Trabajo de Seguro

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Introducción

Antes de analizar que es seguro se deberá entender que el contrato de


seguro es aquel mediante el cual una persona llamada asegurador se obliga, a
cambio de una suma de dinero, conocida como prima, a indemnizar a otra
llamada asegurado o a la persona que este designe, por un perjuicio o daño
que pueda causar un suceso incierto.
A partir de este concepto podemos establecer que los sujetos que
intervienen en el contrato de seguro son: el asegurador, el asegurado y el
beneficiario.
Dentro de la actividad económica general, la que se deriva de las
operaciones aseguradoras se enmarca dentro del sector servicios. El servicio
que justifica la existencia  de la actividad aseguradora es el de "seguridad", y
como cualquier otro  responde a una necesidad: la de protección  frente  a la
posibilidad de que por azar se produzca un evento, futuro e incierto, susceptible
de crear una necesidad patrimonial. En otras palabras, la necesidad de
protección frente al riesgo.
El contrato de seguro; es consensual, bilateral y aleatorio. Es
consensual porque se perfecciona por el mero consentimiento de las partes y
produce sus efectos desde que se ha realizado la convención; es bilateral toda
vez que origina derechos y obligaciones recíprocas entre asegurador y
asegurado, y es aleatorio porque se refiere a la indemnización de una pérdida o
de un daño producido por un acontecimiento o un hecho incierto, pues no se
sabe si se va a producir y en el caso contrario – como ocurre con la muerte –
no se sabe cuándo ello ha de acontecer.
A lo largo del trabajo se pretende hacer una clasificación de los contratos
de seguros, también se abordan temas importantes como el reaseguro y el
coaseguro y los elementos del contrato de seguro que son; el interés
asegurable, el riesgo asegurable, la prima y la obligación de indemnizar.
Finalmente veremos que el contrato de seguro da origen
necesariamente a una póliza, que es el instrumento probatorio por excelencia
del contrato celebrado entre el asegurado y el asegurador, en él se reflejan las
normas que de forma general, particular o especial regulan la relación
contractual convenida.
El seguro lucrativo tuvo su principal antecedente en el seguro marítimo,
en el siglo XIII
El seguro es actualmente una pieza básica de nuestra estructura social.
En el mundo antiguo la institución familiar, los sistemas de producción agrícola
y la organización gremial proporcionaban al individuo la protección que
necesitaba. En cambio, la sociedad moderna, basada en el individualismo y
reducción del entorno familiar, obliga a buscar protección mediante fórmulas
legales o contractuales contra crecientes riesgos personales y patrimoniales
que se derivan y tienen su consecuencia del progreso tecnológico.

Evolución Histórica del Seguro

El seguro propiamente dicho es una institución relativamente reciente.


Aparentemente surgió en la Edad Media bajo la forma de seguro marítimo, el
cual fue consecuencia del desarrollo del comercio marítimo en los países
mediterráneos, especialmente España e Italia, pero carecía de bases
estadísticas serias y no constituía una institución organizada.
 
El seguro es actualmente una pieza básica de nuestra estructura
social. En el mundo antiguo la institución familiar, los sistemas de producción
agrícola y la organización gremial proporcionaban al individuo la protección que
necesitaba. En cambio, la moderna sociedad basada en el individualismo y
reducción del entorno familiar, obliga a buscar protección mediante fórmulas
legales o contractuales contra crecientes riesgos personales y patrimoniales
consecuencia del progreso tecnológico.
 
Podemos diferenciar las siguientes etapas en la evolución del
seguro:
1ª.- Edad antigua.
2ª.- Edad Media (hasta mediados del s. XIV).
3ª.- Desde mediados del s. XIV a fines del XVII.
4ª.- Desde el siglo XVIII hasta mediados del s. XIX.
5ª.- Desde mediados del s. XIX hasta nuestros días.

 Edad Antigua:
        En sus comienzos no puede decirse que existiera un seguro con
sus bases técnicas y jurídicas, pero sí surgió como un sentimiento de
solidaridad ante los infortunios.
        Ejemplos de estos intentos de solidaridad los tenemos en el seguro
de caravanas de Babilonia, donde existía la costumbre de que los que tomaban
parte en una caravana se comprometían a saldar en común los daños
causados a cada uno de ellos durante el trayecto por robo o asalto.
        Durante la hegemonía romana existieron asociaciones constituidas
por artesanos que, mediante una reducida cuota de entrada y una cotización
periódica, otorgaban a sus asociados una sepultura y funerales apropiados.
También se practicaba a través del “préstamo a la gruesa” por los cuales una
persona, el propietario del barco o armador tomaba a préstamo una suma igual
al valor de la mercancía transportada. Si llegaba a puerto pagaba el capital más
elevados intereses (15%). En caso de naufragio no pagaba nada.

Edad Media (Hasta mediados del s. XIV):


        A diferencia del período anterior donde era la familia que afrontaba
los peligros en común, en la Edad Media es el gremio quien desempeña ese
papel. Surgen las denominadas "guildas" que si bien no eran verdaderas
empresas de seguros sí constituían una aproximación de éstas. Se
caracterizaban porque en un principio no tenían carácter comercial, sino de
defensa mutua o religioso. Con posterioridad ese carácter mutual se fue
perdiendo, revistiéndose un carácter más comercial, buscándose propósito de
lucro ahora bien, el seguro lucrativo no tiene su nacimiento únicamente en la
organización gremial, sino que tuvo su principal antecedente en el seguro
marítimo.
        El seguro propiamente dicho nace en el s. XIII con el seguro
marítimo. Surge al modificarse el préstamo a la gruesa sustituyéndose el pago
de los intereses por una prima y aplazándose el pago de la indemnización
hasta cuando el daño ocurriese. Esto se debe a un decreto del Papa Gregorio
IX dictado en 1230 que prohíbe como usuario el pago de todo tipo de intereses.

Desde mediados del s. XIV a fines del XVII.

        En este período, y como consecuencia del desarrollo de la actividad


marítima, aparecen los primeros antecedentes del contrato de seguro marítimo.
Existe testimonio escrito de un contrato suscrito en Génova en 1347 por el que
se aseguraba el buque "Santa Clara" desde Génova hasta Mallorca. Los
contratos formalizados se llamaban "polizzas".
        Paralelamente surgieron las primeras regulaciones legales de la
actividad aseguradora.

        El asegurador empezó siendo una persona individual, pero pronto


surgen la agrupación de personas y las sociedades anónimas. En 1668 se
fundó en París la primera compañía de seguros por acciones, para el seguro
marítimo. A esta época corresponde la creación del Lloyd's inglés que era una
corporación de aseguradores individuales. Surgió a raíz de las reuniones de
aseguradores marítimos en el cafetín de Edward Lloyd. Esta institución se
funda formalmente en 1769.
        Apareció en este período las creaciones de empresas de seguros
de incendios como consecuencia del famoso incendio de Londres de 1666 que
puso de manifiesto la necesidad de este seguro en las ciudades de la época,
construidas sin la menor protección contra el fuego.

Desde el s. XVIII hasta la primera mitad del XIX.

        Junto a los seguros ya existentes relativos a siniestros producidos


por siniestros naturales, surgen los que tienen que asegurar los perjuicios
causados por actos del hombre. A la vez surgen los seguros de personas que
requieren de una mayor base científica.
        Durante el s. XVIII surgen en España, Inglaterra, Alemania y
Francia Compañías de Seguros con una estructura muy similar a las actuales.
        En el s. XIX la actividad aseguradora se desarrolla de forma
paralela a la vida económica, ya mucho más compleja.

Desde mediados del s. XIX hasta nuestros días:

Durante el s. XIX las modificaciones en las condiciones de vida


influyen en el desarrollo del seguro. En esta etapa surgen fenómenos sociales
como la urbanización, la industrialización y la debilitación de la solidaridad
familiar, que favorecen en suma el individualismo y el desarrollo por
consiguiente de la institución aseguradora.

    Surgen nuevos riesgos y se cubren otros que anteriormente no se


cubrían. Hay un fuerte intervencionismo estatal, debido principalmente al gran
número de aseguradoras y el hecho de que muchas de ellas se constituyen sin
reunir las debidas garantías.

Como resumen en esta época la institución aseguradora va


adaptándose a las nuevas exigencias de la vida económica favoreciendo el
desarrollo industrial que cuenta con el seguro como garantía ante los
crecientes riesgos en que se ve inmersa la creciente industria.

El Seguro en Venezuela

Desde finales del siglo XIX hasta julio de 1935, no hay intervención del
Estado, solamente regían las disposiciones del Código de Comercio de 1919,
en cuanto lo que el mismo refería sobre los actos de comercio.

En 1886, se funda la "C. A. De Seguros Marítimos", con sede en


Maracaibo. Posteriormente ésta suspende sus operaciones y en 1919 da
origen a la "Compañía Seguros Marítimos del Zulia". En Caracas, se funda la
Compañía de Seguros Comerciales "La Venezolana", y luego, en 1914 se
fusiona con la C. A. "La Previsora".

En 1935 se crea "Seguros Fénix", quien se fusiona en 1930 con La


Previsora. Paralelamente, en ese mismo año, se establecen en el país las
compañías "Pan American Life Insurance Company" (norteamericana) y "Sun
Insurance Office Limited" (inglesa). En julio de 1935 se promulga la Ley de
Inspección y Vigilancia de las Empresas de Seguros, primera ley que regula la
materia de seguros en Venezuela, inspirada en la Ley Suiza de Supervigilancia.
Esta ley fue derogada y en 1938 se promulga una nueva en la Gaceta Oficial
Nº 19.648, y el Reglamento de la misma se dictó en abril de 1939, siendo
derogado posteriormente por el Reglamento de julio de 1948.

En junio de 1965, se aprueba la Ley de Empresas de Seguros y


Reaseguros y se promulgó en la Gaceta Oficial Extraordinaria Nº 964 del 9 de
julio de 1965 y se reimprimió en la Gaceta Oficial Extraordinaria Nº 970 del 26
de julio del mismo año. Esta última y el reglamento dictado en julio de 1948,
constituyen el marco jurídico que regula actualmente en el país las actividades
relativas a los seguros privados en Venezuela.
Seguro

Puede definirse el seguro, de la siguiente manera: “ una operación


económica con la cual, mediante la contribución de muchos sujetos igualmente
expuestos a eventos económicamente desfavorables, se acumula la riqueza
para quedar a disposición de aquellos a quienes se presente la necesidad”

De esta definición, o de cualquier otra, se desprenden las dos ideas o


principios sobre los que se sustenta la institución aseguradora: el principio
mutual y la organización empresarial.  El principio mutual, o de compensación
entre sujetos expuestos al mismo riesgo, al que se llega a través de la idea de
contribución y solidaridad. La organización empresarial, bajo la cual debe
necesariamente llevarse a cabo la acumulación de las aportaciones en común,
por ser la única organización capaz de desarrollar la actividad con las
suficientes garantías de solvencia y estabilidad.

La consecución de tales garantías tendrá lugar mediante la aplicación


por la organización empresarial de una serie de normas técnicas que podemos
sintetizar en:
o Aplicación de la Ley de los grandes números, mediante la
acumulación de la mayor masa posible de riesgos, con el objeto de procurar el
acercamiento de las probabilidades teóricas a las reales.
o Homogeneidad cualitativa de riesgos, con el objeto de compensar
riesgos de la misma naturaleza. De ahí la especialización de la actividad por
ramos.
o Homogeneidad cuantitativa, de sumas aseguradas, que se
consigue mediante la selección de riesgos y su fraccionamiento a través del
coaseguro y del reaseguro, en sus distintas modalidades.
o Constitución de reservas o provisiones técnicas, específicas de la
actividad, que garanticen el cumplimiento de los contratos y en definitiva la
estabilidad.
o Constitución de reservas patrimoniales que permitan hacer frente
a grandes desviaciones de siniestralidad, con las suficientes garantías de
solvencia.

Seguro, contrato por el que el asegurador contrae el compromiso,


mediante el cobro de una cantidad de dinero o prima para el caso de que se
produzca el evento cuyo riesgo es objeto de cobertura (a indemnizar), dentro
de los límites pactados de resarcir el daño producido al asegurado, o a
satisfacer un capital, una renta u otras prestaciones convenidas.

Seguro, en Derecho, acuerdos contractuales para que el asegurador


compense al asegurado por la pérdida debida a un acontecimiento fortuito. El
asegurador obtiene recursos acumulando pequeñas contribuciones de quienes
quieren protegerse del riesgo de sufrir un daño aleatorio, creando así un fondo
que permite recompensar a aquellos que sufren el daño. Las contribuciones se
denominan primas.

El Riesgo Asegurable

Es un evento posible, incierto y futuro, capaz de ocasionar un daño del


cual surja una necesidad patrimonial. El acontecimiento debe ser posible,
porque de otro modo no existiría inseguridad. Lo imposible no origina riesgo.
Debe ser cierto, porque si necesariamente va a ocurrir, nadie asumiría la
obligación de repararlo. Constituye uno de los factores principales dentro de la
actividad aseguradora. Es el objeto del seguro como medida de prevención de
un acontecimiento incierto, que de producirse obliga al asegurador a pagar la
indemnización convenida.

El carácter eventual del riesgo implica la exclusión de la certeza así


como de la imposibilidad, abarcando el caso fortuito, sin descartar la voluntad
de las partes, siempre y cuando el suceso no se encuentre sometido inevitable
y exclusivamente a ella. La incertidumbre no debe tener carácter absoluto sino
que debe ser visto desde una perspectiva económica, para lo cual resulta
suficiente la incertidumbre del tiempo en que acontecerá, es decir, ya sea en lo
que toca a la realización del evento o al momento en que este se producirá.

Tratándose de un acontecimiento incierto es indudable que no puede


depender de la voluntad de asegurado dado que entonces no habría posibilidad
de seguro. Los riesgos sobre las cosas también presentan una cierta
regularidad que los hace materia de aseguramiento. La practica aseguradora
ha consagrado normas para medir dichos riesgos y calcular las normas que
debe percibir el asegurador.

El riesgo determina la prima a cobrar, y en consecuencia, para los


riesgos agravados con relación a los riegos normales, la prima será más
elevada. En la póliza de seguro el riesgo asumido por el asegurador debe
definirse con mucha claridad, pues se trata de un elemento de capital
importancia en este contrato.

En el contrato de seguro el asegurador no puede asumir el riesgo de una


manera abstracta, sino que este deber ser debidamente individualizado, ya que
no todos los riesgos son asegurables, es por ello que se deben limitarse e
individualizarse, dentro de la relación contractual

La Prima

La prima es otro de los elementos indispensables del contrato de seguro,


constituye la suma que debe pagar el asegurado a efecto de que el asegurador
asuma la obligación de resarcir las pérdidas y daños que ocasione el siniestro,
en caso de que se produzca. Este monto se fija proporcionalmente, tomando
en cuenta la duración del seguro, el grado de probabilidad de que el siniestro
ocurra y la indemnización pactada.
Es la cantidad que paga el asegurado como contrapartida de las
obligaciones, resarcitivas e indemnizatorias del asegurador. Es el precio del
seguro y un elemento esencial de la institución. Es el precio del seguro que
paga el asegurado al asegurador como contraprestación del riesgo que asume
éste y del compromiso que es su consecuencia.

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