Deshidratación

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 8

Deshidratación

La deshidratación es un cuadro clínico originado por la excesiva pérdida de agua y

electrólitos, que comporta un compromiso variable inicialmente a nivel circulatorio. Se

origina por disminución de la ingesta de agua, aumento de las pérdidas o ambas. La

etiología más frecuente es la pérdida digestiva en el contexto de gastroenteritis y

alteraciones en el balance hídrico, en ocasiones asociado al electrolítico y del equilibrio

ácido-base.

Etiología

La principal causa de deshidratación en la infancia está en relación con la gastroenteritis

aguda, otras causas más frecuentes de deshidratación pueden cursar con acidosis metabólica
por pérdida de CO3H– , como en la diarrea, o por producción de ácidos como en la diabetes

mellitus. Los niños son más susceptibles debido a varios factores: mayor frecuencia de

procesos infecciosos como gastroenteritis, mayor superficie corporal en relación con su

volumen (por lo que en situaciones de quemaduras o fiebre tienen mayor proporción de

pérdidas cutáneas), y por la imposibilidad de los niños pequeños de comunicar su

necesidad de líquidos.

Osmolalidad

Hace referencia a los solutos por litro de agua. . El organismo está adaptado para

mantener la misma osmolalidad entre los espacios extra e intracelular. Si la osmolalidad de

uno de los compartimentos cambia, el agua se desplaza rápidamente para igualarla, pasando

del compartimento de menor al de mayor osmolalidad. . La osmolalidad plasmática normal

(Osmp) depende de urea y glucosa, pero sobre todo del Nap y es de 285-295 mOsm/kg.

Aumentos del 1-2% en la Osmp estimulan los osmorreceptores hipotalámicos y aparece

la sensación de sed estimulando la secreción de hormona antidiurética (ADH). La ADH

aumenta la reabsorción de agua en el túbulo colector renal, aumentando la osmolaridad

urinaria y disminuyendo el volumen urinario.

Al contrario, en Osmp bajas disminuirán los solutos intracelulares. Cuando se originan

estas situaciones el tratamiento de la deshidratación debe evitar cambios bruscos en la

Osmp para disminuir el riesgo de complicaciones intracelulares (sobre todo a nivel de

SNC).

Clasificación de la deshidratación
En el contexto de una deshidratación falta agua, prácticamente siempre acompañada de

déficit de sodio se puede clasificar la deshidratación según el grado de pérdida de agua y

según la concentración de Na en el plasma (Nap)

El Nap normal es de 135-145 mEq/l muchos

autores consideran hipernatremia valores

superiores a 150 mEq/l.

Clínica

El déficit de agua nos va a dar una serie de signos y síntomas clínicos diferentes según el

grado de deshidratación.

 En la deshidratación leve, la más frecuente, el pulso es normal o ligeramente

aumentado (pudiendo estar esto último en relación también con la presencia de

fiebre o dolor), aparece ligera disminución de la diuresis y sed no muy intensa.

 En la deshidratación grave aparecen en mayor o menor medida signos de shock

hipovolémico taquicardia, pulsos débiles, disminución de la PA, oligoanuria,

ausencia de lágrimas, mucosas secas, ojos y fontanela hundidos, piel seca,

relleno capilar retrasado (>2 segundos), pudiendo evolucionar a bradicardia,

frialdad distal, piel moteada y disminución del nivel consciencia


 En la deshidratación iso- e hiponatrémica, en las que predomina la pérdida de

líquido del espacio extracelular, las manifestaciones clínicas son debidas a la

hipovolemia. Predomina la sequedad de piel y mucosas, palidez, taquipnea,

vasoconstricción, frialdad distal, taquicardia y oliguria pudiendo aparecer el

signo del pliegue y la fontanela hundida en los lactantes. En la hiponatremia

desciende la Osmp originando entrada de agua en la célula. La hiponatremia

aguda grave puede causar edema cerebral. Los síntomas neurológicos van desde

malestar y vómitos a cefalea, disminución del nivel de consciencia o

convulsiones, o coma.

 En las deshidrataciones hipernatrémicas aparecen síntomas de deshidratación

celular. Al aumentar la Osmp, el agua sale de las células, incluidas las neuronas.

Predominarán síntomas neurológicos: irritabilidad, sed intensa (continúan

bebiendo con avidez aunque presenten vómitos o malestar), letargia y debilidad

muscular, llanto agudo en los lactantes y fiebre. Si la hipernatremia es intensa

aparecen manifestaciones neurológicas más graves, convulsiones, coma y

muerte. La deshidratación cerebral puede originar hemorragias intracerebrales y

subaracnoideas focales

Abordaje de un paciente con deshidratación por gastroenteritis aguda.

La gastrointeritis aguda es la causa más comun de deshidratación, al momento de

abordar a un paciente es necesario hacerse unas preguntas.

Diagnostico.

¿Qué falta? Existe un déficit de agua acompañado de déficit de sodio


¿Cuánto falta? Para ello es necesario hacer una valoración del déficit de agua y existen

varias posibilidades

 La mejor manera para evaluar el déficit de agua es la valoración de la pérdida aguda

de peso durante el episodio. esta disminución del peso corresponderá con el déficit de agua,

una disminución de peso de 1 kg equivale a un déficit de un litro de agua (siempre

acompañada de iones), en muchos casos no se conocen el peso anterior de la enfermedad

sin embargo la historia clínica ayuda a evaluar la gravedad de esta, además de que existen

algunas tablas que nos ayudan a clasificar la deshidratación según su estado con

relacionándolo con un déficit de agua.

Pruebas complementarias.

La toma de constantes debe incluir siempre que sea posible el peso del paciente y

dependiendo de la situación clínica de este solicita, presión arterial, temperatura,

frecuencia cardiaca y en ocasiones frecuencia respiratoria. la decisión de si hacer

analíticas o no, no está bien establecida sin embargo en muchos casos ayuda para el

manejo terapéutico y para esto se solicitan pruebas como:

 Bioquímica de sodio y potasio (importantes por la pérdida de heces), cloro (perdida

por vómitos), osmolaridad y función renal (nitrógeno ureico o creatinina)

 Gasometría venosa:

- PH: la situación más habituales la acidosis metabólica en relación con una pérdida

de bicarbonato por las heces en este contexto el potasio intracelular sale al líquido

extracelular
- HCO3: algunos estudios apuntan que valores de HCO3 menores a 17 indican

deshidrataciones moderadas o graves

 Glucemia: en algunas ocasiones aparece hipoglucemia por falta de ingesta

 El estudio de la osmolaridad e iones urinarios ayuda a conocer la respuesta renal

a los cambios de sodio y potasio en el plasma

Tratamiento.

Una vez establecido el diagnóstico de deshidratación y conocido el déficit aproximado

de líquidos y electrólitos se debe decidir por dónde y cómo se aportará este déficit

 Vía digestiva: esta es la mejor manera de administrar el déficit excepto en

contraindicaciones. la sonda nasogástrica no está muy implementada, pero es una buena

opción en pacientes portadores de gastronomía. el déficit y las pérdidas se administrarán en

forma de solución de rehidratación oral con 90mEq/l de sodio al menos inicialmente.

Este tratamiento constituye dos fases: rehidratación y mantenimiento, en la fase de

rehidratación que tiene lugar durante aproximadamente dos a cuatro horas se reemplaza el

déficit administrando soluciones de rehidratación oral de 30-50ml/kg deshidrataciones

leves y 50-100ml/kg de peso corporal en las moderadas , si las pérdidas durante la ingesta

de soluciones de rehidratación oral son importantes se deben completar las dosis con 5-

10ml/kg por cada pérdida. Esta fase debe ir acompañada con una alimentación normal para

la edad, no restringida excepto por carbohidratos de rápida absorción y excesiva grasa y las

soluciones de rehidratación oral no deben administrarse como alternativa a la alimentación

en niños que no tengan un diagnóstico de deshidratación ni deben ser utilizadas para la

preparación de biberones.
 Vía intravenosa: habitualmente esta técnica se usa para deshidrataciones

moderadas y por el fracaso de la reivindicación oral o por excesivas

pérdidas, esta también consta de 2 fases rehidratación y mantenimiento.

En caso de deshidratación grave el tratamiento es la restauración rápida del

líquido extracelular con bolos de suero fisiológico a 20ml/kg y se debe

volver a evaluar el niño durante y después del bolo de solución salina y

repetir o añadir según sea necesario.

 Fase de mantenimiento: Tras la rehidratación completa o de una parte del déficit

existente es necesario evitar una nueva depleción de volumen por lo cual se sigue ya sea

con rehidratación oral o rehidratación intravenosa con suero isotónico de 0.9% con glucosa

al 5% y potasio 20Eq/l, pero antes de añadir este al suero es necesario comprobar que el

paciente no presente hiperkalemia, tenga diuresis y que la función renal sea normal.

Controles tras la rehidratación:

 Reevaluar al paciente cada hora de rehidratación

 Pesar al paciente durante la deshidratación y luego del tratamiento

 Vigilar la diuresis

 Valorar signos de sobrecarga de volumen o persistencia de déficit

 Los pacientes con sueroterapia intravenosa más de 24 horas deben tener un control

de iones.

Referencias

García, M., Olivas, C., & López, M. (2020). Deshidratación aguda.

https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/17_deshidratacion.pdf.

También podría gustarte