Megalitismo

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Megalitismo

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El término megalitismo procede de las palabras griegas mega (μεγας) grande
y lithos (λιθος), piedra. Aunque en sentido literal podemos encontrar
construcciones megalíticas en todo el mundo, desde el Japón a los gigantes de
la Isla de Pascua, en sentido estricto muchos autores únicamente denominan
megalitismo al fenómeno cultural cuyo foco se localiza en
el Mediterráneo occidental y la Europa atlántica, que se inicia a partir de finales
del Neolítico y dura hasta la Edad del Bronce y que está caracterizado por la
realización de diversas construcciones hechas con grandes bloques de piedra
escasamente desbastados y denominados megalitos. Así, según estos
investigadores, cuando se habla de megalitismo no se deberían incluir
las construcciones ciclópeas correspondientes a otras dinámicas culturales como
las del Bronce egeo, las baleáricas o las sardas, ni mucho menos las
de Egipto o Polinesia.1

Stonehenge (en Wiltshire, Gran Bretaña) es una de las estructuras megalíticas mejor conocidas del


mundo.

Se encuentran grandes monumentos megalíticos diseminados por buena parte de


Europa occidental, pero los focos más importantes se encuentran en Bretaña, sur
de Inglaterra e Irlanda, y sur de España y Portugal.
Este fenómeno se identifica esencialmente con la construcción de tumbas
monumentales del tipo dolmen (en bretón mesa de piedra), en cuyo interior se fue
enterrando sucesivamente a los fallecidos de un grupo humano, apartándose
cuidadosamente los huesos de los anteriores difuntos (enterramientos colectivos).
Los dólmenes pueden ser simples o de corredor, en galería, o cistas, y la mayoría
estuvieron inicialmente cubiertos por un túmulo de tierra o piedras, que
actualmente suele haber desaparecido en su mayor parte. Además de los
dólmenes, dentro del contexto megalítico, se pueden encontrar otra tipología
constructiva no funeraria denominada menhir, monolito hincado en el suelo que
puede aparecer aislado o formando alineaciones (en Carnac) o círculos (henges,
como en Stonehenge). También abundan los crómlech, círculos de piedras más o
menos grandes que rodeaban el túmulo de un dolmen, los tholoi, los falsos
dólmenes y las cuevas artificiales.
Índice

 1Proceso de construcción
 2Desarrollo
 3Tipologías
 4Cronología
o 4.1Epipaleolítico
o 4.2Neolítico
o 4.3Calcolítico
o 4.4Edad del Bronce
 5Interpretaciones
 6¿Ciencia o pseudociencia?
 7Véase también
 8Referencias
 9Bibliografía
 10Enlaces externos

Proceso de construcción[editar]

Proceso de construcción de un megalito.

El proceso constructivo de un megalito comenzaba en la cantera donde se


extraían los grandes bloques de piedra. De allí se transportaban (1) sobre troncos
y ramas hasta el lugar elegido para la erección del monumento. En este lugar se
dejaban caer los bloques verticales en un estrecho hoyo previamente excavado (2)
y después se ajustaban hasta dejarlos en posición vertical, tras lo cual se
rellenaba el hoyo para fijarlos firmemente. En el caso de los menhires el proceso
quedaba terminado, pero para la erección de un dolmen se continuaba con la
tarea más difícil, consistente en colocar el bloque o bloques horizontales. Para ello
se hacían terraplenes a ambos lados de los ortostatos, hasta alcanzar la misma
altura que estos (y muy probablemente se llenaba también de tierra el espacio
entre ambas paredes, que luego se vaciaba). Por estos terraplenes se
transportaba el bloque horizontal (3) hasta dejarlo colocado correctamente, tras lo
cual se cubría todo de tierra, dando lugar al túmulo (4). Tal hipótesis de
construcción ha sido comprobada en la práctica por varios equipos de
investigación, entre ellos el de J.P. Mohen, que en 1979 construyó en Francia un
dolmen valiéndose de doscientos hombres y cuya losa superior tenía un peso de
32 toneladas.
Estudios realizados en Wessex, en el sur de Inglaterra, mostraron que construir la
fase final de Stonehenge exigió unos 30 millones de horas de trabajo, llevadas a
cabo por una mano de obra procedente de toda la región. Para el gran túmulo
de Silbury Hill, en la misma región, se necesitaron 18 millones de horas y fue
levantado en solo dos años, según su excavador. Cada uno de
los henges menores de Wessex supuso del orden de un millón de horas de faena,
o lo que sería lo mismo, 300 personas trabajando un año entero. 2

Desarrollo[editar]

Construcciones monolíticas.

Aunque inicialmente se pensaba que los monumentos más sencillos eran


necesariamente más antiguos y que fueron ganando en complejidad a lo largo del
tiempo, ahora se sabe que no siempre fue así: en Bretaña se construyeron a partir
del V milenio a. C. grandes conjuntos megalíticos, mientras que en el II milenio
a. C. se hacían de menor tamaño.3
Las construcciones megalíticas funerarias más antiguas se erigieron en el
sudoeste de Iberia hacia el 4800 a. C. (Dolmen de Alberite, Cádiz), mientras que
en Carrowmore, en el Sligo, Irlanda, han sido datados hacia el 3700 a. C. y son
anteriores a cualquier vestigio conocido de agricultura en la región. Están
relacionados con tribus de cazadores-recolectores y algunos de los enterramientos
presentan indicios de descarnación, cremación, sacrificios rituales y canibalismo. 4
El periodo más extenso de construcciones megalíticas se localiza en el sudoeste
ibérico, donde abarca aproximadamente desde 4800 a. C. hasta 1300 a. C.,
comprendiendo los períodos entre el Neolítico y la Edad del Bronce, aunque hacia
3800 a. C. se levantaron megalitos en Bretaña y en el occidente de Francia,
mientras que entre 3500 y 3000 a. C. este fenómeno se extendió por
prácticamente todas las poblaciones de la vertiente atlántica europea, hasta
entonces carentes de nexos culturales comunes. Hay quien piensa que
la pesca de altura, particularmente la del bacalao, pudo servir como medio de
transmisión.

Interior de la Cueva de Menga, Antequera (Málaga, España). Dolmen evolucionado a tumba de


corredor: cámara funeraria precedida de un amplio corredor formado por grandes piedras.

Desde finales del V milenio y durante todo el IV milenio a. C. en Córcega se


habilitaron hipogeos colectivos con antecámara y varias cámaras decorados con
imágenes relacionadas con el culto al toro.5 A partir de 3100 a. C., se observan en
el foco portugués y en sus inmediaciones importantes innovaciones en la
construcción funeraria: cuevas artificiales y tholoi. Desde 3100 a. C. y hasta
2200 a. C. se desarrollaron poblaciones fortificadas en el sudoeste y sudeste
ibéricos, formándose así las primeras y únicas sociedades complejas implicadas
en el fenómeno megalítico: las culturas de Vila Nova (estuario del Tajo) y Los
Millares (Almería).6 También allí se detecta un notable incremento del comercio
ultramarino, importando ámbar de Escandinavia, así como marfil y cáscara de
huevo de avestruz de África. En este período comienza también a apreciarse la
aparición del fenómeno megalítico en zonas que no pueden considerarse
estrictamente atlánticas, tanto de Europa central como del Mediterráneo
occidental.
Durante el IV milenio a. C. se construyeron en Gran Bretaña unas plataformas
circulares ceremoniales rodeadas por postes de madera y con fosos concéntricos
internos,5 que a partir del 3000 a. C. fueron siendo sustituidas por los complejos
círculos de ortostatos conocidos como henges.7
El despliegue del complejo cultural campaniforme a partir de Vila Nova hacia el
2900 a. C.,8 confirma a las culturas del sur de la península ibérica como focos
megalíticos todavía en pleno apogeo por esas fechas.

Tipologías[editar]
Sus tipos básicos son el menhir y el dolmen, pero su agrupamiento, la
combinación de ambos o una mayor complejidad, dan lugar a una tipología más
variada en la que encontramos alineamientos (como el de Carnac, en
Francia), cromlech (como el Stonehenge, en Inglaterra) y dólmenes de corredor y
cámara, abundantes en Andalucía como es el caso de Valencina (Matarrubilla, La
Pastora, Ontiveros, Montelirio), Trigueros (Soto) o Antequera (Menga, Viera y El
Romeral).
Estàtua-menhir del Pla de les Pruneres (Mollet)9

La palabra menhir procede del bretón, idioma en el que significa "piedra larga"


(de men o maen = piedra e hir = larga). Consiste en un único megalito (monolito)
hincado en el suelo verticalmente y no se le puede adjudicar un uso claramente
funerario. A veces se presentan agrupados en hileras, dando lugar a
un alineamiento como el de Carnac; también pueden presentarse formando
círculos constituyendo entonces un crómlech, cuyos ejemplos más sofisticados
son los henges de Inglaterra. También existe la tipología de estatua-menhir, con
toda una serie de características propias, siendo una representación antropomorfa
esculpida y/o grabada sobre un menhir.
Más complejo que el menhir es el dolmen, término procedente también del bretón
que significa «mesa de piedra» (de dol = mesa y men = piedra). El dolmen está
formado por dos o más ortostatos sobre los que se apoya una losa colocada
horizontalmente. En España son abundantes, destacando entre otros los
de Dombate (Galicia), Sakulo (Navarra), Laguardia y Eguilaz (Álava), Monte
Areo (Asturias), Tella (Aragón), Pedra Gentil (Cataluña), Lácara y El
Mellizo (Extremadura).
Una variedad más compleja de este último tipo es el dolmen de corredor y cámara,
que consta de un pasillo o galería que conduce hasta una o dos cámaras. Tanto el
pasillo como la cámara pueden presentar un plano regular o irregular; los de
pasillo regular llevan a una cámara también regular, y bien diferenciada, de forma
circular (como ocurre en el caso de El Romeral) o cuadrada (Viera), que también
puede estar cubierta no por megalitos sino por una falsa bóveda, como ocurre
en Los Millares (Almería). A veces aparece una cámara secundaria y más
pequeña situada en el mismo eje longitudinal de la edificación y comunicada con
la principal mediante otro corto pasillo (El Romeral). En los de plano irregular no
hay separación clara entre pasillo y cámara, pareciendo esta un mero
ensanchamiento del pasillo; a diferencia de los corrientes su cubierta es adintelada
y está formada por grandes megalitos (Menga). En todos los casos este tipo de
construcciones estuvieron recubiertos por un túmulo de tierra de varios metros de
diámetro, como colinas artificiales, que les dan aspecto de cueva, motivo por el
que, a veces y popularmente, se les denomina "cuevas", como ocurre en
Antequera.

Mapa con la distribución de estatuas-menhir en Europa

Cronología[editar]
Epipaleolítico[editar]
Las excavaciones llevadas a cabo en algunos monumentos británicos, irlandeses,
escandinavos y franceses han revelado la existencia de actividades rituales en
ellos desde el Epipaleolítico, elevando su antigüedad de uso en siglos e incluso
milenios, aunque tales datos están sujetos a controversia:

 Circa 5400 a. C.: posibles fechas iniciales para Carrowmore (Irlanda).


Alineación de menhires en Le Ménec, Carnac, Bretaña (4500-2300 a. C.).

Neolítico[editar]
 Circa 5000 a. C.: construcciones en Evora (Portugal). Comienzo del Neolítico
atlántico.
 Circa 4800 a. C.: construcciones en Bretaña y Poitou (Francia).
 Circa 4300 a. C.: generalización de las construcciones con ejemplos
en Carnac (Bretaña), centro y sur de Francia, Córcega, España, Portugal, Gran
Bretaña y Gales.
 Circa 3700 a. C.: construcciones en distintos puntos de Irlanda.
 Circa 3600 a. C.: Ggantija en Malta y en Inglaterra fases iniciales de los
terraplenes circulares denominados henges, como el sitio de Stonehenge.
 Circa 3500 a. C.: El Romeral, en Antequera (España); también en el sudoeste
de Irlanda, norte de Francia, Cerdeña, Sicilia, Malta, Bélgica y Alemania.
 Circa 3400 a. C.: en Irlanda, Holanda, Alemania, Dinamarca y Suecia.
Calcolítico[editar]

Fachada del principal templo megalítico de Hagar Qim, Malta.

 Circa 3200 a. C.: templo megalítico de Hagar Qim (Malta).


 Circa 3000 a. C.: construcciones en Los Millares (España), Francia, Sicilia,
Bélgica, las islas Orcadas (Escocia), así como los primeros círculos (henges)
en Inglaterra.
 Circa 2800 a. C.: punto álgido en Dinamarca y construcción del círculo de
Stonehenge.
 Circa 2500 a. C.: clímax del megalitismo ligado al campaniforme en
la península ibérica, Alemania y las islas británicas, con la construcción de
centenares de pequeños círculos de piedra en estas últimas. Con el
campaniforme se pasó en Europa del norte y central del Neolítico al Calcolítico
(la Edad del Cobre).
Edad del Bronce[editar]
 Circa 2000 a. C.: construcciones en Bretaña, Cerdeña, Italia y Escocia. El
Calcolítico da paso a la Edad del Bronce en el oeste y norte de Europa.
 Circa 1800 a. C.: en Italia.
 Circa 1500 a. C.: en Portugal.
 Circa 1400 a. C.: enterramiento de Egtved Girl, en Dinamarca, cuyo cuerpo
está muy bien conservado.

Interpretaciones[editar]
El fenómeno megalítico solamente se puede explicar en el marco de los profundos
cambios producidos a raíz de la progresiva neolitización del occidente europeo.
Estos cambios, de carácter económico y social, fueron la consecuencia del paso
de unas economías depredadoras, basadas en la caza y la recolección, a otras
productoras, basadas en la agricultura y la ganadería. Así, las poblaciones
afectadas comenzaron a considerar la tierra en la que vivían y de la que se nutrían
como propia. La acumulación de excedentes y la necesidad de una organización
mayor provocó la aparición de sociedades segmentarias (o tribus), y,
posteriormente, las primeras jefaturas. Estas sociedades (más complejas que
las bandas paleolíticas) fueron, bajo la tutela de los chamanes (que ejercían el
poder espiritual y simbólico), las responsables de la construcción de tales obras. 10

Dolmen del Mellizo, en Valencia de Alcántara (provincia de Cáceres, España).

Este proceso se puede observar al realizar una lectura sociológica de los


enterramientos: los enterramientos colectivos sin claras diferenciaciones son
interpretados como propios de sociedades segmentarias más o menos igualitarias
y lideradas por grandes hombres (big man en inglés) mientras que los que
registran agrupaciones y ajuares desiguales corresponderían a sociedades
jerarquizadas dirigidas por un jefe.11
Los monumentos megalíticos han sido interpretados como centros simbólicos y/o
rituales de las poblaciones de su entorno, de las cuales hay muy pocos datos:
unas pocas cabañas dispersas de madera o piedra, acumulaciones de sílex, fosas
y hogares, son las evidencias halladas. La excepción la constituye el interesante
poblado de Skara Brae, en las islas Orcadas (Escocia). También se han
encontrado en el norte y noroeste de Europa ciertos recintos delimitados por fosos
sucesivos, terraplenes y empalizadas, denominados campos
atrincherados, enclosures en el sur de Gran Bretaña, que funcionarían,
posiblemente, como espacios rituales complementarios de los megalitos. 12
A lo largo del tiempo el análisis de este fenómeno ha ido variando en función de
las teorías predominantes en cada época:

 Interpretación migracionista, mayoritaria durante el siglo XIX: establecía que un


único colectivo de inmigrantes era el responsable de la construcción de todos
los megalitos.
Dolmen del prado de Lácara (Badajoz), la mayor tumba de corredor de Extremadura

 Difusionista: matizaba a principios del siglo XX la anterior al atribuir a la


influencia de los comerciantes del Mediterráneo oriental la difusión en
Occidente de la ideología asociada al megalitismo.
 Procesual-funcionalista: al demostrarse que los megalitos occidentales eran
más antiguos que muchos orientales, se buscó la explicación de cómo se
produjo este desarrollo local mediante el análisis de los procesos y de sus
funciones económico-sociales.
 Neomarxista: explica la utilización del ritual megalítico como un camuflaje de la
posición de poder de unos pocos dentro del grupo.
 Postprocesual: enfatiza los aspectos simbólicos dentro de un contexto social
concreto.13
Las distintas interpretaciones de sus funciones ideológicas giran alrededor de su
utilización como elementos de equilibrio social, de delimitación territorial, de
prestigio y/o de poder de la comunidad, remarcándose la identificación de sus
constructores con la tierra en la que estaban enterrados sus antepasados, lo que
les otorgaría el derecho a trabajarla. Con el fortalecimiento de las jefaturas y la
consecuente jerarquización social, que coincide con el auge de la metalurgia, se
fue cambiando hacia un modelo en el que primaba lo individual sobre lo colectivo:
los megalitos dieron paso a los enterramientos individuales. 14
El megalitismo es obra de pueblos que aún no conocen la escritura ni las técnicas
arquitectónicas avanzadas, como las que empezaban a practicar las civilizaciones
contemporáneas de Mesopotamia o Egipto. No hay que olvidar que bastantes
monumentos megalíticos son posteriores a la construcción de
los zigurats mesopotámicos o las grandes pirámides egipcias.

¿Ciencia o pseudociencia?[editar]
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t={{sust:CURRENTTIMESTAMP}}}}

Ciertos autores postulan que hay una conexión astronómica en muchos


monumentos megalíticos. Consideran que Stonehenge pudo ser un observatorio y
que su disposición (y la de muchos otros yacimientos) está orientada según los
ciclos celestes. Prácticamente todos los dólmenes tienen el corredor alineado
hacia el solsticio de invierno y los petroglifos circulares galaico-
portugueses señalan este u otros acontecimientos anuales mediante la sombra
que proyectaría un gnomon que se situara en su centro. Pero, aunque en el
túmulo irlandés de Newgrange la implicación astronómica existe, los críticos de la
arqueoastronomía dicen que ese primer y único caso conocido no debe ser
extrapolado sin pruebas a otras construcciones.
Es cierto que las sociedades neolíticas poseían conocimientos astronómicos
vinculados a los ciclos de siembra y recolección, y que estos podrían (o no)
haberse visto reflejados en la construcción de megalitos. Pero esto distaría mucho
de que utilizaran tales monumentos para una observación sistemática de los
cielos, en el sentido moderno de observatorio. Por todo ello suele acusarse a los
arqueoastrónomos de estar predispuestos a hallar implicaciones astronómicas en
cualquier monumento, de que sus conclusiones no poseen una base sólida y de
rozar la pseudociencia.

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