Tema 2. Dinamización Del Aprendizaje en El Grupo

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TEMA 2.

DINAMIZACIÓN DEL APRENDIZAJE EN EL


GRUPO

Tema 2. Dinamización del aprendizaje en el


grupo
Introducción

En esta unidad formativa nos vamos a centrar en la impartición y tutorización de


acciones formativas para el empleo utilizando técnicas, estrategias y recursos
didácticos, promoviendo la motivación y participación activa del alumnado y
aplicando las habilidades docentes necesarias para favorecer el proceso de
enseñanza-aprendizaje.
Objetivos

OBJETIVO GENERAL DEL MÓDULO

Impartir y tutorizar acciones formativas para el empleo utilizando técnicas,


estrategias y recursos didácticos

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

C1: Definir estrategias que faciliten el aprendizaje de adultos, previo a la acción


formativa.

CE1.1 Identificar los principios y factores que intervienen en el aprendizaje de


adultos.
CE1.2 Enumerar los elementos que intervienen activamente en el proceso de
enseñanza-aprendizaje.
CE1.3 Definir los condicionantes (favorecedores y limitadores) para desarrollar un
proceso formativo de calidad, indicando las competencias de cada agente y
elementos implicados.
CE1.4 Seleccionar procedimientos que posibiliten la identificación de necesidades de
formación y conocimientos previos, intereses y motivaciones.
CE1.5 Organizar los contenidos y recursos didácticos adaptándolos a las
características del grupo.
CE1.6 Valorar la necesidad de vincular las acciones formativas con la realidad
laboral.

C2: Promover la motivación y la participación activa del alumnado.

CE2.1 Identificar las fases y características distintivas del grupo de aprendizaje y


cada uno de sus componentes.
CE2.2 Aplicar técnicas de motivación en el desarrollo de la acción formativa.
CE2.3 Diferenciar técnicas de grupo de acuerdo a su finalidad y características, así
como a las peculiaridades de los elementos del proceso formativo.
CE2.4 Diseñar actividades de aprendizaje atendiendo a criterios motivadores,
formativos y participativos.
CE2.5 Analizar el rol del formador como dinamizador–coordinador de las
actividades.
CE2.6 Favorecer la búsqueda de soluciones a posibles incidencias y conflictos que
surjan en el grupo.
CE2.7 Realizar el seguimiento de las actividades corrigiendo oportunamente las
posibles desviaciones en los resultados.
CE2.8 En un supuesto práctico de impartición de una sesión formativa presencial a
un grupo de alumnos/as determinado:

Diseñar actividades individuales y grupales para favorecer la motivación y


participación del alumnado.
Determinar las instrucciones para el desarrollo de la actividad de forma clara y
motivadora.
Fomentar el trabajo de colaboración, potenciando la reflexión e interacción del
alumnado.
Prever acciones de seguimiento y obtención de resultados de dichas actividades.

CE2.9 En un supuesto práctico de impartición de una sesión formativa en línea a un


grupo de alumnos/as determinado:
Diseñar actividades individuales y grupales para favorecer la motivación y
participación del alumnado.
Determinar las instrucciones para el desarrollo de la actividad de forma clara y
motivadora.
Fomentar el trabajo de colaboración, potenciando la reflexión e interacción del
alumnado.
Prever acciones de seguimiento y obtención de resultados de dichas actividades.

C3: Usar técnicas de comunicación aplicables y adaptadas a la acción formativa.

CE3.1 Identificar los componentes que intervienen en el proceso de comunicación.


CE3.2 Utilizar técnicas de comunicación verbal, no verbal y escrita.
CE3.3 Explicar con claridad los factores que determinan la efectividad de la
comunicación en una acción formativa.
CE3.4 Desarrollar y/o potenciar actitudes comunicativas en el alumnado.
CE3.5 Crear espacios comunes de comunicación, formales e informales, atendiendo
a la modalidad de formación.
CE3.6 Utilizar diferentes canales de comunicación asegurando que la información
se reciba en el momento y forma adecuados.
CE3.7 Utilizar vías de comunicación que favorezcan el uso de las TICs (correo
electrónico, foros de discusión, chat, videoconferencia, entre otros) aumentando la
inmediatez de la comunicación.
CE3.8 Aplicar estrategias metodológicas al aprendizaje de personas adultas, que se
basen en los principios de la metodología activa.
CE3.9 Utilizar el aula virtual para la adquisición de conocimientos.

C4: Aplicar las habilidades docentes necesarias para desarrollar la impartición de la


acción formativa favoreciendo el proceso de enseñanza–aprendizaje.

CE4.1 Utilizar diferentes técnicas para lograr, en el alumnado, un clima de interés,


expectación y atención por el contenido.
CE4.2 Exponer los contenidos cuidando la coherencia entre la comunicación verbal
y no verbal favoreciendo la realimentación y utilizando focalizaciones, interacciones
y pausas, para evitar las distracciones o el aburrimiento.
CE4.3 Preparar y motivar al alumnado para recibir los contenidos, concretando,
contextualizando, secuenciando y vinculando los mismos a la realidad laboral, a
través de experiencias, anécdotas, resúmenes y otras estrategias.
CE4.4 Utilizar ejemplos, demostraciones o cualquier técnica o estrategia que facilite
la adquisición de las competencias.
CE4.5 Reforzar las aportaciones del alumnado, implicándolos en su propio proceso
de aprendizaje, proporcionando alternativas o sugerencias y corrigiendo errores.
CE4.6 Comprobar, en el desarrollo de las sesiones formativas, si los objetivos de
aprendizaje son alcanzados por el alumnado, a través de diferentes técnicas de
realimentación: preguntas, ejercicios verbales o escritos, comentarios, entre otros.
CE4.7 En un supuesto práctico, donde se reproducen las condiciones de una clase o
sesión formativa, el alumnado realizará una simulación docente, donde deberá:
Desarrollar una planificación temporalizada de la sesión formativa integrando
contenidos, objetivos, actividades y el uso de diversos recursos y materiales
didácticos.
Poner en práctica todas las habilidades docentes adaptándolas al objetivo
previsto para la sesión formativa.
Visualizar la simulación docente autoevaluando puntos fuertes y débiles de las
estrategias metodológicas y habilidades docentes utilizadas.
Aportar sugerencias de mejora relativas al desarrollo de la simulación docente.
Contenido

1. Características distintas del aprendizaje en grupo

1.1. Aprendizaje Colaborativo

2. Tipos de grupos
3. Fases del desarrollo grupal
4. Técnicas de dinamización grupal, situación y objetivos de aprendizaje

4.1. Actividades de aprendizaje

5. Coordinación y moderación del grupo


6. Tipos de respuestas antes las actuaciones del alumnado
7. Resolución de conflictos

7.1. Principales técnicas de resolución de conflictos


1. Características distintivas del aprendizaje en
grupo

En los procesos de formación, el docente no sólo establece relaciones con cada uno
de los alumnos, sino con todos como grupo. La presencia del grupo modifica la
conducta del alumno. Por eso, el docente debe conocer cómo se comporta un grupo
y cuál es su dinámica.

Se llama grupo a un conjunto de dos o más personas que interaccionan entre ellas,


logrando una cierta unidad, sin perder cada una su independencia y que se rigen
por unas normas compartidas por todos.

El aprendizaje en grupo tiene las siguientes características:

Interacción

Se establecen unas relaciones entre las personas encaminadas a crear las


condiciones para que se alcancen las metas propuestas. La interacción es
múltiple y tiene como resultado cambios de conducta en las personas. Los
componentes del grupo tendrán relaciones unos con otros, entre el formador
y el grupo o entre grupos que se formen.

Estructura

Se establecen jerarquías entre los miembros del grupo, diferenciando los


roles que tengan. Estas situaciones de dominio varían según los grupos y se
modifican con el tiempo.

Cohesión
Se crea un sentimiento de pertenencia y permanencia en el grupo. Si el grado
es muy alto, el grupo estará cohesionado. La cohesión favorece a la
motivación, el cumplimiento de las tareas y refuerza el compañerismo.

Metas

El grupo tiene unos objetivos. Toda la actividad del grupo está encaminada a
su consecución. Las metas del grupo pueden estar muy definidas o ser muy
imprecisas.

Tradiciones

Son las costumbres o normas que se establecen y son compartidas por las
personas que lo integran, para la realización de las actividades y tareas que
realice el grupo.

Por tanto, para que exista un grupo debe de existir:

Cierto grado de interacción entre sus miembros.


Identidad de actitudes, normas y valores.
Un objetivo común.
Los miembros se comprenden y se aceptan mutuamente.
La comunicación es abierta.
Existe un sentimiento de responsabilidad entre las personas que lo componen.
Hay cooperación.
Existen procesos establecidos.
Existen medios de resolución de conflictos que puedan surgir.
1.1. Aprendizaje Colaborativo

La colaboración es la suma de individuos que se unen para lograr un objetivo,


mientras que la cooperación es la necesidad de interactuar con el individuo para
llegar a esa meta. En ambos casos, es aprendizaje en grupo, y este tipo de
aprendizaje resulta muy apropiado para resolver dudas o problemas de
comprensión entre los estudiantes, para revitalizar la dinámica del curso, promover
la motivación y la participación activa y propiciar experiencias de aprendizaje
significativas para los y las discentes.

En el siguiente vídeo de 7 minutos de duración podrá observar técnicas de


motivación en el aprendizaje en grupo, en una sesión formativa sobre un curso de
“Coaching e inteligencia”. Cuando lo visualice identifique las características del
aprendizaje en grupo.

Coaching & PNL. Taller con dinámica de grupo.


En la modalidad de Formación en Línea, el aprendizaje en grupo y el uso de
tecnologías de la información permiten la creación de lo que se conoce como
"Grupos Colaborativos Virtuales", que pueden definirse como una estrategia de
enseñanza-aprendizaje por la que interactúan dos o más personas para construir el
conocimiento mediante la discusión, reflexión y toma de decisiones, y en el que, la
transmisión del conocimiento se realiza a través de Internet (haga clic en la
siguiente caja de texto para mostrar su contenido).
2. Tipos de grupos

La mayor parte de los grupos de trabajo presentan una serie de características


comunes:

Tienen una estructura formal.


Están orientados hacia la tarea.
Tienden a ser permanentes.
Están sujetos a una organización consciente y formal.

Ahora bien, dependiendo del punto de vista que se considere: pedagógico,


sociológico y psicológico, podremos clasificarlos en los siguientes tipos.
3. Fases del desarrollo grupal

El desarrollo de un grupo requiere un tiempo en el que las personas que lo forman


terminan participando de un sentimiento común de pertenencia, pasando por una
serie de fases en las que se van enfrentando a nuevas situaciones:

Fase inicial o "de formación"

La persona está centrada en sí misma, preocupada por ser admitida en el


grupo. La participación en las tareas es tímida. Nadie sabe dónde está
ubicado, hay incertidumbres por el papel a desarrollar, escasa confianza,...

Fase de identificación progresiva del grupo o "de


tormenta"

Tras un período de resistencia de las personas a comprometerse en una


dinámica grupal, se van creando subgrupos. La competencia en torno a la
función de liderazgo y el conflicto sobre los objetivos son los dos rasgos
esenciales de esta etapa. Poco a poco cada persona se irá preocupando
menos de sí misma y más de las tareas del grupo.

Fase de cohesión o "de normalización"

La integración progresiva en el grupo, mediante la aceptación de cada uno


por todos, culminará en una sustitución del “yo” por el “nosotros”. El grupo
establece las reglas mediante las que va a operar. En esta etapa surgen
emociones como empatía, interés y expresión positiva de los sentimientos,
emociones que favorecen la cohesión grupal.

Fase de relación funcional o "de ejecución"


El grupo empieza a funcionar, solucionando los problemas que se le
plantean. El grupo se hace eficaz, reforzando a cada persona como ser
autónomo y, a la vez, como miembro del grupo, con un sentimiento de
identidad grupal. Etapa de resolución de conflictos y trabajar en pro del
objetivo común.

Fase de terminación

En esta fase se alcanzan o no los objetivos. Se planifica la evaluación y las


diferentes aportaciones y se sacan las conclusiones.

En el momento de integrarse en un grupo es habitual sentir cierta incertidumbre y


ansiedad, por eso el formador debe actuar rápidamente con las primeras
actividades a realizar:

Explicar el contenido, las exigencias y la metodología del curso.


Decir qué espera de los alumnos respecto a la conducta y los criterios para calificar.
Animar a los alumnos para que pregunten sus dudas.
Contestar inmediatamente a las dudas para evitar la ansiedad y el bloqueo de
atención por parte de los alumnos.
Posibilitar que los alumnos lo conozcan y se conozcan entre sí.
Actuar como modelo de la conducta que quiere de ellos. Su conducta debe ser
coherente a sus objetivos.

A continuación aparece la lucha por el poder, se va decidiendo quién posee la


iniciativa, quién organiza el grupo y quién tiene prestigio. Se determina qué
responsabilidad asumirá cada miembro y el tipo de conductas que el grupo
considera aceptables, así como la forma de tomar decisiones. En este caso es
necesario que el formador les enseñe a asumir responsabilidades y le dé
independencia para llevarlas a la práctica.

Una vez que la clase ha aprendido las habilidades precisas para una interacción
eficaz, es necesario que el formador consiga equilibrar la necesidad de relacionarse
con la necesidad de la eficiencia y contribuir a que el grupo conserve sus 
habilidades. Si no se ha logrado un grupo maduro, los alumnos pueden estar
deseando terminar. Pero si ha evolucionado de manera correcta, se habrán creado
vínculos afectivos entre sus miembros y la separación resultará difícil, por lo que el
formador debe reconocer que el grupo se aproxima a su fin y estimular a los
alumnos a que analicen la experiencia.
4. Técnicas de dinamización grupal, situación y
objetivos de aprendizaje

Las técnicas grupales son procedimiento para organizar y desarrollar la actividad


de los grupos, aplicando los conocimientos sobre dinámica de grupos, por tanto, es
integrar estas dinámicas de trabajo como recurso pedagógico, como instrumentos
útiles para el formador con el fin de organizar la actividad del grupo, aunar
intereses, impulsos y motivaciones y estimular la dinámica interna con el fin de
facilitar la consecución de los objetivos por parte del alumnado.

Las principales técnicas de dinamización grupal son:

Lluvia de ideas

Generación de ideas sobre un tema por cada persona, posterior puesta en


común y debate.

Role Playing

Cada persona asume un rol y se hace una pequeña representación,


posteriormente se discute sobre el desarrollo.

Philips 6/6

Grupos de 6 personas que discuten durante 6 minutos una pregunta y llegan


a una conclusión. Puesta en común de las conclusiones en grupo grande y
decisión final.

Foro
Discusión de un tema en grupo dirigido por un moderador.

Simposio

División de un tema en distintos aspectos que se analizan por una persona.


Exposición de los distintos aspectos al grupo.

Panel

Discusión de un tema por varios expertos.

Técnica de grupo nominal

Exposición del tema, cada persona hace una lluvia de ideas y se expone. En
grupo, se discute sobre las opciones dadas, se clasifican en orden de
importancia y se toma una decisión común sobre la mejor idea o solución.

Negociación

Analizar un problema por parte de los participantes y facilitar la toma de


decisiones mediante la negociación.

Técnica de dos columnas

Se anotan las ideas sin indicar de quienes proceden y se hacen dos


columnas: aspectos positivos y consecuencias. Se van completando las
columnas con las aportaciones del grupo. El grupo examina lo escrito y opta
por la solución más acertada.

Las diferentes técnicas de grupos tienen características propias que las hacen
adecuadas o no, según unos determinados factores:
 

Tamaño del grupo

El comportamiento del grupo depende en gran manera del número de


miembros que tenga, en el caso de grupos pequeños podríamos utilizar:
Philips 6/6, mesa redonda, estudio de caso,…y en grupos grandes: foro,
conferencia, Torbellino de ideas (Brainstorming),

Espacio físico

En este caso el formador debe tener presente las posibilidades del local en el
que se desarrolla la actividad y los recursos con los que cuenta para utilizar
una técnica u otra, ya que hay algunas que por la forma de distribuirse se
necesitan amplios salones o en algún caso auditorio.

Adecuación a los objetivos

Antes de elegir una técnica es preciso tener clara la finalidad que se persigue:

Promover el intercambio de ideas y opiniones: Debate


Aprendizaje de conocimientos: Entrevista.
Promover la capacidad de análisis: Estudio de casos.

Madurez del grupo

Las técnicas varían por su grado de complejidad y en su propia naturaleza,


por eso, para los nuevos grupos convendrá seleccionar las técnicas más
simples y que exijan poca participación activa de sus miembros (panel, mesa
redonda, conferencia,…) y pasar progresivamente a técnicas de mayor
participación (Philips 6/6, Role-playing, simulación,…)
4.1. Actividades de aprendizaje

Una clase de alumnos que se ha desarrollado como un verdadero grupo aprende


más por las siguientes razones:

El desarrollo grupal hace que el alumnado se sientan más a gusto unos con otros,
por tanto, estén menos a la defensiva y esté más abierto al aprendizaje.
La puesta en marcha de técnicas de dinamización en el grupo, hace que los
alumnos aprenden porque tienen un papel más activo en su aprendizaje.
La interacción entre los alumnos aumenta con el desarrollo del grupo y como los
alumnos son más receptivos a lo que les transmiten un compañero que a lo que le
transmite el formador, el proceso de aprendizaje se verá mejorado.

A la hora de secuenciar las actividades, tanto de forma individual como grupal, en


las distintas fases por las que pasa un grupo en un proceso formativo hemos de
concretar las siguientes:

Actividades de evaluación inicial

Son útiles para conocer las ideas, opiniones, aciertos o errores conceptuales
de los alumnos sobre los contenidos que se van a desarrollar.

Actividades de inicio y motivación

Nos ayudarán a conocer el punto de partida de los alumnos y servirán para


incentivar al alumnado y ponerlo en una situación activa e interesada ante
los nuevos aprendizajes. Se basarán en lluvia de ideas, exposiciones del
profesor, videos, casos prácticos, mapa conceptual, uso de internet, etc.
Actividades de desarrollo

Se trabajarán y desarrollarán los contenidos correspondientes. Se basarán


en exposiciones del profesor/a, talleres, lecturas, casos prácticos, visitas,
charlas, trabajos por escrito, exposiciones, visionado de películas y
documentales, etc.

Actividades de síntesis y consolidación

Su objetivos es que los alumnos aprecien el progreso realizado desde el


inicio. Les ayuda a recapitular las ideas más importantes, a organizar y
relacionar los contenidos, a memorizar, en definitiva, a construir los
aprendizajes. Se basarán en exposiciones de cierre del profesor/a,
resúmenes, trabajo, individual, mapa conceptual, reflexión final, etc.

Actividades de refuerzo o recuperación

Son actividades de refuerzo para el alumnado que no logre los objetivos


planificados. Sirven para facilitar y fomentar la autoestima y lograr las
capacidades previstas.

Actividades de ampliación

Están destinadas a los alumnos/as que han logrado los objetivos. Permiten
aplicar los aprendizajes adquiridos a nuevas situaciones.

De cara a la concreción de las actividades tenemos que dar respuesta a las


siguientes cuestiones en torno a la tarea a realizar:

¿Qué se va a hacer?. Explicar la actividad.


¿Cómo se va a hacer?. Desarrollar la tarea.
¿Con qué se va a hacer?. Determinar los recursos necesarios.
¿Para qué sé hacer?. Vincular la actividad a los objetivos propuestos.
¿Cuánto tiempo se necesita para realizarla?. Temporalizar la acción.
5. Coordinación y moderación del grupo

La coordinación y moderación del grupo resulta especialmente útil para comprobar


el grado de implicación de las personas en las actividades propuestas y en la
consecución de los objetivos marcados. También permite, la participación activa,
contribuye a la resolución de conflictos y promueve el sentido de la responsabilidad.

Entre las funciones del coordinador está identificar el tema a tratar y el objetivo a


conseguir, controlar las normas del grupo y el tiempo disponible, crear un clima de
confianza en situaciones de conflicto y dinamizar el grupo, realizando una
planificación previa, una distribución de las personas implicadas y la selección de
técnicas y herramientas.

La persona responsable de la coordinación y moderación del grupo no requiere un


perfil específico, pero si existen una serie de que mejoran estas tareas.

Rasgos y actitudes:

Establecer contacto visual con todas las personas integrantes del grupo o de los
grupos. Facilita la escucha activa y el feedback en la participación.
Utilizar un tono de voz cálido y dinámico, evitar la monotonía y las letanías.
Expresarse con claridad, mediante un lenguaje correcto pero sencillo, adecuado al
perfil y características del grupo.
Intervenir en los momentos concretos sin abusar de la palabra ni de la condición de
coordinador/moderador.
Orientar claramente el trabajo.
Facilitar el acceso a materiales y recursos.
Controlar el tiempo. Evitar dispersiones. Centrar la atención.
Favorecer un clima de trabajo.
Procurar que se respete el turno de palabra, potenciando la participación de todas
las personas que forman los grupos.
Resolver los conflictos aclarando ideas, facilitando la toma de decisiones.

Existe una concepción esencial basada en la comunicación efectiva de la persona


que coordina o lidera el grupo y las personas que lo componen. Tradicionalmente se
han establecido tres tipos de liderazgo dentro de un grupo (Lewin, Lippit y White,
1949):

Autocrático

Líder elegido que toma sólo las decisiones y no admite discusión. Admite
aportaciones pero no que sea cuestionado. La productividad es alta pero la
satisfacción inadecuada. Falta de cohesión. Líder autoritario que concentra el
poder. Impone su autoridad.

Democrático

Líder elegido democráticamente. Toma de decisiones consensuadas. Admite


discusión. Facilita y organiza el trabajo en grupo. Responsabilidad
compartida. Espíritu de equipo positivo.

Líder integrado y complementado con el grupo. Coordinación y cooperación.

Liberal

Líder inseguro que toma decisiones según deseos individuales. No organiza


tareas ni actividades. Nadie asume responsabilidades. Clima positivo pero
nula productividad. Líder ineficaz. Líder inseguro y desligado del grupo. No
hay coordinación.
6. Tipos de respuestas antelas actuaciones del
alumnado

En este apartado vamos a estudiar las respuestas que hay que dar por parte del
formador a lo largo de un proceso formativo, según las actuaciones del alumnado,
teniendo en cuenta los diferente perfiles que pueden encontrarse dentro del grupo
de trabajo constituido para dicho proceso.

Por tanto, dentro de un grupo de trabajo en un proceso de formación se pueden


encontrar diversos perfiles entre sus miembros, desde los que tienen una
participación escasa en el aula porque se sobrevaloran o infravaloran y no son
capaces de seguir el desarrollo de la sesión formativa, pasando por los que ayudan
al formador y colaboran para que la sesión se desarrolle adecuadamente, hasta los
que participan con bastante frecuencia, consiguiendo desviar la atención del resto
del alumnado.

En el cuadro siguiente, se recogen algunos de los perfiles más típicos de actuaciones


por parte del alumnado y los tipos de respuesta para cada uno de ellos:

Tímido o Introvertido

Características que lo definen:

Intranquilo.
Se ruboriza con facilidad.
Falta de confianza.
Poca participación.

Recomendaciones para su trato

Refuerzo positivo para crear un clima de confianza.


Invitarle a participar mediante preguntas sencillas.
Evitar ridiculizarle y ser impaciente.
Distraído

Características que lo definen:

Ausente.
No escucha.
No participa.
Distrae a los de alrededor.

Recomendaciones para su trato:

Llamar su atención en asuntos concretos.


Llamarle por su nombre.
Controlarle con la mirada.

Charlatán

Características que lo definen:

Habla más de lo necesario.


Opina constantemente.
Interrumpe.
Aporta información innecesaria.

Recomendaciones para su trato:

Cortar sus exposiciones resumiendo.


Evitar seguirle la corriente.
Evitar que monopolice la atención haciendo preguntas que le obliguen a
reflexionar.

Polémico
Características que lo definen:

Le gusta discutir y busca la discusión.


Quiere tener razón siempre.
Pretende imponer su criterio.

Recomendaciones para su trato:

Refuerzo negativo contrastando y rebatiendo (argumentando) sus


opiniones.
Comentarle en privado su comportamiento negativo.
Evitar perder la calma ante su comportamiento.

Gracioso

Características que lo definen:

Pretende ser el centro de atención.

Recomendaciones para su trato:

Hacerle colaborar en tareas no destacadas.


Evitar darle protagonismo.
Atención a la influencia que puede ejercer sobre miembro más débiles del
grupo.

Manipulador

Características que lo definen:

Asusta al grupo y lo influye a través del miedo.


Cinismo.

Recomendaciones para su trato:

Contestar con firmeza pero con calma para ponerle en su sitio.


Evitar que intimide al grupo.

Todo lo sabe

Características que lo definen:

Intenta impresionar con datos y citas.


Duda de los conocimientos del resto.
Siempre parece tener la solución.

Recomendaciones para su trato:

Aprovechar lo positivo de sus intervenciones.


Plantearle problemas y tareas complicadas.
Evitar que acapare el tiempo del grupo.

...
7. Resolución de conflictos

Aunque el grupo haya logrado una cohesión y una eficiencia considerables, es


frecuente que atraviese un periodo de hostilidad interna y externa, hacia el
formador. Los conflictos son inherentes a las relaciones humanas y surge cuando las
necesidades de una persona no se están satisfaciendo debidas a que otra persona
lo impide. Pero tener conflictos significa estar vivo y relacionarse, lo importante es
aprender a resolverlos.

Las causas de la aparición de conflictos son de distinto tipo. Puede ser que los
alumnos traten de comprobar hasta qué punto está dispuesto el formador a
compartir las ideas y opiniones. O es posible, que el conflicto obedezca a que los
alumnos se levantan contra el liderazgo del formador, una vez que comprueban que
pueden realizar las tareas por sí mismos.

También hay otras que surgen del clima de interacción que puede producir
divergencias. Causas posibles:

Tareas mutuamente dependientes. Cuando dos o más personas en el grupo no se


consideran iguales en términos de esfuerzo o contribución, pueden experimentar un
serio conflicto precisamente debido a su dependencia.
Desequilibrio en la dependencia de tareas.
Criterios de desempeño. Las diferencias en la velocidad, cantidad, calidad o
uniformidad del desempeño pueden provocar fuertes conflictos.
Variaciones en el ambiente.
Dependencia de recursos. Los conflictos son más comunes ante el uso de recursos
compartidos.

Para resolver conflictos es importante conocer las necesidades de cada miembro


del grupo o persona implicada y tenerlas en consideración. Hay quienes consideran
que los conflictos son divisivos y disfuncionales, porque impiden el logro de los
objetivos organizacionales. Otros consideran que son benéficos para la
productividad y el progreso.

Actuación del formador.


El formador debe transmitir a los alumnos que el conflicto puede convertirse en
algo positivo. Para ello previamente analizará sus propias posturas y sentimientos
respecto al conflicto. Los grupos son mucho más creativos en situaciones de
conflicto acusado, que en situaciones de conflictividad reducida.
El formador establecerá un ambiente de apoyo y confianza para los alumnos a
quienes las situaciones de conflicto les producen angustia. *La reacción del
formador en ningún caso será autoritaria.
El principal recurso es la escucha activa. El alumno debe sentirse escuchado y
comprendido.
El formador contestará a los sentimientos que se ocultan tras las palabras de los
alumnos.

Algunos ejemplos de técnicas que puede utilizar el formador serían:

Técnicas para afrontar los problemas

En una primera fase se observa y analiza el problema, y en la segunda se


soluciona.

En lo que se refiere a la observación y análisis del problema, conviene


comenzar por situaciones que generen poco temor. Se puede empezar con
datos anónimos, seguir con observaciones e informaciones y finalizar con un
diálogo en el que se aborden directamente los problemas del grupo. Para ello
serán de gran ayuda los cuestionarios.

Cuando el problema se haya identificado, se tratará de solventar, basándose


en las siguientes sugerencias:

1. Tormenta de ideas en torno a posibles soluciones.


2. Luz verde/luz roja. En dos columnas se escriben en la pizarra las ideas que
aporten los alumnos sobre elementos que ayudarían a solucionar el
problema bajo el rótulo “luz verde” y aquellas que hacen difícil solucionarlo
bajo rótulo “luz roja”.
Técnicas para fomentar la respuesta
1. Actividad de escucha activa:

Se divide la clase en tríos, en los que uno habla, otro escucha y otro observa.
Tras una charla de unos diez minutos, el formador pregunta si los que
hablan han expuesto sus ideas y sentimientos, si los que escuchan les han
ayudado y sobre la actuación de los observadores.
2. Máquina humana:

Es un ejercicio sin palabras que demuestra de qué manera los miembros de


un grupo pueden colaborar constituyendo una unidad de trabajo integrada,
con personas que interactúan en lugar de funcionar por su cuenta. De pie y
en círculo, el formador pide a la clase que construya una máquina entre
todos recurriendo únicamente a sus cuerpos.
3. Contar historias:

Uno aporta una frase y el resto va continuando la historia tratando de


seguir una cierta lógica.
4. Responder a quien te precedió:

Cada uno puede intervenir únicamente contestando a quien habló


inmediatamente antes, por lo que debe limitarse a comentar o añadir algo a
lo dicho.
5. Ejercicio para resumir:

Se enfrenta en un diálogo a dos alumnos con opiniones en los polos


opuestos. Se les deja argumentar con la condición de que antes de cada
intervención resuman lo dicho por el otro de manera satisfactoria para él.
Después el formador les pregunta sus impresiones.
6. Semejanzas y diferencias:

Tras un diálogo, el profesor pide que un voluntario indique semejanzas y


diferencias entre lo que han dicho las dos partes.

Técnicas para establecer y mejorar la colaboración


1. Cuadrados: Se distribuye a cada uno de los cinco miembros de cada grupo
tres piezas de un puzzle con forma de cuadrado, de forma tal que algunos
podrán componer un cuadrado con sus piezas pero otros no, de modo que
no conseguirá el objetivo marcado de obtener cinco cuadrados iguales si
los alumnos no intercambian sus piezas.
2. Frases desordenadas: Ejercicio parecido al del cuadrado, pero con
palabras repartidas entre los miembros y que sólo cobrarán sentido si las
combinan adecuadamente con las de sus compañeros.
3. Juego de cooperación, que tienen las siguientes características:

Todos los participantes aspiran a una finalidad común y trabajan juntos.


Todos ganan o todos pierden.
En lugar de competir entre ellos, lo hacen contra los elementos no
humanos del juego.
Los jugadores combinan sus habilidades y unen sus esfuerzos.

    Los juegos de cooperación se pueden clasificar del modo siguiente:

Finalización simultánea: todos harán el último movimiento a la vez.

Manipulación coordinada: todos los jugadores tratan de coordinar su


tiempo y sus movimientos con los demás integrantes del grupo, de
forma que se obtenga un patrón suave de manipulaciones.

Rotación: cada jugador participa en un momento de la secuencia y es


responsable de una fase indispensable para el final progresivo.

División equivalente: se trata de jugar de tal modo que al final todos


tengan los mismos puntos.

En el caso de un juego cooperativo, decir al terminar “hemos ganado” no


implica añadir “ya que ellos han perdido” o “ya que vosotros habéis
perdido”, porque no existe competición entre participantes, sino contra las
circunstancias. Este aprendizaje es muy útil para que la clase asuma
actitudes de cooperación.
7.1. Principales técnicas de resolución de
conflictos

Para solucionar los conflictos que se generan dentro del grupo en el proceso de
enseñanza-aprendizaje, el formador debe utilizar unos recursos y técnicas para
reconducir el proceso formativo.

Emitir mensajes en primera persona, centrándose en los efectos en uno mismo de


las actuaciones del otro Los mensajes centrados en la segunda persona
culpabilizan al interlocutor. Se sugerirá a los alumnos que empleen la primera
persona en las soluciones de conflictos.
Pactar soluciones en las que no haya perdedor y en las que las partes queden
satisfechas. Para ello buscará entre las alternativas posibles aquellas que sean
aceptables para ambas partes.
Intercambiar los papeles cuando el conflicto se plantea entre dos personas.
Situándose en el punto de vista contrario será más fácil comprender sus razones.
Resumen de la réplica “contraria”. Reduce el conflicto porque mejora la
comunicación y el grado de atención.
Llevar a cabo la estrategia de las 3 R.
Actuar de mediador. El educador se ofrece a ayudar a encontrar una solución
satisfactoria para las dos personas. Deja claro que no va a dar la razón a ninguno y
que las partes tendrán que alcanzar un compromiso y mostrarse flexibles.
Reunión entre grupos. Es útil cuando la clase se divide en dos subgrupos
enfrentados. Los alumnos se unirán a la sección con la que se identifiquen y
aquellos que no coincidan con ninguno quedarán como observadores.

Hay diversas formas de enfrentarse a la resolución del problema creado por los
conflictos en los grupos. Las técnicas principales las podemos resumir en tres:

La negociación

Es la forma fundamental. Implica la discusión entre las partes en disputa con


el objeto de alcanzar un acuerdo o arreglo al conflicto. Dean Pruitt (1991)
propone cinco posibles estrategias de negociación:

 Flexibilidad: Implica la renuncia de una de las partes a lo que se pretende


lograr. Para la persona que renuncia, complacer a la otra es más importante
que vencer.
Rivalidad: Supone que las partes entran en competencia para obtener la
mayor ventaja posible, empleando para ello medios como la coerción y la
presión que obliguen a la otra parte a realizar concesiones.
Solución de problemas: Se trata de una estrategia de colaboración en la que
los oponentes trabajan juntos para alcanzar una solución que satisfaga los
intereses y las necesidades de ambas partes.
Inacción: Las partes en conflicto hacen el menor esfuerzo posible por
negociar, de forma que, aunque en ocasiones un retraso haga aumentar las
oportunidades para lograr un acuerdo posterior, esta estrategia deriva
habitualmente en la ruptura de la negociación.
Abandono: Esta postura supone el fin de la negociación y obliga a ambas
partes a depender para la consecución de sus fines de medios alternativos
al acuerdo negociado.

La mediación

Implica la intervención en el proceso de negociación de una tercera parte


neutral e imparcial, cuyo papel consiste en asistir a las partes en su efectiva
comunicación, en el análisis del conflicto y en la búsqueda de una solución
aceptable para todos.

Otro rasgo definitorio de este procedimiento es que la figura del mediador no


tiene capacidad de decisión, sino que se limita a guiar a las diferentes partes
durante la negociación, facilitando la definición del problema y de los
intereses particulares, la comprensión de los puntos de vista opuestos y la
elaboración de un arreglo que cuente con la aceptación general.

El arbitraje

Proceso de resolución de conflictos en el que las partes en disputa acceden a


presentar su caso ante un tercer participante neutral e independiente, quien
escucha los argumentos de ambos lados y posteriormente adopta una
decisión, normalmente final y vinculante. El arbitraje difiere de la mediación,
por lo tanto, en que la tercera parte que interviene en el conflicto sí tiene
capacidad decisoria, si bien las partes enfrentadas mantienen el control
sobre el conjunto de cuestiones a resolver y con frecuencia también sobre los
aspectos de procedimiento. Además, se trata de un proceso entre contrarios
en el que no hay lugar para la cooperación, el restablecimiento de las
relaciones o la promoción de la confianza mutua entre las partes,
posibilidades éstas que sí existen en el caso de la mediación.

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