Cómo Piensa Un Líder Exitoso

Cómo piensa un líder exitoso?
Escrito por José Intriago el July 25th, 2010

Es indiscutible que no existe un tipo de liderazgo ideal, el buen líder es como un camaleón (puede leer
aquí un interesante artículo sobre este tipo de líder) que cambia de acuerdo a la situación que se le
presenta, posee la habilidad de adaptarse y tomar decisiones. Pero que pasa por la cabeza de un líder en
el preciso momento de enfrentarse a una situación difícil?
Responder a esta pregunta no resulta una tarea sencilla, y el motivo es por lo que indiqué en la primera
frase del artículo, al no existir un liderazgo ideal, las ideas y pensamientos que pasan por la cabeza de
un líder son virtualmente infinitos, sin embargo, existen algunos aspectos que considero interesante
analizar y posiblemente sean un factor común en lo debería interiorizar un líder para aplicar en esos
segundos o minutos que posee previo a la toma de una decisión importante.
 Autocontrol: Reaccionar ante cualquier situación puede resultar perjudicial, dice un dicho
muy conocido que hay 2 cosas que nunca vuelven, el minuto vivido y una palabra dicha.
Como líderes tenemos la obligación de ACCIONAR y no REACCIONAR, es decir ser
agentes de cambio que consigan generar respuestas positivas ante cualquier situación a la que
se enfrenten.
 Análisis: Es muy importante que se revise toda la información que se disponga con mucho
detalle y extraer lo que realmente agregue valor para tomar la mejor decisión.
 Empatía: Nunca hay que olvidar que la toma de decisiones y en general el liderazgo,
involucra la interrelación de seres humanos, por lo tanto ponerse en los zapatos de la otra
persona siempre ayudará a que la decisión que se toma sea ganar-ganar, factor fundamental
para perdurar como líder.
 Objetividad: Basarse en los hechos y actuar en consecuencia con ellos siempre será el camino
más corto y seguro para que el resultado de la decisión que tomamos sea lo más parecido
posible a lo que nos imaginamos.
 Urgencia: Saber diferenciar lo importante de lo urgente es algo que diferencia a un líder, una
decisión importante brinda un poco más de tiempo para poder aplicar las 4 cualidades
anteriores, pero es en el momento de tomar decisiones urgentes donde el temple de un líder
sale a flote, poder decidir lo mejor, minimizando el riesgo, es poseer un arma que muy
difícilmente fallará.
Quiero dedicar las siguientes líneas a mi cualidad favorita, la
ESTRATEGIA, todo líder debe ser un buen estratega, tener claro los
objetivos que desea alcanzar y conocer los caminos que lo lleven a
conseguirlos, siempre debe tener un plan B o una ruta alterna que lo vuelva
a poner en rumbo por si acaso sucede alguna situación inesperada, es decir,
está preparado para lo bueno y para lo malo.
Como en un juego de ajedrez, el líder piensa muy bien antes de mover
cada ficha, sabe que la victoria la logra poniendo a su oponente en
posición de jaque mate, se defiende sin descuidar el ataque y ataca sin
descuidar la defensa, por ello no cabe duda que el cerebro de un líder debe
ser plano, exactamente como un tablero de ajedrez.
Cómo conocerse a uno mismo
Llegar a un buen autoconocimiento es bastante complicado aunque no imposible. Es importante
en este camino de conocerse a uno mismo, estar a favor de lo que somos, de lo que necesitamos y
queremos, no podemos luchar contra nuestras verdaderas necesidades, siendo honestos con
nosotros mismos conseguiremos el bienestar.
Si no profundizamos en nuestros deseos y necesidades y no trabajamos para darles gusto, a la larga
generaremos algún problema emocional, ya que nos defraudaremos a nosotros mismos.
Muchas personas, ante un mal día o una mala experiencia, se descuidan, se dejan y se abandonan, se
dejan llevar por la situación y no trabajan para superarla. Ese día malo se convierte en varios días y
estos a su vez en semanas de malestar. Tenemos que ser más listos y no dejarnos llevar, tenemos que
tratarnos lo mejor posible, si nosotros no lo hacemos, nadie lo hará por nosotros y estaremos
descuidados.
Hacer las cosas con optimismo y serenidad cuando un acontecimiento nos provoque malestar, tenemos
que confiar en que pasará en poco tiempo, si dura demasiado tendremos que cambiar la situación
buscando la solución más adecuada. Tendremos que creer en que siempre hay una solución, aunque no
sea de nuestro total agrado. Las cosas no pueden suceder siempre como a nosotros nos gustaría.
Debemos ponernos activamente a solucionarlo y no catastrofizar la situación ni centrarnos en lo mucho
que estamos sufriendo ni re-pensar una y otra vez en lo complicado que es. Simplemente busca la
solución y hala; después verás sus consecuencias y en base a eso volverás y actuar.
La clave es hacer las cosas con optimismo y serenidad, así podrás disfrutar de cada pequeña
circunstancia. No podemos vivir en un continuo trastorno ansioso, con mil preocupaciones y
exageraciones, seremos infelices y los que nos rodean también.
Las dificultades vitales no se pueden evitar Es importante dedicar pequeños momentos de soledad a
centrarme en lo que deseo, lo que quiero y como quiero conseguirlo, me ayudará a tener más claro
quien soy y adonde voy.
Para tener claro quien soy necesitaré conocer mi cuerpo y sus sensaciones, averiguaré cuál es mi punto
débil y lo mimaré todo lo que pueda. Cuando estoy mal del estómago no podré hacer excesos ni
estresarme demasiado porque ayudará a empeorar. No daré más explicaciones incoherentes a mi
malestar, sé que estoy mal emocionalmente y por eso me duele es estómago, por ejemplo, relájate,
tranquilízate, haz una solución de problemas, ponla en práctica y actívate en la resolución, te sentirás
mejor contigo mismo y los síntomas remitirán.
si aprendemos a conocer nuestro cuerpo, nos ayudará a detectar problemas emocionales ya que éstos se
reflejan físicamente. Si lo controlamos, buscaremos antes la solución y antes remitirán los síntomas.
Puede suceder que tenga una bajada de defensas, estas disminuyen ante un hecho estresante: tendrás
que profundizar para detectar cuales son tus estresares más habituales y así poder preverlos con
anterioridad y actuar mejor en ocasiones futuras.
Las dificultades vitales no se pueden evitar, pero sí podemos mejorar nuestra forma de evaluarlas y
enfrentarnos a ellas.
Hay que trabajar las emociones
Otro punto importante a la hora de auto conocerse será trabajar las emociones, si soy consciente de
cuáles son y en qué momento aparecen, podré controlar las que me hacen daño, relativizarlas y no
vivirlas como si fueran una catástrofe.
Sabemos que hay personas que actúan con agresividad ante determinadas situaciones, siempre que
detectan que sus necesidades no están siendo satisfechas. Esta agresividad les genera malestar a ellos y
a los que les rodean, con lo cual deberá aprender a aceptar a los demás tal y como son y comprender
que no siempre se puede imponer el propio criterio como único y verdadero. Si consigue conocerse
hasta ese punto, las situaciones complicadas les resultarán más llevaderas.
En el otro polo está la persona pasiva, la que no expresa el malestar y se retrae hacia adentro, esto le
provocará angustia debido a la tardanza en la resolución del problema. Si se conoce bien, sabrá cual es
su punto débil y trabajará para mejorar.
Igual que tengo que conocer mis debilidades, es importante fomentar los puntos fuertes y potenciarlos,
esto nos ayudará a permanecer fuertes ante cualquier contratiempo. Haz una listado con tus virtudes y
repítelas día a día, intenta practicarlas más a menudo y encauzarlas mejor. A la hora de necesitarlas en
algún imprevisto, estarás preparado para solucionar el altercado rápida y eficazmente, debido al
aprendizaje de días anteriores.
El líder consistente se conoce y se maneja a sí mismo.
Es común que los gerentes y personas que comandan las organizaciones estén en esa posición pues es
“lo que hay que hacer” , y no estén operando alineados con su propósito y esencia. ¿Cuántos gerentes
han terminado en esa posición por una inevitable sucesión de decisiones y esfuerzos que no querían
tomar en primer lugar?
Así mismo el líder debe conocer su visión, sus fortalezas y se debe manejar a sí mismo con maestría.
La maestría personal (personal mastery) es un término introducido por Peter Senge, en su libro “La
Quinta Disciplina”, en 1990. La premisa es que los líderes que tienen claridad en su propósito y visión
pueden decidir de manera proactiva (y no reactiva) lo que hacen, de esta manera motivándose y
logrando resultados extraordinarios.
Así mismo deben poder vencer obstáculos que les impiden alcanzar sus metas y romper paradigmas.
Los líderes consistentes tienen la habilidad de identificar estos paradigmas y romperlos.
Por último deben poder manejarse a sí mismos y sus emociones a través de la inteligencia emocional.
El automanejo es uno de los principales problemas de los líderes, pues los descarrilamientos de
personalidad se acentúan ante la presión por resultados, que solo aumenta.

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