Música Clásica
Música Clásica
Música Clásica
Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
No debe confundirse con Música del Clasicismo.
Índice
1Formalización y contenido
2Interpretación
3Influencias de la música popular
4Notación musical
5Instrumentación
6Historia de la música clásica
o 6.1Orígenes
o 6.2Períodos de hace años
7Véase también
8Referencias
9Bibliografía
10Enlaces externos
Formalización y contenido[editar]
La música clásica está hecha exclusivamente para ser escuchada, a diferencia de
otras músicas adjuntas a otras formas de entretenimiento (la música de cine a
veces se ejecuta en salas de concierto). Los conciertos de música clásica suelen
tener una atmósfera solemne, se espera que el público esté en silencio para evitar
distraer al músico y los oyentes. Los intérpretes de ordinario visten de manera
formal, una práctica vista como un gesto de respeto para la música y el público; y
tampoco interactúan directamente o bromean con el público.
Como en las bellas artes, la música clásica aspira a comunicar una cualidad
trascendental de la emoción, que expresa algo universal acerca de la condición
humana. Si bien la expresión emocional no es una propiedad exclusiva de la
música clásica, esta honda de exploración en la emoción permite que la mejor
música clásica alcance lo que ha sido denominado lo «sublime» en el arte.
Muchos ejemplos pueden citarse para demostrar esto. Por ejemplo, la
musicalización del poema de Friedrich Schiller «Oda a la Alegría» en la Novena
sinfonía de Beethoven, que suele interpretarse en actos de independencia
nacional o de celebración, como aquella famosa ocasión en que la dirigió Leonard
Bernstein para celebrar la caída del Muro de Berlín, y la tradición japonesa de
tocarla para celebrar el Año Nuevo. Sin embargo, otros compositores, como Iannis
Xenakis, argumentan que el efecto emocional de la música en los oyentes es
arbitrario y que, por lo tanto, la complejidad objetiva o el contenido de información
de la pieza es lo supremo.
A lo largo de la historia, los padres se aseguraron de que sus hijos
fuesen instruidos en la música culta desde muy temprana edad. Una experiencia
musical temprana daba las bases para un estudio serio posterior. Para aquellos
que deseaban ser ejecutantes, cualquier instrumento es prácticamente imposible
de aprender a nivel profesional si, o al menos un instrumento similar, no eran
aprendidos desde la infancia. Algunos padres buscaban la enseñanza musical por
razones sociales o en un esfuerzo por impartirles un útil sentido de
la autodisciplina; las lecciones parecen mostrar también un incremento en
el desempeño académico. Se considera además, que el conocimiento de las obras
de la música clásica es parte de una buena cultura general.
Interpretación[editar]
Los compositores clásicos aspiran a su música de una relación muy profunda
entre su contenido afectivo (emocional), y los medios con los que lo logra. Muchas
de las obras clásicas más elogiadas hacen uso del desarrollo musical, el proceso
por el que un germen, idea o motivo musical es repetido en distintos contextos, o
alterados de tal manera que la mente del oyente, conscientemente o no, compara
las diferentes versiones. Los géneros clásicos de la forma sonata y
la fuga emplean rigurosamente formas de desarrollo musical. Generalmente, las
obras de música clásica muestran una gran complejidad musical gracias al uso
que hace el compositor del desarrollo, modulación (cambios
de tonalidad), variación antes que la exacta repetición, frases musicales que no
siempre tienen la misma longitud, contrapunto, polifonía y una armonía sofisticada.
Además, muchas obras clásicas bastante largas (de 30 minutos a 3 horas) son
construidas a partir de jerarquías de unidades más pequeñas: las frases,
los períodos, las secciones y los movimientos. El análisis schenkeriano es una
rama de la música que intenta distinguir estos niveles estructurales.
Su transmisión escrita, junto con la veneración dada a ciertas obras clásicas, ha
llevado a la expectativa de que el ejecutante tocará la obra de tal modo que
realizará en detalle las intenciones originales del compositor. Por lo tanto, las
desviaciones de las instrucciones del compositor a veces son condenadas como
fallas completas éticas. Durante el siglo XIX, los detalles que los compositores
colocaban en sus partituras fueron incrementándose. Así vemos un opuesto
rechazo-admiración por los ejecutantes que ofrecen nuevas «interpretaciones» de
la obra de un compositor, y no es desconocido que un compositor le pida al
intérprete una mejor realización de sus intenciones originales que la que él mismo
pudo lograr. De este modo, los ejecutantes de música clásica alcanzan a menudo
reputaciones muy altas por su musicalidad, aunque ellos mismos no compongan.
Otra consecuencia de la primacía de la partitura escrita del compositor es que
la improvisación juega una menor presencia, en marcado contraste con otras
tradiciones como el jazz, en donde la improvisación es básica. La improvisación en
la música clásica era mucho más frecuente en el Barroco que en los
siglos XIX y XX, y recientemente la interpretación de aquella música por músicos
clásicos modernos ha sido enriquecida por el resurgimiento de antiguas prácticas
improvisatorias. Durante el periodo clásico, Mozart y Beethoven improvisaban a
veces las cadencias de sus conciertos para piano (y animaban a otros a hacer lo
mismo), pero también tendían a dar cadencias escritas para que otros solistas
pudiesen usarlas.
Notación musical[editar]
Artículo principal: Notación musical
La música académica occidental ha desarrollado un método de escritura basado en dos ejes: el
horizontal representa el transcurso del tiempo, y el vertical la altura del sonido; la duración de cada
sonido está dada por la forma de las figuras musicales.
Instrumentación[editar]
La música clásica también se distingue por los instrumentos que utilizan. Los
instrumentos usados en la práctica común de la música clásica fueron inventados
antes de la mitad del siglo XIX (la mayoría mucho antes), y codificados en los
siglo XVIII y siglo XIX. Consisten en los instrumentos que encontramos en
la orquesta sinfónica, junto a otros pocos instrumentos solistas (como el piano,
el clavicémbalo y el órgano). Los instrumentos electrónicos, como la guitarra
eléctrica y el violín eléctrico, juegan un papel predominante en la música popular,
pero de hecho no tienen ninguno en la música clásica antes del siglo XX, y sólo
aparecen ocasionalmente en la música clásica del siglo XX y XXI. Tanto los
músicos populares como los clásicos han experimentado en las últimas décadas
con instrumentos eléctricos, como el sintetizador, con técnicas electrónicas y
digitales, como el uso de sonidos sampleados o generados por computador, y el
sonido de instrumentos otras culturas, como el gamelan. Es importante notar que
todos los instrumentos bajos no existían antes del Renacimiento. En la música
medieval, los instrumentos estaban divididos en dos categorías: instrumentos
fuertes para usar en exteriores o en la Iglesia e instrumentos más suaves para uso
en interiores. Muchos de los instrumentos que son asociados hoy con la música
popular tuvieron un papel importante en la música clásica antigua, tales como
la gaita, la vihuela, la zanfona y otros instrumentos de viento. Por otro lado,
la guitarra acústica, asociada a la música popular, ha empezado a ganar
preponderancia en la música clásica a lo largo de los siglo XIX y XX. La voz
humana es también un instrumento musical privilegiado de la música clásica,
aunque también es usado en la música popular. Diversos géneros utilizan las
voces, solas o bien con acompañamiento instrumental: la ópera, la música coral y
el lied.
Mientras que el temperamento igual fue gradualmente aceptado como el sistema
de afinación en el siglo XVIII, otros tipos de temperamento, de origen histórico, se
emplean a menudo en la música de períodos anteriores al Barroco tardío; El clave
bien temperado de Johann Sebastian Bach es utilizado como referencia temporal
para indicar el comienzo de ese cambio de temperamento. Por ejemplo, la música
del Renacimiento inglés se acostumbra a ejecutar con el temperamento medio.
Música clásica: Entre 1730 y 1820, fue una era importante que estableció
varias de las normas de composición y estructura. El período clásico también
está marcado por la desaparición del clavicémbalo y el clavicordio en favor del
nuevo piano, que a partir de ese momento se convirtió en el instrumento
predominante para la interpretación en teclado y la composición.
Música moderna: Entre 1905 y 1985. Representó una crisis en los valores de
la música clásica y su rol dentro de la vida intelectual, y la extensión de la
teoría y la técnica. Algunos teóricos, como Arnold Schoenberg en su
ensayo Brahms, el progresivo, insisten en que el Modernismo representa una
progresión lógica de las tendencias en la composición del siglo XIX. Otros
sostienen un punto de vista opuesto, que indica que el modernismo representa
el rechazo o la negación del método de composición clásica.
Música del siglo XX: Usado normalmente para describir la amplia variedad de
subgéneros posteriores al Romanticismo empleados hasta el año 2000,
incluyendo a los posromántico, moderno y posmoderno