tex-
to, la presentación de las mismas se debe apegar a las indicaciones de
los incisos anteriores.
Me
Las notas de ampliación de texto permiten incluir en el trabajo in-
formación muy variada; como es imposible proporcionar todas la mo-
dalidades, se han seleccionado aquellas que con más frecuencia se le pue-
&
den presentar al investigador, y son las siguientes:
- Para confirmar, ampliar o refutar, con citas de otros autores,
una idea expresada en el trabajo.
Ejemplo de c~nfirmación:~
lit
Sp
La enumeración implica pluralidad de elementos. Muchos autores coinciden
en considerar esa pluralidad a partir del número tres.77
77 "[ 1 en la mente popular el primer número que se añade al dos ya forma el principio de una can-
ttdad" (De Chasca, p 263, nota 151 Aristóteles dice "La palabra ambos y no todos señala a dos personas
o cosas, tres es el primer número al que se ha aplicado la palabra todos" (ibidl "Le trois s'emploie cons-
F
tamment pour le signe de la pluralité c'est que ce nombre est le premier et le plus élémentaire des nombres
pluriels (El tres se emplea constantemente como signo de pluralidad es que este número es el primero
"
Ejemplo de ampliación:
20 La práctica científica y la filosófica constttuyen lo que llama Althusser, las dos "formas del saber".
sT
tar confusión se han omitido las comillas y se han presentado sin el formato original. Aparece,
por esta razón, una gran cantidad de "llamadas" y notas que no se deben confundir con las he-
chas por los autores de este libro. Para facilitar el manejo del mismo, todas las referencias a obras
citadas como ejemplo se han remitido a una bibliografia especial (v. BIBLIOCRAF~ADE OBRAS CI-
TADAS COMO EJEMPLO).
ge
Ejemplo de refutación:
er
" Esta clasificación, pese a hacerse también tomando como criterio la diferente violencia del enca-
balgamiento, no coincide con lo que Dámaso Alonso establece entre encabalgamiento abrupto y suave.
Véase su citado libro Poesía española.
M
- Para plantear una tesis general o diferentes aspectos relaciona-
dos con el tema de la investigación que no se van a tomar en cuenta
en ese trabajo, pero pueden ser utilizados en estudios posteriores.
&
Ejemplo:
l 3 Valdría la pena hacer especulaciones para averiguar hasta qué punto las comunidades artesana-
les conservaron su integridad en mayor grado que otras comunidades agrícolas; pero. sin embargo, este
problema requeriría una investigación que va más allá de los fines de esta obra.
Ejemplo de término:
PD
Me sirvo de la voz "sancionar" de acuerdo con el Diccionario de la Academia Española que la defi-
ne como "Dar fuerza de ley a una disposición Autorizar o aprobar cualquier acto, uso o costumbre". En
Chile la voz sancionar se usa sólo en el sentido de castigar. o aplicar la ley para reprimir un acto contrario a ella.
o
Ejemplo de expresión:
To
Pero cuando el "salario socia^"^ se extiende a la mayor parte del consumo in-
dividual, sus implicaciones económicas, sociales y psicológicas aparecen brus-
camente.
s
Sy
e
- Para incluir datos biográficos, históricos, cronológicos, geográ-
ficos, estadísticos.. .
rg
Ejemplo de datos biográficos:
Me
Las pegadizas melodías de la música de las Tierras Altas no se han dado a co-
nocer hasta el siglo XX, y eso principalmente por el interés de la señora Kennedy-
Fraser; pero los acentos directos de las Tierras Bajas encontraron su expresión más
bella en el siglo XVIII. Ellos constituyeron la poesía de Robert ~ u r n sel, campesi-
~ ~
no inspirado.
&
l 4 Robert Burns (1759-96).Hijo de un granjero de Ayshire, tomó la granja de Mossgeil en 1783 con
su hermano Gilberto. Publicó sus poemas en Kilmarnock y Edinburgo, y visitó esta última ciudad en 1786
Fue nombrado para desempeñar un puesto en el servicio de cobranza del impuesto de consumos y se casó
con Jean Armour en 1788. Fue trasladado a Dumfries en 1791.
l 5 En 1953 los Koljoses sembraron 132 millones de has. y los Sovjoses, 18.2 millones de has., en
1961, las cifras eran respectivamente de 110.6 millones de has. y de 87.3 millones.
F
Ejemplo de presentación:
13' "Dígame mi suegra, la mi siempre amiga" (Gil 56. p. 461, "suegra, la mi suegra, la mi siempre
amiga" (Marazuela, p. 339). "madre. la mi madre, la mi siempre amiga" (M. Pelayo, p 288). "la digo,
oo
Ejemplo de adición:
sT
23 También: Cid, vs. 374-375; 557-558; 1 125-1 126; 1875-1876; 2288-2289; 3591 -3592.
106 TERCERA PARTE. ELABORACIÓN DEL TRABAJO
ge
- Para dar la traducción de una cita en otra lengua, o el original
de una cita ya traducida en el texto.
er
Ejemplo de traducción en nota:
M
Non quero yo un hillello
illa I - ~ a m a r e l l o . ~ ~
&
Ejemplo de original en nota:
lit
A este propósito hay que recordar la admirable frase de Goethe:
"La obra que produce un individuo excepcional es también naturaleza, y entre
todos los pueblos, antiguos o modernos, sólo el poeta ha sido poeta".64
Sp
64 "Was ein vorzbgliches Individuum hervorbringe sei doch auch Natur, und unter allen Volkern, frü-
heren und sparteren, se¡ doch immer nur der Dichter D~chtergewesen". Dichtung u n d Wahrheit, X (apud
Levy 191 1 , p. 45)
Ejemplo:
PD
Muy pronto, el romancero creóg9 una variante del esquema, que conserva la
disposición general (un verso para cada uno de los dos primeros elementos y dos
versos para el último), pero donde desaparece el cuarto verso ampliato~io.
O lo tomó de la épica. en donde existía algo parecido (cf Poema del C/d, vs. 625-626)
ls
Ejemplo:
El romance de Alfonso XII surge como una adaptación del romance de La apa-
rición hecha a raíz de la muerte de la reina Mercedes, esposa de Alfonso XII (junio
sT
de 1878). Se popularizó con gran rapidez, debido sin duda al halo novelesco que
rodeaba la figura de Mercedes a causa de su casamiento y de su muerte.13'
13' La familia real se opuso a que Alfonso se casase con Mercedes, su prima, por razones sociales
Sy
y políticas. pero Alfonso amenazó con abdicar si no se permitía su boda. Es creencia general que la joven
reina. que murió a los pocos meses de su matrimonio, fue envenenada por una hermana de Alfonso
er
74 Mi discipulo Mr. Mac E. Barrlck emprendió la laboriosa tarea de comprobar la falsedad de esas
citas Me complace expresarle aquí mi agradecimiento.
M
9.2 NOTAS DE REFERENCIA
Estas notas, de acuerdo con la función que cumplen, pueden ser:
&
de referencia a la fuente de información, de ampliación de bibliografia y de referen-
cia cruzada.
lit
9.2.1 De referencia a la fuente de información
Son aquellas que proporcionan los datos que corroboran una cita,
que dan crédito al autor de ella. Al mismo tiempo suministran al lector
Sp
la información necesaria para consultar directamente las fuentes usadas.
Las referencias se hacen de diversas maneras, de acuerdo con el lu-
gar donde se colocan y con el tipo de fuentes a las que remiten.
g
Se ha hallado en las raíces de crecimiento rápido de Libocedrus que las raíces la-
terales están más espaciadas y se originan a mayor distancia del meristemo apical
er
que en las raíces de crecimiento lento (Wilcox, 1962 b).
Ejemplo 2:
M
Para hacer la estimación de las especies de plantas, se echó mano del inventa-
rio florístico realizado por las brigadas de campo del Estudio Botánico y Ecológico,
en un radio aproximado de 9 kms., dentro del cual quedó incluido el predio de la
&
comunidad, y de los estudios de Valdivia ( 1 977); Delgadillo (1976); Riba y Pérez
(19781, sobre epífitas, musgos y pteridofitas, respectivamente, llevados a cabo en
áreas contiguas al predio campesino.
Ejemplo 3: lit
Cuando la Sula leucogaster nesiotes se encuentra en el medio acuático nada
Sp
sobre la superficie del mar. Palmer (1962, p. 292) haciendo referencia a Murphy
( 1 936) señala que el habitat de estas aves son los alrededores de las islas cercanas
o lejanas del continente, que coincide con lo que nosotros observamos.
b) Apellido del autor, titulo (abreviado o no), con o sin páginas (v.
supra, Presentación).
DF
Ejemplo 1:
Gracias a la rivalidad entre el intruso Alvarado y los legítimos invasores Pizarro
sP
y Almagro tenemos un registro de las atrocidades cometidas contra los indios por
el grupo de Alvarado (Hemming, La conquista de los incas, p. 187).
Ejemplo 2:
ol
cas, p. 444).
Cuando se trata de una obra en varios tomos, se indica cuál se ha utilizado y después la
página.
e
Ejemplo:
rg
l l. Deutscher. Trotsky, el profeta desterrado, p. 221.
Me
final las páginas (v. FICHA BIBLIOGRÁFICAy FICHA HEMEROGRÁFICA).
Ejemplo:
l l. Deutscher. Trotsky, el profeta desterrado, trad. José Luis González, 2a. ed.,
&
Era, México, 1971, p. 221.
tura que identificará a cada obra. De esta manera, cuando se hace una
cita sólo se incluye como referencia dentro del texto la abreviatura co-
rrespondiente.
sP
Ejemplo 1:
El estudio descriptivo que propongo abarca las obras más significativas de Ga-
briel García Márquez (cuentos y novelas a partir de La hojarasca, 1 9 5 5 i . ~
ol
* Remito a las siguientes ediciones. Me referiré a ellas mediante la abreviatura más el número de la
página. La hojarasca, 3a. ed., Sudamericana, Buenos Aires, 1969 (Hoj);Isabel v~endollover en Macondo,
Estuario. Buenos Aires, 1969 IlsI; El coronel no tiene quien le escriba. 5a. ed., Era, M é x ~ c o ,1968 (Corl;
Los funerales de la Mamá Grande, 9a. e d . , Sudamericana, Buenos Aires, 1971 (Funl; La mala hora, 2a.
To
ed., Sudamericana, Buenos Aires, 1968 (MhI; Cien años de soledad. Sudamericana, Buenos Aires, 1 9 6 9
(CASI; La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada, Barral, Barcelona,
1972 (Erl.
s
Ejemplo 2:
Sy
r
[Aureliano José] no era un niño asustado... sino un animal de campamento
Me
(ibid., 131).
...no podían alcanzarla ni los más altos pájaros de la memoria (ibid., 205).
Eres demasiado malicioso para ser un buen murciélago (ibid., 332).
Todavía está muy biche (Er, 104).
&
abreviaturas tradicionales (v. infra, Abreviaturas de uso frecuente para
sustituir referencias a fuente de información).
Ejemplo:
ol
ge
ginas. Estos datos finales se presentan de la misma manera que en la
referencia directa dentro del texto.
Ejemplo:
er
El pueblo, impresionado por el fallecimiento de la joven de 1 8 años [Mercedes,
esposa de Alfonso XIII, hizo suyo el romance, y ya en julio de 1878 lo cantaban
las niñas en los coros. (Pare2 Galdós, cit. por M. Pidal53.11. p. 386).
M
Si el investigador utiliza fuentes terciarias, tiene que añadir entre
los datos del autor citado y los del autor consultado, aquellos que se re-
fieren a la fuente intermedia.* En este caso, por la cantidad de datos,
&
es preferible colocar la referencia fuera del texto (v. infia, ejemplo 2).
- Cuando van fuera del texto son muy semejantes a las anterio-
res, salvo que los datos de la obra consultada se proporcionan de la misma
Ejemplo 1:
l it
manera que en las referencias directas fuera del texto (v. supra, p. 104).
Sp
El pueblo, impresionado por el fallecimiento de la joven de 18 años [Mercedes,
esposa de Alfonso XII], hizo suyo el romance, y ya en julio de 1878 lo cantaban
las niñas en los coros.'40
140 Pérez Galdóc, cit. por R. Menendez Pidal. Romancero hispánico (Hispano-portugués, americano
DF
Ejemplo 2:
sP
Rousseau opina que "cuando se quiere estudiar a los hombres hay que mirar
cerca de uno mismo; pero para estudiar al hombre es preciso aprender a dirigir la
mirada muy lejos; primero hay que observar las diferencias, para descubrir las pro-
piedades". '
' Essaisur I'origine des langues, c. VIII, cit. por Claude Levi-Strauss en "J. J. Rousseau pere de I'eth-
l
nologie", Courrier del I'Unesco, marzo de 1963, apud. Michele Duchet. Antropología e historia en el siglo
oo
de las luces, trad. por Fco González Aramburo, Siglo XXI, MBxico, 1975, p. 278.
ge
Las de uso más frecuente son:
-Ibidern, abreviado: Ibid. o ib.g
er
Se puede utilizar de dos maneras:
M
Ejemplo:
&
l. Deutscher. Trotsky, elprofeta desterrado, trad. José Luis González, 2a. ed.,
Era, México, 1971, p. 221.
Ibid, p. 223.
lit
b) Cuando la referencia es idéntica a la de la nota inmediata ante-
rior incluso en la página (v. también loc. cit.).
Sp
Ejemplo:
no es la misma.
Ejemplo:
'
l
l. Deutscher. Trotsky, el profeta desterrado, trad. José Luis González, 2a. ed.,
oo
- Opere citato, abreviado: OP. cit. o, en español, ob. cit. (sin su-
brayar).
Se emplea para hacer referencia a una obra ya citada, siempre y
cuando no sea la inmediata anterior. Es decir, entre op. cit. y la obra
Sy
er
nas (si es necesario se menciona el tomo, el volumen o el capítulo).10
Ejemplo:
M
' Darío Puccini. Romancero de la resistencia española, trad. del pr61. Jesús LÓ-
pez Pacheco, versión española de los poemas por José Agustín Goytisolo y otros,
l a . ed. española de la 2a. italiana de 1965, Era, México, 1967, p. 61.
&
Se está haciendo referencia a un movimiento antifascista en su primera fase.
Para más datos consúltese el art. de ltalo Calvino, "Malraux da L'espoir a
De Gaulle", Cinema Nuovo, núm. 134, julio-agosto, p. 7 .
Puccini. Op. cit., p. 57.
lit
En el momento en que ya se han mencionado dos o más obras de
un autor, no se puede utilizar esta abreviatura porque no sabríamos a
cuál de ellas se hace referencia. En esos casos se presenta el autor, el
Sp
título abreviado y los datos antes señalados.
Ejemplo:
DF
15.
F. Engels. Ludwig..., pp. 20-21.
Ejemplo:
o
' O Los datos que se indican después de la abreviatura son innecesarios cuando se hace refe-
rencia al contenido total de una obra y no a una idea que aparece en un lugar determinado.
ge
- Loco citato, abreviado: Loc. cit.
Se puede usar de dos maneras:
a) Para citar el mismo autor, la misma obra y la misma página que
en la nota inmediata anterior (v. APÉNDICE C , y en esta misma sección,
er
ibidem).
Ejemplo:
M
l l. Deutscher. Trotsky, el profeta armado, p. 20
2 Loc. cit.
&
b) Para citar la misma obra y página de una nota anterior no inme-
diata. En este caso se debe anteponer a la abreviatura el nombre del autor.
Ejemplo:
l
l
L. Trotsky. La Revolución China, p. 49.
it
Sp
V . Jorge Plejánov. Materialismo militante.
Cf. Bauberg et al. Diccionario marxista de filosofía.
L. Trotsky. Loc. cit.
DF
pre anteceden a las fuentes; l l las cuales, cuando aparecen por primera
vez, se pueden presentar con todos los datos o sólo indicando autor y
título de la obra, y en caso de volverse a mencionar, se sustituyen por
las abreviaturas ya señaladas en las notas de referencia a la fuente de
Sy
" Las fuentes precedidas por cf: o v. no aparecen siempre en la bibliografía general.
ge
Ejemplo:
Tanto los hermanos del "Espíritu libre" como Francisco de Asís creían en una
especie de panteísmo. Para los primeros, la inmortalidad del hombre' no consistía
er
Únicamente en que el alma se incorporara a Dios después de la muerte del cuerpo,
sino que desde su misma esencia había sido divina, que lo había sido desde toda
la eternidad, y seguiría siéndolo aunque habitara un cuerpo h ~ m a n o para
; ~ Fran-
cisco la divinidad de la naturaleza y la divinidad de Dios eran casi lo mismo.3 Sin
M
embargo, unos fueron quemados por herejes, y el otro fue santificado; ¿por qué?
La verdad es que Francisco no había sido un provocador habitual, su mansedumbre
podía ser utilizada con astucia, sus mismos seguidores degeneraron con el tiem-
~ 0 en, cambio
~ los waldenses significaban un reto a la autoridad en el poder.
&
' Hubo muchas teorias opuestas a la existencia de una vida después de la muerte, cf. Jan Van Ruus-
broec. Werken.
"La esencia divina es mi esencia y mi esencia es la esencia divina L...] desde la eternidad el hom-
bre era Dios en Dios [...l. El hombre no fue engendrado, pues desde toda la eternidad es inengendrable;
lit
y como no puede ser engendrado. es inmortal." Para &S datos v. Norman Cohn. En pos CMmrlenm, ~ W U -
cionarios milenaristas y anarquistas mlsticos de /a Edad Media, p. 188.
V. Barrows Dunham. Héroes y herejes (AntigüedadyEdadMedia).
V. ibid., p. 230. Para mayor información sobre Pedro ~ i T d o y las órdenes de clérigos menores
que buscaron la pobreza voluntaria, cf. Cohn. op. cit., pp. 170 y SS. Sobre una interpretación marxista
Sp
de la pobreza voluntaria como un movimiento de los oprimidos, cf. Grundmann. Movimientos religiosos
de la Edad Media.
Las notas de referencia cruzada son las que remiten de uno a otro
lugar del trabajo cuando se necesita exponer un tema en diferentes par-
PD
tes del mismo. Su uso evita el desarrollo repetido de una misma idea.
En estos casos es conveniente señalar al lector las partes en que se
encuentra la información. Por lo general la indicación se hace en donde
el tema se trata brevemente, y se remite al pasaje en que se desarrolla
con más profundidad. Al hacer la indicación se utilizan las palabras:
ls
ción o capítulo.
Sy
ge
er
M
Apéndices
&
Se entiende por apéndice o anexo aquellas hojas que se añaden al tex-
lit
to para dar una información más amplia al lector. En realidad, un apén-
dice es una gran nota, por lo que suele colocarse antes de la bibliografía
y después de las notas, cuando éstas van al final. Se presenta encabeza-
Sp
do por la palabra APÉNDICE,en mayúsculas, colocada en el centro del
margen superior de la página. Si hay varios, cada uno llevará o un nú-
mero o una letra en orden progresivo (APÉNDICE1, APÉNDICE 2; APÉN-
DICE A, APÉNDICE B) y empezará en página distinta. Además, a lo lar-
go del trabajo se hace referencia a los mismos conforme se va necesitando,
F
una forma única de uso; hay muchas variantes que dependen del país,
la editorial, la disciplina o ciencia de que trate el trabajo y aun de los
gustos personales. En los apéndices suele incluirse la siguiente infor-
mación:
- Notas complementarias excesivamente largas, que no son impres-
ls
ge
-Textos originales, propios o ajenos, que proporcionen datos di-
ferentes, por ejemplo:
er
tomada a lo largo del escrito, una vez concluida su redacción, porque
nuevos experimentos, lecturas o enfoques, le han convencido de ello.
Porque ya estaba impreso el texto cuando se hizo necesario aña-
M
dir más información similar y10 diferente.
Por cambio de opinión de una edición a otra.
&
cabularios, etc. Si éstos son imprescindibles para la comprensión del
texto deberán ir dentro del mismo. Suelen colocarse al final para que
el lector pueda consultarlos rápidamente y tenerlos, en un momento dado,
juntos y a la mano.
lit
- Modelos de ejercicios, nuevos ejercicios, antologías preparadas,
respuestas programadas, etc.
Sp
Por último, es conveniente recordar que no toda nota larga debe
ir en un apéndice, ni es éste el lugar donde se recoge todo el material
que se olvidó incluir o analizar en el trabajo.
F
PD
ls
oo
sT
Sy
ge
er
M
Bibliografía
&
La bibliografia es la lista de referencias a las fuentes de información
lit
utilizadas por el investigador, que suele presentarse al final del trabajo.
Aunque su nombre sugiere que en ella sólo se recogen datos de li-
bros, incluye todo el material informativo utilizado en el trabajo: libros,
revistas, periódicos, documentos, grabaciones, etc. Por lo tanto, para
Sp
elaborarla son de gran utilidad las fichas bibliográficas, hemerográficas
y de otros tipos que se han hecho durante la investigación, porque en
ellas aparecen los datos que se aportan en esta sección.'
En trabajos muy breves es frecuente que se omita la bibliografía y
los datos de las fuentes se den a través de las notas al texto; pero esto
F
Si por distintas razones no aparece el autor de una obra, el título de la misma inicia la
referencia (v. APÉNDICE B).
120 TERCERA PARTE. ELABORACION DEL TRABAJO
ge
- Dejar doble espacio entre una y otra referencia.
- Omitir la referencia al autor, mediante una línea continua de
ocho espacios, cuando se incluyan dos o más obras del mismo, pues sólo
se da este dato al mencionar la primera obra.
er
Ejemplo:
M
Báez, lvette J. de Lírica cortesana y Iírica popular actual, El Colegio de México, 1969
(Jornadas, 64).
&
Díaz, Joaquín. Palabras ocultas en la canción folklórica, Taurus, Madrid, 1971 (Cua-
dernos Taurus, 108).
Díaz Roig, Mercedes. El romancero y la Iírica popular moderna, El Colegio de Méxi-
lit
co, 1976 (Serie Estudios de lingüística y literatura, 3).
-"Un rasgo estilística del romancero y de la lírica popular", NRFH (México, D.F.),
21: 1972, núm. 1, pp. 79-94.
Sp
Frenk Alatorre, Margit. "El mundo poético de la antigua lírica popular", en Entre
folklore y literatura (Lírica hispánica antigua), El Colegio de México, 1971 (Jor-
nadas, 681, pp. 49-95.
-Lírica hispánica de tipo popular. Edad Media y Renacimiento, sel., pr61. y notas
F
Vansina, Jan. La tradición oral, tr. del francés por Miguel María Llongueras, 2a. ed.,
Labor, Barcelona, 1968 (Nueva colección Labor, 22).
las referencias hechas en las notas al texto sólo se escribe el apellido del
autor y la fecha. En la bibliografía estos datos aparecen en primer tér-
mino; además, las referencias a diferentes obras de un mismo autor se
oo
del autor3 y los demás datos del libro. Como el año ya se indicó al prin-
cipio de la referencia, se puede eliminar posteriormente cuando se trata
de libros; en el caso de revistas es preferible repetirlo, por la unidad
Sy
Cuando se citan varias obras de un mismo autor, sólo en la primera referencia se anota
el nombre completo.
ge
Ejemplo:
r
Báez 1969: lvette J. de Báez. Lírica cortesana y Iírica popular actual, El Colegio de
Me
México (Jornadas, 64).
Díaz 1971 : Joaquín Díaz. Palabras ocultas en la canción folklórica, Taurus, Madrid
(Cuadernos Taurus, 108).
Díaz Roig 1972: Mercedes Díaz Roig. "Un rasgo estilística del romancero y de la
Iírica popular", NRFH (México, D.F.), 21 : 1972, núm. 1, pp. 79-94.
&
Díaz Roig 1976: El romancero y la Iírica popular moderna, El Colegio de México
(Serie Estudios de lingüística y literatura, 3).
lit
Frenk 1966: Margit Frenk Alatorre. Lírica hispánica de tipo popular. Edad Media y
Renacimiento, sel., pról. y notas de ..., UNAM (Nuestros clásicos, 31 ) .
Frenk 1971: "El mundo poético de la antigua Iírica popular", en Entre folklore y
Sp
literatura (Lírica hispánica antigua), El Colegio de México (Jornadas, 68). PP.
49-95.
bre completo del autor; en la siguiente, debajo del nombre, el año; des-
pués el título y los demás datos.
Ejemplo:
sP
bolsillo, 179).
Eco, Humberto.
1968. Apocalípticos e integrados ante la cultura de masas, tr. An-
drés Bogler, Juncen, Barcelona (Palabra en el tiempo).
122 TERCERA PARTE. ELABORACI~NDEL TRABAJO
ge
Por último, la bibliografía también se puede presentar con el nom-
bre completo del autor, la fecha entre paréntesis y, en seguida, los de-
más datos.
er
Ejemplo:
M
Medina, José Toribio (1905). Historia del tribunal del Santo Oficio de la Inquisición
en México, Imprenta Elzeviriana, Santiago de Chile.
&
Moreno Villa, José (1948). Lo mexicano, El Colegio de México.
lit
La bibliografía se puede organizar por orden alfabético de acuerdo con
Sp
los apellidos de los autores; por la clase dejüentes: libros, revistas, docu-
mentos, etc. (v. APÉNDICE B, modelo 1); por temar; por capítulos. Mu-
chas veces se combinan en una bibliografía varias de estas formas de
organización, por ejemplo, se separa la bibliografía por capítulos, den-
tro de cada capítulo se hacen apartados de acuerdo con los diferentes
F
sobre su contenido (v. modelo 5). Este tipo de bibliografía puede com-
binarse con alguno de los tres mencionados anteriormente.
v. APÉNDICE B, donde aparecen diversos modelos de bibliografia.
ge
er
M
índices
&
En todo trabajo de investigación los índices son una parte necesa-
it
ria, ya que por medio de ellos el lector puede, por un lado, obtener rá-
pidamente un conocimiento global del contenido de una obra y, por otro,
l
localizar con facilidad un tema específico. Conforme a esto último, cual-
Sp
quier índice debe proporcionar las páginas correspondientes, por lo que
se tiene que elaborar cuando el trabajo ya esté mecanografiado.
La extensión y el tipo de investigación pueden exigir la aparición
de más de un índice: el que nunca debe faltar en un trabajo es el índice
general.
F
PD
car por medio del formato las secciones y las subsecciones; y del lado
derecho, la página donde se inicia el desarrollo de cada una. - -
'
Sy
No hay que olvidar que el esquema final del trabajo viene a constituir lo que sería la parte
más importante del índice, es decir, lo que corresponde propiamente a la estructuración del desa-
rrollo del trabajo.
ge
~NDICEGENERAL
er
PREFACIO 7
M
1. LA EXTRANEZA DE LAS PLASMACIONES CULTURALES
DE LOS PUEBLOS PRIMITIVOS
&
2 . Objeciones contra dicha imagen 26
3. Los seudo-objetivos 29
lit
4. Los enunciados miticos no se dejan sustituir por
otros de carácter científico
Sp
5. El concepto del progreso 48
do de otro sin guardar la relación de línea por título, de tal manera que
si se quiere indicar la página donde se encuentra cada uno, ésta no se
puede mantener en el margen derecho sino que se intercala entre título
sT
y título. Esta segunda forma funciona muy bien cuando cada tema prin-
cipal contiene un gran número de subtemas y, sobre todo, cuando no
se indican incisos subordinados a éstos.
Sy
Tomado de Ad. E. Jensen. Mito y culto entre pueblos primitivos, versión española de Carlos
Gerhart, FCE, México, 1966.
e
rg
~NDICEGENERAL
1. Lo fantástico
Me
1.1 Las fronteras de lo fantástico, 5; 1.2 Algunos
temas fantásticos. 23.
2. El arte fantástico
&
fantástico moderno, 48; 2.3 El arte fantástico en el
siglo XX, 58.
3. La literatura fantástica
it
3.1 La literatura alemana, 74; 3 . 2 Los literatos
de la lengua inglesa, 86; 3.3 La literatura francesa,
l
102; 3.4 Otras literaturas, 1 15.
Sp
Conclusión 120
dades, por ejemplo, después del prólogo, prefacio y10 introducción; sin
embargo, dos son las más funcionales: inmediatamente después de la
portada o al final del trabajo.
sP
ciones, etc., con el objeto de señalar al lector las páginas donde se men-
oo
- temático o conceptual.
Tomado de Louis Vax. Ariey literatura fantásticas, trad. de Juan Merino, 2a. ed., EUDE-
BA, Buenos Aires, 197 1.
126 TERCERA PARTE. ELABORACION D E L TRABAJO
ge
Todos son de gran utilidad, sobre todo el último tipo; ya que reco-
ge los conceptos o temas más importantes de la obra, co'n el objeto de
proporcionar las páginas donde se menciona todo lo relacionado con
tal o cual concepto: definiciones, explicaciones, ejemplos, etc.; por otra
er
parte, ayuda a encontrar las relaciones que se establecen entre los te-
mas.Se le suele asignar distintos nombres, muchas veces arbitrariamente:
indice alfabético, analítico, temático, de conceptos, de materias, etc. Sin embar-
M
go, con frecuencia tales títulos también son utilizados para designar al-
gunas variantes de esta clase de índice; es decir, además de la informa-
ción temática incluyen la de autores y títulos, la cual se fusiona y se
ordena alfabéticamente. En otros casos, sólo se mezclan temas y auto-
&
res o temas y títulos, lo que también da lugar a que aumente la gama
de nomenclaturas.
La manera de presentarlos varía mucho en cuestiones de detalle;
lit
pero la mayoría de los autores coincide en colocar los datos ordenados
en dos columna^.^ Se comienza con la palabra (concepto o nombre pro-
pio, sea de autor, obra, lugar, etc.) que se quiere destacar, y en seguida
se señalan las páginas donde se menciona, indicando no sólo aquellas
Sp
que desarrollan la idea como tema central, sino también las que lo ha-
cen periféricamente. Se recomienda resaltar los números de las páginas
correspondientes al tema central.
Conviene detenerse un poco en los índices temáticos, ya que su ela-
boración y manejo son más complicados. En ellos abundan las referen-
F
cias cruzadas, las cuales son de gran utilidad. Así, por ejemplo, si se
registra la palabra chamán, se señalan las páginas donde se analiza , y
PD
si guarda cierta relación con otros conceptos, se indica el dato para que
se le busque en otro lugar del mismo índice; en tal caso llevaría una
anotación de este tipo: (véame también hostilidad; enfmdad). Por otro lado,
es importante mencionar al mismo tiempo otros conceptos que no es-
tán registrados en forma alfabética en el índice, pero que se refieren
ls
er
15, 24, 26, 30,44, 46; -de Port-
Royal, 23; -transformacional, 24,
31, 44.; -inferencia, relación
de-, 34.
M
&
lit
Sp
DF
sP
o ol
sT
Sy
André Martinet. La lingüística. Guía alfabética, trad. Carlos Manzano, Anagrama, Barcelo-
na, 1972, p. 478.