Teoría Del Estado. Thomas Hobbe - Leviatan

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Teoría del Estado

“Leviatán” – Thomas Hobbes.

Irlanda Denisse Iñiguez Rangel

En el libro de Job en la Biblia se hace mención del Leviatán, una criatura marina
gigante que Job describe con rasgos similares a los de un dragón y que su dieta básica
consistía en hombres.
Esta mítica criatura del folklore clásico fue la predilecta por Thomas Hobbes para crear
una alegoría en torno al Estado; pues este es como un Leviatán, que infunde terror con
su sola existencia, pero esta misma es necesaria para que prevalezca la paz en la
sociedad. Es una alegoría perfecta puesto que tal bestia no necesita rendirle respeto a
nadie, sin embargo, lo hace cuando alguien le demuestra sumisión, obediencia o
veneración. El precio a pagar es alto: la libertad, pero esta es una garantía de seguridad
sobre el individuo y sus bienes. Aquí es donde surge el dilema: ¿Libertad o seguridad?
Para que prevalezca la paz y seguridad, así como garantizar una buena convivencia
humana, es necesario un Estado rígido, centralizado, absoluto y sólido. Mientras que en
un “Estado natural” el ambiente sería anárquico, peligroso, pero libre. Sobre esto último
surge una especie de paradoja, ya que esta misma libertad y esta misma idea de que
todos tienen derecho a todo puede llegar a ser contraproducente. Si todo es de todos,
eso significa que a la vez nada es de nadie, todos pueden hacer todo y la propiedad en sí
no tiene un dueño legítimo, ya que esta podría ser tomada una y otra vez sin ninguna
consecuencia real para el nuevo poseedor o propietario de la cosa. La guerra sería el pan
de cada día en un contexto así.
El Estado natural entonces, no podría funcionar, puesto que el hombre al no tener
ninguna garantía de seguridad hacía su persona o sus bienes siempre va a estar enfocado
en eso y no habría un desarrollo social. Podemos entender así que el Estado como lo
conocemos es una necesidad del hombre… Este se atiene a las normas no sólo sociales,
sino de algo más grande: el Estado, el Leviatán.
Es así como surge el contrato social, no es un contrato como tal que todos hayamos
firmado, pero está ahí. Nos atenemos a él con el simple hecho de estar de acuerdo en
comportarnos en sociedad y atenernos a las reglas que nuestro gobierno en turno nos
dicte.
“Leviatán” – Thomas Hobbes

Eso sí, hay algo a lo que el pueblo tiene por así decirlo un “legítimo derecho” y es
rebelarse en el caso en el que gobernante soberano no pueda satisfacer su tarea más
importante: proteger al hombre de sí mismo. Un ejemplo de esto podrían ser los golpes
de Estado ante diversas situaciones (como inseguridad, deslices económicos graves,
etc.), el derroque de una monarquía (como por ejemplo en la Revolución Francesa
como consecuencia de un pueblo hambriento) entre otros.
Hobbes nos menciona un Estado con valores religiosos, más específicamente,
cristianos. Esto quiere decir que el gobierno debería salvaguardar la moral cristiana
(que era considerada como la más “recta”), sin embargo, esto no quiere decir que la
Iglesia tenga derecho a inmiscuirse en asuntos de política. Es un error el asumir que una
institución como lo es la Iglesia, que fue creada por el mismo hombre, es en esencia y
práctica la representación terrenal de algo divino.
Es interesante y vale la pena mencionar el origen histórico de la visión amargada que
Thomas Hobbes tiene sobre la humanidad… Recordemos que él vivió en un contexto
histórico lúgubre y azotado por la guerra civil inglesa que tuvo lugar entre 1642 y 1649,
lo cual influyó bastante en su pensamiento y opiniones.
Pero entonces, ¿Qué hace diferente al hombre de los demás seres? Eso se puede resumir
en una serie de características:
 Comprensión: Sí, los demás seres también poseen cierto grado de comprensión,
pero no tanto como el hombre que puede desarrollarla más allá hasta sus meta
pensamientos
 El lenguaje: Nuestro lenguaje es tan complejo que no tenemos un solo idioma.
Incluso puede llegar a ser un arma de doble filo para el hombre mismo.
 La razón: Es la facultad de sacar conclusiones y nombrar las cosas por su nombre
correspondiente y correcto.
 La virtud intelectual: Un claro ejemplo son las ciencias que hemos creado y la
filosofía que gira en torno a ella.
 Búsqueda de la felicidad: Es el motor o elixir de vida del hombre, lo cual es
paradójico porque una vez alcanza la felicidad, este se vuelve inmediatamente
infeliz. Schopenhauer veía esto como un capricho de la voluntad.
 Ansías de poder: Un sentimiento muy humano también. Anhelamos ser
reconocidos y la aprobación social.
 La religión y la fe: Es natural que el ser humano tenga necesidad de conocer las
causas de los fenómenos del mundo, al no siempre tener una explicación, nuestra
mente tiende a divagar en explicaciones fantasiosas, lo cual podría ser el origen de
diversos mitos en diversas culturas.

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