4 Ordinario de La Misa Matrimonio
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RITOS INICIALES
Saludo al altar y al pueblo congregado
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
El pueblo responde:
Amén.
O bien:
La gracia y la paz de Dios, nuestro Padre,
y de Jesucristo, el Señor,
esté con todos vosotros.
O bien:
El Señor esté con vosotros.
O bien:
El Señor, que dirige nuestros corazones
para que amemos a Dios,
esté con todos vosotros.
O bien:
La paz, la caridad y la fe,
de parte de Dios Padre,
y de Jesucristo, el Señor,
estén con todos vosotros.
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O bien:
El Dios de la esperanza,
que por la acción del Espíritu Santo
nos colma con su alegría y con su paz,
permanezca siempre con todos vosotros.
O bien:
La gracia y la paz abundantes
Por el conocimiento de nuestro Señor,
Quien por nosotros murió
Para darnos nueva vida,
Estén siempre con vosotros.
Acto Penitencial
1. Hermanos:
Para celebrar dignamente estos sagrados misterios,
reconozcamos nuestros pecados.
2. Hermanos:
Conscientes de que Dios nos ama
Y de que nosotros debemos corresponder a su Amor,
Esforcémonos por amarlo sobre todas las cosas
para disponernos mejor
a celebrar esta Eucaristía
3. Hermanos:
Conscientes de que sólo un corazón limpio
Puede conocer lo que Dios quiere de nosotros,
Arrepintámonos de nuestros pecados
Y pidamos la luz divina
Para proceder conforme al plan divino.
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Se hace una breve pausa en silencio. Después, todos dicen en
común la fórmula de la confesión general:
Dios todopoderoso
tenga misericordia de nosotros,
perdone nuestros pecados
y nos lleve a la vida eterna.
El pueblo responde:
Amén.
O bien:
Humildes y penitentes, como el publicano en el templo,
acerquémonos al Dios justo, y pidámosle que tenga piedad de
nosotros, que también nos reconocemos pecadores.
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Después el sacerdote dice:
Señor, ten misericordia de nosotros.
El pueblo responde:
Porque hemos pecado contra ti.
El sacerdote prosigue:
Muéstranos, Señor, tu misericordia.
El pueblo responde:
Y danos tu salvación.
El pueblo responde:
Amén.
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Gloria
Oración colecta
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LITURGIA DE LA PALABRA
CREDO NICENOCONSTANTINOPOLITANO
Creo en un solo Dios,
Padre todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra,
de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios,
nacido del Padre antes de todos los siglos:
Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre,
por quien todo fue hecho;
que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación
bajó del cielo,
En las palabras que siguen, hasta se hizo hombre, todos se inclinan.
y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen,
y se hizo hombre;
y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato;
padeció y fue sepultado,
y resucitó al tercer día, según las Escrituras,
y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre;
y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida,
que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los
pecados.
Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
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CREDO DE LOS APÓSTOLES
Creo en Dios, Padre todopoderoso,
creador del cielo y de la tierra.
Oración universal
1.
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PREFACIO I DEL MATRIMONIO
Por eso,
con los ángeles y arcángeles,
cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
PLEGARIAS EUCARÍSTICAS
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PLEGARIA EUCARÍSTICA I
o CANON ROMANO
V/. El Señor esté con vosotros.
R/. Y con tu espíritu.
V/. Levantemos el corazón.
R/. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R/. Es justo y necesario.
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107. CONMEMORACIÓN DE LOS SANTOS
veneramos la memoria,
ante todo, de la gloriosa siempre Virgen María,
Madre de Jesucristo, nuestro Dios y Señor;
la de su esposo, san José;
la de los santos apóstoles y mártires
Pedro y Pablo, Andrés,
[Santiago y Juan,
Tomás, Santiago y Felipe,
Bartolomé, Mateo,
Simón y Tadeo;
Lino, Cleto, Clemente, Sixto,
Cornelio, Cipriano,
Lorenzo, Crisógono,
Juan y Pablo,
Cosme y Damián,]
y la de todos los santos;
por sus méritos y oraciones
concédenos en todo tu protección.
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En la misa exequial:
Acepta, Señor, en tu bondad, esta ofrenda de tus siervos, que hoy
te ofrecemos especialmente por el descanso eterno de nuestro
hermano N., pidiéndote que le concedas que, libre ya de la
corrupción de la carne, tenga su parte entre tus santos.
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Se inclina un poco.
TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL,
PORQUE ESTO ES MI CUERPO,
QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.
Después prosigue:
Del mismo modo, acabada la cena,
Se inclina un poco.
TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL,
PORQUE ESTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA,
QUE SERÁ DERRAMADA
POR VOSOTROS Y POR MUCHOS
PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.
HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.
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Luego dice una de las siguientes fórmulas:
Este es el Misterio de la fe.
O bien:
Este es el Sacramento de nuestra fe.
O bien:
Aclamemos el Misterio de la fe.
O bien:
Proclamemos el Misterio de la fe.
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Y continúa:
Por quien sigues creando todos los bienes,
los santificas, los llenas de vida, los bendices
y los repartes entre nosotros.
El pueblo aclama:
Amén.
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PLEGARIA EUCARÍSTICA II
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El sacerdote, con las manos extendidas, dice:
Santo eres en verdad, Señor, fuente de toda santidad;
Después prosigue:
Del mismo modo, acabada la cena,
Se inclina un poco.
TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL,
PORQUE ESTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA,
QUE SERÁ DERRAMADA
POR VOSOTROS Y POR MUCHOS
PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.
HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.
O bien:
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Este es el Sacramento de nuestra fe.
O bien:
Aclamemos el Misterio de la fe.
O bien:
Proclamemos el Misterio de la fe.
Te pedimos humildemente
que el Espíritu Santo congregue en la unidad
a cuantos participamos del Cuerpo y la Sangre de Cristo.
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En la Natividad del Señor y durante su octava, en la Epifanía del
Señor, en la misa vespertina del Jueves Santo, desde la misa de
la Vigilia pascual hasta el segundo domingo de Pascua, en la
Ascensión del Señor y en el domingo de Pentecostés se
dice Acuérdate, Señor propio.
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia extendida por toda la tierra;
y con el papa N.,
con nuestro obispo N.,
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Recuerda a tu hijo (hija) N., a quien llamaste [hoy] de este
mundo a tu presencia; concédele que, así como ha compartido ya
la muerte de Jesucristo, comparta también con él la gloria de la
resurrección.
El pueblo aclama:
Amén.
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RITO DE LA COMUNIÓN
Oración dominical
Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina
enseñanza, nos atrevemos a decir:
O bien:
Llenos de alegría por ser hijos de Dios, digamos confiadamente
la oración que Cristo nos enseñó:
O bien:
El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el
Espíritu Santo que se nos ha dado; digamos con fe y esperanza:
O bien:
Antes de participar en el banquete de la Eucaristía, signo de
reconciliación y vínculo de unión fraterna, oremos juntos como
el Señor nos ha enseñado:
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El lazo o camándula grande
En este monto se puede poner un lazo con nudos o una camándula que
abarque a los dos esposos y Terminada la Bendición nupcial, se retira
el lazo.
Antes de poner el lazo se puede explicar el sentido con las siguientes
palabras u otras semejantes:
N. y N., ustedes, como esposos cristianos, están ya unidos para
siempre, En este momento en que la santa Madre Iglesia va a
implorar solemnemente la bendición de Dios sobre ustedes, se
les va a colocar el lazo, símbolo de la unidad indisoluble que, por
el amor y la mutua entrega, deberán vivir todos los días de su
vida.
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Dios nuestro, tú que con tu poder lo hiciste todo de la
nada y, desde los principios de la creación, modelaste al
hombre y a la mujer a tu imagen y semejanza, y
constituiste a cada uno como ayuda y compañía
inseparable del otro, de modo que no fueran dos seres sino
uno solo, enseñándonos que nunca es lícito separar lo que
tú quisiste unir; Dios nuestro, tú que con un designio
maravilloso consagraste la unión conyugal para prefigurar
en ella la unión de Cristo y de la Iglesia; Dios nuestro, tú
que has querido la unión del hombre y la mujer y has
bendecido esta comunidad, establecida desde el principio,
con la única bendición que no fue abolida ni por la pena
del pecado original, ni por el castigo del diluvio; mira con
bondad a estos hijos tuyos que, unidos en Matrimonio,
quieren que tu bendición los acompañe.
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Y ahora, Señor, te suplicamos que estos hijos tuyos
permanezcan ligados a la fe y a tus mandamientos y que,
fieles a un solo amor, sean ejemplares por la integridad de
sus costumbres; que, fortalecidos con el Evangelio, sean
testigos de Cristo delante de todos; [sean fecundos en
hijos, padres intachables, vean ambos a los hijos de sus
hijos] y, transcurrida una ancianidad feliz, alcancen la
felicidad de los justos en el Reino de los cielos. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
Rito de la paz
Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles:
«La paz os dejo, mi paz os doy»;
no tengas en cuenta nuestros pecados,
sino la fe de tu Iglesia
y, conforme a tu palabra,
concédele la paz y la unidad.
El pueblo responde:
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Y con tu espíritu.
Comunión
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O bien:
Señor Jesucristo, la comunión de tu Cuerpo y de tu Sangre
no sea para mí un motivo de juicio y condenación,
sino que, por tu piedad,
me aproveche para defensa de alma y cuerpo
y como remedio saludable.
Haz, Señor,
que recibamos con un corazón limpio
el alimento que acabamos de tomar,
y que el don que nos haces en esta vida
nos aproveche para la eterna.
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