Actividad 1 Analisis de Caso de Violencia Familiar
Actividad 1 Analisis de Caso de Violencia Familiar
Actividad 1 Analisis de Caso de Violencia Familiar
Te doy mis ojos cuenta la historia de Pilar y Antonio, pero también de quienes los
rodean, una madre que consiente, una hermana que no entiende, un hijo que mira y
calla, unas amigas, una sociedad y una ciudad como Toledo que añade con su
esplendor artístico y su peso histórico y religioso una dimensión más a esta historia de
amor, de miedo, de control y de poder.
Ella comienza a salir con compañeras del trabajo, y se da cuenta que Antonio, quien
resulta ser el dichoso admirador, la sigue algunos lados, poco a poco ella va
considerando las ofertas de Antonio y de repente un día acede a verlo y terminan
estando juntos, es este acto para mi es una recaída de pilar, ya que sabiendo como fue
pisoteada su dignidad ahí esta de nuevo.
Al regresar de nuevo a su relación ella poco apoco vuelve a ceder a las manipulaciones
de Antonio, creo que esto refleja la bajo auto estima, ya que verbalmente ofrece cada
parte de ella, pudiéndose interpretar como que el es su dueño e incitado el poder que
tiene el sobre ella, todo a razón del miedo que ella tiene y las cosas que Antonio
promete.
Pese a la protesta de su hermana, Pilar cede a los sobornos de Antonio y regresa con
él, convencida de que la experiencia de su marido con el grupo de terapia lo va a
cambiar. Pero Antonio no está preparado para aceptar la evolución de su mujer. Se
siente amenazado en su estabilidad, indefenso, teme ser abandonado, no quiere dejar
de escuchar más ese ruido que ella hace, que le asegura su presencia y su valía como
hombre. Le da miedo perder su propiedad: su mujer. Su hermano lo ridiculiza y se
aprovecha de él en el trabajo y en su relación familiar. Antonio percibe el desprecio de
su hermano y se siente poca cosa. La relación afectiva entre Antonio y Pilar está
marcada por sus carencias. Se sienten irrespetados por sus familias y guardan un
resentimiento que los une y los hace confundirlo con el amor.
te doy mis ojos tiene la virtud de presentar diferentes dimensiones del problema. El
estilo y la técnica cinematográfica utilizada por la directora permiten apreciar con
facilidad, a través del hilo narrativo, la forma como las creencias e interrelaciones entre
algunos de los personajes influyen en la selección de pareja, y de alguna manera
sirven de explicación para comprender una relación conflictiva, caracterizada por el
maltrato.
El maltrato está representado por Antonio, por el grupo de hombres que asisten a la
terapia. Se observan diferentes razones por las que estos hombres abusan de sus
mujeres, casi todas apuntan al hecho de ser hombres y creer que las mujeres deben
atenderlos y no molestarlos con preguntas. Aun cuando el tema principal es el maltrato
a la mujer por parte del marido, también se puede observar el maltrato intrafamiliar:
entre Antonio y su hermano y también, la manera como la madre de Pilar ignora el
problema de ésta y la presiona para que se reconcilie con él, esta actitud se convierte
en maltrato psicológico contra su hija. Lo que se espera de ella en su rol de madre es
que trate de protegerla, apoyarla, mostrarse solidaria, actitud que no está a su alcance
porque ella piensa que la mujer debe aguantar al hombre.
Antonio se muestra preocupado por su actitud violenta con su esposa y busca ayuda.
Creo que vale la pena preguntarse si realmente es así o si tal vez sólo utiliza la terapia
como una excusa para convencer a Pilar. Mientras está formando parte del grupo se
presenta poco participativo pero observante. En algunos momentos hace gestos que
pueden interpretarse como de desagrado por lo que están compartiendo sus
compañeros su experiencia como agresores.
Durante las sesiones individuales Antonio tiene dificultad para expresar lo que siente,
pero escucha atentamente lo que le sugiere el terapeuta y lo pone en práctica. Esto se
puede apreciar en el uso de su diario o en la escena donde discute con Pilar y se da
cuenta que empieza el ciclo de violencia e intenta identificar lo que siente para evitar el
momento de la agresión física. Sin embargo, en otras escenas, el personaje de Antonio
experimenta el ciclo de violencia en sus tres fases y no logra controlarse, el maltrato va
aumentando en intensidad y frecuencia.
Pero por más esfuerzo que este hombre hace por aprender a controlarse, lo vence su
propio conflicto, su sentimiento de inferioridad, su temor, y entonces… toda su energía
se concentra en un enfurecido ataque, que sólo es capaz de detener el mudo grito de
terror representado por el líquido cristal amarillento, cuando lentamente corre por las
piernas de esa mujer rota, que con dolor descubre como su entrega se ha convertido
en un montón de promesas olvidadas.
Pilar vive con su marido durante nueve años hasta que el miedo a su violencia le hace
huir. Después de ese evento ella descubre que no tiene que depender
económicamente de él y que existe otra realidad fuera de las cuatro paredes que ella
supone que es su hogar. Sin embargo, no ha perdido la esperanza de que Antonio
cambie, y por eso le da otra oportunidad. En cierta forma ella sigue enamorada del
hombre al que le sudaban las manos antes de casarse y trata de ayudarlo y de
ayudarse. Pero llega un momento en el que todo alcanza su límite: él ha roto todo, su
amor, su relación de pareja, sus esperanzas, la ha roto a ella: poco a poco rompió a la
mujer. Nuevamente se va, pero esta vez su motivación no es el miedo, sino el darse
cuenta que ahora es una nueva Pilar. Trata de denunciarlo ante la autoridad, pero el
funcionario no está capacitado para comprender, él no ve evidencias en su cuerpo.
Frente a la pantalla se puede fantasear e imaginar al grupo de terapia diciendo: Pero,
qué le ha roto si no tiene ni un hematoma.
La forma como es tratada la imagen física de Pilar en algunas escenas nos da indicios
sobre su proceso de evolución. En su vestimenta, al principio, se utiliza colores
obscuros, neutros, negros, grises. A medida que se enfrenta a nuevas experiencias ella
va cambiando su forma de vestir. Aunque se mantiene sencilla y discreta, llega a usar
cada vez más color, estampados de flores, pantalones.
Aunque el personaje sigue mostrando cierta fragilidad, Pilar nos revela cómo se va
incrementando su fuerza interna. Aprende información nueva, necesaria para
desarrollar su nuevo trabajo, disfruta al descubrir las historias que subyacen en cada
obra de arte que presenta al público, además comparte ese disfrute con su hijo y quiere
hacer lo mismo con su marido, y a pesar de que éste no es receptivo; ella mantiene su
empeño, Quiere comerse el mundo que acaba de descubrir y es que de alguna manera
ella intuye que ese mundo nuevo es una extensión de la nueva Pilar.
En esta cinta se presentan varios tipos de maltrato: físico, que adopta la forma de
golpes contra el cuerpo de Pilar, y en algunas escenas contra el niño en el juego con el
balón. Psicológico, representado por: chantaje, amenazas, descalificaciones,
vejaciones, aislamiento, ridiculización, manipulación. También se puede apreciar el
ciclo de violencia en sus tres fases: incremento de la tensión, descarga de violencia
física y arrepentimiento.
tanto el hombre que violenta, como la mujer que es maltratada, necesitan ser atendidos
y el camino para la recuperación se convierte en un duro esfuerzo, aunque en el
hombre se hace más difícil la tarea, ya que debe partir de su propio reconocimiento del
problema que tiene.
Cambiar una sociedad donde la violencia está legitimada requiere de una gran
inversión de tiempo, y aunque existan leyes que protejan a la mujer y penalicen a los
hombres que las maltratan, todo continuará igual mientras no cambien las estructuras
mentales, tanto de los hombres como de las mujeres. Hace falta tomar conciencia de
que al tratarse de problemas creados por la mente humana quedamos atrapados en un
círculo que inicia en la familia, esa sociedad pequeña donde los niños aprenden
imitando lo que hacen los adultos, para luego proyectarlo a sus otras relaciones, hasta
que les toca el turno de convertirse ellos mismos en el objeto de modelaje de sus
propios hijos.