Apunte 2021

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“La Iglesia dice: el cuerpo es una culpa.

La ciencia dice: el cuerpo es una máquina.


La publicidad dice: el cuerpo es un negocio.
El cuerpo dice: yo soy una fiesta.”
Eduardo Galeano

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PROGRAMA ANALITICO

Unidad I: “Introducción a la Teoría de W. Reich”

 Reseña histórico-social.
 Bloqueo de la emoción y el anclaje en el cuerpo.
 La energía vital.
 El movimiento vital: pulsación (expansión-contracción) y flujo.
 El pensamiento funcional: un modelo de articulación de naturaleza (cuerpo) y
cultura (significado).
 Carácter y coraza.

Unidad II: “Revisión histórica-social de la postergación de la mujer”

 De Adán y Eva a la actualidad.


 Una mirada mitológica: el mito de Lilith
 ¿La sexualidad es peligrosa?
 Historia social con mujeres.

Unidad III: “De la regulación moral a la regulación económica”

 Los mandatos sociales y los mandatos familiares.


 La Princesa de los cuentos de Hadas versus la mujer culposa
 La identidad femenina: ¿construida o en construcción?
 El proceso de auto-regulación

Unidad IV: “Cuerpo de mujer, mapa de dolor…”

 Construcción socio - cultural del lugar de la mujer en el proceso


salud/enfermedad.

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 Patologías sexuales femeninas: Anorgasmia – Vaginismo - Anhedonia -
Ninfomanía.
 Biopatías femeninas: Cáncer de mamas – Cáncer de útero
 Depresión post-parto.
 Enfermedades cardiológicas y vasculopatías.
 Trastornos narcisistas:
 La belleza al quirófano: la adicción a las cirugías plásticas y/o
reparatorias.
 Trastornos alimenticios.
 Las dietas.
 Vigorexia.

Unidad V: “La historia se inicia con una mujer…”

 La importancia del vínculo materno en el desarrollo emocional de las personas.


 Contacto genuino y contacto sustituto.
 La prevención desde la mirada reichiana.
 El potencial revolucionario de la mujer.

BIBLIOGRAFIA OBLIGATORIA POR UNIDADES TEMATICAS:

UNIDAD I:
 Baker, Elworth (1967). O laberinto humano. Causas da bloqueo da energía
sexual – Sao Paulo, Brasil - Editorial Summus.
 Laplanche, Jean y Pontalis, Jean Bertrand (1974). Diccionario de Psicoanálisis –
Barcelona, España - Editorial Labor
 Lowen, Alexander (1988). El lenguaje del cuerpo - Barcelona, España -
Editorial Herder.
 Mairowitz, David y González, Germán (1995) “Reich para principiantes”.
Editorial Era Naciente.

25
 Reich, Wilhelm (1980). Análisis del Carácter – Buenos Aires, Argentina -
Editorial Paidós.
 Reich, Wilhelm (1981). Escucha, hombrecito - Barcelona, España - Editorial
Bruguera.
 Reich, Wilhelm (1983). La Función del Orgasmo – Buenos Aires, Argentina -
Editorial Paidós.
 Reich, Wilhelm (1990) “Pasiòn de juventud” Buenos Aires, Editorial Paidós.

UNIDAD II:
 Langer, Marie (1976) “Maternidad y sexo” Buenos Aires, Edit. Paidós
 Lopez Rosetti, Daniel (2016) “Ellas – Cerebro, corazón y psicología de la mujer-
” Buenos Aires, Editorial Planeta.
 Mairowitz, David y González, Germán (1995) “Reich para principiantes”.
Editorial Era Naciente.
 Reich, Wilhelm. (1972) “La lucha sexual de los jóvenes” Buenos Aires,
Editorial Granica.
 Reich, Wilhelm (1983). La Función del Orgasmo – Buenos Aires, Argentina -
Editorial Paidós.
 Reich, Wilhelm (1993) “La Revoluciòn Sexual” España, Ediciones Planeta-
Agostini
 Reich, Wilhelm (1990) “Pasiòn de juventud” Buenos Aires, Editorial Paidós.
 Stark, Marcia y Stern, Gynne (1996). Danzando con la sombra – Lilith, el
contacto con nuestro lado salvaje – Madrid, España - Gaia Ediciones –
 Soria-Ceballos (2010). Tesis de Licenciatura. "Proyectos personales de la mujer
en Nido Vacío”.

UNIDAD III:
 Boadella, David (1993). Corrientes de Vida, Una introducción a la Biosíntesis -
Buenos Aires, Argentina - Editorial Paidós.
 Mairowitz, David y González, Germán (1995) “Reich para principiantes”.
Editorial Era Naciente.

26
 Reich, Annie (1975) “Si tu hijo te pregunta. Manual de Educación Sexual”.
Madrid, España - Ediciones del Siglo
 Reich, Eva y Zornánszky, Eszter (1999). Bioenergética Suave – Barcelona,
España - Ediciones Abraxas.
 Reich, Wilhelm (1983). La Función del Orgasmo – Buenos Aires, Argentina -
Editorial Paidós.
 Reich, Wilhelm (1993) “La irrupción de la moral sexual” - Buenos Aires,
Editorial Homo Sapiens
 Reich, Wilhelm. (1972) ”La lucha sexual de los jóvenes” Buenos Aires,
Editorial Granica.
 Reich, Wilhelm (1993) “La Revoluciòn Sexual” España, Ediciones Planeta-
Agostini
 Reich, Wilhelm (1990) “Pasiòn de juventud” Buenos Aires, Editorial Paidós.
 Edmondson, M., & Totton, N. (1994). Trabajos reichianos de crecimiento. Era
Naciente.

UNIDAD IV:
 Baker, Elworth (1967). O laberinto humano. Causas da bloqueo da energía
sexual – Sao Paulo, Brasil - Editorial Summus.
 Boadella, David (1993). Corrientes de Vida, Una introducción a la Biosíntesis -
Buenos Aires, Argentina - Editorial Paidós.
 Chiozza, Luis y cols. (1997). Del afecto a la afección. Buenos Aires, Argentina –
Alianza Ediciones.
 Chiozza, Luis (1986). Por qué enfermamos? - Buenos Aires, Argentina -
Alianza Ediciones.
 Liberman, David y otros (1986). Del cuerpo al símbolo. Sobreadaptación y
enfermedad psicosomática - Buenos Aires, Argentina - Editorial Trieb.
 Lowen, Alexander (1982). La depresión y el cuerpo – Madrid, España -
Editorial Alianza.
 Navarro, Federico (1988). La somatopsicodinámica: una nueva visión de la
patología - Madrid, España - Editorial Orgon.

27
 Navarro, Federico (1991). Somatopsicodinamica Das Biopatias - Rio de Janeiro,
Brazil - Editorial Redume-Dumará.
 Reich, Wilhelm (1980). Análisis del Carácter – Buenos Aires, Argentina -
Editorial Paidós.
 Reich, Wilhelm (1985). La Biopatía del Cáncer – Buenos Aires, Argentina –
Ediciones Nueva Visión.
 Reich, Wilhelm (1983). La Función del Orgasmo – Buenos Aires, Argentina -
Editorial Paidós.

UNIDAD V:
 Boadella, David (1993). Corrientes de Vida, Una introducción a la Biosíntesis -
Buenos Aires, Argentina - Editorial Paidós.
 Reich, Annie (1975) “Si tu hijo te pregunta. Manual de Educación Sexual”.
Madrid, España - Ediciones del Siglo
 Reich, Eva y Zornánszky, Eszter (1999). Bioenergética Suave – Barcelona,
España - Ediciones Abraxas.
 Reich, Wilhelm (1950). Conferencia Los Niños del Futuro - Publicado en
Orgone Energy Bulletin, USA.
 Reich, Wilhelm (1981). Escucha, hombrecito - Barcelona, España - Editorial
Bruguera.
 Selowsky, S. (2994). El Oráculo de las diosas. Santiago de Chile, Grijalbo.

BIBLIOGRAFIA DE CONSULTA POR UNIDADES TEMATICAS:

UNIDAD I:
 De Marchi, Luigi (1974). Wilhelm Reich, Biografia de una idea - Barcelona,
España - Ediciones Península.
 Freud, Sigmund (1993). Obras Completas. Tomo VII. Tres ensayos de una teoría
sexual - Buenos Aires, Argentina - Editorial Amorrortu.
 Keleman, Stanley (2007). Anatomía Emocional – Bilbao, España - Editorial
Desclée de Brouwer.

28
 Keleman, Stanley (1997). La experiencia Somática - Bilbao, España - Editorial
Desclée de Brouwer.
 Lapassade, Georges (1978). La Bio-Energía – Barcelona, España - Granica
Editor.

UNIDAD II:

 Bolen, Jean Shinoda (1984) “Las diosas de cada mujer” España. Ed.Kairós.
 Burin, Mabel. (1991).”Estudios sobre la subjetividad Femenina” ED. Paidos.

 Coler, Ricardo (2005) “El reino de las mujeres” El último matriarcado –


Buenos Aires, Editorial Planeta.
 Foucault, Michel (1977) Historia de la sexualidad - Madrid, España - Siglo XXI
Editores.
 Garcia Garcilaso, Victoria (2019) “Las chicas malas de la mitología: Medusa”
https://tn.com.ar/opinion/las-chicas-malas-de-la-mitologia-medusa_979960
 Lipovetsky, Gilles (1992) “ La tercera mujer – Permanencia y revolución de lo
femenino” Barcelona, España – Editorial Anagrama
 Mc Dougall, Joyce (1998) Las mil caras y una de Eros, la sexualidad humanan
en busca de soluciones – Buenos Aires, Edit.Paidos
 Northrup, Christiane (1999) “Cuerpo de mujer, sabiduría de mujer” Barcelona,
España Ediciones Urano
 Perez, P. (2011) “Manual introductorio a la ginecología natural” Ed-Olmué.
Ediciones La Picadora de Papel.
 Segato, R. L. (2003). Las estructuras elementales de la violencia: ensayos sobre
género entre la antropología, el psicoanálisis y los derechos humanos.
Universidad Nacional de Quilmes.
 Segato, R.L. (2016). “La guerra de las mujeres – Ed.Traficantes de sueños”
 Segato, R.L. (2004). “Territorio, soberanía y crímenes de segundo Estado: la
escritura en el cuerpo de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez”.
 Segato, R.L. (2014) “Las nuevas formas de la guerra y el cuerpo de las
mujeres” Ed.Sociedade e Estado, 29(2), 341-371

UNIDAD III:

29
 Bolen, Jean Shinoda (1984) “Las diosas de cada mujer” España. Ed.Kairós.
 Coler, Ricardo (2005) “El reino de las mujeres” El último matriarcado –
Buenos Aires, Editorial Planeta.
 Foucault, Michel (1977) Historia de la sexualidad - Madrid, España - Siglo XXI
Editores.
 Lipovetsky, Gilles (1992) “ La tercera mujer – Permanencia y revolución de lo
femenino” Barcelona, España – Editorial Anagrama
 Lowen, Alexander (1982). La depresión y el cuerpo – Madrid, España - Editorial
Alianza.
 Mc Dougall, Joyce (1998) Las mil caras y una de Eros, la sexualidad humanan
en busca de soluciones – Buenos Aires, Edit.Paidos
 Northrup, Christiane (1999) “Cuerpo de mujer, sabiduría de mujer” Barcelona,
España Ediciones Urano
 Perez, P. (2011) “Manual introductorio a la ginecología natural” Ed-Olmué.
Ediciones La Picadora de Papel.

UNIDAD IV:

 Chiozza, Luis, y colab. (1978). Ideas para una concepción psicoanalítica


del Cáncer – Buenos Aires – Editorial Paidós.
 Chiozza, Luis y cols. (1997). Del afecto a la afección. Buenos Aires, Argentina –
Alianza Ediciones.
 Chiozza, Luis y cols. (1993). Los sentimientos ocultos en... - Buenos Aires,
Argentina - Alianza Ediciones.

 Dahlke, Ruediger (2002). La enfermedad como símbolo – Barcelona, España -


Ediciones Robinbook.

 Dethlefsen, Thorwald y Dahlke, Rudiger (1993). La enfermedad como camino –


Barcelona, España - Plaza y Janés Editores.

 Granel, Julio (2009). Teoría Psicoanalítica del Accidentarse – Buenos Aires,


Argentina - Editorial Letra Viva.

 Falcoff, Ariel; Fantin, Juan Carlos y otros (2009). Manual de Clínica y


Terapéutica en Psiquiatria - Buenos Aires, Argentina - Editorial Letra Viva.

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 Foucault, Michel (1977) Historia de la sexualidad - Madrid, España - Siglo XXI
Editores.
 Freud, Sigmund (1993). Obras Completas. Tomo VII. Tres ensayos de una teoría
sexual - Buenos Aires, Argentina - Editorial Amorrortu.

 Keleman, Stanley (2007). Anatomía Emocional – Bilbao, España - Editorial


Desclée de Brouwer.

 Keleman, Stanley (1997). La experiencia Somática - Bilbao, España - Editorial


Desclée de Brouwer.

 Nasio, Juan David (1997). Los gritos del cuerpo – Buenos Aires, Argentina -
Editorial Paidós.

 Schnake Silva, Adriana (1997). Diálogos del cuerpo, el enfoque holístico de la


enfermedad – Buenos Aires, Argentina - Editorial Cuatro Vientos.
 Simonton, O. Carl, y otros (1992). Recuperar la salud – Madrid, España – Edic.
Los libros del comienzo.
 Simonton, O. Carl, y otros (1993). Sanar es un viaje - Barcelona, España –
Editorial Urano.

UNIDAD V:

 Keleman, Stanley (2007). Anatomía Emocional – Bilbao, España - Editorial


Desclée de Brouwer.

 Keleman, Stanley (1997). La experiencia Somática - Bilbao, España - Editorial


Desclée de Brouwer.
 Mc Dougall, Joyce (1998) Las mil caras y una de Eros, la sexualidad humanan
en busca de soluciones – Buenos Aires, Edit.Paidos
 Northrup, Christiane (1999) “Cuerpo de mujer, sabiduría de mujer” Barcelona,
España Ediciones Urano
 Simonton, O. Carl, y otros (1992). Recuperar la salud – Madrid, España – Edic.
Los libros del comienzo.
 Simonton, O. Carl, y otros (1993). Sanar es un viaje - Barcelona, España –
Editorial Urano.

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“Cuerpo de mujer, mapa de dolor…”
INTRODUCCIÓN

Wilhelm Reich fue uno de los psicoterapeutas más controvertidos del siglo
pasado dentro de ciertos círculos psicológicos. Sus planteamientos fueron considerados
excesivamente excéntricos ganándose el recelo de la comunidad científica No obstante,
diversos autores piensan que el rechazo que recibió Reich por parte de la comunidad
científica, obedeció al momento histórico – principios del siglo XX- en que estaba
inserto. En ese momento dominaba aun fuertemente el paradigma cartesiano-
newtoniano, caracterizado por una concepción mecanicista del mundo y una concepción
dualista de la existencia humana. En esta línea, siguiendo los planteamientos de Thomas
Kuhn (1980) sobre las revoluciones científicas, es posible afirmar que el trabajo de
Reich significó un cambio de mirada imposible de ser asimilado por el paradigma
reinante, pues constituía una amenaza para los modelos ya existentes, en cuanto su
concepción del ser humano y de la sociedad. Desde esta perspectiva el rechazo a la obra
de Reich puede ser visto como parte de un choque de paradigmas.

Actualmente, los hallazgos de la física cuántica –la teoría de la relatividad y la


teoría cuántica especialmente- abren paso a la irrupción de un nuevo paradigma, que da
sustento a la obra de Reich, y su revalorización. Un paradigma que supera la
concepción fragmentaria del individuo y del mundo, alejándose del dualismo cartesiano,
para acercarse a la idea de unidad contenida en las primeras filosofías griegas y
orientales (Boadella) en contraste con el panorama estadounidense y europeo.

A pesar de que ha tenido un amplio desarrollo en Europa y Estados Unidos, ha sido


escasa la difusión en Latinoamérica, en especial en nuestro país la situación de las
psicoterapias reichiana se caracteriza por un gran desconocimiento de sus bases
teóricas, y en general un desarrollo al margen de la actividad académica universitaria.
Este desconocimiento ha redundado en que incluso exista cierto recelo respecto a sus
fundamentos y se le sitúe como una práctica relativa a terapias alternativas.

En nuestra Facultad de Psicologia (UNC), se encuentra como Seminario Electivo desde


el año 2004 a la actualidad, con algunas resistencias y/o boicots de algunos profesores

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de la facultad que rechazan esta línea teórica y la posibilidad que se enseñe en el espacio
universitario.

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Unidad 1
“Introducción a la Teoría de W. Reich”

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¿QUIEN ERA WILHELM REICH?
(SU HISTORIA Y REALIDAD SOCIAL)
Síntesis realizada por la Lic. María Eugenia Gregoret

WILHELM REICH (Dubrozcynica, 1897 - Lewisburg, 1957) Psicoanalista


austríaco, con seguridad el más prestigioso, radical y dramático exponente de la
"izquierda freudiana" y del llamado "marxismo freudiano". De
familia acomodada, su padre, León, de origen judío, es descrito
como autoritario y posesivo; su madre, Cecilia Roniger, mujer
sometida, se suicidó cuando Wilhelm Reich tenía catorce años.
Según una de las esposas de Reich, Ilse Ollendorf, Wilhelm tuvo un
papel en la muerte de su madre, al haber revelado a su padre la
relación de ésta con uno de los tutores.

En un principio, Reich se interesó por la biología, de modo que se matriculó en


Medicina. Se licenció en 1922 y se especializó con J. Von Wagner-Jauregg en
neuropsiquiatría. En 1919 empezó a dedicarse al psicoanálisis y, con sólo veintitrés
años, antes de finalizar los estudios, Freud lo aceptó a su lado y en 1922 se incorpora a
la sociedad Psicoanalítica de Viena, comenzando a trabajar en el Policlínico
Psicoanalítico de Viena.

Reich se muestra interesado en 3 puntos fundamentales de la teoría de Freud:


INCONSCIENTE, NEUROSIS Y LIBIDO. Él está convencido que esta última se
puede medir. Discrepa de los métodos de Freud y comienza a notar un hecho común en
sus pacientes varones: la erección y la eyaculación no proporcionan éxito sexual y
elabora su TEORIA DEL ORGASMO, la potencia orgástica de entregarse al flujo de
energía biológica sin ninguna inhibición de descargar por completo toda la excitación
sexual contenida mediante contracciones corporales involuntarias y placenteras”. De no
lograrse esto, enfermamos de NEUROSIS.

Por ejemplo: si “Don Juan de Marco” (Casanova) hubiera logrado la potencia


orgástica, no hubiera necesitado tantas parejas diferentes para lograr satisfacción.

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En 1927 publicó su libro “LA FUNCION DEL ORGASMO”. Reich comienza a
observar en el análisis de sus pacientes que puede averiguar más sobre ellos si
ANALIZA SUS RESISTENCIAS (en vez de interpretar sueños e ir a lo profundo)
primero examina lo externo, observable y a medida que el paciente lo permite se van
disolviendo las resistencias más externas hasta llegar a lo más profundo. Propone el
término de CORAZA
El psicoanálisis responde a las necesidades
CARACTEROLOGICA para
de ricos y privilegiados, y se pregunta qué
pasa con las demás personas. describir aquello que nos protege de
los golpes del mundo exterior e
interior. Esta se construye a lo largo de la vida mediante mecanismos defensivos que
simultáneamente se traducen en hábitos corporales y actitudes típicas de
comportamiento físico (coraza muscular). La inhibición sexual de los niños impuesta
desde un primer momento por la familia nuclear, lleva a la inhibición psíquica, falta de
pensamiento y acción independiente. Continuando con este camino en la pubertad
aparecen las neurosis. Cuando se ha suprimido la libertad sexual de la juventud,
inevitablemente produce neurosis, éstos jóvenes pasan al matrimonio y luego gestan los
futuros neuróticos (los hijos) y así sucesivamente. El matrimonio compulsivo y la
familia compulsiva siguen recreando la estructura humana económica y psíquicamente
mecanizada. Reich se da cuenta que esto se parece cada vez menos al psicoanálisis y
más a la POLITICA.

En 1927 (en Viena) se incorpora al Partido Comunista Austríaco y comienza a


interiorizarse con textos de Marx y Engels.

En 1928 funda la Sociedad Socialista para Consultas Sexuales e Investigación


Sexológica.

En 1929 establece en Viena los primeros centros de higiene sexual para


obreros y empleados.

Reich comienza a cuestionar la pulsión de muerte:

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Reich Freud

Las personas al satisfacer sus


necesidades se “curan”. Las personas no
En 1929 escribe “el malestar en la
nacen perversas se vuelven así cuando
cultura” donde dice que la sociedad
se ven privadas de su satisfacción.
“necesita” que se sofoquen las pulsiones
Si las pulsiones se controlan las para prosperar y sobrevivir. El
personas enferman y no pueden excedente sexual debería sublimarse al
adaptarse culturalmente. La sociedad al servicio de la sociedad.
reprimir sus impulsos naturales se
vuelve dócil y obedece a la autoridad.

Reich considera que el dominio de una clase social sobre otra necesita que la
mayor parte de la población sufra una atrofia en su vida sexual, pues eso garantiza a las
clases dominantes individuos pasivos y que acaten la autoridad sin cuestionamientos.
De esta manera, Reich concluye que el capitalismo es incompatible con la salud
mental de la población, que sólo se podrá lograr de la mano de la abolición de la
sociedad de clases, es decir, a través de la revolución socialista. Esto llevó a Reich a
criticar a Freud, por considerar que había colocado al principio de realidad en un altar,
elevándolo a la categoría incuestionable.

Mientras que la terapia psicoanalítica freudiana buscaba superar la neurosis


mediante la adaptación del paciente al principio de realidad, los postulados de Reich
implicaban necesariamente que la superación de la neurosis (al menos considerando a la
población neurótica en su conjunto) estaría estrechamente ligada a la transformación de
la realidad. Esta conclusión entronca claramente con el pensamiento marxista.

Recordemos el contexto socio-político-económico de la época. Alemania estaba


recuperándose de la Primera Guerra Mundial y se comenzaba a gestar el Partido
Nacionalista Alemán de los Trabajadores (Partido Nazi).

La agresión y el sadismo son el resultado de una mala Economía Sexual, así


como la economía de un país depende del modo en que se utilizan los recursos y

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posibilita una vida sana y vigorosa, la salud corporal depende de la cantidad de energía
sexual liberada en el orgasmo. Si no se hace un uso adecuado de los recursos corporales,
la energía queda atrapada en el cuerpo y sobrevienen la DEPRESION, LA
RECESION Y EL COLAPSO ECONOMICO y desviaciones en nuestra conducta
hacia los demás.

Para Reich aceptar la pulsión de muerte de Freud implica dejar totalmente de


lado sus ideas políticas, piensa que el problema de la sociedad es el sistema capitalista.

En 1929 Reich decide irse hacia la Unión Soviética, ya que legislación social
soviética posterior a la revolución de 1917 fue muy progresista. Para Reich lo más
importante son las nuevas actitudes sobre la crianza, piensa que la comuna reemplazará
a la unidad autoritaria y patriarcal. En 1929 ya había asumido el gobierno Stalin y
revierte toda la obra progresista alcanzada durante una década.

En tanto los gobiernos autoritarios favorezcan en las personas una ANGUSTIA


DEL PLACER, éstas seguirán perdiendo la esperanza y se convertirán en un simple
rebaño. Esto lo verá muy pronto en Alemania.

En los años 30 Reich decide ir a Berlín y se da cuenta que hay dos partidos
principales: por un lado está el Partido Comunista (KPD) al cual se une y por otro lado
el Partido Nacional Socialista (Nazi). Se da cuenta que estos últimos obtenían mayor
apoyo de las masas obreras (ya que apelaban a los deseos más profundos).

Reich piensa que los partidos políticos deben involucrarse en la vida privada de
las personas, ya que si una persona tiene problemas en su “casa” no logra
comprometerse 100% en los intereses del partido. En 1933 expulsan a Reich del partido
Comunista (KPD).

En 1933 se “incendia” el Reichstag, el parlamento alemán, se arrestan a miles de


funcionarios de izquierda, se hace una quema de libros por parte de los estudiantes y
Reich deja Alemania y se dirige a Viena. Alemania luego de la Primera Guerra Mundial
sufre una crisis de identidad y una gran crisis económica: éste fue un contexto fértil para
que surja el Nacionalismo.

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Reich concluye que el nazismo es la culminación de siglos de opresión humana
bajo el patriarcado el arma emocional más poderosa de los Nazis es el TEMOR.

Hitler tiene que simular oponerse al mundo de las grandes empresas


para ganarse el apoyo de la clase media, que además le temen al desorden.
Reich observa que se identifican con la autoridad y aceptan sin cuestionar el
papel de la policía, fuerzas armadas, etc.
Pero sin duda la mayor artimaña de Hitler es la “Teoría de la Raza”,
convirtiendo a los judíos en una raza inferior de capitalistas y prestamistas.
La promesa de mantener la “pureza de la sangre” se aprovecha del temor real
de aquella época de la sífilis. La práctica judía de la circuncisión intensifica la
inconsciente ANGUSTIA DE CASTRACION.
El fascismo es la actitud emocional básica del hombre suprimido, el
estado conserva el poder asegurándose la atrofia del aparato sexual mediante
una moral compulsiva y “el autocontrol”, lo que lleva a la creación de una
coraza caracterológica, anulación del orgasmo y finalmente la parálisis de la
voluntad de rebelarse.

Todo esto se remonta a la familia como “fábrica de ideologías autoritarias”. Los


nazis suprimen lo sexual y al mismo tiempo despiertan los deseos frustrados de las
personas, poniendo énfasis en los sustitutos sexuales. La supresión de la sexualidad trae
como consecuencia el sadismo.

En 1934 Reich es exiliado de Alemania y llega a Dinamarca, de donde también


es expulsado, los libros y escritos de Reich son quemados por los nazis. Luego se dirige
hacia Suecia donde también es expulsado en mayo 1934 y en Octubre de ese año llega a
Oslo, Noruega donde logra permanecer 5 años.

Vuelve al análisis del carácter, pero en algo que él llama VEGETOTERAPIA-


CARACTEROANALITICA, esto constituye una ruptura con Freud, ya que el analista
deja de ser un observador pasivo que sólo escucha. Con la vegetoterapia, Reich se
acerca a la medicina psicosomática. La idea de que las rigideces musculares del cuerpo
contiene la historia de su propio cuerpo. Como la familia autoritaria imprime
represiones en el niño, estas se convierten en RASGOS DE CARACTER y se
expresan en el cuerpo a través de tensiones musculares (coraza muscular). Para aflojar

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esas tensiones el analista debe “tocar” al paciente. Comienza por liberar la zona de los
ojos y párpados, luego la boca, el mentón y así aflojando la “máscara” que tiene el
paciente, va trabajando de manera descendente, pasando por el cuello y el pecho que
generalmente tienen guardada la ira y el llanto. Mientras tanto insiste en la técnica de la
respiración.

Reich continúa sosteniendo la idea que la LIBIDO se puede medir, realiza


diversos experimentos y llega a la conclusión que el ritmo de la vida está determinado
por cuatros tiempos:

1. TENSIÓN MECÁNICA 2. CARGA

3. DESCARGA 4. RELAJACION MECANICA

Reich continúa investigando y descubre los que él llamó BIONES, que despiden
una radiación azul. La llama energía orgónica y luego la llamará también ENERGIA
VITAL.

En 1935 Se desliza hacia un progresivo delirio paranoico producto del carácter


implacable de sus descubrimientos, de la constante atmósfera de polémica e
intromisiones vividas desde 1925 y del éxito del fascismo a partir de 1933. Se entrega
casi totalmente a sus observaciones sobre el efecto producido en el potencial eléctrico
de la piel y de las mucosas cuando son sometidas a excitaciones específicas, como
también a su creciente obsesión por la biología que lo llevaría hasta la biofísica y
finalmente a la física pura. Sus escritos se tornan cada vez más raros y abstractos.

En 1939 Estalla la Segunda Guerra Mundial y Reich parte hacia Estados Unidos
invitado por el Dr. Theodore P. Wolfe portavoz de la Sociedad Americana de Medicina
Psicoanalítica. Reich trabaja como profesor en la New School for Social Research -
Nueva York hasta 1941.

Al llegar a Estados Unidos le presenta sus últimos descubrimientos, entre ellos:


“el ORGON”. La palabra deriva de la combinación de “organismo” y “orgasmo”, es la

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energía de todo organismo vivo y de toda materia. Es la fuerza motora del REFLEJO
ORGASMICO que para Reich es la clave para la salud. Las propiedades del orgón son:

 Puede observarse en su coloración azul;


 Es posible medirla;
 Está presente en todo lugar, tanto en el espacio como en el vacío. Toda materia
viva se crea a partir de esta materia.

Reich renuncia al ideal revolucionario marxista a favor de una


DEMOCRACIA DEL TRABAJO. Cada persona debe dedicarse a su
trabajo: el campesino trabajar la tierra, el maestro dar clases, y el científico
ocuparse de la ciencia. A medida que pasa el tiempo y se suceden los
hechos de persecución, Reich va aislándose cada vez más de las personas.
La democracia del trabajo es una especie de coraza que lo protege de los
rechazos del mundo exterior.

Reich se encuentra en un país de gente práctica, por lo tanto necesita hacer esa
energía visible y activa. En 1940 Fabrica el primer acumulador de orgón: es una caja
grande de material orgánico por fuera y de metal por dentro. La materia orgánica
supuestamente absorbe la energía orgónica, mientras que el metal la atrae y la refleja.
De este modo, se dirige la energía desde las paredes internas al paciente sentado dentro
de la caja, la energía orgónica concentrada adentro afecta la energía biológica del ser
humano y así fortalece y remedia cualquier alteración en el flujo de energía.

En 1941 Se entrevista con Albert Einstein quien, al parecer, no lo toma en serio.


El F.B.I toma “la investigación orgónica por una actividad de espionaje alemán (o ruso)
y lo pone bajo custodia, acusado de investigaciones subversivas.

En 1942 Adquiere terrenos en Florest Hill - New York, donde instala su


laboratorio del “Orgone Institute” y la Editorial del Instituto Orgón.

En 1944 Lanza al mercado unos “acumuladores de orgón” destinados a abrir


nuevos caminos en el diagnóstico y la terapéutica de la mayoría de las dolencias
funcionales (biopatías) incluyendo el cáncer.

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Cada segmento es un círculo de tensión que envuelve el cuerpo e incluso los
órganos internos; la relativa independencia de estos segmentos se vuelve evidente
cuando vemos que cualquier actividad emocional o bioenergética realizada en una parte
de un segmento tiende a influir en otras, mientras que los segmentos adyacentes
permanecen relativamente desafectados. En realidad, si la energía reprimida en un
segmento es liberada, los segmentos adyacentes muestran a menudo señales de estar
volviéndose rígidos. Se trata de una reacción de defensa contra la energía que comienza
a fluir.

El torso y las extremidades son como una gran reserva de energía biológica.
Cualquier cuota de energía que sea liberada de la armadura tenderá a depositarse en el
pecho y en la cavidad abdominal preparándose para ser descargada a través de la cabeza
(como sucede cuando uno grita) o de los genitales (como ocurre durante el orgasmo). Si
esto no sucede y hay bloqueo, la presión puede subir a niveles intolerables ocasionando
aguda ansiedad o fuertes dolores de cabeza. Sobre todo, hay que procurar “abrir” la

48
cabeza, el cuello, la garganta y la zona de los hombros antes de intentar disolver la
armadura en el área del torso y de la pelvis.

En primer lugar, la cabeza es el principal guardián de la represión, se podría


decir que debemos obtener su “permiso” antes de meternos con el fluir del resto de la
energía reprimida.

De este modo es que los vegetoterapeutas comenzamos a trabajar primero por


los segmentos superiores y, gradualmente, vamos bajando. De todos modos no está de
más repetir que esta regla no debe ser aplicada mecánicamente. El organismo es un todo
interrelacionado.

El trabajo corporal es un arma terapéutica poderosa, pero aun así necesita del
análisis del carácter. En el curso de la terapia vamos focalizando en uno o en otro, pero
ambos son indispensables y complementarios. La terapia reichiana no es una panacea, el
proceso que lleva a disolver la coraza requiere coraje, perseverancia y apoyo.
Fundamentalmente, a medida que aprendemos a dejar salir todo aquello que creíamos
malo y teníamos bloqueado, estamos aprendiendo a dejar entrar lo bueno que no nos
permitíamos incorporar. En este libre fluir aprendemos a amar y ser amados. Y eso es lo
que cura.

CONCEPTO REICHIANO SOBRE LA SALUD Y LA ENFERMEDAD

Extractos de “La Función del Orgasmo” de W. Reich (1983). Ed. Paidos.

Capítulo IV: EL DESARROLLO DE LA TEORIA DEL ORGASMO. Punto 3: LA


POTENCIA ORGASTICA. Páginas 83 a 98.

[…] La gravedad de cualquier tipo de perturbación psíquica está en relación


directa con la gravedad de la perturbación de la genitalidad.

El pronóstico depende directamente de la posibilidad de establecer una


capacidad de satisfacción genital completa […].

49
[…] Desempeña un papel similar al que tuvo el complejo de Edipo en el
psicoanálisis. Quien no lo comprenda cabalmente no podrá ser considerado como un
economista sexual. No podrá comprender sus implicaciones ni sus consecuencias. No
comprenderá la distinción entre lo sano y lo enfermo, ni la índole de la angustia de
placer, ni la índole patológica del conflicto niño-padres, ni la base del infortunio
matrimonial. Puede convertirse en un reformador sexual, pero nunca podrá curar de
verdad la miseria sexual. Podrá admirar los experimentos con biones, incluso imitarlos,
pero nunca le será posible emprender una investigación económico-sexual de los
procesos vitales. Nunca comprenderá los estasis religiosos, y por cierto que tampoco el
irracionalismo fascista. Continuará creyendo en la antítesis de la naturaleza y la cultura,
el instinto y la moral, la sexualidad y el éxito. No será capaz de resolver en ningún
sentido un solo problema pedagógico. Nunca captará la identidad de los procesos
sexuales y del proceso vital, y en consecuencia tampoco la teoría económico-sexual del
cáncer. Considerará sano lo que es enfermo y enfermo lo que es sano. Por fin,
interpretará erróneamente el anhelo humano de felicidad y pasará por alto el miedo
humano a la felicidad. En suma, podrá ser cualquier cosa, pero no un economista sexual.
Por-que el hombre es la única especie biológica que ha destruido su propia función
sexual natural, y es eso lo que le enferma.

Presentaré la teoría del orgasmo del modo en que se desarrolló, o sea, histórica y
no sistemáticamente. Así se hará más evidente su lógica interna. Se verá que ningún
cerebro podría inventar estas interrelaciones.

Hasta 1923, el año en que nació la teoría del orgasmo, la sexología y el


psicoanálisis conocían únicamente una potencia eyaculativa y una potencia erectiva.
Pero si no se incluyen los aspectos económicos, vivenciales y energéticos, el concepto
de potencia sexual no tiene ningún significado. La potencia erectiva y la eyaculativa no
son nada más que los indispensables requisitos de la potencia orgástica. La potencia
orgástica es la capacidad de abandonarse al fluir de la energía biológica sin ninguna
inhibición, la capacidad para descargar completamente toda la excitación sexual
contenida, mediante contracciones placenteras involuntarias del cuerpo. Ningún
individuo neurótico posee potencia orgástica; el corolario de ese hecho es que la vasta
mayoría de los humanos sufre una neurosis del carácter.

50
La intensidad del placer en el orgasmo (en el acto sexual libre de angustia y
displacer y no acompañado de fantasías) depende de la cantidad de tensión sexual
concentrada en el genital; el placer es tanto más intenso, tanto mayor, cuanto más
vertical es la "caída" de la excitación […].

Esquema de las fases típicas del acto sexual con potencia orgástica, en ambos sexos: F.
= preliminares al placer (I, 2). P. = penetración (S). I (4,5) = fase del control voluntario
del aumento de la excitación, en la cual no es perjudicial todavía la prolongación
voluntaria. II (6 a- d) = fase de las contracciones musculares involuntarias y aumento
automático de la excitación. III (7) = ascenso repentino y vertical hada el acmé (A). IV
(8) — orgasmo. La parte sombreada representa la fase de las contracciones corporales
involuntarias. V (9, 10) = "caída" vertical de la excitación. R = relajación. Duración, de
cinco a veinte minutos.

Posteriormente al orgasmo […] la excitación mengua en curva suave y es


reemplazada inmediatamente por una placentera relajación corporal y psíquica: en
general hay un gran deseo de dormir. Las relaciones sensuales disminuyen; lo que
continúa es una actitud agradecida y tierna hacia el compañero

En oposición, el individuo orgásticamente impotente experimenta un


agotamiento de plomo, repugnancia, rechazo o indiferencia, y en ocasiones odio hacia el

51
compañero. En el caso de satiriasis y de ninfomanía, la excitación sexual no decrece. El
insomnio es una de las señales más importantes de la falta de gratificación; por otra
parte, sería erróneo suponer necesariamente la existencia de satisfacción si el paciente
informa que él o ella se duermen en seguida después del acto sexual […].

HABLEMOS SOBRE LA ENERGIA ORGON

Después de más de un cuarto de siglo lidiando con problemas emocionales y


dirigiendo investigaciones sobre sus causas, Reich identificó una energía específica en
el cuerpo denominada por él como bioenergía u orgón (de organismo), de donde surge
el término “orgonomía”. Presentó una fuente riquísima de comprobaciones
experimentales relativas a su origen natural primordial, sus propiedades biogénicas, y
sus vínculos directos con el funcionamiento natural.

Algunas de las propiedades de la energía orgónica son: está libre de masa; está
presente en todas partes, aunque en concentraciones diferentes; está en movimiento
constante y se la puede observar en condiciones favorables; las altas concentraciones de
energía orgónica atraen energía de sus alrededores menos concentrados; la vida es
producto del Orgón y forma unidades que se convierten en las células de las plantas y la
forma más compleja es la vida humana.

Las personas nacemos con un determinado caudal bio-energético que de acuerdo


al desarrollo evolutivo individual (psicogénesis), es cómo influirá en dicho caudal y el
propio metabolismo energético.

Existen cuatro aspectos del metabolismo energético que pueden ser considerados
esenciales para el crecimiento y el desarrollo:

Las dos direcciones básicas:

 Desde la cabeza hacia abajo o céfalo-caudal. Podemos pensarlo como una gran
cascada de agua que circula en esta dirección y serán los traumas crónicos que se
producen mayoritariamente en la infancia los que bloquearán o estancarán
(estasis) ese caudal energético, inhibiéndolo y/o reprimiéndolo.

52
 De adentro hacia afuera o próximo-distal: Esto alude al fenómeno pulsatorio
vegetativo de expansión-contracción, y a la polaridad emocional básica de
expansión para alcanzar el mundo y de contracción para alejarse del mundo.

El nivel de energía, o cantidad de carga: el cual puede aumentar o disminuir por


ejemplo mediante la respiración.

La contención de la energía, o calidad de límites del organismo, donde el sistema


muscular funciona como contenedor o liberador de impulsos, y el tono muscular
muestra el grado de tensión y relajación para el pasaje del impulso.

Cuando la energía no fluye armónicamente se da la enfermedad. Es necesario un


equilibrio flexible entre tensión (contracción) y relajación (expansión), para que haya
armonía (salud). Lo que se opone a esta flexibilidad es la coraza corporal (formada por
tensiones musculares crónicas), la cual no permite el proceso natural de expansión-
contracción (autorregulación).

El descubrimiento de Reich del proceso de acorazamiento de la musculatura fue


un gran paso hacia adelante, pues en el momento en que la coraza es desmantelada en la
terapia, se libera la capacidad del organismo de ceder a su funcionamiento normal. Es
decir que recupera su natural capacidad de pulsar espontáneamente.

¿Qué es lo que produce la contracción muscular y la sostiene? Sus


investigaciones llevaron al dominio del sistema nervioso vegetativo y a la antítesis
básica del funcionamiento vegetativo. La excitación del sistema nervioso simpático
causa la contracción, vivenciada como ansiedad. La excitación del parasimpático
conduce a la expansión, vivida como placer. Por lo tanto, una simpaticotonía crónica
produce y mantiene la coraza, y a su vez sustenta la neurosis.

De esta manera Reich entró en el estudio de la biofísica, descubriendo un nuevo


concepto de salud, basado en el metabolismo de la energía en términos de carga y
descarga, proceso por él rotulado economía sexual. Su técnica terapéutica se vio
perfeccionada cuando descubrió que trabajando directamente en la coraza muscular y en
el carácter, al mismo tiempo, tenía condiciones de liberar las emociones acumuladas de
modo mucho más eficaz. A este proceso dio el título de vegetoterapia caráctero

53
analítica. Así, fueron descubiertas oportunidades insospechadas de comprensión del
funcionamiento humano: sobre la realidad de la energía (flujo energético), sobre la
función del orgasmo (descarga energética), y sobre la coraza muscular (impide el flujo
de la energía).

Para Reich los síntomas tanto físicos como psíquicos son parte de un mismo
sistema energético. De esta manera no existen enfermedades físicas y enfermedades
psíquicas, sólo existe enfermedades. Ya que estos bloqueos producen déficit energético
o conflictos emocionales y ellos generan las enfermedades, tanto en el ámbito físico
como en el psíquico, es lo mismo. Cada uno de los estratos de la estructura del carácter
sería un trozo de historia viva, en donde “el mundo vivencial del pasado vive en el
presente en forma de actitudes caracterológicas, una persona es la suma total funcional
de sus vivencias pasadas”. Será nuestra labor desde la psicoterapia, el desentramado de
la coraza, su desarraigo para re-establecer una armonía energética, que significaría un
estado de salud, a través de un trabajo sistemático en el Análisis del Carácter y su
abordaje corporal.

EL PRINCIPIO DE IDENTIDAD FUNCIONAL

El principio de identidad funcional mente-cuerpo, es tanto la base de la mirada


de la psicoterapia corporal reichiana, como también es la base de su tratamiento. Esto
significa que opera primero para la realización de un diagnóstico caracterial, que se
realiza a partir de las manifestaciones corporales del paciente (rasgos físicos y lenguaje
no verbal) y luego para la intervención terapéutica, que se realiza en ambos planos a la
vez (físico y mental), pues se considera que los cambios sobre los procesos corporales
subyacentes son parte de la transformación del fenómeno total.

Fisiológicamente hablando, una situación de placer provoca una expansión del


organismo como un todo, producto de la actuación del sistema nervioso parasimpático;
así como en una situación de displacer el organismo se contrae por entero, como
consecuencia de la acción del sistema nervioso simpático.

54
“En el nivel psíquico más elevado, la expansión biológica se experimenta como
placer; la contracción se experimenta como displacer. En el ámbito de los fenómenos
instintivos, la expansión actúa como excitación, la contracción actúa como ansiedad. En
un nivel fisiológico más profundo, la expansión corresponde al funcionamiento
parasimpático y la contracción al funcionamiento simpático” (Reich, 1994[1942],
p.289).

Esto lleva a Reich a plantear la “identidad y la antítesis psicosomática”, en el


entendido de que soma y psique son expresiones de una misma energía biológica, y por
tanto dicha energía dominaba no sólo lo somático sino también lo psíquico, de manera
que la cualidad de una actitud psíquica depende de la cantidad de excitación somática
subyacente (Reich, 1994 [1942]). Es así como en el organismo se daría una estructura
dinámica para el equilibrio de las fuerzas, en donde por ejemplo tensión y relajamiento
sería una antítesis de dichas fuerzas.

Diagrama de la unidad y antítesis psicosomática.

Un gran impulso vital tiene dos manifestaciones


cuerpo y mente.

A partir de esta constatación, Reich pensó que su


teoría del orgasmo, y la libido descrita por Freud, podían ser medidas cuantitativamente
siendo el orgasmo realmente una descarga bioeléctrica de la tensión energética. Estos
descubrimientos confirmaron que la formula tensión-carga, contracción-expansión,
placer-angustia son determinados por cuatro tiempos: tensión mecánica, carga
bioeléctrica, descarga bioeléctrica, y relajación.

Reich observó que este mecanismo de carga y descarga era común a las células
en general, verificó que todas ellas se dividen y pasan por el mismo proceso que en la
fórmula del orgasmo, de manera que ésta podría ser llamada la “fórmula de la vida”.

55
“Después del descubrimiento de la fórmula y del reflejo del orgasmo, Reich se
dio cuenta del hecho de que los movimientos orgásticos del cuerpo humano tenían una
grandísima semejanza e incluso podían ser idénticos a los observados en los protozoos
con el microscopio. Esto le llevó a preguntarse si la función del orgasmo sería común a
toda la materia viva y si su fórmula podría ser, la fórmula general del funcionamiento de
la vida” (Raknes).

La fórmula de la vida de Reich daba cuenta del movimiento propio de los


organismos vivos, que se manifestaba como la constante y alternante contracción y
expansión de su cuerpo. Este movimiento oscilatorio lo denominará “Pulsación”, y
constituye el principio de lo vivo. En los seres humanos se manifiesta claramente a
través del placer (expansión) y la angustia (contracción), y en general se puede
evidenciar en la expresión de las distintas emociones.

Reich, observó que este movimiento pulsátil en organismos más simples -


principalmente en organismo unicelulares (protoozarios)- se ve interrumpido cuando
son sometidos a agresiones del medio exterior (amenazas de peligro), y cuando la
amenaza se hace crónica reducen permanentemente su movilidad. Constato con esto,
que el mecanismo de contracción muscular es una respuesta refleja de los organismos
frente al peligro, y que si el peligro persiste a largo plazo, las contracciones se vuelven
crónicas provocando el anquilosamiento del cuerpo y la consecuente disminución del
movimiento natural del organismo, es decir va limitando la capacidad de respuesta
espontánea.

Llevando estas observaciones al ámbito humano; es posible postular que la


estructura neurótica se caracterizaría por la presencia tensiones musculares crónicas
mantenidas por la influencia del sistema nervioso simpático (simpaticotonía) que buscan
contener angustia, emociones reprimidas e impulsos de diverso orden. Como explica
Reich, “la neurosis no es, en modo alguno, únicamente la expresión de un equilibrio
psíquico perturbado, es mucho más correcto y significativo considerarla como la
expresión de una perturbación crónica del equilibrio vegetativo y de la motilidad
natural” (Reich)

56
ALGUNOS CONCEPTOS SOBRE EL CUERPO COMO SIGNIFICADO
CULTURAL-SOCIAL

Desde los inicios de la cultura, la noción de cuerpo y mente, ha pasado por


múltiples concepciones, puesto que la concepción que el ser humano tiene de sí,
necesariamente está atravesada por el entorno cultural e histórico en el que se haya
inserto. Por tanto, la forma en que el mundo occidental se ha relacionado con el cuerpo
no ha sido siempre la misma, a lo largo de las épocas y las civilizaciones, los mitos y las
ideas sobre el cuerpo han ido asumiendo tantas formas como numerosos y polivalentes
son los productos culturales”. De esta manera, cada sociedad esboza, en el interior de su
visión del mundo, un saber singular sobre el cuerpo: sus constituyentes, sus usos, sus
correspondencias; le otorga sentido y valor. En este sentido es que las concepciones del
cuerpo son tributarias de las concepciones de la persona”.

Alexander Lowen, entre otros autores, explica que nuestra ideología sobre el
cuerpo como mundo Occidental, ha sido marcada por la herencia de la tradición
judeocristiana, que se ve confirmada siglos más tardes por la concepción cartesiana. El
cristianismo al concebir la existencia como producto de un soplo divino (espíritu)
encarnado en una realidad material, instala una oposición entre dos dominios de distinta
naturaleza. Realiza una idealización de un alma metafísica, que se encuentra en franca
oposición de un cuerpo material, lugar de pasiones, deseos e impulsos que alejarían al
hombre del camino a Dios. Esta tradición marcó profundamente el destino de
Occidente, diferenciándose de Oriente, en cuanto éste último le asignó una mayor
importancia al cuerpo, e incluso se le consideró como vía de acceso al desarrollo
espiritual. Es posible postular, que la herencia del dualismo cartesiano produjo una
división al interior de la psicología, quedando marcada por dos campos: una psicología
fisiológica y científica, que procura estudiar y explicar la causalidad de los procesos
psicológicos elementales, definiendo leyes objetivas; y una psicología subjetiva o
descriptiva, que estudia las formas conscientes superiores del hombre, identificándolas
como manifestaciones del alma.

Sin embargo, Wilhelm Reich -padre de la psicoterapia corporal- hizo en los años
30 un rescate de la concepción unitaria del hombre, al entenderlo como expresión de un
gran impulso de vida, que tendrá manifestaciones psíquicas y somáticas. Si bien es

57
cierto, que Reich es reconocido por la psicología como quien retoma claramente la
concepción unitaria del ser humano, existieron diversos autores previos a él que de
alguna manera fueron tendiendo puentes entre el concepto de mente y el de cuerpo.

Boadella menciona que Spinoza, Leibniz, Goethe y los primeros


hipnoterapeutas que seguían a Franz Mesmer establecieron ciertos principios sobre los
que se fue desarrollando gradualmente la psicoterapia corporal. En París, Pierre Janet
estableció varias de las bases de la aproximación psico-física con relación a las
emociones, el tono muscular, la respiración y el sistema nervioso vegetativo. Este
trabajo fue extendido por George Groddeck en Berlín, quien fue muy influyente en el
método de Sandor Ferenczi. El trabajo de Janet sobre la imagen del cuerpo fue
continuado por Paul Schilder a principios del siglo XX. Lo interesante de esto último, es
que Paul Shilder fue profesor de Wilhelm Reich así como Sandor Ferenczi fue su
colega.

Otros autores colocan a S.Freud como una suerte de precursor de la psicoterapia


corporal, en cuanto al ser discípulo de Charcot, heredó la labor de Mesmer con la
hipnosis y la catarsis. Es incluso el mismo Reich quién establece los postulados
económicos de Freud, como el motor de su trabajo de investigación, en donde el
original interés de Freud por establecer las bases biológicas de la neurosis se convirtió
en el norte de su labor.

¿QUE ES LA PSICOTERAPIA CORPORAL?

David Boadella dice que debe entenderse a la psicoterapia corporal como aquella
práctica en donde cuerpo y mente se hacen presentes en el espacio terapéutico, sin
excluir nunca el uno del otro.

La psicoterapia corporal se ha constituido como un enfoque psicoterapéutico


que ha sido reconocido por la Asociación Europea de Psicoterapia (EAP) y por el
Consejo Mundial de Psicoterapia (WCP). Tiene a su haber una larga historia y una
sólida posición teórica. Posee un modelo sobre el desarrollo, una teoría de la
personalidad, hipótesis a cerca de los orígenes de los disturbios psicológicos y otras

58
alteraciones, así como también posee una rica variedad de técnicas para el diagnóstico y
el tratamiento, todo lo cual hace que sea considerado como un brazo importante del
cuerpo principal de psicoterapias (EABP, 2005).

El postulado central de Reich, sobre el cual se asienta la psicoterapia corporal,


es la noción de identidad funcional del cuerpo y la mente. Esta noción significa que todo
fenómeno humano tiene una doble cara. Un ejemplo gráfico de ello es cómo trastornos
físicos, infecciones virales o incluso períodos pre-menstruales, pueden alterar estados
cognitivos y emocionales.

De igual manera, un estado anímico depresivo puede generar una baja en el sistema
inmunológico y/u hormonal.

Como se aprecia este principio no tiene que ver con la psicologización del
dominio fisiológico - acción muy común en ciertas líneas de la psicología, y en especial
en el psicoanálisis de principios del siglo XX- pues como explica Reich “no se trata de
transferir el concepto fisiológico al dominio psíquico, no se trata de una analogía, sino
de una verdadera identidad, la identidad de las funciones psíquica y somática”.

Retomando el modelo de la psicoterapia corporal, hay que señalar que si bien es


cierto, que la psicoterapia corporal se perfila claramente como disciplina a partir de las
conceptualizaciones de W. Reich, el desarrollo que ha tenido es amplio, y no todas sus
manifestaciones tienen que ver con su obra, por el contrario hay modelos que son
considerados psicoterapia corporal por la inclusión que hacen del cuerpo en el espacio
terapéutico, pero que no trabajan desde la mirada reichiana.

La Terapia Primal de A. Janov, el psicodrama de Moreno, previo incluso a la


obra de Reich, o el trabajo corporal que hace S. Grof dentro de su perspectiva
transpersonal, son algunos de los modelos que se incluyen dentro de las diversas
clasificaciones que se hacen de esta rama de la psicoterapia, pero que poco tienen que
ver con el legado de Reich.

59
Unidad 2
“Revisión histórica-social de la postergación de la mujer”

60
INTRODUCCION

En esta unidad reconoceremos el desplazamiento de los diversos roles que a lo


largo de la historia y en diferentes espacios socio-culturales fue ocupando la mujer, su
sexualidad y los mitos y/ o creencias que se tejieron durante cientos de años con ella
como tema central, reconoceremos además desde los fundamentos de la teoría reichiana,
desplegados en el capítulo anterior, el impacto que estos modos de pensar a la mujer en
las diferentes épocas y culturas, tuvo en su mente y cuerpo, y como los sentimientos que
se fueron generando en ellas en este derrotero, habrían conformado los diferentes
diques de contención emocional-energético o bloqueos, con las consiguientes corazas
caracterológicas=conjunto de mecanismos de defensa crónicos.

LA HISTORIA

La historia de la mujer y su constitución como sujeto resultante de la producción


social, se remonta a los comienzos de la humanidad. .El concepto de subjetividad
femenina fue gestándose a lo largo de los diferentes momentos históricos en las distintas
sociedades, sobre todo europeas.

El Dr. Daniel López Rosetti en su libro “Ellas”, trata sobre las diferencias entre
“ellos y ellas”, en su obra se remonta a millones de años atrás fundamentando su
posición; desde su óptica tomaremos su relato desde el inicio de los tiempos.

Para este autor, es necesario remontarnos en el tiempo para comprender las


diferencias biológicas que existen entre “Ellos y Ellas”, sobre todo psicológicas,
emocionales y de conducta, ya que parte de la respuesta está en los diferentes roles que
“Ellas” han desempeñado desde nuestros orígenes como especie.

La biología y la genética resultan absolutamente insuficientes para comprender


nuestras diferencias, el procesamiento emocional también es diferente…” no somos
seres racionales sino más bien seres emocionales que razonan”… La emoción decide y
la razón intenta justificarla.

61
Nuestro pasado ancestral nos marca a fuego, es cierto, los tiempos han
cambiado... la sociedad y la cultura moderna modificaron los roles, pero, aun así
metafóricamente hablando, siguen existiendo las cavernas ellas, ellos y sus crías.

“Nuestra historia ancestral se remonta a lo largo de millones de años de


evolución, sin embargo podemos ubicar la cuna de nuestra especie en África; en la
localidad etíope de Adar vivió el Australopithecus Afarensis un homínido, un mamífero
de aspecto humano que caminaba en dos patas, si comenzamos entonces con nuestra
historia evolutiva con este primer mamífero, nos remontaremos a la sabana africana, allí
vivió Lucy nombre de un esqueleto de Australopithecus descubierto por el paleontólogo
norteamericano Donald Johanson en 1974, Lucy no razonaba como nosotros pero por
entonces seguramente tenía emociones básicas, ya ella seguramente se sentía diferente
desde el momento que daba luz y amamantaba a sus crías”.

“Ellas” eran las madres de nuestra prehistoria, cuanto de instinto y cuanto de


emoción o sentimiento es tema de discusión, pero seguramente sentían..Y ya había en
sus cuerpos cambios hormonales, de conducta y de roles; luego de Lucy vinieron otros
Australepithecus como el Africanus y el Robustus aún muy primitivos; hace 1.000.000
de años atrás aparece el Homo Erectus, primero en usar el fuego y herramientas que nos
acercan al presente y muchísimo más cerca, hace unos 200.000 años aparece el hombre
de Neandertal.

“Hace unos 40.000 años atrás, se registró al hombre de Cromagnón, con una
capacidad craneana parecida a las nuestras, ellos fueron los que primero habrían
desarrollado ritos y ceremonias religiosas, en otras palabras, los primeros en manifestar
creencias, fe y sentido de trascendencia; fue el primer homínido en creer en algo
Superior.

Mientras esta evolución se producía los roles de ellas se diferenciaron cada vez
más, la evolución seguía avanzando y hace apenas unos 30.000 años aparecimos
nosotros, el Homo Sapiens- hombre que sabe-; el hombre que llegó a la luna y que
también arrojó la bomba atómica sobre sus semejantes lo bueno y lo malo fue
construido por nosotros mismos”…

62
Durante nuestra evolución, las emociones y los sentimientos también cambiaron,
es decir que las emociones también tuvieron un desarrollo evolutivo, tomemos por caso
el miedo, justamente esa emoción es la que nos alerta frente a la amenaza de un
predador, activa nuestra mente y nuestro cuerpo para luchar o huir y así salvar la vida,
este emoción protegió a nuestros antepasados de las fieras que intentaban devorarlos y
continúa siendo igualmente importante en nuestros días, como emoción protectora y de
alarma frente a las amenazas cotidianas, por lo tanto, es la emoción más antigua y de ahí
la importancia que ocupa en nuestras vidas tanto el miedo como sus sucedáneos y
variantes, como la ansiedad.

En todo este recorrido durante el cual hemos evolucionado… “Ellas,


desarrollaron roles y conductas que les fueron propios, diferenciándose cada vez más.,
cuidaban a las crías - esto fue desde siempre-… fueron cuidadoras ya sea de las crías, de
los machos y de las cuevas donde vivían, siempre cuidaron y ayudaron más que el
macho, su profesión más antigua no es la prostitución, es la de comadrona, aquella
hembra que ayuda a otras en el parto dando sostén a la madre y a las crías, esta conducta
está en la esencia de la hembra y por eso mismo, siempre sintieron más preocupación, el
miedo y temor al cuidar sus crías frente a peligros y agresiones; desde entonces, el
miedo y la ansiedad se relacionan en nuestros cerebros, los distintos síndromes de
ansiedad que hoy conocemos tales como ansiedad patológica, síndrome de ansiedad
generalizada, fobias y ataques de pánico, son mucho más frecuentes en ellas y esto bien
puede ser consecuencia de la conducta y preocupación ancestral que requirieron para
cuidarse como mamíferos físicamente más débil que los machos y al cuidado de las
crías, aquí el autor situa el origen de las emociones en base al instinto”…

“Hay otro aspecto que también explica la diferenciación de roles y de conductas,


este aspecto seria su modo de sentir; en el principio de nuestra evolución Machos y
Hembras vivían separados, independientemente. Las hembras aceptaban al macho con
muy poca frecuencia y con la sola finalidad de reproducirse. El periodo fértil de ellas
probablemente se daba una o dos veces al año, por lo cual la relación macho-hembra era
aislada, oportunista, poco frecuente y nada estable…la relación sexual era como en
algunos mamíferos actuales, el macho tomaba la hembra por detrás para el acto de la
cópula, por entonces nuestros antecesores caminaban en cuatro patas, desde la

63
evolución biológica, en un momento determinado estos homínidos se pusieron de pie y
fue cuando se desencadenó un sinnúmero de cambios, comenzaron a caminar en dos
patas, el órgano sexual de la hembra se ubicó anatómicamente más hacia adelante,
posibilitando que la relación sexual fuera de frente, macho y hembra ahora frente a
frente mirándose, identificándose de manera afectiva y directa...

El ciclo ovulatorio de la hembra se hizo más corto de modo que recepcionaba al


macho cada vez con mayor frecuencia, simultáneamente y como consecuencia de la
bipedestación los brazos ya no eran necesarios para desplazarse asumiendo nuevas
funciones, como resultado, macho y hembra se frecuentaron cada vez más al tiempo que
aumentaba la identificación del uno para con el otro, como si se hubiese producido un
diálogo tácito y natural entre ellos, la hembra le dio a entender que los recepcionaría
sexualmente en forma más frecuente, y siendo que él ahora caminaba en dos patas tenía
dos brazos y dos manos disponibles le propuso que utilizará sus miembros inferiores
para recorrer mayores distancias, para cazar y conseguir el alimento, el macho por su
parte aceptó la propuesta y asumiendo que la hembra también tenía disponibles los
brazos y las manos le solicitó la preparación de alimentos y el cuidado de las crías
amamantándolas por más tiempo, de algún modo el macho comenzó a querer a su
hembra, ella a su macho y ambos protegieron, cuidaron y quisieron a sus crías, naciendo
a algo nuevo: la familia, macho y hembra con sus crías compartirían la misma cueva
los mismos alimentos y una nueva emoción en desarrollo, el amor y las emociones
relacionadas, fue así como acorde a la evolución de la especie, nuevas funciones
emocionales aparecieron, estás, justifican acciones y la hembra tendrá funciones que le
son propias como el cuidado de las crías, mientras recaerá en el macho la obligación de
la búsqueda del alimento… esta descripción es forzadamente metafórica,
razonablemente útil para explicar nuestra evolución”..

En algún momento de nuestra historia evolutiva, está hembra o este macho no


solamente defenderán sus propias vidas y las de sus crías sino también a otros miembros
de su comunidad es decir la defensa del grupo y aparecerá con el tiempo, el altruismo.
De este modo, las emociones se fueron desarrollando desde las más simples y
elementales como el miedo, hasta las emociones y sentimientos más complejos de hoy

64
en día; al ser el miedo y el amor emociones tan antiguas y ancestrales se explicaría el
porqué de su importancia en nuestra vida y en nuestras relaciones emocionales.”..

Respecto a la sexualidad y en esta pregunta de si la sexualidad es peligrosa


también iremos hacia nuestros orígenes ancestrales, donde la sexualidad paso de ser un
requerimiento básico para la reproducción de la especie a un estilo comportamental
relacionado íntimamente con los procesos de socialización,

Desde la definición de consenso de la Organización Mundial de la Salud de


2006, la sexualidad es un aspecto central del ser humano, presente a lo largo de toda su
vida, abarca: el sexo, las identidades y los papeles de género de la orientación sexual, el
erotismo, el placer, la intimidad y la reproducción; la sexualidad se vivencia y se
expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos y creencias, actitudes, valores
conductas, prácticas, papeles y relaciones interpersonales, la sexualidad está influida por
la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos,
culturales, éticos, legales, históricos y espirituales.

Sin duda el origen de la sexualidad encuentra su fundamento en la biología y la


reproducción, es decir que el sexo fue necesario desde siempre simplemente por el
hecho requerido de la fecundación; en los albores de la humanidad, sólo podemos
teorizar sobre otros aspectos de la relación sexual entre macho y hembra.

“El sexo prehistórico no era una práctica oculta, era natural como alimentarse.
En la cueva de Hohle Fels, cerca de la ciudad alemana de Ulm, fue descubierto un falo
esculpido y pulimentado. El objeto de piedra de 20 cm de largo y 3cm de ancho fue
reconstruido a partir de 14 fragmentos de piedra de sílex y representa una imagen de un
pene humano en todos sus detalles. Según Los investigadores este falo de 28,000 años
de antigüedad, además de su valor simbólico, bien pudo ser utilizado como” ayuda
sexual”, convirtiéndose así en el “juguete sexual” más antiguo de que disponemos.

El sexo prehistórico era una actividad desinhibida.

¿Cuál era la relación y el rol que Ellas tenían en el ámbito de la sexualidad, en


este periodo de la historia?

65
Se sabe que la sexualidad de ellas no fue siempre igual durante la Edad de
Piedra. Estudios al respecto sostienen que, el cambio se produjo cuando se
establecieron los primeros asentamientos. Cuando los grupos humanos eran cazadores-
pescadores y recolectores, la hembra, tenía un rol parecido al del macho, también
cazaba o ayudaba a cazar, pescar y recolectar igual que el macho, por lo tanto era
independiente y autosuficiente, la hembra salía a buscar alimento igual que el macho ,y
eso le daba libertad, a su vez era dueña del sexo requerido por el macho, lo que
terminaba por “darle poder”, de modo figurativo, en la Prehistoria la voz de la hembra
era de igual peso que la del Macho. La situación habría cambiado cuando pasamos de
ser cazadores- recolectores a establecernos en asentamientos, conformando los primeros
grupos humanos organizados en sociedad que desarrollaron la agricultura y la
ganadería. Esta situación resultó ser un progreso social.

Cuando el hombre, se estableció en asentamientos y luego en ciudades


aparecieron las posesiones, es decir la propiedad. Los grupos se organizaron en familias
y lo hicieron en casas, donde comenzaron a cuidar sus tierras, sus cultivos, sus animales,
la familia, garantizando la vida de los hijos. Dentro de este nuevo esquema de
organización social surgió una institución, la vida en pareja, lo que hoy llamamos
matrimonio.

Hombre y mujer se organizan y el hombre comienza a controlar ciertas cosas y,


entre ellas, “la reproducción”, es decir, en definitiva el control de” la posesión de la
mujer”, aquí las la libertad que la mujer tenía en la etapa de cazadores-recolectores
cambia radicalmente comenzando socialmente el periodo de regulación de las relaciones
interpersonales dentro de la pareja, el hombre queriendo garantizar que los hijos fueran
de su simiente. Comienza así el interjuego social, cultural e incluso legal que nos
acompaña hasta nuestros días.

“Es difícil encontrar pruebas concluyentes que determinen el momento en que


las normativas de la relación cambiaron y la mujer perdió esa libertad y condición casi
igualitaria de la Edad de Piedra, dando lugar a una nueva dinámica social.”…

La sexualidad de la mujer en el mundo antiguo también tuvo sus peculiares


características según la cultura en cuestión, 4.500 a.C, 3000 aC. Egipto época

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predinástica. En términos generales “Ellas”, lo pasaban bien en Egipto, ya que resultó
ser, una sociedad donde se respetaban mucho los derechos y la sexualidad de las
mujeres , y este modo de ser y pensar se explicaría por el origen mitológico de las
creencias divinas de los egipcios; estas creencias sobre el origen de la humanidad tenían
una fuerte carga sexual.

Según la mitología egipcia el mundo era un caos acuático original del cual
emerge el “Dios Athum o Dios Sol”, Athum aquel que “existe por sí mismo” derramó
su propio semen y creo una pareja de dioses, Shu, “El Dios del aire y el vacío aéreo” y
Tefnut la “Diosa de la humedad”. De la Unión de estos dioses hermanos, nacieron Nut”
Diosa del cielo” y Geb, “dios de la tierra”, de la relación sexual de Nut con Geb,
nacieron Osiris, Set, Isis y Neftis, luego vendrían el resto de los dioses de la mitología y
así se dio el origen del universo concebido por los egipcios. Para ellos, el sexo estaba
relacionado con el mismísimo origen del Cosmos, y en tanto ello, resultaba algo natural
en la fe como así también en la vida diaria. El sexo no era tabú, por el contrario, esta era
una situación que diferenciaba la sociedad egipcia de sus contemporáneos

En este Egipto, la infidelidad femenina estaba censurada, mientras que al


hombre de la realeza o de la clase económicamente acomodada se le permitía tener
varias esposas y concubinas, sin embargo esta situación no se daba entre la gente del
pueblo, las relaciones prematrimoniales eran aceptadas tanto en varones como en
mujeres, un dato interesante son las casas de cerveza muy populares en Egipto, reunirse
en las casas de cerveza para tomar y charlar era muy común entre los hombres y aquí
viene lo interesante las mujeres podían ir libremente allí, suerte de bar de la época,
tomar e incluso emborracharse y entablar relación circunstancial con un hombre si lo
deseaba, la mujer podía mantener una relación sexual con él en la trastienda del local,
esta conducta estaba plenamente aceptada en las mujeres solteras. Una mención especial
merece la prostitución, practica acorde con las creencias religiosas de esta cultura, el
nacimiento del Cosmos y el universo conocido por los egipcios tenia para ellos su
origen en el acto sexual entre los dioses, así la prostitución guardaba relación y
aceptación con este antecedente.

Había prostitución en ceremonias religiosas, en las cuales se organizaban incluso


orgias, Las sacerdotisas no sólo tenían relaciones sexuales sino que hacían uso de

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objetos de forma fálica a modo de juguetes sexuales o de ayuda sexual. Estas mujeres
llamadas “palacidas” eran de origen aristocrático, lo que da una idea de la aceptación
social de la práctica sexual, ellas se distinguían por su belleza, eran bien vistas, eran
aceptadas al igual que las llamadas “Kat Thaud” o prostitutas qué ofrecían sexo por
dinero en tabernas, ellas hacían su trabajo con esmero, vestían ropas sugestivas, se
pintaban sensualmente los labios y ojos, y eran bailarinas, tocaban la lira, cuyo sonido
era atractivo y excitante según pudo observarse en un papiro erótico de Turín.

Los ritos sagrados se relacionaban con rituales de fertilización para propiciar la


crecida del río Nilo y la fertilización de la tierra que daría el alimento para todo el
pueblo. El matrimonio era la base de la sociedad egipcia, se sabe que el hombre
guardaba respeto por la mujer y la consideraba como tal, por otro lado existían tantos
casamientos como divorcios y nuevos casamientos, lo que señala la libertad para formar
pareja estable en el Antiguo Egipto, a su vez era muy común que una mujer se separara
varias veces y volviera a unirse a otro hombre, el matrimonio no estaba arreglado por la
ley sino que se daba de hecho como convivencia de la pareja. El adulterio era una
circunstancia común, tanto en ellas como en hombres en una sociedad sexualmente muy
liberal, el incesto es decir la relación sexual entre familiares no era común, excepto en la
realeza donde se buscaba la pureza de la sangre real, lo cual tampoco estaba mal visto,
un caso paradigmático es el de El faraón Tutankamón, sucede que el padre de
Tutankamón era Amenofis IV o Akenaton y la esposa supuesta madre de Tutankamón
era la Reina Nefertiti . Como resultado de estudios genéticos de ADN en un grupo de
momias reales, se pudo establecer, algunos datos de filiación, así sabemos como prueba
de incesto que la verdadera madre de Tutankamón no fue Nefertiti esposa primaria de
Akenaton sino la hermana de este, entonces, Tutankamón seria hijo de Akenatón y de su
hermana quien fue también su tía, otro dato de interés con este faraón, es que en la
tumba de Tutankamón se encontraron profilácticos hechos de intestinos de corderos,
otro de los recursos anticonceptivo de la época; un dato de interés también era la
vestimenta usada en el antiguo Egipto, las ropas eran livianas para enfrentar el calor, las
mujeres usaban ropa cómoda, atractiva y llamativa, los colores, los escotes y sus
transparencias de lino eran de uso común, ellas vestían sensualmente.

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En definitiva los egipcios, vivieron una sexualidad igualitaria y permisiva y ellas
disfrutaban de valores sexuales, que respetaban su libertad, aún más que en algunas
sociedades actuales, en el Antiguo Egipto ellas llevaban una vida sensual y erótica. Fue
una sociedad liberal en términos sexuales

La Grecia de hace más o menos 2400 años, no era el mejor lugar para una
mujer. Grecia es la cuna de la civilización occidental, los filósofos presocráticos,
Sócrates, Platón y Aristóteles sentaron las bases de la filosofía moderna, la ciencia, la
medicina, la política, la democracia, nacieron en este lugar.…” maravilloso para los
hombres”,

La cultura sexual griega es difícil de entender desde nuestra óptica actual, todo
lo que hoy se considera inmoral y promiscuo era simplemente normal y natural para los
griegos, ellos, integraban el sexo como una actividad proveedora de placer sin límites ni
restricciones, era la manifestación del imperio de los sentidos en su máxima expresión
erótica y sexual, el origen de la mitología griega, era la base divina que justificaba
cualquier práctica terrenal, entre los dioses la actividad sexual sin límites ni
restricciones fue un modelo a copiar en la vida cotidiana.

La mitología griega es un complicado caleidoscopio donde la sexualidad incluía


de modo natural infidelidades, promiscuidad y prácticas aberrantes de todo tipo.

En la Grecia clásica, los varones vivían libremente la sexualidad, eran


culturalmente muy diferentes, por ejemplo estaba bien visto que los hombres mayores
fueron una suerte de mentores de jóvenes adolescentes que resultaban ser sus amantes.
Los mayores eran los “erastes” y los adolescentes que brindaban su belleza y
complacencia sexual los “eromenos”, se esperaba que los” eromenos” respetaran a sus
mentores y que no lo desearan sexualmente, así se originó la institucionalización griega
de la relación sexual de un hombre mayor con un joven o niño, dando origen a la
pederastia.

Los “erastes” se encargaban de la educación protección y enseñanza sobre cómo


debían conducirse e integrarse a la sociedad sus jóvenes amantes. Estaba bien visto y
era una relación entre hombres a la que se debía aspirar. El amor entre ellos era
admitido, promovido y muy respetado en la sociedad y los jóvenes griegos se

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prostituían a cambio de dinero o bienes, otros en cambio, eran vendidos por sus padres a
aquellos mayores que los desearan por su juventud y belleza física, también estaban los
jóvenes adinerados de buenas familias que iniciaban relaciones con hombres mayores y
simplemente por deseo. Todo estaba permitido. Grecia fue la primera civilización en
aceptar la homosexualidad masculina y promoverla como ideal del sexo y del amor. La
bisexualidad era la normalidad, así podemos decir que la sexualidad en la Grecia clásica
era un hecho cultural.

¿Cuál fue el rol de “Ella”?... no el mejor, así el año 449 A:C Pericles, gran
político y orador, gobernaba Atenas y fue él quien en búsqueda del ateniense ideal,
determinó cuál debía ser la condición del ciudadano, ambos progenitores debían ser
nativos de la ciudad. Y así las cosas, mientras el amor y el sexo de los hombres se
encontraba en otros hombres, la mujer quedó relegada a un segundo y alejado lugar, su
destino era engendrar hijos y permanecer encerrada en sus casas.

La vida pública de los atenienses estaba reservada sólo a los hombres que se
reunían en el centro social de la ciudad, el ágora o mercado, los hombres encontraban en
las mujeres sólo a las madres de sus hijos, a quienes debían cuidar y alimentar,
preferentemente se destinaba predilección por los hijos varones los cuales un día serían
ciudadanos atenienses. Claramente el Atenas de la Grecia clásica no era un lugar de
libertad para ellas, el permanecer encerradas era además una forma de impedir cualquier
acto de infidelidad que diera origen a un embarazo sobre todo de extranjeros de otras
ciudades como Corinto y Esparta, debían mantener el linaje ateniense, así el control de
la mujer quedaba asegurado por un hombre, que sería su marido, o por el padre sí estaba
soltera. Los hombres, sólo encontraban en Ellas el sexo necesario para engendrar,
reservando el placer sexual y el amor para otros hombres.

Platón afirmaba que la relación entre hombre y mujer era un hecho secundario y
que el amor elevado y espiritual quedaba limitado a la relación entre hombres, la mujer
vivía en consecuencia una represión social y de sus libertades públicas, sin la menor
libertad erótico sexual. Mientras tanto, las prepúberes eran reservadas para un
matrimonio convenido por sus padres, la primera relación sexual debía realizarse antes
de la primera menstruación, así al ser penetrada por el hombre mayor, la menstruación
no sería retenida por la mujer ya que saldría fácilmente por la vagina evitando

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alteraciones emocionales y de comportamiento, los hombres mayores domesticaban
sexualmente a la mujer qué encontraría en el casamiento, algo parecido a un tratamiento
médico y confinamiento doméstico. Se remonta a esta época el diagnóstico peyorativo
de histeria como el conjunto de síntomas de ataques femeninos descritos por
Hipócrates.

Menos información precisa se tiene sobre la vida sexual de las mujeres entre
ellas, aunque se supone que la bisexualidad era frecuente, de hecho, la homosexualidad
de la mujer se encuentra reflejada en los versos de la poetisa Safo, que hace referencia
al amor entre mujeres, Safo vivió hacia el siglo Vl a.C en la isla griega de Lesbos de
dónde proviene el término lesbianismo; una situación diferente alcanzaban las
prostitutas griegas, la prostitución era legal a punto tal que el precio de los servicios de
las mujeres que la ejercían era regulados por el estado, de hecho por su trabajo debían
pagar impuestos, la mayoría de las prostitutas eran esclavas o resultantes de botines de
guerra, las había propias de la clase más baja que trabajaban en burdeles o por las calles
del puerto de Pireo en Atenas, también, estaban aquellas de más alto nivel que se
desempeñaban en la clase media ateniense, aunque merece una consideración especial el
caso de las” hetairas o heteras”, se trataba de aquellas prostitutas refinadas o cortesanas
que practicaban una forma refinada de prostitución, ellas enriquecían sus prácticas
sexuales con especial encanto y desenvolvimiento; las” hetairas” recibían educación y
en consecuencia daban mucho más a los hombres que sexo, ellas daban conversación,
por eso eran las únicas mujeres, que en virtud de su cultura, eran invitadas a los
banquetes o “simposium”, donde los hombres se reunían a conversar y discutir
diferentes temas. Las “hetairas” alternaban prácticas sexuales amatorias con
conversación y la ejecución de instrumentos musicales, ellas estaban bien consideradas
por los hombres, la mayoría eran ricas e incluso poderosas, algunas resultaron ser
famosas como el caso de Frine’ que fue modelo y amante del famoso escultor
Prexísteles de Atenas, según la historia, del amor de ambos surgió el ideal del amor
heterosexual en Grecia.

En Roma, la situación de la mujer fue diferente en algunos aspectos, si bien era


el hombre el que ejercía el poder, ella podía hacer lo que quisiese en términos de
sexualidad. La bisexualidad era frecuente y admitida, la sociedad romana no se dividía

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en términos de heterosexualidad y homosexualidad, respecto al comportamiento sexual
del hombre más bien se dividía en términos de conducta activa o pasiva sin importar el
género. En la sexualidad todo estaba permitido. Allí los placeres del erotismo y la
sexualidad eran vivenciados con intensidad.

La expresión brutal de la sexualidad violenta, y hasta cruel fue practicada por


los propios emperadores. También era frecuente la relación sexual y de amor entre un
hombre mayor y un adolescente- la pederastia-era habitual entre los romanos.

Era común que los ciudadanos tuvieran esclavos sexuales, hombres o mujeres,
los que eran comprados en lugares públicos, a la vista de todos , existió además un
registro público de prostitutas que tributaban impuestos, pues en Roma abundaban los
burdeles en todas las ciudades y la prostitución era un oficio legal. El mantener una
relación sexual con una prostituta era común habitual y normal y no era considerado
adulterio.

Dentro de este mundo de la sexualidad romana la mujer gozaba de razonable


libertad, no estaban confinadas a sus casas y disfrutaban de la vida pública, era común
que asistieron a fiestas, y que pasearan libremente, exhibiendo sus encantos. El divorcio
era frecuente entre los romanos y lo interesante es que podía ser solicitado por
cualquiera de las partes. La infidelidad conyugal no estaba penada y a lo sumo era causa
de divorcio, era frecuente también, que la mujer tuviera varios matrimonios durante su
vida y de hecho, esto era una situación habitual.

Otro aspecto a resaltar era la protección jurídica sobre la integridad física


femenina que existía en Roma, por ejemplo, la violación de una mujer era causa de
severos castigos.

En las tempranas épocas de la tradición judeo- cristiana, el modo de producción


religioso instituyó un tipo particular de sujeto humano a imagen y semejanza de un Dios
masculino cuya autoridad omnipotente se ejercía sobre quienes consideraba sus bienes,
su mujer, sus hijos, siervos y animales.

La noción de sujeto humano estaba superpuesta a la de” hombre religioso” en


tanto la mujer era un objeto que debía ser dominado incapaz de trascender el orden

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divino, ya que en este mundo cristiano únicamente el hombre tiene alma, sólo él está
hecho a imagen y semejanza de Dios, en consecuencia la mujer representará lo
instintivo lo irracional lo animal, uno la razón el otro sin razón y por lo consiguiente el
primero deberá controlar al segundo.

Como su sexo no ha llegado a su completo desarrollo, lo caracterizara la


debilidad, la fragilidad y por lo tanto será la puerta por donde entrara el demonio, su
cuerpo será entonces la perdición de los hombres. La interpretación de los mitos
sociales familiares e individuales que en determinada época se impusieron como única
verdad habrían servido para direccionar la vida de los individuos y de la sociedad ,
incidiendo en la constitución de la subjetividad femenina, a partir de ello intentaremos
identificar los elementos que en este devenir subjetivo facilitan o entorpecen el
desarrollo de las capacidades críticas, racionales y emocionales de la mujer en su
desarrollo individual y colectivo dentro de las diversas culturas.

C. Jung consagro parte e de su obra al estudio de los mitos, consideraba que la


base de la psique seria mítico- practica, hasta tal punto que todos los seres humanos
tendrían una estructura psíquica inconciente similar, la que denomino inconciente
colectivo, la misma estaría constituida por motivos mitológicos o imágenes primigenias,
siendo sus verdaderos exponentes los mitos panculturales. Según la obra jungiana, el
mito forma parte de los acontecimientos psíquicos denominados arquetipos,
entendiendo por estos, los papeles latentes e internamente predeterminados expresados
en todos los hombres mediante pautas afectivas y de comportamiento, cual herencia
colectiva de la humanidad plasmada en imágenes primordiales e inmateriales
transmitidas a lo largo de la historia.(Revista digital de medicina psicosomática y
psicoterapia)

Pensar acerca de los mitos sobre la mujer no es simplemente describir como


son las cosas, sino develar que su interpretación personal y/o colectiva prescribieron
acciones en el sentido de como las cosas debían ser, ya que los mitos funcionarían como
una forma de prescripción y control social sustentando lo visible y lo invisible de la
realidad.

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Con respecto a la mujer lo que se visibilizaría en los mitos sociales individuales
y familiares serían aquellas cualidades que denotan los aspectos maternales, el amor
incondicional, la ternura, instinto materno, amor romántico y pasividad erotica ,
sumisión, belleza , pulcritud etc.

Mientras que los aspectos que se invisibilizarian o se condenarían de lo


femenino en los mitos serían sus cualidades de agresividad, placer sexual erótico,
libertad y poder.

La historia de la mujer y su constitución como sujeto resultante de la


producción social, se remonta a los comienzos de la humanidad.

El concepto de subjetividad femenina, fue gestándose a lo largo de los


diferentes momentos históricos en las distintas sociedades, sobre todo europeas.

Dos Mitos interpretaremos en esta historia, los mismos reflejan el pensamiento


que habría dado lugar a considerar y tratar a la mujer desde el pensamiento dicotómico,
como buena, o mala.

“Lilith, la demoniaca primera mujer que abandonó a Adán según la tradición


judía”. Algunas interpretaciones rabínicas aseguran que durante la creación aparece
insinuada una tercera presencia humana, Lilith, que hunde sus orígenes en la tradición
mesopotámica. El Judaísmo no la ha deificado, pero la ha empleado para introducir el
concepto del mal ligado al erotismo femenino
«Y de la costilla que Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al
hombre. Dijo entonces a Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi
carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada», relata el libro del
Génesis sobre la creación bíblica de la primera mujer en la faz de la tierra, Eva.
No en vano, una extendida interpretación rabínica considera que la referencia, en
un versículo anterior, a que «Dios creó varón y hembra los creó» significa que
hubo otra mujer antes, la cual terminó abandonando el Paraíso. Según esta
tradición judía, Lilith es esa mujer que precedió a Eva, y que, una vez lejos de
Adán, se convirtió en un demonio que rapta a los niños en sus cunas por la noche y
una encarnación de la belleza maligna así como la madre del adulterio.

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Más allá de esta tradición hebrea, el origen del mito de Lilith parece
contar con raíces sumerias o acadias. En concreto había en Mesopotamia, según
el arqueólogo británico Reginald Campbell Thompson, un grupo de demonios
femeninos derivado de la criatura Lilitú (Lilu, Lilitu y Ardat Lili) con unas
características que responden a esta figura mitológica: eran mitad humanas y mitad
divinas, usaban la seducción y el erotismo como armas; y la noche era su hábitat
natural. Todos estos súcubos, en cualquier caso, tenían las cualidades de lo que
luego se ha representado como los vampiros, aunque cubiertos de pelo, y derivaban
de la palabra «viento» o «espíritu». Esta tradición habría pasado más tarde a la
cultura judía a través de los semíticos residentes en Babilonia. Los judíos
adaptaron así al hebreo el nombre de esta criatura maligna hasta vincularlo
posiblemente a la palabra «laila» (traducido como noche).

Lilitú perdió varias cualidades con su versión hebrea, como es su carácter


divino, pero adquirió una personalidad más compleja. Su presencia es frecuente en
el folclore y los textos del Judaísmo, entre ellos el Génesis, según defienden
algunas interpretaciones rabínicas. Así, frente a las dudas que ha generado el
fragmento del Génesis «y creó Dios al hombre (Adán) a su imagen, a imagen de
Dios los creó; varón y hembra los creó», han surgido interpretaciones de diferentes
rabinos a lo largo de la historia que plantean que, o bien Adán fue creado
inicialmente como un andrógino –que poseía un cuerpo femenino y uno
masculino unidos por la espalda–, o, como recoge repetidas veces en su obra el
mitólogo inglés Robert Graves, hubo otra mujer antes que Eva, la rebelde y
lujuriosa Lilith, que finalmente abandonó el paraíso.

«Yo también fui hecha con polvo»

Según el Yalqut Reubeni –una colección del siglo XVII de midrashim


(interpretaciones de textos antiguos) por el rabino Rubén Hoschke Kohen–,
« Dios formó a Lilith del mismo modo que había formado a Adán, aunque utilizó
inmundicia y sedimento en lugar de polvo puro». La inmundicia habría convertido
a esta criatura en un demonio del que, a su vez, nacieron otras criaturas malignas
que «todavía atormentan a la humanidad». Estos demonios hembras se dedicaban a

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atacar a las madres durante los partos con el fin de robar al recién nacido para
luego matarlo, como retrata un sello cilíndrico expuesto en el Museo de Oxford.

En este sentido, existe otra interpretación que presenta a Lilith como una
criatura igual a Adán, hecha de polvo puro, que se rebela contra los designios
divinos y muestra un marcado carácter. En el Alfabeto de Ben Sira (escrito entre
el siglo VIII y el XI), se narra cómo Lilith se resistió a yacer por debajo de
Adán: «¿ Por qué he de yacer debajo de ti? Yo también fui hecha con polvo y por
tanto, soy tu igual», afirmó Lilith, que, al ser forzada por Adán a obedecerle,
pronunció el nombre de Dios en vano y decidió abandonar el Edén con dirección
al Mar Rojo.

Esta versión de Lilith se ha emplazado como una representación de las


mujeres canaaneas y su visión de las relaciones sexuales en un periodo, hacia el
586 a.C, en el que se fusionaron parcialmente los panteones propios de los
canaanitas con los hebreos. De esta manera, la demonización de Lilith es una
crítica a las prácticas de las mujeres canaaneas dadas a mantener relaciones
sexuales pre-matrimoniales y a una sexualidad más abierta que la mostrada por las
hebreas. Lilith es el demonio rebelde, el mal ejemplo que precedió a Eva, más
obediente a lo que Adán esperaba de una mujer. No en vano, algunas de las
cualidades de esta versión de Lilith parecen haberse inspirado en el principal culto
femenino de los canaanitas –el pueblo que según el Antiguo
Testamento conquistaron los judíos tras el éxodo por el desierto, Asheráh, diosa
de los partos y la fertilidad.

Tras abandonar el paraíso, Lilith se asentó en la costa del Mar Rojo. Esta
región se caracterizaba, según esta tradición mitológica, por la presencia de
innumerables demonios, con los cuales engendró nuevas criaturas, «a razón de más
de cien por día». Ante este hecho, Dios envió a un grupo de ángeles para
exigirla que volviera con Adán: «Regresa con Adán de inmediato o te
ahogaremos». A lo que ella respondió que ya no podía regresar porque «Dios me
ha ordenado que me haga cargo de todos los recién nacidos, de los niños hasta el
octavo día de vida (el de la circuncisión) y de las niñas hasta el vigésimo día».

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Finalmente, Dios permitió vivir a Lilith, pero la castigó haciendo que cientos de
sus hijos demoniacos perecieran cada día. Desde entonces, la hermosa criatura se
propuso matar a todos los hijos de Adán y a todas las madres durante el
nacimiento y los días siguientes al parto.”

Todo lo que hace que una mujer sea calificada como buena o mala, agradable o
desagradable, todo lo que prescribe en cuanto a sus conductas de cómo debe
comportarse socialmente, como debe ejercer su sexualidad, cuanto poder económico le
corresponde etc..puede ser analizado a partir de estos mitos sociales en la medida que
constituyen un conjunto de creencias y anhelos colectivos que estarían ordenando la
valoración social que la mujer tendría en un momento cultural político de una sociedad.

Estas fuerzas sociales también estarían presentes en los hombres, dando los
parámetros de la significación en cada uno de la función paterna, como también de la
imagen de mujer que construyen, es decir de las valoraciones que se tendrán de uno u
otro sexo. Como consecuencias estas fuerzas ordenarían las prácticas de hombres
mujeres y niños, practicas individuales y sociales, publicas y privadas, estableciendo
una realidad con sentido histórico-social, las que serían desplegadas a través de la
palabra. Estos mitos del imaginario social serian entonces piezas fundamentales que
regulan, organizan, estipulan y no solo prohíben en el obrar de los individuos.

Complejo de Agar y Sara

Muchos de los complejos llevan el nombre de personajes históricos, figuras


mitológicas o protagonistas de obras literarias o bíblicas, por ejemplo el complejo de
Agar y Sara.

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La palabra «Complejo», fue creada por Carl G. Jung pero fue la discusión sobre
el psicoanálisis freudiano que se popularizó llegando a ser una palabra de uso corriente
y hasta vulgar.

El Complejo de Agar y Sara es padecido por los hombres cuando de manera


consciente o inconsciente dividen a las mujeres en dos grupos.

En uno de los grupos en los que podemos encontrar a las abuelas, las madres, las
hermanas, las tías, o a las profesoras, pertenece al grupo de
las mujeres buenas, puras e intocables.

El segundo grupo lo formarían las mujeres malas. Estas


son las mujeres que son utilizadas para la satisfacción sexual, no
entra en este terreno el amor o el respeto. Son mujeres a las que
consideran indignas de ser amadas.

Agar fue una esclava egipcia, concubina de Abraham, madre de Ismael.

Debido a la esterilidad de Sara, cuenta la biblia que Sara empujó a su marido


Abraham a tener descendencia a través de Agar, de la que nació Ismael, del que
desciende los ismaelitas.

Agar, después de haberle dado un hijo a Abraham fue maltratada por Sara y
expulsada, solo le quedó vagar por el desierto. Y salvo que un ángel le dijo que su
descendencia sería tan grande como los granos de arena del desierto, nada más se sabe
de ella.

De donde podemos deducir que Agar representa a la mujer que solo sirve para
tener sexo sin amor, a pesar de que fue Sara y no Abraham la que vió un peligro en
Agar. Y por eliminación Sara, la esposa, a pesar de ser estéril, o precisamente por eso,
la mujer pura y dignificada.

Con la mediación del concilio de Trento, se le adjudicara un alma a la mujer,


pero aun así siguió siendo concebida como hembra humana por su labor reproductora.

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En ese momento de la historia, la mujer oscilaba alrededor de dos posiciones
sociales, ya como vírgenes dignas de ser santificadas o bien como demoniacos agentes
de la sensualidad y lo irracional y en cualquiera de estos dos casos su definición como
sujeto se daba por la confirmación del hombre, tratándose ya de una de las formas del
poder patriarcal.

En la comunidad domestica de la antigua casa feudal y a lo largo de toda la


etapa preindustrial, las mujeres, si bien dependían social y económicamente del padre,
patrón, participaban simultáneamente la producción de bienes y en la reproducción, su
labor domestica era altamente valorada ya que esta era parte de la labor productiva de la
familia como un todo, donde el juicio de existencia de cada uno de sus miembros se
daba desde su interioridad, asegurándoles cualidad de sujetos en tanto miembros,
aquellas mujeres que escapaban de estos circuitos familiares por quedar solas, por
revelarse al orden familiar patriarcal, eran aisladas como enfermas mentales y alienadas
del orden social.(Burin Mabel 1991-Tesis de Licenciatura-Ceballos B-Soria N)

No hay sociedad sin mito, los mitos que una sociedad instala son cristalizaciones
de significación que operan como organizadores de sentido en el accionar, pensar y
sentir de los hombres y mujeres que conforman esa sociedad, sustentando a su vez la
orientación y legitimidad de sus instituciones.

En la edad media aun profundamente religiosa surge la inquisición en Francia


1204 y con ella la persecución de las brujas, la pregunta al respecto es:¿ porque eran
mayoritariamente mujeres? El mundo medieval, fue una época amenazada por
demonios, y donde podían estos habitar sino en el cuerpo de las mujeres?, en muchas
oportunidades los síntomas histéricos de las mujeres sirvieron como pretexto para las
persecuciones por herejía. Durante la edad media, el lugar feudal de la mujer era la casa,
de donde salían para contraer matrimonio o profesar en conventos, así entre el
campesinado no existía otra alternativa para ellas que la de la servidumbre, el
vagabundeo y la prostitución, las que eran acusadas de brujas eran en su mayoría
mujeres viejas, pobres y carentes de prestigio social. Ellas eran la única fuente de
conocimientos y sabiduría en alternativas saludables del campesinado y los ciudadanos
pobres pues tenían conocimientos basados en plantas y hierbas, sabían de traumatología,
entuertos, embarazos partos, por lo tanto entendían de ginecología e incluso de

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psicología y demostraban un amplio saber empírico sobre los sentimientos y los deseos
de las personas.

En el siglo XIII la medicina comenzó a tener carácter académico bajo los


auspicios de la iglesia y de las clases dirigentes, "las brujas" fueron perseguidas junto
con los sanadores moros y judíos, creándose dos clases de medicina: una de cristianos
cultos, "masculina", la otra perteneciente a la magia, la hechicería y la superstición,
"femenina", que asistían a la gente pobre, pero que las leyes y la iglesia condenaron
bajo la acusación de herejía.

La casa de brujas constituyó, un "sexocidio" que perseguía a aquellas mujeres


que habían perdido sus encantos físicos, su posibilidad de procrear y/o de reponer su
fuerza de trabajo en el ámbito del hogar. Mujeres que hicieron uso de su sexualidad
fuera de los límites prescritos y aprobados socialmente o aquellas que se reunían,
formaban grupos y lograban vivir autónomamente dedicándose a actividades no
domésticas y que además cuestionaban la autoridad masculina, demostrando una
independencia cognitiva de los hombres, mediante el ejercicio de transmisión de un
saber de mujeres. Estas parecían ser las condiciones para que las mujeres de aquella
época configuraran alguna noción acerca de su subjetividad, eran sujetos de un saber
convalidado por sus pares.(Burrin,Mabel.1987-Tesis de Licenciatura.CeballosB-Soria
Norma)

Durante el renacimiento se mantuvo la imagen de la mujer que el clero había


sostenido a través de la Biblia y en gran parte del siglo XXI, Eva será siempre inferior y
maldita.

En 1650, Harvey descubre que todo embrión se desarrolla en un huevo esta


nueva explicación, de la concepción, deja establecido científicamente que la mujer
produce un huevo que será fecundado luego por el semen masculino, hasta ese momento
la mayoría de las personas ilustradas de la época, dudaban respecto a la contribución de
la mujer en la reproducción, siendo consenso para la época el carácter viril de la
simiente. Se demuestra que ambos sexos son indispensables y que actúan en forma
complementaria. Se valoriza el sexo femenino y comienza un largo proceso histórico de
veneración de la maternidad.

80
Desde el punto de vista teológico, se evidenció un cambio también en el culto a
la Virgen María. En la edad media fue venerada principalmente por virgen dado que en
aquella época se propugnaba la castidad, Paro los cristianos del siglo XVII, el culto a
María es la veneración de la maternidad y toda mujer adquiere valor como individuo en
tanto posible madre.

Junto a esta reformulación de la maternidad, además de un proceso de


medicalización del cuerpo de las mujeres, se habría dado otro rasgo característico, la
conceptualización creciente de la debilidad femenina explicada por dos razones: la
particularidad de su temperamento y la fuerza de su matriz. Allí habría comenzado
entonces el desplazamiento del mito mujer= hombre inacabado, por el de mujer =útero,
que regentearía la medicina hasta el siglo XIX.

El conjunto de significaciones que el imaginario social habría creado en la


Modernidad en relación con la familia se cristalizo en lo cotidiano, sosteniendo las
nuevas formas que delimitarían el conjunto de atribuciones, prescripciones y
prohibiciones de lo femenino y lo masculino en este periodo de la historia.

Tres son los mitos que con diferentes narrativas habrían dado forma al universo
de significaciones imaginarias que conformaron a la familia y que intentaron lo
femenino y lo masculino en la modernidad, abriendo así un espacio público
racionalizado y un espacio privado sentimentalizado.

Estos mitos: MUJER- MADRE, el AMOR ROMANTICO y PASIVIDAD EROTICA


de la mujer se habrían constituido como las piezas claves del disciplinamiento de la
sociedad. (Fernández Ana María. 1993)

Los individuos , las parejas y la familia elegirían y adoptarían como propios los
mitos culturales, los cuales serían modificados y reelaborados de modo que se adecuen a
la mitología de cada individuo y así serían reutilizados para mantener el concepto de
uno mismo y para mantener la integridad personal, también serían utilizados para
mantener la estructura organizativa de los sistemas matrimonial y familiar, sosteniendo
pautas previsibles de interacción entre los miembros de la familia.( Ceballos B-Soria
Norma 2010)

81
Hacia fines del siglo XVII, los dogmas teológicos y las creencias populares se
fueron modificando, la razón se erige en la medida de todas las cosas.

Las figuras religiosas de autoridad, fueron sustituidas por autoridades seculares que
rigieron a los ciudadanos como una gran familia. Lentamente se fue dando el cambio
hacia la familia burguesa lo que habría originado cambios en las condiciones de vida de
la mujer.

El desarrollo de la familia nuclear llegó a un estrechamiento de los límites de la


intimidad personal, reduciendo el entorno de las mujeres, las tareas domésticas, el
consumo, la crianza de los hijos (que hasta ese momento habían estado en manos de
nodrizas con altísimas tasas de mortalidad infantil hacia el 1700) lo privado e íntimo de
los vínculos afectivo, se convirtieron en su ámbito natural. Se fueron configurando una
serie de prescripciones respecto de la moral materna, que suponía un modelo femenino
en el seno del ámbito doméstico con características psíquicas de receptividad,
contención y nutrición, no sólo de niños sino de los hombres que regresaban al hogar
después del trabajo, ahora extradoméstico.

En la medida que la función materna de las mujeres quedó cada vez más
disociada de las otras actividades, también se volvió más aislada exclusiva y excluyente.

La familia cada vez más reducida a un solo núcleo, pasará entonces a ser el lugar
de los afectos, allí, reina y prisionera del nuevo hogar, disminuirán sus frondosas
descendencias y al disminuir la cantidad de hijos les dedicara a ellos toda su vida pues
se ha extendido en virtud del culto a la madre la noción de maternidad.

El desarrollo de esta moral materna y las condiciones de vida de aislamiento en


lo doméstico, imprimen en el psiquismo de las mujeres un cambio históricamente
importante: La gestación del ideal maternal como ideal privilegiado constitutivo de la
subjetividad femenina. Ideal femenino, que se llamó según Betty Friedman la "mística
de la feminidad" y qué propone la realización de la mujer a través de su dedicación
exclusiva al hogar y a los hijos. Este ideal femenino pertenece al sistema patriarcal -
siglos XVIII y XIX, periodo histórico caracterizado precisamente por el surgimiento de
la familia nuclear, justamente con la creciente industrialización.

82
En este periodo de la historia la mujer se define por su dedicación exclusiva a la
procreación, crianza y educación de los hijos.

A principio del siglo XX, con las formulaciones psicoanalíticas aportadas por
Freud, se expresaría con mayor claridad la nueva ideología sobre la relación madre-hijo
poniendo énfasis sobre el concepto de simbiosis destacándose la importancia de los
cuidados maternales para la salud psicológica del bebé. El psicoanálisis de esa época
nos habría dejado como legado la obsesión sublime por la relación madre-hijo.

A partir de los años 50 se habrían consolidado tres importantes ejes los cuales
permitieron pensar a la mujer como un nuevo sujeto social; por un lado miles de
anónimas mujeres en diferentes países irrumpen masivamente en el mercado laboral, su
acceso a la educación secundaria y terciaria, ciertas adquisición de códigos públicos
transformaciones en los contratos conyugales, como en sus regímenes de fidelidad,
nuevas maneras de vivir su erotismo y por otro lado se había agregado la creciente
desnaturalización de la vida doméstica como una cuestión exclusiva de mujeres.

Otro eje se referiría a la práctica política de los movimientos feministas y su


lucha sistemática en el plano legal y laboral a favor de leyes y normas más justas para
las mujeres con las permanentes denuncias sobre la discriminación de género y la
formación de grupos de autoayuda.

El tercer eje corresponde a las académicas y su labor durante 20 años en los


centros universitarios analizando la ausencia de la dimensión de género en sus
respectivas disciplinas.… Nuestro país, como el resto de Latinoamérica, en tanto país
colonizado, la Argentina, pareciera haber sufrido el fenómeno de "identificación con el
agresor", esto nos habría llevado probablemente adoptar su ideología sus modos de
percibir y comprender nuestro mundo sobre todo en lo que se refería a la ideal cultural
de sacrificio y abnegación impuesto las mujeres argentinas desde los albores de nuestra
historia y que habría operado mediante el ejercicio de la labor de maternaje tanto de los
niños como de los hombres.

La colonización del Río de la Plata se hizo extendiendo a estas regiones los


hábitos de vida e ideología de la cultura europea dominante del siglo XV, así
encontramos que "La obediencia es una de las virtudes más apreciables de la mujer y la

83
esencia del matrimonio". La misión de la mujer es dar a luz muchos hijos tejer hilar
preparar las comidas y amasar el pan destinado a la familia", estas eran opiniones
manifestadas en los años posteriores a 1810 (siglo XXI) (Rodríguez, Molas R. 1985)

Desde el punto de vista jurídico, la mujer era vista como la eterna menor, ya que
estaba bajo la tutela del padre primero y del esposo después no pudiendo poseer bienes
propios, ni siquiera aquellos que derivaran de su actividad profesional, no podía
suscribir documentos públicos o tener una libreta de ahorro entre otras cosas.

Las representaciones sociales de aquella época sobre las mujeres como sujetos,
seguían teniendo como eje principal el escenario doméstico, como madre y esposa, el
resto eran pobres desdichadas marginadas de la valoración social, o bien eran "audaces"
que intentaban ofrecer una noción de su subjetividad mediante el ejercicio de trabajo
reconocido socialmente, como la docencia o carreras profesionales.

La mujer de la época, reflejaba las características acordes al sistema patriarcal,


presentando rasgos predominantemente afectivos, dulzura, suavidad, emotividad,
pasividad belleza y sobre todo necesitada de protección masculina.

Pero también fueron contradictoriamente años de logros para la mujer, sobre


todo en el plano político y económico, difundidas en ese momento por el peronismo.

La imagen que habría brindado Eva Perón (1948), de mujer fuerte y autónoma
había tenido gran influencia sobre la ideología del momento, ya que ligada a la
obtención del voto femenino, llevó a una revalorización de la mujer como ser pensante
además de afectivo.

Si bien el peronismo instó a la mujer a luchar por su lugar dentro del espacio
político al mismo tiempo afirmó su lugar dentro del hogar como basamento de la
sociedad. La educación patriarcal de años anteriores habría sido el basamento de los
discursos peronistas de la década del 50. El hogar es el santuario de la maternidad y el
fundamento de la sociedad es la esfera apropiada en la que la mujer al servicio de su
país y de sus hijos cumple diariamente con sus servicios patrióticos.

Hacia finales del siglo XX Ana María Fernández se pregunta en una de sus
obras dedicada a la mujer, ¿ qué es una mujer? para ella la mujer es una ilusión, una

84
invención social compartida y recreada por hombres y mujeres, una imagen, producto
del entrecruzamiento de diferentes mitos del imaginario social, lugar desde el cual, tanto
hombres como mujeres, en cada período histórico, intentan dar sentido a sus prácticas y
discursos.

En la actualidad, comenzando el siglo XXI, las condiciones si bien han


evolucionado en muchos puntos, en lo que refiere a la cuestión de género y roles, siguen
siendo transmitidos tan estereotipadamente como a principios del siglo XX.

El proceso de construcción de las identidades tanto femeninas como masculinas,


sería desde un enfoque ecológico, un complejo entramado de factores macro, micro y
exo sistémicos que habrían dado como resultado, las modalidades cognitivas, afectivas,
comportamentales e interaccionales que se han venido describiendo hasta aquí como
características de las mujeres y hombres de nuestra cultura.

85
Unidad 3
“De la regulación moral a la regulación económica”

86
En relación a los cambios sociales que se han venido dando en el correr de la
historia donde las mujeres están reclamando y haciendo valer sus derechos y
defendiendo la soberanía sobre sus cuerpos y decisiones, se podría contribuir a
comprender las influencias que la sociedad impuso e impone sobre las mujeres desde la
perspectiva de la teoría de Wilhelm Reich y de algunos autores afines a su enfoque; y
en referencia a su concepción de la autorregulación económica; y cómo puede esto
aportar hacia la construcción de una identidad femenina.

MANDATOS SOCIALES

Según la mirada de Reich, W. las sociedades autoritarias y represivas


sexualmente desarrollan ansiedad orgástica, miedo al placer, al amor y en definitiva
miedo a vivir, producen un bloqueo de todas las corrientes de energía vital, necesarias
para la autorrealización de una persona.

Reich creía que esta estasis sexual (o energía inhibida) es también la causa de
muchas enfermedades debido a su efecto sobre el sistema nervioso central. Más aún, es
la causa de enfermedades sociales.

La guerra, el racismo, el sexismo, la explotación de un grupo humano por otro,


el fascismo y las dictaduras abiertas o encubiertas, están básicamente originadas en el
odio, y, en este sentido, Reich sostenía que los gobiernos autoritarios no se les imponen
a los pueblos por la obra de unos pocos poderosos, en realidad se apoyan y surgen de las
propias actitudes autoritarias de los hombres, que a su vez arrancan de los modelos
familiares autoritarios y represivos sexualmente.

Estos modelos familiares dan lugar a seres con una estructura caracterológica
resignada e impotente, escasa de autoestima y sometida a la autoridad, al tiempo que
abrigan fuertes y ocultos sentimientos de sadismo y rebeldía.

87
La gente que posee tal estructura de carácter puede estar clamando por la
libertad y la independencia pero en realidad les teme profundamente. De este modo es el
soporte ideal para cualquier movimiento político represivo.

LOS MANDATOS FAMILIARES

En la evolución que transforma el matriarcado en patriarcado, la familia


adquiere, además de su función económica, la función mucho más significativa de
moldear la estructura humana, haciéndola pasar de miembro libre del clan a miembro
oprimido de la familia. Resumamos los puntos esenciales de este cambio sicológico: la
relación entre los miembros del clan, libre y voluntaria, basada exclusivamente en los
intereses vitales comunes, es sustituida por un conflicto entre los intereses económicos y
sexuales. La libre realización del propio trabajo es sustituida por el trabajo obligatorio y
la rebelión contra él; la sociabilidad sexual natural es sustituida por las exigencias de la
moralidad; la camaradería entre guerreros es sustituida por el cortejo personal; la
relación amorosa, voluntaria y feliz, es sustituida por el «deber conyugal»; la
solidaridad del clan es sustituida por los lazos familiares y la rebelión contra ellos; la
vida dirigida según la economía sexual, es sustituida por la represión genital, y con ella,
por primera vez, los trastornos neuróticos y las perversiones sexuales; el organismo
biológico, fuerte por naturaleza, seguro de sí mismo, se debilita, se empobrece, tiembla
y teme a Dios; la experiencia orgástica de la naturaleza es sustituida por el éxtasis
místico, la «experiencia religiosa», y el lánguido, insatisfecho suspirar vegetativo; el
ego debilitado del individuo busca su fuerza en la identificación con la tribu, después
«nación», y con el jefe de la tribu, después el patriarca de la tribu y el rey de la nación.
Con esto, ha nacido ya la estructura del vasallo; el anclaje estructural de la subyugación
humana queda asegurado. (Reich, W., España 1993, p.175, 176)

En diversos períodos históricos las mujeres han formado parte de este tipo de
culturas, ocupando como mujeres y madres un lugar desfavorable junto a las clases
sociales más oprimidas. La organización familiar y sus mandatos compulsivos reeditan
los patrones represivos de la sociedad.

88
EL MANDATO COYUGAL

“La moralidad también es una dictadura si su resultado final es considerar que


todas las personas que poseen un sentimiento natural por la vida, están en el mismo
nivel que la pornografía. Quiérase o no, así se prolonga la existencia de la obscenidad y
se lleva a la ruina la felicidad natural en el amor. Es necesario sentar una protesta
contundente cuando se califica de inmoral al hombre que basa su conducta social en
leyes internas y no en formas compulsivas externas. Las personas son marido y mujer,
no porque hayan recibido los sacramentos sino porque se sienten marido y mujer. Es la
ley interna y no la externa la medida de la libertad auténtica…La conducta moral natural
presupone la libertad de los procesos sexuales naturales.” (Reich, W., Bs. As. 1983,
p.24-25)

Sin embargo el poder social opresor se arrogaba el derecho de dictaminar y


juzgar las conductas sexuales, subjetivas, individuales y familiares, determinando lo
prohibido e instituyendo lo permitido. Las mujeres en esta estructura familiar, también
fueron menos reconocidas en sus derechos, por ejemplo, las mujeres solteras eran
discriminadas, igualmente la estériles, además eran sujetas al marido, “esposadas”.

Como podemos conocer a través de sus escritos Reich tenía una profunda mirada
social y consideraba los mandatos sociales, como contexto donde se desarrollan familias
represoras, que a través de la moralidad oprimen las libertades individuales y además así
desarrollan individuos temerosos y faltos de confianza que en sí mismos reproducen
compulsivamente las formas de opresión. Es en el núcleo mismo del matrimonio
compulsivo donde las mujeres ven negadas las posibilidades de vivir su sexualidad con
libertad, y además porque así se constituyó desde la niñez, negando los impulsos
naturales, desde madres que no supieron reconocer ni sus propias necesidades ni las del
niño, sumisas también al poder y la autoridad de otros sobre su cuerpo; estas mujeres
adultas “histéricas” que según la mirada de Reich, se mueven y se expresan como
profundamente sexuadas y en realidad es un juego o máscara social, ya que no están en
lo profundo conectadas con sus impulsos vitales. Mujeres y hombres partícipes de una
unión amorosa, donde no circula realmente el placer por la vida y la libertad de ser,
ambos educados según leyes externas a sus procesos naturales, ambos carentes de
verdadero afecto, recrean el sistema de desigualdad y sumisión.

89
Como nos ilustra el Dr. Navarro, F.:

Cuando a lo largo del desarrollo, desde la formación del estado embrionario, el


animal humano se encuentra en una realidad que lo contrae y lo asfixia ya en dicho
estado, y que le va impedir desarrollar sus necesidades y sus fases sexuales de manera
natural, imponiéndole un estado de cosas basado en la inhibición de los sentimientos y
la sexualidad en sus distintas fases sexuales, el organismo para no morir va desarrollar
la formación de una coraza caráctero muscular defensiva de sus propias pulsiones(si
no siente no hay conflicto) y del exterior. Coraza compuesta de actitudes caracteriales
defensivas que ocultan los impulsos destructivos frutos de la frustración a la que se ha
visto sometido, y que a su vez, ocultan los instintos y deseos naturales, junto a una
fuerte tensión muscular crónica mantenida por la influencia del sistema nervioso
simpático, para contener la angustia y las emociones reprimidas, produciendo una
fuerte pérdida de contacto con sus propios deseos y necesidades y viviendo en base a lo
impuesto y a lo externo (al rol). (Navarro, F., “La Somatopsicodinámica”, España 1988,
p.25)

LA PRINCESA ENAMORADA

La idealización de la mujer como doncella inocente, agregó una cuota más de


irrealidad y subordinación a la figura social de la mujer, que “perdida” en el amor, se
vio cegada ante toda evidencia de dolor.

Simone de Beauvoir prolongó esta perspectiva: “ Al no poder constituirse sino


en un sujeto inesencial que no hace presa real en el mundo, la mujer busca su salvación
en el culto al amor”. (Lipovetsky, G., París 1997, p 39.)

Lo que se afirma en el caso de las mujeres en los cuentos de hadas, es el ideal de


belleza pero también la impecable inocencia, que a los albores del florecer de su
sexualidad, cae presa del amor hacia un hombre que se presenta como su salvador,
rescatador, proveedor y seductor. Se ve tentada hacia al mundo exterior, conducida,
esposada, hacia la promesa de la felicidad eterna. Cuando comienza la verdadera vida
de desencuentro matrimonial, de obligaciones asumidas que la ubican en una situación

90
de inferioridad, dada su absoluta dependencia del salvador, allí comienza el encuentro
con su inseguridad, su desvalidez, su soledad, y para mantener viva la ilusión del amor
eterno, del “todo por amor” se ve enredada en la trampa de complacer a todos menos a
sí misma o se siente culpable e intenta sumirse aún más en los ideales de princesa bella,
buena, amable… La princesa cae víctima y la salida no la cuentan los cuentos de hadas.
Como va viviendo desde una gran fantasía la realidad no tarda mucho en tornarse
frustrante.

LO ESTÉTICO FEMENINO

Está claro que el triunfo estético de lo femenino no conmocionó en absoluto las


relaciones jerárquicas reales que subordinan la mujer al hombre. En múltiples
aspectos, cabe sostener que contribuyó a reforzar el estereotipo de la mujer frágil y
pasiva, de la mujer inferior en mentalidad, condenada a la dependencia con respecto a
los hombres. Tanto más cuanto que los himnos a la belleza sólo exaltaban a una mujer
ficticia. En las estampas alegóricas se representa a mujeres diáfanas cuyas expresiones
idealizadas y no individualizadas asemejan en mayor medida el segundo sexo a un
ángel o una criatura mágica que a un ser real.

Por un lado, la cultura del bello sexo está emparentada con una lógica de tipo
«arcaico» basada en la desigualdad y la desemejanza radical entre los sexos. Para los
hombres la fuerza y la razón; para las mujeres la debilidad de la mente y la belleza del
cuerpo. Uno y otro sexo son aprehendidos bajo el signo de la heterogeneidad de las
cualidades en el hilo conductor de un pasado inmemorial. Ahora bien, por otra parte,
semejante consagración coincide con una desestabilización de la economía tradicional
que rige la disimilitud de los géneros. Aun cuando las mujeres han ocupado siempre
papeles y lugares reconocidos en la sociedad, no por ello se las confinaba menos al
orden de la naturaleza salvaje o del caos y, por ende, se las excluía de las funciones
nobles de la cultura. Al llegar la época del bello sexo, esta relegación deja de ser
absoluta; las mujeres adquieren el derecho a los homenajes y a la notoriedad social.
Un cambio semejante sólo pudo producirse porque la absoluta heterogeneidad de la
mujer dejó de darse por sentada; el advenimiento del reinado del bello sexo se vio

91
propiciado por la erosión que sufrió la percepción de la mujer como «ralea maldita» y
«mitad peligrosa» de la humanidad. (Lipovetsky, G., “La tercera mujer – Permanencia y
revolución de lo femenino”, Barcelona 1992, p.115)

LA BELLA MUJER

La cultura del bello sexo no se limita a alzar a las féminas unas contra otras,
sino que divide y hiere a cada una en su interior. Las imágenes superlativas de la
mujer vehiculadas por los medios de comunicación acentúan el terror a los estragos de
la edad, engendran complejo de inferioridad, vergüenza de una misma, odio al cuerpo.

En la actualidad, una de cada tres americanas y ocho de cada diez en torno a


los 18 años se declaran «muy insatisfechas» con su cuerpo. Mientras que la mayoría
de las mujeres se consideran demasiado gordas, el 95 % de ellas sobreestiman en
una cuarta parte, aproximadamente, las dimensiones de su cuerpo. Cuanto más difunde
nuestra sociedad los consejos e imágenes estéticos, peor viven las mujeres su aspecto
físico; tendencialmente, el bello sexo no se ve bello. Durante largo tiempo la
hermosura femenina se asimiló a una trampa que amenazaba a los hombres; en la
actualidad, las feministas la analizan como un medio de opresión de la mujer.
(Lipovetsky, G., Barcelona 1992, p. 138)

Es a toda luz evidente y sobre todo en las cifras alarmantes más actualizadas, la
tremenda represión que resiente la capacidad de ser mujer libre autorregulada, tal como
lo indica el siguiente informe, de una entrevista en infobae 2012:

SÍNDROME MARIPILI

Por síndrome de Maripili se conoce a las actitudes no conscientes de sabotaje


que tienen muchas mujeres como consecuencia del miedo a no ser queridas, entre otras
cosas y que llega a influir y perjudicar todos los aspectos de su vida.

Infobae.com entrevistó a la licenciada Elsa E. Álvarez (MN 944) y la licenciada


Cecilia Lotero (MN 37589), del Instituto de Psicología Argentino (Inepa) para conocer
más acerca de este mal, para que quienes lo padecen puedan identificarse en esta nota y

92
pedir ayuda. Porque la buena noticia es que esas sensaciones de inferioridad pueden
revertirse.

El síndrome de Maripili tiene raíces culturales, sociales, familiares y


emocionales.

En una cultura donde se endiosa el perfeccionismo, la estética a ultranza, una


ideología de preponderancia masculina y el tomar a los seres humanos como objetos, es
lógico que tengan como efecto personalidades autoexigentes y preocupadas por
“pertenecer”, donde “pertenecer” significa dejar de lado las propias metas y objetivos
para tener en cuenta los objetivos de la cultura.

Por otro lado, ciertos grupos familiares impulsan aun más estos modelos sociales
de exitismo y perfeccionismo, pretendiendo que las hijas criadas en estos hogares sean
“perfectas” en cuanto a su belleza física y a su adecuación al modelo social. Mujeres
perfectas para encontrar maridos perfectos (buen nivel económico, probablemente
profesionales, deportistas o empresarios exitosos) para tener hijos también perfectos,
viviendo en barrios perfectos.

Estas familias provocan un estrés y desgaste emocional profundo en los hijos


que educan, en este caso hijas, que tratan desesperadamente de adecuarse a lo que se
espera de ellas convirtiéndose en seres inseguros, muchas veces de aspecto físico muy
agradable y paradojalmente de baja autoestima, muy atentas a cualquier imperfección
física, ya que esto implica descender en el modelo social.

Este síndrome es sufrido por mujeres que viven de acuerdo a un modelo de


sumisión. Esto implica aceptarse a sí mismas como objetos, que pueden ser “vendidos”
y “comprados” comercialmente, por lo tanto se adaptan a los que los modelos
masculinos pretende de ellas, lo cual equivale aceptar un modelo de competitividad,
donde algunos están arriba y otros abajo. En este modelo, las mujeres están abajo y los
hombres, arriba.

¿Cuál es la causa? ¿Dónde tiene su origen?

93
Su origen: el miedo de las mujeres a no ser queridas, el miedo a no complacer
las expectativas del entorno; en resumen la sumisión como modelo existencial.

¿Cómo afecta la vida diaria de quien lo padece?

Muchas veces, su miedo a ser abandonadas y no queridas las lleva a someterse a


situaciones de injusticia y/o violencia por ejemplo, en el seno familiar.

Lo que ocurre es que la ciega necesidad de ser amado, respetado y reconocido


por las personas que nos rodean puede llevar a someterse incondicionalmente a otro por
temor e inseguridad, con la consiguiente carga de emociones negativas que pueda
volcarse hacia el otro o hacia si mismo en conductas violentas autodestructiva (por
ejemplo adicciones) o también enfermedades.

Las personas que padecen este síndrome, suelen encerrarse en sí mismas,


plantean que siempre todo está bien, se muestran siempre deseosas de ayudar al otro,
olvidándose de sí mismos, nunca plantean preferencias ni gustos personales, van por
ejemplo a ver películas que otros deciden, a restoranes que a otros les agradan,
adquieren la ropa que más les gusta a amigas, madre o parejas.

En síntesis, no toman consciencia de sus propios deseos, preferencias,


sentimientos. Su única guía es agradar al otro y ocultarse tras esta sensación de que los
deseos de los otros están primero que los propios.

Esto, con el transcurso del tiempo provoca más y más emociones desagradables,
sienten mucho enojo consigo mismas por su complacencia con otros, pero al mismo
tiempo no pueden dejar de hacerlo. Les es difícil salir del círculo de complacencia,
enojo, mayor complacencia para tapar el enojo y mayor enojo provocado por esta mayor
complacencia, circulo que se repite indefinidamente.

Para poder cortar este círculo, es imprescindible pedir ayuda, ya que estas
conductas de complacencia y enojo son absolutamente automáticas, están basadas en
aprendizajes infantiles no conscientes, resulta muy difícil tomar consciencia solos de las
mismas y por lo tanto cambiar su automatización.

94
Para salir de este círculo, es imprescindible el desarrollo de la inteligencia
emocional y de la propia autoestima.

Estas mujeres, al aceptar el modelo de sumisión cultural al hombre, no se


plantean puestos jerárquicos muy elevados, ya que al mismo tiempo, estos puestos
entran en competencia e incongruencia con sus otros roles (esposa, madre, etc.).

El llamado techo de cristal existe no sólo por la existencia de un modelo cultural


masculino de limitación del crecimiento femenino, sino que se sustenta además por la
aceptación que tienen las Maripili de dicho modelo. (Infobae, Marzo 15 del 2012).

MUJER CULPOSA

Según Lowen en su libro “La experiencia del Placer”, En nuestra cultura hay
demasiadas personas afligidas por el sentimiento de culpa y vergüenza, sus vidas
emocionales están llenas de conflicto y confusión. El sentimiento de culpa no es para él
una verdadera emoción, derivada de los procesos de placer o dolor, porque no está
arraigada en los procesos biológicos del cuerpo. En consecuencia la culpa se considera
un producto de la cultura y de los valores que la caracterizan. Estos valores se encarnan
en principios morales y códigos de conducta con los que los padres adoctrinan a los
hijos y que pasan a formar parte de la estructura del ego del niño. Así estas normas
autoritarias entrarán en conflicto necesariamente con el comportamiento espontáneo de
un individuo, que se guía por el principio del placer-dolor. Cuando se juzga un deseo
como moralmente malo, como en el caso por ejemplo de los deseos sexuales, la
conciencia se ha vuelto contra el cuerpo, en una forma de autocastigo, y así se rompe la
unidad y armonía de la personalidad.

95
AUTORREGULACIÓN

De la regulación moral a la regulación por la economía


sexual

Wilhelm Reich

Los conceptos de economía sexual que expongo aquí tienen su fundamento


en la observación clínica de pacientes que, en el transcurso de un tratamiento
analítico individual llevado a cabo con resultados positivos, experimentan una
transformación de su estructura psíquica. Con todo derecho surgirá la duda:
¿pueden aplicarse así, sin más, los descubrimientos relacionados con la
transformación de una estructura individual neurótica en una estructura individual
sana, a los problemas que sufre una estructura colectiva y a sus posibles
alteraciones?

En vez de perdernos en disquisiciones teóricas, vayamos directamente a los


hechos, que hablan por sí mismos. Es evidente que para entender la conducta
irracional colectiva tenemos que partir de las observaciones y experiencias que
extraemos del tratamiento de los individuos neuróticos. Después de todo, el
principio es el mismo que cuando se lucha contra una epidemia: para acabar con
ella lo primero que hay que hacer es examinar concienzudamente a cada una de
las víctimas, con objeto de encontrar el bacilo que causa la enfermedad y los
efectos que produce. Pero la comparación va aún más lejos: también en una
epidemia ocurre que un mal de origen externo actúa sobre un organismo que
anteriormente estaba sano. En el caso del cólera, por ejemplo, no nos basta con
curar al paciente individual, sino que tendremos también que aislar el foco desde
el que se propaga el bacilo.

El comportamiento patológico del individuo medio es sorprendentemente


semejante al de nuestros pacientes en cada caso particular: la inhibición sexual en
general; el carácter compulsivo de las exigencias morales; la incapacidad de
imaginar que la satisfacción sexual es compatible con un trabajo de rendimiento

96
aceptable; la absurda creencia de que la sexualidad del niño y del adolescente es
una aberración o una patología; la imposibilidad de concebir otra forma de
sexualidad que la monogámica de por vida; la falta de confianza en las propias
fuerzas y en la propia capacidad de juicio, con el consiguiente anhelo de una
figura de tipo paternal, omnisciente, que le guíe a uno... Los conflictos básicos en
el individuo medio son siempre los mismos, y las diferencias en el desarrollo
individual no son más que diferencias de detalle. Si queremos aplicar a la
psicología de las masas lo que nos enseñan los casos individuales, sólo podremos
tener en cuenta los conflictos típicos que se manifiestan en todos los individuos;
de ese modo podremos aplicar a las masas las observaciones hechas sobre los
cambios de estructura que se producen en el individuo a lo largo del análisis.

Estos pacientes suelen manifestar ciertos síntomas típicos del trastorno


psíquico: su capacidad de trabajo se ve reducida y su eficiencia no se corresponde
ni con lo que la sociedad exige de ellos ni con sus capacidades reales, de las que
ellos son conscientes; la aptitud para lograr satisfacción genital se ve reducida
significativamente, cuando no anulada por completo; la capacidad natural de
satisfacción genital ha sido sustituida, sin excepciones, por otras formas no
genitales de satisfacción (pregenitales); pueden tener ideas sádicas asociadas al
acto sexual, fantasías de violaciones, etc. A lo largo del análisis siempre se llega a
la convicción de que estos cambios en el carácter y en el comportamiento sexual
alcanzaron su configuración definitiva hacia los cuatro o cinco años de edad. Los
efectos consiguientes en las actividades sociales y sexuales aparecen tarde o
temprano con toda su crudeza. El paciente carga con un conflicto entre el instinto
y la moral, y este conflicto es irresoluble mientras persista la represión sexual
neurótica. Las obligaciones morales, que el paciente se impone a sí mismo bajo la
presión de una permanente influencia social, aumentan la represión de sus
exigencias sexuales y, en un sentido más amplio, vegetativas. Cuanto mayor es el
daño sufrido por su potencia genital, tanto más se acentúa la desproporción entre
la necesidad de satisfacción y la capacidad para alcanzarla. Esto a su vez refuerza
la presión moral necesaria para controlar los impulsos reprimidos. Y dado que el
conflicto es en su conjunto inconsciente, al menos en sus elementos esenciales, el

97
individuo es incapaz de resolverlo por sí mismo.

Ante el conflicto entre instinto y moral, entre el ego y el mundo exterior, el


organismo psíquico se ve obligado a acorazarse, a encapsularse, a protegerse tanto
de sus propios instintos como del mundo exterior. De este acorazamiento del
organismo psíquico se deriva una limitación, más o menos acusada, de la
disponibilidad para la vida y la actividad vital. Es necesario indicar que la
mayoría de los seres humanos están constreñidos por esta coraza; es un muro
entre ellos y la vida. Esta es la principal causa de la soledad que sufren tantos
hombres en el enjambre de la vida colectiva.

El tratamiento, a través del análisis psíquico individual, libera las energías


vegetativas de su fijación a la coraza. La consecuencia inmediata es una
intensificación de los impulsos antisociales y perversos, acompañados de
ansiedad social y de presión moral. No obstante, si se consiguen eliminar al
mismo tiempo las fijaciones infantiles al hogar paterno, los traumas de la primera
niñez y los tabúes antisexuales, un flujo cada vez más abundante de energía se
abre camino hacia el sistema genital, y así comienzan a revivir las necesidades
genitales naturales, o aparecen por primera vez. Si además logramos anular las
inhibiciones y la ansiedad genital, de modo que el sujeto adquiera una capacidad
de satisfacción orgiástica completa, y si el paciente tiene la buena suerte de
encontrar un compañero o compañera que le convenga sexualmente,
observaremos un cambio notable, y a menudo sorprendente en su comportamiento
en general. Detengámonos ahora en los aspectos más importantes de este cambio.

Mientras que antes todos los pensamientos y actos del paciente estaban
sometidos a la influencia más o menos perturbadora de motivos inconscientes e
irracionales, ahora es cada vez más capaz de actuar de manera racional. En el
curso de este proceso desaparecen sucesivamente y de modo espontáneo las
tendencias al misticismo, a la religiosidad, a la dependencia infantil, a las
creencias supersticiosas, etc., sin que el paciente reciba ningún adiestramiento
específico al respecto. Antes el paciente estaba completamente acorazado, sin
contacto consigo mismo ni con lo que le rodaba, y sólo era capaz de establecer

98
contactos de compensación no naturales; ahora se interesa más y más por el
contacto natural e inmediato, tanto con sus propios impulsos como con el mundo
que le rodea. El resultado del proceso es una mejoría visible del comportamiento
natural en lugar del comportamiento artificial de antes.

En la mayor parte de los pacientes observamos, por así decirlo, una doble
naturaleza: hacia fuera se muestra antinatural, excéntrico, pero detrás de esa
apariencia patológica podemos descubrir al sujeto sano que hay dentro. Lo que
hace a las personas diferentes unas de otras, tal como están las cosas hoy en día,
es esencialmente la forma particular que cada uno tiene de exteriorizar su
comportamiento neurótico. Durante el proceso de curación la diferenciación
individual desaparece considerablemente y da paso a una simplificación del
comportamiento. Esta simplificación hace que los pacientes en vías de curación
se asemejen unos a otros en sus rasgos fundamentales, sin perder por ello sus
características individuales. Por ejemplo, cada paciente inventa una excusa
diferente para explicar su falta de aptitud en el trabajo; sin embargo, si se
desembaraza del obstáculo que le impide trabajar y gana confianza en sí mismo,
pierde también todos aquellos rasgos característicos que le servían para
compensar su sentimiento de inferioridad. En todos los individuos es bastante
parecido el modo en que va aumentando la confianza en sus propias capacidades,
cuando ven que su rendimiento en el trabajo va mejorando; justo lo contrario de
lo que ocurre en los casos de compensación antes mencionados.

Igual ocurre con la actitud que los sujetos tienen hacia la vida sexual. Quien
ha reprimido su sexualidad desarrolla formas muy dispares de autodefensa moral
y estética. Pero si el paciente recupera el contacto con sus propias necesidades
sexuales desaparecen las diferencias neuróticas. La actitud hacia la sexualidad
natural se parece mucho en todos los individuos. Se caracteriza, sobre todo, por la
afirmación del placer y por la pérdida del sentimiento de culpabilidad sexual. El
antagonismo irreconciliable que había antes entre las urgencias del instinto y las
inhibiciones morales obligaba al paciente a regular todos sus actos según los
dictados de una ley exterior y superior a él. Todo cuanto pensaba y hacía era

99
medido y pesado por una unidad de valor moral, aunque al mismo tiempo
protestara contra esta imposición. Si en este proceso de cambio el paciente
reconoce, no solo la urgencia sino la indispensabilidad de la satisfacción genital,
es entonces cuando se deshace de su camisa de fuerza moral y, con ella, de la
represión de sus necesidades instintivas. Antes, la presión moral había
intensificado el impulso y lo había hecho antisocial; esta intensificación del
impulso exigía, a su vez, un aumento de la presión moral; ahora, cuando se
equilibran la capacidad de satisfacción y la necesidad del impulso, el individuo
desecha la reglamentación moral. Y desaparece, por inútil, el rígido mecanismo
de autodominio que antes le era indispensable. Se han anulado las energías
antisociales del impulso y ya no quedan más que, acaso, algunos residuos que
exijan control. El individuo sano ya no tiene, prácticamente, moralidad en sí
mismo porque tampoco tiene impulsos que necesiten una inhibición moral.
Resulta fácil controlar el resto de los impulsos antisociales, quizás todavía
presentes, con tal de que se satisfagan las necesidades genitales básicas. Todo
esto aparece con toda claridad en el comportamiento práctico del individuo que
ha conseguido su potencia orgiástica. Sus relaciones con prostitutas son
innecesarias; las fantasías de crímenes sádicos pierden su viveza y significado;
exigir amor como un derecho o violar con prepotencia resulta inconcebible; la
seducción de niños, impulso que quizás antes existía, es una idea absurda;
desaparecen totalmente las perversiones anales, sádicas, etc., y con ellas
desaparecen también la ansiedad social y los sentimientos de culpabilidad; la
fijación incestuosa a los padres, hermanos y hermanas pierde su interés y se libera
la energía que antes era objeto de inhibición. Resumiendo, todos estos cambios
indican que el organismo psíquico está maduro para su autorregulación.

Los individuos que consiguen la capacidad orgiástica se inclinan por las


relaciones monógamas mucho más que aquellos cuyo desahogo natural está
frenado. Sin embargo, la actitud monógama de los primeros no se basa en la
inhibición de los impulsos polígamos o en consideraciones de tipo moral, sino en
los principios de economía sexual que abogan por la repetición del deseo siempre
fascinante de experimentar un intenso placer con la misma persona. Para ello se

100
requiere la completa armonía sexual entre los dos participantes. En este sentido
no existen diferencias entre hombres sanos y mujeres sanas. Si, por el contrario,
falta el compañero o compañera apropiados, lo que es regla general en las
circunstancias presentes, la actitud monógama degenera en su contraria: en la
búsqueda insaciable de la persona adecuada. Si se encuentra ésta se restablece
automáticamente la actitud monógama, que dura tanto tiempo como duren la
armonía y la satisfacción sexuales. Los pensamientos y deseos relacionados con
otras personas, o se presentan muy débilmente o no se materializan a causa del
interés concentrado en la pareja. Sin embargo, la primitiva relación se marchita
sin remedio cuando otra se afianza con la promesa de una felicidad más elevada.
Este hecho incuestionable está en oposición declarada con todo el orden sexual de
la sociedad actual, en la que los intereses económicos y las consideraciones para
con los niños contradicen los principios de la economía sexual. Por esa razón,
bajo las condiciones de un orden social adverso a la sexualidad, los individuos
más sanos son precisamente los más expuestos a los sufrimientos más intensos.

Muy diferente es la conducta de los individuos cuya capacidad orgiástica


está perturbada, es decir, la de la mayoría de los individuos; dado que
experimentan menos placer en el acto sexual, pueden pasar un periodo de tiempo
más o menos largo sin formar pareja; por otra parte son menos exigentes, porque
el acto sexual no tiene para ellos gran significación. La relativa indiferencia en la
elección de sus relaciones sexuales es una consecuencia de la perturbación que les
afecta. Los individuos así perturbados sexualmente pueden someterse a las
exigencias de un matrimonio de por vida; sin embargo, su fidelidad no se basa
tanto en su satisfacción sexual cuanto en sus inhibiciones morales.

Cuando el paciente en vías de curación consigue formar la pareja que


conviene a su vida sexual, desaparecen los síntomas nerviosos y es capaz,
además, de ordenar su vida con una facilidad sorprendente, antes desconocida. Se
libera de sus conflictos neuróticos y gana una seguridad benéfica que le permite
ser dueño de sus actos y mejorar sus relaciones sociales. En todo caso, sigue de
modo natural el principio del placer. La simplificación de su actitud, que se

101
manifiesta tanto en su estructura física como en su pensamiento y en sus
sentimientos, hace que aleje de su vida muchas causas de conflictos; al mismo
tiempo, adopta una actitud crítica frente al orden moral vigente.

Así pues, parece claro que el principio de regulación moral se opone al de


autorregulación por la economía sexual.

En nuestra sociedad, sexualmente enferma y que al mismo tiempo se opone


a promover la salud sexual, la completa recuperación de un paciente neurótico es
muy difícil, por no decir imposible. En primer lugar, hay un número muy reducido
de individuos sexualmente sanos que puedan formar pareja con el paciente en vías
de curación; además, están las barreras levantadas por la moral sexual coercitiva.
La persona que ha recobrado ya su salud genital cambia necesariamente su
hipocresía inconsciente por una hipocresía consciente con respecto a todas esas
instituciones y situaciones sociales que le impiden el desarrollo de su sexualidad
sana y natural. Otras personas logran modificar de tal modo su entorno que
reducen el influjo de los obstáculos sociales e incluso los anulan.

Me he limitado aquí a ofrecer una exposición general de los hechos; para un


estudio más detallado del tema remito al lector a los libros La función del
orgasmo (1927) y Análisis del carácter (1933). Las experiencias clínicas
mencionadas en ellos nos autorizan a formular conclusiones generales sobre la
situación social. Es cierto que pueden desconcertar a primera vista la amplitud de
estas conclusiones, que abarcan temas como la prevención de la neurosis, la lucha
contra el misticismo y la superstición, el sempiterno conflicto entre la naturaleza
y la cultura, el instinto y la moral, etc. Pero tras muchos años de revisar trabajos
etnológicos y sociológicos, hemos llegado al firme convencimiento acerca de la
exactitud y la validez de estas conclusiones fundadas en la observación del
cambio producido en la estructura psíquica de los individuos que abandonan el
principio de moralidad por el de la economía sexual. Supongamos ahora que un
movimiento social consigue modificar las condiciones de tal manera que, en lugar
de la negación de la sexualidad, reestableciera la afirmación de la sexualidad, con
todas sus implicaciones económicas- En ese caso podría operarse un cambio en la

102
estructura psíquica de las masas. Desde luego, esto no significa que fuera posible
someter a tratamiento a todos los miembros de la sociedad, error frecuente entre
los malos intérpretes de la economía sexual. Significa simplemente que las
experiencias obtenidas en la transformación de la estructura individual nos sirven
para formular principios válidos que sirvan de fundamento para una nueva
educación destinada a niños y adolescentes, educación que terminaría con los
conflictos existentes entre naturaleza y cultura, entre individuo y sociedad, entre
sexualidad y sociabilidad.

LA GUÍA INTERIOR

Cristiane Northrup 1987, en “Cuerpo de Mujer, sabiduría de mujer”, nos


comparte su visión de la realidad femenina en función de sus prácticas profesionales de
veinte años como médica ginecóloga. Reflexiona sobre la necesidad de hacer un análisis
crítico sobre las creencias y suposiciones culturales que inconscientemente las mujeres
heredan e interiorizan, y que le impiden acceder y recuperar la sabiduría corporal y su
capacidad innata para crear salud. Se hace necesario comprender la influencia que la
sociedad tiene sobre lo que las mujeres piensan sobre su cuerpo y como acceden a
cuidarse. En esencia, comenta, el patriarcado proclama a voz en grito el mensaje de que
el cuerpo femenino es inferior y debe ser controlado y dominado. La organización de
nuestra sociedad exige que las mujeres, sus ciudadanas de segunda clase, no hagan caso
de sus esperanzas y sueños, que se aparten de ellos por su deferencia hacia los hombres
y las exigencias familiares. Plantea que esta negación de sus necesidades de
autoexpresión y autorrealización es causa de un enorme sufrimiento emocional.

Al mismo tiempo esta enajenación emocional, se produce dentro de una


sociedad en la cual las mujeres están entrenadas en buscar todas las respuestas fuera de
ellas, lo cual las hace sumisas y dependientes del sistema médico por ejemplo en todo lo
que respecta a procesos naturales como son los ciclos menstruales, el parto, la
maternidad y la menopausia por ejemplo. Desde esta mirada cultural que pone al cuerpo
de la mujer como algo que es infravalorado, en relación al cuerpo del hombre como
ideal, se las induce a creer que deben controlar aspectos como los olores, fluidos o

103
formas naturales de su cuerpo. Muchas mujeres entonces tienen miedo o rechazo de sus
cuerpos, desconfían de sí mismas, y tienen miedo, en una cultura que teme todos los
procesos naturales como nacer, morir, sanar y vivir.

Para Crhistiane el cuerpo femenino está desde hace milenios asociado a los
ciclos y sujeto al flujo y reflujo de los ritmos naturales, sin embargo se considera
particularmente emocional y necesitado de control. Toda la sociedad funciona de
manera que les mantiene desconectadas de su guía interior y sus emociones, lo cual las
mantiene en un estado de sufrimiento, que aumenta cada vez más, mientras se utilizan
estrategias adictivas para evitar relacionarse con ese dolor y profunda infelicidad.

De esta manera las mujeres “buenas” en la sociedad actual abocadas a satisfacer


las demandas de todos menos las suyas propias, se mantienen dependientes confiando a
otros la satisfacción de sus necesidades emocionales, psíquicas, intelectuales y
espirituales.

HACIA UNA IDENTIDAD

Desde el orden impuesto hacia la construcción de una identidad propia

El orden económico de los doscientos últimos años ha modificado


considerablemente la estructura humana; sin embargo, ese cambio es insignificante
comparado con el pauperismo humano generalizado durante miles de años de represión
de la vida natural, y en particular de la sexualidad natural. Esta supresión multimilenaria
ha dado origen a ese substrato sicológico colectivo de miedo a la autoridad, de
servilismo, de increíble humildad por un lado y de sádica brutalidad por otro; sobre este
terreno abonado, el orden capitalista de los dos últimos siglos ha podido echar raíces y
florecer. No debemos olvidar que fueron los procesos socioeconómicos los que, hace
miles de años, iniciaron este cambio de la estructura humana. Así pues, no se trata ya de
un problema del maquinismo industrial con dos siglos de existencia, sino de una
estructura humana de 6 000 años, más o menos; esta estructura, hasta la fecha, se ha
revelado incapaz de poner las máquinas a su servicio. Fue formidable y revolucionario
el descubrimiento de las leyes de la economía capitalista; sin embargo, no bastó para

104
resolver el problema de la sumisión humana a la autoridad. Es cierto que, por todas
partes, hay grupos de individuos y fracciones de clases oprimidas que luchan por «el
pan y la libertad», pero la inmensa mayoría de la gente espera y reza, o lucha por la
libertad en el bando de sus enemigos. Las masas sufren en su propia carne la
experiencia diaria de una miseria increíble. El hecho de que reciban el pan, aunque se
les nieguen los demás placeres de la vida, redobla su resignación. Lo que es o podría ser
realmente la libertad, nadie, hasta ahora, se lo ha explicado, de manera inteligible, a las
masas. Nadie les ha puesto ante los ojos las posibilidades de felicidad general en la vida.
Y cuando, para ganárselas, alguien lo intentó, fue en forma de distracciones patológicas,
cargadas de sentimientos de culpabilidad. El núcleo de la felicidad en la vida es la
felicidad sexual. Ninguna relevante personalidad política ha tenido el coraje de
señalarlo. Se ha dicho siempre que la sexualidad es un asunto privado y ajeno, por
completo, a la política. ¡La reacción política no lo cree así!

La misma ley fundamental se aplica a la sexualidad: quien vive sexualmente


satisfecho no tiene impulsos que le inciten a violar y no necesita una moralidad opuesta
a tales impulsos. Se trata de una autorregulación según la economía sexual en lugar de
la regulación moral coercitiva. (Reich, W., España 1993, p.22, 23, 24)

Una ideología o un programa adquieren fuerza revolucionaria de dimensiones


históricas sólo si pueden cambiar profundamente la vida instintiva y emocional de las
masas. El tan traído y llevado «factor subjetivo de la historia» no es más que la
estructura síquica de las masas. Esta estructura de las masas es la que determina el
desarrollo de la sociedad, ya sea tolerando pasivamente la tiranía y la represión, ya sea
amoldándose a los procesos técnicos de desarrollo promovidos por los poderes del
momento, ya sea, en fin, tomando parte activa en el progreso social, por ejemplo, en una
revolución. (Reich, W., España 1993, p. 182).

Siguiendo a Reich, W., su hija Eva Reich desarrolló un método terapéutico


llamado Bioenergética Suave, desde un estilo caracterizado por ser sencillo y suave, no
invasivo, al mismo tiempo que profundo. Ella le otorgó mucha importancia a la
prevención sobre todo en la etapa pre y peri-natal, sus influencias se registran en lo que
se entiende hoy por parto humanizado, también aportó a la concepción de educación
emocional respetuosa de los niños, y así en su práctica con adultos también, fue

105
desarrollando y aplicando, a partir del contacto con su propia sensibilidad, el interés por
una existencia humana pacífica. Ejemplo de mujer trabajadora independiente y
orientada hacia su propia vocación según su estilo personal.

Menciona Eva Reich textualmente en su libro “Bioenergética suave”:

“Al final del siglo XX habrá en el mundo casi seis mil millones de habitantes.
Todos tienen derecho a suficiente alimento, alojamiento y vestido. Sobre todo tienen
derecho a una existencia humana pacífica. Eso significa también entrar en contacto con
los propios sentimientos, ser sinceros y trasparentes, para no perder la vinculación con
el cuerpo emocional, el <verdadero yo>.Este es un derecho natal del hombre. La fuente
de nuestro bienestar es el libre fluir de la energía vital en el organismo desde la cabeza
hasta la punta de los pies”. (Reich & Zornánszky, Barcelona 1999, p. 12).

A través de su legado, podemos observar el enorme aporte que una mujer


despierta puede hacer a la humanidad, desde su sensibilidad social comprometida.

Si bien se han dado muchos avances, todavía el parto es una experiencia donde
las mujeres son sometidas a prácticas violentas, naturalizadas, al igual que el bebé
recién nacido. Se sigue imponiendo criterios de salud negadores de la experiencia
sensible personal, impidiendo así el contacto con su sabiduría ancestral para parir y
criar, se le sigue impidiendo, de esta manera, la confianza en sí misma y en los procesos
naturales. Ese poder que se le expropia de parir en plenitud, de vivir naturalmente su
sexualidad, le dificulta completar su madurez sexual, adquirir el poder creativo
consecuente del contacto con sus sentires, le niega el derecho a apropiarse de su
experiencia subjetiva y personal. Gracias a las luchas y los aportes de mujeres y
hombres conscientes, las mujeres de hoy, están recuperando la confianza necesaria para
derribar los miedos que todavía la amenazan, como mandatos históricos que intentan
quitarle el saber, la voluntad, el sentir y el sostén propio. A través del aporte solidario
también, entre mujeres que, como Eva Reich, comprenden esta realidad.

Así la falta de autoestima de algunas mujeres, la falta de independencia en los


vínculos, la inseguridad al tomar decisiones, se ha ido repitiendo a lo largo de la
historia, no sólo por su condición de género femenino, sino porque han sido criadas por
madres a su vez, enajenadas, sumisas y desprotegidas, a quienes también les faltó el

106
reconocimiento y el afecto, la contención y el contacto pleno. Todo esto dentro de un
contexto familiar dentro del cual los masculinos tampoco estuvieron a la altura de
sostenerse y sostener en el amor y el contacto pleno con la energía vital.

Según libro de David Boadella, “Corriente de vida”:

“…Lo que importa es bajar, alejarse de la reactividad caracterológica


superficial, atravesar la capa bullente de las proyecciones e introyecciones, las culpas y
acusaciones, y tomar contacto con lo que los budistas denominan “mente clara”. Una
mente clara sólo surge de un corazón claro. Rajneesh lo dice como sigue:

Cuando tienes un corazón vivo, también cambia la calidad de tu mente.


Entonces puedes recurrir a la mente, puedes funcionar a través de la mente. La mente
es un instrumento y puedes usarla. No te obsesiona y puedes apartarte de ella cuando
quieras…

Y algo más: Sabes que eres otra cosa. Una X. Si permaneces en la cabeza y
nunca sales de allí, te identificas con la cabeza. No sabes que eres diferente de ella.
Este movimiento del corazón a la cabeza y de la cabeza al corazón te dará el
sentimiento de que tú eres totalmente diferente. A veces eres el corazón, y a veces la
cabeza, pero no eres ni el corazón ni la cabeza.

Este tercer punto de conciencia te llevará al tercer centro, el ombligo. Y el


ombligo no es realmente un centro. Allí estás tú. Por eso no es posible desarrollarlo:
sólo cabe descubrirlo.”(Boadella, D. 1987, p.217-218)

De esta manera el recorrido hacia la integración y construcción de una nueva


identidad, desde este enfoque apuntaría a la mujer autorregulada, centrada en sus
propias emociones, sin sentirse desbordada por ellas; en contacto con sus necesidades
auténticas, habiendo reconocido sus dolores profundos; tomando conciencia de su
realidad y basada en sus propias experiencias, podría proyectarse hacia un nuevo
enraizamiento en su territorio corporal, familiar y social. Esto gracias a la integración de
lo que sabe, conoce y piensa junto a lo que siente, le ayudaría a actuar en congruencia
con quien es, qué desea y qué puede hacer al respecto dentro del medio social que le
toca vivir. Conociendo cómo es mirada desde los mandatos y exigencias impuestos,

107
poniéndose en contacto con su ser interno y profundo podría expresar poniendo en
palabras lo acallado, sacando la voz propia, y sobre todo abrazando su realidad interna.
Expresarse como lo que en verdad es, sin necesidad de ocultarlo, adquiriendo la
confianza desde un nuevo estar, desde el hueso de lo que es, afirmando su autoestima
podría moverse, seguir caminando, ya no en soledad, si se permite reconocerse a sí
misma, reconoce al otro y se vincula desde el respeto.

Se tratar de aprender a vivir plenamente desde dentro hacia fuera, en una cultura
que suele negar este modo de ser en el mundo.

Así lo expresan Edmondson & Totton en “Trabajos reichianos para el


crecimiento”:

“Entregarse a los propios sentimientos no significa rendirse ante las


dificultades, sino liberar las energías para enfrentarlas de un modo apropiado. Para
enfrentar el mundo debemos primero afrontarnos a nosotros mismos tal como somos, y
no como quisiéramos ser.”

“…entregarse a la realidad: la realidad de nuestros sentimientos, y de las


interacciones que se ponen en marcha; la realidad del pasado y del presente; la
realidad de la necesidad que tiene el cuerpo de respiración, de placer, de descanso, de
actividad. Como la realidad que enfrentamos cambia de continuo, tenemos que ser muy
flexibles al abordarla, y suficientemente seguros como para ocuparnos no sólo de lo
bueno sino también de lo malo, en vez de huir en busca de la fantasía. Esa flexibilidad y
esa seguridad arraigan en un sentido de pertenencia, de ser parte del universo, de ser
nutrido por éste en un constante intercambio pulsátilde energías…”. (Edmondson &
Totton, Bs. As. 1994, p.33-35)

Al mismo tiempo que este poder del amor propio y la dignidad recobrada le
permitirá poner el límite adecuado cuando sea necesario, ante sí misma y ante el mundo.
Teniendo en cuenta las disociaciones que se promueven en la sociedad entre el amor y
el poder, la mujer centrada recuperaría el poder del amor, hacia ella misma y por
consecuencia hacia los demás seres. Recuperaría también la libertad en el ejercicio de su
sexualidad en relación y correspondencia a sus sentimientos accediendo a la
autorregulación energética, a la madurez sexual. Y siguiendo a Lowen, necesitará crear

108
sus propios principios morales, ya no una moral impuesta, como así tampoco la absoluta
carencia de valores, surgirán de una convicción íntima, ya que no serán mandatos sino
convicciones.

Según explica Lowen, A. “Bioenergética”:

“Bioenergéticamente hablando, un principio es una corriente de excitación o


energía que une la cabeza, el corazón, los órganos genitales y los pies en un
movimiento ininterrumpido. Esto proporciona una sensación de orden y bienestar,
porque el individuo se siente conectado, unificado y sano. No hace falta que nadie se lo
diga, ni tampoco hay quien se lo pueda discutir. Es un convencimiento personal, y no le
importa lo que piensen los demás ni trata de convencerlos”. (Lowen, A., p.328)

La construcción de una identidad femenina desde la autorregulación económica,


implica un cambio más en la historia, un paso más hacia su autonomía, daría mayor
libertad a las mujeres, en la capacidad de afrontar sus vidas desarrollando pluralidad de
roles, en diferentes ámbitos públicos o privados, madre, hija, hermana, tía, compañera,
cuidadora y cuidada, autosostenida, independiente e interdependiente, solidaria,
compasiva, frágil y segura, en contacto con su vulnerabilidad y sus fortalezas.
Permitiéndose ser dignamente respetable con todas sus diferencias y particularidades, en
definitiva recuperando su soberanía y su autenticidad. Transformación y proceso que se
ha venido dando desde la historia y sigue a su paso abriendo camino, el movimiento no
cesa, e implicaría siempre un choque con la realidad social que actúa según la inercia de
sus costumbres y creencias culturales.

Cada mujer autorregulada puede actualizarse, reconocerse y observar cuándo y


dónde está colaborando con su propia opresión. Quizás con la voluntad activada y
sentida de defender sus derechos y ejercer su poder personal, logre expresarse
creativamente proyectándose como ser libre e interdependiente.

109
Unidad 4
“Cuerpo de mujer, mapa de dolor…”

110
CONSTRUCCIÓN SOCIO - CULTURAL DEL LUGAR DE LA MUJER
EN EL PROCESO SALUD/ENFERMEDAD

Si hablamos del proceso salud-enfermedad sería importante pensarlo como una


construcción individual y social mediante la cual la persona elabora su padecimiento. La
percepción de este complejo proceso es personal y subjetiva y solo puede comprenderse
contextualizada en el universo de creencias, valores y comportamientos del medio
sociocultural de cada uno, así como de las condiciones materiales de vida.

La percepción de los problemas de salud está fuertemente mediada por las


condiciones materiales de vida y por la valoración de la salud en un contexto
sociocultural específico. La resolución de problemas cotidianos, muchas veces opaca la
percepción de un problema de salud, especialmente en los adultos, siendo los niños/as
generalmente a quienes se visualiza en tanto la percepción que puedan estar enfermos.

La enfermedad es una dolencia personal y también una construcción social y


cultural ya que cada persona vive la enfermedad según sus características individuales y
la construcción sociocultural particular del padecimiento, siendo su comportamiento
para el cuidado o recuperación de su salud, singular y dinámico.

La concepción de salud y enfermedad depende de las definiciones que el común


de la gente tenga sobre su padecimiento las que condicionarán los tipos de ayuda a
buscar. Existe un complejo mundo de creencias y valores, normas, conocimientos y
comportamientos ligados explícitamente a la salud que interaccionan permanentemente
y que dan cuenta no sólo de las modalidades en la concepción de la salud de la salud,
sino también de la relación que la persona tiene con su cuerpo, con la alimentación, con
los hábitos de vida, con el tiempo libre.

La construcción del concepto salud-enfermedad no puede entenderse fuera de su


marco cultural, ya que los valores, representaciones, roles y expectativas, van
configurando lo que cada uno entiende y vive como el proceso salud-enfermedad. Cada
sociedad, y cada grupo familiar resuelve cotidianamente cómo cuidar la salud y cómo

111
recuperarla cuando se ha deteriorado, siendo éste un proceso dinámico no sólo desde la
propia experiencia personal sino también en relación al contexto que la determina.

Estos factores configuran distintos modos de pensar y de actuar, con una


diversidad de significaciones que se atribuyen al hecho de estar sano o enfermo, donde
aspectos como la edad, el sexo y las condiciones materiales de vida, tienen una
multiplicidad de expresiones.

El fenómeno enfermedad involucra distintos aspectos; no se limita


exclusivamente al hecho de estar enfermo por sufrir algún tipo de alteración. La
percepción de estar enfermo no sólo pasa por la posibilidad de identificar el problema
sino también, y muy especialmente, por la posibilidad de estar enfermo. Este último
aspecto depende fundamentalmente de los roles sociales que desempeñe el sujeto, así
como del lugar que ocupe la salud en su vida cotidiana.

La representación social que la persona tenga de su problema determinará qué


acciones y procedimientos realizará. Esta representación está construida
socioculturalmente y tiene implicancias no sólo cognitivas o racionales, sino también
valorativas y actitudinales. Por ejemplo, la ausencia del control del embarazo en algunas
comunidades, tiene que ver con la vivencia de un proceso "natural" en el cual no es
requerido ningún tipo de intervención.

Los distintos conjuntos sociales prestan distinta atención a los procesos


mórbidos de acuerdo con su propia vinculación con el cuerpo. La percepción del dolor o
de un malestar está atravesada por una serie de factores que tienen que ver con
condicionantes estructurales, pero también con la propia experiencia de vida y se
inscribe dentro del proceso general de percepción. Este proceso es necesariamente
selectivo y puede compararse a la mirada en un espejo en el cual se refleja una imagen
que no es la realidad misma. En ese "espejo" la imagen se agranda, se achica, se ilumina
u oscurece, de acuerdo a cómo nos situemos para observarla. De la misma manera, la
percepción que cada uno tiene de la realidad, se produce de acuerdo al modo y al
lugar/situación desde donde se mire.

Las posibilidades de percibir un problema de salud son diversas y están


sociocultural-mente condicionadas: factores como la responsabilidad o el rol familiar

112
que la persona desempeñe, así como las prioridades cotidianas y las actividades que
realice harán que lo perciba de modo diferente en cada caso.

Antes de que la persona realice una consulta a un profesional de la salud, muy


probablemente ha realizado algún tipo de acción, que responde a lo que se denomina
autocuidado.

Este comportamiento responde a la propia percepción del problema, y tiene que


ver con su cosmovisión personal acerca de lo que es estar sano o enfermo. El
diagnóstico y la propuesta de tratamiento sobre su dolencia, estará mediatizada por su
propia concepción y representación de lo que le puede estar pasando. Esa persona, de
vuelta en su casa y en su medio, tomará o dejará las prescripciones dadas por el
profesional, de acuerdo a sus posibilidades de cumplimiento, pero también según su
propia interpretación de lo que tiene que hacer.

La idea de enfermedad opera como símbolo que se relaciona con una variedad
de experiencias propias de una cultura. Esta significación simbólica no siempre puede
expresarse verbalmente, pero su registro es fundamental para comprender el proceso
salud-enfermedad. Así sea el hecho de hablar de su padecer, requiere de la capacidad de
buscar sentido en las expresiones de los otros, elemento esencial de la comunicación
humana.

La percepción de este complejo proceso es personal y subjetiva y sólo puede


comprenderse contextualizada en el universo de creencias, valores y comportamientos
del medio sociocultural de cada persona, atravesado por las condiciones materiales de
vida que reflejan de modo singular el espejo de la realidad que cotidianamente vemos.

Por lo expresado, es necesario considerar la enfermedad física o psíquica, en


términos holísticos, desde el pensamiento funcional reichiano, a efectos de trabajar con
el paciente las emociones reprimidas que subyacen al proceso de enfermar. Nuestra
mirada integradora, como psicólogos clínicos nos lleva también a incluir sus vínculos
familiares y/o sociales, las valoraciones subjetivas y situaciones de poder que se
generan en esos espacios en relación al padeciente.

113
LA MIRADA REICHIANA SOBRE LA ENFERMEDAD:

Como hemos expresado en las unidades anteriores, para Reich lo esencial es el


pulso vital, es la concepción de la vida misma desde su mínima expresión que es la
célula.

Los dos movimientos del pulso vital son la contracción y la expansión. Por ello,
podemos decir que la situación de contracción o de expansión permanente va a generar
enfermedad en la persona, dado que altera el flujo dinámico del movimiento de la vida.

Dado que las dolencias físicas y las psicológicas, son expresiones indistintas de
un mismo malestar, de déficit emocionales que, si la persona no puede resolver en
términos conductuales, seguramente se expresarán en una dolencia en el cuerpo, será el
pensamiento funcional, que nos aportará los elementos técnicos necesarios para la
compresión integral de esa dolencia y su terapéutica.

Las emociones no expresadas, tragadas, reprimidas, van a fijarse en el soma y


según el órgano que enferme, podría decirnos cuál es la emoción que debería
expresarse, “salir a la periferia” para poder lograr la cura de esa dolencia. Esta expresión
también puede acompañarse por el concepto de los siete anillos de la coraza muscular y
las emociones encapsuladas en ellos.

Podríamos decir que la tristeza constante es la génesis de muchas dolencias


crónicas corporales, dado que la misma implica una contracción crónica. Un
encerramiento en si mismo con su dolor, que no puede o no quiere salir y expresarse.

La falta de placer, o sea el dis-placer, conlleva muchas de las enfermedades


femeninas, dado que culturalmente y ancestralmente el mismo no era permitido para las
mujeres y se reprimía sentirlo.

Algunas teorías relacionan las enfermedades de órganos femeninos con un


cuestinionamiento de la identidad femenina, desde nuestra mirada, esas enfermedades
pueden significar el no poder hacer propia esa identidad a su modo y a su manera, que
no necesariamente es lo esperable en lo familiar o lo social.

114
La postergación de la mujer, como mensaje familiar, como respuesta esperable
ante urgencias del sistema, implica un mensaje de “no-ser vos misma sino la que los
demás necesitan que seas”, cuando ello se cronifica, se internaliza, deja de reconocerse
como necesidad propia, sino como algo que le pasa a “otras personas” y en ocasiones,
está mediado por conceptos culposos de castigo y/o no-merecerlo.

El empoderamiento y la sororidad, constituyen acompañamientos positivos para


lograr ser “una misma”, entera, una sola que se expresa en su cuerpo y en su sentir.

PATOLOGIAS SEXUALES FEMENINAS

Las patologías sexuales femeninas desde el punto de nuestra Teoria Reichiana,


expresan bloqueos en el séptimo segmento que es el Pélvico. Desde el punto de vista
psico-emocional encontraremos allí, la conflictiva edípica, el modo que la misma fue
resuelta y la angustia genital. La casuística clínica también nos muestra que en estas
conflictivas pueden subyacer situaciones traumáticas de abuso sexual infantil que la
paciente puede recordar o no. En esos casos la psicoterapia es esencial para desentramar
esa conflictiva y las emociones subyacentes para que la paciente pueda resolver estas
patologías.

Algunas de estas patologías son:

Vaginismo: se produce cuando la musculatura que rodea la vagina genera un "espasmo


involuntario" que imposibilita la penetración.

Dispareunia: es el dolor asociado al vaginismo y se da cuando la penetración es


dolorosa o dificultosa. Esta contracción de los músculos pubo-coxígeos generan
irritación y mucho dolor.

Anorgasmia: es un trastorno en el orgasmo que genera dificultad o imposibilidad de


lograr un orgasmo placentero. Si bien es un síntoma que puede afecta tanto a hombres
como a mujeres, suele ser un motivo de consulta más habitual en el género femenino.

Anhedonia: Es un síntoma que se caracteriza por una excesiva y constante


imposibilidad de poder sentir placer. No refiere únicamente, para el plano sexual, se

115
puede expresar también en otras áreas, para el tema que estamos tratando, este síntoma
se expresa en la pérdida de la libido o falta de interés en la intimidad física.

Ninfomanía: Si bien es un término que ha caído en desuso y que ha tenido en su


definición un claro sesgo de enjuiciamiento moral sobre la actividad sexual femenina, lo
incluimos en esta definición:

La ninfomanía, también conocida como hipersexualidad femenina, es una


dependencia que no cesa, una adicción al sexo que afecta todas las áreas de la vida y
que genera una insatisfacción constante. Por esa dependencia que no puede cesar, se
menciona que es una adicción.

Las mujeres ninfómanas experimentan un deseo sexual demasiado intenso e


insaciable que genera una obsesión por el sexo, incluso aunque mantengan relaciones
sexuales de forma habitual. (Esta definición que la obtuvimos del internet, a nuestra
mirada, hay en encubierto un juicio moral).

¿Cuál es la medida o cantidad de veces que una mujer “tendría” que tener
relaciones sexuales? ¿Qué se dice cuando se dice “poco” o “demasiado”?.

Desde la mirada reichiana podemos decir que sería un síntoma que podría
preocuparnos en la medida que en esa actividad sexual no exista una descarga genuina,
por lo cual la mujer necesita una actividad compulsiva. También puede representar la
ausencia de contacto genuino con el otro, en otras palabras hablamos de ausencia de
potencia orgástica. Otra característica de este síntoma es que, su compulsión, hace que
las actividades cotidianas se alteran o no se pueden realizar y la vida de esa persona se
“desorganiza”….quizás esta desorganización o “pérdida del orden” sea la expresión de
otro rasgo caracterial.

LO FEMENINO EN SU ANCLAJE SOMÁTICO


BIOPATÍAS FEMENINAS
ENFERMEDADES CARDIOLÓGICAS Y VASCULOPATÍAS

En épocas en que las formas de la identidad sexual se han diversificado y multiplicado


tanto en la cultura occidental judeocristiana (al menos), puede resultar de utilidad un abordaje

116
que busque la legitimidad propia de “lo femenino” a través de múltiples exploraciones. La
historia, la mitología, la literatura, el arte en general, pueden ser fuente de ricos materiales para
la comprensión.

En esta unidad nos centraremos en lo relacionado con las maneras específicas del
“enfermar” de las mujeres en esta cultura, con alguna referencia en reciprocidad con algunas de
las maneras en que enferma el varón. Tratándose de un seminario cuatrimestral, tuvimos que
restringir una exploración que hubiese podido ser mucho más amplia.
Luego de algunos milenios de civilizaciones patriarcales en las que se ha ido incubando una
fricción subterránea entre los sexo-géneros tradicionales, tanto lo femenino como lo masculino
han ido cayendo en una serie no acabada de indeterminaciones, proliferación de formas de
expresión que han ido ocupando las regiones de frontera en lo que hace a las maneras en que se
configuran las identidades.

Esa Indeterminación es consecuencia y a la vez causa (causalidad circular) de déficit en


la maduración: hombres y mujeres inmaduros e infantiles imposibilitados de sintonizar con lo
propio. La representación de una maduración saludable implica todo un problema, y
probablemente sea en el campo Reichiano donde se pueda encontrar una aproximación. En la
naturaleza los individuos que no alcanzan a madurar de modo saludable sucumben, o bien se
interrumpe una línea de descendencia; en la dimensión humana, en cambio, se han desarrollado
una serie de “suplencias” (cesáreas, leches maternizadas, etc.) de modo que individuos con
déficit de suministros y en su maduración, pueden dar descendencia.

Presumiblemente el golpe de gracia a la sexualidad se produjo con la revolución


Industrial y la Moral Victoriana. De los análisis de Reich y de Foucault es posible inferir esto.
La Irrupción de la Moral Sexual trajo, entre otras consecuencias, que muchas mujeres vieran
afectada su capacidad para amamantar, en virtud de que experimentaban como pecaminosa e
indebida la excitación que sentían al amamantar a sus criaturas. Sin dudas esto afectó a las
mujeres en términos de pérdida de sintonía con su condición femenina, pero también a las
criaturas que, aunque recibieran el suministro material de alimento, el suministro de “contacto”
“conexión” con su madre resultó sin dudas afectado. Un déficit en los suministros afecta los
procesos de maduración de las criaturas. Luego esas criaturas serían padres y madres, y
llevamos muchas generaciones con deterioro, tanto en la Sintonía como en la calidad de los

117
suministros. El patriarcado que conocemos actualmente también se consolidó con la llamada
Revolución Industrial, junto con el paradigma Cartesiano Newtoniano y el Imperio de la Razón
por sobre el sentir. Moral Sexual y Patriarcado no sólo son contemporáneos: están implicados.

La pérdida de sintonía de los hombres probablemente se produjo cuando el pene se


convirtió en arma: lanza, bayoneta, fusil, cañón, bomba: instrumento, arma para competir,
rivalizar, guerrear, dominar, someter. A través de la frecuencia y el empleo de términos como
triunfo, éxito, campeón etc, es posible apreciar cómo están instauradas estas significaciones en
el lenguaje, además de los deportes y en el lugar que ocupan los deportes competitivos en la
cultura.

Retornando a las consecuencias de la estructura patriarcal de la cultura occidental actual,


de lo que no cabe dudar es que en términos generales, los roles de victimarios están del lado
del patriarcado, el machismo, el autoritarismo, mientras que la condición de víctima
corresponde a la mujer. Los movimientos feministas han crecido en las últimas décadas, y han
recibido el apoyo explícito y militante de la comunidad LGBTQ.

Normatividad, machismo y patriarcado configuran el bloque victimario


Por el otro lado, la multiplicidad de formas emergentes de las identidades sexuales, lo que
habitualmente es nombrado como la “comunidad LGBTQ” más que una afirmación de sí, tienen
la impronta del rechazo a la normatividad, al machismo, al autoritarismo dominante y su
afirmación a través de las manifestaciones callejeras, las luchas legales, la consolidación
jurídica de sus conquistas.

El nombre de este Seminario tiene su elocuencia. En esta unidad se expresa un aspecto


nuclear del mismo, que consiste en un aporte a la comprensión de “lo femenino” a través de la
referencia más básica y elemental, a lo que se fue consolidando en el curso del despliegue de la
diversidad y la evolución de las formas vivas en el planeta: la forma, la estructura y la función
de los tejidos y órganos. No se trata de un reduccionismo biologicista. Es un dato que los
factores sociales, familiares y culturales tienen un rol preponderante en la configuración de la
función y sus manifestaciones. Por el contrario, se trata de un aporte a la comprensión del cómo
las determinaciones culturales pueden afectar, tanto a favor como en contra de la pulsación
saludable de las células, de los tejidos y órganos, así como de la salud de la persona entendida

118
como una totalidad.

Una célula dentro de un tejido, órgano o glándula no modifica su código genético porque
sí, porque está desquiciada. Algo ocurre en el “afuera celular” para que esos cambios se
produzcan.

Una célula o un grupo de células dentro de un tejido, así como un tejido u órgano dentro
de un biosistema, al enfermar revelan en un primer nivel, un desajuste de la pulsación interna
del individuo del que forman parte, visto como totalidad. Este a su vez remite a algún desajuste
en la relación del individuo con su entorno. En un nivel de integración más amplio revelan un
desajuste en la pulsación del individuo con su entorno significativo. En otro modo de
representarlo, polar y complementario, revela una consecuencia, un “costo”, un efecto, una
secuela del vivir “ajustado” a ciertas creencias o maneras de entender la “normalidad” o
también el ser consecuente con la creencia que la persona tiene acerca de sí misma.

Aquí se abren muchas posibilidades diferentes, donde se justifica todo un trabajo de


desciframiento de los significados implicados en el síntoma o la “enfermedad”. Por ello es que
preferimos resignificar el término “enfermedad” y entenderla como la ocasión de una “crisis
curativa”. En síntesis: la aparición de un trastorno, una lesión, un tumor, revelan un “desajuste”
que admite ser estudiado.

Cuerpo de mujer, Mapa de dolor.

Desde la perspectiva Reichiana, que es antes que cualquier otra cosa, una perspectiva
Psicosomática, tanto la perturbación de la función como la aparición de daños en la estructura
de tejidos y órganos, no es una cuestión de azar: es posible encontrar una trama del enfermar,
que suele permanecer oculta a la conciencia. Esa trama habla siempre de una conflictiva que
siempre tiene determinaciones personales pero tiene también siempre determinaciones del orden
de las significaciones familiares, sociales y culturales. Ambos niveles de análisis son posibles y
complementarios.

Así, la frecuencia con que se “rompen” o enferman determinados tejidos, órganos y/o
glándulas, no habla sólo de lo que les pasó y pasa a las personas sino también, y sobre todo de
lo que ocurre con las creencias y los significados pertinentes en la cultura.

119
Para que esto resulte más fácilmente comprensible emplearemos una forma abreviada y
esquemática de un Modelo Teórico Psicosomático de inspiración reichiana, con el que además
procuramos trascender el dualismo imperante. Siendo una entre muchas otras, la muestra más
elocuente y cercana del dualismo está en el hecho que en la misma UNC, hay una Facultad de
medicina y otra, de Psicología. Como si la salud no fuese una sola.

El Modelo Teórico Psicosomático de inspiración Reichiana


Recoge aportes de muchos otros autores, entre los que se destaca Chiozza, y también
Keleman.

Esquema de Reich en La Biopatía del


Cáncer.: (Pág 122 del apunte 2016)

Psique y Soma no son existentes en sí mismos, son modos polares de expresión de un


mismo núcleo energético. En nuestra versión, aggiornada.

120
Lo característico del Soma: los procesos biológicos con sus dos principios: contracción
expansión; pulsación. Lo vivo pulsa.

Lo característico de Psique: Los Significados, que a su vez siempre encuentran su


verificación en el sentir (si algo no nos hace sentir, no es significativo), y el sentir con su eje de
polaridad propio: expansivo en el placer; contractivo en la angustia; pulsación.
Eje de polaridad: Psique Soma; El Sentir, en ambas interfases.

La Disociación: Punto de ruptura psicosomática

La noción de Disociación es clave para la comprensión de lo que nos ocupa. Algunos


recuerdos hacen su escondite en los pliegues de la memoria cuando la intensidad de un sentir
desagradable alcanza cierto umbral. En la historia personal de cada uno habrá varios eventos en
los cuales lo insoportable, lo traumático invadió la experiencia.

Alguien las llamó los bisturíes de la castración simbólica: Miedo, vergüenza, culpa.
La experiencia de lo insoportable, nombrado también como traumático, dispara la disociación:
La vitalidad (energía vital) implicada en la experiencia se escinde. Una parte se contrae y
compacta en los tejidos, bajo la forma de un “bloqueo”; la otra parte sale proyectada,
desaparece de la conciencia; recuerdos con sus significaciones que desaparecen de la memoria,
total o parcialmente. El tiempo se congela, la experiencia no admite ser procesada, elaborada,
dialectizada, metabolizada.

Pero lo disociado no desaparece por completo, siempre busca retornar. Freud nos enseñó
acerca de esto. Los Sueños, los chistes, los síntomas, las producciones del Inconciente,
reprimido.

Mecanismos disociativos es el nombre genérico para varios recursos defensivos, entre


ellos la conocida “represión” freudiana. Su punto de partida no es conciente, y admite ser
considerado como recurso defensivo biológico, antes que humano. Gracias al recurso
disociativo el ser vivo puede mantener lucidez atencional en el presente.

Semántica Somática: Uno de los capítulos del Modelo.


Remite a las regiones de la corporalidad y afectividad; también a una manera de

121
representar una maduración saludable. También se la puede reconocer como una “analítica del
deseo”.

En una Semántica somática, el nexo que conecta un tejido, un órgano, una región
corporal, con la significación, es la función. La función, a su vez tiene su expresión concreta en
los comportamientos, las acciones y los verbos que refieren a ellos. La funcionalidad de ciertos
tejidos es predominantemente interna, como los órganos del metabolismo, mientras que la de
otros ocupa un lugar privilegiado en la interacción con los semejantes, el “otro” en general. Es
en virtud de esto precisamente, que se impregna, se carga de significación. Se torna importante,
significativo, lo que hacemos e incluso también lo que anunciamos o proponemos hacer, los
verbos.

Es mérito de Reich el haber incluido al pecho como Segmento Pectoral en una totalidad
integrada. Nótese que en Freud hay lugar para lo oral, lo anal y lo genital: El reconocimiento
del pecho en la obra freudiana y la de la mayoría de sus seguidores, al igual que en toda la
cultura, quedó postergado.

Los cinco referenciales de la Afectividad Humana también pueden ser vistos como
etapas en el proceso de desarrollo y maduración: Ocular; Oral; Mesodérmico Anal; fálico-
genital; Pectoral.
En el pasaje por cada una de las etapas, la criatura requiere de suministros específicos los que
serán necesarios para que se cumplan satisfactoriamente los pasos hacia una “maduración”
saludable. Como ejemplo: al atravesar la etapa mesodérmico-anal, el suministro principal que
requiere la criatura es el de libertad para explorar y límites serenos; de modo que los padres que
continúan poniendo el énfasis en la alimentación, o sea la oralidad, en vez de favorecer retasan
el desarrollo.

Una manera de representar la maduración en un individuo humano consiste en entenderla


como la integración armoniosa y equilibrada de los cinco referenciales: Lo ocular proporciona
conciencia; lo oral otorga un reconocimiento de las genuinas necesidades de presente; lo
mesodérmico anal aporta un adecuado manejo y coordinación corporal, junto con el
reconocimiento de los límites, las normas, las leyes; la genitalidad brinda una clara percepción
de los genuinos intereses, anhelos, deseos, talentos (en vez de perseguir los ideales del éxito, el

122
consumismo y afines); lo pectoral integra todo los anteriores en una totalidad en la que el
individuo se siente perteneciente a una comunidad donde hay respeto, solidaridad, entrega,
contención, generosidad, cooperación.

Lo femenino:

En una primera aproximación, lo que caracteriza a la mujer, o lo femenino (usamos


ambos términos de manera indistinta) en su anclaje somático, son la forma y funciones de los
tejidos y órganos exclusivamente femeninos, específicamente en Pecho y en Pelvis
(referenciales 4 y 5). Pero no nos quedamos allí. El paso siguiente consiste en apreciar las
funciones relacionales y los significados vinculados. Esto se verifica a través del “sentir”. El
sentir es el lugar de la experiencia en que lo material se convierte en significación; el cuerpo se
convierte en significado. O bien, por el contrario, quedan escindidos gracias a los mecanismos
disociativos.

En concreto: Tanto en pecho como en pelvis hay órganos que tienen funciones
específicas, sentires específicos y significaciones emocionales específicas. Han sido ocasión de
disociaciones específicas, en la historia más reciente (últimos 4 ó 5 siglos). Y quien crea que ya
se ha superado la época del oscurantismo y la represión sexual es invitado/a a repensarlo.
Es posible ver las huellas de la represión en los déficit de maduración, en bloqueos corporales,
en lo aberrante de algunos comportamientos a los que se insiste en llamar “amor” y por sobre
todo en algunas maneras específicas del “enfermar”.

Podemos apreciar a “lo femenino” relacionado con los tres primeros momentos o etapas
de la vida de todo humano. Gracias a la fecundación asistida pueden ser sólo dos. El primer
momento, trascendental, es el de la concepción, o fecundación. En otros tiempos la única
manera en que ocurría era a través del ensamble de la pelvis femenina con la masculina.
Función relacional de la pelvis de la mujer, con la del hombre.

También función relacional, pero con la cría: el útero. Segundo momento-período: el de


darle cabida a un “otro” para que se exprese y se construya a sí mismo, con una conexión de
sangre a sangre. El “sentir” de la mujer que está gestando envuelve por completo a la criatura-
feto, no hay forma de que se sustraiga, a menos que se activen los mecanismos disociativos ya

123
dentro del útero, lo que da lugar al autismo. Podrá no tener desarrollado el sistema nervioso,
pero como todo ser vivo, y como totalidad, siente.

A continuación la experiencia del sentir una pelvis que se abre, también es una
experiencia exclusiva femenina, al igual que las contracciones y el parto. Muchos de los
nacimientos actuales se producen por cesárea, lo que puede tener, entre otras, dos motivaciones:
uno es el negocio de las clínicas, pero a menudo también existe una imposibilidad real de la
mujer para dilatar su pelvis. Fuera de juicio moral, ni bien ni mal, pero no deja de ser una
muestra de la pédida de sintonía mencionada.
Luego vendrá el tercer momento-período en el que la conexión boca-pecho reemplaza a la de
sangre-sangre.

Se trata de momentos, períodos de profunda significación que son propios del sentir
femenino y que el hombre sólo puede experimentar, un poco, por resonancia. Nunca por
vivencia plena propia. Muchas mujeres que han pasado por esas etapas tampoco las pudieron
vivir en plenitud en virtud de esa pérdida de sintonía antes mencionada. Los sentires muy
intensos y profundos, en esta cultura, ponen a las personas en el umbral de lo disociativo.
Sentir el contacto, o no sentirlo tiene implicancias tanto para la madre como para la criatura. La
falta de sensación-sentimiento de contacto, durante la gestación, el parto y la primera lactancia,
deja profundas huellas en la criatura.

Desde el “sentir” se vuelve más comprensible lo específicamente femenino. Pero también


se vuelve comprensible la perdida de sintonía mencionada, cuando lo disociativo borra esos
sentires.

La pérdida de sintonía de las mujeres (en estas culturas) con su condición femenina abre
las puertas para la comprensión, en primer lugar de sus enfermedades, de las de las criaturas, y
a continuación, de las fricciones en la relación con los hombres, y más aún si el hombre también
tiene una sintonía extraviada. Una muestra de esto es cuando algunos padres compiten con sus
hijos recién nacidos por el afecto y atención de la pareja.

Una aproximación a “lo femenino” a través de una Semántica Somática, es por los
órganos que le son específicos, y otra a través de la funcionalidad de los segmentos.

124
La mujer en el segmento pélvico es receptiva y contenedora (vagina, útero), mientras que
en el segmento pecho es activa y dadora.

El hombre por el contrario, es receptivo en pecho y activo en pelvis. Así ha sido


configurada en la naturaleza la reciprocidad saludable entre mujeres y hombres, más allá de la
cultura. Está claro que cada cultura puede afectar, interferir de muchas maneras. Tales
interferencias traerán consecuencias.

Aplicación del Modelo para la comprensión del “enfermar “femenino

Si bien hay significaciones que son genéricamente aplicables para todos los integrantes
de una cultura dada, también hay significados que tiene su origen en experiencias y vivencias
individuales, o sea que son personales. También hay significaciones que son específicas en cada
familia o grupo de convivencia. Por ejemplo golpes, lesiones, accidentes, enfermedades propias
o de personas significativas en la familia, etc. Cada vez es más reconocida por variadas
corrientes del pensamiento psicológico y psicosomático la vigencia significativa de algunos
ancestros, y sobre todo si han tenido enfermedades y/o muertes traumáticas.

El principio comprensivo principal está en la operatividad de los sentires disociados, y el


acceso a través de la función.

La función de un tejido u órgano proporciona una orientación general, más allá incluso de
la conciencia que la persona pueda tener al respecto.
Si tomamos por ejemplo a los Ovarios, su función es la de producir óvulos. Sabemos que las
gametas tienen la mitad de los cromosomas que el resto de las células somáticas. Cada nuevo
ser humano resulta de la combinación de 23 cromosomas que aporta la madre a través del
óvulo y 23 del padre a través del espermatozoide: cada uno de ellos hubo de aportar la mitad, y
renunciar a la otra mitad.

Pensando en las enfermedades de los ovarios: Orientados por la función podemos


representarnos una dificultad para renunciar a la mitad de sí (renuncia a cierto “narcisismo”),
para dar lugar a lo nuevo, original, único. Con la orientación dada, luego viene el proceso de
verificar y explorar las significaciones individuales, los bloqueos con sus tiempos y
circunstancias. Esto vale para todos los trastornos y enfermedades.

125
El Útero es otro órgano femenino en el que se manifiestan trastornos, lesiones o tumores
de los que es posible presumir, en principio, una conflictiva subyacente. A continuación se
explora. En este caso es importante diferenciar entre el “cuello de útero” y el resto del órgano.
El pensamiento psicosomático se nutre también con los saberes de la medicina: la distinción
entre tumores malignos y “benignos” es muy útil para evaluar la complejidad de los procesos.
Como orientación, la localización de una neoplasia dentro de la cavidad uterina sugiere que lo
implicado es el deseo de ser madre. Luego se verá lo específico de cada caso: si prioriza la
función materna por sobre la de mujer-erótica, por ejemplo.

El cuello de útero tiene significaciones específicas y lesiones específicas, y si bien ha sido


identificado un supuesto “agente causal”, no deja de ser llamativo el dato de que no todas las
personas portadoras del HPV hacen lesiones. Está implicada sin dudas la capacidad espontánea
de reparación de los tejidos, la función inmunológica también, y sabemos que la función
inmunitaria está muy implicada con “factores emocionales”, o sea el “sentir”. El cuello de útero
está ubicado en el fondo de la vagina, y es la conexión entre ésta y el útero propiamente dicho.

Por su ubicación es el “lugar somático” de impacto del pene en la penetración profunda.


Como orientación, se puede pensar que puede estar operando el temor al daño producido por el
“falo” agresor, que es una significación bastante conocida en nuestra cultura machista
patriarcal.

La angustia frente a la genitalidad característica de la histeria que describió Freud y los


primeros psicoanalistas ha mutado bastante, pero es de presumir que no ha desaparecido, sino
que en sucesivas generaciones viene cambiando de formas.

Una significación análoga parece estar operando de manera no conciente en el cáncer de


ano. Si bien la incidencia es semejante en hombres y mujeres, es casi inexistente en hombres no
homosexuales. La frase: “le rompieron el culo” es bastante conocida, y el instrumento
“rompedor” también. Las significaciones asociadas a sometimiento y humillación
probablemente operen en niveles profundos no consientes.

El cáncer de mama también ha sido estudiado, y hemos identificado dos patrones en


relación al segmento pectoral que están implicados: un patrón expansivo y un patrón
contractivo. En ambos casos hay un déficit en el reconocimiento de las genuinas necesidades

126
de la persona (conflicto con la oralidad). En el síndrome expansivo la “necesidad” disociada es
proyectada sobre los demás en general o bien sobre alguien/es en particular a quienes se
atiende, cuida, nutre. En el contractivo domina una baja autoestima y la creencia de que tiene
poco o nada para dar, junto con un fuerte sentimiento de insatisfacción.
En ambos casos suele haber también un desplazamiento de importancia desde la pelvis, con
una genitalidad pobre o sin contacto.

En el nivel de esta cultura es especialmente notoria una inversión de la significación en


relación al pecho femenino. Si en la naturaleza, en los mamíferos y en la función saludable el
pecho femenino, la función del órgano de “dar”, en esta cultura (como lo evidencia el
importante negocio de las cirugías), gracias a las “lolas hechas” recibe valoración externa y/o
incrementa la autoestima, es decir que se ha convertido en su opuesto, en vez de dar, recibe.

Esta propuesta, en lugar de proponer fórmulas interpretativas, como hacen algunas


pseudo-psicologías, es más una invitación a pensar con un pensamiento psicosomático, es decir
alternante. Una manera de ver articuladamente y en causalidad circular, la corporalidad y la
significación.

Concluyendo, y retornando a la cuestión de identificar lo propio de lo femenino, nos


encontramos con un par de fenómenos que son, al menos llamativos. En algunas parejas de
padres ocurre que la sintonía espontánea con la cría es más fluida en el padre que en la madre.
Con frecuencia esas mismas madres suelen ser exitosas y productivas en lo profesional y
laboral. Cabe identificar esto como una “suplencia”.

Si retomamos la hipótesis de Freud sobre una bisexualidad básica, tanto hombres como
mujeres pueden desarrollar mayor o menor sintonía con su propia condición y con la
complementaria. Es sobre esta base que se han manifestado, cada vez con menos inhibiciones
las variadas formas de homosexualidad. En los grupos familiares, y sobre todo si hay criaturas,
tiende a configurarse alguna forma de equilibración. Lo que nombramos como sintonía no es
una simple abstracción, tiene como referentes a los sentires característicos vinculados a
determinados tejidos y órganos. El “sentir”, a su vez tiene sus dos franjas: la del sentir en tanto
sensación somática, y la del sentir como sentimiento. Puede haber una distancia considerable
entre ambas franjas cuando están operando los mecanismos disociativos. Es en virtud de esto

127
que pueden operar las suplencias. Pero la existencia misma del fenómeno de la “suplencia”
verifica precisamente el dato de que en los últimos siglos las mujeres han venido perdiendo
sintonía con su condición. Por su configuración anatómica tienen los órganos y tejidos más
adecuados para el contacto íntimo, profundo con la criatura pequeña, pero su “sentir somático”
se ha venido extraviando en sucesivas generaciones de disociaciones. A esto es a lo que
llamamos “pérdida de sintonía”. La suplencia en cambio opera a través de una resonancia y
sobre todo a través del sentir como sentimiento dentro del “campo” emocional del sistema.

-¡Doctor, el nene no me come!. Es una ironía, claro. Sin embargo no deja de ser un reflejo
de la pérdida de sintonía mencionada. Sin embargo los pediatras pueden dar fé: muchas madres
acuden angustiadas a su pediatra porque no pueden comprender ni sintonizar con lo que le
ocurre a su criatura. Las hembras del resto de los mamíferos vienen equipadas con esa
capacidad que ha recibido varios nombres, savoir-faire, reberí, una especie de comunicación
que tiene algo de telepático (que ha sido estudiado además).

La pérdida de sintonía es pérdida de sintonía con las propias sensaciones corporales, y un


tejido sin sensación en virtud de los mecanismos disociativos tiene más probabilidad de
contagiarse con cualquier bicho o de lesionarse o desarrollar un tumor, etc.

Por último una breve reflexión sobre el dato estadístico de que las mujeres, en los últimos
tiempos no sólo han alcanzado sino que también han superado a los hombres en la frecuencia
de enfermedades cardiovasculares.

Los tiempos han venido cambiando. Hasta hace poco las cardio y vasculopatías eran
predominantemente masculinas.

Precisamente en tiempos en que los movimientos feministas han crecido en magnitud,


ocurren con sincronía llamativa una serie de fenómenos que merecen exploración más
profunda. Uno de ellos remite a que la fricción subterránea entre mujeres y hombres se ha
vuelto menos subterránea y más explícita. Una de sus manifestaciones puede verse en el
incremento de los femicidios. Otra es la de la rivalidad y competencia decidida en múltiples
espacios, laborales y profesionales. Pero en una cultura que desde hace siglos viene formateada
por el machismo, la competencia, el éxito etc. muchas mujeres han debido “masculinizarse” y
“esforzarse” para competir y triunfar.

128
La “ética del esfuerzo y el sacrificio”, característica del paradigma judeocristiano puede
llevar, en sus formas más exacerbadas, al colapso implosivo de los organismos que lleva a los
trastornos oncológicos pero también al explosivo en las cardiopatías.
En todos los casos, de cualquier modo, se impone el reconocimiento de la historia y las
significaciones individuales. Los movimientos de la cultura como totalidad aportan, sin
embargo, algunas orientaciones.

DEPRESION POST-PARTO

¿Qué es la depresión posparto?

Muchas mujeres experimentan síntomas de baja del estado de ánimo que se


desarrollan dos o tres días después del nacimiento, el pico es en el quinto día, y se
resuelven en dos semanas.

Sin embargo, los episodios de depresión postnatal más sustancial también son
comunes y pueden causar considerables trastornos a la mujer y a su familia. La forma
más grave del trastorno del estado de ánimo posparto (o puerperal) consiste en la
aparición aguda de una psicosis maníaca, mixta o depresiva en el período
inmediatamente posterior al parto.

¿Qué tan común es la depresión posparto?

La tristeza postparto, o melancolía de la maternidad, es una condición transitoria


que afecta a un 30-80% de las mujeres después del parto.

La prevalencia general de los síntomas depresivos postparto clínicamente


significativos se estima entre el 7% y 19%. 1 En torno a una tercera parte de la
"depresión posparto" comienza en el embarazo y alrededor de una cuarta parte empieza
antes embarazo.2

La psicosis posparto ocurre después del parto en aproximadamente 0,1% (1 en


1000) de los nacimientos.

129
Las mujeres con trastorno bipolar tienen un riesgo particularmente alto de
padecer una depresión postnatal en el puerperio, con alrededor de la mitad de los partos
seguidos de un episodio clínicamente significativo.4

¿Por qué se sub-diagnostica la depresión postparto?

Existe buena evidencia de que los episodios de depresión posparto se pierden o


son mal diagnosticados. Un estudio encontró que sólo el 15% de 211 mujeres en el
posparto -que según la entrevista habían sufrido un trastorno de estado de ánimo durante
el primer año después del parto- habían buscado ayuda profesional, habían recibido
fármacos o tenían algún contacto hospitalario.5

También está claro que los episodios bipolares que se presentan en el período
posparto podrían diagnosticarse erróneamente como depresión unipolar. Por lo tanto, es
importante tener en cuenta el trastorno bipolar en el diagnóstico diferencial de los
episodios depresivos posparto y tomar una historia psiquiátrica cuidadosa para
descartarlo.

El período post-parto es un momento en que la alegría es la expectativa. Muchas


mujeres son reacias a admitir los síntomas de baja del estado de ánimo, ya que se
sienten avergonzadas o estigmatizadas, y se preocupan porque su hijo necesite
asistencia médica. Los profesionales podrían coincidir en su actitud con las mujeres y
dejar de reconocer episodios severos de la enfermedad que se beneficiarían con el
tratamiento.

¿Por qué es importante?

Es importante distinguir los episodios postnatales de depresión mayor de un


trastorno del humor menor ("baby blues") porque el tratamiento para la depresión puede
aliviar la angustia considerable asociada con esta condición. La depresión de duración
mayor a dos semanas, los síntomas graves, o el deterioro sustancial deben plantear la
sospecha de un episodio de depresión mayor.

La depresión postparto no tratada causa menoscabo sustancial a la mujer, pero


también podría tener efectos perjudiciales sobre el bebé: problemas emocionales,
conductuales y cognitivos y podría conducir a un trastorno del humor en su pareja.

130
Durante la última década, las investigaciones confidenciales sobre las muertes
maternas en el Reino Unido han mostrado al suicidio como la causa principal de muerte
materna. Los problemas destacados por las investigaciones incluyen la gravedad y la
velocidad de aparición de la enfermedad después del parto, el no ser reconocida y la
atribución errónea de importantes condiciones médicas no psiquiátricas a los síntomas
psicológicos.

¿Cómo se diagnostica la depresión postparto?

El período de mayor riesgo está en las semanas después del parto

A lo largo del embarazo y del puerperio las mujeres entran en contacto con una
variedad de profesionales de la salud que incluyen parteras, obstetras, visitantes de salud
y médicos de familia. Es de vital importancia que se le otorgue a la salud mental de la
mujer la misma atención que a su bienestar físico.

El período de mayor riesgo está en las semanas después del parto, pero es
importante que el equipo de atención primaria se mantenga alerta durante todo el año
después del parto. La depresión posparto puede ser diagnosticada sólo mediante la
evaluación clínica, pero hay estrategias que pueden ayudar con la detección de casos.

El punto de corte más utilizado es de > 12 que tiene un valor predictivo positivo
global del 57% y un valor predictivo negativo del 99%.

El objetivo de las herramientas de detección para la depresión postnatal no es


diagnosticar trastornos depresivos sino identificar a aquellas mujeres que requieren
mayor evaluación clínica y psiquiátrica.

¿Cuál es el tratamiento para la depresión postparto?

La depresión después del parto responde a los mismos tratamientos que los
episodios que ocurren en otros momentos. Los tratamientos van desde el apoyo general
y escucha para los síntomas leves, a los tratamientos verbales y los antidepresivos para
los episodios de depresión moderada a severa.

A pesar de que la CIE-10 define a los episodios leves, moderados y severos de la


depresión, en número de los síntomas, en la práctica clínica la gravedad es mejor

131
juzgada por el deterioro que el episodio está causando y por los síntomas específicos,
como fenómenos psicóticos.

¿La depresión posparto es un signo de trastorno bipolar?

Por Genevra Pittman

NUEVA YORK (Reuters Health) - Las mujeres tratadas por enfermedades


psiquiátricas graves, incluida la depresión mayor, justo después de tener un bebé son
más propensas a recibir un diagnóstico de trastorno bipolar más adelante que aquellas
con un primer problema mental en otra etapa de la vida, demostró un estudio realizado
en Dinamarca.

Los autores dijeron que no sabían si algunos casos de depresión posparto o de


trastornos similares a la esquizofrenia estaban equivocadamente diagnosticados como
trastorno bipolar o si, en realidad, más mujeres con esos diagnósticos iniciales
desarrollaron luego trastorno bipolar.

"Nos concentramos en trastornos psiquiátricos graves", dijo la autora del estudio,


Trine Munk-Olsen, de la Universidad de Aarhus.

La experta agregó que mientras que "la tristeza posparto" es bastante común, la
depresión grave y otros trastornos psiquiátricos agudos que demandan atención
hospitalaria o ambulatoria sólo ocurren en una de cada 1.000 nuevas madres.

El trastorno bipolar se caracteriza por la oscilación anímica entre la depresión y


la "manía" o excitación excesiva. Suele aparecer en la juventud y el Instituto Nacional
de Salud Mental de Estados Unidos estima que afecta unos 6 millones de personas.

El equipo de Munk-Olsen siguió a un grupo de mujeres de Dinamarca durante


15 años, a partir de una primera crisis psiquiátrica, para determinar si la oportunidad,
inmediatamente después del parto o no, predecía el diagnóstico del trastorno bipolar.

132
Con información de los registros de Dinamarca, el equipo halló 120.000 mujeres
hospitalizadas o atendidas de manera ambulatoria por una primera crisis de depresión
grave u otro problema psiquiátrico en 1970.

De ellas, 2.900 habían tenido esas crisis durante el año posterior al nacimiento
del primer hijo.

Durante los 15 años de seguimiento, a unas 3.100 participantes con un


diagnóstico inicial distinto se les detectó trastorno bipolar.

Al 14 por ciento de las participantes con una crisis psiquiátrica durante el primer
mes después del parto se le diagnosticó trastorno bipolar, comparado con el 4 ó 5 por
ciento de las mujeres tratadas por primera vez durante el resto del año posterior al parto
o en cualquier otra etapa de la vida.

"Es posible que hayan existido errores diagnósticos en algunos casos; eso no lo
podemos descartar, pero es posible que algunas participantes desarrollaran el trastorno
bipolar con el tiempo", dijo Munk-Olsen.

Los resultados se traducen en cuatro veces más probabilidad de que un trastorno


psiquiátrico durante el primer mes posterior al parto, comparado con el que aparece en
cualquier otra etapa de la vida, se transforme en un trastorno bipolar.

En ese grupo, las pacientes hospitalizadas fueron dos veces más propensas que
aquellas tratadas de manera ambulatoria a que más adelante se les diagnosticara
trastorno bipolar.

"Clínicamente, estos resultados tienen sentido", opinó el doctor Verinder


Sharma, psiquiatra de la University of Western Ontario, en Canadá. "Sabemos que el
parto puede gatillar el trastorno bipolar", añadió.

Eso, según explicó Sharma, que no participó del estudio, es porque los cambios
hormonales del embarazo y la falta de sueño harían que algunas mujeres desarrollen
síntomas del trastorno bipolar que podrían diagnosticarse erróneamente como depresión
o ansiedad.

133
"Ignoramos si estas mujeres desarrollan la enfermedad por el parto o si no tener
hijos habría evitado la aparición de un episodio de bipolaridad", indicó.

Los resultados tampoco prueban que la depresión posparto, o el parto, causen el


trastorno bipolar, y los autores no midieron si la tristeza posparto no tan grave y más
común está asociada con la aparición de los síntomas bipolares.

Aun así, el equipo escribe en Archives of General Psychiatry que los síntomas
psiquiátricos graves posparto deberían ser parte de la lista de factores de riesgo del
trastorno bipolar.

FUENTE: Archives of General Psychiatry, online 5 de diciembre del 2011

TRASTORNOS NARCISISTAS

Cuando hablamos de patologías relacionadas a la imagen del cuerpo, serán dos


elementos que tendremos en cuenta:

 La influencia de las costumbres y/o usos de determinada sociedad


 La autoestima de la persona
 La psicopatología subyacente al síntoma.

Probablemente sea el cuerpo femenino a lo largo de la historia, el que ha


quedado más sujeto a los cambios sociales/culturales; pareciera que el cuerpo debe tener
“la forma” según cómo era la moda de las vestimentas de la época. A modo de breves
ejemplos, podemos decir que en el Renacimiento además de la palidez de sus cuerpos
podían tener un poco más de peso, inclusive senos amplios y “barriga”. Iniciado el siglo
XX, siempre con esos largos vestidos que cubren el cuerpo lo mayor posible, así sea
pleno verano y cuerpos más delgados, que se continúan hasta la actualidad, más allá de
la famosa modelo Twiggy en los 70 de gran delgadez, situación que aún impera en las
modelos de pasarela de los grandes modistos.

¿Es el cuerpo femenino parte de una vestimenta? ¿Y su “ser”, su esencia, en


dónde está?

134
¿Qué ocurre en una mujer cuando su cuerpo no reúne las condiciones de lo
esperado en su época, en su medio social? Difícilmente en una joven, aunque tenga un
buen nivel de autoestima ello no haga alguna huella.

Aparece el gran negocio de los gimnasios, de la farmacología estética, de los


institutos de estética o cosmiatria y de las cirugías plásticas, dependerá del bolsillo de
cada una o de su familia a cual accederá, para adecuarse a la media y no ser pasible de
bullying.

Vivimos en una sociedad de alto consumo, todo es impermanente, sin embargo


se puede pagar con mucho dolor (además de dinero) tener ese cuerpo soñado….
¿Soñado por y para quién?

“Lo esencial es invisible a los ojos” decía El Principito .La presión de lo social,
vuelve invisible ése y otros conceptos que nos llevan a mirarnos más como personas que
como imagen.

Este es el siglo de la imagen, sino pensemos en redes, en Instangram… y si una


mujer no responde a ese modelo social, comienzan sus sentimientos de vulnerabilidad,
de minusvalía, de no sentirse bien consigo misma, a veces con ensimismamiento y
ostracismo social. Allí, y en el mejor de los casos, tenemos intervención los psicólogos
clínicos, en trabajar, en esclarecer, en reencontrar a una persona con quien es… Muchas
veces eso no es lo que le interesa a la consultante, no está interesada en cambios de
paradigmas fuera del consumismo de imagen, nuestro desafío será intentar modificar
ese concepto.

Por debajo de ese sentimiento de no poseer “ese cuerpo soñado” suelen hallarse
distintas patologías, desde las alimenticias (Bulimia, Anorexia) hasta las de imagen
(Vigorexia) y las adicciones a las cirugías plásticas. En muchos casos con una severa
distorsión de su imagen corporal “ideal”.

Desde el punto de vista de los caracteres, tendremos que pensar que puede
hallarse un compromiso psicopatológico encubierto en estos síntomas, y resulta
necesario efectuar un diagnóstico específico para realizar un acompañamiento más

135
integral del abordaje interdisciplinario que implican las patologías alimentarias y de
imagen.

Época de Renacimiento

Años ‘20

Años ‘50

136
Twiggi – Modelo años 70 – Moda Pop

Y en los años
2000

Datos extraídos de la Nota del diario “clarín” de junio del 2018, realizado por la
periodista Emilia Wexler.

Con 272.420 cirugías plásticas en el último año, Argentina está muy lejos de
Estados Unidos, en el primer puesto del TOP 20 de la Sociedad Internacional de Cirugía

137
Plástica Estética (ISAPS). Pero nuestro país es el N°2 de Sudamérica y N°16 del
mundo entre los países donde más se entra al quirófano para verse mejor.

Estamos justo después de Grecia -donde sobran las clínicas de belleza y los
precios son más accesibles que en el resto de Europa- y antes de Venezuela, que por la
crisis política y social dejará de figurar en el ranking.

Pero la cifra local de la Encuesta Global de Estética tiene un dato llamativo este
2018. Hace 5 años, Argentina ocupaba el puesto 21, con un total de 145.439
intervenciones de este tipo en 12 meses. El aumento sustancial se dio pese a que el dólar
que fue in crescendo, que repercute en el costo de los insumos importados, vitales para
toda la industria de la estética en Argentina.

Los especialistas consultados por Clarín coinciden en que "a los argentinos les
gusta operarse" y en que "son reincidentes en el quirófano".

Eso incluye a los a los retoques no invasivos, donde el Mundial lo gana el


botox. Se conoce por el nombre de su marca porque "toxina botulínica" suena
puntiagudo. Relaja temporalmente el músculo en el que se aplica, atenuando las arrugas
de expresión. Está primero con 4,627,752 procedimientos y un aumento del 7% en los
últimos 12 meses a nivel mundial.

Si bien no hay estadísticas oficiales de cantidad de aplicaciones en Argentina, a


partir del total de ventas de productos de toxina botulínica de todas las
marcas, Clarín constató que en 2017 acá se aplicó a 211.425 pacientes, mientras que
en 2012, sólo se lo hizo a 98.902.

Según la ISAPS, "hacerse las lolas" continúa siendo el procedimiento


cosmético más popular del mundo, con el 15.8% de todos los procedimientos
quirúrgicos. Lo mismo sucede en Argentina. Le sigue la liposucción (14%), "sacarse las
bolsas de los párpados" (12.9%), operarse la nariz (7.6%) y el abdomen (7.4%). La
cirugía estética menos popular en 2016 en el mundo fue la ampliación del pene, que
también registró la mayor disminución en el número de procedimientos (-28%).

138
En cuanto a género, las mujeres siguen impulsando la demanda de
procedimientos estéticos. Representan el 86,2% con 20.362.655 cirugías en todo el
mundo.

Además de la labioplastia y de "levantarse la cola", la cirugía estética con más


crecimiento entre las argentinas se da por la distensión de los músculos rectos
abdominales durante el embarazo. Al separarse, tras el parto aparece lo que se conoce
como "ombligo triste".

La dermolipectomía abdominal elimina el exceso de grasa (con lipoescultura) y


piel y sutura los músculos para pasar al efecto "panza chata" y marcar la cintura.

La última que más creció entre las mujeres es otra cirugía íntima. Surge de la
acumulación del exceso de grasa en la zona pelviana o “monte de Venus”. A través de
una cánula, se elimina el excedente. Esa grasa puede colocarse en los glúteos de la
paciente o en los labios mayores de la vagina en caso de que, por un descenso de peso
brusco, la paciente considere que tienen un "efecto desinflado”.

Adicción a la cirugía plástica:

Siempre que hablamos de adicciones es común pensar en drogas o alcohol, o en


ambas. Abusar de alguna sustancia es quizás la dependencia más frecuente entre las
personas, pero no olvidemos que las adicciones pueden presentarse de otras maneras y
bajo otras condiciones. De hecho, una adicción muy grave y que tiende a pasarse por
alto es la adicción a la cirugía plástica.

A diferencia de quienes consumen drogas —sufren una adicción química—, las


personas con adicción a la cirugía plástica tienen una obsesión mental que las lleva a
modificar sus cuerpos y aspectos faciales de forma extrema, al punto de la deformación.
Usualmente, su origen se debe a inseguridades subyacentes y a deseos por conseguir un
aspecto específico, intentando adaptarse a un ideal de belleza autoimpuesto y que
comúnmente se aleja de los cánones estéticos establecidos. Dichas personas utilizan la
cirugía para superar problemática emocional aún más profunda, que difícilmente se

139
afrontarán y se resolverán con una cirugía. En la sociedad actual, el concepto de belleza
es bastante desigual. Muchos hombres y mujeres piensan que únicamente se puede ser
“bello” imitando las características físicas de ciertas estrellas de Hollywood o de
supermodelos de revistas. Los individuos con adicción a la cirugía plástica buscan
tratamientos complicados para obtener la barbilla, los labios o los pechos perfectos, sin
darse cuenta de que no hay rostro o cuerpo perfecto. Después de la cirugía, dicha gente
encuentra alguna razón o imperfección imaginaria para regresar al quirófano y
someterse a una segunda, tercera o cuarta operación, y así sucesivamente, buscando la
«inalcanzable perfección». Su percepción fuertemente alejada de su apariencia personal
afecta su vida cotidiana, volviéndolas personas inseguras.

Esta población puede terminar con daños permanentes e irreparables en el tejido


muscular y en la piel, así como presentar cicatrización excesiva. Asimismo, modifican
de tal modo su apariencia, y tan frecuentemente, que terminan desfigurándose.

El mayor problema es que todavía no existen leyes que prohíban a las personas
someterse a cirugías estéticas de forma consecutiva, pues siempre representan un riesgo
cada vez mayor. Si la/el paciente cuenta con el capital para financiar el procedimiento y
el médico accede, no existe el mínimo obstáculo. Por ello, muchos médicos con muy
poca ética profesional y motivados exclusivamente por intereses económicos
contribuyen ampliamente a la problemática.

La cirugía plástica se rige por el mismo código deontológico que las otras
especialidades médicas y quirúrgicas. El cirujano debe corroborar que el paciente no
presenta problemas psicológicos graves, y que se opera por decisión personal, no por
presiones o por satisfacer a terceros. La misión promordial del cirujano es aconsejar al
paciente y guiarle hacia la mejor opción para su caso, si la/el paciente no tiene clara su
motivación debería dar lugar a la interconsulta con un psicólogo para abordar el tema.

140
LA VIGOREXIA O DISMORFIA MUSCULAR

(Extraído de Wikipedia)

Es un trastorno mental en el que la persona se obsesiona por su estado físico


hasta niveles patológicos. Estas personas tienen una visión distorsionada de ellos
mismos, se ven débiles y enclenques. Por este motivo, el trastorno incide directamente
sobre su conducta alimentaria, sus hábitos de vida y se caracteriza por realizar una
actividad física extrema, abandonando las relaciones sociales y descuidando otros
aspectos de su vida, para dedicar todo su tiempo a entrenar. La adicción al ejercicio se
acompaña de una ingesta exagerada de proteínas y el consumo abusivo de sustancias
como esteroides anabolizantes, con el fin de aumentar la masa muscular y conseguir un
cuerpo musculoso. Este trastorno también se conoce como complejo de
Adonis o anorexia invertida.

La vigorexia, que no está reconocida como enfermedad por la comunidad


médica internacional, afecta mayoritariamente a hombres jóvenes, con edades
comprendidas entre los 18 y los 35 años. Su incidencia es de 4 de cada 10 000 persona

MANIFESTACIONES Y CAUSAS: La vigorexia puede estar ocasionada por


problemas fisiológicos o emocionales, casi siempre relacionados con el entorno del
enfermo. Los factores más relacionados con este problema son las obsesiones y la
insatisfacción con la imagen corporal y parece que tienen mayor influencia en función
del género, siendo más frecuente la obsesión en hombres y la insatisfacción con la
imagen corporal en mujeres.

Los problemas fisiológicos están asociados con trastornos en las hormonas y los
mediadores de la transmisión electroquímica en el sistema nervioso central.

En el caso de que este trastorno aparezca vinculado a la relación del paciente


con su entorno, se encuentran implicados factores sociales, culturales y educativos, que
influyen para que el individuo desarrolle un tipo de personalidad obsesiva.

Existen dos tipos de manifestaciones:

141
La extrema actividad donde la cantidad de proteínas y carbohidratos consumidos
es excesiva, mientras que la cantidad de lípidos se reduce. Esto puede
ocasionar alteraciones metabólicas importantes, sobre todo cuando el vigoréxico
consume esteroides que ocasionan cambios de humor repentinos.

Visformarse es una idea mortal. La baja autoestima, convulsiones, mareos,


dolores de cabeza y taquicardias son síntomas de este desorden. Es más mortal que
la anorexia y la bulimia, ya que el cuerpo humano solo puede soportar un período
máximo de 6 meses con estos trastornos.

Aunque esta es una enfermedad muy similar a la anorexia nerviosa, también se


dan un número de diferencias muy importantes:

La autoimagen en la anorexia es de obesidad; en la vigorexia, es de debilidad,


aunque en algunos casos, existe la imagen de obesidad.

En las mujeres, es más frecuente la anorexia y, por el contrario, los varones


padecen más la vigorexia.

En cuanto a la medicación, para la anorexia se usan laxantes y diuréticos; en la


vigorexia, anabólicos.

Naturalmente, los factores socioculturales (el culto al cuerpo) poseen un papel


importante en estos trastornos, pero también hay ciertas alteraciones en
los neurotransmisores cerebrales relacionados con este tipo de patologías. El tratamiento
debe ser emocional, ya que se debe intentar cambiar la conducta de la persona,
su autoestima y su miedo excesivo al fracaso.

La mejor medida para evitar estos trastornos, tanto vigorexia como anorexia y
bulimia, es la prevención ya que esto lo causa una obsesión por poseer el mejor físico, la
mejor imagen ante la sociedad.

No debe olvidarse que la práctica de actividad física genera una serie de


alteraciones corporales, como la segregación de hormonas como las endorfinas, que
producen una adherencia o "enganche" a la práctica de actividad física cuando el
estímulo producido por la actividad física se produce de manera repetida y continuada.

142
Sin embargo, esa especie de adicción que se crea con la práctica sistemática de
actividad física, como con el deporte no es contraproducente mientras se mantenga en
niveles "normales" y no se convierta en obsesión. No obstante, debe tenerse en cuenta la
naturaleza distinta de este fenómeno, comparado con el de la vigorexia: mientras que la
adherencia a la práctica de ejercicio físico se debe sobre todo a procesos fisiológicos, la
vigorexia se debe a un problema de carácter mucho más psicológico. Siempre que se
practique deporte o cualquier tipo de actividad física de manera controlada, sin excesos
y atendiendo a las características personales, esta práctica resultará benéfico.

Esta enfermedad puede ser mortal. Una de sus complicaciones es la atrofia del
músculo cardíaco, debido a la falta de sangre, por su aumento de tamaño.

La obsesión de estas personas por su imagen corporal les lleva a pasar un gran
número de horas practicando deporte, habitualmente más de 8 horas al día, produciendo
el aislamiento social o incluso el consumo de productos dopantes.

El tratamiento de este trastorno, diagnosticado por Harrinson G.Pope, es


multidisciplinario, centrado sobre todo en terapias cognitivo-conductuales, destinadas a
modificar la autoestima, la imagen corporal que el vigoréxico tiene de sí mismo
y conductas tales como pesarse varias veces al día, entrenar muchas horas seguidas o
ingerir gran variedad de suplementos alimenticios.

TRASTORNOS ALIMENTICIOS O TRASTORNOS DE LA CONDUCTA


ALIMENTARIA (TCA)

(Extraido de Wikipedia)

Engloban varias enfermedades crónicas y progresivas que, a pesar de que se


manifiestan a través de la conducta alimentaria, en realidad consisten en una gama muy
compleja de síntomas entre los que prevalece una alteración o distorsión de la auto-
imagen corporal, un gran temor a subir de peso y la adquisición de una serie de valores
a través de una imagen corporal, aunque hay ciertos trastornos alimentarios que hacen
que una persona ingiera excesivamente alimentos.

En los últimos 30 años, los TCA surgieron como enfermedades cada vez más
frecuentes, sobre todo en los adolescentes. Los estudios sobre la frecuencia de estos

143
trastornos muestran un aumento preocupante, principalmente en la población de mujeres
jóvenes. Se ha encontrado que entre 1 y 2 % de las mujeres padece anorexia nerviosa
(AN), y entre 1 y 3 % padece bulimia nerviosa (BN). Estos trastornos se presentan en
una proporción de 10 a 1 en las mujeres con respecto a los varones, aunque en los
últimos años se ha incrementado el número de varones que los padecen. Generalmente
el inicio de los trastornos de la conducta alimentaria es de los 14 años hasta los 20.

HISTORIA: Existen varias descripciones que hacen alusión al ayuno practicado


por hombres. Por ejemplo, en el siglo IV, los llamados padres del desierto eran hombres
que se retiraban a los desiertos de Egipto y Palestina para entregarse al ayuno y a otras
formas de penitencia. Por todo esto puede decirse que en muchas culturas y religiones el
ayuno ha sido considerado como una purificación para protegerse del mal y entregarse a
Dios.

Existen varias descripciones, a partir de la Edad Media, donde se habla de


mujeres y hombres entregados a la práctica del ayuno, sin embargo, lo que movía a la
mayoría de estas personas para practicar una restricción alimentaria era de índole
religiosa, lo que se conoce como “anorexia santa”. En esta las personas no presentaban
las características de la anorexia nerviosa actual en la que la práctica del ayuno se
encuentra en función de la belleza corporal.

Es en el siglo XVII cuando se empieza a hablar de anorexia nerviosa como de un


hecho puramente médico. Alrededor del 85% de los pacientes con Trastornos de la
Conducta Alimentaria (TCA) experimentan un intenso impulso para adelgazar, y en
parte, su diagnóstico se confirma en función de la intensidad de dicho impulso
(Ramacciotti et al., 2002).

Cuando Gull y Lasègue decidieron denominar anorexia a este trastorno, lo


atribuían a la ausencia de hambre, a una perturbación del apetito que alteraba la
conducta alimentaria. Se pensó entonces que debía tratarse de una enfermedad de origen
nervioso o hipocondríaco.

Las pacientes descritas por estos médicos no parecían estar muy preocupadas por
su cuerpo o su peso. Según rezan las descripciones no comían y perdían peso porque
habían perdido el apetito y esto se debía a que la comida les producía repugnancia o
porque si comían acababan vomitando al parecer involuntariamente.

144
A partir de 1940 surgen las teorías de la causalidad psicológica influenciada por
los conceptos psicoanalíticos que influyeron en los pensamientos psiquiátricos de la
época.

Henry Ey la clasificó entre los síndromes psicosomáticos bajo el nombre de


anorexia mental. En los últimos 40 años la anorexia nerviosa adquirió entidad propia y
diferenciada, etapa en la cual fueron importantes los escritos de Hilde Bruch.

El término bulimia aparece a finales del siglo XVIII; el Diccionario Médico de


Londres, describe la bulimia como un trastorno en el que existe una preocupación por la
comida, con periodos alternantes de ingesta desmesurada y de ayuno.

Existen informes que evidencian que ya desde el siglo XIX había personas que
se provocaban el vómito, después de comer en forma excesiva. En 1940 este trastorno
se consideró un síndrome y en 1980 la Sociedad Estadounidense de Psiquiatría, incluyó
la bulimia en el manual de psiquiatría como una enfermedad diferente a la anorexia.

Así como la anorexia ha estado asociada a los religiosos, que utilizaban la


restricción de las comidas como penitencia, la bulimia ha estado relacionada con las
clases altas, que eran las que se podían permitir comer abundantemente e incluso
vomitaban para poder seguir comiendo.

Los factores que pueden causar trastornos alimentarios son:

Factores biológicos: Hay estudios que indican que niveles anormales de


determinados componentes químicos en el cerebro (neurotransmisores) predisponen a
algunas personas a sufrir estreñimiento, pensamientos y comportamientos obsesivos-
compulsivos. Estas personas son más vulnerables a sufrir un trastorno de la conducta
alimentaria.

Factores psicológicos: Las personas con trastornos alimentarios tienden a tener


expectativas no realistas de ellos mismos y de las demás personas. A pesar de ser
exitosos se sienten incapaces, ineptos, defectuosos, etc. No tienen sentido de identidad.
Por eso tratan de tomar control de su vida y muchas veces se enfocan en la apariencia
física para obtener ese control.

145
Factores familiares: Personas con familias sobre-protectoras o disfuncionales
inflexibles e ineficaces para resolver problemas tienden a desarrollar estos trastornos.
Muchas veces no muestran sus sentimientos y tienen grandes expectativas de éxito. Los
niños aprenden a ocultar sus sentimientos, desarrollan miedo, inseguridad, dudas, etc., y
toman el control por medio del peso y la comida.

Factores sociales: Los medios de comunicación asocian lo bueno con la belleza


física (según cánones actuales) y lo malo con la imperfección física. Las personas
populares, exitosas, inteligentes, admiradas, son personas con el cuerpo "perfecto", lo
bello. Las personas que no son "delgadas y atractivas" son asociadas con el fracaso.

Síntomas para detectar un trastorno alimentario

 Actitudes obsesivas respecto a las dietas: estos regímenes se hacen de forma


compulsiva, es decir que la persona sabe que es algo dañino para su salud pero no
puede dejar de hacer dieta.
 Disminución importante del peso.
 Comer a solas o evitar comer cualquier tipo de comida.
 Contar las calorías de los alimentos que se ingieren y pesarse con frecuencia.
 Cambios en el carácter relacionados con el haber comido o no.
 Verse "gordo" aunque haya una disminución importante de peso.
 Encerrarse en el baño después de comer, sin que haya una causa que lo justifique.
 Realizar ejercicio en forma obsesiva.
 Verse mucho en el espejo sin decir nada
 Sentir nerviosismo al estar con personas o cerca de comida

146
Unidad 5
“La historia se inicia con una mujer…”

147
LA IMPORTANCIA DEL VÍNCULO MATERNO EN EL DESARROLLO
EMOCIONAL DE LAS PERSONAS

Eva Reich, hija de Wilhelm Reich, quien ha desarrollado su práctica clínica


siguiendo los desarrollos teóricos de su padre, en su trabajo como médica con mujeres
embarazadas, en el parto y con bebés recién nacidos, fundamenta su teoría
sobre la importancia de los primeros vínculos madre-hijo. Con el objetivo de
prevenir los trastornos psíquicos desde sus raíces, se preocupa por las
circunstancias en las que se producen los partos, promoviendo el parto suave
y la no separación entre la madre y el recién nacido luego del parto, como
situaciones fundamentales para el adecuado desarrollo del niño.

Es recién a partir del siglo XX que se comienza a otorgar importancia al desarrollo


psíquico de la infancia para la posterior vida adulta. Los acontecimientos de la niñez
condicionan el carácter de cada individuo y aunque la manera de tratar a los niños ha
cambiado con el tiempo, todavía hoy se realizan prácticas que son dañinas para el pleno
despliegue del desarrollo de las primeras fases de la infancia. “El vínculo que se
construye con nuestra madre, tanto con sus aspectos positivos como con los dolorosos,
es el cimiento que luego tendremos para la comprensión de nuestra salud y sexualidad.
El amor, la autoestima, el rechazo o el odio hacia nuestros cuerpos tienen mucho que
ver con la relación que nos transmitió nuestra madre, sobre la visión que ella tenía sobre
sí misma. ¿Y cómo no? Si ella fue nuestro primer mundo y la comprensión de todo lo
que debemos saber durante nuestros primeros años de vida proviene de la suya.” (Pérez,
2011).

Aunque las experiencias vividas en la época primaria no suelen ser recordadas


conscientemente por el adulto, enraízan profundamente, y un nacimiento difícil puede
ser la fuente de una depresión para toda la vida. Por eso Eva Reich (1999), considera
que al fortalecer la conciencia sobre la importancia de los comienzos de la vida, se
pueden impedir enfermedades tanto psíquicas como físicas. Disiente así con Freud
(1923) en su idea de adaptación del hombre civilizado al medio y a la sociedad en la que
está inserto, y acuerda con Reich (1989) en que “ante todo, el medio debe configurarse
para el hombre y muy particularmente para el niño y no al revés” (Ob. cit., p.36).

148
La relación entre la madre y el bebé durante el parto y en el período sensible es,
para la autora, una interacción entre dos sistemas o campos de energía, en la que el
campo de la madre y su contacto físico, fortalece y sostiene el del niño. Los recién
nacidos son muy energéticos y reactivos porque poseen mucha carga vital que fluye de
forma libre en una pequeña masa corporal. Al venir al mundo todo es nuevo a su
alrededor y cuando el campo energético protector de la madre no se encuentra allí para
él, el terror y la angustia pueden hacer que pierda su campo energético. Por eso, Eva
Reich (1999) señala que, “para el desarrollo del bebé es extraordinariamente importante
que permanezca en el campo energético de la madre” (p.18), y también que la madre se
encuentre en un adecuado equilibrio energético, ya que si su campo es débil, esto
influye en el cuerpo del niño.

En los casos de nacimientos en la clínica en los que era necesario reanimar a los
bebés, ésta autora descubrió que el suave masaje era mucho mejor que los métodos
usuales, y que cuando el niño debía empezar a respirar, éste suave contacto era
suficiente para propiciar la pulsación.

Los niños que luego de partos suaves en sus casas permanecían en contacto
físico con sus madres se desarrollaban mucho mejor que los que en el hospital eran
separados de ellas. Estos niños no solían necesitar masajes porque se encontraban sanos
y mostraban un aspecto satisfecho, sosegado, tranquilo y feliz.

La participación del padre en el nacimiento también es de importancia, ya que su


campo energético presta su apoyo, y más que nada cuando por cesáreas u otras razones,
la energía de la madre es débil y se enfría, éste puede tenerlo en brazos, bañarlo y darle
la bienvenida amorosamente. Los hermanos y hermanas también pueden participar de
los partos en casa, ya que éste, con una previa explicación, no implica ningún trauma y
puede disminuir los celos, aunque nunca deben ser forzados a hacerlo. Para Eva Reich
(1999) “lo más importante, sin hacer de ello un dogma, es lograr que el nacimiento
pueda convertirse en un acontecimiento familiar” (p.160).

El “tiempo de bienvenida”, las primeras horas después del nacimiento, son


psíquicamente muy importantes, ya que es el tiempo en que la madre y el niño se
reconocen mutuamente. Las prácticas de los hospitales de llevarse al niño para pesarlo,

149
lavarlo, medirlo, vestirlo, etc., resultan por ello muy perturbadoras si se realizan
rápidamente y no se permiten estos primeros momentos de contacto entre la madre y el
recién nacido. Muchos médicos suelen opinar que como los bebés estaban habituados a
la temperatura de la matriz, se deben retirar de la madre y llevarlos a un lugar caliente,
pero en realidad, el mejor lugar para calentarlos es el cuerpo de la madre, cuando ésta
posee un campo energético.

Otra de las razones que suelen argumentar los médicos para que las madres no
permanezcan con sus niños recién nacidos o prematuros, es que pueden infectar a sus
bebés. Pero Eva Reich (1999) ha examinado al microscopio células de la cavidad bucal
de recién nacidos, y descubrió que “los bebes que habían sido separados de su madre
eran biológicamente más débiles que los nacidos en tiempo normal” (p.18). El haber
sido aislados no había preservado a los prematuros de infecciones y eran anorgónicos,
carentes de energía vital. En cambio, los bebés con contacto materno se encontraban
mucho mejor protegidos biológicamente. Además, la autora encontró que las células de
la sangre de los bebés aislados presentaban mayores señales de descomposición que los
que estuvieron junto a sus madres, mostrando que la madre no es la fuente de infección
y que el nivel de energía del recién nacido decrece cuando no se encuentra en el campo
energético materno.

De este modo, Eva Reich (1999) concluye que “El aislamiento en el período
sensible y posteriormente, así como costumbres erróneas en la lactancia contribuyen a
originar trastornos en el flujo de energía” (p.19). Comparó también al microscopio la
leche materna recién extraída con el alimento artificial para los bebés y encontró que, en
la leche de pecho diluida “los corpúsculos de grasa eran azules, “bailaban”, “radiaban”
y resplandecían como diamantes, poseían un amplio campo energético” (p. 19). La
leche en polvo, al contrario, aparecía muerta, se veían solo puntos negros sin ninguna
radiación, lo cual demuestra que la leche materna es un líquido con mucha carga
energética.

Para esta autora, “la lactancia es un proceso completamente individual entre esas
dos personas y no comporta prescripciones, tan solo ayudas” (Ob. cit., p.160). Se debe
así propiciar un ajuste natural entre las necesidades del niño y de la madre. Existen
muchas costumbres sobre la lactancia, transmitidas de generación en generación que

150
pueden ser nocivas para los bebés y contribuir a iniciar su acorazamiento, es decir, los
bloqueos corporales y psicológicos que se producen para reprimir sensaciones dolorosas
o displacenteras, reduciendo el flujo de la energía vital (también llamada energía
orgánica o bioenergía).

Se les suele enseñar a las madres que a mitad del tiempo de mamar tomen al
lactante por los hombros y se le dé un golpe en la espalda para que pueda eructar.
También a dar de mamar cada cuatro horas exactas. Eva Reich (1999) considera que a
través del golpe y la lactancia así regulada se entrena a los bebés, lo cual los pone tensos
y no pueden entregarse al placer de mamar. Así, “la lactancia placentera”, que menciona
Reich (1989), es decir, el placer oral que se produce en el amamantamiento no puede
tener lugar (Ob. cit., p.20).

En la lactancia se combina una fase de nutrición con una fase de placer que suele
generar espasmos orales, a modo de un “orgasmo oral”, (prototipo del posterior
orgasmo genital), al que le sucede una sensación de satisfacción y relajamiento. Cuando
el bebé puede mamar a gusto se origina en su cuerpo una onda de respiración que es
condición necesaria para el logro de este estado placentero, lo que tiende a bloquearse
cuando el niño no puede mamar plácidamente sin interrupción junto al cuerpo de su
madre. La posición del niño vientre con vientre, a una altura suficiente para que el
pezón toque la parte superior de la boca, es muy importante para que el bebé pueda
succionar bien, y también necesita tiempo. Las reglas impuestas son arbitrarias y
perturban el ritmo individual de cada niño.

Un bebé que recibe su alimento según sus necesidades se autorregula y suele


desarrollar gradualmente un ritmo de cada cuatro horas que se extiende hasta que
duerme toda la noche. La lactancia pautada externamente obstaculiza este proceso de
autorregulación. La leche materna es además un alimento vivo que contiene sustancias
inmunológicas. “A la inmunidad contribuye la carga orgonómica. La leche materna
recibe su importancia única mediante la energía vital que el niño recibe en sí con ella”
(Ob. cit., p.161).

En acuerdo con Eva Reich (1999) “Amamantar es más que alimentar” (p.160).
En muchos mamíferos como los gatos y los perros, las crías pasan mucho tiempo junto

151
al pecho de su madre y duermen con ella, también los bebés humanos podrían hacerlo.
La autora opina que la sociedad debería recompensar a las mujeres para que puedan
criar a sus hijos durante los tres primeros años sin alejarse demasiado de ellos. La
práctica de dejar solo al niño pequeño, que suele extenderse hasta más entrada la
infancia, origina una frialdad en el cuerpo y en las relaciones. Este frío significa lo que
Reich (1989) llama “ausencia de contacto” (Ob. cit., p.155), donde se reduce el campo
energético. Las interacciones y los contactos físicos amorosos entre los padres y sus
hijos son interacciones entre sus campos energéticos. Si las madres pueden llevar
mucho tiempo a sus bebés en su cuerpo y amamantarlos, no serán personas frías. Tener
hijos puede ser una grata experiencia de felicidad y aventura (Ob. cit., p. 155).

“Imaginemos un bebé que, como forma natural de expresar una necesidad


(hambre, frío, deseo de compañía), llora…y nadie acude. Le llevará mucho tiempo
acallar su necesidad; seguirá llorando y llorando, pero a la larga se detendrá. Sofocará el
llanto conteniendo la respiración, con lo cual retiene su ira y su pesar, a los que no
identifica conscientemente como sus sentimientos, pero que están implícitos en el estado
total de su cuerpo. Imaginemos ahora otro bebé alzado en brazos y manipulado por
manos frías; no nos referimos a que estén frías físicamente, sino a manos poco
cariñosas, con frialdad emocional. Los bebés sienten estas cosas, y en este caso habrá
una conmoción, una reacción de jadeo, como la que nos sobreviene cuando entramos en
una pileta o lago con agua muy fría. Si esa experiencia de contacto frío se repite a
menudo, el jadeo, la retención respiratoria, pasará a formar parte inherente de la
naturaleza del cuerpo del bebé”.

David Boadella (1993), otro autor que desarrolla su práctica partiendo de las
teorizaciones reichianas, considera que el ser humano posee un campo energético-
emocional que es la síntesis de tres “corrientes de vida” (p.14) o corrientes energéticas
fundamentales relacionadas a las capas celulares embrionarias (ectodermo, endodermo y
mesodermo) del óvulo fertilizado, desde los cuales se forman los diferentes sistemas de
órganos. Este autor considera que el estrés excesivo antes, durante o posterior al
nacimiento, altera la integración y cooperación entre los grupos de órganos derivados de
esas tres capas celulares. El tipo de contacto, más o menos adecuado, de los padres con

152
la nueva energía en organización y desarrollo que es el niño, será condicionante de la
forma y el nivel de los patrones de sentimientos y expresión posteriores del individuo.

Las tres corrientes de vida energético-emocionales son: el “enraizamiento”,


ligado a la acción y a crear raíz o base en el mundo, que se manifiesta como un flujo de
movimientos mediante las vías musculares; el “centramiento”, ligado al sentir y a
centrarse en expresar las propias emociones y contenerlas, que se manifiesta como un
flujo de vida emocional en el núcleo del cuerpo mediante los órganos profundos del
tronco; y el “facing”, ligado a la percepción, al automirarse y mirar a otro cara a cara,
diferenciando mundo interno y mundo externo, que se manifiesta como un flujo de
percepciones, pensamientos e imágenes mediante el sistema neuro-sensorial, que está
formado por los sentidos y partes del cerebro involucradas en la recepción sensorial
(Acedo y Boadella, en Boadella, 1993, p.15 y 20).

Si estas corrientes no pueden desplegarse armónicamente según las necesidades


evolutivas del niño, quedarán parcial o totalmente interrumpidas, y también el proceso
de organización y autorregulación natural de su cuerpo y de su ser. Cuando estas
corrientes son bloqueadas por el exceso o la falta de energía, se producen síntomas o
enfermedades que son siempre psicosomáticas. Los bloqueos corporales pueden
observarse también, en las tres áreas de la conducta, ya que por ejemplo, un bloqueo en
la corriente de vida ligada al enraizamiento, relacionado a la columna vertebral y las
extremidades del cuerpo, produce formas particulares de sentir, pensar y actuar.

Boadella (1993) considera además que el cuerpo cuenta con una capacidad
natural de “auto-curación”, por lo que el trabajo terapéutico da la posibilidad de que la
misma energía que ha llevado a los individuos a disociarse y enfermarse, es la que
comprendida, concientizada y cambiada de sentido puede llevar a la re-armonización y
a la cura.

153
CONTACTO GENUINO Y CONTACTO SUSTITUTO
Síntesis de Wilhelm Reich (1986), “Análisis del carácter”.

La supresión sexual
es un instrumento esencial
en la producción de la esclavitud económica.
Reich, 1986

Reich en su libro “Análisis del carácter” (1986), menciona el término “motilidad


vegetativa” para referirse al flujo biológico de movimiento en el organismo; la reconoce
como una “corriente de excitación que lo moviliza”. En relación al desarrollo psíquico,
indica que cuanto más extensa sea la supresión de la motilidad vegetativa en el niño, es
decir que cuanto más se obstaculice el libre fluir de su energía, más difícil será para el
adolescente, y también como no para el adulto, desarrollar las relaciones con el mundo
que correspondan a su edad —relaciones con los objetos amorosos, con el trabajo y con
la realidad en general—,y tanto más fácilmente se retraerá a un estado de resignación
sin contacto, y de contactos sustitutivos no naturales.

“El ser humano, es originaria y fundamentalmente un ser que ama, nuestros


impulsos primordiales son los de contacto y creatividad y, la coraza del carácter,
representa nuestra respuesta ante la frustración de esos impulsos primordiales”
(Edmondson & Totton, 1994). Cuando un adolescente aprende que la supresión de sus
impulsos sexuales naturales no se debe a factores biológicos, sino más bien a intereses
definidos de la sociedad actual; que además padres y maestros son sólo inconscientes
órganos ejecutivos de ese poder social; cuando llega a este conocimiento, comenzará a
comprender su miseria, negará el origen divino de la misma y comenzará a rebelarse
contra los padres y contra los poderes por ellos representados. Quizá por primera vez,
comenzará a utilizar sus facultades críticas y a reflexionar sobre las cosas.

“Al comienzo de la economía patriarcal, la sexualidad de los niños y


adolescentes solía combatirse mediante la castración o la mutilación genital de un tipo u
otro. Más tarde, la castración psíquica, mediante la implantación de la angustia sexual y
el sentimiento de culpa, se convirtió en el método aceptado. La represión sexual sirve a
la función de mantener más fácilmente a los seres humanos en un estado de

154
sometimiento, al igual que la castración de potros y toros sirve para asegurarse bestias
de carga. Sin embargo, nadie ha pensado en los resultados devastadores de esa
castración psíquica y nadie puede predecir cómo podrá la sociedad humana
enfrentarlos.” (Reich, 1980).

En la ideología de todas las organizaciones sociales autoritarias, la vida


vegetativa se contrapone, como primitiva y animal, a la vida sustitutiva, "cultural" y
altamente diferenciada. En realidad esta última, al estar divorciada de lo vegetativo y no
ser por ello su continuación sino un sustituto, es improductiva, es un conjunto de formas
y formulas rígidas, infructuoso como una planta seca. En cambio la vida vegetativa, lo
genuino en este caso, al carecer de las rigideces e inmovilizaciones crónicas de energía,
posee infinitas posibilidades de desarrollo. Consideremos para la época el auge de las
redes sociales y la utilización de los dispositivos electrónicos, como formas actuales de
mantenernos en contacto. ¿Estamos hablando de contactos genuinos, o de contactos
sustitutos, rígidos e inmóviles?

Dado que se niega al hombre, como único ser humano, la realización de sus
demandas naturales y puesto que en último análisis la base de la necesidad de vivir en
relación social es de índole vegetativa, el contacto sustitutivo que aquél establece es
sólo un compromiso entre la voluntad de vivir y el temor socialmente condicionado a la
vida. A diferencia del contacto vegetativo inmediato o genuino, el contacto sustitutivo
posee una estructura análoga a la del síntoma neurótico: es una función sustituta de
alguna otra cosa, sirve a fines defensivos, absorbe energía, y es un intento de armonizar
fuerzas conflictivas. Tal como en el síntoma, el resultado de la realización no guarda
proporción con la energía gastada. El contacto sustitutivo es pues una de las numerosas
manifestaciones de una economía sexual perturbada, tanto en el plano social como en el
personal. Como la función del contacto sustitutivo ha permanecido en la ignorancia y
como sus manifestaciones han adoptado la forma de la tradición, se las ha llegado a
considerar como dadas en forma natural y como inalterables.

No son las formaciones sustitutivas las creadoras de la cultura, sino todo el


progreso derivado de los restos del contacto vegetativo inmediato con el mundo. Es fácil
ver entonces cuan enormes las fuerzas que esperan desarrollarse cuando sea posible
liberar las estructuras humanas de sus funciones sustitutivas y devolverles la

155
contigüidad de su relación con la naturaleza y la sociedad. Nos detengamos un momento
en este párrafo y nos ubiquemos en el confinamiento que la pandemia global nos ha
obligado a realizar, manteniendo un obligado distanciamiento y por ello una pérdida en
el contacto físico, incluso con nuestros seres queridos. ¿Cuán enormes, entonces,
pueden llegar a desarrollarse esas fuerzas cuando todo vuelva a la normalidad? Por otra
parte, ¿qué es lo que desenmascara esta crisis global al llevarnos a romper con nuestras
rutinas diarias? ¿Qué de lo genuino retorna?

LA PREVENCIÓN DESDE LA MIRADA REICHIANA

Como comenta Eva Reich (1999), en su época de estudiante en la década de


1940, se suponía que el feto carecía de vida psíquica, ya que su sistema nervioso no se
encuentra desarrollado plenamente. Pero esta autora, mediante su investigación y su
trabajo terapéutico, pudo comprobar la importancia de las experiencias tempranas pre-
verbales. Verny y Kelly (1990) aportan muchas pruebas científicas que demuestran que
el feto ya posee una vida psíquica relativamente diferenciada y reacciona a su medio,
sobre todo hacia la madre. Por ejemplo, el corazón del feto late más rápido si la madre
está estresada y reacciona al terror de la madre con movimientos (Reich y Zornánszky,
1999).

También algunos sonidos penetran hasta el feto y Eva Reich (1999) considera
que todo lo que se dice en presencia de la embarazada queda grabado en lo que llama la
“casete de los recuerdos” (p.51) del feto. Los contenidos de lo dicho, que van
acompañados de sensaciones, llegan al feto y pueden ser la base para posteriores
conflictos vitales, por eso, Leboyer (1995) menciona la importancia del “religioso
silencio” (Ob. cit., p.52) en el momento del parto, ya que este importante proceso de
transformación no debe perturbarse. Las experiencias pre-verbales dejan profundas
marcas; ciertas reacciones de rechazo provienen de esas tempranas experiencias.

David Boadella (1993), a partir de los aportes de diversos autores, describe el


desarrollo de feto desde la concepción al nacimiento y la influencia energético-
emocional que tienen tales experiencias para la vida posterior. Relata que, el cuerpo de
un nuevo ser empieza a conformarse cuando las células germinales, el óvulo y el

156
espermatozoide, se unen para formar el cigoto. El cigoto fertilizado en flotación libre,
emprende un lento viaje oviducto abajo y luego de seis o siete divisiones, este grupo
celular de una semana se fija a la pared uterina y realiza su primera experiencia de
anidación. Laing (1976) enfatiza la importancia de esta transición diciendo que la
implantación es como una adopción y que el cuerpo celular está sensibilizado a la
receptividad del útero. El estado de flotación libre puede implicar en la conciencia la
raíz del miedo a ser arrastrado, y si el útero no se siente receptivo, luego la conciencia
puede tener fantasías o pesadillas de hundirse en arenas movedizas. En cambio, si el
útero es receptivo, la masa celular echa raíces en tierra fértil.

Flotando en el líquido amniótico, con las presiones externas amortiguadas y casi


sin peso, el feto arraigado a la pared uterina se encuentra en un estado de seguridad y
contento que quizás no supere nunca. Cuando reina la serenidad y tranquilidad en el
útero, se experimenta un estado libre de tensión y éxtasis oceánico que Grof (1975)
compara con el Paraíso. Mott (1948) señala que algunas de las primeras sensaciones
libidinales son producidas sobre la piel del feto por los movimientos del lanugo –pelo-
en el líquido amniótico.

Como el bebé en crecimiento se encuentra dentro del cuerpo de la madre, nutrido


por ella como si fuera uno de sus órganos, su buena sensación corporal depende de que
la madre que lo contiene se sienta bien con su cuerpo y que sus sentimientos respecto de
niño sean buenos. Si la madre se encuentra tensa y con malos sentimientos corporales,
esto puede sentirlo el feto, al igual que los sentimientos de rechazo, hostilidad o culpa
para con él. El feto no sólo es sensible a perturbaciones de su existencia como presiones
mecánicas, fuertes sonidos o intensas vibraciones, también se ve afectado por el
malestar de la madre cuando ella está enferma, agotada o intoxicada, pudiendo, según
Mott (1948), compartir también los estados afectivos de la madre y de algún modo
percibir sus pensamientos.

Esta comunicación entre la madre y el bebé en el útero en múltiples niveles le


otorga una aguda conciencia de ser deseado y amado, o por el contrario, indeseado y
lamentado. “El arquetipo Madre es el origen de la vida. Aquí se materializa la primera
relación afectiva que experimentamos, comenzando en el útero, donde por primera vez

157
recibimos amor, protección y placer, así como temor, miedo y estrés si no fuera un
espacio favorable.” (Pérez, 2011).

El afecto fetal dérmico, mencionado por Mott (1948), constituye la base de la


sensibilidad del adulto a los estímulos del mundo externo, tanto en la superficie de la
piel, como en los demás órganos sensoriales, principalmente los ojos y oídos. Smythe y
Le Boyer (1975) describen la sensibilidad del feto a la luz señalando que cuando la
madre se encuentra desnuda bajo una intensa luz solar, el feto percibe una dorada bruma
que resplandece a través de la pared abdominal; y cuando luces relampagueantes
inciden sobre la pared abdominal de la madre, se producen variaciones en el ritmo
cardíaco del feto. Los sonidos quedan grabados en la conciencia del feto, y por ello
después del nacimiento el bebé puede ser tranquilizado con el sonido de los latidos de
corazón, ya que este sonido lo lleva impreso desde su vida en el útero. También la voz
de la madre deja sus improntas en este período.

La conciencia del feto sería lo más próxima a la conciencia del sueño y el soñar
parece ser esencial para el sistema nervioso del feto, ya que existen pruebas de que el
feto sueña mucho más tiempo que el bebé recién nacido. También parece responder al
soñar de la madre; según Sterman (1971), los estados de actividad fetal se sincronizan a
sus ciclos de sueño.

En el transcurso de la primera mitad de la vida del feto, el amnios que lo


contiene crece con mayor rapidez que el feto, pero en los últimos meses del embarazo
cambia la situación y el feto crece hasta que toca la membrana que lo rodea, viviendo en
un universo que se ciñe cada vez más. El bebé se encuentra por primera vez encerrado
en un abrazo de carne y tal aferramiento terrenal no tiene por qué ser desagradable
después del espacio acuático. Eso dependerá en gran medida del tono muscular del útero
y de las sensaciones corporales que tenga la madre. Tanto en esta experiencia como en
la primera infancia, el modo en que el bebé sea abrazado y sostenido establecerá su
agrado por ser estrechado y envuelto en los brazos de los padres, o que luche con
malestar por liberarse.

En el noveno mes, el útero reitera sus movimientos estrechadores contractivos,


que según Janov (1973) sirven para estimular la piel del bebé y los sistemas corporales

158
que necesitará luego del nacimiento. Hay además investigaciones que indican que el
feto elige su posición en el útero y el momento en que se producirá el parto. El
nacimiento es una experiencia o “drama formativo” (Boadella, 1993, p.67) que puede
fomentar algunos de los patrones más profundos de nuestra personalidad. El que sea
vivenciado como un trauma depende de las condiciones de esa situación y de las
actitudes de sus participantes. Si bien debido a las prácticas médicas institucionalizadas
actualmente son pocas las situaciones en que los nacimientos pueden producirse suave y
naturalmente, hace ya varios años que se conoce la importancia del período pre y
perinatal para el desarrollo saludable del individuo humano. En un nacimiento normal,
el bebé entra en el mundo de cabeza y este constituye su “primer enraizamiento” (Ob.
cit., p.67) en el mundo exterior.

La primera etapa del parto empieza cuando el feto ya está preparado e induce el
trabajo de parto, propiciado además, por un reloj biológico que asegura que en el útero
comiencen las contracciones propiamente dichas. Un parto doloroso para la madre
puede ser estresante para el niño. Pero una madre relajada, que no sufre estrés
consciente ni inconsciente, está bajo la influencia del sistema parasimpático y los
músculos se dilatan y relajan, abriendo los vasos sanguíneos que aportan oxigeno
fresco. Cuando el sistema funciona de este modo adecuado y natural, las contracciones
no suelen ser dolorosas, salvo quizás durante la última media hora, cuando el cérvix se
dilata hasta su máximo antes de que comience la segunda etapa. Como Kitzinger (1972)
señala, la madre puede adaptar automáticamente el ritmo respiratorio a las
contracciones, y el bebé las experimentará como un abrazo cada vez más estrecho y un
masaje cada vez más firme, pero no debería sentirlo como una presión que lo aplasta.

Una madre estresada, tensa o con miedo al dolor está gobernada por el sistema
nervioso simpático y así, el cérvix se contrae, bloqueando la salida del útero y también
se contraen los músculos en ocho, constriñendo los vasos sanguíneos y reduciendo el
flujo de sangre y oxígeno a las paredes uterinas. Según Casserley (1975), se siente dolor
en el útero si las terminaciones nerviosas no reciben un baño suficiente de sangre. Se
produce así una situación en la que la matriz intenta realizar a la vez dos acciones
antagónicas, abrirse para que el bebé pueda nacer, pero también permanecer cerrada por
el miedo de la madre al dolor. En este caso el bebé puede encontrarse en una situación

159
intolerable. Lo que podía ser solo un firme masaje comienza a parecerse a un mortal
estrujamiento del que parece no haber salida.

De todas maneras, aunque la madre se encuentre tensa, finalmente las


contracciones uterinas prevalecen y el cérvix se abre para dar paso a que el bebé
descienda, comenzando la segunda etapa del parto. Cada contracción uterina ejerce en
adelante una presión sobre el feto, haciendo que avance por el canal del parto. Durante
la primera etapa lo mejor es que la madre se encuentre relajada, pero ahora se necesita
su esfuerzo activo, reteniendo la respiración para mantener el diafragma hundido, lo que
facilita y ayuda al proceso del alumbramiento.

Kitzinger (1972) explica que la acción por la que se empuja al bebé hacia abajo
en el canal del nacimiento tiene que ser como la de un pistón, ejerciendo toda la presión
desde arriba hacia el fondo del útero, estando los músculos del fondo pélvico totalmente
relajados. Cuando la pared abdominal se tensa y contrae el útero verticalmente, impide
que la presión desde arriba pueda tener todo su efecto. Para Benyon (1957), en la
segunda etapa del parto, el alumbramiento se produce más fácilmente cuando la madre
no es alentada a pujar, y solo lo hace cuando siente el impulso involuntario de hacerlo.

Como esta autora describe, en el parto, mientras la cabeza del bebé avanza,
presiona y empuja los tejidos del perineo, que si permanecen elásticos, gradualmente se
estiran mucho para permitirle el paso. Si la madre puja mal, esos tejidos pierden su
elasticidad y se desgarran. Algunos médicos realizan preventivamente una episiotomía
(incisión en el perineo), cortando este punto importante por donde pasan vasos
sanguíneos, nervios y músculos. Pero ambas cosas pueden evitarse si se ayuda a la
madre a permanecer relajada y el parto se realiza sin urgencia.

Si la segunda etapa del parto es tensa y forzada, según Grof (1975), el bebé
experimenta algo parecido a una lucha titánica de muerte y renacimiento, cuyas
manifestaciones físicas incluyen: gran presión en la cabeza y el cuerpo; sofocación,
ahogo y estrangulamiento; también tensión muscular generalizada que se descarga en
diversos temblores y contorsiones. Tales experiencias traumáticas no tienen lugar si las
fuerzas que apoyan el descenso del bebé pueden actuar de manera armónica.

160
Se puede utilizar la fuerza de gravedad como ayuda para el parto. Yunker (1975)
menciona que la posición natural es que la madre esté en cuclillas y Casserley (1975)
recomienda que la madre se encuentre sentada o semirreclinada. La posición habitual de
yacer de espaldas, hace que la gravedad actué en contra y que el peso del bebé, del útero
y el líquido amniótico carguen sobre la espalda, afectando la columna vertebral, por
donde corren las venas y arterias principales. De este modo, se reduce la presión
sanguínea de la madre, que puede disminuir el pulso del feto y el oxígeno que llega a
éste.

Paul y Jean Ritter (1954) remarcan el placer que va asociado al alumbramiento


sano, y resumen las semejanzas entre el nacimiento y el orgasmo, entre las que se
encuentran: la naturaleza involuntaria de los movimientos, contracciones y convulsiones
en todo el organismo; la tensión y carga crecientes; la experiencia de liberación y placer
entre contracciones; el éxtasis experimentado luego del acmé del coronamiento
(emergencia de la cabeza del bebé en el momento del parto) y los rostros satisfechos de
la madre y el niño después del nacimiento sano (Ob. cit., p.76). El parto natural puede
inducir un orgasmo en la madre al dar a luz, ya que, como Casserley (1975) señala, “Un
bebé que pasa a través del canal de nacimiento toca y estimula las mismas áreas que son
estimuladas en el intercambio sexual” (Ob. cit., p.77).

Pero además, como explican los Ritter (1954): […] estamos ante la
superposición y el clímax de dos sistemas energéticos…Las convulsiones del “quiero
salir” del feto son una fuerza, y las convulsiones del “quiero que salgas” de la madre
son la otra […] El punto de encuentro es el perineo…El impulso a salir y el esfuerzo por
expulsar al feto llegan a un clímax. La tensión alcanza su pico y es seguida rápidamente,
después del coronamiento, por una tremenda relajación en ambos sistemas, primero
fusionados y después como dos organismos separados […] (Ob. cit., p.77).

Así, el nacimiento puede ser una experiencia orgásmica tanto para el bebé como
para la madre. La madre que puede participar plenamente del clímax convulsivo del
reflejo de orgasmo estará mejor preparada para el empuje energético del reflejo
expulsivo. “Ella da a luz. No es que le sacan el bebé, sino que al bebé, como al
orgasmo, se le permite que llegue” (Boadella, 1993, p.78).

161
Abogar por partos más naturales, puede reducir la incidencia de los traumas del
nacimiento. El coronamiento es el acto final del parto y el momento de llegada en el que
el bebé ve por primera vez los ojos al mundo. Esto implica “el establecimiento del
recién nacido en el mundo exterior” (Ob. cit., p.79).

En el nacimiento el niño pasa del mundo fluido y casi sin peso del líquido
amniótico al mundo terrestre, de la gravedad y la solidez. La última vez que aterrizó era
un cigoto que se asentaba en la pared del útero y ese primer aterrizaje fue una
implantación, un arraigamiento. La nueva llegada implica un substancial desarraigo. El
sistema de arraigo del bebé, la placenta, que ha sido la única fuente de nutrición está
muriendo. El cambio de existencia es casi total. Siguiendo a Schwenk (1965), el niño al
nacer deja el espacio esférico del agua e ingresa a las fuerzas direccionales de la tierra, y
cuando más cede a tales fuerzas, se solidifica más su cuerpo, condición necesaria para
pararse y aprender a caminar.

En este proceso, como detalla Boadella (1993), hay cuatro transiciones


importantes, que el bebé puede experimentar como una expansión agradable o como un
choque perturbador, según el modo en que se maneje su llegada. La primera es la
“transición sensorial” (p.81). El niño sale de la oscuridad y entra en un mundo de luz
enceguecedora. Deja un mundo de sonidos amortiguados por el agua y entra en un
mundo de sonidos ásperos y ensordecedores. Le Boyer (1975) remarca la importancia
de las luces tenues y los sonidos apagados, para evitar un choque innecesario al sistema
sensorial.

Además, el líquido amniótico está a la temperatura de la sangre y la sala de


partos no está a más de 20º, por lo que la caída de la temperatura es grande para el bebé.
Aunque el acto del nacimiento despliega los procesos cerebrales que regulan la
temperatura, llegar al equilibrio les toma varias semanas, habiendo un real peligro de
hipo o hipertermia. A través de las primeras experiencias del contacto mediante la piel,
el bebé aprende si el mundo en que ha entrado le da caricias y calor, o es un mundo frío.
Le Boyer (1975) aconseja colocar al niño en decúbito supino sobre el abdomen de la
madre inmediatamente después del nacimiento y luego darle un tibio baño, ya que al ser
sumergido, deja de pesar, y se libera de ese cuerpo con su carga de ásperas sensaciones
nuevas que lo abruman. Janov (1985) señala que la sensibilidad a la temperatura en la

162
vida posterior depende en parte de estas primeras experiencias. El abdomen de la madre
es el lugar más tranquilizador para el bebé, ya que sigue en contacto con el cuerpo que
lo contuvo durante toda su existencia hasta ese momento.

La segunda es la “transición circulatoria y el nacimiento de la respiración” (Ob.


cit., p.83). Durante el embarazo el bebé fue oxigenado con el aire de la respiración de la
madre y ahora debe respirar su propio aire. Aunque su corazón ha estado bombeando
sangre a todo el cuerpo, muy poca llegó a los pulmones y una gran cantidad iba a la
placenta, lo que en adelante debe cambiar. En los primeros minutos después del
nacimiento, se producen cruciales cambios en el sistema circulatorio. Los impulsos
reflejos vasodilatadores abren el flujo vascular a los pulmones y a la vez los impulsos
vasoconstrictores cierran el conducto arterioso.

El primer llanto del infante expande los pulmones y desencadena esos cambios
circulatorios reflejos, que son rápidos, pero no instantáneos y el cordón umbilical sigue
pulsando muchos minutos luego del nacimiento. De esta manera, la corriente final de
sangre de la placenta vuelve al cuerpo del recién nacido. Si el cordón umbilical es
cortado antes de que haya dejado de pulsar, el niño experimenta un doble shock,
circulatorio y respiratorio, que somete a una innecesaria tensión al corazón en su nuevo
funcionamiento y priva al bebé de un valioso oxígeno, lo que puede reducir el número
de glóbulos rojos en circulación. El shock respiratorio surge de la necesidad de tomar
todo el oxígeno de golpe por medio de los pulmones que acaban de expandirse. Como
dice Le Boyer (1975), cuando se permite una natural transición, el ombligo continúa
proveyendo oxígeno hasta que los pulmones ocupan totalmente su lugar. El bebé así, al
tomar oxígeno de dos fuentes, pasa gradualmente de una a la otra y casi no se lo oye
llorar.

La tercera es la “transición gravitacional” (Ob. cit., p.86). El bebé es por primera


vez puesto en contacto con la tierra firme. Según Le Boyer (1975) al dejar el agua, el
bebé se encuentra con el peso de la gravedad y la nueva carga de su propio cuerpo.
Durante nueve meses su mundo (la madre) nunca ha dejado de moverse y ahora todo se
detiene, esto es desconocido. Tal experiencia depende de cómo se le haga conocer la
tierra al recién nacido, pudiendo sentir abandono y desolación ante el gran espacio
congelado, base de la agorafobia, el miedo a los espacios abiertos. Pero si se le hace

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conocer al niño la tierra firme de un modo gradual, esta experiencia puede ser
placentera. Hay algo sólido y firme contra lo que el bebé aprende a hacer presión y
puede poner a prueba los ritmos vitales de su propio cuerpo, aprendiendo a diferenciarse
de las otras personas. Las personas que no están bien enraizadas en el suelo, que
retienen su agresión y no prueban su fuerza contra la solidez del piso, desarrollan
escasos limites yoicos y son invadidas más fácilmente.

En el niño pequeño el sentido de la gravedad se relaciona con la experiencia de


caer. Si es sostenido y mecido con seguridad, jugar con la gravedad puede parecerse a
volar o estar otra vez flotando en el vientre materno. El niño inseguro, en cambio, teme
caer, la gravedad es una amenaza y el suelo es el lugar del abandono o la superficie
contra la que se golpeará. El miedo a caer genera la contracción del organismo, la
congelación del flujo de las sensaciones y de las corrientes agradables del cuerpo.
Además, precipita las pautas primitivas del reflejo de alarma presentes en todas las
pautas de tensión neurótica. La manera como el niño es manipulado en las primeras
horas y días de su vida postnatal establece las pautas básicas de como él sostiene su
cuerpo y su organización muscular para resistir y oponerse, o para rendirse a la
gravedad.

La cuarta es la “transición alimentaria” (Ob. cit., p.89), que se produce cuando el


niño toma su primer alimento externo y lentamente aprende a funcionar su sistema
digestivo. Esta es una transición más prolongada, pudiendo durar varias semanas y se la
suele llamar “forma de establecerse” (p.89). El cordón umbilical le aseguraba al feto
una constante provisión de comida y el bebé recién nacido sólo tiene una conexión
temporaria, mediante el acoplamiento de su boca y el pezón de la madre. El cordón
umbilical tiene la longitud exacta para que la madre ponga al niño al pecho antes de su
corte y del desprendimiento de la placenta. La acción de amamantar estimula una
liberación hormonal que cierra el suministro de sangre al útero e induce contracciones
que reducen el riesgo de hemorragia.

El recién nacido tiene que aprender a coordinar los movimientos de beber y


respirar, para no ahogarse llevando leche a los pulmones, o sufrir dolor de estómago por
llevar aire a los intestinos. Sus tendencias autorreguladoras se facilitan mediante la
presencia de una madre sensible a sus propios ritmos, que adapta el flujo alimentario a

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la demanda del bebé, distinguiendo si el llanto es de hambre o de malestar, tal vez por
gases.

Como afirma Bevan-Browne (1950), la experiencia de mamar trasciende la


necesidad de mantenimiento químico y es una experiencia sensual que incluye
sensaciones intensas derivadas del contacto con el pecho y con la madre, y sensaciones
de satisfacción en el interior del cuerpo por recibir la leche tibia. Los bebés que pueden
mamar en el sentido pleno, suelen presentar una respuesta corporal total y el reflejo de
succión lleva a temblores del cuerpo, brazos y piernas al modo de un orgasmo oral que
es la base del orgasmo genital adulto. El establecimiento, es el proceso por el cual el
infante aprende a asimilar la leche materna con su sistema digestivo. Su logro se
reconoce por el aspecto general del niño, que pierde el semblante angustiado y
preocupado, adquiriendo serenidad.

Un recién nacido satisfecho alterna entre periodos de amamantamiento y


periodos de sueño, experimentándolos como procesos temporales. El acoplamiento al
seno materno es un comportamiento receptivo activo que establece los cimientos del
contacto y la terminación del contacto en la vida posterior. Los períodos de lactancia y
contacto con el pecho alternan además, con períodos despiertos de contacto visual y
manipulación generales de la madre, que son también básicos para el desarrollo de un
arraigado sentido del self.

Las transiciones mencionadas son básicas para el emergente sentido de sí mismo


del niño fuera del útero. Pueden ser experiencias que nutren y llenan el cuerpo del niño,
o que lo estresan, plegándolo en nudos de tensión y gritos de dolor. Si el arraigo básico
de una persona en el mundo se vive como una experiencia chocante y horrible, los
órganos de contacto no se despliegan plenamente, quedando debilitada o destruida la
base de la seguridad en el mundo, en el propio cuerpo o entre los cuerpos de los otros.
Antes de la aparición del lenguaje, de que se pronuncie la primera palabra, ya está
establecido el sentido básico de la identidad (o de su falta).

Por último cabe destacar la importancia fundamental del rol de la madre que
indica Dunn (1998) en la iniciación de un hijo en el mundo, “pues representa la esencia
femenina que configura los sentimientos íntimos hacia la vida y las relaciones con los

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demás en la psique del niño. A través de los ojos y los sentidos de ella, el niño
aprenderá a comportarse y a confiar en sus intuiciones. Tanto los hombres como las
mujeres adultos conservan diversos hábitos que sus madres les enseñaron, sobre todo en
la esfera íntima del hogar y la familia” (citado en Selowsky, 2004).

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Palabras finales

“En palabras de Ziley Mora a partir de su experiencia con la sabiduría mapuche,


una se enferma a causa del weda dungun, de las “malas palabras” que una escucha
desde pequeña, que quedan mal ubicadas en la cabeza, en el corazón y en las piernas…
Desde el oído pasan a todas las partes del cuerpo y quedan mal colocadas en el alma.
Las mujeres debemos buscar la manera de limpiarnos de todo lo que nos han contado y
ocultado sobre nosotras mismas, de nuestros cuerpos, de nuestras “oscuras y pecadoras
almas”, de nuestra sexualidad, que pareciera ser, para la medicina, sinónimo de
enfermedad.” (Pérez, 2011). Es, para cada mujer, que a partir del reconocimiento de su
sentido de sí misma que la trajo y la sostiene en el mundo; en la reconstrucción y
sanación de la propia historia y de aquellas historias que la anteceden, y en el
reconocimiento del gran potencial energético y de vida que la habita, que su rol dentro
de la sociedad, en términos dinámicos y preventivos, representa la fuerza puesta en
revolución.

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