Entrenamiento en Funciones Ejecutivas

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Entrenamiento en funciones ejecutivas: memoria de

trabajo – Ej. 3 : ASOCIACIÓN


30 noviembre, 2015Funciones Ejecutivas, Reciente

Ficha 3 para trabajar la memoria de trabajo

La memoria de trabajo es una de las funciones ejecutivas que trabajaremos con


este entrenamiento. La memoria de trabajo es la memoria inmediata, es decir, la
memoria que guarda y procesa, durante un tiempo corto, la información
proveniente de la percepción de los diferentes sentidos.

¡ Recuerda que debes seguir los ejercicios en orden, 1 al día !

¡ La práctica, la constancia y el trabajo diario son tus mayores aliados !

Ejercicio 3: ASOCIACIÓN

P ara trabajar las funciones ejecutivas


a partir de la memoria de trabajo, lo que vamos a hacer en este ejercicio es lo
siguiente:

Cada número tiene una imagen asociada. Por ejemplo, el 1 es un triángulo, el 6


un rectángulo, el 8 una luna, etc. y así los 15 números (del 1 al 15).

Lo que debéis hacer a continuación es muy simple. Tendréis que copiar lo más


deprisa posible cada uno de los símbolos dependiendo del número que os
indique la ficha.

Contra más rápido lo hagáis, mejor resultado tendréis. El ejercicio se cronometra.


Por lo tanto, justo cuando empieces el ejercicio, empieza a calcular el tiempo.
Cuando hayas dibujado el último símbolo, detén el tiempo. Anota al final de la
ficha el tiempo utilizado para rellenar toda la hoja.

¡Pero cuidado! No vale hacer trampas. No podéis dedicar un tiempo inicial a


estudiar las figuras, porque en ese caso no estaríais trabajando la memoria de
trabajo.
Tiempo: _____Horas_____minutos

Valoración del ejercicio y de tu autodisciplina

1          2          3          4          5          6          7          8          9          10

¿EN QUÉ LUGAR DEL CEREBRO ESTÁ TU MOTIVACIÓN, METAS Y ÉXITO? POR
DANIEL COLOMBO
Daniel Colombo  1 Comment  Articulos de Daniel
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Cuando hayas terminado de leer este artículo posiblemente te preguntes: ¿de qué forma
puedo hacerme amigo de esta zona de mi cerebro?
Se trata de la corteza prefrontal, que se encarga de gran parte de las funciones ejecutivas
del cuerpo humano.
Vayamos desde el principio, con algo de información de contexto para aproximarnos al
tema que nos ocupa: en los seres humanos, el cerebro pesa entre 1,3 y 1,6 kilos. La corteza
cerebral (es decir, la superficie del cerebro) alberga unos 22.000 millones de neuronas, de
acuerdo a lo expresado en los estudios médicos más reconocidos (las cifras son a modo de
referencia general, basadas en fuentes neurocientíficas públicas). El metabolismo celular
genera la energía bioquímica que utiliza el cerebro para desencadenar las reacciones
neuronales. La energía es recibida por las dendritas y emitida en los axones en forma de
moléculas de sustancias químicas que reciben el nombre de neurotransmisores.

El cerebro es el órgano encargado de controlar y coordinar todos los movimientos que


realizamos y de procesar la información sensorial. Por otra parte, se dedica a regular las
funciones homeostáticas, como la presión sanguínea, la temperatura corporal y los latidos
del corazón. En definitiva, el cerebro es el responsable del aprendizaje, la cognición, la
memoria y las emociones. Su funcionamiento se realiza a través de la interacción entre sus
distintas áreas.

El cerebro está dividido por una fisura longitudinal que permite distinguir entre dos
hemisferios cerebrales: el derecho y el izquierdo. A su vez, cada hemisferio presenta otras
fisuras, pero no tan profundas, que dividen la corteza cerebral en distintos lóbulos.

Pese a que ambos hemisferios son opuestos, desde un aspecto morfológico no son
simétricos. Por otra parte, cabe destacar que sólo el humano parece mostrar diferencia de
competencias entre los dos hemisferios. A propósito, a continuación, se detallan las
funciones y características de cada uno.

El hemisferio izquierdo se encarga del reconocimiento de la escritura y la coherencia entre


los distintos vocablos que forman una oración, así como de la comprensión del habla, de los
números y las operaciones matemáticas y lógicas, e incluso de la abstracción necesaria para
expresar ideas de forma oral o gestual. Esta región de nuestro cerebro es considerada como
el origen de nuestra capacidad expresiva, y una lesión que la afecte puede generar terribles
trastornos en sus funciones, como ser el habla y la movilidad de la mitad derecha de nuestro
cuerpo, aunque la gravedad de las consecuencias depende directamente del tipo de daño
sufrido.
El hemisferio derecho tiene en su poder la integración de información visual y sonora, para
colaborar con la orientación en el espacio y entender el mundo a través de los sentimientos
y de las sensaciones; trabaja de una forma casi opuesta al izquierdo, intentando aunar los
conceptos en un todo, en lugar de dividirlos en pequeñas porciones. Este hemisferio se
considera el más activo en personas con habilidades para el arte en general. Un ejemplo
muy interesante explica que, si nos encontramos inesperadamente con alguien conocido, es
precisamente esta región la que realiza el pertinente reconocimiento facial, aunque necesita
del posterior trabajo del hemisferio izquierdo para hallar en nuestra memoria su nombre y
otros datos personales.

 El lugar donde se gesta el éxito, las metas y la motivación


El córtex prefrontal constituye aproximadamente el 30% de la corteza cerebral; posee
conexiones con los distintos lóbulos y regiones cerebrales.

Los neurocientíficos afirman que el hombre no reacciona pasivamente a la información que


recibe, sino que crea intenciones, forma planes y programas de sus acciones, inspecciona su
ejecución y regula su conducta para que esté de acuerdo con estos planes y programas;
finalmente, verifica su actividad consciente, comparando los efectos de sus acciones con las
intenciones originales corrigiendo cualquier error que haya cometido.

Un punto sumamente importante: las funciones ejecutivas comprenden las capacidades


mentales necesarias para formular metas, planificar la manera de lograrla y llevar adelante
ese plan de manera eficaz, para permitir el funcionamiento independiente, con propósito,
creatividad y de manera que éste sea socialmente aceptable.

Así, el córtex prefrontal determina:

1. Las capacidades necesarias para formular metas, diseño de planes.


2. Las facultades implicadas en la planificación de los procesos y las estrategias para lograr los
objetivos.
3. Las habilidades implicadas en la ejecución de los planes.
4. El reconocimiento del logro / no logro y de la necesidad de alterar la actividad, detenerla y
generar nuevos planes de acción.
5. La inhibición de respuestas inadecuadas.
6. Una adecuada selección de conductas y su organización en el espacio y en el tiempo.
7. La flexibilidad cognitiva en la monitorización de estrategias.
8. Promueve la supervisión de las conductas en función de estados motivacionales y afectivos.
9. Interviene en forma determinante en la toma de decisiones.
 ¿Por qué éstas son “funciones ejecutivas”?
Los expertos Sholberg y Mateer (en 1989) definieron las funciones ejecutivas como un
conjunto de procesos cognitivos entre los que se encuentran la anticipación, la elección de
objetivos, la planificación, la selección de la conducta, la autorregulación, el autocontrol y
el uso de realimentación. Así, describen entre sus componentes la dirección de la atención,
el reconocimiento de los patrones de prioridad, la formulación de la intención, el plan de
consecución, la ejecución del plan y el reconocimiento del logro.

Por su parte, Fuster, en su teoría


general sobre la corteza prefrontal, consideró fundamental la estructuración temporal de la
conducta. Así, propone tres funciones subordinadas que deben coordinarse: tenemos una
función retrospectiva de memoria a corto plazo provisional, una función prospectiva de
planificación de la conducta, y una función consistente en el control y supresión de las
influencias internas y externas que interfieren en la conducta. Ya en el 2000, Pineda definió
las funciones ejecutivas como un conjunto de habilidades cognitivas que permiten la
anticipación y el establecimiento de metas, el diseño de planes y programas, el inicio de las
actividades y de las operaciones mentales, la autorregulación y la monitorización de las
tareas, la selección precisa de los comportamientos y las conductas, la flexibilidad en el
trabajo cognitivo y su organización en el tiempo y en el espacio para obtener resultados
eficaces en la resolución de problemas.

En línea con lo anterior, Tirapu, Muñoz-Céspedes y Pelegrín (2002) y Tirapu y Muñoz-


Céspedes (2005) definen el funcionamiento o control ejecutivo como el resultado de una
serie de mecanismos implicados en la optimización de los procesos cognitivos para
orientarlos hacia la resolución de situaciones complejas.

Así, asumen diferentes componentes como la memoria de trabajo, la orientación de la


atención, la inhibición de respuestas automáticas y la monitorización de la conducta en
función de sistemas de feedback.
 Cómo estimular la corteza prefrontal
Aquí van algunas sugerencias sencillas para entrenar el córtex prefrontal, y así, estimular las
funciones cerebrales vitales para estar más motivados, optimistas, con metas, entusiasmo y
en camino al éxito que anhelamos. Los expertos afirman que si aumentamos una hora al día
esta práctica, podemos volvernos más listos, más energéticos, más creativos, más sociales y
más abiertos a nuevas experiencias y formas de pensar.

1. Usar la mano no dominante para tareas rutinarias como cepillarse, peinarse, comer,


escribir y mover el mouse, así se estimularán las neuronas del hemisferio no dominante y
por tanto estimular la otra mitad del cerebro.
2. Al menos una vez en la semana divertir al cerebro pensando con juegos de lógica como
rompecabezas, ajedrez, sudoku o crucigramas para que se estimulen las neuronas.
3. Si se es muy lógico y racional, es decir manejar mucho el hemisferio izquierdo, entonces
estimular al artista que se lleva dentro de sí, cantar, pintar, hacer algo creativo para
estimular las conexiones del lado derecho.
4. Cerrar los ojos y sentir que se puede hacer actividades cotidianas como bañarse o comer,
así se estimularán los otros sentidos.
5. Guardar la calculadora y regresar al lápiz y al papel para hacer ejercicios matemáticos
simples.
6. El cerebro tiene piloto automático y utiliza las mismas neuronas, así que, si se quiere
mantener un cerebro joven, fuerte e inteligente, cambiar y buscar nuevas rutas, vestirse
diferente, cambiar los muebles o lo que se quiera.
7. Recordar que cuando se está triste, deprimido o con emociones negativas se libera
cortisol en la sangre, lo que disminuye la circulación de sangre al cerebro, se cansa más
fácil y no se tiene la misma agilidad.
8. Utilizar la memoria: grabar caras, nombres, teléfonos, direcciones y hasta tareas.
9. Hacer ejercicio, alimentarse bien y dormir lo suficiente. Por ejemplo, subir y bajar
escaleras, caminar a un ritmo que nos resulte agradable, respirar profundamente en la
naturaleza, tomar caminos diferentes mientras nos ejercitamos, son estímulos que nos
ayudarán.

En qué parte del cerebro
se sitúa la motivación
para hacer deporte o
estudiar
Neurocientíficos franceses han descubierto cuál es la parte del cerebro
implicada en la motivación que necesitamos tanto para llevar a cabo acciones
que implican esfuerzo físico como en el desempeño de aquellas que suponen un
"reto mental".  

En un estudio que publica la revista PLoS Biology, Marhias Pessiglione y sus


colegas de la Universidad Pierre y Marie Curie/CNRS aseguran que los
resultados de una actividad dependen del esfuerzo que invirtamos, que a su vez
depende de la motivación. Los deportistas entrenan con más intensidad si los
resultados les deparan prestigio social o recompensas económicas. Lo mismo les
ocurre a los estudiantes que preparan un examen, o a los profesionales que
preparan una presentación para intervenir en un congreso. A través de una serie
de experimentos con resonancia magnética, los científicos franceses han
demostrado que para decidir cuánto esfuerzo invertimos en tareas cognitivas
como motoras existe un "centro universal de la motivación" situado en una
zona del cerebro conocida como estriado ventral. Y que se activa más cuanto
mayor es la motivación de un individuo, por ejemplo porque se le ofrece una
recompensa más alta si tiene éxito. 

viernes, 25 de marzo de 2016

El estriado ventral, un "centro universal de la


motivación”
La motivación guarda relación con la actividad delcircuito de recompensa cerebral y la
capacidad de poder imaginar los beneficios que obtendremos en el futuro ante el logro de
un objetivo. Produce el impulso necesario para ponernos en acción y enfrentarnos a los
desafíos que puedan presentarse.

El término estriado ventral hace referencia a los núcleos accumbens septi, porciones


profundas del tubérculo olfatorio parecidas al estriado y partes ventrales del núcleo caudadoy
el putamen. 
Putamen (en color naranja),

Nucleo Caudado (en color purpura).

¿Qué son los ganglios basales?


Denominamos ganglios basales a un conjunto de núcleos subcorticales
interconectados situados en torno al sistema límbico y del tercer
ventrículo. Se ubican a ambos lados del tálamo, a la altura del lóbulo
temporal. Se trata de cúmulos de sustancia gris (es decir, zonas en las
que se concentran las partes de las neuronas que no están mielinizadas)
que poseen una gran número de conexiones con otras zonas del cerebro,
como la corteza o el tálamo, tanto a nivel de aferencias como de
eferencias (reciben información de otras áreas cerebrales).
Los ganglios basales están repartidos entre zonas cercanas al centro del
encéfalo, bajo la corteza cerebral y alrededor del diencéfalo, y por su
localización tienen un papel en acciones que están entre lo automático y lo
voluntario.
Los principales neurotransmisores que actúan en estas áreas cerebrales
son la dopamina como excitador y el GABA como componente inhibidor,
teniendo diferentes efectos según el núcleo y los circuitos nerviosos en el
que actúen.

La corteza cerebral es la parte más visible del cerebro humano, así como la
más conocida. Su división en dos hemisferios, así como en cuatro lóbulos
(frontal, parietal, temporal y occipital) ha sido conocida y estudiada desde
antiguo.
Sin embargo, el cerebro humano es un órgano complejo, poseyendo en su
interior diferentes estructuras y subestructuras fundamentales para el
funcionamiento y mantenimiento de las funciones corporales y cognitivas,
participando en gran cantidad de ámbitos. Ejemplos de estas partes del
cerebro son el hipocampo, el sistema límbico o el conjunto de núcleos del
que trata este artículo, los ganglios basales.

El núcleo caudado y el putamen son áreas involucradas directamente con el aprendizaje


procedural y la flexibilidad cognoscitiva. El putamen parece desempeñar un importante
papel en el aprendizaje a través de refuerzo.

Por otro lado, el estriado ventral está relacionado con el sistema límbico que es un sistema
formado por varias estructuras cerebrales que gestionan respuestas fisiológicas ante
estímulos emocionales y que guardan relación con la memoria, atención, emociones, instintos
sexuales, personalidad y conducta.

Hay estudios que sugiere

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